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El señor ANDRADE (Presidente).-
En el Orden del Día, corresponde continuar la discusión del proyecto de ley, iniciado en moción, que modifica la ley N° 19.496, que establece normas sobre protección de los derechos de los consumidores, con el objeto de sancionar la promoción de estereotipos negativos hacia la mujer a través de mensajes publicitarios.
Antecedentes:
-Informe de la Comisión de Cultura, Artes y Comunicaciones, sesión 124ª de la presente legislatura, en 17ª de enero de 2017. Documentos de la Cuenta N° 4.
-El Informe de la Comisión de Familia y Adulto Mayor se rindió en la sesión 111ª de la presente legislatura, en 20 de diciembre de 2016.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Cito a reunión de Comités sin suspender la sesión. Tiene la palabra la diputada señora Denise Pascal .
La señora PASCAL (doña Denise).-
Señor Presidente, la semana pasada se realizó en Chile el III Foro Parlamentario Parlamericas Beijing 20 Años Después, en el que nos reunimos parlamentarias de diversas nacionalidades. En esa reunión internacional se trató el tema que el proyecto en discusión plantea.
La Declaración de Beijing destacó 12 tópicos. Uno de ellos –esencial fue el relativo a los medios de prensa y la promoción de estereotipos negativos contra la mujer.
En ese sentido y contexto, el objeto del análisis era diagnosticar y reflexionar sobre el estado de avance de las medidas consignadas en dicha declaración, así como intercambiar experiencias y buenas prácticas legislativas, en particular respecto de la igualdad de género y de los medios de comunicación.
Si bien podemos decir que en nuestro país hemos avanzado en materia de género, la situación en los medios de comunicación es deficiente ya que sigue considerándose a la mujer como un objeto y asignándole roles que no se condicen con una sociedad moderna, donde el papel que cumple la mujer en su desarrollo es cada vez más importante.
Por esta razón, el proyecto de ley en discusión viene a llenar un vacío importante en la regulación de la publicidad que vemos a diario, donde muchas veces se muestra una naturalización de la violencia contra la mujer y diariamente nos venden una imagen de la mujer en la que es objeto de menoscabo y estereotipada en forma negativa.
Este avance no solo es significativo en relación con el trato digno que merece recibir cada mujer, sino que implica, también, avanzar en generar un cambio cultural y educar a toda la población, dado que los medios de comunicación, a través de la publicidad que emiten, desempeñan un papel fundamental en transmitir a la ciudadanía valores que, claramente, influyen en las actitudes y comportamientos de ella.
El cambio real en materia de igualdad de género es una tarea que nos corresponde a todos y todas, parlamentarios y parlamentarias; pero también a los medios de comunicación, pues se entiende que lo que dicen y exponen es la verdad, por lo que generan una repercusión real en la sociedad.
Creemos que si nosotros, que estamos junto al pueblo, junto a la ciudadanía, constantemente podemos transmitir una cultura diferente, como el respeto a la mujer dentro de nuestras familias y el respeto a la mujer en sus ámbitos particulares, avanzaremos hacia un cambio cultural en el país.
El texto modificado en la Comisión de la Cultura y las Artes nos parece importante. Originalmente, la iniciativa tenía por objeto sancionar la promoción de estereotipos negativos hacia la mujer. Sin embargo, se optó por sustituir la palabra “negativos” por cuatro conceptos que tienen un contenido claro. De esa forma se supera la vaguedad y la subjetividad del concepto “negativos” criticadas en la propuesta original.
Fueron incorporados los siguientes verbos, cuyas respectivas definiciones, conforme al Diccionario de la Lengua Española, de la Real Academia Española, son las siguientes: Degradar: “2. Reducir o desgastar las cualidades inherentes a alguien o a algo. 3. Humillar, rebajar, envilecer.”.
Menoscabar: “3. Causar mengua o descrédito en la honra o en la fama.”.
Vejar: “1. Maltratar, molestar, perseguir a alguien, perjudicarle o hacerle padecer.”. Discriminar: “2. Dar trato desigual a una persona (...)”.
Asimismo, de acuerdo con dicho diccionario, se debe entender por “estereotipo” lo siguiente: “1. Imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable.”.
De esta manera, consideramos que hubo una mejora sustancial en el proyecto, pues se delimitó y precisó la conducta a sancionar, a la vez que se mantuvo la intención que subyace bajo la iniciativa, cual es prohibir y sancionar la promoción de mensajes publicitarios que degraden a la mujer.
Felicito a las diputadas que presentaron esta moción, que discutimos en la Comisión de Familia y Adulto Mayor, instancia en la que escuchamos a muchas personas y organizaciones.
