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- rdf:value = " LIBERACIÓN DE CAUCIONES DE GARANTES DE CRÉDITOS DEL INSTITUTO DE DESARROLLO AGROPECUARIO. Segundo trámite constitucional.
El señor JARPA ( Vicepresidente ).-
Corresponde conocer el proyecto de ley, iniciado en mensaje, en segundo trámite constitucional y segundo reglamentario, que autoriza la liberación de cauciones constituidas por personas naturales para garantizar créditos otorgados por el Instituto de Desarrollo Agropecuario.
Diputados informantes de las Comisiones de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural, y de Hacienda, son los señores Ramón Barros y Claudio Alvarado, respectivamente.
Antecedentes:
-Segundo informe de la Comisión de Agricultura, boletín Nº 3145-01 (S), sesión 4ª, en 10 de junio de 2003. Documentos de la Cuenta Nº 9.
-Segundo informe de la Comisión de Hacienda, sesión 4ª, en 10 de junio de 2003. Documentos de la Cuenta Nº 10.
El señor JARPA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado informante de la Comisión de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural.
El señor BARROS.-
Señor Presidente , paso a informar sobre el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional y segundo reglamentario, que autoriza la liberación de cauciones constituidas por personas naturales para garantizar créditos otorgados por el Instituto de Desarrollo Agropecuario.
El proyecto en cuestión beneficiará a alrededor de 1.500 productores agrícolas, los que avalan una deuda morosa de 7.800 millones de pesos de capital y 2 mil millones de pesos de intereses, montos que, en todo caso, son irrecuperables para dicho Instituto, según lo manifestaron sus directivos.
Para ser breve, solamente informaré de las indicaciones que se presentaron en esta Sala durante la discusión general.
En primer lugar, una de la diputada señora Alejandra Sepúlveda y de los diputados señores Araya , Barros, Hernández y Ojeda , para reemplazar, en el inciso tercero del artículo único del proyecto, la expresión “exentas” por “excluidas”.
Sus autores señalaron que esta indicación es de carácter meramente formal y que busca mejorar la redacción del inciso.
Sometida a votación, fue aprobada por unanimidad.
En segundo lugar, una indicación del diputado señor Álvarez-Salamanca para agregar en el inciso tercero, a continuación del punto final, que pasa a ser seguido, el siguiente párrafo: “Además, quedarán excluidos del beneficio de esta ley aquellos avales que no pertenezcan a las sociedades creadas por el Instituto de Desarrollo Agropecuario”.
Luego de ser discutida, fue retirada.
Durante la discusión en la Comisión, se presentaron las dos indicaciones a las que me referiré a continuación:
Una, de los diputados señores Barros, Hernández y Urrutia, para eliminar el inciso séptimo del artículo único del proyecto, con el fin de impedir la posibilidad de que las personas omitidas en los informes reclamaran posteriormente ante el ministro de Agricultura , en buen chileno, para evitar “pataleos posteriores”.
Puesta en votación, fue rechazada por mayoría de votos.
Otra, de la diputada señora Alejandra Sepúlveda y de los diputados señores Galilea, don José Antonio ; Álvarez-Salamanca , Ojeda y Sánchez , para agregar, en el inciso primero del artículo único, entre las palabras “personas naturales” y “para garantizar”, la frase: “, que cumplan con los requisitos legales para ser beneficiarios del Indap,”.
Puesta en votación, fue aprobada por unanimidad.
Con estas modificaciones, el inciso primero del artículo único del proyecto queda así: “El Ministro de Agricultura autorizará al Director Nacional del Instituto de Desarrollo Agropecuario , en adelante Indap, para liberar, remitir o renunciar las cauciones constituidas por personas naturales que cumplan con los requisitos legales para ser beneficiarias del Indap para garantizar los créditos que se indican a continuación”.
Su inciso tercero será del siguiente tenor: “Quedarán excluidas del beneficio de esta ley aquellas personas que hayan actuado como garantes y tenido responsabilidades administrativas en las respectivas organizaciones, en tanto estén siendo investigadas ante los tribunales de justicia o la Contraloría General de la República”.
Es cuanto puedo informar.
El señor JARPA ( Vicepresidente ).-
El señor ministro de Agricultura , don Jaime Campos, ha pedido autorización para que ingresen a la Sala don Ricardo Halabí y su asesor, don Pablo Coloma.
¿Habría acuerdo para acceder a lo solicitado?
No hay acuerdo.
Tiene la palabra el diputado informante de la Comisión de Hacienda.
El señor ALVARADO .-
Señor Presidente , la Comisión de Hacienda pasa a informar sobre el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional y segundo reglamentario, que autoriza la liberación de cauciones constituidas por personas naturales para garantizar créditos otorgados por el Indap.
La Comisión de Hacienda decidió no emitir pronunciamiento sobre el proyecto en este trámite, porque la comisión técnica, la de Agricultura, introdujo algunas precisiones en los incisos primero y tercero del artículo único que no dicen relación con materias de su competencia.
No obstante lo anterior, en el primer trámite reglamentario la Comisión de Hacienda tuvo presente el informe financiero elaborado por la Dirección de Presupuestos, que señalaba que la aplicación del proyecto no implicaría un mayor gasto fiscal, lo cual motivó que se solicitara un informe complementario sobre la menor recuperabilidad estimada y el efecto fiscal envuelto.
Con ocasión del segundo trámite reglamentario, la Dirección de Presupuestos reformuló el informe primitivo, consignando que los posibles beneficiarios eran alrededor de 1.500 productores agrícolas, los que avalan una deuda morosa de 7 mil 800 millones de pesos de capital y 2 mil millones de pesos de intereses, montos que, en todo caso, serían irrecuperables para el Indap.
Con fecha 20 de mayo de 2003, la Dirección de Presupuestos modificó el informe anterior, precisando que los montos involucrados por las deudas morosas, iguales a las antes referidas, tendrían su recuperación determinada por la existencia de garantías reales, en algunos préstamos, y que esto está sujeto a la aplicación estricta del procedimiento establecido en el inciso primero del artículo único del proyecto.
En la Comisión se debatió acerca del alcance de los términos de este informe, estimándose que los préstamos otorgados posiblemente han sido registrados como pérdida, y que con el proyecto la única opción de recuperar parte de dichos créditos sería ejecutar las garantías otorgadas por las personas jurídicas involucradas.
En consideración a esos antecedentes, la Comisión acordó por unanimidad solicitar al Indap un informe en el cual se indique el valor de los activos de las empresas que recibieron los créditos. Este patrimonio constituye la única fuente de recuperación de los créditos -ya que se libera a las personas naturales que actuaron como avales- y fijaría, de manera aproximada, la pérdida global de las colocaciones efectuadas por el Fisco, que alcanzan a 7 mil 800 millones de pesos de capital y a 2 mil millones de pesos de intereses.
En consecuencia, al no existir artículos nuevos en el texto sobre el cual se informa, la Comisión adoptó el acuerdo de ratificar el pronunciamiento efectuado en el primer trámite reglamentario.
Es todo cuanto puedo informar.
He dicho.
El señor JARPA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el diputado señor René Manuel García .
El señor GARCÍA (don René Manuel) .-
Señor Presidente , este es un proyecto que me alegra enormemente, ya que represento a una zona donde muchas personas que han servido como avales están siendo ejecutadas por el Indap. Lo paradójico es que se ha debido elaborar un proyecto para salvar a gente que recibió beneficios en época de elecciones. En esa oportunidad, se les dijo que ésta era una ayuda del Gobierno y que si la recibían no iba haber ningún problema.
