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- rdf:value = " INCORPORACIÓN DE CONTENIDOS DE EDUCACIÓN FINANCIERA BÁSICA EN ENSEÑANZA MEDIA
El señor QUINTANA ( Vicepresidente ).-
Corresponde tratar el proyecto de ley, iniciado en moción de los Senadores señor Coloma, señora Van Rysselberghe y señores Lagos, Montes e Ignacio Walker, en primer trámite constitucional, que modifica la Ley General de Educación para incorporar en el nivel de enseñanza media contenidos de educación financiera básica, con informe de la Comisión de Educación y Cultura.
--Los antecedentes sobre el proyecto (10.034-04) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley (moción de los Senadores señor Coloma, señora Van Rysselberghe y señores Lagos, Montes e Ignacio Walker):
En primer trámite: sesión 14ª, en 6 de mayo de 2015 (se da cuenta).
Informe de Comisión:
Educación y Cultura: sesión 24ª, en 15 de junio de 2016.
Discusión:
Sesión 43ª, en 30 de agosto de 2016 (queda para segunda discusión en general).
El señor QUINTANA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario
El señor LABBÉ (Secretario General).-
Debo hacer presente que el proyecto se encuentra para segunda discusión.
Su objetivo principal es implementar contenidos de educación financiera en la enseñanza media, para contribuir a la formación integral de las personas en la comprensión de riesgos y prevención del sobreendeudamiento.
La Comisión de Educación y Cultura discutió este proyecto en general y en particular, por ser de artículo único, y lo aprobó por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señora Von Baer y señores Quintana e Ignacio Walker.
Cabe hacer presente que el artículo único de la iniciativa tiene carácter orgánico constitucional, por lo que requiere 20 votos favorables para ser aprobado.
El texto que se propone aprobar se consigna en la página 10 del informe de la Comisión de Educación y Cultura y en el boletín comparado que Sus Señorías tienen a su disposición.
El señor QUINTANA (Vicepresidente).-
En la segunda discusión general del proyecto, ofrezco la palabra.
Me están solicitando abrir la votación. Pero también quisiéramos escuchar a los autores de la moción.
¿Le parece a la Sala?
Acordado.
En votación la idea de legislar.
--(Durante la votación).
El señor QUINTANA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Prokurica.
El señor PROKURICA.-
Después, señor Presidente.
El señor QUINTANA ( Vicepresidente ).-
Su Señoría se inscribió en primer lugar,...
El señor MOREIRA.-
¡Está muy generoso con la palabra el Presidente...!
El señor PROKURICA.-
¡Pensé que se había equivocado...!
El señor QUINTANA ( Vicepresidente ).-
... y no hay más inscritos.
El Honorable señor Coloma está pidiendo la palabra.
Puede fundar el voto, señor Senador.
El señor COLOMA.-
Señor Presidente , como pueden ver Sus Señorías, este es un proyecto transversal: lo suscribimos con la Senadora Van Rysselberghe y los Senadores Lagos, Montes e Ignacio Walker . Su objetivo es implementar contenidos de educación financiera en la enseñanza media, en el convencimiento de que eso ayuda bastante a la formación integral de las personas para prevenir los muchos riesgos que presentan las oportunidades existentes en el mundo financiero.
¿De dónde nace esta iniciativa? Básicamente, de ver y asumir varios de los estudios que se han hecho sobre la juventud y la educación financiera.
Una encuesta del INJUV de 2014 dice que 37 por ciento de los jóvenes de entre 18 y 29 años tiene deudas; que 24 por ciento de ellos alguna vez ha dejado de pagarlas, y que 20 por ciento ha estado o está en el DICOM, lo que es un problema sustancial.
Se les preguntó a los jóvenes qué entendían por las instituciones.
Por ejemplo, se analizó mucho lo del CAE, que de alguna manera permite comparar las tasas de crédito anuales de distintas entidades.
Bueno: 38 por ciento cree que es el valor de cada cuota del crédito; 31 por ciento, que es el valor total del producto o servicio, y 31 por ciento no sabe o no responde.
Esas son informaciones entregadas por el INJUV hace no demasiado tiempo.
Veamos qué ocurre, estimado Presidente, si nos comparamos con otros países.
Según un estudio de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras, ante la pregunta "¿Qué es tasa de interés?", en Chile menos del 20 por ciento de los jóvenes entrega una respuesta correcta. En Holanda, el 90 por ciento sabe qué es la tasa de interés.
