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- rdf:value = " MEDIDAS PARA ENFRENTAR LA SEQUÍA. Proyectos de acuerdo.
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg ( Presidente ).-
La presente sesión fue solicitada a petición de 45 señores diputados, y tiene por objeto analizar las distintas alternativas para solucionar el problema de la sequía existente.
De acuerdo con el Reglamento, los 15 minutos previos corresponden al Comité de Renovación Nacional.
Al respecto, se me ha indicado que existe acuerdo entre Renovación Nacional y la UDI para compartir el tiempo inicial entre los Diputados de la Séptima Región norte, don Pedro Álvarez-Salamanca y don Sergio Correa.
Solicito la autorización para que pueda ingresar a la Sala don Ángel Sartori Arellano, secretario ejecutivo de la Comisión Nacional para la Sequía, invitado por los señores diputados que pidieron esta sesión.
Acordado.
Tiene la palabra el Diputado señor Pedro Pablo Álvarez-Salamanca hasta por siete minutos.
El señor ÁLVAREZ-SALAMANCA .-
Señor Presidente , la extrema falta de lluvias está próxima a transformarse en una verdadera catástrofe en el secano costero entre la Quinta y la Séptima Regiones, donde los ya alicaídos cultivos tradicionales son la base económica de la mayoría de los productores agrícolas.
A la fecha, el déficit de agua caída alcanza, en promedio, al 70 por ciento respecto del año pasado. La realidad que viven los habitantes de esos sectores rurales se observa en la pérdida de sus cultivos de trigo, arvejas, empastadas y praderas naturales.
Por si esto fuera poco, los frutales han perdido su floración debido a las heladas, frustrando las esperanzas tanto de medianos como de pequeños productores de fruta.
Estimaciones responsables indican que los daños ya sufridos en esta zona de secano costero y referidos sólo a productos anuales, más empastadas artificiales, alcanzarían a los 6 mil millones de pesos.
Lo más grave es que, según el último censo agropecuario, los afectados del secano son, en su gran mayoría, pequeños agricultores que cultivan principalmente trigo y leguminosas, rubros que, en algunos casos, alternan con la crianza de animales. Para este sector, la repetición de años secos ha sido una triste experiencia, pues sus cosechas se han ido reduciendo en forma permanente y se teme que en los próximos años algunas de las especies del rubro leguminosas simplemente desaparezcan, al igual que las oleaginosas, lana y carne de ovino y caprino.
Compleja, pero distinta, es la realidad de los agricultores y habitantes rurales del valle central, donde, en general, la acumulación de agua en diferentes embalses les permitirá regar, aunque con restricciones, sus cultivos de primavera en la presente temporada.
Lo concreto es que la única esperanza para el futuro es tecnificar el riego, con el fin de acumular agua cuando abunde y utilizarla racionadamente cuando se necesite.
Por ello, no puedo dejar de referirme a la tan conocida y campanilleada ley de riego, cuyos recursos aumentan todos los años, según el Gobierno, de manera que más y más agricultores puedan tecnificar sus predios. Esta ley, además de contar con recursos muy por debajo de lo que se requiere -lo digo porque son cientos los agricultores que deben financiar con préstamos bancarios sus proyectos de riego y esperar luego más de tres años para recibir su bonificación, siempre que hayan aportado más de un 60 por ciento del costo del proyecto-, presenta dos problemas que, a mi juicio, deben subsanarse a la brevedad.
En primer lugar, en uno de sus programas dirigidos a los agricultores en general, se debe acotar a quién o a quiénes se quiere llegar, pues está ocurriendo lo mismo que sucedió con la ley de fomento forestal, el decreto Nº 701, el cual, si uno lo analiza en el tiempo, sólo benefició a las grandes empresas forestales con el subsidio.
Algo parecido sucede hoy con la ley de riego. En los llamados a concursos de subsidio al riego, cualquiera puede ver a grandes empresas vitivinícolas o frutícolas, incluso transnacionales, que postulan millonarios proyectos que perfectamente podrían financiar sin tener que recurrir a este beneficio estatal, restando con ello oportunidades para acogerse al subsidio a miles de medianos agricultores, los cuales no pueden competir con ellos respecto de los aportes que debe efectuar el beneficiario para hacer elegible el proyecto. Hay que acotar estas postulaciones, con el objeto de entregar el beneficio a quienes necesitan hacer las obras de riego para mejorar sus campos y que no las realizan simplemente porque no tienen cómo cubrir con recursos propios aquella parte que no les financia el Estado.
En segundo lugar, el programa de riego campesino tampoco opera con la efectividad requerida. He podido comprobar y observar cómo se instalan carísimos sistemas mecánicos de riego a pequeños agricultores, pero luego se les deja abandonados a su suerte, por lo que esas inversiones se destruyen por mal uso o por desuso.
En esta materia, sería bueno que el Gobierno entregara a los pequeños agricultores...
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg ( Presidente ).-
Perdone que interrumpa a su Señoría.
Ruego a los señores diputados tomar asiento y guardar silencio para escuchar la intervención del representante de la Séptima Región norte, don Pedro Álvarez-Salamanca .
Además, me permito recordar a los miembros de la Comisión de Régimen Interno que sesionaremos simultáneamente con la Sala, por aproximadamente dos minutos, en la Sala de Lectura.
-Hablan varios señores diputados a la vez.
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg ( Presidente ).-
¡Llamo al orden al Diputado señor Moreira!
Puede continuar el Diputado señor Álvarez-Salamanca .
El señor ÁLVAREZ-SALAMANCA .-
Respecto del programa de riego campesino, decía que sería bueno que el Gobierno entregara a los pequeños agricultores un bono de asesoría tecnológica para ser usado por ellos, no sólo a través de empresas de asesoría agrícola, sino por medio de profesionales del sector agropecuario que actúen independientemente y estén inscritos en algún registro del Ministerio de Agricultura. Es necesario que el agricultor escoja la asesoría y no que los organismos del Estado asignen vastas zonas agrícolas a empresas de asesoría técnica, que constituyen verdaderos enclaves, a los cuales deben acogerse los pequeños agricultores para recibir, muchas veces, una muy incipiente asesoría tecnológica.
Otro tema destacable, que ha aflorado de nuevo con esta sequía, son los diferendos entre los regantes y las generadoras eléctricas. El problema es regar o generar electricidad. ¿Cómo compatibilizar ambas cosas? ¿Es posible la agricultura sin agua? Por supuesto que no; pero sí es posible generar energía eléctrica sin agua. Hay que reforzar esa área porque es inaceptable que permanentemente sean los agricultores, los habitantes de las zonas rurales,...
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Le queda un minuto, señor diputado .
El señor ÁLVAREZ-SALAMANCA .-
...quienes ven conculcados sus derechos, porque las empresas eléctricas tienen los recursos, los abogados y las influencias para manejar las aguas de los distintos ríos y embalses de nuestro país.
Primero, la resolución Nº 105, de 1984, cercenó los derechos de agua de los regantes de los ríos Maule y Melado . Hoy, a los regantes del río Laja también les cercenan sus derechos las generadoras eléctricas de la zona. Por esa razón, sufrirán grandes pérdidas en sus cultivos y praderas artificiales.
Pero no sólo la resolución Nº 105 y la hegemonía de las generadoras están afectando a los agricultores. A ellos también les interesa el medio ambiente. En materia medioambiental, sería bueno suspender la ejecución de las obras del proyecto Ralco , que pretende utilizar aguas del río Biobío para generar energía eléctrica, el cual no cuenta con la simpatía de los agricultores y de los habitantes del mundo rural. Lo más cuerdo sería...
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiempo, señor diputado .
El señor ÁLVAREZ-SALAMANCA .-
... construir una central termoeléctrica y no seguir utilizando aguas de ese río, porque el día de mañana, la falta de ese elemento afectará a los pequeños agricultores.
Ésta es la gran oportunidad para analizar no sólo el tema de la sequía, sino qué queremos para la vida rural. Se ha estimado que en los próximos 15 años en materia de ruralidad, se habrá bajado del 15 al 8 por ciento, y que la única forma de revertir ese proceso es dando atención integral a la gente de ese mundo y no sólo preocuparse del tema de la sequía.
Desgraciadamente, no puedo continuar. Pido autorización a la Mesa para insertar el resto de mi discurso en el boletín de sesiones.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Así se procederá, señor diputado .
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg ( Presidente ).-
Tiene la palabra, hasta por trece minutos, el Diputado señor Sergio Correa.
El señor CORREA .-
Señor Presidente , hemos pedido esta sesión especial con el objeto de analizar, junto con el Ministro de Agricultura y el secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Sequía, la crítica situación que afecta a la zona centro sur del país.
Sin duda, estamos enfrentando el año más seco del siglo. La cantidad de lluvia caída, el estado de los embalses y la situación de los ríos así lo demuestran. Esta sequía es mucho peor que aquella que nos afectó durante 1996 y 1997. Repito que las precipitaciones normales y reales a la fecha en algunas localidades y regiones lo confirman. En La Serena, antes de la última lluvia, había un déficit de agua de 78 por ciento; en Pudahuel, de 73 por ciento; en Curicó, de 80 por ciento, y en Chillán, de 59 por ciento. El registro pluviométrico del secano costero de San Antonio y de las regiones Sexta y Séptima, define como catastrófico el año cuando las precipitaciones son inferiores a 200 milímetros, por la imposibilidad de efectuar cultivos anuales y por la muerte de gran parte del ganado. Un año seco presenta precipitaciones entre 200 y 250 milímetros, lo que determina fuertes bajas en los rendimientos de los cultivos. Pues bien, al 30 de agosto, antes de la última lluvia, en San Antonio se registraron 45 milímetros de agua en relación con el promedio anual de 297 milímetros a esa fecha, lo que equivale a un déficit de 84 por ciento, mucho mayor que durante la sequía de 1945, en la cual se acumularon -en la misma fecha- 65 milímetros.
Para mayor información, en la provincia de Curicó, el río Lontué, que es muy generoso porque se alimenta de ventisqueros ubicados muy al interior de la cordillera, en 1996, a la fecha, traía 50 metros cúbicos por segundo; hoy, sólo 30 metros. Este río permite regar más de tres mil hectáreas de frutales, las que, sin duda, se verán seriamente perjudicadas.
El río Teno, otro de los que riega la hoya hidrográfica de la provincia, abastece a 56 canales, con 3.549 regadores. Un regador permite regar, en épocas normales, 10 hectáreas y, regularmente, trae 10 litros por segundo; hoy, sólo trae dos litros; es decir, está en 20 por ciento de su capacidad normal.
De acuerdo con estos cálculos, se puede diagnosticar, con absoluta certeza, que la sequía de 1998 es de carácter catastrófico y que las medidas que se implementen deben estar acordes con ella.
Si a lo anterior agregamos la rentabilidad negativa de muchos cultivos, provocada por la competencia desleal de productos importados con precios subsidiados, la baja de los aranceles y el alza de los intereses, sin duda estamos frente a la agonía de una actividad que acarreará cesantía generalizada y una recesión de insospechada gravedad.
Ahora bien, si analizamos la forma como se enfrentaron las pasadas sequías de 1996 y 1997, podemos apreciar que se cometieron muchos errores que deberían corregirse si no queremos tener un desastre de proporciones. En esa oportunidad, se realizó también una sesión especial en la Cámara, a la que asistieron los Ministros de Obras Públicas y de Agricultura. En esa ocasión, el Ministro de Obras Públicas señaló la fuerte inversión que el Estado había hecho en obras de riego, lo cual reconocemos, pero ha sido destinada a incorporar nuevos suelos en vez de mejorar el riego.
Recursos manejados por diferentes reparticiones públicas, como la Comisión Nacional de Riego, el Indap, el Ministerio de Obras Públicas y la Corfo, dificultan reconocer la existencia de una verdadera política de fomento al respecto, que el Ejecutivo tiene la obligación de aclarar y dar a conocer con precisión.
Según los informes presentados por el Ministerio de Agricultura durante la discusión presupuestaria de 1997, la cifra destinada a riego fue de 103 millones de dólares en diferentes programas: riego campesino, Odepa , en grandes y medianas obras. Estas últimas se llevaron el 60 por ciento de los subsidios, es decir, la Concertación gasta más de cien millones de dólares al año en riego, por lo que parece razonable exigir que se den a conocer en el Parlamento los resultados e índices sobre cómo se están invirtiendo esos recursos. ¿Cuántos pozos y obras financiadas por el Indap están hoy inutilizados? ¿Son definitivas esas inversiones, o más bien, reactivadas a las condiciones, circunstanciales de sequía? Necesitamos conocer los resultados de dos estudios efectuados por el Indap en 1997: uno sobre riego campesino, y otro respecto de la devaluación de la ley Nº 18.450, de riego.
Un informe de la Dirección de Presupuestos durante 1997, donde se evalúa la operación de la ley Nº 18.450, establece una serie de problemas que es necesario superar: debilidades en la inspección técnica y demora en la recepción de las obras; no hay objetivos de los resultados; presupuestariamente no están separados los recursos para la agricultura pequeña e industrial. De hecho, un 60 por ciento de los subsidios están orientado a la pequeña agricultura, los cuales deben sumarse a los manejados por el Indap.
En resumen, existen graves deficiencias en la presentación de la información respecto de este tema, y de otros del Ministerio de Agricultura, que deben ser superadas en la discusión presupuestaria de 1999. Dicho Ministerio debe colaborar con los parlamentarios para que podamos ejercer nuestro papel fiscalizador y representar los intereses de nuestros distritos.
A nuestro juicio, ante la emergencia que estamos viviendo, se deben adoptar las siguientes medidas:
1º Ubicar aquellas provincias o comunas más afectadas, en especial las del secano costero, y declararlas zonas de catástrofe. Ello permite la flexibilización de trámites para la adquisición de forrajes y la construcción de pozos profundos.
