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- rdf:value = " PROYECTO DE ACUERDO APROBATORIO DEL TRATADO DE LIBRE COMERCIO ENTRE LAS REPÚBLICAS DE CHILE Y DE COREA. Primer trámite constitucional.
La señora ALLENDE, doña Isabel ( Presidenta ).-
En el Orden del Día, corresponde conocer, en primer trámite constitucional, el proyecto de acuerdo que aprueba el tratado de libre comercio entre las Repúblicas de Chile y de Corea, suscrito en Seúl el 15 de febrero de 2003.
Diputados informantes de las comisiones de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana, y de Hacienda, son los señores Edgardo Riveros y José Pérez, respectivamente.
Antecedentes:
-Mensaje, boletín Nº 3279-10, sesión 14ª, en 8 de julio de 2003. Documentos de la Cuenta Nº 2.
-Informes de las Comisiones de RR.EE. y de Hacienda. Documentos de la Cuenta Nºs 7 y 8, respectivamente.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).-
Tiene la palabra el diputado Edgardo Riveros.
El señor RIVEROS.-
Señora Presidenta , en representación de la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana, paso a informar sobre el proyecto de acuerdo aprobatorio del tratado de libre comercio entre el Gobierno de la República de Chile y el Gobierno de la República de Corea, y sus anexos, suscritos en Seúl el 15 de febrero de 2003.
Como lo destaca el informe, este tratado, con sus anexos y apéndices, tiene una extensión, aproximadamente, de 1 mil 250 páginas, de manera que me referiré, en términos generales, a los antecedentes que se tuvieron en consideración en la Comisión para adoptar la decisión unánime de proponer a la honorable Cámara la aprobación de este tratado, y dejaré para el debate de la Sala el tratamiento de los aspectos específicos que puedan interesar a los colegas.
Al destacar la importancia de este tratado para la política exterior chilena, su Excelencia el Presidente de la República señala, en su mensaje, que este instrumento crea una sólida y profunda zona de libre comercio entre Chile y la República de Corea, lo que constituye un factor fundamental para dar seguridad y reforzar normativamente la expansión del intercambio comercial bilateral, para lo cual se incorporan las reglas y disciplinas comerciales correspondientes.
Estamos en presencia de un acuerdo histórico, ya que es el primer tratado de libre comercio suscrito entre una economía asiática y otra occidental. Asismismo, es el primero para la República de Corea y, además, el primer acuerdo de libre comercio transpacífico, logro que distingue a nuestro país como pionero en la apertura y profundización de vínculos con el Asia Pacífico.
A través de este tratado, Chile estará en condiciones de ser un puente efectivo entre Asia y América y de seguir aumentando su mercado, el que llega a 858 millones de personas con los acuerdos comerciales vigentes, cantidad que se verá aumentada con los 47 millones de habitantes de la República de Corea. Más aun, se ampliará el vasto espectro de eventuales compradores de exportaciones chilenas si se tiene presente la participación de la República de Corea en la Asociación de Países del Sudeste Asiático, Asean, y en el esquema de cooperación económica entre países de la región Asia-Pacífico, Apec.
Refiriéndose a la importancia comercial que la República de Corea tiene para Chile, señala que este país se ubica entre el cuarto y el sexto destino de nuestras exportaciones, compitiendo con Brasil y México . Se indica que es la economía número once del globo, con 47 millones de habitantes y un ingreso per cápita de 9 mil 400 dólares. Es, además, una de las economías de mayor crecimiento en las últimas décadas, pues ha tenido niveles de crecimiento sostenido de 8,9 por ciento durante la década de los ochenta y de 5,7 por ciento en la de los noventa.
Sostiene que una de las claves del éxito de la economía de la República de Corea ha sido el crecimiento de las exportaciones, las que tienen un elevado porcentaje de bienes de alta tecnología, que alcanza al 35 por ciento de las ventas externas coreanas.
El tratado de libre comercio sometido a la consideración de la Cámara de Diputados, dota de considerables ventajas competitivas a productos chilenos clave en materia de exportación. Hoy, los aranceles de la República de Corea son altos. Varían desde niveles del 7 por ciento en el sector industrial y 50 por ciento en la agricultura. En este último sector, abundan los aranceles sobre 40 por ciento y no son escasos aquellos superiores a ciento por ciento.
De manera que los exportadores chilenos, por ser éste el único tratado de libre comercio negociado por la República de Corea, disfrutarán de rebajas arancelarias que estarán disponibles sólo para ellos, particularmente respecto de productos pesqueros, mineros, forestales, agrícolas, industriales y agroindustriales.
Por otro lado, las ventajas arancelarias, junto a disciplinas diversas, orientadas a otorgar estabilidad a las decisiones bilaterales de comercio e inversión, y a un adecuado sistema de solución de controversias, transforman a este tratado en un instrumento preciso para consolidar favorables expectativas de inversión, de exportaciones y de crecimiento.
Finalmente, el mensaje señala que este tratado forma parte de los esfuerzos realizados por Chile en la última década para avanzar en la liberalización e integración comercial, y en la creación de un marco claro en materia de normas y de disciplinas comerciales, tanto a nivel multilateral y unilateral como respecto de las negociaciones bilaterales y regionales. De este modo, la política comercial de Chile constituye una pieza clave del modelo de desarrollo nacional.
Por su parte, la señora ministra de Relaciones Exteriores y el director general de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores , órgano técnico negociador de este tipo de tratados de libre comercio, al informar a la Comisión sobre la importancia de la República de Corea en la consolidación de la estrategia exportadora chilena, señalaron que el tratado celebrado con esa nación establece entre ambos países una nueva alianza de proyecciones estratégicas en un escenario global y regional en pleno cambio.
Sostuvieron que la República de Corea, aunque fue una de las economías más afectadas por la crisis asiática de 1997 y 1998, ha recuperado su dinamismo productivo y ha tomado la delantera, en Asia, en la implementación de reformas estructurales conducentes a una plena inserción de su economía en los flujos internacionales de bienes, servicios y capitales. La negociación de acuerdos bilaterales de libre comercio, partiendo por el TLC con Chile, es, precisamente, la innovación más trascendente de la nueva política comercial coreana, que, entre otras cosas, incluyó una sustantiva apertura unilateral del comercio y de las inversiones.
Agregaron que las perspectivas de esa economía, aun considerando el impacto regional que ha causado la epidemia del Síndrome Agudo Respiratorio Severo, Sars, en el este de Asia, son auspiciosas. Se proyecta una tasa de crecimiento del PGB del orden del 3,5 por ciento para este año, la segunda más alta en el este de Asia, después de la República Popular China, y una tasa de expansión del producto superior al 5 por ciento para los próximos cinco años, también una de las más altas de la región.
Informaron que la República de Corea es uno de los socios comerciales más antiguos e importantes de Chile en Asia Pacífico -la principal región de destino de nuestras exportaciones-, como que en 2002 ocupó el décimo lugar. Ese mismo año, fue el tercer destino para las exportaciones chilenas al Asia -detrás de Japón y de la República Popular China, países que tienen un tamaño mucho mayor-, y séptimo a nivel mundial.
Una visión global de las estadísticas del intercambio comercial bilateral -que figuran en el informe escrito- muestra que éste ha crecido desde los 382 millones de dólares registrados en 1990, hasta un máximo de 1.577 millones de dólares, cuando irrumpe la crisis asiática. Luego de la marcada caída del intercambio comercial en 1998, éste se ha venido recuperando. De hecho, los datos del primer semestre de 2003 muestran un ritmo de incremento que ya supera los 510 millones de dólares, con un aumento de 46 por ciento respecto de similar lapso del año anterior. De mantenerse el mismo ritmo en la segunda mitad del año, las exportaciones a ese país podrían sobrepasar los mil millones de dólares, cantidad que superaría el récord alcanzado en 1997.
En su informe técnico-comercial, la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales, Direcon, sostiene que este tratado es un poderoso instrumento para que las tradicionales complementariedades entre las economías asiáticas y latinoamericanas se proyecten hacia los nuevos ámbitos de las relaciones económicas e involucren a un mayor universo de empresas y agentes económicos, en especial a las pequeñas y medianas empresas. Por la cobertura y profundidad del acuerdo, también es un aporte significativo a los avances que se logren en las negociaciones multilaterales en la Ronda de Doha, en el seno de la Organización Mundial del Comercio, para mejorar sustantivamente el clima de negocios, su transparencia y predictibilidad, profundizando la liberalización comercial multilateral.
Por otra parte, afirma que al concluir exitosamente las negociaciones con la Unión Europea, el Área de Libre Comercio Europea, Efta, los Estados Unidos de América y la República de Corea, Chile se ha convertido en un nodo directamente conectado a buena parte de los grandes espacios económicos de la economía global. Sólo estos cuatro acuerdos permiten el acceso preferencial de nuestros productos al 57 por ciento del PIB mundial.
De este modo, con los acuerdos vigentes, ya negociados, y con aquellos a los que les resta su ratificación parlamentaria, Chile está consiguiendo que el 70 por ciento de sus exportaciones ingrese con trato preferencial a un mercado equivalente a dos tercios del PIB mundial. Lo acontecido con las últimas negociaciones es muy significativo, pues gracias a ellas hemos dado un salto histórico: del 7 por ciento podríamos llegar al 64 por ciento del PIB mundial en el año 2004.
Desde otro punto de vista, señala que en su conjunto, esta red de acuerdos permite convertir al país en una plataforma estable y transparente de negocios hacia el hemisferio americano. Ello también se ve potenciado por los avances en la liberalización y protección de las inversiones, por los acuerdos que evitan doble tributación y por el propósito de las autoridades de convertir a Chile en una plataforma de inversiones y servicios. El tratado de libre comercio entre Chile y la República de Corea del Sur es una pieza fundamental de esta nueva arquitectura, que busca expandir la frontera y la escala del intercambio económico entre América latina y el este de Asia.
