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El señor LAGOS ( Presidente ).-
Corresponde ocuparse en el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que modifica la ley N° 20.261, en relación con la certificación de especialidades médicas cursadas o ejercidas en el extranjero, con segundo informe de la Comisión de Salud y urgencia calificada de "suma".
--Los antecedentes sobre el proyecto (9.906-11 y 10.924-11, refundidos) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite: sesión 71ª, en 29 de noviembre de 2016 (se da cuenta).
Informes de Comisión:
Salud (certificado): sesión 73ª, en 13 de diciembre de 2016.
Salud (segundo): sesión 75ª, en 20 de diciembre de 2016.
Discusión:
Sesión 74ª, en 14 de diciembre de 2016 (se aprueba en general).
El señor LAGOS (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ ( Secretario General ).-
La Comisión de Salud hace presente para efectos reglamentarios en su segundo informe que, de las nueve indicaciones formuladas a la iniciativa, tres fueron rechazadas y seis declaradas inadmisibles, por lo que propone la aprobación en particular de la iniciativa en los mismos términos en que fue acordada en general.
Nada más, señor Presidente .
El señor LAGOS ( Presidente ).-
La señora Ministra de Salud solicita la anuencia de la Sala para el ingreso de la Subsecretaria de Redes Asistenciales, señora Ana Gisela Alarcón.
¿Habría acuerdo?
El señor PROKURICA.-
Sí.
--Se accede.
El señor LAGOS (Presidente).-
En discusión particular la iniciativa.
Tiene la palabra la Honorable señora Goic.
La señora GOIC.-
Señor Presidente , nosotros discutimos y revisamos las indicaciones que se presentaron a este proyecto, que introduce un examen médico de especialidades -se lo recuerdo a los colegas en la Sala- para aquellos facultativos que hayan cursado sus estudios de especialidad en el extranjero, a fin de que no tengan que rendir el EUNACOM que, en muchos casos, constituye una barrera para que especialistas que reúnen todas las condiciones necesarias puedan ejercer en el sistema público de nuestro país.
Esta es una demanda que tanto nosotros como el mundo médico hemos venido haciendo desde hace muchos años. Y soluciona un problema concreto: aumentar la cantidad de especialistas en el sector público, garantizando los criterios de calidad, que ahora serán certificados.
La iniciativa dispone que quienes hoy están contratados en el sector público tendrán un plazo de seis meses contados desde la publicación de la ley para presentar una solicitud de certificación a alguna de las entidades autorizadas por el Ministerio de Salud para estos efectos.
Se presentaron varias indicaciones, la mayoría inadmisibles. Y, al parecer, se rechazaron dos.
Me gustaría clarificar, porque generó cierto debate en la Comisión, que el texto del artículo transitorio, en que se establece el plazo de seis meses para quienes actualmente están ejerciendo, señala que solo solicitan la certificación aquellos inscritos para rendir el examen.
Muchos dudaban de si solo se trataba de la inscripción y que, finalmente, no había un plazo. Pero nos interesa que estos facultativos se certifiquen efectivamente, y hasta no constar el rechazo de sus solicitudes de certificación por la entidad certificadora podrán seguir ejerciendo.
El Ministerio clarificó -está la Ministra presente, y lo podrá ratificar- que a partir de la inscripción empiezan a correr plazos perentorios. O sea, no significa que sea así eternamente.
Y, para dar mayor certeza a aquello, también está el compromiso del Ejecutivo de establecerlo en la reglamentación y hacerlo llegar a la Comisión para aclarar que la inscripción implica que se debe rendir el examen.
Obviamente, si el médico aprueba el examen puede seguir en funciones. Pero si no lo hace queda afuera, pues se entiende que no cumple con los criterios de certificación y de calidad para ejercer su labor en el sector público.
La recomendación de la Comisión es aprobar este proyecto (como ocurrió, además, por una amplia mayoría en la Cámara de Diputados), porque viene a resolver un problema práctico, que tiene cierta urgencia, en cuanto a garantizar la atención de especialistas en el sector público.
He dicho.
El señor LAGOS (Presidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Rossi.
El señor ROSSI.-
Señor Presidente, entiendo que hay premura en aprobar esta iniciativa por la falta de especialistas a lo largo de Chile, sobre todo en las regiones y en el sector público.
Hoy día la mayoría de las horas de especialidad están dadas para una población de 20 por ciento en relación con la que se atiende en el sistema público.
Eso evidentemente contribuye a generar problemas de acceso oportuno de nuestros pacientes, tanto en interconsultas como en cirugías.
Así que, en general, estoy de acuerdo con el primer concepto referido al EUNACOM: es un examen que evalúa conocimientos propios de un médico general y no las habilidades de un especialista.
Evidentemente, y dada la especialización de la medicina (muchos critican que no siempre haya una visión integral del paciente, pero es así), todos entendemos que un médico especialista, un gastroenterólogo o un hepatólogo que se dedica al hígado o a patologías vinculadas probablemente recordará poco de la medicina general.
Así que en eso estamos de acuerdo.
En segundo lugar, hay un punto que dice relación con los procesos de revalidación de los títulos que muchos obtienen en el extranjero.
Eso lo quiero vincular, y ahí radica mi preocupación, con los problemas que tenemos para garantizar la implementación en plenitud de la reforma del 2005.
Recordemos que ese año se discutió lo relativo al Plan AUGE, de garantías explícitas en salud. Estaba el proyecto para financiarlo, y además para otorgar recursos al Programa Chile Solidario. También había una iniciativa que tenía que ver con la nueva institucionalidad, con el rol rector de la autoridad sanitaria; se crea la Subsecretaría de Salud Pública y la de Redes Asistenciales, en fin. Asimismo, estaba el proyecto relativo a las Isapres; antes había venido la llamada "ley corta"; una iniciativa sobre la solvencia y una acerca de los deberes y derechos de las personas en salud.
Dentro del proyecto sobre el AUGE estaba la garantía de calidad, la cual no se cumple hoy día.
Hemos tenido problemas con los hospitales autogestionados: aunque fueron una muy buena idea, en la práctica no han funcionado.
No tengo tiempo para explicar las razones de aquello. Pero, por ejemplo, puedo señalar el hecho de que pusimos servicios de salud entre el ente asegurador, que es FONASA, y el prestador. Ello hace que el rol rector se diluya con el de prestador.
En todo caso, esa es una discusión de más largo plazo.
Señor Presidente, creo que en Chile falta evaluar lo que hacemos. De ahí que me parece fundamental acreditar.