2º La Comisión Nacional de Sequía debe tener carácter permanente y abocarse a hacer un diagnóstico del recurso agua, tanto de los ríos como del agua subterránea, que permita adoptar decisiones con tiempo y no cuando tengamos años secos.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Diputado Correa , han concluido sus ocho minutos previos; a continuación, ocupará cinco minutos de la bancada de la UDI.
El señor CORREA.-
Bien, señora Presidenta.
3º Crear un Fondo Nacional de Sequía, o un seguro contra catástrofes, con un financiamiento mixto focalizado hacia los pequeños agricultores de las zonas predeterminadas como de mayor riesgo.
4º Concesión de créditos blandos, a través del Indap y del Banco del Estado, para la adquisición de bombas destinadas a pozos profundos. Al mismo tiempo, permitir que la ley de riego sea más ágil y que los concursos sean realmente operativos.
5º El esfuerzo del Estado debe estar fundamentalmente dirigido a mejorar el riego en zonas deficitarias y en aquellas que en el último tiempo se han transformado en fuente de divisas para el país: las productoras de fruta y la industria vitivinícola.
Nuestra zona de Curicó produce el 30 ó 40 por ciento de las manzanas y el total del vino del país, pero requiere el apoyo del Estado para la construcción de embalses de precordillera que permitan paliar la situación que estamos viviendo este año. Normalmente, las aguas invernales se pierden, pero es posible juntarlas para el verano.
Esperamos que el Gobierno reaccione y permita a muchos compatriotas salir de este verdadero drama por el que están pasando. Sin ayuda oportuna y efectiva, sencillamente muchos agricultores están destinados a desaparecer.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
En el tiempo del Comité del Partido Demócrata Cristiano, tiene la palabra, hasta por cinco minutos, el Diputado señor Zarko Luksic.
El señor LUKSIC.-
Señora Presidenta , especialistas, meteorólogos y geógrafos han indicado que la disminución pluviométrica que afecta al país, y en especial a la Región Metropolitana -que me importa para estos efectos-, ha pasado a ser una situación permanente. Quiero decir que la sequía ya no es excepción, sino lo ordinario, lo regular.
En mi carácter de diputado por el distrito Nº 16, represento a Tiltil, Lampa y Colina, importantes zonas agrícolas de la Región Metropolitana que otorgan fuente de trabajo a miles de hombres y mujeres, tanto en las actividades de las hortalizas como también de la fruta. Y son, en un área con graves problemas de contaminación, un verdadero pulmón verde para el suelo y el aire.
La Región Metropolitana, en las localidades que mencioné, vive una dramática paradoja. Por un lado, Santiago necesita crecer para albergar a miles de personas que no tienen vivienda, colegios ni consultorios; pero, por otro, se demanda la mantención de las zonas agrícolas y la preservación de la naturaleza. Claro ejemplo de ello es el esfuerzo realizado con el plan intercomunal de Chacabuco, donde se ordena su territorio norte en lugares urbanos, agrícolas e industriales.
¿De qué sirve establecer zonas de producción agrícola en terrenos del sector norte de la Región Metropolitana que tienen rentabilidad mínima o, más todavía, negativa, frente a otros, en esos mismos lugares, en Chicureo, El Alba, Batuco, Lampa , incluso en algunos rurales de Pudahuel, que han aumentado su valor en 10 y 20 veces?
¿Qué ocurre? En la práctica, los terrenos que se quieren preservar como áreas rurales y agrícolas, que constituyen un pulmón verde y un verdadero huerto de hortalizas frescas para Santiago, se han transformado en las fatídicas parcelas de agrado.
En la actualidad, desarrollar la actividad agrícola en Lampa, Batuco, Tiltil y Colina, constituye casi una labor quijotesca o, simplemente, un suicidio. ¿Por qué? Porque si el Servicio de Salud Metropolitano del Ambiente, Sesma , detecta que las aguas están contaminadas, aplica multas u ordena, incluso, la destrucción de las siembras.
Por otro lado, está el endeudamiento permanente con los bancos y con organismos gubernamentales, como el Indap.
Por eso, ¿están dispuestos el Gobierno y los órganos regulares a mantener esas zonas agrícolas? Si la respuesta es afirmativa, que se tome seria y responsablemente la decisión de ayudarlas.
¿Qué ocurre frente a la sequía? Muchos sectores, como Montenegro y Rungue , ni siquiera tienen posibilidades de pozos y debe procurárseles el agua potable mediante carros aljibe.
¿Por qué no se declara zona de emergencia por sequía a los sectores rurales de la Región Metropolitana? Tampoco hay interés por construir embalses, porque son zonas pequeñas.
Reitero, existe la paradoja enorme de que las autoridades quieren mantener esas zonas como agrícolas, pero no brindan ninguna ayuda.
Por consiguiente, de manera formal, quiero solicitar al Gobierno, por medio del Ministro de Agricultura , que declare zona de emergencia por sequía los sectores rurales de la Región Metropolitana, los que represento y los que integran las comunas de Melipilla, Alhué , etcétera.
Es necesario proveer con camiones aljibe aquellas zonas donde no existe la posibilidad de conseguir agua para el consumo humano y dar, además, algún tipo de ayuda para mantener a los animales, que están muriendo por falta de alimentos.
Es primordial otorgar facilidades y, especialmente, que el Servicio de Salud Metropolitano del Ambiente no se constituya en un verdadero obstáculo para el desarrollo agrícola.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra, hasta por seis minutos, el Diputado señor Pablo Lorenzini .
El señor LORENZINI .-
Señora Presidenta , es hasta simpático escuchar a mi camarada Luksic pedir que se declaren zonas de emergencia algunas localidades de Santiago.
Los dos diputados de la Séptima Región que me han precedido en el uso de la palabra han planteado el problema, porque éste no tiene distingos políticos.
Mi distrito -el Nº 38-, según los índices, es el más rural del país. De nueve comunas, ocho y media son rurales, y más de la mitad de la gente vive en el campo.
A nivel regional, el sector agrícola representa el 30 por ciento del producto interno bruto y el 35 por ciento de la mano de obra.
Trigo, maíz, azúcar y arroz son los principales productos a nivel nacional. ¿Quiénes los producen? Pequeños agricultores y campesinos.
He sido bastante crítico con mi gobierno regional, pero esta vez quiero felicitarlo, pues hay que ser justo. Se ha realizado un buen trabajo preventivo respecto del tratamiento de la sequía, pero eso no basta.
También se ha producido una conjunción entre el sector privado y el público. Sus estudios han posibilitado formular planes respecto del ganado, adelantar las veranadas, vender los animales que están con problemas, limpiar los canales, buscar alternativas, etcétera. Debemos ser positivos para mirar el futuro.
Algunos colegas lo han dicho: a estas alturas del partido, la lluvia ya no llegó, y la sequía es un hecho, incluso para el próximo año.
Señor Ministro , el problema está en el desempleo que se nos avecina. La crisis asiática, los aranceles, el Mercosur, la sequía y un seremi de Agricultura que está más preocupado de las licitaciones que de su trabajo, hacen caótica la perspectiva en este sentido.
Quinientos mil desempleados se espera para los próximos meses. Este problema lo analizaremos con motivo de la discusión del proyecto de ley de presupuestos, que pronto discutiremos en la Comisión de Hacienda.
Se vive una etapa restrictiva. Desde el punto de vista agrícola, el crecimiento es cero.
Me preocupan los desocupados, cuya cifra será aumentada con los temporeros. Por eso, pido al señor Ministro que, con seriedad, sensibilidad social, madurez política y realismo, considere la declaración de zona de catástrofe de nuestra región.
En realidad, se necesitan recursos nuevos, especiales, para que los organismos regulares, específicamente, los focalicen a las personas que van a sufrir.
Quienes visiten comunas alejadas de la Panamericana Sur, que es una especie de centro de operaciones, verán en las esquinas -ya debe haber ocurrido con mis colegas diputados de la región- a jóvenes parados en días de semana, a toda hora.
El problema radica en que se sembró menos, en que no se tiene confianza, en que hay susto por la crisis asiática, quizás más de la cuenta, y en que los recursos que se necesitan no sólo deben ser focalizados a las empresas eléctricas, a los grandes embalses, a los grandes canales. Se requiere ayuda directa al campesino, al joven que está sin trabajo, al que se le terminó la temporada, al que está en su casa sin producir.
Es indispensable el trabajo mancomunado de los parlamentarios, de los alcaldes, de los concejales, de las fuerzas vivas de la zona. No basta la tecnificación que se programa desde la oficina, tomando cafecito en la mañana y en la tarde. Hay que ir a terreno y ver la realidad.
La intención y la planificación están -rei-tero mi felicitación al gobierno regional-, incluso los recursos; pero sentimos que, por algún motivo, no se sale a flote. Por el contrario, parece que cada día nos vamos más a pique.
Señor Ministro , usted, que ha recorrido la zona, sabe que la declaración de emergencia no es suficiente. Por eso, dados los esquemas actuales, le solicito, con toda corrección, evaluar la posibilidad de declarar zona de catástrofe a algunas comunas, sobre todo a las que componen el secano costero y el secano precordillerano, que están sufriendo mucho más de lo que se ha estimado.
Así, al menos, se podría pasar lo que queda de este año. Ojalá el próximo haya un poco más de agua, y mi amigo y camarada Luksic no tenga problemas en la Región Metropolitana.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el Diputado señor Naranjo, hasta por cuatro minutos.
El señor NARANJO.-
Señora Presidenta , el problema lo hemos abordado en varias ocasiones en la Sala. Para mucha gente experta en la materia, resulta extraordinariamente difícil entender por qué nuestro país, que tiene fuentes naturales diversas, vive enfrentado a frecuentes sequías. Por eso, para resolverlo con seriedad y profundidad, deben hacerse propuestas audaces.
Con el ritmo de gastos que tiene el Ministerio de Obras Públicas, es evidente que no dispondrá de recursos para dar seguridad de riego a la estructura productiva, que cada día es más exigente en materia de agua. Entonces, no debe tenerse miedo.
Así como se han licitado carreteras para mejorar la infraestructura vial, ¿por qué no se hace lo mismo con los embalses? Estoy seguro de que con un programa en esta dirección se mejoraría enormemente la capacidad de riego. De lo contrario, con los pocos recursos del Estado, pasarían muchos años para lograr ese objetivo.
Confiemos en la capacidad empresarial del sector privado. A través de sus inversiones se podrían construir nuevos embalses para resolver definitivamente el problema.
Es bueno hacer resaltar que los productores agrícolas pagan dos veces el agua. Es la única actividad productiva en que esto ocurre: a través de las contribuciones, si sus suelos son clasificados de riego, y cuando deben pagar los derechos correspondientes para que el agua llegue a sus campos.
¿La minería paga por usar el agua? No, al igual que otras actividades productivas. Entonces, ¿por qué se castiga a la agricultura?
Por lo tanto, corresponde implementar un sistema moderno, audaz, que posibilite que el sector privado -que ya lo ha hecho en infraestructura vial y en otros campos de la actividad productiva- también realice inversiones en embalses y en diversas obras de infraestructura de riego. No tengo duda alguna de que, con ello, el país resolverá los problemas de riego existentes, y no ocurrirá lo que ningún experto internacional en materia de sequía entiende que suceda en nuestro país: que cada vez que existe sequía recurramos a estas lamentaciones, que, si bien parecen lógicas y naturales, a través del tiempo no ameritan que sigamos discutiendo sobre el tema, porque somos nosotros, no la naturaleza, quienes podemos solucionar el problema con propuestas inteligentes y audaces y enfrentar los desafíos del mañana.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el Diputado señor Patricio Walker.
El señor WALKER (don Patricio).-
Señora Presidenta , en realidad, estamos analizando una situación bastante dramática y compleja que se concentra en algunas regiones del país.
En la Cuarta Región, Coquimbo, cuyo distrito electoral Nº 8 tengo el honor de representar, vivimos una situación bastante dramática como consecuencia de la sequía. Durante cinco años fuimos víctimas de una sequía implacable, que afectó a crianceros, agricultores y a gran parte de la población. Sin embargo, cuando el año pasado nos alegrábamos porque al fin veíamos caer la lluvia, su intensidad provocó inundaciones y, dos días después, sufrimos un terremoto, implacable no sólo por el daño que causó a la infraestructura de viviendas, escuelas y edificios, sino porque también afectó a los pequeños mineros y a mucha gente que vive de la agricultura, que vieron derrumbarse sus viviendas.
Este año, con la sequía que hemos sufrido, las personas que no reciben el agua almacenada por los embalses Cogotí, La Paloma y Recoleta han sufrido tremendamente. Hoy, en nuestra región, hay 15 mil cabezas de ganado caprino perdidas, lo que ha causado una pérdida inicial de aproximadamente 2.000 millones de pesos.
De manera que la situación de los crianceros es muy difícil, no sólo porque han debido adecuarse a las nuevas exigencias de higiene y fitosanitarias del Código Sanitario, que por su estrictez implican que deben modernizar su tecnología para la elaboración del queso de cabra, del charqui y de la carne, sino también porque la falta de agua ha sido dramática para los sectores de secano que hoy no se benefician con el agua almacenada.
Por eso, hoy queremos pedir al Gobierno su apoyo muy fuerte, decidido y claro para ayudar a los crianceros, particularmente en lo que dice relación con inversiones en empastadas y en forraje, a fin de poder afrontar en el corto plazo el drama que estamos sufriendo. Asimismo, necesitamos recursos para apoyar los fletes, el talaje y para que los crianceros puedan trasladar su ganado caprino a las veranadas a buscar pasto y alimentarlo y, fundamentalmente, que se efectúen inversiones en obras de riego menores para los agricultores y crianceros del país.