La existencia de este TLC debería estimular las inversiones coreanas en Chile al aumentar sus garantías y las oportunidades comerciales. Los beneficios arancelarios que Chile ha obtenido en las últimas negociaciones están disponibles para cualquier inversionista internacional que se instale en el país, considerando el trato no discriminatorio que Chile ofrece.
La República de Corea tiene un patrón de inversión altamente intensivo en innovación tecnológica, en el cual destacan los sectores de telecomunicaciones, automotor, siderurgia, metalurgia, textiles y confección, así como en el de tecnologías de información. Chile ofrecería a los empresarios coreanos el atractivo de un mercado sudamericano ampliado, producto de los acuerdos comerciales negociados en la región, además del atractivo para las inversiones coreanas en los sectores agroindustrial, silvícola, pesquero y minero, reforzando sus potencialidades como plataforma de negocios en América del Sur. El vínculo entre la modernización productiva de estos sectores y los avances en tecnologías de la información, ámbito donde la República de Corea ejerce liderazgo a nivel mundial, abre interesantes posibilidades de joint ventures.
El tratado de libre comercio también estimula las alianzas empresariales estratégicas en sectores que gozan de preferencias arancelarias en otros países sudamericanos, en México, en Canadá y en Estados Unidos de América, cuyos insumos productivos provengan en una medida importante desde la República de Corea. En ese sentido, destacan los sectores intensivos en el uso de productos derivados de la petroquímica -textiles y confección-, así como también una amplia variedad de insumos industriales -máquinas, bombas, ascensores, palas mecánicas, motores y tornos-, de los que la República de Corea es un importante productor mundial.
La política comercial es una pieza clave del modelo de desarrollo chileno, el cual busca abrir mercados, atraer y dinamizar inversiones, llevar el desarrollo a las regiones y generar más y mejores empleos, prosperidad y bienestar para los chilenos. Reforzar, en esta política, el vínculo con Asia Pacífico, la zona de mayor crecimiento en la economía mundial en los últimos treinta años, es un objetivo estratégico.
Hemos partido por Corea, indica el Ejecutivo , y, probablemente, en años próximos podremos ir sumando nuevos acuerdos con otros significativos mercados asiáticos.
El tratado, además de establecer una zona de libre comercio entre Chile y Corea, persigue los siguientes objetivos, cuyos contenidos se encuentran detallados en el informe de que disponen los señores diputados, por lo que me limitaré sólo a enunciarlos:
1. Estimular la expansión y diversificación del intercambio comercial bilateral;
2. Eliminar los obstáculos técnicos al comercio y facilitar el movimiento transfronterizo de bienes y servicios entre los territorios de los dos países;
3. Promover condiciones de competencia leal en la zona de libre comercio:
4. Aumentar sustancialmente las oportunidades de inversión entre los dos países;
5. Proporcionar protección adecuada y eficaz para los derechos de propiedad intelectual y para el cumplimiento de los mismos;
6. Crear procedimientos eficaces para la aplicación y cumplimiento del tratado, para su administración conjunta y para la solución de controversias, y
7. Establecer un marco para la ulterior cooperación bilateral y multilateral, encaminado a ampliar y mejorar los beneficios del tratado.
Además de su preámbulo, el tratado consta de siete partes, veintiún capítulos, más anexos y apéndices al articulado.
En el preámbulo se formulan las declaraciones de propósitos políticos fundamentales que inspiran la decisión de los gobiernos en la celebración de este tratado, entre los que destacan su voluntad de fortalecer los lazos de amistad y cooperación bilateral, la convicción común de que este TLC chileno-coreano producirá beneficios mutuos y contribuirá a la expansión del comercio internacional según el sistema multilateral de la OMC e, incluso, conforme los acuerdos celebrados en el marco de la Apec.
La parte I, relativa a los “Aspectos Generales”, consta de dos capítulos.
El capítulo 1 contiene las “Disposiciones Iniciales”. En ellas se formaliza la decisión gubernamental de establecer una zona de libre comercio entre ambos países; se definen los objetivos del tratado, ya enunciados; se confirma la relación de este instrumento con los derechos y obligaciones contraídos entre las partes, principalmente en el marco de la Organización Mundial del Comercio, y se compromete a los gobiernos a hacer efectivo el cumplimiento del tratado en sus respectivos territorios.
El capítulo 2 contempla las “Definiciones Generales”. Entre ellas, se precisa el alcance de los términos “ciudadano”, equivalente al de “nacional del respectivo país”, y el de “territorio”, que se hace extensivo al espacio terrestre, marítimo y aéreo bajo la soberanía de cada Estado, comprendidos los espacios marítimos que sancionan el derecho internacional y el derecho interno.
La parte II regula el “Comercio de Bienes”. Sus capítulos se refieren al trato nacional y al acceso de bienes al mercado; a las reglas de origen, a los procedimientos aduaneros; a las medidas de salvaguardia, a los derechos antidumping y compensatorios; a las medidas sanitarias y fitosanitarias, y a materias relativas a normalización.
En virtud del trato nacional en materia arancelaria, los bienes de una parte, una vez ingresados al territorio de la otra parte, no pueden ser objeto de discriminación y tienen el mismo tratamiento que los bienes de la parte importadora.
El anexo 3.4 contiene los compromisos de “eliminación de aranceles aduaneros”. En su sección 1 se establece el calendario de eliminación para las importaciones de productos originarios de ambos países, según listas que se anexan al tratado.
En el caso de las exportaciones procedentes de la República de Corea al mercado chileno, se negoció un calendario de desgravación que considera cinco listas, con distintos plazos para llegar al arancel cero: desgravación inmediata, y a cinco, siete, diez y trece años (en este último caso, se incluyen cinco años de gracia antes de comenzar a desgravarse).
Por su parte, para las exportaciones chilenas al mercado de la República de Corea se incluyen seis listas, con plazos de desgravación inmediata, y a cinco, siete, nueve, diez y dieciséis años (en este último caso, con seis años de gracia).
Considerando estos cronogramas, se observa que el 87 por ciento de los ítem arancelarios tendrá una desgravación inmediata, una vez entrado en vigor el tratado, cifra que representa el 41 por ciento del valor de las ventas chilenas al mercado de la República de Corea.
En desgravación a cinco años se incluye el 6,3 por ciento de los ítem, que constituyen 2,9 por ciento de las exportaciones chilenas. Luego, en desgravación a siete años, la República de Corea ubica el 53,5 por ciento del total de las ventas de Chile a ese mercado. En consecuencia, luego de siete años, Chile tendrá acceso libre de aranceles para el 97 por ciento del valor de las exportaciones al mercado de la República de Corea .
El 41 por ciento de las actuales exportaciones chilenas se ubican en desgravación inmediata. Distinguiendo entre exportaciones de cobre o de no cobre, el 78 por ciento de las exportaciones de no cobre de Chile a la República de Corea está en lista de desgravación inmediata. En el año cinco, Chile gozará de arancel cero para 88 por ciento de este tipo de exportaciones.
Si se consideran los principales productos de exportación chilenos, se observa que trece de los veinte productos que ocupan los primeros lugares llegarán a arancel cero en forma inmediata una vez que entre en vigor el tratado.
Respecto de las importaciones procedentes de la República de Corea que llegan a Chile, el 70 por ciento tendrá un acceso inmediato libre de arancel al momento de la entrada en vigor del tratado, lo que corresponde a 2.437 ítemes arancelarios, lo que representa el 41 por ciento del total de los ítemes. En un plazo de cinco años estarían libres de arancel 84 por ciento de las importaciones procedentes de la República de Corea, mientras que en diez años entrarían libres de arancel casi 90 por ciento de los productos importados desde dicho país.
En el plazo más largo, que en este caso es de trece años, con cinco de gracia, se han incluido productos que son sensibles para la industria nacional, como el polietileno, los textiles, el calzado y algunos aceros.
En las excepciones han quedado incluidos productos como lavadoras, refrigeradores, neumáticos y los productos con bandas de precios.
Respecto de los productos chilenos sensibles, ellos se ubican en categorías de desgravación de muy largo plazo, con períodos suficientemente largos para el ajuste frente a las nuevas condiciones de competencia provocadas por el tratado. Es el caso de algunos textiles, de algunos aceros, de calzados y de neumáticos nuevos de autos: trece años, con cinco de gracia. Asimismo, se incluyen otros textiles (la mayor parte del sector), algunos cementos y acumuladores eléctricos: diez años.
Se incorpora una salvaguardia especial para el sector agrícola.
Las principales características de esta salvaguardia son: primero, se activa cuando se produce un aumento en las importaciones que cause o amenace causar grave daño en los mercados de la otra parte; segundo, debe ser consultada con la parte involucrada; tercero, podrán tomarse medidas de emergencia, y cuarto, las partes podrán acordar compensaciones a la parte afectada.
Es importante considerar esto -segura-mente, será mencionado por la señora ministra en su intervención- por cuanto ha sido motivo de discusión en Corea por ser uno de los aspectos medulares del tratado.
La parte III, referida a “Inversiones, servicios y asuntos relacionados a inversiones”, contempla normas análogas a las convenidas en los tratados bilaterales sobre promoción y protección recíproca de inversiones celebrados por Chile con una cincuentena de países, y, particularmente, en los tratados de libre comercio con Canadá y México .
Lo señalado explica que ambos países hayan convenido dejar sin efecto el Acuerdo bilateral de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones, suscrito el 6 de septiembre de 1996 y sancionado por el Congreso Nacional el 9 de agosto de 1999.
Cabe hacer notar que, en materia de transferencias relativas a la inversión de la otra parte, los Gobiernos de Chile y de la República de Corea se comprometen a que ellas puedan realizarse libremente y sin demora, en una divisa de libre uso al tipo de cambio vigente en el mercado. El mensaje hace notar que la aplicación irrestricta de la norma del tratado podría ir en detrimento de las atribuciones que su ley orgánica constitucional confiere al Banco Central de Chile. Por ello, el Gobierno de Chile ha incluido una reserva a dicho artículo, que permitirá que el Banco Central aplique ciertas medidas restrictivas a las transferencias del capital, intereses o utilidades de la inversión con la finalidad de mantener la estabilidad de la moneda en términos diferentes a los actualmente permitidos por su ley orgánica.
