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El señor MELERO .-
Señor Presidente , en la discusión del proyecto surgió una serie de inquietudes sobre la justicia o injusticia de dar gratuidad de atención de salud -en cuanto al copago, porque es evidente que los trabajadores de la atención primaria seguirán cotizando su 7 por ciento- respecto de otros trabajadores del sector público; justicia o injusticia respecto de que esta medida, eventualmente, pudiera incentivar o generar una sobreutilización del sistema de salud público por parte de los funcionarios de la atención primaria; justicia o injusticia en relación con que pudiera generarse el hecho de que, por ser funcionarios de la atención primaria, tuvieran un trato preferencial en el acceso a la atención de salud. Me explico: no tener que esperar tres o cuatro meses -como hoy sucede, a veces- para una atención oftalmológica o intervención quirúrgica compleja.
Creo que fue bueno haber puesto este tema en discusión. ¿Es justo o no que los funcionarios de atención primaria del país tengan el “privilegio” de una atención de salud gratuita respecto de otros trabajadores del sistema público chileno? He llegado a la convicción de que, más que un privilegio, el hecho de tener acceso gratuito a la atención de salud es un beneficio que perfecciona, ayuda y mejora la atención que ellos prestan al resto de la población.
Fue bueno discutirlo, porque entiendo las reivindicaciones que los trabajadores de la Fenats plantean sobre esta materia. Hace un tiempo se vistieron de negro y llegaron hasta las puertas del Ministerio de Salud para exigir este beneficio. Esta situación había quedado pendiente cuando se aprobó la ley Nº 19.086. Y, claro, siempre los trabajadores del sector público quieren tener más beneficios, ganar más, recibir un reajuste mayor. Es legítimo, propio y natural. ¿Quién no desea ganar más en los sistemas público y privado del país? En ese sentido, nuestro deber, como Cámara de Diputados, es poner el acento en el equilibrio, en custodiar siempre el bien común general de la nación por sobre el bien común particular de un grupo de “privilegiados” que eventualmente pudiera existir. Personalmente, he llegado a la convicción de que es importante aprobar este proyecto de ley. La señora ministra de Salud ha sido clara en señalar que no debe ni constituirá derecho preferencial alguno en la atención de esos trabajadores, ni significará permitir que se salten las listas de espera. Es importante que digamos que se fiscalice y que así sea.
También es importante expresar que los trabajadores del Sistema Nacional de Servicios de Salud gozan de este beneficio; no así los pertenecientes al sistema de atención primaria.
Es cierto que los trabajadores de la atención primaria, por la contaminación que se produce en los consultorios, están más expuestos a problemas de salud que el resto. Muchos de nosotros hemos estado en una sala de espera en la mañana, donde obviamente la gente va con resfrío, gripe o con otro tipo de enfermedades, lo cual genera un riesgo mayor para quienes la atienden. De hecho, a los estudiantes de medicina se les obliga a vacunarse contra la hepatitis B y una serie de otras enfermedades, por el mayor nivel de exposición a que están sometidos.
En estos días, con la campaña de invierno, con el virus sincicial, hemos visto que este personal ha estado sumamente requerido, con jornadas largas, estresantes, dificultosas, debido a la presión del público. Además, como se dice en el informe, en esos recintos trabajan más las mujeres, las que están sometidas a situaciones propias del prenatal y posnatal.
Asimismo, este beneficio, que se extiende a los grupos familiares y al sector pasivo -que suman 51.358 beneficiarios- costará al erario una cifra cercana a los 300 millones de pesos.
Espero que esta iniciativa también se traduzca en una mejor atención al público, no sólo por razones de presión sindical, de requerimiento, sino de justicia, de equidad. Siempre nos debe preocupar cómo mejorar la atención de salud del país en beneficio -valga la redundancia- de los beneficiarios? Este proyecto ayudará a los miles de chilenos que siguen esperando una atención de salud digna, eficiente y equitativa? Creo que esto viene a sumarse a ese objetivo.
Espero que los trabajadores de la atención primaria reciban esta iniciativa como una buena noticia, como un reconocimiento a su labor y como un incentivo para atender cada día en mejor forma a tantos miles de chilenos que requieren de su atención y ayuda.
Por esas razones, votaremos favorablemente el proyecto de ley.
He dicho.
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