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El señor ANDRADE (Presidente).-
Corresponde tratar las observaciones de su excelencia la Presidenta de la República al proyecto de ley, iniciado en mensaje, que moderniza el sistema de relaciones laborales, introduciendo modificaciones al Código del Trabajo.
De conformidad con los acuerdos de los Comités adoptados ayer, para la discusión de las observaciones las bancadas dispondrán de los siguientes tiempos: Unión Demócrata Independiente, 14.30 minutos; Partido Demócrata Cristiano, 10.30 minutos; Partido Socialista, 8.30 minutos; Renovación Nacional, 8.00 minutos; Partido por la Democracia, 7.30 minutos; Independientes, 4.30 minutos; Partido Comunista e Izquierda Ciudadana, 3.30 minutos, y Partido Radical Socialdemócrata, 3.00 minutos.
Diputado informante de la Comisión de Trabajo y Seguridad Social es el señor Patricio Vallespín.
Antecedentes:
-Certificado de la Comisión de Trabajo y Previsión social, sesión 36ª de la presente legislatura, en 21ª de junio de 2016.Documentos de la Cuenta N° 2.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Cito a reunión de Comités sin suspender la sesión.
Tiene la palabra el diputado informante.
El señor VALLESPÍN (de pie).-
Señor Presidente, en nombre de la Comisión de Trabajo y Seguridad Social, paso a informar sobre las observaciones formuladas por su excelencia la Presidenta de la República al proyecto de ley, con urgencia calificada de “discusión inmediata”, que moderniza el sistema de relaciones laborales, introduciendo modificaciones al Código del Trabajo.
Argumenta su excelencia la Presidenta de la República que el proyecto de ley presentado a tramitación legislativa apunta al desarrollo de relaciones laborales modernas, justas y equilibradas entre las partes, en las que predomine el diálogo y el acuerdo, combinando objetivos de equidad, eficiencia y productividad.
Agrega que, a su juicio, es impostergable promover espacios efectivos de diálogo y acuerdo que permitan compatibilizar las necesidades derivadas del dinamismo, la competitividad y la productividad de las empresas en la economía nacional y global, con relaciones laborales en las que exista una justa distribución de la renta, un trato respetuoso entre las partes, y en que se fortalezca la organización y capacidad de negociación de los trabajadores.
A continuación, hace presente que el Tribunal Constitucional ha acogido los requerimientos de constitucionalidad en contra de los artículos del proyecto que recogen el denominado “principio de titularidad sindical”, que constituye la base fundamental para el necesario fortalecimiento de la organización de los trabajadores. Sin el reconocimiento de la titularidad sindical en el proyecto de ley, las restantes disposiciones vinculadas con dicho principio deben ser revisadas, en aras de garantizar la eficacia de las normas y de restablecer los equilibrios perdidos en el sistema de relaciones laborales.
Asimismo, ha declarado inconstitucional la extensión de beneficios a nuevos afiliados a la organización sindical.
Señalan los considerandos del veto que el gobierno, respetuoso de la institucionalidad, ha adoptado la decisión de formularlo con la finalidad de garantizar la eficacia de las demás normas legales aprobadas que no fueron objeto de reproche constitucional.
Agrega que la modernización de las relaciones laborales propuesta ha requerido modificar los pilares del derecho colectivo del trabajo, cuales son las normas aplicables a las organizaciones sindicales, a la negociación colectiva y a la huelga. De esta forma, el ejercicio de los derechos que se produce en cada uno de ellos resulta plenamente coherente con los demás en cuanto los derechos colectivos forman parte de un sistema general de relaciones laborales.
Expresa, a continuación, que el proyecto de ley presentado por el Ejecutivo constituye una propuesta de regulación sistémica al conjunto de los institutos del derecho colectivo, de modo tal que cuando se altera el contenido de uno de ellos, inevitablemente se produce una alteración significativa en los demás y en el sistema en su conjunto.
Añade que la supresión de las normas relativas a titularidad sindical desequilibra el sistema propuesto de negociación de pactos sobre condiciones especiales de trabajo.
En la visión del Ejecutivo, el permitir que las partes negocien y pacten materias tan sensibles como la distribución de las jornadas de trabajo, el tiempo de preparación para laborar, la jornada pasiva y las horas extraordinarias debe ir acompañado del debido resguardo de la voluntad colectiva de los trabajadores, lo que se logra a través del reconocimiento de la titularidad sindical, esto es, con la presencia dentro de la empresa de organizaciones sindicales fortalecidas, autónomas y permanentes, que sirvan de efectiva contraparte al empleador.
Suprimidas las normas sobre titularidad por la decisión del Tribunal Constitucional, el esquema se desequilibra gravemente, lo que aconseja la revisión de los preceptos que permiten negociar los denominados “pactos de adaptabilidad”.
De igual forma, concluye, el proyecto de ley contiene modificaciones al sistema de los quorum exigidos a los sindicatos para negociar colectivamente.
Esas enmiendas se basan precisamente en la existencia del principio -de nuevo de titularidad sindical.
Por lo mismo, eliminadas las disposiciones sobre titularidad sindical, se hace indispensable revisar las normas atinentes a quorum de negociación.
El presente veto plantea suprimir determinadas disposiciones para permitir que el sistema de relaciones laborales que se ofrezca a trabajadores y empleadores cumpla con los objetivos tenidos en cuenta por este gobierno al proponerlo a tramitación legislativa, que constan en las ideas matrices y en las finalidades de la iniciativa.
Con respecto a la norma que define la negociación colectiva, las partes y el objetivo -artículo 303, contenido en el número 37) del artículo 1° del proyecto de ley-, se propone la eliminación de su inciso cuarto.
En cuanto al Título VI del Libro IV “De los Pactos sobre Condiciones Especiales de Trabajo” del número 37) del artículo 1° del proyecto de ley, se sugiere igualmente suprimir los pactos regulados en los artículos 376, 377 y 378.
Asimismo, se propone suprimir la oración final del inciso primero del artículo 341, contenido en el número 37) del artículo 1° del proyecto de ley.
Igualmente, se sugiere eliminar los artículos séptimo, octavo y décimo transitorios. Durante la discusión de dichas observaciones en la comisión se contó con la presencia del señor ministro secretario general de la Presidencia , don Nicolás Eyzaguirre Guzmán ; del señor ministro de Hacienda, don Rodrigo Valdés Pulido , y de la señora ministradel Trabajo y Previsión Social, doña Ximena Rincón González , quienes refrendaron los fundamentos expuestos en las observaciones formuladas por su excelencia la Presidenta de la República, que dieron origen a un intenso debate, el que se recogerá posteriormente en el informe que elaborará la secretaría de la comisión y, con seguridad, se repetirá hoy en esta Sala.
En esa discusión se abordaron, por ejemplo, las implicancias del fallo del Tribunal Constitucional y las visiones existentes en torno a él; la coherencia del veto con relación a las ideas matrices del proyecto; los efectos del veto, etcétera.
Como resultado de ello, la Comisión de Trabajo y Seguridad Social aprobó, por 8 votos a favor y 5 en contra, una a una, las cinco observaciones formuladas por su excelencia la Presidenta de la República.
Votaron a favor los diputados señores Andrade , Boric , Campos, Carmona , Jiménez , Schilling (en reemplazo de la señora Denise Pascal) , Walker y quien habla.
En contra lo hicieron los diputados señores Barros , De Mussy , Melero , Nicolás Monckeberg y Leopoldo Pérez (en reemplazo del diputado señor Cristián Monckeberg ).
En virtud de ello, la Comisión de Trabajo y Seguridad Social recomienda a esta Cámara la aprobación de todas las observaciones que su excelencia la Presidenta de la República formuló al proyecto que moderniza las relaciones laborales por la vía de introducir modificaciones al Código del Trabajo.
Es cuanto puedo informar a la Sala.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
En discusión las observaciones de su excelencia la Presidenta de la República.
Tiene la palabra la ministradel Trabajo y Previsión Social, señora Ximena Rincón .
La señora RINCÓN, doña Ximena (ministra del Trabajo y Previsión Social).-
Señor Presidente, por su intermedio expreso mi gratitud a la Comisión de Trabajo y Seguridad Social de la Cámara de Diputados por haber aprobado ayer el veto de la Presidenta de la República, pues ello significa dar un paso más en la intención del gobierno de modernizar las relaciones laborales.
Ha sido público y notorio el intenso debate que ha suscitado el proyecto de ley, que llegó incluso a la discusión en el Tribunal Constitucional.
Por eso, saludamos a la Comisión de Trabajo por tal paso, el último para lograr la aprobación de este proyecto. De esa forma, en seis meses más, cuando entre en plena vigencia la ley pertinente, las negociaciones colectivas se desarrollarán en mejores condiciones para las partes, con más equilibrio y con mayor respeto a los derechos colectivos de los trabajadores.
Nuestro país sabe por qué llegamos a este veto. Lo presentamos porque el fallo del Tribunal Constitucional echó abajo una de las instituciones fundamentales del proyecto, la titularidad sindical, de la manera como la habíamos planteado.
Lo dijimos desde el comienzo: se trata de regular un sistema de relaciones laborales, no de aprobar normas aisladas. Y un sistema de relaciones laborales debe ser armónico, coherente, equilibrado.
Al reprochar el Tribunal Constitucional las reglas sobre titularidad sindical, dicho sistema quedó desequilibrado.
Este veto busca reequilibrar las diversas situaciones y evitar que los grupos negociadores accedan a los pactos de adaptabilidad.
Una de las innovaciones más importantes de la iniciativa eran precisamente los referidos pactos, pues mediante ellos se pueden alterar normas de las más sensibles del derecho del trabajo: las relativas a la jornada laboral y a las jornadas extraordinarias.
Así nació, de hecho, la lucha sindical, para bregar por el descanso semanal, por una jornada diaria que permitiera el descanso y el tiempo libre.
Si uno busca alterar dichas normas porque genuinamente las necesidades productivas así lo ameritan, debe hacerlo con sumo cuidado, con protección a los trabajadores y, sobre todo, de manera pactada.