La reserva, así formulada, afecta las facultades que el referido texto legal otorga al Banco Central para fijar el requisito de reserva, ya que reduce de 40 por ciento a 30 por ciento el monto máximo del encaje exigible y, además, limita su vigencia a un plazo no superior a dos años, que la norma legal citada no contempla.
Por tales motivos, la adopción del proyecto de acuerdo en trámite requerirá, respecto de dicho inciso de la reserva consignada en el anexo 10.11, del quórum especial exigido por el artículo 63 de la Constitución Política para la aprobación de las normas legales de carácter orgánico constitucional.
La parte IV, relativa a “Contratación Pública”, tiene por objeto asegurar una efectiva y recíproca apertura de los mercados públicos de las partes.
El tratado de libre comercio contempla un conjunto de disciplinas procesales orientadas a otorgar mayor certeza y predictibilidad jurídica al momento de acceder al mercado público de las partes. En efecto, se establece como regla general de contratación la licitación abierta, en tanto que incorpora un listado de causales específicas que permiten a las Partes recurrir a procedimientos distintos a dicha modalidad de contratación.
El mensaje destaca que estas normas representan un importante potencial de oportunidades de negocios para el sector privado chileno, en tanto que asegura la participación de proveedores y eventuales inversionistas en los procesos de contratación pública.
La parte V, relativa a “Derechos de Propiedad Intelectual”, impone a cada parte la obligación de otorgar, en su territorio, a los nacionales de la otra Parte, protección adecuada y eficaz para los derechos de propiedad intelectual garantizando que las medidas destinadas a cumplir esos derechos no se conviertan en obstáculos para el comercio legítimo. Para estos efectos, los gobiernos se comprometen a aplicar los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio, OMC, sobre la materia.
En lo relativo a indicaciones geográficas, las partes se comprometen a proteger recíprocamente las indicaciones geográficas de la otra parte que cumplan con la definición de indicación geográfica del Acuerdo sobre los Aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio, Adpic . Se prohíbe la fabricación y venta de productos con indicaciones geográficas de la otra parte, y se contempla un mecanismo para listar las indicaciones geográficas que deben ser protegidas; incluso se admite la posibilidad de ampliarlas, como en el caso de Chile, a futuras zonas vitivinícolas.
La parte VI, concerniente a “Disposiciones Administrativas e Institucionales”, establece la Comisión de Libre Comercio, encabezada por los ministros de Relaciones Exteriores de ambos gobiernos; un secretariado, a cargo de la Dirección General de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores ( Direcon ), en el caso de Chile, y comités y grupos de trabajo.
La “Solución de Controversias” admite la posibilidad de recurrir a los procedimientos previstos en la OMC o a los especiales que se contemplan en este Tratado de Libre Comercio. Entre éstos, están las consultas entre las partes, y si ellas no prosperaren, la constitución de un grupo arbitral de tres miembros elegidos en la forma prevista en el Tratado, cuyo informe final es obligatorio e inapelable para las partes, sin perjuicio de que ellas puedan convenir otra cosa. Es decir, se trata de los requisitos lógicos en cuanto a recursos establecidos para el sistema arbitral de solución de controversias.
En el curso del estudio de este tratado la Comisión recibió las exposiciones de diferentes personeros, encabezados por la ministra de Relaciones Exteriores y por el director general de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería.
Además, la Comisión escuchó a representantes de entidades del sector privado, entre otros, a los de la Corporación de la Madera, de la Asociación de Exportadores de Chile, de la Asociación de Productores Avícolas, de Coesam Limitada, de la Asociación de Viñas de Chile, de la Sociedad Nacional de Agricultura, de la Sociedad de Fomento Fabril, del Instituto Textil, de la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones y de la Cámara Chileno-Coreana de Comercio.
Las opiniones recibidas tanto del Gobierno como del sector privado fueron favorables a la aprobación de este tratado, con excepción del representante del Instituto Textil, quien manifestó que, desde 1999, año en que se empezó a promover la idea de un tratado de libre comercio con la República de Corea, su organización ha reiterado su oposición, principalmente ante el director general de Relaciones Económicas Internacionales del Ministerio de Relaciones Exteriores , como también ante el ministro de Economía , Fomento y Reconstrucción y el Presidente de la República.
Junto con otras aprensiones, el representante del Instituto Textil expresó que su organización tiene fundadas razones para asegurar que la industria chilena no tendrá ninguna posibilidad de éxito en los litigios que, con seguridad, surgirán como resultado del incumplimiento de los términos del Acuerdo por parte de Corea del Sur.
Ésta fue, reitero, la única opinión discordante de los comentarios positivos entregados por el resto de las personas consultadas tanto del ámbito público como del privado.
En el Anexo Nº II, la Comisión proporciona lo sustanciales de lo expuesto por las autoridades y funcionarios de Gobierno y por los representantes de las entidades del sector privado.
Durante su estudio, la Comisión pudo constatar que el tratado de libre comercio con la República de Corea es un acuerdo de contenido análogo a otros ya aprobados por el Congreso Nacional, como los celebrados con la Unión Europea, Canadá , México y Centroamérica, y se remite en diversas materias a tratados internacionales multilaterales ya vigentes en el orden interno, como los suscritos en el marco de la Organización Mundial del Comercio. Por esa razón, no hay inconvenientes de derecho para su aprobación parlamentaria.
De modo que, por lo señalado y atendidos los antecedentes recibidos, la Comisión decidió, por unanimidad, recomendar a la honorable Cámara que preste su aprobación al tratado de libre comercio entre el Gobierno de la República de Chile y el Gobierno de la República de Corea, y a sus anexos, con las correcciones formales introducidas a su texto en español mediante las notas verbales que se señalan en el artículo único del proyecto de acuerdo que su Excelencia el Presidente de la República ha propuesto mediante indicación sustitutiva que la Comisión propone adoptar, con modificaciones de menor entidad que no se estima necesario detallar ya que se salvan en su texto.
Es cuanto puedo informar.
-o-
-La señora ALLENDE, doña Isabel ( Presidenta ).-
saluda y da la bienvenida a una delegación de parlamentarios de Japón, encabezada por el presidente de la Cámara de Consejeros de ese país, señor Hiroyuki Kurata, y compuesta por los consejeros señores Kensei Mizote, Moto Kobayashi y Akira Koike.
-Aplausos.
-o-
La señora ALLENDE, doña Isabel ( Presidenta ).-
Tiene la palabra el diputado señor José Pérez, informante de la Comisión de Hacienda.
El señor PÉREZ ( don José ).-
Señora Presidenta , en cumplimiento del inciso segundo del artículo 17 de la ley Nº 18.918, Orgánica Constitucional del Congreso Nacional, y conforme a lo dispuesto en los artículos 220 y siguientes del Reglamento de la Corporación, paso a informar, en representación de la Comisión de Hacienda, sobre el proyecto de acuerdo, originado en mensaje, que aprueba el tratado de libre comercio entre el Gobierno de la República de Chile y el Gobierno de la República de Corea, y sus anexos, suscritos en Seúl el 15 de febrero de 2003.
Asistieron a la Comisión, durante el análisis del proyecto, los señores Andrés Rebolledo , director de Asuntos Económicos para América Latina del Ministerio de Relaciones Exteriores; Raúl Sáez , coordinador de Asuntos Internacionales y director de Política Comercial del Ministerio de Hacienda , y Simón Accorsi , asesor del Ministerio de Hacienda.
El objeto de la iniciativa consiste en la aprobación del tratado de libre comercio entre el Gobierno de la República de Chile y el Gobierno de la República de Corea, y sus anexos, suscritos en Seúl el 15 de febrero de 2003, con las correcciones introducidas al texto en español en el título de la Parte III y al párrafo 2.(a) de su anexo 19.2, adoptadas por notas verbales de fechas 7 y 17 de abril de 2003, respectivamente.
El tratado establece una zona de libre comercio entre los dos países, lo que constituye un factor fundamental para dar seguridad y reforzar normativamente la expansión del intercambio comercial bilateral, para lo cual incorpora las reglas y disciplinas comerciales correspondientes.
A decir del mensaje, se trata de un acuerdo histórico, ya que es el primer tratado de libre comercio suscrito entre una economía asiática y otra occidental; asimismo, es el primero para Corea del Sur y el primer acuerdo de libre comercio transpacífico.
El tratado dota de considerables ventajas competitivas a productos chilenos de exportación. Los aranceles sudcoreanos son altos: varían entre el 7 por ciento en el sector industrial y 50 por ciento en la agricultura. En este último sector abundan los aranceles sobre el 40 por ciento, y no son escasos aquellos superiores al cien por ciento. Es así como los exportadores chilenos disfrutarán de rebajas arancelarias que estarán disponibles para sus productos pesqueros, mineros, forestales, agrícolas, industriales y agroindustriales.
Lo anterior se enmarca en la política comercial de Chile, pieza clave del modelo de desarrollo nacional, que busca abrir mercados, atraer y dinamizar inversiones, llevar el desarrollo a las regiones y generar más y mejores empleos, prosperidad y bienestar para los chilenos.
Las economías de ambos países se complementan, dado que Chile exporta a Corea del Sur gran cantidad de recursos naturales, como los de la minería, pesca, agricultura y del sector forestal, a la vez que importa bienes industriales. En Corea del Sur ocurre lo contrario, hecho que viene a reforzar el potencial crecimiento del comercio.
La regulación del comercio bilateral conforme a las normas de la OMC permitirá a Chile contar con herramientas para reducir o eliminar los problemas comerciales existentes en la actualidad, tales como subfacturación, triangulación de productos y aplicación arbitraria de medidas sanitarias, fitosanitarias y estándares técnicos.
La existencia de este acuerdo debería estimular las inversiones sudcoreanas en Chile, al aumentar las garantías y su certidumbre jurídica.
