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El señor SALAS ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el diputado señor Víctor Pérez .
El señor PÉREZ (don Víctor) .-
Señor Presidente , a raíz del análisis de este proyecto, nadie podrá discutir la necesidad de que en el país existan organismos no gubernamentales, es decir, personas organizadas en distintas instituciones para contribuir al desarrollo de la sociedad. Eso no está en discusión; es saludable y bueno que así ocurra. Tampoco está en discusión que el Gobierno entregue recursos a organizaciones que se dedican a diversas tareas en diferentes ámbitos del quehacer nacional.
El problema radica en la información que debe tener la ciudadanía acerca del destino de estos recursos, y de cuáles son las organizaciones los que reciben.
Voy a dar un solo ejemplo práctico que justifica nuestra posición, en cuanto a que creemos muy importante transparentar esta información.
En el ejercicio de mis facultades fiscalizadoras solicité al Ministerio Secretaría General de Gobierno que me entregara información sobre un programa llamado “Programa para fortalecer alianzas entre la sociedad civil y el Estado”.
Su presupuesto para 36 meses es de 14 millones 500 mil dólares, financiado con un aporte del BID, por más de 8 millones de dólares, y un aporte del Gobierno, por casi 6 millones de dólares.
Pues bien, requerida tal información, el Gobierno responde con antecedentes absolutamente insuficientes y en carácter de reservados. Es decir, el Ministerio Secretaría General de Gobierno les dice a todos los chilenos y chilenas que no tienen derecho a conocer esta información; que no pueden saber cuáles son las instituciones que reciben estos recursos; les dice a todos los chilenos y chilenas que son menores de edad y que, por lo tanto, no pueden saber en qué se gastan casi 6 millones de dólares que el Estado pone a disposición de esas organizaciones. La información, además de enviarla en carácter de reservada, sólo menciona siglas. Algunos pueden conocerlas; pero, en general, la gente no sabe qué es el Cide, el CED, qué es la Corporación del Norte Grande, la Fundación Cotra o a qué se dedica el Instituto Agrario de Fundación Avec, en fin. Algunas como Flacso son conocidas; pero corresponden a ONG que reciben durante 36 meses la suma de 14 millones de dólares.
El punto es que todos deberíamos saber a qué se destinan esos recursos; pero como se me entregaron en forma reservada, no puedo darlos a conocer; el Gobierno no quiere que se sepa; considera que los chilenos no deben saberlo. Por ejemplo, un registro computacional costó 52 millones de pesos; un estudio sobre las organizaciones civiles, 62 millones de pesos.
Como dije, debemos tener claro que aquí no está en discusión la existencia de las organizaciones no gubernamentales; deben existir; no está en discusión que el Estado les entregue recursos; debe entregárselos; pero debe haber transparencia, debemos saber cuáles son y quiénes están detrás de estas organizaciones no gubernamentales. En la información que recibí figuran casi 50 siglas. ¿De qué instituciones se trata?
Entonces, uno se pregunta si alguna de las personas que hoy están desempleadas tuvieron la posibilidad de integrar esas organizaciones y de hacer programas realmente importantes.
Se menciona un centro voluntario; pero lo único que dice es “Centro de Voluntarios de la Región Metropolitana”, casi 600 millones de pesos. Pero nadie sabe cuáles son las ONG que reciben esos recursos y qué hacen con ellos. La información que me envía la Secretaría General de Gobierno no dice dónde funcionan esas organizaciones. Así, podría seguir fiscalizando sobre la materia y en forma muy responsable. Dice: Región Metropolitana, tales y cuales ONG, 600 millones de pesos. ¿Dónde funcionan? Octava Región: otra serie de siglas -conozco algunas porque se trata de mi región- que nadie conoce, 500 millones de pesos. En la Octava Región, nadie sabe dónde funcionan. A lo mejor, lo están haciendo muy bien y están realizando una labor extraordinaria; pero lo menos que se puede pedir es que la gente sepa cuáles son esas organizaciones, qué hacen, quiénes trabajan en ellas y cuál es el resultado de su cometido.
Aquí estamos hablando de cantidades importantes. Por ejemplo, para el programa “Fortalecimiento de la sociedad civil” se destinan 3 millones 800 mil dólares. Indudablemente, si queremos fortalecer la sociedad civil es importante que destinemos recursos, pero queremos saber quién se está fortaleciendo con estos 3 millones 800 mil dólares.
Hay otro programa que se llama “Participación ciudadana en políticas públicas” -considero muy importante que la gente participe en las políticas públicas-: 2 millones 750 mil dólares. Queremos saber quién está participando de esos recursos.
Después hay otro programa: “Fomento del voluntariado”: 5 millones 40 mil dólares. ¿Qué están fomentando? Lo reitero: es posible que estén haciendo una labor espectacular, extraordinaria; pero todo para callado, todo bajo cuerda, todo secreto. Y cuando un diputado , en virtud de sus facultades fiscalizadoras, le pide a un ministerio que le entregue información, se la envía en forma reservada: “Se la mando, pero para callado; no se la puede contar a nadie”, y, además, es absolutamente insuficiente.
Entonces, frente a estos temas, lo único que pedimos es que se transparenten, que se conozcan, puesto que se trata de muchos recursos. A lo mejor, alguien podría decir que nos estamos metiendo en las platas del BID. En realidad, da lo mismo que el BID ponga 8 millones de dólares; pero me preocupan los 6 millones de dólares que pone el Gobierno. Considero fundamental transparentar, de una vez por todas, el tema de las ONG.
Ahora bien, esta situación es muy diferente de la relacionada con las que tienen franquicias tributarias. En este caso, cuando se trate, por ejemplo, de un curso de capacitación, deberán indicar claramente al Sence quiénes se capacitarán, con nombres y apellidos, en qué se capacitarán, la dirección de la institución en la cual se capacitarán, las horas de capacitación, etcétera. Es decir, el Sence y el Servicio de Impuestos Internos pueden saber claramente si la institución que está recibiendo una franquicia tributaria está cumpliendo, Pero, respecto de las ONG -muchos se han puesto nerviosos y han empezado a defenderlas- nadie tiene idea de nada. Y estoy hablando de un programa: “Fortalecimiento de la sociedad civil”. Todos queremos fortalecer la sociedad civil, pero también queremos saber quién se fortalece con esos recursos y la eficacia que se logra con ellos.
Tal como decía el diputado Vargas , creemos que se está dando un paso importante que debería haberse dado hace mucho tiempo. Es de esperar que a futuro esto evite que cuando preguntemos por un programa de esa naturaleza, que significa invertir 14 millones de dólares, de los cuales seis son puestos por el Gobierno, la autoridad gubernamental no nos responda para callado y en forma reservada. Por ejemplo, para la Octava Región, que represento aquí, sería muy importante saber dónde funciona el centro regional, qué instituciones participan en el centro regional del voluntariado, en qué se van a gastar los 500 millones de pesos. En la región nadie lo sabe, porque el Gobierno ha decidido que nadie tiene derecho a conocer esa información.
Por eso, este debate es muy importante, y ojalá este paso sea efectivo para que estas cosas nunca más vuelvan a suceder.
He dicho.
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