Lo mismo ocurre si se consulta respecto de inflación o de diversificación de riesgo: en Chile, solo un 8 por ciento sabe de qué se trata; en Alemania, el 53 por ciento; en Estados Unidos, el 39 por ciento.
Entonces, aquí es donde de alguna manera cabe hacer un aporte.
Si Chile es el país más bancarizado de Sudamérica y eso ha sido un elemento importante para acceder a bienes, no parece razonable que la formación de las personas no incluya el saber en qué consisten los instrumentos, para qué sirven; cuáles son los riesgos; qué permite la capacidad de comparar tasas, plazos; cómo determinar qué conviene o no a cada cual.
En definitiva, se trata de darle a la población más capacidad de decisión financiera.
Esto lo vimos en su momento en la Comisión de Hacienda. Hace poco tiempo se aprobó el proyecto sobre tarjetas de prepago, que va a provocar toda una revolución en materia de uso del dinero.
Eso también tiene que ver con la capacidad de saber, de elegir y de tomar decisiones adecuadas en el campo crediticio.
No da lo mismo endeudarse al 5 por ciento que al 15 por ciento. No da lo mismo pagar a dos años que a diez años, según los tipos de garantía y de cuota que medien.
Conforme decía el INJUV, a una alta mayoría de los jóvenes lo que más les interesaba al tomar una decisión de crédito era elegir la cuota más baja, sin importar el número de años.
Pagar una cuota baja a diez años, frente a una cuota un poco más alta a la mitad de ese tiempo o incluso ante una mayor a 24 meses, ¡puede ser arruinador!
Por eso, señor Presidente , la Comisión de Educación del Senado aprobó por unanimidad este proyecto. Creo que, de verdad, constituye un aporte.
Como expresé, el objetivo no es otro que incorporar en la Ley General de Educación, en el numeral 2) del artículo 30, una letra m) que diga: "Conocer y aplicar conceptos y técnicas financieras básicas, así como desarrollar actitudes, conductas y prácticas que favorezcan la toma de decisiones ciudadanas y le permitan ejercer acciones eficaces para mejorar su bienestar económico, personal y familiar.".
Creo que nos ha hecho falta una norma como esa. Con ella quizá numerosas personas que se endeudaron no lo habrían hecho. Y tal vez muchos jóvenes que están tomando o van a tomar decisiones que les pueden comprometer los ingresos de toda su vida, al no contar con la educación adecuada para comparar, no están haciendo las cosas en forma correcta.
Por eso, este es un proyecto "ciudadano" -se incorpora la palabra "ciudadanas" en la letra m) que se propone-, pues ayudará a tener personas con mayor información.
Como se suele decir, quien no está informado no puede tomar una buena decisión.
Además, señor Presidente, estas herramientas están disponibles.
La idea también surgió a propósito de la votación del Presupuesto el año pasado, cuando vimos que seis instituciones, las que no estaban coordinadas entre sí, tenían programas especiales para informar o educar a los jóvenes respecto de esta materia. Pero ello no se encuentra entre los objetivos de la educación en el nivel de enseñanza media.
Entonces, en su momento todos coincidimos en que esta medida era un aporte importante a los fines de mejorar las condiciones para tomar decisiones de índole crediticia.
Por las razones dadas, señor Presidente , pido que se vote a favor de este proyecto: de verdad -repito- constituye un aporte; fue aprobado por la unanimidad de la Comisión de Educación; es transversal, y busca un objetivo noble para nuestro país.
El señor QUINTANA ( Vicepresidente ).-
¿Ahora sí, Senador señor Prokurica?
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor PROKURICA.-
Señor Presidente , yo quiero felicitar a los autores de esta iniciativa. Porque estamos pasando por un período en el que la política y el país viven más bien de cuál es el escándalo del día o de la semana, perdiendo de vista los temas importantes, las cuestiones de fondo, y esos Senadores apuntan a un problema mayor.
Ya lo decía el Senador Coloma, uno de los autores de este proyecto de ley: hoy día, por no tener educación suficiente en materia crediticia, miles de jóvenes comienzan a endeudarse apenas inician su vida independiente. Incluso, algunos ni siquiera se han recibido en la universidad y ya las casas comerciales, los bancos, en fin, les ofrecen abrir una cuenta.
El sobrendeudamiento termina por confinar tempranamente a miles de jóvenes a los registros del DICOM -no como nosotros, que fuimos tirados a un artículo de un diario por no pagar las imposiciones, en circunstancias de que son los funcionarios de la Tesorería del Senado quienes no pagan- por no poder responder ante un crédito que muchas veces se ha tomado en forma inconsciente.
