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- rdf:value = " CREACIÓN DEL SERVICIO NACIONAL DEL ADULTO MAYOR. Primer trámite constitucional.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Corresponde conocer, en segundo trámite reglamentario, el proyecto que crea el Servicio Nacional del Adulto Mayor.
Diputado informante de la Comisión de Familia es el señor Luis Monge .
Antecedentes:
Segundo informe de la Comisión de Familia, boletín Nº 2296-18, sesión 42ª, en 13 de marzo de 2001. Documentos de la Cuenta Nº 4.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Tiene la palabra el señor diputado informante.
El señor MONGE.-
Señor Presidente, vuestra Comisión de Familia pasa a informaros, en primer trámite constitucional y segundo reglamentario, sobre el proyecto, originado en un mensaje de su Excelencia el Presidente de la República, que crea el Servicio Nacional del Adulto Mayor.
Para los efectos de este segundo informe, la Comisión contó con la asistencia y colaboración del señor Manuel Pereira López , secretario ejecutivo del Comité Nacional para el Adulto Mayor, y de la señora Tania Mora , abogada asesora de dicha secretaría ejecutiva.
De conformidad con lo preceptuado en los artículos 130 y 288 del Reglamento, este informe versa sobre el proyecto aprobado en general por la honorable Cámara en su sesión 28ª ordinaria, de 19 de diciembre de 2000, con todas las indicaciones presentadas y admitidas a tramitación en la Sala, que constan en la respectiva “hoja de tramitación” elaborada por la Secretaría, sin perjuicio de las nuevas indicaciones que la Comisión pudiere acordar introducirle con ocasión de este segundo trámite reglamentario, y debe referirse expresamente a las siguientes materias:
1.Artículos que no fueron objeto de indicaciones durante la discusión del primer informe en la Sala ni de modificaciones o indicaciones en el segundo informe.
En esta situación se encuentran los artículos 1º, 4º, 5º, 6º, 7º, 8º, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16 y 2º transitorio del texto del proyecto propuesto en la parte final de este informe.
2.Artículos calificados como normas de carácter orgánico-constitucional o de quórum calificado.
Los artículos 4º, 6º y 9º permanentes, del texto del proyecto propuesto en la parte final de este informe, tienen carácter de orgánico-constitucionales, por cuanto se apartan de la estructura y organización básica que para los servicios públicos ha estatuido la ley orgánica constitucional respectiva. En efecto, dichos artículos hacen excepción de las reglas generales establecidas en los artículos 28 y 29 de la ley Nº 18.575, sobre bases generales de la Administración del Estado.
Asimismo, el artículo 16 permanente también es orgánico-constitucional, toda vez que determina una nueva función para los municipios, al imponerles el deber de satisfacer los requerimientos que les formule el secretario ejecutivo del servicio que se propone crear.
No existen en el proyecto disposiciones que tengan el carácter de normas de ley de quórum calificado.
3.Artículos suprimidos.
No hubo artículos suprimidos.
4.Artículos modificados.
En este segundo trámite reglamentario, la Comisión introdujo en el articulado del proyecto las siguientes modificaciones:
Artículo 2º
Crea el Servicio Nacional del Adulto Mayor como un servicio público, funcionalmente descentralizado, con personalidad jurídica y patrimonio propios, sometido a la supervigilancia directa del Presidente de la República. Su inciso segundo establece que los decretos supremos que se refieran al Servicio y en que no aparezca una vinculación con un determinado ministerio, serán expedidos a través del Ministerio Secretaría General de la Presidencia. Su inciso tercero dispone que el Servicio tendrá su domicilio en la ciudad de Santiago, y podrá encomendar funciones específicas, a nivel regional, a los intendentes regionales.
La Comisión aprobó por unanimidad una indicación formulada por el Ejecutivo en la Comisión de Hacienda, destinada, primeramente, a sustituir, en el inciso primero, la frase “directa del Presidente de la República” por “del Presidente de la República, a través del Ministerio Secretaría General de la Presidencia” y, seguidamente, en concordancia con lo anterior, a suprimir el inciso segundo.
Para ello, la Comisión tuvo en consideración lo expresado por los representantes del Ejecutivo en cuanto a que la vinculación con la Secretaría General de la Presidencia constituirá una señal al país sobre la importancia que se atribuye al nuevo Servicio que se desea crear. Dicha cartera es la más cercana al Presidente de la República y dentro de ella funciona, además, la Comisión de Modernización del Estado, lo cual garantizaría una adecuada coordinación con los restantes organismos del Estado para los efectos de ubicar al Servicio, en definitiva, donde más convenga.
A continuación, la Comisión de Familia acogió también por unanimidad la proposición formulada por la Comisión de Hacienda de rechazar la última oración del inciso tercero de esta disposición la cual faculta al nuevo Servicio que se propone crear, para encomendar funciones específicas, a nivel regional, a los intendentes regionales, habida cuenta de que ella alteraría de modo significativo la organización básica de la administración del Estado, dispuesta por la ley orgánica constitucional respectiva, y de que la descentralización territorial del Servicio, que se buscaba al incluirla, estaría garantizada por las obligaciones impuestas a los intendentes regionales por el decreto que creó los comités regionales para el adulto mayor.
Artículo 3º
Encarga al nuevo Servicio que se crea la tarea de proponer las políticas destinadas a lograr la integración familiar y social efectiva del adulto mayor y la solución de los problemas que lo afectan. Su inciso segundo, mediante doce letras, agrega otras doce funciones que, en especial, también le corresponderán.
Entre ellas, la letra d) de esta disposición le encomienda la función de “fomentar la integración del adulto mayor en el seno de su familia”.
En relación con esta disposición, la Comisión aprobó, por unanimidad, las dos indicaciones siguientes formuladas por el Presidente de la República.
lºPara agregar, en la letra d) del inciso segundo del artículo 3º, la siguiente expresión final: “y de la comunidad”.
2ºPara agregar, en el inciso segundo del artículo 3º, la siguiente letra “ll)”, nueva:
“ll) Fomentar y promover la inserción del adulto mayor en el mundo del trabajo”.
Se hace constar que estas indicaciones son idénticas a otras dos presentadas en la Sala por el diputado señor Urrutia , que perseguían el mismo propósito que las precedentes, las que debieron ser declaradas inadmisibles por la presidenta de la Comisión, debido a que las materias sobre las cuales recaían, por mandato constitucional, son de iniciativa exclusiva del Presidente de la República.
Artículo 9º
Consagra la existencia de un Comité Consultivo del Adulto Mayor, encargado de asesorar al consejo directivo en todo lo relativo a las acciones, planes y programas del Servicio que se sometan a su consideración, pudiendo realizar las sugerencias que estime convenientes, formular las observaciones y proposiciones que considere necesarias y, en general, dar su opinión acerca de las materias en que se solicite su colaboración.
Su inciso segundo establece que dicho Comité, que será presidido por el secretario ejecutivo del Servicio, estará formado por quince personas naturales o representantes de diferentes personas jurídicas de reconocida trayectoria en materias relativas al adulto mayor, designadas por el Presidente de la República, las cuales permanecerán en sus cargos mientras cuenten con su confianza y desempeñarán sus funciones sin derecho a percibir remuneración alguna. La integración de este Comité estará conformada, entre otros, por representantes de organizaciones de adultos mayores, entidades académicas y organismos que trabajen con adultos mayores.
Su inciso tercero remite a un reglamento la regulación del funcionamiento interno del Comité y dispone que los acuerdos y decisiones de éste no serán obligatorios, sino que constituirán recomendaciones para el Consejo del Servicio Nacional del Adulto Mayor.
Sus incisos cuarto y quinto se refieren al número de sesiones que deberá celebrar; al reglamento; al carácter que tendrán ante el Consejo Directivo sus acuerdos, al nombramiento de sus representantes (uno titular y uno suplente) para integrar dicho Consejo, y a la duración de los mismos.
Los diputados señores Jaramillo , Lorenzini , Montes y Palma, don Andrés , formularon una indicación para intercalar, en el inciso segundo del artículo 9º, a continuación del primer punto seguido, dos nuevas oraciones, del siguiente tenor:
“Al menos cinco miembros serán representantes de las principales organizaciones nacionales que agrupen a pensionados, jubilados y montepiadas del país. Las normas de selección de las agrupaciones con derecho a representación estarán contenidas en un reglamento dictado al efecto.”
En relación con esta indicación, los representantes del Ejecutivo informaron que en la actualidad sólo existe una sola agrupación que representa a los adultos mayores a nivel nacional, que es la Cupemchi (Central Unitaria de Pensionados y Montepiadas de Chile), en tanto que a nivel regional y provincial recién se está gestando la formación de coordinadoras o federaciones de clubes y uniones comunales que no tienen carácter reivindicativo. Afirmaron que todas estas organizaciones tendrán participación en el Comité Consultivo, e incluso podría aumentarse el número de sus representantes a medida que se desarrollaran otras similares, pues la ley no establece un límite máximo al respecto.
Por ello, tanto los miembros de la Comisión como los representantes del Ejecutivo consideraron inflexible esta indicación, toda vez que, de aprobarse en los términos propuestos, excluiría a una serie de organizaciones de adultos mayores que no se agrupan en ninguno de los colectivos arriba nombrados (pensionados, jubilados y montepiadas) de la posibilidad de tener representación en el referido Comité Consultivo, no obstante desarrollar ellas actividades sociales, culturales o recreativas destinadas a personas de la tercera edad. Del mismo modo, estimaron que impediría a numerosas organizaciones recién formadas, de alcance regional o local, tener igual representación. Adicionalmente, consideraron que sería difícil y polémico determinar el carácter de “principales” de las referidas agrupaciones. En consideración a ello, la indicación fue rechazada por unanimidad.
