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- rdf:value = " INFORME DE LAS COMISIONES UNIDAS ENCARGADAS DE ESTUDIAR LA SITUACIÓN DEL RECURSO JUREL.
La señora MUÑOZ, doña Adriana (Vicepresidenta).-
Corresponde conocer el informe de las Comisiones Unidas de Agricultura, Silvicultura y Pesca, y de Recursos Naturales, Bienes Nacionales y Medio Ambiente, encargadas de estudiar la situación producida con el recurso jurel.
Diputado informante es el señor Miguel Hernández.
Antecedentes:
-Informe de las Comisiones Unidas, sesión 13ª, en 7 de julio de 1998. Documentos de la Cuenta Nº 9.
La señora MUÑOZ, doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el Diputado señor Hernández.
El señor HERNÁNDEZ .-
Señora Presidenta , vuestras Comisiones unidas de Agricultura, Silvicultura y Pesca, y de Recursos Naturales, Bienes Nacionales y Medio Ambiente, encargadas de estudiar la situación producida con el recurso jurel, pasan a informaros acerca del mandato que la Corporación tuviera a bien encomen-darles.
En la sesión 14ª de la legislatura extraordinaria, celebrada por la honorable Cámara el 23 de abril, se aprobó, por mayoría de votos, un proyecto de acuerdo sobre la materia. Algunos de sus considerandos señalaban: “Que, no obstante que la ley de pesca ha buscado regular y proteger nuestros recursos pesqueros, en la actualidad el jurel -que constituye el principal recurso- atraviesa una grave crisis.
“Que, si bien no existe consenso entre los especialistas respecto a las causas de la crisis -en el sentido de que ella sea producto de la sobreexplotación o de los efectos derivados del fenómeno de El Niño-, sí existe acuerdo respecto de su gravedad.
“Que, en esa perspectiva, es indispensable escuchar opiniones de los distintos actores involucrados y especialistas en la materia para que, en el más breve plazo, se propongan medidas de emergencia, sin perjuicio de realizar -más adelante- un debate sobre el fondo de la cuestión”.
En ese contexto, la Cámara acordó constituir estas Comisiones unidas, las que en cumplimiento de su labor celebraron seis sesiones, con un total de 13 horas y 23 minutos de duración.
Se escuchó a diferentes actores del sector: la Sociedad Nacional de Pesca, Sonapesca; la Asociación de Industriales Pesqueros de la Región del Biobío, Asipes ; la Asociación de Industriales Pesqueros de la Quinta y Sexta Regiones; la Federación Nacional de Sindicatos de Tripulantes de Naves Especiales, Fetrinech; la Federación Nacional de Oficiales de Naves Especiales, Fonechi ; la Confederación Nacional de Federaciones y Sindicatos de Gente de Mar, Marítimos , Portuarios y Pesqueros, Congemar , y al Comité Asesor constituido por la Subsecretaría de Pesca, integrado por investigadores y profesionales del Ifop, del Instituto de Investigación Pesquera de la Octava Región y del Departamento de Pesquerías de la Subsecretaría.
En los antecedentes generales del informe que se encuentra a disposición de los señores diputados, figuran definiciones respecto del jurel, del fenómeno de El Niño y otras establecidas en la propia ley general de Pesca y Acuicultura, y diferente material recopilado que sirvió a los integrantes de la Comisión para analizar el tema.
Medidas administrativas de protección del recurso:
La Subsecretaría de Pesca ha establecido medidas de administración de la pesquería del jurel, mediante decretos supremos, durante el presente año, así como también resoluciones que autorizan el desarrollo de pesca de investigación sobre la misma especie, en los términos que a continuación se indican.
Hasta el 27 de junio de 1998, se han dictado seis decretos supremos que establecen las vedas y seis resoluciones referidas a las autorizaciones para las pescas de investigación.
En el informe aparece también un anteproyecto de ley que está estudiando la Subsecretaría respecto del tema.
En cuanto a las opiniones de los representantes de las organizaciones que ya enumeré, me permitiré entregar las que, desde mi punto de vista, reflejan la importancia que cada uno de estos sectores asigna al tema.
Por ejemplo, don Sergio Sarquis Menassa , presidente de la Sociedad Nacional de Pesca , Sonapesca, destacó que Chile es uno de los países con mayor embarque anual en especies marinas. Se extraen del mar aproximadamente 7 millones de toneladas, cifra que incluye desde las algas hasta los salmones de cultivo y las distintas especies. De este total, 6 millones son especies pelágicas de altas fluctuaciones, alta movilidad y sensibles a las condiciones ambientales. Las más importantes son el jurel, la anchoveta, la sardina y la caballa.
Agregó que el manejo de los recursos pelágicos es de gran complejidad. La mayoría de los países han optado por una administración de este tipo de recursos, instituyendo sistemas de información ágiles y efectivos que manejan las variables relevantes en tiempo real y permiten tomar medidas oportunas.
Respecto del jurel, señaló que tienen una base de datos muy completa, a la que se le ha adicionado la información de la flota de factoría rusa, que operó fuera de las 200 millas por muchos años, capturando más de 1 millón de toneladas de este recurso. A pesar de disponer de esta información -expresa-, estamos muy lejos todavía de poder manejar la información necesaria para hacer proyecciones más certeras de mediano y largo plazo.
En este aspecto, señaló que ni los fatalistas del recurso ni los grandes optimistas tienen la razón. A ambos les falta información científica y modelos que correlacionen antecedentes biológicos con ambientales.
Expresó que hace sólo un año y medio las proyecciones de biomasa y la situación del recurso jurel en la zona centro sur eran muy optimistas: se estimaba en 25 millones de toneladas la biomasa existente y se habían detectado exitosos años de reclutamiento. Todas las proyecciones eran muy positivas hasta que en 1997, y antes de la aparición de El Niño, se produjo un calentamiento de las aguas, lo que se intensificó con el fenómeno y mantiene en la actualidad una presencia de juveniles muy abundante en la zona comprendida entre las Regiones Quinta y Décima, espacio donde históricamente se ha distribuido el recurso con mayor abundancia.
Termina señalando que las medidas que ha adoptado la Subsecretaría han sido, en general, razonables. Las aceptamos -dice-, porque entendemos que hay una imposición de la naturaleza; es un fenómeno natural el que se nos viene encima.