En tal sentido, según datos del Instituto Nacional de la Juventud, cuatro de cada diez jóvenes de entre 18 y 29 años tienen al menos una deuda a su nombre. Y las principales causas de su endeudamiento son créditos universitarios, uso de tarjetas de crédito y préstamos de consumo.
En 2012 se hizo un "borrón y cuenta nueva" en el DICOM; a esa fecha había más de 4 millones de morosos en la lista, los que fueron eliminados. Hoy, a cuatro años del "perdonazo", la cantidad de chilenos en el DICOM es casi igual.
O sea, estamos frente a un problema grave. Y hay que intentar resolverlo.
Muchas veces las personas se endeudan sin conocer los efectos de ello.
Ya lo señaló el Senador Coloma: frecuentemente, el nivel de intereses que se pagan se debe a que al trabajador que gana un sueldo de 500 mil pesos le dicen "Usted va a terminar pagando una cuota de 50 mil" y él responde "¡Ah! Me alcanza", a pesar de que, a lo mejor, si la cuota fuera más alta terminaría afrontando un interés mucho menor.
Este proyecto permite que las personas tengan información sobre conceptos financieros básicos, como "crédito", "tasa de interés", "endeudamiento", "tarjeta de crédito".
Ahora, me parece bueno que todos aprendamos y entendamos qué significan esos y otros conceptos, para que al momento de tomar decisiones crediticias lo hagamos con conocimiento cabal de lo que ello envuelve.
En tal sentido, el conocimiento de las cuestiones financieras es de importancia mayor, pues las malas decisiones terminan afectando a miles de personas.
¡Cuántas veces recibimos en nuestras oficinas a familias desesperadas porque no pueden pagar créditos que tienen con bancos, con financieras!
Además, a raíz de que hemos recibido inmigrantes de otros países, hay gente que, a veces por necesidad, a veces por ignorancia, se mete en el sistema de préstamos "gota a gota" e incluso recibe amenazas de muerte cuando se atrasa en el pago de las cuotas.
Termino reiterando mis felicitaciones a los autores de este proyecto. Creo que los contenidos que mediante él se plantean no solo debieran implementarse en la educación media: también, sería necesario que el propio SERNAC dictara, a través de medios tecnológicos, cursos para cualquiera que quisiese seguirlos, a fin de que todos aprendieran que el endeudamiento no es gratis y que, al final, las condiciones de los créditos siempre perjudican a quienes los contraen de manera desinformada.
El señor QUINTANA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Moreira.
El señor MOREIRA.-
Señor Presidente, yo no suelo hablar en todos los proyectos de ley, sino solo en los que considero importantes para las jornadas legislativas que tienen lugar aquí, en el Senado.
A decir verdad, me llamó mucho la atención cómo los autores de la iniciativa que nos ocupa tuvieron esta idea, que venía gestándose desde hacía bastante tiempo, encabezada por los Senadores Lagos, Montes , Ignacio Walker .
Yo siento que hoy nadie podría poner en duda el vacío que presenta la actual malla curricular escolar en ciertos aspectos no ligados a la formación formal de los alumnos.
Por ejemplo, hay escasas medidas para enfrentar la obesidad, falta de incentivos para generar una prevención real contra las drogas, poca educación cívica. Son algunas de las materias que el Ministerio de Educación no ha abordado como contenidos mínimos que deberían estudiarse -¡sí: deberían estudiarse!- en los distintos niveles.
Pero, a pesar de aquello, existen reparos frente a la intención de sobrecargar las mallas curriculares de los diferentes niveles, ya que eso podría terminar eliminando toda posibilidad de los establecimientos para fijar contenidos particulares acordes a sus propias necesidades: principio constitucional de la libertad de enseñanza.
Uno de los problemas que enfrenta actualmente la educación escolar chilena es la carga académica que tienen los establecimientos. Día a día, estos se están viendo exigidos en el sentido de integrar nuevos contenidos, como prevención de derogas, educación alimentaria, entre otros.
La inclusión de nuevos temas en la malla curricular podría poner en riesgo la priorización que pueden disponer los distintos establecimientos -por ejemplo, abordar bien las materias del lenguaje, matemáticas, ciencia, entre otros- si la carga académica no lo permite.