El problema en nuestro país no se reduce sólo a la falta de agua, sino, además, a que no cuidamos la que tenemos. En ese sentido, debemos invertir fuertemente en obras de riego, profundización de pozos, almacenamiento y conducción adecuada del agua, y en revestir los canales, a fin de que no llegue al mar.
Finalmente, es de esperar que recibamos a la brevedad el proyecto de ley que prorroga la vigencia de la ley de riego, puesto que bonifica parte de las inversiones que los agricultores realizan en obras de riego en nuestro país y, fundamentalmente, que se faculte a los cores, al gobierno regional y a la intendencia para que creen programas flexibles de contratación y absorción de mano de obra.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el Diputado señor Vega.
El señor VEGA.-
Señora Presidenta , en primer lugar, quiero referirme al planteamiento formulado por el Diputado señor Naranjo . Si bien podría ser correcto, no debemos olvidar que, respecto de las aguas, hoy existen dos grandes empresas que tienen tuición sobre ellas: Endesa y el Senador Francisco Javier Errázuriz .
Por otro lado, también afirmó que los agricultores pagaban el agua mediante las contribuciones. Creo que nosotros pagamos dos veces, porque quienes estamos “colgados” de la luz para elevar el agua, también pagamos altas sumas de dinero durante el invierno, época en que prácticamente no la ocupamos.
Pero quiero referirme al problema de la sequía, porque soy de una zona de rulo y, desde hace muchos años, represento en el Congreso a una zona que nunca ha tenido agua: la provincia de Maule, en especial Cauquenes , Chanco , Empedrado y Nirivilo, que hoy pertenece a otro distrito.
De manera que estamos acostumbrados a la sequía; sin embargo, la que nos afecta hoy no es la causa de que la agricultura viva una situación tan catastrófica. El motivo principal radica en que llevamos dos años de merma en las cosechas; además, las últimas medidas tomadas han ido en perjuicio de la agricultura tradicional.
Hace algunos años se realizó un estudio sobre la producción de vino en la región del Maule. Una de las actividades que algo deja en la zona es la exportación de vinos, en particular de los que se producen en Cauquenes, que hace poco ganaron medallas de oro en certámenes realizados en Bélgica y Holanda. Hoy vivimos el “boom” de la vitivinicultura.
Hace algunos años, cuando el Ministro de Agricultura era don Emiliano Ortega -técnico en la materia-, existía la posibilidad de modificar el decreto Nº 701, que favoreció durante mucho tiempo a la forestación y le cambió la cara a la zona de Cauquenes, con la plantación de 100 mil hectáreas de pino, debido a lo cual hoy vemos un mejor futuro para la juventud. Existía la idea de que, mediante dicha modificación del decreto Nº 701, se podría fijar un porcentaje para ir en ayuda de los pequeños y medianos vitivinicultores, a fin de que plantaran cepas finas, cambiando de esa forma la cara a la zona de secano.
Pero no sucedió así, y hoy el Gobierno podría tomar la decisión de llevar a cabo un plan piloto, hacer un cambio radical y ayudar a la producción de vino, que, por su reconocida calidad, está vendiéndose en todas partes del mundo.
Al visitar mi zona, el Ministro de Agricultura -lo he visto allí sólo una vez; espero que durante todo este tiempo haya aprendido- ha dicho que la agricultura está bien porque hay plantada una lechuga o, lisa y llanamente, un buen huerto local; sin embargo, la agricultura día a día muere un poco, porque no recibe ayuda del Estado.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra, por cinco minutos, el Diputado señor Ceroni .
El señor CERONI .-
Señora Presidenta , quiero expresar en forma muy breve -como lo han hecho otros parlamentarios- nuestra tremenda preocupación por lo que significa la sequía para la agricultura, en particular para el distrito 40, que represento, en donde el déficit de lluvias oscila entre el 40 y el 60 por ciento, en relación con los promedios históricos.
Consideramos positiva la medida adoptada por el Gobierno de declarar zona de emergencia diversas comunas del país, como una forma de ir en ayuda de los sectores más afectados. Esperamos que los programas anunciados sean efectivos y lleguen al agricultor directa y concretamente. No hay duda de que debemos estar alertas sobre cómo se sigue desarrollando la sequía, de manera que, si es necesario, el Gobierno adopte medidas mucho más efectivas que la declaración de zonas de emergencia, a fin de paliar las graves pérdidas económicas que deberán sufrir los agricultores.
Pero, en esta oportunidad, quiero llamar la atención sobre el uso del agua y la importancia de este recurso en época de sequía, y sobre el hecho de que nuestra legislación no es la adecuada para valorar debidamente el recurso agua.
En Chile tenemos un sistema en que los derechos de aprovechamiento de agua son otorgados por el Estado en forma gratuita a los particulares que los solicitan; pero la conservación del recurso y su mantención en poder de quienes lo solicitaron trae consigo una serie de graves consecuencias. En gran medida, no tenemos un sistema que obligue a los particulares a usarlo en algo productivo, y muchas veces vemos cómo se pide la concesión, pero el recurso no es utilizado en forma adecuada.
Creo que existe una falencia en nuestra legislación, en cuanto a la implementación de medidas que obliguen al poseedor de un recurso otorgado por el Estado a que lo use efectivamente en algo productivo, de manera que, en caso contrario, tal derecho -como lo señala la reforma al Código de Aguas- pueda ser revocado.
Por lo tanto, frente a la importancia que tiene el recurso agua, debemos procurar que sea usado con fines productivos y que no sea acaparado, con las graves consecuencias económicas que ello implica. En el fondo, nuestro sistema legal incentiva el acaparamiento y la especulación de los derechos de aguas, anomalía que debemos corregir. Espero que el Senado tramite en forma urgente el nuevo Código de Aguas y, en definitiva, acepte toda la teoría del cobro por el no uso del agua.
También debo llamar la atención sobre la importancia que involucra el acaparamiento de agua, incluso por la incidencia que tiene en el costo de la energía. En efecto, según estudios realizados por la Comisión Nacional de Energía, la hidroeléctrica puede subir un 20 por ciento en caso de que un operador que controle un gran volumen de agua no ponga en marcha algún plan para construir una central hidroeléctrica de gran magnitud. De modo que en Chile -y eso es lo grave- determinadas empresas pueden solicitar la concesión de enormes volúmenes de agua sólo para acapararlos y no usarlos en una central hidroeléctrica, con lo cual perfectamente podrían hacer subir el costo de la energía.
Por eso es un tema de gran preocupación y, a raíz de la sequía, debemos estar muy alertas sobre la manera de lograr una legislación que obligue a que el agua se use eficientemente y en forma productiva.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el Diputado señor Jaime Jiménez, hasta por cinco minutos.
El señor JIMÉNEZ.-
Señora Presidenta , evidentemente, las escuálidas gotas de lluvia caídas hace algunos días en la zona central no han eliminado el riesgo y el drama que, en este minuto, afecta a tantas familias campesinas.
A la hora de analizar este problema, es bueno hacerlo desde una perspectiva de desarrollo integral para que las medidas que hoy se intentan aplicar en el país surtan efecto.
Cuando recorro parte de mi distrito, me preocupa ver que el esfuerzo que se hizo durante la reforma agraria que inició el ex Presidente Frei Montalva , de redistribuir la tierra entre aquellos que la trabajaran y la hicieran producir, ha ido en un sentido absolutamente inverso, en dirección opuesta, y se están recomponiendo las grandes pertenencias de tierras en manos de un solo propietario o de muy pocos. Entonces, nos encontramos con las grandes empresas, con el señor Vial y Super Pollo , Ariztía y hacienda Chorombo, Costa, que están comprando estancias y reconstituyendo los grandes predios. Sin embargo, los pequeños agricultores que no tienen para trabajar su tierra van desapareciendo y volviendo al estado en que se encontraban con anterioridad al Gobierno del Presidente Frei Montalva .
Esto me preocupa más aún, cuando veo que esa discriminación también se ve -y debo decirlo con toda franqueza, aprovechando la presencia del Ministro - en la atención que hoy se da a quienes sufren los efectos de la sequía. Ustedes se preguntarán qué tiene que ver una cosa con otra. Hoy, en “El Mercurio” de Santiago, se dice -y ya hace quince días hubo señales en otros medios de comunicación- que 2.800 millones de pesos extras se invertirán en el sector agrícola para afrontar la situación causada por la sequía. Lo curioso es que de esta cifra sólo se considera la mitad de ella, casi mil millones de pesos, para la Sexta y Séptima Regiones. Se indica que el monto incluye créditos blandos a pequeños agricultores por un total de 450 millones de pesos, monto destinado fundamentalmente a la compra de forraje para los animales de las regiones Sexta y Séptima. Además, una cantidad cercana a los 500 millones de pesos se reservó para otras obras pequeñas y medianas en las mismas regiones, y el grueso del aporte, 1.800 millones, será destinado a hacer obras de regadío desde la Cuarta a la Octava Regiones.
Pero, ¿qué pasa con los pequeños agricultores que están, por ejemplo, en la Región Metropolitana? ¿No tienen derecho ni pueden acceder al beneficio que hoy el Gobierno implementará para paliar el problema producido por la sequía? Pues bien, a lo mejor, sería bueno que el señor Ministro sepa que los animales que se llevan a remate a la Feria Tattersal, por ejemplo, en Melipilla -que cubre y da servicio a gran parte de la zona central-, se están muriendo antes de entrar a remate, por el estado en que se encuentran. Ése es un dato objetivo.
Cuando se recorre el campo y se ve a las familias de nuestra zona, advertimos la dura realidad que viven. Sin embargo, comunas como San Pedro y Alhué -que tienen una situación muy similar a la de Navidad, que sí está considerada en la situación de emergencia-, no se han incluido en ningún tipo de obras o de recursos extraordinarios para paliar las consecuencias de la sequía, lo que considero absolutamente injusto, si vemos que hoy los grandes poderosos de la tierra tienen cómo hacer sus obras de riego y pueden acceder al subsidio que, incluso, el Gobierno tiene para grandes obras de riego; construyen pozos profundos, salvan su agricultura y hacen que su campo sea productivo. Eso está bien, nadie está en contra de ello, pero los pequeños agricultores, aquellos que no tienen cómo realizar estas obras, no sólo van perdiendo la posesión de la tierra, sino que tampoco tienen acceso a mayores recursos para enfrentar la sequía.
Por eso, reitero mi petición de que el propio Ministro supervigile la preparación de los decretos, a fin de evitar que funcionarios que, a lo mejor, no tienen una visión exacta del problema, lo hagan detrás de un escritorio sin tomar en cuenta el deber del Gobierno de asistir a quienes más requieren la ayuda del Estado para mejorar su calidad de vida y enfrentar situaciones extremas como ésta.
Si vamos a enfrentar la sequía e implementar medidas al respecto, debe hacerse en forma justa, equitativa y pensando, sobre todo, en las familias que más necesitan de ayuda para sortear estas dificultades.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el Diputado señor Iván Mesías.
El señor MESÍAS.-
Señora Presidenta , no cabe duda de que la gran afectada por la ausencia de lluvia es la agricultura y, particularmente, los sectores de secano, precordillerano y costero. Como siempre ocurre, los fenómenos adversos de la naturaleza tocan con mayor intensidad a los pequeños y medianos productores, los más indefensos y, generalmente, los más endeudados. Su situación en medio de esta crisis es realmente dramática, de manera que el debate al que hemos sido llamados para analizar el problema se justifica plenamente.
La reactivación de la Comisión Nacional de la Sequía ha sido oportuna porque ha estado implementando diversas medidas. Se ha declarado emergencia por sequía en 33 comunas entre la Sexta y Séptima Regiones, lo cual se ha traducido en asegurar el abastecimiento de agua a las poblaciones rurales mediante camiones aljibe, y, en programar riego y forraje a los campesinos más necesitados y otorgar créditos subsidiados. También, a través de Indap, se han entregado créditos blandos para la adquisición de forraje, habilitación de norias y vertientes y se está tratando de racionalizar al máximo el uso de la poca agua existente.
En general, se puede decir que se ha estado actuando con presteza en la solución solidaria de los problemas más urgentes, y no se descarta incluir otras zonas en los planes de emergencia.
Debemos tener muy claro que éste no es un problema de hoy. 1995 y 1996 presentaron similares características y nada hace prever que el próximo año será mejor. Chile es un país de extremos. Corresponde, entonces, encarar un fenómeno tan serio con un criterio global y tratar de encontrar soluciones prolongadas en el tiempo. Las pérdidas determinadas en la actual crisis son cuantiosas y todo indica que el Estado deberá ayudar a paliarlas con todos los medios a su alcance. Esto debe hacernos reflexionar acerca de lo imperativo que resulta dotar al Estado de los recursos necesarios y suficientes para que afronte con éxito estas emergencias.
Todos tenemos la obligación de cooperar. Unos, ayudando solidariamente; otros, racionalizando sus riegos, y los terceros, haciendo mayores aportes, pero todos economizando agua y energía eléctrica. Debemos estar conscientes de que al margen del problema puntual que nos ocupa, el agua es un recurso limitado y cada vez más escaso en el planeta. Esto me recuerda que cuando recibimos en Chile la visita de un gran estadista, el ex primer ministro de Israel , señor Shimon Peres , con quien tuve oportunidad de compartir varios momentos, me planteó su convicción, entre otras cosas, de que en las próximas décadas surgirían guerras y conflictos por las necesidades y derechos de agua, elemento que se constituirá, como lo ha sido siempre, en vital para la existencia de la humanidad. Esto también debería hacernos reflexionar acerca de lo peligroso que resulta privatizar tan precioso elemento.