Don Daniel Malfanti Pérez , presidente de la Asociación de Industriales Pesqueros de la Región del Biobío , señaló que esa región es la zona de mayor concentración pesquera del país.
Asociados a Asipes, se encuentran operando activamente 134 barcos, que representan 128 mil metros cúbicos de capacidad. Si a ello se suma la pesquería no vinculada a su asociación, la cifra se eleva aproximadamente a 135 mil metros cúbicos.
Hasta el 30 de abril del presente año, estos barcos habían capturado 971 mil toneladas. Esa pesca incluye sardinas y anchovetas, pero el grueso corresponde al recurso jurel.
Desde el punto de vista industrial, existen diecinueve plantas, de las cuales once se ubican en Talcahuano, siete en Coronel y una en Tomé.
En cuanto a las plantas procesadoras de conservas, tres se encuentran en Talcahuano, tres en Coronel y una en Tomé.
En relación con las plantas de congelados, dos se hallan en Talcahuano, una en Coronel y dos en Tomé.
Por último, existen tres plantas que están produciendo “surimi”, dos de las cuales se encuentran en Talcahuano y una, actualmente paralizada, en Tomé.
Los barcos que abastecen las plantas son muy modernos. Puede decirse que la flota se ha renovado completamente gracias a la aplicación de la ley de Pesca. Esto significa que las embarcaciones más antiguas, de menor tamaño y tecnología, han sido reemplazadas por barcos de mayor dimensión y capacidad de pesca.
La industria pesquera de Talcahuano, Coronel y, en general, de toda la Región del Biobío da ocupación a 13.500 personas, donde trabajan ligadas a la producción de harina cerca de 10 mil personas.
El presidente de esta organización dice que el sistema económico o los sistemas de cualquier tipo de industria tienen tres grandes puntos que analizar: el económico, que sustenta a las empresas; el social, que son los trabajadores, quienes permiten llevar adelante el sistema de producción, y el recurso o materia prima que, en este caso, no es otra cosa que el recurso pesquero. Cree que el sector económico, el de las empresas, ha hecho su máximo esfuerzo: ha invertido, mantenido personal y sustentado las bajas de producción.
Respecto del recurso, señala que le corresponde administrar al Estado, el que también tiene que correr algún riesgo. No se puede ser absolutista. Puede ser entendible que siempre el Estado sea más bien conservacionista, pero va a tener que ir fijando normas que le permitan correr un riesgo controlado.
Acerca de las políticas futuras, cree que debiera haber un poco más de participación de parte de la Subsecretaría. Si bien la ley considera grupos de participación a través de los consejos nacionales, zonales y regionales, cree que en períodos críticos, como éste, debiera haber una interrelación más directa y permanente entre la autoridad y los agentes que explotan el recurso.
En cuanto a la ley general de Pesca, opina que en un momento difícil, incluso de dudas científicas, no debiera modificarse, menos plantearse un cambio de la composición de la flota, materia que corresponde a una ley que entró en vigencia recién en 1992.
Don Jean Stengel , director de Asipes , refiriéndose a la capacidad económica para soportar la crisis, señaló que se vislumbra un quiebre de la actividad. Unos podrán sobrevivir, pero otros no. Es una situación extremadamente dramática.
La Asociación de Industriales Pesqueros de la Quinta y Sexta Regiones señalaron que esta actividad está prácticamente colapsada en esta zona, especialmente en el puerto de San Antonio, lo cual figura en el informe.
Doña Carmen Godoy , gerenta técnica de esta organización, con respecto al fenómeno de El Niño, señaló que no es un hecho aislado lo que está sucediendo en el resto del país, sino un problema ambiental mundial. Los países de América que se han visto más afectados por el problema de la pesca son Perú y Chile.
Entrega algunas cifras de lo sucedido en Perú con los recursos pelágicos, que estima conveniente que se tengan presentes. Al 3 de mayo, los peruanos lograron capturar 377 mil toneladas. El año pasado habían capturado 2,9 millones de toneladas. Es impresionante la baja que tuvieron ellos.
En el caso chileno, dice que la baja de la pesca del jurel sólo representa el 43 por ciento a nivel nacional, con distintos impactos en las regiones.
Esta organización da una serie de medidas paliativas para enfrentar esta situación, las que se encuentran contenidas en el informe.
La Confederación Nacional de Federaciones y Sindicatos de Gente de Mar, Marítimos , Portuarios y Pesqueros, y la Federación Nacional de Sindicatos de Tripulantes de Naves Especiales, en la voz de su presidente , don Armando Aillapán , señaló que se debe recordar que el gobierno del Presidente Aylwin constituyó la Comisión Nacional de Pesca, en la cual participaron todos los agentes involucrados en la actividad pesquera. El trabajo de esa Comisión Nacional abarcó todos los aspectos que en ese momento ameritaban la dictación de una ley de pesca. Sin embargo, con el correr del tiempo, se han dado cuenta de que el reglamento de sustitución de naves, dictado a la medida de las embarcaciones de cerco, en especial para los jureleros, no cumplió con su cometido, puesto que esta flota se sobredimensionó aún más y no ha sido capaz de extender sus faenas más allá de la zona económica exclusiva para capturar en aguas internacionales. Por el contrario, se continúa insistiendo en realizar esta pesquería dentro de las aguas jurisdiccionales.
Esta organización, en la voz de su presidente, señala que el Gobierno debe enfrentar esta grave crisis pesquera junto a todos los agentes involucrados en ella.
Esta federación remitió una carta al Consejo Nacional de Pesca, en la que indicaban su disposición a colaborar en la búsqueda de soluciones concretas y denunciaban también a algunos agoreros que, aprovechándose de esta crisis globalizada, plantean la necesidad de implantar medidas de regulación pesquera, las que sólo sembrarían más confusión e, incluso, especulación financiera.
El país necesita de una investigación pesquera seria y responsable, y no actuar bajo las técnicas de los supuestos. Para esto, el Gobierno y el sector privado, con la firme y siempre atenta colaboración de los trabajadores pesqueros, deben diseñar investigaciones que, sin titubear, vayan al fondo del problema, para que todo el mundo sepa a qué atenerse.
