REP�BLICA DE CHILE DIARIO DE SESIONES DEL SENADO PUBLICACI�N OFICIAL LEGISLATURA 335�, ORDINARIA Sesi�n 10�, en martes 1� de julio de 1997 Ordinaria (De 16:16 a 20:32) PRESIDENCIA DE LOS SE�ORES SERGIO ROMERO, PRESIDENTE, Y EUGENIO CANTUARIAS, VICEPRESIDENTE SECRETARIOS, LOS SE�ORES JOS� LUIS LAGOS L�PEZ, TITULAR Y CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, SUBROGANTE ____________________ � N D I C E Versi�n Taquigr�fica P�g. I.ASISTENCIA......................................................................................................... II.APERTURA DE LA SESI�N............................................................................... III.TRAMITACI�N DE ACTAS.............................................................................. IV.CUENTA............................................................................................................... Acuerdos de Comit�s................................................................... Permiso constitucional.......................................................... V.ORDEN DEL D�A: Proyecto de reforma constitucional, en tercer tr�mite, que crea el Ministerio P�blico (se aprueba)........................................... Proyecto de ley, en tr�mite de Comisi�n Mixta, sobre reforma tributaria (se posterga su discusi�n)........................................ Permiso constitucional................................................................ Proyecto de ley, en segundo tr�mite, que regulariza construcci�n de bienes ra�ces urbanos sin recepci�n definitiva (se aprueba en general)........................................................................ Proyecto de ley, en segundo tr�mite, que modifica normas sobre contratos de mutuos hipotecarios endosables respecto de beneficiarios de subsidio habitacional (se aprueba en general)......... Proyecto de ley, en segundo tr�mite, que modifica el C�digo del Trabajo, con el objeto de conceder derechos que indica a padres trabajadores que se�ala(se aprueba en particular)........................... Proyecto de acuerdo, en segundo tr�mite, que aprueba la Convenci�n sobre Seguridad del Personal de las Naciones Unidas y el Personal Asociado (se aprueba en general y particular)................................. Proyecto de acuerdo, en segundo tr�mite, que aprueba el Acuerdo con la Comunidad del Caribe sobre Cooperaci�n Cient�fica y T�cnica (se aprueba en general y particular)............................................... Homenaje a la Marina Mercante Nacional (se rinde)....................... Proyecto de acuerdo, en segundo tr�mite, que aprueba enmienda a Convenci�n sobre Derechos del Ni�o (se aprueba en general y particular)..................................................................... Proyecto de ley, en segundo tr�mite, que modifica el art�culo 46 del C�digo de Justicia Militar (queda para segunda discusi�n).............. Proyecto de ley, en tr�mite de Comisi�n Mixta, que prorroga vigencia de tarifas de empresas de telecomunicaciones (se acuerda archivarlo). Sesi�n secreta. VI.INCIDENTES: Peticiones de oficios (se anuncia su env�o).. La pobreza. Su redefinici�n y medici�n. Oficios (observaciones del se�or Calder�n) Construcci�n de megapuerto en Mejillones (observaciones del se�or Mu�oz Barra).. Mayores recursos para Cuerpo de Bomberos. Oficios (observaciones del se�or Cantuarias)... VERSI�N TAQUIGR�FICA I. ASISTENCIA Asistieron los se�ores: --Alessandri Besa, Arturo --Bitar Chacra, Sergio --Calder�n Ar�nguiz, Rolando --Cantuarias Larrondo, Eugenio --Carrera Villavicencio, Mar�a Elena --Cooper Valencia, Alberto --D�az S�nchez, Nicol�s --D�ez Urz�a, Sergio --Err�zuriz Talavera, Francisco Javier --Feli� Segovia, Olga --Fern�ndez Fern�ndez, Sergio --Frei Ruiz-Tagle, Carmen --Gazmuri Mujica, Jaime --Hamilton Depassier, Juan --Hormaz�bal S�nchez, Ricardo --Horvath Kiss, Antonio --Huerta Celis, Vicente Enrique --Lagos Cosgrove, Julio --Larra�n Fern�ndez, Hern�n --Lavandero Illanes, Jorge --Letelier Bobadilla, Carlos --Martin D�az, Ricardo --Matta Aragay, Manuel Antonio --Mc-Intyre Mendoza, Ronald --Mu�oz Barra, Roberto --N��ez Mu�oz, Ricardo --Ominami Pascual, Carlos --Otero Lathrop, Miguel --P�ez Verdugo, Sergio --P�rez Walker, Ignacio --Pi�era Echenique, Sebasti�n --Prat Alemparte, Francisco --R�os Santander, Mario --Romero Pizarro, Sergio --Ruiz De Giorgio, Jos� --Ruiz-Esquide Jara Mariano --Siebert Held, Bruno --Sinclair Oyaneder, Santiago --Sule Candia, Anselmo --Thayer Arteaga, William --Urenda Zegers, Beltr�n --Vald�s Subercaseaux, Gabriel --Zald�var Larra�n, Adolfo --Zald�var Larra�n, Andr�s Concurrieron, adem�s, los se�ores Ministros Secretario General de Gobierno y de Justicia. Actu� de Secretario el se�or Jos� Luis Lagos L�pez, y de Prosecretario, el se�or Carlos Hoffmann Contreras. II. APERTURA DE LA SESI�N --Se abri� la sesi�n a las 16:16, en presencia de 44 se�ores Senadores. El se�or ROMERO (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesi�n. III. TRAMITACI�N DE ACTAS El se�or ROMERO (Presidente).- Se dan por aprobadas las actas de las sesiones 50�, ordinaria, en 14 de mayo del presente a�o, y 51�, especial, y 52�, ordinaria, en 15 de mayo del a�o en curso, que no han sido observadas. Las actas de las sesiones 53�, especial, y 54�, ordinaria, ambas en 20 de agosto del presente a�o, y sesi�n 1�, en 3 de junio del a�o en curso, se encuentran en Secretar�a a disposici�n de los se�ores Senadores, hasta la sesi�n pr�xima, para su aprobaci�n. (V�anse en los Anexos las actas aprobadas). IV. CUENTA El se�or ROMERO (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretar�a. El se�or HOFFMANN (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas: Mensajes Diez de Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica: Con los seis primeros retira la urgencia y la hace presente, nuevamente, con el car�cter de "Suma", a los proyectos de ley que se se�alan: 1.- El que faculta al Presidente de la Rep�blica para dictar el Estatuto del Personal de las Fuerzas Armadas, modificar las leyes de plantas de estas Instituciones y efectuar encasillamientos del personal. (Bolet�n N� 1955 -02). 2.- El que modifica las leyes sobre Impuesto a la Renta y sobre Impuesto a las Ventas y Servicios, el C�digo Tributario, y otras normas legales. (Bolet�n N� 1687-059). 3.- El que modifica la Ley General de Bancos; el decreto ley N� 1997, de 1975; la ley N� 18.010 y el C�digo de Comercio. (Bolet�n N� 1404-05). 4.- E1 que crea el Ministerio Publico. (Bolet�n N� 1943-07). 5.- El que modifica los cuerpos legales que indica, en materias de colectores de aguas lluvias y redes secundarias. (Bolet�n N� 1325-09) 6.- El que modifica el r�gimen jur�dico aplicable al sector de los servicios sanitarios. (Bolet�n N� 1592-09). --Quedan retiradas las urgencias, se tienen presentes las nuevas calificaciones y se manda agregar los documentos a sus antecedentes. Con el s�ptimo al d�cimo, hace presente la urgencia, con el car�cter de "Suma", a los siguientes asuntos: 1.- Proyecto de acuerdo sobre aprobaci�n del Convenio N� 151 de la Organizaci�n Internacional del Trabajo. (Bolet�n N� 1958 10). 2.- Proyecto de ley que modifica el decreto ley N� 701, de 1974, sobre Fomento Forestal. (Bolet�n N� 1594-01). 3.- Proyecto de ley que moderniza el sector portuario estatal. (Bolet�n N� 1688-09). 4.- Proyecto de ley que otorga recursos a la Comisi�n Nacional de Investigaci�n Cient�fica y Tecnol�gica (CONICYT) para que entere su aporte al Proyecto Astron�mico G�mini. (Bolet�n N� 1987-19). --Se tienen presentes las urgencias y se manda agregar los documentos a sus antecedentes. Oficios Dos de la C�mara de Diputados, con los que comunica que ha dado su aprobaci�n a los siguientes asuntos 1.- El proyecto de acuerdo que aprueba el Acuerdo de Reciprocidad entre la Rep�blica de Chile y la Rep�blica de Colombia, celebrado por intercambio de Notas de 18 de enero y 9 de mayo de 1995, perfeccionado en Bogot�, por el cual se autoriza a los familiares dependientes del personal Diplom�tico, Consular, Administrativo y T�cnico acreditado ante las Misiones Diplom�ticas y Consulares de ambos pa�ses para desarrollar actividades remuneradas en el Estado receptor. (Bolet�n N� 1883-10). (V�ase en los Anexos, documento 1). --Pasa a la Comisi�n de Relaciones Exteriores. El que modifica la ley N� 18.340, sobre arancel consular. (Bolet�n N� 842-10). (V�ase en los Anexos, documento 2). --Pasa a la Comisi�n de Relaciones Exteriores y a la de Hacienda. en su caso. Dos del se�or Ministro del Interior: Con el primero responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Cantuarias, relacionado con la construcci�n de uno o m�s colegios en Villa Centinela, sector Los Lobos, Talcahuano, Octava Regi�n. Con el segundo da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Siebert, relativo a la necesidad de que no sea declarado Santuario de la Naturaleza el denominado Parque Pumalin. Dos del se�or Ministro de Hacienda, con los que responde igual numero de oficios enviados en nombre del Senador se�or Larra�n: uno, relativo a la posibilidad de establecer por ley un sistema marco general para la fijaci�n del ingreso m�nimo, de modo que su fijaci�n para cada a�o se efect�e administrativamente por la autoridad; y otro, relacionado con la condonaci�n o postergaci�n del pago de las contribuciones de bienes ra�ces de las provincias de Linares y Cauquenes. Dos del se�or Ministro de Obras P�blicas: Con el primero contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, relativo a la construcci�n de un aer�dromo en la Isla Chul�n, D�cima Regi�n. Con el segundo responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Romero, referido a la posibilidad de realizar un estudio para la construcci�n del camino costero entre Conc�n y Quintero, Quinta Regi�n. Del se�or Ministro de Agricultura, con el que responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Larra�n, en cuanto a la adopci�n de medidas por parte del Instituto de Desarrollo Agropecuario, en beneficio de los agricultores de las provincias de Linares y Cauquenes, con el objeto de paliar las p�rdidas por la sequ�a que las afect�. Del se�or Ministro de Miner�a, con el que contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, relativo a las normas ambientales para el ars�nico y el cadmio, como asimismo acerca del resultado del monitoreo de contaminantes en algas, mariscos, agua y fondo, en el �rea marina de influencia del r�o Loa. Del se�or Ministro Vicepresidente Ejecutivo de la Corporaci�n de Fomento de la Producci�n, con el que responde un oficio enviado en nombre del Senador se�or Cantuarias, concerniente a diversos temas relacionados con la pobreza en el pa�s. Del se�or Director de la Oficina Nacional de Emergencia, con el que da respuesta a un oficio enviado en nombre del Senador se�or Horvath, referido al cumplimiento de los acuerdos de protecci�n para el gasoducto que atraviesa la localidad de San Alfonso, en la Regi�n Metropolitana. Del se�or Vicepresidente Ejecutivo de la Empresa Nacional de Miner�a, con el que contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Hamilton, relativo a la compra efectuada por ENAMI de los minerales entregados en la Fundici�n y Refiner�a Ventanas por la peque�a y mediana miner�as, entre los a�os 1990 y 1996. Del se�or Intendente de la Regi�n de Valpara�so, con el que contesta un oficio enviado en nombre del Senador se�or Hamilton, relacionado con el Programa de Apoyo a los Centros de Padres de Familia --Quedan a disposici�n de los se�ores Senadores. Del Senador se�or Horvath, con el que pide que se resuelva la aclaraci�n solicitada por el se�or Contralor General de la Rep�blica, mediante oficio N� 026368, de los acuerdos de 9 de noviembre de 1994 y de 6 de junio de 1995, mediante los cuales el Senado resolvi� las contiendas de competencia promovidas por la Contralor�a General de la Rep�blica, en el sentido de que estos acuerdos constituyen un pronunciamiento que tiene efectos generales y permanentes. (Bolet�n N� S 298--12). --Pasa a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n Justicia y Reglamento. Informes De la Comisi�n de Gobierno, Descentralizaci�n y Regionalizaci�n y de la de Hacienda, reca�dos en el proyecto de ley, en segundo tramite constitucional, que faculta a las municipalidades para condonar intereses y multas a los adquirentes de edificaciones municipales que indica. (Bolet�n N� 525-05). (V�anse en los Anexos, documentos 3 y 4). De las Comisiones de Relaciones Exteriores, de Econom�a y de Agricultura, unidas, y de la de Hacienda, reca�dos en el proyecto de acuerdo, en segundo tr�mite constitucional, sobre aprobaci�n del Tratado de Libre Comercio, y de los Acuerdos de Cooperaci�n Ambiental y de Cooperaci�n Laboral, suscritos entre los Gobiernos de Chile y de Canad�, con urgencia calificada de "Simple". (Bolet�n N� 2009-10). (V�anse en los Anexos, documentos 5 y 6). De la Comisi�n de Relaciones Exteriores y de la de Hacienda, reca�dos en el proyecto de acuerdo, en segundo tr�mite constitucional, sobre aprobaci�n del Convenio B�sico de Cooperaci�n Cient�fica, T�cnica y Tecnol�gica, entre el Gobierno de la Rep�blica de Chile y el Gobierno de la Rep�blica de Croacia, suscrito en Santiago, el 28 de noviembre de 1994. (Bolet�n N� 1524-10). (V�anse en los Anexos, documentos 7 y 8). De la Comisi�n de Educaci�n, Cultura, Ciencia y Tecnolog�a y de la de Hacienda, reca�dos en el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que crea el R�gimen de Jornada Escolar Completa Diurna, y dicta normas para su aplicaci�n, con urgencia calificada de "Simple". (Bolet�n N� 1906-04). (V�anse en los Anexos, documentos 9 y 10). De la Comisi�n de Defensa Nacional y de la de Hacienda, reca�dos en el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que faculta a Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica para dictar un Estatuto del Personal de las Fuerzas Armadas; modificar las leyes de plantas de estas Instituciones, y efectuar encasillamientos de su personal, con urgencia calificada de "Suma". (Bolet�n N� 1955-02). (V�anse en los Anexos, documentos 11 y 12). De la Comisi�n de Obras Publicas y de la de Vivienda y Urbanismo, reca�dos en el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que modifica el decreto supremo N� 294, de 1984, del Ministerio de Obras Publicas, y el decreto ley N� 1.305, de 1975, en materia de colectores de aguas lluvias y redes secundarias, con urgencia calificada de "Suma". (Bolet�n N� 1325-09). (V�anse en los Anexos, documentos 13 y 14). De la Comisi�n de Agricultura y de la de Hacienda, reca�dos en el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que modifica la ley N� 19.353, que condona deudas derivadas del proceso de reforma agraria. (Bolet�n N� 1784-01). (V�anse en los Anexos, documentos 15 y 16). --Quedan para tabla. Moci�n Del Senador se�or Pi�era, con la que inicia un proyecto de ley que modifica los art�culos 64 y 116 de la ley N� 18.700, Org�nica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, con el objeto de facilitar la votaci�n de personas de edad avanzada, minusv�lidas o impedidas; y permitir la realizaci�n de actividades recreacionales durante el d�a en que se celebren actos eleccionarios. (Bolet�n N� 2041-07). (V�ase en los Anexos, documento 17). --Pasa a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento. El se�or ROMERO (Presidente).- Terminada la Cuenta. ACUERDOS DE COMIT�S El se�or LAGOS (Secretario).- En sesi�n de hoy los Comit�s adoptaron los siguientes acuerdos: 1.- Tratar en primer lugar de la presente sesi�n el proyecto que figura en el n�mero 3 de la tabla, en tercer tr�mite constitucional, que crea el Ministerio P�blico. 2.- Tratar en segundo lugar el informe de la Comisi�n Mixta -signado con el n�mero 4-, reca�do en el proyecto de ley que modifica diversas disposiciones de la Ley sobre Impuesto a la Renta y otros textos legales. 3.- Prorrogar el Orden del D�a de las sesiones ordinarias de hoy y de ma�ana hasta las 20 horas. 4.- Autorizar a las Comisiones para sesionar simult�neamente con la Sala. 5.- Tratar adem�s en la sesi�n de hoy los siguientes proyectos: El que figura en el n�mero 1 del Orden del D�a de hoy, que regulariza la construcci�n de bienes ra�ces urbanos sin recepci�n definitiva, El n�mero 2, que modifica las normas sobre contratos de mutuos hipotecarios endosables respecto de beneficiarios del subsidio habitacional, y c) Los informes de la Comisi�n de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadan�a, reca�dos en las solicitudes de rehabilitaci�n de ciudadan�a, a que se refieren los n�meros 26, 27, 28 y 29 de la tabla. 6.- Tratar en primer lugar de la tabla de la sesi�n del mi�rcoles 9 de julio el proyecto que faculta a Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica para dictar un Estatuto del Personal de las Fuerzas Armadas; modificar las leyes de plantas, y efectuar encasillamientos; y, en seguida, los siguientes proyectos: a) El que moderniza el sistema de remuneraciones del personal del Ministerio de Obras P�blicas, de sus servicios dependientes y del Instituto Nacional de Hidr�ulica, y b) El proyecto, en tercer tr�mite constitucional, que modifica la Ley General de Pesca y Acuicultura para establecer la obligaci�n de instalar un sistema de posicionamiento geogr�fico autom�tico con apoyo satelital. 7.- Enviar a la Comisi�n de Medio Ambiente y Bienes Nacionales el proyecto de acuerdo sobre Tratado de Libre Comercio con Canad�. Dicha Comisi�n rendir� un informe verbal en la sesi�n de ma�ana y el asunto ser� despachado en el primer lugar de la tabla. 8.- Tratar en la sesi�n del jueves 3 de julio los siguientes proyectos: a) El signado con el n�mero 10, en tercer tr�mite constitucional, que modifica el art�culo 42 de la ley N� 18.603, Org�nica Constitucional sobre Partidos Pol�ticos, y b) El que modifica la Ley Org�nica Constitucional de Votaciones Populares y Escrutinios, en relaci�n con la oportunidad en que deben realizarse las elecciones de Diputados y Senadores. 9- Ampliar por 24 horas el plazo para presentar indicaciones al proyecto relativo a la Empresa Portuaria de Chile, es decir, hasta ma�ana a las 18. 10.- Ampliar hasta el martes 8, a las 12, el plazo para presentar indicaciones al proyecto sobre devoluci�n de bienes a los partidos pol�ticos, y 11.- Tratar en la sesi�n de ma�ana los informes de las Comisiones de Obras P�blicas y de Vivienda y Urbanismo, reca�dos en el proyecto sobre colectores de aguas lluvias y redes secundarias. El se�or OTERO.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ROMERO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Otero. El se�or OTERO.- Se�or Presidente, tambi�n acordamos incluir en la tabla del d�a jueves las normas que modifican los C�digos de Procedimiento Penal y Penal, en lo relativo a la detenci�n y normas de protecci�n a los derechos ciudadanos. El se�or ROMERO (Presidente).- Efectivamente, Su Se�or�a, es parte del acuerdo de Comit�s. PERMISO CONSTITUCIONAL El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Pido la palabra, se�or Presidente. El se�or ROMERO (Presidente).- Puede hacer uso de ella, Su Se�or�a. El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Se�or Presidente, entiendo que en el d�a de ayer el Senador se�or Frei pidi� permiso constitucional, pues deb�a ausentarse del pa�s. Desconozco si la Mesa se encuentra al tanto de esa informaci�n. El se�or ROMERO (Presidente).- No ha llegado a nuestro conocimiento la solicitud correspondiente; pero, en cuanto as� suceda, se dar� a conocer, pues la ausencia de un se�or Senador tiene incidencia en los qu�rum. V. ORDEN DEL D�A CREACI�N DE MINISTERIO P�BLICO El se�or ROMERO (Presidente).- Corresponde ocuparse en el proyecto de reforma constitucional, en tercer tr�mite, que crea el Ministerio P�blico. �Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En primer tr�mite, sesi�n 9�, en 19 de noviembre de 1996. En tercer tr�mite, sesi�n 8�, en 18 de junio de 1997. Informes de Comisi�n: Constituci�n, sesi�n 39�, en 9 de abril de 1997. Constituci�n (segundo), sesi�n 53�, en 20 de mayo de 1997. Discusi�n: Sesi�n 40�, en 15 de abril de 1997 (se aprueba en general). Sesi�n 1�, en 3 de junio de 1997 (se despacha en particular). El se�or LAGOS (Secretario).- Con relaci�n al mencionado proyecto, la C�mara de Diputados comunic� que ha tenido a bien aprobarlo con una sola enmienda al n�mero 7 del art�culo 80 A, inciso final, en donde ha sustituido la �ltima frase: "corresponder� a los �rganos establecidos en el C�digo de Justicia Militar, en conformidad a las normas de este C�digo y las leyes respectivas." por la siguiente: "corresponder�n, en conformidad con las normas del C�digo de Justicia Militar y a las leyes respectivas, a los �rganos y a las personas que ese C�digo y esas leyes determinen.". El se�or ROMERO (Presidente).- Tiene la palabra la se�ora Ministra de Justicia. La se�ora ALVEAR (Ministra de Justicia).- Se�or Presidente, se�ores Senadores: La Sala considera el proyecto de reforma constitucional que fue aprobado un�nimemente en la otra rama legislativa con la enmienda que, como ha explicitado el se�or Secretario, tiene por objeto introducir en el inciso final del art�culo 80 A la palabra "personas". Anteriormente, dicha reforma hab�a sido aprobada por el Senado. La disposici�n del inciso final del art�culo 80 A tuvo por objetivo la posibilidad de excluir -lo que fue dado a conocer como una decisi�n legislativa clara y manifiesta- las normas del C�digo de Justicia Militar y las de las leyes especiales correspondientes a esas normas. En tal sentido, dicho inciso se�al� que se exclu�an por las razones que acabo de se�alar. Sin embargo, al momento de discutirse la reforma constitucional en la C�mara de Diputados, se advirti� la omisi�n del concepto de "personas", agreg�ndolo al de "�rganos". Ello era absolutamente imprescindible realizarlo por dos razones: la primera tiene que ver con la posibilidad a futuro, como lo han manifestado los propios �rganos castrenses, de que pueda modificarse el procedimiento penal en funci�n de esta reforma constitucional y del esp�ritu que anima al conjunto de modificaciones a dicho procedimiento. Adicionalmente, se hace absolutamente necesario contemplar a las "personas" en esta reforma, vinculada con disposiciones del C�digo de Justicia Militar y de leyes especiales. Una de esas leyes, la Ley de Seguridad Interior, al referirse a la jurisdicci�n y al procedimiento, establece expresamente en su art�culo 26 que "Los procesos a que dieren lugar los delitos previstos en esta ley, en los T�tulos I, II y VI, p�rrafo 1� del Libro II del C�digo Penal, en el T�tulo IV del Libro III del C�digo de Justicia Militar, se iniciar�n por requerimiento o denuncia del Ministro del Interior o de los Intendentes respectivos, o por la autoridad o persona afectada si se trata de los delitos descritos", y menciona dos normas. En consecuencia, una reforma constitucional como la que estamos debatiendo en este momento requiere, en relaci�n con la justicia militar y leyes especiales, contemplar tanto a los �rganos como a las personas. Y la modificaci�n que hoy se somete a la consideraci�n del Senado, ya aprobada un�nimemente por la C�mara de Diputados, s�lo tiene ese prop�sito. �sa es la explicaci�n, se�or Presidente, de la enmienda que debe ser analizada por la Honorable Sala del Senado. Hago saber que cuando se advirti� esta situaci�n fue necesario, por la premura del tiempo, consultar a algunos se�ores Senadores, quienes estuvieron de acuerdo con la modificaci�n. Gracias, se�or Presidente. El se�or ROMERO (Presidente).- Tiene la palabra el Presidente de la Comisi�n de Constituci�n, Honorable se�or Otero. El se�or OTERO.- Se�or Presidente, antes que nada, quiero dejar constancia en la Sala de que me alegro enormemente de la forma como fue aprobado este proyecto en la C�mara de Diputados. El �nico cambio que se hizo no es en verdad una modificaci�n, ya que se mantiene el esp�ritu del Senado en orden a resguardar el derecho de las personas a ejercer la acci�n penal en ciertos casos. Sin embargo, en el texto evacuado por esta Corporaci�n se pod�a entender que se estaba eliminando al posible actor privado en el �mbito de la justicia militar. La C�mara, en el fondo, no modific� nada de lo propuesto por el Senado, sino que, al contrario, ratific� lo obrado por �ste en el segundo tr�mite. Y debo reconocer que, antes de ponerse en votaci�n la enmienda que se plantea, se nos consult� -por lo menos a m�, como Presidente de la Comisi�n de Constituci�n... El se�or SULE.- A todos los miembros de la Comisi�n, se�or Senador. El se�or OTERO.- Estoy hablando de lo que me consta a m�, Honorable colega. El se�or SULE.- Y yo, de lo que me consta a m�, Su Se�or�a. El se�or OTERO.- Me alegro mucho. Ojal� que hayan sido consultados todos los se�ores Senadores. El asunto es que nosotros dimos nuestro acuerdo para la redacci�n del texto, y por ello me permito proponer a la Sala que apruebe por unanimidad y sin m�s tr�mite la enmienda introducida por la C�mara de Diputados. El se�or ROMERO (Presidente).