Señor Presidente, no estamos por una flexibilidad unilateral: estamos por la adaptabilidad pactada. Pero el Tribunal Constitucional impidió que dichos pactos se realizaran entre partes equivalentes.
La adaptabilidad sin fortalecimiento sindical puede derivar en grandes abusos.
Somos respetuosos de las instituciones, y acatamos íntegramente y de buena fe el fallo.
No hemos propuesto reponer las reglas de titularidad recurridas por la oposición, por la derecha, ante el Tribunal Constitucional. El tribunal ha sido claro en su fallo.
De hecho, buscamos acuerdos con la oposición para reformar la Constitución en el mismo y exacto sentido que dispone el Convenio 135 de la OIT, aprobado por este Parlamento y ratificado por nuestro país, para poder avanzar en la línea de adaptabilidad pactada con los sindicatos, pero la oposición se negó a legislar en dicho sentido.
Por tanto, no nos quedó otra opción que no fuera vetar los pactos de adaptabilidad, porque no podemos exponer a los trabajadores en materia de jornadas de trabajo excepcionales, horas extraordinarias y jornada pasiva.
También vetamos la norma que exigía a los sindicatos acreditar el quorum de constitución a la hora de negociar, dado que ese requisito, que era alto, solo se justificaba por la exigencia de titularidad sindical.
Debo aclarar que este veto no se refiere a la situación de los grupos negociadores, dado que es independiente de aquellas normas que la derecha se opuso a regular de mejor manera.
Por tanto, no se deben entregar argumentos que no son reales: no podíamos plantear un veto aditivo porque no podíamos adivinar cuáles serían los fundamentos del fallo del Tribunal Constitucional. Además, dicho tribunal no nos puede obligar a legislar, y los plazos no nos permitían otra fórmula que la del veto supresivo.
En definitiva, señor Presidente, este veto busca reequilibrar el proyecto y dejarlo en condiciones de convertirse en ley.
Estamos convencidos de que, no obstante no contar con el principio de la titularidad sindical, como nos hubiese gustado, el proyecto sigue siendo un avance importante para las trabajadoras y los trabajadores de nuestro país, y también para las relaciones laborales. La evidencia es abrumadora: las empresas donde hay mejor diálogo son aquellas que cuentan con sindicatos. Allí hay mejores condiciones de trabajo, mejores remuneraciones, mejores condiciones de seguridad y mejores índices de capacitación.
La buena negociación colectiva es buena para todos, señor Presidente, y esta ley en tramitación entrega herramientas importantes para alcanzarla, como un procedimiento más simple, un mejor acceso a la información, huelga efectiva, mejores reglas para la extensión de beneficios, normas para la incorporación de la mujer en la dirigencia sindical, un consejo superior laboral tripartito, un fondo sindical para la formación de dirigentes sindicales y apoyo para las pymes. Como se puede apreciar, se trata de una auténtica política de Estado.
Miramos con satisfacción todos estos avances, por lo que agradecemos el respaldo ya logrado en la Comisión de Trabajo, que esperamos se repita en la Sala.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Patricio Vallespín .
El señor VALLESPÍN.-
Señor Presidente, parto señalando que la ministra ha sido muy clara y que la institucionalidad de nuestro país funciona.
La derecha, ejerciendo un derecho, hizo una presentación profundamente ideológica ante el Tribunal Constitucional respecto de sus objeciones a la titularidad sindical y otros elementos del proyecto, porque consideraba que pasaban a llevar disposiciones de la Constitución.
El Tribunal Constitucional hizo lo suyo y emitió una resolución en la que acogió el planteamiento de la derecha y sostuvo que la titularidad sindical no puede abordarse a través de un proyecto de ley, porque es contraria a la Constitución.
Gran celebración de los parlamentarios de derecha, porque consideraron que con eso lograban el propósito fundamental de todas sus intervenciones, posiciones y opiniones: evitar que se aprobara una reforma laboral significativa que permitiera avanzar en pro de equilibrar las relaciones entre trabajadores y empleadores, y, de alguna manera, que se fortalecieran los derechos colectivos como instrumentos para terminar con los abusos que muchas veces se dan en este ámbito.
El fallo del Tribunal Constitucional eliminó la titularidad sindical, lo que a mí me parece aberrante desde el punto de vista político y social, porque incorpora en las relaciones laborales un individualismo patológico, que no se condice con la tradición de un país que ha visto siempre en los sindicatos una fuerza organizativa que permite que los trabajadores defiendan de mejor manera sus derechos, acuerden mejores condiciones laborales y que haya una mejor distribución de los beneficios que la empresa obtiene con el aporte fundamental del trabajo.
Por eso, el gobierno, en el marco del funcionamiento de la institucionalidad, decidió utilizar la institución del veto. Me parece que, de una u otra manera, sintió que el principio rector que estaba detrás, que era equilibrar las relaciones laborales y fortalecer los derechos de los trabajadores, se vería gravemente afectado si no existía la titularidad sindical y otros componentes de su propuesta, coherentes con su propósito de equilibrar las relaciones entre trabajadores y empleadores. Consideramos que si hubiera titularidad sindical, se podría avanzar en otras materias para las que se requieren organizaciones fuertes y activas.
Ante esa situación y para garantizar que existiera de verdad un avance equitativo y equilibrado en las relaciones laborales, se presentó este veto, que la Democracia Cristiana y la Nueva Mayoría, por supuesto, apoyan decididamente, porque tenemos que actuar de manera razonable, pertinente y coherente.
Razonable, porque lo que buscábamos era que el proyecto de ley, con titularidad sindical, significara un cambio significativo en las relaciones laborales. Por eso, como Democracia Cristiana fuimos los primeros en plantear que si había un problema constitucional, debíamos avanzar hacia una reforma constitucional para que se estableciera en forma clara y acotada la titularidad sindical en nuestra legislación, esto es, que el sindicato tiene la preeminencia o el rol fundamental en la negociación colectiva.
¿Qué respuesta obtuvimos de la derecha? Intransigencia ideológica absoluta. Ni siquiera quisieron sentarse a conversar para ver si era posible consensuar un texto. La respuesta fue inmediata: ante el mero planteamiento de la idea de avanzar hacia una reforma constitucional que permitiera la titularidad sindical, nos dijeron que no.
¿Por qué lo hizo? ¿Qué quería la derecha? Una reforma laboral debilitada y que la adaptabilidad, por la cual siempre luchan, porque es su caballito de batalla, fuera hecha por los grupos negociadores, que tal como nacen, desaparecen. Nada más cómodo para que sigan los abusos en el mundo laboral.
Por eso, consideramos razonable aprobar este veto. Pero además es pertinente, porque si queremos dar señales de tranquilidad a los actores productivos, debemos cerrar cuanto antes el debate, promulgar el proyecto de ley tal como está, veto incluido, y que comience a operar luego. En el camino veremos si efectivamente hay que hacerle perfeccionamientos.
Los pitonisos de las bancadas de la oposición auguran el desastre completo con la aplicación de esta futura ley. ¡Veámoslo! Si hay que actuar, se actuará en ese minuto, después de que los tribunales hagan su trabajo, si efectivamente los problemas llegan a los tribunales.
Siempre hemos creído en la responsabilidad de los trabajadores, por lo cual apoyaremos, como Democracia Cristiana, este veto. Somos coherentes, así es que, si efectivamente queremos avanzar para que algunas cosas tan importantes del código laboral, como la jornada laboral, las horas extraordinarias, la jornada pasiva, etcétera, puedan ser objeto de acuerdos a través pactos de adaptabilidad, necesitamos sindicatos fuertes, necesitamos titularidad sindical. ¡Eso es coherencia!
Por eso, la Democracia Cristiana, siempre coherente con su historia y con su confianza en la comunidad de trabajadores organizados, apoya este veto, ya que, insisto, consideramos que permite reequilibrar un proyecto de ley que quedó desestabilizado con el fallo del Tribunal Constitucional.
He dicho.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Tucapel Jiménez .
El señor JIMÉNEZ.-
Señor Presidente, para que la ciudadanía lo entienda, este veto busca reponer el equilibrio que había en el texto original del proyecto de ley sobre relaciones laborales, ya que el fallo del Tribunal Constitucional le quitó la titularidad sindical, que era el corazón de dicha reforma.
Acabamos de discutir el aumento del salario mínimo. Por falta de tiempo no alcancé a decir en ese debate que a nosotros nos ponía en una disyuntiva, porque votar en contra significaba negarles 10.000, 15.000 o 26.000 pesos a los trabajadores, que aunque sea poco, los trabajadores los necesitan.
Además, porque aunque votar en contra podía servir como mecanismo de presión para intentar que se elevaran los guarismos, me parecía un objetivo imposible de alcanzar.
Por otro lado -de ahí la disyuntiva-, votar a favor significaba aprobar un aumento pequeño e insuficiente para los trabajadores.
Entonces, no entiendo la posición de la derecha ante este otro proyecto, porque lo que buscaba era precisamente darle más poder a los sindicatos, darle la titularidad en las negociaciones colectivas, para que en el futuro sean los propios trabajadores quienes negocien sus condiciones de trabajo, entre ellas, sus remuneraciones, de manera que no tengamos que ser nosotros los que definamos aumentos 5.000, 6.000 o 7.000 pesos en el salario mínimo.
Ese era el sentido de la reforma; pero al escuchar los discursos de los diputados de enfrente, parece que nunca lo entendieron así.
Como dije, lo que busca el veto es reponer los equilibrios, porque el fallo del Tribunal Constitucional rechazó la titularidad de los sindicatos, con lo que los dejó en el peor de los mundos.
Ahora la derecha se ha dado cuenta de eso, y parece que se arrepiente, pero no quiere reconocerlo, porque está disfrutando del triunfo político que obtuvo en el Tribunal Constitucional, lo que, como señalé, dejó en el peor de los mundos no solo a los sindicatos, sino también a los empleadores.