El informe, que está a disposición de los señores parlamentarios, también contiene una serie de propuestas que ellos entregan, a continuación de las cuales figura un comentario final, que me ha parecido interesante dar a conocer. Allí dicen que están seguros de que la discusión sobre el recurso jurel es la gota que rebasó el vaso. Pero el problema es una crisis global, en que, por la conformación misma de la ley -aquí hay una crítica a la ley de Pesca-, ésta se ha convertido en camisa de fuerza, haciendo imposible cualquier arreglo para buscar una salida viable, ya que la única herramienta existente que tiene la Subsecretaría de Pesca es autorizar pesca de investigación, a fin de ayudar a la industria a salir de sus problemas económicos.
Agrega que sus propuestas pasan por hacer modificaciones que vayan al fondo de la crisis; de lo contrario, los problemas se irán profundizando cada día, agravando la situación social, ya deteriorada, de todo el sector.
Esperan que el Estado muestre su disposición a solucionar estos problemas. Los trabajadores están abiertos a colaborar en todo sentido, en el bien entendido de que este país mire más allá de nuestras 200 millas de zona económica exclusiva. Ellos fueron muy categóricos en expresar el incentivo a la pesca más allá de las 200 millas.
La Confederación Nacional de Pescadores Artesanales de Chile, en la voz de su presidente don Humberto Mella , destacó que la autoridad pesquera de este país no reconoce que hay una crisis, ya que en esta misma Comisión, el Subsecretario dijo anteriormente que no había crisis; el Director Nacional de Pesca , a través de la prensa, también ha expresado que no hay crisis. Sin embargo, el más sencillo y común de los ciudadanos de este país lo visualiza de otra manera. Ello está graficando y significando que la corriente de El Niño sólo ha venido a desnudar una situación denunciada por los trabajadores desde hace muchos años.
Hace una serie de críticas a lo que ha estado pasando con esta actividad y concluye diciendo que la pesca del jurel muestra evidentes signos de sobreexplotación.
Sostiene que las tallas de captura son extraordinariamente bajas, que se pierden empleos, se cierran industrias, se pone en riesgo un patrimonio que es de todos los chilenos.
También se refiere al tema de la pesca de investigación, donde hace un llamado para que se destinen mayores recursos y esfuerzos con ese objeto.
Don José Valenzuela , secretario de esta misma Confederación, destacó que el tema de administración contempla algunas técnicas, para luego plantear la discusión que existe acerca de las tallas mínimas de explotación del recurso.
La Federación Nacional de Oficiales de Naves Especiales, Fonechi , a través de don Luis Almonacid , su presidente , destacó que en cuanto a la administración pesquera del jurel, según lo informado por los técnicos de la Subsecretaría de Pesca, el recurso presenta claros síntomas de sobreexplotación. En las pocas prospecciones hechas, hasta la milla náutica 600, sólo se han identificado caladeros de jurel juvenil.
Concluye diciendo que, como consecuencia de todo ello, las medidas de administración diseñadas para esta pesquería, como las vedas y talla crítica, han sido sobrepasadas largamente por la operación de la flota pelágica jurelera.
También establecen propuestas para resolver el tema, las que, como ya lo he expresado en casos anteriores, están contenidas en este informe, a disposición de los señores parlamentarios.
La Subsecretaría de Pesca constituyó un comité asesor, conformado por investigadores y profesionales del Instituto de Fomento Pesquero, del Instituto de Investigación Pesquera de la Octava Región y del Departamento de Pesquería de esa Subsecretaría.
Ante consultas formuladas por los diputados en el seno de estas Comisiones unidas, explicaron que, tanto para la autoridad como para el comité asesor, son varios los factores que inciden en la situación actual del recurso y en la pesquería. Es difícil separar qué consecuencias corresponden a las condiciones climáticas y cuáles a las condiciones de la pesquería en términos del esfuerzo. Si bien la abundancia del recurso no está colapsada, la condición del mismo respecto de su talla está bastante más baja de lo normal, a pesar de que existen antecedentes de otras épocas, durante otros fenómenos de El Niño, en que la talla era igualmente pequeña. De acuerdo a las evaluaciones efectuadas por el comité asesor, se apunta a localizar las cantidades por extraer, de modo de mantener una actitud precautoria frente al desarrollo de la actividad durante el presente año.
Durante los años 1994 a 1996 se hizo un estudio biológico-pesquero del jurel en la zona norte del país. Éste determinó una talla de primera madurez sexual de 22,4 cm. Se expresa que esta talla varía de una zona a otra, por el cambio en las condiciones ambientales.
También expresaron que se hicieron evaluaciones acerca de la biomasa desovante y el reclutamiento entre los años 1977 y 1997. En este último año, se estimaba en alrededor de 20 millones de toneladas la biomasa total; la biomasa desovante se determinó en aproximadamente 12 a 13 millones de toneladas, y de reclutas, en alrededor de 3,5 millones de toneladas. Otra evaluación tenida a la vista es una hecha por el Instituto de Fomento Pesquero, que estima en alrededor de 15 millones la biomasa total. Desde 1991 hasta 1998, la biomasa total comenzó a declinar sostenidamente.
La evaluación directa realizada durante mayo de 1997, una vez aparecido el fenómeno de El Niño, muestra un total de 3,8 millones de toneladas de biomasa en la zona más cercana, en un momento dado. Esta muestra, en términos de composición porcentual en número de los distintos grupos de edad, determina la mayor abundancia de la edad 3, con un tamaño aproximado de 24 centímetros, con el 33 por ciento del total. Explica que los individuos entre 0 y 1 año no son detectados adecuadamente por el método.
Esta evaluación fue consistente con la realidad del recurso, ya que el 70 por ciento de la población correspondía a una talla menor a los 26 centímetros. Sólo el 30 por ciento correspondía a especies grandes y pegadas a la costa.
Este comité asesor arribó a las siguientes conclusiones en el ámbito biológico-pesquero:
1) Que en los últimos años se ha registrado una disminución sostenida de las tallas medias de los ejemplares capturados;
2) Que el “stock” desovante registra una disminución sostenida hasta 1994;
3) Que aun cuando se han estimado fuertes reclutamientos en los últimos años, existe incerteza en cuanto a si ellos fueron reales o sobrestimados, por la mayor disponibilidad del recurso;
4) Que, en general, los indicadores del esfuerzo muestran menor disponibilidad del recurso, y
5) Que, dada la incertidumbre asociada a las evaluaciones del “stock” en relación con la situación actual de las pesquerías, es conveniente profundizar y complementar los análisis efectuados.
