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La señora MUÑOZ, doña Adriana ( Presidenta ).-
Corresponde conocer, en segundo trámite constitucional, el proyecto que modifica la ley Nº 19.713, que establece como medida de administración el límite máximo de captura por armador, incorporando a las unidades de pesquería que indica en las zonas que señala el citado régimen de administración.
Diputado informante de la Comisión de Pesca , Acuicultura e Intereses Marítimos es el señor Darío Molina.
Antecedentes:
-Proyecto del Senado, boletín Nº 2777-03 (S), sesión 1ª, en 12 de marzo de 2002. Documentos de la Cuenta Nº 18.
-Informe de la Comisión de Pesca. Documentos de la Cuenta Nº 9, de esta sesión.
La señora MUÑOZ , doña Adriana ( Presidenta ).-
Tiene la palabra el señor diputado informante .
El señor MOLINA .-
Señora Presidenta , la Comisión de Pesca, Acuicultura e Intereses Marítimos pasa a informar acerca del proyecto, en segundo trámite constitucional y primero reglamentario, originado en una moción del senador señor Zaldívar, don Andrés , y de los ex senadores señores Bitar y Lagos, que establece como medida de administración el límite máximo de captura por armador incorporando a las unidades de pesquería que indica en las zonas que señala el citado régimen de administración.
Para el despacho de esta iniciativa legal, su Excelencia el Presidente de la República hizo presente la urgencia, a partir del 3 de abril de 2002, calificándola de “simple” para todos sus trámites constitucionales.
Durante su estudio, la Comisión contó con la asistencia del subsecretario de Pesca , señor Felipe Sandoval Precht , y de la jefa de la División de Desarrollo Pesquero, señora Edith Saa Collantes .
La idea matriz de esta iniciativa consiste en incorporar las pesquerías de la sardina, la anchoveta y el jurel del área marítima correspondiente a las regiones Primera y Segunda a la medida de administración pesquera denominada “límite máximo de captura por armador”, regulada en la ley Nº 19.713.
En la moción se señala que la medida de administración pesquera contenida en la ley Nº 19.713 ha tenido un adecuado funcionamiento para el desarrollo sustentable de las pesquerías de la Tercera Región al sur y que conviene extenderla a las pesquerías pelágicas de la anchoveta, la sardina y el jurel en el área de las regiones Primera y Segunda, únicas unidades en plena explotación que no están sujetas a límite máximo de captura.
Agregan los autores de la moción que la aplicación del límite máximo de captura por armador permite reducir costos, aumentar la competitividad de las empresas y dar mayor regularidad a las actividades laborales vinculadas al sector pesquero, como ha quedado demostrado en las áreas marítimas donde se ha aplicado este régimen.
En el debate habido en el seno de la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura del Senado, se recordó que durante el estudio del proyecto que estableció esta medida extraordinaria de administración pesquera se adujo que en las pesquerías sujetas al régimen de plena explotación, en las que se ha fijado una cuota global anual de captura...
El señor SALAS ( Vicepresidente ).-
Perdón, solicito a los señores parlamentarios que, por favor, pongan atención a lo que está exponiendo el diputado informante , pues se trata de un proyecto sumamente importante.
El señor ERRÁZURIZ.-
Señor Presidente , tengo entendido que se encuentra en el edificio de la Corporación el señor Felipe Sandoval .
El señor SALAS ( Vicepresidente ).-
Voy a esperar que el diputado informante termine de hacer uso de la palabra y después pediré el acuerdo para que el señor Felipe Sandoval pueda ingresar a la Sala.
Puede continuar con el uso de la palabra el diputado informante .
El señor MOLINA .-
Como decía, en las pesquerías sujetas al régimen de plena explotación, a las cuales se les ha fijado una cuota global anual de captura, ocurre el fenómeno llamado “carrera olímpica”, que consiste en que todos los armadores que participan en la pesquería se esfuerzan por capturar el mayor número de especies con los medios de que disponen. Es decir, los armadores compiten entre sí para obtener la mayor cantidad de recursos del mar en el menor tiempo posible, lo cual puede traer como consecuencia que la cuota global se agote antes de la fecha prevista y se produzca una fluctuación en el precio de los peces en función del mayor o menor volumen de captura, lo cual incide en la oferta al mercado de los productos del mar.
La ley Nº 19.713, que instituyó como medida de administración pesquera el límite máximo de captura por armador, tuvo por objetivo poner término a esta situación al regular o fijar la cuota máxima que puede extraer un armador en la pesquería, ajustando así el esfuerzo pesquero al disminuir el movimiento de naves y el ahorro de recursos humanos y materiales. Además, esta medida permite a los armadores programar su actividad a lo largo del año y alcanzar mayor eficiencia en el esfuerzo pesquero aplicado a la pesquería.
Por otra parte, para lograr mayor eficiencia del esfuerzo pesquero es necesario disminuir el número de naves que operan en la pesquería y hacer los correspondientes ajustes en las plantas en tierra, todo lo cual significa la pérdida de puestos de trabajo, tanto en la actividad pesquera misma a bordo de los buques y plantas procesadoras como en los demás servicios auxiliares.
Se sostuvo que, si bien en la zona norte no existe cuota global anual de captura -y, por ende, se neutraliza la “carrera olímpica”-, es necesario extender a ella el límite máximo de captura, a fin de uniformar en un solo estatuto jurídico las grandes pesquerías nacionales. Además, una vez informadas las cuotas asignadas a cada armador, esta medida ordena a las pesquerías y permite una mayor planificación de la actividad pesquera, como ha ocurrido en la práctica, con la experiencia acumulada en un año de aplicación de la ley en el resto de las regiones.
Se reconoció, asimismo, que en una primera etapa, por disminución de la flota, se pueden generar situaciones de cesantía. Pero al mejorar la eficiencia de la explotación pesquera por la vía de incorporar un mayor valor agregado, transcurrido un tiempo se compensa la cesantía incorporando nuevos empleos en las diferentes fases de extracción y procesamiento de los recursos del mar.
Se tuvo en vista también que la pesquería del jurel en la zona norte está básicamente conformada con especies juveniles por ser ésta su área de crianza y porque la pesquería de la anchoveta es fluctuante, en razón de que depende de las condiciones oceanológicas de las áreas en que se desplaza, todo lo cual aconseja que se aplique en estas pesquerías una medida como la propuesta.
Durante el estudio en Comisión se conoció la opinión del subsecretario de Pesca , quien, en lo sustancial, explicó que la ley Nº 19.713 es transitoria y establece una medida de administración desde la Tercera a la Duodécima regiones, quedando excluidas de la aplicación las regiones Primera y Segunda. El proyecto pretende incluir a estas dos regiones para dejar a todo el sector industrial pesquero del país bajo el mismo régimen de administración.
Recordó que el proyecto de ley que estableció el sistema de administración denominado “límite máximo de captura por armador” surgió como consecuencia de la grave crisis por la que atravesaba la pesquería del jurel, lo que produjo serios problemas de administración.
Al analizar la situación de las naves pesqueras, se constató que todas las que tenían autorización para pescar jurel, también la tenían para pescar sardina y anchoveta. Por lo tanto, si se aplicaba la medida sólo a la pesquería del jurel, todo el esfuerzo se reorientaría hacia la sardina y la anchoveta, con los consiguientes problemas de sobreesfuerzo que se generarían sobre esas pesquerías. Por otra parte, esta misma flota estaba autorizada para pescar merluza de cola y merluza común, pesquerías que también debieron ser incorporadas al sistema.
A su vez, la mayoría de las naves que tienen autorización para pescar merluza común cuentan con autorización para capturar crustáceos y para la pesquería demersal sur-austral, que comprende la merluza del sur, el congrio dorado, la merluza de tres aletas y la merluza de cola. Por esa razón, desde el punto de vista de la administración de las pesquerías y de la incidencia del establecimiento del sistema de límite máximo de captura de un recurso en otro, se determinó aplicar esta ley desde la Tercera Región al sur.
Sin embargo, la pesquería de sardina y de anchoveta de la Primera y Segunda regiones no estaba tan relacionada con el resto de las pesquerías. Además, este sector estaba sufriendo un fuerte proceso de reestructuración, que culminó con una importante reducción de la flota industrial.
Consultado acerca de las consecuencias que esta iniciativa tendría para los pescadores artesanales en lo que dice relación con las perforaciones en su zona de reserva, agregó que la ley Nº 19.713 se aplica tanto a regiones que tienen perforaciones autorizadas como a aquellas que no las tienen. En efecto, la mencionada ley cerró la zona de reserva artesanal, pero sólo desde la Quinta Región al sur; en la Tercera y Cuarta regiones se encuentran autorizadas las perforaciones. Por lo tanto, este proyecto, comparado con la reseñada ley, no establece un régimen diferente.
En otro orden de materias, sostuvo que esta iniciativa no genera problemas especiales de administración de las pesquerías. Sólo es necesario que el Consejo Nacional de Pesca fije cuota a la sardina y a la anchoveta para lo que resta del año 2002.
