REP�BLICA DE CHILE DIARIO DE SESIONES DEL SENADO PUBLICACI�N OFICIAL LEGISLATURA 344�, ORDINARIA Sesi�n 5�, en mi�rcoles 13 de junio de 2001 Ordinaria (De 16:20 a 18:29) PRESIDENCIA DEL SE�OR ANDR�S ZALD�VAR, PRESIDENTE SECRETARIOS, LOS SE�ORES CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR, Y SERGIO SEP�LVEDA GUMUCIO, SUBROGANTE ____________________ � N D I C E Versi�n Taquigr�fica I.ASISTENCIA II.APERTURA DE LA SESI�N III.TRAMITACI�N DE ACTAS IV.CUENTA V.ORDEN DEL D�A: Proyecto de ley, en tr�mite de Comisi�n Mixta, que autoriza a la Universidad de Chile para contratar empr�stitos a fin de construir un parque cient�fico-tecnol�gico (2454-19) (se aprueba su informe) Consulta a Comisi�n de Constituci�n sobre tratamiento de informes de comisiones mixtas (se acuerda) Proyecto de ley, en tercer tr�mite, sobre establecimiento de normas para facilitar creaci�n de microempresas familiares (1241-03) (se rechaza y pasa a Comisi�n Mixta) Proyecto de ley, en tercer tr�mite, que modifica el art�culo 3� de la Ley Org�nica Constitucional de Ense�anza y el art�culo l� de la Ley de Educaci�n Primar�a Obligatoria a fin de hacer obligatoria la educaci�n parvularia en sistema de educaci�n p�blica (1738-04) (se rechaza y pasa a Comisi�n Mixta) VI.INCIDENTES: Peticiones de oficios (se anuncia su env�o) Razones de no aplicaci�n de art�culo 73 de ley N� 18.962. Oficio (observaciones del se�or Mart�nez) Izquierda ante violaci�n a derechos humanos en Cuba (observaciones de los se�ores se�or Viera-Gallo y R�os) VERSI�N TAQUIGR�FICA I. ASISTENCIA Asistieron los se�ores: --Aburto Ochoa, Marcos --Boeninger Kausel, Edgardo --Bombal Otaegui, Carlos --Canessa Robert, Julio --Cantero Ojeda, Carlos --Cariola Barroilhet, Marco --Cordero Rusque, Fernando --Chadwick Pi�era, Andr�s --D�ez Urz�a, Sergio --Fern�ndez Fern�ndez, Sergio --Foxley Rioseco, Alejandro --Frei Ruiz-Tagle, Carmen --Frei Ruiz-Tagle, Eduardo --Gazmuri Mujica, Jaime --Hamilton Depassier, Juan --Horvath Kiss, Antonio --Lagos Cosgrove, Julio --Larra�n Fern�ndez, Hern�n --Lavandero Illanes, Jorge --Mart�nez Busch, Jorge --Matta Aragay, Manuel Antonio --Moreno Rojas, Rafael --Novoa V�squez, Jovino --N��ez Mu�oz, Ricardo --Ominami Pascual, Carlos --P�ez Verdugo, Sergio --Parra Mu�oz, Augusto --Pizarro Soto, Jorge --Prat Alemparte, Francisco --R�os Santander, Mario --Romero Pizarro, Sergio --Ruiz De Giorgio, Jos� --Ruiz-Esquide Jara, Mariano --Sabag Castillo, Hosa�n --Silva Cimma, Enrique --Stange Oelckers, Rodolfo --Urenda Zegers, Beltr�n --Vega Hidalgo, Ram�n --Viera-Gallo Quesney, Jos� Antonio --Zald�var Larra�n, Adolfo --Zald�var Larra�n, Andr�s Actu� de Secretario el se�or Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el se�or Sergio Sep�lveda Gumucio. II. APERTURA DE LA SESI�N --Se abri� la sesi�n a las 16:20, en presencia de 21 se�ores Senadores. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesi�n. III. TRAMITACI�N DE ACTAS El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se dan por aprobadas las acta de las sesiones 1�, en 5 de junio; 2�, especial, y 3�, ordinaria, en 5 y 6 de junio, respectivamente, todas del a�o en curso, que no han sido observadas. IV. CUENTA El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretar�a. El se�or SEP�LVEDA (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas: Oficios Tres de la Honorable C�mara de Diputados: Con el primero comunica que ha dado su aprobaci�n, con la enmienda que se�ala, al proyecto de ley, iniciado en moci�n de los Senadores se�ora Frei (do�a Carmen) y se�ores Ruiz-Esquide y P�ez, y de los ex Senadores se�ores D�az y Hormaz�bal, que modifica el art�culo 3� de la Ley Org�nica Constitucional de Ense�anza y el art�culo 1� del decreto con fuerza de ley N� 5.291, de 1930, Ley de Educaci�n Primaria Obligatoria, estableciendo la obligatoriedad del nivel de educaci�n parvularia dentro del Sistema de Educaci�n P�blica. (Bolet�n N� 1.738-04). --Queda para tabla. Con el segundo hace presente que ha desechado la observaci�n formulada por Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica al proyecto que modifica el art�culo 16 de la Ley Org�nica Constitucional del Congreso Nacional, en relaci�n a la oportunidad en que han de ponerse en conocimiento de la Excelent�sima Corte Suprema aquellas iniciativas legales que contengan preceptos relativos a la organizaci�n y atribuciones de los tribunales (Bolet�n N� 547-07), y ha insistido en el texto aprobado por el Congreso Nacional. --Pasa a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento. Con el tercero manifiesta que ha dado su aprobaci�n, en los mismos t�rminos en que lo hizo el Senado, al proyecto que modifica el inciso tercero del art�culo 14 de la ley N� 18.840, Org�nica Constitucional del Banco Central de Chile, ampliando la causal de incompatibilidad de los consejeros. (Bolet�n N� 2.038-05). --Se toma conocimiento y se manda comunicar a Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica. Del se�or Ministro Secretario General de la Presidencia, con el que contesta un oficio de la C�mara Alta, relativo al proyecto de acuerdo, de diversos se�ores Senadores, sobre pol�ticas de informaci�n territorial. Del se�or Ministro de Transportes y Telecomunicaciones, con el que da respuesta a un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Larra�n, sobre los efectos que generar�a el cierre de la planta de revisi�n t�cnica para veh�culos motorizados que funciona en la comuna de Parral, S�ptima Regi�n. De la se�ora Directora Ejecutiva de la Comisi�n Nacional del Medio Ambiente, con el que contesta un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Horvath, referido al proyecto de expansi�n de Minera Los Pelambres. Dos del se�or Director General subrogante de la Polic�a de Investigaciones de Chile, con los que responde tres oficios enviados en nombre del Honorable se�or Lagos, relativos al incremento de la delincuencia en la Primera Regi�n y a la destinaci�n o compra de los equipos que se requieren para brindar seguridad a la ciudadan�a. Del se�or Presidente del Sistema Administrador de Empresas, con el que da respuesta a un oficio enviado en nombre de la Honorable se�ora Frei (do�a Carmen), acerca de los cobros efectuados por la Empresa de Servicios Sanitarios de Antofagasta S.A., respecto de la distribuci�n de las aguas servidas tratadas. Del se�or Jefe de Gabinete del General Director de Carabineros, con el que contesta un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Viera-Gallo, tocante a la clausura de retenes y comisar�as en las provincias de �uble y de Concepci�n. --Quedan a disposici�n de los se�ores Senadores. Informe De la Comisi�n de Hacienda, reca�do en el proyecto de ley, en primer tr�mite constitucional, que flexibiliza las inversiones de los fondos mutuos y compa��as de seguro, crea la Administradora General de Fondos, facilita la internacionalizaci�n de la banca y perfecciona leyes de sociedades an�nimas y de fondos de inversi�n, con urgencia calificada de "suma". (Bolet�n N� 2.722-05). --Queda para tabla. Comunicaci�n De la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento, con la que se�ala que, en sesi�n del d�a mi�rcoles 6 reci�n pasado, y de conformidad a lo establecido en el inciso final del art�culo 36 del Reglamento de la Corporaci�n, acord� proponer al Senado el archivo de los siguientes asuntos: Proyectos de reforma constitucional 1) El que aumenta a 121 el n�mero de integrantes de la C�mara de Diputados, iniciado en moci�n de los Honorables se�ores Horvath, Hamilton, N��ez y Urenda, y del ex Senador se�or Mc-Intyre. (Bolet�n N� 1.796-07). 2) El que modifica el n�mero 12� del art�culo 19 de la Carta Fundamental, con el prop�sito de consagrar la garant�a de la libre creaci�n art�stica y de sustituir el sistema de censura cinematogr�fica por otro basado en la calificaci�n, iniciado en moci�n de los Honorables se�ores Gazmuri, N��ez y Ominami, y de los ex Senadores se�ora Carrera y se�or Calder�n. (Bolet�n N� 1.931-07). 3) El que modifica los art�culos 102 y 113 de la Carta Fundamental, con el fin de establecer la elecci�n directa y simult�nea de consejeros regionales, alcaldes y concejales, iniciado en moci�n de los Honorables se�ores Hamilton, N��ez y R�os. (Bolet�n N� 1.984-07). 4) El que modifica el art�culo 107 de la Constituci�n Pol�tica de la Rep�blica y agrega una disposici�n transitoria nueva, en relaci�n con las juntas de vecinos, iniciado en moci�n del Honorable se�or Ruiz (don Jos�). (Bolet�n N� 2.091-07). 5) El que sustituye el art�culo 26 de la Carta Fundamental en lo referente a la forma de elegir al Presidente de la Rep�blica, iniciado en moci�n del Honorable se�or Sabag. (Bolet�n N� 2.232-07). Proyectos de ley 1) El que modifica el art�culo 174 de la ley N� 18.700, Org�nica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, iniciado en moci�n de los Honorables se�ores Romero, Bitar, N��ez y Zald�var (don Andr�s), y del ex Senador se�or Cantuarias. (Bolet�n N� 2.032-07). 2) El que modifica el inciso tercero del art�culo 6� de la ley N� 18.603, con el objeto de simplificar los tr�mites de constituci�n de un partido pol�tico, iniciado en moci�n del Honorable se�or Fern�ndez y de los ex Senadores se�ores Hormaz�bal y Pi�era. (Bolet�n N� 1.895-07). Proyectos de acuerdo 1) El que introduce modificaciones al Reglamento del Senado, en lo relativo al art�culo 25 de la ley N� 18.918, Org�nica Constitucional del Congreso Nacional, iniciado en moci�n de los Honorables se�ores D�ez y Fern�ndez, y de los ex Senadores se�ores Letelier, Pacheco y Vodanovic. (Bolet�n N� S 81-09). (Admisibilidad e inadmisibilidad de indicaciones). 2) El que agrega un nuevo inciso al art�culo 124 del Reglamento del Senado, con el objeto de permitir la consideraci�n de indicaciones en el caso que se�ala, iniciado en moci�n del Honorable se�or Horvath. (Bolet�n N� S 247-09). 3) El que modifica el Reglamento del Senado en materia de pareos, iniciado en moci�n de los Honorables se�ores Parra y Zurita. (Bolet�n N� S 366-09). Consultas 1) Consulta de la Sala acerca de si son aplicables a las reformas constitucionales lo establecido en los art�culos 17 a 21 de la Ley Org�nica Constitucional del Congreso Nacional. (Bolet�n S 255-10). 2) Consulta sobre la posibilidad de la C�mara Alta o de un se�or Senador para aceptar parcialmente un aumento de impuestos propuesto por el Presidente de la Rep�blica. (Bolet�n N� S 312-10). 3) Consulta de la Sala respecto de si los se�ores Senadores tienen derecho a pedir la palabra sobre la Cuenta en las sesiones de instalaci�n del Senado. (Bolet�n N� S 333-10). 4) Consulta de la Sala relativa al correcto sentido del art�culo 25 de la ley N� 18.918, Org�nica Constitucional del Congreso Nacional. (Oficio N� 12.049). Finalmente, se hace presente que la totalidad de los referidos proyectos se encuentra en primer tr�mite constitucional en el Senado. --Se accede al archivo propuesto. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminada la Cuenta. El se�or RUIZ-ESQUIDE.- Pido la palabra sobre la Cuenta, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La tiene, Su Se�or�a. El se�or RUIZ-ESQUIDE.- Se ha dado cuenta de un oficio de la C�mara de Diputados donde comunica que aprob� el proyecto de ley, despachado por el Senado, referente a la situaci�n de la ense�anza parvularia, a su definici�n. Se le introdujo una peque�a modificaci�n con el objeto de adecuar la Ley Org�nica Constitucional de Ense�anza a una reforma constitucional aprobada por el Parlamento en materia de educaci�n parvularia. Esta enmienda fue propuesta por todos los miembros de la Comisi�n de Educaci�n. En tal virtud, solicito que, en la medida de lo posible, una vez despachado los proyectos en tabla, que son de muy f�cil discusi�n, pudi�semos tratar esa iniciativa. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Habr�a acuerdo un�nime para aceptar la petici�n del Senador se�or Ruiz-Esquide? Acordado. V. ORDEN DEL D�A AUTORIZACI�N A UNIVERSIDAD DE CHILE PARA CONTRATAR EMPR�STITOS. INFORME DE COMISI�N MIXTA El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Corresponde ocuparse en el informe de la Comisi�n Mixta reca�do en el proyecto de ley que autoriza a la Universidad de Chile para contratar empr�stitos destinados al financiamiento de la construcci�n de un parque cient�fico tecnol�gico, facultando al Presidente de la Rep�blica para otorgar la garant�a del Estado. La iniciativa tiene urgencia calificada de "suma". (Bolet�n N� 2454-19) --Los antecedentes sobre el proyecto (2454-19) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 22�, en 6 de septiembre de 2000. En tr�mite de Comisi�n Mixta, sesi�n 40�, en 2 de mayo de 2001. Informes de Comisi�n: Educaci�n, sesi�n 20�, en 3 de enero de 2001. Hacienda, sesi�n 20�, en 3 de enero de 2001. Hacienda (segundo), sesi�n 22�, en 10 de enero de 2001. Mixta, sesi�n 5�, en 13 de junio de 2001. Discusi�n: Sesiones 20�, en 3 de enero de 2001 (se aprueba en general);.22�, en 10 de enero de 2001 (se aprueba en particular). El se�or HOFFMANN (Secretario).- Cabe se�alar que la controversia suscitada entre ambas Corporaciones tuvo su origen en el rechazo, por parte de la C�mara de Diputados, de las modificaciones introducidas por el Senado al art�culo 1� durante el segundo tr�mite constitucional. En el informe figura la proposici�n de la Comisi�n Mixta destinada a resolver la divergencia producida entre ambas ramas del Parlamento, consistente en aprobar el art�culo 1� despachado por el Senado. Ella fue acordada por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores se�ores Larra�n, Mu�oz Barra y Vega, y Diputados se�ores Luksic, Melero y Vilches. La Secretar�a elabor� un bolet�n comparado, el cual en la �ltima columna, "Proposici�n de la Comisi�n Mixta", expresa que se acogi� el texto del Senado, que aparece en la segunda. Cabe hacer presente que la C�mara de Diputados vot� en conjunto la referida propuesta y la aprob�, con excepci�n del inciso segundo del art�culo 1� del proyecto, por no reunirse el qu�rum constitucional exigido por el art�culo 60, N� 7), de la Constituci�n Pol�tica. En consecuencia, respecto de dicho inciso el pronunciamiento de esta Alta Corporaci�n es inoficioso. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En discusi�n el informe de la Comisi�n Mixta. El se�or LARRA�N.- Pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La tiene, Su Se�or�a. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, de acuerdo a la relaci�n hecha por el se�or Secretario, querr�a decir que al no aprobarse por la C�mara de Diputados el inciso segundo del art�culo 1�, no tiene ning�n sentido que el Senado se pronuncie sobre �l. El resto del texto s� debe ser aprobado, para que la Universidad de Chile pueda operar. Me parece que eso es lo que deber�amos hacer y no votar separadamente la norma indicada, porque su eventual aprobaci�n carecer�a de relevancia. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Lo que pasa es que el informe debe votarse como un solo todo. El se�or LARRA�N.