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El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Corresponde discutir el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional y en segundo informe de la Comisión especial de la Pequeña y Mediana Empresa (Pyme), iniciado en moción, que establece normas para facilitar la creación de microempresas familiares.
Diputado informante de la Comisión especial de la Pequeña y Mediana Empresa (Pyme), es el señor Juan Ramón Núñez .
Antecedentes:
Segundo informe de la Comisión especial Pyme, sesión 40ª, en 7 de marzo de 2001. Documentos de la Cuenta Nº 4.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
En reemplazo del diputado señor Juan Ramón Núñez , informará el diputado señor José Miguel Ortiz .
Tiene la palabra su Señoría.
El señor ORTIZ.-
Señor Presidente, informo, en segundo trámite constitucional, y en segundo informe de la Comisión epecial de la Pequeña y Mediana Empresa (Pyme), el proyecto de ley que establece normas para facilitar la creación de microempresas familiares.
Este proyecto de ley consta de un artículo único, al que se le formularon ocho indicaciones, y cumplió su primer trámite constitucional en el Senado de la República, que calificó sus normas como de carácter orgánico constitucional o de quórum calificado; en cambio, nuestra Comisión llegó a la conclusión de que no existe este tipo de disposiciones en el proyecto.
La Comisión rechazó, por unanimidad, las siguientes indicaciones:
Al numeral 1.
De los señores Andrés Palma , Carlos Montes y Jaime Mulet , para reemplazar el último párrafo que se agrega al inciso segundo del artículo 26, por el siguiente:
“Se entenderá por microempresa familiar aquella destinada a la fabricación de bienes o a la prestación de servicios de cualquier especie, excluidos aquellos considerados peligrosos, contaminantes o molestos, cuyo giro se ejerce personalmente en la casa habitación, con un capital efectivo que no exceda de 10 unidades tributarias anuales al comienzo del ejercicio respectivo, y que no emplee más de cinco personas, incluyendo los aprendices y los miembros del grupo familiar del empresario.”.
Del diputado señor Bertolino , para agregar en la letra b) del numeral 1, a continuación de la palabra “familia”, lo siguiente: “por turno de trabajo”.
Del diputado señor Bertolino , para suprimir la letra c) del numeral 1.
Del mismo señor diputado, para suprimir la letra d) del numeral 1.
La Comisión aprobó en este trámite las siguientes indicaciones que modificaron el texto del artículo único del proyecto:
Numeral 1.
El diputado señor Jaime Mulet formuló, durante el debate habido al respecto, una indicación la cual sustituyó la propuesta por los diputados señores Andrés Palma , Carlos Montes y Mulet para reemplazar el último párrafo que se agrega al inciso segundo del artículo 26, por el siguiente:
“Se entenderá por microempresa familiar aquella destinada a la fabricación de bienes o a la prestación de servicios de cualquier especie, excluidos aquellos considerados peligrosos, contaminantes o molestos, cuyo giro se ejerce personalmente en la casa habitación, con un capital efectivo que no exceda de 10 unidades tributarias anuales al comienzo del ejercicio respectivo, y que no emplee más de cinco personas ajenas al grupo familiar, que residan en la casa habitación.”.
En relación con la exigencia del número máximo de personas que pueden laborar en estas empresas, el tema fue objeto de debate. Entre otras cosas, se planteó que la microempresa familiar no debiera contratar más de cinco personas extrañas a la familia; además, se recalcó la necesidad de contratar personas que no formen parte del grupo familiar, pero en forma limitada.
Se hizo especial hincapié en que “el grupo familiar” se refiere a personas que habiten o residan en la casa habitación.
En cuanto a la exigencia de un capital mínimo para el funcionamiento de una microempresa familiar, se señaló que es conveniente referirse a la existencia de un capital efectivo determinado al momento del comienzo del ejercicio respectivo, y no a la existencia de activos productivos máximos, atendido que estos últimos son de difícil definición y determinación.
En el debate habido en la Comisión, se expresó claramente que la norma aprobada debiera exigir la existencia de un capital propio máximo, el que se entiende como aquel que los dueños de la empresa destinan exclusivamente a la explotación del negocio.
Finalmente, se acordó que la expresión “al comienzo del ejercicio respectivo” significa al inicio de la actividad respectiva, y no del ejercicio anual contable.
Asimismo, se discutió el monto del capital máximo exigido para que se entienda que se está ante una microempresa familiar. Algunos señores diputados señalaron que no debiera exceder de 500 unidades de fomento al momento de la iniciación de actividades. Sin embargo, se prefirió aprobar la indicación propuesta en relación con este tema, que establece como requisito contar con un capital efectivo no superior a diez unidades tributarias anuales, atendido que es concordante con la legislación tributaria vigente; de lo contrario, si la idea es aumentar el monto del capital inicial permitido, se estaría eventualmente ante una norma de iniciativa exclusiva del Presidente de la República, lo que significaría una demora en la tramitación del proyecto. Se prefirió esta norma, atendido que la intención es generar empleo y fomentar la actividad económica formal.