En nombre de la diputada Claudia Nogueira , quien no se encuentra presente por encontrarse fuera de Chile cumpliendo funciones parlamentarias, quiero decir que trabajamos juntas en este proyecto, que esperamos que la Cámara vote favorablemente para que pronto se convierta en ley de la República y de una vez por todas se termine con aquellos estereotipos que denigran a las mujeres, como lo hemos visto en periódicos y en la televisión nacional.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Arturo Squella .
El señor SQUELLA.-
Señor Presidente, esta es la segunda vez que el proyecto es tratado en la Sala. En la primera ocasión, entiendo que la Sala acordó que fuera remitido a la Comisión de Cultura, pues se presentó una indicación.
Quienes no formamos parte de las comisiones en las que fue tratado, tuvimos la oportunidad de revisar el proyecto que ahora se somete a nuestra consideración y de comprobar que efectivamente es mejor que el presentado hace algunas semanas, y logra de buena manera el resultado esperado.
Sin perjuicio de ello, tengo algunas dudas.
En primer lugar, en el artículo 31 bis que el proyecto propone intercalar en la ley N° 19.733, sobre Libertades de Opinión e Información y Ejercicio del Periodismo, se utiliza la palabra “discriminar”. La diputada Denise Pascal dio el significado de cada uno de los conceptos plasmados en dicho artículo; sin embargo, al concepto “discriminar” creo que falta agregarle la palabra “arbitrariamente”. La idea es aclarar que no se puede discriminar arbitrariamente. Si hablamos solo de “discriminar”, no veo problema alguno en el significado correcto de la palabra. Por ejemplo, no considero que sea necesario hacer un reproche cuando en un medio de comunicación se promueva la existencia de estacionamientos para embarazadas. Todo lo contrario, creo que esa discriminación es algo positivo y bueno. Pero en estricto rigor, si se aplicara la norma tal como está propuesta en el proyecto, debería sancionarse tal discriminación nada menos que con una multa de 50 unidades tributarias mensuales.
Probablemente, no haber considerado esa situación puede deberse a un descuido, o tiene una explicación que desconozco. Pero, si hubiera acuerdo unánime de la Sala, se podría salvar agregando el concepto “arbitrariamente” a la palabra “discriminar”, que es el sentido que, me imagino, se busca dar a la redacción de la norma. De esa forma podría lograrse un mayor consenso para la aprobación del proyecto.
En segundo lugar, si bien entiendo que existe una mayor inclinación por utilizar la figura de la mujer en los medios de comunicación o en los medios publicitarios, no veo razón alguna para justificar que se pueda degradar a los hombres. Por cierto que es menos recurrente, pero ya que estamos hablando de una prohibición legal, no veo razón alguna para dejarlos fuera de la norma. Yo hablaría de “seres humanos” en términos generales, esto es, que no se pueda utilizar en mensajes publicitarios estereotipos destinados a degradar, menoscabar, vejar o discriminar arbitrariamente a los seres humanos, en términos generales.
Si bien entiendo a qué apunta el proyecto de ley y por qué específicamente habla de la mujer, dada la generalización de la conducta, creo que no está de más hablar derechamente del ser humano en términos generales.
De todos modos, para lograr la unanimidad para la aprobación de este proyecto de ley, bastaría que, con el consenso de la Sala, se agregue la palabra “arbitrariamente” al concepto “discriminar”, dejando pasar el segundo punto al que hice referencia respecto de los conceptos “ser humano” versus “mujer”.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Ramón Farías .
El señor FARÍAS.-
Señor Presidente, la indicación que introdujimos al proyecto, que consistió en intercalar en la ley N° 19.733 un artículo 31 bis que preceptúa: “El que por cualquier medio de comunicación social promueva, a través de uno o más mensajes publicitarios, estereotipos destinados a degradar, menoscabar, vejar o discriminar a la mujer, será sancionado con multa de hasta 50 unidades tributarias mensuales”, obedece a que la idea inicial era demasiado amplia y dejaba a la discreción del juez la definición del estereotipo.
En la Comisión de Cultura, Artes y Comunicaciones, que presido, se acogió de buena forma la idea general del proyecto y se dio cumplimiento al mandato que le otorgó la Sala de buscar una mejor redacción que plasmara la idea matriz presentada por las diputadas autoras.
En primer lugar, mediante indicaciones se acordó eliminar la expresión “estereotipo negativo”, que generó una discusión en la Sala cuando el proyecto fue conocido por primera vez en una sesión anterior, debido a que dicha expresión no se encontraba definida. Ello dejaría al arbitrio del juez su interpretación y la aplicación de la sanción, ya que nuestra legislación no contempla su definición.
Es una crítica que comparto, atendido que, al establecer un tipo penal o infraccional, la conducta objetiva debe estar suficientemente definida o ser clara para no dejar espacio a interpretaciones.