- No, se�or Presidente. La Comisi�n Mixta pidi� que se votara en forma separada precisamente para evitar el riesgo de que se rechazara el proyecto. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ello no es asunto del Senado. Conforme al Reglamento, los informes de Comisi�n Mixta se votar�n como un todo. Eso nunca se ha modificado. Por lo tanto, en esta ocasi�n debemos votar en la misma forma. El se�or LARRA�N.- Pero la Comisi�n Mixta recomienda votarlo por separado, en virtud de lo dispuesto en la Ley Org�nica Constitucional del Congreso. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- El Senado nunca ha aceptado dividir la votaci�n. El se�or LARRA�N.- Exc�seme, se�or Presidente, la Ley Org�nica es mandatoria sobre el Senado. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Su art�culo 31 dispone que deber�n votarse en conjunto. El se�or LARRA�N.- No es as�. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Y �sa es la norma que hemos aplicado normalmente. El se�or LARRA�N.- Pido a Su Se�or�a consultar este aspecto con el se�or Secretario. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ya lo hice, se�or Senador. El se�or HAMILTON.- Perd�n, se�or Presidente. La discusi�n, siendo importante, es ociosa con relaci�n al proyecto de ley de que se trata. Hay que aprobarlo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- El que se vote o no se vote carece de relevancia, ya que el efecto es el mismo. El se�or HAMILTON.- �Claro! El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- El art�culo 31 de la Ley Org�nica Constitucional del Congreso expresa: "No podr�n ser objeto de indicaciones, y se votar�n en conjunto, las proposiciones que hagan las comisiones mixtas.". Y �ste es el precepto que hemos aplicado permanentemente. El se�or VEGA.- �C�mo procedi� la C�mara de Diputados? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Le dio una interpretaci�n distinta. El se�or VEGA.- �All� la propuesta de la Comisi�n Mixta se vot� en conjunto o de modo separado? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Seg�n la informaci�n proporcionada por esa rama legislativa, no se logr� el voto conforme de 60 se�ores Diputados para cumplir con el qu�rum constitucional exigido y aprobar el inciso segundo del art�culo 1�. Aqu� la Secretar�a estudi� el punto. El se�or LARRA�N.- Si la tesis de Su Se�or�a fuera correcta, el informe estar�a rechazado. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se encuentra rechazado en lo tocante al inciso mencionado, porque la C�mara de Diputados no reuni� el qu�rum especial para aprobarlo. El se�or LARRA�N.- Es que vot� el informe de manera separada. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No, lo vot� en conjunto. Y ese inciso no fue aprobado por no alcanzarse el qu�rum requerido. Pero el resto de la proposici�n se dio por aprobado. El se�or LARRA�N.- Entiendo que si los informes se votan en un solo acto quedan aprobados o rechazados. No se pueden dividir. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Eso creo yo. Y como no puedo corregir lo que hizo la otra C�mara, debo someter al pronunciamiento del Senado el informe completo de la Comisi�n Mixta, para su aprobaci�n o rechazo. El se�or VIERA-GALLO.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra, Su Se�or�a. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, en cuanto al m�todo, ratifico su tesis. Sin embargo, respecto del fondo, el problema es que la iniciativa autoriza a la Universidad de Chile para contratar, en el pa�s o en el extranjero, un empr�stito hasta por 20 millones de d�lares con el aval del Estado. Varios se�ores Diputados de Regiones no votaron a favor del informe por considerar que al beneficiar de ese modo a dicha casa de estudios superiores, se genera un desequilibrio con relaci�n a las del resto del pa�s. Eso fue lo que ocurri�. No hubo oposici�n al proyecto en cuanto tal, sino a la falta de equilibrio en el tratamiento hacia la Universidad de Chile en comparaci�n con las universidades de Regiones. Quer�a hacer presente lo anterior porque represento a una Regi�n y puedo aseverar que efectivamente es as�. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- No. Lo que sucedi�... El se�or VIERA-GALLO.- Hago esa afirmaci�n, porque varios se�ores Diputados me se�alaron que �se fue el motivo por el cual no votaron. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Puede ser. En todo caso, lo que se vot� y que no se aprob�, por falta de qu�rum, no fue el aval del Estado -que se encuentra autorizado-, sino la posibilidad de que �l se extienda m�s all� de seis a�os. El se�or VIERA-GALLO.- Exactamente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En consecuencia, como la ley ser� aprobada, la Universidad de Chile estar� en condiciones de contratar esos cr�ditos con vencimiento hasta seis a�os. El Ejecutivo ver� si manda o no un veto. Lo que corresponde hacer hoy a la Sala es votar el informe de la Comisi�n Mixta. El se�or VIERA-GALLO.- Tiene raz�n, se�or Presidente. Pero todav�a no he terminado mi intervenci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Puede continuar, Su Se�or�a. El se�or VIERA-GALLO.- Deseo insistir en la asimetr�a existente en el tratamiento a la Universidad de Chile con relaci�n a las universidades de Regiones. Sin perjuicio de eso, anuncio que votar� a favor del informe de la Comisi�n Mixta porque dicho organismo de educaci�n superior desarrolla una funci�n que va m�s all� de la Regi�n Metropolitana. Ojal� existiera el mismo criterio cuando otros de distintas Regiones presenten iniciativas de esta �ndole. El se�or MART�NEZ.- Concuerdo con el Honorable colega. El se�or LARRA�N.- Pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Puede hacer uso de ella, Su Se�or�a. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, quiero insistir en la tesis de fondo, aunque no sea relevante para la decisi�n final. El art�culo 67 de la Constituci�n expresa: "El proyecto que fuere desechado en su totalidad por la C�mara revisora ser� considerado por una comisi�n mixta de igual n�mero de diputados y senadores, la que propondr� la forma y modo de resolver las dificultades.". En el caso que nos ocupa, la Comisi�n Mixta, como forma y modo de solucionar las divergencias, propone "aprobar el art�culo 1� consultado por el Senado, separando la votaci�n de sus incisos primero y segundo,". Me parece que tal procedimiento constituye un precedente razonable y ser�a bueno considerarlo entre las f�rmulas para decidir en el futuro, si la Comisi�n Mixta que corresponda lo estimare pertinente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Las Comisiones Mixtas pueden pronunciarse acerca de todo lo relacionado con la forma de resolver, pero no pueden modificar la Ley Org�nica Constitucional del Congreso Nacional, que en su art�culo 31 establece: "No podr�n ser objeto de indicaciones, y se votar�n en conjunto, las proposiciones que hagan las comisiones mixtas.". �sa ha sido la norma que siempre se ha aplicado en el Senado. Repito: "se votar�n en conjunto, las proposiciones que hagan las comisiones mixtas.". �En conjunto! Por consiguiente, aplicar� la Ley Org�nica tal como est�. El se�or FERN�NDEZ.- Pido la palabra. El se�or NOVOA.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Fern�ndez. El se�or FERN�NDEZ.- Se�or Presidente, en abono a la tesis planteada por el Senador se�or Larra�n, debo se�alarque en algunas ocasiones el Senado ha aprobado informes de Comisi�n Mixta donde se propon�an distintas alternativas y formas de votar. Tiempo atr�s seprocedi� de ese modo en varios proyectos. No recuerdo cu�les fueron, pero as� se hizo. Lo expuesto indica que la tesis sustentada por el Honorable colega se ha aplicado antes en esta Corporaci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- El se�or Secretario me corrobora que usualmente se ha actuado en conformidad a la citada disposici�n de la Ley Org�nica, pero que si en alguna oportunidad se ha votado por separado, tal vez haya sido porque la Comisi�n Mixta propuso diferentes alternativas, lo que no sucede en el caso actual. En esta ocasi�n se trata de un solo texto, de una sola proposici�n. No hay alternativas. Y si la Comisi�n Mixta hubiera incluido algunas, indiscutiblemente tendr�amos que haberlas votado por separado. Tiene la palabra el Honorable se�or Novoa. El se�or NOVOA.- Se�or Presidente, deseo formular una consulta. �Con qu� qu�rum se votar� la disposici�n? Porque parte de ella claramente es de qu�rum calificado. A mi modo de ver, �ste es un problema que habr� que dilucidar porque el inciso tercero del art�culo 63 de la Constituci�n estatuye: "Las normas legales de qu�rum calificado se establecer�n, modificar�n o derogar�n por la mayor�a absoluta de los diputados y senadores en ejercicio.". Como ahora la norma en cuesti�n es el inciso segundo del art�culo 1�, eventualmente se producir� la duda de si el precepto en su conjunto se aprob� o no con ese tipo de qu�rum. En efecto, dado que ese art�culo contiene materias de qu�rum calificado, podr�a interpretarse que �l en conjunto requiere aprobarse con qu�rum especial. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Larra�n. El se�or LARRA�N.- Lo expresado reci�n por el Senador se�or Novoa es absolutamente correcto. En atenci�n a que la propuesta de la Comisi�n Mixta inclu�a una norma cuya aprobaci�n necesitaba qu�rum especial, la C�mara de Diputados -seg�n la tesis del se�or Presidente del Senado- debi� votar el informe completo de una sola vez. En consecuencia, el proyecto se encontrar�a rechazado porque el informe de la Comisi�n Mixta no habr�a alcanzado a reunir dicho qu�rum. De otro lado, el inciso segundo del art�culo 50 del Reglamento dispone lo siguiente: "Los informes ser�n dirigidos a ambas C�maras. Sus proposiciones no podr�n ser objeto de indicaciones y se votar�n en conjunto, salvo que la Comisi�n mixta hubiere propuesto, en su informe, una forma diferente de votaci�n.". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Ese precepto no se encuentra en vigencia, se�or Senador. El art�culo primero transitorio del Reglamento establece: "Los art�culos 44, 49, 50,", etc�tera, "entrar�n en vigencia cuando se aprueben sus textos definitivos con el acuerdo de la C�mara de Diputados.". Y esto no ha ocurrido. El se�or LARRA�N.- Entonces, se�or Presidente, �me puede explicar por qu� la C�mara Baja divide la votaci�n en los informes de Comisi�n Mixta? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Voy a conceder la palabra al se�or Secretario. El se�or HOFFMANN (Secretario).- A la Secretar�a le preocup� este problema, se�or Senador. En consecuencia, pidi� la Versi�n Taquigr�fica de la sesi�n pertinente de la C�mara de Diputados, que dice textualmente: "El se�or PARETO (Presidente).- Informo a la Sala que, inveteradamente y tal como lo dispone el art�culo 31 de la ley org�nica constitucional del Congreso Nacional, se entiende que las proposiciones de las comisiones mixtas no pueden ser objeto de indicaciones y que deben votarse en conjunto. "Sin perjuicio de lo anterior, si no se re�ne el qu�rum requerido para la aprobaci�n del inciso segundo del art�culo 1� del proyecto, se dar� por aprobada la proposici�n, con la excepci�n de dicha norma.". El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se votar� el informe. Por lo dem�s, nuestra votaci�n no tiene ninguna incidencia. En votaci�n el informe de la Comisi�n Mixta. Si le parece a la Sala, se aprobar�. --Se aprueba, dej�ndose constancia del voto afirmativo de 37 se�ores Senadores. ______________ El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- El se�or Presidente subrogante de la Comisi�n de Trabajo y Previsi�n Social, Honorable se�or D�ez, solicit� a la Mesa recabar la autorizaci�n del Senado para que ese �rgano t�cnico, que se halla desarrollando una labor muy intensa, sesione paralelamente con la Sala a partir de las 17. Informo a Sus Se�or�as que no existe en tabla proyecto alguno que exija qu�rum especial para su aprobaci�n. Si le parece a la Sala, se otorgar� la autorizaci�n. --Se otorga. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Gazmuri. El se�or GAZMURI.- Se�or Presidente, el Senado est� convocado a sesi�n especial para el 11 de julio, a las 12. Como la Comisi�n de Defensa se encuentra citada para las 11 de ese mismo d�a a los efectos de abocarse al estudio de un proyecto sobre DIRECTEMAR, necesitamos autorizaci�n a fin de, en caso necesario, poder sesionar en esa oportunidad simult�neamente con la Sala. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Habr�a acuerdo para acoger esa petici�n? --Se accede. La se�ora FREI (do�a Carmen).- Se�or Presidente, no estuve presente cuando se decidi� citar a sesi�n especial. Quisiera saber qui�n lo solicit� y qu� asunto se tratar�. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La pidi� el Senador se�or Bitar, en reuni�n de Comit�s; se propuso ayer a la Sala, y �sta dio su asentimiento. La se�ora FREI (do�a Carmen).- �Va a venir alg�n Ministro? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- S�, se�ora Senadora: el se�or Ministro del Interior y funcionarios de esa Cartera; la se�ora Canciller, y el se�or Ministro de Econom�a. CONSULTA A COMISI�N DE CONSTITUCI�N SOBRE TRATAMIENTO DE INFORMES DE COMISIONES MIXTAS El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Solicito a Sus Se�or�as que, para facilitar la soluci�n del problema atinente al despacho de los informes de Comisi�n Mixta, acordemos consultar a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n y Justicia. Es efectivo que, cuando hay una norma que exige aprobaci�n con qu�rum especial, puede producirse lo que se�al� el Honorable se�or Novoa respecto del procedimiento. Y ah� podr�a entrar en aplicaci�n el art�culo 30 de nuestra Ley Org�nica, que ordena votar por separado los preceptos de una iniciativa de ley que requieren qu�rum especial de aprobaci�n y los que necesitan qu�rum simple. No se refiere expresamente, s�, a las Comisiones Mixtas, situaci�n que debe clarificarse. Por lo tanto, propongo pedir un informe sobre el particular a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n y Justicia. Mientras tanto, proceder� conforme al criterio de la Presidencia y al informe jur�dico de que dispongo hasta el momento. �Habr�a acuerdo... El se�or NOVOA.- Pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La tiene, Su Se�or�a. El se�or NOVOA.- Se�or Presidente, yo quisiera solicitar a la Comisi�n de Constituci�n que analizara espec�ficamente la situaci�n que se produce cuando se vota una norma, no se alcanza el qu�rum especial requerido y queda aprobada la parte que es de qu�rum simple. En el Senado hemos rechazado much�simas disposiciones por no alcanzarse el qu�rum correspondiente. Con la teor�a de la C�mara Baja, en esos casos se habr�an aprobado todos los incisos. Y alguien podr�a decir "todas las frases o todas las palabras que no requieran qu�rum especial". Como eso no puede quedar en la indefinici�n, me parece que la Comisi�n de Constituci�n deber�a ilustrarnos sobre el punto. De otro lado, me interesa saber por qu� la C�mara de Diputados no ha aprobado las normas reglamentarias atinentes a las Comisiones Mixtas. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se mandaron todos los antecedentes, pero la C�mara Baja no ha dado respuesta hasta el momento. Hay seis o siete art�culos pendientes. Insistir� en el punto, se�or Senador. En todo caso, considero pertinente clarificar el asunto en la Comisi�n de Constituci�n, para evitar dificultades como la producida en esta oportunidad. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, hay un informe de la Comisi�n de Constituci�n que nos da la raz�n a quienes sostenemos la tesis de que la Comisi�n Mixta puede dividir. Y varias veces se ha adoptado ese criterio en la Sala. Por tanto, no s�lo existe ese informe, sino tambi�n precedentes. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Pedir� de todas maneras que se reitere. Porque, para m�, es muy claro el texto del art�culo 30 de nuestra Ley Org�nica Constitucional, que ordena separar la votaci�n de las normas de una iniciativa de ley que para su aprobaci�n requieren qu�rum distintos. La Mesa divide la votaci�n trat�ndose de proyectos de ley. Sin embargo, nunca lo ha hecho en el caso de los informes de Comisiones Mixtas. Si le parece a la Sala, se pedir� informe sobre la materia a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento. --As� se acuerda. FACILIDADES PARA CREACI�N DE MICROEMPRESAS FAMILIARES El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Corresponde ocuparse en el proyecto, en tercer tr�mite constitucional, sobre establecimiento de normas para facilitar la creaci�n de microempresas familiares. --Los antecedentes sobre el proyecto (1241-03) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: (moci�n de los se�ores Zald�var (don Andr�s), Lavandero, Ruiz-Esquide y Zald�var (don Adolfo). En primer tr�mite, sesi�n 6�, en 16 de junio de 1994. En tercer tr�mite, sesi�n 4�, en 12 de junio de 2001. Informe de Comisi�n: Econom�a, sesi�n 8�, en 5 de julio de 2000. Discusi�n: Sesi�n 10�, en 12 de julio de 2000 (se aprueba en general y particular). El se�or HOFFMANN (Secretario).- La iniciativa tuvo su origen en una moci�n de los Honorables se�ores Adolfo Zald�var, Lavandero, Ruiz-Esquide y Andr�s Zald�var. La C�mara de Diputados, en el segundo tr�mite constitucional, introdujo diversas modificaciones al proyecto que despach� el Senado. La Secretar�a elabor� un bolet�n comparado con ambos textos. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En discusi�n las enmiendas de la C�mara Baja. Ofrezco la palabra. El se�or LAVANDERO.- Pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La tiene, Su Se�or�a. El se�or LAVANDERO.- Se�or Presidente, con gran alegr�a, veo que hoy se discute pr�cticamente en su tr�mite final -si la Sala aprueba las modificaciones sugeridas por la C�mara Baja- este proyecto, que se origin� en una moci�n que presentamos con los se�ores Senadores individualizados por el se�or Secretario. El objetivo de la iniciativa es facilitar la creaci�n de microempresas familiares, evitando a los interesados el cumplimiento de los 64 engorrosos tr�mites exigidos por igual a todas las empresas, sean grandes o peque�as. Miles de microempresas de esa �ndole no tienen acceso a cr�ditos, ni a subsidios ni a capacitaci�n, por carecer de la personalidad jur�dica que las habilitar�a para actuar formalmente. El texto que nos ocupa simplifica el sistema, disponiendo la aprobaci�n municipal sin mayores tr�mites. Y en cuanto a las exigencias sanitarias y ambientales -�sa es la modificaci�n introducida por la C�mara de Diputados-, establece que, una vez constituida y formalizada la microempresa familiar, los organismos correspondientes conceder�n dos a�os de plazo para cumplirlas. Introdujo tambi�n la C�mara Baja una indicaci�n en el sentido de que bastar� una declaraci�n jurada de que se es leg�timo ocupante de la vivienda para dar por cumplidos los requisitos pertinentes. Tambi�n se consagra la figura del trabajo por cuenta de terceros, lo que indudablemente mejora el texto de la C�mara Alta. Finalmente, en el art�culo transitorio, se disminuye a tres meses (el Senado lo hab�a fijado en seis) el plazo del Presidente de la Rep�blica para reglamentar la aplicaci�n de la ley en proyecto, lo que, dada la situaci�n que vive el pa�s, permite operar con mayor rapidez para regularizar la enorme cantidad de trabajos que realizan informalmente las microempresas familiares. El Congreso Nacional brinda hoy una oportunidad a quienes deseen trabajar en sus casas, con sus familiares, a fin de convertirse en empresarios reales, con una personalidad jur�dica definida y -repito- con acceso tanto a los cr�ditos bancarios como a la capacitaci�n necesaria para su mejoramiento y a los subsidios que el Estado otorga a las empresas formalizadas. Por esas razones, solicito a la Sala que, por unanimidad -tal como lo hizo en el primer tr�mite-, apruebe las modificaciones que propuso la C�mara de Diputados. He dicho. El se�or R�OS.- Pido la palabra. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La tiene, Su Se�or�a. El se�or R�OS.- Se�or Presidente, las modificaciones introducidas por la C�mara de Diputados a este buen proyecto no son menores. Desde mi punto de vista, entonces, deben ser revisadas en una Comisi�n Mixta, porque, sin duda, estamos frente a dos criterios muy distintos. En materia de los activos productivos de las empresas familiares, el Senado plantea en su art�culo �nico, N� 1, letra c), que no excedan de 500 unidades de fomento, es decir, de 7 millones 500 mil pesos, aproximadamente. La C�mara de Diputados rebaj� esa cifra a s�lo 140 mil pesos; habla de un capital efectivo que no exceda de 10 unidades tributarias mensuales. No s� cu�l es el sentido de esa gran diferencia. En todo caso me quedo derechamente con lo aprobado por el Senado. Por ejemplo, en la actualidad hay empresas familiares que prestan servicios menores a hospitales limpiando jeringas y otros implementos, a un costo de 2 millones a 3 millones de pesos. De aprobarse la enmienda de la C�mara Baja, aqu�llas no podr�an seguir desarrollando tal labor, pese a tratarse de unidades familiares donde trabajan no m�s de dos personas. En consecuencia, salvo que respecto de los valores mencionados exista una explicaci�n distinta que yo no alcanzo a entender, estoy por rechazar la enmienda que nos propone la C�mara de Diputados. De otra parte, cuando el Senado establece un capital de hasta 7 millones 500 mil pesos y fija un m�ximo de cinco trabajadores extra�os a la familia, lo hace para procurar que aquella cifra por lo menos responda a los contratos de valores m�nimos y suponiendo que se paga el salario m�nimo en una microempresa de tal naturaleza, que, por muy familiar que sea, debe cumplir obligaciones laborales, etc�tera. Y cinco personas contratadas en esas condiciones -hoy, el salario m�nimo alcanza a 103 mil 500 pesos- irrogan un gasto de alrededor de 517 mil pesos, o sea, una cantidad bastante mayor que la establecida por la C�mara de Diputados -de s�lo 140 mil pesos- como capital. Por eso, salvo que exista una diferencia respecto de la opini�n que estoy se�alando, me parece que, considerando esos dos criterios tan dis�miles, debi�ramos rechazar la modificaci�n de la C�mara de Diputados, para dar paso a la formaci�n de una Comisi�n Mixta. Finalmente, el art�culo 26 bis que propone la C�mara de Diputados dice: "Los trabajos que se ejecuten por las microempresas familiares, por encargo de terceros, se entender�n, para todos los efectos legales, que se realizan por cuenta de quien los encarga.". Es extra�a la expresi�n "por cuenta de terceros". Yo dir�a que pr�cticamente todas las acciones propias de las microempresas familiares responden a encargos de terceros. Entonces, �debe desprenderse de dichos t�rminos que toda la tributaci�n propia de la acci�n ejercida por una microempresa de tal �ndole ser� aplicada s�lo a quien solicita la ejecuci�n del trabajo correspondiente? Creo que tambi�n ello es confuso. Por tal motivo, entendiendo que estamos ante una buena iniciativa legal, planteo rechazar la proposici�n de la C�mara Baja, para que la Comisi�n Mixta resuelva esos dos criterios tan distintos. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Fern�ndez. El se�or FERN�NDEZ.- Se�or Presidente, en primer lugar, creo que estamos ante un buen proyecto, que puede ayudar mucho a las peque�as empresas al simplificar sobremanera su acci�n. De manera que, en mi opini�n, debe ser aprobado. En seguida, debo aclarar al Senador se�or R�os que la iniciativa no habla de 140 mil pesos, sino de 10 unidades tributarias anuales, lo que equivale a aproximadamente 3 millones 350 mil pesos. El punto que nos plantean nuestros asesores es si esos 3 millones 350 mil pesos deben considerarse al comienzo de las actividades de la microempresa o cada a�o. En el primer caso, no obstante ser bajo el monto, podr�a tener alg�n grado de operaci�n; pero si el l�mite debe establecerse cada a�o, creemos que puede resultar absolutamente insuficiente. En tal sentido, ser�a mucho m�s amplia la facultad dada por el Senado. Por otra parte, tambi�n se nos observa que existe una limitaci�n impuesta a la actividad realizada en caso de que resulte molesta. Ello depende mucho de la apreciaci�n que pueda efectuar un funcionario. Probablemente, habr�a sido necesario hacer alg�n tipo de especificaci�n con requisitos m�s objetivos, porque, de otra manera, el precepto puede prestarse a cualquier interpretaci�n que burle los prop�sitos de la iniciativa. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Siendo uno de los autores del proyecto y habiendo seguido su tramitaci�n tanto en el Senado como en la C�mara de Diputados, quiero expresar mi opini�n desde la testera, si lo permite la Sala. Creo que la C�mara Baja mejora el texto de alg�n modo en el art�culo 26, pues establece un mecanismo mucho m�s claro, sobre todo en lo relativo a las microempresas familiares de tipo alimentario, a las que da dos a�os para cumplir las exigencias sanitarias y ambientales. En cuanto al capital, efectivamente los activos productivos -as� dec�a nuestro proyecto- eran hasta 500 unidades de fomento. Pero, cuando se trat� el tema en la C�mara Baja, se advirti� que no exist�a una definici�n muy clara desde el punto de vista contable; activos productivos pueden ser las maquinarias, etc�tera. Entonces, se prefiri� ir al capital efectivo; o sea, lo que declara la persona como su capital de trabajo, que es lo que se hace siempre al iniciar una actividad. Y, como dijo el Senador se�or Fern�ndez, no son 140 mil pesos, sino sobre 3 millones de pesos, cifra que se estim� suficiente como capital para una microempresa familiar, que se desarrolla en el hogar, no fuera de �l. Por otra parte, la C�mara de Diputados elimin� la disposici�n del Senado que limita el promedio de ventas a 250 unidades de fomento mensuales. O sea, si bien el capital se precis� en forma distinta de la aprobada por nosotros, se lleg� a un monto razonable. El se�or FERN�NDEZ.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- S�, Su Se�or�a. El se�or FERN�NDEZ.- Usted se�al�, se�or Presidente, que el capital se considera al inicio de la actividad. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Es el capital que declara el empresario al inscribir la microempresa. El se�or FERN�NDEZ.- Si se entendiera que es al inicio de la actividad, ello favorecer�a a la peque�a industria. En cambio, si fuera cada a�o, la cantidad ser�a muy baja. Bastar�a que la microempresa creciera un poco para que perdiera los beneficios. Entonces, tal vez deber�amos hacer constar en la historia de la ley que es al inicio de la actividad. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- S�. Es as�, se�or Senador. Y podr�amos dejar esa constancia, porque la norma modificatoria de la C�mara Baja dice "al comienzo del ejercicio respectivo". O sea, se trata de un capital de inicio del ejercicio, de la actividad, de hasta diez unidades tributarias anuales, que corresponden m�s o menos a 3 millones 360 mil pesos. De otra parte, la C�mara Baja incorpor� una disposici�n muy novedosa, que va a dar una gran capacidad de gesti�n a estas microempresas familiares al hacer factible que otras empresas, medianas o mayores, les encarguen trabajo. Hoy no pueden hacerlo, por entenderse que se trata de una compraventa, con lo cual autom�ticamente se entra al impuesto respectivo. En cambio, con la disposici�n del art�culo 26 bis, nuevo, se entiende que es un mandato. Por lo tanto, las microempresas familiares actuar�n por mandato de quien le encargue el trabajo, lo cual facilitar� mucho el desarrollo de aqu�llas en las casas. Por otro lado, tal como dijo el Senador se�or Lavandero -y en eso estuvo de acuerdo el Ejecutivo, que est� preparando un reglamento- se reduce el plazo de seis a tres meses para dictarlo. Por eso, como autor del proyecto, pienso sinceramente que, con �l, se logra un buen objetivo. Tiene la palabra el Honorable se�or R�os. El se�or R�OS.- Se�or Presidente, todos concordamos en que se trata de una normativa adecuada. Me parece importante destacar que las empresas familiares en los pa�ses asi�ticos han tenido un enorme desarrollo y han basado pr�cticamente en ello su crecimiento econ�mico. Sin embargo -y por eso intervengo-, su regulaci�n no debe complicarse con elementos que terminen haci�ndola compleja. Considero que 3 millones 500 mil pesos, estimados para conformar una microempresa familiar, es una cifra muy baja. Por ejemplo, si se dedica a la esterilizaci�n de elementos quir�rgicos y es contratada por un hospital p�blico o cl�nica privada, tiene que disponer de m�s de 3 millones 500 mil pesos para adquirir un esterilizador. �se es un trabajo t�pico de esta actividad. Una m�quina de tejer autom�tica, que permita el dise�o y otras funciones, tambi�n supera esa suma. Por eso, es claramente mejor la cantidad de 7 millones y medio propuesta por el Senado; se trata de un capital muchisimo m�s atractivo y amplio con miras a optar a todos estos beneficios. Tal como lo he venido se�alando, hay una serie de elementos valorados en una cifra superior a los 3 millones 500 mil pesos. As� las microempresas familiares no se constre�ir�n a una declaraci�n de capital tan bajo, porque ello tambi�n influye en los contratos que suscriben. Volviendo al ejemplo de la esterilizaci�n, si se desea contratar con una cl�nica, �sta solicitar� la entrega de elementos previamente establecidos por Impuestos Internos y fijar�n el valor que corresponde, que en todo caso ser� superior a 3 millones 500 mil pesos. Y si eso no se manifiesta, no habr� contrato, con lo cual se limitar� la actividad de esas microempresas familiares. Entonces, insto al Senado a reestudiar esta norma, a fin de restablecer el capital de 7 millones 500 mil pesos. Debe considerarse que muchas microempresas se hallan constituidas s�lo por un taxi cuyo valor excede los 3 millones 500 mil pesos. En fin, hay muchos ejemplos, se�or Presidente. Por eso, reitero mi petici�n en cuanto a rechazar esa cifra y mantener el aumento propuesto por el Senado. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Larra�n. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, para quienes no hemos seguido con detenimiento el tratamiento de este proyecto, el debate demuestra que tal vez requiere un informe de Comisi�n. Si bien no es propio un tercer informe, es posible hacerlo. Por eso, solicito que la Comisi�n evacue un informe sobre la iniciativa en debate, a fin de que ordene los temas y plantee una proposici�n m�s hilvanada, con el objeto de que la Sala pueda tomar una decisi�n lo antes posible. �sa es mi sugerencia. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Lavandero. El se�or LAVANDERO.- Se�or Presidente, quiero se�alar a algunos se�ores Senadores que podr�amos perfeccionar el proyecto hasta lo indecible, pero seguramente no ser�a lo mejor, porque entre los microempresarios existe una gran informalidad. En realidad, cuesta convencerlos de que se formalicen, pues deben cumplir una cantidad de tr�mites, los que les impiden crecer. Por otro lado, junto con el Honorable se�or Novoa pensamos presentar una indicaci�n en la Comisi�n de Econom�a -se la planteamos al Ejecutivo, pero prescindimos de ella al darnos cuenta de que �ste no estaba disponible para respaldarla- que ten�a por objeto dar un subsidio de hasta 80 por ciento al microempresario que hubiese contratado un ayudante, quien despu�s habr�a tenido un oficio. Como digo, desgraciadamente no fue posible concretar esa aspiraci�n, que era muy importante. Con ella se habr�an reducido los niveles de cesant�a y dado trabajo estable a 300 � 400 mil personas en todo el pa�s. Era la idea que yo sostuve cuando presentamos la iniciativa, la que, por lo dem�s, tambi�n recogi� el candidato presidencial de la Derecha se�or Lav�n. Afortunadamente, el proyecto se present� con anticipaci�n, hace varios a�os, motivo por el cual no me estoy vistiendo con ropa ajena. Se�or Presidente, hay muchos mueblistas, chapistas, gasf�teres, etc�tera, cuyas empresas informales operan en sus casas. Si se introducen demasiadas complicaciones a quienes no tienen capital para formalizarse, significar� poner trabas. Y de lo que se trata es eliminar los obst�culos a la formalizaci�n de estas actividades. El Honorable se�or Eduardo Frei me hizo una consulta -de la cual quiero dejar constancia- sobre lo que pasaba con el sistema medioambiental y sanitario. En realidad, la gracia de la moci�n es que de todas maneras se constituye la empresa y se formaliza en la municipalidad. Ser� �sta -y no la COREMA, ni ning�n otro organismo- la que dir� si la microempresa presenta deficiencias, en el caso de que produzca alimentos o tenga problemas de sonoridad, y el peque�o empresario dispondr� de hasta dos a�os para corregirlas. Pero, con el solo hecho de presentar la solicitud, queda formalizada la microempresa. Se�ores Senadores, no obstante todos los perfeccionamientos que cada uno desear�a introducir al proyecto, creo que lo mejor es enemigo de lo bueno. Por eso, los llamo a aprobar una iniciativa que durante tanto tiempo ha sido una aspiraci�n para mucha gente. Efectivamente, en los t�rminos propuestos, la normativa brindar� enormes beneficios a aquellas personas que hoy d�a no los pueden recibir. Por eso, insisto en que, sin m�s tr�mites, la aprobemos, haciendo fe en lo realizado por la Comisi�n de Econom�a del Senado, la Sala y la C�mara de Diputados. En realidad, no debemos ser tan exquisitos al pronunciarnos sobre ella, porque se retrasar� el despacho de lo que debi� haber sido ley hace mucho tiempo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Adolfo Zald�var. El se�or ZALD�VAR (don Adolfo).- Se�or Presidente, discrepo de la parte final de la intervenci�n del Honorable se�or Lavandero. Creo que la forma como plante� el punto, en mi opini�n, no lo soluciona. El art�culo 26 autoriza la instalaci�n de microempresas y les da un plazo de dos a�os para cumplir con las exigencias sanitarias y ambientales. Y, en verdad, la consulta que sobre esta materia hizo privadamente el Honorable se�or Frei al Senador se�or Lavandero, a mi juicio, no queda resuelta. Porque a los dos a�os las microempresas quedar�n sujetas a la aprobaci�n de los organismos fiscalizadores de las normas sanitarias y ambientales. No se trata de que a las municipalidades corresponda esa tarea, como dice el Honorable se�or Lavandero, sino que, de acuerdo con la ley que estar�amos aprobando, las exigencias deber�n ser verificadas por los �rganos de fiscalizaci�n sanitarios y ambientales. En consecuencia, los encargados de esta materia ser�n �stos y no las municipalidades, las que est�n para otros fines. Se trata, en realidad, de facilitar la funci�n de los microempresarios y peque�os empresarios. Sin embargo, si a los dos a�os se les llena de exigencias por organismos sanitarios -lo que me parece bien en el caso de la manipulaci�n de alimentos- y ambientales, no se estar� facilitando el ejercicio de este tipo de actividades. Por el contrario, los dejar�amos partir, pero a los dos a�os los abrumaremos con funcionarios, reglamentos, certificados, etc�tera, y, en lugar de ayudarlos, los volveremos a frustrar. Por eso, no me parece bien la redacci�n del art�culo 26 aprobado por la C�mara de Diputados, dado que no facilita el desarrollo de las microempresas. A �stas se les otorgan un estatuto especial por la forma en que se desenvuelven. Por lo tanto, si se las deja sujetas a los mismos organismos y exigencias de las grandes empresas en cuanto a normas sanitarias y ambientales, se las someter� a un verdafero calvario. En tal virtud -reitero-, dicha disposici�n no favorece a los microempresarios. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable Ruiz-Esquide. El se�or RUIZ-ESQUIDE.- Se�or Presidente, me parece que estamos ante una situaci�n en que o insistimos en mejorar o en cambiar el proyecto, con lo cual se prolongar� su tr�mite m�s all� de lo conveniente, o lo aprobamos en los t�rminos actuales, en el entendido que es posible corregirlo -todo es perfectible- a futuro. Sin embargo, quiero analizar algunos de los temas planteados. En primer lugar, en cuanto al dinero, considero bueno el criterio de la C�mara de Diputados en cuanto a fijar 3 millones y medio de pesos, y no 7 millones 500 mil pesos, como capital efectivo. En segundo t�rmino, respecto a lo ambiental el problema es el siguiente. Aqu� he o�do argumentaciones en contrario. En efecto, me pareci� escuchar a algunos se�ores Senadores se�alar, por un lado, que la propuesta de la C�mara de Diputados sigue manteniendo demasiadas trabas para la microempresa familiar, y por otro, que se estaban generando condiciones para las cuales no hab�a control suficiente. Yo me quedo con el texto de la C�mara, que hace la necesaria conciliaci�n entre el Reglamento Sanitario de los Alimentos -que es mucho m�s reducido que la norma ambiental general- y el resguardo m�nimo e indispensable en cuanto a que no haya absoluta libertad para forzar ciertas situaciones que afecten al vecindario. Adem�s, a las microempresas se les garantizan dos a�os para dar cumplimiento a exigencias sanitarias y medioambientales. El se�or ZALD�VAR (don Adolfo).- �Me permite una interrupci�n, con la venia de la Mesa, Su Se�or�a? El se�or RUIZ-ESQUIDE.- Con mucho gusto, se�or Senador. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Adolfo Zald�var. El se�or ZALD�VAR (don Adolfo).- Se�or Presidente, en verdad, sigue el equ�voco, porque la redacci�n no est� clara o no se desea entenderla. Los organismos fiscalizadores son los encargados de fiscalizar, no los municipios. La norma alude a las microempresas familiares que est�n registradas en la municipalidad respectiva, pero ello no significa conceder a �sta el papel o la funci�n legal de transformarse en organismos fiscalizadores medioambientales ni sanitarios. �stos deber�n ser los que la ley establece. Por lo tanto, los microempresarios o peque�os empresarios quedar�n sujetos al plazo de dos a�os que les otorgar�n dichos organismos fiscalizadores. �Cu�les? Los que la ley establece en materias sanitarias y medioambientales, con todas las consecuencias y exigencias que ello significar�. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Puede continuar el Honorable se�or Ruiz-Esquide. El se�or RUIZ-ESQUIDE.- Se�or Presidente, ante todo, yo no he se�alado que la municipalidad sea el ente encargado de fiscalizar. Por lo tanto, mi ex�geta se equivoca. En primer lugar, pienso que la f�rmula propuesta por la C�mara de Diputados cautela mejor lo que se desea hacer, esto es -reitero-, conciliar una cantidad de ingreso inicial suficientemente adecuada para que realmente puedan incorporarse a este tipo de actividad bastantes microempresas, porque, si se establece un capital de siete, diez o veinte millones, evidentemente ello no ser� posible. Segundo, se resguarda el m�nimo control que debe existir sobre las empresas, cualesquiera que sean. Tercero, se halla muy especificado, y es obvio, que los fiscalizadores ser�n los organismos competentes encargados de realizar tal funci�n. Nunca he dicho -ni de la norma se deduce- que sean las municipalidades. El rol de �stas, conforme al texto aprobado por la C�mara de Diputados, consiste en registrar a las microempresas, otorg�ndoseles dos a�os para cumplir las exigencias sanitarias y ambientales, las que son menores a las requeridas a otras empresas. Un se�or Senador manifest� la posibilidad de devolver el proyecto a Comisi�n. Yo, en mi calidad de autor de la moci�n, no tendr�a mayor problema al respecto. Sin embargo, deseo hacer presente que �sta se halla en tercer tr�mite y, por lo tanto, es habitual que en esta instancia los proyectos se debatan y despachen en la Sala, salvo que sean muy complicados. Honestamente, considero que el tema en discusi�n es de menor cuant�a y, por ende, la Sala deber�a resolverlo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Romero. El se�or ROMERO.- Se�or Presidente, deseo rescatar dos aspectos que me parecen muy importantes. En primer lugar, se ha se�alado la necesidad de sacar de la informalidad a un grupo muy importante de microempresas cuya existencia es real. �ste, a mi juicio, es un tema de fondo. Sin duda alguna, el principal enemigo de un orden econ�mico racional es el hecho de que, aun cuando sean microempresas, no existan formalmente. Ello constituye una materia muy relevante que merece la mayor preocupaci�n. �ste es el primer objetivo positivo del proyecto. El segundo prop�sito, que considero muy interesante, es confirmar la existencia de las microempresas. En realidad, si uno considera cualquier regi�n o comuna, se encontrar� a menudo con bolsones de ellas. En localidades de la Regi�n que represento, por ejemplo, en La Ligua, las microempresas del tejido, de los dulces, de la artesan�a, constituyen una realidad concreta. Sin embargo, el proyecto -que, a mi juicio, debe ser aprobado- presenta un aspecto importante que me preocupa fundadamente y que no hemos considerado. Los planos reguladores distinguen sectores esencialmente de car�cter residencial, lo que chocar� con la ley en proyecto. Porque, en la pr�ctica, los organismos fiscalizadores no sabr�n c�mo interpretar la autorizaci�n para el funcionamiento de una microempresa. Este tema no es menor. En el hecho, existen planos reguladores que indican claramente lo que puede hacerse en determinados sectores, ya sea residencial, comercial, etc�tera. Es decir, ah� hay un problema respecto del cual debemos buscar una soluci�n. Por otra parte, me parece acertada la inclusi�n del art�culo 26 bis, nuevo, que hizo la C�mara de Diputados. �ste se�ala: "Los trabajos que se ejecuten por las microempresas familiares, por encargo de terceros, se entender�n, para todos los efectos legales, que se realizan por cuenta de quien los encarga.". Y este tipo de trabajo es el que presenta la mayor frecuencia, sea en la confecci�n, en el tejido, etc�tera. Son encargos de terceros. Asimismo, estimo correcto el hecho de que la C�mara de Diputados haya eliminado el promedio de ventas. En verdad, era una limitaci�n demasiado aplastante y que, al final, no constitu�a incentivo alguno para la competitividad y la productividad. Porque si hay un l�mite, naturalmente se tratar� de evitarlo. Por �ltimo, dado que el proyecto se halla muy cercano a su aprobaci�n, ser�a racional y recomendable enviarlo a Comisi�n por un plazo fijo -10 d�as- para perfeccionarlo. Porque, en realidad, es posible encontrarse con situaciones, como la de los planos reguladores -llamo la atenci�n al respecto-, bastante conflictivas. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Exc�seme, se�or Senador. El proyecto se halla en tercer tr�mite. Por lo tanto, no corresponde presentar indicaciones; s�lo cabe aprobar o rechazar las modificaciones introducidas por la C�mara de Diputados. El se�or N��EZ.- �Me permite, se�or Presidente? Tiene la palabra la Honorable se�ora Frei. La se�ora FREI (do�a Carmen).- Se�or Presidente, el proyecto que nos ocupa es necesario y muy sentido por diversos grupos familiares sin trabajo y que requieren de alguna actividad remunerativa. Sin duda, este debate nos ha ayudado bastante, porque en las poblaciones donde pretendemos que se desarrollen las microempresas, las casas son muy peque�as y habr� problemas de ruidos, olores, etc�tera. Si el proyecto no puede volver a una Comisi�n y solamente corresponde estudiarlo en la Sala, debe quedar muy claro qu� organismo realizar� la fiscalizaci�n. Por cierto, habr� problemas si -como aqu� se se�ala- la microempresa se instala en un condominio. Imaginemos lo que ello significa si �ste es peque�o y la casa tiene 70 metros cuadrados. Por eso, deseo consultar para que quede claro, ya que aqu� se se�ala que en dichas empresas no debe haber m�s de cinco trabajadores extra�os a la familia. Pero �cu�ntas personas comprende esta �ltima? Puede tratarse de un grupo familiar que conste de padres, nietos, cu�ados, yernos, etc�tera. O sea, estamos hablando de un grupo familiar grande, m�s los cinco trabajadores; entonces, resultar� bien complicado que trabajen todos en 70 metros cuadrados. Por lo tanto, esto no s�lo depende de los municipios, porque obviamente, como �stos se encuentran bastante atosigados con los problemas de cesant�a, aplicar�n manga ancha para que existan m�s microempresas, lo cual es bueno y recomendable, pero tambi�n se puede producir otro tipo de inconvenientes. Por ello, aunque la iniciativa no vuelva a la Comisi�n por estar en el tercer tr�mite constitucional, hay asuntos que deben quedar claros en el esp�ritu de la ley; de lo contrario, se producir�n m�s problemas de los que estamos tratando de resolver. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Novoa. El se�or NOVOA.