En relación con la limitación propuesta relativa a que la empresa no debe tener un promedio de ventas superior a 250 unidades de fomento mensuales, la Comisión consideró, por una parte, que el proyecto apunta a ayudar en forma real y efectiva a negocios emergentes, eximiéndolos del cumplimiento de requisitos que se exigen a la generalidad de las empresas. Así, si el negocio tiene éxito y formaliza esa situación con mayores recursos, debe cumplir con los demás requisitos generales, pues, de lo contrario, se produciría una injusticia al discriminar respecto de los demás negocios.
Otra posición fue no establecer limitación en cuanto al monto máximo de ventas, idea que finalmente prosperó.
Dentro de ese mismo contexto, se analizó el numeral 2 del artículo único del proyecto, que agrega los incisos cuarto y quinto, nuevos, al artículo 26 de la ley de Rentas Municipales. El inciso quinto se refiere a los trámites previos que debe realizar una persona que desea iniciar una microempresa familiar. Se hizo una concordancia entre los artículos propuestos en el proyecto con la ley de Rentas Municipales vigente, los artículos 22 y 84 de la ley de impuesto a la renta, que regulan la tributación de pequeños contribuyentes, permitiéndoles acogerse al sistema de renta presunta, y el artículo 29 de la ley de impuesto al valor agregado, que regula el sistema de tributación simplificada para pequeños contribuyentes.
De esa forma, luego de analizar profundamente el sistema tributario aplicable, la mayoría de los diputados hizo presente la constatación de que el proyecto tiene por objeto formalizar una situación que opera de hecho en la actualidad y simplificar los trámites respectivos para la proliferación de microempresas familiares, permitiendo su establecimiento en zonas que, de acuerdo con las ordenanzas municipales, por regla general, no son de carácter comercial o industrial.
Sería bueno establecer en la historia fidedigna del proyecto, los recuerdos que se hicieron de lo efectivas, positivas y exitosas que han sido las microempresas familiares, especialmente en países europeos.
Sometida a votación la indicación, se aprobó por asentimiento unánime.
En cuanto al numeral 2 del artículo único, se presentó una indicación de los diputados señores Andrés Palma , Montes y Mulet , para eliminar el inciso cuarto que el proyecto aprobado en primer trámite reglamentario, agregaba al artículo 26 de la ley de Rentas Municipales.
La Comisión estuvo de acuerdo en eliminar dicho inciso, atendido que la idea viene contenida en la indicación presentada al numeral 1 del inciso segundo del artículo 26 de la ley de Rentas Municipales por los mismos señores diputados, en la cual se señala que se entenderá por microempresa familiar “aquella destinada a la fabricación de bienes o a la prestación de servicios de cualquier especie, excluidos aquellos considerados peligrosos, contaminantes o molestos”.
La redacción propuesta al nuevo inciso segundo del artículo 26 de la ley de Rentas Municipales está en concordancia con lo dispuesto en las letras c) y d) del artículo 2º de la ley Nº 19.300, sobre bases generales del medio ambiente, donde se define qué se entiende por contaminación y por contaminantes, respectivamente.
La letra c) del artículo 2º de la ley Nº 19.300 señala: “Contaminación: la presencia en el ambiente de sustancias, elementos, energía o combinación de ellos, en concentraciones y permanencia superiores o inferiores, según corresponda, a las establecidas en la legislación vigente”.
La letra d) del artículo 2º de la misma ley, a su vez, define: “Contaminante: todo elemento, compuesto, sustancia, derivado químico o biológico, energía, radiación, vibración, ruido, o una combinación de ellos, cuya presencia en el ambiente, en ciertos niveles, concentraciones o períodos de tiempo, pueda constituir un riesgo a la salud de las personas, a la calidad de vida de la población, a la preservación de la naturaleza o a la conservación del patrimonio ambiental”.
En el informe se señala en qué consisten las expresiones contaminación y contaminante, porque no pueden ser un impedimento, en cuanto al tema del medio ambiente, para el aumento de las microempresas familiares, ya que en el último tiempo se ha discutido mucho sobre ese punto y la mayoría de las veces se transforma en un obstáculo para su desarrollo, el que va orientado fundamentalmente a aumentar el empleo en el país.
Sometida a votación, la indicación se aprobó por unanimidad.
En el numeral 3 del artículo único se presentó una indicación de los diputados señores Mulet , Velasco , Núñez , Tuma y Bertolino , para consultar el siguiente artículo nuevo como 26 bis en el decreto ley Nº 3.063, de 1979, que señala: “Artículo 26 bis. Los trabajos que se ejecuten por las empresas familiares, por encargo de terceros, se entenderán para todos los efectos legales que se realizan por mandato de quien los encarga”.
En consecuencia, pido a esta Sala que le dé su aprobación al proyecto, ya que se trata de una moción parlamentaria que ha sido largamente debatida, sobre todo porque la creación de microempresas familiares ayudará a aumentar las posibilidades de dar más empleo y desarrollo a miles de chilenos.
He dicho.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Dando inicio al debate, tiene la palabra la diputada señorita Antonella Sciaraffia .
La señorita SCIARAFFIA (doña Antonella) .-
Señor Presidente, el diputado señor Andrés Palma me ha solicitado hacer uso de la palabra antes de mi intervención, ya que es uno de los autores de la indicación.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Con la venia de la Sala, tiene la palabra el diputado señor Andrés Palma .
El señor PALMA (don Andrés).-
Señor Presidente, en primer lugar, debo agradecer a la colega Antonella Sciaraffia su gentileza.
