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- rdf:value = " REGULACIÓN DEL DERECHO A VOTO DE LOS CHILENOS EN EL EXTRANJERO (TERCER TRÁMITE CONSTITUCIONAL. BOLETÍN 10344-06)
El señor ANDRADE (Presidente).-
Corresponde tratar las modificaciones introducidas por el Senado al proyecto de ley, iniciado en mensaje, que regula el ejercicio del derecho a voto de los chilenos en el extranjero.
En conformidad con los acuerdos de los Comités, adoptados ayer, para la discusión de este proyecto cada diputado dispondrá de hasta cinco minutos.
Antecedentes:
-Modificaciones del Senado, sesión 46ª de la presente legislatura, en 20 de julio de 2016. Documentos de la Cuenta N° 2.
El señor ANDRADE (Presidente).-
En discusión las modificaciones del Senado. Tiene la palabra el diputado Raúl Saldívar.
El señor SALDÍVAR.-
Señor Presidente, actualmente son aproximadamente 850.000 los chilenos radicados en el exterior. El proyecto de ley en discusión, que se encuentra en tercer trámite constitucional, propone incluirlos en nuestros procesos eleccionarios.
La iniciativa no es antojadiza; por el contrario, es fruto de más de veinte años de lucha de chilenos organizados en el extranjero, entre ellos, las agrupaciones “Chile somos todos” y la red europea de chilenos por los derechos cívicos y políticos.
Como lo dije al momento de intervenir en primer trámite constitucional, la iniciativa operativiza y regula la forma en que los chilenos en el extranjero emitirán su voto, pues ya se encuentran facultados constitucionalmente para sufragar. No aprobar el proyecto es seguir atentando contra la igualdad ante ley que ampara la Constitución Política que nos rige; su aprobación entrega lineamientos para perfeccionar la que vendrá.
Los miedos de la derecha de que la mayoría de los chilenos en el extranjero son exiliados o hijos de exiliados son infundados y responden a una visión prejuiciosa de la realidad. En la actualidad, la gran mayoría de los chilenos que residen en el exterior son trabajadores y estudiantes que emigraron después de 1973.
En un contexto de poca representatividad, todos los esfuerzos son necesarios para lograr una amplia participación en los comicios electorales; para empoderar a la ciudadanía; para que nosotros seamos portavoces de sus demandas y ellos no sean clientela de políticos inescrupulosos.
Solo mencionaré dos aspectos del proyecto que de por sí son suficientes para su aprobación. El primero es el hecho de que nuestros compatriotas puedan ejercer su derecho a voto en los comicios de mayor connotación a nivel nacional, es decir, las primarias presidenciales, elecciones presidenciales y plebiscitos nacionales; segundo, en cada país en donde exista un consulado chileno existirá una junta electoral presidida por el propio cónsul, la que tendrá por función llevar a cabo los procesos electorales.
En consecuencia, se trata de un proyecto de ley que valora la experiencia de vida de nuestros compatriotas que por distintas razones se encuentran lejos de la patria. Las añoranzas hacia su pueblo trascienden las fronteras y nos ayudan a hacer de nuestro país un lugar del cual todos podemos sentirnos orgullosos.
En democracia es importante avanzar en el ámbito político, como también esperamos avanzar en una democracia que aborde aspectos sociales y económicos de manera de tener una sociedad en que lo político se construye de mejor forma, lo social se estructura adecuadamente y lo económico se distribuya con sentido más solidario. En lo social, ojalá que la democracia avance hasta tener sistemas de pensiones y de seguridad social más dignos para todos los chilenos.
He dicho.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Joaquín Tuma.
El señor TUMA.-
Señor Presidente, quienes hemos luchado por la democracia estamos muy contentos de participar en la discusión del proyecto de ley que regula el ejercicio del derecho a voto de los chilenos en el extranjero.
Cómo no recordar los tiempos en que recuperamos la democracia. En esos años -1988 y 1989fuimos invitados a Neuquén, Argentina, por los más de 90.000 chilenos que vivían allá. Esos compatriotas recordaban hondamente su patria luego de estar durante años fuera de ella. Ahora, muchos de esos conciudadanos podrán votar en elecciones, plebiscitos y consultas ciudadanas, a partir de las modificaciones que se introducirán en la nueva Constitución.
El mundo es una aldea globalizada. Todos los chilenos pueden ver la programación de Televisión Nacional de Chile desde otros países a través de la señal internacional de ese canal público; también pueden conectarse a través del teléfono, de Facebook, de internet, etcétera. En ese sentido, lo que hace potente a este proyecto es el hecho de que da a los chilenos residentes en el extranjero una herramienta que les permitirá participar y sentirse parte de Chile. Hay ciudadanos chilenos que trabajan en Colombia, en Brasil o en España -están cuatro, cinco u ocho años en esos países y después vuelven a Chile-, que quieren estar conectados y tomar decisiones sobre las nuevas autoridades que manejarán el país. Regularmente, cada cuatro años, hacemos el ejercicio de elegir a quienes deben dirigir el país. El proyecto permitirá a los chilenos en el extranjero mantener una relación con su patria, con Chile.
Por primera vez podrán votar quienes viven habitualmente en el extranjero y también quienes estén fuera de Chile por un periodo breve, pero no puedan volver al país cuando se lleve a cabo una elección. Gracias a esta iniciativa podrán hacerlo, pues se establecerá un nuevo mecanismo que abrirá una puerta más a la democracia en nuestro país.
Señor Presidente, los diputados del PPD vamos a apoyar con mucha fuerza este proyecto, que nos da la oportunidad de mejorar las condiciones políticas que hoy tenemos en Chile.
He dicho.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Claudio Arriagada.
El señor ARRIAGADA.-
Señor Presidente, por su intermedio, saludo al señor canciller. Estamos muy contentos de llegar a esta etapa en la tramitación de este proyecto, que aborda una materia que comenzó a ser tratada en la reforma constitucional efectuada mediante la ley N° 20.748. También estamos contentos porque se trata de una iniciativa que fortalece y perfecciona la democracia, y que se presenta en el contexto de la implementación de reformas más profundas, que comenzaron con el reemplazo del sistema electoral binominal por uno proporcional; que continuaron con el proyecto que fortalece el rol de los partidos políticos, que son entidades importantes para la integridad de un país; con el proyecto que fijó normas y regulaciones sobre financiamiento y transparencia de la política; con el proyecto que otorgó autonomía, atribuciones, prerrogativas y recursos al Servel, organismo que debemos seguir fortaleciendo aún más, y que continuarán, en el contexto nacional de fortalecimiento y perfeccionamiento de la democracia, con el futuro proyecto que permitirá la elección directa de intendentes.
La iniciativa se originó en un esfuerzo que en su momento se llevó a cabo. Reconozco la labor de los funcionarios de la Cancillería, quienes realizaron una importante consulta ciudadana, que fue notable y que destacamos en el marco de la discusión del proyecto en la Comisión de Gobierno Interior, Nacionalidad, Ciudadanía y Regionalización de la Cámara de Diputados.
El proyecto es importante porque aborda materias como la inscripción electoral y los cambios de domicilio, define la modalidad de votación en el extranjero y, lo más importante, mantiene la prerrogativa de supervisión del Servel. Durante su discusión tuvimos presente mantener el prestigio del Servicio Electoral, teniendo en cuenta que ninguna elección en nuestro país ha sido sometida a cuestionamientos ni ha sido objeto de dudas en cuanto a los procedimientos empleados. En ese sentido tuvimos mucho cuidado. El proyecto también es importante porque modifica, ajusta y sanciona eventuales delitos en que podría incurrirse en las elecciones.