El Ejecutivo, recogiendo en parte la idea expresada en la indicación precedente, formuló una indicación para reemplazar la última oración del inciso segundo del artículo 9º, por la siguiente:
“La integración de este Comité estará conformada, entre otros, por representantes de organizaciones de adultos mayores, en un número no inferior a cinco; por representantes de entidades académicas y organismos que trabajen con adultos mayores.”
La Comisión estimó que la redacción anterior es lo suficientemente amplia como para asegurar que al menos un tercio (cinco de los miembros del Comité Consultivo) quede reservado a representantes tanto de organizaciones de adultos mayores que persigan fines sociales, culturales o recreativos, como también de organizaciones que persigan reivindicaciones económicas de los mismos (pensionados, jubilados y montepiadas), sin importar el carácter nacional, regional o local que tengan, por lo que no sería necesario ni conveniente, a nivel legal, regular con más detalle esta materia.
No obstante lo anterior, se concordó con los representantes del Ejecutivo que resulta necesario complementar esta norma con una modificación del decreto supremo Nº 9, de 1997, del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, que creó los comités regionales para el adulto mayor, a fin de asegurar en éstos la participación de aquellas organizaciones que no puedan integrar el Comité Consultivo. Al efecto, dichos representantes se comprometieron a recomendar la modificación del citado decreto por parte del Presidente de la República, a fin de hacer expresamente obligatoria esta forma de integración de los comités regionales, con el objeto de asegurar a las organizaciones de adultos mayores relevantes a nivel de cada provincia dentro de cada región, un grado mínimo de participación en dichos comités.
En definitiva, la Comisión aprobó por unanimidad la indicación del Ejecutivo, con la sola enmienda formal de sustituir en ella la frase “entidades académicas y organismos que trabajen con adultos mayores” por “entidades académicas relacionadas con la temática del adulto mayor e instituciones que trabajen con este grupo etario”.
El artículo 1º transitorio restringe a 15 personas la dotación máxima del Servicio, sólo durante 1999, levantándose dicha restricción a partir del 2 de enero del año 2000.
La Comisión, sin debate, aprobó por unanimidad una indicación formulada por el Ejecutivo en la Comisión de Hacienda, destinada a sustituir los guarismos “1999” y “2000” por “2000” y “2001”, respectivamente.
El artículo 3º transitorio consigna la partida presupuestaria con cargo a la cual se financiará la ley en proyecto, disponiendo, además, que el Presidente de la República, mediante decreto supremo, cree el capítulo respectivo de ingresos y gastos del presupuesto del Servicio.
La Comisión, asimismo, sin debate, aprobó por unanimidad una indicación formulada por el Ejecutivo en la Comisión de Hacienda, destinada a sustituir, en su inciso primero, el ítem “50-01-03-25-33.004” por “50-01-03-25-33.104” y el guarismo “1999” por “2000”.
No se introdujeron artículos nuevos al proyecto ni tampoco se consideró que alguno de ellos fuera conocido por la Comisión de Hacienda.
5.Indicaciones rechazadas por la comisión.
La Comisión rechazó, por unanimidad, las siguientes indicaciones:
1.De los diputados señores Jaramillo , Lorenzini , Montes y Palma, don Andrés , para intercarlar en el inciso segundo del artículo 9º, a continuación del primer punto seguido, las siguientes oraciones:
“Al menos cinco miembros serán representantes de las principales organizaciones nacionales que agrupen a pensionados, jubilados y montepiadas del país. Las normas de selección de las agrupaciones con derecho a representación estarán contenidas en un reglamento dictado al efecto.”
2.De la Comisión de Hacienda, para rechazar el artículo 17, el cual dispone que los comités regionales para el adulto mayor creados por decreto supremo, en 1997, se considerarán comités operativos del Servicio para los efectos de esta ley en proyecto, señalados en el artículo 7º, letra j).
Esta indicación fue rechazada en atención a las razones expuestas por los representantes del Ejecutivo, en relación con la necesidad de reevaluar el costo financiero del proyecto en caso de optarse por elevar a rango legal la creación de los comités regionales para el adulto mayor a que se refiere el decreto supremo Nº 9, de 1997, del Ministerio Secretaría General de la Presidencia.
6.Indicaciones declaradas inadmisibles.
De conformidad con el inciso cuarto, Nº 2, del artículo 62 de la Constitución Política de la República, y por recaer en una materia que es de la iniciativa exclusiva del Presidente de la República, la presidenta de la Comisión, con el apoyo unánime de los restantes miembros presentes, declaró inadmisibles las siguientes indicaciones:
1.Del diputado señor Urrutia , para agregar, en la letra d) del inciso segundo del artículo 3º, la siguiente expresión final: “y de la comunidad”.
2.Del mismo diputado, para agregar, en el inciso segundo del artículo 3º, la siguiente letra “ll” nueva: “ll) Fomentar y promover la inserción del adulto mayor en el mundo del trabajo”.
Por las razones expuestas y por las que se han dado a conocer durante este informe, la Comisión de Familia recomienda aprobar el siguiente proyecto, al cual, además, en virtud del artículo 15 del Reglamento de la Corporación, se le han introducido algunas modificaciones que no se detallan y que han sido incluidas en su texto.
Dicho informe fue acordado en sesiones de fechas 10 de enero y 7 de marzo de 2001, con la asistencia de las diputadas señoras Adriana Muñoz , Isabel Allende , Fanny Pollarolo y María Antonieta Saa , y de los diputados señores Haroldo Fossa , Carlos Kuschel , Luis Monge y Exequiel Silva .
He dicho.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Muchas gracias, señor diputado.
En discusión el proyecto.
Tiene la palabra el diputado señor Sergio Elgueta .
El señor ELGUETA.-
Señor Presidente, quiero abordar dos temas relacionados con este proyecto tan importante y que ha concitado la atención de la gran mayoría de esta Cámara.
En primer lugar, plantear un tema de carácter formal y reglamentario, relacionado con el artículo 1º. Estimo que su inciso primero está absolutamente de más, puesto que afirma que este proyecto de ley tiene “por objeto establecer la creación del Servicio Nacional del Adulto Mayor, que velará por la plena integración del adulto mayor y por el ejercicio de los derechos que la Constitución y las leyes le reconocen”.
De acuerdo con el artículo 1º del Código Civil, “La ley es una declaración de la voluntad soberana que, manifestada en la forma prescrita por la Constitución, manda, prohíbe o permite.”.
El artículo 12 del Reglamento de la Cámara de Diputados, en consonancia con lo anterior, dispone: “Los artículos de todo proyecto de ley deberán contener en términos precisos el mandato, prohibición o regla que se va a erigir en ley, sin aducir las razones o motivos en que se fundan”.
En consecuencia, ese inciso primero está de más, desde el punto de vista reglamentario.
Además, en el artículo 2º está consultado exactamente lo mismo, porque se consigna el mandato de la ley: “Créase el Servicio Nacional del Adulto Mayor,”, y señala, a continuación, que se trata de un “servicio público, funcionalmente descentralizado, dotado de personalidad jurídica y de patrimonio propios, sometido a la supervigilancia del Presidente de la República, a través del Ministerio Secretaría General de la Presidencia”.
Luego, el artículo 3º señala las atribuciones y facultades que tendrá el Servicio Nacional del Adulto Mayor.
En consecuencia, desde el punto de vista reglamentario, me parece que, en razón de una mejor técnica legislativa y para hacer más conciso el texto mismo de la ley, debería suprimirse el inciso primero del artículo 1º del proyecto de ley.
En segundo lugar, quiero abordar un tema que lo reconozco corresponde a las atribuciones exclusivas del Presidente de la República.
Me parece que hay una omisión, la cual debería salvarse en el Senado.
El artículo 10 del proyecto crea el “fondo concursable de financiamiento de iniciativas de apoyo directo al adulto mayor, el cual será provisto por los recursos que anualmente asigne la ley de Presupuestos”.
Su reglamento señalará la operatividad del fondo; sin embargo, no se consideran las organizaciones, las instituciones que se dedican al cuidado del adulto mayor en forma permanente y que incluso lo atienden en forma gratuita, sobre todo a los ancianos en situación de indigencia, agravada, además, por otros hechos, como la violencia intrafamiliar, el aislamiento, el alcoholismo y el deterioro psicoorgánico.
Generalmente, estos centros de atención acogen a adultos mayores indigentes con problemas crónicos de salud, con discapacidad física o psíquica parcial y leve, y con posibilidades de permanecer en su medio si cuentan con apoyo y protección permanentes.
He recibido un fax del Hogar de Cristo, institución benemérita y reconocida en nuestro país, en el cual se solicita que el Ejecutivo introduzca los siguientes incisos cuarto y quinto al artículo 10 del proyecto que crea el Fondo Nacional del Adulto Mayor:
“Sin perjuicio de la concursabilidad de los recursos del Fondo Nacional del Adulto Mayor a que se ha hecho referencia en los incisos anteriores, cuando se trate de actividades permanentes de mantención, apoyo y promoción de adultos mayores indigentes abandonados, desarrolladas por instituciones privadas sin fines de lucro que dispongan al efecto de la infraestructura y personal necesario para el adecuado cumplimiento de dichas actividades o funciones, tales instituciones podrán ser objeto de financiamiento directo y permanente por el Servicio Nacional del Adulto Mayor, con cargo a recursos consultados en el Fondo Nacional del Adulto Mayor, o a través de convenios entre dicho servicio y la institución beneficiaria.