El intercambio comercial entre ambas partes sumó 1 mil 149,3 millones de dólares en 2002, con una balanza comercial que se inclinó a favor de nuestro país. Las exportaciones chilenas a Corea del Sur sumaron 710,5 millones de dólares FOB, en tanto que las importaciones sudcoreanas alcanzaron los 438,8 millones de dólares CIF.
Al analizar las exportaciones por sector productivo, se observa que el 80,4 por ciento de los envíos destinados a Corea del Sur provienen del sector minero. Le siguen el sector forestal, con el 12,3 por ciento, y la pesca y la agroindustria, con el 2,8 por ciento cada uno.
Cabe señalar que este instrumento internacional consta de 21 capítulos, distribuidos en siete partes.
El tratado contiene cuatro anexos generales, que se relacionan con los Capítulos 10, sobre “Inversiones”, y 11 sobre “Comercio Transfronterizo de Servicios”. Además, cuando ha sido necesario detallar alguna obligación o derecho específico de una o de ambas partes, se ha recurrido a la redacción de anexos particulares de determinados artículos o párrafos de los mismos.
El informe financiero remitido por la Dirección de Presupuestos plantea que el proyecto contempla una desgravación progresiva del comercio con Corea, que, en el caso de las exportaciones de ese país a Chile, se lleva a cabo en cinco etapas, desde la aprobación de la iniciativa hasta transcurridos catorce años.
Agrega que el impacto financiero se ha estimado en términos estáticos, es decir, sin considerar cambios en las distintas variables de la economía. Señala que un acuerdo de las características descritas impacta negativamente en los ingresos fiscales por la pérdida de la recaudación de los aranceles y correspondiente IVA de las importaciones provenientes de Corea. Puntualiza que en la metodología de cálculo, que se adjunta a este informe como anexo, se contempla una desviación de comercio originada en el estímulo por importar mercaderías a menor arancel desde ese país, en desmedro de las provenientes del resto del mundo.
Finalmente, estima que la pérdida fiscal para el primer y último año de reducción arancelaria alcanzará a 30,8 millones y 42,6 millones de dólares, respectivamente, en cifras expresadas en dólares de 2004 y en situación de 2004.
La presentación general del proyecto en la Comisión fue realizada por el señor Andrés Rebolledo , quien destacó la trascendencia del tratado objeto del proyecto de acuerdo en informe e hizo hincapié en que el próximo año le corresponderá a Chile presidir el Apec.
Explicó que se trata de un tratado de libre comercio similar a los ya celebrados con México y Canadá. En tal sentido, entre las materias estipuladas destacó, además de las normas sobre desgravación, el tratamiento de las inversiones, los servicios y el sistema de solución de controversias.
Respecto de a la negociación de los bienes, señaló que este acuerdo concilia dos aspectos: facilitar el acceso de las exportaciones agrícolas y pesqueras y dar un adecuado tratamiento a las sensibilidades del sector industrial.
Durante el debate en la Comisión, el diputado Julio Dittborn expresó que en una economía tan cerrada como la coreana podrían surgir serios problemas para la entrada en vigencia de un tratado de libre comercio. Al respecto, preguntó si se contemplan normas ágiles y adecuadas para la solución de controversias, particularmente en relación con las eventuales medidas proteccionistas que pudieran surgir.
El señor Rebolledo resaltó que el sistema de solución de controversias contemplado en el tratado está estandarizado con respecto a los tratados de esta naturaleza y que considera una opción para que la parte reclamante recurra, a su elección, al procedimiento establecido por la Organización Mundial del Comercio o al que contempla el tratado. En el caso de este último, se considera un sistema de consultas que, de no prosperar, permite recurrir a un panel de árbitros elegidos por las partes. Añadió que, en todo caso, si una de las partes acatara el fallo, se permite a la otra proceder a retaliar o recompensarse con medidas equivalentes.
En cuanto a las medidas sanitarias y fitosanitarias, sostuvo que se ha contemplado un capítulo especial sobre esta materia, y que se ha encargado a un comité específico las tareas de coordinación y control correspondientes.
El diputado Camilo Escalona argumentó que los vínculos de los países asiáticos entre sí son muy fuertes, por lo que le preocupa especialmente el tema de las reglas de origen. Consultó si esta materia es tratada adecuadamente en el tratado y si existen normas sobre porcentaje máximo de integración.
El señor Rebolledo manifestó que se consideran disposiciones encaminadas a evitar las triangulaciones. Destacó que las normas de origen que tuvieron mayor regulación fueron las relacionadas con el ámbito textil, toda vez que se trata de un sector muy sensible de nuestra industria. Puntualizó que se prohíbe realizar procesos productivos fuera de los países signatarios. Precisó, además, que en materia de integración existen reglas para cada producto, correspondiendo ejercer un control ex post sobre la mercadería importada.
Es necesario destacar que la de Asia-Pacífico es la principal región de destino de nuestras exportaciones. En 2002, Corea alcanzó el décimo lugar entre nuestros socios comerciales, fue el tercer país de destino de las exportaciones chilenas al continente asiático, después de Japón y China, y el séptimo a nivel mundial.
Entre las economías asiáticas y latinoamericanas existen complementariedades tradicionales que se pueden potenciar a través de este tratado de libre comercio, lo que permitiría la participación de un número mayor de empresas y agentes económicos, especialmente de las pequeñas y medianas empresas. También implica un importante aporte a los avances que se consignan en las negociaciones multilaterales de la ronda de Doha en el seno de la Organización Mundial del Comercio, mejorando significativamente el clima de negocios, su transparencia y predictibilidad, lo que profundiza la liberalización comercial multilateral.
Es importante destacar el impulso exportador que podrían tener las pymes y el desarrollo de la regiones.
Como se ha señalado, el tratado de libre comercio abre grandes posibilidades para estimular y afianzar el desarrollo exportador de las regiones, al permitir la actuación de una gama más amplia de pequeñas y medianas empresas de la cadena agropecuaria forestal, pesquera y minera. La desgravación arancelaria que ofrece el acuerdo impulsa las exportaciones de los productos y manufacturas de la madera, de las industrias alimenticia y vitivinícola y de los productores del mar, beneficiando a todas las regiones, según sea su actividad económica. En efecto, el tratado permitirá estimular el desarrollo exportador de las pequeñas y medianas empresas de regiones como la Quinta, la Séptima, la Octava, la Décima y la Metropolitana.
Por último, el tratado de libre comercio entrega una solución global y moderna que establece los cimientos para una nueva relación transpacífico, y representa un instrumento para que las complementariedades existentes entre ambas economías regionales se proyecten hacia nuevos ámbitos de las relaciones económicas, con lo cual Chile se convertirá en una plataforma que establece negocios transparentes en la región. Ello, de paso, permitirá expandir las fronteras y la escala de intercambio económico entre América Latina y el este de Asia.
La Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana dispuso en su informe que esta Comisión tomara conocimiento del tratado y sus respectivos anexos. Teniendo presente los antecedentes de la iniciativa y las consideraciones expuestas en la Comisión, fue sometido a votación el artículo único del proyecto de acuerdo aprobado por la Comisión técnica, el que fue aprobado por unanimidad.
Acordado en sesión de fecha 14 de agosto de 2003, con la asistencia de los diputados señores Ortiz, don José Miguel , presidente accidental ; Cardemil, don Alberto ; Dittborn, don Julio ; Escalona, don Camilo ; Pérez, don José , y Silva, don Exequiel.
Es todo cuanto puedo informar.
El señor SILVA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra la ministra de Relaciones Exteriores, señora Soledad Alvear.
La señora ALVEAR ( ministra de Relaciones Exteriores ).-
Señor Presidente , para mí constituye un honor concurrir esta mañana a la Sala de la honorable Cámara de Diputados, ocasión en que se votará, en primer trámite constitucional, el proyecto de acuerdo que aprueba el tratado de libre comercio entre el Gobierno de la República de Chile y el Gobierno de la República de Corea.
Como muy bien lo señalaron los diputados informantes de las comisiones de Relaciones Exteriores y de Hacienda, el tratado fue objeto de un exhaustivo estudio en el seno de ambas instancias, lo que se tradujo en muchas horas de trabajo, todo lo cual merece un reconocimiento. Cabe señalar que es el primero que se suscribe entre un país de América latina y otro de Asia.
Hasta hace algunos minutos, hemos tenido una delegación de Japón, lo que refleja los vínculos que Chile tiene con los países de Asia. En particular, creo que el tratado de libre comercio alcanzado con Corea del Sur debe inscribirse dentro del esfuerzo que se despliega al participar en el foro de la Apec.
En efecto, el año 2004 Chile será sede de ese foro, que reúne a veintiuna economías mundiales, entre las cuales una precisamente es Japón y otra Corea del Sur. Fue en ese ámbito en el que se iniciaron las conversaciones entre ambos presidentes, tendientes a alcanzar el acuerdo largamente trabajado.
Durante el gobierno del Presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle se produjo el primer contacto. Las negociaciones, que no estuvieron exentas de dificultades, se iniciaron durante el gobierno del Presidente Lagos. Incluso, en un momento fue necesario hacer un paréntesis de varios meses para alcanzar un acuerdo que, en definitiva y por todas las razones aquí señaladas, es muy beneficioso para nuestro país.
Me parece importante señalar que Corea del Sur es un país de 47 millones de habitantes, con gran pujanza económica a nivel mundial. En efecto, es la décima tercera economía mundial en tamaño, de acuerdo con el producto geográfico bruto; ha tenido niveles de crecimiento muy importantes, con una expansión productiva en torno del 9 por ciento durante la década de los ochenta y del 6 por ciento en la década de los noventa; ocupa el décimo lugar entre nuestros socios comerciales, y luego de Japón y de China, es el tercero si se considera el destino de nuestras exportaciones hacia Asia.
Asimismo, debo enfatizar que es el primer tratado de libre comercio que suscribe Corea del Sur. Por eso -por cierto fue parte de las conversaciones que sostuvimos en el seno de la Comisión de Relaciones Exteriores de la honorable Cámara de Diputados-, la existencia de movimientos y de manifestaciones en las calles de ese país en oposición a él. Precisamente, un país tan alejado de nuestro continente decidió iniciar con Chile su proceso de apertura hacia el mundo.