El comité asesor establece una definición respecto del cálculo de la talla de primera madurez, tema que realmente ha sido muy controvertido. Se ha dicho que en el norte la talla es de alrededor de 21 a 22 centímetros, como la que calculaban los rusos en la oportunidad que pescaron frente a nuestras costas. En el sur, los individuos son más grandes, por lo que, indudablemente, la talla será más alta. Entonces, los investigadores establecieron que, en algunos sectores, la talla era de 21 a 22 centímetros y las máximas encontradas alcanzaron los 33 a 34 centímetros, lo que da como resultado un promedio de 26 centímetros, que es una aproximación a las medidas aceptables.
Recomendaciones del comité asesor:
1) Limitar directamente la cantidad de captura por extraer.
2) Limitar directamente el esfuerzo de pesca.
3) Limitar las operaciones de la pesca de investigación en áreas definidas.
4) Diseñar y aplicar un sistema de control efectivo de las capturas.
5) Dar cobertura con personal embarcado en el máximo número de naves posibles para efectos de muestreo.
Recomienda asimismo efectuar una evaluación directa que permita monitorear la disponibilidad y abundancia de las distintas cohortes o tallas que componen el stock de jurel que está frente a las costas chilenas, y mantener este esquema de explotación e investigación mientras prevalezcan las actuales características de la pesquería.
Al tenor del conocimiento de toda esta información entregada por los actores directamente involucrados en el tema, las Comisiones Unidas arribaron a las siguientes conclusiones.
1. Que la pesquería, en general, enfrenta hoy una situación de crisis, resultando indiscutibles los efectos de la corriente de “El Niño” sobre todos los recursos, en especial en el jurel.
2. Que, según cifras de la Subsecretaría de Pesca, el esfuerzo pesquero se encuentra sobredimensionado. En efecto, entre 1985 y 1996, el tamaño de la flota en la pesquería centro-sur tuvo un crecimiento de 90 por ciento en número y de 523 por ciento en capacidad de bodega total instalada.
Mayores informaciones al respecto se contienen en un cuadro que figura en el informe.
Sin perjuicio de lo anterior, estiman necesario investigar y monitorear permanentemente el comportamiento del recurso, con el fin de establecer en forma fidedigna su posible disminución por sobreexplotación.
3. Que es necesario validar el sistema de vedas como un mecanismo que permita a la autoridad administrativa proteger el recurso en tiempos de crisis.
Proponen también a la autoridad pesquera recurrir a los mecanismos establecidos en la ley para utilizar la fijación de cuotas de captura por “unidad de esfuerzo”, ya que la actual crisis tiende a prolongarse y las vedas se hacen insuficientes como mecanismos permanentes de regulación.
4. Que el funcionamiento de la institucionalidad establecida en la ley debe ser efectivo en la práctica, de manera que la autoridad administrativa haga reales esfuerzos en orden a que las instituciones representadas en los consejos zonales, regionales y nacional de pesca tengan efectiva participación en las decisiones de la autoridad, participación que se materializa tomando en consideración sus proposiciones y sin perjuicio de que ellos puedan acceder a la información de que ésta dispone.
5. Que los recursos que el Estado destina a la actividad deben estar en directa relación con su desarrollo, asignando mayor presupuesto para la fiscalización e investigación, por cuanto han constatado que, a pesar de los esfuerzos realizados, éstos son insuficientes, dada la magni-tud y complejidad del manejo de este recurso.
Recomiendan a la autoridad arbitrar todas las medidas a su alcance para el cumplimiento de la ley.
6. Que hay que insistir en el criterio contenido en la ley general de Pesca y Acuicultura, que establece las cinco millas marítimas para uso exclusivo de las pesca artesanal.
7. Que la autoridad no debe alterar la talla mínima de captura actualmente exigida ni los porcentajes de captura autorizados bajo la talla mínima, en tanto no existan antecedentes científicos que aconsejen lo contrario.
8. Que respecto de los efectos sociales de la crisis que enfrenta el sector pesquero:
a) Hay que asegurar la captura del recurso para la mantención de las plantas procesadoras y de la flota a través de las medidas administrativas que el Estado dispone, y
b) Que los programas que el Estado desarrolle para mitigar la crisis deberán enmarcarse en el ámbito de la actividad pesquera.
9. Que en cuanto a las modificaciones de la legislación pesquera, no es oportuno efectuarlas mientras persistan los efectos ocasionados por el fenómeno de “El Niño”. Sin embargo, hacen suyas las recomendaciones propuestas durante la realización del seminario denominado “La Ley General de Pesca y Acuicultura, un balance necesario”, en el sentido de iniciar el estudio de aquellas modificaciones que los hechos aconsejen.
10. Que es de urgente necesidad que el sector pesquero nacional aborde la investigación e inversión con nueva tecnología para la captura y elaboración, que permitiría diversificar la explotación del recurso jurel y de los recursos marinos en general, aumentando el valor agregado en su elaboración, preferentemente orientados al consumo humano.
11. Finalmente, que es conveniente sugerir a la autoridad pesquera lo planteado con mucha fuerza por diferentes organizaciones: el establecimiento de incentivos que estimulen la pesca fuera de las 200 millas.
Cabe hacer presente que las Comisiones unidas de Agricultura, Silvicultura y Pesca, y de Recursos Naturales, Bienes Nacionales y Medio Ambiente, aprobaron por unanimidad todas las proposiciones incluidas en este informe, con excepción del párrafo segundo del Nº 3, que fue aprobado por mayoría de votos.
Es todo cuanto puedo informar.
He dicho.
La señora MUÑOZ, doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el Subsecretario de Pesca , señor Juan Manuel Cruz.
El señor CRUZ ( Subsecretario de Pesca ).-
Señora Presidenta , deseo iniciar mi intervención agradeciendo la invitación a participar en un tema de la mayor relevancia para el desarrollo económico de Chile, el cual está inserto en múltiples iniciativas que ha tenido la Cámara para abordar los temas pesqueros, tanto en el marco global de la legislación como en la coyuntura en que se vive actualmente.
Vuelvo a destacar la importancia del seminario realizado el año pasado, que nos permitió evaluar la ley de Pesca después de seis años de vigencia. Sin duda, en el curso de este año, el tema de interés ha estado centrado justamente en la crisis pesquera -acerca de la cual ya hablamos-, y en el despacho de diversos proyectos de ley propios de nuestra competencia.