Ahora bien, ya veremos si los procesos de acreditación que se están llevando a cabo cumplen con el objetivo de garantizar una atención de calidad técnica, así percibida por los pacientes.
Desde esa perspectiva, pienso que en la actualidad falta introducir más resultados en los procesos de acreditación, si bien se está tratando de avanzar en esa dirección.
Además, existen distintos organismos acreditadores, públicos o privados, de acuerdo a la institución de que se trate.
O sea, hay que ordenar.
Aquí se han cometido ciertos errores, incluso legislativos, que debemos corregir después de tanto tiempo.
Ese es el punto que quiero hacer.
Aquí parece baladí decir que un médico que obtuvo una especialidad en otro país -no sabemos dónde- debe rendir un examen para acreditarla. Y esto no tiene nada que ver con la xenofobia ni con la discriminación contra los doctores extranjeros: se halla relacionado con el hecho de que cualquier médico que ejerza en nuestro país, en particular un especialista, debe demostrar la idoneidad, los conocimientos, las habilidades pertinentes para evitar la yatrogenia, o sea, los errores médicos, que cuestan muchas vidas humanas.
Al respecto, cabe recordar que en Estados Unidos mueren 12 mil pacientes en los hospitales producto de fallas médicas: ¡12 mil!
¿Por qué no contamos con ese tipo de datos en Chile? ¡Porque acá no evaluamos nada! En nuestro país siempre matamos al mensajero. No nos gusta conocer noticias malas. Por lo mismo, no tenemos una evaluación del Plan AUGE.
Nos falta mucho que avanzar en tal sentido.
Desconocemos los indicadores de calidad de un hospital A para compararlos con los de un hospital B. Por ejemplo, no sabemos cuál es la sobrevida de una prótesis de cadera en determinado establecimiento, a efectos de poder optar.
Me parece que ese es uno de los grandes problemas existentes sobre el particular.
Voy a votar a favor de este proyecto. Pero me preocupa que estemos bastante atrasados en los procesos de acreditación de calidad y de certificación de prestadores personales.
Insisto: no es baladí que un médico especialista pueda ejercer sin tener que convalidar su título.
Le pido unos segundos adicionales, señor Presidente, para concluir.
El señor LAGOS (Presidente).-
Continúe, señor Senador.
El señor ROSSI.-
Señor Presidente , no todos los médicos que llegan con el cartón de especialista cumplen con los requisitos que les permiten ejercer su profesión de manera adecuada y segura para nuestros pacientes.
El señor PROKURICA.-
¿Puede abrir la votación, señor Presidente?
El señor LAGOS ( Presidente ).-
¿Les parece a Sus Señorías?
Acordado.
En votación particular el proyecto.
--(Durante la votación).
)----------(
El señor LAGOS (Presidente).-
Solicito la autorización de la Sala para que me remplace en la testera el Honorable señor Tuma por algunos minutos.
Acordado.
--Pasa a presidir la sesión el Senador señor Tuma, en calidad de Presidente accidental.
)----------(
El señor TUMA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el Senador señor Navarro, para fundamentar su voto.
El señor NAVARRO .-
Señor Presidente , poder discutir un proyecto que modifica la ley Nº 20.261, que crea el Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina (EUNACOM), es una gran oportunidad para abordar los temas de fondo.
En Chile faltan especialistas.
Lo saben la Ministra de Salud; la Presidenta de la República, quien es médico, y los millones de chilenos que esperan pacientemente -incluso hasta la muerte- ser atendidos por un especialista.
Lo he dicho y lo vuelvo a repetir en la Sala (las cifras son duras): entre el 1 de enero de 2010 y el 1 de enero de 2015, fallecieron 57 mil 771 personas que estaban en listas de espera para consultar a un médico especialista y murieron 10 mil 83 aguardando una intervención quirúrgica. Y el año pasado perecieron más de 560 pacientes a la espera de ser atendidos por el GES.
¡Estamos ante una crisis sanitaria!
Cualquier país en que se muera ese número de personas sin ser atendidas por el sistema de salud pertinente se halla en crisis.
Este proyecto constituye un avance, por cierto.
¿Qué hace? Les dice a los médicos especialistas que lleguen desde el extranjero o que se encuentren en Chile y que quieran acreditarse para ejercer en el sistema público de salud que no rindan el EUNACOM, prueba ampliamente cuestionada por la Contraloría General de la República en su dictamen N�� 83.102, de 16 de noviembre de este año.
En este documento dicho órgano señala abiertamente que debe cuidarse la fijación de criterios que garanticen la transparencia, la objetividad, la igualdad, la publicidad en el diseño del examen.
Además, advierte que, en situaciones de escasez de médicos, cuando ello sea imprescindible en orden a asegurar la entrega de prestaciones de salud, es admisible contratar profesionales que no hayan rendido y aprobado el Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina.
Eso dice la Contraloría.
En esta oportunidad discutimos una iniciativa de ley que no les exige a los médicos especialistas rendir el EUNACOM.
¡Me parece bien!
Pedirle a un cardiólogo o a un pediatra con 25 o 30 años de ejercicio que rinda tal examen, el cual aborda contenidos básicos de la carrera de Medicina, resulta inapropiado.
¿Qué me preocupa de este proyecto? Que volvamos a cometer el mismo error en que incurrimos con el Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina: autorizar a una entidad privada, como la ASOFAMECh, para acreditar a los médicos que van a ejercer en el sector público.
¿Por qué la Asociación de Facultades de Medicina de Chile, perteneciente a universidades privadas y públicas, que forman a los médicos, es la encargada de decir: "Este especialista está certificado: puede ejercer"?
Es la universidad, cuando prepara al médico, la que lo debe acreditar. De lo contrario, no lo egresa.
La grave contradicción aquí es que los médicos de la Universidad Católica, de la Universidad de Chile, de la Universidad de San Sebastián, de la Universidad del Desarrollo, en fin, son examinados por los mismos planteles que los egresaron a efectos de obtener la acreditación para ejercer en el sector público.
¡Pero en el sector privado pueden trabajar sin ninguna discriminación!
O sea, la ASOFAMECh, entidad privada, debe autorizar al médico que irá al sector público a atender a los pobres, pero no al que se desempeñará en el sistema de isapres.
Lo que hacemos en esta iniciativa con la Corporación Nacional Autónoma de Certificación de Especialidades Médicas (CONACEM) es lo mismo: autorizamos a una entidad privada -compuesta por las Sociedades Científicas Médicas de Chile, el Colegio Médico y la propia ASOFAMECh- para calificar quiénes son los especialistas.