Todos sabemos hacia adonde va el Indap y qué papel ha cumplido históricamente. Me alegra mucho que se haya constituido una Comisión investigadora para aclarar estos y otros problemas que afectan a ese organismo. El señor ministro fue colega nuestro, y recuerdo que peleaba con firmeza para que se asignaran créditos del Indap a su zona. Ahora, como titular de Agricultura , le toca a él “cortar el queque”, de lo cual nos alegramos mucho. Sin embargo, no me puedo alegrar cuando veo este proyecto y recuerdo que en las zonas costera y cordillerana de la Novena Región, que represento, hay 1.900 personas que viven en la extrema pobreza -las carpetas con los casos están en poder del señor ministro - y que están esperando que se les condonen sus deudas.
No elaboremos iniciativas que salpiquen las cosas y que quiten beneficios a la gente que vive en la pobreza. Sin duda, es bueno solucionar luego este problema. ¿Por qué digo esto? Simplemente porque la gente que se encuentra atrasada en el pago de sus créditos no va a tener la posibilidad de recibir otros durante este año. Por lo demás, el director nacional del Indap tiene las facultades para condonar esas deudas.
Por lo tanto y entendiendo que se trata de un proyecto largamente esperado que beneficia a 1.500 personas, le daremos nuestro apoyo, al igual que a cualquier iniciativa que entregue beneficios a la agricultura. Pero, en todo caso, es necesario que el Indap muestre mayor transparencia. De lo contrario, siempre surgirán estos problemas.
Señor Presidente , por su intermedio aprovecho la oportunidad de pedir al ministro -doy por aprobado el proyecto, porque todos vamos a votarlo a favor- la creación, de una vez por todas, de la oficina agrícola del BancoEstado, que los representantes de regiones agrícolas hemos pedido en todos los tonos. Me parece increíble que el Indap sea juez y parte. Vale decir, da los créditos, y después ejecuta, con lo cual echa a perder todo lo bueno que entrega. En efecto, da asesoría técnica, créditos, hace sembrar, hace de todo; pero después, cuando al agricultor le va mal, lo ejecuta. En consecuencia, con ello se pierde toda la fuerza, toda la veracidad.
Nosotros queremos que el Indap siga funcionando. Fue creado en 1960 por don Jorge Alessandri para servir a los agricultores, no como instrumento para beneficiar a ciertos partidos políticos. En verdad, creemos que Indap merece mejor trato.
Así como hemos sido grandes críticos del Indap, también quiero decir al ministro que en Temuco, por ejemplo, hemos notado una sustancial mejoría con respecto a lo que hacía Indap bajo la conducción de otros directores. Ahora hay un director joven, que está interiorizado de los problemas de la zona.
Tengo en mi poder el oficio de respuesta del ministro cuando le pedí la formación del banco para inseminar a los animales, que es otro beneficio que otorga el Indap. Estamos en esa onda, ayudando, pues queremos que el pequeño agricultor se diversifique, que haga cosas. Pero existe un problema que debemos solucionar ahora.
Después de este preámbulo sobre la realidad del Indap, quiero saber qué pasará con las maquinarias, porque es fácil arreglar el problema de los avales, pero si se incautan las maquinarias, ¿quién se quedará con ellas?
Queremos solucionar el problema de las maquinarias para que sigan prestando servicio a las comunidades beneficiadas. Estamos absolutamente de acuerdo en que a los avales no les embarguen su campo y que no tengan ninguna responsabilidad jurídica, porque muchas veces fueron engatusados, les dijeron que si no firmaban no tendrían las máquinas. Ese problema está solucionado; a la gente no se le rematarán sus bienes y podrán acogerse a los beneficios de esta iniciativa. Pero queda pendiente el problema de la gente que tiene maquinarias, pues si no son pagadas, serán incautadas y rematadas.
El señor JARPA ( Vicepresidente ).-
Señor diputado , comenzó el tiempo de su segundo discurso.
El señor GARCÍA (don René Manuel) .-
Entonces, entraremos en algo perverso. Las máquinas serán rematadas por un señor que, incluso, a lo mejor es de otra región y que no tiene nada que ver con los fines para los que fueron adquiridas.
Me interesa que estas maquinarias sigan prestando servicio a los agricultores. Tal vez se puede llegar a un acuerdo con la municipalidad, con otra cooperativa agrícola, en fin, pero que sigan prestando servicios, porque lo hacían a buen precio para el pequeño agricultor. Si las máquinas son rematadas, la situación quedará saneada, pero los agricultores tendrán que volver al buey, a la rastra de clavos, y eso es lo que no quieren, pues para competir con la Comunidad Económica Europea y con Estados Unidos a raíz de los tratados de libre comercio respectivos, se requiere tecnología y no volver atrás. Por eso, más grave que el problema que analizamos es que la gente quedará sin sus maquinarias.
En síntesis, vamos a concurrir con nuestros votos para aprobar este proyecto, porque creemos que es de extrema justicia para que el pequeño agricultor y, sobre todo, para que quienes sirvieron de avales y pueden perder sus propiedades, tengan un respiro. Ojalá, ministro , Dios haga milagros y las vacas hablen en este país.
He dicho.
El señor JARPA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Sergio Ojeda.
El señor OJEDA .-
Señor Presidente , no sé que tienen que ver las vacas con el proyecto en estudio. En verdad, esta Sala da para todo. Siempre se va a decir que las cosas se hacen por interés electoral, más aun cuando se realizan cerca de las elecciones; pero la acción del Gobierno y del Estado no se puede paralizar por temor a la crítica mal intencionada. En todo caso, ése no es el tema en debate.
Nuestra bancada apoyará decidida e íntegramente el proyecto que autoriza la liberación de cauciones constituidas por personas naturales para garantizar créditos otorgados por el Instituto de Desarrollo Agropecuario, por las razones que en forma reiterada se han señalado ahora y anteriormente en la Sala y porque los posibles beneficiarios del proyecto son alrededor de 1.500 productores agrícolas que están avalando una deuda morosa de 7 mil 800 millones de pesos en capital y 2 mil millones de pesos en intereses, aproximadamente. Entre ellas, podemos reiterar las dificultades económicas o la crisis que afecta a la agricultura, sobre todo a los pequeños y medianos campesinos, y porque se trata de sumas prácticamente irrecuperables. La facultad que se otorga al Indap para liberar, remitir o renunciar las cauciones constituidas por estas personas liberará a los avales de esta “mochila”, de esta mancha comercial por deudas impagables en la práctica.
En todo caso, ha quedado claro -y así lo ha entendido la Sala- que no se trata de eliminar la deuda, cuestión que el proyecto señala muy claramente. Además, sólo se favorece a personas naturales -indicación que la Comisión aprobó en su segundo informe- que cumplan con los requisitos legales para ser beneficiarias de Indap, es decir, pequeños y medianos campesinos, que son los directamente beneficiados por estos créditos, que se encontraren morosos y que hubiesen entregado cauciones por esos préstamos. No se trata de beneficiar a quienes se han enriquecido personal e ilícitamente, sino a quienes han tenido un resultado económico adverso. En tal sentido, se exige que no exista dolo ni culpa de los garantes, y que tampoco exista responsabilidad administrativa de las respectivas organizaciones.
La Comisión también está realizando una investigación, como consecuencia de la presentación de un proyecto de acuerdo sobre la materia, respecto de las empresas y de los avales, para determinar si efectivamente estos garantes están relacionados directamente con los beneficiarios del crédito y para despejar cualquier duda o cuestionamiento que pudiere existir respecto de estas garantías, de excusiones, créditos o activos.
