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El señor ANDRADE (Presidente).-
En el Orden del Día, corresponde tratar el proyecto de ley, iniciado en mensaje, que crea el sistema de educación pública y modifica diversos cuerpos legales.
De conformidad con los acuerdos de los Comités, en la discusión de este proyecto las bancadas dispondrán de los siguientes tiempos para el uso de la palabra: Comité Unión Demócrata Independiente, 43:30 minutos; Comité Demócrata Cristiano, 31:30 minutos; Comité Socialista, 25:30 minutos; Comité Renovación Nacional, 24:00 minutos; Comité Partido por la Democracia, 22:30 minutos; Comité Independiente, 13:30 minutos; Comité Partido Comunista-IC, 10:30 minutos, y Comité Radical Socialdemócrata, 9:00 minutos.
Diputado informante de la Comisión de Educación es el señor Alberto Robles.
Antecedentes:
-Mensaje, sesión 87ª de la legislatura 363ª, en 3 de noviembre de 2015. Documentos de la Cuenta N° 2.
-Certificado de la Comisión de Educación, sesión 18ª de la presente legislatura, en 5 de mayo de 2016. Documentos de la Cuenta N° 5.
-Informe de la Comisión de Hacienda, sesión 23ª de la presente legislatura, en 17 de mayo de 2016. Documentos de la Cuenta N° 12.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado informante.
El señor ROBLES (de pie).-
Señor Presidente, en nombre de la Comisión de Educación, paso a informar sobre el proyecto de ley, en primer trámite constitucional y primero reglamentario, originado en mensaje de su excelencia la Presidenta de la República, que crea el Sistema de Educación Pública y modifica diversos cuerpos legales (boletín N° 10368-04).
La iniciativa legal tiene por objeto crear una nueva institucionalidad especializada en la gestión educacional, dotada de la estabilidad, coordinación y capacidades para hacerse cargo de la administración, el desarrollo, el acompañamiento y el apoyo a los establecimientos educacionales públicos, hoy administrados por los municipios.
Los principales aportes y características del sistema que el proyecto crea pueden resumirse en lo siguiente:
1. Establece los principios articuladores que guiarán el Sistema de Educación Pública, a saber, universalidad y educación permanente, calidad, equidad, autonomía, diversidad, responsabilidad, participación, flexibilidad, transparencia, integración e inclusión, sustentabilidad, interculturalidad y dignidad del ser humano, e integralidad.
2. Potencia una gestión educativa integral, con objetivos nacionales y locales de mediano y largo plazo.
3. Asegura el apoyo y fortalecimiento de las capacidades técnicas de cada establecimiento.
4. Asegura el carácter especializado, multiprofesional y sistemático de la labor de apoyo y soporte técnico, dirigida a los establecimientos educacionales.
5. Potencia la participación de las comunidades educativas, local y regional, en el desarrollo de la educación pública de cada territorio.
6. Favorece la colaboración estratégica del Sistema de Educación Pública con cada municipio, con las universidades y con el entorno productivo y social.
7. Constituye una red de servicios públicos de educación, con una escala y un tamaño adecuados para promover la equidad y la calidad educativas.
8. Establece un financiamiento propio para el sistema de educación pública.
El articulado permanente del proyecto está destinado, en primer lugar, a crear el Sistema de Educación Pública, sus órganos, y a regular su funcionamiento, y, en segundo lugar, a modificar varios cuerpos legales para adecuar la regulación atingente a la entrada en vigencia del nuevo sistema.
Por su parte, el régimen transitorio regula el mecanismo de transición y traspaso de funciones, bienes y personal, desde los actuales proveedores del servicio educativo a la nueva institucionalidad.
El Sistema de Educación Pública al que se refiere el proyecto estará integrado por la Dirección de Educación Pública, por los servicios locales de Educación Pública y por los establecimientos educacionales que hoy son administrados por las municipalidades y corporaciones municipales. Su objeto será proveer, a través de los establecimientos educacionales ya señalados, una educación gratuita y de calidad, de conformidad con lo establecido en la Ley General de Educación y con los principios específicos que el proyecto propone que rijan el funcionamiento del Sistema de Educación Pública.
La Dirección de Educación Pública que se crea por esta iniciativa se configura como un servicio público centralizado, dependiente del Ministerio de Educación. Su objeto será la coordinación de los servicios locales de educación pública, velando por que estos provean una educación de calidad en todo el territorio nacional. Su dirección y administración estará a cargo de un funcionario denominado director de Educación Pública, quien será el jefe superior de dicho servicio. En tal carácter, le corresponderá dirigir, organizar y administrar el funcionamiento del servicio; proponer al Presidente de la República, a través del Ministerio de Educación, la remoción, según corresponda, de los directores ejecutivos de los servicios locales y ejercer las demás atribuciones propias de las jefaturas superiores de servicio.
Se contempla la creación de 67 servicios locales de Educación Pública, descentralizados funcional y territorialmente, con personalidad jurídica y patrimonio propio, que se relacionarán con el Presidente de la República a través del Ministerio de Educación. Estos servicios ejercerán su competencia en unidades territoriales que comprenderán el territorio de una comuna o de una agrupación de comunas dentro de una misma región, y serán, para todos los efectos, los sostenedores de los establecimientos educacionales de su dependencia. Su objeto será proveer, a través de los establecimientos educacionales de su dependencia, el servicio educacional en los niveles y modalidades que corresponda, y deberá orientar su acción de conformidad con los principios de la educación pública.
La administración y dirección del servicio local estará a cargo de un director ejecutivo, quien será nombrado mediante el procedimiento de Alta Dirección Pública y será responsable de gestionar la educación en el territorio desde el nivel parvulario hasta el fin de la enseñanza media.
El personal del servicio local tendrá estatus de funcionario público, de acuerdo con las disposiciones definidas por el estatuto administrativo y la escala única de sueldos.
El proyecto de ley contempla los siguientes instrumentos de gestión educacional:
a) Un convenio de gestión educacional, cuya elaboración corresponde a la Dirección de Educación Pública, con la participación del consejo local respectivo, y con un plazo de seis años.
b) Un plan estratégico local de cargo del servicio local de educación, sujeto al mismo plazo.
c) Un plan anual, que contemplará un estado de avance del cumplimiento de los objetivos y metas contenidos en el convenio de gestión educacional y en el plan estratégico local.
Por otro lado, la iniciativa legal dispone que cada servicio local de educación contará con un Consejo Local de Educación Pública, en el cual estarán representados distintos actores y representantes territoriales de la comunidad educativa y local. El consejo funcionará como un órgano colegiado que colaborará con el director ejecutivo del servicio local en el cumplimiento de sus funciones.
Otra característica relevante del proyecto es que el Ministerio de Educación, a propuesta de la Dirección de Educación Pública, establecerá cada cuatro años una política nacional de fortalecimiento de la educación pública respecto de los establecimientos educacionales del Sistema de Educación Pública. Esta política considerará las áreas de implementación curricular y gestión pedagógica, convivencia escolar, liderazgo escolar, inclusión y atención diferenciada a los estudiantes, y apoyos para el aprendizaje.
Finalmente, el proyecto define la función principal del director o la directora de cada establecimiento educacional del sistema, la cual será dirigir y liderar el proyecto educativo institucional. Para ello se añade una serie de nuevas funciones y atribuciones, entre otras, la de proponer al director ejecutivo del servicio local el plan de mejoramiento educativo y el proyecto educativo institucional del establecimiento y sus modificaciones, consultando previamente al consejo escolar.
El proyecto de ley modifica trece cuerpos legales, con el objeto de incorporar la nueva institucionalidad al ordenamiento legal vigente.
Así, modifica la ley N° 19.410, para reemplazar al Padem por el nuevo plan anual del servicio local, y para añadir a los recursos delegables el 10 por ciento de la subvención escolar preferencial; modifica la ley N° 19.979, a fin de otorgar a los consejos escolares de establecimientos educacionales dependientes de los servicios locales nuevas facultades resolutivas respecto de la programación anual y del reglamento interno; también modifica la ley N° 20.529, con el objeto de velar por la coherencia de las normas que rigen al Sistema de Educación Pública con el sistema de aseguramiento de la calidad.
Por su parte, las disposiciones transitorias del proyecto se enderezan a establecer la gradualidad de la transición hacia la nueva institucionalidad, en un proceso de seis años desde la entrada en vigencia de la ley, transición que considera la necesaria gradualidad en el ingreso de las diferentes regiones de nuestro país al nuevo régimen: cinco iniciarán su traspaso a partir del primer año de transición; cuatro lo harán a partir del segundo, y las restantes seis, a partir del tercero.
Se establece como fecha para el traspaso del servicio educacional el 1° de enero del año siguiente al de la entrada en funcionamiento del servicio local de educación respectivo. Dicho traspaso se efectuará por el solo ministerio de la ley y comprenderá a los establecimientos de educación parvularia, básica y media que cumplan ciertas condiciones, los inmuebles en que funcionan y los bienes muebles necesarios para la prestación del servicio.
En cuanto al traspaso de personal, se determina el plazo de un año para la fijación de la planta de la Dirección de Educación Pública y de los servicios locales, contemplándose reglas básicas para que dichas plantas sean completadas considerando los respectivos traspasos a que habrá lugar.
El proyecto señala, además, que todo el personal que se desempeñe a nivel de los establecimientos educacionales será traspasado sin solución de continuidad.
En todos los casos de traspaso de personal, la iniciativa en informe dispone los resguardos necesarios para que no se afecten los derechos del personal que se desempeña tanto en el Ministerio de Educación, los municipios y las corporaciones municipales, como en los establecimientos educacionales que aquellos administran.
Finalmente, el régimen transitorio contempla un plan de transición cuyo objeto es mejorar la calidad del servicio educativo y la gestión de la educación municipal a fin de facilitar la instalación de los futuros servicios locales de educación pública.
La comisión introdujo varias modificaciones al proyecto durante su tramitación. Las más relevantes son:
1.- Adición de dos nuevos principios para la educación pública: formación ciudadana y valores republicanos e integración con el entorno y la comunidad.
2.- Incorporación, mediante indicación del Ejecutivo, de los establecimientos de administración delegada al Sistema de Educación Pública.
3. Eliminación del artículo 8° del proyecto original, que establecía las funciones y atribuciones del director de Educación Pública.
4.- Aseguramiento, a través de indicaciones del Ejecutivo, de la profesionalización del servicio, adscribiéndolo al Sistema de Alta Dirección Pública, que se halla regulado en el Título VI de la ley N° 19.882.
5.- Incorporación, por indicación del Ejecutivo, a los servicios locales de la nueva función de abrir y cerrar especialidades de educación técnico-profesional, con el objeto de asegurar que la oferta territorial sea pertinente al contexto local, previa consulta al consejo local respectivo.
6.- Mejoramiento, por medio de una indicación del Ejecutivo, del procedimiento de fusión y cierre de establecimientos, señalándose que este deberá ser informado previamente a la Dirección de Educación Pública, la que podrá rechazar la decisión de manera fundada.
7.- Como consecuencia de una indicación parlamentaria, se estableció que bastará una infracción grave para que el director incurra en la causal de negligencia manifiesta. En el mismo sentido, y también a través de una indicación parlamentaria, se estableció que las infracciones graves al Estatuto Docente podrán generar la cesación en el cargo.
8.- Mediante una indicación del Ejecutivo se explicitó la existencia de profesionales especializados para cada nivel y modalidad educativa, y se radicó la función de elaborar proyectos de inversión en infraestructura y asegurar la mantención de los establecimientos educacionales en la unidad de planificación y presupuesto del servicio local.
9.- Establecimiento de aprobación del Plan Estratégico Local por parte del consejo local y adición de procedimiento especial en caso de rechazo.
10.- Eliminación de la norma que preceptúa causales de cesación en el cargo de personal de planta del Servicio Local adicionales a las señaladas en el Estatuto Administrativo, en particular las de necesidades del servicio y de evaluación en lista condicional.
11.- Incorporación de un nuevo consejero al consejo local: el representante de los equipos directivos o técnico-pedagógicos de los establecimientos educacionales dependientes del servicio local.
12.- Aumento, por indicación del Ejecutivo, a dos años de la duración en el cargo de consejero del consejo local de los representantes de los centros de alumnos y de los centros de padres y apoderados. Ello, para homologar la permanencia de ellos con la del resto de los consejeros de dicha entidad.
13.- Introducción de nuevas funciones y atribuciones para el consejo local, tales como vincularse efectivamente con la comunidad local, proponer al director ejecutivo medidas tendientes a propiciar la inclusión al interior del aula y pronunciarse respecto de la fusión o cierre de establecimientos.
14.- Reemplazo de la política nacional de fortalecimiento de la educación pública por la Estrategia Nacional de Educación Pública.
Se trata de una estrategia de diez años, aprobada previamente por el Consejo Nacional de Educación y que considera la consulta a la comunidad.
15.- Adición de nuevas funciones y atribuciones a los consejos de profesores de establecimientos dependientes de los servicios locales.
16.- Eliminación de la norma que permite contratar en municipalidades personal bajo las normas del Código del Trabajo en áreas distintas a la educación.
17.- Modificación de la ley N° 19.296 para permitir la constitución de asociaciones de funcionarios en los servicios locales y la transformación de los actuales sindicatos en estas organizaciones, otorgándoles el plazo de dos años para que se fusionen y modifiquen sus estatutos para constituirse en asociaciones de funcionarios.
18.- Incorporación, para todos los establecimientos educacionales que reciban aportes del Estado y que provean educación parvularia, de la obligación de contar con un Consejo de Educación Parvularia equivalente al Consejo Escolar, donde la voz de los niños sea representada. Ello, en aplicación de las normas internacionales sobre la materia, en particular la Convención sobre los Derechos del Niño.
19.- Introducción, por indicación parlamentaria, como causal de remoción del director ejecutivo que el 10 por ciento de establecimientos sea ordenado en la categoría de Desempeño Insuficiente, modificándose para tales efectos la ley N° 20.529, que crea el sistema de aseguramiento de la calidad de la educación.
20.- Rechazo de la norma que establecía que no procedía el nombramiento de un administrador provisional respecto de los establecimientos educacionales dependientes de los servicios locales por tratarse de una figura incompatible con las funciones que les competen a estos nuevos servicios, los cuales podrán, entre otras cosas, reestructurar los establecimientos que presenten malos resultados académicos.
21-. Aclaración, mediante la aprobación de una indicación del Ejecutivo, que respecto de los establecimientos que imparten educación parvularia se traspasarán también aquellos que no cuenten con el reconocimiento oficial del Estado a la fecha del traspaso, mientras esté pendiente aún el plazo para obtenerlo.
22.- Introducción de una norma, a través de una indicación parlamentaria, para establecer que la dotación de personal que se traspase desde las municipalidades y corporaciones municipales a los servicios locales no deberá superar en número la dotación de personal existente al 30 de noviembre de 2014.
23.- Establecimiento de obligatoriedad, a través de la aprobación de una indicación del Ejecutivo, de realización de auditorías en aquellas municipalidades donde se hubiere nombrado un administrador provisional en los cinco años anteriores al traspaso, así como en aquellas en que se hubieren verificado infracciones graves a la normativa educacional.
24.- Reforzamiento, mediante la aprobación de una indicación del Ejecutivo, de la figura del administrador provisional durante el período de transición para establecimientos administrados por municipalidades o corporaciones municipales durante el período de transición.
25.- Establecimiento, por indicación parlamentaria, como límite al concurso para el traspaso de personal proveniente del DAEM, el DEM y las corporaciones municipales a los Servicios Locales, que ese personal se halle en servicio al 30 de noviembre de 2014.
26.- A raíz de la aprobación de una indicación parlamentaria, los asistentes de la educación que se traspasarán a los Servicios Locales serán regidos por un estatuto propio, que será promulgado antes del inicio del proceso de traspaso. Se incluye en este grupo a los técnicos que se desempeñan en los jardines infantiles que funcionan bajo la modalidad Vía Transferencia de Fondos (VTF).
27.- Se explicitó, por indicación parlamentaria, que ningún trabajador traspasado perderá sus derechos adquiridos.
Por último, dejo constancia de que el proyecto contiene diversas normas de rango de ley orgánica constitucional y que, de acuerdo con el artículo 226 del Reglamento de la Corporación, algunas de sus disposiciones debieron ser conocidas por la Comisión de Hacienda.
El proyecto fue aprobado en general por ocho votos a favor y cinco en contra, con la participación de los diputados Jaime Bellolio, José Manuel Edwards , Fidel Espinoza , Sergio Gahona , Cristina Girardi , Rodrigo González , Romilio Gutiérrez , María José Hoffmann , Giorgio Jackson , Yasna Provoste , Camila Vallejo , Mario Venegas y el Presidente de la Comisión, Alberto Robles, que hoy entrega el informe.
Es todo cuanto puedo informar.
He dicho.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado informante de la Comisión de Hacienda.
El señor SCHILLING (de pie).-
Señor Presidente, por su intermedio saludo a la señora ministra, a la señora subsecretaria y a los distinguidos representantes del Colegio de Profesores de Chile que nos acompañan en esta sesión y que nos han acompañado durante la tramitación de todos los proyectos que forman parte de la reforma que busca otorgar una nueva educación pública al país.En representación de la Comisión de Hacienda, me corresponde rendir el informe relativo al proyecto de ley que crea el Sistema de Educación Pública y modifica diversos cuerpos legales, en primer trámite constitucional y primero reglamentario, con urgencia calificada de discusión inmediata, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 226 del Reglamento de la Corporación.
Dado que los aspectos técnicos del proyecto, así como su estructura y contenido fueron abordados por quien me precedió en el uso de la palabra, centraré este informe en sus aspectos presupuestarios y financieros, conforme al contenido de los informes financieros pertinentes.
El presente proyecto de ley busca crear una nueva institucionalidad especializada en la gestión educacional, dotada de la estabilidad, la coordinación y demás capacidades necesarias para hacerse cargo de la administración, desarrollo, acompañamiento y apoyo a los establecimientos educacionales públicos que hoy son administrados por los municipios. Al mismo tiempo, busca establecer el deber de proponer una política de fortalecimiento de la educación pública, que cada gobierno deberá definir para un período determinado.
La comisión tomó conocimiento de los artículos 5°; 7°, letra j); 8°; 9°; 10, inciso tercero; 11, letras b) y k); 12; 14, letra d); 18; 19; 28; 35; 42; 51, número 3), letra b); 52, 54 y 61 permanentes, y sexto, séptimo, noveno, undécimo, décimo cuarto, décimo quinto, vigésimo, vigésimo segundo, vigésimo tercero, vigésimo cuarto, vigésimo quinto, vigésimo séptimo, vigésimo octavo, vigésimo noveno, trigésimo tercero, trigésimo cuarto, trigésimo quinto, trigésimo sexto, trigésimo séptimo, trigésimo octavo, trigésimo noveno, cuadragésimo tercero y cuadragésimo sexto transitorios.
Además, se deja constancia de que la comisión extendió su competencia a las indicaciones presentadas por el Ejecutivo, por tener incidencia en materias presupuestarias y financieras del Estado, como también a los artículos transitorios duodécimo, décimo tercero, vigésimo sexto, trigésimo, trigésimo primero y trigésimo segundo, por la misma razón.
En cuanto al impacto en el gasto fiscal que supondrá la aprobación del proyecto, el informe financiero sustitutivo N° 20, de 1 de marzo de 2016, actualiza las cifras de gastos y acompaña un conjunto de indicaciones que modifican algunas normas contenidas en el proyecto de ley en relación con: 1) la adscripción de los servicios locales de educación al Sistema de Alta Dirección Pública; 2) las funciones y atribuciones de la Dirección de Educación Pública y de los servicios locales, y 3) la incorporación de apoyo técnico pedagógico en los establecimientos administrados conforme a las disposiciones del decreto ley N° 3.166, de 1980, entre otras.
Se señala que como consecuencia de la indicación y la actualización a pesos de 2016, el gasto en régimen se incrementará a 208.943 millones de pesos, para la Dirección de Educación Pública y los 67 servicios locales de educación.
El informe financiero N° 40, de 11 de abril de 2016, señala que mediante la indicación N° 26-364 se modifican algunas normas contenidas en el proyecto de ley que crea la Dirección de Educación Pública y los 67 servicios locales, precisando las funciones y atribuciones que tendrán estas entidades, conforme al análisis realizado en el Congreso Nacional.
Además, cabe destacar que:
1) Mediante decreto supremo del Ministerio de Educación, a propuesta de la Dirección de Educación Pública y previa aprobación del Consejo Nacional de Educación, se establecerá la Estrategia Nacional de Educación Pública, cuyo objeto será mejorar la calidad de la educación pública provista por los establecimientos educacionales dependientes de los servicios locales. Dicha estrategia tendrá una duración de diez años.
2) En el marco de la transferencia de recursos que realiza el Ministerio de Educación para contribuir a reducir el desequilibrio financiero de la educación municipal y las deudas municipales originadas por la prestación del servicio educacional, dicha secretaría de Estado deberá requerir la realización de auditorías cuando en la municipalidad o corporación respectiva se hubiere nombrado un administrador provisional o se hubiere verificado la ocurrencia de infracciones graves, según se precisa.
En cuanto a los efectos de las indicaciones al proyecto de ley sobre el presupuesto fiscal, dichas modificaciones no representan mayor gasto fiscal, por lo cual se mantienen las cifras del informe financiero N° 20, ya mencionado.
En el informe financiero N° 75, de 7 de junio de 2016, se explica que mediante las indicaciones presentadas en la Comisión de Hacienda se modifican algunas normas contenidas en el proyecto de ley que crea la Dirección de Educación Pública y los 67 servicios locales, entre las cuales cabe destacar las siguientes materias:
1) Las funciones y atribuciones del director de Educación Pública, como jefe superior del servicio, y la determinación de requisitos de idoneidad para su nombramiento.
2) La participación que le cabe al consejo local en diversos ámbitos del quehacer de los servicios locales.
3) En cuanto al personal a contrata, este podrá desempeñar funciones directivas o de jefatura asignadas por el director ejecutivo del servicio local, pero no se podrá exceder el 7 por ciento de la dotación máxima del servicio.
4) Se precisa que aunque el servicio local será el sucesor legal en calidad de sostenedor de los establecimientos educacionales del sector municipal, las municipalidades o corporaciones municipales estarán obligadas a la extinción de todas las obligaciones que les resulten exigibles con anterioridad a la fecha del traspaso del servicio educacional.
En el caso de los establecimientos de educación parvularia, se precisa la redacción respecto del traspaso de los bienes muebles adquiridos mediante transferencias de recursos de la Junta Nacional de Jardines Infantiles o a través de recursos fiscales.
Se incorporan modificaciones a los artículos transitorios que regulan el traspaso de personal, estableciendo los plazos, procedimientos y los actos administrativos respectivos. En este contexto, se establece una comisión técnica para colaborar en la entrega de información relativa a temas laborales.
En cuanto a la protección de los derechos del personal traspasado a los servicios locales, se explicita que ello incluye las remuneraciones a que el personal tenga derecho en virtud de contratos colectivos suscritos con dos años o más de anterioridad al traspaso, hasta el término de la vigencia del respectivo contrato colectivo.
Se establece el compromiso de enviar un proyecto de ley que definirá un estatuto para los asistentes de la educación a que se refiere la ley N° 19.464.
Finalmente, se extiende el plazo de vigencia del fondo destinado a la recuperación y fortalecimiento de la educación pública creado en la ley N° 20.845, por los montos de 200.000 millones de pesos, 150.000 millones de pesos y 100.000 millones de pesos, para los años 2020, 2021 y 2022, respectivamente.
En cuanto a las indicaciones al proyecto de ley, explica que incluyen incrementos del gasto fiscal para los años 2020, 2021 y 2022, por los efectos del fondo señalado en el numeral anterior, manteniéndose el nivel de mayor gasto fiscal del resto del informe financiero N° 40, del 11 de abril de 2016, como a continuación se indica:
El informe financiero N° 80, de 14 de junio de 2016, elaborado por la Dirección de Presupuestos, señala que mediante las indicaciones presentadas en la Comisión de Hacienda, se modifican algunas normas contenidas en el proyecto de ley que crea la Dirección de Educación Pública y los 67 servicios locales de Educación, de las cuales cabe destacar:
El director de Educación Pública, como jefe superior del servicio, será seleccionado conforme a las normas del Párrafo 3° del Título VI de la ley N° 19.882.
Se establece el compromiso de la Presidenta de la República para enviar antes del 31 de enero del año 2017, un proyecto de ley que establezca un estatuto para los asistentes de la educación.
En cuanto a los efectos de las indicaciones al proyecto de ley sobre el presupuesto fiscal, asevera que se ajustan al nivel de gasto establecido en el informe financiero N° 75, de 7 de junio de 2016.
