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El señor SILBER (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Ernesto Silva .
El señor SILVA.-
Señor Presidente, saludo a la ministra de Educación, a los ministros de Hacienda y secretario general de la Presidencia, y a la subsecretaria de Educación.
Señor Presidente, me tocó participar en el debate del proyecto de ley en la Comisión de Hacienda, en la cual discutimos en profundidad los aspectos educacionales y financieros que establece la iniciativa.
Los diputados de la UDI que integramos la Comisión de Educación vamos a profundizar los argumentos por los cuales no compartimos la visión de fondo del proyecto en cuanto a su estructura organizacional.
Quiero hacer algunas reflexiones, así como hacerme cargo de los aspectos financieros.
En primer lugar, desde el punto de vista más de fondo, el proyecto -así lo dijo la señora ministra de Educación al iniciar su intervención quiere rescatar la educación pública.
Por intermedio del señor Presidente, quiero decir a la ministra que nosotros queremos rescatar la buena educación para los estudiantes y sus familias, sea pública, privada, mixta o de cualquier tipo.
Quizás aquí está el punto principal de divergencia, ya que mientras el gobierno tiene por afán realzar lo estatal, nosotros queremos dar prioridad al derecho de los estudiantes y de sus familias a recibir una educación de calidad.
Reitero: aquí está la diferencia central, porque nosotros queremos poner toda la energía en mejorar la calidad, pero pensando en los estudiantes, no en quién es el dueño de los fierros o de los establecimientos.
En segundo lugar, quiero valorar que en el debate de la Comisión de Hacienda se haya incorporado que el jefe del servicio local de educación se elija por el sistema de Alta Dirección Pública.
En tercer lugar, quiero referirme a la municipalización. Al respecto, hay una diferencia de fondo con lo que plantea el gobierno.
Soy partidario de ir mejorando el sistema e incorporando nuevas ideas desde la experiencia, porque a partir de ella podemos saber qué cosas funcionan y cuáles no funcionan.
Mediante este proyecto el gobierno busca poner fin a la municipalización, la que ha tenido virtudes y defectos. Entre las primeras podemos mencionar que la municipalización ha contribuido a llevar la educación a todos los lugares de Chile, con lo cual se ha avanzado en cobertura.
Por su parte, entre los defectos podemos mencionar -como bien dijo la ministra de Educación que el sistema es muy homogéneo para una heterogeneidad muy grande. Es ahí donde se produce el problema, porque frente a esa heterogeneidad, el gobierno nos propone una dirección central y no reconoce la diversidad de propuestas educativas. ¡Ese no es el camino!
Considero que la opción que planteamos es mucho mejor. Sabemos que hay municipios que han realizado bien esta labor, mientras otros lo han hecho mal, ya sea por falta de herramientas o de capacidad, pero no por falta de ganas porque a todos les gustaría hacerlo bien.
¿Por qué no permitir a los municipios que lo están haciendo bien que lo sigan haciendo? ¿Por qué no darles las herramientas adecuadas y fortalecer los municipios que desean hacer mejor su trabajo?
Señor Presidente, por su intermedio quiero señalar al ministro de Hacienda y a la ministra de Educación que, según este proyecto, el gasto en régimen será de 208.000 millones de pesos al año. ¡Mucha plata! ¿Conocemos el impacto que tendrá en la calidad? No.
Nos piden que firmemos un cheque por 208.000 millones de pesos al año, en circunstancias de que ha costado mucho otorgar un reajuste digno al salario mínimo y cuando a fin de año corresponderá discutir el reajuste del salario del sector público.
Los recursos contemplados en este proyecto se gastarán, principalmente, en burocracia. Quiero dar dos ejemplos sobre qué se podría hacer con esos recursos. El primero, si hubiera tres millones de escolares, esa plata significaría 66.000 pesos por estudiante al año. ¡Eso es una ayuda real!
Segundo ejemplo: si hay cerca de 90.000 profesores en la educación pública y esos recursos se invirtieran en capacitación o complemento del sueldo, cada profesor recibiría más de dos millones de pesos al año.
Propongo que los recursos se gasten en cualquiera de esos ítems.
Estos recursos de todos los chilenos, de acuerdo a lo que hemos estudiado y conocido, no se están gastando bien y no están dirigidos a mejorar la calidad de la educación.
Además, estamos preocupados por el enfoque del proyecto, puesto que no contribuye a fortalecer los derechos de los estudiantes y de sus familias, sino que fortalece el rol del Estado.
Por las razones expuestas, la UDI votará en contra la iniciativa.
He dicho.
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