Finalmente, el subsecretario de Pesca dejó a disposición de la Comisión un cuadro que contiene los porcentajes de participación de las flotas industrial y artesanal en los desembarques pelágicos de las regiones Primera y Segunda.
Analizadas en el seno de la Comisión las razones que motivan esta iniciativa, los señores diputados estuvieron de acuerdo en la necesidad de legislar sobre esta materia, por cuanto se hace extensivo a todo el país el mismo régimen de administración pesquera.
Sin embargo, varios señores diputados hicieron notar la aprensión de los pescadores artesanales de las regiones Primera y Segunda respecto de las consecuencias de la aplicación de esta medida si no se cierra el acceso de los industriales a su zona de reserva.
Asimismo, durante este estudio surgió inquietud respecto de la justificación de este proyecto en la zona norte del país, toda vez que en ella se da una alta concentración de la flota pesquera industrial, lo que hace inexistente la “carrera olímpica” que se produce en la zona centro-sur.
Puesto en votación general el proyecto propuesto por el Senado, la Comisión procedió a aprobarlo en los mismos términos, por 6 votos a favor y 3 en contra.
En la votación en particular, el artículo único y los dos artículos transitorios que modifican la ley Nº 19.713 fueron aprobados, en los mismos términos propuestos, por 6 votos a favor y 3 en contra.
En consecuencia, la Comisión recomienda a la Sala la aprobación del proyecto, el cual contiene disposiciones de quórum calificado.
He dicho.
El señor SALAS ( Vicepresidente ).-
Solicito el asentimiento de los señores diputados para que ingrese a la Sala el subsecretario de Pesca , señor Felipe Sandoval, y la jefa de la División de Desarrollo Pesquero, señora Edith Saa.
¿Habría acuerdo?
No hay acuerdo.
En discusión el proyecto.
Tiene la palabra el diputado señor Errázuriz.
El señor ERRÁZURIZ.-
Señor Presidente , la Comisión de Pesca, Acuicultura e Intereses Marítimos aprobó en general y en particular -sin ninguna indicación- el proyecto de ley que incorpora a la Primera y Segunda regiones al régimen transitorio de administración pesquera denominado “límite máximo de captura”, establecido el año pasado por la ley Nº 19.713, para ser aplicado en el resto de las regiones del país.
La iniciativa, originada en moción del senador señor Andrés Zaldívar y de los entonces senadores señores Julio Lagos y Sergio Bitar , fue acogida por la Cámara Alta con un amplio respaldo.
De igual modo, el proyecto fue informado favorablemente el miércoles pasado por la Comisión de Pesca de la Cámara, luego de haber escuchado del subsecretario de Pesca , señor Felipe Sandoval , las razones que ameritan su aprobación. Al respecto, comparto plenamente los argumentos expuestos en la Comisión y, en consecuencia, voy a votar a favor del proyecto.
Me parece de toda lógica que las autoridades y los actores de la actividad pesquera se rijan por las mismas normas, independientemente de las regiones en que operen, sobre todo en casos como los que comentamos, en que la gran mayoría de las especies que se capturan en esas dos regiones también son capturadas en otras.
En razón de lo anterior, tiene pleno fundamento que las reglas del juego por las que deben operar los pesqueros sean las mismas, independientemente de las regiones en que inviertan.
De igual modo, me declaro a favor del proceso de modernización de nuestra legislación pesquera, materia que ha sido incluida en la llamada Agenda Pro Crecimiento, elaborada por el Gobierno y la Sociedad de Fomento Fabril.
Por otro lado, a ocho meses de que se extinga la ley transitoria que aprobamos el año pasado, ya deberíamos estar discutiendo el contenido de una ley definitiva que refleje los elementos principales que cuatro de los mayores expertos pesqueros del mundo nos explicaron en el seminario organizado por el Ministerio de Economía, que se dictó en el Congreso Nacional hace quince días.
En un mundo tan competitivo, Chile se ha convertido en uno de los cuatro principales países pesqueros. Para conservar esa posición necesitamos empresas sólidas, con un marco normativo de largo plazo y, por sobre todo, terminar con algunas pequeñas rencillas que a veces ocurren entre una región y otra, cuestión que nos exige, como parlamentarios, poner por encima de ellas el interés general del país.
Todos, sin excepción, deberíamos acatar la circunstancia de que una empresa o actividad esté radicada en aquel lugar en que su operación es más rentable o donde se presenten las mayores concentraciones de peces y evitar la política nefasta de fomentar artificialmente mayores inversiones en regiones que no son pesqueras, que tienen realidades diferentes.
También debemos ser muy cuidadosos en nuestras decisiones, pues en asuntos pesqueros ya ha ocurrido que se ha eliminado la fuente de trabajo de algunos de nuestros compatriotas por tratar de resolver los problemas de empleo de otros.
Sobre esta última cuestión, me habría gustado que estuviera el subsecretario de Pesca para formularle algunas preguntas, pero, lamentablemente, no se acordó su ingreso a la Sala.
El señor SALAS ( Vicepresidente ).-
¿Me permite? Volveré a pedir el asentimiento de los señores diputados.
Solicito el acuerdo para que ingrese a la Sala el subsecretario de Pesca, señor Felipe Sandoval, y la jefa de la División de Desarrollo Pesquero, señora Edith Saa.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
Puede continuar el diputado señor Errázuriz.
-Ingresan a la Sala el subsecretario de Pesca , señor Felipe Sandoval , y la jefa de Desarrollo Pesquero, señora Edith Saa .
El señor ERRÁZURIZ.-
Señor Presidente , aprovecho la presencia del subsecretario, don Felipe Sandoval , para hacerle algunas preguntas que han salido al debate público con motivo de la tramitación de este proyecto, de la ley transitoria a la que me he referido y del viejo tema de las cinco millas costeras que, como se recordará, se entregaron en términos preferentes a la pesca artesanal, mediante el artículo 47 de la ley general de Pesca de 1992.
Por intermedio de su Señoría, pido al subsecretario de Pesca , don Felipe Sandoval , que nos aclare algunas inquietudes:
1. ¿Es efectivo que a partir de la prohibición absoluta para que operen naves industriales, aun en las áreas costeras en que no hay presencia y captura de pesquería por naves artesanales, existen sectores en los que no pesca nadie?
2. ¿Es efectivo que ello ha producido miles de despidos en la Octava Región y han disminuido la producción y las exportaciones nacionales?
3. ¿Es efectivo que si este criterio se aplicara en las Primera y Segunda regiones, las empresas industriales procesadoras de harina de pescado serían inviables económicamente, y los pescadores artesanales no tendrían a quién vender sus capturas?
4. ¿Ha efectuado la Subsecretaría de Pesca estudios técnicos sobre esta materia para determinar seriamente dónde puede y debe operar una y otra flota?
Estimo necesario conocer la opinión de la autoridad reguladora de esta materia, por cuanto los parlamentarios, que permanentemente estamos recibiendo llamados para legislar sobre los recursos marinos, no siempre contamos con la información que nos permita determinar lo mejor para el bien común.
He dicho.
El señor SALAS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Pedro Muñoz.
El señor MUÑOZ .-
Señor Presidente , el proyecto de ley que se analiza pretende incorporar las pesquerías de la sardina, anchoveta y jurel de las regiones Primera y Segunda al régimen especial de “límite máximo de captura por armador”, vigente para el resto del país desde hace casi un año, luego de la dictación a la ley Nº 19.713. Estoy en desacuerdo con esta medida por las razones que paso a exponer.
Dicho mecanismo especial tuvo dos objetivos principales. El primero, directo, detener la denominada “carrera olímpica”, consistente en la maximización de los esfuerzos de las empresas pesqueras para obtener la mayor cantidad de recursos del mar en el menor tiempo, con lo cual las cuotas globales se agotaban en corto plazo.
El segundo, indirecto y consecuencial, al otorgar determinadas cuotas de pesca a los armadores, permite una mayor planificación de las capturas, optimizar los recursos productivos y brindar estabilidad para cumplir los compromisos financieros, particularmente en el caso de la pesquería del jurel en la Octava Región, que se encuentra en grave crisis. Dicho régimen especial fue pensado siempre en carácter de transitorio por el período de vigencia de la ley Nº 19.713. Así se expuso y se argumentó en reiteradas ocasiones. Por ello, en primer término, considero inoportuno, a meses de culminar su aplicación en el resto del país, extenderla a estas pesquerías que habían quedado excluidas, sin evaluar el funcionamiento del mecanismo y, fundamentalmente, sin atender y solucionar las principales críticas que se le han formulado. Más aún, dicha extensión resulta innecesaria si se considera que esas dos regiones no enfrentan el problema que originó su aplicación en el resto del país: la “carrera olímpica”.
Las pesquerías de la Primera y Segunda regiones pueden estar atravesando por muchas dificultades, pero ellas no dicen relación directa con este proyecto.