Durante el debate, la comisión escuchó a distintos actores, entre los cuales se cuentan representantes de los ministerios de Educación, de Hacienda y del Trabajo y Previsión Social; de la Dirección de Presupuestos, del Colegio de Profesores de Chile, de la Federación Nacional de Trabajadores de Administración Central de Corporaciones Municipales de Chile (Fenatracom), de la Confederación Nacional de Funcionarios DAEM de Chile (Confudech), del Consejo Nacional de Asistentes de la Educación y de la Confederación Nacional de Asociaciones de Funcionarios Asistentes de la Educación de Chile; del Sindicato de Asistentes de la Educación de Puerto Natales/Punta Arenas, del Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación (SUTE), de la Asociación de Funcionarios Junji, de la Fenaedup y la Fenafuech; de la Corporación Nacional Asistentes de Educación (Conaech), del Instituto Libertad y Desarrollo, de la Dirección Universidad Autónoma, de la Federación Nacional de Trabajadores VTF, de la Aprojunji y de los profesores jubilados de la Región de La Araucanía.
Por encargo de la comisión, cabe destacar el compromiso adquirido por el Ejecutivo en el artículo cuadragésimo quinto transitorio para enviar antes del 31 de enero del año 2017, un proyecto de ley que establezca un estatuto para los asistentes de la educación, procurando una rápida tramitación del mismo, mediante la administración de las urgencias y toda otra herramienta que facilite el proceso legislativo.
Por último, la Comisión de Hacienda, después de escuchar a las personas, entidades y autoridades indicadas, aprobó por la mayoría de los señores diputados presentes gran parte de los artículos de competencia de la comisión, incluyendo numerosas modificaciones, en la forma que consigna el informe, y recomienda a la Sala de la honorable Cámara su aprobación.
Es cuanto tengo que informar sobre la materia.
He dicho.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Saludo a los dirigentes del Consejo Nacional de Asistentes de la Educación que nos acompañan en las tribunas.
(Aplausos)
Del mismo modo, saludo a los dirigentes de los Asistentes de la Educación de la Provincial Ñuble, encabezados por su presidente, el señor Miguel Gaete de la Fuente, quienes nos acompañan en las tribunas, todos los cuales han sido invitados a la sesión por el diputado señor Jorge Sabag y la diputada señora Yasna Provoste .
(Aplausos)
En discusión el proyecto.
Tiene la palabra la ministra de Educación, señora Adriana Delpiano .
La señora DELPIANO, doña Adriana (ministra de Educación).-
Señor Presidente, envío un saludo muy especial a todos los señores diputados y a todas las señoras diputadas, así como a todos los invitados que se encuentran en las tribunas, quienes presenciarán el debate de esta reforma educacional, tal vez la más significativa de todas las que se han implementado.
Como se ha señalado en los informes de las comisiones de Educación y de Hacienda de la Cámara de Diputados, y antes de que los parlamentarios fundamenten su votación, quiero destacar algunos aspectos que me parecen muy importantes a tener en consideración.
En primer lugar, el país ha intentado hacer cambios al sistema de educación pública en varias oportunidades. A lo menos, conocemos tres intentos serios que se han realizado durante este tiempo para hacer las modificaciones necesarias, lo que no se logró por distintas razones.
En consecuencia, el que hoy estemos discutiendo este proyecto de cambio en la Sala de la Cámara de Diputados es indicio de que hemos tomado una decisión conjunta para impulsarlo.
Además, considero que la iniciativa está suficientemente cautelada y regulada para hacer esas modificaciones de la mejor forma y de la manera más pacífica posible. Es un cambio que supone seis años de gradualidad, una vez aprobado el proyecto en discusión.
Este cambio nace de un diagnóstico compartido, que señala que, dada la heterogeneidad geográfica de nuestro país, y la heterogeneidad de alcaldes y de equipos de trabajo municipales, en el último tiempo la educación pública ha sufrido una merma grave.
Entre los países con los cuales nos gusta compararnos, debemos ser el que registra el menor número de alumnos matriculados en el sistema de educación pública -36 por ciento-, y lo más grave es que en solo diez años hemos perdido casi 600.000 estudiantes.
Como sociedad debemos reaccionar y buscar el apoyo necesario para enfrentar de mejor manera esta tarea, porque, de lo contrario, el país deberá aceptar que no tiene educación pública. Esto es grave. Hemos dicho que tenemos un sistema mixto. Pero un sistema mixto no es un sistema residual en el que se garantiza educación pública, cualquiera que sea su calidad, en aquellos lugares apartados del país.
Tenemos la oportunidad de inyectar recursos y voluntad para recuperar nuestra educación pública, a fin de que vaya a la par con la educación particular subvencionada, pero sin lucro, sin copago y sin selección de alumnos. Queremos un sistema educativo que, respetando las opciones de cada familia, nos enorgullezca como país. Considero que estamos en el límite para hacer esto realidad.
A ese propósito responde el proyecto, que ha sido discutido ampliamente en la Cámara de Diputados, y que seguiremos discutiendo tanto en comisiones como en el Senado.
Por lo tanto, la tarea fundamental de educar a los hijos e hijas de la patria, labor que hoy recae en los municipios, debe ser realizada independiente de la voluntad, la calidad o la capacidad de los municipios y de los alcaldes.
Hay que reconocer la gran diferencia que, para hacerse cargo de esta tarea, existe en municipios tan heterogéneos como los de Las Guaitecas, Santiago , Providencia o Tomé, lo que ha hecho que la educación pública ya no constituya un sistema, sino un conjunto de procesos que se dan al interior de los 345 municipios del país.
Este tema es clave, aunque no es el único. No basta con cambiar de sostenedor, sino que debemos inyectar calidad, capacidad y recursos para levantar la educación pública en el país.
Tal como indicaron los diputados informantes, se crea un sistema en el cual el eje es el establecimiento educacional. Las atribuciones y las competencias de los equipos directivos de los establecimientos educacionales pasan a ser un elemento clave, pero con un sostenedor cuya única tarea es fortalecer la educación pública y garantizar el apoyo a los establecimientos para sacar adelante esa labor.
La autonomía de cada uno de los establecimientos dependerá de su evaluación, de sus capacidades, de su equipo directivo y de su equipo docente, además del impacto que tendrá la comunidad escolar dentro de ese sistema.
Por lo tanto, el sistema estará constituido por los establecimientos y por los servicios locales de educación pública. La administración y dirección de cada servicio local estará a cargo de un director ejecutivo, que será nombrado mediante el procedimiento de Alta Dirección Pública y no quedará sujeto a los ciclos políticos. De hecho, la ley en proyecto establece la forma como remover a esa persona de su cargo en caso de que no cumpla con los estándares exigidos. Por ende, su remoción no queda sujeta a una autoridad política, sino a las condiciones que establece la ley.
La Dirección de Educación Pública como servicio público centralizado, dependiente del Ministerio de Educación, será el órgano encargado de coordinar los servicios locales de educación pública; pero estos últimos serán autónomos, gracias al método de elección de sus autoridades.
Quiero destacar algunos elementos del proyecto. El foco puesto en la escuela, el objeto de un giro único, la profesionalización del sistema, la independencia de los ciclos políticos locales y nacionales, la participación de la comunidad educativa a través de los consejos locales de educación pública; una línea clara de responsabilidad, con rendición de cuentas y con metas de mejoras al mediano plazo. En este último punto es importante que el sistema sea medible, auditable y que forme parte de la cuenta pública que entregarán los directores de los servicios locales.
La iniciativa permite una visión completa de la trayectoria educativa, desde la sala cuna hasta la educación secundaria, tanto en el área técnico-profesional como en el área científicohumanista. Así se garantiza el desarrollo y la planificación a mediano y largo plazo.
Además, debo señalar que se incorporaron muchos aspectos que fueron propuestos y discutidos en las comisiones de Educación y de Hacienda. Uno de ellos es la creación de un sistema de educación pública a diez años, que nos permita mirar como país cómo avanza la educación pública y qué objetivos nos ponemos, más allá de los de cada servicio local.
El objetivo de potenciar el desarrollo profesional docente empalma con la carrera docente, ya aprobada por el Parlamento y en pleno proceso de instalación.
Otro aspecto importante es la existencia de alianzas estratégicas con el territorio. Al respecto, cabe destacar que la entrada en vigencia de este proyecto de ley no significará que las municipalidades sean relegadas. Eso no es así, ya que los niños que asisten a las escuelas reciben muchos servicios de parte de las municipalidades, como salud, recreación, vivienda. Además, a los municipios les corresponde el cuidado del entorno de las escuelas.
Los consejos locales que se crean en apoyo al sistema educativo serán claves para la mejora que se pretende. La creación de los servicios locales de educación pública cambiará la forma de financiamiento del sistema público, más allá de otros cambios que se puedan realizar a futuro. Existe un sistema basal de financiamiento para el aparato administrativo que tendrá este sistema.
El Estado tiene la obligación de financiar a cada profesor, de acuerdo a cómo se encuentre encasillado en la carrera docente, y también tiene la obligación de pagar a tiempo sus cotizaciones previsionales.
Existe la flexibilidad necesaria para que el sistema local pueda destinar recursos para la mejora de establecimientos que se están quedando muy atrás y de otros que constituyen establecimientos foco, es decir, los Titanic de cada servicio local, para que cumplan una función en los trabajos en red que tendrá ese servicio.
El proyecto se ha visto enriquecido durante su paso por el Parlamento. Hoy tenemos la posibilidad de dar un paso sustantivo, pero aún mejorable, para tener una fórmula de administración de la educación pública que le permita adquirir el nivel que le corresponde. De esa forma, las familias podrán optar entre matricular a su hijo en una educación laica, republicana y que estará presente a lo largo de todo el país, o bien matricularlo en algún proyecto educativo particular, especial o de algún credo religioso. Lo importante es que la educación pública no será la educación residual que el país dejó para aquellos sectores en los que no se interesaron los privados.
Tenemos una tarea país en este proyecto de ley, tal vez uno de los más importantes que veremos desarrollado durante el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet .
Esto está pensado para ser gradual, para que todas las personas que laboran en el sistema educacional puedan pasar, no solo en igualdad de condiciones, sino incluso en condiciones mejoradas. Es así que, simultáneamente con este proyecto, se encuentran en trámite en esta Corporación y en el Senado distintos proyectos de mejoras, como el estatuto y los incentivos al retiro para los asistentes de la educación y los incentivos al retiro para los profesores. Por cierto, también estamos llanos a seguir conversando sobre cómo ese personal, que forma parte de la comunidad educativa, juega un rol especial en la formación y en el sostenimiento anímico de los niños y las niñas que allí estudian, porque todos tenemos una responsabilidad que no se nos puede olvidar.
En el centro, en el corazón de este proyecto y de toda la reforma educacional del gobierno, está la mejora de la educación que reciben los niños, niñas y jóvenes del país, porque ellos no solo son el futuro, sino también el presente.
Por lo tanto, invito a todos los diputados a apoyar la iniciativa y a perfeccionarla, para que juntos -gobierno, Parlamento, gremios y colegiosnos sintamos orgullosos por haber dado este paso histórico para mejorar la educación pública de nuestro país.
Muchas gracias.
He dicho.
-Aplausos.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Mario Venegas .
El señor VENEGAS.-
Señor Presidente, en primer lugar, saludo a los ministros y a la subsecretaria presentes en la Sala.
Estamos frente a una innegable oportunidad histórica. La primera década de este siglo estuvo marcada por movilizaciones sociales de gran importancia, en las que participaron cientos de miles de estudiantes, apoderados, padres, abuelos, etcétera, para reclamar por que el sistema educacional que se construyó a lo largo de las décadas pasadas era completamente injusto. Es el caso de la movilización de 2006, conocida como la de “los pingüinos”, y la maravillosa movilización de 2011, que respetamos y valoramos en toda su dimensión.
Permítanme ser autorreferente. Comencé a trabajar como profesor en 1980, y en 1981 fui traspasado desde un sistema público que reconocía al Estado un rol importante en la administración de la educación y en la formación de sus niños y niñas a un sistema impuesto en dictadura, con cero legitimidad democrática, que cambió el foco de lo que había sido el proceso y la marcha de la educación chilena, que la había convertido en un faro para América Latina y El Caribe. Sin duda, teníamos una educación con problemas, pero éramos un referente en todo el Cono Sur de América Latina.
Ese foco se transformó y se cambió el rumbo de la educación y de nuestro sistema hacia concepciones neoliberales, en que se perdió el sentido del bien común, el de objetivos nacionales, por el de mercado, la decisión individual y la familia. Desgraciadamente, esta imposición se mantuvo por un período largo y triste de nuestra historia.
Debemos asumir que durante los gobiernos democráticos nos costó mucho tiempo hacer modificaciones. Es probable que se nos pueda responsabilizar de no haber tenido la voluntad política para haber hecho los cambios de manera más acelerada. Sin embargo, en estos momentos tenemos la voluntad manifiesta de un gobierno y de muchos de nosotros para pagar y saldar esa deuda.
Probablemente, desde un extremo algunos dirán que no es suficiente; otros no quieren…
El señor SANDOVAL .-
¡Baje un poco el volumen de su voz!
El señor VENEGAS.-
Colega, yo no lo he molestado a usted; si quiere, se puede retirar de la Sala. Es muy fácil.
Esa es la manera en que actúa la UDI: no razona ni argumenta. En el fondo, son los que siempre se oponen sin argumentos y defienden otros intereses, aunque puedan ser legítimos.
Hablemos de los atributos de este proyecto, que al parecer algunos no quieren reconocer y que no deja ciento por ciento contentos a todos. Por supuesto, también voy a mencionar algunas debilidades.
¿Alguien puede negar que la iniciativa se hace cargo de un diagnóstico compartido de que el sistema de municipalización impuesto es un fracaso histórico? Las municipalidades que han tenido buena gestión son la excepción, pero no la regla. Por esa razón, necesitamos cambiar la institucionalidad, para gestionar mejor y alcanzar mayores niveles de calidad de la educación que reciben especialmente los más pobres del país, que se concentraron en nuestra educación municipal porque los incentivos estaban mal puestos.
El sistema educacional chileno es una anomalía, y así lo confirman todos los estudios. La proporción de educación pública en el sistema escolar solo es comparable con Holanda. Ningún país, ni siquiera los capitalistas, ha descuidado tanto su educación pública. ¡Ninguno! Eso ocurre también en la educación superior, porque solo el 15 por ciento de la matrícula es estatal; el resto es privado. Eso es lo que quiere cambiar este proyecto.
Atributos del nuevo sistema: foco en la escuela y en quienes allí estudian y trabajan, los convenios con los servicios locales, la estrategia nacional de diez años para la educación pública, los planes de mejoramientos, los reglamentos internos de convivencia y un conjunto de instrumentos que permitirán poner el foco en la escuela.
No se puede negar que este proyecto es un avance sustantivo, de manera que llamo a mis colegas a votarlo favorablemente.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Raúl Saldívar .
El señor SALDÍVAR.-
Señor Presidente, primero, saludo afectuosamente a la ministra de Educación, al ministro de Hacienda, a la subsecretaria de Educación y a quienes siguen atentamente este debate.
La educación pública resulta trascendental en la historia de toda sociedad moderna, ya que si bien la educación se encuentra presente en todas las comunidades humanas, antes era excluyente y destinada solo a algunos individuos pertenecientes a la clase dominante. En cambio, la educación pública nace con el Estado moderno, en la necesidad de formar ciudadanos libres.
Es así como el liberalismo clásico -no los neoliberales, que solo ven rentabilidad en todo ámbitovio en la educación el portavoz de los valores que debía tener la sociedad nueva. Autores como Adam Smith , padre del liberalismo, fue claro al respecto.
Hago referencia al liberalismo que dio paso a la educación pública para señalar que, si bien en Chile durante gran parte de la historia republicana se mantuvo ese principio, en la dictadura militar se le quitó esa potestad al Estado, que se delegó en los municipios, y se aplicaron a ultranza los principios del neoliberalismo, que buscaban reducir el Estado a su mínima expresión.
Hoy debatimos un proyecto de ley que, junto con el que aborda la educación superior gratuita, es uno de los pilares de la administración de la Presidenta Michelle Bachelet . Aunque para algunos se presentó en forma tardía, la iniciativa en estudio afronta las falencias de nuestro sistema educacional y propone la desmunicipalización de la educación pública.
Uno de los motivos por los cuales es necesario efectuar cambios en esta materia es que los municipios deben hacerse cargo de una heterogeneidad de materias. Una de ellas es la educación.
Por otra parte, la educación de nuestros niños y jóvenes queda al arbitrio de ciclos políticos, de coyunturas político-partidistas y de la visión particular de una determinada administración.
Por último, existe una dilución de responsabilidad en torno de la educación. Cuando una determinada comuna es exitosa en materia educativa el logro se atribuye al alcalde; sin embargo, cuando existen bajos resultados, la responsabilidad es del Estado, al que se le endilga falta de compromiso o de responsabilidad en materia educacional. En otras palabras, una vez más se privatizan las ganancias y se socializan las pérdidas.
Para subsanar esas falencias, se propone una institucionalidad de giro único. Su razón de ser y todas sus aspiraciones apuntarán a la continua mejora del servicio educativo. Para ello se crean los servicios locales de educación pública, los que consideran las especificidades de cada localidad.
Por su parte, los consejos locales de educación pública estarán integrados por representantes de la ciudadanía elegidos entre sus pares.
Otro avance sustantivo es que se hace justicia a los establecimientos de educación técnico-profesional cuya administración fue entregada a instituciones privadas a través del decreto ley N° 3.166.
A pesar de los intentos de la derecha por licitar los liceos, el proyecto contempla la posibilidad de que al cabo del término de un convenio los servicios locales puedan renovarlo o traspasar la administración de los establecimientos al Estado a través de los servicios locales.
De este modo, el proyecto busca dotar al Estado de herramientas para crear un nuevo sistema de educación pública para el futuro de nuestro país.
Esperamos que este cambio estructural permita incorporar transformaciones sustantivas en materia docente y en los procesos didácticos de educación.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
En el tiempo de la bancada Independiente, tiene la palabra, hasta por cuatro minutos, el diputado señor Giorgio Jackson .
El señor JACKSON.-
Señor Presidente, por su intermedio saludo a la ministra de Educación y a la subsecretaria del ramo.
Hoy votaremos en general el proyecto de ley por medio del cual se busca instalar una nueva institucionalidad para la educación pública escolar, tanto básica como media, incorporando, también, nuevos elementos en la educación parvularia.
Esta no es una demanda reciente. Nace desde el mismísimo momento en que se instaló por la fuerza la municipalización en la educación pública, es decir, en la década de los 80 del siglo pasado. Ese paso no solo generó una gran deuda con los maestros de Chile -la deuda histórica-, sino que mantiene endeudada la educación pública, a sus niños y comunidades locales, sometiendo desde entonces a nuestro sistema educativo básico y medio a las lógicas del mercado.
Este es un proyecto que presenta dos objetivos muy grandes y ambiciosos: El primero es revertir la municipalización para que la administración de las escuelas públicas pueda garantizar igualdad en calidad, en provisión y en gestión a lo largo de todo el territorio nacional.
El segundo objetivo es fortalecer la educación pública.
Respecto de lo primero, el proyecto aborda bien la materia. Tuvimos que trabajar algunas indicaciones para que la iniciativa pudiera cumplir bien la misión de cambiar la forma de administración de las escuelas y contar con un modelo que incorpore en el ministerio un responsable de convenios, así como participación de las comunidades, de modo que estas incidan en la formulación de los proyectos estratégicos y de los planes de desarrollo que se diseñen a nivel de servicio local. Con ello se generará una mejor gestión.
Sin embargo, señora ministra -en esto quiero poner énfasis; usted sabe muy bien a qué me referiré porque lo señalé muchas veces en la Comisión de Educación-, corremos el grave riesgo de cambiar la administración de la educación pública y que algunos servicios locales sigan administrando pobreza. Lo digo porque la lógica del financiamiento escolar sigue basada en el subsidio al alumno por medio del mecanismo llamado váucher, lo que determina en gran medida la cantidad de dinero con que puede contar un servicio local para gestionar sus escuelas. Dependiendo de cuántos recursos disponga, ese servicio local va a ser capaz de entregar mejor o peor educación, de pagar los sueldos a los profesores o de invertir en mayores obras de infraestructura.
Creemos que esa materia es inseparable de los objetivos del proyecto.
Por eso, pido a los parlamentarios presentes -el Ejecutivo en algún momento se comprometió con la ideaque exijamos la presentación de una indicación que permita, en el siguiente trámite constitucional, cambiar la lógica del váucher.
Ministra, acá no se necesitan ingresos extras, sino voluntad política. Sin ningún peso más se puede hacer una redistribución que mejore los ingresos del 80 por ciento de las localidades del país, para que la educación sea, por fin, más equitativa y no dependa de que en algunas comunas exista mayor concentración de subvención escolar preferencial, de que sean localidades urbanas o de que concentren mayor matrícula escolar.
Ministra, no se lo pido por mí ni movido por un interés personal, sino por el país, por los niños, por los que vienen. En primer lugar, necesitamos aprobar en general el proyecto, pero en segundo trámite constitucional es imprescindible cambiar el modelo de financiamiento.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
En el tiempo de la bancada del Partido por la Democracia, tiene la palabra la diputada señora Cristina Girardi .
La señora GIRARDI (doña Cristina).-
Señor Presidente, como señaló la ministra de Educación, desde hace años estamos esperando discutir y aprobar este proyecto.
La titular de la cartera se refirió a la situación de inequidad de nuestras comunas. En efecto, comunas como Las Condes, que tienen 380.000.000.000 de pesos de presupuesto no pueden entregar el mismo nivel educativo que comunas con presupuestos de 10.000.000.000 o 20.000.000.000 de pesos. Así, no podemos pedir los mismos resultados educacionales a los hijos de una familia que vive en Lo Barnechea que a los niños y jóvenes de Cerro Navia o de La Pintana, porque Chile es desigual.
Chile ha sido históricamente desigual y no ha podido superar sus desigualdades. Este proyecto vuelve a plantear que es deber del Estado asegurar que haya igualdad. No lo pueden asegurar los municipios, porque estos no son iguales ni tienen las mismas condiciones económicas.
Hoy se plantea que el Estado asuma nuevamente una responsabilidad que había delegado en municipios desiguales, para que todos los chilenos, de Arica a Punta Arenas, puedan contar efectivamente con educación de la misma calidad. No se trata de nivelar hacia abajo, como se ha dicho muchas veces, sino de generar educación de calidad para todos los habitantes del país. Es el gran objetivo del proyecto. Agradezco que la ministra lo haya presentado y que lo estemos votando hoy.
Mi temor, como le planteamos a la ministra, y como lo hizo también el diputado Giorgio Jackson , es que esa responsabilidad no esté respaldada con los recursos necesarios para que el Estado entregue la educación que los niños chilenos merecen, porque la subvención no representa necesariamente lo que cuesta educar.
Además, hemos planteado en forma reiterada que la subvención es un mecanismo perverso en sí. El hecho de que la educación se financie mediante un sistema de subvención provoca necesariamente que la escuela esté preocupada de que los niños asistan a clases, no por la necesidad de educarlos, sino por la necesidad de financiar la educación. Ello, a su vez, hace competir a los establecimientos entre sí, porque asegurar el financiamiento y que el sistema funcione depende de que asista determinada cantidad de niños a la escuela, y no de las necesidades educativas de los alumnos ni del proyecto educativo. Es la cantidad de niños lo que asegura que el sistema funcione. Eso no puede ser; esa no es la labor de la educación. La labor de la educación es entender qué sucede con nuestros niños, cuáles son sus necesidades educativas y financiarlas, no preocuparse de la cantidad de alumnos que asisten al colegio para que el sistema funcione.
La subvención como sistema de financiamiento pone en peligro el objetivo que se ha propuesto nuestro gobierno de entregar educación de calidad a lo largo de todo Chile.
Nosotros hemos planteado que se establezca un financiamiento basal para los costos fijos que dicen relación con los profesores, con el personal, con la infraestructura y con los consumos básicos, pero también con el proyecto educativo que se implemente en determinadas escuelas. Si financiamos todo lo demás, pero no el proyecto educativo, no tiene sentido mantener infraestructuras vacías y profesores que no pueden desarrollar sus proyectos educativos. Por eso el financiamiento es tan importante, ministra.
En ese sentido, presentamos una indicación para incorporar un nuevo artículo transitorio que dispone que el financiamiento por escuela se determinará según matrícula, remuneraciones de trabajadores de la educación, características de la población que atiende, infraestructura, equipamiento, materiales según las modalidades educativas, distancia y transporte de sus estudiantes.