¡Pero se trata de los mismos que los forman! ¡No se puede ser juez y parte!
Aquí se está produciendo una seria limitación al rol regulador del Estado. Le he planteado el punto a la Ministra en muchas oportunidades.
Con centenares de alcaldes le hemos hecho presente también que debe modificarse el EUNACOM y que hay que ir en ayuda de la gente.
Señor Presidente , este proyecto de ley no respeta los tratados internacionales que Chile tiene vigentes sobre revalidación de títulos. Si los va a echar abajo con la futura ley, habrá que informar de ello a Brasil, a Argentina, a Uruguay, a Ecuador.
Si la Presidenta Bachelet fuera a Uruguay, podría ejercer su profesión de pediatra en tres a cuatro meses.
Si Tabaré Vázquez , conocido oncólogo y profesor titular de una universidad, viniera a Chile, podría desempeñar su profesión de manera inmediata en el sector privado. Pero, como buen hombre progresista, si quisiera atender en un hospital público, tendría que rendir el EUNACOM. ¡Un destacado oncólogo que ha ejercido su especialidad por más de 30 años en Uruguay!
Esta iniciativa de ley es insuficiente, pero igual la voy a votar a favor.
Se requiere terminar con la certificación por parte de entidades privadas de los médicos que van a desempeñarse en el sector público de salud. Si no, se pondrá de rodillas a dicho sector.
Esa contradicción tendrá que aclararla la Ministra en alguna oportunidad, pues estamos consagrando en una norma legal, bajo la presión de que faltan médicos especialistas, el mismo error cometido con el Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina, prueba cuestionada por la Contraloría.
Este proyecto no va a resolver todos los problemas. Sin duda constituye un avance, pero no los solucionará.
Voto a favor.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
El señor TUMA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el Senador señor García-Huidobro.
El señor GARCÍA-HUIDOBRO.-
Señor Presidente , en primer lugar, deseo saludar a la señora Ministra de Salud y a la señora Subsecretaria de Redes Asistenciales.
En seguida, quiero valorar esta iniciativa de ley, que nació de una moción presentada por diversos Diputados. Pero, al mismo tiempo, debo recordar que hubo un proyecto de acuerdo, aprobado por el Senado en forma unánime hace meses, mediante el cual se solicitaba legislar sobre una materia similar a la que ahora nos ocupa.
Me refiero a ello por la necesidad de contratar médicos especialistas, fundamentalmente, en los servicios de salud de regiones, en los CESFAM.
Lo más importante hoy día es que cuenten con atención médica quienes más lo precisan. Y esas personas recurren al sistema público de salud.
Vimos con preocupación la posibilidad de que los médicos especialistas extranjeros que se desempeñan en el servicio público tuvieran que volver a sus países de origen, en circunstancias de que ya se hallan incorporados a nuestra sociedad y están realizando una labor no solo científica -y esto, por intermedio de la Mesa, se lo quiero recalcar a la señora Ministra -, sino también humana muy importante.
Porque la preparación de dichos profesionales a nivel humano es tan necesaria para la salud de las personas como su calidad médica.
En ese ámbito deseo relevar el trabajo que ha llevado a cabo con liderazgo el Alcalde de Santa Cruz, mi comuna, don William Arévalo .
También quiero destacar la labor realizada por los Senadores señores Letelier y Navarro en este proyecto de ley. Debíamos encontrar una solución para que la gente recibiera la tan necesaria atención en salud de parte de los médicos especialistas.
Bien lo dijo la Honorable señora Goic , Presidenta de la Comisión de Salud: es muy complejo, después de muchos años de ejercer una especialidad, dar exámenes de contenidos generales.
Por eso la iniciativa en estudio apunta en la dirección -solicitada no solo por nosotros, sino también por los médicos especialistas- de rendir pruebas de especialidades, las que serán tomadas por instituciones certificadas, como universidades u otras entidades.
Por tal motivo, considero muy importante la aprobación -ojalá unánime- de este proyecto, a fin de darles tranquilidad a los doctores extranjeros. Algunos se han ido en busca de otros horizontes, al no tener certeza de seguir trabajando en nuestro país.
Espero que esta futura ley se promulgue y publique antes de fin de año, para que en nuestros servicios de salud, en nuestros CESFAM, en nuestros consultorios tales médicos puedan seguir atendiendo a la comunidad.
Señor Presidente , los miembros de la Unión Demócrata Independiente respaldaremos esta iniciativa porque estimamos fundamental para la atención de salud no solo la mejor capacidad científica, sino también el trato humano que se brinda a mucha gente, lo cual resulta del todo necesario.
Considerando la desesperación con que muchos pacientes llegan a los consultorios, resulta esencial la cercanía y tratar a las personas como se merecen. A mi juicio, la gran mayoría de los médicos extranjeros ha dado un ejemplo en tal sentido.
Ojalá todos los chilenos, y no solo los doctores, diéramos ese trato a la gente que más lo necesita, que está sufriendo y que requiere apoyo tanto médico como humano.
En consecuencia, valoro el hecho de que estemos aprobando -ojalá, por unanimidad- este proyecto.
Ello entregará tranquilidad a los médicos especialistas extranjeros que laboran en nuestro país. Han llegado como inmigrantes, pero con esta ley espero que se sientan tan bien como los han recibido nuestras comunidades y que sigan adelante ayudando a las personas que más lo necesitan en los servicios públicos de salud.
El señor QUINTANA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Chahuán.
El señor CHAHUÁN.-
Señor Presidente , Honorable Sala, las intervenciones de quienes me han antecedido, especialmente las de los colegas Rossi y Navarro, dan cuenta de la dificultad que hoy existe en nuestro país debido al déficit de médicos especialistas.
En la actualidad, la brecha de tales facultativos es de 3.600.
Si solo consideráramos las Regiones de Valparaíso y Metropolitana, se contabilizan 1.800.
El Servicio de Salud Viña del Mar-Quillota es el que posee el mayor déficit de especialistas a nivel nacional: 259.
La iniciativa que nos ocupa da respuesta fundamentalmente a un clamor de los parlamentarios -aprovecho de agradecer la labor de la Ministra de Salud y de la Subsecretaria de Redes Asistenciales-, quienes insistimos en que los médicos extranjeros que ejercen en nuestro país reprobaron el EUNACOM por una cuestión natural. Como se señaló con claridad en intervenciones anteriores, un doctor que ha ejercido su especialidad por veinte años y debe rendir una prueba de conocimientos generales de medicina tiene altas probabilidades de fracasar.
