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El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Corresponde ocuparse en el proyecto de ley de la Cámara de Diputados, que prohíbe o regula, en su caso, el ingreso al territorio nacional de desechos o residuos provenientes de terceros países, con informe de la Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales, y urgencia calificada de "Simple".
--Los antecedentes sobre el proyecto (150-11) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 4ª, en 10 de junio de 1992.
Informe de Comisión:
Medio Ambiente y Bienes Nacionales, sesión 32ª, en 2 de mayo de 2000.
El señor LAGOS ( Secretario ).-
Los objetivos del proyecto, iniciado en moción, son los de prohibir o regular, en su caso, el ingreso y tránsito por el territorio nacional, el mar territorial, la zona contigua, la zona económica exclusiva, el mar presencial y el espacio aéreo de desechos y residuos peligrosos u otros desechos, a fin de hacer efectiva las garantías constitucionales del derecho a la vida y a la integridad física y síquica de las personas y de vivir en un medio ambiente libre de contaminación.
Cabe señalar que el artículo 9º debe ser aprobado con el quórum requerido para las normas orgánicas constitucionales, y que con fecha 18 de abril se ofició a la Excelentísima Corte Suprema, solicitando su opinión.
Por las razones consignadas en el informe, se aprobó por unanimidad la idea de legislar sobre la materia.
Asimismo, se hace una reseña de las normas del proyecto y de una indicación sustitutiva formulada por el Ejecutivo , dejándose constancia de la discusión habida y de los acuerdos adoptados al respecto.
Por último, el informe propone a la Sala la aprobación de la iniciativa despachada por la Cámara de Diputados, con las modificaciones que en él se indican.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
En la discusión general del proyecto, tiene la palabra el Honorable señor Horvath.
El señor HORVATH.-
Señor Presidente , la iniciativa en debate hace cuerpo, a nivel nacional, del Convenio de Basilea, acuerdo internacional que reconoce a cada uno de los Estados que lo han suscrito el derecho a dictar su propia legislación, en armonía con los términos de los numerosos artículos del convenio.
La moción original del Diputado señor Gutenberg Martínez y de los ex Diputados señores Rubén Gajardo , Luis Leblanc y Sergio Pizarro , se limitaba a una prohibición, pero luego de un análisis, confrontado con el Convenio internacional de Basilea, se llegó a la conclusión de que no sólo corresponde prohibir, sino también controlar, según sea el caso. Y es así como se modificó la suma o denominación de la moción.
Asimismo, se tuvo en cuenta que las normas deben considerar los tratados internacionales, como la Convención de Jamaica sobre Derecho del Mar, pues los países que carecen de salida al Pacífico -que es el caso de Bolivia- también tienen derecho a libre tránsito, regulado, por cierto, si se tratare de desechos peligrosos o que pudieren llegar a serlo.
Para esos efectos, la Comisión desarrolló un largo trabajo. Esta moción es del año 1990, lo que demuestra la lentitud de la tramitación legislativa y el largo tiempo que demanda la materialización de mociones como éstas, que sólo adquieren notoriedad a nivel nacional cuando se detecta algún enclave en el cual se hayan dejado desechos sin el correspondiente control, provocando riesgos y alarma pública.
Durante su tramitación se escuchó al Subsecretario de Transportes de la época don Claudio Hohmann ; al Subsecretario de Salud , don Fernando Muñoz ; al Jefe del Departamento de Programa del Ambiente del Ministerio de Salud , don Julio Monreal ; al Director del Territorio Marítimo y Marina Mercante Nacional , vicealmirante don Juan Mackay ; al Auditor de la Armada de Chile , capitán de navío, don Maximiliano Genkowsky ; al Jefe del Departamento Técnico del Servicio Nacional de Aduanas , don Humberto León ; al Secretario General de la Dirección General de Aeronáutica Civil , don José Sánchez , y a su asesor jurídico, don Jorge Gillet ; al Director de Política Especial del Ministerio de Relaciones Exteriores , don Pablo Cabrera , y al Jefe del Departamento de Asuntos del Mar, don Mauricio Ugalde , y al encargado del Departamento de Medio Ambiente , don Pablo Arriarán .