Quiero comentar, a título quizás anecdótico, que el año pasado, con ocasión de un foro de las democracias que tuvo como sede a esa nación, que convocó a más de cien países, al que asistí con satisfacción, por cuanto estaba en representación de Chile, pude apreciar el enorme interés de la prensa de Corea del Sur por conocer nuestro país. Participé en entrevistas radiales y de televisión por el hecho de que se había iniciado un proceso de apertura comercial con un país que se ubica en América del Sur. Eso debe ser motivo de orgullo y de distinción de los chilenos y de las chilenas, porque se considera que el nuestro es un país serio, creíble, donde impera el Estado de Derecho, con políticas macroeconómicas responsables; de un país que, en definitiva, se ha insertado en el mundo global sin dejar de buscar el crecimiento y la cohesión social para superar la pobreza, aun cuando ha sido capaz de reducirla a la mitad en la década de los 90.
Esa es la razón por la cual Corea del Sur decidió negociar con Chile.
También me entrevisté con parlamentarios, quienes me dijeron que en la Asamblea Legislativa se producirá una discusión muy profunda al respecto.
Sin lugar a dudas, con una política comercial exterior diversificada hemos logrado concluir, en ocho meses -y lo digo con satisfacción por nuestro país-, negociaciones con Estados Unidos de América, la Unión Europea y Corea del Sur.
Ha sido una apuesta inteligente, pues significará un salto a una segunda fase exportadora, porque Chile, que depende tan fuertemente del comercio exterior, exportará otros productos, con el consiguiente valor agregado y no tan solo los commodities actuales, lo cual permitirá crecimiento y mayores posibilidades de empleo.
Corea del Sur, por su parte, nos mira como una plataforma interesante para llegar al resto de América latina. Ésa es la razón por la cual esa enorme economía, tan pujante, inició el proceso de negociación con Chile, de sólo 15 millones de habitantes.
Por tanto, hemos trabajado para fortalecer los procesos de apertura y tener mecanismos y reglas claros en materia de exportación, que posibiliten mayores inversiones en nuestro país. En ese contexto, el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, Apec, de Chile será sede el 2004, suscita enorme interés en las diferentes regiones.
Sin lugar a dudas, este tratado de libre comercio, tal como ha sido expuesto por los diputados informantes, significa grandes oportunidades para nuestro país, ya que es fruto de la experiencia que hemos adquirido, en especial al negociar con la Unión Europea y con Estados Unidos de América.
No me voy a referir a los 21 capítulos, porque ya lo hicieron los diputados informantes. Sin embargo, me parece interesante destacar que este tratado de libre comercio dota a Chile de ventajas competitivas en productos claves de nuestra canasta exportadora.
Corea del Sur es un país que tiene aranceles bastante altos. En efecto, en el caso de algunas de nuestras exportaciones, ellos alcanzan el 14 por ciento; en el ámbito agrícola, por ejemplo, llegan al 40 por ciento, y en algunos casos superan el ciento por ciento.
Pues bien, hemos logrado una rebaja arancelaria para un universo muy importante de productos desde el primer día en que comience a regir el tratado.
Si actualmente el país exporta 138 productos distintos a Corea del Sur, correspondientes a 251 empresas chilenas que han podido acceder a ese mercado pese a sus aranceles, podrán imaginarse los señores diputados las ventajas que tendrá la exportación sin aranceles, que es lo que se alcanza como consecuencia de este acuerdo.
La desgravación considerada en el tratado es lineal, a cinco años, y permite arancel cero desde el primer día en que comienza a regir, para el 87 por ciento de los ítemes arancelarios, hasta llegar, en los años progresivos, a cero por ciento de arancel para el ciento por ciento de esos ítemes.
En este tratado de libre comercio pusimos una lista reducida de productos sensibles exceptuados de la desgravación arancelaria. Hay excepciones; es decir, así como Corea del Sur puso excepciones para las exportaciones de peras, manzanas y arroz chilenos, nosotros hicimos lo mismo para las de lavadoras, refrigeradores y neumáticos coreanos. Como consecuencia del diálogo con el sector privado -que tenemos permanentemente-, nos pareció que debíamos preocuparnos en ese sentido.
Las exportaciones chilenas a Corea representan el 4.1 por ciento de nuestros envíos totales y se encuentran especialmente concentradas en el sector minero. También se han ido incrementando las exportaciones de productos agrícolas, no obstante los aranceles altísimos que acabo de mencionar. En la agricultura y la pesca existe un gran potencial de crecimiento, por cuanto Corea destina 10 mil millones de dólares anuales a la importación de esos productos. Algunos estudios concluyen que cuando se alcance el arancel cero por ciento en el mercado coreano, las exportaciones chilenas de esos productos podrán aumentar en alrededor de 200 millones de dólares. Si a ello sumamos el hecho de que este tratado es el único que ha suscrito Corea del Sur, ciertamente vamos a tener ventajas comparativas respecto del resto de los países. Por ello, empresarios chilenos -me consta por conversaciones que hemos sostenido- están pendientes de esta enorme oportunidad que, además, es complementaria de los otros acuerdos que hemos alcanzado en los últimos meses.
Es importante destacar que algunos rubros se verán favorecidos más rápidamente por los propios patrones de consumo de los coreanos, los cuales, dicho sea de paso, se han ido incrementando y diversificando con la mayor afluencia de su población. En este rubro caben las exportaciones de frutas frescas y la carne de cerdo.
Para el sector frutícola nacional, Corea es muy importante, en especial en lo que se refiere al kiwi y la uva de mesa. Pues bien, si ya hemos llegado con esos productos al mercado coreano, cualquiera se imaginará nuestra potencialidad sin los altos aranceles que tienen en la actualidad.
Aunque algunos plazos de desgravación pueden parecer largos a algunos sectores, sobre el particular existe un doble consenso. Por una parte, los beneficios potenciales son muy grandes, más aún siendo Chile el único socio comercial de Corea que estará en situación de desgravación. Por otra, hubo que acomodar las preocupaciones existentes en ambos países para lograr los equilibrios que acabo de mencionar, que, incluso, en el caso del tratado, excluyó los productos ya indicados.
En cuanto al sector de manufacturas, se abren interesantes perspectivas, en especial para la agroindustria.
En el grupo de embarques no tradicionales destacan los productos industriales, con el 85 por ciento del total, y los alimentos, con el 56 por ciento. Aquí encontramos productos congelados tan importantes como pescados, jamones sin deshuesar y carne de porcino, salmones y meros, y, además, vinos con denominación de origen.
Desde el punto de vista de las regiones, es importante considerar el impacto que significará para cada una de ellas el proceso de apertura hacia Corea del Sur, junto con el Acuerdo con la Unión Europea, cuyo capítulo comercial empezó a regir el 1 de febrero del año en curso. Asimismo, como consecuencia del trabajo de la Comisión especial de esta honorable Cámara, iniciado ayer, esperamos estar pronto en condiciones de aprobar el tratado de libre comercio con los Estados Unidos de América.
Las inversiones de Corea del Sur en Chile, en conformidad con lo que establece el decreto ley Nº 600, son muy bajas; representan un ingreso de sólo 56 millones de dólares. Sin lugar a dudas, la suscripción de este tratado de libre comercio abre en ese sentido perspectivas realmente interesantes, que se incrementan con la existencia de un intercambio comercial entre ambos países; más aún, reitero, cuando Chile será sede de la reunión de Apec en 2004.
Las economías de Chile y de Corea son complementarias como pocas, lo que, en la práctica, con los debidos resguardos tomados a través de las excepciones y de los plazos de desgravación que hemos comentado en esta Sala, deja satisfechos a todos los sectores productivos. Ello quedó en evidencia durante la negociación del tratado y, al mismo tiempo, por las presentaciones y expresiones de los empresarios e invitados especiales que la Comisión de Relaciones Exteriores tuvo a bien convocar a sus reuniones, las cuales están recogidas en el respectivo informe.
Se trata, además -insisto-, del primer tratado con Corea del Sur, el cual permitirá, junto con la existencia de claras definiciones sobre política interna que nuestro país ha tomado -léase mercado de capitales- en materia de fortalecer los corredores bioceánicos, una conexión interesante entre los países de América Latina y Corea del Sur. Chile es pionero en avanzar en esta dirección.
Finalmente, reitero mis agradecimientos por el trabajo efectuado por ambas comisiones, cuyos miembros dedicaron muchas horas de atención para obtener, felizmente, una aprobación unánime, lo cual refleja las bondades del tratado de libre comercio para nuestro país.
Gracias.
El señor SILVA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el diputado Juan Masferrer.
El señor MASFERRER.-
Señor Presidente , es evidente que el tratado de libre comercio con Corea del Sur, materia que hoy nos convoca, es de vital importancia para el futuro económico del país. Concordante con ello y como una clara muestra de voluntad de reconocer que en esta materia se están haciendo las cosas de manera adecuada, la Comisión de Relaciones Exteriores lo aprobó en forma unánime. De esta manera, el acuerdo, una vez aprobado por esta Sala, será remitido inmediatamente al Senado a fin de que éste lo despache de igual forma.
El tratado de libre comercio entre ambos países es considerado un excelente acuerdo. Corea es un socio atractivo para Chile, pues su economía exhibe altas tasas de crecimiento. Además, este tratado convertirá a Chile en una plataforma de inversiones entre ambas regiones, constituyéndose en un puente transoceánico.
En el ámbito comercial, el arancel promedio que afecta hoy a las exportaciones chilenas es de 14 por ciento; en el sector industrial, en tanto, alcanza a 7 por ciento, y en el agrícola, a 50 por ciento. En este último rubro existen aranceles que, incluso, llegan hasta el ciento por ciento.
Una vez que el acuerdo entre en vigencia, el 87 por ciento de los ítem arancelarios se verá favorecido con desgravación inmediata; a los cinco años se sumará el 6,3 por ciento de los ítem, que constituye el 2,9 por ciento de las exportaciones chilenas, para finalizar, en un período de siete años, con el 97 por ciento de nuestras exportaciones libres de arancel.