Por lo mismo, hemos manifestado la necesidad de reemplazar el EUNACOM por un examen de especialidades.
Es lo que plantea, precisamente, este proyecto de ley, que se hace cargo de tres hipótesis.
La primera trata sobre los médicos chilenos o extranjeros que estudiaron medicina fuera de nuestro país.
Ahí se aborda un asunto particularmente relevante: si el facultativo está trabajando en el sistema público, se le dará un plazo para postular a una certificación. Cabe señalar que la CONACEM o las universidades estarán a cargo de certificar las especialidades médicas.
Una de las inquietudes que surgieron durante el debate legislativo en la Comisión se refería a si era menester dar un plazo para que el órgano certificador resolviera. Se nos explicó -y está bien hecho el punto- que esa situación se hallaba reglamentada. Por tanto, una vez requerida la certificación, se aplicarán los plazos establecidos en el reglamento pertinente para determinar cuándo esta finalmente se otorga.
Con ello se termina la incertidumbre de los médicos chilenos y extranjeros que estudiaron afuera y que trabajan en el sistema público. Ya no tendrán que salir del servicio público, con lo cual no aumentaría la brecha de especialistas.
Por consiguiente, está muy bien enfocada esa materia.
En segundo lugar, se busca establecer un procedimiento de certificación de las especialidades en Chile. De esa forma, se daría transparencia al sistema.
Por último, la iniciativa se hace cargo de un elemento adicional: de las especialidades no acreditadas en Chile. A este efecto, se propone fijar un procedimiento, primero, para certificarlas y, segundo, para incorporarlas en el registro de la Superintendencia de Salud.
En suma, este proyecto aborda los aspectos más contingentes de la situación de los médicos especialistas y permite contar con una herramienta para contener las brechas.
Existe un asunto adicional respecto del cual la Subsecretaria de Redes Asistenciales se comprometió a responder en la Sala. Me refiero a un convenio bilateral suscrito con Uruguay, que establecía el reconocimiento automático de títulos profesionales, instrumento que data de comienzos del siglo XX.
Pues bien, el Senador Navarro presentó una indicación -la voté a favor, pero se rechazó por dos votos contra uno- para que el Estado de Chile cumpliera la obligación legal emanada de dicho acuerdo bilateral.
Le pedimos a la Subsecretaria que revisara tal obligación y que buscara una fórmula para que Uruguay no aplique el principio de reciprocidad en dicha relación bilateral. De lo contrario, los 150 médicos chilenos que desempeñan funciones en dicho país no podrían seguir laborando.
Ese fue el único tema que quedó pendiente.
En todo caso, debemos despachar esta iniciativa a la brevedad. Si la ley no está publicada antes del 31 de diciembre próximo, se va a producir una dificultad de gran envergadura.
Por último, quiero felicitar a la Ministra y a la Subsecretaria por acoger nuestro requerimiento. Es esencial hacerse cargo de un tema urgente y necesario, que va a permitir generar un instrumento que al menos evitará el aumento de la brecha de médicos especialistas en Chile.
El señor TUMA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el Honorable señor Girardi.
El señor GIRARDI.-
Señor Presidente, este es un proyecto importante.
Pero hago presente que no comparto las apreciaciones del Senador Navarro, a quien estimo harto, le tengo mucho aprecio y con el cual normalmente votamos en la misma dirección, en unidad de propósito.
Lo planteo porque el punto es de gran relevancia.
Chile cuenta con una característica única en el mundo: los indicadores de salud están totalmente desadecuados respecto de nuestra realidad económica y del territorio en que habitamos; en realidad resultan del todo sorprendentes.
Que Chile tenga mejores indicadores que Estados Unidos, que gasta 9 mil dólares per cápita, es una situación totalmente paradojal.
Chile invierte 500 dólares por persona al año y tiene indicadores cercanos a los de países que gastan 20 veces más. Hoy día, aunque parezca extraño, nuestro país superó a Estados Unidos en expectativa de vida.
Y uno se pregunta por qué un país como este tiene indicadores que compiten con los de Finlandia, con los de Suecia.
Y eso no se debe ni a la hotelería ni al equipamiento.
La única razón -considero que es un activo que Chile tiene que conservar, preservar y profundizar- se encuentra en su capital humano, en la calidad del equipo de salud. Y hablo no solo de los médicos, sino también de las matronas, de las enfermeras, de todo el equipo de salud. Ese es el principal activo que posee nuestro país y que no puede perder, pero está ocurriendo.
Y se está perdiendo porque los maestros, los formadores -este es un arte de ciencia que requiere un maestro y un aprendiz- se van al sistema privado. Y en este no se forma a nadie, porque ningún paciente acepta que un interno, un becado venga a examinarlo y a tratarlo.
Por lo tanto, el sistema público es el gran formador. Y estamos perdiendo calidad, en parte, por esa situación.
Luego, han aparecido muchas universidades para formar profesionales de la salud. Ello me parece muy bien. Pero es evidente que en la medida que aumenta la cantidad de centros de estudio y de profesionales cuesta mucho más regular la calidad.
Y, además, está llegando gran cantidad de profesionales del extranjero.
Entonces, se tomó una decisión -me parece de justicia- para que no exista como política una salud para ricos y otra para pobres. Se busca que a todas las personas de menores recursos les garanticemos que el médico que las va a atender, no importa que se haya formado en una institución pública o privada, sea un profesional de calidad.
De no actuar en este aspecto, podría ocurrir que terminaran los peores médicos atendiendo a los pobres y los mejores, a los ricos.
En materia de profesionales extranjeros, tenemos una diferencia de mallas curriculares muy profunda. Recuerdo que en varios consultorios hicimos -yo mismo participé en evaluaciones- test de desempeño y, por ejemplo, de un grupo de médicos ecuatorianos ninguno pasó la prueba. Y no era justo que tuviéramos una población atendida por médicos sin niveles de conocimiento y práctica adecuados mínimos para garantizarle una salud de calidad.
Por eso que el EUNACOM se aplica a todos los médicos, a los chilenos inclusive. Aquí no está en cuestión el título. Los profesionales chilenos tienen título y deben rendir el EUNACOM. Y los medicos de Uruguay poseen título y, si quieren trabajar en el sistema público, tienen que dar el EUNACOM. Porque debemos garantizar que el médico o la doctora -o la enfermera, la matrona, o el tecnólogo- que va a atender a los más pobres sea de la mejor calidad o tenga un nivel de calidad garantizado.