La ciudadanía no entiende cuando se habla de grupos negociadores ni por qué algunos están en contra de ellos. Hay varias razones, entre otras, porque son grupos transitorios, no tienen personalidad jurídica, son susceptibles de disolución, por lo que no se puede hacer un seguimiento a los acuerdos que adoptaron, y, por último, los empleadores los utilizan para no negociar con los sindicatos, con el argumento de que ya existen acuerdos colectivos con los grupos negociadores.
Además, existe un antecedente importante. El plan laboral de José Piñera hizo algo inédito, cual es fijar la negociación colectiva a la titularidad de la negociación colectiva. En el caso de los empresarios, dejó claramente establecido que la titularidad era de los empleadores; pero en el caso de los trabajadores, la radicó en los sindicatos y en los grupos negociadores. ¡Inédito!
Repito: para los empresarios está clarito, porque los empleadores tienen la titularidad; pero en el caso de los trabajadores, la titularidad está radicada en los sindicatos y en los grupos negociadores.
Cuando se habla de grupos negociadores, la gente no entiende que con ello se busca desmotivar la afiliación de los trabajadores a los sindicatos y que estos crezcan.
Lo hemos dicho mil veces, pero siempre es bueno repetirlo: está completamente demostrado que en los países desarrollados, en los países modernos, tal como dice la OIT, la mejor manera de disminuir la desigualdad es la negociación colectiva, y eso se tiene que hacer a través de los sindicatos.
Sindicatos más fuertes, más empoderados y con mayor representatividad, por supuesto que van a obtener mejores condiciones, y sus afiliados, mejores sueldos. Eso es lo que acabamos de discutir respecto del salario mínimo.
Todos estamos de acuerdo en que el mayor problema de Chile es la desigualdad, y la posibilidad de superarla era mediante la reforma laboral; pero la derecha la desperdició al recurrir al Tribunal Constitucional.
He dicho.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Marcelo Schilling .
El señor SCHILLING.-
Señor Presidente, esta conversación sobre la relación conflictiva entre capital y trabajo es inmemorial, porque data desde que hubo excedentes que disputar, que después se convirtieron en un dolor de cabeza para el desarrollo de la humanidad.
No es novedad que la gente se aburra de los abusos. Por ejemplo, Espartaco se aburrió de ellos.
Esta conversación, que agota a algunos, continuará dándose y provocando conflictos mientras subsista la necesidad de algunos de ser servidos por otros y mientras eso se traduzca en abusos y desigualdades. Así que, paciencia colegas míos. Quienes pretendan seguir aquí, sepan que se continuará hablando de esto durante muchísimo tiempo más.
Debo señalar que el veto del Ejecutivo al proyecto de reforma laboral enviado con motivo del fallo del Tribunal Constitucional es completamente pertinente.
El Tribunal Constitucional dio al empresariado de Chile el sueño del pibe, la llamada flexibilidad laboral. Lo que ha hecho al eliminar la titularidad sindical y permitir que subsistan los llamados pactos de adaptabilidad es que estos se establezcan sin contraparte, porque, al mismo tiempo, ese tribunal nada dice respecto de los grupos negociadores, que algunos pretenden erigir en alternativa del sindicalismo para conversar esos temas. O sea, tienen el camino desbrozado para hacer lo que deseen en esa materia.
Los economistas dirán pitucamente que el fallo del Tribunal Constitucional tiene una externalidad positiva. Claro, para los empresarios, pero negativa para los trabajadores.
Ayer escuchamos una requisitoria en contra del veto. Se formuló con una pasión que era más bien virulencia, por el jefe de la oposición en la Cámara de Diputados, que todos saben quién es, porque habla respecto de todos los proyectos y descalifica todo. Parece que toma amargo antes de venir a las sesiones o no come postre para tener más amargura.
Señor Presidente, pretenden declarar fuera de plazo el ingreso del veto a la consideración de la Cámara, y, por esa vía, nos amenazan de que es inconstitucional y, por supuesto, de que irán de nuevo al Tribunal Constitucional.
Creo que es un terreno muy peligroso. ¡Cuántas veces los proyectos de ley de presupuestos de la nación han sido sometidos a la consideración de la Cámara de Diputados a las doce de la noche del 30 de septiembre, pero a nadie se le ha ocurrido declararlos inconstitucionales!
He dicho.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Patricio Melero .
El señor MELERO.-
Señor Presidente, cuesta determinar quién es el jefe de la oposición. Uno no sabe si es el presidente de la bancada del Partido Socialista, doctor Juan Luis Castro , quien se opone a todo, o si es el presidente del Partido Comunista, quien vota en contra muchos proyectos del gobierno. Cuesta dilucidar si la oposición está acá o si está al interior de una Nueva Mayoría tan dividida. En fin, dejemos que la opinión pública discierna eso.
Señor Presidente, el veto tiene su origen en un gobierno y en parlamentarios de la Nueva Mayoría -salvo honrosas excepcionesque durante la discusión de la reforma laboral pretendieron llevar adelante esa reforma por sobre los preceptos de la Constitución Política de la República, específicamente en el tema de la titularidad sindical y en otras normas.
Durante el debate de esa materia, muchos parlamentarios, no solo de oposición, hicimos ver al gobierno ese riesgo. Incluso, destacados senadores del Partido Demócrata Cristiano, que forman parte del gobierno, adelantaron el enorme riesgo que significaría esa cuestión, como de igual forma lo hicieron presente importantes constitucionalistas, exministros y exsubsecretarios de la Concertación, y numerosas autoridades vinculadas al mundo laboral. No obstante, hicieron caso omiso y llevaron adelante esa ley, motivo por el cual recurrimos al Tribunal Constitucional, de igual forma que lo ha hecho la Nueva Mayoría en más oportunidades que nosotros, para que el problema fuera resuelto.
En un fallo ajustado a derecho, ese tribunal rechazó esas normas, estableció que el verdadero derecho estaba radicado en los trabajadores y que ninguna disposición podía pasar por sobre tal derecho individual para entregar una supremacía a los sindicatos o a las organizaciones sobre ese derecho.
En consecuencia, igualó esos derechos de los grupos negociadores con los de los sindicatos, por lo que la titularidad sindical no prosperó.
Otras materias que reclamamos ante tribunal no fueron acogidas, pero esta sí se impuso. Por consiguiente, el gobierno, a la luz de estos antecedentes, ha considerado que el veto es el camino para enfrentar esta decisión. Sin embargo, este veto carece de relación directa con los artículos que fueron declarados inconstitucionales por el Tribunal Constitucional. Su finalidad era buscar una capacidad de negociación, dado que estos preceptos quedaron eliminados en esa negociación, para que pudiera lograrse un camino de solución.
El ministro de Hacienda señaló lo siguiente: “Habría quedado más tranquilo en otro escenario, pero para eso necesitábamos el concurso de la oposición, y no lo tuvimos”.
En conversaciones con el ministro de Hacienda -también con algunos senadores y con la ministra del Trabajole señalamos que nosotros teníamos las mismas rigideces para buscar un acuerdo que las que tenían ustedes en el gobierno y en la Nueva Mayoría, que era el fallo del Tribunal Constitucional, y que algunas de las propuestas que se nos estaban insinuando, que buscaban entregar un trato preferencial a los sindicatos sobre los grupos negociadores en algunas materias, no tenían ninguna posibilidad de ser aceptadas, porque iban en contra del fallo del tribunal, que igualaba a grupos negociadores y sindicatos.
Por consiguiente, debían buscar otro camino, no pedirnos a nosotros, que habíamos sido los requirentes ante el tribunal, presentar una solución que fuese en contra de ese fallo.
Quedamos estancados por esa razón, no por falta de voluntad ni de disposición al diálogo. Es más, quienes conocen nuestro desempeño saben que en la negociación y en la votación de la reforma laboral apoyamos muchas cosas, porque nos parecían justas y buenas para el país, y otras las rechazamos, como sucede en muchos proyectos de ley.
Hoy, reitero esa disposición, con la única limitación de que lo que se proponga esté dentro de lo que establece la Constitución Política.
Si quieren llevar adelante una reforma constitucional, ese ya es otro camino. Al respecto, el propio gobierno ha dicho que no tiene los votos necesarios para sacar adelante una reforma constitucional, y créanme que ese rechazo no viene exclusivamente de mi sector político, sino de dentro de la Nueva Mayoría, especialmente de muchos senadores que no creen prudente ni necesario realizar una reforma en esa dirección.
En tercer lugar, me preocupan los efectos que este veto va a tener. Considero que es el peor camino escogido, porque, como la propia ministra del Trabajo ha reconocido, abre una vía a la judicialización.
Personalmente, reflexiono y me pregunto si es responsable un gobierno que aventura ese resultado y dice que este veto puede terminar en judicialización. ¿No son acaso un gobierno y un Parlamento responsables aquellos que evitan la judicialización y que buscan dar certezas en la ley y no dejar ambigüedades, para que sea otro poder del Estado el que nos reemplace y se termine legislando por la vía de la jurisprudencia más que por la vía de las certezas?
El camino que nosotros queríamos era el de una ley corta, no el de un veto supresivo, con el fin de modificar todo aquello que no quedó bien tras el fallo del Tribunal Constitucional. Pero se ha optado por un camino distinto; se ha querido el camino de la entropía en el sistema y en las relaciones laborales, más que el camino del avenimiento y del acuerdo, para que, quizás en el futuro, producto de esa judicialización, todos se allanen a una mejor reforma.
Señor Presidente, adelanto que es muy probable que eso ocurra. Me parece una actitud tremendamente irresponsable de parte del gobierno, y lo hago responsable a él y a quienes voten a favor del veto, de generar condiciones que van a entorpecer y a enredar más la ya compleja situación que enfrenta hoy el mundo del trabajo. No se quejen si mañana aumenta aún más el desempleo y se generan mayores problemas de desconfianza, lo que tiene hoy al país en el peor escenario en materia de crecimiento.
¡Qué razón tiene el ministro de Hacienda al abogar por eso y qué poco oído se le ha prestado al interior del gobierno y de la Nueva Mayoría en su propósito!
Tuvo que irse el ministro Burgos para que prosperara el camino del veto. Eso es algo que, obviamente, nos pone en un escenario muy complejo a futuro y que va a traer consecuencias en esta materia.
