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El señor DE URRESTI.-
Señor Presidente , hemos escuchado distintas intervenciones que profundizan sobre este proyecto, la mayoría de ellas basadas en antecedentes científicos, propios de quienes claramente conocen la realidad de las comunas.
Valoro esta iniciativa, de artículo único, pues constituye un avance ya que permite entregar un instrumento adicional al Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones a la hora de decretar la prohibición de circulación de automóviles, fundado no solo en la contaminación atmosférica, sino también en la congestión vehicular, lo que posibilitará la regulación de esta materia en una serie de ciudades.
No es una casualidad que decenas de centros urbanos a lo largo de Chile sufran hoy contaminación atmosférica y congestión vehicular. Las causas son el déficit en infraestructura y la falta de integración del transporte público.
Ello claramente es una constante.
Con bastante sorpresa, nos enteramos en los últimos días de que Coihaique se ha convertido en una de las ciudades de Sudamérica con mayor contaminación atmosférica: ¡Coihaique, ubicada en plena Patagonia, barrida por los vientos, se encuentra con altos niveles de contaminación, producto de la escasez de lluvia!
¡Para qué hablar de lo que sucede en las Regiones de Los Lagos, de La Araucanía, del Biobío!
Desgraciadamente, en el último tiempo también hemos visto con muchas preemergencias ambientales a las ciudades de Valdivia, La Unión, Río Bueno, que nunca habían conocido niveles altos de contaminación.
El criterio de congestión vehicular para decretar la restricción de circulación en determinados días me parece que avanza en el camino correcto. La autoridad debe manejar un instrumento a fin de distribuir esa carga, que se ha ido incrementando, de la noche a la mañana o año a año, en cifras exponenciales en cada una de las ciudades, principalmente en las capitales regionales.
Son miles los vehículos nuevos que se incorporan al parque automotriz, y resulta imposible que la infraestructura vial, con un déficit acumulado ya durante largos años, pueda incorporarlos.
Lo anterior se traduce en problemas de congestión, en retrasos en el desplazamiento, en dificultades para estacionarse, en accidentes de tránsito. Por algo hoy día se registra una alta tasa de accidentabilidad, especialmente de peatones.
Entonces, creo que el proyecto avanza en el camino correcto.
En todo caso, como señaló el propio Ministro de Transportes , seguramente se van adicionar algunas indicaciones en el debate en particular. A mi juicio, ahí debiéramos aportar una idea que se verá materializada en Valdivia. En efecto, el referido Secretario de Estado presentó hace unas semanas el Plan Piloto de Movilidad Urbana.
En las distintas capitales regionales o en las ciudades con una significativa cantidad de habitantes, tendríamos que contar con un plan de movilidad urbana. No podemos apostar a que el desplazamiento se haga simplemente a través del automóvil particular, de los taxibuses, de los taxis colectivos o de otras alternativas vehiculares.
Avancemos en ese plan para implementar trenes de cercanía en lugares donde aún existe tendido ferroviario. Dicho sea de paso, fue un error -¡un tremendo error!- levantar las líneas de tren en muchos sectores. Hoy día servirían enormemente con el objeto de comunicar de mejor manera distintos núcleos urbanos. Pienso en el Gran Concepción, en el ramal de Temuco a la costa (a Carahue).
Nosotros, en la Región de Los Ríos, contra muchos pronósticos pudimos mantener el ramal entre Valdivia y Antilhue, que debiera ser el punto de conexión entre la capital regional y diferentes comunas.
Asimismo, el plan de movilidad urbana debiera integrar el uso de la bicicleta. Hace dos semanas, auspiciado por el Ministerio de Transportes, hubo un importante seminario en la Región, que destacó la necesidad de aumentar la utilización de dicho medio de transporte por no ser contaminante; generar movilidad; aportar a la salud, y permitir el desplazamiento de grandes y chicos (estudiantes, obreros, profesionales).
Ahí tiene que haber un programa.
Por lo tanto, debemos apoyar esta iniciativa.
Habrá que estar atentos, señor Ministro -por su intermedio, señor Presidente -, a las indicaciones que se formulen en su oportunidad, para que la descrita sea una herramienta efectiva de trabajo en su Cartera a fin de favorecer a los distintos núcleos urbanos.
Es necesario extender mucho más en la realidad territorial de cada ciudad los planes de movilidad urbana mencionados.
En definitiva, debiera haber un compromiso respecto de cuántas ciclovías y vías exclusivas se van a trazar; de cuál es la infraestructura que se va a construir. Insisto: se requieren trenes urbanos, tranvías y teleféricos en algunas ciudades dotadas de distintas terrazas o de cerros en su conformación.
Por eso respaldo la iniciativa, y espero que en la discusión en particular se formulen las indicaciones correspondientes para establecer instrumentos de gestión contra la contaminación atmosférica que permitan contar con ciudades de nivel internacional, y, también, proveer herramientas con el propósito de combatir la excesiva congestión vehicular.
En consecuencia, voto a favor de la idea de legislar.
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