En realidad, esas personas desempeñan ahora otros cargos, hecho que demuestra un poco la versión histórica de este proyecto. En todo caso, una vez dada su versión final, volvió a darse a conocer y, posteriormente a la elaboración del informe que sometemos a la Sala, tuvimos la oportunidad de efectuar un trabajo junto con los representantes de CODELCO, del Centro de Investigaciones Minero-Metalúgico y de la Sociedad Nacional de Minería, a cuyos planteamientos me voy a referir más adelante, y que es muy importante tenerlos presentes para las eventuales indicaciones en la discusión particular.
Entre los antecedentes legales, podemos mencionar, por cierto, el Nº 8 del artículo 19 de la Constitución, que garantiza a las personas el vivir en un ambiente libre de contaminación, y el propio Convenio de Basilea sobre el Control de los Movimientos Transfronterizos de los Desechos Peligrosos y su Eliminación, adoptado en esa ciudad de Suiza el 22 de marzo de 1989, suscrito por Chile el 31 de enero de 1990 y publicado, después del trámite en el Congreso Nacional, en el Diario Oficial de 13 de octubre de 1992.
Por tratarse de un instrumento ya conocido por el Senado, omitiré los detalles contenidos en el informe sometido a la consideración de Sus Señorías; pero sí es relevante señalar que lo referente a las sanciones, los mecanismos de control, los organismos competentes, las fórmulas de determinar cauciones, fórmulas para devolver los desechos, en fin, debe ser necesariamente dictado a nivel nacional, para que el acuerdo internacional pueda ser materializado. Asimismo, a consecuencias de este convenio, Chile se declaró como país no receptor de desechos peligrosos, y así fue comunicado a todos los Estados miembros.
Este proyecto no tiene que ver con residuos o desechos de carácter radiactivos. Eso es importante señalarlo, porque para tales efectos existe ya la ley Nº 18. 302, sobre Seguridad Nuclear, publicada en el Diario Oficial de 2 de mayo de 1984 y que fue recientemente modificada por el Parlamento. Una vez despachada la iniciativa, será objeto de veto, el cual tendrá por objeto hacer algunas precisiones más bien de carácter técnico, en cuanto a qué tipo de reactores y sustancias se refiere, con una nomenclatura un poco más actualizada.
Finalmente, es consistente también con la ley Nº 19.300, de Bases General del Medio Ambiente; con la Ley de Navegación, en lo concerniente a impedir y controlar el vertimiento de desechos peligrosos y su tránsito en el mar y el Océano Pacífico, en las aguas jurisdiccionales, y también en lo que respecta a las leyes de aeronáutica civil para el tránsito aéreo.
Durante la discusión general, se escuchó a las personalidades que mencioné, las que proporcionaron diversos antecedentes que, de acuerdo con la etapa en que en ese momento se encontraba su tramitación, la Comisión tradujo en indicaciones, antes de ser presentado el proyecto para su discusión en general en la Sala.
El Ejecutivo -como ha ocurrido antes- hizo suyo el trabajo desarrollado en la Comisión y lo remitió de vuelta a través de una indicación. En verdad resulta un poco irónico que toda la labor realizada en aquélla se haya convertido en patrimonio ajeno. Pero efectivamente era necesaria la indicación del Ejecutivo para definir la titularidad de los Ministerios con tuición en estos asuntos, y para zanjar algunos conflictos de carácter normativo, por tratarse de materias de iniciativa exclusiva del Presidente de la República .
Las modificaciones planteadas fueron nuevamente estudiadas por la Comisión, y se establecieron normas sintonizadas con la legislación nacional; se cambió la suma del proyecto -como señalé; se amplió la posibilidad de no sólo prohibir, sino también regular, y se consagró que el Ministerio de Salud, con audiencia previa de los Ministros de Minería y Secretario General de la Presidencia -este último preside la Comisión Nacional del Medio Ambiente-, deberá elaborar un listado de todos los desechos considerados peligrosos.