El informe que presentó el Diputado señor Hernández, informante de la Comisión, cubre muchos aspectos. Para hacer un uso eficiente del tiempo, me limitaré a los temas centrales que nos preocupan, dejando oportunidad para continuar debatiendo otros.
A fin de ordenar estos comentarios, es conveniente distinguir los hechos objetivos del problema, el manejo de la crisis durante el presente año, las opiniones sobre las causas de los problemas y las propuestas de acción para enfrentar el futuro.
Avanzaré en ese mismo orden.
Los hechos principales de la situación son cinco.
1. La regulación de la pesca del jurel, que se ha basado en el control y congelamiento del esfuerzo pesquero, es decir, en la limitación del número y capacidad de los barcos autorizados para operar. Es una típica regulación del esfuerzo, como primera medida de administración pesquera.
2. La regulación de talla mínima de captura, que se fija a partir de datos biológicos, y no en una cuota global anual de captura que, como medida de conservación, suele ser bastante eficiente. Hay que recordar que la fijación de esta cuota no depende sólo de la autoridad, sino que requiere también del acuerdo del Consejo Nacional de Pesca.
3. La flota pesquera autorizada aumentó significativamente en los últimos años, como se menciona en el informe. Desde alrededor de 80 mil metros cúbicos de bodega autorizada para pescar jurel, entre las regiones Quinta y Novena, cuando se dictó la ley de Pesca, en 1991, se ha llegado a cerca de 140 mil metros cúbicos a esta fecha. Este enorme crecimiento se ha basado en la aplicación de los artículos transitorios de la propia ley, pero hay que agregar que, además del crecimiento del tamaño de la flota, el aumento de eficiencia por tecnología y modernización es francamente espectacular. De modo que la capacidad de la flota para pescar se ha más que duplicado en muy corto tiempo.
4. La captura de jurel, hasta 1993, fue creciendo en forma sostenida y rápida. Es decir, hasta 1993, hubo un desarrollo sostenido y se llegó a 3 millones de toneladas o un poco más en algunos años; pero en 1994, 1995 y 1996, la captura subió a algo más de 4 millones de toneladas. Es decir, de un período de crecimiento, con un tope de 3 millones de toneladas, pasamos a un nuevo período de tres años, en los cuales las capturas sobrepasaron los cuatro millones de toneladas; naturalmente, dicho aumento coincide, en el tiempo, con la época en la cual se hace efectiva la operación del incremento de flotas de que recién hablábamos.
5. En los últimos dos años, 1997 y 1998, la situación de la pesquería se ha caracterizado por la presencia muy alta de ejemplares juveniles bajo la talla mínima legal, situación en la cual los ejemplares adultos no están presentes, o lo están en muy pequeña cantidad. Además, se acentúa la disminución de talla de captura promedio que ya se venía observando desde años anteriores.
Éstos son los hechos básicos. Sobre ellos hay que elaborar un manejo de las situaciones de corto y de largo plazo.
Durante este año -como lo recoge el informe de vuestra Comisión-, la gravedad de la situación quedó de manifiesto en febrero, cuando se comprobó que el 75 por ciento del jurel estaba bajo la talla mínima legal. Ello exigió decisiones inmediatas para conservar el recurso y evitar un posible colapso de la especie, como también el inicio de acciones sobre la base de una perspectiva de más largo plazo. En lo más inmediato, se decretó una primera veda del jurel a partir del 10 de marzo pasado, la cual se ha mantenido en forma ininterrumpida; está vigente, por ahora, hasta el 31 de agosto próximo.
Se reforzaron y priorizaron los programas de investigación, con el fin de generar mejores respuestas sobre los temas fundamentales que nos interesan. Se aplicó la facultad, que contiene la ley de Pesca, de exceptuar de la veda a las capturas destinadas a la elaboración de productos de consumo humano directo, de modo de evitar el costo social que podría generar.
Debe destacarse que una parte muy pequeña de la captura -parte tan pequeña que realmente no altera la sustentabilidad del recurso en el largo plazo- genera alrededor del 60 por ciento de los empleos del sector. De modo que esta excepción es vital y al respecto el Gobierno ha sido categórico y mantiene la opción por el empleo.
Se han realizado también diversas investigaciones en las zonas de pesca habituales de la flota, como también prospecciones con el barco de investigación “Abate Molina” -que está a cargo del Ifop- y con barcos de la zona industrial que también participan. Dichas prospecciones se han realizado dentro de la zona económica exclusiva y fuera de ella; es decir, dentro de las 200 millas náuticas y hasta las 600 millas náuticas de distancia de la costa, respectivamente.
Se formó -como también lo señala el informe- un comité asesor de alto nivel, integrado por la Subsecretaría de Pesca, el Instituto de Fomento Pesquero, Ifop, y el Instituto Privado de Investigaci��n Pesquera, Inpesca.
Puedo agregar que, a partir de esta semana, contamos con la asesoría de un experto internacional y esperamos que contribuya, con una mirada independiente, en las respuestas a las grandes preguntas que nos hemos formulado.
Por último, a fin de darles publicidad, se ha mantenido información y análisis permanente con el Consejo Nacional de Pesca y otros organismos relevantes del sector pesquero. En la medida en que todos compartan el diagnóstico de la realidad actual, se podrán aunar voluntades para buscar soluciones, tanto sobre el manejo de la crisis como también definitivas.
Esto me lleva a formular distintos comentarios sobre las opiniones que se han ido formando y decantando durante este tiempo y también respecto de las opciones en el futuro.
Felizmente, ya no se discute, como a comienzos de año, si esta crisis se debe sólo al fenómeno de “El Niño”. Sin duda, es ambiental y tiene fuerte impacto, pero nadie desconoce hoy que la flota pesquera ha crecido excesivamente. Todos reconocen también que hemos llegado a niveles de captura muy altos, en los cuales los riesgos de sobreexplotación son cada vez mayores.
Estas dos conclusiones, aparentemente muy sencillas, explican la actitud que empresarios, trabajadores y autoridades han tenido al respecto. Todos están empeñados en asegurar la sustentabilidad del recurso, aunque las medidas en el corto plazo han sido bastante duras.
Nuestra experiencia, desde el Gobierno, coincide plenamente con lo recogido por la Comisión, en el sentido de que todos los actores reconocen que las vedas, aunque a nadie gustan, son indispensables para evitar una situación más grave en el futuro y no correr riesgos mayores que los actuales.