Porque otorgar salud no es como vender zapatos o papel confort. En salud estamos hablando de la vida. Y, por lo tanto, la diferencia que Chile ha hecho debe preservarse.
Por eso concuerdo en que no era aceptable y razonable que aplicáramos el EUNACOM a médicos especialistas, es decir, que a un traumatólogo se le preguntara de pediatría. Creo que si trajéramos al mejor traumatólogo de Santiago y le preguntáramos de pediatría ¡no tendría idea!
Entonces, se decidió que aquellos médicos que dicen ser especialistas no dieran el EUNACOM, sino que tuvieran que obtener una certificación de especialidad. Y eso sí me parece correcto, que certifiquen su especialidad. Y si lo hacen, no deben dar el EUNACOM generalista, porque un médico traumatólogo seguramente ya no sabe nada de oftalmología. ¡Pero va a ser traumatólogo! Y en eso sí que tiene que acreditarse.
Considero que la iniciativa va en el sentido correcto. Valoro lo que ha hecho el Ministerio de Salud. Pero de ninguna manera podemos tocar el centro neurálgico de lo que ha sido la calidad...
¿Me da un minuto más, señor Presidente?
El señor TUMA ( Presidente accidental ).-
Tiene un minuto adicional, señor Senador.
El señor GIRARDI.-
Me parece que de ninguna manera se puede poner en cuestión el eje, el centro de gravedad que permite que Chile tenga los indicadores que posee, y que ojalá siga teniendo, que es la calidad de su recurso humano.
Eso es lo que debemos preservar. Y toda política de salud en Chile, independientemente de su visión ideológica, ha de apostar a eso.
Creo que la ley en proyecto resguarda ese aspecto. Y nosotros no podemos precarizar ese elemento. Debemos garantizar que ricos y pobres tengan siempre una atención de salud con un mínimo garantizado. Porque lo peor que le puede pasar a una persona pobre, además de que le cuesta llegar a ser atendido por el especialista o el médico, es que cuando lo logra ese profesional no tenga las competencias y habilidades necesarias o le genere yatrogenias, como muchas veces ocurre producto de la falta de formación.
El señor TUMA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el Senador señor Coloma.
El señor COLOMA.-
Señor Presidente , quiero hacer dos comentarios.
El primero, desde un punto de vista reglamentario.
Francamente, no sé qué se está votando en estricto rigor. Porque la vez pasada hubo una discusión en general; se formularon varias indicaciones, que fueron rechazadas o declaradas inadmisibles. Por tanto, el texto que estamos analizando es exactamente el mismo que aprobamos la vez anterior.
Es decir, técnicamente, el proyecto se debió haber dado por aprobado en particular.
Entiendo que el Senador Navarro planteó un punto. Pero técnicamente estamos votando un texto respecto del cual no hay una indicación, no hay un voto en contra, no hay una petición de votación separada. Estamos ratificando la discusión en general.
El proyecto pasó por la Comisión. Y para eso están las Comisiones: estas evalúan si las indicaciones son admisibles, si son inadmisibles, si las rechazan o las aprueban. Pero este texto es idéntico al anterior, que ya fue aprobado por unanimidad.
Hago presente que, desde un punto de vista práctico, yo habría despachado el proyecto, a la vista de que no había indicaciones ni peticiones de votación separada.
Dicho lo anterior, me quiero hacer cargo muy brevemente de las afirmaciones del Senador Navarro.
Yo creo que este es un buen proyecto. Entonces, lo peor que podemos hacer es aprobar algo con la sensación latente o con un gustito a que está mal. ¡Y yo creo que no está mal!
Considero que la iniciativa resuelve un tema muy complejo, tal como se discutió la vez anterior, que se produce particularmente -aunque no de manera excluyente- en materia de especialistas en regiones. Y lo soluciona a través de un examen especial de determinados conocimientos que solo se exige para desempeñarse en el sector público. Está ultracomprobado -y así lo han planteado otros Senadores que son médicos- que es inexigible una prueba de carácter general respecto de alguien que está haciendo una buena pega.
Yo por lo menos no me quiero quedar con la sensación que se puede instalar aquí en el sentido de que la propuesta es poco menos que lo que botó la ola, porque no lo siento. Esta es una necesidad social relevante.
Me alegro de que aquí se tomara una decisión -creo que tuvo su grado de audacia, pero ha sido respaldada- en cuanto a establecer un esquema especial para facilitar, en determinados momentos, la instalación de especialistas sin rendir esta prueba especial. ¿Con qué motivo? De fortalecer el capital humano -a él se refirió el Senador que me antecedió en el uso de la palabra- que nuestro país tiene, y que es muy potente.
No obstante lo último que señalé, nos damos cuenta de que, ante el crecimiento, ante el desarrollo, ante el surgimiento de nuevos polos, se requiere ir avanzando. Y no tenemos hoy día -podremos investigar por qué- esa capacidad, particularmente en los lugares más alejados de nuestro país.
Quería hacer presentes esos dos aspectos.
Reitero: creo que la iniciativa debiera haberse dado por aprobada. Pero está bien, no se encontraba usted dirigiendo la sesión, señor Presidente , así que no fue su responsabilidad. Repito: no había razón por la cual votar.
Dicho lo anterior, considero que no hay nada peor que degradar un proyecto que genera un avance. Y eso es lo que voto a favor, porque creo que esta es una solución largamente esperada y buena para Chile.
He dicho.
El señor TUMA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el Senador señor Guillier.
El señor GUILLIER.-
Señor Presidente , mi intervención será muy breve, porque, efectivamente, el proyecto ya fue discutido y no hay ninguna modificación.
Únicamente quiero destacar que si no fuese por los médicos extranjeros que están asumiendo no solo la salud primaria en la mayor parte del territorio nacional, particularmente en regiones, sino incluso la atención especializada en hospitales y clínicas privadas en regiones, la verdad es que los chilenos tendrían que viajar todos a Santiago, a través del "doctor LAN Chile", que parece ser la única solución en muchos casos.
Este proyecto, además, tiene un sentido de urgencia y reconoce una realidad: los médicos especialistas chilenos son reacios a irse a regiones, salvo cuando tienen compromisos muy singulares o particulares con ellas. Estos facultativos se forman en Santiago, establecen sus redes e intereses, articulan toda una estrategia de posicionamiento. Y, por lo mismo, las regiones suelen no ser atractivas para desempeñar su profesión. A la vez -reconozcámoslo-, a veces no es posible formar juntas médicas, círculos académicos de especialización y continuar el desarrollo en la región.