Los propios impulsores de la iniciativa argumentaron en la Comisión de otra forma. Señalaron la necesidad de uniformar las grandes pesquerías en todo el territorio y de contribuir a que las empresas de esa zona planifiquen sus esfuerzos pesqueros tal como ha ocurrido en el resto del país.
Ello tiene un solo resultado, que se reconoce en el informe: cesantía, menor empleo. Por eso, los diputados socialistas no estamos dispuestos a apoyar un proyecto de esta naturaleza.
El contraargumento de que la cesantía en la flota se recupera en la manipulación de los productos, no es efectivo. Todos sabemos que dichas labores cada vez conllevan menor cantidad de mano de obra de diversa calificación con sueldos miserables y por cortos períodos. Asimismo, la iniciativa en discusión dará respaldo legal a la excesiva concentración de los recursos en pocas manos en estas regiones, lo que ya se aprecia en el resto del país.
Por eso es imposible aceptar el argumento de la “carrera olímpica”, porque no hay competencia en los operadores industriales en las regiones Primera y Segunda.
Con la aplicación de esta normativa, se ha calculado que en las regiones Primera y Segunda, una empresa recibirá parte muy significativa de las cuotas, lo que, si bien puede resultar positivo para la fiscalización, económicamente es un despropósito, más aún si no se soluciona el problema del cálculo de las cuotas reclamadas en otras zonas donde actualmente se incluye la pesca de investigación en la captura histórica, lo que está más allá del espíritu de la ley Nº 19.713, por cuanto esas cuotas no se basan en el esfuerzo individual de la empresa, sino en una concesión de la autoridad pesquera.
Por último, quiero manifestar que este proyecto -y tal vez sea mi principal discrepancia con él- tampoco soluciona el gran problema de la pesca artesanal, que dice directa relación con la aplicación de este proyecto: la necesidad de cerrar las cinco millas de reserva del sector pesquero artesanal, medida ciertamente significativa para los miles de pescadores artesanales del país.
En conclusión, votaré en contra de este proyecto, por cuanto estoy convencido de que la extensión de esta medida a esas regiones, además de inoportuna, resulta innecesaria, porque conlleva a la concentración del esfuerzo pesquero en las grandes empresas sin solucionar los problemas que la ley Nº 19.713 ha mostrado, esto es, ocasionará cesantía y no garantizará el espacio exclusivo reservado a los pescadores artesanales.
He dicho.
El señor SALAS ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el diputado señor René Manuel García .
El señor GARCÍA .-
Señor Presidente , me alegra mucho lo que acaba de expresar el diputado señor Pedro Muñoz . Estoy en la misma línea y me parece de absoluta justicia lo que ha dicho.
Nos preocupamos de regular la actividad de las grandes pesqueras, pero siempre dejamos algún forado en lo relativo a los pequeños pescadores artesanales. En este momento, en el país hay más de un millón doscientas mil personas que viven de la pesca artesanal.
En consecuencia, a lo mejor el subsecretario tratará de convencer a los diputados que anunciamos votar en contra de que estamos equivocados, porque para el pescador artesanal la ley queda exactamente como está. Creemos que las cinco millas deben ser exclusivas para los pescadores artesanales. Eso lo he defendido y lo defenderé siempre. Hay que tener presente que con cualquier pretexto se pueden violar las cinco millas y los pescadores artesanales quedarán absolutamente desvalidos. Yo represento un pedazo de mar, en Quele, comuna de Toltén. En esa parte hay más de veinte o treinta barcos pescando diariamente y se ríen de los pescadores artesanales. Eso no lo acepto. Al respecto, mi conciencia está tranquila, pues siempre he estado con estos pescadores.
Sobre la materia, he escuchado voces que se alzan contra esto en distintas regiones.
Por lo tanto, para qué vamos a despachar una ley parche que no solucionará los problemas si podemos tener otra para proteger a los pescadores artesanales. Hay que consensuarlas y, después de eso, votar, pero en este momento, tal como está y mientras no haya protección para los pescadores artesanales, la voy a votar en contra. No es un capricho. Como tengo mis ideas claras, sé que esto es una expropiación. Para esa gente, las cinco millas constituyen su fuente de vida; si se las expropian, se dejará sin sustento a sus familias, que desde siempre o por muchos años han vivido del mar. Por lo tanto, una vez más voy a votar en contra de la violación de las cinco millas de la pesca artesanal.
He dicho.
El señor SALAS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Samuel Venegas.
El señor VENEGAS .-
Señor Presidente , una vez más quiero hablar en favor de un sector muy importante en la actividad productiva de nuestro país.
En el debate de la Comisión, de la cual formo parte, no hubo concordancia en los argumentos expuestos al analizar el mensaje del Ejecutivo, que plantea extender la medida vigente desde la Tercera Región al sur, a las regiones Primera y Segunda.
En esta materia, han ocurrido algunas situaciones de hecho que nos llevan a pensar que aquí se da lo que en nuestro lenguaje vulgar se conoce como “la cuerda se corta por lo más delgado”. Hubo sólo alabanzas del diputado informante para este acuerdo que logró la Comisión de Pesca en la sesión pasada. Aquí hay una omisión al no concordar lo aprobado allí con la ley que permite la captura máxima por armador, en la que se dispuso la eliminación de las perforaciones existentes y que no se fueran a llevar a cabo otras, para así proteger la actividad de los pescadores artesanales, la reproducción de la biomasa y muchas otras cosas que se consideran valiosas para mantener la estabilidad del quehacer pesquero, así como también el control sobre la biomasa.
Para esa zona no se plantea la reserva de las cinco millas para los pescadores artesanales, como está establecido en la ley, sino permitir la continuación de las perforaciones. Por lo tanto, serían alejados de esta actividad quienes la realizaron desde los inicios de nuestra historia y accionar como país.
En ese caso se cometería una arbitrariedad muy grande, por lo cual no estamos dispuestos a votar favorablemente una iniciativa que perjudica a los que tienen más carencias, a los que históricamente han realizado más esfuerzo, a quienes arriesgan sus vidas para llevar a cabo esta actividad. En esta normativa se pretende impedir que participen en ella, injusticia que no podemos permitir desde ningún punto de vista.
Anuncio el voto en contra de la bancada del Partido Radical Social Demócrata a este proyecto, por estimar que es un atropello para los pescadores artesanales, y que nuestro deber es protegerlos a fin de que obtengan lo que legítimamente les corresponde.
He dicho.
El señor ERRÁZURIZ.-
Señor Presidente, punto de Reglamento.
El señor SALAS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra su Señoría.
El señor ERRÁZURIZ.-
Señor Presidente , la Comisión de Defensa va a funcionar de 12 a 13 horas para recibir a la ministra.
Su Señoría señaló que este proyecto se votará al final del Orden del Día o antes si habían terminado de hacer uso de la palabra los señores diputados. Por ello pido que se fije una hora para la votación.
El señor SALAS (Vicepresidente).-
Señor diputado, la sesión la dirige la Mesa.
En el momento oportuno y si correspondiera, suspenderemos la sesión por algunos minutos para que bajen los diputados que estén en la Comisión. Eso está considerado, señor Errázuriz.
Tiene la palabra el diputado señor Pablo Galilea.
El señor GALILEA (don Pablo).-
Señor Presidente , el proyecto de ley que nos convoca y que tiene por objeto incorporar las pesquerías de sardina, anchoveta y jurel en el área marítima de la Primera y Segunda regiones al régimen de administración pesquera denominado “límite máximo de captura por armador” es positivo, fundamentalmente por tres razones.
En primer lugar, se logra uniformar la legislación de las pesquerías, se las ordena y se les permite mayor planificación de la actividad.
En segundo lugar, las medidas establecidas en la ley Nº 19.713, que estableció el límite máximo de captura por armador pesquero industrial, ha tenido un buen funcionamiento en cuanto al desarrollo sustentable de las unidades de pesquería sujetas a esta normativa.
En tercer lugar, la experiencia de la zona sur, donde se ha aplicado el régimen de límite máximo de captura por armador, hace aconsejable extenderlo a la Primera y Segunda regiones, puesto que ha permitido a la industria pesquera, como ya se dijo, reducir sus costos, aumentar su competitividad y dar mayor regularidad a las actividades laborales.
Por otro lado, quiero rebatir las afirmaciones del diputado señor René Manuel García en torno de que aquí se estaría desprotegiendo a los pescadores artesanales. Esto no tiene nada que ver con ese tema, ya que nadie está en contra de los pescadores artesanales; aquí no están en juego tampoco las cinco millas ni las perforaciones. Eso ya está en la ley de Pesca vigente. Las atribuciones relativas a la solución de las perforaciones ya las tiene la Subsecretaría de Pesca y este proyecto específico no tiene nada que ver con los pescadores artesanales. Por lo tanto, sus argumentos para votar en contra de este proyecto no son atinentes.