Esta última materia, además, debe quedar acorde con los Anexos del Convenio de Basilea, los cuales -actualizados permanentemente- contienen un listado de desechos, con las características que los hacen peligrosos, y de las distintas circunstancias en que no lo son, trabajo en el que Chile debió participar, como fue señalado por el sector de la minería. A veces, no se llega con una versión única, por cuanto el Ministerio de Salud decide en función de razones político-técnicas de riesgo cero, y el Ministerio de Minería busca la compatibilización con algunas actividades económicas. Por ello más bien se debe demostrar la existencia de riesgo para que determinada sustancia sea prohibida.
También tendrá que revisarse lo relativo al reciclaje, pues Chile no puede negarse a la posibilidad de incorporar dichos métodos, sobre todo por tratarse de un país minero. Debemos considerar respecto del cobre la existencia de diversas actividades industriales de alta tecnología que permiten el reciclaje. En tal sentido, algunas de las definiciones contenidas en el proyecto tendrán que ser mejor desarrolladas.
En contra del listado de sustancias peligrosas, hay todo un procedimiento administrativo y judicial, al cual se puede optar para no caer en las categorías de prohibición para determinado material. Y los desechos que son de riesgo sin ser puntualmente peligrosos o sobre los cuales existe duda, deberán cumplir para su ingreso las formalidades establecidas por el Ministerio de Salud, el que se encargará de coordinar con el resto de los servicios públicos para que el sector privado o las personas interesadas no tengan que realizar largos trámites burocráticos.
Algunas materias técnicas y otras de procedimiento quedan entregadas al reglamento.
Con el objeto de disponer de una legislación nacional sobre el particular, donde ya se nota un vacío desde 1990, la Comisión propone a la Sala la aprobación en general del proyecto.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Viera-Gallo.
El señor VIERA-GALLO .-
Señor Presidente , encuentro muy importante la iniciativa en debate, porque salvaguarda la salud de los habitantes del país. Sin embargo, tengo algunas dudas que me gustaría que se aclarasen.
En los artículos 2º y 3º, se hace una distinción entre desechos y residuos peligrosos u otros desechos. La letra a) del artículo 2º define lo que son desechos o residuos peligrosos, y la letra h) de la misma disposición consigna lo que se entiende por "otros desechos". Esta última definición es bastante vaga, porque establece que lo serían "las sustancias u objetos a cuya eliminación se procede, se propone proceder o se está obligado a proceder, y que pertenecen a cualquiera de las categorías enumeradas en los Anexos del Convenio de Basilea"; pero además dice "o en aquellas que se contemplen, para estos efectos, en la legislación nacional o en convenios internacionales ratificados por Chile.".
Por lo tanto, podemos distinguir distintas categorías: primera, desechos peligrosos; segunda, otros desechos; y tercera, desechos diferentes a los recién mencionados, respecto de los cuales, de acuerdo a lo establecido en el articulo 5º, no hay problema, porque -como explicó el Senador señor Horvath - dicho precepto establece cómo podría procederse para su ingreso.
Pero no queda claro en el artículo 3º la parte conforme a la cual "Se prohíbe el ingreso y tránsito de desechos o residuos peligrosos u otros desechos". ¿Cuáles son esos "otros desechos?" Los establecidos en los Anexos del Convenio de Basilea, o en un listado que se contemplará en la legislación nacional, que no se conoce, pues el artículo 4º habla de que el Ministerio de Salud "elaborará y actualizará, para los efectos de esta ley, un listado de los desechos o residuos peligrosos.".
Reitero: ¿de qué "otros desechos" se trata? Unos son los desechos peligrosos definidos en el listado mencionado por el Honorable señor Horvath , otros los no contemplados en ese listado y que se pueden importar luego de recabarse la respectiva autorización, y una tercera categoría intermedia y bastante vaga la constituyen los llamados "otros desechos", definidos en la letra h) del artículo 2º, que se comprenden en los Anexos del Convenio de Basilea -eso está claro-, pero también en la legislación nacional. No se sabe qué pasa con ellos. Si se prohíbe o no se prohíbe su ingreso.