Actualmente tenemos serios problemas con la educación especial. Se supone que esta modalidad de educación recibe una subvención mayor; sin embargo, en el aula solo puede haber como máximo quince alumnos. Es la misma subvención que recibe un curso habitual de 40 niños; pero en este caso se trata de alumnos cuyas necesidades implican mayor exigencia para los educadores y profesionales. Por lo tanto, la educación especial en Chile no está financiada y tampoco lo estará con esta modalidad, porque no se hace cargo de sus necesidades reales. Eso es lo que fundamentalmente debemos entender de nuestro proyecto. Si asumimos una responsabilidad como gobierno, no nos amputemos la posibilidad, a través de un mecanismo de financiamiento perverso, de entregar la mejor educación que se merecen nuestros niños a lo largo del país.
Que el Estado financie directamente el ciento por ciento de los salarios de los profesores y de los asistentes de la educación es una de las ideas que planteamos cuando discutimos el proyecto sobre carrera docente. Se trataría de un costo fijo, no variable como la subvención.
Me parece que debemos hacer un esfuerzo radical. Si queremos una nueva forma de educación pública, debemos financiarla de manera distinta y velar por cumplir con nuestro objetivo.
Otro asunto importante de destacar y que también planteamos durante la discusión del proyecto es que actualmente el sistema de educación exige que los niños estén medicados. Es decir, el sistema no se adapta a los niños; son ellos quienes deben adaptarse al sistema. En cursos de 35 o 40 niños, aquellos alumnos que sufren complicaciones afectivas o emocionales concretas, o tienen trastornos de aprendizaje, son obligados a medicarse para que puedan permanecer en el sistema. Creemos que la medicación no tiene nada que ver con la pedagogía; no es tarea de las escuelas.
Los establecimientos educacionales deben incorporar a todos los niños y niñas de nuestro país.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
En el tiempo de la bancada del Partido Comunista-Izquierda Ciudadana, tiene la palabra el diputado Sergio Aguiló .
El señor AGUILÓ.-
Señor Presidente, un país sin educación pública no tiene cómo garantizar a sus niños y a sus jóvenes calidad y equidad en el proceso educativo; no tiene cómo garantizarles que, a pesar de las desigualdades en la vida y en la economía, todos partirán en la escuela y en el liceo de un mínimo potente, con las mismas condiciones de calidad, en un espacio donde se encuentren alumnos de sectores sociales muy distintos. Tampoco tiene cómo garantizar la socialización de valores democráticos, republicanos y arraigados en la historia de nuestro país, que constituyen la base de una nación.
Por ello, es un consenso universal que todos los sistemas educativos deben tener un pilar fundamental en la educación pública. Sin embargo, el único país donde todavía se discute si debería haber o no educación pública y si esta debería constituir un pilar sustantivo es Chile; no hay otro país en el mundo en que esto ocurra. Si un ciudadano de cualquier país desarrollado cayera en paracaídas en este Parlamento, no entendería nuestra discusión, porque en el mundo ya es consenso que la educación pública debe ser un pilar fundamental.
Actualmente, en Chile casi no hay educación pública, y la que existe es precaria y está en vías de desaparecer. Por lo tanto, sin este proyecto de ley, Chile está condenado a no tener educación pública en los próximos años y, con ello, a poner en duda las bases más esenciales de la convivencia del país. Por ello, somos profundamente partidarios de este proyecto; sin perjuicio de que durante su discusión incorporaremos las formas más genuinas de fortalecerlo por la vía del financiamiento, creemos que es decisivo. Nos parece que esta debería ser la opinión unánime en una Cámara de Diputados y en un Parlamento que piensa en el país, en sus niños y en sus jóvenes.
Valoramos que la Presidenta de la República haya cumplido con su palabra; valoramos que la ministra de Educación y el exministro de esa cartera, que se encuentran presentes en la Sala junto a nuestra subsecretaria de Educación, hayan cumplido tan rigurosamente los compromisos contraídos con el país.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
En el tiempo de la bancada del Partido Radical Socialdemócrata, tiene la palabra la diputada Marcela Hernando .
La señora HERNANDO (doña Marcela).-
Señor Presidente, desde sus orígenes, la educación en Chile tuvo como fin transformar nuestra sociedad y hacerla crecer intelectual y económicamente. Es así que la creación del Instituto Nacional en 1813, de las escuelas normales y de la Universidad de Chile en 1842, y del Instituto Pedagógico en 1889, fueron el inicio de una sociedad de luces, de talentos y de oportunidades propias para un país que se abría al progreso y a la industrialización.
La Ley de Instrucción Primaria Obligatoria, promulgada en 1920, y el fuerte programa de construcción de escuelas y de promoción de la enseñanza que hiciera el gobierno de Pedro Aguirre Cerda, caracterizaron la educación pública chilena: laica, igualitaria, pluralista, destinada a la movilidad social y a provocar el surgimiento de las primeras capas medias.
Sin embargo, como todos sabemos, llegó un momento en nuestro país en que los libros dejaron de leerse para ser quemados en hogueras. Esa es la imagen que se me viene a la mente cuando pienso en lo que la dictadura le hizo a nuestra educación pública entre los años 1973 y 1990. Fue durante ese período en el que el gobierno militar se encargó de traspasar la administración de escuelas y liceos a los municipios, dejando a las comunidades educativas al arbitrio del presupuesto de cada ente municipal. Miles de profesores, asistentes de la educación y administrativos sufrieron el cambio forzoso en su régimen laboral, con lo cual se dio inicio, además, a la conocida deuda histórica. Nació así la precarización de la educación pública en Chile, con escuelas de municipios ricos y pobres, y, posteriormente, con el fortalecimiento de la educación pagada.
Luego de décadas tenemos a la vista los resultados:
Según el Ministerio de Educación, en promedio, solo el 22,5 por ciento del total del personal de los departamentos de administración de educación municipal (DAEM), y de los equipos de educación de las corporaciones municipales trabaja en una función relacionada con algún tipo de apoyo técnico-pedagógico.
Según el Sistema Nacional de Información Municipal (Sinim), del total de recursos adicionales que todos los municipios destinan a educación, el 70 por ciento se concentra en el 25 por ciento de las comunas del país. Además, desde 1994, Chile ha experimentado el cierre de más de mil establecimientos, disminuyendo la matrícula en casi 600.000 estudiantes entre los años 2000 y 2015, lo que refleja un modelo carente de una visión integral y de largo plazo, con baja rendición de cuentas y una enorme disparidad entre corporaciones municipales y entre la educación pública y las modalidades pagadas.
La educación pública se muere, y se muere en aras de transformarla en un negocio privado. El proyecto que hoy votaremos representa el comienzo de la tan anhelada desmunicipalización. La creación de la Dirección de Educación Pública, organismo dependiente del Mineduc, y de 67 servicios locales de educación en todo el país permitirá articular un proceso de gestión educacional efectivo y liderado por el Estado en forma centralizada.
No obstante todas las ventajas que observo en este cambio -se trata de una propuesta que viene de un intenso diálogo-, fundamentalmente del modelo, mi único lamento es que no encuentro suficientemente representados aquí a los niños con capacidades diferentes. Por tal razón, voy a presentar una indicación para, a través de la incorporación de los directores regionales del Servicio Nacional de la Discapacidad en los consejos locales de educación, cautelar precisamente los intereses de esos niños.
He dicho.
El señor ESPINOSA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Bernardo Berger .
El señor BERGER .-
Señor Presidente, mucho se ha criticado la baja calidad en la educación pública a nivel de país.
Hoy no podemos dejar de reconocer que hemos podido evidenciar que el esquema de administración educativa presenta debilidades y ausencias significativas, pues provoca que aspectos relevantes de la calidad, la equidad y el desarrollo de la educación pública en nuestro territorio dependan de las espaldas, cuáles más fuertes, cuáles más débiles, de los municipios.
Pero hasta ahora se ha tratado de una relación extraña y desigual, en la que mayoritariamente han sido los municipios los que han terminado subsidiando al Ministerio de Educación para cubrir los mayores gastos devengados de la administración de los planteles, con un sistema de aporte por asistencia y no por matrícula efectiva que ha sido históricamente insuficiente.
Asimismo, los mayores y sucesivos nuevos compromisos adoptados por terceros han terminado generando enormes déficits de arrastre, que, a la postre, tienen a muchas municipalidades en un estado de quiebra técnica financiera, desviando recursos de las funciones principales que les encomienda la ley.
Ha sido una relación desigual también porque la idea original de la municipalización era descentralizar la educación; pero, a la larga, ni el Estado ni el Ministerio de Educación soltaron la cuerda de amarre del sistema y el modelo terminó siendo asfixiante tanto para los municipios como para la calidad misma. Fue un traspaso de responsabilidades y obligaciones, pero sin la autonomía para la toma de decisiones que permitiera cumplir cabalmente los objetivos encomendados.
Ello nos ha llevado al escenario de desigualdad actual entre una comuna y otra, en que el mayor éxito o el mayor fracaso ha dependido de la voluntad de las autoridades municipales y su correspondiente mochila económica a cuestas.
En ese sentido, estoy de acuerdo con el postulado de que las diferencias socioeconómicas de cada comuna no pueden ser reflejadas en la educación pública, la cual debe ser ecuánime y equitativa, y no estar sujeta a los ciclos político-electorales ni a las diferencias sociales entre una y otra comuna. Sin embargo, es esencial no solo contemplar una buena estructura institucional, sino, además, lo que es aún más importante, elaborar políticas educacionales que apunten a perseguir la manoseada palabra “calidad”, de lo que poco o nada se ha hecho hasta el día de hoy. Hablo de calidad en los contenidos educativos; en la formación valórica, ética y moral, competitiva y diversa, más integral en la mirada formativa de la persona, la participación en sociedad y su responsabilidad con el medio que, sin eliminar estos aspectos, ayuda a revertir la actual educación pública, carente de valores y responsabilidades.
En otro orden de cosas, y en lo que se refiere al contenido del proyecto, me inquietan varios puntos.
El primero de ellos dice relación con el déficit estructural de financiamiento. Veo que nada garantiza que haya efectivamente más recursos, pero no advierto que se reemplacen los recursos que hoy aportan los municipios.
Por otra parte, imagino que el hecho de no haber fortalecido la actual institucionalidad, por ejemplo, las direcciones provinciales, obedece a que los nuevos servicios locales estarán dotados de personalidad jurídica y patrimonio propio, y que se asegurará que no habrá duplicidad de funciones con las secretarías regionales ministeriales, los departamentos provinciales de educación y la Superintendencia de Educación.
Asumo que eso está resuelto, por lo que sería bueno que la ministra lo aclarara, así como el destino que tendrán los servicios que acabo de mencionar. ¿Se fusionarán? ¿Desaparecerán algunos de ellos o abultaremos aún más el gasto funcionario? Eso como un segundo punto.
Otro asunto que me merece grandes dudas es el traspaso de los jardines infantiles, porque creo que la institucionalidad de este proyecto no satisface las necesidades particulares de la educación parvularia. Entonces, eso habría que analizarlo con mayor profundidad.
Por otro lado, el proyecto indica que la infraestructura, por ejemplo, los bienes inmuebles, se entregará a título gratuito. Al respecto, me pregunto: ¿Qué tratamiento tendrán los establecimientos que fueron construidos o adquiridos con recursos propios de los municipios? En este sentido, exijo que el articulado se remita al traspaso de cada uno de los distintos tipos de colegios, a fin de no confundir a los que fueron asignados en calidad de comodato gratuito con aquellos producto de inversiones municipales, pues ahí estaríamos hablando derechamente de expropiación y detrimento del patrimonio municipal.
Imagino -no se indica en la iniciativaque los servicios locales serán fiscalizados por la Superintendencia de Educación. Esto, para asegurar su correcto funcionamiento en cada región.
En cuanto a la creación de los consejos locales de educación, creo que estos deberían tener algo más que un carácter consultivo; deberían poseer algún tipo de decisión vinculante respecto, por ejemplo, de la nominación y remoción de la jefatura del servicio y contar con atribuciones normadas para solicitar la fiscalización de la superintendencia. En caso contrario, no veo en qué entidad podría radicarse dicha facultad, que evite caer en irregularidades o en riesgo de corrupción.
Otro aspecto que me preocupa considerablemente es la situación de las escuelas rurales en lo que dice relación con el distanciamiento que necesariamente se producirá con el órgano de administración. Esta relación ya es difícil con la administración municipal, que por definición es más inmediata y no imagino cómo se revertirá al reducir, por ejemplo, en mi región, de doce DAEM a solo dos agencias en cuanto a esta vinculación.
En resumen, me abstendré en primera vuelta, a la espera de que se aclaren las dudas e interrogantes en torno a lo que he expuesto. Además, mis votos futuros estarán condicionados a que mis observaciones se puedan ir resolviendo y respondiendo satisfactoriamente en lo que queda de la tramitación del proyecto al interior del Congreso Nacional, en especial en lo que respecta a transparentar el gasto efectivo de esta modalidad; a la claridad respecto a la dotación efectiva de cada agencia local y las condiciones generales de concursabilidad para quienes hoy están en los DAEM y corporaciones educativas, que asegure un trato preferente como el enunciado en el proyecto, y a la claridad respecto de las condiciones en que quedará el personal que actualmente se desempeña en la educación municipal, para el cual se espera una continuidad en el nuevo sistema o una salida digna que efectivamente reconozca sus años de servicio, cualquiera que sea su tipo de relación contractual presente.
Obviar estas interrogantes sería como firmar un cheque en blanco, y ni los tiempos ni las confianzas ciudadanas están hoy para eso.
He dicho.
El señor SILBER (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Leonardo Soto .
El señor SOTO.-
Señor Presidente, por su intermedio saludo a los dirigentes gremiales que nos acompañan en las tribunas, especialmente a mis amigos del Sindicato de Asistentes de la Educación de San Bernardo y de Buin.
Hace exactamente treinta años, Sergio Gaete , entonces ministro de Educación de la dictadura, anunciaba en conferencia de prensa, sin ningún debate democrático previo, el inicio de la última etapa de lo que se conocería como la municipalización de la educación pública.
Esa mal llamada reforma, única en el mundo, realizada en medio de un verdadero frenesí desregulador, no tenía otro objeto que no fuera debilitar y transformar nuestra educación, al igual que hicieron con la salud y con la previsión social, en una mera y vil mercancía, en un bien de consumo más al que se accedería según la capacidad económica de las familias.
Fue una tremenda irresponsabilidad de quienes hoy se oponen a este cambio, de quienes se han empeñado en entregar la responsabilidad de administrar la educación pública nacional, las esperanzas de millones de familias, a las municipalidades del país.
Los municipios gobiernan pequeñas localidades o grandes ciudades; pero como los alcaldes se reeligen cada cuatro años, no pueden establecer una política global, de largo plazo para mejorar la calidad de la educación.
Además, las municipalidades deben destinar sus recursos preferentemente a la mantención de plazas, a retirar la basura, a mantener el alumbrado público de la comuna respectiva.
Por estas razones, durante estos años han demostrado ser un completo fracaso en la tarea de mejorar y proyectar la educación pública.
Obviamente, un sistema sustentado en la segregación económica y en el debilitamiento de lo público ha creado un sistema educacional en el que el lugar donde se vive y el bolsillo de los padres, y no el esfuerzo de los estudiantes, son los que determinan si un niño tendrá o no oportunidades de recibir una educación de calidad.
Después de treinta años, los resultados nos muestran que el sistema es un fracaso, mayor en algunos municipios y menor en otros. Eso ha generado que millones de estudiantes hayan emigrado de la educación pública, el desmembramiento del sistema educacional chileno en tantos sistemas educativos como municipalidades existen, así como enormes diferencias de resultados entre distintas escuelas de una misma comuna o región; el sometimiento salvaje de la docencia al liberalismo mercantil y la ausencia de un adecuado control del uso de enormes cantidades de recursos estatales, lo que incluso ha amparado episodios de corrupción.
En algunas comunas de mi distrito, por ejemplo, en diversos periodos no se enteraron las cotizaciones previsionales y los descuentos voluntarios, ni se pagó parte de las remuneraciones de los profesores, de los asistentes de la educación y de las educadoras de párvulos, quienes han debido marchar por las calles para que se les cumpla una obligación elemental de todo sostenedor. Incluso, algunos municipios han sido demandados ante la justicia, como ocurre en San Bernardo, donde el Consejo de Defensa del Estado presentó querellas por malversación de fondos de la ley SEP, que sigue vigente.
Por ello, es absolutamente necesario un nuevo sistema educativo.
La idea matriz de este proyecto es crear un nuevo sistema de educación pública, para lo cual se crean la Dirección de Educación Pública y los servicios locales de educación, que estarán a cargo de la administración de los establecimientos educacionales, lo que, dadas las actuales condiciones de nuestro sistema educativo, resulta imperativo, primordial.
Hay que quitarle este servicio a los municipios y entregárselo a entidades que tengan el soporte y el respaldo del Estado, para así poder asegurar el derecho a la educación.
Estamos a tiempo para terminar con una de las peores ideas de la dictadura, una idea que durante treinta años ha limitado el desarrollo de muchas generaciones. En consecuencia, llamo a aprobar en general este proyecto.
Por último, hago presente que este cambio debe hacerse con respeto a los derechos de los trabajadores y trabajadoras de la educación, quienes deben mantener sus derechos adquiridos; el traspaso no puede significar pérdida de beneficios para nadie.
(Aplausos)
También es importante crear un estatuto propio para los asistentes de la educación, con incentivos al retiro, tanto de los asistentes como de los docentes. Ellos no pueden esperar.
Son temas que tienen que estar presentes en la reforma. Por eso, hago público mi compromiso personal y el de la bancada del Partido Socialista para que estas legítimas demandas y aprensiones encuentren solución en este paso histórico de la educación pública.
He dicho.
-Aplausos.
El señor SILBER (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Claudio Arriagada .
El señor ARRIAGADA.-
Señor Presidente, por su intermedio saludo a los ministros presentes en la Sala y a los dirigentes del Colegio de Profesores y de los asistentes de la educación que nos acompañan en las tribunas.
Al ser humano se le permite desandar lo mal andado. Fue este Parlamento el que aprobó la ley de aporte de capital para la extensión horaria de la jornada escolar completa; fue este Parlamento el que aprobó las normas que permitieron seleccionar alumnos; fue este Parlamento el que nunca quiso discutir en serio acerca de cuáles son los factores que deben componer la subvención escolar; fue este Parlamento el que, no obstante tener el quorum necesario, nunca quiso legislar para terminar con la discriminación que conllevaba un sistema de financiamiento en el que los colegios administrados por la Sofofa recibían financiamiento por matrícula, mientras que los colegios municipales recibían financiamiento por asistencia; fue este Parlamento el que permitió una norma que facilita la construcción de establecimientos educacionales sin que hubiera un estudio previo acerca de las necesidades de cobertura que había en cada comuna.
Es efectivo -se ha dicho muy bien acáque hay municipios que se involucraron de manera adecuada y lograron construir un sistema de comunicación con los profesores, que, aun en las peores condiciones, les permitió obtener buenos resultados.
A lo largo del país -numerosos ejemplos lo prueban-, hubo municipios que, a pesar del sistema desfinanciado, obtuvieron buenos resultados. ¿Saben por qué ocurrió? Por la vocación de sus profesores, quienes, además de educadores, son asistentes sociales y orientadores, y a veces deben quedarse hasta tarde esperando a que los padres regresen de sus trabajos para entregarles a sus niños. Lograron eso compitiendo en condiciones de absoluta desigualdad con colegios particulares subvencionados, que podían seleccionar y descremar el resultado escolar de sus alumnos.
Hoy se puede desandar todo lo mal andado, por lo que, evidentemente, nos encontramos en un momento histórico para la educación chilena.
Dado el conjunto de elementos que se han ido debatiendo y aprobando en este Parlamento, y a pesar de todos los efectos negativos que provocó el proceso anterior, aún vigente, podemos decir que esta reforma educacional tiene un profundo sentido…
El señor SILBER (Vicepresidente).-
Terminó el tiempo que le otorgó su Comité, señor diputado. Puede continuar su intervención, pero el tiempo que utilice se reducirá del destinado a los demás diputados de su bancada.
El señor ARRIAGADA.-
Gracias, señor Presidente.
Los desafíos futuros son muchos; por de pronto, transparentar y reconocer que está pendiente, no obstante lo importante de este proyecto, el tema del financiamiento, como aquí se ha señalado muy bien.
También deberemos enfrentar el desafío de alcanzar buenos resultados y de formar a los alumnos para construir un país integrado, un país más justo, en el que se supere de una vez por todas la profunda desigualdad que hoy vivimos.
Los diputados de la bancada de la Democracia Cristiana vamos a votar a favor esta iniciativa, y lo haremos con mucho agrado, porque constituye un gran paso en el camino de construir un país más justo.
He dicho.
-Aplausos.
El señor SILBER (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Germán Verdugo .
El señor VERDUGO.-
Señor Presidente, he manifestado en público y en privado, incluso en esta Sala, que soy partidario de la desmunicipalización. ¿Por qué razón? Porque creo que los municipios han hecho mal uso de los recursos que se les han otorgado para llevar a cabo el proceso educativo.
Aquí se ha hablado y criticado mucho el sistema de financiamiento escolar.
Tengo casi la certeza de que con los recursos existentes se podría haber logrado avances muy significativos; pero una parte importante de los municipios -no todos ha distraído esos recursos en otras funciones, como en la contratación de asesorías que no se justifican y que han resultado perfectamente inútiles, lo que perjudicó a los alumnos del sistema municipal.
Este proceso también fracasó porque, en mi opinión, se cometió un error desde el inicio, al separar los aspectos administrativos de los técnico-pedagógicos y al dejar estos últimos radicados en el Ministerio de Educación, el que nunca se hizo cargo de cumplir con la función que la ley le entregó. Eso llevó a que este proceso fuera complejo, difícil y que no cumpliera con las expectativas originales.
El proyecto de ley en discusión plantea modificaciones que ya conocimos en dos oportunidades, y que nos tocó tratar en la Comisión de Educación. En efecto, mediante dos proyectos se intentó terminar con la municipalización de la educación pública, pero eran tan deficientes que ni siquiera se votaron en la comisión respectiva.
En mi opinión, el proyecto que conocemos hoy tiene importantes falencias, pero señalaré la que considero más importante y que ha sido la causa del fracaso de todas las reformas que se han implementado en educación, cual es no considerar, en cada uno de los intentos que se han hecho por mejorar la calidad de la educación, a los actores principales del proceso: los profesores.
El proyecto en debate cae nuevamente en la misma falencia, cual es no otorgar a los profesores la responsabilidad que tienen en la elaboración del proyecto educativo que van a realizar en sus respectivas escuelas y en los procesos administrativos que aplicarán en las correspondientes unidades educativas.
En la Comisión de Educación mencioné la única experiencia positiva que he conocido entre las reformas que se han tratado de implementar, que fue el proyecto Monte Grande.
¿Por qué este proyecto educativo resultó en las comunas en que los municipios también se hicieron parte y se comprometieron con él? Porque el proyecto educativo fue elaborado por las comunidades educativas y fue financiado por el Estado, además de la subvención escolar, con aportes directos que no pasaban por el municipio, sino que iban directamente a la escuela. Es decir, los propios profesores llevaban a cabo su proyecto educativo, lo que permitía obtener resultados extraordinariamente positivos.
Esperaba que el proyecto de ley en debate considerara a los profesores como los actores principales, en lugar de seguir desconfiando de ellos y de entregar las facultades de los docentes a los burócratas del sistema, en este caso, al director ejecutivo del servicio local, quien aprobará los proyectos educativos que propongan los directores de los colegios, con el conocimiento de los profesores.
Esto ha fracasado en las reformas que se han hecho. No me cabe duda de que lo que propone el proyecto también va a fracasar, por cuanto la experiencia ya es repetida.
Aquí se ha hablado de la inequidad del sistema, que se produce porque algunas municipalidades tienen más recursos y otras, menos. Pero el proyecto no resuelve ese problema, ya que no impide, sino que, por el contrario, fomenta el aporte de los municipios al sistema. Me parece extraordinariamente bueno que así sea. Sin duda, las municipalidades más ricas van a aportar más recursos a su sistema educacional, porque no me cabe duda de que existe el compromiso y el interés porque así sea.
Por otra parte, hay una dificultad en cuanto a que la Dirección de Educación Pública sea un servicio centralizado, mientras que los servicios locales sean descentralizados, dado que la dirección ejecutiva tendrá que coordinar a esos servicios descentralizados para que trabajen en red. Me parece muy compleja, dificultosa y poco clara esta forma de administrar la educación que dejará de estar al alero de las municipalidades.
Puede que se mejore el sistema en cierta medida, pero creo que las expectativas están muy lejos de lograrse, ya que no resuelve el tema de financiamiento.
