-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654359/seccion/akn654359-po1-ds9-ds13
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2529
- rdf:type = bcnres:Participacion
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/1
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/2529
- rdf:value = "
El señor SILVA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el diputado señor Cristián Leay.
El señor LEAY.-
Señor Presidente , durante mi intervención como diputado informante ya me referí a los fundamentos y problemas que enfrenta el sector eléctrico, y señalé que gran parte del proyecto apunta en la dirección correcta. Ahora, quiero referirme a dos temas de fondo que suscitaron un gran debate en la Comisión y respecto de los cuales sería bueno fijar posiciones en la Sala.
La primera cuestión se relaciona con la interconexión del Sistema Interconectado del Norte Grande , Sing , con el Sistema Interconectado Central , SIC. En realidad, esto se discutió no sólo en la Comisión, sino también en los medios de prensa: el desabastecimiento que se podría producir por falta de inversión en la generación de energía eléctrica del Sistema Interconectado Central, razón por la cual se plantea la necesidad de una interconexión de los dos sistemas, debido a que en el 2006 podría haber un black out, o posibles racionamientos. Y todo esto se basaba en un estudio realizado hace algún tiempo por la Comisión Nacional de Energía, conocido por todos los actores del sector, que se sustentaba en supuestos de muy difícil ocurrencia: que nuevamente hubiera dos años -no uno, sino dos- de sequía similar a la de 1999, que se produce cada cien años; que se registrara un gran incremento en la demanda eléctrica, superior al crecimiento del país, y que no se efectuaran inversiones en el Sistema Interconectado Central. En verdad, son supuestos que no se ajustan a la realidad y, por lo tanto, no me parecen suficientes para cambiar los parámetros económicos en los cuales se fundamentan los sistemas de peajes.
Pero -es bueno decirlo en la Sala- ¿por qué ocurrió esto? Porque hubo empresas que, en el pasado, optaron por reinvertir en el Sistema Interconectado del Norte Grande, lo cual ha significado que, a la fecha, haya allí una capacidad ociosa, es decir, una capacidad de generación que no está siendo utilizada. Equivocada o no -no me corresponde calificarla-, fue una decisión que tomaron en su minuto actores eléctricos privados. Si esas empresas tuvieran una demanda mayor de la que les permitiera generar su capacidad ociosa, obviamente, el valor de sus activos subiría sustancialmente.
El proyecto debe apuntar a que la energía que el consumidor recibe en sus hogares, como cliente regulado, sea que provenga del Sistema Interconectado Central, SAC, o del Sistema Interconectado del Norte Grande , Sing , sea al mínimo costo. Eso es lo que nos debe importar como legisladores, y no solucionar los problemas generados por la decisión de sobreinvertir adoptada por actores privados. Tal como lo reproduce el proyecto, debemos propender a una buena asignación de nuestros recursos productivos, de manera que las decisiones que tomen los actores de este mercado constituyan un elemento esencial y la base del crecimiento del sector. Aquí no necesitamos planificación o que el Estado actúe, sino, simplemente, reglas claras que permitan que los actores del mercado hagan las inversiones necesarias para ir asumiendo la mayor demanda de energía eléctrica, esencial para el desarrollo del país. Debemos tener claro que el crecimiento de éste siempre va acompañado de una mayor demanda de energía.
Entonces, uno de los fundamentos de la interconexión era que ésta podía suplir los déficit que se produjeran en el Sistema Interconectado Central, con lo cual se favorecerían todos los consumidores. A nuestro juicio, eso es lo prudente.
Como expliqué en mi calidad de diputado informante , el proyecto establece que un consultor deberá elaborar un estudio cada cuatro años sobre el sistema troncal y respecto de las instalaciones existentes y de las nuevas, en las cuales se pueda llevar a cabo una interconexión. Al respecto, hemos señalado que hay una alta probabilidad de que dicho consultor se pueda equivocar, no debido a un mal manejo de las cifras, sino porque la dinámica de un país va cambiando. A modo de ejemplo, si dicho estudio se hubiera efectuado en 1995, cuando el país crecía a una tasa del 6 por ciento y la demanda eléctrica en algunos sectores aumentó sobre el 9 por ciento, se habría llegado a la conclusión de que era necesario efectuar ampliaciones de acuerdo con la demanda proyectada y con la realidad que se visualizaba en esos momentos. Ahora, si el mismo estudio se hubiera hecho en 1997, época en que el crecimiento y la demanda eléctrica decayeron sustancialmente, todas las ampliaciones consideradas habrían quedado en nada.