A pesar de lo anterior, este proyecto aborda en forma correctísima el problema de falta de educación financiera en nuestra población al incorporar la materia en comento como objetivo general para la educación media.
Así, aunque existe un aumento constante en la carga académica de los establecimientos educacionales, resulta adecuado avanzar en esta moción, toda vez que aborda la problemática desde un punto de vista general.
Hoy en día, cuando Chile enfrenta una serie de discusiones (cuestiones previsionales, desarrollo económico, salud, educación, etcétera), es fundamental que los jóvenes comprendan las implicancias de las distintas medidas.
Cómo puedo ahorrar parte de mi sueldo para percibir una mejor jubilación; hasta cuánto puedo endeudarme todos los meses: estas y otras dudas son las que miles de jóvenes que actualmente cursan la enseñanza media debieran enfrentar en el corto plazo.
Por ello, resulta fundamental que cuenten con una base sólida de educación financiera, que les permita enfrentar de mejor forma su realidad.
Teniendo en consideración lo anterior, y a pesar de los primeros reparos, se sugiere aprobar esta iniciativa de ley.
Y yo quiero felicitar al Senador Coloma, parlamentario que ha sido entusiasta para ir mejorando lo concerniente a las mallas curriculares en la educación chilena precisamente por su experiencia en todas estas materias.
Voto que sí.
El señor QUINTANA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Quinteros.
El señor QUINTEROS.-
Señor Presidente, comparto absolutamente lo que plantea este proyecto.
La prevención en cuanto al sobrendeudamiento, especialmente entre los más jóvenes, requiere la debida comprensión del funcionamiento de los productos del sistema financiero y sus riesgos; en consecuencia, corresponde incorporarla entre los contenidos formativos de los estudiantes de enseñanza media.
Estoy seguro de que nadie discutirá la utilidad de instruir a los estudiantes respecto de estas materias. Por ejemplo, saber qué es una tasa de interés, cuáles son los instrumentos financieros existentes en el mercado, o conocer la importancia del ahorro.
Sin embargo, la pregunta que cabe es cuál es la manera correcta de incorporar dichas materias dentro de los programas escolares.
La Ley General de Educación establece en su artículo 30 los objetivos generales de la educación media en los ámbitos personal y social, por un lado, y en el ámbito del conocimiento y la cultura, por otro.
Si bien dentro de tal enumeración no hay una mención expresa a la educación financiera, sí puede estimarse integrada en algunos de ellos. De hecho, hoy esta materia está incorporada en el programa del área de las Ciencias Sociales.
Si lo que se pretende es relevar la educación financiera, hay que decir que, aun teniendo mucha importancia la formación de los jóvenes en cuanto usuarios del sistema financiero, también hay otras facetas no cubiertas, como la de consumidores o la de futuros trabajadores.
Sería muy conveniente que los establecimientos formaran, así fuera básicamente, en el conocimiento de los derechos laborales.
Cabe señalar que existen varias otras materias que no tienen una mención expresa en la enumeración del artículo 30, pero que están incorporadas en las bases curriculares definidas por el Ministerio de Educación, previa aprobación del Consejo Nacional de Educación, sin perjuicio de aquellas que definan los propios establecimientos.
Por ejemplo, la reacción frente a las emergencias, los primeros auxilios, el conocimiento sobre el propio cuerpo, la educación sexual, la prevención contra el abuso del alcohol y las drogas son, sin duda, contenidos que están actualmente integrados en los programas, aunque no se hallan incluidos en la ley de manera expresa.
¿Cuáles deben estar en la ley y cuáles no?
La respuesta parece ser que la ley solo debe contener los objetivos, mas no los contenidos, que son esencialmente cambiantes.
Está claro que cada objetivo no corresponde necesariamente a una asignatura.
La polémica sobre la enseñanza de la Filosofía es ilustrativa de ello. La ley reconoce el objetivo de conocer diversas formas de responder a las preguntas sobre el sentido de la existencia, la naturaleza de la realidad y el conocimiento humano. Pero algunos técnicos han planteado que esto no necesariamente debe comprender una asignatura, con lo que estoy en completo desacuerdo.
Lo que sí se halla claro para mí es que la enumeración del artículo 30 es insuficiente.
Por ejemplo, la ley reconoce como objetivo conocer un idioma extranjero, pero no tiene la misma valoración acerca del deporte. Perfectamente podría declarar que todos los estudiantes debieran conocer y practicar una disciplina en este último ámbito de acuerdo con sus intereses y aptitudes, como sucede con las expresiones artísticas. Hoy solo se contempla como objetivo, de manera general, el desarrollo físico.