En materia de pactos de adaptabilidad no tiene explicación alguna que el gobierno haya resuelto vetar solamente tres materias, como son la jornada ordinaria, los pactos sobre horas extraordinarias y los pactos sobre jornada pasiva, y no haya vetado las otras dos normas de adaptabilidad, referidas a los pactos sobre distribución de jornada semanal de trabajo para que se distribuya en cuatro días, y aquellos para trabajadores con responsabilidades familiares, para combinar tiempos de trabajo presencial en la empresa y el trabajo desde el hogar o desde otro lugar convenido.
Las cinco normas de adaptabilidad tienen su origen en la lógica de la titularidad sindical. Por consiguiente, caída de la titularidad sindical, deben caer las cinco normas de adaptabilidad.
Entonces, ¿por qué el gobierno veta tres y deja dos? Simplemente, por una razón política: porque es una indicación de las senadoras Carolina Goic y Adriana Muñoz , y no quieren dañarlas.
Esto no se condice con lo que un veto debiera decir. Por eso, ayer se señaló que este veto es un verdadero desacato al Tribunal Constitucional. Por esa razón, hacemos reserva de constitucionalidad en esta norma y en esta materia, porque nos parece que no hay coherencia alguna entre lo que se veta y lo que se deja sin veto.
He dicho.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Tiene la palabra, hasta por dos minutos, el diputado señor Gabriel Boric .
El señor BORIC.-
Señor Presidente, el debate se ha centrado en repartirse culpas entre la derecha y la Nueva Mayoría por el fracaso de la reforma laboral, y en lo que pareciera ser un juego infantil tratan de ver quién ha recurrido más al Tribunal Constitucional y quién menos.
Parecieran olvidarse del que, se supone, debe ser el principal objetivo de una reforma a nuestro sistema laboral: generar mejores condiciones para los trabajadores chilenos, que son quienes producen la riqueza, que es expropiada por los dueños del capital. Esto se relaciona también con la mezquina propuesta que se ha hecho en torno al salario mínimo, que no asegura a los trabajadores las condiciones para una vida digna.
La reforma laboral que hoy toca su fin a todas luces queda incompleta. Cuando comenzó su tramitación, la ministra Javiera Blanco nos dijo que este gobierno iba a terminar con el plan laboral elaborado en la dictadura, en 1979, por José Piñera . Sin embargo, a poco andar vimos cómo el gobierno, susceptible a varias presiones, fue cediendo en puntos importantes y, sobre todo, dejó de tocar el elemento central del plan laboral de 1979, que era radicar la negociación colectiva al interior de la empresa.
Pese a esto, hubo quienes nos opusimos desde un primer momento a los pactos de adaptabilidad y a aumentar los quorum para constituir sindicatos.
Desde la Nueva Mayoría se nos dijo que esto era un desafío para el mundo sindical. Sin embargo, caída la titularidad sindical en el Tribunal Constitucional, hoy se ven en la obligación mínima de retrotraerse.
Vamos a aprobar el veto, porque desde un primer momento hemos estado en contra de los pactos de adaptabilidad, pues significan precarización del trabajo para trabajadores en condiciones inequitativas al interior de la empresa. No obstante, la reforma laboral está pendiente y sigue siendo un desafío para la clase trabajadora en Chile y para sus futuros representantes.
He dicho.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Lautaro Carmona .
El señor CARMONA.-
Señor Presidente, las argumentaciones que hemos escuchado hablan por sí mismas de la profundidad y de la importancia que tiene el debate en cuestión.
Se trata de cambiar la legislación que rige la relación entre trabajadores y empresarios; cambiarla para beneficiar a los trabajadores, para que no siga favoreciendo la sobreexplotación, tasas de ganancia ilimitadas, concentración de la riqueza y salarios de hambre.
En ese sentido, era absolutamente consistente la reforma aprobada en ambas cámaras del Congreso, que incluía titularidad sindical.
Ya vimos en el punto anterior cómo la titularidad sindical se vinculaba directamente con el término de una ley que estableciera salarios mínimos, para que fueran los propios trabajadores los que, gracias a su organización, su conciencia y la justicia de sus propuestas, establecieran cuáles son las condiciones de dignidad en que deben trabajar. Pero se cayó la titularidad sindical, porque el Tribunal Constitucional así lo determinó.
Había otros avances que, al no promulgarse como ley, no pueden ser invocados por los trabajadores: huelgas sin reemplazo, información necesaria, negociación con piso salarial, etcétera. Sin embargo, se dieron concesiones que partían de la base del fortalecimiento del sindicato, y por eso la Presidenta de la República hizo muy bien en enviar este veto consistente y coherente con la esencia de la reforma laboral. También hizo muy bien en insistir en que este veto se debata y se vote en la Cámara de Diputados y en el Senado, para que a la brevedad tengamos una nueva ley que recoja cambios importantes en la legislación vigente.
Sin ninguna duda, esto les duele a los empresarios. Esto no les gusta, porque limita las posibilidades de acumular riqueza sin ninguna consideración por los trabajadores. Esto será en beneficio -tengo la convicción absoluta al respecto, y lo digode la sapiencia, de la responsabilidad, de la consecuencia y de la experiencia demostrada por el movimiento sindical que hoy se representa en sus máximos dirigentes presentes en las tribunas.
Tengo la absoluta convicción de que su organización, su conciencia y sus movilizaciones serán claves para usar hasta el final los cambios que seamos capaces de instalar, y avanzar hacia las otras transformaciones necesarias, no solo para los trabajadores, sino también para la convivencia de la sociedad chilena y, por consiguiente, para el fortalecimiento de nuestra democracia.
He dicho.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Felipe de Mussy .
El señor DE MUSSY.-
Señor Presidente, en primer lugar, saludo a la ministra del Trabajo y Previsión Social, a su subsecretario y al ministro de Hacienda.
Ya han transcurrido casi dos años de tramitación de este proyecto, y creo que han sido dos años perdidos. Esa es la verdad. En su primer trámite en la Cámara de Diputados no hubo grandes modificaciones, aunque en el Senado sí hubo grandes cambios. Después vino el tercer trámite, la comisión mixta y finalmente fue al Tribunal Constitucional.
No recurrimos al Tribunal Constitucional por el solo hecho de que el oficialismo ganara, porque todos sabemos que cuentan con la mayoría de los votos; fuimos al Tribunal Constitucional porque una y mil veces dijimos que este proyecto iba en contra de lo que establecía la Constitución Política de la República. No sacamos una carta bajo la manga, ni fuimos al Tribunal Constitucional porque fuéramos malos perdedores; por el contrario, lo dijimos desde un principio y lo hicimos.
De una u otra manera, ahora se nos trata de echar la culpa a los diputados y senadores que recurrimos al Tribunal Constitucional por que el proyecto que quedó después de esa resolución es un mal proyecto. Creo que se hizo lo correcto y que tampoco debiera repetirse esa actitud por parte de algunos ministros. Fuimos por nuestra opinión de que esto iba contra la Constitución Política y contra la libertad de los trabajadores. Finalmente, el Tribunal Constitucional lo dijo fuerte y claro: el derecho de negociación es del trabajador y no del sindicato.
La solución podría haber ido por distintos caminos, pero utilizaron un veto que suprime algunas partes del proyecto original.
¿Qué hizo el gobierno? En lugar de regular el tema de los grupos negociadores -algo que dice claramente la resolución del Tribunal Constitucional-, se saca lo bueno que tenía esta reforma laboral, para llegar a -me atrevo a deciruna suerte de empate. Por ejemplo, sacan los pactos de adaptabilidad, uno de los temas que votamos a favor, porque creemos que es positivo, que fue aprobado por casi todos los diputados. Con el veto se suprimen tres de los cinco pactos, lo que parece muy raro. Y al revisar quiénes son los autores de esas propuestas, constatamos que esos dos pactos que no fueron suprimidos habían sido presentados por parlamentarias de la Nueva Mayoría: las senadoras Carolina Goic y Adriana Muñoz . Pero sí se eliminaron los otros tres.
¿Qué nos hace pensar esa situación? Que después de tantos meses de discutir esta reforma, al gobierno lo único que le importa es tratar de empatar. Lo creo profundamente. Aquí hay visos de venganza, lo que considero un error, porque al final se perjudica a los propios trabajadores.
Podemos discutir largamente si la reforma laboral era para bien de los trabajadores o no, pero finalmente hay algunos puntos muy claros. Los trabajadores, motu proprio y en uso de su libertad, deberían poder ingresar a los sindicatos, como ocurre en muchos países del mundo. De hecho, la tasa de sindicalización de nuestro país está en el promedio de la OCDE.
Cuando Lech Walesa , gran dirigente sindical que ayudó a terminar con el comunismo y que, incluso, fue presidente de Polonia, vino a Chile, dijo que no se puede forzar indirectamente que los trabajadores entren a un sindicato; por el contrario, ello tiene que nacer de la decisión libre de que quieran hacerlo. Y justamente eso fue lo que el Tribunal Constitucional confirmó: el derecho a negociar es del trabajador y no del sindicato.
En la sesión de la Comisión de Trabajo y Seguridad Social de ayer, los ministros expresaron que todavía hay mucho trabajo pendiente y que esto no termina acá. Claramente, este era un muy mal proyecto, una muy mala reforma y quedó demostrado, después del fallo del Tribunal Constitucional y del veto presentado, que es un mal proyecto y que todavía hay mucho por hacer.
Se ha hablado de una ley corta, y desde ya les anuncio que estamos disponibles para trabajar en una ley corta proempleo, pero que sirva para todos los trabajadores, y no solo para algunos, que sobre todo cuide el empleo.
No nos engañemos: este mal proyecto no tiene otro culpable que el gobierno y la gran mayoría de los parlamentarios de la Nueva Mayoría; algunos, por impulsar estos cambios de forma totalmente ideologizada y extremista, y otros, por dejar que los pasen a llevar.
He dicho.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Matías Walker .