De manera que el costo de las decisiones que se tomen sobre la base del estudio de un consultor -que puede contener errores de planificación-, entre las cuales puede incluirse la interconexión, no debería ser pagado por los consumidores. ¿Por qué digo esto? Porque en otras ocasiones se ha hecho una sobreinversión debido a que la demanda no fue la esperada, la que siempre es pagada por los chilenos, a través de las tarifas que se nos cobran por los servicios.
No me pareció adecuada la interconexión planteada por algunas empresas del Sistema Interconectado del Norte Grande, porque se traspasaba el riesgo a los consumidores, mientras que el beneficio que obtenían por el mayor valor de sus activos, que hoy forman parte de su capacidad ociosa, era sólo para ellas. Creo que lo más importante es que las empresas asuman tanto los costos como los beneficios. Asimismo, el Ejecutivo no puede legislar sobre supuestos racionamientos o black out, ya que éstos, en definitiva, no tienen sustento en la fórmula económica planteada.
Por eso, nuestro partido ha trabajado paralelamente con el ministro del ramo en comisiones de estudio para buscar fórmulas que permitan a las empresas del norte grande ocupar su capacidad ociosa, pero no con subsidios de los consumidores, sino con elementos de mercado que las obliguen a asumir los riesgos y los legítimos beneficios a que tienen derecho.
Quiero subrayar este aspecto, porque aquí se ha planteado que algunos estamos en contra y otros a favor de la interconexión. Eso no es efectivo; lo que queremos es que el mercado opere libremente, pero sin subsidio de los consumidores. No existe razón alguna que justifique modificar el criterio de eficiencia económica que se traduce en tarifas baratas para los consumidores. No se puede plantear que debido a un black out o a un eventual racionamiento, los consumidores debamos pagar un verdadero subsidio por una sobreinversión, pues la decisión fue tomada por ciertos agentes productivos en la zona norte, problema que debe resolverse con criterios económicos. El proyecto abre las puertas en ese sentido.
En segundo lugar, quiero referirme al estudio del consultor, a que ya hice mención.
El proyecto se refiere no sólo a los valores de inversión y a los costos de administración y mantención de las líneas que existen, sino también a las que se instalen como consecuencia de la expansión. Por eso, consideramos que el estudio del consultor debe ser indicativo para que año a año el Centro de Despacho Económico de Carga, en que están representadas todas las empresas, evalúe la demanda, las variables económicas y dónde se requerirán las ampliaciones, a fin de que se dicten los decretos del caso, según corresponde en una economía globalizada como la que vivimos.
Nuestro país cuenta con buenas variables macroeconómicas y con tasas de crecimiento adecuadas, pero hechos externos pueden hacer variar las cosas. Por ejemplo, las recesiones del mercado afectan la economía. Así, a nuestro juicio, la planificación cada cuatro años es incorrecta. Incluso, puede ser dañina si junto con la transmisión se planifica la generación. Sería un error económico, porque, al final, las sobreinversiones en transmisión las pagarían los consumidores, la gente más modesta.
Por lo tanto, intentaremos que se regule la generación de energía suficiente para cubrir la demanda, al menor costo posible.
Nos preocupan los consumidores, tanto los clientes regulados de hogares como los clientes libres, porque en la medida en que suben los insumos eléctricos es menos competitiva la industria, la cual debe competir permanentemente y con costos bajos que le permitan abrirse mercado según las alternativas que presenten los tratados de libre comercio.
Esperamos que en el Senado se precise el estudio del consultor, de modo que sea indicativo año a año para que el Centro de Despacho Económico de Carga defina las necesidades del sistema.
La UDI hizo presente algunas discrepancias en la Comisión. Sin embargo, según lo expresó el señor ministro , esperamos contar con un sector dinámico y competitivo, que, además de planificar, garantice a los inversionistas que sus instalaciones se pagarán.
En definitiva, esos aspectos apuntan a un desarrollo natural del mercado eléctrico, sin perjuicio de que se aborden los dos puntos de fondo que he planteado.
En consecuencia, junto con aprobar la idea de legislar, en la discusión particular pediré que se voten separadamente algunos artículos.
He dicho.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654359/seccion/akn654359-po1-ds9
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654359