El año pasado, Chile exportó ciento treinta y ocho productos al mercado coreano, a través de doscientas cincuenta y una empresas. Con este acuerdo, trece de los veinte principales productos nacionales de exportación tendrán desgravación inmediata, como minerales de cobre y sus concentrados, alcohol metílico, metanol, pasta química de maderas de coníferas, pellets de hierro y pescados congelados.
Las ventajas arancelarias darán estabilidad a las decisiones bilaterales del comercio y la inversión. Asimismo, se contará con un adecuado sistema de solución de controversias, lo que transforma a este tratado en un valioso instrumento para consolidar expectativas favorables de inversión, de exportaciones y de crecimiento.
Estamos en presencia de un muy buen acuerdo, que garantiza un nuevo horizonte comercial y de cooperación entre ambas naciones, y que representa reales posibilidades de crecimiento para nuestro país.
El tratado con Corea no representa una amenaza para ningún sector productivo nacional. Por el contrario, abre a los productores nacionales las puertas del inmenso mercado asiático, toda vez que los países de este continente tienden a actuar como bloque en el ámbito comercial. Si existe un mecanismo formal de ingreso expedito como el que se inicia gracias a este importante acuerdo comercial, en la práctica, los productos nacionales, en su totalidad, entrarán al mercado asiático con un sistema de privilegios recíprocos, enmarcado en el acuerdo que nos convoca hoy.
Son éstas las verdaderas oportunidades que un país como el nuestro no debe dejar pasar, ya que la suscripción de este convenio bilateral implica un reconocimiento a su estabilidad y responsabilidad, pero también conlleva el desafío de mantenerlas en el tiempo.
Corea presenta similitudes con Chile. En décadas pasadas, las políticas económicas de Corea consiguieron atraer la inversión extranjera y las industrias de exportación en desarrollo, lo que dio como resultado una de las economías de crecimiento más rápido del mundo. Corea tiene una política comercial muy estable y razonable, un nivel bajo de proteccionismo, una carga impositiva moderada, un nivel muy bajo de inflación y un muy buen nivel de flujo de capital e inversión extranjera, características todas muy positivas y favorables para la economía chilena.
En cuanto a sus exportaciones, sus principales socios son Estados Unidos de América, Japón , China , Hong Kong y Taiwán. En lo referente a importaciones, sus principales lazos comerciales son con Estados Unidos de América, Japón , China , Australia y Arabia Saudita .
Por todo lo anterior, tengo la certeza de que este tratado amerita un amplio respaldo de nuestra Corporación, pues abre enormes posibilidades para Chile. Por ello, votaré favorablemente este acuerdo.
En ese sentido, anuncio que la Unión Demócrata Independiente, el partido popular más grande en representación parlamentaria, va a apoyar este tratado.
He dicho.
El señor SILVA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Carlos Abel Jarpa.
El señor JARPA .-
Señor Presidente , en primer lugar, felicito al Presidente de la República y a la ministra de Relaciones Exteriores por lograr este acuerdo, aprobado tanto en la Comisión de Relaciones Exteriores como en la Comisión de Hacienda.
Debo recordar que Chile sustenta su nivel de crecimiento y desarrollo en sus exportaciones. El intercambio comercial con Corea del Sur ha crecido desde los 382 millones de dólares registrados en 1990 hasta un máximo de 1.577 millones de dólares. Sólo hubo un balance negativo para Chile en 1998, con motivo de la crisis asiática.
Como se ha señalado, vamos a suscribir un tratado con una nación con 48 millones de habitantes y un ingreso per cápita de 9.400 dólares. Además, Corea ocupa el tercer lugar entre los países asiáticos con mayor flujo comercial con Chile, luego de Japón y China, y el puesto decimotercero entre los países con mayor índice de desarrollo.
Pero lo más importante es destacar que este tratado es el primero que se suscribe entre un país del mundo asiático con otro del mundo occidental, lo que nos da una ventaja comparativa en todos los rubros.
Quiero señalar, también, que el tratado de libre comercio suscrito con la Unión Europea y los que firmaremos con los Estados Unidos de América y con Corea significan abrir nuestras fronteras hacia mercados que representan el 64 por ciento del total de la economía mundial. Ello va a otorgar grandes ventajas a nuestro país, y también representa un tremendo desafío.
Asimismo, prácticamente todos los sectores de nuestra economía se verán beneficiados; sólo se manifestaron algunas reticencias del sector textil. Pero estimo que, en el futuro, éste también se verá beneficiado.
Por último, y para ser breve -hay mucho interés de mis colegas por participar-, quiero destacar que este tratado une el mundo asiático con el mundo occidental. El tratado entre Corea, que posee alta tecnología, y Chile, que tiene gran necesidad de generar empleo, otorga la posibilidad de hacer joint ventures, de manera que, al unir la tecnología coreana con el esfuerzo chileno de mejorar nuestra economía, podamos acceder a una nueva tecnología, a través de un comercio claro y transparente, que abarca un mercado de 1.200 millones de habitantes.
Tal como dije al inicio de mi intervención, ésta es una excelente oportunidad para que nuestro país crezca en tecnología en un ambiente de transparencia, en el que habrá mejores servicios y mejor inversión, para dar, finalmente, lo que realmente necesita nuestro país: mayor cantidad de empleos, de mejor calidad y con mejores salarios.
He dicho.
El señor SILVA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Carlos Ignacio Kuschel.
El señor KUSCHEL.-
Señor Presidente , anunciamos nuestro voto favorable al proyecto de acuerdo aprobatorio del tratado de libre comercio con la República de Corea del Sur, país que tiene un creciente comercio bilateral con el nuestro, con una balanza comercial positivo para Chile.
En primer lugar, fruto de este acuerdo, el 75 por ciento del universo de productos exportados a Corea quedará con arancel cero, lo que es extraordinariamente ventajoso para nuestro país, puesto que, tal como explicó la ministra señora Soledad Alvear, Corea tiene aranceles relativamente altos comparados con los nuestros.
El acuerdo es particularmente ventajoso para productos como la madera, que produce la Décima Región, no obstante que todavía no se avance en la tramitación de la ley de bosque nativo, normativa que nos permitiría sacar mayor provecho del acuerdo.
En segundo lugar, quiero destacar la antigüedad de la cultura coreana, de más de cuatro mil años, y su cultura económica, fundada en la confianza y en el cumplimiento de compromisos.
Como bien señaló el presidente de la Cámara Chileno-Coreana de Comercio, una vez lograda la confianza de una empresa, es fácil ganar la de otras. Asimismo, en el caso de los países asiáticos, una vez conseguida la confianza de un país, es más fácil ganar la de los demás.
Finalmente, quiero mencionar mi preocupación por las sucesivas alzas de impuestos de todo orden que hemos experimentado en el último tiempo, en particular del IVA, que pueden disminuir los beneficios de los tratados comerciales, e, incluso, anularlos.
He dicho.
El señor SILVA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Francisco Encina.
El señor ENCINA.-
Señor Presidente , valoro el nuevo tratado de libre comercio presentado por la ministra de Relaciones Exteriores , y no puedo dejar de mencionar cuánto ha avanzado nuestro país en esta materia en los últimos años, durante los gobiernos de la Concertación.
Destaco la importancia del tratado con Corea, país muy importante, cuyas exportaciones e importaciones fluctúan, aproximadamente, entre los 168 mil millones de dólares y 152 mil millones de dólares, casi cinco veces la cifra chilena, lo que abre tremendas posibilidades dentro del marco de Apec, y que se suma al resto de los tratados en los que hemos avanzado, tanto con la Unión Europea como con Estados Unidos de América.
El tratado establece una plataforma importante para que Corea opere con otros países de América latina; asimismo, tiende a estimular las inversiones coreanas en Chile -cuestión muy importante, puesto que sabemos cuán difícil es atraer capitales a América latina- y estimula, en ese sentido, la alianza estratégica, a través de Chile, de otros países de América latina, con Estados Unidos, Canadá y otras naciones con las cuales hemos aumentado el intercambio comercial.
En relación con este tratado, Chile siempre se ha visto beneficiado, por cuanto la balanza comercial con Corea ha sido positiva. Por lo tanto, no existe el temor de que en la banza haya desequilibrio negativo para nosotros; al contrario, es un tremendo mercado el que se nos abre y, en definitiva, nos permite avanzar mucho desde el punto de vista comercial.
Varios productos, fundamentalmente agrícolas, el cobre y los forestales, los pesqueros y las manufacturas son beneficiados con este tratado; y, por supuesto, es muy interesante el tema de la pequeña y mediana empresa, como las agroindustriales, que también pueden ser una gran fuente de recursos para el país.
Existen aprensiones respecto de la solución de controversias; pero los mecanismos que se fijan son los habituales previstos en la Organización Mundial del Comercio: consultas bilaterales entre las partes y grupos arbitrales. Por tanto, está suficientemente asegurado el tema de la solución de controversias en este tratado.
Otra preocupación son los derechos de propiedad intelectual. En este sentido, existen acuerdos en la Organización Mundial del Comercio y el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (Adpic). Se trata de normas generales, armonizaciones legislativas que debemos consagrar en virtud de estos tratados internacionales, en los cuales participan la mayoría de los países que hoy tienen intercambio comercial.
El tratado deja fuera algunos productos sensibles para Corea y para Chile, lo que es normal dentro de un instrumento de esta naturaleza. Además, desgrava rápidamente nuestros productos sensibles, como textiles, algunos aceros, calzado, neumáticos nuevos, con una desgravación de trece años con cinco de gracia.
Sin duda alguna, la agrícultura será la más beneficiada, por cuanto Chile no importa productos agrícolas desde Corea. Desde el punto de vista agrícola, ese país no puede competir con nosotros. Sí se verán beneficiadas las exportaciones de carnes blancas, productos agrícolas y forestales, que, obviamente, están comprendidos en este tratado.
Es un tratado muy importante, por cuanto Corea es un gran socio de Chile en el tema comercial. Siempre la balanza ha sido favorable para nosotros, salvo en 1998. Por lo tanto, es una gran oportunidad para Chile.