Asimismo, no puedo dejar de destacar que este proyecto de ley se originó en una moción de tres distinguidos senadores, de distintas corrientes políticas, que al proponer esta iniciativa legal hacen un reconocimiento implícito de la acertada decisión de establecer un límite máximo de captura por armador en las modificaciones a la ley de Pesca, tan discutida hace poco tiempo, que trataba un tema eminentemente técnico al que muchas veces se le dio una connotación política innecesaria, lo que no contribuía a despachar una buena normativa.
Por lo expuesto, me alegro de que avancemos en el camino correcto. La señal de aunar criterios que nos dieron los autores de este proyecto puede ser un buen anticipo para la altura con que deberá ser discutida la nueva modificación a la ley de Pesca que está próxima a ingresar al Congreso.
He dicho.
El señor SALAS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Fulvio Rossi.
El señor ROSSI.-
Señor Presidente , voy a reforzar algunos de los dichos que se han manifestado respecto de este proyecto de ley. Mi distrito -el número 2- y el sector pesquero de mi región se ven directamente afectados.
Cuando se aprobó la iniciativa que incluía todas las regiones, con excepción de la Primera y la Segunda, se hizo con la convicción de que con ella se podría evitar la “carrera olímpica”, ya mencionada, y estimular la competencia del sector pesquero, junto con mejorar la eficiencia y el rendimiento.
Ninguna de estas dos cosas se lograrán con la extensión de la aplicación de la norma a la Primera y Segunda regiones. En primer lugar, no existe competencia en esta zona, ya que prácticamente el 80 por ciento o más de las naves, que son cerca de 30, se encuentran en manos de Corpesca, de un solo sector.
En segundo lugar, no existe “carrera olímpica” en la Primera y Segunda regiones porque no hay cuota anual global de pesca. Por lo tanto, al no existir “carrera olímpica”, el argumento de que con esta iniciativa se fija un máximo de captura y de que podemos, de alguna manera, conservar más que preservar los recursos pesqueros, no es exacto.
Por otro lado, entre los riesgos que se corre al poner un límite máximo de captura está, como dice la ley, que se puede solicitar aumento de esa cuota varias veces en el año, lo cual se ha hecho en el resto del país, fundamentalmente por la presión social, por la cesantía que se genera al asignar una cuota global, ya que, por un malentendido concepto de eficiencia, se utilizan menos embarcaciones de las que existen y mucha tripulación queda en tierra, lo que aumenta los altos niveles de desempleo de las regiones Primera y Segunda.
Uno de los temas relevantes, y en esto me sumo a lo señalado por colegas de diversas bancadas, dice relación con las penetraciones o perforaciones de las cinco millas destinadas a la pesca artesanal, que se suponen inviolables. Al respecto, es indispensable legislar para evitar que se produzcan “negociaciones” entre algunos industriales y parte del sector artesanal, como ha sucedido. La ley dice que no se pueden penetrar las cinco millas de reserva exclusiva para la pesca artesanal. Pero al agregar: “No obstante, cuando el desarrollo de actividades extractivas industriales no interfieran con la actividad artesanal...”, da pie para que se penetre o perfore esa zona exclusiva.
Teniendo en cuenta los antecedentes que acabo de señalar, además de que se está discutiendo un nuevo proyecto de ley de Pesca, no tiene sentido legislar para dos regiones con una ley que tendrá una duración de dos o tres meses.
He dicho.
El señor SALAS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Roberto Delmastro.
El señor DELMASTRO .-
Señor Presidente , el recurso marítimo de nuestro país es renovable. Por lo tanto, es necesario un manejo sustentable. ¿Qué significa “sustentable”? Que la pesca en Chile debe ser, en primer lugar, económicamente rentable en el corto, mediano y largo plazo. En segundo lugar, socialmente aceptable, es decir, debe dar trabajo digno y permanente a la gente involucrada en esa actividad económica.
En tercer lugar, debe ser medioambientalmente amigable, o sea, que no vaya contra sí misma en cuanto a su perduración en el tiempo.
Estos conceptos parecen muy simples, pero son muy difíciles de aplicar a recursos tan diversos, extensos e inconmensurables como los marinos.
En otras palabras, cuando se tiene un capital, que es el recurso marino, y sabemos que esa biomasa crece anualmente, podemos decir que el capital inicial tiene un interés anual y que la sustentabilidad se produce cuando sacamos solamente los intereses que produce ese capital, es decir, el crecimiento vegetativo de la biomasa debe ser la cuota extraíble anualmente. De esa forma se mantiene el capital inalterable en el tiempo, en beneficio de las generaciones futuras, dado que nuestra obligación es justamente asegurar esta riqueza, que es de todos los chilenos y, a la vez, de nadie. La única forma de determinar la cuota de interés mensual es mediante la investigación.
Quiero hacer un llamado y una reflexión respecto de este tema. No deseo ser peyorativo, pero si hay un país que desconoce sus recursos marinos es el nuestro, pues la inversión en investigación aún está lejos de permitir conocerlos a carta cabal, y no como sucede en países que son nuestra competencia y que participan en forma significativa en el rubro de la pesquería, como Canadá, Nueva Zelanda, Sudáfrica , etcétera, que invierten en investigación y conocen exactamente sus recursos, de modo que la actividad económica y la explotación del recurso están basadas en estudios científicos bajo un esquema de sustentabilidad.
De acuerdo con la información que tenemos sobre el Presupuesto de este año, la Subsecretaría de Pesca contará con alrededor de 2.200 millones de pesos para investigación marina mediante fondos concursables, pero la mayor parte de los proyectos están dirigidos y enfocados hacia la investigación aplicada, industrial y de procesos.
Creo que está en carpeta la aprobación de un nuevo fondo de investigación marítima, Fondemar , destinado a apoyar e incentivar la investigación básica, que es la parte en que estamos más huérfanos de información.
Hace pocos días, en la zona de Valdivia se produjo el varamiento de una gran masa de peces, respecto del cual se da una serie de tesis e hipótesis, pero sin conocimiento real de lo que está sucediendo. Algunos señalan que es el presagio de un nuevo terremoto, como el de 1960, año en el que también se produjo un gran varamiento de especies marítimas en las costas de esa provincia. Esto demuestra, una vez más, que no sabemos qué está pasando con nuestro mar y con nuestras especies económicamente rentables.
La incorporación de las regiones Primera y Segunda al sistema de límite máximo de captura por armador contribuirá a mejorar y a homogeneizar la legislación que se aplica al país. La pregunta es: ¿por qué no se las incorporó en la modificación anterior a este sistema de manejo? La explicación que se dio fue que cualquier restricción a los límites de captura en las regiones Primera y Segunda podría favorecer a Perú, porque geográficamente compartimos esta zona de explotación pesquera y ellos no tienen ninguna regulación al respecto. Al establecer un límite, podríamos favorecer, por omisión, la actividad pesquera del vecino país. Ello obligaría a nuestro Gobierno a negociar para que Perú adoptase algún tipo de regulación al respecto, ya que, de lo contrario, sucederá lo que se pensó originalmente, cuando no se incluyó a dichas regiones en la ley anterior, porque se favorecería a la pesquería peruana.
De acuerdo con la escasa investigación que tenemos, la segunda razón por la cual no se incluyó a las regiones Primera y Segunda en la ley anterior fue porque se pensaba, y todavía se piensa, que esta zona es de crecimiento del jurel. Efectivamente, ahí se encuentra al jurel en su estado juvenil. Así, en cada tonelada siempre hay mayor cantidad de ejemplares juveniles que en la tonelada extraída en la zona sur.
Sin duda, es un asunto que debe preocuparnos, porque si esto se comprueba científicamente, tendremos que regular más la captura en esas regiones, porque se está operando sobre la población juvenil de un recurso de importancia económica para el resto del país.
Por último, me referiré a un tema que ya se ha tocado, pero que debe ser aclarado. Al incorporar a esas regiones del norte al sistema de límite máximo de captura, no se pone en el tapete la perforación de las cinco millas, zona reservada en forma exclusiva para los pescadores artesanales, asunto que preocupa, pues, de acuerdo con la legislación vigente, aún es prerrogativa y resorte de la autoridad. Es necesario aclarar que el proyecto no interfiere ni interferirá con nuevas autorizaciones de perforación, mucho menos en las regiones que están fuera del rango de esta iniciativa. Sería bueno conocer, ojalá antes del término de la discusión, dónde están ubicadas las perforaciones autorizadas en las regiones Primera y Segunda. Creo que ese tema ha sido resuelto en gran parte en los últimos quince meses, gracias a la implementación de los posicionadores satelitales que las naves deben portar en forma obligatoria, mediante la cual la autoridad maneja la información día a día, velando por el respeto de la norma de las cinco millas reservadas para los pescadores artesanales.
El proyecto es adecuado, no obstante su corta duración, pues, como ya se dijo, regirá sólo algunos meses, porque de aquí al 31 de diciembre del año en curso debería estar aprobada la nueva ley de pesca industrial.
He dicho.