Por lo anterior, deseo que se clarifique el punto.
El señor MORENO .-
Como relató el Presidente de la Comisión, el proyecto en debate mereció un análisis bastante acucioso, porque a través de tal iniciativa, según los fundamentos de la moción presentada en la Cámara de Diputados hace ya más de diez años, se pretendía enviar una señal muy clara tanto hacia la conciencia medioambiental en formación de nuestro país como hacia otros países. Ello porque de acuerdo con el desarrollo tecnológico moderno muchas substancias son descubiertas o tienen una nueva denominación, dependiendo precisamente del avance de aquél.
Encuentro muy pertinente la observación formulada por el Senador señor Viera-Gallo ; pero obviamente ninguno de nosotros está en condiciones de precisar qué tipo de desechos pueden originarse de procedimientos químicos o del manejo de determinadas sustancias que hoy nuestra propia inteligencia no permite deducir. Por lo tanto, reconozco que existe un grado de ambigüedad, y que ésta debe quedar marcada por una determinación que constituya la señal que una nación entrega a sus propios habitantes y al resto de la comunidad internacional. Es decir, que no se aceptará la incorporación a nuestro país de desechos o su tránsito por el territorio nacional.
Más de alguno de los señores Senadores aquí presentes, por su anterior trabajo profesional, ha conocido naciones en las cuales se ha convertido en práctica extraordinariamente grave y negativa el arrendar o disponer de espacios terrestres y marítimos, con el objeto de recibir los desechos de naciones industrializadas y que, por no querer correr los riesgos provocados por el tiempo en los contenedores donde se depositan dichas materias, terminan por ser basureros internacionales, con grave detrimento de la salud de su propia población.
Cualquiera que sea nuestro estado de desarrollo, el proyecto en análisis significa una señal que tiende a erradicar el problema de raíz. Por consiguiente, me parece conveniente aprobarlo.
Por otro lado, en la Comisión se discutió mucho el artículo 2º, dado que él prácticamente establece toda una nomenclatura de definiciones que tal vez no debería estar contenida en la ley, porque de acuerdo con la misma lógica aplicada en mi anterior argumentación, podría haber materias que no somos capaces de visualizar en este momento. Por eso, la norma debería quedar sólo como referencia.
Desde ese punto de vista, señor Presidente , anuncio mi voto favorable.
Pienso que la iniciativa demuestra la existencia de una conciencia colectiva en el país. Sin embargo, deseo indicar a los Senadores que van a participar o que ya están participando en lo que son las bases de discusión del tratado minero con Argentina, que el tema en análisis dice relación a lo que ahí se puede discutir, dado que precisamente la explotación de minerales, la construcción de túneles, la extracción o depósito de determinadas sustancias producto de actividades mineras en la zona fronteriza pueden originar -no afirmo que es algo que ocurre hoy- el que, al amparo de situaciones de esa naturaleza, se lamente aquello que en el articulado intentamos prohibir.
Nada más.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra la Senadora señora Frei.
La señora FREI (doña Carmen) .-
Señor Presidente , puede extrañar que después de tanto tiempo llegue a la Sala el proyecto en debate, nacido en 1990 de una moción de Diputados, pero deseo hacer notar que el tema, por la relación efectuada por los integrantes de la Comisión, resulta muy complejo. Y la verdad es que en el estudio han incidido tantas reparticiones y servicios -incluso la Cancillería-, que realmente no me admiro del período transcurrido, porque, como digo, la cuestión es difícil y ha sido analizada con gran detención.
Me atrevo a afirmar que el asunto es fundamental para las Regiones del norte, en especial para la Segunda. Porque se hallan involucrados dos aspectos diferentes: uno dice relación al tráfico por nuestro territorio de materiales que no le sirven a nadie, y el otro, a dejarlos en el desierto y convertirnos en un basurero. Señalo que ello toca en gran medida a dicha Región, porque muchos elementos nocivos vienen de Bolivia y llegan a Antofagasta o al megapuerto que se construye en Mejillones, de modo que sin duda el peligro es muy grande. Y, además, se ha considerado que el desierto es tan extenso que se pueden botar ahí distintas sustancias.