Otra cosa que me complica es que aquí se ha hablado del establecimiento de un estatuto para los no docentes; pero qué pasa con los asistentes de la educación que se irán o serán eliminados del sistema, quienes no podrán gozar de lo que establezca el estatuto.
No sabemos cuántos no docentes están en esa situación ni en qué condiciones se van a retirar porque no lo establece el proyecto.
Esto afectará no solo a los no docentes, sino también a los profesores que quedarán fuera del sistema, respecto de los cuales tampoco se establecen las condiciones en que van a quedar.
He dicho.
-Aplausos
El señor SILBER (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Ernesto Silva .
El señor SILVA.-
Señor Presidente, saludo a la ministra de Educación, a los ministros de Hacienda y secretario general de la Presidencia, y a la subsecretaria de Educación.
Señor Presidente, me tocó participar en el debate del proyecto de ley en la Comisión de Hacienda, en la cual discutimos en profundidad los aspectos educacionales y financieros que establece la iniciativa.
Los diputados de la UDI que integramos la Comisión de Educación vamos a profundizar los argumentos por los cuales no compartimos la visión de fondo del proyecto en cuanto a su estructura organizacional.
Quiero hacer algunas reflexiones, así como hacerme cargo de los aspectos financieros.
En primer lugar, desde el punto de vista más de fondo, el proyecto -así lo dijo la señora ministra de Educación al iniciar su intervención quiere rescatar la educación pública.
Por intermedio del señor Presidente, quiero decir a la ministra que nosotros queremos rescatar la buena educación para los estudiantes y sus familias, sea pública, privada, mixta o de cualquier tipo.
Quizás aquí está el punto principal de divergencia, ya que mientras el gobierno tiene por afán realzar lo estatal, nosotros queremos dar prioridad al derecho de los estudiantes y de sus familias a recibir una educación de calidad.
Reitero: aquí está la diferencia central, porque nosotros queremos poner toda la energía en mejorar la calidad, pero pensando en los estudiantes, no en quién es el dueño de los fierros o de los establecimientos.
En segundo lugar, quiero valorar que en el debate de la Comisión de Hacienda se haya incorporado que el jefe del servicio local de educación se elija por el sistema de Alta Dirección Pública.
En tercer lugar, quiero referirme a la municipalización. Al respecto, hay una diferencia de fondo con lo que plantea el gobierno.
Soy partidario de ir mejorando el sistema e incorporando nuevas ideas desde la experiencia, porque a partir de ella podemos saber qué cosas funcionan y cuáles no funcionan.
Mediante este proyecto el gobierno busca poner fin a la municipalización, la que ha tenido virtudes y defectos. Entre las primeras podemos mencionar que la municipalización ha contribuido a llevar la educación a todos los lugares de Chile, con lo cual se ha avanzado en cobertura.
Por su parte, entre los defectos podemos mencionar -como bien dijo la ministra de Educación que el sistema es muy homogéneo para una heterogeneidad muy grande. Es ahí donde se produce el problema, porque frente a esa heterogeneidad, el gobierno nos propone una dirección central y no reconoce la diversidad de propuestas educativas. ¡Ese no es el camino!
Considero que la opción que planteamos es mucho mejor. Sabemos que hay municipios que han realizado bien esta labor, mientras otros lo han hecho mal, ya sea por falta de herramientas o de capacidad, pero no por falta de ganas porque a todos les gustaría hacerlo bien.
¿Por qué no permitir a los municipios que lo están haciendo bien que lo sigan haciendo? ¿Por qué no darles las herramientas adecuadas y fortalecer los municipios que desean hacer mejor su trabajo?
Señor Presidente, por su intermedio quiero señalar al ministro de Hacienda y a la ministra de Educación que, según este proyecto, el gasto en régimen será de 208.000 millones de pesos al año. ¡Mucha plata! ¿Conocemos el impacto que tendrá en la calidad? No.
Nos piden que firmemos un cheque por 208.000 millones de pesos al año, en circunstancias de que ha costado mucho otorgar un reajuste digno al salario mínimo y cuando a fin de año corresponderá discutir el reajuste del salario del sector público.
Los recursos contemplados en este proyecto se gastarán, principalmente, en burocracia. Quiero dar dos ejemplos sobre qué se podría hacer con esos recursos. El primero, si hubiera tres millones de escolares, esa plata significaría 66.000 pesos por estudiante al año. ¡Eso es una ayuda real!
Segundo ejemplo: si hay cerca de 90.000 profesores en la educación pública y esos recursos se invirtieran en capacitación o complemento del sueldo, cada profesor recibiría más de dos millones de pesos al año.
Propongo que los recursos se gasten en cualquiera de esos ítems.
Estos recursos de todos los chilenos, de acuerdo a lo que hemos estudiado y conocido, no se están gastando bien y no están dirigidos a mejorar la calidad de la educación.
Además, estamos preocupados por el enfoque del proyecto, puesto que no contribuye a fortalecer los derechos de los estudiantes y de sus familias, sino que fortalece el rol del Estado.
Por las razones expuestas, la UDI votará en contra la iniciativa.
He dicho.
El señor SILBER (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, hasta por cuatro minutos, el diputado señor Osvaldo Urrutia .
El señor URRUTIA (don Osvaldo).-
Señor Presidente, el proyecto de ley que se somete a discusión el día de hoy es otra medida de la agenda del gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet , que dirige erradamente el foco en la búsqueda de soluciones a los problemas de fondo de los chilenos.
Todos estamos de acuerdo en el diagnóstico en cuanto a que hay que mejorar la calidad de la educación pública. No obstante, esta iniciativa solo aumenta la burocracia y el centralismo, no contribuye a mejorar la gestión educacional y, consecuentemente, no mejora el nivel de la educación que reciben nuestros niños y jóvenes a lo largo de todo el territorio nacional.
Así las cosas, en la misma línea del anuncio de la Presidenta Bachelet sobre alcanzar la gratuidad sin plazos, esta parte de la agenda educacional sobre la que hoy nos corresponde pronunciarnos deja la misma sensación de improvisación e ideologización que ha predominado desde La Moneda.
Desmunicipalizar por desmunicipalizar no es el camino, y menos aún cuando el objetivo real es volver a estatizar a nivel central solo con un móvil netamente ideológico.
La creación de estas nuevas estructuras administrativas que propone el proyecto para la gestión de los establecimientos públicos, esto es, la Dirección de Educación Pública y los servicios locales de Educación Pública, que fueron rechazados en la Comisión de Hacienda, va a generar un efecto totalmente contrario al deseado, puesto que el proyecto propone una nueva burocracia, que sustituye a la actual, pero sin corregir con claridad sus defectos o sin entregar alternativas de mejora.
Es importante mencionar que el Consejo Nacional de Educación, organismo autónomo encargado de cautelar y promover la calidad de la educación, elaboró un documento técnico en el que formuló una serie de reparos a esta iniciativa. El informe indica que el sistema propuesto por el gobierno tiende a la centralización y a la dependencia del gobierno central -del Ministerio de Educación-, y contradictoriamente no apunta a la descentralización, como se declara dentro de los objetivos del proyecto.
El informe agrega que la iniciativa no resguarda correctamente la autonomía y la responsabilidad de los establecimientos escolares, en especial el liderazgo que le corresponde a sus directivos.
Asimismo, se critica la baja participación de los apoderados en este nuevo modelo, sin considerar que son los primeros educadores en el proceso formativo de sus hijos.
Adicionalmente, lo que más nos preocupa es que este nuevo sistema no resulta coherente con la institucionalidad de aseguramiento de la calidad de la educación. En efecto, los malos resultados que pueda tener un establecimiento educacional no se traducen en la adopción de medidas para su sostenedor, en este caso, el servicio local, a diferencia de lo que sucede con los establecimientos privados, que en casos calificados pueden llegar a ser sancionados incluso con su cierre.
¿Cómo abogamos por la calidad de la educación? ¿No pueden existir colegios malos en la educación privada, pero sí en la educación pública?
Los colegios malos debieran dejar de funcionar, sean públicos o privados. No es justo hacer distinciones odiosas solo por intentar imponer una ideología determinada. Lamentablemente, el gobierno optó por un criterio distinto, con lo cual nuevamente quienes sufrirán las consecuencias de las malas políticas públicas serán los más vulnerables de nuestra sociedad.
Por lo anterior, anuncio mi voto en contra de esta iniciativa.
He dicho.
El señor SILBER (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Pepe Auth .
El señor AUTH.-
Señor Presidente, todos sabemos que la escuela pública -lo recuerda esa placa metálica que el ministerio convirtió en insignia era uno de los elementos vertebradores de la nación. Era el vertebrador espiritual y cívico de la nación, como en algún momento también lo fueron Correos de Chile y el Banco del Estado. La sola presencia de la denominación “escuela pública” hacía sentirnos a todos parte de una misma nación.
En la dictadura se decidió terminar con esta vértebra e iniciar un proceso de municipalización, que, en verdad, tiene su correlato en el proceso de privatización. La municipalización no sería lo que es sin su correlato: la privatización.
En la práctica, la municipalización significó la entrega de parte importante de la responsabilidad del Estado en la formación de los niños y niñas de Chile.
Los diputados Silva y Osvaldo Urrutia nos han dicho que esta es una discusión ideológica. Pareciera que para ellos la ideología fuera la defensa de la educación pública y lo objetivo fuera la defensa del mercado como mecanismo de resolución de la cobertura y de la calidad de la educación que se entrega. Pero la verdad es que, bajo el discurso de que lo importante son los niños, lo que finalmente interesa es quién imparte la educación con una perspectiva ideológica, religiosa y filosófica determinada en lugar de los valores propios y comunes de la nación. No hay nación unida y vertebrada sin una educación pública hegemónica.
Creo, como la ministra, en la provisión mixta de la educación. Si no hacemos un cambio, la provisión privada podría llegar al 80 o 90 por ciento, lo que convertiría a la educación pública en completamente marginal, incapaz de sentar bases culturales comunes al conjunto de la nación.
Han pasado treinta años desde que se instauró la decisión de la dictadura y actualmente solo el 36 por ciento de los niños participa de la educación municipal. La consecuencia es la profunda desigualdad en la calidad.
Naturalmente, hay municipios grandes y pequeños; hay municipios pobres y ricos; hay municipios preocupados por la calidad de su educación y hay otros completamente despreocupados de ella. ¿No les parece evidente, entonces, que el Estado debe ser responsable de ofrecer a cada uno de sus hijos la misma calidad en la provisión de su educación, por la importancia que tienen todos y cada uno, sin importar la comuna en que vivan? Se rompió el principio básico de que el Estado debe asegurar calidad equivalente de educación a todos los hijos de Chile.
Terminar con la municipalización es indispensable para salvar la educación pública, porque es imprescindible que el Estado retome su responsabilidad en la provisión educativa.
¿Cuáles son las claves de ese cambio? Tal como dijo la ministra, la primera, de la que se ha hablado poco, es volver a situar a la escuela y al liceo como las unidades básicas del sistema educativo. Esta reforma está centrada en ambas y eso no significa más burocracia; por el contrario, las 345 “burocracias” actuales van a ser sustituidas por sostenedores de giro exclusivo, profesionales, alejados de los ciclos políticos, porque los directores van a ser seleccionados por Alta Dirección Pública y por seis años, mientras que el Presidente de la República se elige cada cuatro. Un Presidente no podrá, como sí ocurre en la actualidad, sacar de su cargo a un director que ha obtenido su cargo mediante ese sistema de selección a menos que se compruebe un notable abandono de sus deberes o fallas graves en su gestión.
En segundo lugar, el Estado, estructurado en servicios locales de educación, se hace responsable de la educación de los niños, de la calidad de su infraestructura y del plan estratégico. Se institucionaliza la participación de la comunidad educativa y de la comunidad local, se termina con las precariedades y con los abusos hacia el personal en la gestión de los recursos humanos. ¡Nunca más habrá cotizaciones impagas para los trabajadores y docentes de la educación! Sin embargo, nadie habla de eso.
Como ya llevamos treinta años con un sistema, el proceso no será fácil. Me parece muy bien que se haya determinado un tiempo para que la transformación se haga de manera correcta, en un adecuado proceso de transición; sin embargo, dicha transición debe hacerse con los trabajadores de la educación, incluidos los asistentes de la educación, y no contra ellos.
He dicho.
El señor SILBER (Vicepresidente).-
Tiene la palabra la diputada señora Alejandra Sepúlveda .
La señora SEPÚLVEDA (doña Alejandra).-
Señor Presidente, debemos alegrarnos porque estamos viviendo un momento histórico para el país, cuyos resultados podremos evaluar en algunos años más.
Hoy estamos pagando la deuda con la sociedad por un sistema que se impuso en dictadura y que, de acuerdo con cualquiera evaluación que se haga, ha sido un tremendo fracaso que han debido pagar los estudiantes, los niños, las niñas, pero también los profesores, los asistentes de la educación y todos los que trabajan vinculados a esta área.
Me alegro de que se haya presentado este proyecto y de que por fin estemos trabajando en una nueva institucionalidad, que saque a la educación pública de los municipios, porque hasta ahora ha sido un gran fracaso.
No le temo a las complicaciones. Sin duda, este proyecto es perfectible y, en la medida en que lo analicemos y nos vayamos retroalimentando de los problemas e imperfecciones
-somos humanos que pueda presentar, desarrollaremos esta nueva institucionalidad, que es del Estado y que será dirigida por el Ministerio de Educación.
Muchas veces escuché decir a mi padre, quien murió hace aproximadamente dos años, que fue un profesor del Estado de Chile. ¡Cómo le habría gustado que los profesores volvieran a serlo, que fueran funcionarios públicos, con todos sus problemas y responsabilidades, pero también con todos sus beneficios!
Respecto del váucher, al final todos se van a dar cuenta de que tenemos que terminar con esa práctica. En la medida en que se vaya implementado el sistema, nos vamos a ir dando cuenta de la necesidad de la equidad territorial en los sistemas locales de educación. ¡No es aceptable que unos tengan más que otros, que unos tengan mayor desarrollo que otros y que algunos tengan mejor infraestructura que otros! Queremos que a través de este sistema se produzca un mejoramiento continuo.
Pero hay algo que me preocupa: que debemos concretar este proyecto con los mejores. Respecto de la selección, está bien que se haga por Alta Dirección Pública, pero no solo debemos fijarnos en el aspecto intelectual o en el conocimiento, sino también en la garra, en la fuerza, en la complicidad y en las ganas de hacer las cosas de manera distinta.
Votaré favorablemente el proyecto, por la tremenda transformación que significará para la educación pública chilena.
He dicho.
El señor SILBER (Vicepresidente).-
Tiene la palabra la diputada Karol Cariola .
La señorita CARIOLA (doña Karol) .-
Señor Presidente, saludo a los protagonistas de este proceso: los estudiantes, los profesores, los asistentes y todos los trabajadores de la educación.
También quiero felicitar al gobierno, por las tremendas agallas que ha tenido para sacar adelante un proceso de transformación tan importante como el que hoy día se está llevando a cabo. Revertir la municipalización de la educación escolar, este legado que dejó la dictadura militar, que tenía como fin debilitar la responsabilidad del Estado respecto de la educación escolar, constituye un gran avance y un tremendo paso para el país y para su democracia.
Debido al limitado tiempo de que dispongo, quiero centrar mi intervención en algo que me parece fundamental. Hoy día, desmunicipalizar la educación escolar nos va a permitir que el Estado asuma una mayor responsabilidad con la educación pública, como siempre debió haber sido. Sin embargo, desde el inicio de esta discusión hemos sostenido que no basta con desmunicipalizar si no cambiamos la estructura de financiamiento que se ha mantenido durante todos estos años a base del váucher, a la subvención por asistencia, y no en relación con el financiamiento de un proyecto educativo integral. La decisión de no hacer una modificación en este punto puede llevar al Estado, incluso, a gastar más recursos en el futuro.
La Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Cones) ha convocado a varios parlamentarios para firmar un protocolo de acuerdo mediante el cual solicitaremos al Ejecutivo -nuestro gobierno que incorpore en el más breve plazo un cambio en la forma de financiamiento, lo que hoy, con más fuerza que nunca, volvemos a plantear.
Necesitamos educación pública gratuita y de calidad, pero también necesitamos que el Estado asuma la responsabilidad que le corresponde, pues durante muchos años se desentendió de sus mecanismos, de su financiamiento y de dotarla de una estructura coherente.
Los colegios públicos deben ser los mejores, contar con la mejor infraestructura y con las mejores condiciones, para entregar la educación que merecen los jóvenes y niños de Chile.
Nuestra bancada votará a favor el proyecto. Esperamos que su tramitación avance lo más rápido posible, pero con las modificaciones que demandamos.
He dicho.
-Aplausos.
El señor SILBER (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor José Miguel Ortiz .
El señor ORTIZ.-
Señor Presidente, se ha dicho que este gobierno -mi gobiernoy los de la Concertación no hicieron nada en materia de educación. ¡Qué falacia más grande! Solo recordaré tres leyes que demuestran lo contrario: la Ley N° 20.903, que Crea el Sistema de Desarrollo Profesional Docente y Modifica Otras Normas; la Ley N° 20.845, de Inclusión Escolar, que regula la Admisión de los y las Estudiantes, Elimina el Financiamiento Compartido y Prohíbe el Lucro en Establecimientos Educacionales que Reciben Aportes del Estado, y la Ley N° 20.835, que Crea la Subsecretaría de Educación Parvularia, la Intendencia de Educación Parvularia y Modifica Diversos Cuerpos Legales.
Hoy, por primera vez asumimos el compromiso de desmunicipalizar la educación. ¡Claro que es un gran avance! Es importante y vital mejorar la educación de nuestros niños y velar por el personal de los departamentos de educación municipal y de las corporaciones. Este es un tema que hemos analizado con seriedad y no como hito comunicacional, pues el fin es encontrar una salida.
Es un hecho que nuestro país atraviesa por problemas económicos. No obstante ello, en educación se invierte cinco veces más que en la década de los 90. El proyecto creará una nueva institucionalidad especializada en gestión educacional, dotada de estabilidad, coordinación y capacidad para hacerse cargo de la administración, desarrollo, acompañamiento y apoyo a los establecimientos educacionales públicos, hoy administrados por los municipios.
Les comento que hace siete años, de 10.000 establecimientos educacionales, dos tercios eran municipales, el 8 por ciento era particular, y el resto particular subvencionado. ¡Ahora esa cifra se ha invertido! Es evidente que algo hicimos mal y que debemos enmendar.
La iniciativa crea la Dirección de Educación Pública como servicio público centralizado, dependiente del Ministerio de Educación. Su objeto es la coordinación de los servicios locales de educación pública y velar por que estos provean una educación de calidad en todo el territorio nacional. Asimismo, propondrá al Ministerio de Educación la política nacional de fortalecimiento de la educación pública.
También se contempla la creación de sesenta y siete servicios locales de educación pública, funcional y territorialmente descentralizados, con personalidad jurídica y patrimonio propio, que se relacionarán con el Presidente de la República a través del Ministerio de Educación. Estos servicios ejercerán su competencia en unidades territoriales que comprenderán el territorio de una comuna o de una agrupación de comunas dentro de una misma región.
Además, el proyecto establece nuevos instrumentos de gestión educacional para los servicios locales de educación, tales como el convenio de gestión educacional, el plan estratégico local y el plan anual. Es decir, contempla todo un mecanismo de funcionamiento necesario para dejar atrás definitivamente la famosa “educación municipal”, que fue impuesta sin consultar a nadie.
Estoy seguro de que este gobierno ingresará indicaciones que irán a las comisiones de Educación y de Hacienda para fortalecer el proyecto en discusión. Si analizamos en profundidad la iniciativa, se trata de un instrumento real y efectivo para mejorar la educación del país.
Por todo lo expuesto, votaré favorablemente el proyecto.
He dicho.
El señor SILBER (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Manuel Monsalve .
El señor MONSALVE.-
Señor Presidente, por su intermedio saludo a la ministra de Educación y a la subsecretaria de la misma cartera, presentes en este hemiciclo. También saludo con mucho afecto al Consejo Nacional de Asistentes de la Educación (Conaech), a las dirigentes de trabajadoras de jardines vía transferencia de fondos y a los representantes de trabajadores del Departamento de Educación Municipal (DAEM) y de las corporaciones.
El diputado Ernesto Silva manifestó que la iniciativa contempla 208.000.000.000 de pesos en gastos burocráticos. Esa cifra financia fundamentalmente las nuevas plantas de personal de los servicios locales de educación, integradas por profesionales, técnicos, administrativos y auxiliares que, entre otras cosas, se harán cargo de la gestión administrativa, financiera, técnica, pedagógica y del recurso humano de esos nuevos servicios. Eso no es burocracia, sino entregar condiciones de trabajo dignas y garantizar que existan profesionales y técnicos que realmente gestionen la educación pública de Chile.
Todos nos preocupamos por la educación que se entrega a los hijos de las familias chilenas. Sin embargo, para materializar esa preocupación el primer cambio que es necesario efectuar se relaciona con que la educación no sea un bien de consumo dependiente de la capacidad de pago de las familias, del lugar en el que viven o de las condiciones culturales del hogar donde se nació. La principal respuesta que debemos entregar a las familias es transformar la educación en un derecho.
Es un hecho que para algunos la educación debería seguir seleccionando de acuerdo a la condición económica y étnica de los niños, o seguir siendo un bien de consumo que permita lucrar, entre otros canales, a través del sistema de copago, que obliga a las familias a sacar plata de sus bolsillos para pagar la educación de sus hijos.
¡No creo en eso! Como sociedad debemos avanzar en entregar una educación como derecho. Ello se puede lograr si garantizamos un sistema educacional con carácter laico, pluralista y democrático que, además, sea gratuito y de calidad.
Este proyecto busca garantizar ese derecho, que tanto merecen las familias chilenas. Por eso algunos dicen que lo importante es lo que sucede en las salas de clases, pues allí se genera el proceso de aprendizaje. O sea, el proceso de la educación, en lo fundamental, se produce en la sala de clases.
Pero ¿quién puede pensar que lo que ocurre en la sala de clases está aislado de lo que sucede en la escuela y en los establecimientos que forman parte de la red educacional del territorio? ¿Quién puede pensar que lo que ocurre en la sala de clases está aislado de los planes de convivencia, de la decisión de abarcar la totalidad del currículo, de la preocupación por el equipamiento y la infraestructura del establecimiento o de la tarea de generar participación social en torno a la educación pública?
La sala de clases no está aislada; es parte de un sistema que debe funcionar bien. Por ello, queremos garantizar a las familias de Chile una institucionalidad que gestione bien la educación de sus hijos desde los puntos de vista técnico pedagógico, financiero, administrativo y de recursos humanos, y que incorpore la participación social. Por eso el director del servicio local de educación será designado a través del sistema de Alta Dirección Pública.
Pero este nuevo sistema, esta nueva institucionalidad para la educación pública, debe ser acompañado en el proceso de traspaso, a fin de garantizar que quienes trabajan en el sistema educacional gozarán de las condiciones laborales y los derechos que requieren.
Quiero reconocer algunos avances, sin perjuicio de hacer énfasis en las debilidades que todavía persisten en esta materia.
Quiero reconocer que el gobierno haya presentado una indicación para introducir un artículo cuadragésimo quinto transitorio que obliga al gobierno a enviar al Congreso Nacional, antes del 31 de enero de 2017, un proyecto de ley que establezca un estatuto para los asistentes de la educación de Chile. Lo reitero, porque es hora de terminar con la arbitrariedad que soportan los trabajadores que cumplen funciones de asistentes de la educación al interior del sistema educacional. Ellos requieren condiciones transparentes para ingresar a su carrera funcionaria, para conocer el salario que van a ganar y para saber cómo se van a capacitar y a perfeccionar, y cómo van a concluir y egresar de dicha carrera.
Es una tarea esencial, si queremos fortalecer la educación pública. No se puede fortalecer la educación pública sin los asistentes de la educación.
También quiero reconocer que se incorpore en el proyecto el traspaso de los técnicos que se desempeñan en salas cuna y jardines infantiles vía transferencia de fondos (VTF), quienes ya cuentan con una ley, la N° 20.905, que asimila sus salarios. De esta forma se garantizará a quienes no son educadores de párvulos su traspaso al sistema en la condición de asistentes de la educación, lo que les permitirá integrarse al estatuto de los asistentes de la educación.
Pero quiero manifestar nuestra preocupación por los trabajadores de los departamentos de educación municipal. Pese a que hemos mejorado el proceso de traspaso en el curso del debate legislativo en la Comisión de Hacienda, y a que el Ejecutivo va a presentar una indicación para garantizar que los llamados a concurso sean secuenciales, hay un hecho evidente: no todos los trabajadores de esos departamentos ingresarán a los servicios locales de educación. La respuesta que da el proyecto, de entregar una indemnización por años de servicio a los trabajadores que no sean ingresados, es completamente insuficiente.