- Se sugiere aprobar sin m�s tr�mite la modificaci�n planteada por la otra rama del Congreso, la cual fue explicada tanto por la se�ora Ministra como por el se�or Presidente de la Comisi�n de Constituci�n del Senado. Tiene la palabra el Honorable se�or Hamilton. El se�or HAMILTON.- Se�or Presidente, quiero manifestar que tambi�n fui consultado, al igual que los Senadores se�ores Otero y Sule. Y estoy de acuerdo en que se trata de una precisi�n que mejora el texto aprobado por el Senado. Hubo una inadvertencia que se salvar�a con la enmienda propuesta por la C�mara de Diputados, de manera que estamos de acuerdo con la sugerencia hecha por el se�or Presidente de la Comisi�n en orden a aprobarla por unanimidad y sin mayor discusi�n. El se�or ROMERO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Larra�n. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, fui asimismo consultado y, por tanto, quiero agradecer ese acto de deferencia que se tuvo en la C�mara de Diputados al momento de tramitarse esta iniciativa. Como se ha expresado, la finalidad es precisar, m�s que cambiar, un concepto ya aprobado por esta Honorable Sala. El se�or SULE.- ��se es un pleonasmo, Honorable colega! El se�or ROMERO (Presidente).- El Senado, se�ora Ministra, est� muy agradecido de su gentileza. En consecuencia, si le parece a la Sala... El se�or ALESSANDRI.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ROMERO (Presidente).- S�, se�or Senador. El se�or ALESSANDRI.- Se�or Presidente, yo no fui consultado, pero s� informado personalmente por la se�ora Ministra. Y anuncio que aprobar� la modificaci�n. --Se aprueba la modificaci�n, dej�ndose constancia, para los efectos constitucionales relativos al qu�rum, de que emitieron pronunciamiento favorable 32 se�ores Senadores. REFORMA TRIBUTARIA. INFORME DE COMISI�N MIXTA El se�or ROMERO (Presidente).- En seguida, corresponde ocuparse en el informe de la Comisi�n Mixta, formada en virtud de lo dispuesto en el art�culo 68 de la Constituci�n Pol�tica, reca�do en el proyecto que modifica diversas disposiciones de la Ley sobre Impuesto a la Renta; de la Ley sobre Impuesto a las Ventas y Servicios; del C�digo Tributario, y de otros textos legales, con urgencia calificada de "Suma". (V�ase en los Anexos, documento 18). �Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 4�, en 15 de octubre de 1996. En tr�mite de Comisi�n Mixta, sesi�n 43�, en 29 de abril de 1997. Informes de Comisi�n: Hacienda, sesi�n 20�, en 7 de enero de 1997. Hacienda (segundo), sesi�n 34�, en 19 de marzo de 1997. Mixta, sesi�n 10�, en 1� de julio de 1997. Discusi�n: Sesi�n 25�, en 15 de enero de 1997 (se aprueba en general); 35�, en 1� de abril de 1997 (queda para segunda discusi�n); 36� y 37�, en 2 de abril de 1997 (queda pendiente la discusi�n particular); 38�, en 8 de abril de 1997 (se despacha en particular). El se�or LAGOS (Secretario).- En el informe, que ya fue aprobado por la C�mara de Diputados, se hace una relaci�n de las dificultades suscitadas entre ambas C�maras, de su discusi�n y de los acuerdos adoptados por la Comisi�n. �sta, en m�rito de las consideraciones contenidas en dicho documento, recomienda aprobar las proposiciones que ella plantea como forma y modo de resolver las discrepancias habidas entre ambas ramas del Congreso Nacional. El se�or ROMERO (Presidente).- En discusi�n el informe de la Comisi�n Mixta. Tiene la palabra el Honorable se�or Andr�s Zald�var. El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Se�or Presidente, el Senado ya conoci� en su segundo tr�mite constitucional este proyecto, el cual, por haber rechazado la C�mara de Diputados algunas modificaciones introducidas por el Senado, fue sometido al mecanismo de la Comisi�n Mixta. Para ser muy sint�tico -ya que el informe propone a la Sala aprobar el texto en la forma en que fue despachado por la Comisi�n-, aclaro que el punto central en discusi�n era el plazo de prescripci�n del IVA, que el Gobierno suger�a asimilar al plazo ordinario de prescripci�n en materia tributaria, equivalente a tres a�os. El Senado rechaz� esta norma y la C�mara de Diputados insisti� en ella. En la Comisi�n Mixta, se recogi� una insinuaci�n que se hizo durante la discusi�n de la iniciativa en el Senado en el sentido de ir acercando el plazo de prescripci�n del IVA al plazo normal de prescripci�n. Si bien algunos Senadores fueron partidarios de que el primero fuera igual al segundo (tres a�os), finalmente se lleg� al acuerdo de fijarlo en 24 meses, tal como se hab�a propuesto en esta Corporaci�n por algunos Senadores, entre ellos, el Honorable se�or Alessandri. Por ello, creo que la Sala debiera despachar el proyecto en la misma forma en que lo viene planteando la Comisi�n Mixta. El se�or D�EZ.- �Hay otras materias? El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- S�, se�or Senador, pero no tienen la misma trascendencia y por eso no las he mencionado. De cualquier manera, en todas ellas llegamos a un entendimiento en lo que dice relaci�n tanto a la redacci�n como al contenido. Sin duda, el tema m�s importante era el plazo de prescripci�n del IVA. Visto lo anterior, se�or Presidente, considero que proceder�a aprobar el informe de la Comisi�n Mixta, el cual debe ser votado en su globalidad y no por materias. El se�or ROMERO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or D�ez. El se�or D�EZ.- Se�or Presidente, sin el �nimo de entorpecer el despacho del proyecto, creo que en una materia tan importante como una reforma tributaria y su aplicaci�n legal, ser�a conveniente que nosotros, antes de resolver, pudi�semos contar con un texto comparado que diese cuenta del criterio del Senado, del criterio de la C�mara y del propuesto por la Comisi�n Mixta. Resulta muy dif�cil entender lo que se somete a nuestra consideraci�n con el solo texto de esta �ltima, no obstante hacer fe en lo que ha expresado el Honorable se�or Andr�s Zald�var. En consecuencia, pido a la Mesa que recabe el asentimiento de la Sala a fin de postergar el estudio de este asunto para el d�a de ma�ana, a fin de que la Secretar�a del Senado confeccione un texto comparado que nos permita despachar este asunto. El se�or ROMERO (Presidente).- �ste es un trabajo que corresponde a la Comisi�n de Hacienda. Si le parece al Presidente de dicho �rgano t�cnico,... El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Se�or Presidente, la Comisi�n de Hacienda trabaj� sobre la base de un texto comparado y fue tratando el proyecto art�culo por art�culo. Si bien el informe que se ha presentado a la Sala no contiene dicho texto comparado, me parece que de su sola lectura se llega a la conclusi�n de que las modificaciones que se introdujeron respecto de las disposiciones que estaban en controversia se lograron casi siempre por acuerdo un�nime. Y salvo el punto al cual ya hice menci�n, que fue el m�s discutido, que ofrec�a m�s trabas al despacho de la iniciativa y que llevaba el plazo de prescripci�n del IVA al plazo normal, se lleg� a una f�rmula transaccional de 24 meses. En todo caso, de acuerdo con su procedimiento, el Senado es soberano para decidir si posterga la tramitaci�n de este asunto sobre la base de la petici�n que ha formulado el Honorable se�or D�ez. El se�or ROMERO (Presidente).- No obstante compartir el planteamiento del Honorable se�or D�ez, debo hacer presente que el proyecto tiene "Suma" urgencia. Y ocurre que, por acuerdo de Comit�s, deberemos enfrentar ma�ana una tabla muy extensa. De modo que corremos el riesgo de no poder tratar esta iniciativa. El se�or D�EZ.- �Cu�ndo vence la "Suma" urgencia, se�or Presidente? El se�or ROMERO (Presidente).- El 11 de julio. El se�or D�EZ.- Se�or Presidente, no deseo obstaculizar el tratamiento de esta materia, pero debo contar con los elementos de juicio para votar. Si no tengo a mano la documentaci�n racional que permita ver lo que aprobaron el Senado, la C�mara de Diputados y la Comisi�n Mixta, no podr� resolver. El se�or ROMERO (Presidente).- El se�or Secretario dar� una explicaci�n sobre el texto comparado. El se�or LAGOS (Secretario).- Se�or Senador, de acuerdo con una instrucci�n general, la Comisi�n que participa en la Comisi�n Mixta debe preparar esta clase de documentos. El se�or ROMERO (Presidente).- Entonces, el se�or Presidente de la Comisi�n de Hacienda deber� ordenar la confecci�n de un texto comparado, si la Sala acuerda postergar la discusi�n de este tema. Tiene la palabra el Honorable se�or Pi�era. El se�or PI�ERA.- Se�or Presidente, la petici�n formulada por el Honorable se�or D�ez es perfectamente l�gica y racional, pero gen�rica. Porque cuando vemos los informes de las Comisiones Mixtas no contamos con los mismos antecedentes con que se trabaja en la Comisi�n Mixta propiamente tal. Sin embargo, en este caso particular, quiero dejar constancia de que, tal como lo expres� el Honorable se�or Andr�s Zald�var, los acuerdos que se tomaron en la Comisi�n Mixta fueron casi un�nimes y coincidentes con lo que hab�a aprobado el Senado. Los temas fundamentales que se trataron all� fueron, en primer lugar, los mecanismos para evitar la doble tributaci�n, aspecto sobre el cual predomin� el criterio del Senado, que perfeccion� lo aprobado por la C�mara de Diputados y que no fue modificado en el tercer tr�mite; en segundo t�rmino, la ley "tap�n" o el plazo de prescripci�n del IVA, que se trans� en uno intermedio de 24 meses, y en tercer lugar, la concesi�n de mayores facultades fiscalizadoras para el Servicio de Impuestos Internos, en los t�rminos sugeridos durante la discusi�n en el Senado. El �nico punto que qued� pendiente -y no deseo perder la oportunidad de recordarlo- dice relaci�n con el doble rol, de juez y parte, que cumple Impuestos Internos hasta el d�a de hoy, aspecto sobre el cual existe el compromiso -en el cual participaron el Honorable se�or Andr�s Zald�var y el Gobierno, a trav�s del Director de Impuestos Internos- de estudiar y proponer un proyecto de ley. Por lo tanto, y sin perjuicio de compartir la opini�n del Senador se�or D�ez, sugiero aprobar el informe de la Comisi�n Mixta en esta oportunidad, dado lo extenso de la tabla. El se�or ROMERO (Presidente).- �Insiste en su predicamento, Honorable se�or D�ez? El se�or D�EZ.- Se�or Presidente, no me encuentro en condiciones de dar mi casi voto a casi disposiciones que son casi iguales. No lo considero serio. El se�or SULE.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ROMERO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Sule. El se�or SULE.- Se�or Presidente, no podemos perder media hora discutiendo si tratamos o no el tema. Como estamos dentro del tiempo, sugiero que aceptemos la petici�n del Senador se�or D�ez, con el fin de tratar este asunto en la tabla del pr�ximo jueves. El se�or ROMERO (Presidente).- Si le parece a la Sala, proceder�amos de la manera indicada por el Honorable se�or Sule. El se�or SIEBERT.- O bien sometemos el asunto a votaci�n. El se�or ROMERO (Presidente).- Estoy recabando el parecer de la Sala. Si hay asentimiento un�nime, postergaremos el tratamiento del informe de la Comisi�n Mixta hasta el pr�ximo jueves y encargaremos a la Comisi�n de Hacienda preparar un texto comparado, el que se adjuntar� al informe de la Comisi�n Mixta -por lo dem�s, siempre ha habido instrucci�n sobre esto-, a fin de que los se�ores Senadores puedan seguir el debate como corresponde. Acordado. El se�or LARRA�N.- Y contar�amos con la presencia del se�or Ministro. El se�or ROMERO (Presidente).- Tambi�n invitaremos al Secretario de la Cartera para que est� presente con nosotros. Estar�amos muy agradecidos de ese gesto. El se�or OTERO.- �Me permite, se�or Presidente? Para evitar que se presenten estos problemas en el futuro, la Secretar�a debe dar las instrucciones del caso. El se�or ROMERO (Presidente).- Existe una instrucci�n permanente sobre la materia. El se�or OTERO.- Entonces, alguien debe responder por el no cumplimiento. El se�or ROMERO (Presidente).- Se va a reiterar a la Comisi�n respectiva esa solicitud. PERMISO CONSTITUCIONAL El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ROMERO (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Se�or Presidente, para los efectos del qu�rum y de la contabilizaci�n de las votaciones, porque hay leyes org�nicas pendientes, solicitar�a que se diera cuenta de la comunicaci�n que ha hecho llegar a la Mesa el Honorable se�or Arturo Frei. El se�or ROMERO (Presidente).- Acaba de llegar, se�or Senador. El se�or LAGOS (Secretario).- Ha llegado a la Mesa una solicitud del Senador se�or Arturo Frei con la que solicita el acuerdo constitucional necesario para ausentarse del pa�s por m�s de treinta d�as, a partir del 30 de junio. --Se accede. CONSTRUCCI�N DE BIENES RA�CES URBANOS El se�or ROMERO (Presidente).- En seguida, corresponde ocuparse en el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que regulariza la construcci�n de bienes ra�ces urbanos sin recepci�n definitiva, con informe de la Comisi�n de Vivienda y Urbanismo. �Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 30�, en 5 de marzo de 1997. Informe de Comisi�n: Vivienda, sesi�n 35�, en 1� de abril de 1997. El se�or LAGOS (Secretario).- En el informe se deja constancia de que asistieron a la Comisi�n el se�or Ministro de Vivienda, el se�or Subsecretario de dicha Cartera, el Jefe de la Divisi�n de Desarrollo Urbano de ese Ministerio y la asesora jur�dica de la citada Secretar�a de Estado. Asimismo, el informe hace presente que la aprobaci�n general del proyecto requiere qu�rum de ley org�nica constitucional, es decir, qu�rum de las cuatro s�ptimas partes de los se�ores Senadores en ejercicio, de conformidad a lo establecido en el art�culo 107 de la Carta, relativo a administraci�n comunal, en relaci�n con el inciso segundo del art�culo 63 de la Constituci�n. El objetivo principal de la iniciativa, seg�n el informe, es posibilitar que los propietarios de bienes ra�ces urbanos que hayan construido con permiso de edificaci�n o sin �l y que no cuenten con recepci�n definitiva o que hayan materializado de hecho el cambio de destino de las edificaciones existentes en forma no concordante con los usos del suelo permitidos por los planes reguladores, puedan regularizar dichas construcciones de acuerdo al procedimiento que el proyecto establece. La idea de legislar sobre la normativa en estudio fue aprobada con el voto un�nime de los Honorable se�ores Cooper, Frei (don Arturo), Letelier y R�os. En el informe, tambi�n se hace una relaci�n del articulado del proyecto, as� como de su discusi�n y de los acuerdos adoptados respecto de �l. En su parte resolutiva, la Comisi�n propone aprobar la iniciativa de la C�mara de Diputados con las enmiendas que se indican en el informe. El texto aprobado por la Comisi�n consta de siete art�culos, que figuran al final del informe. El se�or ROMERO (Presidente).- En discusi�n general el proyecto. Ofrezco la palabra. El se�or R�OS.- Se�or Presidente, la iniciativa en estudio es sencilla. Tiene como objetivo regularizar un conjunto de construcciones que se han levantado a trav�s del pa�s. Es importante que los se�ores Senadores sepan que, usualmente, cuando el Servicio de Vivienda y Urbanismo entrega un conjunto habitacional de las denominadas viviendas sociales, ya a los 90 d�as l2 � l4 por ciento de ellas son objeto de las primeras ampliaciones -generalmente de l2 a l4 metros cuadrados-, ejecutadas espont�neamente por los vecinos. Durante el a�o siguiente, 38 � 40 por ciento de los vecinos realizan ampliaciones para ir adaptando sus viviendas, algunas de las cuales tienen 36 metros cuadrados. Pero, sin duda alguna, ello crea un problema que debe ser resuelto por parte del municipio mediante cierta planificaci�n que refleje una f�rmula destinada finalmente a adaptar o recoger estas construcciones como patrimonio urbano de la ciudad. Lo normal es que esas operaciones se hagan con arquitectos y constructores, aplicando todas las normas pertinentes, pero como se trata de �reas o de viviendas o ampliaciones peque�as y livianas, el Ministerio correspondiente ha considerado necesario aceptar definitivamente ese tipo de viviendas, sin la obligaci�n de aplicar todas las normas t�cnicas. Y, en este sentido, el proyecto menciona los siguientes casos: primero, viviendas no superiores a 70 metros cuadrados; segundo, viviendas que no excedan de 140 metros cuadrados, siempre que cumplan determinadas normas que la misma ley se�ala y que las obliga a una necesaria armon�a con el entorno urbano; luego, diversas construcciones de organizaciones comunitarias o religiosas, pues, como sabemos, existen much�simos templos cristianos que se han levantado en distintos barrios a lo largo de Chile, y, por �ltimo, el de algunas peque�as microempresas inofensivas cuyas edificaciones corresponden a talleres de costuras, etc�tera, que tambi�n se relacionan con las viviendas o con las personas que habitan las distintas poblaciones. En ese �mbito se desarrolla esta iniciativa. Se estima que en el pa�s aproximadamente un mill�n de construcciones deben regularizarse en la forma que establece el proyecto. Por otro lado, cabe destacar que al alcalde y al concejo se entrega la responsabilidad de aplicar o no esta ley en su comuna, lo cual permite llevar a la pr�ctica disposiciones conforme a los criterios que establezca la propia municipalidad. Y, al mismo tiempo, se se�ala que los requisitos para regularizar las viviendas y eventuales ampliaciones no superiores a 70 metros cuadrados consisten simplemente en la elaboraci�n de un croquis en el que conste un plano general de la vivienda y algunas especificaciones t�cnicas resumidas. La Comisi�n, en virtud de lo anterior, estima muy interesante e importante aprobar en general y en particular el proyecto, el que no requiere de mayores indicaciones, pues se ha considerado la totalidad de las situaciones sociales existentes en estas materias y pensamos que es oportuno, para lograr un buen desarrollo urbano, acoger como patrimonio de las comunas las distintas construcciones que se han mencionado. He dicho. El se�or ROMERO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Sule. El se�or SULE.- Se�or Presidente, nos encontramos ante un proyecto de ley que dice relaci�n directa con una forma de marginaci�n que viven vastos sectores de nuestra poblaci�n. Esta marginaci�n excluye su participaci�n en las decisiones de los que gobiernan el sistema en los distintos niveles. Los excluye del disfrute de los recursos, de las garant�as, de los privilegios que el sistema asegura a la mayor parte de sus miembros. Tambi�n podemos afirmar enf�ticamente que se trata de un aspecto de la pobreza y, como ha expresado un especialista, la pobreza es la forma macrosc�pica de la desigualdad. El Gobierno de la Concertaci�n est� enfrentando el tema de la pobreza con gran decisi�n y despliegue de recursos. Recientemente, en el informe presentado sobre Desarrollo Humano ante las Naciones Unidas, nuestro pa�s subi� del lugar 33 al 30 en el �ndice que mide este aspecto. La materia que nos preocupa es una iniciativa orientada a aquellos propietarios de viviendas sociales que han realizado ampliaciones y dem�s construcciones con o sin permiso municipal de edificaci�n. Se trata de que regularicen su situaci�n legal y administrativa ante los organismos t�cnicos correspondientes. Tambi�n el proyecto busca encausar dentro de la legalidad las edificaciones que albergan actividades de car�cter microempresarial inofensivas. En estos casos, se trata de un nivel de subsistencia personal y familiar, que se encuentran y emanan de la ilegalidad y la marginalidad. La dictaci�n de esta ley beneficiar� aproximadamente a 600 mil microempresas informales y permitir� regularizar situaciones de otras 400 mil. En conjunto, ambas actividades generan m�s de un mill�n seiscientos mil empleos en el pa�s. En el lenguaje de algunos economistas nos encontramos ante un caso t�pico de "econom�a sumergida". Nos preguntamos por qu� se ha producido esta situaci�n. La respuesta tiene dos vertientes. Por una parte, el costo econ�mico que demanda el pago de derechos, permisos e impuestos, y por otra, las enormes trabas burocr�ticas, la complejidad de los tr�mites, los papeleos y el tiempo que todo esto ocupa. Esta iniciativa legal permitir�, por una sola vez, resolver tales cuestiones con un m�nimo de requisitos. Resulta evidente la ventaja que esto puede significar para una microempresa, ya que la coloca en situaci�n de estar apta para acceder a apoyo crediticio, asistencia t�cnica o a capacitaci�n. Es interesante destacar que en el marco del informe de las Naciones Unidas, �ste aclara que, fundamentalmente, para superar la pobreza "lo que falta no son recursos ni soluciones econ�micas, sino el impulso pol�tico para enfrentar directamente el problema". Hoy nos encontramos ante una gran oportunidad de ayudar a un grupo importante de nuestros conciudadanos, al resolver un problema que los integrar� plenamente a la sociedad. Ser�a deseable que los alcaldes y los concejos municipales se replantearan el tema de los costos de esta operaci�n. El proyecto de ley se�ala que por regularizar viviendas inferiores a 70 metros se pagar�a el 25 por ciento de los derechos correspondientes, y, en el resto de los casos, el 50 por ciento. En el marco actual de la situaci�n de emergencia que vive el pa�s tras las inundaciones, es f�cil suponer que gran parte de los afectados pertenece al segmento que la ley pretende beneficiar. Ofrecer facilidades de pago o intentar rebajar a�n m�s las tasas propuestas, ser�a un importante incentivo para la regularizaci�n que se pretende realizar. Por lo dicho, votar�, con mucho agrado, favorablemente el proyecto. He dicho. El se�or ROMERO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Horvath. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, estamos enfrentando una iniciativa legal que es una segunda versi�n de algo que en el pasado se conoci� como "la ley del monito". En verdad, bastaba presentar un dibujo bien hecho, un croquis -como el que se plantea aqu�- con una escala determinada, y con esos antecedentes, dentro de determinadas condiciones, se pod�an regularizar viviendas, centros comunitarios como los que se han se�alado, o microempresas. Lo anterior demuestra que la realidad es bastante m�s din�mica que la trama burocr�tica y que las normas legales en su intento de evitar ciertos hechos. Los costos que deber�an pagar las personas beneficiarias del proyecto para acceder a la atenci�n profesional y llevar a cabo todos los tr�mites pertinentes, son muy altos, seg�n las exigencias legales vigentes. Adem�s, su actual situaci�n les impide tener movilidad social en un sentido ascendente, por cuanto, como se ha se�alado, no pueden optar a una serie de beneficios. Pero ello tambi�n significa una merma important�sima para el ingreso municipal, porque, evidentemente, las personas dejan de pagar patentes y otras obligaciones que incrementan los recursos municipales. Y estamos hablando de 600 mil microempresarios, por lo tanto, no deja de ser algo relevante para los municipios del pa�s. Por lo anterior, resulta sumamente conveniente aprobar el proyecto y, junto con ello, efectuar una revisi�n m�s profunda de la Ley General de Urbanismo y Construcciones. En el informe de la Comisi�n, el se�or Ministro se�al� que con la llamada "Ley de calidad de la construcci�n" se ha flexibilizado, en alguna medida, el sistema de permisos y recepciones municipales. Sin embargo, con el debido respeto, debo decir que, parad�jicamente, precisamente las viviendas que cumplen con todas las normas y estipulaciones se han visto afectadas dram�ticamente en las �ltimas emergencias, lo que, probablemente, no ha ocurrido en las de construcci�n espont�nea, donde el ingenio popular y los medios a que recurre para resolver las dificultades dan como resultado, a veces, viviendas, lejos, m�s arm�nicas con las condiciones que nos impone el medio ambiente. Por lo anterior, estimo conveniente votar favorablemente en general y particular esta iniciativa, porque es de muy r�pido procedimiento el plazo de 18 meses, pero, s�, debemos... El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Se�or Senador, �me permite una interrupci�n? El se�or HORVATH.- Con la venia de la Mesa, por supuesto. El se�or ROMERO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Andr�s Zald�var. El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Se�or Presidente, la iniciativa es bastante importante en lo que respecta a la regularizaci�n de viviendas. No quiero pronunciarme en forma cr�tica acerca de la microempresa, pero existe un problema que habr�a que precisar: c�mo compatibilizar esta iniciativa con los planes reguladores de las municipalidades, en los cuales se determinan las �reas de instalaci�n o de funcionamiento de las microempresas, porque, autom�ticamente, de acuerdo al art�culo 1�, se entender�a que pasar�an por sobre la determinaci�n del uso del suelo permitido en los planes reguladores. O sea, en virtud de esta disposici�n, bastar�a con regularizar la situaci�n de las microempresas o peque�as empresas, para poner en jaque la totalidad de los planes reguladores que hoy d�a estamos tratando de aprobar. Y esto lo entiendo, sobre todo en el caso de mi circunscripci�n, en la Regi�n Metropolitana, donde tenemos dificultades que hay solucionar, actividades que no son ofensivas, o deteriorantes del medio ambiente, pero que debemos erradicar, como talleres, garajes, que se hallan en sectores residenciales, cuesti�n que los propios vecinos han hecho presente. Entonces, quiero saber c�mo se compatibilizar�n los planes reguladores con la regularizaci�n del uso del suelo. El se�or HORVATH.