Asimismo, se presentó una indicación que reemplaza parte del texto del artículo único del proyecto por el siguiente: “(...) mensajes sexistas que discriminen, violenten o vulneren los derechos humanos de las mujeres”. La expresión “mensajes sexistas” producía igualmente la deficiencia en el tipo penal, en primer lugar, porque no se definía lo que debíamos entender por “mensaje sexista”. Es indudable que por una cuestión cultural el sexismo puede tener distintas percepciones y carece de la objetividad que se requiere para establecer un tipo infraccional.
En segundo lugar, esta indicación contemplaba un elemento adicional al proyecto original: que el mensaje publicitario afectara los derechos fundamentales de la mujer. Es decir, no se trataba de cualquier mensaje sexista, sino de aquel que implique una vulneración importante, la cual debe ser acreditada.
Entendemos que, por regla general, ese tipo de vulneraciones se reconoce como una responsabilidad de carácter estatal y de los funcionarios públicos, lo que igualmente producirá una restricción en las personas que se sientan afectadas, dado que la legitimidad activa recaería solo en aquellas mujeres que pudieran acreditar que sus derechos humanos han sido violentados y vulnerados con motivo del mensaje publicitario.
También observé que en todas las propuestas de redacción del tipo se incluía un elemento subjetivo adicional: la exigencia de que el infractor debía ejecutar la conducta “sabiendo o debiendo saber”. Eso se eliminó y se mantuvo solo la descripción de la acción objetiva “promover a través de uno o más mensajes publicitarios”. Así quedó.
¿De qué sirve determinar si el infractor tenía o no conocimiento, si la ley se presume conocida por todos? ¿Cómo se podría haber acreditado dicho elemento subjetivo o voluntad especial en el caso de las personas jurídicas? Como víctima, ¿podría uno probar el conocimiento que tenía o debía tener el infractor?
Señor Presidente, la propuesta que presenté, que fue apoyada por la gran mayoría de los diputados de la comisión, unifica los principales aspectos de la idea matriz y los sistematiza a través de la descripción precisa de lo que se pretende sancionar, esto es, la promoción de estereotipos destinados a degradar, menoscabar, vejar o discriminar a la mujer, a través de uno o más mensajes publicitarios.
Se aclara que los mensajes que se trasmiten deben tener por propósito generar en la sociedad un estereotipo que, de acuerdo a las distintas hipótesis, constituya un atentado contra la mujer. Se incluyen, además, las manifestaciones de carácter sexista, es decir, la actitud discriminatoria de quien infravalora a las personas del sexo opuesto o hace distinción de las personas según su sexo, mediante la inclusión que hicimos de la hipótesis de discriminación.
También se incluyen la degradación, entendida como la rebaja en su posición o grado, del valor social que representa la mujer; el menoscabo, que es la disminución de las cualidades positivas, y la conducta vejatoria, que es la forma más grave de maltrato o humillación.
Señor Presidente, presenté la indicación con la intención de contribuir a mejorar el texto original del proyecto, a fin de que contemos con un mecanismo efectivo y objetivo que permita sancionar cualquier tipo de publicidad que atente contra la dignidad de la mujer y la sitúe en una posición alejada del aporte que realiza en todos los ámbitos de la sociedad.
Por las consideraciones expuestas, anuncio que vamos a votar a favor este proyecto, que solo será aplicable al ámbito de la publicidad. Hago esta aclaración porque en algún momento se produjo una discusión respecto de qué ocurriría con el arte, con las representaciones que se hace de la mujer en una obra de teatro, en una película, en una pintura, en una fotografía, pero no entendida como un acto publicitario, sino artístico, etcétera.
Me parece necesario poner en claro que son expresiones totalmente diferentes a las que se sancionan a través de este proyecto de ley. Esta iniciativa se enfoca en los actos o mensajes publicitarios, no en las manifestaciones artísticas, como las mujeres de Botero -se puso como ejemplo-, que no tienen nada que ver con lo que propone este debate.
Lo digo para despejar cualquier duda al respecto, como las que expresaron algunos parlamentarios durante el debate en la comisión.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
En el tiempo de la bancada de la Unión Demócrata Independiente, tiene la palabra la diputada Marisol Turres .
La señora TURRES (doña Marisol).-
Señor Presidente, a veces cuesta mucho tratar temas como estos, porque la discriminación contra la mujer nos ha acompañado desde siempre, es algo histórico.
Es obvio que si comparamos la situación en la que nos encontramos hoy con la que se vivía hace veinte años, cien años o hace siglos, las cosas han cambiado mucho, y para mejor. Pero no es suficiente, porque lo que se requiere son cambios de tipo cultural y social.
Hasta no hace muchos años a la mujer solo se le asignaban roles que -¡ojo!hasta hoy seguimos cumpliendo, de una u otra manera. La diferencia es que durante siglos fueron solo esos, pues no se nos permitía desarrollar labores que no tuvieran que ver con la maternidad, con llevar el hogar, con las tareas del hogar.