El señor WALKER.-
Señor Presidente, por su intermedio, saludo a los ministros, a los subsecretarios que nos acompañan y que ayer también estuvieron presentes en la sesión de la Comisión de Trabajo y Seguridad Social, cuando aprobamos este veto, que era la única alternativa que le quedaba a la Presidenta de la República, dada la absoluta negativa de la oposición a llegar a un acuerdo tras el fallo del Tribunal Constitucional, acuerdo que nos habría permitido, por una parte, reconocer en la Constitución -que en el fondo es lo que nos pidió el fallo del Tribunal Constitucionalel rol de preeminencia que tienen los sindicatos en la negociación colectiva y también establecer, en una ley especial, cuáles son esas materias, en armonía y concordancia con el Convenio 135 de la OIT, que establece que, sí o sí, debe negociarse con los sindicatos, como lo relacionado con los pactos de adaptabilidad.
Además, quiero responder a lo expresado por la oposición. Ellos han señalado majaderamente que lo que está vetando el gobierno son solo tres de los cinco pactos de adaptabilidad. Ayer le preguntaron a la ministra del Trabajo y Previsión Social, quien fue muy clara en precisar que se vetan esos tres pactos de adaptabilidad que dicen relación con la jornada de trabajo, las horas extraordinarias y las jornadas pasivas, porque tienen que ver con pactos colectivos. Las otras dos materias dicen relación con negociaciones individuales, con los trabajadores.
Por eso, aun cuando este veto era ciego, porque no se conocían los fundamentos del fallo del Tribunal Constitucional, lo que se veta son estas tres materias. ¿Por qué? Porque el gobierno tiene que ser consistente con el principio que defendió en esta reforma laboral, cual es que los pactos de adaptabilidad son buenos, útiles y necesarios en algunos sectores productivos para modernizar las relaciones laborales, pero en la medida en que sean negociados con un sindicato. De lo contrario, como bien me dijo un dirigente nacional de los trabajadores agrícolas, se pasan a vulnerar derechos fundamentales de los trabajadores.
Por eso, este proyecto propende a fortalecer los sindicatos, da preeminencia a las organizaciones sindicales para negociar colectivamente y aumenta los quorum para la negociación colectiva, al igual como lo hace el artículo 227 del Código del Trabajo respecto de la constitución de los mismos.
En una interpretación extensiva, el fallo del Tribunal Constitucional se mostró contrario a terminar con los grupos negociadores y a no exigir quorum para constituir sindicatos. Estos, tal como está redactado el proyecto, pueden convocar a una huelga, invocar fuero laboral y plantear una negociación colectiva en cualquier minuto.
Como consecuencia del fallo del Tribunal Constitucional se produjo una incerteza jurídica. En efecto, la derecha se negó absolutamente a llegar a un acuerdo que diera certeza a los sectores productivos respecto de esta materia. ¿Se va a producir judicialización en esta materia? Sí, dada la absoluta incapacidad y nula disposición de la derecha de llegar a un acuerdo para efectuar una reforma constitucional al amparo de los convenios internacionales suscritos por Chile, los que, de acuerdo al artículo 5°, inciso segundo, de la Constitución, limitan nuestra soberanía, porque tienen un valor supralegal.
Por un principio mínimo de responsabilidad, podríamos llegar a acuerdo. Señalar que esta materia se judicializará no es una amenaza del gobierno, sino una constatación de la realidad. Por ello, tendremos que pasar la cuenta a la derecha.
Con mucha convicción, aprobaremos el veto, porque defendemos el principio de la titularidad sindical.
He dicho.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Nicolás Monckeberg .
El señor MONCKEBERG (don Nicolás).-
Señor Presidente, qué difícil es entenderse con la Nueva Mayoría y, particularmente, con este gobierno, sobre todo porque no existe un único discurso.
Tenía preparadas unas palabras en función de lo que dijo ayer la ministra, hasta que me di cuenta de que el diputado Matías Walker tiene una interpretación diametralmente distinta de la de la ministra. Ahora no sé quién es el interlocutor válido.
Por ello, vamos a despejar las cosas.
En primer lugar, aquí se dijo que como consecuencia de un requerimiento interpuesto por varios diputados ante el Tribunal Constitucional se provocará una judicialización en esta materia. Ahora ya sabemos que el tribunal nos encontró la razón y consideró que, de acuerdo a la Constitución, era completamente ilegal la titularidad sindical. Ahora sabemos eso.
¿Cómo, incluso ahora, no son autocríticos los autores del proyecto en cuanto a que hicieron las cosas contrarias a como las dicta la Constitución? Lo que deberíamos escuchar es que, por suerte, algunos parlamentarios -como otros, respecto de otros temas resguardaron los principios constitucionales. ¿Por qué no tenemos un poco de altura de miras? ¿Por qué no se dice que es bueno que los parlamentarios exijan que se respeten y resguarden los principios y las garantías constitucionales? Eso no se produjo. El efecto fue al revés. Nos tildaron de culpables de haber hecho el reclamo, aunque el ministro Eyzaguirre y la Presidenta Bachelet dijeron que respetarían el fallo. ¡Practiquen ese respeto!
Hoy tienen la posibilidad de votar un veto supresivo. Sin embargo, pudieron haber presentado un veto aditivo y una ley corta, como se hizo en materia educacional, para no tener que decir al país: “¡Ah, esto se va a judicializar; arréglense en los tribunales!”.
Esa frase la dice un gobierno que no quiere solucionar los problemas; la dice un gobierno irresponsable. Con 9.8 por ciento de desempleo en la Región Metropolitana, de acuerdo a las estadísticas de la Universidad de Chile, nadie quiere que las cosas se judicialicen.
El diputado Matías Walker dijo que el problema es que no llegamos a un acuerdo para reformar la Constitución. Señores, ¡por favor! ¡Estamos en democracia! ¡Permítanme defender un principio que puede ser distinto al de ustedes! Para el trabajador no es bueno que monopolicemos las negociaciones colectivas. El derecho a negociar colectivamente debe ser del trabajador, independientemente de si está o no afiliado a un sindicato.
En consecuencia, no defiendo al Tribunal Constitucional ni la Constitución, sino al trabajador, porque sostengo que la no discriminación en la negociación colectiva es un principio que debe mantenerse.
Entiendo que hay parlamentarios que piensan lo contrario. Habrá que tener ese debate cuando se aplique o se piense una nueva Constitución o reformas a la misma; pero no vengamos a decir que el acuerdo al que estábamos obligados era a renunciar a aquello que pensamos. Es un tremendo error y un chantaje el hecho de que para llegar a acuerdos sea necesario modificar aspectos de la Constitución que defendemos.
Por otra parte, el gobierno es de parecer que es necesario vetar pactos porque desequilibran la balanza en las relaciones trabajador-empresa. Por eso, tres pactos fueron eliminados.
¿Alguien me puede explicar esta incoherencia del gobierno? Pensé que el gobierno defendía los pactos porque los encontraba positivos. El ministro Valdés señaló en su momento que los pactos estaban asociados a la modernización de las relaciones laborales. ¡Ahora vetan tres pactos de cinco! ¡Miren la incoherencia!
Entonces, digamos las cosas como son, ministra. Usted no puede irse de esta Sala sin aclararle al país en qué consisten los dos pactos subsistentes. ¿Los pactos se pueden suscribir individualmente o en grupo, como sostuvo el diputado Matías Walker , o solo los sindicatos?
Dejémonos de dobles discursos. Ayer dijo que solo los sindicatos. Al comienzo había dicho lo contrario. Hoy, Matías Walker dice interpretarla, expresando que los pactos pueden ser suscritos por cualquier persona individualmente.
Seamos serios.
Repito: ¿Los pactos que subsisten pueden ser suscritos solo por el sindicato o por cualquier persona individualmente? Aclárelo de una vez. Si responde que los pactos solo pueden ser suscritos por los sindicatos, deberá explicar cómo piensa respetar el fallo del Tribunal Constitucional, que dice exactamente lo contrario, pues no puede haber discriminación entre unos y otros.
Señor Presidente, estamos frente a un hecho grave e irresponsable. El gobierno incurre abiertamente en un desacato. No se está cumpliendo el fallo del Tribunal Constitucional. Los abogados que representaron al gobierno recibieron onerosos salarios; defendieron todos sus argumentos y perdieron. Me consta que le advirtieron a la ministra que iban a perder. ¡Y perdió! Hoy, en vez de solucionar el problema acorde con lo que el Tribunal señaló como principios constitucionales, genera un nuevo problema y se lo endosa a los tribunales de justicia para que los trabajadores sigan gastando en abogados, los que la ministra no paga porque para ello usa la plata de todos los chilenos.
Usted usa platas fiscales, pero los trabajadores tendrán que gastar en abogados para defender los derechos que usted no quiso aclarar.
Insisto, esta situación es grave. Lo que correspondía hacer era muy simple: proponer un veto aditivo o una ley corta que despejara las dudas, y si no hubiera tanto convencimiento, una reforma constitucional que se vote aquí para ver si cambiamos la Constitución.
Debimos debatir, cosa que se hace en democracia, pero no fue así. Lo más fácil fue decir que la oposición era culpable, ya que presentó el requerimiento ante el Tribunal Constitucional; pero omitieron decir que dicho requerimiento fue acogido por el tribunal.
Señor Presidente, esto es poco serio e irresponsable. Nos olvidamos de que estamos hablando de una reforma laboral que, dicho sea de paso, fue rechazada por el 60 por ciento de los chilenos. Incluso, es legítimo debatir sobre su contenido.
Creo que esto daña a las instituciones, porque cuando el Tribunal Constitucional falló, también le exigió al gobierno que hiciera respetar los principios constitucionales que ahí se reivindican; pero se hizo exactamente lo contrario.
Señor Presidente, quiero hacer solo una advertencia. Después de haber seguido este debate laboral por un año y medio, es evidente que el problema del desempleo y de la bajísima inversión en Chile no solo es producto de problemas externos o del bajo precio internacional del cobre; nos damos cuenta de que eso también ocurre cuando un gobierno permanentemente no responde, no despeja las dudas, no tiene posición y los ministros son, sencillamente, portavoces de las diferencias internas.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Osvaldo Andrade .