Llegamos a esta etapa en la tramitación de la iniciativa reconociendo un derecho fundamental de los chilenos que por distintas razones residen en el extranjero. A ellos los escuchamos y tratamos de que en todo su trámite en la Cámara de Diputados el proyecto se ajustara a sus justos planteamientos.
Estamos ante un momento histórico en el que se perfecciona y se otorga un derecho esencial a los compatriotas que viven fuera del país.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado René Manuel García.
El señor GARCÍA (don René Manuel).-
Señor Presidente, he escuchado con mucha atención a todos los colegas que están a favor de dar la posibilidad de votar a las personas que viven en el extranjero. Aquí se ha dado a entender que la gente que vive en el extranjero es patrimonio de uno o de otro sector. La verdad es que esas personas se han ido de Chile por diferentes razones: unas por trabajo o por perfeccionamiento, y otras porque fueron “becadas” por el general Pinochet . Es decir, hay mucha gente que ha salido Chile, que hoy ha cambiado y que quiere participar en las decisiones sobre los destinos del país.
Respecto de lo que mencionó el diputado Tuma, cabe señalar que con ocasión de elecciones realizadas en la provincia de Cautín, hubo gente que fue a Neuquén, en Argentina, con treinta o cuarenta micros para traer chilenos que residían en ese país e inscribirlos en la Novena Región de La Araucanía. Cuando se llevaron a cabo las elecciones en nuestro país, volvieron a Argentina a buscarlos.
Gracias a esta iniciativa, las personas residentes en el extranjero podrán inscribirse en los respectivos consulados para votar por el candidato que les guste. Eso es participar; no hay que tener miedo. Si vamos a hablar de democracia, no podemos tener una democracia atada de manos.
Sin embargo, señor canciller, hay un aspecto que falta considerar: nos preocupamos mucho de los votantes en el extranjero, pero me parece que deberíamos preocuparnos de los votantes que viven aquí en el país y preguntarnos por qué solo el 30 o el 40 por ciento de ellos va a votar, y el otro 60 por ciento no va. Algo está fallando. Creo que primero deberíamos preocuparnos de encantar a las personas que viven en Chile, pues son las que eligen a sus autoridades, las que sufren o las que están contentas con la situación que viven.
Quiero dar un solo ejemplo: en su momento se dijo que había personas que se fueron al extranjero por diferentes razones y que no se les ha dado la posibilidad de volver al país. Recuerdo, si no me equivoco, que el diputado Pepe Auth mencionó que habían traído a setenta personas o a setenta familias desde Suecia o desde Suiza -no recuerdo en este momento de qué país provenían-. Cuando esas personas llegaron a Chile, no encontraron trabajo o no les gustaron las casas. Por esa razón el 90 por ciento de ellas o todas se devolvieron al país del que provenían. Eso demuestra que la gente puede ser chilena, vivir en el extranjero y amar a su patria, pero se acostumbra a otros niveles y estándares de vida. Esas personas podrán votar en los países en que viven, porque tienen conciencia ciudadana.
Por eso digo que este proyecto es importante, pero más importante es que los ciudadanos que votan en Chile tengan el convencimiento de que deben votar y puedan encantar a otras personas para que vayan a votar. Ese es el problema que tenemos en el país. La Presidenta Bachelet fue elegida en 2013 con el 62 por ciento de los votos válidamente emitidos en segunda vuelta, pero eso correspondió al 27 por ciento del electorado nacional. La verdad es que eso da pena. No estamos desconociendo -es algo que puede pasarle a cualquiera el triunfo de nuestra Presidenta; es absolutamente legal porque ese fue el porcentaje de ciudadanos que fue a votar. Y esa conducta continúa: estamos viendo que en las próximas elecciones municipales más del 70 por ciento de la gente no quiere participar. Eso es preocupante. Eso no es democracia; eso es descontento. Algo está pasando.
No sea que por el desencanto de la gente vayamos a caer en un caudillismo. Eso sería tremendamente peligroso para el país, ya que los caudillos nunca han sido la solución para un país que ha tenido problemas.
Por eso creo que es importante permitir la votación de chilenos en el extranjero. Desgraciadamente, solo votarán en los comicios para elegir Presidente de la República. Habría que buscar un mecanismo para que las personas que viven en el extranjero puedan hacer valer que tanto ellas, como sus familias o sus ancestros están vinculados a determinada región de Chile, de modo que puedan tomar decisiones respecto de todas las autoridades de nuestro país.
Me explico mejor: si un chileno residente en el extranjero que vivía y votaba en Antofagasta o en Temuco dice que quiere participar en la elección de las autoridades que van a representar a la región, a la zona o al pueblo donde vivía, o donde lo hicieron sus antepasados, se debería permitir que lo haga. Eso mejoraría la democracia y todos debemos estar de acuerdo.
Me parece insólito que, en el templo de la democracia, pueda haber diputados que se opongan a ella. Esa es una contradicción que no he visto nunca.
No votaré jamás en contra de la idea de legislar. Después, en la discusión particular, me pronunciaré, cuando corresponda, en contra de los proyectos, de los artículos. Pero, reitero, no votaré en contra de la idea de legislar, porque los parlamentarios estamos aquí para legislar.
Creo que esta iniciativa empieza a avanzar.
Por último, y coincido con los diputados que también lo señalaron, ojalá que la regionalización no sea un volador de luces y, por tanto, que demos señales concretas de que el próximo año, el 2017, se elegirá al intendente por voto popular.
Si de verdad queremos tener un país con una democracia plena y estable, una de las maneras de encantar a las personas es permitiéndoles participar en la elección de todas las autoridades del país.
Por eso, votaré favorablemente este proyecto de ley.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Lautaro Carmona.
El señor CARMONA.-
Señor Presidente, la bancada del Partido Comunista e Izquierda Ciudadana aprobará este proyecto en el contexto del debate del que está siendo objeto.
La iniciativa en comento es parte del programa comprometido por nuestra Presidenta Michelle Bachelet y, lo que es más importante, de una agenda legislativa que tiene relación con hacer justicia en materia de democratización de los espacios que constituyen la sociedad chilena.
Por razones que superan la globalización -ese es un dato importante y cuyo origen se vincula con imaginar que vivir fuera de Chile es un castigo -fue una cuestión que hicieron masivamente el dictador y la dictadura-, la sociedad chilena no solo la conforman quienes habitan en el territorio nacional, sino que parte de ella se halla fuera de nuestras fronteras. Sin duda, esas personas forman parte de nuestra comunidad.
Impedir que eso se represente, entre otras cosas, en el cuerpo de la soberanía ciudadana es sesgar, es amputar la capacidad de expresión de la sociedad chilena, porque fuera o dentro del país los chilenos son parte de esta sociedad.
Entonces, lo que estamos haciendo con el presente proyecto es establecer una medida dirigida a que la convivencia democrática se sostenga en todos los parámetros que ella constituye y construye para lograr una sociedad más democrática.
Largo tiempo esperaron quienes involuntariamente se radicaron en el exterior: los exiliados políticos. Irónicamente, un colega llamó a esto “becas”, pero la verdad fueron castigos. Se trata de gente obligada, de gente que contra su voluntad debió radicarse en otras comunidades, con diferentes climas e idiomas, y, además, con la limitación del derecho a vivir en su propio país.