Felicito a la señora ministra de Relaciones Exteriores por este tratado que se suma al firmado con la Unión Europea y a otro que está a punto de suscribirse con Estados Unidos.
He dicho.
El señor SILVA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Edmundo Villouta.
El señor VILLOUTA.-
Señor Presidente , en razón de lo que hemos escuchado hasta el momento aquí y en otras conversaciones informales y, además, de lo expuesto en las comisiones de Hacienda y de Relaciones Exteriores, no cabe duda alguna de que este tratado será aprobado por la unanimidad de los parlamentarios.
Con este tratado, Chile ingresa en forma dinámica y pujante al mercado asiático, tan importante para nosotros. La totalidad de los productos señalados en los documentos, que serán motivo de una importante iniciativa para incorporar mayor cantidad de exportaciones, permite pensar que el aumento de ellas será muy favorable para el país.
Por lo demás, las medidas de protección de algunos productos que necesitan un tratamiento especial tal como también lo pidió Corea, significan que el tratado ha sido muy bien estudiado por la agrupación de funcionarios y personas que intervinieron en su elaboración, lo que ha estimulado lo que desde ayer empezamos a analizar en la Comisión de Relaciones Exteriores: el tratado de libre comercio con Estados Unidos.
En relación con la Novena Región, no aparecen puntos importantes, pero cabe señalar que, lamentablemente, en esta región no tenemos puerto de exportación. Lógicamente, muchas mercaderías, especialmente en el caso de la fruta, no figuran como un rubro importante de exportación, porque otros lugares cuentan con cámaras de frío y las correspondientes envasadoras.
Esperamos que los agricultores y empresarios de la Novena Región se preocupen del tema, porque es lamentable que aparezcamos disminuidos en las estadísticas como entes exportadores.
En el caso de las salsas de tomates, es bueno señalar que el tratado de libre comercio las deja inmediatamente con arancel cero. Debemos recordar que los tratados de libre comercio con la Unión Europea y con Estados Unidos establecieron cuatro y doce años, respectivamente, para llegar a ese arancel. En consecuencia, existe la posibilidad de que este acuerdo permita aumentar su producción en forma considerable, pues todos sabemos que la salsa de tomates es un componente importante en la comida chatarra.
¿Por qué la menciono en forma especial? Porque Ángol y Renaico, que forman parte de mi distrito, son grandes productores de tomates. Incluso, estamos orgullosos de que el tomate angolino sea preferido por el consumidor debido a su alta calidad.
Los antecedentes que entregaron otros colegas en relación con los porcentajes, la importancia y el cambio que se producirá en el aumento de la producción, lo que lógicamente generará un incremento del empleo que no podemos cuantificar, nos hace mirar con optimismo no solamente este tratado, sino también el de la Unión Europea. Precisamente, la prensa señala hoy que, entre enero y julio del presente año, las exportaciones hacia la Unión Europea han aumentado en 10 por ciento.
Por lo tanto, es lógico suponer que este tratado, que tendrá efecto a los pocos días de su aprobación por los Congresos de ambos países, también producirá un impacto importante en la creación de empleo, al igual que cuando entre a regir el tratado de libre comercio con Estados Unidos.
Además, destaco que durante las conversaciones con los representantes de diversos organismos empresariales, exportadores, productores avícolas, etcétera, todos estuvieron de acuerdo en que este tratado será favorable para nuestro país. Hubo cierta reserva del sector textil, por cuanto ha sido afectado por economías extranjeras que no cuentan con una legislación que permita controlar el trabajo de menores, que otorgue beneficios provisionales similares a los que tienen nuestros trabajadores o que permita fiscalizar con fuerza sus leyes laborales.
Por lo tanto, podemos decir con satisfacción que la Comisión de Relaciones Exteriores, Asuntos Interparlamentarios e Integración Latinoamericana ha despachado el tratado en un tiempo relativamente corto, el cual va a propiciar y a permitir que nuestro país siga en un camino ascendente en materia de exportaciones, lo que, indudablemente, significará más trabajo para nuestra gente, materia que nos debe preocupar.
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel ( Presidenta ).-
¿Habría acuerdo para extender el debate hasta las 13.30 horas, porque aún hay varios diputados inscritos?
Acordado.
Tiene la palabra el diputado Enrique Jaramillo.
El señor JARAMILLO.-
Señora Presidenta , manifiesto mi agrado por la relación entregada por los diputados informantes y por el énfasis y la alegría puestos en su intervención por la señora ministra de Relaciones Exteriores , lo que demuestra lo compenetrada que está con el tratado, uno de los mejores que la Cancillería ha logrado en los últimos años. También atribuyo este logro a nuestro embajador Osvaldo Rosales y al equipo de la Cancillería, encabezado por el señor Gonzalo Arenas . Según los antecedentes que tenemos, ellos siempre nos entregaron toda la información necesaria para mejor entendimiento nuestro de un tratado de esta importancia.
Pese a la distancia, Corea del Sur es un país que comparte con Chile ciertas características que se deben destacar. Para que un país pueda hacer negocios en el mundo y relacionarse políticamente con otras potencias, no basta con que tenga libertades económicas, como se ha expuesto aquí, sino que, además, se le exige que existan libertades políticas y democracia. En suma, el régimen que tenemos nos da fortaleza para llegar a un acuerdo de tal magnitud. Aquí existe respeto a los derechos del hombre.
La primera de estas características es que Corea del Sur, en su historia política e institucional, también ha estado marcada por dolorosos hechos de sangre y por separaciones entre connacionales, situación que permanece hasta hoy. La existencia de dos Coreas, una abierta al mundo y otra totalitaria, es un hecho que nos debe llamar la atención, más aún cuando demuestran tan disímiles niveles de desarrollo social y económico.
Otro factor importante es que Corea del Sur ha vivido un proceso de transición democrática similar al nuestro. Su democracia, también naciente, ha servido de impulso a su inserción en el comercio internacional, pues el modelo exportador coreano, que se basa en el desarrollo de alta tecnología, también comenzó en tiempos difíciles. A mi modo de ver, este punto es base fundamental del tratado.
Los diputados informantes y quienes han intervenido señalaron que Corea del Sur es el cuarto destino de nuestras exportaciones, según los parámetros que se tomen para medir este factor.
Muchos parlamentarios no saben que Corea del Sur tiene casi 50 millones de habitantes y ahora no se enteran, porque prefieren comentar asuntos ajenos al que se está tratando, lo que deberían hacer en el living ubicado detrás de la testera. Cuando queremos entrar en un debate serio y responsable, nos encontramos con que todos conversan y nadie sabe lo que se está tratando. Deseo que quienes están conversando y comentando temas que nada tienen que ver con el tratado, aprendan un poco de quienes creemos entender estos temas por haberlos estudiado.
En este tratado hay factores estratégicos que van más allá de la sola potenciación de los intercambios bilaterales. La señora canciller señaló que es la primera vez que Chile firma un acuerdo de libre comercio con una economía asiática. Agregó que Corea es la cabeza de playa de futuros emplazamientos de nuestra acción internacional hacia otros países de la región del Asia-Pacífico, que deben motivarnos a actuar con mucha decisión en esta materia.
Como bien señala el informe, los aranceles de la República de Corea son altos. Varían desde niveles del 7 por ciento hasta el 50 por ciento, especialmente en el sector agrícola, en el cual abundan aranceles sobre el 40 por ciento y no son escasos los superiores al ciento por ciento, por lo que resulta fundamental para nuestros productos del agro que se apruebe este tratado, con el objeto de aumentar su competitividad en el país de destino.
Esto me da fuerza para no aceptar el, a mi juicio, mal redactado informe financiero, que señala que la pérdida por recaudación fiscal ascenderá a 30,8 millones de dólares durante el primer año, pero que no dice que después de tres años existe la posibilidad de lograr saldos positivos.
Reitero, el informe financiero de Hacienda no me agrada y no estoy muy conforme con su redacción, pero ello no resta importancia al tremendo significado que tiene este tratado internacional para nosotros.
En consecuencia, en nombre de la bancada del Partido por la Democracia, anuncio nuestro voto favorable y destaco nuevamente el agrado con que la distinguida señora canciller y los señores Osvaldo Rosales y Gonzalo Arenas están entregando al país este acuerdo que, a mi modo de ver, es piloto en Sudamérica.
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel ( Presidenta ).-
Les ruego a los señores diputados hablar un máximo de cuatro minutos, a fin de dar la oportunidad de intervenir a todos los inscritos.
Tiene la palabra el diputado señor Sergio Correa.
El señor CORREA.-
Señora Presidenta , el tratado de libre comercio negociado entre Chile y la República de Corea establece una nueva alianza entre ambos países de proyecciones estratégicas, en un escenario global y regional en pleno cambio. Como aquí se ha señalado, se trata no sólo del primer acuerdo comercial que concreta Corea, sino también del primer acuerdo de libre comercio entre una economía asiática y otra extra asiática.
La historia de Corea de los últimos cincuenta años está llena de encuentros y desencuentros. En agosto de 1946, se establece la República de Corea en la zona sur de la península del mismo nombre, con su capital Seúl, después de una sangrienta guerra que la deja en una situación de extrema pobreza. Su ingreso per cápita no superaba los 300 dólares, mientras que el de Chile ascendía a alrededor de 500 dólares.
En la actualidad, el ingreso per cápita de Corea alcanza a 9.400 dólares, mientras que el de Chile no supera los 4.500 dólares. Es como para preguntarse a qué se debe este crecimiento espectacular que ha tenido Corea con respecto a Chile.
Corea, con una población cercana a los 47 millones de habitantes y con un ingreso per cápita, como señalé, de 9.400 dólares, es hoy la decimotercera economía mundial en tamaño -medida de acuerdo con su producto geográfico bruto- y una de las de mayor crecimiento, registrando niveles sostenidos de expansión en torno al 9 por ciento en la década de los años 80 y al 6 por ciento en la de los años 90.
