. . . . . " \nEl se\u00F1or N\u00DA\u00D1EZ.- \nSe\u00F1or Presidente , ayer 11 de septiembre de 2001 se grab\u00F3 en la memoria hist\u00F3rica de la humanidad uno de los sucesos m\u00E1s dram\u00E1ticos que nunca antes alguno de nosotros haya vivido. El mundo civilizado sufri\u00F3 uno de los atentados m\u00E1s brutales de los que se tenga recuerdo. Seguramente esta generaci\u00F3n quedar\u00E1 marcada por dichos incidentes, por el que todos los se\u00F1ores Senadores presentes en la Sala -me imagino- se encuentran a\u00FAn conmocionados.\n \nLos hechos que hemos podido presenciar deben ser asumidos como uno de los peores momentos que ha debido enfrentar el mundo en las \u00FAltimas d\u00E9cadas. Su magnitud hac\u00EDa dif\u00EDcil prever estas circunstancias tan atroces. \nLo cierto es que ello desgraciadamente ocurri\u00F3, y se suma a algunos episodios que en su momento cambiaron tambi\u00E9n de alguna manera el curso de la historia. Me refiero a sucesos como los acaecidos en 1914, a\u00F1o en que comenz\u00F3 la Primera Guerra Mundial , con el atentado de Sarajevo, que cost\u00F3 la vida al heredero del trono austro-h\u00FAngaro, Francisco Fernando , y que para algunos historiadores signific\u00F3 el punto de partida del siglo XX y de una nueva era para la humanidad.\n \nEn esa misma perspectiva se inscribe -record\u00E9moslo tambi\u00E9n- la invasi\u00F3n de los ej\u00E9rcitos del Tercer Reich a Polonia en septiembre de 1939, lo cual desencaden\u00F3 -como todos saben- un segundo conflicto b\u00E9lico de alcance mundial. Dos a\u00F1os despu\u00E9s, los japoneses protagonizar\u00EDan uno de los cap\u00EDtulos negros de la historia contempor\u00E1nea, al atacar a la indefensa flota norteamericana en el Pac\u00EDfico, concentrada en Pearl Harbor. Este hecho deriv\u00F3 en la entrada de Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial y en un espiral de violencia que -como todos conocen- culminar\u00EDa desgraciadamente con las atroces bombas at\u00F3micas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki.\n \nEl ataque terrorista que vivi\u00F3 Estados Unidos el d\u00EDa de ayer, a mi juicio, ha trastrocado visiblemente, al igual que los sucesos antes descritos, al mundo. Y aunque, en mi opini\u00F3n, este acto no desencadenar\u00E1 -como algunos sostienen de manera liviana- una suerte de tercera guerra mundial, ha provocado necesariamente una inflexi\u00F3n en la historia, un cambio significativo en la cotidianeidad de nuestro tiempo.\n \nInsisto en que este episodio no debe ser un detonante de un conflicto b\u00E9lico, pero s\u00ED ha de llevarnos a asumir un compromiso con la lucha frontal y mancomunada del mundo -en la que nos unamos todos quienes somos amantes de la democracia y la libertad- contra el terrorismo, cualesquiera sean sus signos. \nNos corresponde, en consecuencia, desempe\u00F1ar un rol hist\u00F3rico: debemos considerar como premisa que el terrorismo -al igual que el narcotr\u00E1fico- se ha llegado a convertir en uno de los principales enemigos de nuestros pueblos. \u00C9sos son los enemigos de hoy, que hunden a muchas naciones y generaciones enteras de seres humanos. \nEn cuanto a quienes cometen este tipo de actos, que considero solapados y cobardes, cuyo objetivo es ir contra gente inocente -seres humanos comunes y corrientes-, y sembrar el terror y el miedo, creo bueno para esta generaci\u00F3n y sobre todo para el Senado hacer una reflexi\u00F3n. \nA diferencia de una guerra declarada, donde se enfrentan ej\u00E9rcitos, los que normalmente representan a naciones, la acci\u00F3n terrorista no habla en nombre de ning\u00FAn