Todas las naciones deben esforzarse al máximo para encontrar soluciones. Se gastan enormes cantidades de dinero en armamentos y en prolongar cada vez más la vida humana; sin embargo, la ciencia y la tecnología todavía no resuelven este problema tan vital.
Proponemos las siguientes medidas a tomar por parte de la autoridad: evaluar objetivamente el problema, comuna por comuna; establecer líneas de crédito blando para ayudar a paliar las necesidades más urgentes; otorgar fondos para subsidio de siniestralidad en los casos que corresponda; proveer fondos no reembolsables para habilitar o adecuar obras de captación y distribución de agua; permitir la repactación de deudas a aquellos que no estén en condiciones de cumplirlas por pérdidas comprobadas ocasionadas por la sequía.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el Diputado señor Felipe Letelier, hasta por tres minutos.
El señor LETELIER (don Felipe).-
Señora Presidenta , en Chile, los niveles de precipitaciones son envidiables si los comparamos con la mayoría de los países del mundo.
Lo cierto es que hablar exclusivamente de las necesidades de nuestras zonas y distritos es caer en la pequeñez como siempre ocurre cuando se trata de enfrentar un problema que requiere una visión-país. No hay ninguna duda de que si cuarenta o cincuenta años atrás se hubiese tenido una visión de largo plazo, una política-país, de construir infraestructuras que no sólo estuvieran destinadas a la producción de energía eléctrica, sino también, fundamentalmente, a contar con agua para regar y beber, otra sería nuestra situación.
Pero digamos las cosas como son y con sentido autocrítico: siempre hemos estado en la política coyunturalista. Si sumáramos todos los recursos entregados por el Estado por concepto de emergencias causadas por la sequía, podríamos concluir, a lo mejor, que el grueso de la República tendría obras de infraestructura para embalsar aguas, lo que permitiría contar con la reserva suficiente para la agricultura, para beber y para otras finalidades.
En estos ocho o nueve años, a lo menos, en esta Corporación, ya hemos tenido una media docena o más de debates sobre esta materia, y caemos siempre en lo mismo, es decir, recomendamos que en las diferentes comunas se haga un catastro de cuántos son los afectados y que los camiones aljibe deben estar preparados para suministrar agua en el verano. A mi juicio, debemos tener una visión de largo aliento, una política que resuelva el problema de fondo.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Un minuto, señor diputado .
El señor LETELIER (don Felipe).-
No podemos continuar como lo hemos hecho hasta hoy, y como decía el Diputado Ceroni , también se requiere una cultura para aprovechar las aguas. ¡Cuántas veces nos encontramos con derrames de agua en los caminos, que producen verdaderas inundaciones! ¡Cuántas veces vemos llaves corriendo por aquí y por allá! ¡Cuántas veces los regantes desperdician agua al por mayor!
Termino diciendo que hoy, por primera vez en los últimos años, se han hecho inversiones. En la Cuarta Región se están construyendo dos embalses; hace poco se construyó uno en la Tercera Región, en Vallenar; en la Octava, el Laja-Diguillín; también en la Novena Región. Es cierto que hay obras prioritarias como el embalse La Punilla, que hace 40 años que se postula, pero sería caer en la pequeñez y en una cosa muy particular, no pensar con una visión de largo aliento, como ya lo dije.
Por último, solicito a todos los diputados y, ojalá, a los senadores para que exista la voluntad de lograr que el Estado invierta en obras de regadío, y lamento que en el presupuesto de 1995, la Oposición no haya accedido a la inversión en estas obras de regadío y otros objetivos similares.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el Diputado señor Patricio Melero , hasta por ocho minutos.
El señor MELERO .-
Señora Presidenta , me referiré básicamente al problema de la sequía en la Región Metropolitana, y en forma más concreta, en las provincias de Chacabuco, Melipilla y Talagante. Asimismo, lo haré en nombre del Diputado señor Coloma que también es representante de esa zona.
En efecto, a la fecha, el déficit pluviométrico en la Región Metropolitana es del 68 por ciento. Según antecedentes proporcionados por la Dirección de Meteorología y de acuerdo con los pronósticos climáticos y modelos matemáticos, estaríamos en presencia del fenómeno de La Niña para el resto del presente año y para el primer semestre del próximo, lo que, sin duda, es un factor que debe tenerse en cuenta.
En consecuencia, existe una disminución de las precipitaciones, agudizando el problema de sequía, especialmente en la zona de secano, ya que el sector de riego por el momento se encuentra sin problemas, a pesar de que el promedio de los caudales del sistema Maipo-Mapocho están bajos. Además, existe un déficit de agua acumulada en las vertientes y en los acuíferos y también hay insuficiencia de nieve, lo que no garantiza la recuperación de los caudales y el riego de los cultivos agrícolas a partir de septiembre.
Las provincias más afectadas según nuestro diagnóstico son Melipilla y Chacabuco. En la primera, tienen gran importancia las comunas de Alhué y San Pedro y, en la segunda, las de Tiltil y Lampa , sin dejar de mencionar los graves trastornos que sufren otras comunas involucradas en la zona.
Un cuadro comparativo entre 1996 y 1998 muestra que en agosto del primero de los años mencionados la precipitación total llegó a 157,2 milímetros, mientras que en igual mes de 1998 alcanzó a 73,6.
En la clasificación de sequías, de acuerdo con la ocurrencia histórica y su efecto en Chile -según cifras entregadas por la Onemi y la Universidad Católica-, podemos concluir que estamos en un año de sequía severa, porque las precipitaciones han sido menores a 142 milímetros.
Ante este diagnóstico, cabe entonces, por su intermedio, señora Presidenta, plantearle al señor Ministro algunas acciones concretas para conocer la disponibilidad del Gobierno en la materia.
En primer lugar, es un deber asegurar el agua para la bebida. La disponibilidad de camiones aljibe es un camino. A la fecha, las principales necesidades se concentran en las provincias de Melipilla y Chacabuco. En todas las comunas, con excepción de Curacaví, se necesita este elemento. Sus necesidades son tanto urbanas como rurales, ya que muchos no disponen de red de distribución de agua domiciliaria.
En la sequía anterior, se habilitó un operativo permanente con 25 camiones aljibe, de los cuales se espera que, al menos, un tercio de ellos pueda funcionar en la segunda quincena de septiembre y, el resto, de manera paulatina, hasta completar la dotación a fines de año.
En materia de distribución de agua potable, también es importante un catastro de norias y su estado de funcionamiento. En la sequía pasada, se mejoró y profundizó un total de 2.250 norias. Es conveniente saber qué se hará en esa materia.
Es preciso apoyar los programas de agua potable rural a través del sistema Isar y del Ministerio de Obras Públicas y determinar las necesidades de estanques de almacenamiento.
En materia de ganadería, creemos importante un sistema de apoyo al talaje, proyectar sectores susceptibles para ese efecto, con posibilidades de arrendamiento.
En materia de riego, también nos parece importante apoyar a las organizaciones de regantes para propender al mejoramiento del riego mediante la difusión del cuidado del agua por medio de una eficiente conducción y al catastro de posibles nuevas obras de riego que optimicen la distribución.
En cuanto a la difusión, creemos importante diseñar una propuesta de información a la comunidad -tanto rural como urbana-, la cual contendrá los datos meteorológicos. Esto, a nuestro juicio, debería hacerse cada 15 días. Además, información sectorial respecto de la disponibilidad de agua para consumo humano y riego y, finalmente, regar en lo posible en horario nocturno, con el propósito de evitar la pérdida de agua por evaporación.
No queremos dejar de lado el tema del empleo. La crisis económica más la sequía tendrán un efecto muy superior al que oficialmente proyecta el Gobierno para fines de año, que es de un 8 por ciento. La escasez de agua que afecta al sector productivo provocará un aumento del desempleo.
A nuestro juicio, los municipios, el Ministerio de Obras Públicas y otras fuentes generadoras de empleo del Estado, en coordinación con el sector privado, deberían generar alternativas de absorción de mano de obra en las diferentes áreas, para lo cual las gobernaciones podrían sugerir las formas de incorporar nuevas tareas en la materia.
También nos parece importante la prevención de los incendios forestales. Al respecto, queremos sugerir, como medida preventiva, cortar el pasto seco que crece a orillas de los caminos con alto tráfico, donde se originan gran parte de estos siniestros, lo que también tendría como objetivo paliar la cesantía.
De acuerdo con las cifras que manejamos con el Diputado señor Coloma , estos planes de acción de agua para bebida, de camiones aljibe, de forraje para la ganadería, de riego, de difusión, de empleo y de acción sobre el sector forestal, estimamos que al primer trimestre del segundo semestre de este año implicaría un gasto del orden de los 250 millones, monto que se podría complementar, según la evolución de la disponibilidad de recursos y de la sequía.
En concreto, en este tema queremos tener una confirmación del señor Ministro de Agricultura , en primer lugar, para saber si va a declarar zona de emergencia agrícola a las provincias señaladas; en segundo lugar, cuál es la disponibilidad de recursos que se están destinando y que se destinarán, de acuerdo a la propuesta que hemos hecho, y, en tercer lugar, cómo se seguirá evaluando a futuro la situación provocada por la sequía.
Finalmente, como no queremos quedarnos sólo en el problema coyuntural de la sequía de hoy, varios diputados hemos presentado un proyecto de acuerdo.
Considerando las medidas adoptadas por el Gobierno, que Chile tiene un clima impredecible y, en consecuencia, que estas situaciones de sequía van a ser parte de nuestra realidad y no una emergencia, como está ocurriendo cada cierto tiempo, y que, por consiguiente, es necesario implementar medidas que tengan una permanencia en el tiempo, sugerimos dos acciones muy concretas:
Primero, que esto se aborde a través de la creación de comisiones preventivas regionales de emergencias agrícolas, cuya integración considere a los sectores público y privado; que estas comisiones tengan funciones que permitan prevenir las catástrofes, diseñar planes de emergencia, declarar condiciones objetivas, manejar los períodos de crisis, priorizar las obras y proyectos para minimizar los problemas de mano de obra, evaluar el funcionamiento de las obras de regadío, elaborar planes de emergencia regional, recomendar medidas técnicas y llevar un registro permanente; en definitiva, prevenir el problema.
En segundo lugar, proponemos la creación de un seguro agrícola contra catástrofes de corte masivo, con financiamiento mixto, mayoritariamente estatal, focalizado hacia los pequeños agricultores de las zonas predominantemente de mayor riesgo, que les permita, durante las épocas de emergencia declaradas por las comisiones preventivas regionales, recibir un ingreso mensual equivalente, al menos, al 50 por ciento del valor del ingreso mínimo, con el fin de evitar la discrecionalidad en la distribución de ayudas y asegurar una amplia cobertura del sistema.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el Diputado señor Juan Pablo Letelier.
El señor LETELIER (don Juan Pablo).-
Señora Presidenta, debatimos un problema que, a lo menos, tiene dos caras. Una, la coyuntura, producto de la poca lluvia, y la otra, la carencia de infraestructura y una cultura de riego adecuadas a los tiempos.
Ambos fenómenos se van a ir agudizando. Con el pasar de los años, va a seguir cayendo menos agua, porque las estadísticas que se tienen a la vista así lo indican y, por otro lado, cada año se va a estar incorporando mayor superficie de terrenos bajo riego.
En ese contexto, quiero plantear la importancia de que los cuatro instrumentos principales para mejorar la infraestructura de riego sean revisados y fortalecidos.
Por cierto, que se le otorgue a Indap, con todo lo que es su sistema de financiamiento de riego interpredial, la máxima flexibilidad posible y la mayor autonomía para actuar.
Modificar -y se lo planteamos al señor Ministro de Agricultura -, a la mayor brevedad posible, la legislación de riego, para evitar lo que ocurrió con el decreto ley Nº 701; que quienes tenían mayores recursos podían acceder con más facilidad al proceso de bonificación. Es necesario redirigir esa inversión estatal, en particular, hacia los medianos y pequeños agricultores.
Creemos que debería acelerarse el compromiso que se firmó con el Gobierno hace poco, de presentar, dentro de los próximos meses, la renovación de esa normativa por diez años.
También habría que realizar una mayor inversión en infraestructura de riego, puesto que se requieren grandes obras en diversos puntos del país.
Y, por último, que no ocurra lo que sucedió este año con los recursos del Promm, que permiten mantener y mejorar los sistemas de riego existentes en nuestro país. La reasignación presupuestaria en el Ministerio de Obras Públicas constituyó un grave error que pagaremos caro. No debe realizarse una reasignación, sino que los recursos del Promm deben ir al presupuesto del Ministerio de Agricultura, para así asegurar que no se destinen a otros objetivos.
Quiero plantear que en la Sexta Región tenemos un grave problema no sólo en el secano costero. En ella se produce cerca del 30 por ciento de la fruta de exportación de nuestro país.
El secano costero tiene su lógica, y con un déficit de más del 70 por ciento de las aguas lluvias, es dramático lo que ahí se vive. Pero su efecto en el empleo y nivel de vida será más grave en la provincia de Cachapoal y en partes de la de Colchagua, porque es ahí donde la escasez de agua, la inexistencia de nieve y de sistemas de almacenamiento de aguas lluvias tendrán su mayor impacto en la actividad y, muy en particular, en la contratación de em-pleo.
La situación en la comuna de Rengo, en la primera sección del río Claro, es dramática. En comunas como Doñihue, Coltauco , Mostazal o Codegua, donde no hay nieve y, por ende, deshielos, evidentemente tendremos dificultades, sobre todo en la contratación de mano de obra y empleo.