Una vez más, quiero manifestar mi apoyo al proyecto, aun cuando uno puede tener algunas discrepancias menores, pero siempre lo óptimo es mejor que lo bueno. Lo importante es que se despache la iniciativa en esta sesión.
No obstante ello, quiero consultar al señor diputado informante o a alguno de los autores de la indicación al numeral 3 del artículo único, que agrega un artículo nuevo como 26 bis a la ley de rentas municipales, a fin de que clarifique el alcance exacto de la disposición, ya que el tema no ha sido objeto de discusión.
Para quienes no tenemos una formación jurídica, la disposición nos parece una tautología, una afirmación que se contiene en sí misma; pero suponemos que debe tener algún alcance cuyo detalle desconocemos.
Por ello pedí a la diputada señorita Antonella Sciaraffia que me cediera su turno, con el objeto de que antes del inicio del debate algún señor diputado, autor de la indicación, se pudiera explayar en mayor detalle respecto de este numeral.
De todos modos, mi voto será favorable.
He dicho.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Ortiz , informante del proyecto.
El señor ORTIZ.-
Señor Presidente, tal como lo informé al inicio de mi intervención, sólo reemplacé al diputado informante señor Núñez , quien estaba en una actividad legislativa dentro del edificio y acaba de ingresar en esta Sala.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Núñez .
El señor NÚÑEZ.-
Señor Presidente, en primer lugar, agradezco la gentileza del colega José Miguel Ortiz por haber entregado el informe, ya que tuve que ausentarme de la Sala en ese instante por una gestión legislativa.
En cuanto a la consulta del diputado señor Andrés Palma , efectivamente las microempresas realizan una serie de actividades.
Aun cuando no soy experto en materias tributarias, en la Comisión se señaló que, para los efectos tributarios, debe considerarse que las actividades que realizan las microempresas deben ser por encargo de terceros; de lo contrario, tienen que llevar algún tipo de contabilidad. Por eso, como se trata de formalizar microempresas familiares, para los efectos tributarios, reitero, serán consideradas como trabajos de terceros. Por ejemplo, según la experiencia italiana, las corbatas tan apreciadas por todos se hacen en casas familiares y luego la sede matriz les pone las etiquetas. Es decir, esas personas hacen un trabajo encargado por terceros. En muchas partes funciona así.
En consecuencia, el sentido de la indicación es que, efectivamente, para los efectos legales y tributarios se entiende que los trabajos que realizan son encargados por terceros. Parece una tautología, pero es así.
He dicho.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Tiene la palabra la diputada señorita Antonella Sciaraffia.
La señorita SCIARAFFIA (doña Antonella).-
Señor Presidente, valoro este proyecto.
Muchas personas, cuando se ven enfrentadas a situaciones económicas difíciles, optan por la alternativa de crear una empresa familiar. Precisamente, en los últimos años, en especial el año pasado y éste que recién comienza, ha aumentado el número de familias que han buscado esta alternativa para salir adelante. En nuestro país, hemos conocido muchas experiencias de familias que formaron una pequeña empresa en sus casas, y después se convirtieron en grandes empresarios que dan ocupación a muchos chilenos. Por eso, esta iniciativa resulta vital así lo acaba de clarificar el diputado Andrés Palma , porque facilitará los permisos municipales, que muchas veces se convierten en el escollo más difícil de superar para las familias que desean ejercer este tipo de actividad.
Me parece una iniciativa muy loable y, por lo mismo, deberíamos aprobarla con mucha decisión.
Señor Presidente, el diputado señor Elgueta me solicita una interrupción y, con su venia, se la concedo.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Puede hacer uso de la interrupción el diputado señor Elgueta .
El señor ELGUETA.-
Señor Presidente, quiero plantear algunas dudas relacionadas con los numerales 2 y 3.
En primer lugar, el inciso cuarto que se agrega al artículo 26, en virtud del numeral 2, dispone que el interesado deberá acompañar una declaración jurada en la que “conste” que es legítimo ocupante de la vivienda en que se desarrollará la actividad empresarial. Considero que debería decir: una declaración jurada en la que el interesado “afirme” o “asevere” que es legítimo ocupante. Es muy difícil dejar constancia, en una declaración jurada, de que una persona es legítima ocupante de una vivienda, porque dicha declaración depende de ella misma.
En segundo lugar, ¿qué significa la expresión “legítimo ocupante”? ¿Que es dueño, poseedor o tenedor? Si es tenedor precario, en cualquier momento le puede ser pedida la habitación o vivienda. Entonces, ¿cómo podría existir una microempresa si la persona está expuesta a que le pidan el inmueble en cualquier momento? De manera que habría que hablar de poseedor, tenedor material, propietario, heredero, comunero, etcétera; es decir, de todas las formas de posesión que señala la ley.
Respecto del artículo 26 bis, que se agrega en virtud del numeral 3, no creo que estemos en presencia de un mandato. El mandato está reglamentado por el Código Civil, en el cual se señala que es un contrato en que una persona confía la gestión de uno o más negocios a otra que se hace cargo de ellos por cuenta y riesgo de la primera.