Hoy nos parece insólito, pero a la mujer no se le permitía estudiar, no se le permitía votar, gozar en plenitud de derechos ciudadanos. Desde esa época no han pasado tantos años.
Para que esos cambios ocurrieran fue necesaria la lucha de muchas mujeres, que si bien en algunos casos a mí me han parecido con posturas demasiado extremas, merecen nuestro reconocimiento, porque han ido abriendo camino para alcanzar los avances que hasta ahora hemos conseguido.
En todo caso, insisto en que aún no es suficiente. Miremos lo que pasa, por ejemplo, en el Congreso Nacional, y veamos la poca cantidad de mujeres que somos parlamentarias y las dificultades que habrá para aplicar la ley de cuotas.
Entonces, como expresé, si bien tradicionalmente se han asignado ciertos roles a la mujer -insisto en que los seguimos cumpliendo, y muchas de nosotras con orgullo, especialmente en lo que dice relación con la maternidad-, ello no obsta a que podamos desempeñar otros.
¿Por qué se presentó este proyecto de ley? Porque la propaganda de un producto de limpieza dice que es la mejor pareja para la mujer, comentario que, sin duda, debemos calificar como vejatorio. Si bien es cierto que seguimos cumpliendo roles en nuestra casa, hoy las labores del hogar son una tarea compartida con el hombre, cuando tenemos pareja.
Por lo tanto, de alguna manera ese comentario situaba a la mujer en un lugar denigrante, la discriminaba en forma bastante negativa y de manera arbitraria.
Una lástima que haya que presentar un proyecto de ley para que se tome conciencia de lo que eso significa.
Por otro lado, hay cierto tipo de propaganda que muestra a la mujer casi como un bien de consumo. Aparece al lado de distintos tipos de alcoholes, de vehículos o de otros productos, como dando la sensación de que si un hombre los compra, vendrá con esa mujer al lado, lo que es como tenerla de adorno.
¡Cuidado con las señales que estamos dando! Cuando hablamos de discriminación, no es solo lo que se puede decir, sino también las imágenes que transmitimos, especialmente a nuestros hijos, porque eso va mucho más allá.
¿Cuántos chistes escuchamos en el día a día, de los que a veces incluso las mujeres nos reímos, aunque cada vez menos? Porque, aunque se digan con respeto, como dice un conocido futbolista, nos vuelven a poner en el mismo lugar, como si no fuéramos capaces de hacer otra cosa.
El fondo y el sentido del proyecto es que toda nuestra sociedad tome conciencia de que las mujeres somos más que nuestro rol de madres y más que el rol que podamos desempeñar en la casa; que podemos estudiar, que podemos trabajar, que podemos votar, que podemos ser responsables por nuestras vidas y por las de otros.
El objetivo final es que no tengamos que estar probando que somos capaces, que se nos vea como iguales en oportunidades y derechos. No somos iguales, pero sí queremos las mismas oportunidades.
Insisto: la razón del proyecto es dar una señal potente a nuestra sociedad de que ya basta, de que no queremos más sueldos 30 por ciento más bajos, lo que no sucede en la administración pública, en la que las remuneraciones están determinadas por ley.
No queremos que se nos discrimine por la maravillosa oportunidad que tenemos de ser madres, porque en eso se basa la discriminación: “Es que esta mujer se va a ausentar mucho tiempo del trabajo”. Los hombres no pueden tener hijos hasta hoy; somos las mujeres quienes orgullosamente llevamos a cabo esa tarea, y con mucho gusto.
Me siento muy contenta de que estemos discutiendo esta materia, por lo que anuncio mi voto a favor del proyecto. Sin embargo, quiero hacer presente que vamos a presentar una indicación para que la palabra “discriminación” vaya acompañada de la palabra “arbitraria”, porque sabemos que hay casos de discriminación positiva, por así decirlo. Entonces, no siempre que se discrimine a la mujer en algún aviso publicitario tiene que ser necesariamente algo negativo o malo, ya que en él puede haber una discriminación positiva.
Por lo tanto, reitero mi respaldo al proyecto, pero no basta; es un paso, pero lo que necesitamos en nuestro país y en nuestra sociedad es un cambio cultural que vaya mucho más allá del proyecto de ley.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado señor Roberto Poblete .
El señor POBLETE.-
Señor Presidente, la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, en vigencia desde 1979, y actualmente suscrita y ratificada por Chile, sostiene, en la letra a) de su artículo 5, la obligación de los Estados Partes de tomar todas las medidas apropiadas para “Modificar los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres, con miras a alcanzar la eliminación de los prejuicios y las prácticas consuetudinarias y de cualquier otra índole que estén basados en la idea de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los sexos o en funciones estereotipadas de hombres y mujeres;”.
Una directiva legal e internacional de esta envergadura necesita tener una concreción en Chile; pero además requiere del esfuerzo de todos los actores políticos y de miles de ciudadanos que, conociendo las relaciones que existen entre patriarcado, machismo y discriminación, expandan los efectos perniciosos y vejatorios de estos desde sus respectivos lugares de trabajo o influencia.