Por lo expuesto, anuncio mi voto favorable al proyecto y solicito a la Sala aprobarlo, dado que las modificaciones introducidas son mínimas, por lo que el proyecto viene prácticamente con la misma redacción aprobada en su trámite anterior.
Reitero, aprobaré el proyecto por los beneficios que otorgará a los garantes de estos créditos, que son personas que viven una situación económica complicada por las causas señaladas.
He dicho.
El señor JARPA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Ramón Barros.
El señor BARROS.-
Señor Presidente, obviamente todos apoyaremos el proyecto.
Me alegro muchísimo por la Sexta Región, en particular por las provincias de Colchagua y Cardenal Caro, donde hay miles de pequeños agricultores, pues el objetivo que se persigue es traer algo de alivio a muchos pequeños agricultores usuarios de Indap que hoy se encuentran muy angustiados por la situación que los afecta.
Aparentemente, el proyecto sólo trata de liberar las cauciones a algunos miles de pequeños agricultores. Sin embargo, se perdieron 9.800 millones de pesos. Cuando se está hablando de alzar los impuestos, uno se empieza a acordar de estos miles de millones que, para algunos, son unos pocos pesos que se sacarán de los bolsillos de la gente más pobre. Por eso es importante remarcarlo.
A medida que avanzábamos en el análisis del proyecto, nos fuimos dando cuenta de que aparecían situaciones sospechosas. En primer lugar, que se pierdan 9.800 millones pesos no es algo menor. En la pérdida de estas platas no siempre recae la responsabilidad en los pequeños agricultores. Por el sistema que hoy impera para que Indap otorgue los créditos, en muchas ocasiones los agricultores son inducidos a embarcarse en ciertos proyectos que luego, lamentablemente, fracasan por una mala evaluación técnica y financiera, respecto de los cuales nunca, nadie, se hace cargo.
Nos dimos cuenta de que en muchas ocasiones, y con listado en la mano, había supuestos beneficiarios que ni siquiera pertenecían a las sociedades consideradas como sujeto de crédito. Por eso, presentamos indicaciones y acotamos el número de beneficiarios, en el sentido de que no pudiesen ser considerados como tales aquellos que no fueren usuarios del Indap ni tampoco quienes estuvieran sometidos a proceso por los tribunales de justicia o a investigación por la Contraloría.
Aprobaremos el proyecto, pues pensamos en el beneficio de los pequeños agricultores que no tienen responsabilidad. Sin embargo, esto debe llevarnos a un debate en que quede planteado el problema de fondo: el Indap tiene que reformularse.
Señor Presidente , por su intermedio, deseo expresar al ministro que el Indap tiene que “aggionarse” completamente. No puede ser que una institución se dedique en forma simultánea a la asistencialidad y al fomento productivo, porque se confunden los roles, se pierden los lineamientos y no se ve hacia adónde se va. El Indap debe tener mayor rigurosidad y hacerse cargo en forma responsable de los proyectos en los cuales involucra a los pequeños agricultores.
El otro día, en una comuna de la Sexta Región, un agricultor nos planteaba que pagaba las cuotas del Indap con su pensión, porque nunca pudo obtener la producción de paltas que esperaba, debido a que se helaron todos los años. El Indap debería hacerse cargo de estas situaciones. No puede ser que la empresa intermediaria tome su participación, se la meta en el bolsillo y después nunca más, nadie, se haga cargo. Al final, somos los parlamentarios de la zona y los alcaldes quienes damos la cara y escuchamos las aflicciones de aquellas familias afectadas, que siempre son pobres.
Tenemos que evitar la politización del Indap, lo que para nadie es un misterio. ¡Basta de manipulación! Hagamos las cosas bien. Involucremos a las universidades, a los técnicos, pero dejemos de lado de una vez por todas la politización, que siempre ha sido parte de la historia del Indap, en beneficio de personas con nombre y apellido.
Por ello, con alegría votaré a favor el proyecto, por los beneficios que significará para los pequeños productores, que no siempre son responsables de esta situación. Pero también debo ser muy crítico y propositivo respecto del rol que debe cumplir el Indap en el futuro, porque no se le pueden seguir cargando a los pobres, a través de impuestos, los miles y miles de millones de pesos que se dilapidan en politización y en una mala gestión del Indap y de otras instituciones del Estado.
He dicho.
El señor JARPA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Enrique Jaramillo.
El señor JARAMILLO .-
Señor Presidente , por los comentarios que he escuchado, me parece que el proyecto va a ser aprobado en forma unánime. Sin embargo, no puedo dejar de sentirme molesto, porque no se deja al Indap trabajar tranquilo. Comisiones investigadoras van y vienen. Es cierto que se han cometido grandes errores, pero los pequeños agricultores sólo desean el apoyo que se les está dando.
Como parlamentario de una zona eminentemente rural, debo defender esta iniciativa, porque termina con una grave situación que afecta a muchos pequeños agricultores y campesinos, que de alguna manera han recibido el beneficio que otorga el Instituto de Desarrollo Agropecuario.
Se deben asumir los errores. Personas de diversas instituciones del país y del mundo, a veces no sólo cometen errores, sino graves faltas. Pero eso ya es historia, y lo he comprobado en carne propia.
Hoy no se dejó entrar a la Sala al director nacional del Indap, porque lo quieren confundir con aquellos que cometieron el ilícito. Sin embargo, caen en un grave error quienes cuestionan de esa manera al organismo.
Recuerdo cómo la creación del Indap, por los años 60, comenzó a transformar la agricultura. Prácticamente, hubo una educación del mundo rural a través de este organismo, que siempre ha funcionado bien, pero con las dificultades conocidas. No las escondo ni las dejo de reconocer.
El proyecto en discusión debiera servir para aunar criterios, a fin de hacer mejor las cosas, y no insistir en que se está usando políticamente uno de los bastiones de la pequeña, mediana y miniagricultura. Quienes vivimos en el mundo rural nos damos cuenta de cómo se educa a estos campesinos, de cómo logran resultados económicos aquellos que sólo poseen un predio en el campo.
El Indap es un organismo que está pendiente de su gente. Estoy constantemente en comunicación no sólo con esa entidad, sino también con los campesinos. Y repito aquí lo que manifesté hace una semana en Río Bueno: ¿qué sería de los pequeños agricultores si no existiera el Indap?
Por eso, la crítica debe hacerse en forma constructiva, para que entre todos empujemos el carro y ayudemos a quienes han sufrido el problema que se trata de solucionar mediante este proyecto, como es la pérdida de 7 mil 800 millones de pesos, aunque, a mi juicio, no es tan así. En efecto, he seguido de cerca la fiscalización de ese Instituto y he podido comprobar que hasta este momento es recuperable casi el 40 por ciento de esa cifra. De ahí que venga al caso ese dicho muy antiguo de que para mentir y comer pescado, hay que tener mucho cuidado. Me alegra mucho la recuperación de las arcas del Indap.
Por eso, de una vez por todas hay que terminar con los comentarios malintencionados, que sólo perjudican a quienes queremos apoyar. Es preciso hacer ver a esa gente que hay una institución que, gracias al esfuerzo de todos los chilenos, les puede entregar beneficios, como abonos, subsidios y bonificaciones, entre otros. No hay otra fórmula. Si le quieren cambiar el nombre, está bien; pero debe haber una institución que defienda la pequeña agricultura, y no quedarse en discursos que posiblemente saquen aplausos, pero en los que se dicen cosas que no son, como, por ejemplo, que se pederán 7 mil 800 millones de pesos, porque casi el 40 por ciento de esa es cifra recuperable.