- Tal duda la aclaran los art�culos siguientes, cuando se habla de que las microempresas inofensivas deber�n atenerse a las normas sanitarias y, adem�s, a una serie de otros requisitos. Evidentemente, alguien podr�a formular reclamaciones en tal sentido, como en el caso se�alado por el Senador Zald�var de un taller que produce ruidos, despide malos olores o presenta problemas respecto del uso adecuado del plan regulador, y que caer�a dentro de esta categor�a. As� lo entendemos. Sin embargo, si subsisten puntos en blanco -el se�or Presidente de la Comisi�n podr�a intervenir para aclararlos-, podr�an ser materia de indicaciones. El se�or ROMERO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or R�os. El se�or R�OS.- Se�or Presidente, respecto de las observaciones del Honorable se�or Zald�var, acerca de la relaci�n que debe existir entre los planes reguladores y las otras normas legales que se establezcan, el art�culo 2� del proyecto se�ala que las disposiciones de la ley se aplicar�n en aquellas zonas que el concejo comunal respectivo hubiere determinado para la regularizaci�n de todos o de algunos de dichos usos o construcciones. Es decir, es el concejo el que en definitiva resuelve las �reas donde se pondr� en pr�ctica esta norma. De esa forma es posible regularizar los procedimientos que armonicen con las otras responsabilidades municipales que deben enfrentar el concejo y el alcalde. El se�or ROMERO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Alessandri. El se�or ALESSANDRI.- Se�or Presidente, quer�a recalcar s�lo algunos aspectos que aqu� se han se�alado. La iniciativa pretende regularizar alrededor de un mill�n de propiedades -seg�n se ha dicho aqu�-, lo que demuestra que la Ley General de Urbanismo y Construcciones es tan engorrosa y complicada que la gente sencillamente no puede cumplir con ella. Por eso, de vez en cuando, hay que establecer estos blanqueos para que todas las propiedades que no han podido cumplir con la ley, por sus caros y engorrosos tr�mites, lo hagan. Ya sucedi� una vez aqu� con motivo del despacho de una iniciativa sobre concesiones mar�timas: era tanta la demora para obtener los permisos que hubo que dictar una nueva ley que estableci� que quienes hab�an ocupado playas podr�an seguir haci�ndolo hasta el momento en que se los otorgaran. O sea, se hizo una ley que no pod�a aplicarse y, entonces, se dict� otra para dejarla sin efecto. Aqu� pr�cticamente estamos haciendo lo mismo, pues la Ley General de Urbanismo y Construcciones no puede aplicarse por ser demasiado complicada. La gente no tiene tiempo ni dinero para realizar todos los tr�mites exigidos. A mi juicio, la autoridad tendr� que estudiar la manera de simplificar los tr�mites y de permitir que las personas que efect�en estas construcciones cumplan con la ley, sin necesidad de que haya que dictar nuevas leyes para que a su vez se blanqueen todas aquellas infracciones derivadas de su compleja aplicaci�n. Es cuanto deseaba hacer presente y. desde luego, anuncio mi voto favorable. El se�or ROMERO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or D�ez. El se�or D�EZ.- Se�or Presidente, en general, la iniciativa responde a una necesidad y no tengo ning�n inconveniente en aprobarla. Pero, aunque sea breve, debe darse plazo para formular indicaciones porque la redacci�n adolece de algunas imprecisiones que pueden dar origen a interpretaciones controvertidas y a crear, sin ser nuestra intenci�n, una nueva burocracia, ya que una vez m�s estamos exigiendo una serie de requisitos y otorgando diversas facultades, y puede que la ley no sea eficiente. Y como la situaci�n no es an�loga entre las viviendas y la microempresa, hay que entrar a calificarlas en distintas circunstancias y, quiz�s, con procedimientos diferentes. Por eso, lo �nico que pido es que, despu�s de aprobar la iniciativa en general, se d� por lo menos una semana de plazo para presentar indicaciones. Por consiguiente, siento no acceder a la petici�n del Presidente de la Comisi�n de Vivienda y Urbanismo, Honorable se�or R�os, de que el proyecto sea despachado en general y particular a la vez. El se�or ROMERO (Presidente).- Se tendr� presente lo se�alado por Su Se�or�a. Tiene la palabra el Honorable se�or Mc-Intyre. El se�or MC-INTYRE.- Se�or Presidente, las inquietudes que ahora analizamos ya fueron se�aladas por los Senadores se�ores Cooper y R�os. En el informe qued� constancia de su planteamiento al referirse al comportamiento que deben tener las personas interesadas en el aspecto habitacional, el cual -seg�n expresan-, desde el inicio, debe ajustarse a las normas legales, a fin de evitar posteriormente la dictaci�n de normas especiales para dar soluci�n a casos determinados. En el informe se habla de 600 mil microempresas. Es una cifra enorme, y no la creo correcta, pues considero imposible que haya tal n�mero sin haber legalizado su situaci�n. Y el que exista un mill�n de viviendas en situaci�n irregular, tambi�n es algo bastante anormal. De todas maneras, creo que el s�lo hecho de tener que aprobar una iniciativa en estas condiciones -porque estamos obligados a hacerlo- para solucionar problemas pendientes de 600 mil microempresas, no es lo m�s conveniente. Y ello no ha ocurrido s�lo ahora, sino que en otras oportunidades nos hemos visto en la necesidad de tramitar iniciativas en condiciones m�s o menos similares, como la postergaci�n de las elecciones municipales; condonaci�n de deudas impagas a instituciones del Estado; amnist�a a delitos electorales, y regularizaci�n de diversas situaciones. Es decir, varias veces nos hemos abocado a la aprobaci�n de iniciativas como �sta. Si esto se repite, se producir� una situaci�n que don Pablo Rodr�guez ha llamado la "desnormativizaci�n del derecho". Creo que tiene toda la raz�n, pues el s�lo hecho de estar aprobando iniciativas como �sta, significa desvirtuar la ley fundamental, la que se encontrar�a mal planteada. En cuanto a la presentaci�n de indicaciones, el Senador se�or D�ez tiene raz�n. Deben formularse algunas observaciones. Una de las primeras que se me viene a la mente se relaciona con los plazos. La iniciativa despachada por la C�mara de Diputados hablaba de 18 meses o un a�o contado desde la publicaci�n de la ley. En el informe de la Comisi�n de Vivienda y Urbanismo del Senado se omite el momento a partir del cual se cuenta dicho plazo. O sea, en la pr�ctica, si no corregimos eso, no habr�a plazo. Otra pregunta que me formulo es la de a qui�n beneficia este proyecto, �s�lo a los que construyeron, o tambi�n a los que adquirieron inmuebles construidos por otros? Creo que estas dos interrogantes tal vez merecer�an indicaciones, modo que concuerdo con fijar plazo para presentarlas. He dicho. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Est� inscrito, a continuaci�n, el Senador se�or Andr�s Zald�var, a quien ofrezco la palabra. El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Se�or Presidente, ya intervine por la v�a de la interrupci�n, por lo cual renuncio a mi derecho. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Muy bien. Tiene la palabra el Honorable se�or Urenda. El se�or URENDA.- Se�or Presidente, no hay duda de que los antecedentes proporcionados por el se�or Presidente de la Comisi�n demuestran que estamos ante un problema serio al cual debemos buscar soluci�n. Lamentablemente, Su Se�or�a puso en evidencia que la econom�a "sumergida" en Chile ser�a mucho mayor de lo que supon�amos, pues se habla de cientos de miles de microempresas. Y tambi�n nos encontrar�amos con un enorme porcentaje de casas no regularizadas. Creo que ello, unido a algunas observaciones formuladas, justifican aprobar en general el proyecto y fijar un plazo para formular indicaciones y mejorarlo. A este respecto, deseo destacar un hecho que est� de actualidad: la resistencia de las viviendas a las lluvias y temporales. Hemos podido presenciar la verdadera cat�strofe que las ha afectado y no vemos en el proyecto, o no se desprende claramente de su texto, ninguna medida que impida, de alguna manera, la aprobaci�n de construcciones que, si bien pueden ser seguras contra incendios y temblores, no lo son contra la lluvia u otros elementos que han demostrado ser tanto o m�s destructivos que aqu�llos. De ah� que, al margen de hacer m�as las observaciones formuladas por otros se�ores Senadores, en cuanto a la necesidad de simplificar las tramitaciones y de eliminar todo aquello que constituya burocracia excesiva, debemos perfeccionar esta iniciativa, destinada a solucionar problemas, de manera de hacer alguna menci�n o referencia, dentro de los antecedentes que deben indicarse y que debe considerar la Direcci�n de Obras Municipales, a la capacidad de arreglar viviendas o corregirlas para resistir la lluvia. Es cuanto quer�a hacer presente. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Est� inscrito a continuaci�n el Senador se�or Thayer. Tiene la palabra, Su Se�or�a. El se�or THAYER.- Se�or Presidente, no tengo dificultad alguna en aprobar el proyecto en estudio, pero antes deseo formular algunas consultas a los miembros de la Comisi�n. Primero -ya lo anotaba el Senador se�or Mc-Intyre-, est� la situaci�n de los que hubieran enajenado bienes que adolezcan de determinados vicios. Seguramente, habr� dificultades para hacerlo si no se han cumplido los respectivos tr�mites. Pero, si as� hubiera acontecido, el que adquiri� con alg�n vicio tiene determinados derechos, que pueden los relativos a vicio redhibitorio, de divisi�n, o lo que sea. �Qu� ocurre con las normas en debate, en el supuesto de que lleguen a aprobarse? �Quedan purgados esos vicios o s�lo se aplicar�a a los que directamente hubieren construido algo y disponen de un plazo de 18 meses para corregirlo? Un segundo aspecto alude a desde cu�ndo se cuenta dicho lapso. No parece que sea desde la fecha de publicaci�n de la ley, por el contexto de los distintos art�culos que he estado revisando. Para otros efectos -por ejemplo, para la resoluci�n del alcalde que implemente el acuerdo del concejo-, rigen 180 d�as siguientes a la fecha de publicaci�n de esta ley. Pero, de no existir recepci�n de la construcci�n -porque en eso reside la irregularidad-, �desde qu� momento rige dicho plazo? Es lo que deseaba consultar. En todo caso, no tengo problema en aprobar en general el proyecto. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- �Alg�n miembro de la Comisi�n desea hacer uso de la palabra? El se�or R�OS.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra, Su Se�or�a. El se�or R�OS.- Se�or Presidente, respecto de las consultas de los Honorables se�ores Thayer y Mc-Intyre, puedo se�alar que la iniciativa en an�lisis est� referida a la construcci�n y no al propietario. Por tal motivo, si el due�o del bien vende sin que exista el saneamiento, lo har� el futuro propietario. Eso en primer lugar. Segundo, en lo tocante al plazo, el art�culo 5� dispone que "Las Direcciones de Obras Municipales, con el solo m�rito de los antecedentes presentados, y acreditado el pago de los derechos municipales, proceder�n, dentro del plazo de ciento ochenta d�as a contar de la fecha de presentaci�n de la totalidad de los antecedentes exigidos por esta ley, a otorgar, si procediere, el correspondiente certificado de regularizaci�n.". De modo tal que el alcalde y el concejo disponen de 180 d�as para acogerse o no a la referida norma. Con posterioridad, concurre el plazo que se ha se�alado. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Urenda y, en seguida, la Honorable se�ora Feli�. El se�or URENDA.- Se�or Presidente, lo expresado por el se�or Senador que me precedi� en el uso de la palabra podr�a conducirnos, tambi�n, a introducir una declaraci�n en la ley en proyecto. Porque si bien es cierto que el art�culo 2� se�ala como sujeto las construcciones, el art�culo 1� se refiere concretamente a "Los propietarios de bienes ra�ces urbanos que hayan construido con o sin permiso de edificaci�n", etc�tera. As� que, coincidiendo con el concepto se�alado, creo que ello hace necesario, por la v�a de las indicaciones y del segundo informe, evitar toda duda sobre el particular. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Honorable se�ora Feli�. La se�ora FELI�.- Se�or Presidente, en verdad, el proyecto en an�lisis se inscribe dentro del numeroso grupo de leyes de condonaci�n, de excepci�n, de amnist�a, en favor de quienes que han actuado contra la legalidad. �sta exige que se cuente con un permiso de construcci�n, que haya recepci�n definitiva del inmueble de que se trata y, por supuesto, encuadrarse dentro de las normas de detalle que establece la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones y -esto es important�simo-, las del plan regulador comunal. En efecto, me correspondi� estar presente -iba a participar en el estudio de otro proyecto de ley- cuando la Comisi�n de Vivienda y Urbanismo analiz� esta iniciativa, y por eso la conoc� en su gestaci�n. A mi juicio, dicho organismo t�cnico realiz� una labor sumamente conveniente, porque el proyecto era de una amplitud tal que realmente resultaba imposible acogerlo. Incluso, en su texto original se planteaba la aprobaci�n de pleno derecho, por as� decirlo, de las solicitudes presentadas, y consignaba, tambi�n, la irresponsabilidad civil, penal y administrativa de los directores de obras que participaran en la regularizaci�n correspondiente. Reitero: el proyecto, a mi juicio, resultaba imposible de aprobar. En la forma como est� redactado, de todas maneras, parte del supuesto de que las personas que han levantado construcciones sin cumplir con la normativa vigente -y que todos debemos respetar- podr�n regularizarlas, siempre que se encuadren dentro de las normas que ahora se proponen. Reitero: la Comisi�n llev� a cabo una labor excelente, en el sentido de morigerar los perniciosos efectos de una ley de condonaci�n ampl�sima. Pero, en todo caso, �sta sigue teniendo ese car�cter respecto de construcciones que no cumplen la normativa vigente. Se ha hecho presente que, a lo mejor, ella no se respeta porque es mala; es posible. Pero lo �nico que resguarda siempre el principio de igualdad ante la ley es que �sta se modifique para todos y no s�lo para algunos. Entonces, creo que debemos abocarnos a analizar la preceptiva en vigor para ver si, en realidad, es excesiva o no. En todo caso, deseo pronunciarme respecto de dos temas planteados en la Sala, que quiz�s no han tenido respuesta, o no me parece haberla o�do. Primero, en cuanto al alcance de la regularizaci�n de la vivienda, y a si ella, por as� decirlo, es transitoria para su actual due�o. Entiendo que es definitiva, en los t�rminos que lo establece el art�culo 1�; esto es, se regulariza para siempre. Es como si, efectivamente, hubiera contado oportunamente con un permiso de edificaci�n o con recepci�n definitiva. Y, adem�s, importa reconocer una excepci�n al plan regulador comunal. Entonces, en ese sentido, es una regularizaci�n definitiva. El Honorable se�or Andr�s Zald�var plante� otro tema, que me parece sumamente importante. Todos los d�as podemos observar los problemas que presentan los planes reguladores comunales y las situaciones que generan las construcciones que no se adecuan a ellos. Tambi�n en esto hay una morigeraci�n del texto primitivo, en orden a que -y esta redacci�n corresponde al proyecto aprobado por la Comisi�n de Vivienda y Urbanismo- se entender� como inofensiva aquella actividad industrial, comercial o de servicios, excluidas las de salud y educaci�n, que emplee hasta diez trabajadores y cuyo funcionamiento sea inicuo. Seg�n el art�culo 4� es inofensiva la "microempresa que no produce da�os ni molestias a la comunidad, personas o entorno, controlando y neutralizando los efectos del proceso productivo o de acopio, siempre dentro del propio predio e instalaciones, resultando su funcionamiento inocuo.". Como en definitiva la Comisi�n, de acuerdo con el art�culo 2�, resolvi� entregar la decisi�n al concejo respectivo -en cuanto a que la construcci�n se encuentre ubicada en la zona que �l hubiese determinado y cumpla tales condiciones-, esta condonaci�n -y lo reitero: significa hacer una excepci�n al principio de igualdad ante la ley-, resulta muy morigerada. En esa perspectiva, me parece que la iniciativa en estudio se halla en mejores condiciones de ser aprobada que el texto primitivo ingresado a la Comisi�n de Vivienda y Urbanismo. En todo caso, no le prestar� mi aprobaci�n, porque, a mi juicio, �stas son se�ales legislativas altamente inconvenientes. Las reglas generales deben ser cumplidas por toda la comunidad y no s�lo por algunos -un poco m�s tontos- que se acogen oportunamente a las normas y cumplen todos los requisitos, pero no as� los otros que, a la espera de una ley de condonaci�n como �sta, no cumplen las exigencias establecidas. Como lo se�al�, este proyecto es mejor que el texto original. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Lavandero. El se�or LAVANDERO.- Se�or Presidente, deseo formular una consulta al titular de la Comisi�n de Vivienda y Urbanismo, porque en esta normativa, en realidad, se condonan permisos, patentes, derechos, exenciones, etc�tera, no s�lo respecto de viviendas cuya superficie sea inferior a 70 metros cuadrados, sino tambi�n las de entre 70 y 140 metros cuadrados. Lo se�alo porque aqu� se est� hablando, aparte de los microempresarios, de extender estas franquicias. Como el proyecto no pas� por la Comisi�n de Hacienda y en �l se condonan permisos, patentes, derechos y exenciones, me gustar�a saber si se estim� el monto de lo que ello representa. El art�culo 5� dispone que "Las Direcciones de Obras Municipales, con el s�lo m�rito de los antecedentes presentados, y acreditando el pago de los derechos municipales, proceder�, dentro del plazo de ciento ochenta d�as a contar de la fecha de presentaci�n de la totalidad de los antecedentes exigidos por esta ley, a otorgar, si procediere, el correspondiente certificado de regularizaci�n.". Deseo saber -me imagin� que ese c�lculo se habr� hecho- en cu�nto se estima el total de las exenciones. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or D�az. El se�or D�AZ.- Se�or Presidente, hace algunos a�os, con motivo del aluvi�n, me toc� acompa�ar a la Senadora se�ora Carmen Frei a Antofagasta. Obviamente, lo sucedido all� provoc� un desastre de magnitud porque, en conocimiento de todos, se construy� en una parte que era absolutamente inadecuada. En estos momentos, en esa ciudad se ha generado una discusi�n muy seria. Por un lado, est� el criterio de algunos arquitectos municipales, seg�n los cuales se puede construir en determinados lugares, y por otro, el de ciertos ge�logos, que sostienen que no se puede construir en ellos. Y entre el inter�s econ�mico de ese municipio y la seriedad que me dan los ge�logos, que estudian en profundidad los terrenos donde deben instalarse edificios, me quedo con opini�n de estos �ltimos. No tengo nada en contra del se�or alcalde y de la Municipalidad de Antofagasta, pero, a mi juicio, resulta indiscutible hacer mucho caso a los ge�logos, que conocen el tema. En estos d�as, todos hemos sido testigos de los desastres que se han producido en diferentes partes del territorio y de la reincidencia de mucha gente que ha sido afectada. A modo de ejemplo, menciono el caso de la quebrada de Macul, donde se produjo el aluvi�n que todos conocimos, y a los pocos meses o a�os se volvi� a construir en ese mismo lugar, lo que constituye un riesgo inminente. Tal situaci�n la hemos apreciado en todas las regiones. Por eso, me parece que, con ocasi�n de esta normativa -cuya intenci�n es buena-, podr�amos elaborar una buena ley que refuerce la opini�n de los t�cnicos, de los ge�logos y de quienes entienden el tema en orden a determinar d�nde, cu�ndo y c�mo se puede construir. Quienes fuimos alcaldes conocemos la enorme y justificada presi�n por edificar en cualquier parte. Y eso es natural desde el punto de vista de quienes necesitan viviendas. Pero en nuestra opini�n y de las autoridades, cuya misi�n es mirar hacia el futuro de Chile -que, al decir de Pablo Neruda, es un pa�s de cat�strofes, inundaciones, sequ�as, terremotos, incendios, etc�tera-, se debe tener mucho cuidado al legislar en esta materia. Por eso, no solamente debe otorgarse un plazo prudente para formular indicaciones al proyecto, sino que es necesario privilegiar el criterio de car�cter t�cnico sobre cualquier otro. Los que fuimos alcaldes y concejales sabemos que, a veces, las municipalidades se ven presionadas -dig�moslo claramente- por situaciones pol�ticas y econ�micas. Por lo tanto, resulta conveniente considerar el parecer de quienes son ajenos a ese tipo de presiones. No obstante abrigar serios temores respecto de la iniciativa -y lo digo seriamente-, la aprobar�, porque su intenci�n es clara y buena. Pero debe ser modificada en profundidad y, para ello, hay que fijar un plazo m�s que suficiente para formular las indicaciones pertinentes. He dicho. La se�ora FREI (do�a Carmen).- Votemos, se�or Presidente. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra al Honorable se�or Larra�n. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, el art�culo 6� del proyecto dispone una rebaja de los derechos municipales que deber�n cancelarse producto de esta regularizaci�n. Como se trata de una moci�n, pareciera que la norma no es procedente, por cuanto la posibilidad de disminuir impuestos, tributos o derechos de cualquier naturaleza, seg�n el art�culo 62 de la Constituci�n, corresponde a la iniciativa exclusiva del Presidente de la Rep�blica. En consecuencia, a mi modo de ver, al menos dicha disposici�n no ser�a de car�cter constitucional, salvo que respecto de ella hubiese alguna iniciativa del Ejecutivo, lo que no se desprende de los antecedentes que conocemos. De manera que hago presente esa inquietud antes de formular alguna reserva de constitucionalidad sobre la materia. El se�or LAVANDERO.- Es, precisamente, lo que trat� de se�alar cuando alud� a la Comisi�n de Hacienda. El se�or LARRA�N.- Indirectamente, es lo mismo. Porque si el proyecto contempla rebajas tributarias, debi� ser remitido a esa Comisi�n. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- La Mesa ha escuchado con atenci�n las intervenciones de los Senadores se�ores Lavandero y Larra�n. Y me gustar�a precisar el alcance de sus comentarios. �Sus Se�or�as formulan indicaci�n para enviar el proyecto a la Comisi�n de Hacienda para que lo informe en lo pertinente? Si fuera as�, tal planteamiento se someter� a la decisi�n de la Sala. Si no lo es, s�lo quedar� constancia de sus opiniones. El se�or LARRA�N.- Se�or Presidente, yo, adem�s, hice una consulta para saber cu�l es el car�cter de la norma contenida en el art�culo 6�. Si ella es inconstitucional, no se requiere que el proyecto sea remitido a dicha Comisi�n. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Lavandero. El se�or LAVANDERO.- Se�or Presidente, no existe una raz�n para que me inmiscuya en todos los proyectos a fin de que pasen a la Comisi�n de Hacienda. Me encuentro muy lejos de ello. Como se ve en la tabla, en ese organismo t�cnico hemos entregado al conocimiento de la Sala diversos proyectos de importancia, as� que no andamos buscando asuntos en qu� ocuparnos. La Mesa debe actuar de acuerdo con sus facultades. Porque, si una disposici�n es inconstitucional, la iniciativa no se puede seguir tratando. Y, si no lo es, la materia a que se hace referencia, por consistir en una exenci�n de impuestos, debe ir a la Comisi�n de Hacienda, de todas maneras. El se�or LARRA�N.- Correcto. El se�or R�OS.- Pido la palabra. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Se la dar� en un momento, se�or Senador. Hago presente que el proyecto viene de la C�mara de Diputados. Nada puede ser m�s inc�modo para la Mesa, como tambi�n lo es para las de Comisiones, que tener que pronunciarse respecto de la constitucionalidad o la admisibilidad de lo obrado por la otra rama del Congreso. Y, en consecuencia, preferir�a entender que las normas en estudio, que emanan de una moci�n, fueron, en su momento, recogidas y patrocinadas por el Ejecutivo, al punto de que me encuentro al tanto del inter�s del se�or Ministro de Vivienda y Urbanismo, por ejemplo, en el despacho del texto. No podr�a imaginar que el titular de la Cartera del ramo se interesara en un precepto respecto del cual el Ejecutivo careciese de opini�n o sustentase una contraria. La se�ora FREI (do�a Carmen).- �Me permite, se�or Presidente? El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- S�, se�ora Senadora. La se�ora FREI (do�a Carmen).