Se requiere que no sólo algunas comunas se declaren zonas de emergencia, sino que los recursos que se destinen a las comisiones regionales de riego se puedan usar con flexibilidad para actuar ahora y no en octubre. En la próxima quincena se necesitará que en esos lugares se contraten asesores técnicos para ayudar a las juntas de vigilancia de las diferentes secciones de los ríos; que se intervenga en los casos necesarios para que se combata la escasez y, en tercer término, para que se pongan en funcionamiento los pozos existentes.
Es un crimen que haya pozos para regar y que aún no se pongan a disposición de esas comunidades. En Rengo, hay varios; en Doñihue, hay tres o cuatro, pero no se han puesto en operación, y si no se riega ahora, no habrá trabajo en la temporada.
Señora Presidenta , por su intermedio, pido al señor Ministro que estudie una nueva institucionalidad, porque las comisiones de emergencia frente a la sequía no tienen las flexibilidades requeridas. Quizás, deberían bajarse de nivel regional a provincial, para asegurar una mayor expedición.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el Diputado señor René Manuel García .
El señor GARCÍA (don René Manuel) .-
Señora Presidenta , el análisis del tema de la sequía se hace con una visión cortoplacista.
Quiero recordar a la honorable Sala que, hace poco tiempo, el señor Ministro se enteró de que se habían perdido 30 mil hectáreas de trigo; también hemos escuchado que los animales no tienen qué comer y que, por ende, se están muriendo. Ésos son los resultados inmediatos. ¿Pero qué va a pasar cuando los agricultores no puedan servir sus deudas por efectos de la sequía? Tendremos un problema secundario que se verá el próximo año. Por consiguiente, las medidas para enfrentar las consecuencias de la sequía no pueden ser a corto plazo, como, por ejemplo, haciendo funcionar un pozo en este minuto. Lo que hay que hacer son embalses para que el agua esté disponible, porque en los años en que haya abundancia, se le dará otros usos o, en último término, se almacenará.
En el país, hoy tenemos problemas serios con la sequía. Se habla de un gran fondo para comprar forraje. Pregunto a los que no son agricultores, para que no hablen de la agricultura sin saber, ¿cómo van a obtener forraje si no hay agua para plantar y regar el pasto? En consecuencia, tenemos otro problema serio: no hay ninguna posibilidad de suplir el déficit alimenticio del ganado y de otras cosas del campo por falta de agua.
Por lo tanto, el tema que debemos abordar hoy, con seriedad, es cómo solucionar el problema del agua ahora y a futuro. Eso se resuelve con embalses, con mayores programas de riego, con pozos profundos, con asistencia para la agricultura, analizando la disponibilidad de agua de las distintas zonas.
Me tocó estudiar el tema y me preocupa enormemente que hoy el 99 por ciento del agua esté asignada. No hay una gota para hacer las famosas obras de regadío que todo el mundo está reclamando.
Por lo tanto, debemos atacar en forma seria y profunda la distribución de las aguas.
Aquí se ha argumentado que se viola el derecho de propiedad al expropiar aguas que no están en uso. Yo les pregunto, ¿no se hace mejor el bien común favoreciendo a más de un millón y medio de agricultores que tener el agua en diez manos en el país? Éste es un problema serio que debemos abordar hoy con responsabilidad.
En la actualidad, en la Novena Región, el 90 por ciento de las aguas han sido entregadas a las empresas eléctricas por más de cuarenta años y no se está realizando ninguna obra relacionada con una represa. En consecuencia, el agua no se puede usar para la agricultura, porque se da a las grandes empresas eléctricas.
No debemos pensar más en ese derecho de propiedad, que ha sido absolutamente gratis y no ha favorecido a nadie, excepto a las empresas.
Hace varios años presentamos con el ex Diputado señor Octavio Jara , un proyecto para mejorar la legislación relativa al derecho de aguas. Hoy, esto apremia enormemente.
Si bien es cierto que el Ministro de Agricultura declaró en Talca que producto de la política arancelaria recibiremos 7.800 millones de pesos para ser reinvertidos en la agricultura, le quiero decir, de muy buena fe: no queremos más discursos, no queremos más reuniones, no queremos que este tema se vaya abordando año a año y no se ejecuten las obras. Como agricultores y representantes de zonas agrícolas, queremos que estas obras se hagan realidad.
No queremos hablar más de pequeños, medianos o grandes, sino de una agricultura productiva y para todos los agricultores.
Señora Presidenta , por su intermedio quiero decir al Ministro que hoy no es ningún honor dejar a los pequeños agricultores como de sustentación, porque con riego, con asesoría y buenos proyectos esos miles y miles de marginados pueden cambiar a una agricultura productiva.
La agricultura debe tomarse como una globalidad, sin parcelaciones que no conducen a nada, excepto a odios. Los agricultores somos uno solo y queremos producir el alimento de este país. Sólo pedimos que nos den las condiciones para cumplir ese mandato.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el Diputado señor Joaquín Palma.
El señor PALMA (don Joaquín) .-
Señora Presidenta , éste es el tercer período de sequía en que nos ha tocado participar, discutir y analizar el problema desde que se reinstauró el Parlamento.
El primero se produjo en los años 1991-1992; el siguiente, entre 1995-1996, y ahora estamos en uno nuevo, que puede transformarse en un problema serio si el próximo año se mantiene con pocas precipitaciones, tal como lo señalan algunos pronósticos meteorológicos.
Sin embargo, quiero hacer notar algunas diferencias: los anteriores sucesos de sequía llegaban a la Cámara por inquietud de los parlamentarios de las Regiones Tercera y Cuarta. Allá las cosas eran muy graves, la supervivencia difícil y no nos quedaba más alternativa que plantear al Gobierno, en la Cámara, las dificultades que había y la necesidad de enfrentarlas con procedimientos estables, permanentes y que fueran cambiando hacia el futuro las condiciones de inestabilidad en la agricultura.
Algunos parlamentarios que participaron en el debate antes que yo, han pedido que se aplique, como política de Estado, un programa estable para ir cambiando nuestra infraestructura agrícola. Sin embargo, hay que reconocer -y quiero hacerlo en este momento- la labor realizada por los dos gobiernos de la Concertación -en el caso de las Regiones Tercera y Cuarta, dirigidas por los Intendentes señores Eduardo Morales y Renán Fuentealba -, porque si comparamos las anteriores sequías con ésta, no podemos sino reconocer que se ha producido un cambio enorme y muy positivo.
En la Cuarta Región hay no más de 130 mil hectáreas de riego a través de canales, las que producen el 98 por ciento de la riqueza agrícola. En la Tercera Región hay mucho menos que eso -hablo de las dos regiones, pues creo son un conjunto para efectos de enfoque político-, y la producción en terreno de secano no llega al dos por ciento.
Cuando analizamos el cambio habido en las distintas políticas de Gobierno respecto de la manera de enfocar la sequía en estas regiones, debemos reconocer, en primer lugar, que en los últimos años se han invertido 150 millones de dólares en embalses.
Así, después de la sequía de 1992 se construyó el embalse Santa Juana , que resolvió el problema del valle de Huasco; después de la de 1996 prácticamente está terminado el embalse Puclaro , que solucionará en forma definitiva la inestabilidad de la agricultura en el valle del Elqui.
Por lo tanto, si hay sequía en tres o cuatro años más, espero que quienes representen a esos distritos puedan decir en esta Sala que el valle de Illapel ya tiene resuelto su problema de riego, porque en este momento se está iniciando la construcción del embalse de Corrales y otro más para regular las aguas de esos valles.
Por lo tanto, como primera constatación, podemos decir que el problema de la agricultura con riego bajo canal de las Regiones Tercera y Cuarta se ha enfrentado en forma global, como una política de Estado, y que se han adoptado todas las medidas para que nunca más en el norte chico se produzcan las grandes dificultades que ha debido soportar la población en años anteriores.
Agregamos a esto otras políticas que ha realizado el Gobierno a través de distintos organismos. Por ejemplo, revestimiento y unificación de canales. Los cientos de canales que recorren los valles, cada uno con cierta autonomía, se van concentrando en unos pocos y su administración se entrega a las organizaciones de los privados, quienes han actuado con mucha responsabilidad y ellos toman las decisiones sobre cómo gastar las aguas embalsadas. Esto ha sido un gran éxito que hemos logrado en la región.
A lo anterior debemos agregar dos políticas más: una de ellas relacionada con el agua potable y alcantarillado. Un informe que nos llegó hace tres o cuatro días dice que en la Cuarta Región se ha resuelto el problema de descarga de residuos de alcantarillado de manera que no contaminen los ríos, medida que también resuelve gran parte de los problemas de la agricultura.
Por último, hay algo pendiente, y por eso le pido al Ministro aquí presente que lo considere con mucha fuerza, para alcanzar definitivamente la estabilidad agrícola.
Frente al planteamiento de que una hectárea regada es un hombre trabajando en forma estable y no un temporero, le pedimos al Ministro que aumente fuertemente los recursos para la infraestructura a nivel predial. Las tierras de esta zona son muy valiosas, y si están bien administradas producen bastantes ingresos por hectárea, los que se duplican si el riego se hace en forma tecnificada. Creo que ahí está el quid del asunto y la solución definitiva a las zonas bajo canal de las Regiones Tercera y Cuarta.
Ojalá el Ministro logre entregar a la Cuarta Región los fondos establecidos, entre otras cosas, en el acuerdo alrededor del tema arancelario, entre los que hay una cantidad suficiente para riego tecnificado a nivel predial en la región.
Aseguro al señor Ministro que, a futuro, cuando haya sequía, no tendrá quejas de las Regiones Tercera y Cuarta en sesiones de este tipo.
Sin embargo, queda un problema de difícil solución desde el punto de vista económico en los sectores establecidos bajo nivel de riego de canal. Es la zona de secano, donde se encuentran las comunidades agrícolas, respecto de las cuales se desarrollaron las discusiones habidas en esta Sala y que se han traducido en proyectos de acuerdo, por ejemplo, referente al problema de los caprinos, del queso de cabra, que es la única fuente de ingresos de la gente que vive en ese sector.
Aprovecho la oportunidad de plantear al señor Ministro que si la sequía se mantiene el próximo año, tendrá un problema social muy fuerte y complicado en la zona de secano, como es habitual, porque las dificultades no se pueden resolver en forma técnica como en las zonas bajo riego. Tendrá problemas con los queseros y con los productores de cabras.
Por eso, le pido que analice la posibilidad de flexibilizar la normativa sanitaria referente al queso de cabra. A lo mejor, habría que entregar una bonificación o un subsidio especial a quienes cumplen con la normativa, pero tratar de no ser extremadamente rígido, porque eso puede producirles problemas, sobre todo en una situación de sequía como la que se presentará en esa zona.
Termino diciendo al señor Ministro que requerimos apoyo para riego y que ojalá Indap, que sólo destina un 20 por ciento de sus recursos a riego en la zona, aumente ese porcentaje, porque así el problema de la sequía en la región se resolverá en forma muy positiva.
He dicho.
El señor ORTIZ (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el Diputado señor Osvaldo Palma.
El señor PALMA (don Osvaldo) .-
Señor Presidente , pareciera que todo está dicho en cuanto a la sequía, pero creo que nunca será suficiente para entender la desesperación de todos los agricultores, en especial de los pequeños y medianos. Ya nadie desconoce la dramática situación de la agricultura tradicional.
Diría que en la Séptima Región, y de la Tercera Región al sur, el daño es difícil de superar, porque muchos tienen una economía precaria. A este sector hay que ayudarlo directamente para solucionar su agudo problema, mediante la creación de programas de reconversión serios, dirigidos por organismos estatales y privados. Esto no debe ser un privilegio del Estado, para hacerlo en forma objetiva y con criterio técnico, alejado de la política. Libertad para elegir los programas y quienes los administren.
En nuestra región, la agricultura es lejos la mayor actividad económica generadora de empleo. Por ello, estamos ante un desastre social serio: nuestros niveles de pobreza, nadie duda, son los mayores y nuestra ruralidad, extrema. Se debe crear una clara política de Estado para la agricultura, saber qué se pretende de ella y de este gran sector de nuestro país, que enfrenta un problema social, económico y cultural serio.
Debemos aprovechar también de dictar una ley de riego y uso de aguas, que piense en los agricultores, dueños originales del agua, y priorizar su uso en forma lógica: bebida, riego y generación de energía, como siempre ha sido y debe ser.
Es necesario acelerar la construcción de embalses. Me parece importante la conversación que junto con el Diputado señor Naranjo sostuvimos con el Ministro de Obras Públicas , en la cual le planteamos la posibilidad de construir embalses con capitales privados o mixtos, con el fin de aumentar la disponibilidad de dinero para la creación de grandes obras de riego, dejando recursos libres para otros proyectos de obras públicas. Ese punto también lo tocó el Diputado señor Álvarez-Salamanca . Es ilógico perder agua gran parte del año en nuestro país, en lugar de acumularla. En cada río un embalse, debe ser la consigna en Chile.
Llamo a todos, en especial al Gobierno, a pensar seriamente en la agricultura y en el riego, aprovechando este problema circunstancial de la sequía.
Los agricultores son varios miles y los que dependen de ella, muchos millones.
He dicho.
El señor ORTIZ (Presidente accidental).-
Tiene la palabra el Diputado señor Monge.
El señor MONGE .-
Señor Presidente , por años he debido recorrer diferentes sectores rurales del país, muchas veces como portador de la ayuda solidaria enviada por los agricultores del sur a sus congéneres del norte. Casi siempre me he encontrado con algún grado de anormalidad climática: sequía, granizos, helada, inundaciones o nevazones.
La normalidad pareciera darse tan sólo en algunas áreas de la zona central, que afortunadamente cuentan con seguridades de riego bastante altas. Estas anormalidades no son de extrañar, tratándose el nuestro de un país largo con variados climas y microclimas y que, además, cuenta con una configuración topográfica muy diversa. Pareciera ser que estas anormalidades, que van de un extremo a otro, son una constante y constituyen la normalidad propia del campo chileno, con las cuales debemos definitivamente aprender a convivir.
