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La señora ALLENDE, doña Isabel ( Presidenta ).-
Tiene la palabra el diputado Alejandro Navarro.
El señor NAVARRO.-
Señora Presidenta , cuando diputados de todas las bancadas presentamos un proyecto de acuerdo para hacer frente al tema de los deudores morosos, pusimos como fecha límite el 30 de noviembre, porque entendíamos que, dentro del universo de 127 mil 682 personas, con una deuda aproximada de 273 mil 615 millones de pesos, existe una variada gama de situaciones. Hasta el momento, se ha presentado a reprogramar su deuda el 21 por ciento del universo de morosos, es decir, 26.859 deudores.
Por otra parte, se ha hecho un escáner en todos los institutos y servicios públicos, y se ha identificado a 1.956 deudores de universidades y a 638 deudores de otras instituciones públicas, de un total de 61 mil funcionarios de organismos públicos.
A través de conversaciones y de decenas de e-mail, hemos detectado que la ley que busca establecer beneficios para que la gente reprograme, tiene un déficit grave: el desconocimiento de los contenidos del beneficio, tal como lo explicó la diputada Carolina Tohá . En mi opinión, existe un franco desconocimiento respecto de los beneficios de la ley vigente. Por lo tanto, muchas personas que pueden pagar no lo han hecho, porque tienen la equivocada percepción de que, o habrá un “perdonazo”, o bien, definitivamente, los beneficios son muy bajos.
Debo señalar con mucha fuerza que el “perdonazo” está incluido. En efecto, si una persona adeuda, por ejemplo, 5 millones de pesos y gana un sueldo de 300 mil pesos mensuales, primero tendrá que pagar el 5 por ciento del total de la deuda, es decir, 250 mil pesos, lo que podrá hacer hasta en cuatro cuotas. Luego, deberá reprogramar, de manera de pagar el 5 por ciento de su sueldo en cuotas mensuales, por diez años, es decir, 15 mil pesos mensuales, lo que, por los diez años, suma un millón 800 mil pesos. Ello, sumado al 5 por ciento inicial, es decir, los 250 mil pesos -que pueden ser pactados en cuatro cuotas-, da un total de 2 millones 50 mil pesos. Es decir, de una deuda total de 5 millones de pesos, la persona termina pagando 2 millones 50 mil pesos. Por lo tanto, está incorporado el “perdonazo”.
Por otra parte, no va a haber “perdonazo” para aquellos que no reprogramen su deuda. Ése es el mensaje que hoy, con la aprobación de la iniciativa, queremos transmitir.
Los e-mails que he recibido -al igual que muchos otros parlamentarios- dicen que existe una gran cantidad de estudiantes que no terminaron su carrera, y, por tanto, no son profesionales, que están cesantes o todavía están estudiando. La exigencia del pago del 5 por ciento del total de la deuda de contado -contado violento- era una valla insalvable. Hoy, la iniciativa establece la posibilidad de pagar esa primera cuota en cuatro parcialidades. Ello, porque, por ejemplo, la Universidad de Chile exigía el pago de contado, violento; la Universidad de Concepción, en cambio pactado en cuotas hasta diciembre. Por tanto, la interpretación que se ha hecho del concepto “de contado” en el ámbito financiero, contable, económico, de venta, es diversa. Con el proyecto queda clara: puede parcializarse en cuotas.
Sin embargo, como señalé en la Comisión, se producirá una situación particular tanto respecto de aquellos deudores que están cesantes como de los que aún se encuentran estudiando. Hubiera preferido que para los cesantes y los que están estudiando pregrado o posgrado, el 5 por ciento se hubiera pactado en un período más flexible, ya que, de acuerdo con la iniciativa, tienen hasta seis años para pagar. En definitiva, si quien hoy se encuentra cesante cancela el 5 por ciento, no paga interés ni mora hasta que encuentre empleo. Y cuando lo consiga, pagará en los términos en que ha reprogramado.
Reitero que hubiéramos querido mucho más. No obstante, la ampliación del plazo es un paso sustantivo en esta materia, y la publicación de las listas, sin duda, un estímulo más que suficiente para aquellos que, pudiendo pagar, no lo han hecho.
Esta ofensiva, que apunta a que más gente pueda acceder a la reprogramación de su deuda universitaria, no tiene un afán persecutorio ni incriminatorio, porque, en definitiva, no se puede decir que hoy no estén pagando los más inteligentes y los que ganan más dinero. Existe una infinita gama de situaciones de gente morosa y que no puede pagar. Por consiguiente, apelamos a que las universidades brinden la información necesaria que permita la mayor cantidad de reprogramaciones. Aquellos que no reprogramen, quedarán afectos a la ley Nº 19.287, que judicializa el cobro fundamentalmente a través de los embargos, la persecución y la publicación de sus antecedentes en Dicom. Por tanto, el llamado es que la gente se informe y, principalmente, entienda que el plazo de diez años va a equivaler a que no pagará más del 50 por ciento de su deuda. En consecuencia, aquellos que estén pensando que habrá un “perdonazo”, tienen un concepto equivocado en la interpretación de la ley y del proceso que se producirá.
La bancada del Partido Socialista apoyará la aprobación del proyecto, y sus diputados haremos lo posible para que se genere una campaña de difusión de esta materia que permita a la gente informarse. En el caso de los cesantes, de estudiantes, en que el pago del 5 por ciento de contado sea la principal dificultad para repactar, esperamos que se acerquen a sus universidades para encontrar los mecanismos más apropiados para la repactación en cuotas, de manera que puedan incorporarse, a este sitema de reprogramación y, con ello, hacer más solidaridad. Esto, porque el proyecto garantiza que peso que se paga es peso que va a financiar un crédito a otro estudiante, lo que dista mucho de lo que hay en este momento. Por eso, haremos todo lo que esté a nuestro alcance para apoyar la difusión de esta futura ley.
He dicho.
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