“Las instituciones sin fines de lucro beneficiarias del financiamiento directo, deberán estar previamente registradas en una categoría especial en el registro indicado en el inciso tercero del artículo 3º de esta ley, debiendo un reglamento regular la forma y requisitos para la inspección en dicha categoría, un sistema de evaluación periódica de desempeño de las instituciones y de suspensión o eliminación del registro”.
Reitero que lo solicitado por el Hogar de Cristo corresponde a una atribución del Presidente de la República; sin embargo, aprovecho la presencia del ministro señor Álvaro García para darle a conocer esta propuesta a fin de que el Gobierno la estudie y la incorpore en el segundo trámite en el Senado, en el cual creo que será acogida favorablemente. También la Cámara de Diputados debe apoyar esta iniciativa, que va en beneficio de muchos ancianos, quienes, por sus enfermedades y su especial situación, no pueden contar con los proyectos concursables, que son de duración temporal y no de asistencia permanente a las personas que están en el ocaso de sus vidas.
En consecuencia, formulo dos observaciones al proyecto: la supresión del inciso primero del artículo 1º de carácter reglamentario y la incorporación de los incisos cuarto y quinto al artículo 10 del proyecto que crea el Fondo Nacional del Adulto Mayor.
He dicho.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Haroldo Fossa .
El señor FOSSA.-
Señor Presidente, estoy absolutamente de acuerdo con lo planteado por el diputado señor Sergio Elgueta en lo que se refiere a incluir en el Título IV, sobre el Fondo Nacional del Adulto Mayor, la indicación a que hizo referencia, con el objeto de establecer una alternativa para los proyectos que no son concursables o que eventualmente fueran desechados en un concurso.
En relación con el mismo capítulo, y sin repetir lo que dije en una sesión anterior, cabe señalar que en nuestro país hay alrededor de un millón quinientos mil adultos mayores, de los cuales un millón son mujeres y 500 mil, varones, cifras que, en conjunto, representan 10,5 por ciento de la población, con un crecimiento anual que fluctúa entre 0,5 y 0,8 por ciento.
Cito estas cifras porque no conocemos la cantidad de dinero de que dispondrá el Fondo Nacional del Adulto Mayor. En consecuencia, debemos hacer un llamado para que el presupuesto nacional considere efectivamente una importante suma de ayuda al adulto mayor y no una cantidad misérrima, que sólo daría una señal equivocada al país.
Junto con los fondos concursables destinados fundamentalmente a mantener proyectos de resguardo y cuidado del adulto mayor, es indispensable tener presentes algunas correcciones que exigen los adultos mayores. Me refiero a que la parte previsional tiene escasa cobertura; a que el sistema de salud, respecto de ellos, presenta irregularidades y, a veces, ausencia de especialidades propias de enfermedades del adulto mayor; a que también hace falta preparación para atenderlos en forma adecuada; a que las atenciones de salud que se les brindan, que de por sí son caras, deberían considerar quizás su gratuidad en caso de ser necesario.
Es indispensable considerar también que los locales que atienden a los adultos mayores son meramente casas normales y no cuentan con infraestructura suficiente ni facilidades para atenderlos. No podemos olvidar que muchos de nuestros adultos mayores viven en impresionante marginalidad, toda vez que poseen pensiones mínimas, bajísimas, y carecen de una organización social adecuada.
Consecuente con esta realidad, el Fondo Nacional del Adulto Mayor debe considerar necesariamente los suficientes recursos para abordar la situación de estos adultos mayores. De no ser así, corremos el riesgo de caer en la formación de un servicio absolutamente inoperante, que no tendrá capacidad de fiscalización, ni entrega, ni administración de recursos, y habremos promovido una cuestión social de difícil desarrollo.
Por todas estas consideraciones, formulo un llamado a las autoridades de Gobierno, a fin de consultar los recursos indispensables para abordar el proyecto.
He dicho.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Tiene la palabra la diputada señora Isabel Allende .
La señora ALLENDE (doña Isabel).-
Señor Presidente, hoy la Cámara de Diputados debe pronunciarse, en segundo trámite reglamentario, sobre el proyecto que crea el Servicio Nacional del Adulto Mayor como servicio público.
Chile debe enfrentar uno de sus mayores desafíos en cuanto al mayor envejecimiento de su población; por lo tanto, la necesidad de dar respuesta al numeroso conglomerado de adultos mayores más de un millón y medio de personas, es cada día mayor.
¿Qué respuesta se les debe dar a las personas que se encuentran en esa etapa de la vida?
Nuestra población no sólo envejece, sino que ha aumentado la longevidad del ser humano, y cada vez los adelantos y las tecnologías en salud permiten que el promedio de vida sea mayor.
Los nuevos desafíos que como país y como sociedad se requieren deben estar orientados a un cierto cambio cultural. Se debe mirar al adulto mayor en forma diferente. El primer desafío es ser capaces de lograr su plena integración, con opciones y oportunidades deportivas, culturales, recreativas, incluso microempresariales.
Concuerdo con la Comisión de Familia en cuanto al rechazo de la indicación formulada al artículo 9º, la que permitía la representación, en el Comité Consultivo, de las principales organizaciones nacionales que agrupan a pensionados, jubilados y montepiadas. El tema se discutió extensamente en la Comisión; pero los representantes del Ejecutivo informaron que en este nivel reivindicativo existe una sola agrupación que representa a los adultos mayores a nivel nacional: la Central Unitaria de Pensionados y Montepiadas de Chile (Cupemchi), en tanto que a nivel regional y provincial existen clubes, asociaciones y uniones comunales que, obviamente, no tienen aquel carácter, por lo que quedarían fuera. Por ello, en la Comisión fuimos bastante prolijos para garantizar no sólo la integración de aquellas organizaciones con carácter reivindicativo, aunque no sean nacionales, sino también la participación a nivel regional y provincial.
En ese sentido, fue correcta la posición unánime adoptada por la Comisión de Familia, de rechazar la indicación y establecer la integración del Comité, garantizando la presencia, asociativa, de representantes de organizaciones de adultos mayores en un número no inferior a cinco, a fin de lograr una mayor participación. También es importante la representación de entidades académicas y de organismos que trabajen con adultos mayores, ojalá en forma permanente.
El diputado señor Elgueta ha dado a conocer una sugerencia del Hogar de Cristo que considero interesante. Pero es importante saber la posición del Ejecutivo al respecto, para lo cual se necesita una respuesta del señor ministro secretario general de la Presidencia , don Álvaro García , para estudiar una indicación con estas características, la que podría ser viable en el Senado desgraciadamente, la Cámara de Diputados no tuvo oportunidad de verla, porque la Comisión de Familia no tuvo conocimiento de ella.
En principio, estoy dispuesta a dar mi aprobación a dicha indicación, ya que evidencia que, más allá de los fondos concursables, en Chile existen, particularmente bajo el alero del Hogar de Cristo, entidades que trabajan en forma permanente con adultos de la tercera edad, básicamente indigentes y personas de muy escasos recursos, a los cuales se les hospeda y alimenta, y muchas veces ellas se constituyen en verdaderas acogidas para adultos mayores en situación económica muy precaria.
Sin perjuicio de la consolidación de los proyectos, ello crea un grado importante de participación de la comunidad. Sería interesante ver esta opción. Sin embargo, además de los proyectos concursables, debe existir la posibilidad de garantizar el financiamiento para las entidades que trabajarían en forma más permanente.
En resumen, es muy importante que esta Cámara dé su aprobación al proyecto, puesto que es una necesidad y una realidad. Buscamos, con una mirada al futuro, la integración del adulto mayor; buscamos una actitud cultural distinta, con mucha más apertura y respeto hacia la dignidad de las personas de la tercera edad; buscamos, efectivamente, espacios y oportunidades que no existían; en definitiva, buscamos la plena integración del adulto mayor.
He dicho.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Tiene la palabra la diputada señora María Antonieta Saa .
La señora SAA (doña María Antonieta) .-
Señor Presidente, valoro enormemente la creación del Servicio Nacional del Adulto Mayor, porque aun cuando es un fenómeno mundial, Chile hoy enfrenta un acelerado envejecimiento de su población, realidad que lo obliga a diversificar en forma muy especial sus políticas públicas y sociales.
En este sentido, algunas políticas públicas, por su generalidad, no apuntan a sectores determinados. Es así como el Servicio Nacional de la Mujer se encuentra en un proceso de transversalización de sus políticas públicas. Esperamos que el Servicio Nacional del Adulto Mayor pueda ser capaz de hacer un diagnóstico en los distintos campos de la situación del adulto mayor, a fin de diseñar políticas en todos los ámbitos y a través de los distintos ministerios que tienen que ver con acciones y políticas sociales. Hacia allá debe apuntar este Servicio; eso es lo más importante. También debe apuntar a animar actividades en los adultos mayores organizados y a apoyar el desarrollo de su organización, que es fundamental; pero el núcleo de este nuevo servicio es ser un organismo especializado que apunte con precisión en un diagnóstico de primer nivel para que las políticas sociales de los distintos ministerios realmente resuelvan los problemas de este sector de la población, que avanza en forma amplia y vertiginosa hacia su amplitud.