Los gobiernos, cada vez que se ven enfrentados a una catástrofe natural se ven obligados a tomar medidas que, históricamente, presentan algunas constantes: la improvisación, la falta de oportunidad, el mal uso de los recursos y la ineficacia, que se traducen en frustración para los afectados.
Por otra parte, los esfuerzos que se realizan terminan junto con los primeros signos de normalidad: una lluvia o el cese del temporal. Tratándose de fenómenos naturales, eminentemente cíclicos, al cabo de pocos años de nuevo deben afrontarse las mismas situaciones y partir de cero.
Las obras de infraestructura, que se construyeron precisamente para prevenir las emergencias, por lo general no funcionan, cayeron en desuso o presentan serios daños o defectos que las hacen inoperables.
Las ayudas de tipo social destinadas a los damnificados, a menudo se distribuyen con un alto grado de discrecionalidad y surgen espontáneamente los traficantes de las emergencias, que intermedian a cambio de jugosos sobreprecios con bienes escasos, o se apropian de los elementos y ayudas dispuestos por la autoridad para paliar la dramática situación de los afectados.
Escuelas y postas sin agua, pobladores que deben efectuar largos viajes para conseguir el vital elemento, mortandad de animales y cultivos irreversiblemente perdidos, que se traducen en la ruina para miles y miles de esforzados chilenos que viven en zonas rurales, muchas veces ante la mirada impávida de una burocracia poco comprometida con el drama humano que se vive.
Me parece que ya es hora de tomar medidas en serio y de largo plazo, dejando atrás la consabida improvisación a que me he referido y que no constituye un misterio para nadie. Si queremos atacar a fondo los problemas, antes que todo debemos descentralizar los organismos encargados de tomar decisiones, ya que las realidades son diametralmente diferentes de una región a otra, y crear comisiones preventivas de emergencias de carácter regional, integradas por representantes del sector público, municipal y privado, dotadas de una real capacidad de decidir y administrar los recursos contemplados para enfrentarlas.
Quiero profundizar respecto de lo señalado por los Diputados señores Melero y Letelier.
Entre otras funciones, estas comisiones deben determinar las condiciones objetivas de emergencia, sobre la base de parámetros también objetivos; diseñar planes regionales de emergencia; administrar los recursos destinados al efecto y coordinar a los diferentes servicios que deben intervenir ante este tipo de situaciones; establecer un catastro regional de zonas agroclimáticas de riesgo; coordinar con suficiente antelación el empadronamiento de la población que vive en ellas; fijar prioridades ante proyectos u obras destinados a prevenir emergencias, velando por que su diseño y puesta en función sean adecuados y por que durante su vida útil presten los servicios esperados; estimular las acciones o proyectos para la prevención de catástrofes climáticas o de saneamiento ambiental que propongan los propios interesados, cuidando que las obras o inversiones se mantengan siempre operables; centralizar la información referida a las reservas de nieve y agua en los embalses y arbitrar medidas para su adecuada distribución entre los usuarios; mantener actualizado el inventario de elementos entregados a los municipios u organizaciones campesinas para enfrentar las emergencias; mantener un registro actualizado de proveedores de insumos y elementos necesarios para paliar los efectos de las emergencias, previamente seleccionados, y convenir mecanismos para determinar los precios en la eventualidad de que sea necesario adquirirlos; recomendar medidas de tipo técnico para el manejo de cultivos, plantaciones y animales, con el fin de optimizar la utilización de los recursos y difundirlas en forma adecuada, y establecer el monto de los recursos que deben destinarse en los presupuestos regionales para enfrentar y prevenir las emergencias.
Por último, dado el grado de desarrollo alcanzado por el país y la modernización de nuestro sistema de información, hoy es posible pensar en la implementación de un seguro contra catástrofes agrícolas, de corte masivo, con financiamiento mixto, mayoritariamente estatal, focalizado a los pequeños agricultores de las zonas de mayor riesgo, que les permita percibir, durante los períodos de emergencia debidamente declarados por las comisiones regionales, un ingreso mensual equivalente, al menos, al 50 por ciento del ingreso mínimo, con el fin de evitar la discrecionalidad y el paternalismo en la distribución de las ayudas y asegurar una más amplia cobertura y acceso a los beneficios por parte del mundo rural.
Las medidas propuestas figuran en el proyecto de acuerdo que se someterá a la consideración de la Sala.
He dicho.
El señor NARANJO ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Diputado señor Mario Bertolino hasta por cuatro minutos.
El señor BERTOLINO .-
Señor Presidente , como se ha dicho, la sequía es una situación ambiental que se hace más habitual cada día en el país. Y cuando la sequía se presenta, aparece el problema social, porque con él se aprecia la pobreza rural. Afecta a todo el mundo rural, sector incomprendido y postergado por las autoridades y por la visión centralista de la sociedad chilena.
Mi Cuarta Región es la pionera en conocer los problemas de la sequía. Se ha hecho mucho, hay que reconocerlo. Tenemos el sector de embalses relacionados en el Limar��, se está construyendo el Puclaro en el río Elqui, y en el futuro, Corrales y Piuquenes . Es una de las formas de ir avanzando. Pero el problema no se presenta en los sectores con tranques de acumulación de aguas de invierno, sino en el secano. Y el secano de la Cuarta Región está ocupado por comunidades que se dedican preferentemente a la crianza del caprino y a la producción de queso.
En los últimos tiempos tuvimos cuatro años de sequía, en los cuales se gastó una cantidad de recursos impresionante en llevar víveres a los crianceros y en asignar forraje para el ganado, el que muchas veces muere de todas maneras. Actualmente, llevamos un catastro que nos dice que han muerto 15 mil cabezas caprinas, incluidas sus crías.
¿Qué hemos hecho? La verdad, poco; actuar como bomberos en el momento del incendio. Creo que ha llegado el momento de tener una política de Estado frente a la sequía, que permita darnos cuenta que programar y proyectar es siempre más económico que improvisar. Ha llegado el momento de analizar la experiencia de la Cuarta Región , a fin de sacar conclusiones que permitan solucionar el problema de la sequía en todo el país.
Es cierto que se han implementado planes para el sector caprino, como plantas charqueras, acumuladoras de leche y plantas queseras. Pero ¿qué pasa hoy con esa gran inversión y con los programas realizados? No existen, porque no hay agua; y al no haberla, no hay producción.
Por lo tanto, dentro de las medidas que debemos tomar está, por ejemplo, la creación de zonas de manejo y de protección; asignar una carga animal que permita la sustentabilidad del medio; educar y ofrecer mejores expectativas a los hijos de los crianceros que, año en año, se ven afectados en su vida por la sequía; implementar obras de riego, lo que se está haciendo, pero no tan sólo la gran obra, sino el revestimiento de canales...
El señor NARANJO ( Vicepresidente ).-
Un minuto, señor diputado .
El señor BERTOLINO .-
...y la asignación de subsidios para implementar riegos tecnificados; implementar, como una política nacional, el bombardeo de nubes desde el 1 de mayo al 30 de noviembre de cada año. Es algo que nos permite realizar la tecnología, tal vez no comprobado en un ciento por ciento, pero no me cabe duda de que aumentan las probabilidades de tener precipitaciones.
Es mucho más barato implementar estos planes para las Regiones Tercera, Cuarta, Metropolitana y las del sur; anticiparse a los hechos, y aprovechar los frentes que vengan, que lamentarse después porque ellos han pasado y no los hemos aprovechado.
Por eso, pido a los Ministros de Agricultura y de Obras Públicas que analicen la posibilidad de establecer en forma permanente este programa de bombardeo de nubes y desarrollar un plan de construcción integral de obras de embalse acumuladoras de aguas de invierno en todos los sectores en los cuales la agricultura sea una importante fuente de mano de obra.
He dicho.
El señor NARANJO ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Diputado señor Salvador Urrutia hasta por cuatro minutos.
El señor URRUTIA.-
Señor Presidente , es indudable que la sequía ya se ha instalado en el país y que continuará azotando en forma crónica a las diversas regiones de nuestro territorio. Por eso, aparte de las ayudas que se otorgan a las personas afectadas, hay que trabajar, como Parlamento y como Ejecutivo , en medidas que disminuyan los daños hacia el futuro.
Al respecto, hay un tema vital: el de las aguas subterráneas. Gran parte del problema de la escasez de agua puede mejorarse mediante la construcción de pozos que entreguen un suministro de agua tanto potable como para riego tecnificado, que es a lo que el país propenderá en el futuro, como lo hacen otros países, en los cuales la carencia de agua es un problema permanente.
Como país, tenemos la ventaja de que los derechos de aprovechamiento de las aguas subterráneas aún no están entregados para usos definidos. Sabemos perfectamente que el ciento por ciento de las aguas superficiales ya tienen derechos de aprovechamiento prácticamente perpetuos y poco se puede hacer al respecto; pero podemos hacer mucho al definir el uso de las aguas subterráneas en el futuro, como crear una política que defina en forma exacta cuánto se va a ocupar en minería y en industria, cuánto se va a reservar para riego y uso agrícola, y cuánto se va a reservar para consumo humano.
Éste es el momento en el que el país, tomando la lección que nos envía la naturaleza, se debe preparar para utilizar bien esos vastos recursos hídricos que están bajo la tierra en nuestro territorio, de los cuales desconocemos casi absolutamente su magnitud, su recarga de equilibrio, cuánta extracción se puede hacer sin que se agoten los acuíferos, tema que conocemos muy bien en Arica, ya que el valle de Azapa ha sufrido los efectos de una extracción indiscriminada, hecha sin estudio y sin saber exactamente cuánto se puede sacar. Además, existe una tremenda competencia entre la extracción para agua potable y para riego.
Naturalmente, éste es un escenario que se va a ir repitiendo a lo largo del país, en la medida en que el consumo de agua y la escasez de lluvias continúen aumentando.
Por eso, con el apoyo de otros parlamentarios, he presentado un proyecto de acuerdo, mediante el cual solicito al Gobierno la elaboración, con carácter de urgente, de un catastro actualizado de las reservas de aguas subterráneas de cada cuenca hidrográfica del país, en el cual se definan las cantidades que se van a reservar para uso agrícola y para agua potable, con el objeto de evitar una competencia ciega en el futuro entre posibles usuarios de estos recursos hídricos, a fin de saber en forma previa cuánto del agua subterránea del país estará disponible y para qué usos.
Es una lección que debemos aprovechar para que el recurso hídrico subterráneo, muy abundante en el país, sea utilizado en forma adecuada en el futuro.
He dicho.
La señora MUÑOZ, doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el Ministro de Agricultura .
El señor MLADINIC ( Ministro de Agricultura ).-
Señora Presidenta , he escuchado con atención las intervenciones de los señores diputados, y puedo manifestar que es muy interesante destacar la gran coincidencia que hay -diría- en la totalidad de ellas respecto no sólo de la evaluación del fenómeno, sino de cómo debemos atacar el problema en el futuro.
En relación con la actual sequía, es bueno conocer algunos antecedentes. El Ministerio de Agricultura tiene tres fuentes habituales de pronósticos relativos a la situación meteorológica: la Dirección Meteorológica de Chile, el Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile y los boletines de la FAO. Todos ellos decían a principios del año que la situación iba a ser similar al año anterior. Los informes que entregaban todos estos institutos en febrero de este año sostenían que “de presentarse los calentamientos oceánicos por sobre 1º C en el Pacífico tropical, durante la temporada otoño/invierno de 1998, existía una alta probabilidad de que se observen condiciones meteorológicas de características similares a las observadas durante 1997.” Es decir, se esperaba un año lluvioso.
Posteriormente, otro informe de una de las instituciones mencionadas, publicado en mayo de este año, reiteraba “que aún existía la probabilidad de que el invierno en la zona central y norte del país, presentara un régimen de lluvias entre normal y lluvioso.” Sin embargo, ya anticipaba que hacia agosto u octubre de este año podría comenzar el fenómeno de La Niña; pero en junio de este año, los pronósticos decían que se intensificaban las condiciones climáticas y atmosféricas anormales, características de un fenómeno de La Niña, de modo que durante la primavera se iban a presentar anomalías negativas en la temperatura superficial del mar, que se extenderían entre los paralelos 110º y 180º en el Pacífico ecuatorial central. Es decir, en junio de este año se empezaba ya a determinar un régimen más bien seco.
La situación de sequía que enfrenta el país es muy seria y debemos estar contestes en ello. Sin embargo, los ríos entre las Regiones Tercera y Cuarta presentan caudales muy superiores a los históricos. De la cuenca del río Choapa hacia el sur, la situación cambia en forma dramática, radical, pues los caudales muestran promedios inferiores a los históricos. Desde el río Tinguiririca hacia el sur, la situación se complica mucho más, ya que, en algunos casos, los ríos se encuentran al 30 ó 40 por ciento de su capacidad normal. Estamos también con un déficit de precipitaciones muy grave en Curicó, del 80 por ciento, y en Coihaique, del 27 por ciento.
En relación con la consulta formulada la semana pasada sobre el bombardeo de nubes, podemos señalar que se hizo intensamente desde la Cuarta hasta la Séptima Región. Según las probabilidades que a esa acción asignan los expertos, sin duda ha influido en parte de las lluvias que cayeron entre el viernes y sábado de la semana pasada, en términos de aumentar su caudal.
Si bien el monto de precipitaciones fue relevante, siguen existiendo importantes déficit. Sin embargo, quiero destacar lo interesante que fueron las mismas en términos de aumento del nivel de aguas.