Esto ejemplifica la actitud de responsabilidad que predomina, que ha pasado a ser una de las mayores fortalezas para tener éxito en la materia.
En una visión de mediano a largo plazo, el informe de la Comisión recoge la discusión desarrollada al interior del Consejo Nacional de Pesca en torno a un proyecto de ley para reducir la flota pesquera. Ello demuestra que también se está trabajando en soluciones a futuro, de manera de evitar que la situación, de dos a tres años, vuelva a repetirse.
El Consejo Nacional de Pesca, más allá de lo que la Comisión recogió, continúa trabajando y complementando dicho proyecto, y esperamos que en agosto ingrese a trámite legislativo.
Puedo adelantar, como cosa básica, que se propondrán nuevos sistemas de administración para los recursos pesqueros. Debemos reconocer que la forma de administración de algunas pesquerías -control de esfuerzo y cuota global de captura- ha llevado a malos resultados. La que era una buena solución hace siete años, no es suficiente frente al desarrollo y las realidades del presente.
En la actualidad, los cuatro regímenes de explotación que establece la ley de Pesca no son suficientes para abordar soluciones estables en casos tan importantes como el jurel.
Desde nuestro punto de vista, debemos ser claros en señalar que la ley vigente no permite una buena solución. Sería un error continuar pensando que esto se resuelve sólo con mayores recursos para fiscalizar, sin tomar en cuenta la ineficiencia económica, los incentivos que genera la ley a los agentes pesqueros, contrarios a la conservación, y los costos sociales y políticos que acarrean estas malas regulaciones por no responder a las necesidades actuales.
Estamos experimentando hechos conocidos en experiencias de desarrollo pesquero realizadas en otros países. Cuando la regulación se basa sólo en el esfuerzo pesquero -en alguna medida, es el caso aplicado en la pesquería del jurel-, cada vez es más compleja, ineficaz y limita la flexibilidad que debe tenerse para enfrentar situaciones ambientales cambiantes, y lleva a que la autoridad deba tomar decisiones que serían propias del ámbito privado, si hubiera buenos sistemas para garantizar la conservación y la sustentabilidad.
Por otra parte, las regulaciones basadas en cuotas globales de captura, aunque pueden ser eficientes para la conservación, producen una verdadera carrera olímpica. Las empresas compiten por pescar la cuota global lo más rápidamente posible, antes de que se agote. Este mecanismo lleva a una sobreinversión en flota pesquera, tal como ocurre en Chile, por la que se acortan las temporadas de pesca y de trabajo y no hay incentivo alguno para aumentar el valor que se obtiene por la captura realizada.
Por lo tanto, el proyecto que se propondrá al Congreso Nacional se basará en una nueva forma de asignar los derechos de pesca a los mismos que hoy los tienen, pero evitando los problemas señalados y permitiendo que el mercado opere en forma más eficiente. Incluso, sería más posible que ahora se produzca la salida y entrada de nuevas empresas a través de mecanismos económicos y no por meras decisiones administrativas de la autoridad. Esto se logra con un sistema de cuotas individuales.
Deberemos ser muy cuidadosos en la discusión del diseño y en la forma en que se pasa de la situación actual a la que operará bajo el nuevo régimen.
Por todo esto, creemos que el trabajo de la Comisión es tremendamente útil. Tal vez, procede señalar, como resultado global de él y con visión de futuro, que debemos ser capaces de aprender de esta crisis y de sacar provecho de ella, con el fin de transformarla en la gran oportunidad para realizar un avance importante en la modificación de la ley de Pesca, lo que resulta indispensable para mantener el desarrollo pesquero futuro.
Muchas gracias.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el Diputado señor Patricio Melero .
El señor MELERO .-
Señora Presidenta , bien ha hecho la Corporación en destinar un tiempo y una Comisión especial a analizar la problemática del recurso jurel, su declinación y los efectos derivados de la corriente de El Niño, así como el mayor esfuerzo pesquero y las medidas que pueden adoptarse en el presente y futuro al respecto.
El recurso jurel no es poco significativo en la economía, menos en el sector pesquero. Chile es uno de los cinco países con mayores desembarques pesqueros anuales en el mundo. Se extraen sobre siete millones de toneladas y de ellas, seis millones son de las especies pelágicas más importantes, como jurel, anchoveta, sardina y caballa. Pero, especialmente, el jurel representa, como bien se ha señalado, de esos seis o siete millones, en 1996, cuatro millones y medio de toneladas. En la actualidad, la cifra es del orden de los dos millones y medio de toneladas al año. Así, el jurel representó el 60 por ciento de las capturas en 1994 y el 49 por ciento en 1997.
Por consiguiente, la perspectiva del jurel, como principal recurso pesquero, influye sobre el empleo, la fabricación de productos para consumo humano y la industria reductora destinada a la harina de pescado.
Lo primero, entonces, es determinar -y en parte se refirieron a ello el diputado informante y el subsecretario-, si el fenómeno que ha afectado al jurel y la declinación de su captura es sólo responsabilidad de la corriente de El Niño, o de las medidas de administración pesquera o del esfuerzo realizado al respecto en el país.
Según mi conclusión, sin duda, es la conjunción de ambos factores, pero no en igual proporcionalidad.
A mi juicio, es importante señalar que el mayor efecto que ha producido una baja en la captura está fuertemente asociado a un fenómeno climático ambiental como es la corriente de El Niño, que ha generado una variación de temperaturas, de uno a cinco grados por sobre lo normal, con repercusiones sobre el recurso jurel y otras especies pelágicas.
Además de los efectos climáticos, la corriente de El Niño ha influido sobre la supervivencia de huevos y larvas, la reproducción, la disponibilidad de plancton y una serie de otros fenómenos oceánicos que afectan el recurso, su ciclo biológico y su instauración en nuestras costas.
Es importante señalar que el jurel es una especie altamente migratoria, que cumple su ciclo de vida desde nuestras costas hasta las de Nueva Zelanda, en procesos largos, donde alcanza sus tamaños máximos en períodos de cuatro o cinco años. Por consiguiente, no podemos determinar su comportamiento solamente en razón de lo que ocurre frente a nuestro litoral, ya que su dispersión es oceánica.
La corriente de El Niño ha tenido una fuerte influencia sobre el particular, y aquí viene una primera conclusión. Debemos entender y aceptar que este fenómeno climático estará presente permanentemente en el desarrollo pesquero, pues no se trata de una situación especial, coyuntural, de emergencia, de una sola vez.
