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    • rdf:value = " ALCANCES SOBRE RESOLUCIÓN DE MINISTRO INGLÉS JACK STRAW. El señor ROCHA ( Presidente accidental ).- En el tiempo del Comité de la Unión Demócrata Independiente, tiene la palabra el Diputado señor Víctor Pérez Varela. El señor PÉREZ (don Víctor) .- Señor Presidente, sin duda, en esta ocasión, uno tiene que dar a conocer su pensamiento y sentimiento respecto de la resolución que adoptó ayer el ministro socialista inglés sir Jack Straw. En verdad, lo que ayer resolvió el gobierno británico no es otra cosa que su desprecio permanente por la posición asumida por el Gobierno de Chile. Una vez sucedida la arbitraria detención del Senador Pinochet en Londres, de inmediato reconocimos que el Gobierno, el Presidente Frei , y en particular el Ministro de Relaciones Exteriores , adoptaron una política que consideramos correcta: la defensa de principios tan importantes y sólidos como la soberanía y la dignidad del país; el rechazo más absoluto a lo que es la aplicación de la universalidad de la ley penal, porque reconocemos en ello un principio cobarde que siempre se aplicará a los países más pequeños y débiles. Jamás la justicia española actuará contra potencias de igual valor o superior a ella; jamás un juez socialista, como Garzón, iniciará acciones judiciales contra las tropas canadienses, que cometieron todo tipo de desmanes y tropelías en Somalía; jamás el juez Garzón -en todo lo que significa violación a los derechos humanos- actuará en hechos como el bombardeo por parte de Estados Unidos a un hospital en Sudán. Por lo tanto, jamás veremos a esa justicia española, a la que de repente se le rinde tanto homenaje, proceder en condición similar frente a potencias -reitero- de un nivel similar al de España; pero no sólo eso, sino que tampoco actuará contra personeros de la Izquierda en el mundo. En consecuencia, cuando aquí, muchas veces, se habla de que estamos frente a un tema judicial y de justicia, debo descartar y rechazar absolutamente ese argumento. Basta conocer la resolución que esa misma justicia española, hace pocos días, adoptó frente a una querella presentada por la Federación de Derechos Humanos de Cuba, contra Fidel Castro . ¿Qué nos dijo esa justicia? Que, pese a que Fidel Castro ha asesinado a más de 18 mil personas, no ha cometido delito de genocidio, puesto que no ha quedado clara la intención de eliminar a un determinado grupo o sector de la comunidad cubana. ¿Qué sostuvo ante la acusación de que Fidel Castro ha cometido terrorismo de Estado? Afirma que los jefes de Estado no cometen actos de terrorismo y, por consiguiente, Fidel Castro no tiene ninguna responsabilidad. Expresó que quienes cometen actos de terrorismo son aquellos que subvierten el orden público. Respecto de la acusación de que Fidel Castro ha cometido delito de tortura, ¿qué manifestó la justicia española? Y esto no es un chiste, señor Presidente . Manifestó que las golpizas, apaleaduras, los tratamientos de shocks eléctricos no son torturas, sino trato degradante; por lo tanto, el señor Fidel Castro no ha cometido delito de tortura. En cuarto lugar, para liberar a Fidel Castro de cualquier responsabilidad, la justicia española dijo que es jefe de Estado, por lo cual goza de inmunidad. Señor Presidente , ¿estamos hablando de justicia? ¿Estamos hablando de un tema judicial? En verdad, en el caso de España no hay justicia. Allá existe una parodia y, por eso, rechazamos absolutamente que estemos hablando de principios del derecho o de que el tema de fondo sea la situación de los derechos humanos. Aquí, el tema de fondo es la venganza de los socialistas, de la Izquierda chilena y mundial, contra quien, liderando el gobierno de las Fuerzas Armadas y de Orden, evitó que en Chile se impusiera lo que era la doctrina socialista en boga, en ese entonces, la de los socialismos reales, la que aplaudieron y bendijeron durante tantos años. Como hoy ha quedado demostrado que es el fracaso más grande, dicen que no están de acuerdo con los socialismos reales. Eso no se entiende realmente. Lo que hizo el gobierno de las Fuerzas Armadas y de Orden fue evitar que en Chile se entronizara una dictadura socialista como la de Cuba. Éstas no son sólo palabras. Quiero recordar que la semana pasada se cumplieron veintiocho años del homicidio del estudiante de la Universidad de Concepción Arnoldo Ríos -lo destaqué hace algunos días-, militante del MIR, asesinado a las 12 del día. ¿Quién era Arnoldo Ríos? Un estudiante del MIR. ¿Cómo era definido por sus pares? Voy a leer parte del discurso que aparece publicado en el diario El Sur, de Concepción, del 5 de diciembre de 1970, de Miguel