Por su intermedio, señor Presidente, pido a la ministra de Educación que manifieste en la Sala la voluntad del gobierno de que en el proceso legislativo -si ello no es posible en este trámite constitucional, pido que sea abordado en el segundo trámitese mejorará la respuesta que se dará a los trabajadores que hoy se desempeñan en las corporaciones municipales, porque se requiere para ellos una compensación adicional a la que entrega el proyecto de ley y, además, porque es necesario implementar mecanismos que garanticen de mejor manera la reinserción laboral. Espero que en este debate el gobierno se pronuncie sobre el punto.
Asimismo, reconozco que se haya incorporado una indicación a la iniciativa, que prorroga la vigencia del fondo de fortalecimiento de la educación pública. Se trata de 450 mil millones de pesos que el proyecto no contemplaba, pero que ahora sí considera mediante un artículo. Esos 450 mil millones de pesos, nuevos, serán destinados a la educación pública de Chile. La idea es cautelar que en el proceso de traspaso al nuevo sistema, que va a durar seis años, se cuente con los recursos necesarios para que sea llevado a cabo en condiciones adecuadas para los estudiantes, para las familias y para los trabajadores.
No cabe duda de que en materia de financiamiento hay una deuda pendiente, que si no se aborda en este proyecto, deberá ser tratado en un nuevo proyecto de ley. No es posible fortalecer la educación pública manteniendo un sistema de financiamiento de mercado -el váucher-, como es el subsidio a la demanda. Es necesario que eso cambie, ministra. Si ello no es posible en el marco del presente proyecto, deberá ser abordado en un nuevo proyecto de ley.
Creo en la educación pública, ministra; pienso que debemos fortalecerla, porque es lo que merece Chile y lo que merecen los trabajadores. Esta iniciativa contribuye a que Chile avance para que la educación sea un derecho social.
Los diputados y diputadas socialistas vamos a votar favorablemente este proyecto de ley.
He dicho.
El señor SILBER (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Felipe Kast .
El señor KAST (don Felipe).-
Señor Presidente, la verdad es que nos enfrentamos a un debate muy relevante.
Desgraciadamente, la educación pública ha perdido cerca de un millón de estudiantes en los últimos años. Es algo que a todos nos debería preocupar.
¿Qué ocurre en nuestro país con aquel lugar que debería ser un espacio de excelencia y de inclusión, al que todos deberían querer ir, en el que debería dejarse de lado cualquier tipo de diferencia y que podría ser por excelencia una herramienta, un músculo, para emparejar la cancha?
Paradójicamente, estamos discutiendo esta iniciativa mientras el Instituto Nacional y muchos otros liceos emblemáticos que han cumplido una labor importante en nuestra historia republicana se encuentran paralizados. Más aún, muchos de ellos pierden matriculas y la posibilidad de generar movilidad social, promover la integración y entregar oportunidades.
Hemos fallado como país y hemos fallado como sociedad.
Desgraciadamente, este proyecto, sobre el cual al principio tenía la gran esperanza de que nos permitiera llegar a algo interesante, al final, nos ha decepcionado en forma brutal, pues lo que propone no es muy diferente a lo que hoy existe en el área de la salud: quitarle injerencia a los municipios. Sin duda, los municipios presentan muchas falencias. Pero, sin perjuicio de que uno siempre quiere y cree más en la descentralización que en la centralización, se pudo haber buscado formulas intermedias más inteligentes.
¿Qué tenemos hoy? Un proyecto de ley que lo único que hace es crear un nuevo servicio centralizado, similar a muchos servicios que existen en el ámbito de la salud, con una gran posibilidad de ser capturado políticamente.
De hecho, es imposible que el director que se nombre a cargo de la educación pública tenga la suficiente estabilidad como para poder desarrollar un proyecto de largo plazo, habida consideración de las presiones políticas que soportan muchos servicios.
Desgraciadamente, cuando hicimos estas recomendaciones en la Comisión de Educación, no fuimos escuchados. Espero que después de su trámite en el Senado tengamos un mejor proyecto, que nos permita confiar en que la educación pública va a ser de excelencia. Muchos expertos dijeron en la comisión que el peso en el diseño de este proyecto debería estar en los servicios locales intermedios y no en la gran dirección. Además, señalaron que el director nacional no debe ser un funcionario público nombrado que pueda ser removido fácilmente porque no le cae bien a la autoridad política de turno.
Si vamos a hacer apuestas de largo plazo, tenemos que ser serios. Desgraciadamente, ministra, no basta con decir: “queremos mejorar la educación pública”. Tenemos que hacerlo de verdad; tenemos que darle autonomía. Debemos tener un servicio público verdaderamente autónomo, que mire a largo plazo, que empodere los servicios locales intermedios, que garantice la calidad; incluso, que, en algunos casos, la autoridad sea elegida democráticamente a nivel local, para que tenga la autonomía necesaria que le permita evitar ser capturada y presionada políticamente.
Termino manifestando mi preocupación por una falencia adicional en el proyecto, que espero que sea corregida en el Senado: esta iniciativa no establece un plan piloto ni un procedimiento que permita evaluar el nuevo sistema de manera real, como se hizo en su minuto con la reforma procesal penal, a fin de demostrar que la educación pública va a entregar enseñanza de calidad y va a ser un espacio de inclusión.
No cometamos nuevamente el error de dar un salto al vacío, como ocurrió con el Transantiago. Esa fue una mala experiencia. Hagamos políticas públicas serias e inteligentes. Desgraciadamente, creo que con este proyecto no se logra ese objetivo. Por ello, anuncio que Evolución Política lo votará en contra.
He dicho.
El señor SILBER (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Alberto Robles .
El señor ROBLES.-
Señor Presidente, en primer lugar, quiero celebrar y agradecer al gobierno de la Presidenta Bachelet que estemos tratando y prontos a aprobar este proyecto, que constituye una necesidad que ya es bastante manifiesta en nuestro país en términos de desmunicipalización de la educación.
Es obvio y claro que mientras más cerca de los ciudadanos estén los servicios para la gente, las decisiones deben tomarse también más cercanas a la población.
Cuando se decidió municipalizar la educación y la salud no se previó algo que para mí es muy básico: que somos chilenos, y como somos chilenos, actuamos de acuerdo con nuestra idiosincrasia. Por tanto, lo que ha ocurrido con la educación y la salud en los municipios a lo largo del país es la politización de ambas más allá de lo razonable.
Por otro lado, dada la heterogeneidad de nuestros municipios, hay algunos que tienen recursos y otros que no cuentan con ellos para apoyar los procesos en educación y salud.
En consecuencia, soy un ferviente defensor de la desmunicipalización de la educación y, por cierto, de la salud.
Este proyecto viene a resolver un problema en forma adecuada, creando servicios locales, agrupando sectores, comunas para desarrollar el servicio educativo en forma descentralizada.
En ese sentido, gracias a la participación que se entrega a través de los consejos locales de educación, la iniciativa en general me parece extraordinariamente positiva, y, por ende, anuncio que la bancada del Partido Radical la votará en forma positiva. Sin embargo, quiero hacer dos salvedades en términos estrictamente de visión.
La primera corresponde a una cuestión que he planteado reiteradamente y sobre la cual deseo insistir. A mi juicio, en educación lo más importante, más que el proyecto de educación básica y media, más que la iniciativa sobre educación universitaria -celebro su ingreso a tramitación-, es, lejos, la educación preescolar, la educación parvularia.
En esa etapa es cuando se producen los cambios, cuando el ser humano en su integridad es capaz de lograr avanzar en desarrollar todas sus potencialidades. Entre que nace –incluso antes del nacimiento y los cuatro o cinco años de edad, el ser humano desarrolla prácticamente todas sus capacidades.
Es ahí cuando debemos influir en la educación, en la estimulación precoz de ese niño que está desarrollando todas sus condiciones, tanto intelectuales como afectivas. Pero lo que me parece equivocado del proyecto en discusión es que esa responsabilidad se le esté entregando a los nuevos servicios locales, manteniendo a los jardines infantiles VTF, que hoy no están entregando una buena educación parvularia.
Lo he planteado reiteradamente: en Chile, la educación parvularia debe estar en manos del organismo que más sabe de esto. Por cierto que hay que reformarla y mejorarla, hacerla 2.0, 3.0; pero dejar esta tarea en manos de los nuevos servicios locales y no traspasársela a la Junji me parece un error muy importante del presente proyecto, lo cual dejo claramente establecido en esta Sala. Lo mismo respecto de la creación de una dirección nacional de educación, cuando lo lógico es que la parte normativa, de coordinación se la entreguemos a la subsecretaría.
Por otra parte, quiero recordar que en materia de función educativa vamos a tener tres subsecretarías: la de Educación Parvularia, que ya fue creada; la de Educación Superior, que se establecerá con el proyecto de nueva educación superior, y la actual Subsecretaría de Educación, que por lógica debiera encargarse de lo escolar.
Por lo tanto, se trata de dos grandes brazos: uno, la educación particular subvencionada, y el otro, la educación pública en coordinación. No veo razón alguna para crear un servicio centralizado que puede convertirse en el futuro en una especie de zar de la educación.
En consecuencia, dejo planteadas ambas aprensiones para que el ministerio pueda tomarlas en cuenta en el debate posterior.
He dicho.
-Aplausos.
El señor SILBER (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Sergio Gahona .
El señor GAHONA.-
Señor Presidente, en estos últimos años nuestro país ha experimentado un profundo proceso de debate en torno a la necesidad de dotar a Chile de un sistema educacional moderno, que responda a las demandas que impone el futuro del país.
En ese contexto, de alguna u otra forma estamos todos de acuerdo en la idea de mejorar nuestra educación, particularmente la dependiente del Estado, que es la que efectivamente más problemas tiene, y que todos los chilenos tengan la posibilidad de acceder a una enseñanza de calidad.
Sin embargo, el gran debate suscitado radica en la forma en que llevaremos a cabo este complejo pero necesario proceso de mejoramiento. Para algunos, lo anterior se resuelve con más Estado, con mayor burocracia y aplicando recetas que pensábamos que se encontraban superadas en nuestro ideario político e institucional.
En efecto, tal como lo indica el proyecto, todos queremos un mejoramiento sustancial de nuestra educación pública a través de una política permanente que promueva la calidad de la enseñanza. Sin embargo, la forma en que este proceso se ha llevado a cabo: en un contexto y sobre la base de la idea de la retroexcavadora, nos induce a pensar que la presente iniciativa no se encuentra lo suficientemente bien elaborada ni concertada en sus aspectos fundamentales con todas las fuerzas políticas y sociales de nuestro país, como se ha visto reflejado aquí.
Parece ser un hecho sintomático que ningún sector social de nuestro país se encuentre plenamente de acuerdo con el proyecto en comento, y en este sentido espero que su discusión y análisis se profundicen.
Ojalá podamos devolver la iniciativa a la Comisión de Educación y que ello nos conduzca al trabajo de un proyecto que recoja los reales requerimientos de nuestro sistema educacional con el objeto preciso de mejorarlo y no empeorarlo, como pienso que sucede ahora tal como lo vemos.
En efecto, uno de los problemas que avizoramos dice relación con la pretendida responsabilidad del Estado en la gestión educacional, pues, en este caso, al crearse una nueva institucionalidad, el proyecto no resuelve sustancialmente los problemas de fondo que experimenta nuestro modelo educativo en la materia.
De esa forma, la nueva institucionalidad estará conformada por los mismos funcionarios, los que seguirán cumpliendo la misma labor, de la misma forma, sujetos, además, al mismo régimen laboral y vinculados aún con los mismos incentivos. El único cambio dice relación con una mayor centralización en torno a la toma de decisiones y responsabilidades.
Otro aspecto importante a abordar dice relación con el traspaso de los actuales funcionarios municipales de la educación a los servicios locales. En particular, llama la atención que el proyecto no resuelva a cabalidad qué pasará con los actuales funcionarios de los DAEM o de las corporaciones municipales que no sean traspasados a la nueva estructura de la educación pública.
Si bien el proyecto establece un mecanismo de indemnización para quienes no sean traspasados ni reubicados en otras funciones municipales, no queda claro cómo se llevará a la práctica este proceso, ya que no existe un detalle de los supuestos utilizados para calcular los montos y el número de personas que deberían ser indemnizadas.
Una vez más, reformas a medias.
En otro ámbito, debemos hacer presente que la realidad de las municipalidades es absolutamente diferente en uno u otro caso, y no solo en los aspectos económicos, sino también en los demográficos y geográficos. En este sentido, el proyecto de ley no se hace cargo del problema.
A mayor abundamiento, el sistema de aseguramiento de la calidad de la educación escolar todavía constituye una institución que se encuentra en formación y, por tal motivo, no conocemos los efectos más importantes de su establecimiento en torno al mejoramiento de la calidad escolar. Sin embargo, el proyecto propone modificaciones en él que no lo fortalecerían, dejando sin aclarar niveles de responsabilidad, extirpando con ello una idea que todavía no sabemos si es útil para el desarrollo de nuestra educación.
Finalmente, nos encontramos ante una iniciativa en que si bien compartimos el diagnóstico en torno a mejorar la educación, rechazamos de plano la forma en que se ha llevado a cabo.
Esperamos sinceramente que en la tramitación legislativa puedan sortearse las deficiencias de este proyecto.
He dicho.
El señor SILBER (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Vlado Mirosevic .
El señor MIROSEVIC.-
Señor Presidente, en los años 80 se municipalizó la educación con un claro propósito: desmantelar la educación pública.
El paso de las escuelas y liceos a los municipios significó una larga agonía. No vale la pena hacer un juicio crítico sobre lo dañino que ello fue para la educación, porque me basta ver lo sucedido en Arica, lo cual hoy es bastante evidente.
Como dice el gran Dióscoro Rojas: “Humildes, cariñosos y republicanos.”. Así nos sentimos los liberales igualitarios chilenos. Una especie rara si se compara con el neoliberalismo al que nos han tenido acostumbrados los Chicago Boys en las últimas décadas.
Nosotros no sacrificamos la igualdad en nombre de la libertad, y menos aún lo contrario; pensamos que una y otra son inseparables y hasta que una es condición necesaria para alcanzar la otra. Tampoco somos parte de ese Chile elitista que tiene graves problemas con la convivencia, que quiere vivir en barrios exclusivos, alejado del resto del país, con colegios y universidades en los que estudien quienes son completamente idénticos -paradojalmente, tal como postula el socialismo más uniforme-, evitando cualquier tipo de universalidad; todos ABC1, como dijo un desafortunado dirigente estudiantil de la cota mil.
No somos parte de ese Chile elitista que se autosegrega para alejarse del resto, no somos parte de ese Chile que tiene serios problemas con que vivamos juntos y nos veamos las caras.
Algunos podrán decir que lo mío es resentimiento, pero creo que es al revés: simplemente trato de evitar el enfrentamiento de clases, de un lado y del otro, y de reemplazarlo por los valores republicanos de la convivencia cívica. ¡Para eso sirve la educación pública, señor Presidente!
Muestra de esa visión la encontramos en el discurso que pronunció en 1873 el diputado liberal Miguel Luis Amunátegui , quien manifestó, precisamente en la Cámara de Diputados, que si no se fundaban escuelas con fondos públicos, provenientes de contribuciones, la sociedad quedaría dividida en dos clases rivales: la de la gente instruida y la de la gente ignorante; la de los hombres de la civilización y la de los hombres de la barbarie, colocados frente a frente, lado a lado, en actitud amenazante, sin que sea posible a los individuos de la segunda pasar a la primera.
Por eso los liberales creemos en la educación pública y laica. También creemos que la desmunicipalización puede servir para producir esa cohesión y esa convivencia social. Además, los liberales vemos en la educación la posibilidad de que cada individuo pueda realizar libremente su propio proyecto de vida.
La UDI propuso otro sistema, uno que, en la práctica, busca privatizar la educación. Los liberales no estamos de acuerdo con eso; tal como dijo Amunátegui en 1873, no se puede ni se debe dejar exclusivamente al celo de los particulares la gestión de asuntos de esta magnitud, a cuyo buen o mal éxito está vinculada la suerte de la nación entera.
Por eso, en nombre del Partido Liberal, votaré a favor este proyecto de ley, no obstante que hay algunos puntos que no comparto. Ya los podremos analizar durante la discusión particular de la iniciativa.
He dicho.
-Aplausos.
El señor SILBER (Vicepresidente).-
¿Habría acuerdo para postergar el inicio del trabajo de comisiones hasta las 16.00 horas?
Acordado.
Tiene la palabra el diputado señor Juan Morano .
El señor MORANO.-
Señor Presidente, por su intermedio saludo a los ministros y subsecretarios presentes en la Sala, en especial a la titular de Educación, y a los dirigentes de los profesores y a los de los asistentes de la educación que se encuentran en las tribunas. Les envío un abrazo muy fraternal a aquellos que vienen de Puerto Natales y a los de Punta Arenas.
La creación de un Sistema Nacional de Educación Pública responsable de la formación de los niños y de los jóvenes de nuestro país, solo puede ser vista y percibida como un paso adelante en pro de alcanzar el objetivo de mejorar la calidad de la educación para los alumnos más vulnerables de nuestro país.
Por eso es vital que este sistema nacional y único garantice el acceso a la educación como un derecho y que la calidad sea una obligación.
Bajo esas dos premisas, solo cabe apoyar la idea de legislar en esta materia.
La educación pública, que existe desde los albores de nuestra nación, ha adoptado distintas formas. Hoy se encuentra bajo la administración municipal y cuenta con el financiamiento parcial del Estado y el control del Ministerio de Educación, en un sistema que reúne a trabajadores y trabajadoras, docentes, técnicos, directivos, asistentes, alumnos, alumnas y apoderados. Es decir, vamos a intervenir sobre un sistema vivo, integrado por personas y en funcionamiento.
Es de especial preocupación, entonces, no afectar negativamente a ninguno de esos grupos durante el proceso legislativo y no generar el efecto no deseado de la centralización.
Sí nos preocupa que, como se manifestó, la creación de un servicio centralizado pueda generar pérdida de identidad, de autonomía y de pertenencia. Espero que la práctica refuerce lo local y una educación con arraigo, con respeto y apego a la cultura local, a las tradiciones y costumbres de cada territorio.
En las comisiones de Educación y de Hacienda hemos hecho grandes esfuerzos para que no ocurra que un grupo importante de los actores de este sistema, los asistentes de la educación, que por depender de las corporaciones educacionales gozan de un sistema previsional y un sistema laboral distinto al de los demás, se vea afectado en sus derechos y en los logros adquiridos a lo largo de varios años de lucha.
Nos preocupa, por cierto, que se pongan en riesgo los frutos obtenidos en múltiples negociaciones colectivas, en largas luchas gremiales, como también nos preocupa que pierdan el derecho a negociar sus futuras condiciones laborales y que estas se determinen por decreto.
(Aplausos)
Me pregunto y les pregunto a mis colegas si el Estado tiene la facultad para proponer que se le quite el derecho a huelga a estos trabajadores. ¿Habrá diputados y diputadas suficientes para votar a favor de quitarles ese derecho a estos trabajadores?
Por otra parte, señor Presidente, prefiero un sistema de financiamiento a todo evento, en vez de uno basado en una subvención que depende de la asistencia. ¡Cómo es posible que todavía mantengamos vigente un sistema en el que si un alumno falta, disminuye el financiamiento! ¿Acaso el sueldo de los docentes o el de los asistentes baja por la ausencia de un alumno? ¿Baja la cuenta de la luz, la del gas o la del agua? También me pregunto por qué a quienes administran colegios del Estado al amparo de las disposiciones del decreto ley N° 3.166 se les paga por matrícula, como ocurre con la Sofofa y con algunas universidades.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Tiempo, diputado Morano .
El señor MORANO.-
En otro orden de cosas, señor Presidente, nos preocupa que el Estado se desentienda de las deudas que mantienen algunas municipalidades con los trabajadores de la educación, asistentes o docentes. A algunos no se les han enterado las cotizaciones de salud, tampoco las cotizaciones previsionales; se les descuentan dineros para las cajas de compensación, pero luego no se entregan a dichas instituciones. Lo mismo ocurre con los descuentos para pagar créditos, especialmente los otorgados por cooperativas de ahorro y crédito. Eso por nombrar solo algunas irregularidades entre varias otras.
Hoy, un profesor en Punta Arenas no pudo sacar un bono de salud para su hijo a causa de que no se había enterado la cotización de salud respetiva.
El Estado siempre ha tenido la facultad de controlar, de fiscalizar esas situaciones, así es que ahora no puede mirar para el costado; es corresponsable de lo bueno y de lo malo y, por tanto, responsable de que se paguen esas deudas.
Es evidente que esta parte del proyecto no tendrá mi voto a favor, pero espero que mediante indicaciones del Ejecutivo logremos mejorarlo en el trabajo en comisiones o que se haga en el Senado, para cubrir las falencias y despejar las dudas que subsisten.
Por el bien de la educación pública, espero que los ministros presentes refuercen aquellos conceptos que no están suficientemente claros, en favor de que obtengamos educación pública de calidad, y para que los asistentes de la educación que están en las tribunas, aquellos que vienen de Puerto Natales, de Punta Arenas, de San Bernardo, no se vayan preocupados por su futuro, sino contentos y satisfechos.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
El tiempo que ocupó en exceso el diputado Juan Morano se descontará del asignado a su bancada.
Tiene la palabra el diputado Jaime Bellolio , de la Unión Demócrata Independiente.
El señor BELLOLIO.-
Señor Presidente, lamentablemente nos encontramos una vez más debatiendo un proyecto de ley sobre educación basado en consignas que no tienen evidencias para su sustentación.
Los expertos que comparecieron ante la Comisión de Educación nos hablaron de realidades que ya conocíamos, como la disparidad de resultados y la mala calidad de la educación que se imparte en muchos colegios municipales a lo largo de todo el país. Desde luego, eso no significa que no haya municipios que entreguen educación de buena calidad. No me refiero solo a aquellos que cuentan con más recursos, sino también a muchos que lo han conseguido porque han podido comprometer a su comunidad educativa.
Bien lo saben los docentes y los asistentes de la educación que están en las tribunas: en la medida en que hay un equipo directivo, de docentes, de asistentes de la educación, y familias y estudiantes alineados en pro de conseguir un objetivo, este se puede alcanzar. Y eso no pasa por el hecho de que haya más plata; si así fuere, si solo dependiera de contar con más plata, hoy tendríamos una educación mucho mejor que la de hace veinte años, y bien sabemos que eso no ha ocurrido, a pesar de que hemos subido en seis veces el monto de financiamiento para la educación.
Hace poco discutimos el proyecto sobre carrera docente, el que, en mi opinión, es el ��nico que realmente incide en lo que ocurre dentro de la sala de clases. Nuestros profesores son los que imparten más horas de clases, los que menos horas no lectivas tienen y los que reciben el peor salario de los países que conforman la OCDE, con los que nos encanta compararnos; pero cuando uno analiza la municipalización de la educación de esos países, vemos que existen más atribuciones a nivel descentralizado, a nivel de municipios, y no hay vuelta atrás. Sin embargo, aquí se proponen supuestos respecto de los cuales no se ha mostrado ni un ápice de evidencia.
Esta reforma cambia al sostenedor de los colegios, para traspasarlos a 67 servicios locales de educación. Uno se pregunta lo siguiente: ¿Qué es lo nuevo que harán esos servicios locales de educación que no pueden hacer hoy las administraciones locales y que van a cambiar tan gravitantemente la calidad en la educación? La respuesta es que no lo sabemos.
¿Por qué una persona puede administrar mejor ciento cincuenta o doscientos colegios, como sucederá en La Araucanía, que alguien que hoy administra veinte, treinta o cuarenta colegios?
Me pregunto a quién le va a doler que un colegio municipal tenga malos resultados. ¿Le va a doler a quien está sentado en Alameda 1371, en Santiago, o le va a doler a la comunidad en que se encuentra el colegio? Como le duele a esa comunidad, debe participar más activamente en el proyecto educativo de lo que ocurre al interior de la escuela.
Por eso propusimos algo completamente distinto a lo que plantea el gobierno.
Como saben los expertos en materia educacional, tres factores son los que más importan en los resultados educacionales.
El primero de ellos tiene que ver con la familia, pero nunca hemos tocado lo que ocurre en nuestras familias.
El segundo tiene que ver con la efectividad en la escuela, es decir, con lo que ocurre en su interior; pero, lamentablemente, el proyecto no se hace cargo de ello. Simplemente, quita la administración a los municipios y se la pasa a los servicios locales de educación.