En consecuencia, existen elementos objetivos que explican esa situación. Por lo tanto, no se trata de un reproche, sino del reconocimiento de una realidad.
La iniciativa es necesaria también porque hay una serie de especialidades que no tienen los médicos chilenos.
Recordemos que los procesos migratorios masivos, particularmente en algunas regiones, como las de la zona norte, propician el surgimiento de nuevas enfermedades, o de algunas ya erradicadas, o de otras desconocidas, las cuales hoy requieren atención y prestaciones respecto de las cuales los médicos chilenos -habilitados a través del EUNACOM- no pueden hacerse cargo.
Por ello, es necesario actualizar el ejercicio de nuevas especialidades médicas, dado el cambio en la composición de la población chilena, particularmente -como señalé- en aquellos centros urbanos donde conviven personas de distinta nacionalidad, provenientes de países en los cuales hay enfermedades no erradicadas o que corresponden a un diferente perfil.
Asimismo, considero que este mecanismo es suficientemente serio, porque, de hecho, se está reconociendo y se está exigiendo una especialidad médica.
Ahora lo que se está resolviendo es un tema más bien burocrático de regularización o de fiscalización de la existencia de esa especialización en el caso de médicos nacionales o extranjeros pero que han certificado su especialidad en otras instancias distintas del EUNACOM. Hoy se garantiza la posibilidad de hacerlo para mantenerse en el sistema público.
Además, se trata de una situación bastante acotada y no se pretende una extensión incondicional, sino que se busca fundamentalmente fortalecer el sector público, que es el gran carente de médicos especialistas a nivel regional.
Por lo tanto, me parece que, dado que no hay ningún antecedente nuevo, deberíamos simplemente ratificar lo aprobado en la discusión general del proyecto.
El señor TUMA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el Senador señor Prokurica.
El señor PROKURICA.-
Señor Presidente , voy a votar a favor de la aprobación en particular de este proyecto de ley, porque quienes representamos y vivimos en regiones sabemos de la dramática realidad de miles de personas para poder atenderse con un especialista.
Es curioso, pero los únicos discursos contrarios a este proyecto son justamente los de los propios médicos que tenemos aquí, en la Sala. Y lo digo porque yo creo que parte importante del problema en la salud pública de Chile se debe a los médicos.
El señor MOREIRA .-
¿Y Navarro?
El señor COLOMA .-
¡El doctor Navarro ...!
El señor PROKURICA.-
Cuando uno escucha, por ejemplo, al doctor Girardi , que en su discurso sostiene que el resto de los médicos de América son como malos y que los médicos chilenos son la maravilla, ¡por favor!, ¡eso es de una ignorancia tremenda!
En Argentina tienen dos premios nobel de medicina; en Uruguay, otros tantos.
¡Cómo podemos decirle al resto del mundo que nuestros médicos son una maravilla! Son buenos, sí. Pero médicos de otras partes también pueden venir a Chile. Y como dijo muy bien el Senador Guillier hace un minuto, los que ya están han debido hacer la pega que otros doctores no quieren realizar.
Esta es una discusión mucho menos sofisticada que la que el doctor Girardi y el doctor Rossi han planteado aquí, en la Sala.
Lo que ocurre es que la gente de las regiones no tiene opción, señor Presidente.
Yo prefiero tener a un médico de cualquier nacionalidad que no tener a ninguno. ¡Esa es la realidad que vivimos nosotros!
Por eso este proyecto es de mucho realismo, y no tiene la sofisticación que algunos han querido incorporar en la presente discusión. Aquí estamos hablando de que las regiones carecen de especialistas y de que el 82 por ciento de tales facultativos se concentra entre la Quinta y la Sexta Región. El resto se las arregla como puede.
Yo creo, sinceramente, que muchos de los problemas existentes en los hospitales públicos los generan los propios profesionales de la salud. Le hacen la vida imposible al que se quiere ir. Y muchas veces se habla de xenofobia o de otras razones. Y hay bastante de eso: "¡No, es que ese médico viene de tal país!".
Me parece, de verdad, que esta iniciativa va en el camino correcto.
Por otro lado, quiero agradecer a la Ministra de Salud y a la Subsecretaria de Redes Asistenciales, porque ayer nos dieron una muy buena noticia.
Fíjese, señor Presidente , que en la Región de Atacama -no sé qué ocurrirá en otras-, en una década, el 36 por ciento de los médicos especialistas formados con recursos regionales nunca volvió, a pesar del compromiso de regresar a trabajar a nuestra Región por el doble de años que duró su perfeccionamiento. ¿Y qué les pasó? Casi nada: se han ido a trabajar a clínicas privadas, están en Santiago o en cualquier lugar, y no les ha ocurrido nada.
La Ministra hace un tiempo se comprometió a algo que va a cumplir. La Subsecretaria de Redes Asistenciales nos dijo ayer en la Comisión de Hacienda que a los médicos formados con recursos del Estado -fueron a Estados Unidos, a España, a un montón de partes- que nunca volvieron al sector público les pasarán dos cosas: primero, serán excluidos de la lista que maneja la Superintendencia de Salud sobre profesionales inscritos para trabajar en el sector público, con el objeto de que no puedan ejercer en él; y segundo, no se les comprará servicios en el sector público a las sociedades que ellos integren.
¡Si ya está bueno, señor Presidente!
¡Si esto es de una frescura enorme!
Yo conozco a un señor que se especializó tres años en el extranjero, con recursos de la Región de Atacama, y una vez terminada su especialización no estuvo ni un mes en la zona y postuló a Senador por Valdivia.
¡Pero si es de una frescura tremenda!
Yo les escribí a estos médicos que se formaron con recursos de mi Región para que los devolvieran, porque son personas de mucha plata y están trabajando en Santiago.
Les expuse en una carta certificada: "Por favor, vuelvan a la Región. Páguenle lo que hizo por ustedes. Y si no quieren regresar, entonces reintegren esos recursos, para que el servicio de salud de la Región pueda contratar a otros médicos especialistas".
Por supuesto, ¡no se oye, padre!