El señor SALAS ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra la diputada señora Rosa González.
La señora GONZÁLEZ (doña Rosa).-
Señor Presidente , el nuevo sistema que propone la Subsecretaría de Pesca a través del proyecto en evaluación, aunque tiene aspectos interesantes, es muy complejo y, como es previsible, se refiere principalmente a aspectos administrativos.
Se consideran dos niveles, conformados por grupos de técnicos, agentes y expertos, con competencias que no aparecen muy claras, encargados de efectuar tareas no identificadas y asignadas por la Subsecretaría. Esto, que suena tan complejo, está hecho por un abogado experto en el tema, a quien le encargamos analizar el sistema.
No es posible opinar con propiedad sobre la propuesta, ya que ésta no profundiza en aspectos tales como la composición, atribuciones y responsabilidades de los diversos grupos que considera, las características de sus miembros, los mecanismos para seleccionarlos y, lo más importante, el financiamiento de las actividades, a fin de evitar la situación que afecta a los consejos de pesca, en los que existe una desigualdad evidente en el apoyo técnico que recibe el sector industrial respecto del artesanal. Mientras el primero cuenta con los medios para financiar asesorías, el segundo sólo recibe un apoyo técnico gratuito cuando lo puede obtener. Esta situación produce una desigualdad real en las competencias de ambos sectores, en cuanto a opinar acerca de las materias técnicas de los consejos. ¿Dónde está el apoyo que se brindará para la continuidad de los trabajos que emprendan los grupos? ¿Qué complementariedad hay entre la función y la responsabilidad de los diversos grupos de los consejos de pesca?
Con todo respeto, me parece que el sistema propuesto tiene como objetivo implícito sacar al subsecretario de turno del calvario periódico de la toma de decisiones acerca de las cuotas globales de captura, liberándolo de los costos políticos que representa decidir sobre la materia. Empero, el sistema hace perder al Estado la atribución de intervenir sobre el grado de utilización de los recursos, que no son propiedad de quienes los explotan. Con él se pretende que los afectados por medidas administrativas decidan sobre la amplitud de sus efectos, lo que podría ocurrir en un mundo perfecto, pero no en el mundo real del que estamos hablando.
Como decía mi colega Delmastro , al tomar estas decisiones en Valparaíso o en Santiago, a nivel central, muchas veces se ignora la diversidad de las regiones. Él dijo: “Estoy absolutamente claro”. Entonces, es claro que con el proyecto en estudio se afectará al Perú. Nosotros tenemos sólo medio mar. Por lo tanto, aquí hay un problema que debemos estudiar.
Por otra parte, es necesario preocuparse de la pesca artesanal en toda su dimensión, como lo han sostenido todos mis colegas.
He dicho.
El señor SALAS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Exequiel Silva.
El señor SILVA .-
Señor Presidente , la diputada señora Rosa González nos ha demostrado la necesidad de discutir el proyecto que se presentará en los próximos días, mediante el cual podremos debatir en profundidad todas estas materias.
Al respecto surge la primera duda. En el período legislativo anterior aprobamos la incorporación de los límites máximos de captura como sistema de administración pesquera desde las regiones Tercera al sur, el que durará hasta diciembre. Entonces, cabe preguntarse por qué vamos a aprobar hoy un proyecto para incorporar a las regiones Primera y Segunda a un sistema que se discutirá en diciembre.
Es legítimo que algunos piensen que el límite máximo de captura ha sido una herramienta eficiente de administración pesquera, pero también es válido que otros crean lo contrario. Ésa será la discusión de fondo del próximo proyecto, que espero sea enviado al Congreso Nacional a la brevedad posible. Sé que la Subsecretaría de Pesca está trabajando con gran afán en ello. He ahí mi primera duda.
La segunda está relacionada con las cinco millas, respecto de las cuales ha habido una suerte de equivocación o malentendido. Hasta antes de la modificación del año pasado competía sólo a la autoridad administrativa definir las penetraciones que se podían hacer desde Arica hasta Punta Arenas. Fruto de la negociación realizada para aprobar la modificación a la ley de Pesca, le quitamos esa atribución a la autoridad administrativa desde la Quinta Región al sur, pero se mantuvo desde la Primera a la Cuarta por las razones que se explican: la cantidad de pescadores artesanales en la zona, la importancia de la industria pesquera, en particular de sardina y anchoveta en las regiones Primera y Segunda, especies que se ubican principalmente en las cinco millas, por los crustáceos en la Cuarta Región, etcétera. En consecuencia, aquí no se innova respecto de las cinco millas, pero sí hay un concurso de dos cosas que no se presentan en las otras regiones donde se aplica el límite máximo de captura: que exista la penetración en las cinco millas y que, además, se esté aplicando el límite máximo de captura. Mi segunda duda es cómo funcionarán estas dos herramientas que no están vigentes.
La tercera duda tiene que ver con el argumento fundamental que se dio para aprobar y aplicar el límite máximo de captura: terminar con la “carrera olímpica” que significaba establecer una cuota global, pues todos salían a pescar hasta completarla. En buen chileno, el pez más grande se comía al más chico.
Sumándome a la inquietud que planteaba el diputado señor Fulvio Rossi , me pregunto de qué carrera olímpica se habla si, en la práctica, el 90 por ciento está concentrado en manos de un solo armador. ¡No hay carrera olímpica! Se podría decir, a manera de justificación, que donde antes se estableció el límite máximo de captura había “carrera olímpica”, pero ahora no la habrá.
Esas son las tres dudas que quiero hacer presentes.
La eficiencia que ha tenido el límite máximo de captura, la necesidad de que los actuales sistemas de investigación constituyan verdaderas herramientas de administración pesquera, la composición de los consejos de pesca o su eliminación, etcétera, son temas que serán considerados en el proyecto que próximamente entrará en trámite legislativo y que discutiremos a fondo. Me parecería óptimo, entonces, discutir esta materia en esa ocasión y no en forma separada, como lo estamos haciendo ahora.
He dicho.
El señor SALAS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Carlos Recondo.
El señor RECONDO .-
Señor Presidente , tanto en la discusión de hoy como en las habidas antes, no sólo en este Congreso sino en todos los ámbitos, se reconoce que en el tema de la pesca extractiva ha habido una pérdida relativa en la importancia de esta actividad dentro de la economía, sobre todo porque los recursos han ido disminuyendo en forma sistemática. Por lo tanto, la necesidad de establecer medidas de administración que permitan, por una parte, compatibilizar este sector de la economía con la posibilidad de que los pescadores puedan seguir trabajando y, por otra, mantener los recursos que poseemos en nuestras costas, nos obliga a abordar proyectos como el que estamos viendo hoy, que no hace más que ampliar a las pesquerías de las regiones Primera y Segunda el régimen de administración que fijó cuotas máximas de captura por armador para las pesquerías de la Tercera Región al sur.
El motivo por el cual la autoridad estableció dicho sistema fue evitar la “carrera olímpica” en las pesquerías con cuota máxima de captura, con el ánimo de defender el recurso, sobre todo porque en ella la cuota se agotaba en pocos días y quedaba una gran cantidad de recursos ociosos, en términos de flota y de planta, lo cual provocaba una situación de inestabilidad en las regiones donde se desarrolla tal actividad. Por cierto, en la Octava Región tenía un impacto social muy importante.
Después de un año o más de funcionamiento del sistema, se concluyó que éste ha permitido, al menos, una mejor planificación del trabajo de la flota pesquera y de la industria en su conjunto y, además, dar estabilidad laboral. Las cuotas máximas por armador se establecieron sólo para la pesca de jurel, pero se estimó que en las regiones Primera y Segunda el esfuerzo podría concentrarse en las pesquerías de sardina y anchoveta. Por lo tanto, era recomendable -lo cual nos parece muy razonable-, ampliar el régimen a todas las pesquerías del país. En definitiva, el proyecto permite que en las regiones Primera y Segunda se utilice el mecanismo de cuotas máximas de captura por armador en las pesquerías de sardina y anchoveta.
Por esa razón, y como en la discusión anterior la bancada de la UDI estuvo mayoritariamente por incorporar este sistema de administración, ahora también votamos a favor la idea de incluir a las pesquerías de las regiones Primera y Segunda.
He dicho.
El señor SALAS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Manuel Rojas.
El señor ROJAS.-
Señor Presidente , en primer lugar, anuncio mi voto en contra del proyecto. Quiero fundar mi votación en las mismas consideraciones hechas por algunos parlamentarios, específicamente el diputado señor Delmastro .
Creo que cuando se generalizan las cosas los efectos deben recaer en todos por igual. Una de las ideas fundamentales del proyecto es extender la cuota de captura a todo el país. Al respecto, pido que se generalice también el cierre de las cinco millas en defensa de los pescadores artesanales, porque el informe señala que si hay un área en que se dan en abundancia el jurel y la sardina juveniles, ésta debe ser protegida, cosa que no está ocurriendo en nuestra zona, en especial en Antofagasta.