Considero que en este caso no se puede aplicar esta figura legal, porque el mismo Código Civil, respecto del arrendamiento, habla de la confección de obra material. Si yo le encargo a otra persona que realice una obra material, de no existir un contrato laboral creo que a eso apunta lo que dispone el numeral 3, nos encontramos, lisa y llanamente, en presencia de un contrato de confección de obra material y no de un mandato. Aquí se dio el ejemplo de las corbatas. Cuando una empresa de mucho prestigio le encarga a una empresa familiar que le confeccione corbatas, no cabe la menor duda de que, por una parte, existe la obligación de hacer ese artículo y, por otra, de pagar el valor del mismo. Pues bien, ese contrato está reglamentado por nuestro antiguo Código Civil, en la parte relativa a la confección de obras.
El mandato dice relación con algo muy diferente, porque lo que se encarga son negocios así lo establece la ley y, en consecuencia, los efectos...
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
¿Me permite, señor diputado? Ha agotado el tiempo de su interrupción.
El señor ELGUETA.-
...se radican en quien lo mandó.
Quería expresar mis dudas sobre la terminología empleada en el proyecto, porque después podría ser objeto de diversas interpretaciones por parte de los tribunales.
Gracias, señor Presidente.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
En todo caso, su Señoría puede solicitar la palabra nuevamente.
Recupera la palabra la diputada señorita Antonella Sciaraffia .
La señorita SCIARAFFIA (doña Antonella) .-
Señor Presidente, respecto de lo señalado por el diputado señor Elgueta , estoy de acuerdo en que la expresión utilizada en el proyecto no es muy feliz, porque las declaraciones juradas conllevan una serie de sanciones cuando lo que señalan no corresponde a la realidad. Por lo tanto, tal como lo manifestó el diputado señor Elgueta , debería decir “que exprese”.
Para terminar, anuncio que apoyaré este proyecto, porque facilita a las familias la instalación de pequeñas y medianas empresas. Es de esperar que las microempresas familiares puedan tener las facilidades a que tanto han aspirado la pequeña y mediana empresa, a las cuales se les ha prometido mucho, pero, para ser francos, poco se ha cumplido. Ojalá que estas empresas familiares puedan acceder a créditos blandos y a las facilidades que les permitan desarrollar eficientemente sus actividades. Este proyecto es un muy buen instrumento para que las familias que tienen deseos de surgir y que trabajan unidas puedan salir adelante.
He dicho.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Patricio Hales .
El señor HALES.-
Señor Presidente, este proyecto se materializó a partir del decreto ley Nº 3.063, de 1979, sobre rentas municipales, en circunstancias de que debió mirarse desde la perspectiva de la ciudad, del ordenamiento urbano, del territorio y de la arquitectura, toda vez que se refiere a la creación de una actividad de microempresa familiar en casas habitaciones y en conjuntos habitacionales.
Pues bien, la única referencia del proyecto en tal sentido es lo que dispone el inciso cuarto que se agrega al artículo 26, que dice que si la vivienda en la cual se desarrollará esta actividad está en una unidad de un condominio, deberá contar con la autorización del comité de administración respectivo.
En mi opinión, en nuestra legislación existe una importante carencia sobre la materia. En general, el parque habitacional ha experimentado un gran incremento en nuestro país: se ha multiplicado casi seis veces en los últimos diez o doce años, y se ha construido el 600 por ciento más de todo lo que se construyó en los primeros 500 años desde la fundación de Chile. Sin embargo, nuestra legislación se ha ido quedando atrás, y los colegas pueden ver cómo vamos a hacer ciudad y arquitectura mediante la modificación de un decreto ley sobre rentas municipales. ¡Qué insuficiencia de nuestro aparato legislativo y de nuestra reglamentación! ¡Qué falta de fiscalización y de preocupación existe aún en nuestra estructura legislativa y reglamentaria! Digo esto porque, al final, todas estas disposiciones terminan materializándose en obras construidas; es decir, en volúmenes que aparecen en la ciudad y que determinan la relación entre un vecino y otro, entre un conjunto de vecinos y la ciudad, en la conformación de barrios y en la alegría o la infelicidad de los ciudadanos de vivir en una ciudad que puede armonizar o no los volúmenes construidos.
Desde el punto de vista productivo, este proyecto me parece excelente y voy a votarlo a favor, porque es necesario desarrollar las empresas familiares.
Sin embargo, debemos avanzar en el desarrollo de una forma de legislar que permita que cuando alguien interviene en la ciudad, en los barrios, en las construcciones y en la arquitectura, a partir de un decreto ley que no tiene relación con la volumetría ni con la arquitectura, nosotros deberíamos exigir que estos proyectos pasen por la Comisión de Vivienda y Desarrollo Urbano, a fin de que reciban la mirada específica, sectorial; porque, a fin de cuentas, si se toma una decisión en virtud del decreto ley Nº 3.063, sobre rentas municipales, se termina materializando un volumen por sobre la ciudad. En efecto, si la situación no se observa desde ese punto de vista y se hace sólo desde la honorable mirada que han tenido los legisladores, en este caso, para decidir rentas, patentes, impuestos y tributos, comienzan a proliferar empresas sin un ordenamiento básico adecuado. La gente no vive con decretos tributarios, sino que lo hace bajo la arquitectura, sobre ella, a su lado, en frente y a sus alrededores.