El señor ANDRADE.-
Señor Presidente, la reforma no es un fracaso. La reforma establece que hay piso en la negociación, que los beneficios solo van a poder ser adjudicados de mutuo acuerdo; estableció formalmente la negociación del sindicato interempresas, estableció la negociación de los trabajadores por obra y faena, incorporó a la mujer a las directivas y a las comisiones negociadoras, amplió el derecho a la información para negociar. Para quienes hemos tenido la oportunidad de estar en negociaciones colectivas de verdad, estos aspectos son extraordinariamente importantes. Y los valoro.
En consecuencia, esta categorización tan absoluta que hacen algunos, en el sentido de que la reforma fracasó, es totalmente irreal.
Ahora, la reforma tuvo traspiés, sin lugar a dudas, porque, paradojalmente, se judicializó ante el Tribunal Constitucional. Está bien, quienes concurrieron ante esa instancia lo hicieron desde un derecho. Yo, menos que nadie, puedo hacer un juicio en contra de aquello.
Sin embargo, me llama la atención el alegato que se hace. Fíjense que valoran la decisión del Tribunal Constitucional porque estableció un reproche ante la titularidad sindical, en circunstancias de que quienes hacen esa valoración son los mismos que en su momento aprobaron la titularidad sindical para los trabajadores del turismo. ¡Los mismos! En la misma medida en que hacen un reproche constitucional, aprobaron algo que, de acuerdo con la opinión de ellos, debería ser inconstitucional. Esa incoherencia es la que no tiene nombre. Eso es lo que reclamo; no que hayan concurrido ante el Tribunal Constitucional. Son incoherentes porque hacen afirmaciones que no cumplen.
El proyecto impulsado por el entonces ministro Longueira contenía titularidad sindical y pacto de estabilidad con el sindicato y, donde no hay sindicato, con los grupos. Eso se aprobó con la votación unánime de la derecha. Pero ahora se les olvidó.
El veto intenta equilibrar lo que quedó desequilibrado, no es otra cosa. El gobierno exploró una alternativa que está en el marco de la ley, precisamente por lo que la derecha en su momento había aprobado en materia de los trabajadores del turismo: que, al tenor del Convenio 135, aprobado por la legislación chilena, con los votos de todos quienes están en esta Sala, hubiese una prevalencia del sindicato para la negociación. Pero no hay disposición para ello, porque se enamoraron del fallo.
El veto cuenta con todo nuestro respaldo, y seguiremos bregando e insistiremos con la titularidad sindical, la negociación ramal, la indexación del IPC, le guste o, incluso, no le guste a mi gobierno.
Queremos que haya un diálogo auténtico entre trabajadores y empleadores y, por cierto, más derechos laborales. Por eso, vamos a insistir en aquello. Pero, ¡ojo! ¡Cuidado con el fallo! porque si no hay regulación para los grupos -y es la intención-, lo que hay es una titularidad de facto. O sea, si los sindicatos tienen regulación para negociar, y los grupos no, los que podrán negociar serán los sindicatos. ¿Cómo van a operar los grupos, entonces? ¡Cuidado! La titularidad de facto -el diputado Nicolás Monckeberg se dio cuenta de ello está planteada.
Para finalizar, hemos escuchado en los últimos días una prosa constante. Hay varios poetas en la oposición, como los diputados Coloma , Nicolás Monckeberg , Silva y Melero , pues nos han anunciado una creación poética muy interesante: gobiernos malos, proyectos malos. Lo hemos escuchado muchas veces. No estoy de acuerdo con el diagnóstico, pero me hago cargo del intento de los poetas. Y quiero hacerme cargo en los mismos términos -uno tiene que ser respetuoso de los poetas-: si los gobiernos son malos y los proyectos son malos, sí les puedo garantizar que la oposición es penca.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Pepe Auth.
El señor AUTH.-
Señor Presidente, es evidente que la presentación de la derecha parlamentaria y el fallo del Tribunal Constitucional redundó en la frustración de uno de los objetivos principales de la reforma laboral, que era el fortalecimiento de la sindicalización y de la negociación colectiva.
Entonces, como se ha dicho, será la próxima elección presidencial y parlamentaria la que resolverá esta disyuntiva.
El líder de la oposición, tal cual lo consignó el diputado Marcelo Schilling , nos dijo que este veto presidencial supresivo abría camino a la judicialización de los conflictos laborales. El líder de la oposición está faltando de manera flagrante a la verdad, porque es evidente que fue el fallo del Tribunal Constitucional el que anuló toda diferencia entre sindicatos y grupos negociadores, dejando peligrosamente abierto a querellas y fallos judiciales el derecho a fuero y a huelga de los grupos negociadores, o lo relacionado con los quorum, porque la ley no puede exigir a los sindicatos determinados quorum y permitir que dos o más trabajadores constituyan un grupo negociador, reclamen derecho a huelga y, eventualmente, fuero sindical.
Lo que impresiona es ver a los que hacen alegoría del diálogo y la democracia de los acuerdos optar por solazarse con la victoria en el Tribunal Constitucional, que los resarció, por un momento, de su derrota parlamentaria, en lugar de conversar sobre la clarificación constitucional para despejar el riesgo de la judicialización.
Francamente, pido que hagamos esta discusión de cara al país en la próxima elección presidencial y parlamentaria, y que la derecha le diga a los trabajadores que prefiere una situación de completa indiferenciación entre el individuo solo frente al empresario y la necesidad de fortalecer la acción colectiva, para que trabajadores y empresarios tengan una relación equilibrada y el sindicalismo y la negociación colectiva puedan convertirse en uno de los impulsos principales para la reducción de la desigualdad.
Que esa discusión se dé en las urnas y no en el Tribunal Constitucional, con mayoría circunstancial, producto de una composición políticamente determinada, puesto que la UDI logró poner en el Tribunal Constitucional no diré al líder de la oposición, pero sí a uno de sus tenores, que con la misma convicción con que argumentó aquí políticamente, hoy lo hace judicialmente en sede del Tribunal Constitucional.
He dicho.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Vlado Mirosevic .
El señor MIROSEVIC.-
Señor Presidente, en la primera discusión sobre esta reforma laboral, que votamos a favor, hicimos la distinción clara entre liberalismo y neoliberalismo. Nos preguntamos: ¿Qué tiene que ver José Piñera con Francisco Bilbao , Fermín Vivaceta , Lastarria u otros viejos liberales? La verdad, tiene muy poco que ver.
Quiero que se haga una mínima justicia con el liberalismo en Chile, ese liberalismo que no es neoliberalismo y que fue promotor, tempranamente, de los movimientos mutualistas. Recordemos a la Sociedad de la Igualdad, de 1850; a las sociedades de artesanos de 1870 en adelante, a aquellos liberales que combinaron los valores de libertad e igualdad.
Algunos se preguntarán cómo es posible que liberales aboguen por la igualdad. Es perfectamente posible. Hay una larga tradición de liberales chilenos promotores de la asociación sindical, que no querían a un individuo solo frente al empresario. Esos liberales no solo no negaron la igualdad, como lo hacen hoy los neoliberales, sino que, además, nos ilustraron sobre ciertas condiciones necesarias para la igualdad, pero no de la igualdad de todos en todo, sino en condiciones materiales suficientes para el ejercicio pleno de la libertad.
Preguntémonos, entonces, si el plan laboral de José Piñera conversaba con esa tradición liberal. La respuesta evidente es que no lo hacía. Su plan fue solo un uso interesado de la libertad.
Los grupos negociadores no son un instrumento para resguardar la libertad. ¡No, señor Presidente! Ese es un invento interesado, un artilugio al servicio de los más poderosos.
José Piñera y su plan, a diferencia de los liberales, quiso imponer relaciones desiguales entre empleadores y trabajadores con el único propósito de sobreproteger a los primeros, a los empleadores. Su finalidad era desnivelar la cancha a tal grado, que el ejercicio de la libertad se tornara irreal; en pocas palabras, un traje a la medida.
En consecuencia, dejemos de llamar liberales a quienes están a favor de ese plan laboral y pongámoslos en su lugar: llamémoslos neoliberales, como debe ser.
He dicho.
-Aplausos en las tribunas.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Cerrado el debate.
-Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre las observaciones de la Presidenta de la República en los siguientes términos:
El señor ANDRADE (Presidente).-
Corresponde votar las observaciones de su excelencia la Presidenta de la República al proyecto de ley, iniciado en mensaje, que moderniza el sistema de relaciones laborales, introduciendo modificaciones al Código del Trabajo.
En votación la observación N° 1, que recae en el numeral 37) del artículo 1°.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 66 votos; por la negativa, 41 votos. No hubo abstenciones.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Aprobada.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Aguiló Melo, Sergio ; Alvarado Ramírez , Miguel Ángel ; Álvarez Vera, Jenny ; Andrade Lara, Osvaldo ; Arriagada Macaya, Claudio ; Auth Stewart, Pepe ; Boric Font, Gabriel ; Campos Jara, Cristián ; Cariola Oliva, Karol ; Carmona Soto, Lautaro ; Carvajal Ambiado, Loreto ; Castro González, Juan Luis ; Ceroni Fuentes, Guillermo ; Chahin Valenzuela, Fuad ; Chávez Velásquez, Marcelo ; Cicardini Milla, Daniella ; Cornejo González, Aldo ; Espejo Yaksic, Sergio ; Espinosa Monardes, Marcos ; Espinoza Sandoval, Fidel ; Farcas Guendelman, Daniel ; Fernández Allende, Maya ; Flores García, Iván ; Fuentes Castillo, Iván ; Girardi Lavín, Cristina ; González Torres, Rodrigo ; Gutiérrez Gálvez, Hugo ; Hernando Pérez, Marcela ; Jackson Drago, Giorgio ; Jarpa Wevar, Carlos Abel ; Jiménez Fuentes, Tucapel ; Lemus Aracena, Luis ; León Ramírez, Roberto ; Letelier Norambuena, Felipe ; Lorenzini Basso, Pablo ; Melo Contreras, Daniel ; Mirosevic Verdugo, Vlado ; Morano Cornejo, Juan Enrique ; Núñez Arancibia, Daniel ; Núñez Lozano, Marco Antonio ; Ojeda Uribe, Sergio ; Ortiz Novoa, José Miguel ; Pacheco Rivas, Clemira ; Pérez Arriagada, José ; Pilowsky Greene, Jaime ; Poblete Zapata, Roberto ; Provoste Campillay, Yasna ; Rincón González, Ricardo ; Rivas Sánchez, Gaspar ; Robles Pantoja, Alberto ; Sabag Villalobos, Jorge ; Saffirio Espinoza, René ; Saldívar Auger, Raúl ; Schilling Rodríguez, Marcelo ; Sepúlveda Orbenes, Alejandra ; Silber Romo, Gabriel ; Soto Ferrada, Leonardo ; Tarud Daccarett, Jorge ; Teillier Del Valle, Guillermo ; Torres Jeldes, Víctor ; Tuma Zedan, Joaquín ; Urízar Muñoz, Christian ; Vallejo Dowling, Camila ; Vallespín López, Patricio ; Venegas Cárdenas, Mario ; Walker Prieto , Matías .