Este no es un problema que se arregle solo con multas o con una nueva legislación; esta es una práctica atávica nuestra. Solo combatiéndola desde sus raíces culturales puede comenzar a ser entendida como un producto no deseado de la vida del siglo XXI, tiempo en el cual la mujer no solo es un igual ante la ley, sino que es un igual en la diferencia, en su particularidad y en sus quehaceres. Además, resulta inadecuado decir que debemos llevar esta igualdad a la práctica a como dé lugar en las próximas décadas.
Los largos procesos son parte del avance que paso a paso cimentamos para romper los círculos de la historia que nos atrapan y nos determinan a repetir crueles tradiciones. Y la asignación de roles discriminadores, estereotipados y humillantes son parte de un equipaje del destierro que debemos componer entre todos para que no vuelva más a vivir entre nosotros.
Un comienzo legal es deseable; pero si la ley es la vanguardia, las costumbres no podrán permanecer inertes frente a este cambio. Lo que debe venir a continuación es una educación acorde de carácter sostenido, que forme parte del programa de estudios de los alumnos de enseñanza básica y media.
Una reforma legal sin educación y sin apoyo del Estado para su implementación no tiene un futuro claro ni menos asegurado. Es cierto, podemos establecer parámetros diferenciadores para saber cuándo algo es degradante en términos de roles femeninos; también podemos establecer sanciones e, incluso, quizá valga la pena modificar otras leyes con tal de afirmar la vigencia de este principio que intentamos elevar por sobre las cabezas para que sea visto una y mil veces. Estamos ciertos de que en la educación está el nuevo mundo que debemos construir para subvertir los estigmas del rol asignado, estereotipado, invariable.
La posibilidad de revertir los indeseados efectos del sexismo y del machismo se hace solo en una cultura democrática, inclusiva y consciente de la diferencia. ¡No pedimos estatutos diferenciados entre hombres y mujeres! ¡No queremos leyes distintas por género! Solo abogamos por que se haga carne la igualdad ante la ley, esa bella fórmula que, por un efecto de autoridad, nos pone por delante de la fuerza del Estado en parejas condiciones.
No es la igualdad ante la ley la que impide reconocer la diferencia entre hombre y mujer, sino que es la propia igualdad ante la ley que, reconociendo esa diferencia, preserva la igual condición de unas y otros. De eso se trata todo esto: de igualdad ante la ley; de equidad en los roles, en las funciones, en el acceso al trabajo, en las labores del hogar, y así un largo suma y sigue.
Acá se trata precisamente de corregir lo que en la práctica se ha develado como una cuasicorriente cultural existente por generaciones, que debe ir terminando. El progresismo entiende esto de una forma muy simple, señor Presidente: no hay roles asignados previamente por un deus ex machina. Por el contrario, en el juego de fuerzas del macroy del micropoder se determinan muchas veces las funciones que hemos de ocupar los hombres y las mujeres en la sociedad.
Así, creemos que ese juego de fuerzas puede llevarse mañana hacia lados beneficiosos para ambos géneros y, por tanto, que todo puede ser mejor. Eso significa derechamente que puede ser más justo, más igualitario y menos estereotipado. Las mujeres, para preservar su igualdad ante la ley, deben tener correcciones equitativas en la legislación. Eso es lo que hoy hacemos y lo que antes hemos intentando con la asignación de cuotas en la participación política de géneros.
Saludamos el proyecto y felicitamos a las comisiones de Familia y Adulto Mayor, y de Cultura, Artes y Comunicaciones por el trabajo realizado, y, por supuesto, a las autoras de la iniciativa.
Señor Presidente, queremos adelantar que vamos a reponer una indicación que presentamos en la Comisión de Cultura, Artes y Comunicaciones, que tiene por objeto intercalar el siguiente artículo 31 bis: “El que por cualquier medio de comunicación social emita mensajes, íconos, significados y representaciones que transmitan, reproduzcan y naturalicen relaciones de subordinación, desigualdad y discriminación de las mujeres en la sociedad, será sancionado con multa de hasta 50 unidades tributarias mensuales”.
He dicho.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Para plantear un asunto reglamentario, tiene la palabra el diputado señor Cristián Campos .
El señor CAMPOS.-
Señor Presidente, la Sala debe funcionar con 39 diputados, pero solo tenemos 34, razón por la cual pido suspender la sesión.
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Se suspende la sesión por cinco minutos.
-Transcurrido el tiempo reglamentario:
El señor ESPINOSA, don Marcos (Vicepresidente).-
Continúa la sesión.
Tiene la palabra la diputada señora Marcela Sabat .