Soy partidario de que exista ese ordenamiento y que se libere a este tipo de empresas de la aplicación de un conjunto de normas, un poco como aquí se señala. Pero no estoy de acuerdo con que queden sin normar, porque se va a perjudicar al vecindario, al barrio y a la ciudad.
En el proyecto se señala que no se aplicarán las limitaciones que contemplen las leyes, las ordenanzas municipales en materia de zonificación comercial e industrial. El artículo 26 del decreto ley Nº 3.063 dispone que para otorgar este tipo de patentes se exigirá la comprobación de requisitos de orden sanitario cuya normativa está vigente, y el emplazamiento, según las normas sobre zonificación del plan regulador.
Los vecinos han opinado sobre el plan regulador en mi opinión participan poco, pero luego se toman decisiones en las cuales los acuerdos no son respetados. En mi opinión, debe existir un permiso para las microempresas familiares, el que debe tener alguna reglamentación.
He estado ahí en La Valleja, donde la gente dice que quiere trabajar, pero se lo impiden al no otorgársele el permiso de edificación. Estoy de acuerdo con ellos. Nos lo dicen quienes viven en Pedro Donoso : deben realizar 43 trámites antes de conseguir el permiso de edificación sólo para transformar un garaje en amasandería, que podría dar grandes posibilidades de trabajo.
Lo absurdo es que las normas de edificación que se aplican a este tipo de intervenciones en la arquitectura, que son menores, son las mismas que rigen la construcción de un edificio de tres pisos. Entonces, no se le da facilidad alguna a esta microempresa familiar, que tiene ganas de hacer algo en su pequeño espacio que accede a la calle.
Ahí lo veo en la población Juan Antonio Ríos ; ahí lo veo en la Santa Mónica; ahí lo veo en los distintos barrios en las zonas de El Salto. En cada lugar donde hay edificios y sitios comunes, nuestros vecinos quieren abrir espacios en la arquitectura.
La decisión que hoy tomamos pareciera decir: “Haga lo que quiera”. La decisión que hoy existe en el funcionamiento municipal es: “No haga nada”. A la luz de la permisividad total de la mirada de los especialistas de Hacienda; de la mirada de los especialistas tributarios que tenemos en este Congreso, pareciera que no existe arquitectura ni volumen construido después de esta autorización.
Quiero decirles: “¡Alerta!” La ciudad no se hace sola. La ciudad la hacen este tipo de autorizaciones y la vida de los vecinos que quieren progresar. Mantener la norma actual en materia de edificación, en cuya virtud un vecino debe efectuar la barbaridad de 43 pasos para transformar un pequeño garaje en una amasandería, constituye una tontera que le atropellará la vida y no habrá ley de urbanismo ni construcción alguna que impida que este vecino instale la amasandería o el puesto para la venta de helados y dulces en su población; porque, al final, de eso vive y eso le impide que caiga en la delincuencia y le da cabida a la posibilidad de que su familia se desarrolle.
Estoy totalmente de acuerdo en que no se debe exigir todo lo que hoy se pide. Pero si se pasa al otro extremo, en que nuestros legisladores, cuando construyen viviendas y ciudades sin saberlo, lo hacen a partir de la discusión de las rentas municipales y, de pasada, dicen que no se tendrá que respetar ninguna norma municipal en materia de arquitectura, ninguna norma de zonificación, ninguna indicación del plano regulador, como aparece en la agregación propuesta al artículo 26 del decreto ley Nº 3.063, de 1979, la ciudad no la terminarán haciendo ni los urbanistas, ni los arquitectos, ni los ciudadanos, sino los especialistas en impuestos, en rentas, los que autorizan patentes, que, al final, creen que la idea de pedir un permiso de edificación sería como una especie de trámite innecesario, un estorbo a la hora de cobrar tributos.
¡Cuidado, porque esta visión de hacer ciudad y arquitectura es responsable de que nuestras ciudades funcionen, entre otras cosas, tan mal y se vayan afeando!
Todos los ciudadanos, al levantarse, anhelan estar bien parecidos, y, curiosamente, la gran mayoría de los 6 mil millones de habitantes del planeta se miran en el espejo o en una laguna para ver cómo están. Asimismo, gustan de sus casas, de sus barrios, de sus fachadas, y adornan sus casas, por muy pocos recursos que tengan, con un poco de cerámica, con un radier, con la grutita de una virgen, con un macetero con una flor. Ese toque que da a su vivienda y a su barrio, debe ser acompañado de una mirada de afecto del legislador cuando toma una decisión de rentas y de patentes y, a lo mejor, no piensa que, tras aquélla, está haciendo también ciudad. Cuidemos nuestras ciudades, porque, al final, si no las ordenamos, viviremos muy mal.
Hay que apoyar el proyecto; pero también hay que ser capaces de entregarles a las municipalidades algún tipo de instrumento flexible, distinto de la tontera de realizar 43 trámites para instalar una pequeña amasandería o un pequeño puesto de helado, trabas administrativas propias de un gran permiso de edificación y no del que se merece obtener rápidamente esa gente. Pero tampoco el permiso en cero; porque no les va a gustar ni al que se instala, ni al vecino, ni al barrio, ni al alcalde, ni al diputado del distrito, construir una ciudad sobre la base de lo que dicen los expertos en tributos o en rentas municipales.