- Se�or Presidente, en realidad, no es necesario que el proyecto vuelva a la Comisi�n, porque en este tr�mite no podemos formular indicaciones. Me parece que aqu� hay dos opciones: aprobar lo sugerido por la C�mara de Diputados con el objeto de contar con un estatuto legal para fortalecer la microempresa familiar, y disponer de �l de inmediato, o rechazar algunas de las modificaciones para poder perfeccionarlas en la Comisi�n Mixta. Desde luego, como Presidente de la Comisi�n de Econom�a, tomo el compromiso de hacerla funcionar con mucha celeridad, debido a que estimo fundamental regular esta materia, sobre todo considerando el nivel de cesant�a que afecta al pa�s. Deseo se�alar que, efectivamente, el proyecto aprobado por el Senado ofrec�a menos dificultades para la constituci�n de microempresas familiares. En primer lugar, no se aplicaba ninguna limitaci�n ni autorizaci�n, salvo las del reglamento sanitario de alimentos. Por lo tanto, quien quer�a constituir una microempresa familiar que no estuviera relacionada con el rubro alimentos, sencillamente, concurr�a a la Municipalidad y obten�a el permiso. Entendiendo que una microempresa familiar puede producir ruidos, gases, humos u olores molestos, la iniciativa establec�a expresamente que aqu�lla pod�a desarrollar cualquier actividad econ�mica l�cita, con la sola limitaci�n de no emitir ruidos, gases, humos u olores molestos o contaminar de cualquier forma. �Y qui�n controlaba esto? La municipalidad a trav�s del juzgado de polic�a local. De modo que si alguien se sent�a afectado por ruidos u olores molestos en su vecindario, deb�a llamar a un inspector municipal, quien le cursaba un parte al microempresario, y, finalmente, el juez de polic�a local resolv�a el asunto. Ese procedimiento era bastante simple. Sin embargo, al indicar la C�mara de Diputados que se aplica la legislaci�n medioambiental, y fijar para su cumplimiento el plazo de los primeros dos a�os, de alguna forma introduce una tramitaci�n adicional y concede injerencia a los organismos encargados de fiscalizar las normas sanitarias y ambientales, con lo cual, obviamente, produce un aumento de requisitos. En segundo t�rmino, al reducir la C�mara de Diputados el capital exigido a las microempresas a 10 unidades tributarias est� restringiendo... El se�or FREI (don Eduardo).- �Me permite una interrupci�n, se�or Senador? El se�or NOVOA.- Con mucho gusto, con la venia de la Mesa. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or FREI (don Eduardo).- Se�or Presidente, concuerdo con lo se�alado por el Senador se�or Novoa en el sentido de que al agregar las causas ambientales los vecinos que reclamen no acudir�n al juzgado de polic�a local, sino a la COREMA. Y ah�, �hasta verte Cristo m�o! Pueden pasar diez a�os discutiendo en la COREMA y, despu�s, otros diez en la CONAMA. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Recupera la palabra el Honorable se�or Novoa. El se�or NOVOA.- Por ello, sostengo que la C�mara Baja, al redactar la norma en la forma como lo hizo, complic� los tr�mites. El se�or FREI (don Eduardo).- As� es. El se�or NOVOA.- El texto del Senado contemplaba que si se produc�an problemas los resolv�a el juzgado de polic�a local. Efectivamente, la C�mara Baja ha tornado m�s engorrosa la operaci�n de las microempresas familiares al establecer una limitaci�n en el capital que carece de sentido. La verdadera limitaci�n para ellas est� dada por dos elementos: uno, que la actividad se realiza en la casa habitaci�n, y, dos, que no se puede contratar a m�s de cinco personas ajenas a la familia. O sea, aunque �sta sea muy grande, no es posible instalar una industria de treinta personas dentro de una casa de 60 metros cuadrados. Adem�s, se fij� la restricci�n de cinco personas extra�as a la familia para evitar que se creara una microempresa y, despu�s, treinta personas trabajaran en la calle. �se es el sentido de la limitaci�n. Entonces, no debe restringirse la definici�n de microempresa familiar por el lado del capital. Ojal� alguien pudiera contar con un computador en su casa que valiera 10 mil unidades de fomento e hiciera trabajar a toda su familia. En este aspecto, la C�mara de Diputados tambi�n ha complicado la aplicaci�n del proyecto. S� considero un aporte muy importante el art�culo 26 bis, nuevo. En el fondo, se permite el trabajo denominado "a maquila", donde se act�a por cuenta de terceros y no existe IVA de por medio. Es decir, se presta un servicio en una vivienda familiar sin entrar a una estructura tributaria compleja. En mi opini�n, en esta materia tenemos dos alternativas: aprobamos hoy todas las modificaciones sugeridas por la C�mara de Diputados, sabiendo que una parte de ellas es quiz�s m�s engorrosa; o rechazamos algunas normas y aprobamos otras, lo cual obligar�a a la creaci�n de la Comisi�n Mixta para tratar de concordar r�pidamente una f�rmula con la C�mara Baja. Pienso que, dada la importancia del proyecto y la necesidad de despacharlo con prontitud, los se�ores Diputados no tendr�an inconvenientes en trabajar r�pidamente en la Comisi�n Mixta. El se�or LARRA�N.- �sa es la f�rmula, se�or Presidente. Y, adem�s, los autores de la iniciativa se pueden poner de acuerdo, lo cual ser�a un aporte. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- La indicaci�n que incorpor� el art�culo 26 bis, nuevo, fue sugerida en la C�mara de Diputados por el Senador que habla, porque, a mi juicio, ella representa un elemento muy relevante y determinante para el desarrollo de este tipo de actividades. Sin esta norma, la importancia de las empresas familiares ser�a bastante relativa. Tiene la palabra el Honorable se�or N��ez. El se�or N��EZ.- Se�or Presidente, tengo la impresi�n de que estamos llegando a un acuerdo, en el sentido de rechazar algunas proposiciones de la C�mara de Diputados para los efectos de formar la Comisi�n Mixta. El texto me merece, al menos, tres observaciones respecto del art�culo 26. Primero, no se puede privar a los municipios de la capacidad y potestad de fiscalizar. El inciso segundo de la letra j) del art�culo 5� de la Ley Org�nica Constitucional de Municipalidades entrega a los municipios facultades concretas de fiscalizaci�n tocante al cumplimiento de normas medioambientales. Seguramente, aqu� se presentar� una competencia de fiscalizaci�n entre los municipios y organismos como la COREMA u otros encargados de la protecci�n del medio ambiente. En materia de salud, el art�culo 4� del mismo cuerpo legal entrega a los municipios, no exactamente facultades fiscalizadoras, pero s� de preocupaci�n en ese �mbito. De modo que las municipalidades, directa o indirectamente, al margen del proyecto, tienen posibilidad de controlar especialmente este tipo de empresas. En segundo lugar, estimo que dos a�os de plazo para someterse a normas medioambientales son demasiado. A mi juicio, en dicho lapso se generar� en las poblaciones una convivencia francamente peligrosa, porque soportar durante dos a�os ruidos, olores molestos, etc�tera, puede provocar una situaci�n muy delicada para el peque�o empresario, sobre todo para el microempresario, que se instala en su propio hogar. Yo discuto tal plazo, porque es demasiado tiempo. Tocante a este asunto, estimo que deber�amos consultar a algunos alcaldes, pues se trata de un tema estrictamente comunal. En la Comisi�n Mixta, no s� si se podr� hacer -entiendo que no-, pero ser�a conveniente consultar a la Asociaci�n Chilena de Municipalidades, porque �sta es una materia que preocupa a los alcaldes. Normalmente, ellos son quienes est�n promoviendo la generaci�n de microempresas. En tercer lugar, creo que hay una contradicci�n entre la letra a) y la b) �agrega un inciso cuarto, nuevo- del art�culo 26, porque la primera consigna que estar�n afectas a estos beneficios "las microempresas familiares que est�n registradas en la municipalidad respectiva". Como puede apreciarse, se est� utilizando una expresi�n verbal muy concreta: "que est�n registradas". Por lo tanto, no tendr�n acceso a ellos todas las que actualmente no est�n regularizadas, que son miles, y que ni siquiera se han inscrito en los municipios, porque claramente se circunscribe a "las microempresas familiares que est�n registradas". Posteriormente, en el nuevo inciso cuarto, se dice que "el interesado deber� inscribirse en la municipalidad respectiva". Vale decir, abre la posibilidad de que se puedan inscribir, pero no en lo que dice relaci�n a los temas medioambientales y sanitarios, sino que para los efectos de ciertos beneficios de car�cter tributario que entrega esta ley. A mi juicio, hay una contradicci�n evidente entre tales disposiciones. Por esas tres razones, considero inadecuado que, como lo se�al� un se�or Senador, estemos abocados aqu� a una tarea que corresponde a la Comisi�n correspondiente, y ser�a bueno que, por lo tanto, nos pusi�ramos de acuerdo en rechazar algunas de estas normas para permitir su perfeccionamiento en la Comisi�n Mixta. Insisto en que ojal� pudi�ramos consultar a la Asociaci�n Chilena de Municipalidades, o a alg�n alcalde, para que nos ilustre acerca del funcionamiento de este tipo de empresas en sus respectivas comunas. He dicho. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Foxley. El se�or FOXLEY.- Se�or Presidente, quiero apoyar lo que acaba de manifestar el Senador se�or N��ez. Estimo que, aun cuando �sta es una excelente iniciativa que contribuir� a disminuir el problema del desempleo en forma muy efectiva, de alguna manera, sin embargo, est� imponiendo un exceso de restricciones. Y creo que con dos de ellas, como han dicho varios se�ores Senadores: las que ata�en al capital y a las normas ambientales y sanitarias normales, estamos marc�ndonos un autogol, porque vamos a terminar implementando una iniciativa que ser� frenada a nivel burocr�tico, como ocurre con muchas de las destinadas a los peque�os empresarios. Por lo tanto, pienso que es mejor darse un tiempo y elaborar normas m�s flexibles que, a posteriori, cuando haya transgresiones, impongan las sanciones del caso, evitando tener que pasar por el tr�mite de CONAMA, COREMA, o lo que sea. Eso es todo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Ruiz-Esquide. El se�or RUIZ-ESQUIDE.- Se�or Presidente, entiendo que hay cierto criterio bastante mayoritario en cuanto a enviar la iniciativa a Comisi�n Mixta, como se desprende de las palabras del se�or Presidente, que es uno de sus autores, por lo cual s�lo pretendo aclarar algunos puntos. Lo que estamos discutiendo, si Sus Se�or�as me permiten, es la modificaci�n de la C�mara de Diputados en el sentido de agregar, en el art�culo 26, despu�s del inciso segundo, que dice: "La Municipalidad estar� obligada a otorgar la patente respectiva, sin perjuicio de las limitaciones relativas a la zonificaci�n...", etc�tera, la disposici�n que establece lo siguiente: "Con la salvedad de las empresas a las que se aplique el decreto supremo N� 977, de 1997, del Ministerio de Salud, que aprob� el Reglamento Sanitario de los Alimentos, los organismos encargados de fiscalizaci�n de las normas sanitarias...", etc�tera. �Por qu� he dado lectura a esas disposiciones? Porque el decreto supremo N� 977, de 1997, establece que la producci�n o importaci�n, elaboraci�n y envase y distribuci�n de venta de alimentos para uso humano deber�n ce�irse a las disposiciones del Reglamento Sanitario de los Alimentos. Es decir, primera cosa que debemos tener clara. Esta limitaci�n que pone la C�mara Baja se refiere �nica y exclusivamente a esta parte de las empresas familiares, y no a otra. Segundo, se ha tocado el tema de qui�n controla. Al tenor de tales disposiciones y de las que con posterioridad han abordado este tipo de cosas, controla el Servicio de Salud. As� de claro. Por lo tanto, el temor de que en esta materia intervenga la COREMA u otro organismo, aunque sea posteriormente, lo considero una exageraci�n. Estoy de acuerdo en que vaya a Comisi�n, pero s�lo quer�a hacer una advertencia en cuanto a que no nos equivoquemos en lo que estamos haciendo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Me permito formular una proposici�n a la Sala para poder avanzar en el tema. Concuerdo en que ojal� logremos despachar una buena ley, porque es loable su objetivo. �Por qu� entonces no rechazamos las modificaciones que propone la C�mara de Diputados en el art�culo 26 e insistimos en nuestro criterio, a fin de compatibilizar en la Comisi�n Mixta la disposici�n de la C�mara con la del Senado en cuanto al problema de los controles? Desde ya, la del Senado no exim�a a las empresas familiares de las normas del Reglamento Sanitario de los Alimentos. Eso siempre se mantuvo, como una norma de precauci�n m�nima, pero no inclu�a los t�rminos ambientales y otros que, como aqu� se teme, pudieran transformarse en una gran burocracia que impida su funcionamiento. En cuanto al monto del capital, es necesario aclarar que debe ser suficiente o acordar al respecto cierta flexibilidad. Creo que el Presidente de la Comisi�n de Econom�a del Senado, el Honorable se�or Novoa, podr�a citar a la Comisi�n Mixta con urgencia y resolver as� esta situaci�n. �Habr�a acuerdo en tal sentido? Tiene la palabra el Honorable se�or Bombal. El se�or BOMBAL.- Se�or Presidente, en principio, no hay ninguna duda de que el planteamiento es positivo, y s�lo quiero agregar un dato al respecto. En un estudio que realizamos hace un tiempo con el Diputado se�or Jaime Orpis, analizando precisamente el tema de las microempresas, se lleg� a la conclusi�n de que los microempresarios, en promedio, deb�an realizar cincuenta y seis tr�mites para constituir en su casa incluso una f�brica de ropa de guaguas. Tal n�mero incluye tr�mites ante las municipalidades, Ministerios, y otros organismos, para contar con las boletas correspondientes y otras exigencias. Y el costo que significaba para estos microempresarios era del orden de los 600 a 700 mil pesos. El estudio abarc� varios rubros, desde peque�as instalaciones metalmec�nicas hasta personas que confeccionaban ropa de guaguas para exportarla a Nueva Zelandia. Debemos tener presente, en todo caso, que los criterios que aqu� se plantean son muy buenos, pero hay toda una legislaci�n que pesa sobre los microempresarios y que no s�lo se limita al tema municipal o al medioambiental, sino que los afecta de distintos �ngulos, como las de la factibilidad el�ctrica, alcantarillado y agua potable. Cincuenta y seis tr�mites a lo menos, muchos de ellos completamente in�tiles. Por ejemplo, a una f�brica de tejidos y ropa de guagua se le ped�a factibilidad de alcantarillado y agua, porque si no era imposible el desarrollo de su actividad. En consecuencia, en la Comisi�n Mixta debe analizarse la posibilidad de dotar de mayor flexibilidad al municipio y de revisar en lo posible otro tipo de normas que seguramente van a aparecer de todas maneras al momento de tramitarse. Finalmente, dejar aqu� tambi�n en evidencia �al parecer hay consenso en este sentido de parte de todos los se�ores Senadores- que todos estos tr�mites en la COREMA y en todas estas oficinas medioambientales se van traduciendo en un gran freno al desarrollo econ�mico. Es una materia que merece ser examinada, no con cargo a este proyecto, porque no cabe la menor duda de que estos estudios de impacto ambiental se est�n transformando en un gran obst�culo para la reactivaci�n del pa�s. No digo que no se hagan, pero tal vez haya que mirar un poco qu� est� ocurriendo en ese sector, que definitivamente se est� constituyendo en uno de los factores que m�s est� contribuyendo a que muchas iniciativas no puedan ser desarrolladas. Me parece que hay coincidencia entre varios se�ores Senadores en que el tema medioambiental as� manejado, es complejo. El se�or SILVA.