Corea es uno de los socios más antiguos e importantes de Chile en Asia-Pacífico, principal región de destino de nuestras exportaciones.
En 2002, Corea ocupó el décimo lugar entre nuestros socios comerciales, con un intercambio de bienes y servicios de casi 1.150 millones de dólares. Durante ese año, fue el tercer destino de las exportaciones chilenas al Asia, después de Japón y de China, que tienen un tamaño mucho mayor, y el séptimo a nivel mundial.
El tratado de libre comercio es un poderoso instrumento de complementación de las economías asiáticas y latinoamericanas, de modo que se proyecten hacia nuevos ámbitos de relaciones económicas e involucren un universo mayor de empresas y de agentes económicos, en especial a las pequeñas y medianas empresas.
Por la cobertura y profundidad del acuerdo, también constituye un aporte significativo en los avances que se logren en las negociaciones multilaterales de la Ronda de Doha, que se efectuará próximamente en México. En dicha ronda se pretende lograr que los países desarrollados dejen de subsidiar a sus productos agrícolas. Esperamos que en México también tengamos una ayuda real de Corea en ese aspecto.
En resumen, estamos ante un tratado de muy buen nivel tanto para Corea como para Chile. Creemos que Corea, de acuerdo con sus índices de crecimiento -uno de los más altos después de China- es un potencial mercado de insospechadas perspectivas para Chile.
He dicho.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).-
Tiene la palabra el diputado señor Edgardo Riveros.
El señor RIVEROS.-
Señora Presidenta , lo que debo señalar es muy breve, porque en mi calidad de diputado informante expresé los elementos centrales del tratado de libre comercio con Corea del Sur.
Sólo quiero destacar un factor que es esencial -lo manifesté ayer en la Comisión especial encargada de analizar el tratado de libre comercio con Estados Unidos- y que está implícito en todos los tratados de libre comercio: la generación de certezas. Al existir un instrumento jurídico como los tratados de libre comercio, las partes pueden tener certeza en cuanto a la evolución, al desarrollo y a las reglas del juego en su relación comercial. De esa manera, se evita que existan medidas unilaterales adoptadas por una u otra parte. El tema del comercio internacional es sensible. Cuando no hay reglas del juego claras, que sólo las puede dar un instrumento jurídico eficiente, como los tratados de libre comercio, lo que se afecta es la planificación y la visión de mediano y largo plazo en torno al comercio internacional.
En el caso de Corea del Sur, estamos hablando de un Estado que forma parte de la región que constituye el principal destino de nuestros productos de exportación. Como se ha expresado tanto en el informe como en el debate y en la exposición de la ministra, Corea es una de las economías más dinámicas de esa región. En ese sentido, tener un tratado de libre comercio que otorgue certezas jurídicas y reglas del juego claras es muy importante.
Además, no podemos dejar de lado en el análisis de esta normativa jurídica un aspecto que es vital, cual es tener sistemas idóneos de solución de controversias. Cuando no hay relaciones, no hay nada en este plano que pueda generar algún punto de vista dispar entre las partes. Sin embargo, si existe una fluida relación comercial, la posibilidad de controversias surge como algo natural. Por lo tanto, tener mecanismos idóneos de solución de controversias es muy importante.
En el marco global están las normas de la Organización Mundial de Comercio, pero también en estos tratados de libre comercio -y es el caso del Tratado con Corea- tenemos aspectos específicos normativos para solucionar controversias.
Quiero destacar este punto pues no sólo es importante la parte sustantiva relacionada con el intercambio comercial, sino también aquello que está en la línea de prevenir situaciones y de establecer mecanismos seguros para resolver litigios.
Todo lo demás está en la línea de lo que ya ha sido señalado, como la magnitud del comercio, el hecho de que la economía coreana funciona con aranceles altos en rubros variados y que, por esta vía, se va configurando un marco claro y cierto de un proceso de desgravación, en el cual algunos productos, una vez entrado en vigor el tratado, podrán entrar inmediatamente en el mercado coreano con arancel cero. A la vez, en nuestro país se producirá todo un proceso de oportunidades en el acceso a productos que indudablemente formarán parte del proceso de dinamismo de nuestra economía.
Por todas estas razones, el proyecto contará con nuestro voto favorable.
He dicho.
El señor SILVA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra la diputada señora Carmen Ibáñez.
La señora IBÁÑEZ (doña Carmen).-
Señor Presidente , hoy nuestra Cámara tiene que votar el proyecto de acuerdo aprobatorio del tratado de libre comercio que nuestro país suscribió con Corea el 15 de febrero de este año.
Ésta es una muestra de los reales efectos del fenómeno de la globalización en la vida de las personas comunes y corrientes.
¿Por qué digo esto? Porque se trata de un acuerdo histórico, ya que es el primer tratado de libre comercio suscrito entre una economía asiática y otra occidental, logro que distingue a nuestro país como pionero en la apertura y profundización de vínculos con el Asia-Pacífico.
El tratado de libre comercio, sometido a la consideración de nuestra Cámara, dota de considerables ventajas competitivas a productos chilenos de exportación que son realmente claves para nosotros. De esta manera, los exportadores chilenos, por ser éste el único Tratado de Libre Comercio negociado con la República de Corea, disfrutaran de rebajas arancelarias que estarán disponibles sólo para ellos y, particularmente, para productos pesqueros.
Por todo lo anterior, hoy daremos un paso importante, en aras del progreso de nuestro país, al aprobar este Tratado.
He dicho.
El señor SILVA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Jorge Tarud.
El señor TARUD.-
Señor Presidente , cuando en 1994 nuestro país ingresó a la Apec, en Bogor, Indonesia , muchos se preguntaron para qué era esa asociación. Y hoy, cuando vemos los resultados de lo que ha significado nuestra inserción en Asia, tanto en el ámbito económico como político, la ciudadanía lo ha entendido claramente.
Un acuerdo de libre comercio significa la inserción, a paso firme, en Asia. Ésta representa, para Chile, el tercio de sus exportaciones globales, es decir, significa trabajo para muchos chilenos y chilenas.
Incluso, entre los países que integran la Asean, Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, no existe un acuerdo de libre comercio como el que ha logrado un país, como el nuestro, tan distante geográficamente. Éste es un hecho que debemos valorar, por cuanto también significa un adelanto de lo que Chile puede lograr con otras naciones del Asia como, por ejemplo, la República Popular China, potencia mundial que representa el cuarto punto de destino de nuestras exportaciones globales.
Quiero felicitar al Gobierno y a la canciller, señora Soledad Alvear , como también a los asesores que participaron en este gran acuerdo, que nos abrirá las puertas de esa región.
En los acuerdos de libre comercio siempre habrá sectores afectados, como el agrícola, por ejemplo. Sin embargo, en este caso, los agricultores nacionales quedarán en una excelente posición exportadora.
En esta materia, al Congreso Nacional le compete una importante labor: intensificar los lazos de amistad entre Asia y Chile. Pero no sólo con los parlamentos, sino también con los dirigentes políticos, por cuanto existe un perceptible distanciamiento en estos ámbitos. Debemos conocernos mejor. Las relaciones económicas y políticas tienen que ir a la par. Que nada signifique para Chile que mañana, en Corea del Sur o en Japón, cambie el gobierno. Las relaciones de estabilidad se dan trabajando a la par.
Por eso, llamo a mis colegas a que trabajemos nuestras relaciones políticas con el Asia.
He dicho.
El señor SILVA (Vicepresidente).-
Ha terminado el Orden del Día.
Cerrado el debate.
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).-
En votación el proyecto.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 95 votos; por la negativa, 0 voto. Hubo 3 abstenciones.
La señora ALLENDE, doña Isabel ( Presidenta ).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi, Aguiló, Alvarado, Álvarez, Álvarez-Salamanca, Allende (doña Isabel), Araya, Ascencio, Barros, Bauer, Bayo, Becker, Bertolino, Burgos, Bustos, Caraball (doña Eliana), Cardemil, Ceroni, Cornejo, Correa, Cristi (doña María Angélica), Cubillos (doña Marcela), Delmastro, Díaz, Dittborn, Egaña, Encina, Espinoza, Forni, Galilea (don Pablo), García-Huidobro, González (doña Rosa), González (don Rodrigo), Guzmán (doña Pía), Hales, Hernández, Ibáñez (don Gonzalo), Ibáñez (doña Carmen), Jaramillo, Jarpa, Jeame Barrueto, Kast, Kuschel, Leal, Leay, Letelier, Longueira, Luksic, Martínez, Masferrer, Mella (doña María Eugenia), Meza, Montes, Mora, Moreira, Mulet, Muñoz (don Pedro), Muñoz (doña Adriana), Navarro, Norambuena, Ojeda, Olivares, Ortiz, Palma, Paya, Pérez (don José), Pérez (doña Lily), Pérez (don Víctor), Prieto, Quintana, Recondo, Riveros, Rojas, Salaberry, Salas, Sánchez, Seguel, Silva, Soto (doña Laura), Tapia, Tarud, Tuma, Ulloa, Uriarte, Urrutia, Valenzuela, Varela, Vargas, Venegas, Vidal (doña Ximena), Vilches, Villouta, Von Mühlenbrock, Walker y Girardi.
-Se abstuvieron los diputados señores:
Galilea (don José Antonio), García (don René Manuel) y Sepúlveda (doña Alejandra).
La señora ALLENDE, doña Isabel (Presidenta).-
Tiene la palabra la ministra de Relaciones Exteriores, señora Soledad Alvear.
La señora ALVEAR, doña Soledad ( ministra de Relaciones Exteriores ).-
Señora Presidenta , quiero agradecer sinceramente el trabajo realizado por las comisiones de Relaciones Exteriores y de Hacienda, por cuanto destinaron muchísimo tiempo a fin de elaborar los informes que hoy hemos conocido. También quiiero agradecer los aportes que se han hecho durante la discusión en la Sala. Estamos convencidos de que éste es un gran tratado que abrirá nuevas oportunidades para Chile. En ese sentido, no quiero sino agradecer el apoyo tan sustantivo de esta Corporación.
Muchas gracias.
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