Pues bien, hoy estamos rectificando eso.
¿Cómo va a proceder la implementación de la soberanía ciudadana para quienes radican fuera de Chile? Primero, hay inscripción automática. Obviamente, esas personas también quieren la validación de su condición de ciudadanas mediante la obtención de documentos de identidad para poder inscribirse.
Segundo, respecto de ese derecho, en el derecho comparado constan miles de experiencias de muchos países sobre cómo se vota fuera del territorio.
Hace poco vivimos la experiencia de la votación para elegir al Presidente de la República de Perú. En esa oportunidad, ciudadanos peruanos ejercieron su derecho a voto en Chile y, sin embargo, a pesar de lo estrecho del resultado, no se produjo ninguna hecatombe. Es más, a nadie se le ocurrió decir que tal situación era complicada porque la solución sería la cantidad de votos recabados fuera de las fronteras de Perú y que eso podía llamar a sospecha.
Creo que nos estamos poniendo al día en la materia y haciendo algo justo, pero, además, comportándonos como algunos a quienes les encanta la globalización cuando se trata de la movilidad de los capitales, pero no del recurso humano ni de los derechos ciudadanos, como el que nos encontramos debatiendo.
En hora buena la Presidenta envió un proyecto en el marco de muchas medidas que se han tomado para hacer más democráticas la convivencia y la representación en la sociedad chilena.
Apoyaremos esta iniciativa con absoluta convicción, porque ha sido uno de los planteamientos históricos de mi bancada y de mi partido.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Sergio Ojeda.
El diputado OJEDA .-
Señor Presidente, no hay duda de que a través del tiempo nuestra democracia se ha ido vigorizando y universalizando cada vez más.
Si recordamos la historia constitucional de Chile y la evolución que ha experimentado nuestra institucionalidad, podremos remontarnos a los años en que existía el régimen censitario, en el que solo aquellos que acreditaban renta podían sufragar. Después tuvieron derecho a voto los analfabetos, las mujeres, los discapacitados. Hoy pueden sufragar los mayores de 18 años de edad, pero durante un tiempo solo pudieron hacerlo las personas mayores de 25 años de edad, requisito que se fijó posteriormente en 21 años de edad. Es decir, hemos ido avanzando al respecto.
Creo que en el Congreso Nacional nadie se opone a ese tipo de cosas, que además significan mayor participación ciudadana y legitimación de nuestras instituciones.
Ahora les toca el turno a los chilenos residentes en el extranjero. Pero no es que se les esté dando derecho a voto, sino regulando y facilitando que lo puedan ejercer.
Son miles los chilenos que residen en el exterior y que están vinculados afectivamente o de otra manera con su patria de origen. Se estima que del millón y tantos de compatriotas que residen en el extranjero, aproximadamente 450.000 podrían emitir allá su sufragio.
Cuando se realizan actividades deportivas, nos impresionamos al ver cómo llegan los chilenos que viven en el extranjero a alentar a su equipo. Eso indica que ellos tienen identidad, que vibran y siguen conectados espiritualmente con su patria.
Nosotros estamos respondiendo a esa vinculación mediante la aprobación de esta ley orgánica constitucional en proyecto, que aplica el artículo 13, inciso tercero, de la Constitución -el señor Presidente recordará que reformamos el Texto Constitucional en 2014-, que establece que “Los ciudadanos con derecho a sufragio que se encuentren fuera del país podrán sufragar desde el extranjero en las elecciones primarias presidenciales, en las de Presidente de la República y en los plebiscitos nacionales.”. Por ese motivo nos encontramos acá, pues la norma citada señala además que una ley orgánica constitucional establecerá el procedimiento que materializa el derecho en cuestión.
En ese sentido, el Senado acaba de cumplir con el trámite que le correspondía. Consideramos que las modificaciones que le introdujo al proyecto no merecen ningún tipo de objeción, porque en su mayoría se refieren a aspectos meramente formales que no van al fondo del problema.
Por ello, debemos estar contentos por este avance, porque les facilita el sufragio a nuestros compatriotas que viven o se encuentran en el extranjero y que por diferentes motivos no pueden venir a Chile a ejercer ese derecho.
Tratando de despejar las suspicacias que existen en cuanto a que con este proyecto se estaría favoreciendo más a la gente de la Nueva Mayoría o de la antigua Concertación, debo manifestar que creo que hay un error de concepto al respecto, porque se estima que el 58 por ciento de los chilenos que viven en el extranjero lo hacen por razones económicas, y que solo el 13 por ciento corresponde a aquellos compatriotas que salieron del país después del 11 de septiembre de 1973. Esto significa que hay chilenos en el extranjero por distintos motivos, no solo ideológicos, y todos ellos podrán ejercer el sagrado derecho a sufragar.
Mi bancada no hace objeción respecto de esta iniciativa, por lo que la votaremos a favor. Es importante hacerlo, porque estamos bastante atrasados respecto de la reforma constitucional de 2014 y porque estamos próximos a una elección presidencial.
Su aprobación inmediata es importante, además, porque contiene la reglamentación respecto de padrones, juntas electorales, de cómo se votará en los consulados, etcétera. Hubiésemos querido -lo expresó el diputado René Manuel García que también se incluyera la elección de los parlamentarios. Si bien se discutió al respecto, no se estableció esa posibilidad. Será el próximo paso que deberemos dar.
En consecuencia, señor Presidente, anuncio mi voto a favor.
He dicho.
El señor ESPINOSA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra la diputada señora Denise Pascal .
La señora PASCAL (doña Denise).-
Señor Presidente, finalmente estamos debatiendo el proyecto de ley que permitirá que nuestros compatriotas que viven en el extranjero puedan ejercer el derecho a voto y así participar en la elección de nuestras autoridades y en los plebiscitos a los que se convoque.
Cuando uno vive 19 años en el exilio, como fue mi caso, añora su país y debe conformarse con mirar desde lejos lo que pasa en su tierra natal. Sentíamos que el gobierno dictatorial nos impedía, a quienes salimos jóvenes, cumplir con nuestro anhelo de volver con una profesión y aportar al desarrollo nacional. Quizás pensaban que con nuestras ideas podíamos afectar indebidamente el modelo de desarrollo que ellos impulsaban.
Muchos de nuestros hijos se quedaron en el extranjero, al igual que muchos compatriotas que nacieron en Chile, en los países en que les abrieron las puertas y se les permitió educarse, educar a sus hijos y seguir adelante con sus vidas.
La democracia es para todos, para los que están adentro y para los que están afuera, por lo que sufragar en elecciones primarias presidenciales, en elecciones presidenciales y en plebiscitos nacionales es un derecho que se reconoce a todos los ciudadanos en la mayoría de los países de mundo, independientemente de dónde residan. En el exilio podíamos ver cómo nuestros vecinos de otras nacionalidades votaban para las elecciones de su país de origen.
Hoy tendremos las herramientas necesarias para, finalmente, terminar de abrir esa puerta que habíamos comenzado a abrir tiempo atrás, cuando modificamos la Ley Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios.
Agradezco a mi gobierno, el gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet , y a sus autoridades, que entregue la posibilidad de votar a aquellos compatriotas que por diferentes razones -económicas, políticas, en su momento; educacionales residen en el exterior. Ellos no tendrán que volver a Chile para votar; lo podrán hacer en los países donde residen, y ejercerán así el derecho que tenemos todos a elegir a nuestras autoridades, sea que vivamos aquí o que lo hagamos afuera.
