-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654360/seccion/akn654360-po1-ds14-ds16
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1470
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- rdf:type = bcnres:Participacion
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/1
- rdf:value = "
El señor GARCÍA (don René Manuel) .-
Señora Presidenta , como soy uno de los autores del proyecto, intervengo sólo para pedir a los colegas que lo aprobemos de una vez por todas. Además, cuando se discutió por primera vez, se decidió remitirlo a la Comisión sólo para que ésta aclarara la redacción de la frase que mencionó el diputado informante . Nada más. En esa ocasión pude apreciar que todos los colegas estaban de acuerdo con el proyecto.
Es bueno hacer presente que no sólo las compañías de seguro tienen la obligación de cumplir con esta exigencia, sino también los particulares.
Para los colegas que no estaban al tanto del proyecto, resultaba inexplicable que un vehículo siniestrado, quemado, chocado y que no servía para nada, fuera rematado entre un millón y medio y dos millones de pesos. Las empresas aseguradoras decían que el remate de vehículos siniestrados que eran calificados de pérdida total, les producía beneficios, ya que, en el ejemplo anterior, si el vehículo costaba 7 millones, sólo pagarían al asegurado alrededor de 5 millones de pesos.
Sin embargo, el problema es que no se vende el vehículo, sino el padrón. Operan verdaderas mafias o señores -para no ser tan duros- especializados en la compra de esos padrones y papeles que certifican que el vehículo corresponde a fulano de tal, así como de sus patentes. A su vez, estos mafiosos llaman a ladrones que trabajan con ellos para darles las características del vehículo rematado, con el objeto que se roben otro igual. Cuando lo obtienen, le arreglan los números del motor y le ponen las patentes del vehículo siniestrado, con lo que adquieren un vehículo nuevo, cero kilómetro, el que posteriormente se vende para lograr una utilidad de varios millones de pesos.
De esta manera, se repite el drama de que a una persona le roben su vehículo y no lo recupere nunca más. Esto ocurre con toda clase de vehículos. Por ello, con el diputado Ceroni nos pareció de extrema justicia patrocinar este proyecto.
Además, hay que tener presente que si un vehículo se vende por piezas y partes, aunque no esté asegurado, existirá la obligación de declarar al Registro su desarme total o parcial, ya que su propietario o la compañía de seguro serán deudores solidarios del tercero a quien le hayan robado su vehículo y blanqueado con los documentos del destruido. Tendrán que responder por un delito que antes no estaba establecido por ley.
A mi juicio, es de extrema necesidad que se ponga coto a un problema que da muchos dolores a la gente, lo que se logra por la vía de esta iniciativa.
Reconozco que las compañías de seguro hablaron conmigo para que no se presentara el proyecto. Les hice ver que era preferible pagar 2 millones de pesos más, pero no incentivar el funcionamiento de estas verdaderas mafias, repito, que compran los padrones de los vehículos siniestrados para hacer negocios muy lucrativos. Por ejemplo, compran los papeles de un Peugeot 405 siniestrado, en 500 mil pesos o en un millón de pesos, en circunstancias de que su valor comercial es de 12 millones de pesos. A continuación, roban otro similar, lo blanquean y lo venden en 7 millones u 8 millones de pesos. Es decir, obtienen una utilidad extremadamente grande, en desmedro de las personas que pierden su vehículo, un patrimonio importante, que, para mucha gente, representa el trabajo de gran parte de su vida.
Según las estadísticas, en Chile roban un auto por minuto. En consecuencia, el tema no es menor, y los parlamentarios nos sentimos obligados a enfrentar el problema y a brindar más transparencia y más seguridad a los dueños de vehículos.
Por ello, con mucha fuerza y pasión, voy a votar favorablemente para que, ojalá hoy, el proyecto sea despachado al Senado y, dentro del año, se promulgue como ley de la República , a fin de poner freno al robo de vehículos.
Espero que las compañías de seguro entiendan la labor del legislador y cubran sus riesgos de otra manera. Por lo demás, las compañías aseguradoras, a su vez, están aseguradas por otras compañías. A lo más, tendrán que subir la prima en medio punto o un punto. Pero, como legisladores, nos interesa proteger la propiedad de las personas que tienen un vehículo, así como dar seguridad, estabilidad y tranquilidad a quien compra un vehículo, pues sabrá que no es robado.
Reitero, la bancada de Renovación Nacional y yo, como autor del proyecto, lo votaremos favorablemente.
He dicho.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654360/seccion/akn654360-po1-ds14
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/654360