La señora SABAT (doña Marcela).-
Señor Presidente, a lo largo de los años las mujeres hemos luchado por el reconocimiento y el cumplimiento de nuestro derecho a la igualdad. El derecho a votar, a postular a un cargo, a poseer y a heredar bienes y administrarlos libremente son el resultado de arduas batallas de las mujeres y de los movimientos feministas.
A pesar de que se ha avanzado enormemente, no puedo dejar de señalar que las mujeres ganan menos sueldo que los hombres, pagan más por sus planes de salud en las isapres cuando están en edad fértil y tienen menos probabilidades de ascender a puestos de alta jefatura que sus pares masculinos, por mencionar algunas discriminaciones que aún perduran.
Además, también existe un tipo de discriminación indirecta, basada en estereotipos negativos, la que es recurrente y aceptada socialmente. Ese tipo de discriminación busca combatir este proyecto.
Se entiende por “estereotipo” una visión o preconcepción generalizada de los atributos o características que poseen los roles que son o deberían ser desempeñados por los miembros de un grupo particular. Las mujeres que no se ajustan a estos estereotipos, constantemente enfrentan discriminación y violación de sus derechos fundamentales. Los estereotipos se fortalecen a través de los medios de comunicación, lo cual cobra especial importancia en un mundo globalizado, en el que muchas niñas interiorizan los estereotipos publicitados como normales, limitando su rol en la sociedad.
En muchos casos, los estereotipos negativos de la mujer incluso radican en normas legales, que se vuelven obstáculos para la plena igualdad entre hombres y mujeres. Sin ir más lejos, hasta hace pocos años la mujer casada en régimen de sociedad conyugal era considerada relativamente incapaz por la legislación civil.
Por eso, para quienes ven esto como una reacción exagerada de las mujeres, les recuerdo que en pleno siglo XXI la mujer en algunos casos era considerada ciudadana de segunda clase en materia patrimonial.
Hay que reconocer que el ideal sería no tener la necesidad de debatir y legislar sobre estos asuntos, pero al igual que sucedió con el posnatal de seis meses o el derecho a no sufrir acoso callejero, las mujeres debemos levantar la voz y hacer los esfuerzos legales que sean necesarios para desmantelar los estereotipos de género.
Las leyes y las políticas deben reconocer que la sociedad sanciona a las mujeres que no cumplen con los roles estereotipados. Por eso, debemos tomar medidas para protegerlas. Los gobiernos, los tribunales y las autoridades, en general, deben combatir los estereotipos, por ejemplo, a través de campañas de sensibilización, e impulsar que las nuevas generaciones realicen actividades sin temor a que sean tildadas de “amachadas” o de “amanerados”.
Por ello, este proyecto busca romper una lamentable inercia arraigada en nuestra sociedad en todos los aspectos. Creer en la igualdad entre hombres y mujeres y no expresar nuestra opinión ante ese tipo de publicidad también es una forma de aceptación silenciosa. Al sancionar ese tipo de conductas, todos somos partícipes activos de este cambio cultural.
Cito a Mercedes Valdivieso , destacada escritora chilena, precursora del pensamiento femenino independiente, quien centró su obra en esta temática:
“La palabra feminismo es absolutamente legítima en su uso, porque hace una llamada urgente a hombres y a mujeres para que ayuden a instaurar la armonía de una voz, ojalá común, que no discrimine, que no excluya, sino que nos una a nosotras y a ellos en pro de una humanidad integrada”.
La bancada de Renovación Nacional votará a favor este proyecto, y espero que la Sala lo apruebe por unanimidad.
He dicho.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Tiene la palabra la diputada señora Andrea Molina .
La señora MOLINA (doña Andrea).-
Señor Presidente, hace poco discutimos este proyecto de ley en la Sala, y se decidió enviarlo a la Comisión de Cultura, Artes y Comunicaciones para realizar algunas precisiones. La verdad es que el resultado, a mi juicio, es bastante clarificador, porque especifica mucho mejor lo que se busca sancionar. Antes se hablaba de promover estereotipos negativos, lo cual evidentemente era más ambiguo.
Con la redacción actual queda clara la intencionalidad con la que se debe actuar y las conductas que se sancionarán: degradar, menoscabar, vejar o discriminar a la mujer. Por lo tanto, hay una mejora.
Por eso, felicito a la comisión que trabajó en ello.
Espero que aprobemos este proyecto de ley para que alcancemos el respeto que tanto nos ha costado lograr. La ley en proyecto sanciona por primera vez a quienes manifiestan estas conductas.
Tanto hombres como mujeres debemos modificar los patrones socioculturales que han estado presentes por años en nuestra sociedad y que finalmente se han vuelto costumbre. Es lamentable tener que generar leyes para revertir esta situación. Deberíamos abordar esto como una etapa, como un tiempo en que, a partir de una reglamentación, podamos generar políticas de Estado que vayan en la línea de educar para cambiar esos estereotipos.