Si bien con esto estamos avanzando en lo que aún es una débil democracia, también es una oportunidad para llamar a votar a nuestros compatriotas que residen en Chile, porque la democracia se construye votando a favor o en contra de lo que se propone, pero no absteniéndose. Debemos ejercer nuestro derecho a opinar a través del voto, y si no estamos dispuestos a hacerlo, entonces mejor no opinar.
Con la aprobación de esta iniciativa estaremos fortaleciendo nuestra democracia, dado que los chilenos que viven en el extranjero podrán pronunciarse en nuestros procesos eleccionarios. Por tanto, este proyecto supone una invitación a participar que les hacemos quienes vivimos en Chile. Pronto tendremos elecciones municipales, oportunidad en la cual esperamos alcanzar una participación que supere el 38 por ciento que obtuvimos en la elección anterior.
Tenemos distintas formas de expresarnos. Podemos hacerlo no solo marchando, sino también votando, ejerciendo nuestro derecho a sufragar, aquí o en el extranjero. De esa manera estaremos asegurando ese derecho individual, secreto y voluntario
Si bien con la implementación de esta iniciativa Chile se iguala a otros países, nuestra democracia seguirá débil en tanto no alcancemos mayores grados de equidad e igualdad.
Estamos dando un paso en busca de solidificar nuestra democracia, pero aún faltan otros que deberemos dar juntos para que la democracia que anhelamos se convierta en una realidad para todos los chilenos, tanto para los que vivimos en el país como para aquellos que residen en el extranjero.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor David Sandoval .
El señor SANDOVAL.-
Señor Presidente, durante la tramitación de este proyecto de ley en la Comisión de Gobierno Interior, todos los parlamentarios asumimos la necesidad de ampliar los mecanismos de participación para hacerlos extensivos a todos los chilenos, incluso a aquellos que por diversas razones, no solo políticas, sino también económicas, han emigrado del país y continuaron sus vidas en otro contexto de sociedad. Es el caso, por ejemplo, de los miles de chilenos que viven en la Patagonia argentina, quienes por diversas razones, fundamentalmente económicas, han debido desarrollar su proyecto de vida en ese país.
En el contexto de la discusión y análisis del proyecto de ley en la referida comisión, presentamos una serie de indicaciones y propuestas que buscaban facilitar la votación de los chilenos radicados en el extranjero, de manera de permitirles participar en las elecciones presidenciales y plebiscitos que se desarrollen en nuestro país. Muchas de las indicaciones presentadas se aprobaron, lo que permitió perfeccionar y mejorar las normas que permitirán la participación de los chilenos que residen en el extranjero.
Una de las indicaciones sugirió la posibilidad de incorporar el voto rogado, para flexibilizar y ampliar la participación, pero la indicación no fue acogida por el Ejecutivo, por las diversas razones que adujo en el transcurso del debate.
Esperamos que en algún momento se corrija y perfeccione la norma para ampliar la disposición actual, que se centra en su operatividad en embajadas y consulados, al asignarles un rol importante en la tarea de propiciar la participación de los chilenos en el extranjero.
El voto rogado y otras iniciativas que presentamos apuntaban precisamente a optimizar la norma.
También habrá que explorar, en un futuro no muy lejano, lo relacionado con las difíciles y complejas situaciones vinculadas al incentivo, porque si hoy estamos propiciando, motivando y facilitando la participación en nuestros procesos electorales de los chilenos que residen en el extranjero, también deberíamos hacerlo respecto de quienes viven en Chile.
¿Cuántos chilenos dicen hoy que no votarán en las próximas elecciones? Este es un mensaje importante para ellos, porque aquel ciudadano que no ejerce su derecho a voto y expresa que no participará, sí lo hará. Lo que pasa, en definitiva, es que con esa decisión terminará endosando su derecho a participar a través del sufragio a aquellas personas que sí votarán, con lo cual renuncia a la posibilidad que tenemos todos de ayudar a corregir las falencias y los defectos de nuestra democracia.
Hay una fuerte crítica hacia la actividad política y hacia quienes la desarrollamos, porque a veces lo hacemos a través de diálogos destemplados, en un marco de inmensa intolerancia, lo que genera un ancho y profundo abismo entre la ciudadanía y quienes ejercemos la actividad política.
Este proyecto propicia la participación política de los chilenos en el exterior, lo que nos parece bien. Por consiguiente, los parlamentarios de nuestra bancada lo aprobamos unánimemente en la comisión.
Habrá que hacer significativos esfuerzos, pero no me cabe la menor duda de que gran parte de ellos tienen que ver con un cambio sustantivo de la forma en que ejercemos la actividad política.
Así como estamos propiciando la participación política de los chilenos en el exterior, vamos a tener que hacer grandes esfuerzos para que ocurra lo propio en nuestro país, porque hay gente que simplemente cree que manifiesta una posición crítica al no ejercer sus derechos ciudadanos, lo que lamentablemente no se refleja en la realidad. Cuando uno no vota, está endosando su derecho a decidir a quienes efectivamente lo ejercen, lo que no es lógico. Por lo tanto, en el futuro deberemos impulsar iniciativas para perfeccionar aún más este proceso.
La bancada de la Unión Demócrata Independiente, tal como lo hizo en la comisión, votará a favor el proyecto de ley para que los chilenos que viven en el exterior sean parte de las decisiones que deben tomarse en nuestro país.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Daniel Farcas.
El señor FARCAS.-
Señor Presidente, por su intermedio saludo al ministro secretario general de la Presidencia, señor Nicolás Eyzaguirre; al ministro de Hacienda, señor Rodrigo Valdés, y a nuestro canciller, señor Heraldo Muñoz, quienes nos acompañan en esta sesión.
Por otra parte, anuncio nuestro voto a favor de un proyecto que aborda una materia tan importante y sentida por la ciudadanía, como es la incorporación de un elemento clave de la acción política y de la democracia, cual es el derecho a voto y a participar en política de quienes por diversas razones y circunstancias no viven en nuestro país.
Desde muy niño tuve la oportunidad de conocer el drama del exilio cuando visitaba en el extranjero a algunas personas muy relevantes para mi vida, como Enrique Kirberg, en Estados Unidos de América; Jaime Schatz, en México, y David Alaluf, en Israel.
Siempre sentí que sería reparado en forma importante el cariño por nuestra tierra de quienes estaban impedidos de volver por una razón absolutamente ilegítima e injusta. Solo lamento que hayamos esperado tanto tiempo para que ello ocurriese.
Para nosotros, como bancada, es muy importante destacar el esfuerzo que se ha hecho para lograr una legislación que ponga fin a una injusticia, a una situación anómala que impedía a los chilenos que viven fuera de nuestro país ejercer su ciudadanía.
Tal como han dicho diversos parlamentarios, sentimos preocupación cuando las personas que hoy viven en nuestro país desechan la posibilidad de participar en los actos eleccionarios y no concurren a votar, porque eso se contradice con el principio básico por el que luchamos con tanta energía y dedicación, cual es aprovechar los canales democráticos para resolver nuestras diferencias. Esa situación nos produce frustración.
Este proyecto de ley, que genera la opción de discutir acerca de la participación política, de la democracia y de la generación de instancias democráticas, viene a reparar una situación anómala respecto de un derecho que se ejerce sin ninguna dificultad en gran parte de los países y, por supuesto, de nuestros vecinos.