Ahora bien, el articulado que nos ocupa no se concibe sólo pensando en los otros países o en que somos la parte por donde se pasa o en donde se bota, sino que también constituye un llamado muy en serio a nuestras propias mineras y al análisis de nuestro proceder, en lo atinente a la refinación en territorio nacional. Porque ha ocurrido en el pasado que incluso CODELCO , de carácter estatal, y empresas privadas asimismo han contaminado. Y ello, de una manera muy terrible para la Región aludida y que ha suscitado importantes dificultades.
Entonces, si media una regulación desde 1992, cuando Chile publica el Convenio de Basilea, creo que el ir trabajando en conjunto y el ir aplicándonos en el ámbito de que se trata ayuda a nuestra buena disposición para la venta en el exterior de nuestros minerales. Porque sabemos que si no mantenemos un especial cuidado llegará un momento en que países con una legislación más dura no los aceptarán.
Por tal razón, es bueno recordar que en el norte se refinaban productos especialmente tóxicos que no se procesaban en ninguna parte del mundo y que eran traídos para tal efecto a Chile. Y se dio una pelea muy grande en los años noventa para que ello se negara, con lo cual pasamos a ser un país en donde también se prohibía esa posibilidad.
Respecto del primer punto que mencioné, relativo al tráfico, existe una situación compleja con Bolivia. En la Convención de Jamaica sobre Derecho del Mar se dispone que los Estados sin litoral deben ponerse de acuerdo con aquellos por cuyo territorio pasa el tránsito de salida de materiales, para buscar soluciones. Como todos saben, con nuestro vecino no hemos mantenido las mejores relaciones diplomáticas y el tema ha sido bastante conflictivo. Y las normas en discusión en este momento -espero que se aprueben por unanimidad- pueden crear grandes tensiones adicionales.
El tema resulta muy complicado y de muy difícil estudio, porque son muchos los que han participado en su consideración. Pero es bueno dar la señal de que Chile no es un basurero ni un país donde cualquiera puede pasar con lo que quiera. Porque no se trata sólo del norte, ya que, dadas las condiciones climáticas del estrecho de Magallanes, por ejemplo, es muy riesgoso que naveguen por sus aguas las tremendas naves que vienen a botar materiales nocivos al Pacífico o al lado nuestro, las cuales pueden provocar contaminaciones irrecuperables en caso de zozobrar.
En virtud de las razones expuestas, señor Presidente , aunque extrañe el tiempo transcurrido -repito-, creo que es bueno el cuidado con que se ha trabajado. Y estimo que ésa es una señal muy clara para el mundo de que en Chile se permitirá el tráfico siempre que sea muy regulado, del mismo modo que se aceptarán las condiciones tanto del Convenio de Basilea como de la Convención de Jamaica, pero con una gran responsabilidad, asimismo, para sectores nuestros que siguen contaminando, como el de las mineras. No se puede culpar sólo a los de afuera.
Y ello constituirá una buena demostración de que Chile empezará a ser un país limpio y de que se protegerá a la gente que vive en el norte, especialmente. Porque muchas personas han muerto o se encuentran terriblemente enfermas por haber laborado en faenas mineras en que no se registraba ninguna preocupación por el medio ambiente. No es posible que ello siga ocurriendo. En consecuencia, es una señal para el mundo y en particular para el país.
Me parece que existe consenso respecto de la aprobación. Y, si es necesario proseguir el estudio en la Comisión, conviene dar el tiempo apropiado para indicaciones y para lograr una normativa que funcione, porque muchas veces la legislación constituye letra muerta y no sirve a las Regiones que justamente se intenta proteger.
Gracias.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Senador señor Vega.
El señor VEGA.-
Señor Presidente, la verdad es que me encuentro muy de acuerdo con todo lo dicho. El asunto ha sido más complejo de lo que aparentaba serlo al comienzo.
El señor ZURITA .-
¿Me concede una interrupción, Su Señoría, con la venia de la Mesa?
