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- rdf:value = " La señora CARABALL, doña Eliana (Presidenta accidental).-
Tiene la palabra el diputado señor Haroldo Fossa .
El señor FOSSA.-
Señora Presidenta, hace seis meses y después de casi nueve de trabajo, los integrantes de la Mesa de Diálogo lograron suscribir una declaración que, sin duda, es un documento importante para ir dejando atrás las divisiones del pasado, algo que la mayoría de los chilenos deseamos llegue a concretarse pronto en nuestro país.
Por primera vez se reunieron personas que representan distintas visiones de los acontecimientos de un pasado reciente y que muchos queremos olvidar. La valentía de unos y otros para reconocer “sus errores respecto de los hechos ocurridos durante el gobierno militar y el clima de violencia que reinaba en los años previos a 1973”, demuestra la voluntad no sólo de estas connotadas personas, sino de un país que desea vivir reconciliado.
La valentía y el espíritu constructivo de todos los que hicieron posible que esta iniciativa tuviera éxito, permitieron que hoy exista una posibilidad real de que el país cierre en paz la transición y avance mirando hacia el futuro.
El acuerdo alcanzado por la Mesa de Diálogo respondió a los anhelos de paz que los chilenos dejaron de manifiesto en la pasada elección presidencial. En ella quedó en evidencia la necesidad de cerrar las heridas del pasado y entregar a las nuevas generaciones un país amistoso, donde exista tolerancia y respeto por los derechos de las personas.
Hoy, después de 27 años de ocurridos los hechos que dividieron al país, el esfuerzo de aquellos sectores que parecían irreconciliables, permite que Chile avance y concentre sus esfuerzos en solucionar los problemas que actualmente afectan a la inmensa mayoría de nuestros compatriotas.
Desgraciadamente, los únicos que han criticado el acuerdo alcanzado han sido los mismos que ayer nos llevaron a la división y a la separación de bandos y que no desean reconocer que ideológicamente están siendo sobrepasados por la realidad de un mundo que no quiere barreras, muros o fanatismos decadentes, que no permiten el asentamiento de la reconciliación, pues con ello se termina su vida impopular.
Al cumplirse el próximo 6 de enero la primera etapa y lo recalco así sobre la entrega de antecedentes acerca del paradero de los detenidos desaparecidos, he querido, con estas palabras, reconocer una vez más la loable labor cumplida por la Mesa de Diálogo, cuya declaración oficial reconoce explícitamente que “Chile sufrió a partir de la década de los ’60 una espiral de violencia política que los actores de entonces provocaron o no supieron evitar. Este grave conflicto social y político culminó con los hechos del 11 de septiembre de 1973, sobre los cuales los chilenos sostienen legítimamente distintas opiniones”.
En esta ocasión, reitero mi rechazo más absoluto de la violencia como método de acción política, ya sea en relación con las violaciones de los derechos humanos como en la violencia política cometida por aquellos que se oponían en un momento al gobierno militar.
Además, es fundamental que el país haga todo lo humanamente posible para que jamás vuelvan a repetirse estos hechos en la historia de Chile.
El acuerdo alcanzado por la Mesa de Diálogo ha generado un clima que le permite a Chile avanzar en la reconciliación. El esfuerzo realizado por cada uno de los integrantes de la misma deja de manifiesto que el país quiere y puede superar las divisiones del pasado. Ahora le corresponde a toda la sociedad, especialmente al Gobierno y a las Fuerzas Armadas, lograr que los frutos de este acuerdo sean una realidad.
He dicho.
"