Por cierto, hay muchas razones por las cuales los chilenos viven fuera del país: trabajo, perfeccionamiento de sus estudios, instancias familiares o de cualquier naturaleza. Sin embargo, en ningún caso esas circunstancias deben ser impedimento para ejercer el derecho a voto, a participar en política y a ser parte de nuestro país.
Los vínculos culturales, sociales, deportivos o de cualquier naturaleza se verán fortalecidos por esta suerte de reparación histórica para ejercer este derecho, lo que no se pudo hacer por tantos años.
Reitero: lamento que nos hayamos demorado tanto. Lógicamente, hubiese sido mucho mejor haberlo establecido antes, porque desgraciadamente algunos chilenos van a pasar a la historia sin haber ejercido su derecho a voto, lo que es lamentable y frustrante.
Por lo expuesto, con mucha energía, convicción, alegría y también con el sentimiento de estar reparando una injusticia, daremos nuestro respaldo al proyecto de ley que permite votar a las chilenas y a los chilenos en el extranjero, ya que cambiará la historia para bien y nos permitirá cumplir una promesa que muchos hicimos en algún momento de nuestras vidas, no solo en las campañas, sino mediante las acciones políticas de diversa naturaleza que realizamos. No solo nos sentimos identificados y parte de este proceso, sino que tenemos la absoluta convicción de estar haciendo lo correcto.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Germán Becker .
El señor BECKER.-
Señor Presidente, por su intermedio saludo a los ministros presentes, especialmente al canciller Heraldo Muñoz . Estamos muy contentos de que hoy esté en la Sala, porque sabemos que tiene pocas oportunidades de venir a la Cámara.
Señor Presidente, estoy muy satisfecho de que este proyecto haya llegado al tercer trámite constitucional con tan pocas modificaciones, porque eso permite una tramitación más ágil y que tengamos pronto una ley que permita votar a los chilenos en el extranjero.
La discusión general ya se hizo. Todos estamos de acuerdo con el proyecto, por lo que, según entiendo, prácticamente existe unanimidad en esta Sala para aprobarlo.
Por lo tanto, solo me voy a referir a las modificaciones del Senado.
En general, los cambios fueron muy pequeños, ya que se trata de adecuaciones y alteración de algún plazo, lo que no tiene ninguna importancia.
El cambio fundamental, que tiene que ver con el tema de la transparencia, es que se prohíbe a todos los funcionarios de la embajada y de todos los servicios dependientes del Ministerio de Relaciones Exteriores hacer campaña política en el extranjero.
En el proyecto despachado por la Cámara al Senado se establecía esa prohibición para los cónsules y los funcionarios de planta. Ahora, como dije, la prohibición afectará a los embajadores, los cónsules, los funcionarios de planta y las personas contratadas en ese momento, y se extiende a todos los funcionarios de los servicios dependientes del Ministerio de Relaciones Exteriores, lo que me parece bien.
Creo que es bueno que los procesos que se produzcan en todos los consulados de Chile en el extranjero sean muy transparentes y no se contaminen políticamente, para tener elecciones totalmente claras en todos los ámbitos.
Por lo tanto, la bancada de Renovación Nacional votará favorablemente el proyecto, porque es muy importante que los chilenos en el extranjero expresen su opinión en las elecciones presidenciales.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Vlado Mirosevic .
El señor MIROSEVIC.-
Señor Presidente, por su intermedio saludo al canciller, al ministro de Hacienda y al ministro secretario general de la Presidencia.
Este proyecto, que apoyamos desde el inicio y que hoy también respaldaremos, lo discutimos en profundidad en la Comisión de Gobierno Interior, Nacionalidad, Ciudadanía y Regionalización.
A quienes tenemos un espíritu democrático, nos cuesta explicar por qué la presentación de un proyecto como este se ha demorado tanto. Desde el retorno de la democracia, lo lógico es que instituciones como el voto se hayan democratizado al máximo.
En consecuencia, resulta inexplicable la razón de prohibir que los chilenos que viven en el exterior puedan ejercer el derecho a voto, ya que quienes hemos tenido reuniones y encuentros con chilenos en el extranjero nos hemos dado cuenta del sentimiento vivo y permanente que tienen por el país.
Ahora, si uno compara a Chile con otros países de la región, nos damos cuenta de que esta reforma se produce con un retraso importante respecto de lo que ocurre en países como Bolivia y Perú, que ya tienen implementado este sistema. Solo Chile no era capaz de hacer una reforma de este tipo.
La única explicación que podemos encontrar es que en Chile tenemos una interpretación restrictiva y limitante de la democracia. Recordemos que en el gobierno anterior se querían poner requisitos de vínculos a los chilenos que viven en el extranjero para ejercer su derecho a voto, esto es, que los chilenos tenían que demostrar que mantenían un vínculo con el país.
Ese tipo de interpretación no da cuenta de lo que el mundo está exigiendo de una democracia más auténtica. El proyecto pone fin en parte a aquello. Digo “en parte”, porque nos hubiera gustado que el derecho a voto se extendiera también a las elecciones parlamentarias. Otros países lo tienen implementado, por lo que no es ninguna locura.
Asimismo, a muchos nos hubiese gustado -lo discutimos en la Comisión de Gobierno Interior que existiera la posibilidad de votar por correo. El Ejecutivo dijo que eso era difícil, desde el punto de vista operativo. No obstante, las democracias más desarrolladas tienen implementado este sistema. No veo por qué en Chile no se podría realizar una votación de ese tipo.
Ojalá que en el futuro podamos discutir en profundidad la posibilidad de que los chilenos en el exterior tengan representación parlamentaria y puedan votar por correo.
Más allá de eso, me parece que estamos ante un tremendo proyecto, por lo que felicito al gobierno, que ha empujado esta iniciativa, sobre la cual originalmente no había consenso. De esta manera, el gobierno cumple un compromiso de su programa como es permitir a los chilenos que viven fuera del país poder expresarse democráticamente. Estoy seguro de que ellos ejercerán ese derecho, porque tienen una preocupación permanente por los asuntos del país, a veces incluso mayor que la de quienes vivimos en Chile.
Un dato de la causa: la señal internacional de Televisión Nacional no se puede ver por internet en el resto del mundo. Así como este ejemplo hay una serie de cuestiones que afectan a más de un millón de chilenos que viven fuera. No hemos imaginado ni implementado formas para que ellos puedan participar de manera más democrática en las decisiones de nuestro país.
A pesar de estas limitantes, creo que ellos nos van a dar una lección, sobre todo a aquellos que miraban con sospecha el vínculo que tienen con Chile.
Reitero: creo que van a dar una lección de democracia, de preocupación y de amor por Chile en forma incondicional en las próximas elecciones, independientemente del lugar en que estén. Estoy seguro de que van a ir en masa a votar.
Por lo tanto, estamos ante un buen proyecto, que vamos a apoyar de todas maneras. Finalmente, felicito al gobierno, en especial al canciller, por empujar este tipo de iniciativas.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, hasta por cinco minutos, el diputado señor Jorge Sabag .
El señor SABAG.-
Señor Presidente, en primer lugar, quiero saludar a los ministros de Relaciones Exteriores, de Hacienda y de la Secretaría General de la Presidencia, y señalar que este proyecto de ley concreta un largo anhelo de la antigua Concertación, hoy Nueva Mayoría. En efecto, se trata de una iniciativa que viene a fortalecer e inyectar oxígeno a nuestra democracia, tan cuestionada en estos días.