Sin duda, la actividad pesquera de las regiones Primera y Segunda tendrá escaso desarrollo porque se favorece sólo a dos grandes empresas, las cuales, como sabemos, están ligadas a determinado grupo.
Como próximamente ingresará al trámite legislativo un nuevo proyecto de ley de pesca, es importante que entonces discutamos en la Comisión estos temas con mayor profundidad, pues la situación de las regiones Primera y Segunda no es igual a la de la Octava y Novena, ya que, en materia pesquera, en la zona fronteriza con Perú, país hermano, no existe regulación respecto de las especies migratorias.
Creo inconveniente que una ley sea objeto de modificaciones que sólo se aplicarán durante un par de meses más. Sería preferible rechazar el proyecto, originado en una moción, con el objeto de discutir el tema en profundidad cuando ingrese a trámite legislativo el proyecto que modifica la ley general de Pesca.
Por lo tanto, por el bien de la pesca artesanal de la Segunda Región, votaré en contra la iniciativa.
He dicho.
El señor SALAS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Leopoldo Sánchez.
El señor SÁNCHEZ.-
Señor Presidente , no quiero reiterar los argumentos dados en esta oportunidad, que son bastante sólidos, sino reiterar que la ley Nº 19.713, de 2001, que crea un instrumento de administración pesquera de límites máximos de captura por armador, pierde vigencia a contar del 31 de diciembre de 2002, es decir, en ocho meses más, por mandato de su artículo 23, con la sola excepción de las modificaciones permanentes en materia de registro pesquero y de la obligación de descuento de las capturas efectuadas por exceso de cuota.
La moción de los senadores Andrés Zaldívar y de los entonces senadores Sergio Bitar y Julio Lagos , busca ampliar la aplicación de este instrumento a las pesquerías de la anchoveta, la sardina y el jurel en las regiones Primera y Segunda. De hecho, la nueva ley tendría una vigencia menor a ocho meses. Es más, se ve difícil que se pueda terminar el trámite administrativo necesario para su implementación, como la fijación de cuotas, que está sujeta a un complejo sistema de acreditación de desembarque. Esto nos hace pensar en la posibilidad de que el Ejecutivo , que patrocina el proyecto, quiera extender la vigencia de la ley Nº 19.713, con lo cual el compromiso contraído en este Congreso, en el sentido de que el sistema sería esencialmente transitorio, podría quedar en nada, lo cual nos parece grave. Hasta el momento no se han discutido los problemas centrales de la ley de Pesca ni tampoco los de la industria pesquera nacional. ¿Hacia dónde va la actividad pesquera? ¿A los pescadores artesanales, a la industria y a la explotación de mares y ríos? Estos temas han sido discutidos, no obstante que el sistema de cuotas máximas por armador siempre se entendió como una medida de parche para hacer frente a un problema de paralización de la flota pesquera del Biobío, que durante años arrasó con los recursos pesqueros de las zonas central y sur del país.
En esta lógica, resultaría mucho más importante que el Ejecutivo nos indicara claramente cuáles serán las políticas que se aplicarán al sector a mediano y a largo plazos. Aquí se señalaban los recursos invertidos en investigación en un sector que mueve algo más de 3 mil millones de dólares y que, por lo tanto, hace un aporte muy importante a la balanza comercial de Chile. No es posible que las conclusiones de una investigación necesaria, pero que no existe, puedan orientar adecuadamente sobre las decisiones por tomar. Como hay cierta ceguera por falta de información, seguiremos, cometiendo errores, tanto en este ámbito como en otros similares.
No quiero abundar más en la materia. Tal vez este proyecto podría haber tenido algún grado de oportunidad hace un par de años, cuando se discutió la ley Nº 19.713. En esa oportunidad, se dijo que era una “ley de parche”, pero como en nuestro país todas las cosas provisorias pasan a ser permanentes, no sé qué sentido tenía dictar una ley de esa naturaleza. Pues bien, ahora se quiere agregar otro parche.
Por lo tanto, anuncio el voto negativo de la bancada del PPD al proyecto.
He dicho.
El señor SALAS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Gabriel Ascencio.
El señor ASCENCIO .-
Señor Presidente , en lo que deberíamos tratar de ponernos de acuerdo, en definitiva, es en determinar cuál es el verdadero sentido de esta iniciativa. Digo esto porque respecto de la ley anterior teníamos relativamente claro cuál era su objetivo: establecer un nuevo sistema de administración de las pesquerías -en algún momento tendremos que evaluarlo-, a fin de impedir la denominada “carrera olímpica”.
Entonces, hay que responder por qué queremos aprobar esta iniciativa, respuesta que está pendiente. Hasta el momento, lo único que se ha señalado es que establecería un sistema ordenador; vamos a tratar que todo esté más o menos igualito, hasta cuando nos corresponda discutir, próximamente, el tema de fondo, es decir, la modificación de la ley de Pesca.
Sin embargo, tal como están las cosas, no hay muy buenos argumentos para votarla a favor; no tiene mucho sentido decir que queremos dictar una ley para que las regiones Primera y Segunda se incorporen a esta administración de límites máximos de captura.
Nuestros problemas siguen siendo, más o menos, los mismos. Todos estamos preocupados por la situación de los pescadores artesanales, y en algún momento tendremos que discutir todo lo relativo a su seguro, al sistema previsional, al buen manejo de las 5 millas, a las concesiones acuícolas, tema que está arrumbado sin que se le dé solución; a la protección del medio ambiente, que también deberíamos preocuparnos de analizar. Se trata de materias que se supone que discutiremos cuando llegue el proyecto. Entonces, no podemos aprobar esta iniciativa sólo porque permite ordenar el sistema. Además, los diputados del norte nos están diciendo que no hay competencia y que, si bien no es malo, no tendrá un efecto real. Por eso cabe preguntarse: ¿para qué estamos aprobando esta iniciativa?, ¿quién la quiere? Es ahí cuando uno empieza a pensar que hay alguna pillería, pero, para ser francos, tampoco hemos logrado descubrirla.
A menos que el subsecretario nos dé muy buenos argumentos para aprobarla, todo está indicando que no tiene sentido alguno dictar una ley para unos cuantos meses. Sería preferible que empezáramos a debatir de inmediato el tema de fondo -es decir, la modificación de la ley de Pesca- y que dejemos esto en suspenso. Si el Congreso se pronunciara por dejar en forma definitiva este nuevo sistema de administración, está bien, incorporémoslo; pero si nuestra evaluación del sistema implementado por la ley Nº 19.713, del año pasado, no es buena, podría producirse un cambio de opinión.
Por lo tanto, voy a votar en contra.
He dicho.
El señor SALAS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Juan Pablo Letelier.
El señor LETELIER (don Juan Pablo) .-
Señor Presidente , parece evidente que lo más aconsejable es que este proyecto no se vote hoy y que se envíe nuevamente a Comisión. Personalmente, considero muy inoportuno haberlo traído a la Sala, y voy a tratar de explicar el porqué.
Tal como dijo el colega Ascencio , no sea cosa que haya una pillería. Los malos pensamientos de algunos pueden llevarlos a decir que el objetivo de la iniciativa va por la línea delgada -por momentos confusa o difusa- de los derechos históricos, según los cuales se fijan cuotas globales de captura a futuro. Sin duda, es una “pega” para los abogados de mañana, que deberán argumentar sobre la base del principio de los derechos adquiridos. No vaya a ser cosa -con todo el respeto que me merecen los abogados y abogadas presentes- que en virtud de estas pillerías de que se ha hablado, después nos encontremos con que las cuotas de investigación son parte de las cuotas históricas.
En verdad, resultó muy difícil establecer cuotas globales de captura como sistema extraordinario de administración de las doce pesquerías en plena explotación. Y digo que fue difícil, a lo menos, por tres razones.
En primer lugar, porque se asume que el sector pesquero industrial realiza una sobreinversión, y cualquier regulación tendría un impacto en el empleo. Pues bien, así ocurrió. Pero el principio que inspiró a la ley de Pesca es la conservación de un recurso que no pertenece a la actual generación, sino que a muchas, y nosotros tenemos la responsabilidad política e histórica de conservarlo para las futuras generaciones.
El segundo aspecto que se tuvo presente fue cómo regular la relación entre pescadores artesanales e industriales. Al respecto, siento cierta simpatía por quienes creen que los pescadores artesanales son los boteros de las caletas pequeñas; pero no es así, porque éstos tienen diversos grados de relación con la industria según la región del país en que desarrollen sus actividades. Por ejemplo, en el norte, que a principios de los años 90 sufrió una crisis dramática que tuvo gran impacto en el empleo, existe un tipo de relación que no se puede comparar con la de otras regiones del país. Ese tipo de relación siempre nos ha llevado a discutir cómo deben repartirse las cuotas globales de captura.