Espero que a partir de este proyecto cambiamos la visión en cuanto al apoyo que debemos dar a los pequeños agricultores, lo cual sólo se logrará si nos ponemos de acuerdo quienes vivimos en el mundo rural y estamos interesados en la pequeña agricultura. Si sabemos lo que eso significa, no cabe duda de que Chile comenzará a caminar de otra manera.
Hemos vivido coyunturas económicas extraordinariamente difíciles, como la baja de precios debido a situaciones internacionales, lo que ha repercutido con mayor fuerza en la agricultura de subsistencia.
Insisto en que, de una vez por todas, se debe lograr un acuerdo que signifique apoyar a la agricultura chilena; porque los pequeños agricultores tienen derecho a ello, deben ser apoyados y jamás descuidados.
He dicho.
El señor JARPA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el diputado señor José Antonio Galilea .
El señor GALILEA (don José Antonio) .-
Señor Presidente , en primer lugar, recuerdo a los señores diputados que este proyecto fue aprobado en general cuando la Sala tomó conocimiento del primer informe de la Comisión, de manera que hoy sólo debemos pronunciarnos acerca de las indicaciones. Llamo la atención al respecto porque la mayoría de las intervenciones han dejado la sensación de que es primera vez que lo conoce la Sala.
Las indicaciones básicamente tienen por objeto despejar cualquier sombra de duda respecto de quiénes serán los beneficiarios del proyecto a través de la autorización que el ministro de Agricultura debe dar al director del Instituto de Desarrollo Agropecuario . Digo despejar cualquier sombra de duda porque, durante la anterior discusión, siempre rondó la idea de que la facultad de liberar, remitir o renunciar las cauciones constituidas por personas naturales en garantía de estos créditos, eventualmente podía recaer en personas que, de acuerdo con el espíritu del legislador, no se busca beneficiar. Por esa razón, en la Comisión de Agricultura se aprobó una indicación que dice que las personas deben cumplir con los requisitos legales para ser beneficiarios del Indap, lo cual significa que sólo podrán serlo los pequeños productores agrícolas, según lo establece la ley del Indap. Más aun, en el inciso tercero del artículo único se dice que quedarán excluidos aquellos garantes que han tenido responsabilidades administrativas en las respectivas organizaciones, en tanto estén siendo investigadas ante los tribunales de justicia o la Contraloría General de la República. En otras palabras, lo que hoy votará la Sala es el establecimiento de una estricta precisión para no dejar lugar a dudas respecto de quienes son los potenciales beneficiarios del proyecto.
Cuando se discutió este proyecto en general, varios señores diputados, a mi juicio legítimamente, plantearon su preocupación en cuanto a que la facultad que se otorgaba al Indap le originaría una pérdida por no tener a quién cobrar los créditos. Es decir, al no poder exigir a los garantes, dada la facultad que se le entrega, no se podría recuperar ese dinero. Cuando se solicitó al Ejecutivo cuantificar esa eventual pérdida, se llegó a la cifra que, aquí se ha mencionado, de 7.800 millones de pesos de capital, cifra que más los intereses, puede llegar a aproximadamente 9 mil o 10 mil millones de pesos. Ese es el monto que este proyecto podría potencialmente asegurar como pérdida del Indap si dicho organismo no logra cobrar la deuda.
En la discusión en general, hubo diputados que plantearon -a mi juicio, legítimamente- que si se otorgaba esta facultad al Indap, se debía aclarar qué ocurrió con esos recursos; es decir, señalar por qué se perdieron. Al efecto, la Sala mandató a la Comisión de Agricultura, Silvicultura y Desarrollo Rural para que, en un plazo de 90 días, se abocara a investigar el destino de esos recursos y a determinar las razones de la pérdida de aproximadamente 10 mil millones de pesos por parte del Indap. No obstante, para esclarecer qué ocurrió con esos recursos, resulta absolutamente indispensable que el referido instituto entregue a la Comisión de Agricultura todos los antecedentes que permitan hacer luz sobre el problema; de lo contrario, su trabajo se frustrará.
Quiero recordar a los diputados que no han seguido la historia del Indap en los últimos dos o tres años -en particular, me refiero a la intervención del colega Jaramillo - que la Comisión de Agricultura ya había efectuado una investigación en respuesta a una serie de denuncias formuladas a través de los medios de comunicación, sobre eventuales irregularidades en los créditos otorgados a empresas campesinas, cuyas conclusiones fueron aprobadas, en forma unánime, tanto en la Comisión como en la Sala. La Comisión investigadora estableció que no sólo hubo “errores” en los créditos otorgados por el Indap, sino que en determinadas empresas se cometieron graves irregularidades, una de las cuales fue el otorgamiento de créditos y sobrecréditos de manera liviana a algunas de ellas, sobreendeudándolas más allá de las capacidades que tenían para responder por los créditos.
Por su intermedio, señor Presidente , quiero decir al diputado señor Jaramillo que si bien es malo para los pequeños agricultores que permanentemente se ponga en tela de juicio al Indap, también es perjudicial para ellos que se dilapiden recursos destinados a apoyarlos. Al respecto, cabe recordar que la Comisión investigadora sobre los créditos otorgados por el Indap concluyó que dicho organismo podría llegar a perder 30 mil millones de pesos si no logra recuperar ninguno de los créditos otorgados. En todo caso -Dios así lo quiera-, seguramente la pérdida no llegará a esa cifra, porque muchos de los créditos se podrán cobrar. Sin embargo, la denuncia de irregularidades y de malos negocios fue lo que motivó al Ejecutivo a presentar este proyecto, que busca liberar las cauciones de aquellos pequeños agricultores que fueron engañados a través de la formación artificial de algunas empresas, para luego convencerlos de que se asociaran para poder ser considerados sujetos de crédito por el Indap.
A mi juicio, en este caso se distinguen dos tipos de empresas: aquellas que hicieron malos negocios agrícolas y no pudieron responder, y aquellas a las que el cúmulo de irregularidades en que cayeron les impidió responder por los créditos otorgados. Los pequeños agricultores que se asociaron con esas empresas y tuvieron que garantizar los créditos con sus bienes, son los que ahora tienen que “pagar el pato” por el mal negocio o por las irregularidades, según sea el caso.
No cabe duda de que lo correcto es apoyar este proyecto, porque los tribunales de justicia, la Contraloría y el propio Indap deben perseguir a los responsables de haber administrado de manera deficiente estas empresas, ya sea porque hubo casos de malos negocios o, en particular, porque existieron irregularidades.
De modo que hago un llamado a los colegas a aprobar estas dos indicaciones, que no tienen otro objetivo que establecer con exactitud quiénes serán los beneficiarios de la autorización que el ministro de Agricultura podrá entregar al director del Indap para liberar, remitir o renunciar las cauciones comprometidas por pequeños agricultores.
Considero que hicimos muy bien en aprobar este proyecto y que lo haremos mejor aún si aprobamos estas dos indicaciones.
He dicho.
El señor JARPA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el honorable diputado Claudio Alvarado.
El señor ALVARADO .-
Señor Presidente , sin duda, este proyecto ha sido largamente esperado por miles de pequeños agricultores que no han sido responsables del destino final de las empresas asociativas que, en su momento, recibieron el apoyo crediticio del Indap, pero que, por variadas razones y porque fueron ineficientes en su gestión, fracasaron en sus proyectos y terminaron con sus créditos impagos.