¡Cuántos no serían los beneficios que la promoción y masificación efectiva del deporte entre nuestros jóvenes les traerían a la salud, al bienestar y a la convivencia!
En definitiva, considero necesaria una revisión de las finalidades de los distintos niveles de educación que son señaladas de manera sistemática en la ley.
Ya aprobamos un cuerpo legal que establece el Plan de Formación Ciudadana. Ahora se propone otro para la educación financiera. Y, como ya dije, varias otras materias podrían merecer una mención expresa.
Pienso que este es el camino correcto y el que debiera emprender el Ministerio, sin perjuicio de lo cual apruebo la idea de legislar.
He dicho.
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El señor QUINTANA ( Vicepresidente ).-
Saludo a una delegación del Parlamento de Israel que se encuentra en las tribunas, invitada por la Honorable señora Lily Pérez.
Sean sus integrantes muy bienvenidos.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
)--------------------(
El señor QUINTANA (Vicepresidente).-
Puede intervenir el Senador señor Montes.
El señor MONTES.-
Señor Presidente, soy uno de los firmantes del proyecto.
A mí me parece muy importante disponer aquí de un espacio para abordar los contenidos y objetivos de la educación, como lo ha expresado mi colega Quinteros . En nuestro ordenamiento institucional hay algo muy raro: el Congreso no discute dichos aspectos. Estos pasan por el Consejo Nacional de Educación. No es este el lugar donde se definen.
Creo que ello no es conveniente. Y, al menos por mi parte, todo lo que nos lleve y obligue a meternos en el debate, como dar o no tareas para la casa, tiene valor para que empecemos a profundizar en el asunto.
En seguida, aquí nos ocupamos, como decía el señor Senador, en los objetivos generales de la educación media. Nos encontramos en el artículo 30. En este momento hay una cuestión no resuelta, y el propio Ministerio y el Consejo se hallan considerando cuál será la orientación en adelante. Se trata de modernizar, de actualizar.
Hasta donde sé, hay un debate respecto del eje y de cómo equilibrar, por una parte, que en ese nivel se adquieran elementos para lograr un proyecto de vida en la sociedad, una forma de plantearse y de ser, y, por la otra, de cómo prepararse para todo el lenguaje en el mundo laboral. Y una parte fundamental de ello es cómo combinarlo.
La disposición citada hace referencia, en el ámbito personal y social, a los objetivos ligados a alcanzar el desarrollo moral; desarrollar planes de vida y proyectos personales; trabajar en equipo; conocer y apreciar los fundamentos de la vida democrática, y tener hábitos de vida activa y saludable, por ejemplo. Y, en el ámbito del conocimiento y de la cultura, menciona lo relativo a pensar en forma libre y reflexiva; analizar procesos; comprender el lenguaje; comprender y aplicar conceptos matemáticos, y comprender y aplicar conceptos, teorías y formas de razonamiento científico.
Dentro de lo anterior agregaremos la siguiente letra m):
"Conocer y aplicar conceptos y técnicas financieras básicas, así como desarrollar actitudes, conductas y prácticas que favorezcan la toma de decisiones ciudadanas y le permitan ejercer acciones eficaces para mejorar su bienestar económico, personal y familiar".
Comparto la idea de que estos últimos instrumentos se requieren en la vida. Son parte de una dimensión mucho más práctica que los dos ámbitos anteriores, los cuales son de formación general. Dicen relación con poder desempeñarse durante la existencia de la persona.
Cabe consignar, por ejemplo, que quien ignore los elementos básicos del lenguaje comunicacional se encuentra fuera de la realidad. Es fundamental que el manejo de la computación se incluya dentro de los objetivos generales. Lo mismo dice relación con los idiomas. El inglés es necesario. Dentro de ello incorporaremos los conceptos financieros.
A mi juicio, no podemos transformar el punto en algo dotado de un peso específico más allá de lo que corresponde. Es preciso llegar a comprender las cosas esenciales para poder desempeñarse en la vida. Obviamente, la educación media debe dar la base para que cada uno siga aprendiendo después los nuevos instrumentos que se vayan creando y la manera como esto se lleva a cabo.