Henríquez : “Lo son mucho más si se trata de un revolucionario como Arnoldo Ríos, quien, a los 25 años, ya era un militante de años, un combatiente del pueblo, un profesional de la revolución”. ¿Y qué hacían, en definitiva, los combatientes del pueblo, los profesionales de la revolución? En el mismo diario El Sur, aparece la definición que de ello daba el partido Mapu, presidido, entonces, por el actual Senador Jaime Gazmuri: “Los profesionales de la revolución, los combatientes del pueblo son quienes deben enfrentar a los enemigos fundamentales del pueblo y del movimiento estudiantil. ¿Y quiénes son estos enemigos?: el imperialismo y la burguesía. ¿Y cómo se expresan en la Universidad de Concepción estos enemigos del pueblo? Están expresados a través de la Democracia Cristiana y del autodenominado Frente Gremialista”. Eso es lo que se trató de evitar en Chile el 11 de septiembre de 1973. Hoy, que se habla de impunidad, quiero expresar que este crimen quedó impune. ¿Y qué decían los socialistas en el funeral de esta persona asesinada a las 12 del día? “No es el momento de recriminaciones ni de enjuiciamientos”. Eso es impunidad. No hay en ninguna de las declaraciones que tengo en mi escritorio algo que hable de verdad y justicia. El intendente de Concepción, de militancia comunista, declaró en el diario El Sur: “He ordenado investigar los hechos hasta donde sea posible”. Por lo tanto, queda absolutamente claro que éste es el país donde se vivía a principios de la década del ‘70. El diario “El Sur” lo grafica con dramatismo: “Arnoldo Ríos, una muerte sin culpables”. Ésta fue una muerte que no se pudo investigar; ni la justicia ni la policía pudieron entrar en el barrio universitario. Por lo tanto, entendámoslo bien: lo que hoy sufre el país es una agresión, un agravio de potencias extranjeras, como Inglaterra y España, que no buscan justicia, sino que forman parte de una acción de venganza de la Izquierda, del socialismo chileno e internacional, contra quien impidió que triunfaran los profesionales de la revolución, los combatientes del pueblo, quienes, sin duda, miraban a los chilenos como enemigos, burgueses o aliados del imperialismo. Y esos chilenos, que en su entonces estaban en la Democracia Cristiana, en el Partido Nacional, en el Frente Gremialista de la Universidad de Concepción, enfrentamos con fuerza y claridad esos atropellos cuando la Izquierda decía que el barrio universitario era sólo de ella y, por lo tanto, nadie podía expresar una idea política distinta. Ése es el marco en el que nosotros nos vemos enfrentados hoy. Es importante que el mundo se imponga de la historia completa. Lamentablemente, y lo reconocemos, conoce sólo una parte de ella. Nosotros vamos a hacer todos los esfuerzos posibles para relatar toda la historia, porque aquí, algunos que se presentan como víctimas, en determinado momento fueron victimarios. Y eso es lo que los gobiernos de Izquierda de Europa tratan de ocultar y de impedir que salga a la luz. El Senador Pinochet estará en Londres en su condición de soldado, de general de la República , de ex comandante en jefe del Ejército chileno, de ex presidente de Chile , y sabrá enfrentar, una vez más, los ataques de quienes han estado permanentemente, durante 25 años, impidiendo que Chile se desarrolle, progrese y se encuentre, impidiendo incluso que en esta Cámara de Diputados podamos avanzar en temas tan sensibles y delicados como son los de los derechos humanos. Quiero recordar aquí que la única propuesta concreta, específica, que avanzaba en este tema, fue la que presentó no alguien de nuestras bancadas, sino una persona emblemática de las bancadas de la Concertación: el ex Presidente Patricio Aylwin , en lo que se llegó a denominar la “ley Aylwin”. Se trataba de un instrumento adecuado y eficaz a fin de avanzar notoriamente por el camino de resolver los problemas que existen en esta materia. Y no fuimos nosotros, quienes formamos parte de estas bancadas, los que impidieron avanzar en este tema. La Izquierda puso tropiezos para que se pudiera concretar en ley de la República, porque no hay duda de que ella tiene claro que los derechos humanos son una bandera política que le puede servir en la coyuntura. No está dispuesta a avanzar en ninguna solución en ese tema y, por ende, en situaciones reales de la reconciliación nacional. En este momento, queremos expresar estos sentimientos y estas ideas después del atropello y la agresión que ha sufrido nuestro país por parte del Ministro Straw, porque, por último, no debemos olvidar que el Senador Pinochet llegó a Londres como embajador del Gobierno del Presidente Frei. He dicho. "

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