Cuando el proyecto se discutió por primera vez, hace un par de semanas, dije que debíamos evitar confusiones. La aprobación de esta iniciativa no significa generar una pérdida de 7 mil 800 millones de pesos, ya que los créditos fueron otorgados y, en su gran mayoría, están impagos. Lo que estamos haciendo es, única y exclusivamente, eliminar una eventual segunda fuente de pago que son los avales: pequeños agricultores, es decir, personas naturales.
Por esa razón, en la Comisión de Hacienda solicité que el Indap nos hiciera llegar el actual valor de los activos de las empresas con créditos morosos, porque eso nos permitirá determinar la diferencia que existe entre el valor de esos activos, eventualmente factibles de ser liquidados, y el monto de la deuda total, a fin de determinar la pérdida final que sufrirá el erario.
Pero aquí hay un problema de fondo. Muchas veces, la asociatividad o la simple idea de un proyecto no garantiza un buen éxito final.
El año pasado, durante la discusión del proyecto de ley de Presupuestos en la Quinta Subcomisión Mixta, encargada de estudiar el presupuesto de agricultura, manifesté que estas situaciones se producen, muchas veces, por descoordinación entre los propios servicios del Estado, y voy a dar un ejemplo muy simple y gráfico:
En la comuna de Dalcahue, Chiloé, se creó una empresa asociativa -una sociedad anónima cerrada-, incentivada por el Indap, para entregar servicios a los pequeños agricultores en todo lo que dice relación con la mantención de sus campos, y se compraron tractores y maquinarias para sembrar, limpiar, en fin. Pero, al poco tiempo, en una comuna vecina el Fosis entregó a otras organizaciones de pequeños agricultores exactamente el mismo equipo, pero sin que estuvieran obligados a devolver los recursos. Entonces, sucede que esa empresa asociativa que recibió los estímulos y créditos del Indap, para ser rentable, tiene que cobrar un precio por los servicios que presta -10 mil pesos la hora-; pero los agricultores de la comuna vecina que recibieron el mismo apoyo a través del Fosis y que no tienen la obligación de devolver el crédito, cobran 5 mil pesos la hora. Entonces, al momento de contratar el servicio, obviamente, los pequeños agricultores recurrían a quienes les cobraban más barato, y la empresa que recibió créditos del Indap y que debía ser eficiente y productiva, no pudo seguir adelante. ¿Con qué nos encontramos? Con que los bienes de los pequeños agricultores, es decir, personas naturales, socios de esa sociedad anónima cerrada, han sido embargados. ¿De qué tipo de bienes hablo? De predios de una o una hectárea y media, y de sus animales, lo que les impide seguir operando con el Indap. Eso es injusto, porque la causa del fracaso no es responsabilidad de ellos, sino, en este caso específico, de la descoordinación existente entre los organismos del Estado.
¿Qué sucedió en otros casos? Se formaron cooperativas y se entregaron créditos, pero la administración no quedó en manos de los pequeños agricultores, sino de gerentes impuestos que, primero, entregaron asesoría técnica y, después, “gerentearon” esas organizaciones. Al final, la mala administración terminó en que los recursos se destinaran a fines distintos de los de la organización, dejando endeudados a los pequeños agricultores. Son casos reales, para los cuales hoy se está tratando de encontrar una solución, pero con los propios interesados.
Por lo tanto, creo que el proyecto llevará alivio a muchos pequeños agricultores que hoy están angustiados por las cauciones que entregaron en su condición de avales.
Eso sí, es importante que el Indap actúe con la mayor energía y recurra a sus mejores capacidades para que las personas que cometieron irregularidades, ilícitos o, simplemente, que administraron mal los recursos de todos los chilenos, asuman su responsabilidad, se les sigan juicios en los tribunales que correspondan, se les embarguen sus bienes personales y, por supuesto, los pocos bienes de estas sociedades, que ya no tienen el destino comercial para el cual fueron adquiridos, sean rematados.
Para terminar, reitero mi voto favorable a la iniciativa, pero dejando muy claro que en muchas situaciones de créditos impagos existe responsabilidad compartida desde el punto de vista de la administración y de la evaluación inicial de los créditos, situación que no puede soslayarse. Hay que perseguir la responsabilidad de quienes cometieron los errores y administraron mal y la de aquellos que fueron poco cuidadosos al momento de entregar los recursos de todos los chilenos.
He dicho.
El señor JARPA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Eugenio Tuma.
El señor TUMA.-
Señor Presidente , este proyecto nos permite a los parlamentarios de las zonas agrícolas del sur informar a los colegas de otras zonas sobre la cruda realidad que, muchas veces, vive el campesino, que sólo pueden mitigar mediante su alianza con organismos del Estado. Pues bien, uno de los más importantes en esta alianza es el Instituto de Desarrollo Agropecuario, quizás el único que otorga créditos a los pequeños campesinos.
Estamos tratando este proyecto de ley, porque en algún momento el Indap tuvo sensibilidad social y otorgó créditos a asociaciones de pequeños agricultores y campesinos, muchas de las cuales hoy día son exitosas, no deben nada y, por lo tanto, no son sujetos de este proyecto de ley, porque pagaron completamente sus créditos o los han renovado. Incluso, muchas de esas organizaciones, para orgullo nuestro, se han modernizado y están exportando. Pero hay otras a las cuales no les ha ido muy bien y que recibieron créditos del Indap, a pesar de no ser sujetos de crédito, porque no podían entregar una garantía. Entonces, se buscó la forma de otorgar créditos a las organizaciones con el aval solidario de los campesinos, de los beneficiarios, de aquellos que se atrevieron a hacer esa alianza maravillosa, magnífica, con un organismo del Estado que está modernizando gran parte del mundo rural, que no se puede quedar atrás ante los desafíos del mundo moderno, de los tratados de libre comercio y de la globalización.
De manera que lo que hace el proyecto es reconocer la absoluta incapacidad de esos pequeños agricultores de pagar su deuda, pues la única posibilidad que existe es a través de la ejecución de sus bienes productivos, como puede ser un pequeño tractor, una yunta de bueyes o sus elementos de labranza. Por eso, lo que hacemos no es liberar de responsabilidad a las sociedades deudoras, sino a los pequeños agricultores que avalaron solidariamente esa operación y que, por distintas razones, principalmente de mercado, no han podido cumplir.
Se ha estado sembrando una enorme desconfianza respecto de las instituciones del Estado, particularmente del Indap, en circunstancias de que es uno de los organismos que tiene uno de los más altos índices de recuperación de créditos entre las entidades que los otorgan que no son bancarias: casi el 95 por ciento de las deudas acumuladas a la fecha. Es más, puedo demostrar que los recursos colocados en 2002 fueron menores que los recuperados por el Indap, situación que se repite en una proyección para el 2003: se estima una recuperación de alrededor de 38 mil millones, de acuerdo con el avance que tenemos a la fecha, y 32 mil millones en colocaciones. Por lo tanto, no se puede decir que los pequeños agricultores no estén pagando o que los campesinos no tengan la voluntad de pagar sus créditos; si no los pagan es porque están imposibilitados para hacerlo, por razones de mercado, externas o ajenas a su voluntad.
Por eso, nuestra bancada apoyará en forma entusiasta este proyecto, porque sabemos el esfuerzo que está haciendo el Indap. Además, confío en que su director nacional sabrá usar sabiamente la facultad que se le entrega -la que, en todo caso, está reglamentada- en función de una agricultura campesina que no puede desarrollarse si no es mediante una alianza con el Estado.