Si analizamos los efectos cambiantes en el mar desde 1837, con algunas lagunas de información, como las que se produjeron durante la Segunda Guerra Mundial, podemos concluir que durante un tercio de este período la situación es más o menos normal o promedio, un tercio muestra fenómenos más fríos y un tercio, fenómenos más calientes. Y es importante tenerla presente, porque de ella va a depender la forma en que deberá administrarse el recurso en el futuro.
Por otro lado, consignada la importancia relevante, determinante y constante en el tiempo del fenómeno de El Niño, también debemos decir que, desde 1987 a 1997, ha habido un sostenido aumento del esfuerzo pesquero, en que la capacidad de bodega instalada se ha elevado a 123.890 metros cúbicos, con 184 naves en operación y una captura máxima de 4 millones y medio de toneladas.
Es importante consignar que el mayor esfuerzo pesquero se ha hecho dentro del marco de la ley, realidad que deberá tenerse presente. No ha habido irregularidad de los agentes pesqueros. Todo se ha hecho dentro de la ley que el Congreso aprobó, en virtud del artículo 3º transitorio.
También considero importante consignar que las medidas de administración pesquera adoptadas por la autoridad, en especial en lo relativo a las vedas, han sido, a mi juicio, buenas, acotadas en el tiempo; difíciles, quizás, pero han contado con el muy importante respaldo del sector pesquero privado y artesanal, de forma de evitar una influencia mayor sobre el futuro.
No podemos pretender que con la veda del jurel se logrará un mayor crecimiento del tamaño mínimo. La suspensión de tres o cuatro meses sobre un recurso que demora cuatro o cinco años en renovarse, no es relevante. Tiene relevancia la protección de los futuros adultos, puesto que con el esfuerzo pesquero sobre la población de menor edad, obviamente, se está afectando la captura futura de especies adultas. Y en ese sentido, las medidas están bien dirigidas.
Quiero hacer tres comentarios, quizás un poco más complejos.
En primer lugar, sobre la pesca de investigación como fenómeno para paliar la crisis. Muchas veces me ha parecido que no se está enfrentando adecuadamente la restricción por la vía de la utilización de la pesca de investigación, que tiene un objetivo muy específico, definido y claro en la ley: la actividad pesquera extractiva que tiene por objeto cautelar e investigar la existencia del recurso pesquero a futuro.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Le queda un minuto, señor diputado .
El señor MELERO .-
La pesca de investigación tiene esa facultad y no debe utilizarse como resquicio a fin de mantener una actividad extractiva en el tiempo.
Si queremos proteger la industria, sabemos que con el 3 por ciento de pesca de jurel se mantiene el 60 por ciento de la fuerza laboral del sector. Entonces, establezcamos una cuota máxima de captura de especies juveniles o especies bajo el tamaño mínimo. Ésa sería una salida para la industria, especialmente para la de productos destinados al consumo humano. Pero no utilicemos el resquicio legal de la pesca de investigación.
La situación debe abordarse derechamente, y la pesca de investigación debe tener ese objetivo. El problema laboral debe solucionarse a través de una cuota de captura.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Ha concluido su tiempo, señor diputado .
El señor MELERO.-
Con esto termino.
En segundo lugar, me parece importante avanzar a una medida que establezca cuotas individuales de captura. Comparto el criterio del Gobierno en cuanto a introducir algunas modificaciones a través de un proyecto de ley. Es la forma para establecer una administración más racional del recurso a futuro.
Un comentario final sobre la situación de la pesca artesanal.
Con mucha claridad, la ley de Pesca dispuso, en su artículo 47, que la pesca artesanal está reservada a una superficie de territorio marítimo de 5 millas. Éste fue un logro muy importante, que se obtuvo y se entregó durante el gobierno del Presidente Pinochet.
No obstante, la misma ley de Pesca señala que donde no hay actividad artesanal relevante, podrá entrar la flota industrial. Y la racionalidad de esto radica en no generar un lucro cesante y en aprovechar bien la zona de pesca artesanal para paliar los efectos de la crisis.
Muchas veces, por razones políticas, ajenas a la administración pesquera, se ha cerrado la alternativa de utilizar una vasta zona pesquera artesanal, donde no hay actividad relevante, que podría servir de paliativo para enfrentar la crisis.
El manejo de estas penetraciones a las 5 millas, autorizadas en la ley, mediante las cuales la flota industrial podría capturar el recurso que no aprovechan los artesanales, no debe politizarse, sino que enfrentarse desde la perspectiva técnica adecuada, a fin de generar un mayor ingreso por esa vía.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el Diputado señor Víctor Jeame Barrueto .
El señor JEAME BARRUETO .-
Señora Presidenta , este debate -culminación del trabajo de las Comisiones unidas de Agricultura, Silvicultura y Pesca, y Recursos Naturales, Bienes Nacionales y Medio Ambiente- es sumamente importante, porque permite acentuar la inquietud existente en el país, en cuanto a tomar medidas urgentes que eviten el aniquilamiento definitivo de un recurso tan importante para Chile y para los empresarios y trabajadores que laboran en el sector pesquero.
Durante dos meses estuvimos divagando si la causa del problema era la corriente de El Niño o la sobreexplotación. A mí me llena de tranquilidad escuchar al Subsecretario de Pesca , cuando dice claramente que aquí hay un problema de explotación irracional del recurso que, a pesar de la ley de Pesca, no hemos logrado detener. Ése es el gran tema, y debemos ser muy claros para poner luz roja a la forma en que en los últimos años se ha estado llevando a cabo la explotación del recurso jurel.
Quiero ser muy drástico para decir que la ley de Pesca -en cuya elaboración participé junto con muchos diputados aquí presentes- fracasó en su intento de evitar la sobreexplotación de un recurso plenamente explotado como el jurel, con riesgo de producir colapso, como está ocurriendo en la actualidad, y como sucedió antes con la sardina española y la anchoveta. Basta con que veamos el caso de Iquique, que tenía una floreciente industria pesquera, y en lo que está convertida hoy día. No quiero que pase lo mismo con Talcahuano, o con Mejillones, como acota el Diputado señor Valenzuela . Entonces, aquí estamos frente a un problema fundamental, y es responsabilidad nuestra, como parlamentarios, ponerle luz roja con toda claridad.