La situación de los embalses es muy positiva. Los del norte están absolutamente completos, pero los de la Quinta Región hacia el sur presentan déficit muy significativos si se los compara con los niveles medios. Rapel, Colbún, la laguna del Maule y el lago Laja, entre otros, se mantienen todavía muy por debajo de sus valores históricos, aun considerando las lluvias del último fin de semana.
No es necesario recalcar los efectos de la sequía en la agricultura, pues es obvio que tendremos pérdidas en la producción agrícola de maíz, arroz y trigo. Especialmente en las zonas de secano, debería haber pérdida en leguminosas, bastante menores en remolacha que las que se hubieren originado en otra situación, dado que cada vez más se está transformando en un cultivo con riego. Lo mismo sucede con buena parte de las hortalizas que están con el sistema de riego.
Lo más interesante de destacar en esta sesión de la Cámara es la coincidencia que existe en cuanto a que la sequía dejará de ser un tema de análisis como emergencia. Nuestro país, nos guste o no, empezó a cambiar hace bastante tiempo y es mucho más común que nos encontremos en esta Sala discutiendo eventos de sequía y no de inundaciones o de lluvia. De manera que debemos abordar este tema como permanente y aumentar la superficie de bajo riego en el país.
Es interesante destacar que durante el año pasado, considerado uno de los más lluviosos, se hicieron las mayores inversiones en riego del siglo y no por el hecho de que haya sido un año lluvioso se dejó de invertir en esa materia. Ésa es la forma de abordar el tema ahora y en el futuro: seguir invirtiendo en riego.
Chile tiene todavía una bajísima proporción de hectáreas con riego tecnificado, cantidad que debemos aumentar. De acuerdo con el último censo, el total de hectáreas tecnificadas -sin duda, las cifras deben haber aumentado en los dos últimos años-, apenas superaba las 60 mil hectáreas, más de la mitad de ellas en las Regiones Tercera y Cuarta.
El Diputado Joaquín Palma nos recordaba lo que está sucediendo en la Cuarta Región, porque allí un porcentaje muy importante de hectáreas están bajo riego tecnificado, lo cual les permite a los agricultores asegurar sus cosechas. Responsablemente podemos decir que ni una caja de uvas de la Tercera o de la Cuarta regiones se perderá, dado el esfuerzo realizado por los propios agricultores, apoyados por el Estado, para tecnificar su riego. Este ejemplo no puede mantenerse sólo en el norte, sino que debe ser creciente y abarcar otras regiones del país.
Destaco lo expresado por el Diputado Naranjo, en cuanto a que en el pasado -si miramos hacia comienzos de siglo- las obras de riego las hacían los agricultores, sus beneficiarios. Esa dinámica de inversión de los agricultores en obras de regadío debe ser retomada. La sugerencia del Diputado Naranjo, en el sentido de incorporar en los sistemas de concesiones de obras públicas las de riego, es algo que debe ser considerado. Hemos pedido al Ministro de Obras Públicas que estudie la presentación de una iniciativa al respecto, por cuanto debemos invertir en riego mucho más que ahora.
Para el presupuesto del próximo año, hemos considerado un aumento del 10 por ciento en los recursos destinados a la ley Nº 18.450; sin embargo, de aprobarse el acuerdo sobre aranceles, el incremento a la ley de riego sería prácticamente del 50 por ciento, junto con determinar la prórroga de su vigencia por otros nueve o diez años. Esperamos, con la aprobación del acuerdo de aranceles y del protocolo adicional, llegar a cerca de 15 mil millones de pesos anuales destinados a esa ley, en comparación con los 10 mil millones estimados en el presupuesto de este año.
Por cierto, no basta sólo con mejorar el riego; también debemos mejorar la calidad de los suelos y esperamos, durante la discusión de la ley de Presupuestos en las próximas semanas, aumentar también en una cantidad muy significativa los recursos para ese efecto. Lo más interesante de destacar es el gran acuerdo que hay en la Sala respecto de la necesidad de mejorar y asegurar el riego en el país. Ésa es la única solución definitiva y debemos estar conscientes de que todo lo demás que hagamos, aunque necesario e importante, son paliativos o mitigaciones para aminorar los efectos socialmente negativos producidos por una situación como ésta; pero la solución definitiva es invertir, sistemáticamente, más recursos privados y públicos en obras de riego.
La agricultura chilena aumentará su grado de competitividad en forma estable si mejoramos el suelo y el riego. Dejemos a los agricultores hacer el resto de la tarea: qué producir, cuánto producir, cómo producir. Eso es lo que saben hacer. Nosotros, simplemente, ayudemos a asegurar el riego y a mejorar los suelos.
Independientemente de ello, para enfrentar los efectos inmediatos de esta sequía se han destinado, de acuerdo con reasignaciones presupuestarias ordenadas por el Ministerio de Agricultura, 2.800 millones de pesos adicionales para ocuparlos de inmediato en las regiones declaradas de “emergencia agrícola” por la Comisión Nacional de Sequía. Se está aumentando en 500 millones de pesos los recursos para riego campesino de Indap, y en 450 millones pesos los subsidios para la compra de forraje. Además, estamos haciendo un concurso especial -que sale publicado hoy en los diarios nacionales- para la ley Nº 18.450, por 600 millones de pesos, y otro adicional, también para esa misma ley -relacionado con riego campesino-, por 800 millones de pesos. Asimismo, estamos realizando un concurso especial extraordinario de la ley de riego, por otros 450 millones de pesos, para los rezagados que, habiendo cumplido con los puntajes requeridos para obtener recursos, sin embargo, dada la escasez de financiamiento, no los recibieron. Todo ello suma los 2.800 millones de pesos que mencionamos.
Sin embargo, quiero insistir en que la solución definitiva no es de corto plazo; obliga a que sigamos manteniendo un alto ritmo de inversión privada y pública en riego, en especial respecto de obras extraprediales. El aumento de ese tipo de riego por parte de los agricultores es fundamental y no lo podemos disminuir.
¿Qué tareas tenemos por delante? Se ha empezado a avanzar en ellas de norte a sur del país. Está el embalse Santa Juana, que ha dado gran seguridad de riego a la Tercera Región; la construcción de los embalses Puclaro y Corrales y el sistema Choapa, le dará muchísima mayor posibilidad de riego a la Cuarta Región.
La gran tarea para el próximo año es lograr -así está dispuesto- la solución definitiva para el sistema Aconcagua. Los estudios ya están hechos y en las próximas semanas se definirá la ubicación del sistema de acumulación de agua del río Aconcagua que, sin duda, también dará seguridad de riego, en forma importante, a la Quinta Región.
Está en discusión la ampliación de la segunda parte de Convento Viejo, en la Sexta Región, y la construcción del sistema Laja-Diguillín. Tenemos mucha tarea por hacer en materia de riego. En Chile, como lo han dicho distintos diputados, la pregunta que debiéramos hacernos es qué pasó con el agua lluvia caída en abundancia el año pasado. Desgraciadamente, debemos reconocer que la mayor parte de ella está en el mar. Esa agua, que hoy sería valiosísima para la agricultura, la hemos perdido porque, durante años, no hicimos los esfuerzos necesarios para acumular y guardar esas aguas a fin de que los agricultores las mantuvieran para los períodos de escasez. Ésta es una tarea fundamental de los propios agricultores. Son ellos los principales beneficiarios; pero, por cierto, el Estado está dispuesto a ir también en su apoyo para contribuir, subsidiariamente, a la realización de esas obras.
Reitero que otro punto fundamental es la ayuda que continuaremos prestando para recuperar los suelos.
Asimismo, es interesante el planteamiento de algunos diputados respecto de la necesidad de avanzar en el sistema de seguros agrícolas. Desgraciadamente, las compañías privadas no han asumido aún la tarea de otorgarlos. En el Ministerio estamos trabajando para poder encontrar alguna fórmula que haga factible que los agricultores paguen primas de seguros razonables para asegurar su producción.
Por último, una reflexión. Aquí ha habido gran consenso respecto del conflicto que se produce en el país debido al uso de las aguas para electricidad y agricultura por los distintos agentes económicos. No puedo sino concordar con el Diputado señor Álvarez-Salamanca en que no hay agricultura sin agua. Curiosamente, hay varias sin tierra. Hay, por cierto, otras formas de generar electricidad, pero también a otro costo. El país debe tomar una decisión. En la Cámara de Diputados se aprobó -para ayudar a solucionar este problema- una reforma al Código de Aguas. Por desgracia, no ha tenido todavía la misma suerte en el Senado. Pero también seamos francos en aceptar que, mientras no modifiquemos el Código de Aguas, no hay instrumento para que el Gobierno pueda realizar alguna de las acciones solicitadas por los diputados. Como estamos en un Estado de Derecho y el actual Código de Aguas establece ciertas limitaciones, sobre eso debemos actuar. Si queremos proceder en un sentido distinto y más amplio, por cierto que todos debemos bregar para modificar el Código de Aguas.
En síntesis, estamos llevando a cabo las acciones paliativas y de mitigación para que a los agricultores les sea menos dolorosa una sequía cuya solución definitiva -lo percibo- se logrará gracias a este gran acuerdo que aquí se está alcanzando, con el objeto de focalizar cada vez más los recursos públicos para la agricultura en mejorar la seguridad de riego y la calidad del suelo. Al respecto, también deberán efectuar un gran esfuerzo los gobiernos regionales y, por sobre todo, con gran dedicación, los propios agricultores, lo cual se está notando en la gran cantidad de hectáreas de riego tecnificado incorporadas al país, aunque todavía, por cierto, son muy escasas.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
En el tiempo que resta al Comité de Renovación Nacional, tiene la palabra, hasta por cuatro minutos, el Diputado señor Osvaldo Vega.
El señor VEGA.-
Señora Presidenta , en mi primera intervención me referí sólo a la zona de Cauquenes.
El señor Ministro ha dicho, con propiedad, que en la Tercera y Cuarta regiones la agricultura es boyante. Prácticamente, el regadío asegura la exportación. Felicito a los amigos del norte. Sin embargo, creo que hablamos en lenguajes diferentes.
Se ha dicho que el riego en Chile nació a propósito de los primeros agricultores, a comienzos de siglo; pero, no debe olvidarse que los del norte son, más bien, empresarios fabricantes de un producto que se exporta, por lo cual les interesa, sobre todo, la forma en que los pueda favorecer el dólar.
En los últimos ocho años, la agricultura tradicional ha retrocedido y el agricultor no está en condiciones de hacer obras para enfrentar el problema de la sequía, que son de altos costos.
Todo el mundo está de acuerdo en lo que significa la sequía. Algunos diputados han dicho que el año que viene provocará un desastre en la pequeña y mediana agricultura; pero resulta que el daño ya está hecho.
Entonces, le pregunto al señor Ministro : ¿qué hacen los pequeños agricultores con deudas de arrastre del año pasado y que no tienen la posibilidad de cultivar la tierra para producir? ¿Qué pasa con los arroceros de Longaví, Parral y Retiro, por ejemplo, cuyos rindes serán un 50 por ciento menor a los normales y ahora, por disposición de las juntas vecinales, sufrirán una merma de agua del 50 por ciento?
En otras palabras, el daño está hecho y los agricultores carecen de recursos para cumplir sus compromisos con los bancos. Incluso, se les están rematando sus propiedades. ¡Ése es el problema al que estamos enfrentados!
Por tal motivo, pido al Ministro de Agricultura que se aboque a estudiarlo, pues no tan sólo afecta a los pequeños agricultores, sino que, lisa y llanamente, a todo el desarrollo económico de la zona, porque la agricultura promueve el transporte y el comercio.
Si no se proporciona ayuda este año, la situación será catastrófica.
He dicho.
La señora MUÑOZ, doña Adriana (Vicepresidenta).-
Cerrado el debate.
PROYECTOS DE ACUERDOS.El señor Secretario dará lectura a los proyectos de acuerdo.
El señor LOYOLA ( Secretario ).-
Proyecto de acuerdo Nº 140, de los Diputados señores Correa, Monge, Melero, Bertolino, Álvarez-Salamanca, Víctor Pérez, Díaz, Van Rysselberghe, Orpis y Prokurica.
“Introducción:
La sequía ha golpeado fuertemente a la agricultura, perjudicando a quienes tienen esta actividad como único medio de sustento, quienes a pesar de las lluvias del último fin de semana, han perdido sus cosechas, es decir, su fuente de ingresos.
Si bien el gobierno ha dispuesto medidas para paliar los efectos de la sequía, tales como la declaración de comunas en emergencia agrícola y el otorgamiento de créditos a través de Indap, los diputados firmantes consideramos imprescindible el someter a consideración de la honorable Cámara de Diputados, el siguiente proyecto de acuerdo, por sostener que las medidas adoptadas ayudan a combatir la sequía, pero no son suficientes para enfrentar el problema, y que a futuro se hace necesario contar con mecanismos permanentes para enfrentar este tipo de emergencias.
Considerando:
1. Que las medidas adoptadas por el Gobierno para enfrentar la sequía en las diferentes comunas rurales afectadas por ella, no solucionan completamente el problema. En especial, los créditos que otorgará Indap, se refieren solamente a la compra de forraje y concentrados para la alimentación animal, dejando en la indefensión a quienes necesitan apoyo para mantener sus cultivos y/o generar ingresos alternativos.
2. Que Chile es un país con un clima impredecible y, en consecuencia, es perfectamente razonable sostener que en dos o tres años más, nuestra agricultura sea nuevamente azotada por una nueva sequía como la que se vive en la actualidad.
3. Que, por lo anterior, es necesario implementar medidas que tengan una permanencia en el tiempo con el objeto de estar mejor preparados para las contingencias climáticas.