pa\u00EDs, ni siquiera de un conjunto de ellos, y es, fundamentalmente, una acci\u00F3n, por lo general, dirigida contra civiles inocentes. \nEl acto terrorista depende de un grupo de personas que comparten una sesgada y -por decir lo menos- enfermiza visi\u00F3n de la realidad. Por lo tanto, resulta dif\u00EDcil definir las fronteras exactas del terrorismo. Pero, m\u00E1s que eso, el acto terrorista es, sobre la base de los acontecimientos que hemos conocido en los \u00FAltimos tiempos, consecuencia directa del fanatismo, la intolerancia y una concepci\u00F3n totalitaria del hombre. Hablamos de individuos que dicen poseer la verdad sobre las cosas y, lo que es peor, sus posiciones extremas normalmente los llevan a querer acabar con todos quienes se opongan a sus postulados, en lo posible, extermin\u00E1ndolos. \nEs cierto que en Chile vivimos en el pasado una etapa en que el terrorismo de Estado se manifest\u00F3 con brutalidad. Sin embargo, conf\u00EDo en que la acci\u00F3n terrorista ejercida durante el Gobierno militar sea el \u00FAltimo ejemplo de terrorismo de Estado que debamos sufrir en nuestro pa\u00EDs y, ojal\u00E1, en Am\u00E9rica Latina. Sin embargo, desgraciadamente, en esa experiencia no debemos olvidar que en nuestro pa\u00EDs se adiestraron fascistas ultraderechistas italianos y cubanos anticastristas, que pasaron por nuestro pa\u00EDs y que posteriormente cometieron actos de terrorismo fuera de \u00E9l. Por lo tanto, todos los chilenos debemos asumir que ese hecho ocurri\u00F3 en Chile.\n \nNo obstante, esta clase de terrorismo -es decir, el terrorismo de Estado o el que se ejerce entre un Estado y otro, incluso el que se produce actualmente en pa\u00EDses isl\u00E1micos de car\u00E1cter fundamentalista- es dif\u00EDcil implementarlo en el mundo actual. Felizmente, la humanidad ha tomado conciencia de que no es posible aceptarlo. Lo que ha ocurrido recientemente en la ex Yugoslavia habla bien del curso que est\u00E1 tomando la historia de este siglo al respecto. Es decir, nadie puede sustraerse a la acci\u00F3n de la justicia, aun cuando algunos pretendan marginarse de la misma m\u00E1s all\u00E1 de sus fronteras. Quienes pretendan realizar estas pr\u00E1cticas s\u00F3lo pueden hacerlo dentro de las fronteras de muy pocas naciones. Si quieren llevarlas a cabo fuera de ellas, no tienen otra alternativa que usar la ideolog\u00EDa fan\u00E1tica de sus individuos, organizarlos y contactar a sus miembros en otros pa\u00EDses, a fin de que \u00E9stos cometan actos terroristas m\u00E1s all\u00E1 de las fronteras de naciones que puedan inspirarlos.\n \nLos pa\u00EDses que est\u00E1n alimentando a los terroristas son contados con los dedos de las manos, pero peligrosamente constituyen una cifra no despreciable de personas. Son miembros de organizaciones que han surgido en los \u00FAltimos a\u00F1os, muchos de ellos movidos por un integrismo que los hace cometer actos tan brutales como los infligidos ayer contra miles de estadounidenses.\n \nRevisando nuestra historia contempor\u00E1nea, encontramos algunas similitudes entre los sucedido ayer en Estados Unidos con los kamikazes japoneses de la Segunda Guerra Mundial; mas hay que reconocer una diferencia fundamental: esos pilotos fan\u00E1ticos mor\u00EDan por su emperador, por su patria, y combatiendo a un enemigo en el contexto de una guerra declarada. Por estas razones, lamentablemente, todo indica que el ataque sufrido por Estados Unidos en el d\u00EDa de ayer es el inicio de una nueva forma de hacer la guerra.