- El informe consigna de modo expreso, en lo atinente a la discusi�n general, que "el se�or Ministro de la Vivienda se�al� que este proyecto de ley se origin� en una moci�n parlamentaria a la que el Ejecutivo adhiri� luego en forma entusiasta,". O sea, resulta clar�simo que se cuenta con el patrocinio y el acuerdo del... El se�or LAVANDERO.- �La "forma entusiasta" dice relaci�n a otra cosa...! El se�or LARRA�N.- �El entusiasmo no constituye patrocinio del Ejecutivo...! La se�ora FREI (do�a Carmen).- Son t�rminos que se habr�n empleado ac�, pero media, obviamente, ese patrocinio. Si no, el se�or Ministro habr�a puntualizado lo contrario. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Sin duda, es mucho mejor el patrocinio entusiasta que aquel que no lo es... Tiene la palabra el Senador se�or R�os, Presidente de la Comisi�n de Vivienda. El se�or R�OS.- Recuerdo que, cuando presid� la Comisi�n de Gobierno, se suscit� un debate similar con motivo de una indicaci�n que hab�a sido aprobada en la C�mara de Diputados y se inclu�a en el proyecto pertinente, originada te�ricamente en Parlamentarios pero faltando la suscripci�n del Ejecutivo. Finalmente, el Senado estim� que se entend�an constitucionales todas las normas que hab�a revisado la otra rama del Congreso. Lo ocurrido en el caso en debate es an�logo. Por nuestra parte, no nos abocamos a determinar qui�n formul� la indicaci�n. La normativa lleg� en la forma en que se conoce en este momento. No existe indicaci�n de ninguno de nosotros. Se han presentado algunas para dividir el articulado, pero la cuesti�n de que se trata no obedece a la iniciativa de Senadores, sino a un acuerdo de la C�mara de Diputados. Ahora, si el Senado estima que se puede revisar la constitucionalidad de los actos de esa Corporaci�n, no hay ning�n problema, entonces: cabe proceder al an�lisis pertinente y conocer de d�nde proviene la indicaci�n que finalmente origin� el art�culo 6�. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Entregar� antecedentes sobre aquello de lo cual la Mesa ya ha sido informada de manera fehaciente. En la C�mara de Diputados, las normas aludidas se incorporaron por la v�a de una indicaci�n presentada con toda la formalidad que se requiere y con intervenci�n del Ejecutivo, de modo que la reserva de constitucionalidad respecto del patrocinio se encuentra salvada -para la Mesa, por lo menos-, en lo referente a la interpelaci�n que se formul�. Resta el tema de la indicaci�n para que el proyecto sea conocido por la Comisi�n de Hacienda, lo que, por la naturaleza de sus disposiciones, incluso parece inevitable, de acuerdo con el Reglamento. Se condonan tributos... El se�or VALD�S.- Constituye una obligaci�n. El se�or D�EZ.- En efecto. El se�or VALD�S.- No es algo facultativo. El se�or HORMAZ�BAL.- Rige lo dispuesto en el art�culo 17 de la Ley Org�nica Constitucional del Congreso. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Ofrezco la palabra respecto de la indicaci�n para que esta iniciativa sea analizada e informada por la Comisi�n de Hacienda. El se�or R�OS.- Est� bien. La se�ora FREI (do�a Carmen).- �Me permite, se�or Presidente? El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Honorable se�ora Carmen Frei. La se�ora FREI (do�a Carmen).- Me parece que no es el momento de plantear ese punto, se�or Presidente, porque Su Se�or�a ya anunci� que nos hallamos en votaci�n -est�n sonando los timbres-, y ahora se ha reparado en un tr�mite que no se pidi� en su oportunidad. Adem�s, si cinco Honorables colegas efectuaron el estudio pertinente y concluyeron que no era necesaria la intervenci�n de la Comisi�n de Hacienda, se debe confiar en su labor. El texto tambi�n fue considerado en la C�mara de Diputados, donde se cumpli� con el mismo requisito. Estimo que se debe proceder a la votaci�n, para lo cual est�n tocando los timbres. El se�or LARRA�N.- Pido la palabra. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- De inmediato, Su Se�or�a. Hay tres inscritos para usar de la palabra, por lo tanto. Har� una precisi�n. Los timbres se encuentran activados, seg�n lo dispuso la Mesa, por la necesidad de llamar a los se�ores Senadores para los efectos del qu�rum. Formalmente, no se ha puesto en votaci�n el proyecto. Y antes, dado que han tenido lugar algunas intervenciones, se est�n tratando observaciones o indicaciones que se han formulado. Sugiero, por �ltimo, como soluci�n, que para el segundo informe concurran el conocimiento de la Comisi�n de Vivienda y el de la de Hacienda, a fin de zanjar las dificultades y no demorar el despacho de un proyecto que parece ser bastante sencillo. Tienen la palabra, en el mismo orden, los Senadores se�ores Andr�s Zald�var, Larra�n y Otero. El se�or ZALD�VAR (don Andr�s).- Se�or Presidente, me parece que el procedimiento que usted plantea es el correcto, porque la indicaci�n fue introducida, precisamente, en el tr�mite de Comisi�n. Mal pod�a ser dispuesta la providencia a que se ha aludido si en el momento de la cuenta a la Sala no se inclu�a el art�culo. Pero ello es posible subsanarlo, como muy bien lo se�ala Su Se�or�a, en el segundo informe. No existen inconvenientes al respecto. La Comisi�n de Hacienda puede pronunciarse sobre el art�culo 6�, que es el �nico sobre el cual tendr�a competencia. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Larra�n. El se�or LARRA�N.- Comparto su proposici�n, se�or Presidente. S�lo quisiera hacer constar que no media una falta de confianza en los se�ores Senadores cuya labor dio lugar al informe, sino que, simplemente, la inquietud expuesta ha sido motivada por el inter�s en el cumplimiento de una disposici�n reglamentaria. Deseo agregar que la norma no fue introducida en la Comisi�n, sino que viene en el texto de la C�mara de Diputados, al tenor de su art�culo 5�. Si se lee este �ltimo, se observar� que b�sicamente se encuentra recogido en el art�culo 6� del proyecto contenido en el informe. Pero, en fin, creo que la f�rmula propuesta por el se�or Presidente permite solucionar la preocupaci�n manifestada. En lo personal, me deja enteramente satisfecho. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- La Mesa experimenta la gratificante sensaci�n de recibir el respaldo de toda la Sala. Tiene la palabra el Honorable se�or Otero. El se�or OTERO.- Se�or Presidente, no me referir� al aspecto que se ha tocado, sino a la ley, en s�, porque nos encontramos en la discusi�n general. Hago presente que de nuevo una iniciativa que se trae al Senado demuestra que en este pa�s se dictan leyes para no cumplirlas. Y ello reviste tal magnitud que uno se pregunta d�nde se hallan las autoridades encargadas de hacerlas cumplir. Porque, si se habla de miles de personas que han violado la norma legal, �d�nde se encontraban los inspectores municipales que lo permitieron? �D�nde se registran las sanciones aplicadas a los infractores? Pareciera ser que en ninguna parte. Y lo anterior resulta mucho m�s grave, se�or Presidente, porque el texto en estudio tambi�n hace referencia a viviendas cuya superficie total edificada no exceda de 140 metros cuadrados. Ellas dicen relaci�n a la llamada "Ley Pereira". Y propiedades de esas caracter�sticas valen varios millones de pesos y se hallan ubicadas en barrios extraordinariamente importantes. Por mi parte, puedo traer una lista de edificios de departamentos que se vend�an bajo la Ley Pereira, con la superficie citada, y en los que se han realizado modificaciones relevantes. Y mi pregunta es por qu� se llega hasta 140 metros cuadrados y por qu� con 160 metros cuadrados se quedar�a excluido del proyecto. �O sea, en Chile hay infractores dependiendo del n�mero de metros cuadrados construidos? �Corresponde eso a la garant�a constitucional de igualdad ante la ley y al trato que se debe dar a las personas? Realmente, la filosof�a de esta iniciativa es contraria al Estado de Derecho. No es la primera vez que digo esto. He expresado reiteradamente en la Sala que no s� para qu� aprobamos leyes si al poco tiempo despachamos proyectos que en el fondo amnist�an a quienes no las cumplen. Y los millones de chilenos que s� las cumplen nuevamente quedan con una enorme frustraci�n. Ser�a distinto si se estuviera hablando de viviendas de emergencia, a las que se agrega una caseta sanitaria. Pero se trata de mucho m�s que eso, porque la iniciativa se refiere a viviendas de hasta ciento cuarenta metros cuadrados. �Qu� explicaci�n pueden dar estos propietarios para haber transgredido la ley? �Falta de cultura, o ignorancia? No, se�or Presidente. Estamos acostumbr�ndonos a dictar leyes para que no se cumplan, a que sea normal que la autoridad no vigile su observancia y, lo que es m�s grave, a que qui�n no cumpla la ley y la viole siempre reciba el reconocimiento del Gobierno y del Parlamento para legitimar tal conducta, en un proceder absolutamente il�cito. Hoy d�a se habla del problema de la droga. �De d�nde nace? De la p�rdida de la �tica, de la moral. Nos referimos a la corrupci�n, y �sta nace de lo mismo. Ello viene a ser simplemente el acostumbramiento del chileno a que las leyes se han dictado para no cumplirlas y a que, teni�ndose algo de raz�n, el fin justifica los medios. Por eso, se�or Presidente, no puedo estar de acuerdo con un proyecto de esta naturaleza. Si queremos realizar una excepci�n, hag�mosla respecto de todos quienes poseen bienes ra�ces, o, si no, no la hagamos. No existe motivo alguno para discriminar de este modo. Pero en esta iniciativa hay otro elemento much�simo m�s grave. La determinaci�n de las zonas de aplicaci�n de la ley se entrega al concejo municipal respectivo. Es decir, seg�n la decisi�n del concejo, habr� chilenos de primera y chilenos de segunda, porque las construcciones ubicadas fuera de la zona fijada por �l no podr�n acogerse a la ley. Esto es una diferencia arbitraria, y constituye precisamente un caso de inconstitucionalidad. Por lo anterior, se�or Presidente, hago expresa reserva de constitucionalidad de este proyecto debido a dos cap�tulos: primero, porque no respeta el principio de igualdad ante la ley frente a las personas que se encuentran en la situaci�n que trata de remediar. Y, segundo, porque aun cuando se estimare que tal discriminaci�n es constitucional, no puede serlo delegar en un concejo municipal la determinaci�n de qui�n tiene derecho al beneficio consagrado en la ley y qui�n no. La Constituci�n Pol�tica de la Rep�blica establece que ni siquiera el Presidente de la Rep�blica -incluso en el caso de delegaci�n de facultades a trav�s de DFL- puede referirse a los derechos de las personas. Y aqu� se est� entregando la decisi�n sobre una prerrogativa de las personas al concejo municipal, y ello no es constitucional. Por tales consideraciones, formulo expresa reserva de constitucionalidad, y anuncio que votar� en contra. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Se�ores Senadores, aparentemente, habr�a acuerdo para que, en el segundo informe, el proyecto llegue a la Sala analizado por la Comisi�n de Vivienda y Urbanismo, y la de Hacienda, en las materias que a �sta le competen. Acordado. El se�or OTERO.- Hay que fijar plazo para presentar indicaciones, se�or Presidente. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Antes de asumir la presidencia de la sesi�n se hab�a establecido como plazo el pr�ximo mi�rcoles 9, a las 18. En votaci�n general el proyecto. --(Durante la votaci�n). El se�or COOPER.- Se�or Presidente, considerando que se trata de un procedimiento administrativo simplificado con el objeto de dar soluci�n a estos casos, voto que s�. La se�ora FELI�.- Se�or Presidente, este proyecto, a mi juicio, no constituye un sistema simplificado para obtener la regularizaci�n de la construcci�n de los bienes ra�ces urbanos de que se trata. Es una normativa de condonaci�n, la cual amnist�a a personas que no cumplieron, ni cumplen en la actualidad, con los requisitos de contar con permiso para construir -o sea, las disposiciones urban�sticas y de edificaci�n de la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones- o de uso del suelo, y se las autoriza para regularizar tal situaci�n. Por esa raz�n no es una simple norma de procedimiento simplificado. En Chile existen graves problemas de construcci�n, como ha quedado en claro con motivo de los recientes temporales. En esa perspectiva, no parece bueno empezar a regularizar construcciones que no cumplen con todas y cada una de las exigencias de la ordenanza respectiva. Por otro lado, hay permanentes reclamos porque no se respeta el uso del suelo, y ello se permitir� con esta iniciativa. Adem�s, al implicar esto una rebaja de impuestos -no s� si en definitiva se recomendar� su aprobaci�n-, tambi�n significa disminuir los ingresos municipales. Por �ltimo, se trata de una condonaci�n que no aplica el principio de igualdad ante la ley para todas las personas. Voto en contra. El se�or PRAT.- Se�or Presidente, este proyecto atiende un problema que nace de una realidad, cual es que, a medida que se ha afianzado el concepto de la propiedad y que mucho m�s personas han tenido acceso a una vivienda propia, �stas se han sentido movidas a ampliarla, a instalar en ella un comercio peque�o; en definitiva, a desarrollar la iniciativa individual. Eso es positivo. Es signo de que el pa�s avanza por el camino correcto. La legislaci�n existente sobre la materia es excesivamente r�gida. Mientras procedemos a modificarla con miras a alivianarla, estoy de acuerdo en regularizar las situaciones producidas hasta ahora. Por eso, voto que s�. El se�or SIEBERT.- Se�or Presidente, sin lugar a dudas, se trata de una norma de excepci�n -as� lo establece la iniciativa-, como muchas otras que hemos aprobado en el Senado, y beneficia tanto a gente de bajos recursos como a personas de clase un poquito superior, propietarias de viviendas de hasta 140 metros cuadrados, pero exige que se encuentren ubicadas dentro de la zona que el respectivo Concejo Municipal haya declarado afecta a la regularizaci�n pertinente. En tales casos, las de hasta l40 metros cuadrados deben cumplir con las condiciones urban�sticas y de edificaci�n. Tambi�n beneficia a organizaciones comunitarias, culturales, deportivas y religiosas, como asimismo, a microempresas que, instaladas dentro de su propio predio, como se�ala el texto, "empleen hasta 10 trabajadores.". Considero de toda justicia aprobar el proyecto, a fin de favorecer, fundamentalmente, a la gente de escasos recursos. Voto que s�. El se�or THAYER.- Se�or Presidente, junto con anunciar mi voto favorable, quiero expresar que me asisten muchas de las preocupaciones que se han hecho presentes ac�, y que, en definitiva, se trata de una opci�n ante una situaci�n que desgraciadamente se halla muy generalizada, pero que, en su esencia, implica -como manifest� el Honorable se�or Prat- peque�as modificaciones o alteraciones de aspectos que est�n excesivamente reglamentados. Es lamentable que estas disposiciones no formen parte de alg�n art�culo transitorio de un proyecto de ley m�s amplio tendiente a simplificar la Ordenanza General de la Ley General de Urbanismo y Construcciones, con el prop�sito de corregir este tipo de problemas. Me pronunciar� favorablemente -dir�a-, en un acto entre fe, esperanza y algo de caridad, en el sentido de que habr� una ley que modifique la excesiva reglamentaci�n que en la actualidad impide el adecuado cumplimiento de estas exigencias. Voto que s�. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Terminada la votaci�n. --Se aprueba en general el proyecto (40 votos por la afirmativa y 3 por la negativa). Votaron por la afirmativa los se�ores Alessandri, Bitar, Calder�n, Cantuarias, Carrera, Cooper, D�az, D�ez, Err�zuriz, Fern�ndez, Frei (do�a Carmen), Gazmuri, Hamilton, Hormaz�bal, Horvath, Larra�n, Lavandero, Letelier, Martin, Matta, Mc-Intyre, Mu�oz Barra, N��ez, Ominami, P�ez, P�rez, Pi�era, Prat, R�os, Romero, Ruiz (don Jos�), Ruiz-Esquide, Siebert, Sinclair, Sule, Thayer, Urenda, Vald�s, Zald�var (don Adolfo) y Zald�var (don Andr�s). Votaron por la negativa los se�ores Feli�, Huerta y Otero. El se�or D�EZ.- �Hasta cu�ndo hay plazo para formular indicaciones? El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Hasta el mi�rcoles 9 de julio, a las 18. ________________ El se�or LAVANDERO.- �Me permite, se�or Presidente? Deseo plantear una moci�n de orden. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or LAVANDERO.- Se�or Presidente, hemos citado para las 6 de la tarde a la Comisi�n Mixta encargada de estudiar las discrepancias producidas entre la C�mara de Diputados y el Senado respecto del proyecto modificatorio de la Ley de Bancos y otros cuerpos legales. De manera que solicitamos a la Mesa avisarnos frente a cualquier votaci�n de qu�rum especial, a fin de acudir a la Sala a emitir nuestro pronunciamiento. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Me parece curiosa su petici�n, se�or Senador. Pens� que iba a solicitar la autorizaci�n de la Sala para el funcionamiento simult�neo de dicha Comisi�n. El se�or LAVANDERO.- El asunto no es as�, se�or Presidente, pues, en tal caso, tambi�n habr�a que contar con la autorizaci�n de la C�mara de Diputados. Porque no se trata de una Comisi�n del Senado, sino de una Comisi�n Mixta, integrada por Diputados y Senadores. Considerar�a una falta de respeto hacia la C�mara Baja requerir s�lo aqu� la autorizaci�n a que aludi� Su Se�or�a. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Hago presente que la Sala de la otra rama legislativa no est� funcionando en este momento. En consecuencia, no podr�a solicitarse la autorizaci�n. En todo caso, conforme a los acuerdos de Comit�s sobre el proyecto, se cuenta con las autorizaciones necesarias en todas sus instancias. MODIFICACI�N DE NORMAS SOBRE CONTRATOS DE MUTUOS HIPOTECARIOS ENDOSABLES RESPECTO DE SUBSIDIO HABITACIONAL El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Corresponde ocuparse en el proyecto de ley de la C�mara de Diputados que modifica las normas sobre contratos de mutuos hipotecarios endosables respecto de beneficiarios del subsidio habitacional, con informe de la Comisi�n de Vivienda y Urbanismo. �Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 39�, en 9 de abril de 1997. Informe de Comisi�n: Vivienda, sesi�n 43�, en 29 de abril de 1997. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el se�or Secretario. El se�or LAGOS (Secretario).- En el informe de la Comisi�n consta que el principal objetivo del proyecto es equiparar en todos sus elementos (salvo en las diferencias estrictamente econ�mico-financieras) los mutuos hipotecarios endosables y los cr�ditos con emisi�n de letras hipotecarias, que constituyen los dos mecanismos utilizados en el sistema de pr�stamos complementarios destinados a los beneficiarios del subsidio habitacional. En consideraci�n a los antecedentes y razones de que se da cuenta, la Comisi�n, por la unanimidad de sus miembros, Senadores se�ores Cooper, Letelier y R�os, aprob� en general la iniciativa. En seguida se hace un an�lisis de la discusi�n particular del articulado y se indica que �ste fue aprobado, tambi�n un�nimemente, en los mismos t�rminos en que lo despach� la C�mara de Diputados. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- En discusi�n general el proyecto. El se�or OTERO.- Pido la palabra. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Puede hacer uso de ella Su Se�or�a. El se�or OTERO.- Se�or Presidente, quiero se�alar, en primer t�rmino, que solicitar� fijar plazo para formular indicaciones; y, en segundo lugar, que si bien el prop�sito del proyecto es muy atendible, jur�dicamente �l es inaceptable en los dos �ltimos incisos del art�culo 1�. Por ello, pido plazo para formular indicaciones. El inciso segundo dice: "Cuando los preceptos legales mencionados en el inciso anterior aludan a la escritura p�blica en que conste el contrato de mutuo hipotecario endosable, se entender� que se refieren a copia del instrumento privado firmado ante notario, oportunamente protocolizado por �ste.". Aqu� hay una confusi�n de t�rminos legales incre�ble. Primero que nada, �qui�n debe protocolizar el instrumento? �El notario? �Y cu�ndo ser�a oportuno hacerlo? Porque pareciera que alguien tiene que solicit�rselo. La obligaci�n queda entregada al notario para que oportunamente protocolice. Sin embargo, lo m�s grave es la parte que se�ala que "se entender� que se refieren a copia del instrumento privado firmado ante notario, oportunamente protocolizado". O sea, �se protocoliza la copia? Si as� fuera, �qu� pasa con el original? Tendr�amos dos t�tulos. El inciso siguiente dice: "Para todos los efectos legales, el documento referido en el inciso precedente se considerar� como escritura p�blica desde la fecha de su protocolizaci�n y tendr� el m�rito ejecutivo que se�ala el art�culo 434, n�mero 2�, del C�digo de Procedimiento Civil.". Se�or Presidente, la protocolizaci�n de un instrumento se hace por escritura p�blica. En efecto, �sta da fe del acto y, si ella contiene el texto del documento que se protocoliza, tiene m�rito ejecutivo. Por lo tanto, a tal tipo de instrumento no se le puede dar car�cter de escritura p�blica, pues no re�ne ninguno de los requisitos de tal. Lo que podr�a plantearse es que el instrumento debidamente protocolizado constituya t�tulo ejecutivo, pues la ley puede crear tales t�tulos. Se�or Presidente, los dos incisos mencionados en realidad se prestan a confusi�n y contienen serios errores de Derecho. A mi juicio, el prop�sito de la iniciativa es bueno; pero su texto debe ser mejorado, porque en la forma en que est� redactado presentar� grav�simos problemas en su aplicaci�n pr�ctica. Recordemos que estamos hablando de t�tulos de cr�dito endosables, por lo que la ley debe ser muy clara para que no haya ninguna duda sobre el instrumento al que se le otorga el m�rito ejecutivo y si tendr� el m�rito de ser, en definitiva, t�tulo de la obligaci�n. Se�or Presidente, anuncio mi voto favorable, pues estimo que la idea es buena; pero pido plazo para presentar indicaciones, con el objeto de perfeccionar los dos incisos contrarios a Derecho que he mencionado o que, por lo menos, no expresan lo que se pretende. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Para precisar y lograr acuerdos que permitan el despacho de la iniciativa, solicito a Su Se�or�a que proponga una fecha para el plazo de presentaci�n de indicaciones. El se�or OTERO.- Con una semana basta, se�or Presidente, ya que s�lo se trata de redactar de nuevo el art�culo. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Sergio D�ez. El se�or D�EZ.- Se�or Presidente, una vez aprobado en general el proyecto y presentadas las indicaciones, propongo que en vez de tramitarlo a la Comisi�n de Vivienda, se env�e a la de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento, pues, si bien su objetivo es favorecer el tr�mite de la transacci�n de las letras hipotecarias, no hay duda de que la materia incide fundamentalmente en el �mbito jur�dico, terreno en el cual -como lo ha expresado el Senador se�or Otero- debe tenerse mucho cuidado, para que los instrumentos de que se trata tengan la validez comercial necesaria y los haga �tiles a la finalidad que se pretende. Por ello, planteo a la Mesa que recabe el acuerdo del Senado, a fin de que el proyecto vaya a la Comisi�n de Constituci�n para su segundo informe. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- En cuanto a la indicaci�n formulada por el Senador se�or D�ez, propongo que la iniciativa pase a ambas Comisiones: a una primero y a otra despu�s. No parece razonable que una materia de esta �ndole no pueda ser conocida de nuevo por una Comisi�n que ya tuvo a su cargo el primer informe. En consecuencia, en relaci�n con la proposici�n planteada, sugiero a la Sala aprobar el proyecto en general, fijar plazo para indicaciones, enviar el proyecto, para segundo informe, primero a la Comisi�n de Vivienda y Urbanismo y, luego, a la de Constituci�n, Legislaci�n y Justicia. El se�or OTERO.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra, Su Se�or�a. El se�or OTERO.- Se�or Presidente, el Honorable se�or D�ez tiene raz�n. Porque, como sobre la iniciativa no hay diferencias de fondo ni tampoco en lo que se pretende, el problema es de t�cnica jur�dica y de precisi�n del alcance de las expresiones utilizadas, que son materias propias de la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n y Justicia. Es m�s pr�ctico, a mi juicio, que el proyecto pase a la Comisi�n de Constituci�n, donde lo despachar�amos r�pidamente y sea aprobado por la Sala sin nuevas indicaciones. De lo contrario, con la presentaci�n de las que corresponde, la iniciativa tendr� que ir a la Comisi�n respectiva y, despu�s, volver a la Sala. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Lo que resulta inevitable, se�or Senador, es cumplir con el Reglamento en materia de plazos para formular indicaciones. Una manera expedita de resolver el problema es que, si estamos de acuerdo con la idea de fondo, se apruebe en general el proyecto, se fije plazo para indicaciones y el segundo informe sea elaborado por la Comisi�n de Constituci�n. El se�or OTERO.