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El señor NAVARRO.-
Señor Presidente : Gendarmería de Chile.
Hemos dicho siempre que este servicio ha sido el pariente pobre en el ámbito de la seguridad pública: Carabineros, Policía de Investigaciones, tribunales de justicia, Ministerio del Interior, Gendarmería de Chile.
Cuando a Carabineros le va bien y apresa a los delincuentes, es preciso que alguien se haga cargo. Después que los jueces condenan es Gendarmería la que tiene que ocuparse en una población de más de 50 mil reclusos en todo el país, además de realizar un trabajo con 50 mil personas que cumplen penas remitidas.
Es por eso que no resulta comprensible y es total y absolutamente inaceptable la situación que en estos momentos se está dando con la institución.
¿Qué ha pasado? Se han prohibido las pensiones que excedan de sesenta unidades de fomento, lo que asciende a cerca de un millón 620 mil pesos.
El monto, que pudiera parecer elevado, solo lo recibiría el Director Nacional, en grado uno, puesto que el resto percibirá otros muy inferiores, que no condicen con el duro trabajo efectuado durante treinta años.
La resolución sobre la materia que ha dictado la Contraloría General de la República contradice la ley N° 19.195, de 1993, que igualó las condiciones de jubilación de Gendarmería con las de Carabineros.
El personal se mantiene hoy día en estado de alerta. La única esperanza es que ello sea rectificado.
La otra alternativa es judicializar el conflicto o aprobar una ley interpretativa.
Quiero hacer hincapié en que el reciente pronunciamiento del organismo contralor en orden a poner dicho límite en el caso de la institución a cargo del cuidado de los presos solo va a traer problemas. Y problemas en mi país ya sobran.
Por lo tanto, lo que han hecho los oficiales retirados, los gendarmes, es preguntar qué pasó aquí.
Solicito que se envíe un oficio al Contralor General de la República , señor Jorge Bermúdez , a fin de que pueda detallar el criterio al que se ha llegado, respecto de lo cual es preciso tener presente la ley atinente a la pertenencia de los gendarmes a Dipreca.
Cabe recordar que en 1990, después de resultar cuatro funcionarios muertos en una operación de rescate, a lo que se sumó un carabinero, se descubrió que lo obrado en 1980 al dejar a Gendarmería fuera de esa entidad previsional no solo era una situación incomprensible, sino también un serio daño a la condición y dignidad de sus miembros.
Es por eso que estimo que la resolución carece de asidero legal -y hemos concordado en ello con muchos Senadores- y tiene que ser revisada. No es comprensible que la Contraloría haya interpretado de determinada manera una ley durante veinticinco años y cambie de criterio repentinamente.
Había un rumor de prestaciones abultadas, con cinco retirados que superaban el tope legal de sesenta unidades de fomento, y ello, al parecer, fue un detonante para asumir una posición distinta.
Deseo consignar que la pensión de una persona que llegó al grado de coronel, con 30 años de servicio, bajaría a un millón 524 mil pesos, mientras que la de un suboficial descendería a un millón cien mil.
La pregunta es qué quedaría, entonces, para los demás y cómo los afectaría el problema, puesto que aproximadamente el noventa por ciento de los pensionados de Gendarmería de Chile superan el límite.
Sin duda, la situación es injusta y tiene que ser revertida. No se ha tomado en consideración el trabajo del personal, que enfrenta una inseguridad permanente en el interior de las cárceles. Durante tres décadas vive expuesto a verdaderas penurias, abandono, riesgo y, a veces, una condición deplorable, por cierto, en la que resulta muy difícil distinguir cuál es el régimen penitenciario para los condenados por un delito y cuál es la condición de vida de nuestros gendarmes.
Está claro que los veinte mil funcionarios de Gendarmería soportan diariamente todo ello de manera estoica, y lo mínimo que el Estado, el Gobierno, la sociedad chilena pueden hacer es mantener la esperanza de que este sacrificio básico y continuo sea retribuido al momento de jubilar.
Dipreca es un sistema distinto del que rige a las administradoras de fondos de pensiones y constituye una situación particular.
Las Fuerzas Armadas cuentan con un régimen previsional de reparto. No se encuentran adscritas a un mecanismo de ahorro y capitalización individuales.
No existe motivo alguno para cambiar la condición de Gendarmería de Chile.