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Álvarez-Salamanca Ramírez , Pedro Pablo ; Becker Alvear, Germán ; Bellolio Avaria, Jaime ; Berger Fett, Bernardo ; Browne Urrejola, Pedro ; Coloma Alamos, Juan Antonio ; De Mussy Hiriart, Felipe ; Edwards Silva, José Manuel ; García García, René Manuel ; Godoy Ibáñez, Joaquín ; Gutiérrez Pino, Romilio ; Hasbún Selume, Gustavo ; Hernández Hernández, Javier ; Hoffmann Opazo , María José ; Kast Sommerhoff, Felipe ; Lavín León, Joaquín ; Macaya Danús, Javier ; Melero Abaroa, Patricio ; Molina Oliva, Andrea ; Monckeberg Bruner, Cristián ; Monckeberg Díaz, Nicolás ; Morales Muñoz, Celso ; Nogueira Fernández, Claudia ; Norambuena Farías, Iván ; Núñez Urrutia, Paulina ; Paulsen Kehr, Diego ; Pérez Lahsen, Leopoldo ; Rathgeb Schifferli, Jorge ; Rubilar Barahona, Karla ; Sabat Fernández, Marcela ; Sandoval Plaza, David ; Santana Tirachini, Alejandro ; Silva Méndez, Ernesto ; Squella Ovalle, Arturo ; Trisotti Martínez, Renzo ; Turres Figueroa , Marisol ; Ulloa Aguillón, Jorge ; Urrutia Bonilla, Ignacio ; Van Rysselberghe Herrera, Enrique ; Verdugo Soto, Germán ; Ward Edwards, Felipe .
El señor ANDRADE (Presidente).-
En votación la observación N° 2, que suprime el artículo quinto transitorio.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 65 votos; por la negativa, 41 votos. No hubo abstenciones.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Aprobada.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Aguiló Melo, Sergio ; Alvarado Ramírez , Miguel Ángel ; Álvarez Vera, Jenny ; Andrade Lara, Osvaldo ; Arriagada Macaya, Claudio ; Auth Stewart, Pepe ; Boric Font, Gabriel ; Campos Jara, Cristián ; Cariola Oliva, Karol ; Carmona Soto, Lautaro ; Carvajal Ambiado, Loreto ; Castro González, Juan Luis ; Ceroni Fuentes, Guillermo ; Chahin Valenzuela, Fuad ; Chávez Velásquez, Marcelo ; Cicardini Milla, Daniella ; Cornejo González, Aldo ; Espejo Yaksic, Sergio ; Espinosa Monardes, Marcos ; Espinoza Sandoval, Fidel ; Fernández Allende, Maya ; Flores García, Iván ; Fuentes Castillo, Iván ; Girardi Lavín, Cristina ; González Torres, Rodrigo ; Gutiérrez Gálvez, Hugo ; Hernando Pérez, Marcela ; Jackson Drago, Giorgio ; Jarpa Wevar, Carlos Abel ; Jiménez Fuentes, Tucapel ; Lemus Aracena, Luis ; León Ramírez, Roberto ; Letelier Norambuena, Felipe ; Lorenzini Basso, Pablo ; Melo Contreras, Daniel ; Mirosevic Verdugo, Vlado ; Morano Cornejo, Juan Enrique ; Núñez Arancibia, Daniel ; Núñez Lozano, Marco Antonio ; Ojeda Uribe, Sergio ; Ortiz Novoa, José Miguel ; Pacheco Rivas, Clemira ; Pérez Arriagada, José ; Pilowsky Greene, Jaime ; Poblete Zapata, Roberto ; Provoste Campillay, Yasna ; Rincón González, Ricardo ; Rivas Sánchez, Gaspar ; Robles Pantoja, Alberto ; Sabag Villalobos, Jorge ; Saffirio Espinoza, René ; Saldívar Auger, Raúl ; Schilling Rodríguez, Marcelo ; Sepúlveda Orbenes, Alejandra ; Silber Romo, Gabriel ; Soto Ferrada, Leonardo ; Tarud Daccarett, Jorge ; Teillier Del Valle, Guillermo ; Torres Jeldes, Víctor ; Tuma Zedan, Joaquín ; Urízar Muñoz, Christian ; Vallejo Dowling, Camila ; Vallespín López, Patricio ; Venegas Cárdenas, Mario ; Walker Prieto , Matías .
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Álvarez-Salamanca Ramírez , Pedro Pablo ; Becker Alvear, Germán ; Bellolio Avaria, Jaime ; Berger Fett, Bernardo ; Browne Urrejola, Pedro ; Coloma Alamos, Juan Antonio ; De Mussy Hiriart, Felipe ; Edwards Silva, José Manuel ; García García, René Manuel ; Godoy Ibáñez, Joaquín ; Gutiérrez Pino, Romilio ; Hasbún Selume, Gustavo ; Hernández Hernández, Javier ; Hoffmann Opazo , María José ; Kast Sommerhoff, Felipe ; Lavín León, Joaquín ; Macaya Danús, Javier ; Melero Abaroa, Patricio ; Molina Oliva, Andrea ; Monckeberg Bruner, Cristián ; Monckeberg Díaz, Nicolás ; Morales Muñoz, Celso ; Nogueira Fernández, Claudia ; Norambuena Farías, Iván ; Núñez Urrutia, Paulina ; Paulsen Kehr, Diego ; Pérez Lahsen, Leopoldo ; Rathgeb Schifferli, Jorge ; Rubilar Barahona, Karla ; Sabat Fernández, Marcela ; Sandoval Plaza, David ; Santana Tirachini, Alejandro ; Silva Méndez, Ernesto ; Squella Ovalle, Arturo ; Trisotti Martínez, Renzo ; Turres Figueroa , Marisol ; Ulloa Aguillón, Jorge ; Urrutia Bonilla, Ignacio ; Van Rysselberghe Herrera, Enrique ; Verdugo Soto, Germán ; Ward Edwards, Felipe .
El señor ANDRADE (Presidente).-
En votación la observación N° 3, que suprime el artículo séptimo transitorio del proyecto.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 66 votos; por la negativa, 41 votos. No hubo abstenciones.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Aprobada.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Aguiló Melo, Sergio ; Alvarado Ramírez , Miguel Ángel ; Álvarez Vera, Jenny ; Andrade Lara, Osvaldo ; Arriagada Macaya, Claudio ; Auth Stewart, Pepe ; Boric Font, Gabriel ; Campos Jara, Cristián ; Cariola Oliva, Karol ; Carmona Soto, Lautaro ; Carvajal Ambiado, Loreto ; Castro González, Juan Luis ; Ceroni Fuentes, Guillermo ; Chahin Valenzuela, Fuad ; Chávez Velásquez, Marcelo ; Cicardini Milla, Daniella ; Cornejo González, Aldo ; Espejo Yaksic, Sergio ; Espinosa Monardes, Marcos ; Espinoza Sandoval, Fidel ; Farcas Guendelman, Daniel ; Fernández Allende, Maya ; Flores García, Iván ; Fuentes Castillo, Iván ; Girardi Lavín, Cristina ; González Torres, Rodrigo ; Gutiérrez Gálvez, Hugo ; Hernando Pérez, Marcela ; Jackson Drago, Giorgio ; Jarpa Wevar, Carlos Abel ; Jiménez Fuentes, Tucapel ; Lemus Aracena, Luis ; León Ramírez, Roberto ; Letelier Norambuena, Felipe ; Lorenzini Basso, Pablo ; Melo Contreras, Daniel ; Mirosevic Verdugo, Vlado ; Morano Cornejo, Juan Enrique ; Núñez Arancibia, Daniel ; Núñez Lozano, Marco Antonio ; Ojeda Uribe, Sergio ; Ortiz Novoa, José Miguel ; Pacheco Rivas, Clemira ; Pérez Arriagada, José ; Pilowsky Greene, Jaime ; Poblete Zapata, Roberto ; Provoste Campillay, Yasna ; Rincón González, Ricardo ; Rivas Sánchez, Gaspar ; Robles Pantoja, Alberto ; Sabag Villalobos, Jorge ; Saffirio Espinoza, René ; Saldívar Auger, Raúl ; Schilling Rodríguez, Marcelo ; Sepúlveda Orbenes, Alejandra ; Silber Romo, Gabriel ; Soto Ferrada, Leonardo ; Tarud Daccarett, Jorge ; Teillier Del Valle, Guillermo ; Torres Jeldes, Víctor ; Tuma Zedan, Joaquín ; Urízar Muñoz, Christian ; Vallejo Dowling, Camila ; Vallespín López, Patricio ; Venegas Cárdenas, Mario ; Walker Prieto , Matías .