\n \nLos atentados a los edificios de Nueva York y al Pent\u00E1gono en Washington, apuntan al surgimiento de una nueva orientaci\u00F3n en este campo. Seguramente, con esta experiencia, Estados Unidos va a iniciar una nueva pol\u00EDtica en el marco de las relaciones internacionales, respecto de lo cual debemos estar particularmente atentos. \nDada la globalizaci\u00F3n que impera en el mundo, este sistema requiere que todos los pa\u00EDses tomemos partido acerca de los actos terroristas y al terrorismo en su conjunto. En mi opini\u00F3n, nuestro pa\u00EDs debe adscribirse claramente a una postura contraria al terrorismo, combatirlo cualesquiera sean las ideolog\u00EDas o intereses que lo muevan. Chile y todos sus partidos pol\u00EDticos, en especial, nuestra propia colectividad, el Partido Socialista, que vivi\u00F3 el terrorismo de Estado en \u00E9pocas pasadas, deben rechazar ese acto tan cruel como el que vivimos en el d\u00EDa de ayer. Ning\u00FAn objetivo, ning\u00FAn punto de vista de car\u00E1cter religioso, pol\u00EDtico o de otra naturaleza justifican acto de terrorismo alguno. En consecuencia, en esta generaci\u00F3n, debemos ser capaces de exterminarlo.\n \nPara iniciar esta batalla y combatir esa conducta tan cruel, debemos plantear con fuerza algunas condiciones claves como son, en mi opini\u00F3n, que toda lucha mancomunada, organizada a nivel mundial para combatir el terrorismo, debe adoptar, a lo menos, los siguientes resguardos: respetar los Derechos Humanos, inscritos en la Declaraci\u00F3n Universal de los mismos; en ning\u00FAn caso poner en peligro la paz mundial, y ratificar, en el m\u00E1s breve plazo, el Tratado del Tribunal Penal Internacional, especialmente por parte de los Estados Unidos que, como todos sabemos, no lo ha hecho.\n \nEstas tres herramientas de car\u00E1cter internacional son fundamentales: primero, a fin de combatir el terrorismo con fuerza y no amilanarse por la capacidad que puedan tener quienes lo practican. Segundo, debe tenerse presente que es b\u00E1sico, en cualquier circunstancia, resguardar el ejercicio pleno de los derechos humanos y, al mismo tiempo, hacer que prevalezca por todos los medios la idea de que la paz mundial hay que garantizarla. Y tercero, hacer cuanto sea necesario para que el Tribunal Penal Internacional -as\u00ED como Milosevic ya lo est\u00E1 viviendo- sea ratificado por todos los pa\u00EDses del mundo, particularmente, por los Estados Unidos de Norteam\u00E9rica.\n \nPor \u00FAltimo, quiero dejar en claro una idea: desde ayer, en mi opini\u00F3n, nada ser\u00E1 igual en el \u00E1mbito internacional. El mundo algo cambi\u00F3. Desde ahora, el giro que ha dado la historia escribir\u00E1 un futuro que depende de todos nosotros.\n \nHoy no cabe el silencio, ni mirar los hechos como si no nos incumbieran. Es el momento de expresar nuestro dolor. Y, por eso, en nombre de nuestra bancada, quiero manifestarlo de la manera m\u00E1s honda posible a todos los norteamericanos que sufrieron durante el d\u00EDa de ayer, 11 de septiembre, esta experiencia tan brutal.\n \nAsimismo, en mi opini\u00F3n, el Senado debe enviar las condolencias correspondientes a todas las autoridades de ese pa\u00EDs, a sus representantes en Chile, a los norteamericanos residentes y, en lo posible, a todo el pueblo de los Estados Unidos. \n \nEl se\u00F1or VIERA-GALLO.- \nSe\u00F1or Presidente , sugiero que la intervenci\u00F3n del Senador se\u00F1or N\u00FA\u00F1ez sea enviada al representante diplom\u00E1tico de los Estados Unidos en Santiago, a trav\u00E9s de nuestra Canciller\u00EDa.\n \n--Se anuncia el env\u00EDo del oficio solicitado, en nombre del se\u00F1or Senador, en conformidad al Reglamento. \n " . . . .