En la época de la dictadura viví una experiencia. En medio de todos los problemas, los sindicatos de Lota me invitaron de repente a hablar acerca de la actividad de estas agrupaciones. Enfrentaba algunos problemas y el traslado a Concepción no era fácil, sino arriesgado. Habiendo preparado muy bien la charla, con la historia del sindicalismo, del movimiento obrero y de todo eso, los viejos de Lota me dijeron: "Bueno, explíquenos qué es la tasa de interés". Hasta ahí llegué, porque ya había viajado.
El señor QUINTEROS.-
¿Y sabía?
El señor MONTES.-
Algo.
Lo que se incorpora en el lenguaje pasa a ser necesario -repito- entre los instrumentos para desempeñarse en la vida. Me parece importante incluirlo en los programas mismos, pero con una justa ponderación y sin que en ningún caso se pierdan la importancia, la significación y el peso específico de todos los otros ámbitos.
No sería malo que nuestra Comisión tratara de imponerse de qué se está discutiendo hoy día sobre educación media dentro del Ministerio y del Consejo, porque no podemos estar ausentes. Al menos que se nos informe. Si no participamos en la decisión, la cual se toma en otro lado, que el órgano técnico esté al tanto del proceso de elaboración del enfoque en debate.
Creo que la iniciativa puede ayudar en el sentido bien específico que planteaba.
Voto a favor.
El señor QUINTANA ( Vicepresidente ).-
Le ofrezco la palabra al Honorable señor Rossi, integrante de la Comisión de Educación. A ver si puede dar respuesta a algunas de estas inquietudes.
El señor ROSSI.-
Lo intentaré, señor Presidente.
Voy a apoyar el proyecto. El Senador señor Coloma me pidió que lo acompañara en la iniciativa. Ojalá exista reciprocidad en otras ocasiones...
El señor LARRAÍN .-
¡Depende...!
El señor ROSSI.-
No me ha ido bien con Su Señoría.
La señora ALLENDE.-
Como en la interrupción del embarazo.
El señor ROSSI.-
Estoy totalmente de acuerdo con todos los argumentos expuestos por los autores y felicito su preocupación por el asunto, ya que, como bien lo manifestó mi Honorable colega Montes , la educación tiene que preparar también para la vida, y observamos una cierta confusión, a veces, en los organismos que de alguna manera tienen que fijar cuáles son los contenidos curriculares.
Eso es lo que ocurrió hace poco con el anuncio de que Filosofía era retirada de ellos, cuando lo que más falta hoy es el pensamiento crítico y la capacidad reflexiva de poder enfrentar discusiones fundamentales para la trascendencia del ser humano, al igual que para nuestra convivencia democrática.
Por lo tanto, la misión de la educación es finalmente formar seres humanos integrales; entregar no solo conocimiento, sino también herramientas para desempeñarse con éxito en la vida y poder alcanzar el despliegue máximo de las potencialidades.
Recordemos que constituye una herramienta muy poderosa, como lo es la salud, por su lado, para resolver o mitigar y compensar inequidades que se dan, entre otras cosas, por las tremendas desigualdades en la distribución de la renta y los ingresos.
Ahora, yendo al asunto, y habiendo dicho que aprobaré la iniciativa, creo que sería buena una reflexión más integral.
En este sentido, recojo el llamado del Senador señor Montes en orden a poder analizar los contenidos en la Comisión de Educación, de la cual el señor Vicepresidente asimismo es miembro. Porque las materias son tan extensas que realmente resultan enciclopédicas, y creo que la idea no es meterle al niño una cantidad de información que finalmente no lo ayudará en su vida futura ni para los desafíos que decida enfrentar. Por ejemplo, cada cierto tiempo presentamos iniciativas -el Senador que habla también lo ha hecho- para fomentar el interés por la salud, las medidas para prevenir el sobrepeso y la obesidad, la importancia de la vida al aire libre, y la actividad física. Después está todo lo que tiene que ver con los derechos políticos, los derechos civiles y la educación cívica. ¿Y quién podría decir que está mal considerar la educación financiera?
Mas insisto en que hace falta una mirada más integral. Si no, cada cierto tiempo vamos a ir incorporando nuevos temas al currículum, en circunstancias de que resulta excesivamente grande y no cumple bien, entonces, los objetivos que debe contemplar uno que sea adecuado.
Estos son los aportes que quería hacer.
El señor QUINTANA ( Vicepresidente ).-
Puede intervenir el Honorable señor Bianchi.
El señor BIANCHI.-
Señor Presidente , voy a votar a favor del proyecto que incorpora contenidos de educación financiera en la enseñanza media. Pero ello dice relación con una realidad. Quisiera hacer ver otra que es brutalmente injusta.