Es importante que el Servicio Nacional del Adulto Mayor dependa de la Secretaría General de la Presidencia, que tiene el nivel de poder necesario para que las políticas que allí se diseñan sean adoptadas por los distintos ministerios, para lo cual debe contar con especialistas capaces de diseñar políticas públicas precisas. Es de esperar como ocurre con el Servicio Nacional de la Mujer que en el Presupuesto de la nación se indiquen las partidas correspondientes para saber cuánto estamos invirtiendo en las políticas sociales dirigidas al ámbito del adulto mayor. Considero fundamental que esas políticas se concreten mediante la entrega de recursos que permitan ir solucionando los problemas.
Por lo tanto, con la creación del Servicio Nacional del Adulto Mayor estamos dando un paso hacia la modernización de las políticas sociales públicas e integrales. Sería lamentable no creo que suceda que dicho Servicio se transforme en una especie de ayuda caritativa a los adultos mayores; debe ser un servicio estatal moderno, con toda la transversalidad del caso, y con un presupuesto ad hoc que permita saber cuánto se está invirtiendo en este sector de la población.
Además, es importante rescatar algunos elementos modernos relacionados con la participación. Existe un ejemplo en Concepción, donde su gobernadora, María Angélica Fuentes , creó una modalidad muy interesante: un parlamento del adulto mayor cuyo universo soberano son las organizaciones de adultos mayores que eligen a sus parlamentarios; todo ello dentro del sistema llamado “accountability”; es decir, la forma en que la gente puede fiscalizar las políticas públicas en relación con su sector. El resultado de esta participación que no es retórica o romántica, sino muy clara ha permitido a ese parlamento fiscalizar las políticas de salud en el sentido de la forma como llegan éstas a los adultos mayores de la región, de cómo se materializan las políticas de los distintos ministerios y de cómo esos adultos son capaces, en su calidad de beneficiarios, de fiscalizar su cumplimiento. Creo que son elementos muy importantes que pueden orientarse a través del Servicio Nacional del Adulto Mayor.
Valoramos profundamente esta iniciativa, porque apunta a la modernidad de un Estado, al enfoque especializado e integral de sus políticas sociales, y, por lo mismo, es muy importante que el Servicio avance en la forma más clara posible.
A continuación, quiero referirme al planteamiento del diputado señor Elgueta a quien respaldo, respecto de los adultos mayores abandonados por sus familias. Discutimos esta materia durante la tramitación del proyecto en la Comisión; la hicieron presente representantes del Hogar de Cristo que concurrieron a ella, y nosotros se la transmitimos al Ejecutivo. Consideramos que es importante porque existe un grave problema de pobreza en ese sector y se requieren aportes directos que contribuyan a su sostenimiento, puesto que insisto muchos adultos mayores viven en una verdadera indigencia. Sería muy conveniente que el Ejecutivo estudiara esta grave situación, que conocemos en nuestros distritos, a fin de garantizar en la ley los fondos necesarios para paliarla.
Recalco, una vez más, el apoyo a esta iniciativa. Ojalá que su tramitación en el Senado sea más rápida que la de la Cámara y contemos, a la brevedad, con el Servicio Nacional del Adulto Mayor.
Espero que los colegas que están conversando hayan escuchado mis planteamientos el diputado Juan Pablo Letelier lo hizo, porque después critican nuestro comportamiento en las sesiones y nos exigen conductas sin reparar en las propias.
He formulado mis planteamientos con mucho respeto y en apoyo a la creación del Servicio Nacional del Adulto Mayor.
He dicho.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Tiene la palabra la diputada señora María Angélica Cristi .
La señora CRISTI (doña María Angélica).-
Señor Presidente, sin duda, dignificar a la tercera edad, al adulto mayor, es nuestra obligación como país. Asimismo, reconocer el abandono en que se encuentran miles de ancianos es una realidad que debemos enfrentar.
Valoro el hecho de que se haya destinado tiempo y esfuerzos en favor de los adultos mayores o ancianos. Este proyecto establece, claramente, como objetivos iniciales, primordiales, promover y coordinar los asuntos relacionados con los adultos mayores dentro de la sociedad civil y mejorar sus niveles de calidad de vida a través de programas y proyectos que los mantengan activos e insertos en dicha sociedad, asumiendo roles en los ámbitos económico, social, cultural y político.
Pero quiero preguntar lo siguiente: ¿Qué efectividad puede tener, en la práctica, el Fondo Nacional del Adulto Mayor, que se crea mediante este proyecto? ¿No sería conveniente mirar hacia atrás y recordar lo que sucedió con proyectos similares? En 1993, como integrantes de la Comisión de Salud, estudiamos durante casi dos años el proyecto que creaba un fondo nacional de la discapacidad, iniciativa necesaria e importante si consideramos que en Chile hay más de 600 mil discapacitados que requieren especial preocupación por parte del Estado. Ese proyecto también fue estudiado por el Mideplan y por muchos profesionales; sin embargo, se aprobó sin la provisión de fondos y sin establecer responsabilidades suficientes para poder hacer una labor efectiva en favor de los discapacitados. El hecho de que no se entregaran los recursos necesarios para enfrentar el problema de los discapacitados originó, incluso, la renuncia de Liliana Mahns, gran promotora de la iniciativa.
¿Qué sucede hoy con el Fonadi? Que no ha podido cumplir con todas las funciones para las cuales fue creado.
¿Qué sucedió con el Instituto Nacional de la Juventud, que pretendía resolver el problema de los jóvenes de Chile? No logró nada. Incluso, en más de una oportunidad estuvo a punto de desaparecer.
Y así, sucesivamente.
Entonces, temo que este proyecto, que contiene las mejores intenciones, que apunta a dignificar y a ayudar a las personas de la tercera edad, va a correr la misma suerte. El servicio que se crea dependerá del Ministerio Secretaría General de la Presidencia. ¿Qué tiene que ver dicha Secretaría con proyectos sociales? Como el Mideplan, que debería ser el encargado de los proyectos sociales y no funciona, también ha estado a punto de desaparecer y se ha dedicado, más bien, a resolver los problemas de los mapuches que a impulsar proyectos en favor de los pobres. Ahora, los problemas de desarrollo social los entregan a la Secretaría General de la Presidencia, cuyo ministro está presente en la Sala. Me gustaría que dijera, cuando intervenga, de qué forma va a ayudar a los ancianos de Chile. Todos sabemos que el verdadero problema que los afecta es, principalmente, la pobreza; pero no sólo a los ancianos pobres, sino también a los de clase media, que disponen de escasos ingresos, de pensiones mínimas muchas veces, sus deudas superan su capacidad de pago y deben pagar impuestos y cotizaciones previsionales.
Entonces, ¿qué sacamos con crear proyectos con fondos concursables? ¿Para qué? ¿Para que los ancianos puedan ir a la playa, para que lo pasen bien? Estupendo, que lo pasen bien, que los hagan felices, que los hagan bailar y cantar; pero, ¿por qué no resolvemos los problemas de fondo? ¿Hasta cuándo parchamos? Lo que sucede en este país es que tenemos buenas intenciones, pero reitero no resolvemos los problemas de fondo.
¿Qué pasa con las pensiones asistenciales? Hay más de 200 mil ancianos que requieren recibir una pensión asistencial con urgencia. Aquí, el otro día, un diputado presentó un proyecto para aumentar el número de pensiones que permitan un sustento mínimo a los ancianos pobres, y entiendo que fue rechazado, no obstante haber sido presentado varias veces.
Entonces, ¿hasta cuándo seguimos presentando proyectos concursables? Estamos llenos de ellos. Además, hay 700 millones de pesos con ese fin. ¿Para que concursen quiénes? ¿Por qué seguimos hablando de descentralización si seguimos centralizando las cosas? No es efectivo que esto signifique descentralizar. Si queremos hacerlo y ayudar a los ancianos, está bien, elaboremos programas e indiquemos sus objetivos; pero apuntemos hacia donde corresponde: a las pensiones, a la previsión y a la salud, de manera que los ancianos que sufren de hipertensión, los diabéticos; las mujeres que sufren de depresión, de neurosis, tengan donde atenderse. Si todos nosotros vemos realidades en nuestros distritos ¿por qué sus soluciones no las concretamos en proyectos?
Aprecio la preocupación por la tercera edad, pero, si queremos ayudarla, apuntemos a que se den los recursos necesarios. Si al ministro secretario general de la Presidencia, presente en la Sala, realmente le importa el proyecto, debe buscar la forma para que los ancianos puedan tener una respuesta. En los municipios existe la gran posibilidad de ayudarlos a través de los consultorios de salud, donde se puede encontrar la forma de acercar sus beneficios, sus servicios. ¿Por qué tienen que ir a cobrar sus pensiones lejos del lugar donde viven? ¿Por qué, por último, no buscamos una forma de abaratarles los costos en el transporte público? Un proyecto en ese sentido también ha sido propuesto varias veces en el Congreso Nacional.
Creo que hay mil cosas que se pueden hacer; pero me duele el hecho de que cueste mucho tiempo presentar un proyecto a esta Cámara y después no resulte.
Señor Presidente, quiero decirle al ministro, a través de la Mesa, que esta oportunidad es importante. Definitivamente, los ancianos están desvalidos de la mano de Dios, y si queremos ayudarlos, busquemos los mecanismos para que este proyecto no muera en buenas declaraciones, en buenos principios y en buenas intenciones. Hagámoslo realidad y ayudemos de verdad a los ancianos donde lo necesitan.
