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El señor SILBER (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Alberto Robles .
El señor ROBLES.-
Señor Presidente, en primer lugar, quiero celebrar y agradecer al gobierno de la Presidenta Bachelet que estemos tratando y prontos a aprobar este proyecto, que constituye una necesidad que ya es bastante manifiesta en nuestro país en términos de desmunicipalización de la educación.
Es obvio y claro que mientras más cerca de los ciudadanos estén los servicios para la gente, las decisiones deben tomarse también más cercanas a la población.
Cuando se decidió municipalizar la educación y la salud no se previó algo que para mí es muy básico: que somos chilenos, y como somos chilenos, actuamos de acuerdo con nuestra idiosincrasia. Por tanto, lo que ha ocurrido con la educación y la salud en los municipios a lo largo del país es la politización de ambas más allá de lo razonable.
Por otro lado, dada la heterogeneidad de nuestros municipios, hay algunos que tienen recursos y otros que no cuentan con ellos para apoyar los procesos en educación y salud.
En consecuencia, soy un ferviente defensor de la desmunicipalización de la educación y, por cierto, de la salud.
Este proyecto viene a resolver un problema en forma adecuada, creando servicios locales, agrupando sectores, comunas para desarrollar el servicio educativo en forma descentralizada.
En ese sentido, gracias a la participación que se entrega a través de los consejos locales de educación, la iniciativa en general me parece extraordinariamente positiva, y, por ende, anuncio que la bancada del Partido Radical la votará en forma positiva. Sin embargo, quiero hacer dos salvedades en términos estrictamente de visión.
La primera corresponde a una cuestión que he planteado reiteradamente y sobre la cual deseo insistir. A mi juicio, en educación lo más importante, más que el proyecto de educación básica y media, más que la iniciativa sobre educación universitaria -celebro su ingreso a tramitación-, es, lejos, la educación preescolar, la educación parvularia.
En esa etapa es cuando se producen los cambios, cuando el ser humano en su integridad es capaz de lograr avanzar en desarrollar todas sus potencialidades. Entre que nace –incluso antes del nacimiento y los cuatro o cinco años de edad, el ser humano desarrolla prácticamente todas sus capacidades.
Es ahí cuando debemos influir en la educación, en la estimulación precoz de ese niño que está desarrollando todas sus condiciones, tanto intelectuales como afectivas. Pero lo que me parece equivocado del proyecto en discusión es que esa responsabilidad se le esté entregando a los nuevos servicios locales, manteniendo a los jardines infantiles VTF, que hoy no están entregando una buena educación parvularia.
Lo he planteado reiteradamente: en Chile, la educación parvularia debe estar en manos del organismo que más sabe de esto. Por cierto que hay que reformarla y mejorarla, hacerla 2.0, 3.0; pero dejar esta tarea en manos de los nuevos servicios locales y no traspasársela a la Junji me parece un error muy importante del presente proyecto, lo cual dejo claramente establecido en esta Sala. Lo mismo respecto de la creación de una dirección nacional de educación, cuando lo lógico es que la parte normativa, de coordinación se la entreguemos a la subsecretaría.
Por otra parte, quiero recordar que en materia de función educativa vamos a tener tres subsecretarías: la de Educación Parvularia, que ya fue creada; la de Educación Superior, que se establecerá con el proyecto de nueva educación superior, y la actual Subsecretaría de Educación, que por lógica debiera encargarse de lo escolar.
Por lo tanto, se trata de dos grandes brazos: uno, la educación particular subvencionada, y el otro, la educación pública en coordinación. No veo razón alguna para crear un servicio centralizado que puede convertirse en el futuro en una especie de zar de la educación.
En consecuencia, dejo planteadas ambas aprensiones para que el ministerio pueda tomarlas en cuenta en el debate posterior.
He dicho.
-Aplausos.
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