- �Me concede una interrupci�n, se�or Senador? El se�or BOMBAL.- Con la venia de la Mesa, con todo agrado. El se�or SILVA.- Se�or Presidente, s�lo quiero informar al se�or Senador y al Honorable Senado que precisamente ma�ana se van a reunir extraordinariamente las Comisiones de Gobierno y de Constituci�n, Legislaci�n y Justicia, para estudiar el proyecto de ley que establece plazo para el procedimiento administrativo y regula el silencio administrativo, que ha presentado el Ejecutivo y al cual me permit� hacer una indicaci�n para reemplazarlo en su totalidad. Esta materia se va a estudiar ma�ana con suma urgencia y, a mi juicio, contribuir� a disipar en gran parte la inquietud que Su Se�or�a expone desde el punto de vista de la eliminaci�n de aspectos burocr�ticos en esta materia y en otras. El se�or BOMBAL.- Se�or Presidente, estando el Honorable se�or Silva de garante, me parece �ptimo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or R�os. El se�or R�OS.- Se�or Presidente, tambi�n es indispensable observar que en realidad se trata de un buen proyecto -todos estamos de acuerdo en ello-, pero que toda su normativa, sin excepci�n, est� dirigida al �rea urbana. Sin embargo, debe considerarse que en el sector rural existen caracter�sticas f�sicas distintas. Evidentemente, la peque�a o la mediana empresa rural no se realiza al interior de la casa, sino en una construcci�n anexa a ella, distinta, partiendo desde las actividades m�s modestas. Un campesino que quiera instalar un gallinero no lo har� dentro de su hogar. Adem�s, tendr� un capital bastante menor que los que puedan existir en otras microempresas de ciudades que pueden contar con algunas instalaciones t�cnicas mayores. Entonces, en el concepto de microempresa familiar destinada a la fabricaci�n de bienes o a la prestaci�n de servicios de cualquier especie, -donde quedan excluidos aquellos considerados peligrosos, contaminantes-, cualquier lugar puede servir para ello; pero el t�rmino "molestos" y otras cosas m�s deben de tener alguna connotaci�n distinta en el campo. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- �Habr�a acuerdo para aceptar la proposici�n hecha por la Presidencia? Acordado. El proyecto pasar�a a Comisi�n Mixta. Si le parece a la Sala, se nombrar� como representantes del Senado en ella a los miembros de la Comisi�n de Econom�a. Acordado. OBLIGATORIEDAD DE EDUCACI�N PARVULARIA EN SISTEMA DE EDUCACI�N P�BLICA El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Conforme al acuerdo de la Sala, corresponde tratar el proyecto de ley, del que se dio cuenta en esta sesi�n, en tercer tr�mite constitucional, sobre modificaci�n del art�culo 3� de la Ley Org�nica Constitucional de Ense�anza y el art�culo 1� del DFL N� 5.291, de 1930, Ley de Educaci�n Primaria Obligatoria, estableciendo la obligatoriedad del nivel de educaci�n parvularia dentro del sistema de educaci�n p�blica. --Los antecedentes sobre el proyecto (1738-04) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: (moci�n de la se�ora Frei y de los se�ores Ruiz-Esquide, D�az, Hormaz�bal y P�ez). En primer tr�mite, sesi�n 12�, en 8 de noviembre de 1995. En tercer tr�mite, sesi�n 5�, en 13 de junio de 2001. Informe de Comisi�n: Educaci�n, sesi�n 32�, en 14 de septiembre de 1999. Discusi�n: Sesi�n 3�, en 13 de junio de 2000 (se aprueba en general y particular). El se�or HOFFMANN (Secretario).- Se�ores Senadores, la iniciativa se origin� en una moci�n de los Senadores se�ora Carmen Frei y se�ores Ruiz-Esquide y P�ez y de los ex Senadores se�ores D�az y Hormaz�bal. La C�mara de Diputados, en el segundo tr�mite constitucional, introdujo una enmienda al proyecto despachado por el Senado consistente en sustituir el n�mero 2 de su art�culo �nico. La Secretar�a ha elaborado un texto comparado del proyecto de ley despachado por el Senado con la modificaci�n introducida por la Honorable C�mara de Diputados. Finalmente, cabe hacer presente que para ser aprobada la modificaci�n efectuada por la otra rama legislativa requiere del voto conforme de los cuatro s�ptimos de los Senadores en ejercicio, es decir 27. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En discusi�n. Ofrezco la palabra. El se�or VIERA-GALLO.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, reconozco la buena intenci�n de los autores del proyecto. Sin embargo, creo que, como est� redactado, por lo menos a m� me merece algunas observaciones, de las cuales quiero dejar constancia, aunque ignoro qui�n pueda imponerse de ellas en la Versi�n Taquigr�fica. A mi juicio, aqu� existe una extensi�n excesiva del concepto de sistema escolar. Porque, �ste, en esta concepci�n, empieza desde el nacimiento. O sea, la persona desde que nace entra a un sistema, el cual puede terminar, en una de sus salidas, en la Universidad. Pero la educaci�n parvularia -como se�ala el proyecto despachado por la C�mara de Diputados- es desde su nacimiento hasta el ingreso a la educaci�n general b�sica. Entonces, aunque al final se diga que la familia tiene un rol importante en la educaci�n, lo que se hace en la pr�ctica -aun cuando reconozco que no debe ser �sa la intenci�n de sus autores- es reglamentar un per�odo de la vida en que b�sicamente el ni�o queda entregado al cuidado de sus padres, quienes son libres de llevarlo o no llevarlo a un sistema educacional, de darle o no darle los valores y la educaci�n que estimen oportunos y convenientes. Aqu�, por el contrario, si se tratara s�lo del �ltimo a�o de la educaci�n parvularia -esto es, cuando el ni�o ya tiene cuatro a�os, como lo plante� en una discusi�n anterior el Senador se�or Ruiz-Esquide-, en mi opini�n, no habr�a objeci�n alguna. Pero no podemos extender el concepto de educaci�n parvularia desde el nacimiento, cuando, adem�s, en Chile no existen parvularias que la puedan realizar. Hay que tener en cuenta que, cuando es formalizada, esta educaci�n la llevan a cabo instituciones que en mas de la mitad de ellas no cuentan con tal tipo de profesionales. En la Fundaci�n Integra �donde se realiza esta instrucci�n-, su directora es parvularia, pero el personal no tiene dicha categor�a. Y para qu� hablar de la enorme cantidad de formas que tienen las familias del sector popular para ayudarse en la educaci�n de los ni�os, que son completamente espont�neas y, en mi concepto, l�gicas, a objeto de que las madres puedan ir a trabajar, pero no como parte de un sistema de la LOCE; o sea, que la Ley Org�nica Constitucional de Ense�anza establezca que la educaci�n p�blica en Chile parta desde el nacimiento. Personalmente, tengo una objeci�n bastante de fondo sobre la materia. La hice presente cuando se discuti� la reforma constitucional. Incluso, en esa oportunidad advert� que esto suceder�a. Es decir, se�al� que, si aprob�bamos la reforma educacional -a pesar de que se ubic� la educaci�n parvularia no dentro del sistema escolar, sino como complemento de la educaci�n familiar-, pod�a ocurrir que Ley Org�nica Constitucional de Ense�anza ser�a extendida. Y efectivamente as� est� ocurriendo. Entonces, por lo menos, quiero dejar constancia de que �sta no es la filosof�a que yo tengo de lo que debiera ser la educaci�n parvularia, la que, seg�n entiendo, como parte del sistema educacional, debiera iniciarse cuando el ni�o tiene cuatro a�os. En ese punto, incluso podr�a llegar a ser obligatoria, si el Estado contara con la capacidad para absorberla. Respecto a la educaci�n que va desde el nacimiento del ni�o hasta que cumple cuatro a�os, b�sicamente est� a cargo de la familia, la cual, si lo estima oportuno, puede entregarla a un jard�n infantil, p�blico o privado, a un centro abierto o juntarse con otras familias del barrio que se organicen para ayudar a las madres que trabajan. Pero todo esto con reglamentos m�nimos, no como parte de un sistema escolar ni menos de una profesi�n dedicada al efecto, para lo cual Chile actualmente no se encuentra en condiciones econ�micas de solventar. Eso es todo, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Larra�n. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, tambi�n quiero manifestar mi inquietud por los cambios introducidos por la C�mara de Diputados al proyecto del Senado. Me parece que desde su primera formulaci�n, cuando el art�culo 6� bis que se propone establece: "La educaci�n parvularia es el primer nivel del sistema nacional de educaci�n.", se cambia el sentido primitivo de la proposici�n aprobada por el Senado, conforme a la cual "La educaci�n parvularia es el nivel educativo que atiende ni�os y ni�as desde su nacimiento...", etc�tera. Al convertirlo en un primer nivel del sistema de educaci�n, se altera el sentido que hasta ahora mantiene la educaci�n en el sistema nacional, dado que la Constituci�n establece que la educaci�n b�sica es la obligatoria. Aqu� se pretende introducir �seg�n el ep�grafe del proyecto que en su parte final se�ala: "estableciendo la obligatoriedad del nivel de educaci�n parvularia dentro del Sistema de Educaci�n P�blica"- un elemento que luego en el texto se desmentir�. Porque el art�culo 6� bis, precisamente, dice: "Su finalidad es atender integralmente a ni�os y ni�as desde su nacimiento hasta el ingreso a la educaci�n general b�sica, sin constituir antecedente obligatorio para �sta.". Entonces, tanto en el encabezamiento de la iniciativa como en su redacci�n hay contradicciones que no me parecen razonables. Por eso, en mi opini�n, no corresponde aprobar el texto de la C�mara de Diputados, a objeto de poder resolver todo esto en la Comisi�n Mixta, aclarando el sentido de la norma, haci�ndola consistente con la reforma a la Constituci�n, donde se incorpor� el texto seg�n el cual el Estado promover� la educaci�n parvularia, pero no la constituye en un nivel educativo, ni menos insin�a su car�cter obligatorio, porque -como ya se dijo-, no s�lo es imposible de realizar desde el punto de vista econ�mico y de los recursos humanos disponibles, sino que, adem�s, se entra en colisi�n con la idea de que la familia es la primera responsable de la educaci�n de los ni�os en el nivel etario anterior a los cuatro o cinco a�os. En consecuencia, sugiero rechazar la enmienda de la C�mara, para que la Comisi�n Mixta pueda redactar un texto que corresponda al esp�ritu de lo que el Senado aprob�. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora se�ora Carmen Frei. La se�ora FREI (do�a Carmen).- Se�or Presidente, a mi juicio, los se�ores Senadores que han intervenido tienen raz�n en el sentido de que lo agregado por la C�mara de Diputados tergiversa y hace confusa una aspiraci�n muy sentida. Soy educadora de p�rvulos, trabaj� muchos a�os en ello y, por tanto, conozco bien el tema. Obviamente, la primera obligaci�n de educar corresponde a la familia. Nadie puede discutir ese punto, ni estamos aqu� para ello. Lo que sucede en nuestro pa�s es que cada d�a mayor n�mero de mujeres se integran al trabajo y dejan a los ni�os solos en la casa; a veces se producen incendios y los ni�os mueren, o salen y pasan el d�a en la calle. Entonces, la idea es que el Estado, el Gobierno o las respectivas instituciones p�blicas se preocupen de los ni�os de escasos recursos, que quedan muy a la mano de Dios, botados en la calle, cuando la madre tiene la obligaci�n de trabajar. As� se interpreta lo que redactamos en el Senado. Al agregar la expresi�n "desde su nacimiento hasta el ingreso a la educaci�n general b�sica" se hace imperativo, lo que no corresponde. Porque hay otros sistemas para disponer de salas cunas y evitar que los ni�os queden solos. La legislaci�n respectiva se ha perfeccionado. Antes, en toda empresa con veinte trabajadoras deb�a existir una sala cuna. Como eso no fue posible, lo cambiamos y se estableci� tal obligaci�n al haber veinte mujeres con hijos. Se han estudiado otros sistemas, como se�al� el Honorable se�or Viera-Gallo: por ejemplo, que se re�nan las familias en una poblaci�n y que alguien quede a cargo de los ni�os. Tambi�n puede considerarse la idea de incorporar al trabajo a los adultos mayores. Puede ser una muy buena experiencia que ellos cuiden a los ni�os cuyas madres trabajen. Creo que la iniciativa contiene una muy buena idea, pero la C�mara la ha hecho confusa y perentoria, lo que no corresponde. Ojal� pudi�ramos proporcionar educaci�n a todos los ni�os y una muy buena cobertura de salas cunas y jardines infantiles. El se�or ZALD�VAR (don Adolfo).- �Me concede una interrupci�n, Honorable colega? La se�ora FREI (do�a Carmen).- Con todo gusto, con la venia de la Mesa. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Puede hacer uso de ella, Su Se�or�a. El se�or ZALD�VAR (don Adolfo).- Se�or Presidente, lo planteado por la Honorable se�ora Frei es bastante amplio, en el sentido de que en lo futuro tambi�n pueda haber otros trabajos voluntarios. En la actualidad, el �nico de este tipo es el servicio militar; no hay otros. Y es bueno dar alternativas. Sin lugar a dudas, �sta podr�a ser una muy buena, porque el servicio militar es obligatorio para todos los varones chilenos de 18 a�os, pero voluntario para las mujeres. De las 180 mil personas que lo cumplen cada a�o, la mitad lo hace obligatoriamente, pero no el resto, que son las mujeres. A mi juicio, no hay raz�n para ello, porque todos deben prestar un servicio a su pa�s. �sta y otras situaciones an�logas podr�an, por cierto, dar sentido de igualdad a algo fundamental para que la comunidad entera se sienta cumpliendo una obligaci�n. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Puede continuar la Senadora se�ora Frei. La se�ora FREI (do�a Carmen).- Tiene mucha raz�n el Honorable colega, y a eso tendemos. En cuanto a lo agregado por la C�mara de Diputados, en el sentido de "atender integralmente a ni�os y ni�as desde su nacimiento hasta el ingreso a la educaci�n general b�sica", es una manera de favorecer la maternidad y la paternidad no responsable, porque es f�cil tener ni�os cuando el Estado se encarga de ellos y los padres se dedican a trabajar o a otra cosa. Para tener un sistema como �se, debemos contar con una sociedad muy educada, cuya primera obligaci�n para con los ni�os sea la familia, y no pasarlos tan gratuitamente al Estado. A�n m�s, pa�ses como el nuestro nunca tendr�n recursos suficientes para atender a todos los ni�os, y s�lo las naciones superdesarrolladas logran una atenci�n integral. A mi modo de ver, el texto despachado por el Senado era perfecto. En este momento no tenemos qu�rum suficiente para pronunciarnos y sugiero dejarlo para su estudio por la Comisi�n Mixta, en el entendido de que una muy buena idea debe quedar como tal y no perturbar, porque si se convierte en ley lo propuesto por la C�mara de Diputados, m�s que ayudar, perturbar�a la educaci�n de los ni�os en nuestro pa�s. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Ruiz-Esquide. El se�or RUIZ-ESQUIDE.- Se�or Presidente, primero que todo deseo se�alar que hay suficientes razones para rechazar el proyecto, pero observo que no hay qu�rum suficiente para adoptar otro pronunciamiento. Por lo tanto, s�lo intervendr� para aclarar algunas cosas, y desde ya formulo la proposici�n de que, con el objeto de seguir adelante con la idea central de la iniciativa, mejorar su redacci�n y permitir que se convierta en ley, la rechacemos para que vaya a Comisi�n Mixta. Sin embargo, y s�lo para los efectos de la discusi�n posterior, quiero precisar algunos puntos. No hay que llamarse a enga�o por el ep�grafe del proyecto, que se�ala la obligatoriedad, porque �l proviene de uno anterior que present� junto con otros se�ores Senadores -los mismos que suscriben el que ahora analizamos-, que hac�a obligatoria la educaci�n parvularia a partir del segundo nivel de transici�n y compel�a al Estado a comprometer los medios necesarios para que todos los ni�os accedieran a ella. La raz�n la expliqu� en su momento, en t�rminos de que si la educaci�n parvularia era tan indispensable en el desarrollo posterior del ni�o, consideraba que todos deb�an tener acceso a ella. Pero como no todos pod�an hacerlo con sus propios medios, se establec�a la obligatoriedad para el segundo nivel, no para el primero, situaci�n an�loga a aquella en que el Estado, en su momento, decidi� hacer obligatoria la educaci�n primaria. Esto lo confirm� la propia Ministra se�ora Aylwin al asumir su cargo y se�alar que el SIMCE demostraba que hab�a una relaci�n estad�stica directa entre el resultado obtenido por los alumnos en la ense�anza media o universitaria y el haber recibido educaci�n parvularia. Por lo dem�s, es la opini�n de quienes estudian el desarrollo sicol�gico y neuronal de los ni�os en esa etapa. Eso en primer t�rmino. En segundo lugar, al rechazarse dicha propuesta e introducirse un cambio de otra naturaleza en la Constituci�n, todos los miembros de la Comisi�n de Educaci�n planteamos lo consignado en el proyecto aprobado por el Senado, tratando de adecuarlo a la Ley Org�nica Constitucional de Ense�anza, que era necesario modificar para que tuviera efecto pr�ctico. Tercero, de ninguna manera en nuestro proyecto -y, honestamente, creo que tampoco en el despachado por la C�mara, a pesar de lo se�alado- se deduce la obligatoriedad. No la hay. En �l se hace una definici�n de la educaci�n parvularia y, por lo tanto, no puede ser de otra manera, porque de otro modo no se llamar�a as�. Se trata de un nivel educacional; es un problema de definici�n m�nima de lo que estamos diciendo, para que sea coherente con el uso de las palabras en el ambiente l�gico en que deben interpretarse. Por consiguiente, no hay esa situaci�n de obligatoriedad, si es que alg�n se�or Senador puede sentirse llevado a votar una cosa de tal naturaleza. No estoy de acuerdo con la aseveraci�n de que no hay parvularias suficientes para lograr que esta iniciativa se apoye en ellas, en la ense�anza t�cnica adecuada, y no en personas de buena voluntad, como ocurre en la actualidad. Eso no es tal -por lo menos es mi opini�n-, a la luz de otro proyecto de la C�mara que est� analizando la Comisi�n de Educaci�n del Senado, redactado en t�rminos similares, el cual definitivamente separa lo relativo a los jardines infantiles. En lo personal, no me parece l�gico argumentar que, por no haber parvularias, o que se pueda hacer de otra manera, lleguemos a la misma conclusi�n que indiqu� en un comienzo: como al no haber n�mero suficiente de esas profesionales ni existir obligaci�n del Estado, en definitiva, dar�a lo mismo que lo hicieran ellas u otras personas �seg�n sucede ahora-, significa consagrar en un texto legal que los ni�os pobres no tendr�n el mismo tipo de atenci�n que los que disponen de recursos. Y eso me niego a aceptarlo, como criterio b�sico para el tratamiento del tema. Por lo tanto, creo necesario precisar exactamente lo que estamos debatiendo. Se plante� aqu� que el asunto podr�a ser interpretado o utilizado para otro tipo de argumentaciones, en el sentido de exigir al Estado o tratar de solucionar las dificultades en los pr�ximos a�os de manera inadecuada. A mi juicio, aqu� existe un problema de definici�n. Si llegamos a la conclusi�n de que hoy -en el siglo XXI- corresponde preocuparse de la educaci�n parvularia con el objeto de poner a todos los ni�os en la misma condici�n, no se puede argumentar que, no habiendo dinero, se rebaja el nivel de estudios de un sector de la poblaci�n. En verdad, se debe resolver el problema de manera distinta: entregando los recursos necesarios. En segundo t�rmino, los se�ores Senadores saben que hay un proyecto -adem�s del que mencion�- que trata el tema de la JUNJI (jardines infantiles), y probablemente se utilice el mismo argumento, es decir, que no hay recursos y que, por lo tanto, da lo mismo que los ni�os reciban o no una atenci�n adecuada a esa edad. La obtendr�n solamente los provenientes de sectores con m�s recursos, pero ello significa condenar derechamente a la dicotom�a educacional en el pa�s por los pr�ximos diez o veinte a�os, porque as� lo demuestran todas las estad�sticas. Repito: no se puede deducir que aqu� estamos transformando la labor de la familia. Eso no es verdad, bajo ning�n concepto. Lo �nico que hace la iniciativa es definir la educaci�n parvularia. Por lo dem�s, el uso de las palabras, de acuerdo a los propios criterios que tenemos para legislar, debe atenerse al significado que le dan las personas que laboran en la especialidad. As� lo hemos hecho en todos los proyectos. La gente que trabaja en educaci�n habla de educaci�n parvularia. Por eso, no se puede decir ahora que no se trata de un modelo educacional, porque entonces, �de qu� estamos hablando? En tal virtud, se�or Presidente, quiero defender muy a fondo lo realizado en el Senado, y hacer presente que lo que se hizo en la C�mara de Diputados no lo comparto, porque si produce confusi�n, debe reconocerse que no est� bien. No es necesario darle al texto del proyecto m�s extensi�n que la original. No se deben sacar conclusiones que van en la l�nea incorrecta y no se deben sentar principios acerca de achicar la oferta porque no hay dinero para todos, ya que eso no es equidad. Por �ltimo -reitero lo que dije al comienzo-, si no tenemos posibilidad de aprobar las modificaciones introducidas por la C�mara de Diputados, pues al parecer existe un n�mero importante de Senadores que no est�n de acuerdo con ellas a pesar de apoyar la idea central, yo, como autor principal del proyecto �como dir�a el se�or Presidente-, estoy dispuesto a que �l vaya a Comisi�n Mixta. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Horvath. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, s�lo deseaba se�alar que el ser humano tiene una diversidad y una riqueza que imposibilitan su definici�n. Y lo propuesto por la C�mara va dirigido a los ni�os -sobre todo en sus primeros a�os de vida, en que se encuentran en la situaci�n m�s delicada, con todas sus potencialidades-, con el prop�sito de cimentarles una personalidad equilibrada y las competencias requeridas para enfrentar con propiedad su presente como p�rvulos y su futuro como estudiantes. Cualquier error al respecto me parece tremendamente peligroso, por decirlo de una forma simple. En cambio, la redacci�n utilizada por el Senado es amplia, permite reconocer y respetar la educaci�n parvularia, y tambi�n establecer que ella representa un est�mulo coadyuvante a todas las otras opciones de desarrollo que tiene el ni�o en sus primeros meses de vida. Por eso, me parece oportuno rechazar la modificaci�n propuesta por la C�mara de Diputados, y tambi�n que la Comisi�n Mixta aproveche de corregir el ep�grafe respectivo para no llamar a equ�voco respecto de las ideas matrices con las cuales se aprob� el proyecto. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Al parecer, existir�a acuerdo para rechazar la enmienda propuesta por la C�mara de Diputados. Adem�s, quiero hacer presente que la disposici�n en ella contenida ni siquiera es materia de ley, porque �sta manda, proh�be o permite, y en su parte final se�ala: "Se propone favorecer...", es decir, no hace nada de aquello. Si le parece a la Sala, se rechazar�a la modificaci�n de la C�mara de Diputados. --Se rechaza. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En consecuencia, sugiero que en representaci�n del Senado, los miembros de la Comisi�n de Educaci�n, Cultura, Ciencia y Tecnolog�a integren la Comisi�n Mixta que deber� formarse. --As� se acuerda. El se�or MART�NEZ.- Se�or Presidente, �por qu� me excluy� de las intervenciones? El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Disc�lpeme, se�or Senador. Se debi� a un error. Tiene la palabra el Honorable se�or Mart�nez. El se�or MART�NEZ.- Se�or Presidente, deseaba plantear que el texto del Senado es claro, m�s amplio y, adem�s -a mi juicio-, cae perfectamente bien dentro de la Constituci�n. En cambio, lo propuesto por la C�mara de Diputados es contrario a la Carta Fundamental, porque establece: "Su finalidad es atender integralmente a ni�os y ni�as...", y como se trata del primer nivel del sistema nacional de educaci�n, se supone que el Estado debe sustentarlo. Entonces, el art�culo 6� bis propuesto por la C�mara de Diputados entrega al Estado dicha responsabilidad, atribuci�n que no tiene ni ella ni el Parlamento, pues si se aprueba el concepto de "atender integralmente a ni�os y ni�as", significar� que se debe incurrir en gastos. Por lo tanto, me parece inconstitucional esa redacci�n. ______________ El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Tiene la palabra el se�or Prosecretario. El se�or SEP�LVEDA (Prosecretario).- Ha llegado a la Mesa un informe de la Comisi�n de Relaciones Exteriores reca�do en el proyecto de acuerdo, en segundo tr�mite constitucional, que aprueba el Convenio entre las Rep�blicas de Chile y Per� para la promoci�n y protecci�n rec�proca de las inversiones y su protocolo, suscritos en Lima el 2 de febrero de 2000. (Bolet�n N� 2639-10) El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Queda para tabla. ______________ El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Terminado el Orden del D�a. VI. INCIDENTES PETICIONES DE OFICIOS El se�or HOFFMANN (Secretario).- Han llegado a la Mesa diversas peticiones de oficios. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Se les dar� curso en la forma reglamentaria. ______________ --Los oficios cuyo env�o se anuncian son los siguientes: Del se�or HORVATH: A los se�ores Ministro del Trabajo y Previsi�n Social y Director del Servicio Nacional de Capacitaci�n y Empleo, acerca de UTILIZACI�N DE FONDO DE CAPACITACI�N Y EMPLEO EN REGI�N DE AIS�N, y al se�or Ministro de Miner�a, tocante a PERSPECTIVAS FUTURAS Y ARMONIZACI�N CON TURISMO Y SILVOAGRICULTURA DE ACTIVIDAD MINERA EN REGI�N DE AIS�N, y a REDUCCI�N DE ACTIVIDAD DE MINERA FACHINAL (UND�CIMA REGI�N). Del se�or LAGOS: A la se�ora Ministra de Educaci�n, respecto de IMPLEMENTACI�N DE PREUNIVERSITARIO EN LOCALIDAD DE ALTO HOSPICIO (PRIMERA REGI�N), y al se�or Ministro de Obras P�blicas, tocante a DEVOLUCI�N DE FONDOS DE DESAHUCIO Y PAGO DE INDEMNIZACIONES A EX TRABAJADORES DE DIRECCI�N DE OBRAS SANITARIAS DE IQUIQUE (PRIMERA REGI�N). Del se�or LARRA�N: Al se�or Ministro de Vivienda y Urbanismo y de Bienes Nacionales, sobre POSTULACI�N A SUBSIDIO HABITACIONAL DE POBLADORES DE SECTORES OSCAR BONILLA, ARTURO PRAT Y EMILIO GIDI DE LINARES (S�PTIMA REGI�N). Del se�or N��EZ: Al se�or Ministro de Justicia, acerca de ENAJENACI�N DE INMUEBLES DE CONAPRAN EN ALGUNAS COMUNAS DE REGI�N DE ATACAMA. ______________ El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- En Incidentes, los Comit�s Institucionales 2, Mixto, Dem�crata Cristiano, UDI e Independientes y Renovaci�n Nacional no intervendr�n. En el tiempo del Comit� Institucionales 1, tiene la palabra el Honorable se�or Mart�nez. RAZONES DE NO APLICACI�N DE ART�CULO 73 DE LEY N� 18.962 El se�or MART�NEZ.- Se�or Presidente, desde aproximadamente 1957 la Armada de Chile se ha constituido en una de las instituciones de la Rep�blica -antes que las escuelas de las respectivas universidades- encargadas de formar personal de enfermer�a a nivel t�cnico, el cual ha recibido su preparaci�n en la Escuela de Sanidad Naval. A dicha instituci�n concurrieron hasta hace un par de a�os (despu�s se abri� el sistema con la Ley Org�nica Constitucional de Ense�anza) especialistas de todas las ramas de la Defensa, de Carabineros y de Investigaciones, e incluso, en algunas oportunidades, ciudadanos que no pertenecen a ning�n organismo de la Defensa, pero que desean perfeccionar sus conocimientos de enfermer�a a nivel t�cnico. La condici�n de la Escuela de Sanidad Naval cambia a ra�z de la dictaci�n del referido cuerpo legal, quedando bajo la tutela de la Academia Polit�cnica Naval, instituto de rango superior que entrega t�tulos profesionales y t�cnicos de acuerdo a la legislaci�n citada. Pero dicha Escuela contin�a preparando personal param�dico, incluidos �como ya dije- funcionarios de otras ramas de la Defensa Nacional y otros servicios. Sin embargo, se presenta un problema pr�ctico. Por tal raz�n, personal en retiro de la Armada y de otros servicios han solicitado a la se�ora Ministra de Salud en repetidas oportunidades �verbalmente o por escrito- el reconocimiento de los t�tulos correspondientes otorgados por la Escuela de Sanidad Naval a fin de ejercer en la vida p�blica una vez retirados, pero hasta el momento no han tenido respuesta. Por lo tanto, solicito a la Mesa del Senado oficiar a la se�ora Ministra de Salud consult�ndole por qu� no se est� aplicando el art�culo 73 de la ley N� 18.962 �modificado por la ley N� 19.584, que a su vez modific� la Ley Org�nica Constitucional de Ense�anza, publicada el 10 de octubre de 1998-, que establece en forma clara: "Las Escuelas de Armas y Especialidades de las Fuerzas Armadas, la Escuela T�cnica Aeron�utica de la Direcci�n General de Aeron�utica Civil y la Escuela de Suboficiales de Carabineros podr�n otorgar t�tulos t�cnicos de nivel superior seg�n corresponda a la naturaleza de la ense�anza impartida y en el �mbito de su competencia.". Agrega esa norma �y es bueno recordarlo, porque el prop�sito es solicitar a la se�ora Ministra que considere el asunto en su �mbito y que la anomal�a se pueda corregir en el sentido de reconocer los t�tulos de t�cnicos de los enfermeros- que "Estos t�tulos t�cnicos de nivel superior de los establecimientos de educaci�n superior, referidos en el inciso anterior, ser�n equivalentes" (ello es important�simo, porque ah� radica la dificultad y la raz�n de que ese sector, del orden de mil personas, pida que se aplique la disposici�n) "a los de similar car�cter conferidos por los dem�s establecimientos de educaci�n superior y reconocidos como tales para todos los efectos legales.". Quisiera consignar que ese personal en retiro, distribuido a lo largo de todo el pa�s, es altamente especializado en las actividades de un t�cnico en salud. Y ese antecedente resulta relevante, porque en repetidas oportunidades la se�ora Ministra y otros de sus antecesores, frente a emergencias ambientales, han requerido, a su vez, la cooperaci�n de integrantes de las Fuerzas Armadas para la labor en consultorios, policl�nicas y otros servicios de atenci�n al p�blico, y normalmente esos funcionarios de las instituciones castrenses y de Carabineros son los mismos enfermeros a los que hoy, seguramente por una situaci�n no evaluada en su oportunidad por la se�ora Secretaria de Estado, no se les reconocen sus t�tulos de t�cnicos. �sa es la petici�n, se�or Presidente. Ruego que se hagan llegar a la se�ora Ministra de Salud la consulta y el antecedente expuestos. --Se anuncia el env�o del oficio solicitado, en nombre del Honorable se�or Mart�nez, conforme al Reglamento. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Corresponde el turno del Comit� Socialista. Tiene la palabra el Honorable se�or Viera-Gallo. IZQUIERDA ANTE VIOLACI�N A DERECHOS HUMANOS EN CUBA El se�or VIERA-GALLO.- Se�or Presidente, quisiera referirme a un art�culo del escritor Roberto Ampuero que se public� en "La Tercera" del domingo reci�n pasado, en el que se acusa a toda la Izquierda de guardar un silencio injustificable respecto de las violaciones a los derechos humanos en Cuba. El autor expresa: "Dig�moslo sin tapujos: mediante la omisi�n se practica aqu� un doble discurso perjudicial para la izquierda democr�tica. "Quiero reiterar que conden� y condeno las violaciones a los derechos humanos cometidas bajo la dictadura de Pinochet, las que no tienen parang�n en nuestra historia, y que anhelo que se imponga la justicia plena. En el caso de Cuba, rechazo no s�lo las acciones violentas contra el r�gimen, sino tambi�n el embargo econ�mico. Y no deseo ni el regreso de los batistianos ni la Cuba pre-revolucionaria, sino tan solo que los cubanos puedan escoger en elecciones aut�nticamente libres la alternativa pol�tica que estimen conveniente. Me identifico, por lo tanto, con la demanda de la inmensa mayor�a de los cubanos que viven en la isla y el exilio.". Dejo constancia, en primer lugar, de que coincido plenamente respecto de ese �ltimo p�rrafo. No quisi�ramos nada m�s que el pueblo cubano, libremente, sin retornar al pasado, pudiese elegir la alternativa pol�tica que le parezca m�s adecuada. El propio escritor reconoce �y es lo �nico- que la se�ora Hortensia Bussi viuda de Allende, cuando Fidel Castro estuvo en Chile, le represent� a �ste justamente que 42 a�os en el poder era demasiado, incluso para un Gobierno que se considerara a s� mismo inmejorable, y que, por lo tanto, deb�a convocar a elecciones libres. Cabe hacer presente a Roberto Ampuero, quien debiera sustentar un juicio un poco m�s equilibrado, que el Gobierno de la Concertaci�n ha emitido en la Comisi�n de Derechos Humanos de Naciones Unidas varios votos condenatorios a las violaciones a los derechos humanos en Cuba; que esos pronunciamientos se han registrado cuando los Ministros de Relaciones Exteriores han sido socialistas. Y, por lo tanto, en el momento de referirse al tema, el autor no puede omitir ese hecho, que me parece sustancial. En seguida, estamos interesados como el que m�s en que en Cuba se concrete una evoluci�n democr�tica. La cuesti�n radica en saber c�mo ello puede tener lugar; qu� podemos hacer, sin incurrir en una intervenci�n indebida, para favorecer ese proceso de modo que lleve a una mayor vigencia o a la vigencia plena de los derechos humanos. Y creo que el �nico ejemplo a mano son los cambios operados en Uni�n Sovi�tica y en Europa Oriental, donde, desde dentro de la propia sociedad, y no fundament�ndose tanto en los disidentes, cuanto en la propia evoluci�n interna de ella y del Partido Comunista, y dentro de esa colectividad pol�tica, se gener� una evoluci�n que dio origen a la "perestroika" y, despu�s, al cambio de r�gimen. Ello fue posible, entre otras cosas, b�sicamente porque la posici�n de Occidente y de Estados Unidos fue de apertura, de coexistencia pac�fica, de distensi�n y de colaboraci�n con la sociedad sovi�tica. La pol�tica de Estados Unidos hacia Cuba es exactamente la opuesta. Es la idea del aislamiento, del bloqueo y de la agresi�n, durante 40 a�os. Entonces, cuando en un pa�s peque�o existe un r�gimen como el de la isla, y una potencia como la mencionada se le plantea con ese nivel de agresividad, es obvio que se exacerba el nacionalismo y que se reprime "justificadamente", entre comillas, cualquier forma de disidencia, porque se sostiene que se vive un estado de emergencia o de excepci�n en que se halla en riesgo no la supervivencia del r�gimen, sino de la naci�n, en cuanto independiente. Es preciso tener en cuenta, adem�s, que la historia del pa�s caribe�o, respecto de Estados Unidos, es bastante traum�tica. Y es as�, se�or Presidente, que personalmente creo que el embargo -y no s�lo el embargo, sino tambi�n la pol�tica que normalmente han mantenido los Gobiernos estadounidenses hacia Cuba- es hoy el factor principal del inmovilismo del r�gimen isle�o. Deseo dejar establecido que, cuando me correspondi� efectuar - como ya apareci�, igualmente, en los fasc�culos de "La Tercera"- una primera gesti�n respecto del posible restablecimiento de relaciones entre el Gobierno de Chile, en esa �poca presidido por don Patricio Aylwin, y el de Cuba, una de las cosas que reiteradamente planteamos a las autoridades de este �ltimo fue la conveniencia de fijar un calendario de apertura que llevara a una mayor distensi�n y a un mayor pluralismo social, cultural y pol�tico. Esa posici�n fue la que el Papa Juan Pablo II, cuando estuvo en la isla, tambi�n reiter� en numerosas ocasiones, es decir, la necesidad de una evoluci�n de la sociedad cubana hacia una mayor convivencia pac�fica y, por lo tanto, un mayor respeto a los derechos humanos. Junto con lo anterior se debe tener en cuenta, asimismo, que en esa oportunidad se pudo obtener la liberaci�n de un chileno preso en Cuba acusado de ser un agente de la dictadura en nuestro pa�s. No s� si lo era o no: no dispongo de ning�n antecedente al respecto. Pero al menos se plante� esa exigencia y las autoridades cubanas dejaron libre a esa persona despu�s de que hab�a permanecido m�s o menos 15 a�os en la c�rcel. O sea, tampoco se puede sostener, como dice el se�or Ampuero, que haya habido indiferencia de las personas de Izquierda respecto de la situaci�n de los derechos humanos en Cuba. Deseo tambi�n se�alar que, encontr�ndome en Panam� y siendo presidente de una comisi�n interparlamentaria latinoamericana de derechos humanos, cuando se produjo el problema masivo de los balseros cubanos, fui a enterarme personalmente de su situaci�n; estaban en la zona del canal, en un campo -podr�amos decirlo as�, entre comillas- casi de concentraci�n, mientras se les buscaba un destino definitivo, pues ni Estados Unidos ni Panam� quer�an recibirlos. Muchos hablan de los derechos humanos en Cuba; muchos reclaman plena libertad para que los cubanos puedan salir de ese pa�s (como deber�a ser), y sin embargo, cuando llega el momento de que los Estados abran sus puertas para recibirlos -as� qued� demostrado en el caso de los balseros-, prima el ego�smo nacional y las puertas no se abren. Por lo tanto, se�or Presidente, creo que hay que juzgar las cosas con mayor rigor y no ponerlas -como lo hace Roberto Ampuero, a quien considero un notable escritor; he le�do todas sus novelas, y me parecen muy meritorias- en blanco y negro. En primer lugar, en el caso de Chile, se trata de establecer relaciones de gobierno a gobierno, con pleno respeto a los derechos que deben tener los pa�ses cuando entablan v�nculos diplom�ticos, al igual como los que tenemos con muchas otras naciones donde tambi�n los est�ndares de derechos humanos no son los mejores. En segundo t�rmino, el Gobierno de Chile y un componente importante que lo sustenta, constituido por los partidos de Izquierda, los cuales son cuestionados por Roberto Ampuero, deben levantar los principios de los derechos humanos como una bandera de su pol�tica exterior -lo que se ha acentuado en el �ltimo tiempo-, sin que ello signifique intervenir en los asuntos internos de otro pa�s. No podemos pretender hacer con Cuba lo mismo que le criticamos que hizo con Chile durante los a�os 70 y 80, y aun, en el primer per�odo de la d�cada del 90. Y, en tercer lugar, es muy importante que tengamos en cuenta que una cosa es levantar la voz siempre justa para defender principios, y otra, adoptar medidas adecuadas para que las situaciones puedan evolucionar positivamente. Como bien dice Roberto Ampuero, no se trata de justificar actos violentos contra Cuba; no se trata de justificar el terrorismo que algunas agrupaciones anticastristas han realizado, no s�lo en ese pa�s, sino tambi�n fuera de �l, e incluso contra chilenos, como ocurri� en el caso de Orlando Letelier, por cierto. Tampoco se trata de propiciar un regreso al pasado imposible, como si la revoluci�n no hubiera acontecido, en circunstancias de que todos -incluso, d�as atr�s lo hizo Arturo Fontaine en el Centro de Estudios P�blicos- reconocen al proceso revolucionario cubano avances relevantes en el campo social, especialmente en educaci�n y salud. Se trata, se�or Presidente, de favorecer un clima internacional que permita que la sociedad cubana recupere su normalidad; que deje de ser un estado de excepci�n; que deje de vivir en un per�odo de guerra -la Guerra Fr�a termin�-, y que, por tanto, dentro de su propia comunidad surjan las fuerzas necesarias para que el cambio tenga lugar. �sa es una pol�tica por cierto m�s dif�cil. Constituye una actitud tal vez m�s paciente, m�s perseverante, que se contradice a veces con simples art�culos o escritos que ponen las cosas -por as� decirlo- en blanco y negro, como si, a pesar de lo que aqu� se expresa, en alg�n lado est� la verdad, y en otro, toda la maldad. El punto es c�mo hacemos avanzar, en la historia compleja de la Isla, que casi no ha conocido una tradici�n democr�tica aut�ntica, valores de democracia y de justicia social, sin olvidar su pasado. Por eso, se�or Presidente -y con esto termino-, el art�culo de Roberto Ampuero, titulado "Un silencio injustificable", es al menos parcial. Creo que �l deber�a considerar muchos otros factores, que all� no aparecen, y, al mismo tiempo, reconocer la dificultad de la evoluci�n de la situaci�n pol�tica cubana mientras se mantenga la pol�tica de Estados Unidos tal cual est�. Y, con la misma fuerza con que ataca las violaciones a los derechos humanos en Cuba, Roberto Ampuero deber�a atacar la pol�tica estadounidense, que de alguna manera favorece ese estado de excepci�n, que justifica o, al menos, explica muchas de las restricciones y violaciones que existen en la isla a los derechos humanos y a las libertades p�blicas. Estimo que la pol�tica chilena en general -tanto de una parte del mundo empresarial como del mundo pol�tico casi en su conjunto y, tambi�n, de la Izquierda que respalda al Gobierno del Presidente Lagos- apunta en el sentido correcto, cual es el de restablecer relaciones normales con Cuba y, al mismo tiempo, favorecer en ese pa�s, como en muchas otras naciones del mundo, la plena vigencia de los derechos humanos y de las libertades p�blicas. He dicho. El se�or R�OS.- �Me permite una interrupci�n, se�or Senador? El se�or VIERA-GALLO.- Por supuesto. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Dispone de un minuto, Su Se�or�a. El se�or R�OS.- Honorable colega, siento que, pese a haber en sus palabras una cr�tica impl�cita... El se�or VIERA-GALLO.- Expl�cita; no impl�cita. El se�or R�OS.- Perd�n: expl�cita. Repito: siento que, pese a haber en las palabras de Su Se�or�a una cr�tica expl�cita a la falta de democracia en Cuba, existe raz�n suficiente para pensar tambi�n que hay cierto sesgo en el sentido de que estas cosas no deben verse en blanco y negro, y para, en alg�n grado, entender que hubo una revoluci�n, la cual se mantiene. De ello no existe duda. Pero se debe actuar con mayor fuerza. Hace algunos d�as, Fidel Castro sali� de la Isla y una periodista le pregunt�: "�Y si usted es detenido por la justicia internacional?". �l responde claramente: "Habr� combate". Y a la consulta de la periodista sobre qu� significaba eso, insisti�: "Habr� combate". La noticia llega a Europa, donde uno de los tantos jueces espa�oles que siempre est�n a la mira para hacer alguna declaraci�n se�ala: "No. Aquellos Presidentes que est�n en ejercicio no pueden ser detenidos en el mundo". Y un periodista del ABC, de Madrid, manifiesta: "Entonces, todas las personas que ostentan el poder de Presidente de la Rep�blica pueden, lisa y llanamente, ser asesinos, sin que ning�n gobierno ni autoridad internacional alguna se lo pueda prohibir". Por lo tanto, queda expl�cito que existe una disposici�n internacional en el sentido de que a Fidel Castro, una vez que salga del poder, lo van a tomar, pues est� acusado de cinco mil cr�menes o mucho m�s. Y eso significa claramente que Castro gobernar� hasta que fallezca. Obviamente, el hecho de que exista una disposici�n internacional en orden a que mientras sea Presidente no podr� llevarse a cabo ninguna acci�n de justicia en su contra implica decir: "Se�or Castro, nunca deje su gobierno". �sos son hechos reales. Por otro lado, el Senador se�or Viera-Gallo sostuvo que no es bueno que hagamos con Cuba lo mismo que le criticamos que hizo con Chile en los a�os 70 y 80. La verdad es que ninguno de los que somos adversarios del r�gimen comunista hemos pensado, de partida, enviar armas a Cuba. Tampoco estamos preparando una fuerza guerrillera para que vaya a trabajar o a actuar al interior de la Isla. Se trata de disposiciones y acciones muy distintas, se�or Presidente. Desde el punto de vista humanista, la visi�n pol�tica chilena es mucho m�s trascendente que la que pueden tener los cubanos. Eso es as�. Por eso, entendiendo que la actitud de Estados Unidos puede ser equivocada, �se no es s�lo un problema de Cuba: es un problema mundial, fundamentalmente radicado en Occidente, de manera muy especial en Europa, donde, a trav�s de much�simas declaraciones, normalmente se culmina defendiendo al r�gimen sobre la base de ejemplos como los que he se�alado. Muchas gracias, se�or Presidente. El se�or ZALD�VAR, don Andr�s (Presidente).- Habi�ndose cumplido su objetivo, se levanta la sesi�n. --Se levant� a las 18:29. Manuel Oca�a Vergara, Jefe de la Redacci�n