He dicho.
El señor JARPA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el honorable diputado Juan Masferrer.
El señor MASFERRER .-
Señor Presidente , es bueno que hoy estemos discutiendo problemas del agro y que, además, se encuentre presente el ministro de Agricultura , ex colega nuestro, a quien, desde ya, felicito por las gestiones que realizó durante las negociaciones de los tratados de libre comercio, que, indudablemente, favorecen al sector exportador de la agricultura, pilar fundamental de nuestra economía.
Sin embargo, nos hemos ido quedando atrás y el ministro debe cargar una gran mochila de desprestigio por las numerosas irregularidades cometidas en un organismo tan importante para el desarrollo de los pequeños productores como es el Indap.
Cuando denuncio estas situaciones en el distrito y en las comunas de mi región, a través de la prensa, dicen que Masferrer está en contra del Indap. Quiero decir en este hemiciclo que lo único que deseo es fortalecerlo y que cada día tenga más recursos. Por eso, en estos trece años que llevo en el Congreso Nacional siempre he votado a favor de los recursos que se le asignan en el Presupuesto de la Nación. Ahora, si uno los suma, éstos sobrepasan los mil millones de dólares para Indap, que el ministro no ha administrado. Algunos directores, como el señor Marambio , prácticamente se robaron lo que estaba destinado al pequeño propietario.
-Hablan varios señores diputados a la vez.
El señor MASFERRER .-
¡Hay que decir las cosas como son! A lo mejor a algunos parlamentarios no les gusta, pero es la verdad.
Sé que el señor ministro está poniendo...
El señor JARPA ( Vicepresidente ).-
Diputado Masferrer , diríjase a la Mesa.
El señor MASFERRER .-
Me dirijo a usted, honorable Vicepresidente, colega y amigo, don Carlos Abel Jarpa .
No hay que ponerse nervioso. El ministro está tranquilo, reposado, porque no tiene mayor responsabilidad en el asunto.
Indap se creó, hace más de cuarenta años, con el objeto de entregar asesoría técnica, de ayudar y de orientar al pequeño propietario. Incluso, de condonar deudas por razones de sequía o, en general, climáticas al pequeño productor que hace soberanía en los campos de nuestra patria. Sin embargo, no le ha respondido, sobre todo en los últimos años.
Cuando se pidió autorización para que el actual director de Indap ingresara a la Sala, varios parlamentarios no accedimos a tal solicitud porque él no ha respondido las inquietudes que le hemos planteado mediante oficios de fiscalización, tarea que nos corresponde y que nunca vamos a dejar de cumplir.
Aprovechando la visita del señor ministro de Agricultura, quiero agregar, para corroborar lo que estoy afirmando, que en la querida comuna de Las Cabras, zona netamente agrícola,...
El señor MONTES.-
¿Dónde queda?
El señor MASFERRER .-
En la Sexta Región del Libertador General Bernardo O’Higgins. ¡Para que se ubique en el mapa, señor Montes! Nunca va a poder ser senador por esa región si ni siquiera la conoce.
Decía que el jefe de área de Indap y presidente de la Democracia Cristiana de la zona, Juan Pablo Torres , un canalla, abusó con el pequeño propietario, porque como tenía la facultad de otorgar recursos, preguntaba a la gente cuánta plata necesitaba. Si le respondían que 3 millones, entonces él decía: “Te voy a pasar 5 millones, pero como pediste 3 millones, me dejas 2 millones aquí”. Eso está establecido en la investigación que hizo el propio Indap.
¿Qué hicieron? Lo destituyeron del cargo, lo echaron a la calle y se entabló un juicio en el juzgado de Peumo. Ustedes se preguntarán si este caballero está preso. No lo está. Doña Clara Szczaranski , presidenta del Consejo de Defensa del Estado , dice que el juicio no puede avanzar porque Indap, la institución de la cual es director el señor Halabí -al que hoy muy bien se le ha negado el acceso a la Sala-, no envía los antecedentes al juzgado de letras de Peumo .
A lo mejor, el señor ministro no conoce en detalle los tremendos problemas que tenemos los parlamentarios que representamos zonas campesinas, como Chimbarongo, San Fernando, San Vicente, Peumo, Pichidegua y mi querida comuna de Las Cabras. Por esa razón, de repente uno debe levantar la voz, aunque algunos colegas de enfrente se pongan nerviosos y se desesperen.
Creo que es el momento de decir: “Alto, señor ministro , no le aguante más a Indap. No permita que lo arrastre, porque yo lo conozco a usted y sé cuál ha sido su labor en la vida pública, en especial respecto del área exportadora, con una serie de acuerdos con distintos países para aumentar las exportaciones”.
Como decía, se le han entregado a Indap millones de dólares, pero resulta que el pequeño propietario está prácticamente igual que hace una década.
Para que sepan, en el campo, el agua y el riego son lo más importante. Sin embargo, como seguramente lo sabe el señor ministro , todavía el pequeño propietario sigue regando a potrero tendido. ¡Si ese sistema ya no se utiliza en el mundo! ¡Cómo se va a desarrollar el campesino y cómo va a pagar sus deudas si Indap no le da la capacitación que se merece! Por ese motivo estoy molesto, pues se entregan los recursos, pero se desaprovechan.
El señor JARPA ( Vicepresidente ).-
Señor diputado , le queda un minuto.
El señor MASFERRER .-
Señor Presidente , la gente quiere la transparencia y la verdad. El proyecto es importante, pero va a favorecer sólo a algunos agricultores, en especial a aquellos que fueron prácticamente seleccionados a dedo con el fin de formar sociedades para entregarles recursos, pero no asistencia técnica, y luego abandonarlos.
El esfuerzo debe dirigirse exclusivamente a ayudar a este gente; pero hay que decir la verdad y tratar de corregir algunas cosas. Sé que el señor ministro tiene la mejor disposición para hacer los cambios que corresponden en Indap, y espero que cuando debamos hablar de nuevo de este instituto tan importante...
El señor JARPA ( Vicepresidente ).-
Terminó su tiempo, señor diputado .
El señor MASFERRER .-
Señor Presidente , con su venia, quiero redondear la idea.
Queremos que el proyecto se haga realidad, pero insistimos en que solamente favorecerá a algunos pequeños agricultores. ¡Cómo quisiéramos que fueran todos los pequeños propietarios! Es más, que se les tendiera la mano a aquellos a los cuales no se les entregó la asesoría correcta y cayeron en desgracia o en mora, porque Indap no cumplió con la ley, los engañó y los utilizó.
Finalmente, sostengo que estoy con el pequeño propietario y que quiero que Indap sea fortalecido.
He dicho.
El señor JARPA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Ceroni.
El señor CERONI .-
Señor Presidente , en verdad preocupan discursos como el del diputado señor Masferrer , porque a mi juicio lamentablemente no van en la dirección correcta.
Muchos tenemos una opinión muy crítica sobre lo que ha ocurrido en Indap, como se demostró en la Comisión investigadora de hace dos años, cuyo informe, aprobado por unanimidad por diputados de todos los partidos de la Concertación -Partido Demócrata Cristiano, Partido Socialista, PPD, Partido Radical- y de la Oposición, contuvo juicios y conclusiones muy duros.
Fuimos duros contra el ex director nacional, señor Marambio , pero jamás se nos habría ocurrido pensar que él robó, porque no es cierto. Sí se equivocó, cometió graves errores; hizo caso omiso a opiniones que le dimos en cuanto a que no siquiera otorgando créditos a organizaciones sobreendeudadas. Por ello, discrepo absolutamente de las expresiones vertidas por el diputado Masferrer .