Con esta regulación existirá mucho más cuidado respecto de la forma en que se refieran al género femenino y, con ello, contribuiremos a eliminar los prejuicios y las prácticas consuetudinarias que están arraigadas en nuestra sociedad, basadas en la idea de superioridad de los hombres sobre las mujeres y en la existencia de funciones estereotipadas de hombres y de mujeres.
Si bien este proyecto de ley es solo un paso en la lucha de una sociedad para que el rol y el valor de la mujer sean reconocidos por todas y por todos, es un paso importantísimo que debemos dar.
Lo relevante, tal como dije, es abordar este tema con una mirada real, una mirada justa, una mirada en conjunto de lo que significan el hombre y la mujer. No queremos competencias ni diferencias; lo que buscamos es respeto y, por sobre todo, educación.
He dicho.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
-Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre este proyecto de ley en los siguientes términos:
El señor ANDRADE (Presidente).-
Corresponde votar en particular el proyecto de ley, iniciado en moción, que modifica la ley Nº 19.496, que establece normas sobre protección de los derechos de los consumidores, con el objeto de sancionar la promoción de estereotipos negativos hacia la mujer a través de mensajes publicitarios.
Los diputados Roberto Poblete , Daniel Melo , Guillermo Teillier , Maya Fernández , Luis Rocafull , Raúl Saldívar , René Saffirio y Camila Vallejo han renovado la siguiente indicación, rechazada en la Comisión de Cultura:
Para sustituir el artículo 31 bis en la ley N° 19.733, sobre Libertades de Opinión e Información y Ejercicio del Periodismo, por el siguiente:
“Artículo 31 bis: El que por cualquier medio de comunicación social emita mensajes, íconos, significados y representaciones que transmitan, reproduzcan y naturalicen relaciones de subordinación, desigualdad y discriminación de las mujeres en la sociedad, será sancionado con una multa de hasta 50 unidades tributarias mensuales.”.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 31 votos; por la negativa, 50 votos. Hubo 9 abstenciones.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Rechazada.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Alvarado Ramírez , Miguel Ángel ; Andrade Lara, Osvaldo ; Boric Font, Gabriel ; Browne Urrejola, Pedro ; Cariola Oliva, Karol ; Carmona Soto, Lautaro ; Ceroni Fuentes, Guillermo ; Espinosa Monardes, Marcos ; Fernández Allende, Maya ; Girardi Lavín, Cristina ; Godoy Ibáñez, Joaquín ; González Torres, Rodrigo ; Gutiérrez Gálvez, Hugo ; Jackson Drago, Giorgio ; Jarpa Wevar, Carlos Abel ; Lemus Aracena, Luis ; León Ramírez, Roberto ; Melo Contreras, Daniel ; Mirosevic Verdugo, Vlado ; Núñez Arancibia, Daniel ; Pacheco Rivas, Clemira ; Poblete Zapata, Roberto ; Provoste Campillay, Yasna ; Rocafull López, Luis ; Saffirio Espinoza, René ; Saldívar Auger, Raúl ; Schilling Rodríguez, Marcelo ; Sepúlveda Orbenes, Alejandra ; Soto Ferrada, Leonardo ; Teillier Del Valle, Guillermo ; Vallejo Dowling , Camila .
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Álvarez Vera, Jenny ; Arriagada Macaya, Claudio ; Becker Alvear, Germán ; Bellolio Avaria, Jaime ; Berger Fett , Bernardo ; Campos Jara, Cristián ; Carvajal Ambiado, Loreto ; Chahin Valenzuela, Fuad ; Coloma Alamos, Juan Antonio ; Cornejo González, Aldo ; De Mussy Hiriart, Felipe ; Edwards Silva, Rojo ; Espinoza Sandoval, Fidel ; Farcas Guendelman, Daniel ; Farías Ponce, Ramón ; Fuentes Castillo, Iván ; Hasbún Selume, Gustavo ; Hernández Hernández, Javier ; Hernando Pérez, Marcela ; Jaramillo Becker, Enrique ; Jiménez Fuentes, Tucapel ; Kast Sommerhoff, Felipe ; Kort Garriga, Issa ; Lavín León, Joaquín ; Macaya Danús, Javier ; Melero Abaroa, Patricio ; Molina Oliva, Andrea ; Monckeberg Díaz, Nicolás ; Ojeda Uribe, Sergio ; Ortiz Novoa, José Miguel ; Pascal Allende, Denise ; Paulsen Kehr, Diego ; Pérez Lahsen, Leopoldo ; Rathgeb Schifferli, Jorge ; Sabat Fernández, Marcela ; Sandoval Plaza, David ; Silva Méndez, Ernesto ; Squella Ovalle, Arturo ; Tarud Daccarett, Jorge ; Torres Jeldes, Víctor ; Trisotti Martínez, Renzo ; Tuma Zedan, Joaquín ; Turres Figueroa, Marisol ; Urrutia Bonilla, Ignacio ; Urrutia Soto, Osvaldo ; Vallespín López, Patricio ; Van Rysselberghe Herrera, Enrique ; Verdugo Soto, Germán ; Walker Prieto, Matías ; Ward Edwards, Felipe .