- De acuerdo, se�or Presidente. --Se aprueba en general el proyecto, se fija el jueves 10 de julio a las 18 como plazo para presentar indicaciones, y se acuerda enviarlo para su segundo informe a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n y Justicia. ________________ El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- A continuaci�n, corresponde ocuparse en el proyecto que figura con el n�mero 5 en la tabla, relativo al sistema de remuneraciones del personal del Ministerio de Obras P�blicas.. El se�or N��EZ.- Pido la palabra. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Puede hacer uso de ella, se�or Senador. El se�or N��EZ.- Se�or Presidente, entiendo que el Ministro de Obras P�blicas solicit� tanto al se�or Presidente como a Su Se�or�a, y tambi�n al Presidente de la Comisi�n respectiva, aplazar el an�lisis de esta iniciativa. En consecuencia, pido formalmente acoger dicha solicitud. El se�or D�EZ.- Se�or Presidente, tengo registrado en mis notas que, por acuerdo de los Comit�s, este asunto qued� para el 9 de julio. Me gustar�a que la Mesa lo confirmara. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- As� es, se�or Senador. Entonces, queda para ser tratado en esa fecha. El se�or OTERO.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra, Su Se�or�a. El se�or OTERO.- Se�or Presidente, en la tabla hay dos proyectos de acuerdo de la Honorable C�mara de Diputados que podr�amos despachar r�pidamente: el que aprueba la "Convenci�n sobre Seguridad del Personal de las Naciones Unidas y el Personal Asociado", y el que aprueba el "Acuerdo entre el Gobierno de la Rep�blica de Chile y la Comunidad del Caribe sobre Cooperaci�n Cient�fica y T�cnica", los cuales est�n signados con los n�meros 21 y 23, respectivamente, en la tabla. Ambos proyectos podr�amos despacharlos, tal vez, en cinco minutos, antes de que llegue la hora de rendir el homenaje. El se�or THAYER.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or THAYER.- Se�or Presidente, es extraordinariamente sencillo el proyecto que modifica el C�digo del Trabajo para conceder determinados derechos a padres trabajadores -figura con el n�mero 6 en la tabla-, y su tratamiento se ha venido atrasando desde hace tiempo. Por ello, si la Sala no tiene inconveniente, pido que se respete el orden de la tabla y lo tratemos ahora, augurando que dicha materia no requerir� m�s de diez minutos de discusi�n. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Si le parece a la Sala, analizaremos a continuaci�n la iniciativa n�mero 6 del Orden del D�a, que aparentemente es de tr�mite muy sencillo, y despu�s trataremos los dos proyectos de acuerdo sugeridos por el Senador se�or Otero. Acordado. MODIFICACI�N DE C�DIGO DEL TRABAJO SOBRE DERECHOS DE PADRES TRABAJADORES El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que modifica el C�digo del Trabajo concediendo los derechos que indica a padres trabajadores, con segundo informe de la Comisi�n de Trabajo y Previsi�n Social. �Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 22�, en 30 de julio de 1996. Informe de Comisi�n: Trabajo, sesi�n 38�, en 8 de abril de 1997. Trabajo (segundo), 6�, en 17 de junio de 1997. Discusi�n: Sesi�n 42�, en 16 de abril de 1997 (se aprueba en general). El se�or LAGOS (Secretario).- Para los efectos de lo dispuesto en el art�culo 124 del Reglamento, la Comisi�n deja constancia en su informe de los art�culos que fueron objeto de indicaciones, de los art�culos que no fueron objeto de ellas y de las indicaciones aprobadas. En verdad, la Comisi�n rechaz� todas las indicaciones presentadas al texto aprobado en general y propone aprobar el proyecto en los mismos t�rminos en que lo hizo la C�mara de Diputados. Por lo tanto, si no fueren renovadas reglamentariamente algunas de las indicaciones rechazadas, corresponder�a, conforme a lo dispuesto en el art�culo 124 del Reglamento, aprobar el texto del primer informe -esto es, el proyecto aprobado en general-, salvo que alg�n se�or Senador pida su votaci�n. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- En discusi�n particular el proyecto. Tiene la palabra el Honorable se�or Thayer. El se�or THAYER.- Se�or Presidente, la Comisi�n adopt� el criterio de mantener la esencia del proyecto, que es sumamente justo y carece de complicaci�n. La iniciativa implica la posibilidad de otorgar permiso para ausentarse de su trabajo al padre o madre que tengan la desgracia de enfrentar una enfermedad grave o accidente grave, con peligro de muerte, de un hijo menor de 18 a�os, quedando claro que el per�odo no trabajado es de costo del propio trabajador. La normativa permite que el trabajador restituya el tiempo no trabajado en la forma que se�ala el texto, esto es, a trav�s de sus d�as administrativos, del feriado anual de que disfrute, o, en �ltimo t�rmino, de las horas extraordinarias que pudiere laborar. Por lo tanto, si se autoriza reponer en dicha forma el tiempo no trabajado y su costo es exclusivamente del trabajador, no se ve raz�n alguna para que haya oposici�n a un proyecto que s�lo atiende un estado de necesidad y de exigencia humanas, en el sentido de que el padre o la madre que se encuentran al cuidado de su hijo le presten su atenci�n cuando est� en peligro de muerte. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Honorable se�ora Carmen Frei. La se�ora FREI (do�a Carmen).- Se�or Presidente, aun cuando votar� a favor el proyecto, lamento, s�, el no haber sido m�s generosos, en el sentido de no descontar remuneraciones por el tiempo equivalente al permiso concedido. Porque si otorgamos permiso para ausentarse del trabajo a un padre o madre cuyo hijo se encuentra en situaci�n grave, obviamente ese padre o madre necesitar� m�s recursos para pagar la enfermedad o emergencia por la cual atraviesa. Por lo tanto, en mi opini�n, habr�a sido m�s conveniente otorgar dicho permiso con un certificado m�dico que hubiere recomendado tal medida y sin descontar de las remuneraciones el tiempo no trabajado. Si bien no es posible hacer lo anterior, de todos modos dejo constancia de ello, y anuncio mi voto a favor. El se�or URENDA.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or URENDA.- Se�or Presidente, quiero dejar constancia de dos asuntos: primero, que estamos en la discusi�n del segundo informe, y segundo, que el proyecto fue de iniciativa del Presidente de la Rep�blica. Con motivo de la discusi�n en particular, en el segundo informe se rechazaron algunas indicaciones -por las razones que en �l se se�alan-, unas, por ser inadmisibles, y otras, porque, en realidad, no mejoraban el proyecto. Por ello, coincido en aprobarlo en la forma propuesta y en despacharlo r�pidamente, a fin de dar un avance en materia social, lo cual implica considerar situaciones de la vida diaria, en que es imprescindible o se desea estar junto a un hijo enfermo con motivo de un accidente grave o una enfermedad terminal. --Se aprueba el proyecto, conforme lo propone la Comisi�n en su segundo informe, en los mismos t�rminos en que fue aprobado en general. CONVENCI�N SOBRE SEGURIDAD DE PERSONAL DE NACIONES UNIDAS Y PERSONAL ASOCIADO El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Proyecto de acuerdo, en segundo tr�mite constitucional, que aprueba la "Convenci�n sobre Seguridad del Personal de las Naciones Unidas y el Personal Asociado", con informe de la Comisi�n de Relaciones Exteriores. �Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de acuerdo: En segundo tr�mite, sesi�n 37�, en 5 de septiembre de 1996. Informe de Comisi�n: Relaciones Exteriores, sesi�n 4�, en 11 de junio de 1997. El se�or LAGOS (Secretario).- La Comisi�n deja consignado en su informe que los objetivos de la Convenci�n son facilitar las operaciones de la Organizaci�n, intentando que ellas se ejecuten con el consentimiento y la cooperaci�n del Estado receptor, asegur�ndose que se adopten las medidas necesarias para prevenir los atentados contra su personal y para castigar a los autores de �stos. Asimismo, hace una rese�a de dicho instrumento internacional, que consta de un pre�mbulo y de veintinueve art�culos. La Comisi�n, por unanimidad, aprob� en general y particular el proyecto de acuerdo, con los votos de los Senadores se�ores Vald�s (Presidente), Alessandri, D�ez y Mc-Intyre, y propone aprobarlo en los mismos t�rminos en que lo hizo la C�mara de Diputados. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- En discusi�n general y particular el proyecto de acuerdo. Tiene la palabra el Honorable se�or Vald�s. El se�or VALD�S.- Se�or Presidente, en pocas palabras, quiero expresar que el proyecto de acuerdo fue aprobado un�nimemente por la Comisi�n de Relaciones Exteriores y tiene por objeto proteger al personal de Naciones Unidas y al personal asociado, en las operaciones de la Organizaci�n, que son decretadas por el Consejo de Seguridad o por la Asamblea General, en su caso, y en las cuales participa Chile, raz�n por la cual nos interesa el convenio, que prescribe que dicho personal se encuentra protegido por la Convenci�n, as� como sus veh�culos, embarcaciones y aeronaves, que contar�n con su respectiva identificaci�n distintiva. Adem�s, se obliga al Estado receptor y a las Naciones Unidas a suscribir un acuerdo sobre el estatuto de la operaci�n de las Naciones Unidas y de todo el personal que participa en ella. Dicho estatuto contendr�, entre otras, ciertas disposiciones sobre prerrogativas e inmunidades de los componentes militares y de polic�a de la operaci�n. Sin perjuicio de las prerrogativas e inmunidades de que gocen o de las exigencias de sus funciones, el personal de las Naciones Unidas y el personal asociado deber� respetar las leyes y reglamentos del Estado receptor y del Estado de tr�nsito, y se abstendr� de toda acci�n o actividad incompatible con el car�cter imparcial e internacional de sus funciones. Tambi�n se contemplan obligaciones para los Estados -entre ellos se cuenta Chile-, como, por ejemplo, velar por la seguridad del personal; poner en libertad o devolver al personal protegido, capturado o detenido; contemplar en su legislaci�n como delito la comisi�n intencional de un homicidio, secuestro u otro ataque contra la integridad f�sica o la libertad de cualquier miembro del personal de las Naciones Unidas o el personal asociado, etc�tera; cooperar en la prevenci�n de los citados delitos y entregar la informaci�n que se tenga al Secretario General de las Naciones Unidas; asegurar el enjuiciamiento o la extradici�n de los presuntos culpables, aun cuando no exista un tratado de extradici�n para ese efecto entre los Estados Partes, pues se considerar� esta Convenci�n como la base jur�dica necesaria para que esta medida proceda. Finalmente, se dispone que los Estados Partes se prestar�n toda la asistencia posible en relaci�n con los procedimientos penales relativos a los delitos antes enunciados, garantizando un trato justo, un juicio imparcial y plena protecci�n de los derechos de las personas involucradas en los procedimientos derivados de los delitos contemplados en la Convenci�n. En materia de controversias, se se�ala que �stas podr�n ser sometidas a arbitraje unilateralmente y que, si en el plazo de seis meses no se llega a acuerdo, cualquiera de los Estados Partes en conflicto podr� remitir la controversia a la Corte Internacional de Justicia. La Convenci�n tiene por objeto dar protecci�n a las personas que, bajo bandera o insignia de las Naciones Unidas, cumplan misiones de paz, las que cada vez son m�s extensas y, ciertamente, riesgosas, tanto para ellas como tambi�n para sus equipos. En consecuencia, la Comisi�n de Relaciones Exteriores solicita a la Sala que apruebe por unanimidad el proyecto de acuerdo. He dicho. El se�or ALESSANDRI.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Alessandri. El se�or ALESSANDRI.- Se�or Presidente, s�lo deseo recalcar un aspecto se�alado por el Honorable se�or Vald�s, en el sentido de que esta Convenci�n se aplica a las operaciones de paz, como es el caso de ciertas misiones internacionales; por ejemplo, la que en estos momentos Chile realiza en Ir�n, la cual es de paz y no de guerra. El n�mero 2 del Art�culo 2 expresa: "La presente Convenci�n no se aplicar� a las operaciones de las Naciones Unidas autorizadas por el Consejo de Seguridad como medida coercitiva"... Es decir, su �mbito se restringe s�lo a las operaciones de paz. Quer�a aclarar el punto para mayor conocimiento del Senado. Por eso, daremos nuestra aprobaci�n a la iniciativa. --Se aprueba en general y particular el proyecto de acuerdo. ACUERDO ENTRE CHILE Y LA COMUNIDAD DEL CARIBE SOBRE COOPERACI�N CIENT�FICA Y T�CNICA El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Corresponde ocuparse en el informe de la Comisi�n de Relaciones Exteriores reca�do en el proyecto de acuerdo, en segundo tr�mite constitucional, sobre aprobaci�n del "Acuerdo entre el Gobierno de la Rep�blica de Chile y la Comunidad del Caribe sobre Cooperaci�n Cient�fica y T�cnica". �Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de acuerdo: En segundo tr�mite, sesi�n 9�, en 19 de noviembre de 1996. Informe de Comisi�n: Relaciones Exteriores, sesi�n 4�, en 11 de junio de 1997. El se�or LAGOS (Secretario).- Este instrumento internacional consta de un pre�mbulo y de once art�culos que se rese�an en el informe. Por unanimidad de los Senadores se�ores Vald�s (Presidente), Alessandri, D�ez y Mc-Intyre, la Comisi�n propone aprobar el proyecto de acuerdo en los mismos t�rminos en que lo hizo la C�mara de Diputados. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- En discusi�n general y particular el proyecto de acuerdo. Tiene la palabra el Honorable se�or Vald�s. El se�or VALD�S.- Se�or Presidente, la explicaci�n de este proyecto de acuerdo es sencilla porque es uno m�s de los suscritos a nivel internacional para desarrollar y elaborar de com�n acuerdo programas, proyectos y actividades cient�ficas y t�cnicas, contando con la participaci�n del sector privado cuando sea necesario, as� como tambi�n de las universidades y los organismos de investigaci�n cient�fica. Se suscribe este Acuerdo entre Chile y los pa�ses que forman la Comunidad del Caribe, para los cuales nuestra naci�n representa un factor de equilibrio y generosidad en esta materia. Por lo tanto, no hay mayores obligaciones, sino una disposici�n de realizar una cooperaci�n en el sentido se�alado. Por eso, la Comisi�n aprob� el proyecto de acuerdo por unanimidad y sugiere al Senado proceder en los mismos t�rminos. --Se aprueba en general y particular el proyecto de acuerdo. ________________ El se�or OTERO.- �Me permite, se�or Presidente? La se�ora FREI (do�a Carmen).- Podr�amos pasar al n�mero 22. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- De conformidad a los acuerdos de Comit�s -estamos exactamente en la hora-, a las 18:30 corresponde realizar el homenaje anunciado por el Honorable se�or Ruiz, con motivo de haberse conmemorado el 26 de junio pasado el aniversario de la Marina Mercante. El se�or VALD�S.- Se�or Presidente, �ser�a una impertinencia solicitar a la Sala que apruebe el proyecto de acuerdo que aprueba una enmienda al p�rrafo 2 del art�culo 43 de la "Convenci�n sobre los Derechos del Ni�o"? Es tan sencillo como el anterior. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Se�or Senador, sugiero el siguiente procedimiento. Estoy seguro de que el homenaje del Honorable se�or Ruiz no tomar� el tiempo que resta del Orden del D�a, el cual va hasta las 20. Realicemos el homenaje y, a continuaci�n, prosigamos con los proyectos de la tabla que son de simple despacho. En consecuencia, damos paso al homenaje y, en seguida, continuamos con los proyectos que restan. Acordado. Tiene la palabra el Senador se�or Ruiz. HOMENAJE A LA MARINA MERCANTE NACIONAL El se�or RUIZ (don Jos�).- Se�or Presidente, estimados colegas: Con motivo de la celebraci�n del D�a de la Marina Mercante Nacional, deseo saludar a los hombres de mar aqu� presentes y a quienes se encuentran surcando los mares del mundo y rendirles un homenaje por el esfuerzo y tes�n con que intentan mantener nuestras m�s caras tradiciones n�uticas. CHILE: UN PA�S DE ESPALDA AL MAR Como reiteradamente lo he manifestado en el Senado desde 1990, Chile necesita asumir su condici�n de pa�s oce�nico. La sociedad chilena y especialmente el Estado a trav�s de su administraci�n superior, deben aceptar el reto de dar la cara al Pac�fico e iniciar la ruta del aut�ntico desarrollo, que ser� una ficci�n mientras ignoremos el potencial que nos ofrecen los caminos del mar. Sin embargo, son escasos los debates que ocupan la atenci�n de nuestra Alta Corporaci�n para referirse a los temas del mar y, muchas veces, ellos tienen m�s que ver con la insistencia dogm�tica de seguir privatizando las pocas actividades que el Estado ejerce en este campo, que en abordar con profundidad y conocimiento el desarrollo de nuestros intereses mar�timos. Los �ltimos temporales cortaron carreteras y destruyeron puentes. Por los medios de comunicaci�n nos informamos de que numerosas poblaciones quedaron aisladas, y, lo que es parad�jico, tambi�n ocurri� lo mismo con poblaciones costeras. �stas �ltimas no pod�an ser socorridas por mar, porque no tenemos desarrollado un sistema integral de cabotaje; no existe una infraestructura que permita operar a naves menores, las cuales tampoco existen en nuestra marina mercante. Todos est�n preocupados de construir nuevas carreteras, inundarlas con m�s camiones que la destruir�n en un par de a�os en un derroche de recursos econ�micos y de energ�a que debemos importar, mientras los caminos del mar est�n expeditos, esperando una visi�n de Estado que impulse un desarrollo arm�nico del pa�s para aprovechar sus recursos y ventajas naturales. La principal causa de esta situaci�n es la implantaci�n de un sistema neoliberal que limita la acci�n de la sociedad organizada y especialmente de sus instituciones pol�ticas, dejando el funcionamiento de la econom�a a las solas leyes del mercado. En este cuadro, numerosas actividades productivas o de servicios, que en pa�ses desarrollados funcionan con extraordinaria fluidez, en el nuestro son ignoradas o marginadas. A ello se suman los antecedentes que llegan a nuestras manos respecto de la extraordinaria influencia de los grandes grupos econ�micos que controlan la econom�a del mundo y que muchas veces tienen m�s fuerza que las propias naciones. A ello se suma tambi�n el debilitamiento de las organizaciones internacionales llamadas a promover la solidaridad y la justicia internacional. La influencia de estos grupos es tan poderosa, que ya se inicia una fuerte presi�n sobre la Organizaci�n Internacional del Trabajo (OIT), con el objeto de derogar antiguos convenios que daban alguna protecci�n a los trabajadores y abrir las puertas a la llamada desregularizaci�n de las relaciones laborales al interior de los pa�ses miembros, destruyendo las legislaciones laborales, conquistadas despu�s de muchas d�cadas de lucha sindical. Una misi�n pendiente La inmensidad de nuestro mar patrimonial, surcado por naves de distintas banderas y m�s bien abandonado por nuestra cultura "tierra adentro", nos obliga a buscar los instrumentos que nos permitan revertir esa situaci�n. Es imperioso ocupar nuestro mar, explotar racionalmente sus recursos y proyectar nuestro futuro apoyado firmemente en su extraordinario potencial. Sin embargo, ser� imposible la ocupaci�n de nuestro mar, si previamente no ocupamos ordenadamente nuestras costas, hoy pr�cticamente despobladas y generalmente empobrecidas, en circunstancias de que una de las mayores riquezas nacionales est� en la explotaci�n de la rica biomasa que contiene nuestro mar patrimonial. Aun cuando son escasos los espacios costeros con buenas condiciones para ser habilitados como grandes puertos, aptos para el servicio de naves de gran tonelaje, existen numerosas bah�as menores aptas para naves de tama�o peque�o y mediano, que pueden ser plenamente utilizadas como puertos para el cabotaje nacional. De all�, que es importante definir la ubicaci�n de los grandes puertos que deben atender el tr�fico internacional, cuyas caracter�sticas impone exigencias especiales e instalaciones apropiadas, considerando el porte y calado de las naves, la tecnolog�a requerida para su operaci�n y las v�as de acceso de los pa�ses lim�trofes, a quienes esperamos entregar los servicios portuarios. Esta es una decisi�n que no puede quedar s�lo en manos de los privados, sino que debe incorporar activamente a los organismos del Estado, tanto del poder central como de las regiones y comunas afectadas y de la comunidad organizada. Transporte Mar�timo El mar nos entrega su ancho y seguro camino para transportar nuestros productos y abastecernos de los que nos faltan. M�s de 90 por ciento de nuestro comercio exterior se realiza por mar, participando las naves de la Marina Mercante Nacional en menos de 10 por ciento de ese transporte mar�timo. Ello nos debe llamar a la reflexi�n, ya que el transporte mar�timo es uno de los rubros m�s importantes en la econom�a de pa�ses como el Reino Unido, Jap�n, Grecia y los pa�ses escandinavos. La geograf�a de una naci�n determina en buena medida su personalidad y la obliga a superar sus dificultades, como tambi�n la habilita para aprovechar sus ventajas. As� Gran Breta�a super� su aislamiento convirti�ndose en un pa�s de navegantes; lo mismo hizo Noruega y la mayor�a de los pa�ses del Asia. Estas naciones lograron el desarrollo econ�mico apoyados en una gran Marina Mercante. M�s categ�rico es el ejemplo del Jap�n, que carece de hierro, de petr�leo y tiene escaso carb�n y, sin embargo, es uno de los principales productores de acero, lo que le ha permitido desarrollar una impresionante industria de astilleros y poseer la mayor flota mercante del mundo. No cabe duda, entonces, de que el desarrollo econ�mico est� estrechamente relacionado con la capacidad de los pa�ses de transportar sus productos y satisfacer sus requerimientos internos. Esas naciones contemplan en sus legislaciones normas de protecci�n especiales para sus marinas mercantes, lo que les ha dado su personalidad y les ha permitido imprimir un sello a su desarrollo del que hoy gozan. No es �sta ciertamente la situaci�n de nuestro pa�s, que sigue ignorando la importancia de las rutas mar�timas. El dise�o de un servicio de cabotaje nacional debe ser compatible con una pol�tica nacional de transporte, que contemple el uso del ferrocarril en forma eficiente, de carreteras y, desde luego, la v�a mar�tima, que es en definitiva el m�s barato de todos los medios de transporte. Por ello, debemos tomar en cuenta las pol�ticas que siguen las naciones desarrolladas, que entregan a sus armadores subsidios, ventajas tributarias y operativas, lo que les permite competir en el dif�cil mercado internacional. Mantener la actual apertura al comercio exterior, dando a las naves extranjeras el mismo trato que a las nacionales, sin exigir reciprocidad de los pa�ses que nos compiten es simplemente condenar a nuestra Marina Mercante Nacional. El desarrollo de una Marina Mercante, que atienda una parte importante de nuestro comercio exterior y que cubra las necesidades del cabotaje nacional, traer� como consecuencia una mayor actividad portuaria y demandar� numerosos servicios a naves y tripulantes y, sobre todo, aumentar� significativamente la demanda por naves, que debieran ser construidas y posteriormente mantenidas por astilleros nacionales. Pol�tica portuaria Estamos, pues, ante una dram�tica realidad que afecta a los intereses mar�timos del pa�s, en buena medida reflejados en la disminuci�n de la marina mercante, sin una legislaci�n acorde con la pr�ctica internacional y sin una pol�tica nacional tendiente a modificar esta situaci�n. Una "Pol�tica de Transporte Mar�timo" debe ser complementada con una "Pol�tica Portuaria" que oriente el desarrolle de esta importante actividad y no sea s�lo una respuesta ocasional a problemas puntuales, como ha sido hist�ricamente en nuestro pa�s. En efecto, nuestros puertos nacen sin mayor planificaci�n y su desarrollo y consolidaci�n ha tenido m�s que ver con la fundaci�n de la ciudad en su entorno, que a una visi�n de futuro. Una pol�tica portuaria nacional debiera considerar entre otros los siguientes elementos: a) La escasez de espacios geogr�ficos costeros con buenas aptitudes para ser usados como puertos; b) La necesidad de poblamiento de nuestro borde costero; c) El fortalecimiento de nuestra presencia en los extremos Norte y Sur del territorio nacional, as� como en nuestras islas oce�nicas; d) La proyecci�n de nuestro desarrollo econ�mico y su dependencia del transporte mar�timo; e) La demanda creciente de los pa�ses sudamericanos ribere�os del Atl�ntico para comunicarse con los mercados del Pac�fico; f) Las necesidades de servicios portuarios para naves pesqueras que operan en los mares australes, tanto del Atl�ntico como del Pac�fico; para las cient�ficas y de turismo, que durante la temporada de verano cubren la ruta hacia la Ant�rtica; as� como para las naves que cruzan el Estrecho de Magallanes, y g) El desarrollo de las actividades n�uticas, recreativas