Hemos apoyado investigaciones como las que ha planteado últimamente la Oposición para aclarar qué destinos tuvieron los recursos de Indap, pero en un buen sentido, el de la transparencia. Sin embargo, discursos como el recién escuchado conllevan una grave motivación política, cual es paralizar a Indap, lo que sería un negocio redondo para la Oposición, pues se generaría desconfianza en los campesinos y se atraerían votos para ella.
No estoy de acuerdo con eso. No podemos permitir que se aproveche la idea de hacer transparencia para fines electorales. Hay que decir que si se paralizara Indap, no recibirían ayuda los campesinos.
¿Qué ocurre hoy? Toda la ayuda que el Gobierno implementa para la agricultura se la están llevando los grandes agricultores, los amigos de la Oposición. Ésa es la verdad. Ellos se llevan esos recursos del Estado en riego, en fertilización, en empastadas, en suelo degradado, etcétera. Lo sé, porque los agricultores lo plantean.
Debemos buscar una solución seria que permita a Indap llevar a cabo los programas que ha implementado su actual director nacional, en orden a apoyar a los campesinos y otorgarles asistencia técnica y ayuda económica. El actual director nacional representa una nueva etapa en Indap.
Es necesario generar confianza para que los funcionarios actúen sin temor a ser sumariados o procesados por equivocarse en una coma. Debemos desterrar ese fantasma para que Indap pueda solucionar los problemas de los campesinos.
El proyecto de ley va en la línea correcta, pero creo que es insuficiente. Debemos enfrentar el gran problema del endeudamiento de los campesinos, quienes, por estar en esa situación, no reciben ningún tipo de ayuda ni de asistencia técnica, lo que los lleva simplemente a la ruina. Espero que al respecto se dé el paso que corresponde.
El fortalecimiento de Indap permitirá sacar adelante a la agricultura campesina. Creo en la asociatividad y en la asistencia técnica, pero debemos llevarlas a cabo como corresponde. Es cierto que muchas empresas de asistencia técnica sólo han trabajado para ellas -uno lo ha visto en terreno-; pero éste no es un argumento para eliminar la asistencia técnica. Debemos lograr que ellas cumplan el objetivo de transmitir los conocimientos a los campesinos para que éstos salgan adelante. Es cierto que se apoyó a muchas organizaciones que no lo merecían porque habían fracasado en sus proyectos, y darles más recursos significaba sobreendeudarlas; pero eso no justifica el término de la asociatividad, porque es fundamental para que el campesino enfrente adecuadamente la comercialización de sus productos. Si los campesinos no se agrupan, finalmente las utilidades se las llevan las grandes empresas, como ocurre en el despiadado sistema de mercado.
Por lo tanto, el apoyo al proyecto significa encarar el problema de la gente del Indap y darle una solución integral. Espero que el Gobierno pueda realmente tomar medidas al respecto, y lo vamos a apoyar fuertemente. Hay que decirle a los funcionarios del Indap
que la gran mayoría de esta Cámara los quiere respaldar para que sigan apoyando a los campesinos y que tengan confianza de que no continuará esta verdadera actitud persecutoria de varios de los que están aquí, quienes, en el fondo, a pretexto de la idea de la transparencia, lo único que quieren es paralizar al Indap y sacar provecho político cosechando los votos de los campesinos. Eso es lo que ellos quieren, con lo cual yo estoy en profundo desacuerdo.
He dicho.
El señor JARPA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el ministro señor Jaime Campos.
El señor CAMPOS ( ministro de Agricultura ).-
Señor Presidente , en primer lugar, es necesario agradecer las intervenciones de todos los parlamentarios que ya han anunciado su voto favorable a esta iniciativa. En lo personal, ello no me sorprende, puesto que, como bien recordarán los diputados Alvarado, Jaramillo y Silva, la génesis de este proyecto de ley la tuvimos en la Quinta Subcomisión Mixta de Presupuestos, donde diputados y senadores de todas las bancadas pidieron al Gobierno que enviara una iniciativa de esta especie, que apuntara directamente a sincerar la situación financiera del Instituto de Desarrollo Agropecuario en lo que se vincula con las deudas de las empresas asociativas.
En segundo lugar, como bien dijo el diputado José Antonio Galilea, habiéndose aprobado este proyecto en general, hoy le corresponde a esta honorable Cámara pronunciarse sobre las indicaciones que se le han introducido. Nosotros, como Gobierno, estamos absolutamente de acuerdo con que dichas indicaciones, aprobadas por la Comisión, pueden ser aprobadas también por la Sala.
Me interesa sobremanera que no quede ninguna duda respecto de quiénes serán los beneficiarios de este instrumento legal. Asimismo, por ninguna circunstancia me interesa que el ministro de Agricultura , quien, en última instancia, tiene la facultad de alzar estas avalías, pueda ejercer esa facultad en forma arbitraria. Por tanto, las indicaciones cuentan con la aprobación del Gobierno.
Ahora, a nuestro entender, esta iniciativa legislativa se inserta en una visión un poco mayor, que corresponde a los esfuerzos que durante estos tres años hemos estado desplegando para tratar de modernizar y reordenar el Instituto de Desarrollo Agropecuario.
En primer lugar, hemos avanzado en la determinación de la misión del Instituto, centrándola fundamentalmente en el fomento productivo más que en el tema asistencial, y haciendo una distinción -que tradicionalmente no se hacía- entre lo que es agricultura de subsistencia y agricultura con potencialidad productiva.
En segundo lugar, hemos hecho un esfuerzo muy significativo por sincerar la situación crediticia del Indap, no solamente en lo que guarda relación con su comportamiento futuro en materia de asistencia crediticia, sino también en lo que se relaciona con actuaciones pasadas. En este plano se inserta, por ejemplo, la reprogramación de más del 92 por ciento de la cartera morosa del Indap, que nos permitió condonar más de 10 mil millones de pesos en intereses de todo tipo que tenían personas naturales e, incluso, avanzar en algunas condonaciones de capital, cuando las condiciones sociales así lo ameritaban.
Cuando asumí el Ministerio de Agricultura, las primeras informaciones que recibí indicaban que los niveles de recuperación del Indap eran levemente superiores al 52 por ciento. Hoy puedo decir que, en el año 2002, sus niveles de recuperación, respecto de los créditos otorgados con posterioridad al 2000, superan el 92 ó 93 por ciento. Es bueno que los diputados, especialmente los del mundo urbano, valoren estas cifras, por cuanto a nosotros, a través del Indap, nos toca trabajar con los pobres del mundo rural. Pero también existen pobres en otras áreas del país, como los urbanos, quienes, por ejemplo, para acceder a la educación superior necesitan del crédito fiscal universitario, o para acceder a vivienda deben recurrir al Serviu. Son tan pobres y tan chilenos como los del mundo rural a quienes atiende el Indap. Pero ocurre que los niveles de recuperación relacionados con el Serviu y con el crédito fiscal universitario no alcanzan el 50 por ciento.
Entonces, siguiendo la lógica de algunos, ¿podría decirse que el Serviu o las entidades universitarias o el Ministerio de Educación son desprolijos cuando otorgan subsidios o créditos en materia habitacional o universitaria? ¿Quiere decir que a la gente le van a exigir mayores garantías reales para acceder a viviendas del Serviu o al crédito fiscal universitario? En cambio -reitero-, los pobres rurales son mejores pagadores que los pobres del mundo urbano, y eso, hasta hoy, el país no lo ha reconocido.
