. . . " \nLa se\u00F1ora CARABALL (Presidenta accidental).- \nEn el tiempo de la Democracia Cristiana, tiene la palabra el diputado se\u00F1or Sergio Ojeda. \n \nEl se\u00F1or OJEDA .- \nSe\u00F1ora Presidenta , voy a hablar en nombre de los derechos humanos y como presidente de la comisi\u00F3n de la C\u00E1mara con competencia en esta materia, porque mucho tenemos que decir sobre el tema que nos convoca.\n \nNo hay circunstancia m\u00E1s propicia que la guerra para violar brutalmente los derechos de la persona humana, para pisotear la dignidad del hombre y para hacer m\u00E1s pat\u00E9ticos los sentimientos de odio y el deseo de matar. El derecho internacional humanitario, que es la protecci\u00F3n de la poblaci\u00F3n civil, del soldado herido, del derecho a la asistencia, del socorro, tampoco es respetado, as\u00ED como tampoco lo son las normas sobre las beligerancias en tiempos de guerra, que buscan hacerla m\u00E1s humana, si pudi\u00E9ramos decirlo as\u00ED. \nLa guerra y los conflictos son situaciones que se dan en condiciones y circunstancias muy especiales. No existe el derecho a la guerra. Los estados deben someterse a las disposiciones del derecho internacional y a las normas que regulan nuestra coexistencia. \nEl gobierno de la Concertaci\u00F3n, que en su esencia representa los valores de la persona humana, surge como reacci\u00F3n a la violaci\u00F3n de los derechos humanos en \u00E9pocas pasadas y, por lo tanto, no puede avalar una guerra ni decir que s\u00ED a un conflicto internacional.\n \nEl Consejo de Seguridad, como organismo de las Naciones Unidas, de la cual somos miembros, no fue creado para aprobar guerras ni para generar conflictos. Su finalidad es asegurar una acci\u00F3n r\u00E1pida y eficaz para mantener la paz y la seguridad internacional.\n \nDespu\u00E9s de la Segunda Guerra Mundial, los estados del mundo se dieron un organismo como las Naciones Unidas para preservar a las generaciones venideras del flagelo de la guerra y reafirmar la fe en los derechos fundamentales del hombre, en la dignidad y el valor de la persona humana, en la igualdad de derechos de hombres y mujeres de las naciones grandes y peque\u00F1as. \nA eso hemos ido a las Naciones Unidas y, por ello, hemos aceptado integrar su Consejo de Seguridad, para contribuir a mantener la paz y la seguridad internacional y, como lo dice su Carta, a contribuir con medidas colectivas eficaces a prevenir y eliminar amenazas a la paz, a evitar actos de agresi\u00F3n u otros quebrantamientos de la paz y a lograr, por medios pac\u00EDficos y de conformidad con los principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o el arreglo de controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir al quebrantamiento de la paz. \n\u00BFQu\u00E9 habr\u00E1 ganado la humanidad, entonces, si la Organizaci\u00F3n de Naciones Unidas, creada despu\u00E9s de la Segunda Guerra Mundial para mantener la paz y la seguridad internacional, no logra evitar los conflictos?, \u00BFsi los miembros permanentes y no permanentes del Consejo de Seguridad no son capaces de mantener la paz o si un estado act\u00FAa al margen, quebrantando un principio establecido por las Naciones Unidas?\n \nNuestro pa\u00EDs, como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, debe colaborar y hacer todos los esfuerzos para evitar el conflicto y para que una naci\u00F3n, que es y que se cree poderosa, no act\u00FAe unilateralmente, provocando la hecatombe que creemos que se producir\u00E1 si \u00E9ste se desata.\n \nLlamamos a solucionar pac\u00EDficamente la controversia, como lo establece la Carta de las Naciones Unidas, a trav\u00E9s de los mecanismos existentes: la investigaci\u00F3n, la negociaci\u00F3n, la mediaci\u00F3n, la conciliaci\u00F3n, el arbitraje, el arreglo judicial, las investigaciones que se est\u00E1n haciendo, los recursos de organismos, los acuerdos regionales y tantos otros medios pac\u00EDficos que existen para evitar llegar a la fuerza.\n \nLas resoluciones del Consejo de Seguridad deben cumplirse, y si Irak no las cumple, las Naciones Unidas tienen mecanismos para lograrlo, pero sin recurrir necesariamente a la fuerza. Me niego a aceptar que un pa\u00EDs, por s\u00ED y ante s\u00ED, act\u00FAe al margen de las decisiones de las Naciones Unidas para provocar el desarme que pide ese organismo mundial.\n \nSe\u00F1or Presidente , no queremos guerra, no queremos conflictos b\u00E9licos de las caracter\u00EDsticas y dimensiones que creemos que puede llegar a tener el que se aproxima, porque la guerra es destrucci\u00F3n y retroceso; as\u00ED lo hemos visto. En la guerra no hay vencedores.\n \nNuestro pa\u00EDs tiene serios problemas que resolver, as\u00ED como la humanidad y el mundo entero, que necesitan vivir en paz. Tenemos experiencia en materia de guerra; debemos procurar dar vida y mejores condiciones de vida, antes que dar muerte. El sida est\u00E1 arrasando con \u00C1frica. Hagamos algo, conduzcamos todos nuestros esfuerzos y energ\u00EDas y todos nuestros recursos hacia ese objetivo. Demos m\u00E1s salud, m\u00E1s trabajo y bienestar, y as\u00ED habr\u00E1 desarrollo, progreso y podremos vivir como corresponde.\n \nHablo en nombre de los derechos humanos. La Declaraci\u00F3n Universal de los Derechos Humanos, en su pre\u00E1mbulo, establece los fundamentos de este estatuto jur\u00EDdico universal, elaborado despu\u00E9s de observarse los campos de Europa devastados por el flagelo de la guerra, la muerte y la destrucci\u00F3n. Y es que la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen como base el reconocimiento de la dignidad intr\u00EDnseca y de los derechos iguales y no enajenables de todos los miembros de la familia humana, puesto que el desconocimiento y el menosprecio de los derechos humanos han originado actos de barbarie ultrajantes para la conciencia de la humanidad. As\u00ED se ha proclamado como la aspiraci\u00F3n m\u00E1s elevada del hombre el advenimiento de un mundo en que los seres humanos, liberados del temor y la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de creencia.\n \nSe\u00F1or Presidente , termino se\u00F1alando que el art\u00EDculo 28 de la Declaraci\u00F3n Universal de los Derechos Humanos dice que toda persona tiene derecho a que se establezca un orden social e internacional en que los derechos y libertades proclamados en esa Declaraci\u00F3n se hagan plenamente efectivos.\n \nPor cierto, la guerra no nos asegura ese orden que tanto necesita la humanidad. Por eso, nuestro pa\u00EDs debe contribuir a establecer ese orden para la paz y la seguridad internacional y para que el mundo pueda vivir con tranquilidad. \nHe dicho. \n " . . . . .