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El señor ANDRADE (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Vlado Mirosevic .
El señor MIROSEVIC.-
Señor Presidente, desde Arica hemos dado una larga pelea en relación con esta materia. En 2007, cuando era director del diario El Morrocotudo, iniciamos una campaña masiva en la que organizaciones sociales pidieron al gobierno regular la calidad del agua. Tal como señala el informe, los niños de Arica debían consumir 22 veces la concentración de boro recomendada por la Organización Mundial de la Salud. Es decir, un niño ariqueño está expuesto a tasas muy altas de elementos dañinos para la salud y que, incluso, la OMS recomienda ponerle límite.
Cuando iniciamos esta campaña en El Morrocotudo nos dimos cuenta de que la norma chilena tenía una incongruencia, ya que regulaba el boro en relación con el agua potable rural, no para consumo humano. En efecto, no había ningún tipo de regulación para el consumo humano, a pesar de que las guías de la OMS pedían, hace mucho tiempo, que los Estados regularan ese elemento.
Desde el punto de vista de la opinión científica, hay distintos estudios que demuestran que esto puede ser muy complejo para la salud en la medida en que haya altas concentraciones en el consumo diario. Por eso, la OMS lo incorpora en sus guías clínicas. Sin embargo, en Chile –repito no se hacía nada desde el Ministerio de Salud o desde la Superintendencia de Servicios Sanitarios para regular la materia.
Por eso, junto con otros diputados, como Marcela Hernando , Alejandra Sepúlveda , Giorgio Jackson y varios más, hemos presentado este proyecto, que establece que el Ministerio de Salud debe dictar un decreto que regule esos elementos, con lo que quitamos a la Superintendencia de Servicios Sanitarios la facultad de influir sobre esta materia. Desde ahora será el Minsal, con criterios de salud, el que definirá qué elementos estarán regulados para el consumo humano y el que se hará cargo de las recomendaciones de la OMS.
Entendemos que cada país es soberano de tomar sus propias regulaciones, pero la OMS pide que ciertos elementos estén regulados. No hay ninguna razón por la cual Chile no deba regular elementos como el boro.
De acuerdo con el proyecto, a partir del 31 de diciembre de 2018, el Minsal estará obligado a dictar un decreto que permita regular ese tipo de elementos.
Nos parece muy bien que se hayan incorporado elementos químicos como el arsénico, pero es muy preocupante que el boro haya quedado fuera. No entendemos las razones técnicas y científicas de tal decisión. El Minsal, que deberá incorporar este elemento en el decreto supremo, tendrá que dar las explicaciones del caso.
Entendemos que no es propio que el Congreso Nacional defina los porcentajes de concentraciones máximas por litro, porque pueden variar. Por lo tanto, tendrá que ser el Minsal, vía administrativa, sin pasar por el Congreso, el que aumente o disminuya las concentraciones de cada uno de los elementos que estén regulados. No es propio de una ley comprometer un número en materia de regulación, porque este varía. Incluso la OMS ha modificado sus guías clínicas en cuanto a concentraciones máximas permitidas se refiere.
Por lo tanto, en la medida en que cambien los estándares internacionales, también debe cambiar la regulación chilena. Es lo que se busca con el proyecto. De acuerdo con esta nueva normativa, el Minsal deberá considerar los estándares internacionales en materia de calidad del agua potable y tendrá la facultad exclusiva de hacerlo, toda vez que se retira de tal obligación a la Superintendencia de Servicios Sanitarios, que sabemos que muchas veces se moviliza mediante criterios más bien económicos y no por resguardar la salud humana. El Minsal deberá garantizar mediante decreto supremo los elementos que permitirán establecer que el agua potable para el consumo humano no dañará la salud.
La aprobación de esta iniciativa será una gran noticia para la Región de Arica y Parinacota y para las otras regiones del norte grande, toda vez que sus aguas contienen altas concentraciones de boro. Hacia el sur se diluyen un poco las cifras de tal concentración. Es una situación que tiene que ser regulada. Debemos obedecer lo que establece la Organización Mundial de la Salud e incorporar elementos para regular la calidad del agua potable de modo que no dañe la salud humana.
Agradezco a los integrantes de la Comisión de Salud que apoyaron el proyecto desde el inicio y que lo votaron favorablemente.
He dicho.
-Aplausos.
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