Según la consulta ciudadana realizada por la Cancillería en 2014 a 8.845 chilenos residentes en 86 países, el 93 por ciento de los consultados manifestó que votaría en las próximas elecciones presidenciales, mientras que el 51 por ciento manifestó estar dispuesto a ser vocal de mesa.
Este dato, por lo menos en intención, contrasta con el cerca de 50 por ciento de participación en la última elección presidencial realizada en nuestro país, según los datos que me entregaba el cientista político y diputado Pepe Auth.
Reitero: el 93 por ciento de los chilenos que residen en el extranjero manifestaron que votarían en la próxima elección, que será la primera en la historia de Chile en la que participarán los chilenos que viven en el extranjero.
Se trata de una buena noticia para nuestra democracia, oportunidad en la cual podría darse el hecho de que los chilenos que viven fuera de nuestras fronteras participen, en proporción, más que los chilenos que vivimos dentro del país.
Es una buena señal para nuestra democracia, por cuanto significa que el chileno, aun fuera de las fronteras de nuestro país, está interesado en el futuro y en el devenir de su país.
Este proyecto establece el procedimiento mediante el cual los ciudadanos chilenos con derecho a sufragio y que se encuentren en el extranjero puedan votar en elecciones primarias presidenciales, en elecciones de Presidente de la República y en los plebiscitos nacionales.
Quiero destacar, brevemente, algunas normas que me parecen muy relevantes, como la modificación del artículo 6º del Código Orgánico de Tribunales, con el objeto de hacer perseguibles en Chile los delitos y las faltas que se cometan en el extranjero a propósito de la realización de los procesos electorales y plebiscitarios.
Esta es una nueva excepción al principio de territorialidad de la jurisdicción que se establece en nuestra legislación. Aquí los estudiantes de derecho van a tener una nueva excepción a nuestra territorialidad, materia que generalmente es preguntada en los exámenes de grado.
También se establece la forma en que se realizará el proceso eleccionario en el extranjero, que se efectuará en papeletas oficiales de forma tradicional y similar a como se efectúa dentro de Chile, el mismo día y en el mismo horario fijado para el proceso eleccionario en el territorio nacional, ajustado, por cierto, al huso horario del respectivo país.
El rol de los consulados de Chile será relevante en el desarrollo de este proceso. Cada país que cuente con un consulado de Chile contará, al menos, con una junta electoral. Los chilenos en el extranjero cumplirán un rol relevante en el proceso, en cuanto a la constitución de las mesas, el desarrollo del acto eleccionario, el escrutinio y su debido control ciudadano.
Entre las modificaciones se encuentran las nuevas formas de cambio de domicilio. A las actuales se agrega la alternativa de inscribirse o de efectuar el cambio de domicilio ante la jefatura nacional de Extranjería y la policía internacional de la Policía de Investigaciones de Chile al momento de entrar en el país o salir de él, lo cual es bastante práctico.
En el extranjero, a su vez, la inscripción y el cambio de domicilio podrán efectuarse ante el respectivo consulado.
En definitiva, las modificaciones del Senado no alteran la esencia del proyecto aprobado por la Cámara en su primer trámite constitucional, considerando el sistema de inscripción de los chilenos con derecho a sufragio para votar fuera del país y el procedimiento, lo que constituye un gran avance, un fortalecimiento y una inyección a la democracia, sobre la cual la ciudadanía demanda grandes cambios.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Fernando Meza .
El señor MEZA.-
Señor Presidente, no me puedo resistir a hacer uso de la palabra en la discusión del proyecto de ley que regula el ejercicio del derecho a voto de los chilenos en el extranjero.
Se trata de un proyecto de mucha significación política, pero, sobre todo, afectiva, porque tiene que ver con el reconocimiento de un derecho inalienable de todos los connacionales que viven en el extranjero por distintas causas.
En lo personal -y permítanme ser autorreferente-, la experiencia de cada uno de los que hemos vivido en el exterior tiene que ver con este proyecto.
Recuerdo que, una vez concluidos mis estudios de medicina en Cuba, intenté especializarme y ganarme la vida en Europa, concretamente en España, para posteriormente regresar al país.
Durante no menos de diez años estuve visitando todos los meses la embajada de Chile en Madrid, a cargo en aquel momento de un funcionario militar -me parece que era de la Armada-, de nombre Edmundo Valdivia . Cada vez que llegaba allí a solicitar que se reconocieran mis derechos ciudadanos, me los negaban. La excusa era que yo era un elemento peligroso para la seguridad interior del Estado. Excusas como esta se esgrimieron para que cientos de miles de chilenas y chilenos tuvieran que arraigarse físicamente en otro territorio, pero, desde el punto de vista afectivo, sentimental y espiritual, la unión con la patria es indestructible. Los que somos un tanto nerudianos sufríamos más.
Delante de nuestro ministro de Relaciones Exteriores, evoco aquellos años y a aquellas decenas de miles de familias que se fueron constituyendo en el extranjero y que han visto pasar los años en busca de una reconciliación que todavía no termina de concretarse, muchas veces por culpa de la odiosidad, que yo quisiera que desapareciera del ánimo de todas las chilenas y de todos los chilenos.
Proyectos de ley como este contribuyen a que nos miremos a los ojos, a que digamos que el pasado, pasado está; a que pongamos la mirada en el futuro, que nos queramos como antes y construyamos una patria solidaria donde quepamos todos. Tal como dije ayer en una reunión privada, el mar es ancho y democrático y no pregunta sobre ideologías o religión, ya que nos recibe a todos con sus brazos marítimos abiertos.
Felicito la madurez de la democracia chilena y el esfuerzo de la cancillería y de los parlamentarios presentes y ausentes, hombres y mujeres que entendemos que este derecho inalienable nos acerca y hace posible que Chile esté extendido por toda la faz de la Tierra, lo que me llena de alegría. Evoco el rostro, la mirada y las aspiraciones de tantas chilenas y chilenos, muchos de los cuales nacieron en el extranjero, pero que siempre mantuvieron, a través de sus padres o de sus familiares cercanos, ese lazo indestructible con la patria.
La bancada del Partido Radical, con mucha emoción y fuerza, apoyará este proyecto de ley que regula el ejercicio del derecho a voto de las chilenas y de los chilenos en el exterior.
He dicho.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Leonardo Soto .
El señor SOTO.-
Señor Presidente, estamos en un día histórico para nuestra democracia y para nuestro país. En esta mañana concluiremos un largo camino que iniciaron distintas organizaciones sociales y políticas formadas por chilenos residentes en el país y, especialmente, en el extranjero. Representantes de varias de esas organizaciones nos acompañan en las tribunas. Ellos nunca han dejado de levantar la voz frente a la injusta y arbitraria medida de discriminación que nuestras leyes establecían a muchos compatriotas, ya que privaban a cerca de un millón de chilenos inscritos automáticamente en los registros electorales, pero que no tienen el derecho básico a sufragar por el solo hecho de vivir en el extranjero.
La implementación de este proyecto de ley no va a ser fácil, especialmente porque nuestros compatriotas se radican esencialmente en quince países del mundo, donde sumamos 49 representaciones consulares. Organizar elecciones en ese marco jurídico es bien complejo. Obviamente, la infraestructura de estas oficinas consulares no ha sido diseñada para que sean utilizadas como sedes de votación o, en algunos casos, se encontrarán muy alejadas de las principales colonias de chilenos.