También hemos avanzando en otro orden de cosas, y este proyecto de ley se inserta en esa lógica. Hemos acotado el crédito del Indap; hemos puesto límite tanto al crédito individual como al de las empresas asociativas, puesto que nos parece que, sobrepasado cierto límite, son otras las instituciones financieras que deberían encargarse del tema crediticio.
Asimismo, hemos avanzado fundamentalmente en la profesionalización del Indap. Hoy, toda su dirección está conformada por personas que han accedido a cargos por concurso, distinguidos profesionales, ninguno de los cuales trabajó antes en el instituto. En una actitud de transparencia, de las más de 120 jefaturas de área que existen en el Indap, llamamos a concurso público abierto para designar a 40 de ellas, y esperamos que, al término del gobierno del Presidente Ricardo Lagos, todas hayan sido resueltas a través de concursos públicos.
Además, el Indap administra anualmente 49 mil millones de pesos en instrumentos de fomento, los cuales están siendo revisados. El Instituto sólo hace noticia por el crédito, por lo que presta o no presta, por lo que recupera o no recupera; pero nos olvidamos de que la mayor parte de su presupuesto lo constituyen subsidios a la pequeña agricultura -inyección directa a la vena- ascendentes a 49 mil millones de pesos, repartidos en más de treinta instrumentos de fomento que estamos racionalizando a fin de quedarnos sólo con diez u once.
Este año hemos hecho un esfuerzo significativo para transformar todo el sistema de transferencia tecnológica que existe al interior del Indap. Hoy hemos pasado de una transferencia general a una especializada. Debo reconocer que no ha sido fácil hacerlo, por cuanto hemos debido romper inercias provenientes de los mismos funcionarios que durante décadas han estado acostumbrados a trabajar de una manera determinada; de los usuarios e, incluso, hasta de los parlamentarios, quienes no entienden la nueva lógica con la que estamos funcionando. Pero la voluntad del Instituto, y del Ministerio de Agricultura, en orden a avanzar en un proceso de modernización, que iniciamos con Maximiliano Cox y lo continuamos con Ricardo Halabí, queda claramente en evidencia a través de todas estas actuaciones.
Esperamos que todo este proceso pueda culminar con la modificación de la ley orgánica del Indap, que tantas veces hemos insinuado y que hoy se discute al interior del Gobierno como parte de la modernización del Estado.
Me alegro de haber escuchado a parlamentarios de todas las bancadas anunciando su voto afirmativo al proyecto, porque -reitero- se inserta en un proceso de reestructuración mayor.
Como ministro de Agricultura , no quiero tener facultades omnímodas en materia de condonación. Mientras más restringidas y acotadas sean ellas, más tranquilo voy a dormir. Por eso aprobamos las indicaciones comentadas en esta oportunidad.
Uno puede decir muchas cosas en el debate, pero es menester un mínimo de coherencia para saber hacia donde vamos, porque detrás de este proyecto -insisto- está el objetivo del Gobierno de sincerar la situación crediticia del Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario, especialmente en lo que guarda relación con las deudas asociativas, a objeto de que si hay que liquidar una empresa asociativa, dicha liquidación o quiebra no vaya a arrastrar a sus socios, como personas naturales, con sus patrimonios.
Por consiguiente, como se discutió y acordó en las dos comisiones que estudiaron el proyecto, vamos a hacer efectivas las garantías reales que hayan constituido esas empresas asociativas. Por eso, me sorprende que algunos parlamentarios señalen que las maquinarias dadas en prenda no se pueden rematar. Entonces, ¿quieren que recuperemos la plata o que sencillamente condonemos?
Ahora, respecto de esa situación muy particular que planteó el diputado Masferrer, hay que contar la historia completa. Lo que ocurrió en Las Cabras fue que el Indap hizo un sumario, destituyó al funcionario, se querelló criminalmente contra él, y el proceso está radicado en los tribunales de justicia. En cuanto a los supuestos antecedentes que no se han entregado, es una típica discusión judicial. El Indap entregó toda la información que solicitaron los tribunales mediante copias autorizadas ante notario; no obstante, el juez exigió los títulos originales. No hay que ser muy advertido como abogado para decir que el día que se desprenda de esos títulos, la posibilidad de hacer efectivas acciones ejecutivas por parte de la institución, va a desaparecer.
Por último, quiero recordar que el Ministerio de Agricultura, a través de Indap, trabaja con el mundo campesino. De los 270 mil pequeños agricultores que existen en Chile, estamos atendiendo aproximadamente a 100 mil. Hemos triplicado la cobertura de Indap en relación con lo que era este organismo en 1990, año en que sólo se atendía a 30 mil campesinos.
Ese ha sido el cambio experimentado en estos trece años. Ha sido el cambio impulsado por los gobiernos de la Concertación, en los que posiblemente se han cometido errores. Quiero recordar que nada perfecto sale de las manos del hombre; lo importante es que, asumidos los errores y reconocidas las deficiencias, estamos en un proceso de revisión permanente.
El compromiso del gobierno del Presidente Lagos, como el que han tenido todos los gobiernos de la Concertación, en orden a privilegiar nuestra preocupación por el mundo campesino, lo vamos a mantener a través de Indap mientras seamos gobierno.
He dicho.
-Aplausos.
El señor JARPA (Vicepresidente).-
Ha terminado el tiempo del Orden del Día.
El señor PÉREZ ( don Aníbal) .-
Señor Presidente , varios señores diputados estamos inscritos para hacer uso de la palabra. Por lo tanto, propongo prorrogar por veinte minutos el Orden del Día.
El señor JARPA ( Vicepresidente ).-
No hay acuerdo.
Han quedado pendientes las intervenciones de los diputados señores Aníbal Pérez, Sergio Correa, Andrés Egaña y Carlos Ignacio Kuschel. Al no haber acuerdo para prorrogar en veinte minutos la discusión, solicito el asentimiento de la Sala para que los señores diputados inserten su intervención.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
-Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre este proyecto en los siguientes términos:
La señora ALLENDE, doña Isabel ( Presidenta ).-
En votación el proyecto de ley, iniciado en mensaje, que autoriza la liberación de cauciones constituidas por personas naturales para garantizar créditos otorgados por el Instituto de Desarrollo Agropecuario.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 60 votos. No hubo votos por la negativa ni abstenciones.
La señora ALLENDE, doña Isabel ( Presidenta ).-
Aprobado.
Despachado el proyecto.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Alvarado, Álvarez-Salamanca, Araya, Ascencio, Barros, Bayo, Becker, Bertolino, Cardemil, Correa, Cristi (doña María Angélica), Díaz, Egaña, Errázuriz, Escalona, Galilea (don Pablo), Galilea (don José Antonio), García (don René Manuel), González (doña Rosa), González (don Rodrigo), Guzmán (doña Pía), Hidalgo, Ibáñez (don Gonzalo), Jarpa, Kast, Kuschel, Leay, Longueira, Luksic, Martínez, Mella (doña María Eugenia), Meza, Monckeberg, Montes, Mulet, Muñoz (don Pedro), Norambuena, Ojeda, Ortiz, Palma, Paredes, Pérez (don José), Pérze (doña Lily), Prieto, Rojas, Saffirio, Soto (doña Laura), Valenzuela, Vilches, Villouta y Walker.
-Votó por la negativa la diputada señora Muñoz (doña Adriana).
-Se abstuvo el diputado señor Hales.
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