El tercero es la institucionalidad, pero una que se enfoque en la calidad. Me pregunto, ¿dónde quedó la diversidad que debe existir, ya que cada región tiene una realidad distinta, por lo que deben estar más cerca de sus escuelas y determinar lo que ocurre en cada una de ellas?
Vamos a elegir intendentes, cores, alcaldes y concejales, pero parece que no queremos que ellos incidan en lo que ocurre en los lugares que representan. Pareciera que subsiste esa mirada centralista permanente, que considera que en Santiago se sabe mejor lo que pasa en regiones y en las distintas comunidades. Sin embargo, pero sabemos que eso no funciona.
Por de pronto, este análisis lo hago no solo yo, sino que también lo señaló José Joaquín Brunner cuando vino a la Comisión de Educación, donde dijo que esta es una mala reforma. Por supuesto que algunos miembros de la Nueva Mayoría lo niegan, pero quienes han estado involucrados en educación saben que esta es una mala reforma, es una reforma administrativa de puño en alto, que no implica un cambio concreto al interior de las escuelas.
No soy de los que defiende a ultranza que los municipios deben administrar la educación. Se pueden discutir nuevas fórmulas. Lo que propusimos es que hubiesen agrupaciones de municipios en aquellas municipalidades más pequeñas, que fuese voluntario para aquellas municipalidades que hoy tienen buena calidad de la educación y que fuese obligatorio para aquellas municipalidades que no la tienen, porque nos preocupa lo que ocurre al interior de esos establecimientos y no solo si el RUT del colegio es del Estado o no lo es, si es del Ministerio de Educación o no lo es.
Para terminar, quiero decir dos cosas.
La primera es que el proyecto crea una nueva Dirección de Educación Pública.
Durante meses nos dijeron que no podíamos conocer la constitución de los servicios locales hasta que llegó a la Comisión de Hacienda, donde se demostró que no eran 67 servicios locales de educación, sino 68.
Preguntamos cuántas iban a ser las plantas de cada uno de esos servicios locales, pero hasta ahora no lo sabemos. ¿Por qué son importantes las plantas? Porque ahí hay trabajadores de las corporaciones, de los DAEM.
Ellos nos han dicho que son 11.000 trabajadores, pero que solo se consideraría a 8.000 dentro de las plantas. ¿Qué va a pasar con los otros 3.000? ¿Cómo vamos a seleccionar a esos 3.000? ¿Qué pasa con los derechos de esos trabajadores que hoy están en corporaciones?
(Aplausos)
Por otra parte, podrían llegar cinco instituciones a un colegio a pedir información: el servicio local de educación, la agencia de la calidad, la superintendencia, la Intendencia de Educación Parvularia y los departamentos provinciales (Deprov), que van a seguir existiendo.
Me pregunto, ¿en qué minuto los directores y los profesores podrán dedicarse a la educación? ¿Hasta cuándo seguimos atosigando a las autoridades de los colegios con miles de peticiones administrativas, en lugar de que los dejemos que se preocupen de lo que hacen bien?
El proyecto propone solo mayor centralismo, pero no mejor calidad de la educación. En consecuencia, vamos a invertir más dinero, pero es probable que en cinco años más no hayamos cambiado nada.
Finalmente, para no ser injusto, quiero dar las gracias al señor Rodrigo Roco , a la ministra y a la subsecretaria de Educación, porque pedimos que hubiese una agenda de educación superior a diez años y ellos estuvieron abiertos a escucharnos.
Esperamos que el proyecto cambie profundamente en el Senado porque, tal como está, no satisface la calidad ni la educación pública de Chile.
He dicho.
-Aplausos.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Rodrigo González .
El señor GONZÁLEZ.-
Señor Presidente, el proyecto en discusión pondrá fin a un sistema y a un modelo de educación instaurado durante la dictadura militar, el cual ha fracasado. Ese sistema es el de la municipalización de la educación pública, que tiene como elementos fundamentales no solo el desfinanciamiento crónico de los municipios, sino la división entre lo técnico-pedagógico y la administración de la educación. Cuando ambos aspectos funcionan separados, no hay ninguna posibilidad de desarrollar proyectos educativos e impulsar una educación de calidad.
Además, esta educación municipalizada fue generando cada vez mayor desigualdad y más inequidad territorial, en la medida en que los municipios más ricos iban fortaleciendo guetos de educación con mejores niveles, mientras la gran desigualdad del país iba generando un inmenso déficit, lo que apuntaba a que la educación municipalizada fuese cada vez menos competitiva y tuviese menos capacidad para competir con un sistema educacional privado que crecía.
Pareciera que el sistema municipal se hubiese desfinanciado adrede para que creciera la educación particular.
Además, demostró ineficiencia y ligazón estrecha con los procesos políticos y con los malos usos en los niveles municipales del sistema educativo.
Por lo anterior, lo primero que se debe buscar con el proyecto es recuperar la educación pública y su prestigio, para poner en el centro de una nueva educación pública una nueva escuela pública.
El proyecto tiene grandes avances en ese aspecto, ya que otorga a la escuela un rol fundamental y mejora las facultades de los consejos escolares, aunque esto todavía es insuficiente, porque dichos consejos debieran tener aun más facultades resolutivas, como las de definir el proyecto educativo y el plan de convivencia escolar; la de dar un mayor rol a los consejos de profesores y dar un rol mayor y definir mejor el papel de los asistentes de la educación al interior de los establecimientos educacionales; la de definir con cada vez más fuerza que deben construirse verdaderas comunidades escolares para tener buena calidad de educación al interior de los establecimientos educacionales.
Junto con eso, el proyecto permite ir avanzando en tener una mayor planificación y un sentido más de futuro con los consejos locales de educación, con los directores locales de educación y con los directores de establecimientos con mayores facultades.
El principal déficit del proyecto radica en dos puntos: en primer lugar, el financiamiento. Al respecto, creo que para necesidades permanentes se requiere de financiamiento permanente y asegurado, lo cual no está garantizado en este sistema.
El financiamiento a través de la subvención ha fracasado. Por eso debe ser reemplazado por un financiamiento basal que apunte a las verdaderas necesidades de las escuelas, junto con desarrollar una mayor autonomía y asegurar equipos estables de profesores y de asistentes de la educación, que consoliden la calidad y la adhesión del proyecto educativo al interior de cada establecimiento.
Un sistema de financiamiento como el actual, ligado a la matrícula y, sobre todo, a la asistencia, ha generado grandes distorsiones y no permite avanzar en muchos de los objetivos que ambiciosamente plantea el proyecto, que, por cierto, compartimos.
Por eso, como se dijo, es necesario abordar un cambio profundo en el sistema de financiamiento, que apunte a reemplazar el sistema de váucher por uno de financiamiento estable para los establecimientos municipales.
En segundo lugar, me parece que el proyecto debería tener especial preocupación por el traspaso de los funcionarios y de los trabajadores de la educación al nuevo sistema. Me preocupa especialmente el caso de las trabajadoras de los jardines infantiles vía transferencia de fondos (VTF), de las educadoras de párvulos, de todos quienes trabajan en la educación preescolar que será traspasada, de los trabajadores de las corporaciones municipales y de los DAEM, que no tienen una satisfacción suficiente en relación con su situación. Por eso, es importante mejorar estos aspectos en la futura tramitación del proyecto.
En todo caso, debemos asegurar que no habrá retroceso, menoscabo ni omisiones con los trabajadores, como ha ocurrido con otros proyectos, lo que después es difícil subsanar.
Por último, el proyecto propone una transformación sustantiva del sistema escolar.
Destaco el coraje para desmunicipalizar la educación y para superar sus deficiencias. Aún queda camino por recorrer y mejorar esta iniciativa, que la bancada del Partido por la Democracia votará a favor.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado José Manuel Edwards .
El señor EDWARDS.-
Señor Presidente, la educación tiene que ser de todos y de buena calidad, independientemente de quién la entregue. Lo importante es que los niños reciban la mejor educación posible y no que el objetivo ideológico sea agrandar el Estado.
El proyecto, en realidad, no está desmunicipalizando la educación, sino que la está centralizando, pues traslada la administración de los colegios desde los municipios hacia los servicios locales de educación pública; pero, a su vez, crea una dirección central que, finalmente, manda a todos los servicios locales.
Por lo tanto, repito, la iniciativa no desmunicipaliza, sino que centraliza la educación pública.
Además, tampoco queda claro qué va a pasar con los trabajadores actuales, porque, de acuerdo a la cantidad de puestos de trabajo que se generan en estos servicios locales, varios miles de personas quedarán sin trabajo.
Reitero que eso tampoco está claro.
Ahora bien, debemos legislar a base de evidencias. Me gustaría que alguien me dijera qué garantía existe de que los servicios locales de educación harán un mejor trabajo que los municipios. Nada lo garantiza. Los municipios que hacen bien su trabajo -hay muchosno van a poder seguir administrando colegios. ¿Qué garantiza que los servicios locales lo van a hacer mejor que los municipios?
A modo de ejemplo, la decisión que deba adoptar un colegio en una zona mapuche ya no será del municipio, sino del servicio local, que recibirá órdenes desde Santiago , por lo cual las decisiones ya no serán locales.
En cuanto a porcentajes, 37 por ciento de los colegios va a recibir menor cantidad de recursos por estudiante. Entonces, ¿qué garantiza que esos niños recibirán mejor educación?
Ahora, ¿qué municipio va a invertir un peso mientras dure el período de transición, que será bastante largo?
La mayoría de los diputados de oposición va a votar en contra, porque creemos que debemos preocuparnos de la familia y no solo del Estado.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Tiene la palabra la diputada Daniella Cicardini .
La señorita CICARDINI (doña Daniella) .-
Señor Presidente, el proyecto de ley que crea el Sistema de Educación Pública es, a mi juicio, una de las iniciativas más importantes dentro de la reforma educacional.
Espero que sea el comienzo de la reconstrucción de nuestra educación pública, que comenzó a ser demolida y desmantelada por la dictadura, entre otras cosas, a través de la decisión de traspasar la administración de los establecimientos educacionales a las municipalidades.
Lo peor es que la precariedad de nuestra educación municipal, que debilitó su calidad y su cobertura, ha fortalecido y extendido la educación privada, con apoyo del propio Estado. De allí hemos derivado en situaciones nefastas, como el lucro con recursos públicos, la selección, la segregación y la abismante diferencia entre colegios municipales, particulares subvencionados y particulares.
Ese conjunto de situaciones son parte de las consecuencias de organizar nuestro sistema educacional bajo una lógica de mercado, que es profundamente incompatible con el compromiso por la equidad en educación y demostradamente ineficaz para el objetivo de mejorar la calidad educativa.
Para poner fin a la municipalización, el proyecto de ley contempla el traspaso de los colegios que actualmente son administrados por los municipios a 67 servicios locales de educación pública, funcional y territorialmente descentralizados, con personalidad jurídica y patrimonio propio, los que se relacionarán con el Presidente de la República a través del Ministerio de Educación.
En este aspecto tengo algunas dudas. Si bien se ve como algo positivo y relevante que se hable de dar presencia y representación local a una institución que deberá velar por la educación en nuestras regiones, provincias y comunas, ¿por qué se decidió que fueran 67 servicios locales? ¿Por qué no 70, 100 o más? ¿Cuáles fueron los criterios o fundamentos que derivaron en la determinación de ese número, principalmente en el cupo para cada una de las regiones? ¿Cuáles podrían ser los efectos de no crear servicios locales en algunas provincias o sectores de una región? ¿Qué incidencia tendrá en el desarrollo de la gestión educativa el hecho de contar o no con estos servicios?
Más allá de la cantidad de población, no me queda claro que se hayan tomado suficientemente en cuenta criterios como distancias y tiempos de desplazamiento al interior de una región. En lo personal, como parlamentaria de la Región de Atacama, no tengo certeza respecto de en qué lugares de mi región existirán esos servicios locales y cuáles podrían no contar con ellos.
Por otro lado, me preocupa el financiamiento basado en la asistencia de los alumnos, por lo que espero que se haga efectivo lo que planteó el Ejecutivo en el sentido de enviar un proyecto de ley que permita terminar con el financiamiento basado en subvención por asistencia, para dar paso a un sistema de aporte basal.
En cuanto a la calidad, me hubiese gustado conocer mayores referencias respecto de la correlación directa entre esta nueva institucionalidad en la educación pública y el mejoramiento de la calidad de la educación que se imparte en nuestras escuelas.
Es claro y lógico que un nuevo sistema y nuevos servicios y organismos pueden tener un efecto determinante en ese mejoramiento, y eso es lo que espero que suceda. Pero, en mi opinión, esto tampoco se aborda o describe con la extensión y relevancia necesaria. No se aborda cómo esta nueva institucionalidad pretende lograr aquello.
En materia laboral, espero que se cumpla el compromiso de enviar un proyecto de ley sobre el estatuto de los asistentes de la educación. Valoro que hoy se esté discutiendo en la Comisión de Educación el incentivo al retiro para los asistentes de la educación, pero debemos ver qué va a pasar con los funcionarios DAEM. Al respecto, el diputado Manuel Monsalve señaló la posibilidad de una segunda asignación o una ley de incentivo, con el fin de facilitar la reinserción laboral de esos funcionarios.
A pesar de las inquietudes que he planteado, anuncio que voy a apoyar la iniciativa, pues permite avanzar en equidad educativa y termina con la municipalización de la educación en nuestro país.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
En el tiempo de la bancada del Partido Demócrata Cristiano, tiene la palabra la diputada Yasna Provoste .
La señora PROVOSTE (doña Yasna).-
Señor Presidente, por su intermedio, saludo a la señora ministra de Educación, al ministro de Hacienda y al ministro secretario general de la Presidencia, quienes hoy nos acompañan.
Hemos esperado mucho tiempo para poder llegar a este momento, para avanzar en un proyecto de ley que permita remover las bases instauradas en materia educacional desde la dictadura y las bases del proceso de municipalización, para fundar los cimientos de un sistema de educación superior que recupere el sentido de lo público en materia educacional.
Desde su conformación bicentenaria, la república entendió que la educación formal era el gran instrumento indispensable para el desarrollo y la consolidación de una ciudadanía plena. La escuela que queremos en nuestro país es aquella que nos permita eliminar las desigualdades, que sea de calidad y poderosa. Dicha tarea le corresponde al Estado y por eso nos sentimos contentas cuando el gobierno anunció la presentación de un proyecto que buscaba situar a la educación estatal en el lugar que nunca debió haber perdido y, además, otorgarle mayores atribuciones.
Sin embargo, respetuosa de mi conciencia como legisladora, es necesario señalar que en muchas ocasiones se han hecho afirmaciones que no corresponden a la realidad. Durante la tramitación del proyecto, escuché distintas intervenciones, con argumentos que han surgido también en el transcurso del presente debate. Por ejemplo, se ha sostenido engañosamente que los trabajadores que ingresarán al nuevo sistema de educación serán funcionarios públicos.
¡Eso es mentira! ¡No serán funcionarios públicos! Si lo fueran, tendrían que regirse por el estatuto administrativo. ¿Y se van a regir por dicho estatuto? ¡No! Los profesores seguirán conduciéndose por el estatuto docente, por la carrera profesional docente.
Asimismo, como lo hemos consignado en distintos cuerpos legales -el primero fue la carrera profesional docente-, esperamos que el Ejecutivo envíe a tramitación un proyecto para que los asistentes de la educación por fin cuenten con un estatuto. Es más, tras conocer el presente proyecto, reiteramos al gobierno que, antes de iniciar el proceso de desmunicipalización, era necesario garantizar condiciones para el traspaso de los actores que forman parte del sistema educacional, como los asistentes de la educación. Y solo gracias a la presión del Parlamento se logró que el gobierno comprometiera una fecha, el primer semestre del 2017, para presentar a tramitación un proyecto de ley que garantice un estatuto para los asistentes de la educación.
Si se afirma que los trabajadores de la educación serán funcionarios públicos tras ingresar al nuevo sistema de educación, mirando al ministro de Hacienda quiero preguntar al gobierno si todos ellos obtendrán el incentivo al retiro al que acceden los funcionarios públicos. Si la respuesta es positiva, creeré que serán funcionarios públicos; pero no es así. Por lo tanto, no entreguemos a los ciudadanos esperanzas que no tienen nada que ver con el presente proyecto.
Algunos dicen: “La función que cumplen es pública���. Claro que lo es; sin embargo, los que trabajan en las empresas sanitarias también cumplen una función pública, pero no por ello son funcionarios públicos. Entonces, no incluyan artículos decorativos que no corresponden al proyecto.
Han pasado ocho meses desde que iniciamos la tramitación y el debate del proyecto y, a partir del momento en que conocimos la iniciativa, señalamos al gobierno que había un problema: no nos parece presentable que este proyecto retroceda respecto de derechos laborales adquiridos. No compartimos que, después de haber aprobado una indicación en la Comisión de Educación para establecer que ningún trabajador que se traspase a los servicios locales de educación perderá derechos laborales adquiridos, nuestro gobierno haya respondido con un rechazo y un bloqueo en las distintas instancias. Primero, amenazaron con recurrir al Tribunal Constitucional, y, segundo, en el marco de la tramitación en la Comisión de Hacienda, anunciaron la presentación de indicaciones para eliminar lo que ya habíamos aprobado en el Parlamento.
Finalmente, si el Ministerio de Educación no está comprometido ni totalmente convencido de que debemos garantizar y velar por los derechos laborales adquiridos, le pido al Congreso Nacional que no tengamos ninguna duda en apoyar esta iniciativa y garantizar que este proyecto resguarde derechos laborales adquiridos por los trabajadores del sistema educacional.
(Aplausos)
También es falso sostener, como se ha hecho en el presente debate, que el proyecto generará una mayor autonomía y acercará las decisiones a las comunidades. El propio mensaje señala: “Estudios recientes, como el trabajo de los economistas Hanushek , Link y Woessman (2013), apoyan dicha constatación, evidenciando que una acentuada descentralización a escala local o de escuela, no constituye un esquema recomendable para garantizar la calidad de los sistemas educativos en los países en vías de desarrollo como Chile.”. Lamento que en un mensaje se mencionen estudios de economistas tan neoliberales como estos, pero, obviamente, eran los modelos para quienes redactaron el mensaje.
Insisto en que valoro el esfuerzo que constituye el trasladar la educación desde los municipios y el garantizar condiciones igualitarias para todos, pero no mencionemos aspectos que no vienen en el proyecto. No digamos que la iniciativa implicará mayor autonomía y que acercará las decisiones, porque no es así. El presente es un proyecto que recentraliza la educación y que aleja la educación de las decisiones de la comunidad, porque así lo consigna el proyecto.
Mirando a los ojos a la ministra de Educación, le pido que, en consideración a la ruralidad hoy existente, no le otorguemos la facultad al administrador o al burócrata para que cierre establecimientos educacionales, porque para nosotros la escuela tiene un valor en la comunidad y la defenderemos. El proyecto no precisa aquello.
La señora ministra mueve la cabeza, pero cuando presenté la indicación para impedir que el administrador tuviera la facultad de cierre, ustedes lo negaron.
Por lo tanto, espero que en la tramitación que resta al proyecto seamos capaces de resguardar toda la educación, la rural y la urbana, porque al menos para la bancada del Partido Demócrata Cristiano ambas tienen la misma importancia.
Finalmente, anuncio que votaré a favor de la iniciativa en general, pero reservaré mi voto en la votación en particular.
He dicho.
-Aplausos.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
En el tiempo de la bancada del Partido por la Democracia, tiene la palabra el diputado Enrique Jaramillo .
El señor JARAMILLO.-
Señor Presidente, por su intermedio, saludo a las autoridades que nos acompañan: a los señores ministros, a la señora subsecretaria, especialmente a la ministra de Educación, a quien quiero expresarle que comparto plenamente su intervención al inició de la discusión.
Para ninguno de nosotros resulta equívoco señalar que, desde que se implementó el actual sistema de municipalización, la educación pública ha ido en franco detrimento en cuanto a su calidad y al trato recibido por el personal asociado a su mantención y desarrollo. Me refiero a los trabajadores de establecimientos vía transferencia de fondos (VTF), a los asistentes de la educación y, por qué no decirlo, en un futuro cercano, a las manipuladoras de alimentos. Todos estos trabajadores se vinculan con la nueva educación que queremos implementar, la que, sin lugar a dudas, será de mejor calidad.
A lo anterior, se debe agregar el crecimiento desproporcionado de la educación privada y la subvencionada, las cuales, en lugar de instalarse en nuevos nichos que no cubre el sistema educacional municipal, han competido en sus espacios y, dadas sus ventajas comparativas, han ido poco a poco horadando el sistema educacional municipal a tal grado que, incluso, en muchos lugares se han cerrado escuelas municipales, especialmente los establecimientos de sectores rurales, los cuales han sufrido una drástica disminución de su matrícula.
Por eso, quiero referirme a una frase pronunciada por un señor diputado, quien sostuvo que estábamos impulsando reformas ideológicas. ¡Aquí no hay ideologismo! ¡Aquí hay sentido país! ¡Aquí hay sentido común, porque la calidad hace a los pueblos, y estos crecen porque se educan!
Por eso, este proyecto de nueva educación pública justifica plena y claramente su discusión y tratamiento, ya que persigue crear una nueva institucionalidad.
Anuncio mi voto favorable a la idea de legislar de esta tan importante iniciativa legal. Ojalá que el proyecto llegue a buen término no solo en su tramitación, sino también en su implementación, que es lo más importante para que todos los habitantes del país mañana puedan decir con tranquilidad que el gobierno de Michelle Bachelet, aunque fuera más tarde que temprano, hizo lo que debía en materia de educación.
He dicho.
El señor MEZA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra la diputada señorita Camila Vallejo .
La señorita VALLEJO (doña Camila) .-
Señor Presidente, en primer lugar, quiero saludar a la ministra, a la subsecretaria de Educación, quien no se encuentra presente en la Sala, y al señor Rodrigo Roco , por haber tenido la voluntad de hacerse cargo de una reforma que, si bien no fue creada ni inventada por este gobierno, recoge una aspiración que se viene señalando desde hace décadas.
Desde el mismo año en que se municipalizó la educación escolar pública se levantaron las primeras demandas por revertir ese proceso. Desde 1986, el diputado que se sienta a mi lado
-en ese entonces dirigente secundarioha venido planteando junto con los profesores la necesidad de desmunicipalizar y recuperar las escuelas para el Estado, a fin de que las administre directamente.
Muchos han dicho que no hay un diagnóstico claro, que no existen argumentos para llevar adelante este proceso y que el proyecto no resuelve el problema de la calidad en la educación pública. Eso es mentira, pues el diagnóstico ha sido trabajado por los actores sociales desde hace décadas. Los apoderados y estudiantes secundarios siguen planteando la importancia y la necesidad de recuperar la escuela pública por el Estado para el futuro del país.
¿Por qué ha ocurrido aquello? Todo lo que ha pasado con posterioridad al proceso de desmunicipalización, por la vía de inyectar recursos públicos y fondos de fortalecimiento, produjo un mismo problema, es decir, segmentación socioeducativa y municipios que dependen de ciclos políticos de las autoridades de turno, que muchas veces destinan los recursos de la subvención o los fondos especiales para contratación de personas con fines políticos. Los municipios pueden tener la legítima voluntad de mejorar la calidad de la educación, pero las prioridades están puestas en otros ítems, como la pavimentación de calles, iluminación, salud, porque las vulnerabilidades de sus territorios les mandatan destinar recursos a esos propósitos.
No existe un horizonte de desarrollo porque las municipalidades han estado amarradas a ciclos políticos, existe baja rendición de cuentas, dilución de responsabilidades y capacidades dispares. Obviamente, el hecho de tener 345 municipios a lo largo del país con distintos presupuestos no garantiza la misma inyección de recursos para la educación y genera una gran atomización. El diagnóstico no solo ha sido planteado por actores sociales, sino también por expertos académicos, que han señalado que esto no da para más.
Si bien tuvimos que modificar muchos aspectos del proyecto como consecuencia del debate democrático, aquel avanza no solo en implicar al Estado por medio de los servicios locales y en garantizar las capacidades técnico-pedagógicas y administrativas para gestionar las escuelas públicas fuera de los ciclos políticos, sino también en entregar un contrapeso a fin de equilibrar la visión “desde arriba” de la administración y de los apoyos técnico pedagógicos con la adecuada participación de las comunidades educativas.
Si alguien hoy me dice que hay descentralización y participación de las comunidades, le responderé que eso es una mentira. Preguntémosles a los asistentes de la educación, a los profesores, a los estudiantes y a los apoderados si hoy pueden incidir en el proyecto educativo en el contexto de una administración municipal. Eso no es así, porque las autoridades y alcaldes de turno definen las políticas junto con sus administradores.