Quiero hacer una pequeña reflexión que, a lo mejor, no tiene que ver con el proyecto, pero sí con algo que aquí se ha mencionado: el problema demográfico que deberá enfrentar el país debido al aumento paulatino del envejecimiento de su población. También hago un llamado para que el país haga una evaluación de lo que está sucediendo con su crecimiento demográfico. Cada día el crecimiento de su población disminuye y su población adulta aumenta. Creo que hay una tarea de Gobierno, que no puede dejar de preocupar. Lo digo, justamente, a la luz de los temas que hoy se han planteado.
Por último, a través de su Señoría, quiero felicitar a la diputada María Antonieta Saa por su intervención a la salida de la estación Mapocho , cuando enfrentó a un grupo de personas que hacía manifestaciones. Creo que estuvo muy bien y fue muy valiente al decirles, claramente en su cara, que no tenían por qué insultarla ni decirle improperios, porque no se los merecía.
Asimismo, quiero decirle que entienda nuestra situación cuando grupos de manifestantes nos gritan en la cara: “asesinas”, en circunstancias de que nunca hemos asesinado a nadie. Su actitud fue correcta, pero repito quiero que ella me entienda a mí cuando tengo que enfrentarme a esos mismos grupos.
Perdóneme , señor Presidente, pues lo último no tiene nada que ver con el adulto mayor; sólo fue en respuesta a un comentario formulado por la diputada.
He dicho.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Juan Pablo Letelier .
El señor LETELIER (don Juan Pablo).-
Señor Presidente, quiero asumir que estamos frente a un proyecto acotado en sus alcances y que, sin duda, tiene una tremenda importancia, por cuanto marca el inicio de un compromiso institucional del Estado chileno con actores emergentes, como los adultos mayores.
No creo que sea secundario señalar que en la Cámara hay quienes usan conceptos distintos para abordar el tema; siguen hablando de los ancianos o de los abuelitos, y, a mi juicio lo digo con mucho respeto, no tienen la capacidad de entender que lo que hay detrás de este debate es la valoración cultural de un actor, de un segmento de la sociedad constituido por los adultos mayores, por aquellas personas que han cumplido su ciclo laboral, y el cual, debido al progreso de la ciencia, de la humanidad, su expectativa de vida ha crecido y va a seguir creciendo, al contrario de lo que sucedía en el siglo pasado, en que fallecían a los 50 años. En ese contexto, quiero valorar lo que significa la creación de esta entidad del adulto mayor como servicio público.
Pero al hacer esta reflexión no puedo dejar de plantear lo que le dije a la colega María Angélica Cristi que iba a ocurrir en este debate: la confrontación de concepciones. Ella habla con gran pasión sobre los temas previsionales de los adultos mayores, de sus ingresos, de su situación de salud; pero deja de hablar de otros temas. Estoy seguro de que no es por falta de interés, porque ha estado al frente de un municipio y, por su compromiso con el lugar que representa, ha trabajado con múltiples organizaciones de adultos mayores, que conoce muy bien. En su visión, no logro comprender porque no lo dice de dónde sale la plata. Parece que es bien fácil; como si hubiera un saco sin fondo para enfrentar los problemas estructurales, que van más allá de lo cultural.
Debemos entender que, a partir de esta institución, cuando se habla del ingreso del adulto mayor, se debe crear una plataforma para estudiar situaciones críticas y estructurales, como el sistema previsional de nuestro país, que está en crisis.
La colega ha hablado de cómo ha aumentado en forma exponencial la petición de pensiones asistenciales. Es obvio, porque el sistema previsional que nos rige, de las AFP, no sirve para un segmento muy amplio de chilenos y chilenas; de mujeres, en particular. No da cuenta de su realidad y, como en muchas ocasiones lo ha planteado el diputado José García en este hemiciclo, se necesita abordar estructuralmente el problema. En el sistema de las AFP, si a quienes jubilan o se pensionan se les agotan sus fondos, sólo les queda la pensión asistencial de 37 mil pesos que garantiza el Estado. Asumir el problema de los niveles de ingreso tiene que ver, en cierto sentido, con la necesidad de un país que envejece.
Hasta ahora no se ha inventado en ningún país del mundo una solución para este problema que no pase por una política de impuestos, de recaudación de ingresos específicamente destinada a una política previsional distinta a la nuestra, que significa subsidios cruzados. Eso es algo que aquí no se quiere asumir en plenitud para un segmento muy grande de adultos mayores.
Sin duda, el proyecto no aborda eso; pero el Servicio del Adulto Mayor va a servir para hacer los estudios y para promover la conciencia cultural, como sociedad, ante una tremenda tarea pendiente.
Adicionalmente, más allá del debate entre el Fonasa y las isapres, se podrá asumir que el gasto en nuestro sistema de salud va a crecer cada vez más en la medida en que la población envejece. Eso requiere de una lógica de salud pública distinta, muy cara, de recursos públicos especiales, y espero que el Servicio del Adulto Mayor no tengo dudas de que así va a ser, en conjunto con el Ministerio de Salud, logren proyectar la magnitud del desafío hacia delante.
El proyecto, más bien, aborda en forma inmediata otros temas, que dicen relación con la valoración social del adulto mayor, como actor, para fomentar su organización, su proceso de asociación y, por cierto, contar con recursos a los cuales concursar para financiar derechos básicos que están negados a muchos adultos mayores del país, cuales son la recreación, el tiempo libre y el desarrollo y despliegue de sus capacidades.
Creo que en esa dimensión, que el país recién comenzó a apreciar en la última década, a través de diferentes instrumentos, como la Digeder, el Fosis o el programa del Ministerio de Salud, el Estado impulsó en forma muy eficaz una valoración social del adulto mayor. Tengo la convicción de que una ventanilla única, como el Servicio Nacional del Adulto Mayor, servirá para focalizar mejor esos fondos pero, lo más importante, de modo de resaltar mejor el rol de este actor social.
También será muy importante el proceso de certificación y de reconocimiento, así como la facultad de fiscalización, que a mi juicio debe precisarse, respecto de aquellas iniciativas empresariales sobre establecimientos para el cuidado de los adultos mayores. El hecho de que se produzcan hechos como los que hemos visto a través de la prensa en el último tiempo, de lugares no reconocidos, sin patente y en condiciones infrahumanas, no es sólo un problema que debe abordarse a través de un sistema de certificación, sin perjuicio de asumir que los adultos mayores tienen familias que los han dejado desprotegidos y abandonados. El Estado, además de cumplir las funciones de certificación y de fiscalización de los centros u hogares que se generen, debe buscar los mecanismos para establecer subvenciones adecuadas a fin de que las personas que lleguen a cierta edad sin la acogida adecuada, la puedan tener en condiciones dignas.
Hay instituciones vinculadas con la Iglesia Católica, que han cumplido una función tremendamente positiva y que han sido el centro de acogida para muchos adultos mayores. También hay iniciativas privadas, más bien con fines comerciales, que cumplen esta función. Espero que el Estado, en el futuro, después de realizar un debate a fondo para determinar de dónde van a salir los recursos y de que el país asuma que es bueno que los recursos públicos que provienen de un impuesto se destinen en mayor volumen a esta finalidad, logre establecer sistemas de subvención para el cuidado de los adultos mayores.
Entiendo que este proyecto es pequeño y presenta alcances muy limitados para establecer un servicio público; pero contiene una tremenda perspectiva, y su avance o no dependerá mucho de los discursos que aquí se planteen. Al respecto, me hago cargo de las palabras de la colega señora María Angélica Cristi en el sentido de que esto es malo e insuficiente. La desafío a que busquemos recursos nuevos, frescos, para contar con una política efectiva hacia los adultos mayores del país, que permita, no sólo su valoración social, sino, adicionalmente, abordar los problemas estructurales de los sistemas previsional y de salud, y, sin duda, buscar recursos para crear mecanismos de subvención.
Lo cierto es que, gracias a los gobiernos de la Concertación, al adulto mayor se le deja de tratar como “abuelito” y se le valoriza como persona con conciencia y capacidad de usar sus aptitudes no sólo psíquicas, sino también físicas. Durante estos gobiernos es cuando más se han impulsado políticas hacia el adulto mayor, y espero que esta institución nos sirva de nueva plataforma para seguir avanzando en esa dirección.
He dicho.
El señor ORTIZ (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el ministro secretario general de la Presidencia, señor Álvaro García .
El señor GARCÍA (Ministro Secretario General de la Presidencia).-
Señor Presidente, en primer lugar, quiero valorar el informe del diputado señor Monge , por cuanto la discusión que se llevó a cabo en la Comisión refleja muy bien el espíritu del proyecto, como también las intervenciones posteriores, en el sentido de que es una iniciativa más que se suma a una serie de acciones que el Estado ya ha emprendido en beneficio de los adultos mayores. Estamos conscientes de que el hecho de contar con un servicio que atienda especialmente a este grupo etario, que crece en importancia en el país, es muy significativo; pero también lo estamos en cuanto a que su atención plena requiere de actividades complementarias, muchas de ellas ya emprendidas. Baste recordar que en este año 2001 se ha iniciado un extensivo programa de alimentación complementaria para adultos mayores, que va a mejorar sus condiciones de salud de manera muy significativa. En los próximos días, enviaremos al Congreso un proyecto de ley que elimina la sobrecotización que más de cien mil adultos mayores efectúan en los servicios de salud, para así corregir injusticias que provienen del pasado.