Conforme a la misma lógica que inspira a la iniciativa en debate, conversaba recién con mis colegas Lily Pérez , Horvath y Prokurica en cuanto a ver de qué manera se puede llegar a una educación que considere el abuso que sufren nuestros adultos mayores con los créditos, entre otros, de las cajas de compensación.
Estas personas son objeto de un atropello desmedido. Me ha tocado conocer casos en que, por un préstamo de cien mil pesos, terminan pagando más del doble: 240 mil, 280 mil. Son descuentos que se hacen con cargo a pensiones bajísimas.
Es más, dichas entidades les facilitan plata a quienes reciben la pensión básica solidaria. O sea, el propio Estado entrega dinero y ellas les prestan a adultos mayores que, con un enorme sacrificio, intentan sacar adelante su economía diaria, semanal, mensual.
La educación financiera efectivamente atraviesa, diría, todas las edades. Pido pensar en un proyecto que de alguna manera se centre en un resguardo ante el desvalimiento del sector de la gente grande, de los adultos mayores, cada vez que se enfrenta a la industria económica.
Si bien uno sabe que las cajas son instituciones sin fines de lucro, allí es donde se venden paquetes de turismo y se proporciona una serie de distracciones, y detrás existe un crédito abusivo, que no permite salir del compromiso y quita lo poco que se posee.
Sinceramente apelo a que no solo haya educación financiera, sino también un BancoEstado que pueda proteger a este indefenso sector; a que no existan abusos de financieras -bueno, la banca ya no presta a una determinada edad- o de cajas de compensación, que históricamente se han llenado los bolsillos a través de los créditos desmesurados a los adultos mayores.
Aprobaré la iniciativa, pero dejo expuesto que avanzaremos en otra tendiente precisamente a brindarles protección a esas personas, a que se informen bien, a que logren conocimientos en materia económica, y no se cometan atropellos enormes contra gente tan desvalida.
El señor QUINTANA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Horvath.
El señor HORVATH.-
Señor Presidente , solo deseo agregar que corresponde analizar más en profundidad todos los objetivos generales de las asignaturas obligatorias y no obligatorias de la educación media, así como las alternativas de los alumnos, y considerarlas bajo la visión de medios completamente distintos de lo que conocimos.
En su momento, teníamos Educación Cívica, Trabajos Manuales , Economía Doméstica, Labores. Una serie de ramos preparaban a las personas para la vida y para funcionar bien en ella, en el fondo.
Hoy en día estamos en Internet. La tendencia es a estudiar fuera del colegio, del liceo, del aula, y más bien usar estas instancias para debatir, reflexionar, generar grupos de trabajo.
La educación está cambiando, pero no nos hemos puesto al día.
El proyecto se sitúa en la línea de agregar en el artículo 30, dentro de los objetivos de carácter cultural -el decimotercero, por así decirlo-, uno que amplía su ámbito. Me parece bien.
Sin embargo, creo que tendríamos que hacer un trabajo más profundo en el Senado con respecto a los contenidos y la forma de la educación en nuestro país.
Desde luego, me opongo terminantemente a la idea, no de prescindir de la asignatura de Filosofía, sino de juntarla con la de Educación Ciudadana o Cívica. Estimo que no corresponde. Constituye el "paraguas" del conocimiento y no puede subsumirse como un concepto más restringido.
Gracias.
El señor QUINTANA ( Vicepresidente ).-
Puede intervenir el Honorable señor Navarro.
El señor NAVARRO.-
Señor Presidente, la verdad es que las reformas curriculares son siempre complejas.
Chile registra un número de horas de clase tan elevado como el de Corea del Sur. Somos el quinto país del mundo con más carga laboral, y, en materia curricular, estamos en el tercer o cuarto lugar en cantidad de horas.
La aplicación de la jornada escolar completa ocupó hasta las 17 a todos nuestros niños. Todavía espero su evaluación, pues creo que los resultados se han falseado. En muchos colegios no ha acrecentado la calidad de la formación. Por el contrario, muchas veces ha apuntado en contra.
En tal sentido, se ha instalado un debate nacional acerca de la utilidad de las tareas para la casa. La práctica corriente de una jornada hasta las 17, en muchos casos, durante los cinco días hábiles de la semana o al menos cuatro, a lo que se suman esas obligaciones, deja a niños y adolescentes con poco espacio para el ocio creativo o productivo, como decían los griegos. Porque se puede aprender también jugando. Las tareas para la casa se hallan hoy día cuestionadas, pues significan una recarga para los estudiantes.