y ligadas al turismo. En efecto, son escasos los espacios de borde costero aptos para construir puertos abrigados que resguarden las operaciones de naves. En consecuencia, este bien p�blico no puede entregarse a particulares sin los debidos resguardos para los intereses superiores de la comunidad nacional y menos pueden ser objeto de un lucro indebido, por lo que su uso debe ser p�blico y regulado por el Estado. Los intereses superiores de la Naci�n obligan a desarrollar un esfuerzo especial por parte del Estado en aquellos puntos de nuestro territorio en los que, adem�s de los intereses econ�micos, ejercen una fuerte influencia las necesidades de consolidaci�n de la presencia nacional y, por ende, de su poblamiento, construyendo la infraestructura que facilite y mejore las condiciones de vida de la gente. Desde el punto de vista de los intereses mar�timos nacionales, considerando la importancia de nuestra ubicaci�n geogr�fica y teniendo presente el desarrollo de las econom�as de los pa�ses ribere�os del Pac�fico, debemos impulsar una pol�tica de Estado respecto del desarrollo portuario. Investigaci�n cient�fica Carecemos tambi�n de una pol�tica de investigaci�n, que nos permita conocer la magnitud, caracter�stica y ubicaci�n de nuestros recursos hidrobiol�gicos, muchas veces sobreexplotados por la voracidad de los manipuladores de un mercado con escasa regulaci�n. Incluso en numerosas oportunidades hemos escuchado a voceros del sector pesquero quejarse por las vedas que se aplican en nuestro pa�s, mientras que en los pa�ses vecinos los recursos marinos carecen de estas normas. Pero ello es lo que le dar� sustentabilidad en el tiempo a dichos recursos. Surgen a diario amenazas a la preservaci�n de los recursos hidrobiol�gicos, por la introducci�n de naves con capacidades cada vez mayores de captura y de procesamiento, sumada a la demanda creciente de alimento de una poblaci�n insatisfecha y, en amplios sectores de la humanidad, con hambre cr�nica. Se dice que en Chile tenemos pocos cient�ficos que puedan dedicarse a la investigaci�n. Cabr�a hacerse la pregunta elemental: �a qu� se podr�an dedicar los cient�ficos en un pa�s cuyo Estado no invierte en investigaci�n y en que los privados, movidos s�lo por el lucro y con una visi�n cortoplacista, no arriesgan recursos en construir el futuro? Si el Estado no asume una cuota importante en el fomento de la investigaci�n e incentiva al sector privado para que haga el necesario aporte que le corresponde a quienes se benefician con los frutos de dicha investigaci�n, no podremos cerrar el c�rculo vicioso de la ignorancia y estaremos condenados a mal explotar nuestros recursos y subsistir en el subdesarrollo. Por la importancia creciente de los pa�ses ribere�os de la cuenca del Pac�fico, por el impacto que sus econom�as y su comercio tienen en las relaciones mundiales y por su proyecci�n futura, algunos sostienen que el siglo XXI ser� conocido como la "Era del Pac�fico". Si a ello agregamos que, por la din�mica del desarrollo cient�fico y su aplicaci�n en las distintas actividades de la humanidad, el conocimiento se convierte en el principal capital de las personas y de las naciones y condiciona sus expectativas de desarrollo, por lo que otros se anticipan a denominar tambi�n al siglo emergente como la "Era de la Inteligencia". Hace algunos a�os conversaba con profesionales que laboran en el Instituto de la Patagonia, quienes hab�an avanzado bastante en una investigaci�n tendiente a lograr la reproducci�n en cautiverio de la centolla. Esta investigaci�n reviste gran importancia por tratarse de un recurso que se agota por sobreexplotaci�n y que, sin duda, tiene una gran demanda, por lo que sus recuperaci�n ser�a de gran beneficio para Magallanes y para el pa�s. Sin embargo, el Instituto de la Patagonia, dependiente de la Universidad de Magallanes -una de las m�s pobres del pa�s-, dif�cilmente puede invertir los recursos necesarios para lograr un resultado positivo en un plazo razonable. La investigaci�n nos permitir�, adem�s, superar la etapa de la exportaci�n de materias primas sin elaborar, para avanzar en procesos crecientes de industrializaci�n que nos posibiliten incorporarle valor agregado, generando ocupaci�n de mano de obra de mayor calidad y, por lo tanto, bien remunerada, reduciendo al mismo tiempo el volumen de las capturas, sin disminuir por ello los ingresos del pa�s. Lo anterior reviste especial importancia, considerando la gran influencia que adquiere diariamente el factor ecol�gico y la presi�n por sobreexplotar nuestros recursos hidrobiol�gicos, que generar� la explosi�n demogr�fica, con su grave problema alimentario, especialmente en los pa�ses de mayor poblamiento y de menores espacios f�sicos. Por otra parte, la debilidad de nuestras estructuras institucionales, incapaces de regular y controlar eficazmente tan importante actividad, como consecuencia de los grupos econ�micos que dominan, impiden en algunos casos una mejor explotaci�n por la v�a de aumentar los recursos, sin que ello afecte a lo que mayormente importa en esta actividad, que son la eficiencia y los resultados finales. Como una muestra de lo anterior, podemos exponer las dificultades que ha tenido en el Congreso Nacional una moci�n que presentamos para exigir el uso del posicionador satelital que permitir� un mayor control de las naves pesqueras y facilitar� la planificaci�n de la administraci�n pesquera. Nuestro fondo marino esconde cuantiosas riquezas que deber�n explotarse inevitablemente, y ello exigir� contar con instrumentos legales adecuados para proteger el medio ambiente acu�tico y evitar da�os a otras actividades marinas hoy en plena explotaci�n. Desde luego, debi�ramos contar con la necesaria capacidad de investigar para anticiparnos a los hechos y evitar repetir la experiencia del "boom" pesquero, que llev� a colapsar a numerosas pesquer�as por falta de conocimiento de las especies, ausencia de controles y, en definitiva, una falta de pol�tica de Estado frente a tan importante actividad. Desarrollo humano El Papa Juan Pablo II, en su Enc�clica Centesimus Annus, reconoce la existencia de una nueva forma de propiedad, que "es la propiedad del conocimiento, de la ciencia y del saber". Es el hombre mismo el que, en su capacidad de adquirir nuevos y mayores conocimientos, se constituye en la pieza fundamental de la sociedad. Nada pueden las m�quinas ni los m�s sofisticados equipos sin la inteligencia de la persona humana. Tambi�n nos dice Su Santidad que "As� se hace cada vez m�s evidente y determinante el papel del trabajo humano, disciplinado y creativo, y el de las capacidades de iniciativa y de esp�ritu emprendedor, como parte esencial del mismo trabajo.". Inspirados en estas sabias palabras podemos concluir que ser� imposible la construcci�n de una sociedad m�s libre, m�s fraterna, m�s justa y solidaria, sin la participaci�n activa y pujante de la persona humana, del hombre de trabajo, sujeto principal del proceso productivo y destinatario final de los bienes que se crean con el esfuerzo de toda la comunidad. Debemos, pues, incorporar en nuestras relaciones sociales y pol�ticas el concepto indispensable de la participaci�n, que reducir� los conflictos en la sociedad y permitir� que los programas y proyectos sean asumidos y apoyados por todos, por ser obra del conjunto de la comunidad organizada. He dicho. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Mc-Intyre. El se�or MC-INTYRE.- Se�or Presidente, Honorables Senadores: Habi�ndose cumplido hace pocos d�as el 179� aniversario de la Marina Mercante Nacional, adhiero al homenaje que hoy ha rendido el Senador se�or Ruiz a esta valiosa instituci�n del pa�s. Nadie mejor que Su Se�or�a para hacerlo, ya que por largos a�os naveg� en la zona austral. Dos importantes medidas hicieron posible el surgimiento de nuestra Marina Mercante, a la vez que marcaron el inicio del desarrollo econ�mico de Chile. Ellas fueron la libertad de comercio y la reserva de cabotaje para los buques mercantes nacionales, medidas �stas dignas de recordarse, porque las actuales circunstancias del comercio mundial han renovado su validez. A trav�s de estos 179 a�os, la Marina Mercante Nacional, sufriendo toda suerte de vicisitudes y crisis, ha ido gestando su propia historia, admirable y singular en muchos aspectos. Historia que se ha ido desarrollando gracias a la audacia, imaginaci�n e iniciativa de nuestros empresarios navieros que, como verdaderos pioneros, han perseverado en su fe en el destino mar�timo de Chile y han trabajado arduamente para hacerlo realidad, respaldados, eso s�, por esa extraordinaria calidad del hombre de mar y profesional n�utico competente que distingui� siempre al marino mercante chileno. Es as� como nuestra industria del transporte mar�timo no es una improvisaci�n de hoy. La mejor prueba de su solidez como industria natural y tradicional de Chile la tenemos en la m�s grande empresa naviera del pa�s: la Compa��a Sudamericana de Vapores, que est� por cumplir 125 a�os de existencia. No hay un caso igual en los otros pa�ses del continente americano, y son muy pocos los ejemplos de tan larga duraci�n en el mundo entero, lo que demuestra que la Marina Mercante chilena no es una ficci�n econ�mica, ya que ha sido capaz de crear y establecer sus propias ventajas comparativas para seguir manteni�ndose en el escenario mar�timo mundial, y lo ha conseguido operando contra todas las incertidumbres, inseguridades y poderosa competencia extranjera. Es decir, textualmente, lo ha conseguido contra viento y marea. Por eso nuestro reconocimiento y nuestro homenaje, en este momento, est�n dirigidos a los armadores y a los marinos mercantes de nuestro pa�s, oficiales y tripulantes, de ayer y de hoy, a quienes debemos la exitosa posici�n en que se encuentra Chile en el �mbito mar�timo internacional. Asimismo, un homenaje a nuestra Marina Mercante no estar�a completo si omiti�ramos la contribuci�n de la Armada Nacional, traducida en el apoyo que ha proporcionado en todo momento al desarrollo de sus actividades mar�timas. Por lo dem�s, la Marina de Guerra y la Marina Mercante nacieron casi juntas en los albores de la patria -en 1817 y 1818, respectivamente-, y unidas han enfrentado las grandes crisis que ha vivido el pa�s. Vaya tambi�n nuestro reconocimiento a la Armada de Chile, en general, y a la Direcci�n General del Territorio Mar�timo y Marina Mercante Nacional, en particular. Pero, se�or Presidente, para hacer coherentes los hechos con las palabras, el mejor homenaje que podemos rendir a la Marina Mercante en el Senado consiste en conocer y entender en toda su magnitud los problemas que rodean a la industria naviera y a sus hombres, a los del capital y a los del trabajo, y tratar de mejorar la legislaci�n nacional al respecto para que las regulaciones estatales establezcan condiciones efectivamente favorables para nuestra Marina Mercante -que ya ha demostrado la eficiencia y dinamismo que la animan- para que pueda actuar sin desventajas comerciales en el campo extremadamente competitivo del comercio mar�timo mundial, del cual, como bien sabemos y llevamos a�os experiment�ndolo, depende el desarrollo econ�mico de Chile en esta etapa de apertura econ�mica e ingreso a la competencia internacional en que se est� desenvolviendo el pa�s desde la d�cada de los ochenta. Es as� como el transporte mar�timo realiza el 94 por ciento del comercio exterior de Chile -�94 por ciento!-. M�s a�n, en este elevado porcentaje, los armadores chilenos, en dura competencia con las grandes empresas navieras mundiales, transportan en sus buques alrededor del 50 por ciento de las cargas mar�timas al exterior del pa�s. �sta es una estad�stica bastante favorable. Hay que reconocer, pues, que los armadores chilenos, a pesar de que deben operar con grandes desventajas, han mostrado capacidad empresarial suficiente como para estar comercialmente presentes con sus buques en los principales mares y puertos del mundo. �sta es una raz�n m�s para que sean imperiosas la modernizaci�n y la adecuaci�n de las regulaciones que permitan que la industria naviera se desenvuelva en el campo internacional. En el Senado estamos tramitando proyectos de ley patrocinados por el Ejecutivo referentes a la modernizaci�n de algunos servicios estatales como parte de una idea modernizadora del Estado, tendiente a mejorar la competitividad del pa�s en el comercio internacional. Sin embargo, en esa preocupaci�n modernizadora no se ha insinuado a la industria naviera, quiz�s por ser fundamentalmente privada y por estar los armadores realizando su propia acci�n de modernizaci�n dentro de sus respectivas compa��as. Pero la actividad privada interna no reemplaza la acci�n paralela y consecuente del Estado, ya que �ste tiene mucho que realizar en relaci�n con la Marina Mercante. El Estado tiene la responsabilidad de adecuar la legislaci�n y reglamentaci�n que controla y vela por la seguridad de la actividad de los buques mercantes y procurar que sus disposiciones no entraben la condici�n de competitividad internacional. Y digo esto con gran �nfasis y preocupaci�n, porque en estos momentos todos los esfuerzos del Estado y de la empresa privada est�n orientados a proyectar econ�micamente a Chile hacia el Asia Pac�fico; hay consenso en hacer de Chile el pa�s puerto del MERCOSUR, y se busca afanosamente ampliar nuestra participaci�n soberana en el mar econ�mico y presencial de nuestra naci�n. Pero nos falta una definida pol�tica naviera nacional, una pol�tica acorde a la realidad mar�tima actual. Es as� que la ausencia de esta pol�tica ha permitido que se haya abierto el cabotaje a todas las naves extranjeras que arriban al puerto de Arica sin exigir ninguna reciprocidad para los buques mercantes chilenos de parte de los pa�ses de esas naves, ni, por lo menos, equidad en los impuestos que no pagan los extranjeros. Esta medida, si bien no nos ha afectado muy negativamente hasta ahora, representa, sin embargo, una disposici�n muy negativa para las empresas navieras nacionales (sobre todo en el esp�ritu del art�culo respectivo de la Ley Arica). La reserva del tr�fico de cabotaje para los buques de bandera nacional constituye un derecho natural que en nada vulnera nuestra proyecci�n econ�mica al exterior. Es m�s, todos los pa�ses mar�timos, con marina mercante propia, aplican esta reserva con bastante rigor. Y esto ocurre en momentos en que nuestra Marina Mercante experimenta una grave problem�tica comercial que no es propia ni exclusiva de ella, sino que la sufren todas las marinas mercantes, hasta las m�s grandes del mundo. Es sabido que entre las caracter�sticas del transporte mar�timo mundial est� la de experimentar oscilantes per�odos de crisis y de auge, conforme al curso que siga la econom�a mundial. Pero en la crisis actual, los gobiernos de los pa�ses extranjeros, con grandes y medianas empresas navieras, han tenido la sabidur�a de aplicar oportunamente cambios de estructura y regulaciones para que sus marinas mercantes puedan enfrentar en mejores condiciones el per�odo de crisis y dura competencia del comercio mar�timo. En suma, la determinaci�n de una positiva pol�tica naviera nacional; la acci�n de intentar adecuar las disposiciones mar�timas vigentes, que afectan la operatividad comercial de nuestras empresas navieras con sus buques de registro nacional; y el establecimiento de la reserva de cabotaje para los buques de bandera nacional, adem�s de satisfacer verdaderas necesidades nacionales, constituir�an, de parte del Ejecutivo y de nosotros, los gestos pr�cticos m�s significativos de homenaje a la Marina Mercante Nacional, a sus armadores y a sus hombres de mar. He dicho. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Urenda. El se�or URENDA.- Se�or Presidente, Honorables colegas, se�or Presidente del Colegio de Capitanes y Pilotos de la Marina Mercante Nacional: Con satisfacci�n adhiero, en nombre de la UDI y en el m�o propio, al homenaje que los Senadores se�ores Ruiz De Giorgio y Mc- Intyre han rendido a la Marina Mercante Nacional, y lo hago con la emoci�n de sumarme a un muy digno y merecido reconocimiento. Ella, a trav�s de 179 a�os, es la actividad donde mejor se ha reflejado el esp�ritu de empresa y de conquista que ha impulsado a muchos de nuestros hombres de mar; �stos, generaci�n tras generaci�n -ya sea como empresarios, enfrentando el riesgo comercial, o como oficiales y tripulantes, asumiendo el riesgo f�sico-, con inteligencia, preparaci�n y valent�a -traducido incluso en la p�rdida de tantas vidas valiosas- han respondido con �xito a los desaf�os del oc�ano, sin importar las circunstancias ni el lugar del mundo en que se encontraren. Esta expresi�n de la vocaci�n mar�tima de muchos chilenos, que nunca entendieron el mar como "l�mite oeste" del pa�s, sino como gran v�a de comunicaci�n con el mundo, a los que el tiempo y los hechos dieron la raz�n, fue patentizada el 26 de junio de 1818, cuando el Gobierno otorg� la primera licencia de comercio mar�timo al armador don Francisco Ram�rez y la nave "Jertrudis de la Fortuna" zarp� con nuestra bandera. Desde ese d�a, instaurado luego como el D�a de la Marina Mercante Nacional, la actividad mercante ha estado estrechamente unida al desarrollo del pa�s, y sus naves y su gente recorren el mundo llevando la presencia de esta lejana naci�n. As� fue ayer, en que, tras la estela de una nave mercante, Chile abr�a consulados. As� es ahora, en que m�s del 90 por ciento del comercio exterior chileno se traslada por mar y en que el cabotaje aguarda volver al papel preponderante que antes tuvo y que el pa�s necesita. Hoy, en que la globalizaci�n de la econom�a mundial se impone y nosotros leg�timamente esperamos aumentar nuestra influencia en las econom�as del cono sur de Am�rica, se acent�a la necesidad de contar con una Marina Mercante cada vez m�s grande y eficiente. Nuestro pa�s, afortunadamente, tiene la base para ello; el sello empresarial y privado de la actividad, que para muchas naciones resulta novedoso, en Chile existe desde 1818. Por a�os hemos acumulado la experiencia y el conocimiento de empresarios, oficiales, tripulantes y personal de tierra, y enfrentado as�, exitosamente, los desaf�os de una realidad cambiante. El comercio exterior chileno ha crecido aceleradamente en los �ltimos quince a�os, en un escenario mundial de econom�a abierta y libre, lo que ha planteado el reto de la competencia no s�lo a los usuarios y exportadores, sino tambi�n a quienes prestan los servicios de transporte mar�timo, en un todo integrado. Y a pesar de las circunstancias -muchas extremadamente dif�ciles- que la actividad enfrent� en los �ltimos a�os, y en que tantas empresas -especialmente sudamericanas- quebraron o debieron enajenarse a otras extranjeras, las chilenas, sin protecci�n ni subsidio alguno, no s�lo han logrado sobrevivir, sino que mediante creatividad, esfuerzo e inversiones, ostentan un nivel que les permite competir incluso con las grandes megaempresas. Nuestra Marina Mercante se ha adaptado a los cambios y hasta los ha anticipado; para ella, la modernidad no ha sido una actitud de un instante, sino un esfuerzo permanente. Ha tenido la capacidad para adecuarse eficaz y eficientemente a nuevos escenarios y la aptitud para desenvolverse exitosamente en los mismos. Sin embargo, la actividad no s�lo depende del armador o de quienes unen a �l su trabajo o especialidad; tambi�n la autoridad tiene un rol que cumplir. As�, para la empresa naviera, que por su naturaleza internacional es altamente sensible a los cambios en los mercados, es vital no s�lo que el Estado la dote del marco jur�dico econ�mico para desarrollarse, sino que tambi�n �ste sea capaz de adaptarse a nuevos y continuos requerimientos. Hoy ese marco existe en t�rminos razonables, pero la competitividad y eficiencia que deben mantener las empresas exige de �l la flexibilidad para ajustar las normas nacionales a las que efectivamente se aplican en el mundo. El an�lisis que de la actividad hace el sector armatorial nos muestra un escenario internacional dominado durante los �ltimos a�os por une exceso de oferta de bodegas y por mercados deprimidos, derivados de que el incremento de la eficiencia, capacidad y n�mero de barcos ha sido mayor que el del comercio mundial. Este hecho, que se enfrent� con la alianza comercial de los grandes operadores que as� redujeron el costo de sus servicios globales, acarre� el desaparecimiento de muchas empresas. En ese marco es dif�cil para los pa�ses mantener sus naves en registros nacionales, por los mayores gastos que ello implica, lo que aumenta el n�mero de buques bajo las llamadas "banderas de conveniencia", que junto a los segundos registros superan el 60 por ciento del tonelaje mundial. En Chile, de acuerdo con cifras de la Asociaci�n Nacional del Armadores, durante 1996, de los 48 millones de toneladas transportadas por v�a mar�tima -de un total de 54, de nuestro comercio exterior-, y no obstante una participaci�n creciente de las empresas navieras chilenas, la mayor parte se lleva por buques de bandera extranjera, afortunadamente muchos de ellos con tripulaci�n nacional. Aunque cabr�a agregar que las empresas chilenas transportan tambi�n, cada vez m�s, una mayor cantidad de carga extranjera tanto en la costa pac�fica como en la atl�ntica de nuestra Am�rica. Mejorar esta realidad s�lo se lograr� en la medida en que se modifiquen o modernicen algunas normas y se eliminen las restricciones o tr�mites que hoy afectan la competitividad de las naves con bandera chilena. Pero no s�lo con normas adecuadas y flexibles el Estado facilita la actividad mercante; tambi�n es imprescindible y urgente que la autoridad resuelva las cuestiones pendientes en �reas de infraestructura vial, ferroviaria y portuaria, y en especial la de la habilitaci�n de los corredores de comercio internacional. Porque la expedici�n y celeridad con que se movilice la carga, en la fase terrestre del proceso y hasta el embarque, es vital para la competitividad de las exportaciones nacionales y para la posibilidad de que nuestros puertos cumplan un rol importante en el comercio exterior del cono sur y, l�gica y obviamente, para el mayor desarrollo de nuestra Marina Mercante. �sta, aunque mejore sus propios �ndices de eficiencia y costos, poco lograr� si las etapas previas encarecen nuestros productos y servicios. En este sentido, no guarda relaci�n con el esfuerzo de las navieras nacionales y sus audaces planes de construcci�n y adquisici�n de naves cada vez m�s eficientes y adecuadas a nuestras necesidades, la lentitud y confusi�n que existe respecto de las modificaciones al sistema portuario, no obstante la absoluta coincidencia en lo imprescindible de cambios profundos y elevadas nuevas inversiones. Cuanto antes se supere esta situaci�n, que otros pa�ses competidores ya han resuelto trasladando al sector privado las funciones portuarias y obteniendo mayor rapidez y menores costos, antes tambi�n fortaleceremos toda nuestra econom�a y el accionar de la Marina Mercante Nacional. Hoy, se�or Presidente y Honorables colegas, menos que nunca podemos desestimar el decisivo papel que a la Marina Mercante le corresponde en la econom�a del pa�s, y para acrecentarlo ser�a un error no valorar la vasta experiencia adquirida o restar importancia al diagn�stico y se�ales que sus actores est�n en condiciones de proporcionarnos, con su experiencia diaria en todos los lugares en los que deben cumplir su labor, y que se extienden a casi todos nuestros mercados actuales y potenciales. Esta estrecha relaci�n de la actividad mercante con la posibilidad de alcanzar las metas que nos tracemos como pa�s obliga a una actuaci�n decidida, coordinada, permanente y conjunta de los sectores p�blico y privado, y -�por qu� no?- crear de una vez las instancias jur�dico-administrativas que, como naci�n, nos faltan para que de manera racional asumamos el desaf�o de convertirnos en una gran potencia oce�nica. No dudo del aporte que a este respecto har�a una Comisi�n Nacional del Mar, que congregara a todos los actores del quehacer mar�timo del pa�s, sin afectar gravemente a sus actuales estructuras, pero s� facilitando su coordinaci�n, y cuyas caracter�sticas ya he propuesto al Ejecutivo y rese�ado en el Senado. Se�or Presidente, es indudable que nuestra Marina Mercante ha desempe�ado un rol preponderante durante toda nuestra vida independiente y, por ello, estoy cierto de que cuanto hagamos por fortalecerla contribuir� al mayor desarrollo del pa�s y a mejorar el nivel de vida de todos sus habitantes. De ah� que, recordando los esfuerzos y sacrificios de tantos hombres, rindo este sentido homenaje y hago votos por que el pa�s aprecie y apoye, cada vez m�s, lo que quienes la integran han hecho y siguen haciendo por Chile. He dicho. El se�or VALD�S.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra, Su Se�or�a. El se�or VALD�S.