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Álvarez-Salamanca Ramírez , Pedro Pablo ; Becker Alvear, Germán ; Bellolio Avaria, Jaime ; Berger Fett, Bernardo ; Browne Urrejola, Pedro ; Coloma Alamos, Juan Antonio ; De Mussy Hiriart, Felipe ; Edwards Silva, José Manuel ; García García, René Manuel ; Godoy Ibáñez, Joaquín ; Gutiérrez Pino, Romilio ; Hasbún Selume, Gustavo ; Hernández Hernández, Javier ; Hoffmann Opazo , María José ; Kast Sommerhoff, Felipe ; Lavín León, Joaquín ; Macaya Danús, Javier ; Melero Abaroa, Patricio ; Molina Oliva, Andrea ; Monckeberg Bruner, Cristián ; Monckeberg Díaz, Nicolás ; Morales Muñoz, Celso ; Nogueira Fernández, Claudia ; Norambuena Farías, Iván ; Núñez Urrutia, Paulina ; Paulsen Kehr, Diego ; Pérez Lahsen, Leopoldo ; Rathgeb Schifferli, Jorge ; Rubilar Barahona, Karla ; Sabat Fernández, Marcela ; Sandoval Plaza, David ; Santana Tirachini, Alejandro ; Silva Méndez, Ernesto ; Squella Ovalle, Arturo ; Trisotti Martínez, Renzo ; Turres Figueroa , Marisol ; Ulloa Aguillón, Jorge ; Urrutia Bonilla, Ignacio ; Van Rysselberghe Herrera, Enrique ; Verdugo Soto, Germán ; Ward Edwards, Felipe .
El señor ANDRADE (Presidente).-
En votación la observación N° 4, que suprime el artículo octavo transitorio del proyecto.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 65 votos; por la negativa, 41 votos. No hubo abstenciones.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Aprobada.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Aguiló Melo, Sergio ; Alvarado Ramírez , Miguel Ángel ; Álvarez Vera, Jenny ; Andrade Lara, Osvaldo ; Arriagada Macaya, Claudio ; Auth Stewart, Pepe ; Campos Jara, Cristián ; Cariola Oliva, Karol ; Carmona Soto, Lautaro ; Carvajal Ambiado, Loreto ; Castro González, Juan Luis ; Ceroni Fuentes, Guillermo ; Chahin Valenzuela, Fuad ; Chávez Velásquez, Marcelo ; Cicardini Milla, Daniella ; Cornejo González, Aldo ; Espejo Yaksic, Sergio ; Espinosa Monardes, Marcos ; Espinoza Sandoval, Fidel ; Farcas Guendelman, Daniel ; Fernández Allende, Maya ; Flores García, Iván ; Fuentes Castillo, Iván ; Girardi Lavín, Cristina ; González Torres, Rodrigo ; Gutiérrez Gálvez, Hugo ; Hernando Pérez, Marcela ; Jackson Drago, Giorgio ; Jarpa Wevar, Carlos Abel ; Jiménez Fuentes, Tucapel ; Lemus Aracena, Luis ; León Ramírez, Roberto ; Letelier Norambuena, Felipe ; Lorenzini Basso, Pablo ; Melo Contreras, Daniel ; Mirosevic Verdugo, Vlado ; Morano Cornejo, Juan Enrique ; Núñez Arancibia, Daniel ; Núñez Lozano, Marco Antonio ; Ojeda Uribe, Sergio ; Ortiz Novoa, José Miguel ; Pacheco Rivas, Clemira ; Pérez Arriagada, José ; Pilowsky Greene, Jaime ; Poblete Zapata, Roberto ; Provoste Campillay, Yasna ; Rincón González, Ricardo ; Rivas Sánchez, Gaspar ; Robles Pantoja, Alberto ; Sabag Villalobos, Jorge ; Saffirio Espinoza, René ; Saldívar Auger, Raúl ; Schilling Rodríguez, Marcelo ; Sepúlveda Orbenes, Alejandra ; Silber Romo, Gabriel ; Soto Ferrada, Leonardo ; Tarud Daccarett, Jorge ; Teillier Del Valle, Guillermo ; Torres Jeldes, Víctor ; Tuma Zedan, Joaquín ; Urízar Muñoz, Christian ; Vallejo Dowling, Camila ; Vallespín López, Patricio ; Venegas Cárdenas, Mario ; Walker Prieto , Matías .
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Álvarez-Salamanca Ramírez , Pedro Pablo ; Becker Alvear, Germán ; Bellolio Avaria, Jaime ; Berger Fett, Bernardo ; Browne Urrejola, Pedro ; Coloma Alamos, Juan Antonio ; De Mussy Hiriart, Felipe ; Edwards Silva, José Manuel ; García García, René Manuel ; Godoy Ibáñez, Joaquín ; Gutiérrez Pino, Romilio ; Hasbún Selume, Gustavo ; Hernández Hernández, Javier ; Hoffmann Opazo , María José ; Kast Sommerhoff, Felipe ; Lavín León, Joaquín ; Macaya Danús, Javier ; Melero Abaroa, Patricio ; Molina Oliva, Andrea ; Monckeberg Bruner, Cristián ; Monckeberg Díaz, Nicolás ; Morales Muñoz, Celso ; Nogueira Fernández, Claudia ; Norambuena Farías, Iván ; Núñez Urrutia, Paulina ; Paulsen Kehr, Diego ; Pérez Lahsen, Leopoldo ; Rathgeb Schifferli, Jorge ; Rubilar Barahona, Karla ; Sabat Fernández, Marcela ; Sandoval Plaza, David ; Santana Tirachini, Alejandro ; Silva Méndez, Ernesto ; Squella Ovalle, Arturo ; Trisotti Martínez, Renzo ; Turres Figueroa , Marisol ; Ulloa Aguillón, Jorge ; Urrutia Bonilla, Ignacio ; Van Rysselberghe Herrera, Enrique ; Verdugo Soto, Germán ; Ward Edwards, Felipe .
El señor ANDRADE (Presidente).-
En votación la observación N° 5, que suprime el artículo décimo transitorio del proyecto.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 66 votos; por la negativa, 41 votos. No hubo abstenciones.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Aprobada.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Aguiló Melo, Sergio ; Alvarado Ramírez , Miguel Ángel ; Álvarez Vera, Jenny ; Andrade Lara, Osvaldo ; Arriagada Macaya, Claudio ; Auth Stewart, Pepe ; Boric Font, Gabriel ; Campos Jara, Cristián ; Cariola Oliva, Karol ; Carmona Soto, Lautaro ; Carvajal Ambiado, Loreto ; Castro González, Juan Luis ; Ceroni Fuentes, Guillermo ; Chahin Valenzuela, Fuad ; Chávez Velásquez, Marcelo ; Cicardini Milla, Daniella ; Cornejo González, Aldo ; Espejo Yaksic, Sergio ; Espinosa Monardes, Marcos ; Espinoza Sandoval, Fidel ; Farcas Guendelman, Daniel ; Fernández Allende, Maya ; Flores García, Iván ; Fuentes Castillo, Iván ; Girardi Lavín, Cristina ; González Torres, Rodrigo ; Gutiérrez Gálvez, Hugo ; Hernando Pérez, Marcela ; Jackson Drago, Giorgio ; Jarpa Wevar, Carlos Abel ; Jiménez Fuentes, Tucapel ; Lemus Aracena, Luis ; León Ramírez, Roberto ; Letelier Norambuena, Felipe ; Lorenzini Basso, Pablo ; Melo Contreras, Daniel ; Mirosevic Verdugo, Vlado ; Morano Cornejo, Juan Enrique ; Núñez Arancibia, Daniel ; Núñez Lozano, Marco Antonio ; Ojeda Uribe, Sergio ; Ortiz Novoa, José Miguel ; Pacheco Rivas, Clemira ; Pérez Arriagada, José ; Pilowsky Greene, Jaime ; Poblete Zapata, Roberto ; Provoste Campillay, Yasna ; Rincón González, Ricardo ; Rivas Sánchez, Gaspar ; Robles Pantoja, Alberto ; Sabag Villalobos, Jorge ; Saffirio Espinoza, René ; Saldívar Auger, Raúl ; Schilling Rodríguez, Marcelo ; Sepúlveda Orbenes, Alejandra ; Silber Romo, Gabriel ; Soto Ferrada, Leonardo ; Tarud Daccarett, Jorge ; Teillier Del Valle, Guillermo ; Torres Jeldes, Víctor ; Tuma Zedan, Joaquín ; Urízar Muñoz, Christian ; Vallejo Dowling, Camila ; Vallespín López, Patricio ; Venegas Cárdenas, Mario ; Walker Prieto , Matías .
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Álvarez-Salamanca Ramírez , Pedro Pablo ; Becker Alvear, Germán ; Bellolio Avaria, Jaime ; Berger Fett, Bernardo ; Browne Urrejola, Pedro ; Coloma Alamos, Juan Antonio ; De Mussy Hiriart, Felipe ; Edwards Silva, José Manuel ; García García, René Manuel ; Godoy Ibáñez, Joaquín ; Gutiérrez Pino, Romilio ; Hasbún Selume, Gustavo ; Hernández Hernández, Javier ; Hoffmann Opazo , María José ; Kast Sommerhoff, Felipe ; Lavín León, Joaquín ; Macaya Danús, Javier ; Melero Abaroa, Patricio ; Molina Oliva, Andrea ; Monckeberg Bruner, Cristián ; Monckeberg Díaz, Nicolás ; Morales Muñoz, Celso ; Nogueira Fernández, Claudia ; Norambuena Farías, Iván ; Núñez Urrutia, Paulina ; Paulsen Kehr, Diego ; Pérez Lahsen, Leopoldo ; Rathgeb Schifferli, Jorge ; Rubilar Barahona, Karla ; Sabat Fernández, Marcela ; Sandoval Plaza, David ; Santana Tirachini, Alejandro ; Silva Méndez, Ernesto ; Squella Ovalle, Arturo ; Trisotti Martínez, Renzo ; Turres Figueroa , Marisol ; Ulloa Aguillón, Jorge ; Urrutia Bonilla, Ignacio ; Van Rysselberghe Herrera, Enrique ; Verdugo Soto, Germán ; Ward Edwards, Felipe .
El señor ANDRADE (Presidente).-
Despachado el proyecto al Senado. Por haber cumplido con su objeto, se levanta la sesión.
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