Para estos efectos, las normas que estudiamos esta mañana se sustentan en cuatro pilares, que son los cuatro objetivos que debe cumplir este nuevo proceso de derecho a voto en el extranjero: primero, la más amplia participación posible; segundo, la confiabilidad y seguridad del proceso electoral; tercero, que sea sustentable en el tiempo, y cuarto, la mantención del prestigio de nuestra institucionalidad electoral.
De esta manera, nuestros compatriotas que por distintas razones viven hoy fuera de la patria serán incluidos en una nómina de chilenos con derecho a voto que está elaborando el Servicio Electoral y van a poder realizar y recibir propaganda electoral para tomar sus decisiones de manera informada. En suma, van a poder ejercer todos los derechos que cualquier chileno puede exigir durante el proceso más relevante de nuestra democracia: el sufragio.
Con todo, quiero manifestar mi aprensión respecto de la mantención del voto por la vía tradicional, ya que considero que están dadas todas las condiciones para haber implementado el voto por la vía electrónica, no solo para el voto de los chilenos en el extranjero, sino también en las elecciones y plebiscitos que periódicamente se realizan al interior del territorio nacional. En tal sentido, hemos desarrollado múltiples iniciativas con varios parlamentarios con quienes hemos golpeado las puertas del Servel y del Ministerio Secretaría General de la Presidencia en aras de una medida que tiene mucho sentido para una democracia debilitada, como la nuestra.
Termino mi exposición con la convicción de que estamos cumpliendo con un postergado compromiso y deber con la comunidad de chilenos que por muchas razones han debido realizar sus vidas fuera de la patria. Ellos nunca han bajado los brazos y cada vez que los visitan nuestros Presidentes en gira nos recuerdan y exigen el cumplimiento de una promesa que, con matices, han suscrito todos y todas quienes han postulado a la Presidencia de la República, pero que nadie ha cumplido, hasta ahora.
“La justicia tarda, pero llega”, dice el viejo adagio jurídico. Y para miles de compatriotas que viven en tierras lejanas y que se sienten unidos afectivamente a nuestro país, ese día ha llegado. Desde hoy, en las siguientes elecciones, podrán tomar decisiones como un chileno más, en plenitud de sus derechos.
Cuando esta sesión termine y este proyecto se convierta en ley, Chile será un país más inclusivo, más democrático, más integrador y, sobre todo, más coherente con la idea de que la ciudadanía es un derecho, un verdadero privilegio que pertenece indisolublemente a todos y a cada uno de los chilenos y chilenas, cualquiera sea el lugar en que vivan.
He dicho.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Bernardo Berger .
El señor BERGER.-
Señor Presidente, resultaría injusto e, incluso, ilegal no apoyar este proyecto si consideramos los varios tratados internacionales ratificados por Chile, y aun más si consideramos que nuestra propia Constitución Política y legislación civil establecen las bases para que los chilenos sigan sujetos a las leyes y derechos patrios, aunque tengan su residencia en el extranjero.
En mi opinión, aunque este proyecto es justo para los residentes en el extranjero, sobre todo para aquellos que han partido recientemente a perfeccionarse profesionalmente en el exterior o para quienes han salido del país en busca de mejores horizontes, dadas las condiciones económicas que imperan actualmente en nuestro país, no deja de ser un instrumento que favorece al gobierno de turno, sobre todo si consideramos que el proceso eleccionario estará a cargo de funcionarios de total confianza de ese gobierno, sin ningún contrapeso o sistema que asegure la imparcialidad, que perfectamente podrían condicionar o direccionar el voto.
Hasta donde he podido constatar, el proyecto no contiene ningún mecanismo que asegure esa imparcialidad, ya que el proceso dependerá del personal de las embajadas y de los consulados, que claramente tienen una tendencia política a favor del gobierno de turno.
No olvidemos que se trata de funcionarios del servicio exterior, respecto de los cuales muchos chilenos y chilenas dependen para diversos trámites. Por lo tanto, no son funcionarios cualesquiera, sino quienes asumen un rol de función pública electoral que son designados por el gobierno, de manera que debemos aseguramos de que no influyan en la intención de esos votantes en el extranjero.
Se debe asegurar que sea un acto de la mayor transparencia posible. En nuestro país se cuenta con apoderados de mesa que, de alguna manera, pueden ejercer una fiscalización respecto de la legalidad y la legitimidad de los votos emitidos. ¿Pero cómo aseguramos este mecanismo en el exterior?
Además, se debe considerar el aumento del gasto público. De acuerdo al informe de la comisión, se considera un mayor gasto de poco más de 494 millones de pesos, por una sola vez, durante el primer año de aplicación y más de 3.000 millones de pesos en los años en que se realice un acto electoral que considere la posibilidad de votar en el exterior, cifras que, a mi parecer, son bastante considerables como para que se gasten en un proceso que no asegure la debida imparcialidad.
En fin, apoyo la iniciativa, con la salvedad antes mencionada, ya que me parece totalmente justo y necesario establecer un mecanismo que asegure la imparcialidad de los funcionarios a cargo del proceso en el extranjero, que claramente son de gobierno, para así evitar que se condicione la intención de voto de los chilenos residentes en el exterior.
He dicho.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Pepe Auth .
El señor AUTH.-
Señor Presidente, tener la oportunidad de hablarles a ciudadanos de Quilicura es una feliz coincidencia, pues ellos son parte de los grandes distritos en los que competiremos el 19 de noviembre de 2017.
Hoy concluyen largos años de debate y de tramitación legislativa. Termina, además, lo que yo calificaría como una incomprensible resistencia a cumplir un mandato constitucional que hace iguales en derechos a todos los ciudadanos mayores de 18 años, sin importar dónde vivan.
En la práctica, cuando se introdujo la reforma que estableció la inscripción automática, incorporamos a todos los chilenos de dentro y de fuera de Chile al derecho a voto. Naturalmente, solo era una ficción para los chilenos que vivían en el exterior, pues no podían ejercerlo en el lugar donde vivían.
Por lo tanto, para cumplir dicho mandato fue necesario introducir modificaciones en la Ley Orgánica Constitucional sobre Sistema de Inscripciones Electorales y Servicio Electoral. Sin embargo, para avanzar -hay que decirlo y lamentarlo tuvimos que retroceder, limitando el derecho a voto de los chilenos en el exterior a las elecciones presidenciales, plebiscitos y primarias presidenciales. Lo hicimos porque, de otro modo, no íbamos a tener mayoría para aprobar la materia.
Feliz, y tardíamente también, el diputado señor René Manuel García , destacado militante de Renovación Nacional, estuvo dispuesto a que el derecho a voto de los chilenos en el exterior fuera pleno, sin restricciones, como lo planteamos durante todo este debate. Lo invito, entonces, a que en cuanto se apruebe este, suscriba conmigo un proyecto de ley para que en las siguientes elecciones parlamentarias y presidenciales, sin importar dónde vivan, los chilenos puedan participar en la definición de los destinos de nuestro país.
Algunos trasladan su resistencia a la desconfianza hacia los funcionarios de la Cancillería que van a organizar el proceso electoral. Fui embajador de Chile y quiero decirle al diputado que me antecedió en el uso de la palabra que es un insulto a la carrera funcionaria, que encarna el ministro de Relaciones Exteriores, que se diga que nuestros cónsules podrían ser un instrumento político de un gobierno determinado.