Como recién señalaba el diputado señor Juan Pablo Letelier , el propósito del Servicio es restringido; se trata de coordinar, de atender, de abrir canales de participación a los adultos mayores y de velar por que otros servicios públicos, responsables de tareas específicas, como la salud y la previsión, se comporten de manera adecuada a los intereses de los adultos mayores.
Quiero aprovechar la oportunidad para acoger la iniciativa del diputado señor Elgueta . Vamos a estudiarla con detención. De hecho, creo que su propuesta está en el espíritu del proyecto, en el sentido de financiar a las múltiples instituciones que hoy atienden al adulto mayor.
Además, nos parece que el mecanismo concursable es, sin duda, el mejor, por cuanto ofrece mayor transparencia a la ciudadanía. Hay instituciones, como el Hogar de Cristo, que cumplen una función permanente hacia este grupo etario y a los cuales debemos contribuir a financiar, lo que puede hacerse por la vía concursable; pero entiendo la inquietud del diputado señor Elgueta respecto de que esas instituciones requieren de un financiamiento más permanente. Sin embargo, tenemos una dificultad práctica, ya que el fondo se establece anualmente en la ley de Presupuestos y, por lo tanto, es difícil comprometer recursos de manera permanente. Pero estamos más que bien dispuestos a analizar esa materia e incorporar su discusión en el Senado.
Invito a las señoras y señores parlamentarios a aprobar este proyecto, porque, sin duda, constituye un avance adicional en la perspectiva de apoyar a los adultos mayores, conscientes de que nos resta un gran camino por recorrer. En ese sentido, valoro mucho las palabras del diputado señor Juan Pablo Letelier . Creo que si en esta Cámara existe un real compromiso con este grupo etario, ello se tiene que manifestar en la identificación de las formas de financiamiento de las políticas para que lo beneficie. En este momento se discute en el Senado un proyecto con el cual se pretende reducir la evasión tributaria y que tiene, como único propósito, financiar la acción social del Gobierno. Por lo tanto, de aquellos parlamentarios que señalan que hay que fortalecer la acción social, esperaría coherencia con su voto aprobatorio de los proyectos de ley que apuntan precisamente a financiarla.
Muchas gracias.
El señor ORTIZ (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Luis Monge .
El señor MONGE.-
Señor Presidente, quiero destacar el grado de consenso, de acuerdo, y el espíritu con que se discutió en las dos oportunidades el proyecto en la Comisión de Familia. Hemos tratado de que la iniciativa del Ejecutivo fuera mejorada y permitiera recoger las experiencias de un sinnúmero de instituciones como iglesias, filántropos, etcétera, que, desinteresadamente, por muchos años se han dedicado en el país a atender a los adultos mayores. Al respecto, también hemos tratado de que la acción de este miniservicio que se crea llegue hasta el último rincón del territorio nacional, porque muchas veces se circunscribe a las capitales regionales o a las ciudades donde hay mayor densidad poblacional.
Por supuesto, el nombre Servicio Nacional del Adulto Mayor puede crear muchas expectativas. Es un poco ampuloso para un miniservicio formado por una planta de 30 funcionarios. No obstante, creemos que es una buena instancia de coordinación para que se generen políticas en beneficio efectivo del adulto mayor.
Poco podríamos agregar sobre esta materia, porque en la discusión de este tema subyace un problema de fondo: el estado de abandono en que se encuentran nuestros adultos mayores. Las políticas previsionales inadecuadas y la insuficiencia de los recursos que recibe el sector pasivo se reflejan digámoslo con sus letras en pensiones de hambre, en pensiones asistenciales insuficientes, que no permiten al adulto mayor ser una persona plenamente capaz, autovalente. En muchos casos, ellos son prácticamente indigentes, lo que a menudo se agrava en zonas de pobreza, cuando reciben una pensión asistencial y deben mantener, con esos exiguos recursos, dos y hasta tres familias que viven “colgadas” de los adultos mayores, quienes, con espíritu de inmensa generosidad, ayudan a mantenerlas, por lo cual, por supuesto, sus ingresos se hacen mucho más insuficientes.
Quiero explicar por qué cuando el proyecto se discutió en general en la Comisión, en una primera instancia me abstuve. Lo hice como una señal de protesta por esa situación, ya que, en la medida de que en el futuro podamos mejorar los ingresos de los adultos mayores, se solucionarán muchas de las carencias y necesidades que ahora pretendemos suplir con la acción de este Servicio.
Ojalá que nuestros adultos mayores puedan ser plenamente capaces y autovalentes en un porcentaje importante ése es mi anhelo y que este Servicio sólo ayude a aquellos que no están en esa condición y necesitan la acción subsidiaria del Estado para mejorarla.
En el entendido de que este proyecto es un paliativo para esa situación, formulamos votos para que en el futuro se cuente con recursos que permitan la solución del problema como lo hicieron presente quienes me antecedieron en el uso de la palabra, y esperamos que la iniciativa sea aprobada y, una vez puesta en práctica, demuestre ser una herramienta eficaz para resolver las muchas carencias. Por esas razones, anuncio mi voto favorable.
He dicho.
El señor ORTIZ (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Aníbal Pérez para plantear un asunto de Reglamento.
El señor PÉREZ (don Aníbal).-
Señor Presidente, como hay varios diputados inscritos y queda una hora para el término del Orden del Día, solicito a los señores diputados que hablen cinco minutos cada uno, a fin de que todos los inscritos puedan hacer uso de la palabra. Creo que este proyecto es importante para todo el país.
El señor ORTIZ (Presidente accidental).-
La sugerencia del diputado señor Aníbal Pérez es bastante razonable y lógica. Intentemos eso, porque todavía quedan diez honorables señoras diputadas y señores diputados inscritos.
Tiene la palabra la diputada señorita Antonella Sciaraffia .
La señorita SCIARAFFIA (doña Antonella) .-
Señor Presidente, pocas veces he intervenido en la Sala con tanta satisfacción como en esta oportunidad, lo cual se debe a que en esta ocasión me ha correspondido presidir la Comisión de Familia y conocer en detalle la discusión de este importante proyecto de ley.
Tal como lo dijo el diputado señor Monge , quiero manifestar que en la Comisión se buscó el consenso para tratar de mejorar y perfeccionar la iniciativa del Ejecutivo. Hemos tenido un trabajo muy fructífero en ese sentido.
En relación con la creación de un servicio especial para el adulto mayor, recordemos que en la ficha Casen 1996 se estableció que estos adultos alcanzaban al 10,5 por ciento de la población total del país, y que las proyecciones indican que en 2025 se duplicará esa cantidad, o sea, habrá más de 3 millones. Es una realidad y, como país, debemos hacernos cargo de ella.
Como Chile irá cambiando demográfica y etariamente la población está envejeciendo, debemos adoptar políticas que apunten a hacernos cargo de esa realidad; por ejemplo, prestar atención especial a los adultos mayores en los servicios de salud, contratar médicos especialistas en geriatría y profesionales de la salud, como enfermeras, terapeutas ocupacionales, traumatólogos, etcétera. Las universidades, y en general la educación, deben preparar profesionales en asignaturas como gerontología social, e investigar lo relativo al envejecimiento.
Sabemos que durante muchos años la gran mayoría de nuestros adultos mayores han sido discriminados y han recibido pensiones que, a veces, no les alcanzan ni siquiera para la alimentación mínima. Por eso, en enero de 1995, las autoridades de gobierno crearon la Comisión Nacional para el Adulto Mayor y se dio un plazo de nueve meses para establecer cuáles eran las principales necesidades de los adultos y presentar un plan de trabajo.
Posteriormente, en 1996, se creó el Comité Nacional para el Adulto Mayor y sus comités regionales.
Alguien dice: “Esto no sirve para nada”. No es así. Hay muestras concretas de que el Gobierno se ha preocupado de crear un comité especial para estudiar la temática del adulto mayor, el cual ha dado algunos frutos. Probablemente, todavía sean pocos para los adultos mayores, pero se han conseguido beneficios concretos para ellos. Por consiguiente, debemos pensar que la creación de un servicio nacional específico todavía debiera dar mayores frutos.
Sólo quiero reseñar algunos de ellos. Aparte de la pensión asistencial de ancianidad y de la pensión por edad o vejez, se creó la tarjeta de identificación del pensionado, que le permite obtener descuentos y mejores condiciones para acceder a determinados servicios y productos. Además, se estableció el programa del adulto mayor en salud, a fin de otorgar bonificación para lentes y audífonos; la atención integral de enfermería en el domicilio y en centros de salud; el descuento en turismo, a través del Servicio Nacional de Turismo, el cual lo coordina con diversas empresas turísticas. También están los programas de alimentación complementaria para los enfermos crónicos de hipertensión y diabetes, a quienes se les entrega dos kilos mensuales de un puré enriquecido con micronutrientes, vitaminas y fibras.
Por otra parte, aunque no sirve para el distrito de Iquique, que represento, se creó un beneficio para el adulto mayor en el uso del Metro.
Además de los que mencioné, hay un montón de otros beneficios que nos indican que la preocupación del Comité Nacional para el Adulto Mayor ha dado frutos concretos.
Asimismo, existe el programa de vivienda para el adulto mayor, sin perjuicio de que, en mi opinión, ella debería darse en propiedad y no en arrendamiento, y de que exista para los mismos una cantidad de cupos específicos. Estos adultos no deberían tener la incertidumbre de que perderán sus viviendas y de que, por lo tanto, sus hijos o nietos no podrán continuar viviendo en esas casas.