- Deseo agregar mi voz al homenaje que se rinde a la Marina Mercante chilena, que ha ido de la mano de la Armada Nacional y cuyos logros en el pasado y en el presente han sido tan bien descritos por los oradores que me han precedido. Pero quiero acotar solamente una an�cdota que ilustra lo que ha sido nuestra Marina Mercante, y que se vincula con el acontecimiento celebrado ayer con motivo del regreso de Hong Kong a su leg�tima due�a, la Rep�blica Popular China, que todos hemos celebrado, por ser el fin de un enclave imperial, colonial, y que constituye un paso hacia la paz. Recuerdo haber le�do un libro llamado "Por la Raz�n o la Fuerza", del escritor norteamericano Conrad Burr, que escribi� la historia de Chile entre 1830 y 1900. En �l se indica que, en 1862, en la bah�a de Hong Kong, hab�a 59 barcos con bandera chilena. Reitero: �en 1862, hab�a all� 59 barcos con bandera chilena! Eso demuestra lo que fue Chile en el siglo pasado en esa zona y lo que deber�a volver a ser. Muchas gracias, se�or Presidente. El se�or D�AZ.- Pido la palabra. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- La tiene, Su Se�or�a. El se�or D�AZ.- Se�or Presidente, sin pretender que mis palabras sean consideradas como un aprovechamiento il�cito, quiero destacar que, cuando oigo hablar de puertos, navieras, etc�tera, concuerdo en que la futura cara de Chile debe orientarse hacia el Pac�fico. Asimismo, deseo recordar, una vez m�s, que hay 500 kil�metros de costa entre San Antonio y Talcahuano que carecen de un puerto. Nada m�s. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Horvath. El se�or HORVATH.- Se�or Presidente, el Comit� Independiente de tres Senadores se suma a este justo homenaje a la Marina Mercante chilena. Sus caracter�sticas, historia y desenvolvimiento a lo largo y ancho del pa�s -y recalco lo ancho de este territorio que cada vez se va haciendo m�s angosto- se van proyectando justamente hacia el mar presencial, respecto del cual la Armada y la Marina Mercante Nacional han sabido ir despertando conciencia de su ocupaci�n completa y necesaria por Chile en este cuadrante completo del oc�ano del futuro, el Pac�fico. Tambi�n somos testigos de los aportes que continuamente hacen los marinos mercantes en actividad y en retiro a las distintas iniciativas que se desarrollan en esta materia en el pa�s, en cuanto a posicionamiento satelital, a abrir nuevas rutas, particularmente en la zona austral; sortear, a trav�s de iniciativas muy ingeniosas, dificultades como las que presenta el paso del Kirke; desarrollar Puerto Williams, y acceder efectivamente a todo el potencial de desarrollo de Chile en su proyecci�n ant�rtica, leg�tima e hist�rica. En verdad, no hay �mbito mar�timo en el cual la Marina Mercante no est� constantemente haciendo presencia y, tambi�n, aportando antecedentes y soluciones importantes para revitalizarse. Hoy en d�a, en que priman las banderas de conveniencia y los intereses econ�micos, es del mayor inter�s nacional fortalecer, a trav�s de nuestra legislaci�n y como pol�tica de Estado, una Marina Mercante propia y vigorosa. Y creemos que, en este sentido, aparte lo que ya ha hecho, ella tiene todav�a mucho que decir. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Calder�n. El se�or CALDER�N.- Se�or Presidente, nuestra bancada tambi�n adhiere al cent�simo septuag�simo noveno aniversario de la Marina Mercante, y lo hace con mucho gusto, teniendo presente el rol que juega para los intereses presentes y futuros de Chile. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Est� concluido el homenaje. Saludamos la presencia en las tribunas de las distinguidas personas que en representaci�n de la actividad de la Marina Mercante han tenido la gentileza de acompa�arnos . Continuando con el Orden del D�a, me permito hacer la siguiente proposici�n a la Sala: acoger la solicitud del se�or Presidente de la Comisi�n de Relaciones Exteriores, en el sentido de tratar, a continuaci�n, el proyecto que figura en la tabla con el N� 22, que aprueba la enmienda al p�rrafo 2 del art�culo 43 de la Convenci�n sobre los Derechos del Ni�o; en seguida, el signado con el N� 14, que modifica el art�culo 46 del C�digo de Justicia Militar; despu�s, el que aparece en el 7� lugar, que es el informe de la Comisi�n Mixta reca�do en el proyecto que prorroga la vigencia de las tarifas fijadas a las empresas de telecomunicaciones, todos de muy sencillo despacho. Y de haber disponibilidad de tiempo, seguir con los dem�s asuntos en el orden en que figuran en la tabla. --As� se acuerda. ENMIENDA A CONVENCI�N SOBRE DERECHOS DEL NI�O El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Conforme a lo acordado, corresponde ocuparse en el proyecto de acuerdo de la C�mara de Diputados que aprueba la enmienda al p�rrafo 2 del art�culo 43 de la Convenci�n sobre los Derechos del Ni�o, adoptada el 12 de diciembre de 1995, en la Conferencia de los Estados Partes, con informe de la Comisi�n de Relaciones Exteriores. �Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de acuerdo: En segundo tr�mite, sesi�n 13�, en 4 de diciembre de 1996. Informe de Comisi�n: Relaciones Exteriores, sesi�n 4�, en 11 de junio de 1997. El se�or LAGOS (Secretario).- La Comisi�n, por la unanimidad de sus miembros, Honorables se�ores Vald�s (Presidente), Alessandri, D�ez y Mc-Intyre, propone aprobar el proyecto de acuerdo en los mismos t�rminos en que lo hizo la C�mara de Diputados. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- En discusi�n general y particular el proyecto de acuerdo. Ofrezco la palabra. El se�or VALD�S.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra el se�or Presidente de la Comisi�n de Relaciones Exteriores. El se�or VALD�S.- Se�or Presidente, este proyecto de acuerdo es muy sencillo y se refiere a la Convenci�n sobre los Derechos del Ni�o, ratificada por Chile el 13 de agosto de 1990. Dicho instrumento se encuentra regulado por un Comit�, compuesto por diez expertos. Y, en virtud del aumento de participantes en Naciones Unidas, se acord� elevar a dieciocho el n�mero de sus miembros. �ste es el objetivo del acuerdo. Por tal raz�n, la Comisi�n tuvo a bien aprobar el proyecto, y solicita que la Sala proceda en igual forma. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra la Honorable se�ora Carmen Frei. La se�ora FREI (do�a Carmen).- Se�or Presidente, s�lo deseo manifestar que cada d�a me alegro m�s de que Chile se est� poniendo al d�a en la Convenci�n sobre Derechos del Ni�o, porque se trata de un tema central en el quehacer nacional, sobre todo cuando nuestro pa�s est� viendo permanentemente maltrato infantil en forma tan grave y dram�tica. De modo que aumentar de diez a dieciocho el n�mero de integrantes del referido Comit� me parece extraordinariamente importante, por cuanto la realidad de los pa�ses es muy diferente, y mientras mayor cantidad de expertos participe en el trabajo se enriquecer� mucho m�s todo lo relativo a la promoci�n y protecci�n de los derechos del ni�o en el mundo. Por lo tanto, me alegro bastante de eso, sobre todo, por la rapidez con que est� siendo despachada la presente iniciativa. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. Cerrado el debate. Si le parece a la Sala, se aprobar� en general y particular el proyecto de acuerdo. Aprobado. MODIFICACI�N DE C�DIGO DE JUSTICIA MILITAR El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- En seguida, corresponde ocuparse en el proyecto de ley de la Honorable C�mara de Diputados que modifica el art�culo 46 del C�digo de Justicia Militar, para cuyo estudio se cuenta con informe de la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento. �Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 31�, en 9 de marzo de 1993. Informe de Comisi�n: Constituci�n, sesi�n 33�, en 29 de agosto de 1996. El se�or LAGOS (Secretario).- El proyecto se encuentra en segundo tr�mite constitucional y tuvo su origen en moci�n de diversos se�ores Diputados. Su objetivo es conferir a los secretarios de los tribunales militares las atribuciones y responsabilidades que tienen los archiveros judiciales, en lo que respecta a los expedientes afinados de la justicia militar. Por las razones contenidas en el informe, y con los votos favorables de los Senadores se�ores Hamilton, Otero y Sule, y el voto en contra del Honorable se�or Fern�ndez, la Comisi�n aprob� la iniciativa, que consta de un art�culo �nico, con las modificaciones que en �l aparecen. El se�or MC-INTYRE.- �Me permite, se�or Presidente? Pido segunda discusi�n para el proyecto. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Su Se�or�a, de acuerdo con el Reglamento, esa petici�n debe formularla un Comit�. Y en el caso de los Institucionales pueden solicitarlo los Honorables se�ores Sinclair o Fern�ndez. La se�ora FELI�.- Como no se hallan en la Sala los dos se�ores Senadores, el Comit� entero, que se encuentra presente, lo solicita. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Muy bien, Su Se�or�a. --El proyecto queda para segunda discusi�n. PR�RROGA DE TARIFAS DE TELECOMUNICACIONES. INFORME DE COMISI�N MIXTA El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Informe de la Comisi�n Mixta reca�do en el proyecto de ley que prorroga la vigencia de las tarifas fijadas a las empresas de telecomunicaciones, en conformidad a la ley N� 18.168, General de Telecomunicaciones. (V�anse en los Anexos, documento 19). �Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 5�, en 14 de octubre de 1993. En tr�mite de Comisi�n Mixta, sesi�n 19�, en 16 de julio de 1996. Informes de Comisi�n: Transportes, sesi�n 18�, en 14 de diciembre de 1993. Mixta, sesi�n 10�, en 1� de julio de 1997. Discusi�n: Sesi�n 19�, en 16 de julio de 1996 (se rechaza y pasa a Comisi�n Mixta). El se�or LAGOS (Secretario).- En el informe se deja constancia de que durante el estudio de la iniciativa la Comisi�n recibi� por escrito una minuta del se�or Subsecretario de Telecomunicaciones, don Gregorio San Mart�n, en la que propone el archivo del proyecto por ser extempor�neo, en atenci�n a las circunstancias que se indican en dicha nota y a los antecedentes que se adjuntan. Por esta raz�n, la Comisi�n, por la unanimidad de sus miembros -Senadores se�ores Cooper, Hamilton y Mc-Intyre, y Diputados se�ores Jara, Masferrer y Sabag-, recomienda el archivo de la iniciativa. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Si le parece a la Sala, se acceder� a lo propuesto por la Comisi�n Mixta. Acordado. ________________ El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Como ya se despach� el proyecto de acuerdo que conocimos, sugiero que adelantemos el estudio de algunas materias que figuran en el Orden del D�a. Hay cuatro rehabilitaciones de ciudadan�a, y los Comit�s resolvieron votarlas hoy d�a. Acordado. El se�or OTERO.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or OTERO.- Creo que en diez minutos alcanzamos de m�s a despachar la iniciativa signada con el n�mero 10, que se agreg� a la tabla de la sesi�n del pr�ximo jueves, por ser de f�cil despacho. Se trata del proyecto de ley, en tercer tr�mite constitucional, que modifica el art�culo 42 de la ley N� 18.603, Org�nica Constitucional de los Partidos Pol�ticos. El se�or D�EZ.- No hay qu�rum, se�or Presidente. El se�or OTERO.- Tiene raz�n Su Se�or�a. El proyecto modifica una ley org�nica constitucional, y no hay qu�rum para aprobarlo. El se�or CANTUARIAS (Vicepresidente).- Efectivamente, se�or Senador. Entonces, se pondr�n en discusi�n las rehabilitaciones de ciudadan�a que figuran en la tabla con los n�meros 26, 27, 28 y 29, para cuyo efecto a partir de ahora la Sala se constituye en sesi�n secreta. SESI�N SECRETA --Se constituye la Sala en sesi�n secreta a las 19.21, y adopta resoluci�n acerca de las solicitudes de rehabilitaci�n de ciudadan�a de los se�ores Gustavo Ra�l Lastra Saavedra, Jorge Luciano Fouillioux Pinto, Andr�s Domingo Castillo Mu�oz y Juan Abel Paillam�n Tenorio. --Se reanud� la sesi�n p�blica a las 19:50. ________________ El se�or ROMERO (Presidente).- Contin�a la sesi�n p�blica. El se�or ROMERO (Presidente).- Ha llegado a la Mesa un proyecto de acuerdo suscrito por dos se�ores Senadores, el cual queda para el Tiempo de Votaciones de la sesi�n ordinaria de ma�ana. El se�or P�REZ.- �En qu� consiste el proyecto de acuerdo, se�or Presidente? El se�or ROMERO (Presidente).- Se refiere a la ley N� 19.504, que, para los efectos de la reforma educacional, estableci� un incremento de remuneraciones para el profesorado del orden del 6 por ciento, y una Remuneraci�n Total M�nima Nacional de 184 mil pesos. El se�or P�REZ.- �Qui�nes lo firman? El se�or ROMERO (Presidente).- Est� suscrito por los Senadores se�ores Cantuarias y Mu�oz Barra. El se�or LARRA�N.- Solicito agregar mi nombre. El se�or ROMERO (Presidente).- El Honorable se�or Larra�n acaba de adherir. El se�or SIEBERT.- Se�or Presidente, hay otro proyecto de acuerdo presentado a la Mesa. El se�or ROMERO (Presidente).- En efecto. Se trata de un proyecto de acuerdo relacionado, en primer t�rmino, con la acusaci�n de "dumping" por parte de empresarios salmoneros norteamericanos en contra de productores chilenos, y, en segundo lugar, con resoluciones judiciales dictadas en Estados Unidos para impedir el ingreso de productos de madera provenientes de nuestro pa�s. Este documento tiene la firma de m�s de 15 se�ores Senadores. Y ya que hemos informado acerca de �l, lo consideraremos agregado a la Cuenta de la presente sesi�n, tambi�n queda para el Tiempo de Votaciones de la sesi�n ordinaria de ma�ana. Terminado el Orden del D�a. VI. INCIDENTES PETICIONES DE OFICIOS El se�or LAGOS (Secretario).- Han Llegado a la Mesa diversas peticiones de oficios. El se�or ROMERO (Presidente).- Se les dar� curso en la forma reglamentaria. ________________ --Los oficios cuyo env�o se anuncia son los siguientes: De la se�ora FREI (do�a Carmen): A la se�ora Ministra de Bienes Nacionales, acerca de ASIGNACI�N DE TERRENOS A POBLADORES DE REGI�N DE ANTOFAGASTA. Del se�or HAMILTON (todos relativos a Quinta Regi�n): A la se�ora Ministra de Justicia, tocante a CREACI�N DE TERCER JUZGADO EN LO CIVIL Y LABORAL EN COMUNA DE SAN ANTONIO. Al se�or Presidente del Banco del Estado de Chile, respecto a CONSTRUCCI�N DE NUEVA SUCURSAL EN LLOLLEO. Al se�or Ministro de Salud, sobre ASIGNACI�N A PERSONAL DE CONSULTORIO FORESTAL, DE VI�A DEL MAR, POR DESEMPE�O DIF�CIL. Al se�or Ministro de Vivienda y Urbanismo, referente a CONSTRUCCI�N PASO BAJO NIVEL EN COMUNA DE SAN ANTONIO. Del se�or HORVATH: A los se�ores Ministros del Interior, de Obras P�blicas y de Agricultura, sobre REACTIVACI�N DE PROGRAMA DE SENDAS Y CAMINOS DE PENETRACI�N EN D�CIMA, UND�CIMA Y DUOD�CIMA REGIONES. A los se�ores Ministros del Interior y de Vivienda y Urbanismo, y a la se�ora Ministra de Bienes Nacionales, relativo a RED DE ALCANTARILLADO Y CONSTRUCCI�N DE PLANTA DE TRATAMIENTO DE AGUAS EN PUYUHUAPI (UND�CIMA REGI�N). Del se�or ZALD�VAR (don Andr�s): Al se�or Alcalde de Conchal�, con relaci�n a FUNCIONAMIENTO DE TALLERES Y F�BRICAS CONTAMINANTES EN POBLACI�N EL CARMEN (REGI�N METROPOLITANA). ________________ El se�or ROMERO (Presidente).- El primer turno de Incidentes corresponde al Comit� Dem�crata Cristiano. No ocupar� su tiempo. El Comit� Renovaci�n Nacional tampoco har� uso de �l. En el turno del Comit� Socialista, ofrezco la palabra. El se�or CALDER�N.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or ROMERO (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. LA POBREZA, SU REDEFINICI�N Y MEDICI�N. OFICIOS El se�or CALDER�N.- Se�or Presidente, el pa�s qued� perplejo por las im�genes mostradas por la televisi�n a ra�z de los temporales. Despu�s de varios a�os de lucha contra la pobreza y de logros reconocidos internacionalmente, de nuevo nos encontramos con la tremenda realidad de lo mucho que todav�a nos falta. �Qui�n no se conmovi� frente a la declaraci�n de esa se�ora que dec�a que en el albergue estaba mejor que en su casa, porque en �l ten�a comida todos los d�as, lo cual no ocurr�a en su hogar? Lamentablemente, �sa es la triste realidad imperante en las casas de muchos de nuestros compatriotas. Sin ir m�s lejos, la semana pasada en mi regi�n me expusieron el caso dram�tico de la se�ora Silvia Lucares Mansilla, pensionada de la AFP Provida, quien percibe mensualmente -tengo aqu� su boleta de pago de abril- 3 mil 22 pesos. �S�lo 3 mil 22 pesos al mes! Mi secretario convers� con la Directora Regional del INP, se�ora Gladys Cooper (prima del se�or Senador dirigente regional de Renovaci�n Nacional), funcionaria excelente y de larga trayectoria, a la que siempre hemos encontrado con �nimo de ayudar a la gente. El di�logo fu� m�s o menos el siguiente: "�Se puede otorgar a esa persona la pensi�n m�nima garantizada por el Estado? -No, no se puede, a menos que tenga 20 a�os de cotizaciones previsionales" (A los imponentes del INP s�lo se les exigen 10 a�os para acceder a la pensi�n m�nima). "�Podr�amos solicitar para ella una pensi�n de gracia, para complementar en algo sus recursos? -No, se�or, las pensiones de gracia son incompatibles con cualquier otra pensi�n. �Podr�amos pedirle una pensi�n asistencial? S�, pero siempre que esta se�ora no tenga una casita, por miserable que ella sea, porque quedar�a fuera de la ficha CAS" (y siempre que haya recursos). Es evidente que a la gente de cierta edad afiliada a una AFP y que tiene grandes lagunas previsionales le conviene volver al viejo sistema. Pero la se�ora Cooper nos inform� que, aunque ello es posible, las AFP ocultan esto y hasta lo obstaculizan. Y claro, en su l�gica, a las AFP les conviene mantener el mayor n�mero de afiliados y de recursos de cotizaciones posible, sin importarles que pase despu�s con esas personas. Y planteo esto, m�s que como cr�tica a las AFP, a pesar de que me parece �ticamente cuestionable (y espero que lo consideren ahora que se habla tanto de la �tica en la empresa), �para requerir sobre todo una acci�n de los organismos del Estado! Quiero solicitar que se oficie al se�or Ministro del Trabajo y Previsi�n Social para que, en lo inmediato, promueva una campa�a de informaci�n a fin de divulgar la posibilidad de regresar al antiguo sistema previsional y las situaciones en que ello es conveniente. Y tambi�n para que se estudien las modificaciones legales relativas a la garant�a de la pensi�n m�nima del Estado y a los requisitos de las pensiones asistenciales, a fin de impedir que se sigan repitiendo situaciones como las que he descrito. Pero, volviendo al tema de la pobreza, quiero decir que estoy muy de acuerdo con un planteamiento que hizo el Comit� de Ministros Social. Ellos han se�alado que, como la pobreza de hoy ya no es la del 87 y ni siquiera es la misma que enfrent�bamos al iniciar los 90, las tareas del pr�ximo trienio en la lucha contra la pobreza deben ser redefinidas, y que se requiere, entre otras cosas, precisar los instrumentos que la miden. Desde que discutimos el informe del Consejo Nacional, creo que para nosotros est� claro que reducir el problema de la pobreza a los ingresos necesarios para adquirir un m�nimo de requerimientos nutricionales es insuficiente, y que apenas abarca una de sus tantas dimensiones. M�s a�n cuando coincidimos en que si bien el problema de los ingresos es decisivo en el corto plazo, en el mediano plazo lo fundamental es la creaci�n de factores habilitantes para superarla. Si casi no tienen para nutrirse, dif�cilmente podr�n preocuparse de la educaci�n, factor habilitante clave, especialmente cuando iniciaremos un siglo donde -se dice- el principal factor productivo ser� el conocimiento. Por eso, creo que habr� consenso en que seguir midiendo la pobreza por ese m�nimo biol�gico es a todas luces inadecuado. En los pa�ses desarrollados se suele usar otra medida de la pobreza, que aunque tambi�n tiene la debilidad de centrarse en los ingresos, tiene la ventaja de establecer una correspondencia con la situaci�n que vive cada econom�a. Cuando hablan de sus pobres, los definen como las familias que viven con un ingreso menor a la mitad del ingreso medio. De ese modo, si tomamos como definici�n de pobreza a "los que viven con un ingreso menor a la mitad del ingreso medio de un pa�s", resulta que si los ingresos medios del pa�s crecen, se supone que tambi�n deber�an incrementarse los de los pobres, aunque s�lo en la mitad. Si bien no es tan equitativa esta definici�n, pues supone una ampliaci�n de la brecha entre ricos y pobres, cabe reconocer que es mejor que la l�nea de pobreza biol�gica empleada en la actualidad. Al aplicar esta definici�n a los ingresos familiares utilizando los datos del INE por deciles que ten�amos a mano, de octubre del 95, resulta que los pobres en Chile ser�an 6.598.000, esto es, un 47,5 por ciento de la poblaci�n. Y si la aplicamos a los ingresos por persona, los pobres sumar�an 7.200.000, vale decir, casi un 52 por ciento de los chilenos. O sea, de acuerdo a esta definici�n, podemos afirmar que uno de cada dos chilenos es pobre. Y yo creo que esta visi�n, por tremenda que parezca, es mucho m�s cercana a la realidad que vemos cuando visitamos nuestras circunscripciones, sus ciudades o sus poblaciones; y mucho mas consistente con la visi�n que dan otras estad�sticas, como, por ejemplo, que el 68 por ciento de los ocupados en este pa�s percibe ingresos inferiores a 3 salarios m�nimos, y el 40 por ciento, menos de 2 salarios m�nimos. Estas son realidades duras que tenemos que enfrentar, que no podemos seguir ignorando amparados en la casi exclusiva referencia a las excelentes cifras de la macroeconom�a. Recuerdo la falsa y demag�gica contradicci�n que algunos planteaban diciendo: "No se trata de contar pobres, sino de impulsar pol�ticas para superar la pobreza". Es claro que se trata de impulsar tales pol�ticas, y hay muchas proposiciones muy interesantes en la propuesta del Comit� de Ministros Social, pero hay por lo menos dos razones para no hacernos los lesos ante el problema de la medici�n de la pobreza. Primero, si no hay una adecuada dimensi�n de la magnitud y la profundidad del problema, las pol�ticas que se propongan pueden resultar insuficientes. Y, segundo, como tanto se ha dicho, la superaci�n de la pobreza no es una tarea del Gobierno, es una tarea del pa�s. Requiere del esfuerzo de todos: de la participaci�n de la sociedad civil, de las personas, de las organizaciones, de las fundaciones, de las corporaciones, de las ONG y de las empresas. Y, para movilizar ese esfuerzo solidario, se requiere de instrumentos de medici�n que den cuenta cabal de la dimensi�n de la pobreza y que evite visiones exitistas que la minimizan y que casi nos llevan a pensarla como una peque�a r�mora del pasado en v�as de superarse. Desgraciadamente, nuestra sociedad est� tan segregada que hay mucha gente -por ejemplo, en el barrio alto de Santiago- que puede hacer toda su vida sin percibir directamente la realidad dram�tica de la pobreza. No se trata de personas insensibles que no la perciban s�lo por ego�smo. Sencillamente no conocen, de verdad, nuestra realidad, a consecuencia de la segregaci�n social que vive nuestro pa�s. Tal como en el pasado hubo gente que cre�a que los atropellos a los derechos humanos eran s�lo palabrer�a opositora, no por mala fe, sino porque los ignoraba, hoy hay quienes no conocen lo terrible y lo extendido de la pobreza en nuestra patria. Por eso, si algo bueno dej� el temporal, es que -como alguien dijo- reemplaz� la imagen de jaguares por la de gatos mojados; nos hizo darnos cuenta de nuestra realidad, la que sensibiliz� corazones. Estimo que, a pesar de la tremenda segregaci�n social, alg�n sentido de pa�s, de naci�n, de patria, nos queda, y que es posible, superando la politiquer�a barata en que caen algunos, sumar muchas fuerzas en la lucha por acabar con la pobreza. Termino pidiendo que se oficie al Ministro de MIDEPLAN solicitando que en la informaci�n sobre la pobreza se incluyan series con la medici�n de uso internacional a la que he hecho referencia. --Se anuncia el env�o de los oficios solicitados, en nombre del se�or Senador, de conformidad al Reglamento. El se�or ROMERO (Presidente).- En el tiempo del Partido Por la Democracia, tiene la palabra el Honorable se�or Mu�oz Barra. CONSTRUCCI�N DE MEGAPUERTO EN MEJILLONES. El se�or MU�OZ BARRA.