He conocido a decenas de cónsules, pues he recorrido varios países, y sé de la dedicación a los intereses de la patria que tienen aquellos formados en la carrera diplomática. No son funcionarios de confianza de un gobierno que puede removerlos a voluntad, como se dijo; son funcionarios del país; tienen una misión de Estado y, por lo tanto, perfectamente -están en condiciones de hacerlo pueden representar al Servel, que es el garante de los resultados en los procesos eleccionarios.
El próximo 19 de noviembre de 2017 Chile volverá ser uno, donde todos los compatriotas tendrán iguales derechos, vivan donde vivan.
No existe razón alguna, entonces, para abrigar temores relacionados con esta materia, aunque hasta hace poco estos sí existían. A mi juicio, eso es reflejo de un provincianismo atrabiliario, completamente desacordado con las condiciones del mundo de hoy. Lo digo como testimonio de un embajador.
A todos los chilenos que residen en el exterior les late el corazón al ritmo de Chile. Nunca comí tantas empanadas, bailé tantas cuecas y recaudé tanto dinero para la Teletón o para las reconstrucciones que cuando viví en Suecia y compartí con las comunidades de chilenos del norte, del sur y de todos los rincones de ese país. Hoy ellos me despiertan con las noticias de Chile, porque están más enterados de las incidencias de nuestro país que la mitad de los chilenos que no participa en las elecciones.
Quiero expresar mi satisfacción porque aquí termina un largo trámite legislativo. Le agradezco a la derecha que haya cambiado de opinión, algunos con resignación y otros con entusiasmo. Por supuesto, saludo más a quienes lo hicieron con entusiasmo.
Es mejor que Chile sea uno y que todos tengan los mismos derechos, sin importar dónde vivan.
He dicho.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Ha finalizado el tiempo destinado al Orden del Día. Las diputadas Andrea Molina, Maya Fernández y Loreto Carvajal , y los diputados Ignacio Urrutia y Felipe Letelier , quienes se encuentran inscritos para hacer uso de la palabra, pueden insertar sus discursos.
-Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre las modificaciones del Senado en los siguientes términos:
El señor ANDRADE (Presidente).-
Corresponde votar las modificaciones introducidas por el Senado al proyecto de ley, iniciado en mensaje, que regula el ejercicio del derecho a voto de los chilenos en el extranjero, para cuya aprobación se requiere el voto favorable de 71 señoras y señores diputados en ejercicio.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 110 votos; por la negativa, 0 voto. Hubo 1 abstención.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Aprobadas.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Aguiló Melo, Sergio ; Alvarado Ramírez , Miguel Ángel ; Álvarez Vera, Jenny ; Álvarez-Salamanca Ramírez , Pedro Pablo ; Andrade Lara, Osvaldo ; Arriagada Macaya, Claudio ; Auth Stewart, Pepe ; Barros Montero, Ramón ; Becker Alvear, Germán ; Bellolio Avaria, Jaime ; Berger Fett, Bernardo ; Boric Font, Gabriel ; Campos Jara, Cristián ; Cariola Oliva, Karol ; Carmona Soto, Lautaro ; Carvajal Ambiado, Loreto ; Ceroni Fuentes, Guillermo ; Chahin Valenzuela, Fuad ; Chávez Velásquez, Marcelo ; Cicardini Milla, Daniella ; Coloma Alamos, Juan Antonio ; Cornejo González, Aldo ; Edwards Silva, José Manuel ; Espejo Yaksic, Sergio ; Espinosa Monardes, Marcos ; Espinoza Sandoval, Fidel ; Farcas Guendelman, Daniel ; Farías Ponce, Ramón ; Fernández Allende, Maya ; Flores García, Iván ; Fuentes Castillo, Iván ; Fuenzalida Figueroa, Gonzalo ; Gahona Salazar, Sergio ; García García, René Manuel ; Girardi Lavín, Cristina ; Godoy Ibá��ez, Joaquín ; González Torres, Rodrigo ; Gutiérrez Gálvez, Hugo ; Gutiérrez Pino, Romilio ; Hasbún Selume, Gustavo ; Hernández Hernández, Javier ; Hernando Pérez, Marcela ; Hoffmann Opazo , María José ; Jackson Drago, Giorgio ; Jaramillo Becker, Enrique ; Jarpa Wevar, Carlos Abel ; Jiménez Fuentes, Tucapel ; Kast Rist, José Antonio ; Kast Sommerhoff, Felipe ; Kort Garriga, Issa ; Lemus Aracena, Luis ; León Ramírez, Roberto ; Letelier Norambuena, Felipe ; Lorenzini Basso, Pablo ; Macaya Danús, Javier ; Melo Contreras, Daniel ; Meza Moncada, Fernando ; Mirosevic Verdugo, Vlado ; Molina Oliva, Andrea ; Monckeberg Bruner, Cristián ; Monckeberg Díaz, Nicolás ; Monsalve Benavides, Manuel ; Morano Cornejo, Juan Enrique ; Nogueira Fernández, Claudia ; Núñez Arancibia, Daniel ; Núñez Lozano, Marco Antonio ; Núñez Urrutia , Paulina ; Ojeda Uribe, Sergio ; Ortiz Novoa, José Miguel ; Pacheco Rivas, Clemira ; Pascal Allende, Denise ; Paulsen Kehr, Diego ; Pérez Arriagada, José ; Pérez Lahsen, Leopoldo ; Pilowsky Greene, Jaime ; Poblete Zapata, Roberto ; Provoste Campillay, Yasna ; Rathgeb Schifferli, Jorge ; Rincón González, Ricardo ; Rivas Sánchez , Gaspar ; Robles Pantoja, Alberto ; Rocafull López, Luis ; Rubilar Barahona, Karla ; Sabag Villalobos, Jorge ; Sabat Fernández, Marcela ; Saffirio Espinoza, René ; Saldívar Auger, Raúl ; Sandoval Plaza, David ; Santana Tirachini, Alejandro ; Schilling Rodríguez, Marcelo ; Silber Romo, Gabriel ; Silva Méndez, Ernesto ; Soto Ferrada, Leonardo ; Squella Ovalle, Arturo ; Tarud Daccarett, Jorge ; Teillier Del Valle, Guillermo ; Torres Jeldes, Víctor ; Trisotti Martínez, Renzo ; Tuma Zedan, Joaquín ; Turres Figueroa, Marisol ; Urízar Muñoz, Christian ; Urrutia Bonilla, Ignacio ; Urrutia Soto, Osvaldo ; Vallejo Dowling, Camila ; Vallespín López, Patricio ; Van Rysselberghe Herrera, Enrique ; Venegas Cárdenas, Mario ; Verdugo Soto, Germán ; Walker Prieto, Matías ; Ward Edwards, Felipe .
-Se abstuvo el diputado señor Ulloa Aguillón , Jorge .
El señor ANDRADE (Presidente).-
Con la venia de la Sala, se procederá a eliminar el número 33) del artículo 1° del proyecto, relativo al artículo 60 de la Ley Orgánica Constitucional sobre Sistema de Inscripciones Electorales y Servicio Electoral, N° 18.556, puesto que dicha norma fue reemplazada, en sentido diverso, por el número 3) del artículo 5° de la ley N° 20.900, de 14 de abril de 2016.
¿Habría acuerdo?
Acordado.
Despachado el proyecto.
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