-Se abstuvieron los diputados señores:
Auth Stewart, Pepe ; Chávez Velásquez, Marcelo ; Lorenzini Basso, Pablo ; Morano Cornejo, Juan Enrique ; Pilowsky Greene, Jaime ; Rincón González, Ricardo ; Robles Pantoja, Alberto ; Sabag Villalobos, Jorge ; Venegas Cárdenas, Mario.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Corresponde votar en particular el artículo único propuesto por la Comisión de Cultura en su segundo informe, para cuya aprobación se requiere el voto favorable de 60 señoras y señores diputados en ejercicio.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 81 votos; por la negativa, 0 votos. Hubo 4 abstenciones.
El señor ANDRADE (Presidente).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Alvarado Ramírez , Miguel Ángel ; Álvarez Vera, Jenny ; Andrade Lara, Osvaldo ; Arriagada Macaya, Claudio ; Auth Stewart, Pepe ; Becker Alvear, Germán ; Bellolio Avaria, Jaime ; Berger Fett, Bernardo ; Boric Font, Gabriel ; Browne Urrejola, Pedro ; Campos Jara, Cristián ; Cariola Oliva, Karol ; Carmona Soto, Lautaro ; Carvajal Ambiado, Loreto ; Ceroni Fuentes, Guillermo ; Chahin Valenzuela, Fuad ; Chávez Velásquez, Marcelo ; Coloma Alamos, Juan Antonio ; Cornejo González, Aldo ; De Mussy Hiriart, Felipe ; Edwards Silva, Rojo ; Espinosa Monardes, Marcos ; Farcas Guendelman, Daniel ; Farías Ponce, Ramón ; Fernández Allende, Maya ; Fuentes Castillo, Iván ; Girardi Lavín, Cristina ; Godoy Ibáñez, Joaquín ; González Torres, Rodrigo ; Gutiérrez Gálvez, Hugo ; Hernández Hernández, Javier ; Hernando Pérez, Marcela ; Jackson Drago, Giorgio ; Jaramillo Becker, Enrique ; Jarpa Wevar, Carlos Abel ; Jiménez Fuentes, Tucapel ; Kast Sommerhoff, Felipe ; Kort Garriga, Issa ; Lemus Aracena, Luis ; León Ramírez, Roberto ; Lorenzini Basso, Pablo ; Macaya Danús, Javier ; Melo Contreras, Daniel ; Mirosevic Verdugo, Vlado ; Monckeberg Díaz, Nicolás ; Morano Cornejo, Juan Enrique ; Ojeda Uribe, Sergio ; Ortiz Novoa, José Miguel ; Pacheco Rivas, Clemira ; Pascal Allende, Denise ; Paulsen Kehr, Diego ; Pérez Lahsen, Leopoldo ; Pilowsky Greene, Jaime ; Provoste Campillay, Yasna ; Rathgeb Schifferli, Jorge ; Rincón González, Ricardo ; Robles Pantoja, Alberto ; Rocafull López, Luis ; Sabag Villalobos, Jorge ; Sabat Fernández, Marcela ; Saffirio Espinoza, René ; Saldívar Auger, Raúl ; Sandoval Plaza, David ; Schilling Rodríguez, Marcelo ; Sepúlveda Orbenes, Alejandra ; Soto Ferrada, Leonardo ; Tarud Daccarett, Jorge ; Teillier Del Valle, Guillermo ; Torres Jeldes, Víctor ; Trisotti Martínez, Renzo ; Tuma Zedan, Joaquín ; Turres Figueroa, Marisol ; Urrutia Bonilla, Ignacio ; Urrutia Soto, Osvaldo ; Vallejo Dowling, Camila ; Vallespín López, Patricio ; Van Rysselberghe Herrera, Enrique ; Venegas Cárdenas, Mario ; Verdugo Soto, Germán ; Walker Prieto, Matías ; Ward Edwards, Felipe .
-Se abstuvieron los diputados señores:
Hasbún Selume, Gustavo ; Poblete Zapata, Roberto ; Silva Méndez, Ernesto ; Squella Ovalle , Arturo .
El señor ANDRADE (Presidente).-
Los diputados Arturo Squella y Marisol Turres han presentado la siguiente indicación para agregar al artículo 31 bis, luego de la palabra “discriminación”, el término “arbitrariamente”.
Habría unanimidad para someterla a votación. No hay unanimidad.
Despachado el proyecto.
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- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/665843
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/665843/seccion/akn665843-po1
- bcnres:tieneProyectoDeLey = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/proyecto-de-ley/10551-03