El artículo 26 del decreto ley Nº 3.063 dispone que las municipalidades podrán otorgar estas patentes y que deberán comprobar el adecuado emplazamiento, según las normas de edificación.
Está bien que el proyecto establezca un cuidado especial para que se respete el decreto supremo Nº 60, del Ministerio de Salud, y que, además, se eviten ruidos, gases, humos, olores molestos o contaminación de cualquier forma.
En nuestra legislación, están prohibidos, en los barrios y en las ciudades, los olores, los humos, los ruidos, los gases, todo tipo de contaminaciones de ese orden, y no existe la fealdad, la aberración formal, el atropello al vecino, el alero mal hecho, la mala pintura, la mala construcción, el volumen que termina transformando un barrio en un objeto lleno de tumores, todo lo que va dañando el aspecto de lo que el ciudadano anhela.
Votaré a favor del proyecto para facilitar el trabajo de las microempresas familiares; pero me parece que necesitará de algún tipo de reglamento general para que las municipalidades, a través de sus direcciones de obras, liberen al ciudadano y a la microempresa familiar de los absurdos trámites a que los someten hoy en materia de permisos; pero al mismo tiempo les otorguen, por lo menos, una pequeña guía en el momento de inscribirse para que nuestra arquitectura y nuestra ciudad sean amables y tengamos un espacio feliz.
Así, los legisladores entenderemos que, además de las muchas contaminaciones, existe la contaminación del espacio feo.
He dicho.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Jaime Rocha .
El señor ROCHA.-
Señor Presidente, apoyaré con entusiasmo el proyecto. Estamos legitimando una actividad que hoy existe y que, lamentablemente, se hace sin los resguardos legales y sin el reconocimiento de la autoridad. De esta manera, exponemos a las comunidades a perjuicios mayores que si les impusiéramos normas sencillas, fáciles de cumplir, como las que este proyecto contiene.
Sin duda que el proyecto es perfectible, como aquí lo han planteado algunos señores diputados. Me alegro de que así sea, porque aquello es parte del debate democrático y de la formación de la ley. Me alegro mucho también de que las indicaciones o sugerencias que aquí se han formulado vayan en el sentido correcto, de manera que podamos aprobar el proyecto a la brevedad, con las observaciones formuladas.
Hacía falta una iniciativa de esta naturaleza, de la cual tuve conocimiento hace algo más de un año. Entiendo que se originó en una moción presentada, en el Senado, por el señor Andrés Zaldívar y otros senadores.
En una reunión en Contulmo anuncié el proyecto y pude ver el entusiasmo que despertó en la comunidad la posibilidad de realizar la pequeña o mediana actividad industrial casera con el debido reconocimiento legal. En el verano, localidades como Contulmo se llenan de turistas, y las señoras de ascendencia alemana recurren a sus ancestros germánicos para hacer kuchen, mermeladas, etcétera, sin control ni autorización alguna. Con la aprobación del proyecto, tanto esas señoras alemanas como las que fabrican pan de miel en Lota, tendrán un reconocimiento legal que les permitirá ejercer su actividad sin problemas; es decir, además, se mejorará la atención del turista. Así lo veo desde la realidad del distrito que represento en la Cámara de Diputados.
Entonces, es bueno que a los pequeños empresarios que realizan estas actividades en sus hogares les demos las facilidades tributarias y sanitarias, sin perjuicio en esto acojo las sugerencias del diputado señor Hales de considerar también los aspectos arquitectónicos y urbanísticos mencionados, pues no es posible que una actividad de esta naturaleza provoque molestias a los vecinos o exceda los límites que la propia ley establece.
Junto con manifestar mi satisfacción por el proyecto en debate, anuncio que los diputados de nuestra bancada lo apoyaremos con entusiasmo, porque llena un vacío legal y beneficia a un importante sector de nuestro país.
He dicho.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Bertolino .
El señor BERTOLINO.-
Señor Presidente, el proyecto en estudio se implementará en un momento muy oportuno, pues está orientado a favorecer el desarrollo de las microempresas y a regularizar la situación de las que están fuera del sistema formal. Esa es la realidad. Debemos recordar que las medianas, pequeñas y microempresas generan el 80 por ciento de la mano de obra. Con el proyecto se desburocratizan los trámites para que puedan entrar al sistema formal.
Debo reconocer que las exigencias que se imponen son lógicas y que no se está dando una señal de permisividad, cuestión que también es importante considerar. Por lo tanto, si se publicita bien la ley, podrán acogerse a ella todas las microempresas familiares que cumplen la importante labor de dar trabajo a personas no capacitadas o que se inician en el mundo laboral y que en otras partes deberían cumplir mayores requisitos.
Consideramos oportuno aprobar el proyecto. Así lo hará la bancada de Renovación Nacional, sin perjuicio de considerar las dudas que nos han surgido, que esperamos solucionar en el transcurso del debate.
He dicho.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Enrique Jaramillo .
El señor JARAMILLO.-
Señor Presidente, el proyecto nos invita a sentirnos bien, nos motiva. Los comentarios expresados y la relación del diputado informante nos llevan a preocuparnos de un tema trascendental: el empleo.