El señor VEGA.-
Con todo agrado.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Puede intervenir el Honorable señor Zurita .
El señor ZURITA.-
Señor Presidente, observo en el informe un detalle paradójico. En efecto, el documento expresa:
"Se deja constancia, asimismo, que por oficio Nº MA/66/00, de 18 de abril de 2000, se remitió a la Excma. Corte Suprema de Justicia el texto de la iniciativa aprobada por la Comisión, a fin de ser oída respecto de su articulado"...
"A la fecha de la elaboración de este informe no se ha recibido respuesta al oficio en comentario.".
Si la fecha del oficio es el 18 de abril, la misma del informe, mal podía contestar la Corte Suprema antes que se le mandara el texto.
Nada más.
El señor HORVATH .-
Señor Presidente , deseo formular una aclaración al respecto.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Su Señoría debe solicitar una interrupción.
El señor HORVATH.-
Es lo que hago.
El señor VEGA.-
La concedo, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Senador señor Horvath .
El señor HORVATH .-
Señor Presidente , el Honorable señor Zurita tiene razón. Lo que pasa es que la opinión de la Corte Suprema fue pedida con ocasión del trámite en la Cámara de Diputados y se la recibió. Por nuestra parte, esperamos hasta el último momento, cuando se contó con la versión actualizada para la Sala del Senado, y ahí se sometió recién a otra revisión, para la cual el Máximo Tribunal dispone de 30 días.
Efectivamente, en una lectura en que no se considere ese antecedente, ello suena a ironía. Ésa no ha sido la intención de la Comisión. Y en el estudio venidero se tendrán en cuenta las observaciones en particular que sean remitidas.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Y se excluirá la ironía...
El Senador señor Vega recupera el uso de la palabra.
El señor VEGA .-
Señor Presidente , queda de manifiesto la complejidad que ha presentado el proyecto. Y varias otras. Porque lo que comenzó como vinculado a los desechos terminó siendo una cuestión bastante ardua en el plano tecnológico. El tema es muy dinámico.
Los listados de Basilea son varios, algunos de ellos fijos y otros variables. Y, conforme a la presión de los países industrializados sobre estos últimos, se van generando los términos "desecho", "residuo", "reciclaje", etcétera. Por tal razón se escuchó a tanta gente y se recibieron tantas opiniones, justamente para centrar el proyecto en lo que realmente debe ser y no sólo estudiarlo desde el punto de vista estricto de los desechos.
El artículo 19, Nº 8º, de la Constitución Política garantiza a toda persona el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación. Y el Estado, que tiene permanencia en el tiempo, debe velar y cuidar, a través de normativas inteligentes, oportunas, racionales y, muchas veces, bastante técnicas -como ésta, por ejemplo-, la naturaleza en la cual vivimos.
Hoy día, en Chile, el medio ambiente es un tema de prioridad para la autoridad política. En la mañana escuchamos a la CONAMA, al Ministerio de Educación, etcétera, y hemos visto que esos organismos están orientados un poco hacia el perfeccionamiento de la normativa que rige al medio ambiente y protege nuestros recursos, por cuanto en nuestro país el deterioro de éstos y del medio ambiente se encuentra, en algunos casos, en extremos verdaderamente peligrosos y, en otros, irreversiblemente perdidos, lo cual pone en serio riesgo nuestra calidad de vida, como es el caso del ecosistema de la Región Metropolitana.
Es razón prioritaria, entonces, recuperar estos equilibrios con diversas medidas políticas y normativas jurídicas -como ésta- que nos permitan estabilizar la relación "vida humana-medio ambiente" con desarrollos sustentables; protección inteligente del recurso básico; control y protección de nuestra población; uso regulado de las radiaciones; control y uso adecuado del agua, del aire y de la tierra, evitando o regulando los procesos de eliminación y reciclaje de desechos nucleares peligrosos para la salud humana y la vida en cualquiera de sus formas.
Este proyecto tiene como propósito solucionar los problemas de contaminación más graves para el medio ambiente, como es todo lo relativo al transporte y a la eliminación y reciclaje de desechos peligrosos.