- Se�or Presidente, estimados miembros del Senado, en relaci�n al proyecto que moderniza el sector portuario estatal, el se�or alcalde de Iquique, don Jorge Soria Quiroga, me ha planteado, en visita que realic� a esa ciudad, sus inquietudes, las que reflejan tambi�n las de todos los alcaldes de ciudades-puerto. Evidentemente, he escuchado con atenci�n el planteamiento de la autoridad comunal de Iquique y he podido comprender la magnitud del paso que estamos dando y el efecto que tiene sobre los destinos de nuestros puertos. El se�or alcalde, en esa vasta conversaci�n, nos plantea que la iniciativa se presenta en los momentos en que el Gobierno de Chile ha tomado una decisi�n clave para el destino de nuestros puertos: la construcci�n de un MEGAPUERTO en Mejillones. Durante los dos �ltimos a�os, el Gobierno, encabezado por Su Excelencia don Eduardo Frei Ruiz-Tagle, ha promovido y buscado inversi�n en todo el mundo para construir el megapuerto en Mejillones, concebido como el �nico megapuerto de Chile y, en cierta medida, del Pac�fico Sudamericano. Cuando el alcalde se�or Soria conoci� la noticia, concurri�, junto al Diputado don Jorge Soria Macchiavello, donde el se�or Juan Villarz�, a la saz�n gerente de CODELCO, que hab�a financiado los estudios preliminares para la construcci�n del megapuerto. La autoridad comunal y el Parlamentario le se�alaron que a Iquique le dol�a que, con recursos del cobre -es decir, de todos los chilenos-, se contratara un estudio para localizar, en la bah�a de Mejillones, un puerto que servir�a de base para promover ante el mundo la b�squeda de los recursos privados que el proyecto necesita, ascendentes a 800 millones de d�lares aproximadamente. �Por qu� la molestia del alcalde y del Diputado del Partido por la Democracia, ambos representantes de Iquique? Porque, del estudio realizado y encargado por la bah�a de Mejillones, se conclu�a que no exist�an en Chile, excepto en Mejillones, puertos con calados de 16 metros, el m�nimo que se requiere para operar la �ltima generaci�n de buques, denominados "Post Panamax", super contenedores de capacidad para transportar 7 mil contenedores, los que predominar�n en los mares del a�o 2000. Pero dicho estudio no incluy� otras alternativas, porque, de lo contrario, se habr�an considerado los estudios sobre los puertos de Patache y Patillos, al sur de Iquique, con calados naturales que sobrepasan los 20 metros de profundidad, y, quiz�s, cu�ntos otros puertos con las mismas posibilidades de Mejillones en el litoral chileno y nortino. Desde ese punto de vista, por supuesto que es comprensible la molestia de los representantes iquique�os. Por otra parte, desde Iquique, durante 35 a�os, se ha venido planteando el proyecto denominado "Corredores Bioce�nicos en el Cono Central de Sudam�rica", y dudo mucho de que alg�n se�or Senador que haya conversado alguna vez con el alcalde Soria no conozca dicha idea. Ese plan, al cual el alcalde ha entregado gran parte de su vida, es hoy un proyecto en plena ejecuci�n: dos corredores bioce�nicos Atl�ntico-Pac�fico, que enlazan a los siete pa�ses del cono sur sudamericano en sus zonas de interfronteras. Constituyen parte de los convenios firmados por Chile. Ese proyecto, a trav�s de los corredores de carreteras, ferrov�as y conexiones a�reas, convert�a a los puertos del norte y centro de Chile en un verdadero "Frente Portuario", al servicio de la integraci�n. As�, los puertos de Arica, Iquique, Tocopilla, Mejillones, Antofagasta, Taltal, Caldera, Coquimbo, San Antonio y Valpara�so, se convert�an en "puertos bisagras" y asum�an el rol de vincular el Asia-Pac�fico con todo el cono central y sur de Sudam�rica. Se se�al� al se�or Villarz�, ex gerente de CODELCO y hoy destacado Ministro de la Secretar�a General de Gobierno, que dicho proyecto favorece el desarrollo de todos los puertos chilenos al crear el gran "Frente Portuario", a diferencia de "El Megapuerto de Mejillones", que nace como proyecto excluyente. Esa situaci�n traer�a grandes complicaciones en la Ley EMPORCHI, hecha precisamente para atraer el capital privado tan necesario para adecuar la infraestructura a fin de que nuestros puertos afronten con �xito la competencia y la demanda del siglo XXI, entre las cuales figura el aumento de calado desde los 9 metros promedio en Chile hasta los 15 a 18 metros que se requieren para operar supercontenedores (el transporte mar�timo del a�o 2000). Chile postula, dando su bendici�n oficial y todas sus se�ales, que Mejillones ser� el megapuerto de Sudam�rica en el Pac�fico. Entonces, es de suponer que los puertos chilenos, una vez promulgada la ley que nos permite inyectar capital privado para mejorar la infraestructura, la tecnolog�a y la gesti�n, estar�n -se�alan en Iquique- en desiguales condiciones para competir por atraer la inversi�n privada tan necesaria para la supervivencia de esos puertos. Es decir, ese proyecto de ley que trataremos en el Senado, en parte sustancial tiene nombre y apellido: Megapuerto de Mejillones, y da el segundo puntapi� para iniciar la concreci�n de los 800 millones de d�lares que necesita para su ejecuci�n. El primer puntapi� lo dio CODELCO al contratar el estudio para justificar ante el mundo a Mejillones. Sin embargo, Iquique y -a nuestro juicio- las dem�s "ciudades-puerto" de Chile, no se oponen al proyecto gubernamental y del Estado de Chile para promover Mejillones. Incluso le desean el mayor de los �xitos. Pero es preciso aclarar que, en estas condiciones, para los puertos restantes les ser� muy dif�cil competir y -por qu� no decirlo- muchos sucumbir�n. Porque, c�mo competir si nuestro Gobierno proclama al mundo -cita textual-: "Asimismo, Chile ha tomado conciencia de las limitaciones naturales, en materia de calado, de sus puertos del norte (Arica, Iquique y Antofagasta) y ha comenzado a promocionar el proyecto de puerto de Mejillones como el megapuerto granelero del futuro sobre el Pac�fico Sur". A mayor abundamiento, se a�ade: "las particulares condiciones de la Bah�a de Mejillones, donde sobresale su adecuada profundidad para acoger naves �ltima generaci�n (Post Panamax de 300 m de eslora y 18 m de calado a plena carga), se prestan para albergar un puerto de gran tama�o que no requiere molo de abrigo"..."seg�n los proyectistas no tendr�a competencia en la longitud del Tr�pico de Capricornio"... "As� este puerto, que actualmente cuenta con dos muelles, se convertir�a en el puerto Pivote de la Zona Norte de Chile, asociada al desarrollo de la Regi�n Central de Am�rica del Sur y la demanda de alimentos provenientes del Asia-Pac�fico". El diario "El Mercurio" de 11 de junio de 1977 se�ala: "Mitsubishi ve socios para Mejillones: Presidente de la filial japonesa afirm� que es necesario potenciar el proyecto para atraer inversionistas y aumentar el potencial de tr�fico de carga. El presidente de la multinacional japonesa advirti� que es importante que este proyecto se materialice dentro de los plazos previstos por CODELCO, la que lidera el proyecto. Chile no puede perder tiempo ya que pa�ses como Argentina y Brasil ya han iniciado agresivos planes de inversi�n privada en materia portuaria, y este pa�s se est� quedando un poco atr�s". Esto ratifica que la ley en proyecto, en materia de inversi�n privada, tiene nombre y apellido. Por otro lado, frente a este proyecto de ley, cuya ratificaci�n se encuentra en nuestras manos, los se�ores alcaldes de las ciudades-puerto, reunidos en Iquique en mayo pasado -mes del mar-, entendieron que la iniciativa no entrega a las comunas (a las restantes ciudades-puerto) herramienta alguna para defenderse de la megacompetencia que les genera el proyecto Mejillones. Por el contrario, los ata de pies y manos y los amordaza; los resigna a mirar la muerte de sus puertos. La inversi�n privada, tan necesaria para su supervivencia y competitividad en el siglo XXI, pr�ximo a llegar (restan s�lo menos de tres a�os), se canalizar� natural y forzadamente (por las se�ales de nuestro propio Gobierno) hacia la construcci�n del Megapuerto de Mejillones. �Qui�n querr�a invertir en los otros puertos condenados oficialmente a la obsolescencia? Adem�s, �c�mo en 90 d�as los puertos podr�n superar los dos a�os de millonaria promoci�n de Mejillones? Para colmo, el mismo proyecto de ley se�ala que el Estado no realizar� inversi�n de infraestructura y tecnolog�a en los puertos. Es decir, estamos en desigualdad de condiciones para competir por la inversi�n privada; mejor dicho, virtualmente impedidos de aspirar a una inversi�n privada significativa para aumentar nuestros calados y tecnolog�a. Y sin posibilidades de que el Estado pueda hacerlo a falta de inter�s de los privados. Entonces, se est�n condenando algunos puertos, sin posibilidad alguna de luchar por su destino. Pareciera que el Estado de Chile hubiera urdido una trampa mortal contra s� mismo. Sin embargo -insisto-, los alcaldes de las ciudades-puerto s�lo exigen posibilidades de participar en la competencia que significar� el destino de su ciudad, sus habitantes, sus vecinos, sus empresarios, en fin. Los alcaldes chilenos quieren colaborar con la gesti�n del Gobierno en materia de desarrollo, independientemente de su condici�n pol�tica, y plantean introducir dos indicaciones al proyecto que trataremos en algunos d�as m�s: 1.- Permitir que los municipios puedan invertir con recursos propios o de terceros conseguidos con la cooperaci�n nacional o internacional a fin de mejorar sus puertos, y para tales efectos, facultarlos para crear corporaciones o fundaciones de derecho privado para la promoci�n y el desarrollo portuario. 2.- Que los alcaldes, sin remuneraci�n, formen parte del directorio de las nuevas empresas portuarias. Por otra parte, lo que piden los se�ores alcaldes de las ciudades-puerto es m�s que leg�timo: tienen el derecho y deber de luchar por los destinos de su ciudad donde el puerto es el eje central de la econom�a local. Lo anterior, Honorables colegas, nos acerca a la visi�n del mundo desarrollado. Digo que nos acerca un poco, porque los municipios piden ser una parte minoritaria del directorio, y, m�s a�n, destinar recursos para mejorar la competitividad del puerto. Una oferta notablemente generosa. Hoy, los principales puertos del mundo son municipales, motores indiscutibles del progreso de su naci�n: Hamburgo, Miami, Yokohama, Rotterdam, etc�tera. Al introducir estas peque�as indicaciones que he se�alado en forma adelantada, estaremos caminando, muy despacio, en la direcci�n adecuada, en lo que la tendencia mundial exitosa nos muestra: confiar en el gobierno local como motor principal de su propio desarrollo. Por �ltimo, estimados se�ores Senadores, el alcalde de Iquique, se�or Jorge Soria, y su cuerpo de concejales, me han planteado que las circunstancias aqu� descritas: el proyecto de ley de Modernizaci�n de la Empresa Portuaria y el proyecto de Megapuerto de Mejillones, tienen, adem�s, otras implicancias colaterales para el norte grande de Chile. En cuanto al puerto de Arica y la ley especial que hemos votado para promover el desarrollo de dicha ciudad-puerto, Mejillones deja absolutamente fuera de competencia a esta �ltima y la condena a mayores pesares econ�micos. Para Iquique y su zona franca (ZOFRI), principal polo de desarrollo del norte grande y hoy la mayor zona franca de Sudam�rica, representa tambi�n un grave y mortal peligro. Al respecto, entendemos que los astilleros del mundo construyen aceleradamente la generaci�n de supercontenedores "Post Panamax", que requieren calados de 15 a 18 metros; pero el puerto de Iquique, al igual que casi la mayor�a de los puertos chilenos, tiene calado de 9,30 metros, y alrededor de 90 por ciento de la carga para ZOFRI proviene v�a contenedores. En los pr�ximos a�os, los negocios entre Asia-Pac�fico (en especial China, Jap�n y el sudeste asi�tico) y Sudam�rica se incrementar�n notablemente; la traves�a se har� en supercontenedores Post Panamax, los cuales no podr�n recalar en el puerto de Iquique, porque hoy no tiene el calado necesario. Todos los barcos Post Panamax descargar�an en el "Megapuerto de Mejillones". Si todos los barcos portacontenedores descargan en Mejillones, con tratados de libre comercio, que Chile ya ha suscrito, plenamente vigentes en esa fecha -es decir, con un continente con aranceles bajos o con cero arancel-, la zona franca, en los hechos y en la pr�ctica, va a estar en Mejillones o sus alrededores. Recordemos que hemos adherido a MERCOSUR y firmado tratados de libre comercio con Bolivia y Per�. Es decir, para Iquique, si no logra conseguir la inversi�n necesaria a fin de aumentar el calado de su puerto, es un golpe mortal para un polo de desarrollo de vital relevancia para Chile. O sea, la Primera Regi�n decaer�a totalmente si los municipios no son autorizados a cambiar estos hechos, y habremos contribuido a destruir uno de los proyectos de mayor �xito de Chile en su regi�n norte, que hoy lo proyecta en todo el continente: la zona franca de Iquique. He escuchado con atenci�n -repito- al se�or alcalde de Iquique, don Jorge Soria, y al Diputado del Partido por la Democracia, don Jorge Soria Macchiavello, y por la gran preocupaci�n que me causaron sus puntos de vista en el reciente an�lisis y, por la raz�n y fuerza de sus fundamentos, me compromet� a apoyar la indicaci�n relativa a las ciudades puertos -la del municipio de Iquique en particular-, aspecto que deseo adelantar en esta sesi�n. Pero a�n m�s. Me compromet� a ceder mis 30 minutos a la ciudad de Iquique, porque pienso sinceramente que se los estoy entregando a los destinos de sus ciudades puertos y a los del desarrollo de Chile. He dicho. El se�or ROMERO (Presidente).- Muy interesante su intervenci�n, se�or Senador. En el siguiente turno de Incidentes, tiene la palabra el Senador se�or Cantuarias. MAYORES RECURSOS PARA CUERPO DE BOMBEROS. OFICIOS El se�or CANTUARIAS.- Se�or Presidente, todas nuestras comunidades y ciudades de Arica a Magallanes experimentan un leg�timo y muy merecido orgullo por sus respectivos Cuerpos y Compa��as de Bomberos. La instituci�n bomberil re�ne en s� parte de los mejores atributos del denominado ser nacional: vocaci�n de servicio, esp�ritu solidario, tradiciones, car�cter voluntario, entre tantas otras. Constituyen, en suma, una instituci�n prestigiosa y respetada que, no obstante la buena voluntad que la rodea y el permanente apoyo que en todos los tiempos se le ha dispensado, estamos todav�a muy lejos de reconocer adecuadamente y respaldar, conforme al aporte que realiza al desarrollo y tranquilidad social, en especial con ocasi�n de emergencias, cat�strofes o siniestros. Socialmente, adem�s de las muy importantes tareas que abnegadamente cumple, Bomberos constituye un espacio y oportunidad de formaci�n c�vica para nuestros ni�os y j�venes, cuyo significado y valor social resultan ciertamente incalculables. El car�cter voluntario de sus integrantes, junto con constituir justificado motivo de orgullo nacional, representa un atributo que no se encuentra en otras sociedades, y pienso que es atesorado por los voluntarios, oficiales, directivos y por todos los bomberos, de manera que, siendo esencial, no constituye obst�culo para que la profesionalizaci�n y la especializaci�n sean el signo de estos tiempos para todos y cada uno de ellos. En suma, tanto en el servicio que prestan (los siniestros que enfrentan son m�s complejos) cuanto en la especializaci�n que han ido adquiriendo a trav�s del funcionamiento regular y permanente de su Academia Nacional de reciente formaci�n, en nuestro pa�s NO SE HA RESUELTO SATISFACTORIAMENTE ni el trato que le damos a nuestros bomberos cuando se enferman o accidentan en actos de servicios, ni el financiamiento que de manera creciente requieren para cumplir su importante rol social. Financiamiento Actual de Bomberos En el presente, el aporte de recursos p�blicos a Bomberos proviene de la asignaci�n que realiza la Ley de Presupuestos de la Naci�n anualmente y de las subvenciones que, de manera variable, los municipios resuelven en favor de los respectivos cuerpos. La Ley de Presupuestos vigente -la de 1997- destina en cuatro denominaciones de la Superintendencia de Valores y Seguros del Ministerio de Hacienda, aproximadamente 6 mil 500 millones de pesos a Bomberos, poco m�s de 16 millones de d�lares, lo que representa -dig�moslo de paso- menos del 0,09 por ciento del presupuesto nacional. He subrayado la curiosidad que produce a muchos chilenos el hecho de que el aporte a la instituci�n bomberil se haga a trav�s de las partidas correspondientes al Ministerio de Hacienda y a la Superintendencia de Valores y Seguros. Para tener un elemento de comparaci�n respecto de lo que el presupuesto de la Naci�n entrega a Bomberos y a otras instituciones de la Rep�blica, deseo se�alar que dicho aporte, recientemente comentado, levemente superior a los 6 mil 500 millones de pesos para el presente a�o, representa para los poco m�s de 14 millones de chilenos que compartimos el territorio de nuestro pa�s, una cifra per capita del orden de los 450 pesos por habitante al a�o. As� entonces, el presupuesto de la Naci�n aporta este a�o 450 pesos por habitante a la instituci�n bomberil, lo que es muy poco. El Congreso Nacional, integrado por sus dos C�maras, recibe de ese mismo presupuesto la suma de 29 mil 500 millones de pesos, lo que representa un gasto por habitante del orden de los 2 mil 50 pesos durante el presente a�o, o sea, casi cinco veces la cifra que se otorga a Bomberos. La Presidencia de la Rep�blica -no el Ejecutivo- recibe 5 mil 600 millones de pesos, lo que representa un gasto anual por habitante del orden de los 390 a los 400 pesos, cercano a lo que recibe Bomberos. Los valores anteriores demuestran que la inversi�n p�blica realizada en Bomberos es realmente poco significativa, lo que se agrava si se considera que este a�o est�n contemplados en esos 6 mil 500 millones de pesos, 420 millones que constituyen una "Ayuda Extraordinaria a Cuerpos de Bomberos", la cual, por su denominaci�n, nos hace pensar que puede tener car�cter transitorio, por este a�o, para despu�s no entregarse nuevamente. Se hace necesario, entonces, apoyar de manera m�s resuelta y decidida a nuestros Cuerpos de Bomberos y otorgarles un financiamiento mejor y mayor. UNA PROPUESTA PARA APOYAR MEJOR A NUESTROS BOMBEROS Solicito que se oficie en mi nombre al Presidente de la Rep�blica con las ideas concretas que, para mejorar la situaci�n de Bomberos, tanto en el plano de sus voluntarios, en especial aquellos casos de enfermedades o accidentes en actos de servicios, como tambi�n en el de su financiamiento operativo, paso a se�alar a continuaci�n. Beneficios para Voluntarios Se ha detectado deficiencias o vac�os en la legislaci�n de protecci�n a los miembros de los Cuerpos de Bomberos, b�sicamente en relaci�n a las prestaciones de salud e indemnizaciones por los accidentes que sufran y las enfermedades que contraigan en o con ocasi�n de actos de servicios. Resulta frecuente que a estos verdaderos h�roes voluntarios, se los atienda en los �ltimos lugares de los servicios p�blicos de salud; que deban sufrir postergaciones en esos centros y que, incluso, los tratamientos a los que se les somete sean tard�os, insuficientes y de mala calidad. Se propone concretamente incorporarlos como beneficiarios del sistema de mutualidades creado por la Ley de Accidentes del Trabajo y Enfermedades Profesionales, tanto en los aspectos de atenci�n de salud cuanto en las prestaciones econ�micas derivadas de su respectiva licencia m�dica. Creo oportuno solicitar y recabar sobre la materia un estudio de la Superintendencia de Seguridad Social, quiz� en conjunto con el organismo gremial que representa a las mutualidades en actual funcionamiento y tambi�n, por cierto, con la participaci�n de la Junta Nacional de Cuerpos de Bomberos. Por �ltimo, el r�gimen de indemnizaciones y pensiones a que hagamos definitivamente merecedores a los voluntarios accidentados, debe ser mejorado significativamente y eventualmente incorporado tambi�n a las disposiciones de la ley antes mencionada. Legislaci�n Pendiente Obran en poder del Congreso Nacional distintas iniciativas que Honorables Diputados y Senadores hemos presentado para entregar beneficios, responsabilidades o recursos a Bomberos. Incluso, hace m�s de tres a�os el propio Ejecutivo envi� un mensaje a la C�mara de Diputados (el Bolet�n N�1124-06) con el mismo prop�sito, sin que hasta la fecha ninguno de esos proyectos haya sido tramitado. Insto, en consecuencia, a que, haciendo uso de sus atribuciones constitucionales exclusivas, el Presidente de la Rep�blica fije urgencia a todas esas iniciativas para que sean despachadas, en cualquier sentido, a la mayor brevedad. Mayores Recursos para Bomberos Una r�pida revisi�n de algunas alternativas posibles para incrementar los recursos a Bomberos nos permite proponer: a) Permisos de Circulaci�n Anualmente, esta fuente de recursos significa un ingreso del orden de los 80 mil millones de pesos para el sistema municipal de nuestro pa�s. Una de las actividades en que se han especializado algunas compa��as y voluntarios de los Cuerpos de Bomberos a lo largo del pa�s es, precisamente, el rescate de personas en accidentes del tr�nsito. Por el n�mero de �stos -desgraciadamente, ocurren a diario-, los servicios de la Instituci�n en este �mbito son invaluables. Lo que proponemos, en consecuencia, es destinarle entre el 2 y el 5 por ciento de la recaudaci�n por concepto de permisos de circulaci�n, como una manera de apoyar la implementaci�n y funcionamiento de los equipos de rescate, cuya intervenci�n se hace cada vez m�s reiterada en los accidentes de tr�nsito. Un porcentaje de esa magnitud representar�a para los Cuerpos de Bomberos ingresos adicionales que oscilar�an entre los 1.600 y los 4 mil millones de pesos, sumas que hacen considerar a esta alternativa muy interesante. b) Convenios de Servicios Creo que ser�a conveniente permitir a la Instituci�n prestar servicios pagados de revisi�n de grifos, de aprobaci�n de redes de incendio en construcciones, de revisi�n peri�dica y certificaci�n de las mismas, de asesor�a en planes de emergencia, de supervisi�n en el transporte de explosivos t�xicos o inflamables, en fin, un sinn�mero de actividades en las cuales ser�a posible aprovechar la creciente especializaci�n que las compa��as han ido adquiriendo y que podr�a ponerse al servicio de una necesidad de la sociedad, con lo cual, de paso, la Instituci�n lograr�a recaudar fondos y as� brindar mayores y mejores beneficios a la ciudadan�a. Modestamente, quiero recordar que hace algunos a�os, en Talcahuano, el Cuerpo de Bomberos y sus especialistas fueron "contratados" -entre comillas- para mantener operativa, revisada y certificada la red de grifos de que dispon�a la ciudad. Son muchos los casos de incendio en que los grifos no se encuentran habilitados, raz�n por la cual su buen funcionamiento resulta esencial para la seguridad de la poblaci�n. Por tal motivo, la supervisi�n y certificaci�n de capacidad de uso <de esos artefactos podr�a constituir una fuente de ingresos para Bomberos. c) Facilitar Donaciones En la l�nea de la denominada "democracia tributaria", ser�a razonable autorizar que parte de los impuestos que pagan empresas y particulares fueran destinados voluntariamente, en porcentajes que naturalmente deber�an estudiarse, a los Cuerpos de Bomberos y a otras instituciones de reconocido bien p�blico. La proposici�n debiera formar parte del denominado "proyecto de reforma tributaria" anunciado hace alg�n tiempo y representar�a un importante paso en la modernizaci�n de nuestra estructura impositiva. d) Incremento Presupuestario Creemos que se debe enfrentar con decisi�n un plan, de cinco a�os o m�s, de aporte creciente del Presupuesto de la Naci�n, que incorpore el crecimiento de nuestra econom�a y otros beneficios que pudieran incorporarse a los ya comentados, como parte de los recursos p�blicos destinados a Bomberos. Desde luego, este traspaso debiera hacerse a trav�s de las reparticiones p�blicas m�s adecuadas. No nos parece que lo sean ni el Ministerio de Hacienda ni la Superintendencia de Valores y Seguros, no porque el sistema no funcione con estos organismos, sino porque la naturaleza del servicio que presta Bomberos hace que esta instituci�n se encuentre vinculada m�s bien a la Oficina Nacional de Emergencia, dependiente del Ministerio del Interior. e) Fondo de Infraestructura Bomberil Este Fondo se deber�a constituir con aportes nacionales, ministeriales y regionales, para ser destinados, mediante concursos, a la construcci�n, reparaci�n y equipamiento de los distintos Cuerpos de Bomberos. Acogidas todas o algunas de las proposiciones que hemos formulado para conseguir mayores recursos a la Instituci�n, importa de manera especial que la distribuci�n de los recursos p�blicos que le sean asignados se haga considerando criterios regionalizadores, de manera de facilitar que los Cuerpos de Bomberos de Regiones y localidades apartadas tengan efectivo acceso a aqu�llos. Esta intervenci�n no constituye una cr�tica a la forma como ha venido funcionando y operando la Junta Nacional de la entidad, ni mucho menos, pero a veces estas organizaciones tienden a centralizar la distribuci�n de los recursos. Se�or Presidente, promover la actividad bomberil es un imperativo de nuestro tiempo. Respaldar su estructura y funcionamiento no es s�lo una deuda de gratitud para con sus miembros y voluntarios, sino tambi�n una muy urgente necesidad en la l�nea de la prevenci�n de los riesgos ciudadanos. He dicho. El se�or MU�OZ BARRA.- Se�or Presidente, primero que nada, quiero felicitar a los Comit�s que cedieron su tiempo al Honorable se�or Cantuarias, quien ha hecho una brillante y documentada exposici�n. En nombre del Comit� Partido por la Democracia, me sumo sus palabras y adhiero a los oficios. --Se anuncia el env�o de los oficios solicitados por el Honorable se�or Cantuarias, en conformidad al Reglamento, petici�n a la que adhieren el Senador se�or Romero y el Comit� Partido por la Democracia. El se�or ROMERO (Presidente).- Se levanta la sesi�n. --Se levant� a las 20:32. Manuel Oca�a Vergara, Jefe de la Redacci�n