Además, existe una fuerte discriminación entre los niños cuyos padres son profesionales -la medición de calidad permite comprobar que eso aumenta la posibilidad de ser educacionalmente exitoso- y aquellos cuyos padres no terminaron la enseñanza media.
Y es distinto si se posee o no un computador o se puede o no acceder a los medios tecnológicos, lo que va de la mano con la capacidad económica.
Lo que resulta claro es que toda reforma curricular debiera surgir de un amplio debate. Hoy día se propone un proyecto para incorporar la educación financiera en la enseñanza media, el que comparto, pero su aplicación se debe abordar necesariamente con la comunidad escolar: profesores, estudiantes, padres y apoderados.
Y si para instalar el ramo tenemos que eliminar otro, estoy por discutirlo.
Hemos planteado el aumento de las horas de Educación Física para una población infantil que, en relación con la década de los setenta, ya no enfrenta la desnutrición, sino la sobrenutrición, paradójicamente. El cuarenta por ciento de nuestros jóvenes en primero a cuarto medio presentan obesidad, es decir, un excesivo consumo de calorías, en relación con los requerimientos básicos.
Se han tomado diversas medidas, como la de eliminar el azúcar y la sal en la comida proporcionada por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas, con resultados bastante precarios.
Quisiera solo comentar, al margen y aprovechando la oportunidad, que ello ha redundado en un tráfico de sal. Los niños la llevan adicionalmente. Si no, el cuarenta por ciento de las colaciones se pierde, de acuerdo con lo que nos dicen las mujeres que trabajan en entregarlas. Es decir, de cada diez, cuatro no se comen. ¡Ello representa el cuarenta por ciento del programa de alimentación, que es el más caro del Ministerio de Educación!
Cualquiera reaccionaría ante la prescindencia abrupta del producto. Debió establecerse la gradualidad. Los niños provenientes de hogares de escasos ingresos que no pueden dejar esa comida por ser su único alimento llevan sal. Entonces, se da el tráfico.
Todas estas medidas se tienen que tomar con la debida consideración de la experiencia práctica de los que están en el aula y de los que trabajan abajo en el sistema educacional.
Voy a votar a favor, haciendo la prevención de que tampoco aceptaré que la asignatura de Filosofía se subsuma en una clase amplia de Educación Cívica.
¡Creo que estamos dando una pésima señal! ¡Ni bajo Pinochet se planteó eliminarla del currículo de enseñanza media. Y ahora, en democracia, cuando todos decimos que hay que pensar más y no tanto mediatizar más, se pretende suprimir dicha asignatura.
Esa es una pésima señal para los estudiantes y, también, para nuestro país y su fondo cultural.
Espero que esa situación se arregle.
Ha habido información precaria. Y no me convence la explicación que dio el Ministerio de Educación.
Discutamos el currículo de enseñanza media -entre sus ramos, el de Educación Financiera- de abajo hacia arriba y no solo de arriba hacia abajo.
Voto a favor.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
El señor MOREIRA .-
¡Mi general era filósofo! ¡Por eso, él nunca quiso eliminar de la enseñanza escolar el ramo de Filosofía!
El señor MONTES .-
¡Que explique qué quiere decir, señor Presidente!
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El señor QUINTANA ( Vicepresidente ).-
Quiero saludar a una delegación de parlamentarios de Argentina, Paraguay, Perú, Costa Rica y Colombia, que nos acompaña en las tribunas. Ellos se encuentran en una jornada de trabajo organizada por ParlAmericas y el Grupo Bicameral de Transparencia, que preside el Senador señor Hernán Larraín.
¡Sean bienvenidos todos ustedes!
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).
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El señor QUINTANA ( Vicepresidente ).-
No hay más inscritos.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ ( Secretario General ).-
¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor QUINTANA ( Vicepresidente ).-
Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (28 votos a favor) y, por no haber sido objeto de indicaciones, queda aprobado también en particular y despachado en este trámite.
Votaron las señoras Allende, Muñoz, Lily Pérez, Van Rysselberghe y Von Baer y los señores Bianchi, Coloma, De Urresti, Espina, García, García-Huidobro, Girardi, Harboe, Horvath, Hernán Larraín, Letelier, Montes, Moreira, Navarro, Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Quintana, Quinteros, Rossi, Ignacio Walker, Patricio Walker y Andrés Zaldívar.
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