4. Que los créditos otorgados, debieran otorgarse también a la construcción de pequeñas obras de riego como pozos profundos y norias dotadas de bombas de extracción, para los agricultores.
5. Que es absolutamente imprescindible la creación de un organismo permanente, con participación del sector público y privado, cuyo objeto sea la prevención de catástrofes o emergencias agrícolas.
Por tanto, la honorable Cámara de Diputados acuerda:
Solicitar al Presidente de la República la implementación de las siguientes medidas:
a) La creación de comisiones preventivas regionales de emergencias agrícolas, cuya integración contemple al sector público, privado y a las municipalidades y que estas comisiones tengan las siguientes funciones entre otras que también se les puedan asignar:
-Prevenir las catástrofes.
-Diseñar planes de emergencia y administrar los recursos destinados al efecto.
-Declarar las condiciones objetivas de las emergencias o catástrofes.
-Manejar los períodos de crisis coordinando a los distintos sectores que intervienen en períodos de esta especie.
-Priorización de obras y proyectos para minimizar las emergencias, estimulando los proyectos que a indicación de las comunidades campesinas les presenten, como por ejemplo limpieza de cauces y de canales de regadío, etc.
-Evaluar el funcionamiento de las obras de regadío, llevando un catastro de las mismas.
-Elaborar planes de emergencia regional.
-Recomendar medidas técnicas y sanitarias en el manejo de cultivos.
-Llevar un registro permanente de proveedores de insumos que se utilicen para paliar los efectos de las crisis o sequías.
-Mantener un inventario de los elementos entregados a las municipalidades y organizaciones rurales, para enfrentar las emergencias, con el objeto de evitar una discrecionalidad en la distribución de dichos elementos.
b) Crear un seguro agrícola contra catástrofes, de corte masivo, con financiamiento mixto, mayoritariamente estatal, focalizado hacia los pequeños agricultores de las zonas predeterminadas de mayor riesgo, que les permita durante las épocas de emergencia declaradas por las comisiones preventivas regionales, recibir un ingreso mensual, equivalente al menos a un 50% del valor del ingreso mínimo con el fin de evitar la discrecionalidad en la distribución de la ayuda y asegurar una amplia cobertura del sistema”.
La señora MUÑOZ, doña Adriana (Vicepresidenta).-
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 60 votos. No hubo votos por la negativa ni abstenciones.
La señora MUÑOZ, doña Adriana (Vicepresidenta).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores Diputados:
Acuña, Aguiló, Álvarez-Salamanca, Bartolucci, Bertolino, Caraball (doña Eliana), Cardemil, Ceroni, Coloma, Cornejo (don Patricio), Correa, Cristi (doña María Angélica), Delmastro, Elgueta, Encina, Errázuriz, Fossa, Galilea (don Pablo), Galilea (don José Antonio), García (don René Manuel), García (don José), Girardi, Gutiérrez, Guzmán (doña Pía), Hales, Hernández, Jarpa, Jiménez, Letelier (don Juan Pablo), Letelier (don Felipe), Lorenzini, Martínez (don Rosauro), Melero, Molina, Monge, Mulet, Muñoz (don Pedro), Muñoz (doña Adriana), Naranjo, Núñez, Olivares, Orpis, Ortiz, Palma (don Osvaldo), Palma (don Joaquín), Pérez (don José), Pérez (don Aníbal), Pérez (doña Lily), Prokurica, Rincón, Salas, Silva, Ulloa, Urrutia, Valenzuela, Vargas, Vega, Velasco, Villouta y Walker (don Patricio).
El señor LOYOLA ( Secretario ).-
Proyecto de acuerdo Nº 141, que suscriben en carácter de autores el señor Urrutia, la señora Soto, doña Laura, y el señor Ceroni.
“Considerando:
1. Las graves consecuencias que provoca la actual sequía que afecta a varias regiones del país.
2. Uno de los sectores más dañados por la sequía es el sector agrícola.
3. El abastecimiento de agua potable a la población también se compromete seriamente en los episodios de sequía.
4. La información disponible proyecta escenarios futuros de escasez de recursos hídricos en forma casi permanente.
Esta Cámara acuerda:
Solicitar al Supremo Gobierno que se realice un catastro actualizado de la disponibilidad de recursos hídricos subterráneos en cada una de las cuencas hidrográficas del país, comenzando por las regiones que han sufrido y sufren episodios de sequía y que se suspenda el otorgamiento de derechos de aprovechamiento de aguas subterráneas en tanto no se defina, para cada cuenca hidrográfica, la extracción compatible con la recarga de equilibrio y se definan las reservas disponibles para riego y consumo humano”.
La señora MUÑOZ, doña Adriana (Vicepresidenta).-
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 37 votos; por la negativa, 9 votos. Hubo 2 abstenciones.
La señora MUÑOZ, doña Adriana (Vicepresidenta).-
Aprobado.
Votaron por la afirmativa los siguientes señores Diputados:
Acuña, Aguiló, Bertolino, Caraball (doña Eliana), Ceroni, Cornejo (don Patricio), Correa, Elgueta, Encina, Girardi, Gutiérrez, Hales, Hernández, Jarpa, Jiménez, Letelier (don Juan Pablo), Letelier (don Felipe), Lorenzini, Monge, Muñoz (don Pedro), Muñoz (doña Adriana), Naranjo, Núñez, Olivares, Ortiz, Palma (don Osvaldo), Palma (don Joaquín), Pérez (don Aníbal), Pérez (doña Lily), Rincón, Salas, Silva, Urrutia, Valenzuela, Vargas, Velasco y Walker (don Patricio).
-Votaron por la negativa los siguientes señores Diputados:
Álvarez-Salamanca, Delmastro, Errázuriz, Galilea (don Pablo), García (don René Manuel), Melero, Molina, Mulet y Ulloa.
-Se abstuvieron los Diputados señores:
Galilea (don José Antonio) y García (don José).
El señor LOYOLA ( Secretario ).-
Proyecto de acuerdo Nº 142, patrocinado, en condición de autores, por los señores Naranjo, Palma, don Osvaldo; Álvarez-Salamanca, Gutiérrez, Palma, don Joaquín; Velasco, Bertolino, Villouta, Pérez, don Víctor, y Letelier, don Felipe.
“Considerando:
1. Que la situación de sequía es un evento que se repite cada año con más frecuencia y que las demandas de agua se incrementan a su vez a través de los distintos sistemas productivos de la economía; y que para la agricultura resulta necesario disminuir la vulnerabilidad ante los efectos de la sequía, es que nos parece apropiado que para superar esta situación se proceda a la construcción de grandes y medianas obras de riego, canales y a la tecnificación de éste, ya que son las medidas adecuadas para dar respuestas y mayor seguridad de riego a estos sectores.
2. Que los recursos del Ministerio de Obras Públicas son insuficientes para responder a estas crecientes demandas de agua, es que aparece razonable que para dar respuesta a ellas, se proceda a estudiar la posibilidad de captar otros recursos de la economía; en este sentido, el sistema de concesiones surge como la alternativa más adecuada.
Por tanto, la honorable Cámara de Diputados acuerda:
Solicitar al Ministerio de Obras Públicas que efectúe un estudio y análisis de la factibilidad de construir grandes obras de riego y canales mediante el sistema de concesiones”.
La señora MUÑOZ, doña Adriana (Vicepresidenta).-
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 55 votos. No hubo votos por la negativa ni abstenciones.La señora MUÑOZ, doña Adriana (Vicepresidenta).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores Diputados:
Acuña, Aguiló, Álvarez-Salamanca, Bartolucci, Bertolino, Caraball (doña Eliana), Ceroni, Coloma, Cornejo (don Patricio), Correa, Cristi (doña María Angélica), Delmastro, Elgueta, Encina, Errázuriz, Espina, Fossa, Galilea (don Pablo), Galilea (don José Antonio), García (don René Manuel), García (don José), Girardi, Gutiérrez, Hales, Hernández, Jarpa, Jiménez, Letelier (don Juan Pablo), Letelier (don Felipe), Lorenzini, Martínez (don Rosauro), Martínez (don Gutenberg), Melero, Monge, Mulet, Muñoz (don Pedro), Muñoz (doña Adriana), Naranjo, Núñez, Olivares, Orpis, Ortiz, Palma (don Osvaldo), Palma (don Joaquín), Pérez (doña Lily), Salas, Silva, Ulloa, Urrutia, Valenzuela, Vargas, Vega, Velasco, Villouta y Walker (don Patricio).
El señor LOYOLA ( Secretario ).-
Proyecto de acuerdo Nº 143, de los señores Jiménez, Salas,Naranjo, Coloma, Ceroni, Gutiérrez, Lorenzini, Ortiz, Mulet y Walker, don Patricio.
“Considerando:
1º Que la grave situación que afecta al sector agrícola, de la Cuarta a la Octava regiones, producto de la sequía, se ha prolongado por largo tiempo y se agudizará en los próximos días.
2º Que los pequeños y medianos campesinos afectados por la sequía, carecen de recursos para enfrentar la emergencia.
3º Que la situación descrita pone en riesgo la política exportadora de productos agrícolas.
4º Que los mecanismos legales vigentes que permiten el riego son insuficientes para dar respuesta a la emergencia.
5º Que el problema mayor consiste en la no incorporación de tecnologías modernas para riego, ya asumida por otros países en situaciones similares.
6º Que es necesario enfrentar la crisis -antes que sea tarde- con visión de país.
Se acuerda:
Oficiar a su Excelencia el Presidente de la República solicitándole:
1º Revisión de toda la legislación sobre riego con el fin de actualizarla y así poder dotar al Ministerio de Agricultura y a las autoridades regionales de instrumentos legales eficientes y eficaces en el combate a situaciones de emergencia que deba enfrentar el sector agrícola producto de la sequía.
2º Que el Gobierno considere en la próxima ley de Presupuestos los recursos necesarios para programar la construcción o terminación de las grandes obras de embalses y canales que se encuentran pendientes en el país.
3º Se incorpore a partir del próximo año, toda la tecnología de riego moderna o de punta en la programación de las acciones y/o programas de Indap, con el fin de asistir a los pequeños y medianos agricultores en el óptimo uso del recurso agua.
4º Que se revise y evalúe caso a caso, la consideración de las 33 comunas en la declaración de emergencia, con el fin de incorporar y atender las comunas o sectores que correspondan, que fundamentalmente estando entre la Cuarta y Octava regiones, en la Región Metropolitana, en las provincias de Talagante, Melipilla y Chacabuco, con claras situaciones de secano y emergencia, no han sido consideradas hasta la fecha en las medidas ya anunciadas por la autoridad ministerial”.
La señora MUÑOZ, doña Adriana (Vicepresidenta).-
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 54 votos. No hubo votos por la negativa ni abstenciones.La señora MUÑOZ, doña Adriana (Vicepresidenta).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores Diputados:
Acuña, Álvarez-Salamanca, Bartolucci, Caraball (doña Eliana), Ceroni, Coloma, Cornejo (don Patricio), Correa, Cristi (doña María Angélica), Elgueta, Encina, Fossa, Galilea (don Pablo), García (don René Manuel), García (don José), Girardi, Gutiérrez, Hales, Hernández, Jarpa, Jiménez, Letelier (don Felipe), Lorenzini, Martínez (don Rosauro), Martínez (don Gutenberg), Melero, Molina, Monge, Mora, Mulet, Muñoz (don Pedro), Muñoz (doña Adriana), Naranjo, Núñez, Olivares, Orpis, Ortiz, Palma (don Osvaldo), Palma (don Joaquín), Pareto, Pérez (don Aníbal), Pérez (doña Lily), Prokurica, Rincón, Salas, Sciaraffia (doña Antonella), Silva, Ulloa, Urrutia, Valenzuela, Vargas, Velasco, Villouta y Walker (don Patricio).
El señor LOYOLA ( Secretario ).-
Proyecto de acuerdo Nº 144, del Diputado señor Bertolino.
“Considerando que:
-La sequía es un fantasma que cada año que pasa se hace más frecuente en nuestro país.
-Que la actividad que más se ve afectada es la agricultura, de la que dependen en forma directa e indirectamente cerca de 4.000.000 de chilenos.
-Que la escasez de agua también afecta la industria, la minería, la generación de energía y el consumo humano, dado que es el elemento esencial de la vida humana, animal y vegetal.
La Cámara de Diputados acuerda:
-Oficiar al señor Ministro de Agricultura para que se implemente todos los años un programa de bombardeo de nubes para favorecer las precipitaciones desde la Tercera a la Décima regiones.
-Solicitar al señor Ministro de Agricultura que en conjunto con el Ministerio de Obras Públicas desarrolle un plan integral de construcción de embalses acumuladores de aguas de invierno en todos los ríos que rieguen una superficie agrícola”.
La señora MUÑOZ, doña Adriana (Vicepresidenta).-
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 39 votos; por la negativa, 0 voto. Hubo 3 abstenciones.
La señora MUÑOZ, doña Adriana (Vicepresidenta).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores Diputados:
Acuña, Álvarez-Salamanca, Bertolino, Caraball (doña Eliana), Ceroni, Cornejo (don Patricio), Correa, Delmastro, Elgueta, Encina, Errázuriz, Fossa, Galilea (don Pablo), Galilea (don José Antonio), García (don René Manuel), García (don José), Gutiérrez, Hernández, Letelier (don Juan Pablo), Lorenzini, Melero, Monge, Mora, Mulet, Muñoz (don Pedro), Olivares, Ortiz, Palma (don Osvaldo), Palma (don Joaquín), Pérez (doña Lily), Prokurica, Salas, Urrutia, Valenzuela, Vargas, Vega, Velasco, Vilches y Walker (don Patricio).
-Se abstuvieron los Diputados señores:
Naranjo, Ulloa y Muñoz (doña Adriana).
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