En consecuencia, gracias al debate democrático, este proyecto garantiza que los consejos escolares tengan mayor vinculación con las decisiones de los proyectos educativos institucionales y la inversión que se debe garantizar en materia de programas extracurriculares llevados a cabo por las escuelas. Pero también incidirán, en conjunto con los responsables del servicio local pertinente, en la construcción de los proyectos de mejoramiento y, por lo tanto, en los planes anuales según los proyectos educativos institucionales.
En el órgano participativo intermedio, que son los consejos locales de educación, no solo participan apoderados, trabajadores, profesores y estudiantes, sino también representantes de las municipalidades e instituciones de educación superior que necesitan vincularse con la educación escolar para la continuidad de estudios en la educación superior.
En materia de financiamiento -espero que esto se vaya resolviendo con el paso del tiempo; insistiremos en ello-, todavía tenemos la necesidad de cambiar la estructura de financiamiento de la educación pública. Creemos que un simple cambio de administración, con una adecuada participación de la comunidad, no resuelve el problema. Ello debe ir acompañado de un cambio en la subvención por asistencia.
Saludamos la extensión del Fondo de Apoyo a la Educación Pública para todo el proceso de traspaso de las escuelas municipales y el financiamiento directo de los servicios locales, que hoy recibe recursos de la subvención.
Por último, un tema pendiente -esperamos que se resuelva en el segundo trámite constitucional; ese fue el compromiso del Ejecutivo tiene que ver con el aspecto administrativo, con los trabajadores de las corporaciones DAEM y DEM. Necesitamos una solución para ellos, porque hoy no se están garantizando sus derechos laborales cuando son traspasados. Si ello no se resuelve, el tema traerá complicaciones en el tercer trámite constitucional. Estaremos atentos a eso.
Nuestra bancada apoyará el proyecto.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don MArcos (Vicepresidente).-
En el tiempo del Comité de la Unión Demócrata Independiente, tiene la palabra el diputado Felipe de Mussy .
El señor DE MUSSY.-
Señor Presidente, primero que todo deseo saludar a la ministra y a la subsecretaria.
En verdad, este es uno de los proyectos más importantes, junto con el de carrera docente. Estoy a favor o encuentro absolutamente razonable hablar de desmunicipalización. En mi opinión, el diagnóstico que todos compartimos es que hoy la educación pública no es de buena calidad.
En la universidad -soy ingeniero civil me enseñaron que donde existen problemas hay que buscar soluciones. El diagnóstico común que tenemos es la mala calidad de la educación pública en nuestro país. La gran pregunta es si este proyecto va en la línea de mejorar esa calidad o no. Desgraciadamente, creemos que no está ciento por ciento encaminado a ello.
Cabe recordar que cuando comenzamos a discutir el proyecto en la Comisión de Hacienda, el gobierno hizo una presentación en la que destacó los países que lo han hecho bien en materia de educación, dependiendo de si tenían sistemas centralizados o descentralizados. Me llamó la atención que Finlandia y muchos países que miramos como ejemplos son más bien descentralizados, al contrario de lo que persigue el proyecto para la educación del país.
También se ha hablado de economías de escala. No me cabe duda de que aquellas existen, sobre todo en las comunas más rurales. Habría que ser ciego para no darse cuenta de aquello. Probablemente, en comunas más grandes dichas economías son bastante marginales.
Según una conversación que sostuve personalmente con la ministra de Educación, este debe ser un proyecto de país. Hace algunos años se discutió la reforma tributaria, la que ojalá hubiese durado mucho tiempo. Sin embargo, ni siquiera había transcurrido un año de aprobada cuando ya se estaban introduciendo reformas a la reforma; lo mismo ocurrió con la reforma laboral.
Esta es una iniciativa que debemos debatir, trabajar y sobre la cual debemos llegar a acuerdos para que ojalá perdure cincuenta años. Obviamente, va a ser necesario ir cambiando determinados aspectos.
El desafío para la ministra y el gobierno consiste en que este proyecto sea abrazado por todos. De lo contrario, no saldremos perdiendo quienes hoy estamos sentados en estos pupitres ni saldrán ganando los que puedan levantar una bandera después de aprobar el proyecto: los reales perdedores serán los estudiantes.
A mi juicio, no existe solo un problema de estructura, como han detallado colegas de todos los colores políticos. Por ejemplo ¿qué pasará con el estatuto de los asistentes de la educación? ¿Qué pasará con los derechos ganados por muchos trabajadores de los DAEM? ¿Qué pasará con aquellas deudas de los municipios que el proyecto busca que no existan al momento del traspaso de los establecimientos a los servicios locales? Hay municipios que han hecho bien su trabajo y que no tienen deudas; en cambio, hay otros que no lo han hecho bien y que sí tienen deudas, pero con esta iniciativa los vamos a favorecer.
Reitero, no podemos cometer el error de que la iniciativa sea aprobada como una reforma tributaria o como una reforma laboral. Debemos buscar acuerdos para elaborar un buen proyecto para el país y para nuestros niños, de manera que los que salgan ganando sean ellos y no solo algunos sectores que se quieran tomar una fotografía con la bandera de Chile.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Daniel Melo .
El señor MELO.-
Señor Presidente, el proyecto de ley que votaremos esta tarde es una de las transformaciones más importantes al sistema educacional chileno en las últimas décadas. Este cambio, generado ante el fracaso de un modelo educacional impuesto en la dictadura, solo gracias al impulso de la sociedad civil, del movimiento estudiantil, del Colegio de Profesores y del gobierno de la Presidenta Bachelet comienza a ser una realidad en Chile.
Más que ser objeto de una transformación, la educación chilena volverá a su rumbo natural, aquel en el que no solo formaba estudiantes, sino también ciudadanos. Hoy comienza a caer una de las transformaciones ideológicas de la dictadura de Pinochet que más daño le ha hecho a la sociedad chilena: la municipalización de la educación, que logró provocar desigualdad desde la base y precarizar un sistema que, hasta la década del setenta, generaba mejores condiciones para el futuro de los estudiantes. Durante treinta años asistimos a la pérdida del rol del Estado de garantizar el derecho a una educación pública y de calidad.
Es necesario reconocer que a lo largo de esos años, los gobiernos de la Concertación tuvieron responsabilidad significativa en el deterioro de la educación municipal, en la pérdida de la matrícula, en la falta de visión de largo plazo y en la promoción del sistema particular subvencionado por sobre el sistema municipal. No hacer esta autocrítica sería negar una realidad histórica. El sistema de educación chileno es el reflejo de la desigualdad y segregación que vive nuestra sociedad. Por eso, los cambios que hoy aprobaremos pretenden enfrentar esta discriminatoria realidad. No modificar el modelo de financiamiento de la nueva educación pública es, sin duda, reproducir la misma desigualdad a otra escala. Si no cambiamos la lógica de financiamiento de la educación y mantenemos los mismos instrumentos, lograremos reproducir la misma pobreza a otra escala de administración de la nueva educación pública, lo cual es una pésima señal.
Esta demanda ha sido planteada con mucha fuerza por el Colegio de Profesores, por la Coordinadora Nacional Estudiantes Secundarios (Cones), por la Asociación Chilena de Municipalidades y por un número importante de parlamentarios en esta Sala.
Lamentablemente, las carencias y la falta de recursos del sistema público de educación no quedan resueltas en el proyecto de ley, toda vez que el sistema de financiamiento por asistencia se mantiene inalterable. Si de verdad queremos cambiar la educación, no basta con cambiar el nombre del sostenedor ni con cambiar de oficina a los funcionarios; es fundamental transformar la estructura financiera de la educación chilena y aumentar los recursos para que el cometido se realice de manera óptima.
El proyecto, en la concepción del Partido Socialista, es una oportunidad para que la educación pública vuelva a ser lo que fue y retome su sentido histórico, promotor de valores democráticos, laicos y republicanos.
Por su intermedio, señor Presidente, hago un llamado al gobierno a modificar el modelo de financiamiento y a que tenga a bien incorporar en el trámite legislativo los cambios necesarios para permitir dotar de sustento efectivo a la nueva educación pública.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado David Sandoval .
El señor SANDOVAL.-
Señor Presidente, fui alcalde durante muchos años y en virtud de ello me correspondió conocer el procedimiento de traspaso y de gestión de la educación.
Un diputado me imputó que en aquella época habíamos despedido a trabajadores. Jamás despedimos a nadie en las comunas de Chile Chico, de Cochrane y de Coyhaique.
Pero, pongámonos en el contexto en que dicho traspaso se produjo. Antes del traspaso, el sistema educacional público estaba absolutamente sesgado y elitizado para prestar cobertura, atención y servicio a un determinado número de alumnos.
Recuerdo que cuando se postulaba a la universidad, solo había 35.000 cupos a nivel nacional para la continuidad de estudios de los alumnos de nuestro país. Era una pirámide terrible. Así era la administración pública en ese minuto, cuando el Ministerio de Educación tenía que resolver en Santiago, en Alameda, lo que pasaba incluso en localidades como Villa O´Higgins, que pertenece a una región tan remota como la mía, la de Aysén. Se trataba de una verdadera pirámide, en la que se producía un tremendo proceso de deserción. Muchos jóvenes de las familias más modestas de nuestro país nunca accedieron a la educación superior.
¿Quiénes entraban a las universidades tradicionales? Los que obtenían puntajes altos en la prueba de aptitud académica. ¿Quiénes eran? ¿Eran acaso los niños de los establecimientos públicos? Evidentemente que no. La pirámide que existía cercenaba el futuro de miles de jóvenes de las familias más modestas de nuestro país, debido a que el sistema de gestión pública centralizado no asumía que era necesario entregar cobertura educacional.
¿Qué ocurrió con la municipalización? Se logró universalizar la educación y llegar con ella a los rincones más apartados de nuestro territorio; no solo a algunos. En la Región de Aysén existían establecimientos de enseñanza media solo en Coyhaique, Aysén y Chile Chico. Los jóvenes de Cisnes y de Capitán Prat no tenían posibilidad de cursar la enseñanza media; con suerte terminaban sus estudios en séptimo año de enseñanza básica. Miles de jóvenes quedaban en el camino porque el sistema no lograba resolver el problema de acceso a establecimientos educacionales.
¿Qué logró la municipalización? Universalizar la educación.
¿Cuál fue el gran fracaso de la municipalización? La calidad de la educación; no hay duda de que sí.
Dado que fui alcalde, soy absolutamente partidario de cambiar el procedimiento, pero no en el formato que se nos presenta. Para la Región de Aysén el proyecto considera una sola agencia local de educación. ¿Sabe usted, ministra, cuál es la distancia entre Coyhaique y Villa O’Higgins? Es de 500 kilómetros. La gente debe movilizarse en barcaza, en bote, en avión o a caballo para ir de una ciudad a otra. Debemos corregir este sistema porque no dará el ancho para resolver los problemas. ¿Sabe usted, ministra, cuánto tiempo separa a Coyhaique de Melinka, en las Guaitecas? Ambas ciudades están separadas en horas; porque allá la distancia no se mide en kilómetros, sino en horas. Pero el sistema que se propone no se hace cargo de eso.
Los bienes y los establecimientos son de propiedad de la municipalidad. Entiendo que el proyecto exige que el traspaso se realice con la totalidad de las deudas municipales saneadas y zanjadas. ¿Se dispondrá de recursos para las municipalidades para resolver esa situación?
¿Se cancelarán los bienes adquiridos por los municipios?
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Fuad Chahin .
El señor CHAHIN.-
Señor Presidente, es importante precisar qué estamos discutiendo y qué vamos a votar. Es la idea de legislar sobre uno de los temas centrales en materia de educación de los últimos treinta años: revisar la decisión adoptada en su momento de traspasar la educación pública desde el Estado a los municipios. Me refiero a aquella educación pública en la que, hasta hace algunos años, estudiaba la mayoría de los chilenos. Hoy, solo un tercio de los alumnos ingresa a ella, fundamentalmente aquellos que no tienen opción de elegir.
El proyecto es fundamental, pues debemos ser capaces de que la educación pública vuelva a ser responsabilidad del Estado. No puede ser que en la educación se sigan replicando las distorsiones, las desigualdades y las injusticias. ¡Qué culpa tienen los niños si al alcalde de turno no le interesa la educación o si la ve como un botín político para llenar de operadores y para pagar favores políticos, sin preocuparse de los proyectos educativos! ¡Qué culpa tienen los niños si les tocó nacer en una comuna que no cuenta con muchos recursos y que, por lo tanto, no es capaz de transferirles fondos para cubrir el déficit de financiamiento que tiene la educación pública y mejorar sus condiciones educativas! Ello, a diferencia de aquellos que nacen en comunas más ricas, donde los municipios con capacidad económica pueden transferirles gran cantidad de recursos y entregarles una educación pública de mejor calidad.
Entonces, estamos replicando las desigualdades en función del lugar geográfico y social donde les tocó nacer a los niños. Esas son las distorsiones que debemos corregir de una buena vez.
En consecuencia, la bancada de la Democracia Cristiana no tiene ninguna duda: aprobaremos la idea de legislar, porque queremos que la educación pública vuelva a ser una responsabilidad del Estado que asegure calidad y equidad a todos los niños de Chile. Pero al mismo tiempo estamos preocupados por las condiciones de ese traspaso; por los derechos de los profesores, de los asistentes de la educación y de los funcionarios en general. Buscamos que ellos mantengan sus derechos adquiridos.
Asimismo, de una vez por todas queremos garantizar una normativa específica para los asistentes de la educación. No nos conformemos con dejar los proyectos presentados, sino que hagamos los esfuerzos para que ojalá se promulguen las leyes respectivas con el objeto de terminar con las inequidades del sistema.
Además, deseo valorar la necesidad de abordar la descentralización. No podemos volver a centralizar, y por esa razón son tan importantes los servicios locales y los consejos locales de educación.
Por último, quiero agradecer y valorar particularmente el que se haya considerado reparar una injusticia y una discriminación que se está cometiendo contra La Araucanía, mediante la incorporación, a través de una indicación presentada por el Ejecutivo, de un nuevo servicio local para nuestra región, lo que, debido a sus condiciones de vulnerabilidad, de ruralidad y de distancia entre comunas, es absolutamente indispensable.
Ello lo plantearemos en la discusión particular.
Por último, anuncio que, sin duda, respaldaremos en general este importante proyecto de ley.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
En el tiempo restante del Comité Renovación Nacional, tiene la palabra el diputado señor Jorge Rathgeb .
El señor RATHGEB.-
Señor Presidente, hay problemas en salud y en educación, y por supuesto que debemos avanzar en la búsqueda de soluciones a ellos.
En Chile se habla permanentemente del proceso de descentralización, de la elección directa del intendente. Pero, ¿saben ustedes que este proyecto, lejos de descentralizar, está centralizando aún más nuestro país? Como dice Condorito: “Exijo una explicación.”.
Muchos critican esta iniciativa, pero estoy seguro de que esos colegas se quedarán solo en el discurso y finalmente lo votarán a favor.
Exijo una explicación. Seamos consecuentes con lo que decimos.
Por otra parte, no queda claro qué pasará con los niños con capacidades diferentes ni en qué condiciones quedarán los funcionarios que se retiran.
He recibido información que señala que los asistentes de la educación llaman sencillamente a votar en contra de este proyecto de nueva educación pública porque dicen que vulnera los derechos fundamentales de los trabajadores y muchos de ellos se verán muy perjudicados. Ellos dicen: “Es inadmisible lo que está haciendo el gobierno en contra de nuestro sector.”. “Este gobierno está haciendo lo mismo que hizo el gobierno de los años 80 con el traspaso de la educación: perder nuevamente todos los derechos de los trabajadores.”.
Señoras ministra y subsecretaria -lo señalo por intermedio del señor Presidente-, escuchemos a la gente.
Asimismo, les digo a los colegas: Si creemos que este proyecto es malo, votémoslo en contra. No por ser parlamentarios de gobierno voten a favor una iniciativa que ustedes mismos dicen que claramente es mala.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
En el tiempo del Comité Unión Demócrata Independiente, tiene la palabra el diputado señor Javier Macaya .
El señor MACAYA.-
Señor Presidente, no cabe ninguna duda de que la educación escolar que hoy se recibe en los establecimientos públicos, fundamentalmente en los municipales -comparto absolutamente ese diagnóstico-, es de paupérrima calidad, lo cual hay que cambiar.
Me llama mucho la atención que en los últimos años todo el debate sobre el tema educacional se haya centrado en algo que, si bien es importante, no constituye la piedra angular de la discusión en la materia: la educación superior, la gratuidad o no gratuidad. Lamentablemente, nos ha faltado visibilizar más este debate.
No me cabe ninguna duda de que las consecuencias de hacer mal las cosas en un tema como este, particularmente en el presente proyecto de ley, se pueden pagar por muchos años y ser incluso más grandes que las que hemos pagado por las malas reformas implementadas por este gobierno.
Tengo la convicción de que la iniciativa en comento no avanza en la dirección correcta, más allá de quiénes son los dueños de los bienes raíces y de las legítimas inquietudes respecto de las condiciones en que van a quedar los trabajadores que se van a traspasar, porque al final del día no tiene y no debiera tener ningún impacto sobre la calidad de la educación que hoy reciben los niños en los colegios públicos.
Con menos recursos es imposible hacer lo mismo. Y digo menos recursos porque acá hay un no hacerse cargo de los fondos que hoy proveen los municipios a los establecimientos educacionales que sostienen.
Cuando se tiene una discusión de este tipo hay que preguntarse si lo que se requiere es más descentralización o más centralismo, más o menos autonomía, más o menos facultades para los directores que están haciendo bien las cosas, obviamente con alguna consecuencia para aquellos que lo están haciendo mal.
Ahora, según la información que nos proporcionó la Comisión de Hacienda de la Corporación, nos encontramos con que para cualquier indicador, siendo el máximo de autonomía el delegar todas las facultades en los directores de los establecimientos y el mínimo de autonomía una administración centralista por parte del Estado, acá estamos en un término intermedio; pero se retrocede respecto de lo que existe con relación a los municipios, que no es perfecto y respecto de lo cual comparto que es necesario hacer modificaciones. Pero este proyecto no avanza en descentralización, y es fundamental que nos hagamos cargo de eso en el debate que sigue.
Señor Presidente, por su intermedio le digo a la señora ministra -ella está ocupada conversando y no ha escuchado prácticamente nada de lo que he dicho; sin embargo, igual le transmito mi pensamiento en esta materia que me llama la atención que, no obstante ser este un proyecto de ley tan importante para el futuro, pues constituirá la piedra angular del sistema de educación pública escolar de nuestro país, no se haya tenido la mínima capacidad de flexibilizar ciertas posturas, las que pasaban, por ejemplo, por hacerse cargo de los recursos que ponen los municipios.
En tal sentido, hoy se habla de una próxima reforma tributaria -probablemente Chile tendrá que hacerse cargo de ella sin darse cuenta de sus consecuencias, pero pensando que esa será la manera de financiar -ni siquiera me refiero a este proyecto la gratuidad en la educación superior. O sea, estamos tan perdidos en el debate que seguimos pensando y poniendo la educación superior como eje central de la discusión de nuestro país en materia educacional.
Sin duda, la subvención ha mejorado y vamos a tener mejores condiciones económicas en la materia, pero eso no será suficiente para hacerse cargo de los recursos que hoy ponen los municipios.
Ministra, señalé que para mí el tema no es la propiedad de los bienes raíces municipales, porque estos son públicos; sin embargo, le hago la observación de que algunos de ellos en su momento fueron de propiedad de privados y traspasados mediante donaciones modales. Por tanto, en la actualidad es imposible obligar a los conservadores de bienes raíces a inscribir inmuebles que eran patrimonio de privados y que fueron donados bajo una modalidad especial: que ellos se destinaran al ejercicio de la actividad educativa municipal.
Creo que en ese punto habrá un problema incluso de constitucionalidad. Por lo tanto, sería importante que en el siguiente trámite constitucional del proyecto el ministerio se hiciera cargo de dicho problema.
Mi llamado y la sugerencia que le hago a la ministra es que haya más diálogo, no en el siguiente trámite, sino en la próxima discusión que, según tengo entendido, se nos viene aquí, en la Cámara de Diputados. Incluso -así lo entiendo en la Comisión de Hacienda hay disposición para tener ese mayor diálogo, pero con ciertas condiciones: más autonomía en cuanto a las actuales facultades delegadas, en un ámbito mucho más extenso del que establece este proyecto; más gradualidad -llama la atención que la iniciativa venga con una puesta en marcha con poca gradualidad, con poco hacerse cargo, pues las reformas importantes en nuestro país deben tener una puesta en marcha de manera gradual para darse cuenta de cómo funcionan y más descentralización.
A nuestro juicio, hoy tenemos un proyecto que da un paso atrás con relación con el centralismo, porque los municipios, con todas sus imperfecciones, son entes más autónomos que las agencias que se están creando mediante la presente iniciativa.
Desde esa perspectiva, mientras esas condiciones no cambien, nuestro voto respecto de este proyecto es en contra.
He dicho.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Gaspar Rivas . No está en la Sala.
Tiene la palabra el diputado señor Romilio Gutiérrez. Tampoco está.
Hago presente a la Sala que, conforme a lo establecido en los artículos 5° B de la Ley Orgánica Constitucional del Congreso Nacional y 147 del Reglamento de la Cámara de Diputados, la diputada Karla Rubilar se ha inhabilitado para la votación de este proyecto.
Cerrado el debate.
-En conformidad con el artículo 85 del Reglamento, se incluye la siguiente intervención no pronunciada en la Sala y que cumple con lo dispuesto en el artículo 10 del mismo cuerpo reglamentario:
La señora ÁLVAREZ (doña Jenny).-
Señor Presidente, después de largos ocho meses de tramitación, por fin conocemos en la Sala los informes de las comisiones de Educación y de Hacienda respecto del proyecto que crea un nuevo Sistema de Educación Pública.
Se trata de un proyecto que aborda una materia largamente postergada: la denominada desmunicipalización de la educación, por la vía de la creación de los servicios locales de educación pública, los que a su vez serán coordinados a nivel nacional por una Dirección de Educación Pública.
Lo que se busca con este importante cambio es recuperar y fortalecer una alicaída educación pública, para que, al igual que en la mayoría de los países y en el pasado del nuestro, vuelva ser la base de nuestra república y de nuestra convivencia democrática.
Este nuevo sistema contará con importantes herramientas, como el Convenio de Gestión Educacional, que la Dirección de Educación Pública suscribirá con el Ministerio de Educación, que tendrá una duración de seis años.
A su vez, el Servicio Local de Educación Pública también tendrá su propio instrumento de gestión: el Plan Estratégico Local, que contendrá un diagnóstico de la prestación del servicio educacional en el territorio de su competencia.
La gestión educacional también amplía e institucionaliza los espacios de participación de los diversos integrantes de la comunidad educativa. Esto, a través de los consejos locales de educación pública, que estarán integrados por el o los alcaldes respectivos, un representante de los padres y apoderados, uno de los estudiantes, uno de los profesores, uno de los asistentes de la educación, un representante de las universidades de la región acreditadas por cuatro años, un representante de los centros de formación técnica o institutos profesionales de la región, y un representante del intendente regional.
Este proyecto también contempla, como es lógico, el traspaso de los bienes y del personal, entre ellos, los funcionarios de DAEM o corporación respectiva, los docentes y los asistentes de la educación.
En el caso de los asistentes de la educación, el proyecto del Ejecutivo señalaba en su articulado transitorio que su situación seguiría siendo regida por las mismas normas que hasta ahora, pese a que desde hace algún tiempo los asistentes vienen trabajando en conjunto con el ministerio una propuesta de estatuto propio.
Por eso, en la Comisión de Educación presentamos una indicación que se hiciera cargo de este diálogo y del compromiso de avanzar en la institucionalización del importante rol que cumplen los asistentes de la educación en el sistema educativo. Y aunque en la Comisión de Hacienda volvió a revisarse la situación contractual de los asistentes, finalmente el Ejecutivo presentó una indicación para intercalar un artículo cuadragésimo quinto, nuevo, en que se compromete que “el Presidente de la República enviará, antes del 31 de enero del año 2017, un proyecto de ley que establezca un estatuto para los asistentes de la educación”.
Confiamos en que así será, así como confiamos en que este importante paso permitirá superar el modelo municipal de educación, impuesto sin debate y sin Congreso en 1986 con la mala excusa de la descentralización, para avanzar hacia una educación propia del siglo XXI, que dé cuenta de la diversidad de realidades locales y que incluya a los profesores y a las comunidades en la definición de los contenidos que debieran contemplar los proyectos educativos.