Eso seguirá ocurriendo, señor Presidente , mientras no se apliquen las medidas anteriormente descritas, que, de acuerdo a lo que ayer nos confirmó la Subsecretaria de Redes Asistenciales, durante el primer semestre del próximo año entrarán en vigencia. Por lo tanto, los médicos que se formen con recursos del Estado deberán volver a las regiones a cumplir con el compromiso que adquirieron.
Voy a votar a favor de este proyecto, porque va a beneficiar a muchas regiones que hoy día se verían afectadas por el alejamiento de médicos que no han rendido el EUNACOM.
Médico, con o sin EUNACOM, por lo menos es médico. Pero en las regiones los especialistas están desapareciendo.
El señor TUMA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el Senador señor Moreira.
El señor MOREIRA.-
Señor Presidente , quiero señalar, en primer lugar, que me sorprende que a estas alturas del partido, en que ya queda muy poco del Gobierno de la Nueva Mayoría, sea la Oposición la que tenga que terminar aprobando los últimos proyectos del Gobierno.
Lo único que escuchamos de ciertos Senadores de las bancadas de enfrente son críticas, especialmente de algunos que son médicos, que ya no ejercen, por su labor parlamentaria. Y no sé si alguien de nosotros estaría dispuesto a operarse con alguno de ellos. Yo, por lo menos, elegiría a un médico extranjero en ese caso.
En segundo término, tengo claro que no es bueno generalizar, porque se pueden cometer errores. Pero hay muchos médicos que se sienten divos. Y cuando el Senador Girardi -por su intermedio, señor Presidente - habla de lo fantásticos que son los médicos chilenos, yo, de verdad, comparto esa apreciación. Pero lo que no es fantástico es que cuando existe una vacante en comunas como Futaleufú, Palena , Chaitén , San Juan de la Costa, Queilén , en Chiloé, con sus islas, no hay ninguno de ellos que se interese. ¡No lo hay!
Fui Diputado por varios años en representación de las comunas de La Cisterna, El Bosque y San Ramón . También me desempeñé como alcalde. Y conseguir un médico para la atención primaria resultaba muy difícil, porque no había recursos.
Sin embargo, con este proyecto de ley se regulariza la situación de varios profesionales médicos que se desempeñan en el sector público. Y no se trata de pasar a llevar la reglamentación vigente, sino de certificar sus propias especialidades cursadas o ejercidas en el extranjero, porque no podemos pedirle a un médico de afuera que termine rindiendo los mismos exámenes de conocimiento para obtener el título en su país.
Y los médicos ecuatorianos, venezolanos, cubanos, mexicanos -también están llegando- atienden bien a la gente. Pero se dice: "¡Ah, es que les falta expertise!". Sin embargo, entregan un trato digno en poblaciones, que, lamentablemente, no otorgan nuestros médicos y funcionarios de salud, muchas veces. No son todos. No quiero generalizar.
Me parece, señor Presidente , que aquí hay algo de xenofobia. No está equivocado el Senador Prokurica cuando se refiere a ella. Porque el contrasentido es que aquí hablamos de los derechos humanos, de la xenofobia que existe sobre los inmigrantes, y se hacen discursos con mucha pasión, pero muy contradictorios con la realidad. No puede ser que los sectores más apartados no cuenten con ninguna opción: esta sí lo es. La valoramos. Sabemos que no hay ninguna ley perfecta. Por eso, la aprobaremos.
Tampoco podemos quedarnos arrinconados por el hecho de que un solo parlamentario, que a veces es uno de Gobierno, y otras, uno de Oposición, le busca siempre la quinta pata al gato, en ocasiones por razones reglamentarias -está en su derecho-, y posterga las distintas discusiones.
A mí me parece muy importante que la señora Ministra esté defendiendo sus proyectos en la Sala, porque, de lo contrario, la tramitación sería más difícil. La vemos y nos convence más rápidamente. Así que esperamos que venga más seguido.
La señora Subsecretaria de Redes Asistenciales lo hace siempre.
Quizás he sido un poquitito irónico en mi planteamiento, pero quiero mejor salud para los que más la necesitan. La población de la Región de Los Lagos va envejeciendo cada día, y le hace falta, en las condiciones en que vive en apartados rincones, no solo el médico, sino también una persona que le brinde una sonrisa.
Voto que sí.
El señor TUMA ( Presidente accidental ).-
Puede intervenir la Honorable señora Lily Pérez.
La señora PÉREZ ( doña Lily).-
Señor Presidente , lo primero que quiero hacer es valorar la presencia de la señora Ministra y la señora Subsecretaria, porque, en general, ello no sucede cuando tratamos iniciativas tan relevantes como la que nos ocupa.
Lo segundo ya se dijo. Lo hicieron los Senadores señores Prokurica y Moreira . Nuestra gente en la salud pública enfrenta una necesidad, pero la salud privada también está llena de médicos extranjeros. Y no sé qué hay en otras universidades, en otros lugares del mundo, pero se trata de profesionales que, por su formación -claro, su contextura es la misma, como dice bien el Honorable señor Bianchi -, exhiben un nivel de amabilidad, de empatía, de simpatía que engancha a los pacientes. Conozco a muchas personas en mi Región que están encantadas con ellos. Y la nacionalidad da lo mismo: son ciudadanos del mundo.
Lo que a nosotros nos tiene que importar, como legisladores, es que nuestros representados obtengan atención de salud.
Entiendo que en la Sala hay médicos que ya no ejercen, por razones obvias, pues le deben dedicación exclusiva al Congreso, y que siempre van a querer la mayor excelencia posible por una cuestión de formación. Pero, en verdad, en el mundo moderno, con todas las innovaciones tecnológicas, científicas, de estudio, de Internet, los profesionales en este ámbito cuentan hoy día con una formación cada vez más integral.
Por este motivo, no hay que tenerle miedo a la competencia. Y no me refiero a los médicos que son parlamentarios, sino a todos ellos, en general. Al contrario. Mientras más competencia exista, más facultativos chilenos querrán optar a una beca en Futaleufú, en Nogales, en Petorca, en la zona limítrofe con Argentina de la Región de Valparaíso, que representamos con el Senador señor Ignacio Walker , en fin. Repito que eso es lo que necesitamos: más competencia. Cuando la hay, es obvio que todos van a querer postular a cupos, a becas, con la consiguiente devolución al Estado que tiene lugar cuando se dan créditos para estudiar.
Lo que tiene que importarnos es que exista cobertura de médicos a nivel del país y que sean profesionales que se especialicen, que se desempeñen en buenas condiciones, que sigan atendiendo a la gente en nuestras regiones y que se desplacen por todo el territorio sin conflictos.