Como se ha dicho, el problema en realidad es bastante complejo, pues no sólo se trata de la eliminación de un desecho, sino también del tratamiento técnico del residuo, de su potencial reciclaje y, en general, del impacto ambiental y económico que gira en torno a estos procesos, lo que constituye un problema no sólo de Chile, sino también de todos los países del mundo.
La ley establece claramente la prohibición de utilizar cualquier lugar de nuestro territorio, incluyendo el mar presencial, para el vertimiento de desechos peligrosos. Respecto de este punto en particular, los países -como se ha dicho- han suscrito diversos informes y tratados internacionales, entre los que se destaca el Convenio de Basilea , sobre control de estos desechos, sus movimientos fronterizos y su potencial eliminación. (Decreto Supremo Nº 685, de 1992, del Ministerio de Relaciones Exteriores).
Ése es un instrumento internacional de gran valor, pero se perfecciona o desarrolla bajo la pauta o dirección de países industrializados, los que, en algunas circunstancias, tienen marcados intereses económicos en la elaboración de los listados y sus distintas calificaciones con respecto a su potencial peligrosidad para la salud humana. Así ha ocurrido con el cobre, por ejemplo, que se declaró contaminante, con grave influencia para nuestro proceso económico. Los representantes de CODELCO han logrado revertir de alguna manera esta situación, pero es muy difícil influir en las decisiones de este exclusivo club de naciones desarrolladas y en sus intereses.
El proyecto reviste, entonces, una gran trascendencia, pues debemos diferenciar claramente el desecho, el residuo, el reciclaje y la calificación de subproductos, como lo son, por ejemplo, algunos derivados del cobre. Entre éstos cabe señalar los barros anódicos, los cuales tienen un importante porcentaje de materiales nobles, que son procesados en plantas especiales, o el Pet-Koque, entre otros.
Ese aspecto muy puntual, desde su perspectiva económica, produjo numerosas consultas encaminadas a apreciar desde distintos ángulos lo que el país requiere en su desarrollo, a fin de permitir una distinción entre residuos con valor económico y tecnologías de transporte, procesamientos altamente sofisticados y seguros, y verdaderos desechos. Esto implica que la peligrosidad del residuo no es intrínseca, sino que la determina un adecuado manejo y su potencial eliminación.
Desde otro punto de vista, el residuo y el desecho son importantes en sus definiciones y manejo, por cuanto un alto porcentaje -y dependiendo de la capacidad tecnológica- permite el reciclaje, concepto que constituye, en forma muy directa, un elemento fundamental para el desarrollo sustentable, que busca, entre otras cosas, disminuir el uso del recurso renovable y no renovable.
El proyecto regula un tema de absoluta actualidad, considerando la preservación de nuestro medio ambiente y la aplicación tecnológica en su eliminación. En mi opinión, su articulado cubre una amplia gama de posibilidades, de manera que la autoridad pueda flexibilizar distintas alternativas, como lo hace la Convención de Basilea para los listados de los Anexos Octavo y Noveno, que introducen un grado razonable de flexibilidad y adecuada cautela para algunos residuos o desechos.
El artículo 3º prohíbe el tránsito por el territorio nacional de desechos provenientes de otros países, con planes de manejo y cauciones que den garantías al efecto.
El artículo 4º determina las autoridades responsables del listado, su reglamento y las flexibilidades de la ley.
El artículo 5º autoriza el ingreso y el tránsito de residuos o desechos no contemplados en el listado, con lo cual se incentiva el reciclaje. Sólo quedaría por particularizar lo considerado en los Anexos Octavo y Noveno del mencionado Convenio.
El artículo 9º contiene las sanciones respecto de quienes en forma explícita contravengan las normas de esta ley en proyecto.
Además, la iniciativa consagra disposiciones básicas para regular o prohibir el ingreso y el tránsito de residuos o desechos peligrosos. Y es posible que en la discusión particular se perfeccionen algunos aspectos puntuales, que están referidos más bien a reciclajes y a las autoridades responsables. Sin embargo, se trata de un proyecto que cumple ampliamente con su propósito, razón por la cual es importante aprobarlo en su contexto general.