En fin, hay muchas cosas que perfeccionar; pero no podemos desconocer que hoy ¡por fin! estamos trabajando en serio por el adulto mayor, para crearle un espacio donde existan las condiciones mínimas para que no sólo los adultos mayores en situación de pobreza, sino todos en general, puedan vivir bien. Debemos integrarlos y hacerlos parte de nuestra sociedad en forma activa y positiva.
Me felicito por haber trabajado en este proyecto de ley. Es absolutamente coherente con lo que está impulsando el Presidente de nuestra Cámara, el diputado señor Jeame Barrueto , quien nos dio a conocer en la Comisión de Régimen Interno un proyecto que crea el Parlamento del Adulto Mayor, que dará la oportunidad a los adultos mayores de todo el país de estar sentados aquí, en el Congreso Nacional, a fin de que puedan plantear sus problemas e inquietudes. ¡Cuántas deudas tiene el país con los adultos mayores! Ya fue aprobada la creación de este Parlamento y ahora estamos discutiendo su reglamento. Estoy segura de que lo sacaremos adelante.
Entiendo las aprensiones de la diputada señora María Angélica Cristi . Sé que este proyecto no es perfecto, pero pienso que lo iremos perfeccionando en el tiempo, y que constituye un paso serio e importante.
He dicho.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Gustavo Alessandri .
El señor ALESSANDRI.-
Señor Presidente, indudablemente, es urgente satisfacer los anhelos de los adultos mayores, como asimismo los deseos de nuestro distinguido colega y Comité del PPD, don Aníbal Pérez , en orden a que no intervengamos por más de cinco minutos, con el fin de que todos tengamos la oportunidad de expresar nuestros puntos de vista.
Señor Presidente, es de clara evidencia que el adulto mayor desea estar integrado a la sociedad y no segregado de ella, por lo cual, como ya lo han anunciado mis colegas María Angélica Cristi y Haroldo Fossa , vamos a apoyar decididamente el proyecto, pues entendemos que este nuevo Servicio es una suerte de continuación de la Comisión Nacional del Adulto Mayor, creada por los años 1995 ó 1996. Luego, se creó el Comité Nacional del Adulto Mayor, que ha tenido una eficiencia no discutida; en realidad, ha prestado bastantes servicios.
Con todo, estimo innovadora esta propuesta, por cuanto dispone que el Servicio Nacional del Adulto Mayor desarrollará y mantendrá un sistema de información de carácter público, en virtud del cual se podrá establecer un registro de personas naturales y jurídicas que presten servicios remunerados y no remunerados a adultos mayores. Uno de los grandes problemas lo que veo continuamente en la comuna de Estación Central, donde hay gran número de adultos mayores es que no tienen información de ninguna especie; prácticamente, no saben cómo, cuándo ni dónde deben recurrir para dar a conocer sus múltiples necesidades, por lo que me parece altamente positivo este sistema de información.
Por otra parte, es conveniente recordar que deben existir unos 300 mil millones de pesos destinados a diferentes fondos concursables. Se han planteado innumerables denuncias en cuanto a que se pagan honorarios, a través de esos fondos, a personas y empresas que realmente no prestan ningún servicio o no realizan trabajo alguno. En consecuencia, estimo que sería mucho más conveniente que, tal como decía la colega María Angélica Cristi , en vez de que hubiera tantos fondos concursables, que muchas veces no llegan nunca a su destino, se otorgara a las municipalidades la posibilidad de atender directamente al adulto mayor.
Hace bastantes años, cuando fui alcalde de Santiago, creamos una hospedería e impartimos clases de gimnasia para el adulto mayor, labor que, a nuestro juicio, tuvo mucho éxito; lamentablemente, la municipalidad no mantuvo ese programa.
En cuanto a la petición del señor ministro secretario general de la Presidencia, le podemos decir que no tenga ninguna duda de que este proyecto será aprobado por unanimidad o por casi la unanimidad de los diputados presentes, porque estamos conscientes de que no se repetirán aquí los infundios que se dijeron en el Instituto Nacional de la Juventud, sino que, muy por el contrario, vamos a dar un paso adelante para seguir apoyando al adulto mayor.
He dicho.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Jaime Mulet .
El señor MULET.-
Señor Presidente, como se ha señalado, estamos discutiendo un proyecto de ley de mucha trascendencia.
Quiero hacer un par de observaciones y de consultas al señor ministro secretario general de la Presidencia.
En primer lugar, deseo saber por qué no se incorpora al Ministerio de Planificación y Cooperación, Mideplan , en el consejo directivo del Servicio Nacional del Adulto Mayor, ya que dicho ministerio, a través del Fosis, es un organismo del Estado que está trabajando activamente con adultos mayores en todas las regiones. Reitero, me llama la atención que solamente se incorporen a ese consejo los Ministerios de Salud, del Trabajo y todos los que se mencionan en el proyecto evidentemente, tienen una relevancia importantísima en el tema, en circunstancias de que, por lo que he visto, los programas de ayuda se realizan a través del Mideplan, organismo que está más cerca de los adultos mayores que el Ministerio del Trabajo que tiene que ver con la previsión, el Ministerio de Educación o el de Salud. Me parece que aquí hay una omisión, y me gustaría saber por qué se produce. Considero muy bueno el trabajo que el Fondo de Solidaridad e Inversión Social ha realizado en mi región. Ha habido una verdadera revolución en este tema durante los últimos años, y es importante destacarlo.
En segundo lugar, me preocupa esta planta de sólo 30 funcionarios que establece el proyecto, ya que, aun cuando estoy de acuerdo con disminuir la burocracia, impedirá que este organismo cuente con una estructura en regiones, a pesar de que debiera tener presencia para fiscalizar las políticas destinadas al adulto mayor.
¿Por qué digo esto? Porque tengo una preocupación. Indudablemente, hay una revolución y se ha avanzado mucho en el tema. Creo que estamos comenzando un cambio cultural, en que la población de nuestro país está entendiendo que debe dar un mejor trato y valorar a los adultos mayores; pero también veo, en algunos municipios, fundamentalmente, y en otros organismos, que se hace cierta utilización de estos adultos. He ido a actos organizados por municipios, en los cuales se utiliza ésa es la palabra a los clubes con una finalidad que no es la más importante, despreocupándose de lo esencial, cual es la valoración del adulto mayor. Incluso, me atrevería a decir que en algunos casos se los usa políticamente y se emplean recursos de los municipios para hacer la fiesta del Día del Adulto Mayor. Esto es jugar con su situación de necesidad, ya que esa acción no está orientada a valorarlos, y a que todos entendamos que gracias a los adultos mayores de hoy nosotros estamos acá, pudimos estudiar y realizar nuestras vidas como seres adultos.
En síntesis, me gustaría que el Servicio Nacional del Adulto Mayor tuviera presencia regional para que fiscalice las políticas que se implementarán de acuerdo con su estatuto.
Finalmente, no quiero dejar pasar esta oportunidad sin destacar la importante labor que se realizó en esta materia a partir de 1995, durante el gobierno del entonces Presidente Eduardo Frei RuizTagle , en especial el impulso que le dio doña Martita Larraechea de Frei , actual concejala por Santiago.
He dicho.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Homero Gutiérrez .
El señor GUTIÉRREZ.-
Señor Presidente, este es un momento de bastante satisfacción para todos los diputados, porque estamos tratando un proyecto de ley absolutamente necesario.
Todos sabemos que el estrato de adultos mayores de 60 años no sólo ha aumentado considerablemente en el país, sino que se ha ido organizando casi espontáneamente a partir de los gobiernos de la Concertación, los cuales han estimulado esa organización a través de iniciativas presidenciales. A propósito, debo señalar que en la Constitución Política de 1980 no existe ninguna mención al adulto mayor.
Quiero valorar las palabras del ministro secretario general de la Presidencia aquí presente cuando ha hecho mención de las políticas sobre el adulto mayor del actual Gobierno del Presidente Lagos, al señalar que en este momento estamos sumando algo más a lo bastante que ya se ha hecho en los gobiernos de la Concertación, ya que en períodos anteriores se fue creando prácticamente una cultura del adulto mayor, que alguien llamó de invisibilidad, por el hecho de no verlo y olvidarlo por completo a la hora de asignar recursos, institucionalidad, asistencia o ayuda.
El adulto mayor comenzó a adquirir visibilidad en los gobiernos de la Concertación, al constituir el Presidente Frei una comisión que propusiera políticas, a raíz de la cual se creó el Comité Nacional del Adulto Mayor, que presidió la Primera Dama de la época.
Así es como se han constituido clubes o comités del adulto mayor a lo largo de Chile, y hoy su organización es una realidad en el país. El adulto mayor ha salido de la oscuridad, de su invisibilidad, y ha adquirido cuerpo en miles de clubes que existen en Chile: organizaciones regionales y comunales. Todas ellas son una realidad y ahora están demandando, lógicamente, mayor relevancia. Todos sabemos que el proceso para dar apoyo al adulto mayor se acaba de iniciar.