El 80 por ciento de los empleos es generado por los pequeños y medianos empresarios. El desarrollo y expansión de las grandes empresas fabriles o de comercialización que trabajan en la exportación de materias primas o de recursos medianamente elaborados, no son intensivas en contratación de mano de obra, sino en capital y tecnología. Aquí, curiosamente, surgen diferencias en el mundo económico, en empresas que, al carecer de personal, no son tomadas en cuenta. Pero es el avance de la cultura, de la civilización. La tecnología provoca trastornos en el mundo actual, en nuestra sociedad. Por ello, sostengo la importancia de las pymes en el ámbito laboral.
La economía chilena creció en el año 2000 alrededor de 5 por ciento, vale decir, cinco puntos, pero no hubo absorción de mano de obra. Por lo tanto, el crecimiento se obtuvo a costa de intensificar la productividad de los mismos trabajadores o mediante la venta de productos guardados en bodega o de la utilización de la capacidad tecnológica instalada. No hubo aumento del empleo, pese al 5 por ciento de crecimiento del producto. Las mejoras en la situación del empleo son fruto del gasto directo del Estado en programas especiales, administrados en forma exitosa por el Ministerio de Hacienda y la Subsecretaría de Desarrollo Regional. Una situación como la descrita amenaza con convertirse en estructural, con los riesgos y consecuencias sociales que el país percibe. Quisiera estar equivocado.
Conozco las preocupaciones del Presidente Lagos y de su equipo económico sobre este punto. Incluso sostuve una larga y productiva reunión con el ministro de Hacienda. Fue una conversación en la cual se me informó en detalle sobre el plan de apoyo a las pymes que implementa el Gobierno, preocupación que ha estado presente. Que no se diga que hay insensibilidad de nuestros gobernantes sobre el destino de estas familias trabajadoras, pues sabemos de los esfuerzos que se están llevando a cabo para apoyarlas.
Pero hay que decirlo me gustaría que los grandes empresarios del país, acostumbrados a obtener utilidades para ello trabajan e invierten, asumieran posiciones en este sistema liberal localista, propio de este Estado que, en mi opinión, dista mucho de lograr su desarrollo. Debieran hacer parte de su logro económico y entusiasmarse, como sucedió hace un tiempo con esos castillos que, al final de cuentas, se esfumaron en el aire, cuando éramos jaguares. Hoy, los hijos de esos jaguares queremos ser exportadores y llegar a otras latitudes, reeditando nuestras primeras posiciones, que, en algún tiempo, nos llenaron de triunfos económicos.
Estimados colegas, hay satisfacción por los perfeccionamientos del proyecto que se han llevado a cabo en la Comisión, pues tienden a esclarecer la materia en comento. Sin embargo, me preocupa otro punto, sobre el cual conversamos con los ministros de Agricultura y de Hacienda: se ha olvidado que en la zona rural también existen pymes de naturaleza industrial, microempresas familiares campesinas, tales como las de producción de instrumentos de trabajo, de alimentos, de comercialización de insumos, de servicios para el trabajo agrícola e incluso vinculados con la producción agraria en terreno ajeno. Todo esto pertenece al mundo rural. Por eso me llama la atención que en el proyecto, lamentablemente, no aparezca la palabra “rural”, como tampoco la expresión “mundo campesino”. Tal vez con el debido respeto tales realidades han sido ignoradas debido al desconocimiento de la complejidad y diversidad de la vida rural.
En la Décima Región a uno de cuyos distritos represento en esta Sala, el 50 por ciento de la actividad económica está radicada en el sector rural. Hay miles de pymes agroindustriales y, sin embargo, la mayoría de los instrumentos legales las excluyen y, en cambio, apoyan los programas tradicionales que impulsa el Ministerio de Agricultura, en circunstancias de que éstos son más adecuados para el productor campesino y no para el que ha dejado de ser inquilino o empleado y que ha pretendido iniciarse empresarialmente por cuenta propia.
A este mundo rural también llegaron el empleado público, el jubilado y ¿por qué no decirlo?, también el profesor que, en su vida laboral, invirtió parte de su ahorro económico en pequeñas hijuelas o parcelas. Sin embargo, poseyendo la capacidad, la cultura y, a lo mejor, más ánimo que otros, no tienen derecho a participar de los beneficios de las políticas del Indap sólo por no haber nacido en el mundo rural. Quien ha nacido allí se siente desanimado, debido a las complejidades que todos conocemos. Pero repito aquel que puede cambiar la historia de la vida campesina no tiene el apoyo gubernamental.
En consecuencia, formulo un llamado a la Comisión para considerar en sus decisiones a este sector de campesinos microempresarios, junto con valorar el apoyo que se les está dando a las pymes urbanas. Votaré afirmativamente el proyecto, pero con la duda propia de quien se siente parte de un segmento tan mal tratado como es el rural.
He dicho.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Salvador Urrutia .
El señor URRUTIA.-
Señor Presidente, todos estamos contestes en que la microempresa familiar y, en general, la pequeña y la mediana empresas requieren de un gran apoyo. De hecho, hace pocos días, el Gobierno dio a conocer un plan de ayuda financiera y de repactación dirigido a las pymes. Ahora estamos estudiando la situación de uno de sus sectores que puede tener gran despegue con las normas de este proyecto. Hemos visto sorprendidos cómo, en otros países, las pequeñas empresas familiares han generado intensa actividad económica y servicios de gran calidad, especialmente en el turismo y en la artesanía. En distintas ciudades españolas hemos constatado cómo pequeños restaurantes son atendidos por padres, madres, hijos, primos. Se trata de pequeñas empresas familiares apoyadas, en este caso, por leyes que tienden a desarrollarlas a un nivel creador de riqueza y bienestar para el país, además de proporcionar un excelente servicio a los visitantes.