Resulta muy complejo hablar de la distribución de las cuotas globales de captura al norte de la Quinta Región, porque tenemos allí el fenómeno de las perforaciones autorizadas por los consejos zonales de pesca. A juicio de algunos, no es la instancia más adecuada para fijar dichas cuotas, porque hay intereses creados, en algunas ocasiones, de los diversos actores. No estoy emitiendo juicios de valor; simplemente quiero reflejar lo complejo que resultó el debate.
Por último, el tercer tema presente en la discusión dice relación con el norte que deberá tener la ley de Pesca en nuestro país en los próximos 20 años. Considero que no es bueno tener este debate utilizando la teoría del salame: no es prudente discutir lo que pasa sólo en el norte, sin empezar a debatir la modificación de la ley de Pesca. Durante esa discusión deberemos evaluar este sistema de administración que, a juicio de algunos, ha sido muy bueno; según otros, requiere perfeccionamiento, y, a juicio de terceros, aún está pendiente un tópico: cómo establecer el derecho de acceder a la extracción de un recurso que pertenece a todos los chilenos.
En el proyecto de ley anterior -para “dificultarles” el trabajo a algunos abogados- establecimos explícitamente que ninguna cuota podría ser considerada derecho adquirido.
Sin embargo, quedó pendiente el tema del registro histórico, que es un ámbito, a juicio de algunos, un poco gris. Algunos han pensado que tal vez sería necesario establecer un sistema para licitar el mar, para ver quién tiene derecho a acceder a la explotación de un recurso que pertenece a todos los chilenos. Otros creen que podrían quedar afuera algunos industriales.
Lo cierto es que no se ha establecido una política nacional respecto de cómo acceder a ese recurso. Lo discutimos en la Comisión en el período anterior. Considero que hay que ahondar en el debate, y para no incurrir en equivocaciones, no sería oportuno votar el proyecto hoy día. Creo que el ánimo general -ya escuchamos a los colegas del norte- es votar en contra, porque existen suspicacias en cuanto a que no se sabe a quién beneficia. Se habla de la concentración de la propiedad en las pesquerías del norte; todos sabemos de lo que estamos hablando.
Pero lo más importante es que si hoy damos una señal equivocada, podríamos afectar a la industria en su conjunto, la cual ha invertido gran cantidad de recursos y necesita señales más claras para aumentar sus inversiones en tierra, en particular al sur de la Quinta Región.
Creo que lo más prudente sería enviar el proyecto a Comisión para segundo informe y no continuar con su discusión en esta sesión. La iniciativa contiene disposiciones de quórum calificado -toda vez que establecen limitaciones o requisitos para la adquisición del dominio de bienes- y su puesta en votación podría llevar a su eventual rechazo.
No es oportuno legislar ni votar hoy por el impacto que puede tener en un sector que genera muchos empleos, que necesita señales claras para hacer más inversiones y cuyos actores, los artesanales, los industriales, la gente de mar y la que trabaja en las plantas, han hecho un gran aporte al desarrollo nacional.
Por lo tanto, pido formalmente que el proyecto no se someta a votación y que vuelva a Comisión para segundo informe.
He dicho.
El señor SALAS ( Vicepresidente ).-
El diputado señor Juan Pablo Letelier solicita que el proyecto vuelva a Comisión.
¿Habría unanimidad?
El señor MELERO.-
Pido la palabra.
El señor SALAS (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Patricio Melero.
El señor MELERO .-
Señor Presidente , sería conveniente continuar el debate, pues todavía queda tiempo, y luego resolver sobre la petición del diputado señor Juan Pablo Letelier .
El señor SALAS ( Vicepresidente ).-
Me parece bien, señor diputado .
Tiene la palabra su Señoría, que está inscrito para hacer uso de la palabra.
El señor MELERO .-
Señor Presidente , en primer lugar, quiero referirme a algunas cosas formales, especialmente para los parlamentarios, que, por estar recién incorporados, es posible que desconozcan algunos aspectos de la discusión de la ley de Pesca durante prácticamente doce años.
Quiero recordar que este proyecto se originó en moción de tres senadores, dos de los cuales eran del norte: los hoy ex senadores Sergio Bitar, del Partido por la Democracia, y Julio Lagos, de Renovación Nacional, quienes percibieron que este proyecto era positivo para su zona.
En segundo lugar, esta iniciativa también fue apoyada y avalada por su Excelencia el Presidente de la República , a través del subsecretario de Pesca , en el seno de la Comisión, haciendo presente la urgencia, que calificó de “simple” para todos sus trámites constitucionales.
En tercer lugar, este proyecto de ley beneficia a esa fracción que quedó al margen del nuevo sistema de administración aprobado por el Parlamento, para pasar de un sistema de captura de cuota global a una asignación de cuotas individuales por armador, originadas en la historia o en la capacidad de bodega, dependiendo de la zona y de la especie de que se tratara.
Cuando el año pasado el Congreso dio ese paso, fue algo trascendental en la administración de las pesquerías del país: terminamos con la “carrera olímpica”, le dimos estabilidad a los trabajadores que repletaron las tribunas para pedirnos que aprobáramos ese nuevo sistema de administración, porque veían con incertidumbre que su trabajo les duraba quince o veinte días o un mes, quedando cesantes el resto del año.
Esto ha sido muy importante para la clase trabajadora, en particular para quienes trabajan en las plantas procesadoras. Pueden preguntárselo a los representantes y parlamentarios de la Octava Región y de otras regiones, quienes han visto mayor ordenamiento y mayor estabilidad laboral. Asimismo ha permitido ordenar la captura y que las industrias puedan programar sus zarpes, mantener economías de escala y reducir -algo muy importante- el tamaño de nuestra flota, preocupación de algunos parlamentarios por su efecto conservacionista. Al establecerse en la ley un sistema de asignación de cuotas por armador, se redujo la flota industrial del país, que superaba las setecientas naves. En otras palabras, disminuyó el esfuerzo pesquero -en algunas oportunidades, depredador- que se alejó del sistema de administración, lo que significó el colapso de importantes pesquerías.
Recordemos que la ley se dictó, fundamentalmente, por la disminución de la captura del jurel de la Tercera Región al sur, que cayó de 4 millones a poco más de 1 millón de toneladas.
Asimismo, recordemos que la pesquería del norte quedó al margen porque las empresas estaban viviendo un profundo proceso de reestructuración, puesto que estaban viendo seriamente afectados sus desplazamientos, sus capturas y sus ingresos, a causa de un sobreesfuerzo pesquero instalado que había que reducir. ¿Y qué hicieron? Lo que cualquier empresario con dos dedos de frente haría en resguardo de su capital y de sus trabajadores: fusionarse, decisión que hoy ha mermado el esfuerzo pesquero en la zona.
Los estimados colegas pueden ver en el informe un cuadro que muestra la relación que existe, de 1996 a 2000, en la captura de la anchoveta, la sardina española y el jurel: mientras el sector industrial tiene una participación del 96, 92 y 99 por ciento, respectivamente, la del sector artesanal es mucho menor que en otras zonas del país.
A mí me molesta que la concentración económica sea el resultado -para ponerlo en términos éticos o morales- de la ambición, pero ¿qué tiene de malo que dicha concentración sea producto de un proceso de racionalización industrial llevado a cabo para achicar una empresa, a fin de que sea más eficiente y no vaya a la quiebra? Es cierto que hoy entre el 75 y 76 por ciento de la captura está concentrado en dos o tres grandes empresas que pertenecen -digámoslo también- a un importante grupo económico del país, que da mucho trabajo, genera muchas divisas y también paga muchos impuestos. Pero también hay un grupo de pequeñas empresas que tienen ese 20 ó 25 por ciento, a las cuales les conviene más un sistema de administración de cuotas por armador que seguir en la “carrera olímpica”.
No aprobar este proyecto de ley significa favorecer a los grupos concentrados y desproteger a los pequeños pescadores artesanales, que ven con gran satisfacción la posibilidad de acceder ordenadamente en el tiempo a una cuota de esa captura.
Por esa razón, se nos quedó afuera este aspecto, porque se estaban reestructurando.
Entiendo la sensibilidad que existe respecto del sector artesanal; pero también debemos decir que en diciembre próximo modificaremos la ley transitoria que estableció el sistema de cuota individual por armador, porque vence en ese mes. Les pregunto lo siguiente: ¿Es mejor tener que abocarnos en diciembre a la discusión de la ley definitiva con dos regiones importantes del país marginadas del sistema de administración global establecido en Chile, o abordar dicho debate -probablemente lo iniciaremos en octubre- con representantes de esta actividad de todo el país, tanto del sector artesanal como del industrial, en igualdad de condiciones?
El Gobierno se comprometió -así se señaló en la Sala y lo ratificó el subsecretario- a que la ley definitiva -debe estar lista en diciembre- contendrá un tratamiento especial para la pesca artesanal. ¿Qué duda cabe de que al sector artesanal deberemos darle la cuota justa para que pueda mantenerse y crecer, y al sector industrial, lo que le corresponde, de acuerdo con su historia o capacidad de bodega? En su oportunidad, veremos cuál sistema utilizamos.