En 1993, bajo el Gobierno de Patricio Aylwin, se aprobó la ley N° 19.195, que igualó, reitero, las condiciones de jubilación de Gendarmería a las de Carabineros, contemplándose una afiliación también a Dipreca. La resolución a que hago referencia no solo contradice dicho cuerpo legal, sino que impactará directamente, asimismo, en la carrera funcionaria.
Quisiera plantear que la inquietud existente en las filas de la institución puede generar una condición delicada y peligrosa. Los gendarmes han aguantado durante mucho tiempo que su carrera funcionaria se dilate. En la actualidad se halla en curso una mesa de trabajo a fin de destrabar los ascensos.
Con la señal que nos ocupa, se registrarán dificultades para el ingreso de personal calificado y puede generarse una deserción masiva en el servicio. Si se fuera gente con años de experiencia, debería ser reemplazada por la que recién ingresa y está dando sus primeros pasos. Eso pone en riesgo la situación carcelaria.
El Senador que habla quiere que sea posible jubilar sin que se cambien las reglas del juego en mitad del proceso.
El clima en Gendarmería está enrarecido, y me parece que si el asunto no se resuelve, se abrirá la posibilidad de un paro general.
Es preciso no mezclar los temas: uno de ellos es la carrera funcionaria, y el otro, el sistema de pensiones. Con la resolución de la Contraloría se provoca un daño previsional inaceptable.
Me sumo a un número importante de Senadores que han dicho: "No vamos a permitirlo"; "Vamos a solidarizar con Gendarmería".
No se le puede quitar a la institución un derecho ganado en virtud de una ley, hoy día arrebatado por una resolución del organismo contralor. Ello tiene que ser revisado. Los cálculos se estaban haciendo de acuerdo con un cuerpo legal.
Creo que el camino judicial no es el más adecuado, porque puede durar años, durante los cuales existirá inestabilidad.
Los gendarmes merecen la jubilación que la ley ya les entregó. Es preciso nivelar hacia arriba. Ya quisiera una normativa igual a la de Dipreca para los trabajadores de Chile.
Hemos sostenido que es necesario terminar con el régimen de las AFP, pero ello no puede empezar por la disminución, en virtud de un dictamen, de las pensiones de más de ocho mil funcionarios uniformados de Gendarmería.
Las administradoras de fondos de pensiones son un mal para el país, y espero que la Contraloría no contribuya a agravarlo y aumentarlo.
Solicito que se le envíe un oficio a la señora Ministra de Justicia a fin de que podamos imponernos de su opinión, al igual que la del Director Nacional de Gendarmería.
Me gustaría conocer también la del señor Contralor General de la República . He leído la resolución, muy breve, técnica y jurídica. Quisiera que nos informase más en detalle acerca de la variación de criterio.
No quiero un paro nacional del servicio, porque hay suficientes problemas en las cárceles. Ya el personal sostiene una lucha por sus reivindicaciones en materia de ascenso y calificación. Se ha recibido un balde de agua fría que solo ha despertado la inquietud que conocemos.
Por el bien del país, ya que es necesario contar con la institución en el combate sin cuartel contra la delincuencia, espero que tenga lugar un cambio.
No hubiera pasado lo mismo con Carabineros -lo digo francamente- ni con ninguna de las ramas de las Fuerzas Armadas. ¿Por qué se lo hacen a Gendarmería? ¿Porque la ven débil? ¿Porque la consideran de segunda categoría?
La situación expuesta afecta la dignidad de nuestros gendarmes, de los suboficiales, de gente que suma décadas de carrera.
En consecuencia, estimo que el Gobierno tiene que ser nítido y claro al tomar una posición. Porque si la Contraloría, legal y legítimamente, persiste en su dictamen, se requerirá que un cuerpo legal interpretativo, de artículo único, ratifique la potestad de la ley N° 19.195, dictada en la Administración Aylwin, normativa que estableció que las pensiones de la institución se hallan bajo el régimen de Dipreca. Lo contrario es una vulneración inaceptable de derechos.
Solidarizo con Gendarmería y no creo que sus funcionarios tengan que marchar y paralizar para hacer efectivo lo que les corresponde.
Ojalá haya racionalidad y, por cierto, comprensión del mal causado. Podrá ser algo legal, pero resulta absolutamente inmoral.
Así de simple, señor Presidente.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
--Se anuncia el envío de los oficios solicitados, en nombre del señor Senador, conforme al Reglamento, con la adhesión de los Honorables señores Quintana y Horvath .
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