Gracias, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Hago presente a los señores Senadores que la Mesa limitará el tiempo de sus intervenciones para dar cumplimiento al Reglamento, porque existe la obligación de despachar el proyecto signado con el número 4 antes de que termine el Orden del Día. Tal vez, sería conveniente comenzar su discusión y darle aprobación después.
El señor DÍEZ.-
Señor Presidente, suspendamos el estudio de esta iniciativa y tratemos ese otro proyecto.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Las posibilidades son: o suspender su discusión hasta la próxima sesión, o iniciar la votación, pudiendo fundamentar su posición en primer lugar los señores Senadores que están inscritos. En seguida, con el asentimiento de la Sala en orden a prorrogar la hora de término del Orden del Día, conoceríamos de todas maneras el proyecto signado con el número 4.
¿Habría acuerdo para ello?
El señor URENDA.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor MARTÍNEZ.-
¿Cuál es la proposición concreta de la Mesa?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Señor Senador , ella consiste en clausurar el debate del proyecto en análisis, iniciar su votación y que los señores Senadores inscritos fundamenten su posición en forma prioritaria. Y una vez despachado, se entendería prorrogado el Orden del Día para tratar la iniciativa signada con el número 4 de la tabla, respecto de la cual hay acuerdo de los Comités para votarla en esta sesión.
El señor MARTÍNEZ.-
Señor Presidente , ¿se mantendría la hora de Incidentes?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Por supuesto, Su Señoría.
El señor DÍEZ.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Díez, que presentará una moción de orden.
El señor URENDA.-
Señor Presidente, he pedido la palabra para referirme a algunos temas.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Disculpe, señor Senador. Hay una moción de orden.
El señor DÍEZ .-
Señor Presidente , pido a la Sala que resuelva enviar de vuelta este proyecto a la Comisión, sin pronunciarnos sobre su contenido. Lo sugiero porque entre las normativas que la Comisión consideró para su estudio no estaba la Ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente. En efecto, el proyecto tuvo su inicio antes de la dictación de esa ley, y en ella se conciben facultades al Ministerio de Salud. En su oportunidad, el Jefe de la CONAMA, que asistió a la Comisión, pidió que esa entidad fuese la coordinadora y sugirió una serie de medidas, pero éstas no se hallan contempladas en el proyecto en análisis.
Es mi deseo que la iniciativa en debate, en materias tan importantes como las señaladas, tenga absoluta relación con la legislación vigente, que fue despachada después de que se presentara este proyecto. Según el informe de la Comisión, la ley sobre medio ambiente no fue considerada entre los estudios legales realizados.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Señor Senador , con su intervención, se está introduciendo en la discusión del proyecto.
El señor DÍEZ .-
Señor Presidente , sólo deseo que, como no fue considerado el cuerpo legal de la CONAMA y hay disposiciones que evidentemente no se ajustan a la Constitución -así se ha dicho en esta Sala-, la iniciativa sea enviada nuevamente a la Comisión.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Su Señoría, estamos en la discusión general. Por lo tanto, no es posible acoger su planteamiento.
El señor DÍEZ .-
Entonces, como Comité, solicito segunda discusión.
El señor HORVATH.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Se ha pedido segunda discusión, señor Senador.
El señor HORVATH.-
Señor Presidente , por lo menos deseo aclarar que el Senador señor Díez no ha leído el informe en plenitud, pues en éste se considera la mencionada Ley sobre Bases Generales del Medio Ambiente , y la Comisión de Salud nada puede hacer sin la contribución de la Secretaría General de la Presidencia, que preside a la CONAMA. O sea, es un absurdo lo que se está diciendo.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés ( Presidente ).-
Señor Senador, no es el momento de realizar esa discusión.
Se ha pedido segunda discusión por parte del Honorable señor Díez, que es Comité. Por lo tanto, de acuerdo con el Reglamento, se accede a ello.
--El proyecto queda para segunda discusión.
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- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/666282/seccion/akn666282-po1
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