Se dice que aquí puede haber pillerías. ¿Es pillo el Presidente de la República , don Ricardo Lagos ? ¿Es pillo el subsecretario de Pesca? ¿Es pillo el honorable Senado de la República que aprobó el proyecto? Recordemos que nuestra Corporación está actuando como Cámara revisora, puesto que el proyecto se originó en el Senado, donde se llevó a cabo una amplia y ardua discusión que está en sus actas. Todos opinaron y aprobaron el proyecto, porque consideraron que es bueno sistematizar y ordenar el sistema industrial y artesanal de pesca en el país.
De manera que no encuentro razón fundamentada alguna que no sean desconfianzas o situaciones que no logro comprender para oponerse a esta iniciativa, las que, desde mi punto de vista, durante el trámite legislativo han sido desvirtuadas. Sus detractores dicen que favorece a Angelini. Digamos claro que ése es el problema: que favorece al grupo económico Angelini , pero también a muchos más.
Pero yo pregunto: ¿Qué pasaría si no establecemos un sistema de cuotas individuales por armador, y el día de mañana otras empresas quieren incorporarse, o el mismo señor Angelini u otros quieren vender? Vamos al fondo del sistema, a la lógica, a la razón fundamental -esto para los colegas recién incorporados a la Cámara- de la evolución que ha experimentando el sistema de administración pesquera en Chile.
Partimos en 1990 con un proyecto de ley de Pesca que discutimos durante un año y aprobamos en 1991, que estableció un sistema de cuotas globales anuales por zonas. Comprobamos empíricamente que ese sistema no era bueno para Chile y lo cambiamos. Si la mayoría consideró que era necesario cambiarlo, ¿por qué hoy lo cuestionamos para dos regiones? ¿Acaso no había también concentración económica en la Octava y Quinta regiones? ¿Cuántos son en Chile los empresarios pesqueros grandes? ¿Diez, doce, quince? En todos los ámbitos sucede lo mismo. ¿Acaso no ocurre lo mismo en la banca o en otras industrias del país? ¿Acaso no es Codelco el gran productor en la minería?
Los invito a tener una mirada de futuro, una mirada conservadora que permita que esta industria, que genera más de 2 mil millones de dólares y más de 90 mil empleos al año, tenga la estabilidad que necesita. Y esa mirada de futuro es, sin duda, un país ordenado con un sistema de administración único que asuma las sensibilidades que existen hacia el sector artesanal, respecto del cual deberemos legislar de aquí a diciembre; una mirada que permita dar a los miles de trabajadores que hoy ven con preocupación que se cierran las plantas y que no tendrán trabajo, la seguridad de que tendrán trabajo y de que sus plantas permanecerán abiertas.
El señor SALAS ( Vicepresidente ).-
¿Me permite, señor diputado ? El diputado señor Leay le solicita una interrupción.
El señor MELERO.-
Se la concedo, señor Presidente.
El señor SALAS ( Vicepresidente ).-
Con la venia de su Señoría, tiene la palabra el diputado señor Leay.
El señor LEAY.-
Señor Presidente , solicité una interrupción al diputado señor Melero porque, aunque no estoy en contra del proyecto, creo que debe existir claridad respecto de algunos puntos.
Me parece lógico poder contar con un sistema de administración nacional, pero hay algo que no logro entender, y por eso le quiero pedir al diputado Melero que me lo explique, porque él conoce muy bien la materia.
Estoy seguro de que cuando se estudió la ley de Pesca, las empresas de la zona norte no querían entrar al régimen, y creo que se la jugaron por no hacerlo. La explicación que se nos dio fue que ello se debió a que se estaban reestructurando, pero aquí me asalta un sentimiento negativo, porque pienso que en ese minuto se opusieron porque querían reorganizarse para fijar las cuotas entre ellos; hoy, cuando ya se reordenaron, quieren las cuotas. Puede ser que mi percepción del punto sea equivocada, y por eso le pido al diputado Melero que me lo explique, ya que no me quedó claro.
En segundo lugar, sin ser técnico en la materia, quiero saber por qué desde la Quinta Región al sur están limitadas las perforaciones y por qué el proyecto -que limita la perforación y protege la pesca artesanal- no establece lo mismo para el norte. Entonces, se pretende que exista una línea común, que no funciona en todos los casos.
Me gustaría que el diputado Melero me aclarara esos dos puntos, por su intermedio, señor Presidente.
El señor SALAS (Vicepresidente).-
Para responder las inquietudes del diputado señor Leay, tiene la palabra el diputado señor Melero.
El señor MELERO.-
Señor Presidente, agradezco las preguntas formuladas por el diputado Leay, porque creo que contribuyen a esclarecer un poco más el debate.
A mi juicio, el norte quedó afuera -espero que el subsecretario de Pesca me ayude después en la argumentación-, porque cuando se impulsó el proyecto para cambiar la cuota global anual de captura por la cuota por armador, la iniciativa estaba fundamentalmente pensada para el recurso jurel, de gran importancia en la Octava Región.
En la Primera Región el jurel es importante, pero también lo son -no tengo las cifras en mi poder- la sardina española y la anchoveta. Para entender la razón por la cual en algunos casos es más fácil aplicar un sistema como el que se propone y en otros, uno más complejo, hay que explicar el ciclo biológico de los peces a que se refiere el proyecto.
El jurel es una especie altamente migratoria, que hace su ciclo biológico desde nuestras costas hasta Nueva Zelanda; que va y vuelve en un larguísimo período de más de tres años; que se captura más allá de las treinta, cuarenta, doscientas, setecientas millas -las que ustedes quieran-, es decir, en alta mar. Por el contrario, la anchoveta, y especialmente la sardina española, son recursos costeros, que tienen su zona de reproducción y su mayor volumen en la inflexión de las corrientes en la milla tres; ahí se encuentran esos recursos que, además -como bien se ha señalado-, migran entre Perú y Chile.
Además de las razones de reestructuración de la industria, importantes y potentes, era difícil asignar una cuota a un armador que iba a dejar de existir en pocos días porque iba a la quiebra o porque se estaba fusionando. ¿Para qué entregar lo que después no se iba a utilizar? ¿Por qué administrar, igual que el jurel, otras especies con problemas en su momento por razones biológicas o dado el ciclo propio?
En cuanto a las perforaciones, tenemos que distinguir las legales y las ilegales.
El señor SALAS (Vicepresidente).-
Le pido redondear la idea, señor diputado, porque ha terminado el tiempo del Orden del Día.
El señor MELERO .-
Sólo le pido dos minutos, señor Presidente .
El inciso segundo del artículo 47 de la ley de Pesca establece con mucha claridad que están permitidas las perforaciones en aquella zona de las cinco millas donde no exista una actividad artesanal relevante y previa aprobación del Consejo Zonal de Pesca.
El legislador hizo bien, porque en cuatro mil quinientas millas de costa sería enorme el lucro cesante si en cinco de ellas no hubiera pesca artesanal y sí pesca industrial, que genera una enorme cantidad de recursos que, de lo contrario, se perderían.
Por consiguiente, cuando se habla de perforaciones siempre se entiende como un acto ilegal o contrario a los recursos artesanales o a los beneficios de la pesca artesanal.
De manera tal que en la Quinta Región se prohibió la perforación a todo evento, legal o ilegal. En el caso de las regiones Primera y Segunda, el legislador estimó que las perforaciones son menos relevantes porque los pescadores artesanales de la zona son cuantitativa y cualitativamente menos que en el resto de Chile.
El señor SALAS ( Vicepresidente ).-
Ha terminado su tiempo, señor diputado .
El señor MELERO .-
Por esa razón no se estimó, aun cuando, obviamente, el tema es discutible.
He dicho.
El señor SALAS (Vicepresidente).-
Solicito el asentimiento de la Sala para que el proyecto vuelva a la Comisión de Pesca, Acuicultura e Intereses Marítimos.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
Tiene la palabra el diputado señor Pedro Muñoz.
El señor MUÑOZ.-
Señor Presidente, uno de mis colegas de bancada, precisamente del norte, ha quedado sin hacer uso de la palabra.
En consecuencia, pediría que, en lo sucesivo, cuando diputados de una misma bancada hagan consultas a alguien de la propia bancada que interviene, éstas se resuelvan en forma privada.
He dicho.
El señor SALAS ( Vicepresidente ).-
Señor diputado , la Mesa dirige la sesión. Usted sabe que cada señor diputado tiene quince minutos para hacer uso de la palabra y puede conceder las interrupciones que estime convenientes, y eso es lo que ocurrió.
Quedaron inscritos los diputados señores Pedro Araya, Mario Escobar, Iván Paredes, José Miguel Ortiz y Cristián Leay. Como el proyecto vuelve a Comisión, en un próximo debate sobre el mismo pueden hacer uso de la palabra incluso quienes ya intervinieron.
Ha terminado el Orden del Día.
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