Apoyo decididamente este proyecto, pues estimo que facilitará la creación y funcionamiento de las pequeñas empresas familiares, junto con eliminar una enorme cantidad de trámites burocráticos que empantanan, desilusionan y frustran a cualquier pequeño empresario que quiera iniciar una empresa familiar. La iniciativa en debate permite aclarar esos temas, brindando un real apoyo a este tipo de empresa.
Por otra parte, sería conveniente mejorar algunos aspectos de redacción, en particular el relacionado con la exigencia de que cinco personas, ajenas al grupo familiar, formen parte de la empresa. En otras palabras, se trata de dar cabida a empleados y trabajadores, en un sistema de contratación, para apoyar el trabajo de la microempresa familiar. Sin embargo, el artículo único señala reitero en su parte final, que no deben emplearse “más de cinco personas ajenas al grupo familiar, que residan en la casa habitación”, lo que da a entender que ellas deben residir en ésta, requisito que va absolutamente en contra del espíritu con que se aprobó esta norma en la Comisión. Se debe dejar en claro que estas personas ajenas al grupo familiar no tienen por qué residir en la casa habitación, sino sólo el grupo familiar que trabaja en la empresa.
Con esta salvedad y por las razones expuestas, votaré a favor el proyecto.
He dicho.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Roberto Delmastro .
El señor DELMASTRO.-
Señor Presidente, este proyecto, extremadamente importante, da una señal clara a la ciudadanía en cuanto a que la iniciativa privada es el motor que mueve a la economía nacional. Existen países en donde la economía se basa fundamentalmente en la pequeña y mediana empresa, específicamente en las empresas familiares. Un ejemplo es Italia, en donde el 60 por ciento del producto interno bruto proviene de la pequeña y mediana empresa. Un alto monto de ese porcentaje proviene de empresas familiares que funcionan en torno al hogar. Sin ir más lejos, en regiones como Lombardía, en el norte de Italia, existen más de cincuenta mil empresas, de las cuales el 90 por ciento están calificadas como pequeñas y medianas. Concuerdo con el diputado señor Jaramillo en cuanto a que echamos de menos en la iniciativa aquella área de nuestro país tan importante como lo es el mundo rural. Estimo que sería pertinente redactar una indicación que incorpore y reconozca a ese sector tan importante de nuestra economía que merece acogerse a los beneficios del proyecto.
Del mismo modo, es fundamental entregar esta señal a los municipios, que serán la puerta de entrada de estas empresas familiares que esperamos se van a crear a lo largo y ancho del país.
En resumen, sólo quiero destacar que el proyecto es valiosísimo, da una señal clara y apunta en la dirección correcta para poder crear miles de estas empresas que van a significar mayor fuente laboral para mucha gente.
Anuncio mi voto favorable, con la salvedad de la indicación que he mencionado.
He dicho.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Núñez .
El señor NÚÑEZ.-
Señor Presidente, el debate ha sido muy interesante.
Sólo quiero recordar que el proyecto fue presentado, en 1994, por el honorable senador señor Andrés Zaldívar . Habitualmente, basta leer los diarios para concluir que aquí no hacemos nada; pero, gracias al esfuerzo de esta Cámara, por dar trascendencia a las pequeñas, medianas y microempresas, hoy, este proyecto es considerado de tanta importancia.
Recuerdo que mucha gente se rió cuando hicimos la sesión especial relacionada con el empleo y la pequeña empresa. Hoy, el Gobierno reconoce que muchas de las iniciativas que surgieron de ese debate son el insumo con que ha contado para adoptar las medidas de estos días.
En consecuencia, podemos estar orgullosos de que hemos hecho una tarea importante para que todo el país tome conciencia de que el 80 por ciento de los chilenos trabaja en las pequeñas, medianas y microempresas. Entonces, hoy, el proyecto de 1994 puede ser realidad.
Pero han surgido inquietudes legítimas: jurídicas, del diputado señor Elgueta y de la diputada señorita Sciaraffia ; arquitectónicas, del diputado señor Hales ; en relación con la microempresa campesina que también está considerada, del diputado señor Jaramillo , y la planteada recién por el diputado señor Delmastro .
Por consiguiente, señor Presidente, le pido que recabe el asentimiento de la Sala para que, con el fin de resolver dichas inquietudes, el proyecto vuelva a la Comisión y se estudie durante una semana, antes de que entreguemos el informe definitivo. De esa manera podremos aclarar las dudas legítimas, a sabiendas de que el espíritu de la Cámara es aprobar rápidamente.
He dicho.
El señor JEAME BARRUETO (Presidente).-
Ha llegado a su término el Orden del Día.
Si le parece a la Sala, se accederá a la propuesta en el sentido de que, para aclarar las dudas, el proyecto vuelva a la Comisión y se analice más a fondo durante una semana, después de la cual lo trataría la Sala.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
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