. . . . . . " ALCANCE A EXPRESIONES DEL SACERDOTE RA\u00DAL HASB\u00DAN. \nEl se\u00F1or MES\u00CDAS ( Presidente accidental ).- \nTiene la palabra el diputado Gonzalo Ib\u00E1\u00F1ez.\n \nEl se\u00F1or IB\u00C1\u00D1EZ .- \nSe\u00F1or Presidente , abundando un poco m\u00E1s en el tema, tambi\u00E9n quiero referirme a la situaci\u00F3n producida en torno al presb\u00EDtero Ra\u00FAl Hasb\u00FAn .\n \nComo sabemos, hace algunos d\u00EDas dio una conferencia en la Universidad Bernardo O\u2019Higgins, en la cual critic\u00F3 la doctrina socialista marxista leninista. Entre otras cosas, la calific\u00F3 como parasitaria y como una doctrina que no es capaz de crear riqueza, sino que espera que otros la creen para despu\u00E9s apoderarse de ella.\n \nEsas palabras produjeron un colosal esc\u00E1ndalo y la reacci\u00F3n del Partido Socialista, que se puso ese sayo de marxista leninista, y present\u00F3 una querella por injurias y calumnias en contra del sacerdote Hasb\u00FAn.\n \nDicha actitud es realmente sorprendente, toda vez que hace algunos d\u00EDas, en esta misma Sala, discut\u00EDamos la forma de robustecer la libertad de prensa y de disminuir los obst\u00E1culos que se le ponen. \nLa verdad es que no podemos extra\u00F1arnos por lo que dijo el padre Hasb\u00FAn. En la historia contempor\u00E1nea el socialismo ha sido la m\u00E1quina m\u00E1s descomunal de destrucci\u00F3n y anarqu\u00EDa conocida por la humanidad, no s\u00F3lo en el \u00FAltimo siglo, sino que durante toda su historia. Pa\u00EDses, culturas, generaciones, esfuerzos de siglos fueron destruidos, so pretexto de construir un mundo ideal donde todos \u00EDbamos a gozar de una plenitud de bienes materiales y de la m\u00E1s perfecta justicia y felicidad.\n \nLos socialistas invocaron la causa de los pobres y, en definitiva, ello fue para hacer a esos pobres m\u00E1s pobres, para terminar con la desaparici\u00F3n y la muerte de decenas de millones de personas. \nEl ataque a la propiedad, que caracteriz\u00F3 a la doctrina socialista, no s\u00F3lo se refer\u00EDa a los bienes exteriores o materiales, sino tambi\u00E9n a la propiedad que tenemos sobre nosotros mismos. El uso indiscriminado de las personas en beneficio de estos modelos ut\u00F3picos fue lo que termin\u00F3 con su destrucci\u00F3n. \nLa Iglesia Cat\u00F3lica vio siempre, desde el comienzo, el peligro que encerraba el socialismo y el comunismo, que era su consecuencia natural. El Papa P\u00EDo Nono , dos a\u00F1os antes de que Marx y Engels publicaran su Manifiesto Comunista, condenaba al comunismo, es decir, en 1846. Asimismo, el Papa Le\u00F3n XIII, que asume en 1878, en la enc\u00EDclica \u201CQuod apostolici muneris\u201D, condena al socialismo cuando dice:\n \n\u201CLos socialistas deshonran la uni\u00F3n natural del hombre y de la mujer y debilitan e, incluso, entregan a los caprichos de la liviandad el v\u00EDnculo matrimonial, fundamento primario de la sociedad dom\u00E9stica. Seducidos, finalmente, por la codicia de los bienes presentes, que es la ra\u00EDz de todos los males y por la que, al dejarse llevar de ella, muchos se extraviaron en la fe, atacan el derecho de propiedad sancionado por la ley natural y con un monstruoso atentado aparentando atender a las necesidades de todos los hombres y pretextando satisfacer los deseos de \u00E9stos, se esfuerzan por arrebatar, para convertirlo en propiedad com\u00FAn, todo lo que se adquiere a t\u00EDtulo de leg\u00EDtima herencia o por el trabajo intelectual o manual o con el ahorro personal\u201D. \nEl mismo Papa Le\u00F3n XIII, en su famosa enc\u00EDclica Rerum Novarum , concluye: \u201CLos socialistas empeoran la situaci\u00F3n de los obreros todos en cuanto tratan de transferir los bienes de los particulares a la comunidad, puesto que priv\u00E1ndolos de la libertad de colocar sus beneficios, ellos mismos los despojan de la esperanza y de la facultad de aumentar los bienes familiares y de procurarse utilidades\u201D.\n \nDoctrina que cuarenta a\u00F1os despu\u00E9s, P\u00EDo XI, en su enc\u00EDclica \u201CQuadragesimo Anno\u201D, confirma: \u201CAun cuando el socialismo, como todos los errores tienen en s\u00ED algo de verdadero, se funda sobre una doctrina de la sociedad humana propia suya, opuesta al verdadero cristianismo. Socialismo religioso, socialismo cristiano implican t\u00E9rminos contradictorios. Nadie puede ser a la vez buen cat\u00F3lico y verdadero socialista\u201D. \nPor eso, en esta ocasi\u00F3n, quiero recordar estos hechos porque el padre Hasb\u00FAn, en su conferencia, y, en general, en su obra de comunicaci\u00F3n social, no ha hecho sino recordar ciertas verdades y realidades que, a la humanidad de hoy, le hace extremadamente bien recordar.\n \nEn nuestro pa\u00EDs, esta doctrina socialista fue especialmente devastadora, y lo fue por el hecho de que la apoyaron cl\u00E9rigos y aun miembros de la jerarqu\u00EDa cat\u00F3lica. \nUtilizando una causa muy noble, como es la opci\u00F3n preferencial por los pobres, se arruin\u00F3 a los pobres de nuestra patria a un nivel nunca antes visto. Por eso, hoy, la opci\u00F3n preferencial por los pobres exige la lucha contra el comunismo y el socialismo. \nTodos queremos la paz y la reconciliaci\u00F3n; pero ello no puede lograrse tratando de tapar el sol con un dedo, esto es, la verdad sobre la historia de las \u00FAltimas d\u00E9cadas de la humanidad y lo que el socialismo y sus efectos demoledores significaron en ella. \nHoy vemos las volteretas del socialismo. Despu\u00E9s de haber sido el responsable de los peores desastres contra la humanidad y -como digo- de la muerte de millones de personas, se proclama el m\u00E1ximo defensor de los derechos humanos. \nLeer los textos pontificios a que me he referido y otros, como el m\u00E1s conocido de todos, la enc\u00EDclica \u201CDivinis redemptoris\u201D, del Papa P\u00EDo XI, en que condena al marxismo como intr\u00EDnsecamente perverso es extraordinariamente pedag\u00F3gico y necesario. Por tal motivo, no me puedo sino alegrar de lo hecho por el padre Ra\u00FAl Hasb\u00FAn , de felicitarlo por su tarea, de desearle fuerza y \u00E9xito, y que se mantenga en esa trinchera sin abdicar.\n \nHe dicho. \n " . . . . .