Así que voto a favor, por supuesto, y saludo, una vez más, la presencia de la señora Ministra y la señora Subsecretaria de Redes Asistenciales, porque es muy bueno que los ministros de Estado vengan a defender sus proyectos, sobre todo los que dicen relación con asuntos tan importantes como la salud.
He dicho.
El señor TUMA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el Honorable señor Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés) .-
Señor Presidente , voy a intervenir a pesar de que observo que se registra un criterio casi unánime, en realidad, pero en verdad creo que es preciso poner las cosas en su lugar.
Estimo que todos -no solo la Nueva Mayoría, sino también la Oposición- estamos de acuerdo con el proyecto. El Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina obedeció a una muy buena intención, pero se ha demostrado, con el correr del tiempo, que no es el que procede respecto de las especialidades y subespecialidades.
Incluso estoy seguro de que si médicos chilenos con veinte años de ejercicio de la profesión tienen que rendirlo, a lo mejor les sucede lo mismo que los extranjeros. Por razones obvias, no tendrán los mismos conocimientos, tan perfeccionados, que el alumno que sale de la Escuela de Medicina y da su prueba final.
De lo que se trata es de reconocer una realidad que todos mencionan aquí: en las regiones, incluida la Metropolitana, la presencia de facultativos extranjeros en especialidades y subespecialidades constituye un complemento necesario de la dotación del país. No contamos con suficientes médicos para poder cumplir la tarea que se requiere.
El señor PROKURICA .-
Se van a Santiago.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés) .-
Por otra parte, es cierto lo expresado por el Senador señor Prokurica -nadie puede negarlo- en el sentido de que hemos sido excesivamente flexibles en cuanto a cómo retribuyen después su compromiso aquellos que han obtenido un beneficio para especializarse. Me parece muy bien que se apliquen las normas más estrictas cuando alguien favorecido con la posibilidad de perfeccionarse en el extranjero o en Chile mire después para el lado y no cumpla con su obligación. Es preciso tomar medidas.
Mas lo importante es centrarnos en el proyecto, que resulta absolutamente necesario. En todas las regiones están pendientes de su aprobación un montón de médicos...
El señor PROKURICA .-
Así es.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés) .-
... que tendrían que ser separados de sus cargos.
El texto cubre incluso la situación de hecho, porque hasta febrero próximo se establece el sistema de que el facultativo mantendrá su vínculo a pesar de no estar todavía lista su certificación, mientras no se cumpla con las modificaciones de la ley N° 19.664.
Me parece que la enmienda de este último cuerpo legal era absolutamente esencial. No podíamos seguir con el Examen Único Nacional, que fue defendido corporativamente -uno lo entiende- por el Colegio Médico y, a lo mejor, los facultativos chilenos. Mas estoy seguro de que si el asunto lo llevamos a debate entre ellos mismos, tendrán que reconocer que se necesita una disposición de este tipo.
Lo que sí importa, a mi juicio, es que no se ponga en duda el sistema de certificación. Porque alguna intervención efectuada aquí casi lo hizo. Cabe corregirlo, eso sí, ya que es preciso darle mayor seguridad. También es cierto que no es cosa de permitir que cualquier médico se habilite para ejercer una especialidad o una subespecialidad, sino que habrá que verificar, con mucha seriedad, que la posee, para que le dé la atención que corresponda al chileno que requiere su atención.
Eso es de suma relevancia.
Y se tendrá que efectuar una revisión. Supongo que el Ministerio de Salud estará atento a que el sistema de certificación sea lo más serio posible, para que realmente funcione.
Por mi parte, me felicito de la aprobación del proyecto.
Insisto en que no es cuestión de una mayoría, de un sector o de otro, sino una aspiración generalizada en todas las regiones, comprendida la Metropolitana, donde también se requieren, muchas veces, profesionales con una especialidad o una subespecialidad. Registramos realmente un déficit.
Creo que es bueno que estén llegando facultativos del extranjero, gracias a Dios, pues enriquecen el ejercicio de la medicina en favor de la gente.
Por esas razones, voy a votar a favor, pues estimo que el texto cumple con todo lo que queremos hacer para mejorar la atención en la salud de las personas.
El señor TUMA ( Presidente accidental ).-
No hay más inscritos.
Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor LABBÉ ( Secretario General ).-
¿Alguna señora Senadora o algún señor Senador no ha emitido su voto?
El señor TUMA ( Presidente accidental ).-
Terminada la votación.
--Por 31 votos a favor y un pareo, se aprueba la proposición de la Comisión de Salud, quedando el proyecto despachado en particular.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Goic, Muñoz, Lily Pérez y Van Rysselberghe y los señores Allamand, Araya, Bianchi, Chahuán, Coloma, Espina, García, García-Huidobro, Girardi, Guillier, Harboe, Horvath, Hernán Larraín, Letelier, Montes, Moreira, Navarro, Ossandón, Pizarro, Prokurica, Quintana, Quinteros, Rossi, Tuma, Ignacio Walker y Andrés Zaldívar.
No votó, por estar pareado, el señor Pérez Varela,
El señor TUMA (Presidente accidental).-
Tiene la palabra la señora Ministra.
La señora CASTILLO ( Ministra de Salud ).-
Señor Presidente , saludo, por su intermedio, a todos los que han contribuido con su pronunciamiento a favor, ya que la normativa es tremendamente importante para el sector por el hecho de tender a más calidad en la atención.
Respaldamos que los médicos extranjeros, sin excepción, puedan contar también con una fórmula para dar un examen alternativo al EUNACOM respecto de su especialidad, lo que es algo muy relevante.
Para responder una de las inquietudes expuestas, hago presente que el EUNACOM se está evaluando como metodología aplicada a quienes lo rinden, por el hecho de que ya lleva varios años de ejecución. Estimamos que tiene que intervenir una entidad externa para tal efecto, de modo que el proceso se lleva a cabo por la Organización Panamericana de la Salud.
Esperamos recibir el primer informe dentro del mes en curso y el definitivo en marzo, para contar con los datos exactos respecto de cómo se está trabajando al aplicar el EUNACOM a nuestros facultativos y a los médicos extranjeros generales.
Me siento muy agradecida de que la votación de hoy día haya sido unánime y continuaremos trabajando para lograr una mejor salud pública.
El señor TUMA ( Presidente accidental ).-
Gracias a usted, señora Ministra .
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- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/665650
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- bcnres:tieneProyectoDeLey = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/proyecto-de-ley/9906-11