¿Qué necesita el adulto mayor? Desde luego, que se resuelvan temas de salud; que el Servicio Nacional de Salud organice diría secciones especiales para que sus problemas sean atendidos en forma preferente. Requiere inserción en la sociedad, pero preferentemente laboral, porque, no por motivos de edad, ha dejado de serle útil. Puede ser valioso, pero nuestra cultura, que lo excluye sistemáticamente, lo va dejando marginado. Estimo que el Ministerio del Trabajo debería crear una instancia que hiciera posible la inserción de los adultos mayores en términos laborales.
Desde luego, también debe valorarse y acogerse en todo lo que vale la sugerencia del diputado señor Elgueta , en cuanto a la actividad que desarrollan con los adultos mayores organismos de acción privada, sin fines de lucro, porque, en general, estos adultos, en un alto porcentaje, están en condiciones de indigencia. El 17,8 por ciento de los mayores de sesenta años se hallan en condiciones de pobreza, y casi el 70 por ciento se atienden por Fonasa, en forma gratuita, lo cual está indicando la precariedad en que se encuentran. Por eso considero que el aporte hecho por el diputado señor Elgueta , al plantear que se dé un apoyo directo a esas instituciones sin fines de lucro que atienden a personas pobres en condición de indigentes, para que haya una relación no sólo concursable, sino a través de convenios, podría ser una iniciativa extraordinariamente positiva para mejorar el proyecto y hacerlo mucho más viable.
Es mucho lo que debemos agregar en relación con el proyecto, pero una vez que se cree por ley este nuevo servicio habrá un período de mayor satisfacción para los adultos mayores, y también una nueva etapa en el proceso de igualdad y de no discriminación en que está empeñada la política del Supremo Gobierno. En verdad, hasta aquí, la edad ha sido un factor de discriminación muy fuerte, muy potente y muy agresivo.
Por eso, en este proyecto, sin duda hay un cambio en la cultura y en la actitud del país.
He dicho.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Aníbal Pérez .
El señor PÉREZ (don Aníbal).-
Señor Presidente, estamos frente a un proyecto que quizás no responde a cabalidad a lo que idealmente debería ser un organismo de esta naturaleza, esto es, dotado de capacidades reales, humanas y económicas para hacerse cargo de un sector tan importante y cada día más numeroso en el país, como es el de los adultos mayores; sin embargo, constituye un paso importante que se da para valorarlos social y culturalmente. Desde ese punto de vista, el proyecto es positivo.
No obstante, en su discusión particular quiero referirme a algunos aspectos que creo necesario modificar para que el proyecto de ley tenga más viabilidad y sea más efectivo.
Me refiero a la letra f) del artículo 3º, que, entre las funciones específicas del Servicio, establece: “Prestar asistencia técnica y supervisar a organismos privados con y sin fines de lucro que brinden acogida, atención y bienestar al adulto mayor y faciliten su integración a la sociedad”.
Creo sinceramente que esas atribuciones son insuficientes y que sería conveniente que al Servicio también le correspondiera la fiscalización directa de los hogares de ancianos, casas de reposo y otros establecimientos que reciben a personas de la tercera edad, como manera de salvaguardar de mejor forma los derechos de varios cientos de miles de adultos mayores que viven en esa clase de establecimientos.
Hace pocos días, junto con personeros de organismos que representan a los adultos mayores, hicimos ver públicamente nuestra preocupación por el hecho de que en nuestra legislación hay un evidente vacío en este aspecto. Existen serias deficiencias en el control de las condiciones en que viven miles de ancianos que, por distintas razones a veces casi increíbles, están recluidos en asilos y hogares.
En la actualidad, al Servicio de Salud le corresponde la fiscalización de esos aspectos. Ahí se consignan los requerimientos materiales de los hogares de ancianos, donde éstos viven en condiciones mínimas para su atención y, como decía, dejan a cargo de estos servicios el cumplimiento de estas normas.
La experiencia ha demostrado que estas disposiciones son insuficientes, toda vez que la capacidad de fiscalización del Servicio de Salud es casi nula para controlar recintos de esta naturaleza; además, está sobrepasado en sus actuales funciones en materia de sanidad ambiental, control de clínicas y hospitales privados, laboratorios, profesionales médicos.
Prueba de lo anterior es que, la semana recién pasada, el propio alcalde de la comuna Pedro Aguirre Cerda debió aplicar la normativa municipal para clausurar un asilo clandestino, en el cual subsistían, a medio morir, decenas de ancianos abandonados en medio de la basura y de los roedores. Hechos de esta índole constituyen un escándalo, razón por la cual no podemos permitir que se sigan repitiendo. De ahí que requiramos un organismo con capacidad suficiente para controlar y fiscalizar lo que ocurre al interior de estos establecimientos, la que hoy es casi nula.
Por ello, he propuesto indicación para conceder, en la letra f) del artículo 3º, mayores atribuciones a este Servicio.
Para avalar la indicación, hago presente que en el diseño original del proyecto se considera esta repartición como “un servicio de coordinación de políticas públicas”, algo parecido a lo que hoy es el Instituto Nacional de la Juventud, INJ. Y la realidad ha evidenciado perdonen la expresión que esta entidad no ha servido para nada, porque carece de atribuciones, de recursos y de capacidad, además de que no funciona como organismo dedicado al tema de la juventud.
Por mi parte, no deseo que al Servicio del Adulto Mayor le ocurra lo mismo que al INJ; no quiero un INJ para el adulto mayor. En consecuencia, es menester otorgar mayores atribuciones, recursos y capacidades para que este organismo no sólo pueda coordinar políticas públicas, sino que también cuente con capacidad para fiscalizar y controlar.
Desde ese punto de vista, es un avance muy positivo el hecho de que aquí se haya considerado el aspecto social y cultural. Sin embargo, para que el Servicio tenga efectividad en el desarrollo de una política para el adulto mayor, es necesario dotarlo de mayores atribuciones controladoras.
Desde esa perspectiva, solicito la unanimidad de la Sala para la aprobación de la indicación que he propuesto.
He dicho.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Cerrado el debate.
Los siguientes señores diputados, que están inscritos, pero que no alcanzaron a hacer uso de la palabra, podrán insertar sus discursos: Jaramillo , Vilches , Delmastro , Walker , Ortiz , Martínez, don Gutenberg ; García, don René Manuel ; Silva y González , doña Rosa.
En votación el proyecto que crea el Servicio Nacional del Adulto Mayor como servicio público.
Se declaran aprobados, por no haber sido objeto de indicaciones ni de modificaciones, los artículos 1º, 3º, letras a), b), c), e), f), g), h), i), j), k) y l); 5º, 7º, 8º, 10, 11, 12, 13, 14 y 15, permanentes, y 2º transitorio.
Tampoco fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones los artículos 4º, 6º y 16; pero, por tratarse de normas que contienen materias propias de ley orgánica constitucional, también deben ser votados en particular.
En votación los artículos 4º, 6º y 16.
Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 95 votos; por la negativa, 0 voto. Hubo 1 abstención.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Aprobados.
Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Acuña , Alessandri , Alvarado , Álvarez-Salamanca , Álvarez , Allende ( doña Isabel) , Arratia , Ascencio , Ávila , Bartolucci , Bertolino , Bustos , Caminondo , Caraball ( doña Eliana) , Ceroni , Coloma , Cornejo (don Patricio) , Correa , Cristi ( doña María Angélica) , Delmastro , Díaz , Elgueta , Encina , Fossa , Galilea (don Pablo) , García (don René Manuel) , García (don José) , Girardi , González (doña Rosa), Gutiérrez , Guzmán (doña Pía), Hernández , Ibáñez , Jaramillo , Jarpa , Jeame Barrueto , Jiménez , Krauss , Leal , Leay, León , Letelier (don Felipe) , Longton , Martínez ( don Rosauro) , Martínez (don Gutenberg) , Masferrer , Melero , Mesías , Molina , Monge , Montes, Mora , Mulet , Muñoz ( doña Adriana) , Navarro , Núñez , Ojeda , Olivares , Orpis , Ortiz , Ovalle (doña María Victoria), Palma (don Osvaldo) , Palma (don Andrés) , Palma (don Joaquín) , Pérez (don José) , Pérez (don Aníbal) , Pérez ( doña Lily) , Pérez (don Víctor) , Prochelle (doña Marina) , Prokurica , Reyes, Rincón , Riveros , Rocha , Rojas, Saa (doña María Antonieta) , Salas , Sánchez , Sciaraffia ( doña Antonella) , Seguel , Silva , Soria , Soto (doña Laura) , Tuma , Ulloa , Valenzuela , Van Rysselberghe , Vargas , Vega , Velasco , Venegas , Vilches , Villouta , Walker ( don Ignacio) y Walker (don Patricio) .
Se abstuvo el diputado señor Kuschel .
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Si le parece a la Sala, con el mismo quórum anterior, se dará por aprobado el segundo informe de la Comisión.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
Tiene la palabra el diputado señor Delmastro por un asunto reglamentario.
El señor DELMASTRO.-
Señor Presidente, sólo para señalar un asunto de forma: el Senado deberá modificar las fechas que indica en el artículo 1º transitorio.
El texto aprobado por la Cámara establece que “la dotación máxima de personal para 2000 será de 15 personas y, para el 2 de enero del año 2001, de 15 personas más”, en circunstancias de que debería decir para 2001 y 2002 o, en su efecto, efectuar la contratación de la planta durante todo el 2001.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Eso deberá ser corregido por el Senado, señor diputado.
Por lo tanto, el proyecto queda aprobado en general y en particular.
Despachado el proyecto.
Aplausos.
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- bcnres:tieneProyectoDeLey = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/proyecto-de-ley/2296-18