Los niños y jóvenes de Chile no solo vienen reclamando desde hace muchos años por una educación pública, gratuita y de calidad, sino también por un cambio de paradigma que haga que la educación deje de ser un negocio o una red de contactos sociales, y pase a ser la herramienta clave para la construcción de una sociedad moderna, integrada y más equitativa.
Por supuesto, voto a favor.
He dicho.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Corresponde votar en general el proyecto de ley, iniciado en mensaje, que crea el Sistema de Educación Pública y modifica diversos cuerpos legales, salvo las normas que requieren quorum especial para su aprobación, que se votarán a continuación.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 71 votos; por la negativa, 36 votos. Hubo 4 abstenciones y 1 inhabilitación.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Aguiló Melo, Sergio ; Alvarado Ramírez , Miguel Ángel ; Álvarez Vera, Jenny ; Andrade Lara, Osvaldo ; Arriagada Macaya, Claudio ; Auth Stewart, Pepe ; Boric Font, Gabriel ; Browne Urrejola, Pedro ; Campos Jara, Cristián ; Cariola Oliva, Karol ; Carmona Soto, Lautaro ; Carvajal Ambiado, Loreto ; Castro González, Juan Luis ; Ceroni Fuentes, Guillermo ; Chahin Valenzuela, Fuad ; Chávez Velásquez, Marcelo ; Cicardini Milla, Daniella ; Espejo Yaksic, Sergio ; Espinosa Monardes, Marcos ; Espinoza Sandoval, Fidel ; Farcas Guendelman, Daniel ; Farías Ponce, Ramón ; Fernández Allende, Maya ; Flores García, Iván ; Fuentes Castillo, Iván ; Girardi Lavín, Cristina ; Godoy Ibáñez, Joaquín ; González Torres, Rodrigo ; Gutiérrez Gálvez, Hugo ; Hernando Pérez, Marcela ; Jackson Drago, Giorgio ; Jaramillo Becker, Enrique ; Jarpa Wevar, Carlos Abel ; Jiménez Fuentes, Tucapel ; Lemus Aracena, Luis ; León Ramírez, Roberto ; Letelier Norambuena, Felipe ; Lorenzini Basso, Pablo ; Melo Contreras, Daniel ; Meza Moncada, Fernando ; Mirosevic Verdugo, Vlado ; Monsalve Benavides, Manuel ; Morano Cornejo, Juan Enrique ; Núñez Arancibia, Daniel ; Núñez Lozano, Marco Antonio ; Ojeda Uribe, Sergio ; Ortiz Novoa, José Miguel ; Pacheco Rivas, Clemira ; Pascal Allende, Denise ; Pérez Arriagada, José ; Pilowsky Greene, Jaime ; Poblete Zapata, Roberto ; Provoste Campillay, Yasna ; Rincón González, Ricardo ; Rivas Sánchez, Gaspar ; Robles Pantoja, Alberto ; Sabag Villalobos, Jorge ; Saffirio Espinoza, René ; Saldívar Auger, Raúl ; Schilling Rodríguez, Marcelo ; Sepúlveda Orbenes, Alejandra ; Silber Romo, Gabriel ; Soto Ferrada, Leonardo ; Tarud Daccarett, Jorge ; Teillier Del Valle, Guillermo ; Torres Jeldes, Víctor ; Tuma Zedan, Joaquín ; Urízar Muñoz, Christian ; Vallejo Dowling, Camila ; Venegas Cárdenas, Mario ; Walker Prieto , Matías .
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Álvarez-Salamanca Ramírez , Pedro Pablo ; Becker Alvear, Germán ; Bellolio Avaria, Jaime ; Berger Fett, Bernardo ; Coloma Alamos, Juan Antonio ; De Mussy Hiriart, Felipe ; Edwards Silva, José Manuel ; Gahona Salazar, Sergio ; García García, René Manuel ; Hasbún Selume, Gustavo ; Hernández Hernández, Javier ; Hoffmann Opazo , María José ; Kast Rist, José Antonio ; Kast Sommerhoff, Felipe ; Kort Garriga, Issa ; Lavín León, Joaquín ; Macaya Danús, Javier ; Melero Abaroa, Patricio ; Molina Oliva, Andrea ; Monckeberg Bruner, Cristián ; Monckeberg Díaz, Nicolás ; Morales Muñoz, Celso ; Nogueira Fernández, Claudia ; Norambuena Farías, Iván ; Núñez Urrutia, Paulina ; Paulsen Kehr, Diego ; Pérez Lahsen, Leopoldo ; Rathgeb Schifferli, Jorge ; Sabat Fernández, Marcela ; Silva Méndez, Ernesto ; Squella Ovalle, Arturo ; Trisotti Martínez, Renzo ; Turres Figueroa , Marisol ; Ulloa Aguillón, Jorge ; Urrutia Bonilla, Ignacio ; Urrutia Soto , Osvaldo .
-Se abstuvieron los diputados señores:
Fuenzalida Figueroa, Gonzalo ; Sandoval Plaza, David ; Santana Tirachini, Alejandro ; Verdugo Soto , Germán.
-Se inhabilitó la diputada señora Rubilar Barahona, Karla .
-Aplausos.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Corresponde votar en general los artículos 9°, inciso cuarto; 30; 31; 32; 33; 34; 46; 54; 56, número 5); 57, números 1) y 2); 58, números 9), 13) y 17) permanentes, y los artículos cuarto, séptimo, octavo, décimo quinto, décimo octavo, trigésimo y cuadragésimo sexto transitorios, para cuya aprobación se requiere el voto favorable de 67 señoras y señores diputados.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 71 votos; por la negativa, 37 votos. Hubo 3 abstenciones y 1 inhabilitación.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Aprobados.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Aguiló Melo, Sergio ; Alvarado Ramírez , Miguel Ángel ; Álvarez Vera, Jenny ; Andrade Lara, Osvaldo ; Arriagada Macaya, Claudio ; Auth Stewart, Pepe ; Boric Font, Gabriel ; Browne Urrejola, Pedro ; Campos Jara, Cristián ; Cariola Oliva, Karol ; Carmona Soto, Lautaro ; Carvajal Ambiado, Loreto ; Castro González, Juan Luis ; Ceroni Fuentes, Guillermo ; Chahin Valenzuela, Fuad ; Chávez Velásquez, Marcelo ; Cicardini Milla, Daniella ; Espejo Yaksic, Sergio ; Espinosa Monardes, Marcos ; Espinoza Sandoval, Fidel ; Farcas Guendelman, Daniel ; Farías Ponce, Ramón ; Fernández Allende, Maya ; Flores García, Iván ; Fuentes Castillo, Iván ; Girardi Lavín, Cristina ; Godoy Ibáñez, Joaquín ; González Torres, Rodrigo ; Gutiérrez Gálvez, Hugo ; Hernando Pérez, Marcela ; Jackson Drago, Giorgio ; Jaramillo Becker, Enrique ; Jarpa Wevar, Carlos Abel ; Jiménez Fuentes, Tucapel ; Lemus Aracena, Luis ; León Ramírez, Roberto ; Letelier Norambuena, Felipe ; Lorenzini Basso, Pablo ; Melo Contreras, Daniel ; Meza Moncada, Fernando ; Mirosevic Verdugo, Vlado ; Monsalve Benavides, Manuel ; Morano Cornejo, Juan Enrique ; Núñez Arancibia, Daniel ; Núñez Lozano, Marco Antonio ; Ojeda Uribe, Sergio ; Ortiz Novoa, José Miguel ; Pacheco Rivas, Clemira ; Pascal Allende, Denise ; Pérez Arriagada, José ; Pilowsky Greene, Jaime ; Poblete Zapata, Roberto ; Provoste Campillay, Yasna ; Rincón González, Ricardo ; Rivas Sánchez, Gaspar ; Robles Pantoja, Alberto ; Sabag Villalobos, Jorge ; Saffirio Espinoza, René ; Saldívar Auger, Raúl ; Schilling Rodríguez, Marcelo ; Sepúlveda Orbenes, Alejandra ; Silber Romo, Gabriel ; Soto Ferrada, Leonardo ; Tarud Daccarett, Jorge ; Teillier Del Valle, Guillermo ; Torres Jeldes, Víctor ; Tuma Zedan, Joaquín ; Urízar Muñoz, Christian ; Vallejo Dowling, Camila ; Venegas Cárdenas, Mario ; Walker Prieto , Matías .
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Álvarez-Salamanca Ramírez , Pedro Pablo ; Becker Alvear, Germán ; Bellolio Avaria, Jaime ; Coloma Alamos, Juan Antonio ; De Mussy Hiriart, Felipe ; Edwards Silva, José Manuel ; Fuenzalida Figueroa, Gonzalo ; Gahona Salazar, Sergio ; Hasbún Selume, Gustavo ; Hernández Hernández, Javier ; Hoffmann Opazo , María José ; Kast Rist, José Antonio ; Kast Sommerhoff, Felipe ; Kort Garriga, Issa ; Lavín León, Joaquín ; Macaya Danús, Javier ; Melero Abaroa, Patricio ; Molina Oliva, Andrea ; Monckeberg Bruner, Cristián ; Monckeberg Díaz, Nicolás ; Morales Muñoz, Celso ; Nogueira Fernández, Claudia ; Norambuena Farías, Iván ; Núñez Urrutia, Paulina ; Paulsen Kehr, Diego ; Pérez Lahsen, Leopoldo ; Rathgeb Schifferli, Jorge ; Sabat Fernández, Marcela ; Sandoval Plaza, David ; Santana Tirachini, Alejandro ; Silva Méndez, Ernesto ; Squella Ovalle, Arturo ; Trisotti Martínez, Renzo ; Turres Figueroa , Marisol ; Ulloa Aguillón, Jorge ; Urrutia Bonilla, Ignacio ; Urrutia Soto , Osvaldo .
-Se abstuvieron los diputados señores:
Berger Fett, Bernardo ; García García, René Manuel ; Verdugo Soto , Germán .
-Se inhabilitó la diputada señora Rubilar Barahona, Karla .
-Aplausos.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Por haber sido objeto de indicaciones, el proyecto vuelve a comisiones para segundo informe.
-El proyecto fue objeto de las siguientes indicaciones:
1.- Para intercalar el siguiente artículo 8º, nuevo:
“Artículo 8º.- El Director de Educación Pública. La dirección y administración de la Dirección de Educación Pública estará a cargo de un funcionario denominado Director de Educación Pública, quien será el jefe superior del servicio. Estará afecto al Sistema de Alta Dirección Pública establecido en el Título VI de la ley Nº 19.882 y será nombrado por el Presidente de la República. Su perfil profesional considerará experiencia relevante en el ámbito educacional.
Al Director de Educación Pública le corresponderán las siguientes funciones y atribuciones:
a) Dirigir, organizar y administrar el funcionamiento del servicio, velando por el desarrollo y mejoramiento de la calidad de la educación pública, considerando las políticas, planes y programas elaborados por el Ministerio de Educación, de acuerdo a lo dispuesto en el inciso primero del artículo 3º del decreto con fuerza ley N° 1, de 2000, del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, que fija el texto refundido, coordinado y sistematizado de la Ley N° 18.575, Orgánica Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado.
b) Proponer al Ministerio de Educación la remoción, cuando corresponda, de los Directores Ejecutivos de los Servicios Locales de conformidad a lo dispuesto en el artículo 17 de la presente ley.
c) Ejecutar los actos y celebrar los contratos necesarios para el cumplimiento de los fines del servicio.
d) Delegar atribuciones o facultades específicas en funcionarios bajo su dependencia, de conformidad a la ley.
e) Ejercer las demás funciones y atribuciones que le encomienden las leyes.”.
2.- Al artículo 8º, para eliminar su inciso primero, con excepción de su epígrafe.
3.- Para suprimir el artículo 9°.
4.- Al artículo 29, para intercalar el siguiente inciso primero, pasando el actual a ser segundo:
“Artículo 30.- Contrata y honorarios. El personal a contrata del Servicio Local podrá desempeñar funciones de carácter directivo o de jefatura, las que serán asignadas, en cada caso, por el Director Ejecutivo. Con todo, el personal a contrata que se asigne a tales funciones no podrá exceder el 7% de la dotación máxima del Servicio Local.”.
5.- Al artículo 29, para suprimir en su actual inciso primero, que ha pasado a ser segundo, la siguiente frase “Personal a honorarios.”.
6.- Para agregar en el Título V, el siguiente artículo 59, nuevo:
“Artículo 59.- Reemplázase el inciso tercero del artículo trigésimo séptimo transitorio de la ley Nº 20.845, de inclusión escolar, que regula la admisión de los y las estudiantes, elimina el financiamiento compartido y prohíbe el lucro en establecimientos educacionales que reciben aportes del Estado, por el siguiente:
“El monto anual de este Fondo se establecerá en la Ley de Presupuestos del Sector Público respectiva, y ascenderá a $250.000.000 miles para los años 2016 a 2019, $200.000.000 miles para el año 2020, $150.000.000 miles para el año 2021 y $100.000.000 miles para el año 2022.”.”.
7.- Al artículo 59, para eliminar, en su inciso primero, la frase “, asistentes de la educación, funcionarios de las Direcciones de Administración de Educación Municipal y trabajadores de jardines vía transferencia de fondos” y la expresión “, la dotación de asistentes de la educación, de trabajadores de jardines vía transferencia de fondos y administrativos”.
8.- Para suprimir el artículo sexto transitorio.
9.- Para suprimir el artículo octavo transitorio.
10.- Para suprimir el artículo noveno transitorio.
11.- Para suprimir el artículo undécimo transitorio.
12.- Para suprimir el artículo decimocuarto transitorio.
13.- Al artículo decimoquinto transitorio, para reemplazar, en su inciso segundo, la frase “fiscales o de la Junta Nacional de Jardines Infantiles” por “de la Junta Nacional de Jardines Infantiles o a través de recursos fiscales”.
14.- Al artículo decimoctavo transitorio, para intercalar el siguiente inciso tercero, nuevo, pasando el actual a ser cuarto y así sucesivamente:
“Asimismo, deberá constituirse una comisión técnica con el objeto de colaborar con la adecuada entrega de la información a que se refiere el literal a) del presente artículo. Esta comisión se constituirá al menos ocho meses antes de la entrada en funcionamiento del respectivo Servicio Local y estará compuesta por un representante de la municipalidad, un representante de los profesionales de la educación, un representante de los asistentes de la educación y un representante del personal que se desempeñe en los Departamentos de Administración de Educación Municipal o de las corporaciones municipales cuya función se relacione directamente con la administración del servicio educacional, junto a los equipos técnicos que el Ministerio de Educación destine para estos efectos. En el cumplimiento de su función considerará la información que le sea proporcionada, de carácter laboral y previsional del personal de las municipalidades o de las corporaciones municipales.”.
15.- Al artículo decimonoveno transitorio, para reemplazar en su inciso final la frase “, y ésta servirá de título suficiente para las inscripciones y subinscripciones que correspondan respecto de los bienes sujetos a registro” por el siguiente texto: “El Conservador de Bienes Raíces y/o el Servicio de Registro Civil e Identificación con competencia en el territorio en que se emplacen los Servicios Locales respectivos, deberán practicar las inscripciones y subinscripciones que correspondan producto del traspaso, respecto de los bienes muebles e inmuebles afectos a la prestación del servicio educacional señalados en el artículo noveno transitorio de la presente ley, con el sólo mérito de la resolución del Ministerio de Educación a la que se refiere este artículo, la cual será título suficiente para ello.”.
16.- Al artículo trigésimo quinto transitorio, para intercalar en el literal e) del numeral 1 de su inciso primero, entre la palabra “compensa” y el punto a parte, la frase: “y se le aplicará el reajuste general antes indicado”.
17.- Para suprimir el artículo trigésimo séptimo transitorio.
18.- Al artículo trigésimo octavo transitorio:
a) Para eliminar su inciso cuarto.
b) Para reemplazar en su actual inciso quinto, que ha pasado a ser cuarto y final, la frase “Este personal continuará rigiéndose, para todos los efectos, por las disposiciones legales y contractuales que lo regulen al momento de su traspaso.” por las siguientes frases: “Los profesionales de la educación que se desempeñen en dichos establecimientos continuarán rigiéndose, para todos los efectos, por las disposiciones legales y contractuales que los regulen al momento de su traspaso. El personal no docente que se desempeñe en estos establecimientos y que desarrolle las funciones descritas en el artículo 2º de la ley Nº 19.464, se regirá por la normativa laboral de los asistentes de la educación vigente al momento del traspaso.”.
19.- Para intercalar el siguiente artículo cuadragésimo primero transitorio, nuevo:
“Artículo cuadragésimo primero.- Primer presupuesto de la Dirección de Educación Pública y de los Servicios Locales. El Presidente de la República, mediante decreto expedido por intermedio del Ministerio de Hacienda, conformará el primer presupuesto de la Dirección de Educación Pública y de los Servicios Locales, pudiendo al efecto crear, suprimir o modificar las partidas, capítulos, asignaciones, ítems y glosas presupuestarias que sean necesarias.”.
20.- Para intercalar el siguiente artículo cuadragésimo quinto, nuevo:
“Artículo cuadragésimo quinto.- Estatuto de los asistentes de la educación. El Presidente de la República enviará, antes del 31 de enero del año 2017, un proyecto de ley que establezca un estatuto para los asistentes de la educación.
Dicho estatuto deberá establecer que los asistentes de la educación ingresarán a la dotación de los Servicios Locales mediante mecanismos públicos y transparentes, que deberán considerar criterios objetivos de ingreso.”.
21.- Al artículo cuadragésimo quinto transitorio, que pasaría a ser cuadragésimo séptimo, para reemplazarlo por el siguiente:
“Artículo cuadragésimo séptimo.- Deróguese el artículo quincuagésimo primero transitorio de la ley N° 20.903, que crea el sistema de desarrollo profesional docente y modifica otras normas.”.
22.- Para suprimir el artículo cuadragésimo sexto transitorio.
De la diputada señora Marcela Hernando Pérez :
1.- Para agregar un nuevo numeral ix) en la letra a) del artículo 31, del siguiente tenor:
“ix) El Director Regional del Servicio de Discapacidad respectivo o un representante designado por este mismo, en los casos en que el Director se vea imposibilitado de concurrir.”.
2.- Para agregar un nuevo numeral ix) en la letra b) del artículo 31, del siguiente tenor:
“ix) El Director Regional del Servicio de Discapacidad respectivo o un representante designado por este mismo, en los casos en que el Director se vea imposibilitado de concurrir.”.
3.- Para agregar un inciso quinto en la letra b) del artículo 31, del siguiente tenor:
“Así también, la participación del Director Regional del Servicio Nacional de Discapacidad será obligatoria. Con todo, en la primera sesión anual del Consejo, el Director deberá designar un representante que asista en su reemplazo cuando éste se vea imposibilitado para concurrir a las reuniones del Consejo. La inasistencia del Director deberá ser fundada y redactada por escrito. Con todo, el Director no podrá excusarse de asistir a más de un 30% de las reuniones que se efectúen durante todo el año.”.
De S.E. el Vicepresidente de la República:
1.- Para modificar el artículo 9° en el siguiente sentido:
a) Para sustituir su literal k) por el siguiente:
“k) Región de la Araucanía: cuatro Servicios Locales.”.
b) Para reemplazar en su inciso tercero la frase “o cuando el Consejo Local de Educación así lo solicite.” por “. También podrá hacerlo a requerimiento del Consejo Local de Educación.”.
c) Para reemplazar en su inciso final la frase “Los Servicios Locales serán coordinados por la Dirección de Educación Pública y se relacionarán con el Ministerio de Educación por su intermedio.” por “Los Servicios Locales se relacionarán con el Ministerio de Educación a través de la Dirección de Educación Pública.”.
2.- Para intercalar, en el inciso segundo del artículo 20, entre las palabras “servicio educacional.” y “Una” la siguiente frase, “En particular, respecto de los establecimientos educacionales ordenados en categoría insuficiente, el convenio deberá fijar objetivos y metas específicas orientadas al mejoramiento de su desempeño, de acuerdo a lo dispuesto en la ley Nº 20.529. Lo anterior, sin perjuicio de los objetivos de mejoramiento para todos y cada uno de los establecimientos educacionales del Servicio.”.
3.- Para agregar un inciso final en el artículo sexto transitorio, del siguiente tenor: “Concluido el proceso de traspaso del servicio educacional a todos los Servicios Locales, y en atención a criterios de matrículas de estudiantes, números de establecimientos, distancia y conectividad, entre otros, el Director de Educación Pública podrá proponer al Ministerio de Educación la revisión del número de Servicios Locales y de las comunas que comprenda, sin alterar el marco financiero dispuesto para la presente ley.”.
4.- Para agregar en el inciso segundo del artículo octavo transitorio, a continuación del punto final, que pasa a ser punto seguido, el siguiente párrafo:
“No obstante ello, las deudas de cualquier especie contraídas por las municipalidades o corporaciones municipales para la prestación del servicio educacional, con anterioridad a la fecha de traspaso establecida en el artículo anterior, serán de exclusiva responsabilidad de éstas, y en ningún caso se transferirán al Servicio Local.”.
5.- Para reemplazar el artículo vigesimonoveno transitorio por el siguiente:
“Artículo vigésimo noveno.- Deuda por anticipo de subvención. La deuda contraída por las municipalidades o corporaciones municipales, según corresponda, originada en anticipos de subvención, de conformidad a las leyes Nº 20.158, 20.159, 20.244, 20.501, 20.652 y
20.822, no se transferirá a los Servicios Locales, de conformidad a lo dispuesto en el inciso segundo del artículo octavo transitorio.
Sin perjuicio de lo anterior, las municipalidades o corporaciones municipales, según corresponda, serán las únicas responsables de extinguir las deudas que subsistan con los beneficiarios de dichas leyes, por incumplimiento del pago de las mismas. En la medida que las entidades antedichas hayan cumplido satisfactoriamente dicha obligación, se les condonará el saldo de la deuda por anticipo con el Fisco.”.
6.- Para reemplazar el inciso final del artículo trigésimo cuarto transitorio por el siguiente: “Las plantas de personal de los Servicios Locales que se fijen de acuerdo a la atribución señalada en este artículo, serán provistas en su totalidad de acuerdo a los procedimientos establecidos en los artículos trigésimo quinto y trigésimo sexto transitorios. Los cargos que no se provean conforme a éstos, se adjudicarán mediante concurso público, con posterioridad a la realización de dichos procedimientos.”.
7.- Para sustituir el artículo trigésimo séptimo transitorio por el siguiente:
“Artículo trigésimo séptimo.- Nombramientos anticipados. Facúltase al Presidente de la República, para nombrar transitoria y provisoriamente a contar de la fecha de publicación de la presente ley al primer Director o Directora de Educación Pública y, si procediere, a los primeros Directores Ejecutivos o Directoras Ejecutivas de los Servicios Locales. Estos asumirán de inmediato y en tanto se efectúa el proceso de selección establecido en las reglas del Título VI de la ley N° 19.882.
Todos ellos deberán cumplir con los requisitos legales exigidos para desempeñarlos y, en particular, deberán estar en posesión de un título de una carrera de, a lo menos, 8 semestres de duración, otorgado por una universidad o instituto profesional del Estado o reconocidos por éste y acreditar una experiencia profesional no inferior a 5 años, y su perfil considerará experiencia relevante en el ámbito educacional.
Estos nombramientos no podrán exceder de un período improrrogable de un año, contado desde la fecha de los mismos. Transcurrido este período el cargo sólo podrá proveerse de conformidad con lo establecido en el Título VI de la ley Nº 19.882. Sin embargo, si los nombramientos no han podido ser resueltos, éstos podrán mantenerse en tal calidad provisional previo informe positivo de la Dirección Nacional del Servicio Civil.
A pesar de lo anterior, la persona nombrada provisionalmente podrá postular al correspondiente proceso de selección que se convoque, no pudiendo en este caso considerarse como mérito el desempeño provisional del cargo que sirve.
En el acto de nombramiento, el Presidente de la República fijará la remuneración y el grado de la Escala Única de Sueldos, que le corresponderá a cada director. Mientras no entren en funcionamiento dichas instituciones las remuneraciones se financiarán con cargo a la partida presupuestaria del Ministerio de Educación. A los jefes de servicio antes señalados, les corresponderá especialmente realizar todas las gestiones necesarias para la entrada en funcionamiento de las instituciones antedichas.”.
8.- Para reemplazar el inciso tercero del artículo trigésimo octavo transitorio por el siguiente:
“Los asistentes de la educación que desarrollan funciones en establecimientos educacionales traspasados a los Servicios Locales, de conformidad al presente artículo, se regirán por la normativa vigente al momento del traspaso. Lo anterior, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo cuadragésimo quinto transitorio de la presente ley.”.
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El señor ANDRADE (Presidente).-
Por haber cumplido con su objeto, se levanta la sesión.
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