Cuando en las Comisiones unidas escuchamos a los técnicos, se exhibió un gráfico que terminó por convencerme respecto de lo que estaba sucediendo. Dicho gráfico mostraba la forma en que han aumentado las capturas, la talla media del jurel que se pesca y los efectos de la corriente de El Niño a lo largo de la historia. Cuando dicha corriente nos afectaba, se producía una brusca baja en las capturas, y cuando pasaba, éstas se recuperaban. Por lo tanto, sus efectos no justificaban lo que estaba sucediendo con la tendencia histórica del aumento permanente de la captura y la baja permanente de la talla media del jurel que se estaba capturando. Sin duda, se trata de un gráfico clarísimo que demuestra que la corriente de El Niño puede haber influido en este momento y que ocurrirá lo mismo todas las veces que nos afecte; pero sus efectos son relativos, porque así como produce una baja drástica de la pesca, cuando se va, origina una subida.
Sin embargo, este fenómeno no explica la tendencia histórica, causada porque se ha producido una sobredimensión en el esfuerzo pesquero, no obstante ser legal. Por eso no fue suficiente la medida adoptada hace algunos años para regular la captura del jurel y que apuntaba a que la explotación fuera racional, a fin de que no ocurriera lo mismo que sucedió con la anchoveta y con la sardina española. La fórmula consistió en congelar el esfuerzo pesquero. Sin embargo, según cifras oficiales entregadas por la Subsecretaría de Pesca, dicho esfuerzo aumentó de 80 mil metros cúbicos a 140 mil. Es decir, por la vía de artículos transitorios de la ley de Pesca y de nuevas leyes, prácticamente se dobló sólo en tonelaje, porque el esfuerzo pesquero no es sólo tonelaje, sino un conjunto de artes de pesca y capacidad de las naves, y como aquí se ha dicho -como un elemento positivo-, en la práctica, se han cambiado todas las embarcaciones por otras más modernas. Es decir, el esfuerzo pesquero se incrementó por la vía de aumentar la capacidad de bodega de las embarcaciones, y también mediante su modernización.
Entonces, no es raro lo que ha sucedido. Cuando elaboramos la ley de Pesca y tomamos las medidas pertinentes, concluimos que el recurso jurel era una pesquería que ya no estaba sana; hace cinco años no estaba sobreexplotada, pero sí plenamente explotada. ¿Qué era natural que ocurriera? Que si por vías legales prácticamente se dobló el esfuerzo pesquero en una pesquería que ya estaba plenamente explotada, no resulta extraño que hoy estemos en una situación en que lo más probable es que tengamos una pesquería sobreexplotada, debido a lo cual se está cometiendo el crimen -no es otra cosa- de capturar la semilla.
Me parece muy positivo que estemos reaccionando frente a esto -espero que no sea una medida tardía-, y está muy claro que deberemos hacer modificaciones urgentes a la ley de Pesca. Comparto las vedas establecidas por la Subsecretaría como una medida de emergencia, pero es imposible regular una pesquería a través de permanentes medidas de emergencia; de manera que debemos buscar algún mecanismo más adecuado.
Como dicen, la experiencia es la madre de la ciencia. Si en 1991 no fuimos capaces de llegar a un acuerdo en cuanto a que esta pesquería se regulara mediante cuotas individuales de captura, parece que los hechos nos están llevando directamente a ello, como única solución. Incluso, la ley de Pesca estableció cuotas individuales de captura, pero sólo como una solución para pesquerías incipientes o en recuperación. No sería extraño que hoy tuviéramos que declarar a la del jurel como pesquería en recuperación. Y estaría bien que lo hiciéramos. Creo que lo más importante es definir las cuotas individuales de captura como mecanismo de regulación de la pesquería del jurel.
No me convence del todo la iniciativa que apunta a eliminar las zonas de pesca, a cambio del retiro de embarcaciones, precisamente cuando estamos a pocos meses de que entre en vigencia el posicionador satelital y, por primera vez, podamos fiscalizar que las embarcaciones operen sólo dentro de la zona en que están autorizadas.
Por eso, pondría el acento en la discusión que se abre para buscar una solución permanente a la necesidad de fijar cuotas individuales de captura. Junto con ello, aprovecho de hacer una reflexión respecto del desarrollo de largo plazo de esta industria.
En realidad, el Chile pesquero es uno de los más importantes, y queremos que continúe siéndolo por mucho tiempo; que no ocurra lo que sucedió con algunos países pesqueros desarrollados, que dejaron de serlo y han tenido que salir a pescar y a invertir en otras partes del mundo, porque sus pesquerías colapsaron. Queremos seguir siendo un país pesquero por siempre.
La gran riqueza de este país, que puede ser inagotable, es nuestro mar. La necesidad de ocupar plenamente nuestro territorio marítimo, que es mayor que el continental, hace que el cuidado del desarrollo de este recurso con sentido futuro sea uno de los puntos vitales. Para ello, debemos hacer un giro fundamental e introducir valor agregado en nuestra pesca, lo que significa hacer un esfuerzo país. En primer lugar, los chilenos debemos consumir más pescado. En los últimos veinte años, en vez de crecer el consumo por habitante, ha disminuido. Los empresarios suelen decir: “Bueno, pero díganme dónde vendo”. Entonces, el esfuerzo no sólo debe ser de ellos, sino de todo el país para conquistar nuevos mercados. Imagínense si conquistáramos China con jurel en conserva, con los millones de habitantes que tiene ese país.
Otro punto importante: sería conveniente establecer incentivos -como quisimos hacerlo en la ley de Pesca, sin que dieran resultado las medidas tomadas- para que se pesque más lejos; las embarcaciones se han modernizado y cada vez están en mejores condiciones para salir un poquito más allá de las 50 millas.
Termino planteando mi preocupación porque la crisis del jurel conlleva dos problemas: primero, es necesario cuidar el recurso para que la industria siga existiendo y dando trabajo siempre; segundo, las vedas han significado una disminución de trabajo, despidos y problemas sociales que están dañando particularmente a la ciudad de Talcahuano. Por lo tanto, es preciso estar alerta para adoptar medidas que permitan compensar esos efectos.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra, hasta por cinco minutos y medio, el Diputado señor Ulloa .
El señor ULLOA.-
Señora Presidenta, en primer lugar, lamento sinceramente que un tema relacionado con un aspecto tan importante de nuestra economía nacional haya convocado a tan pocos parlamentarios.
Estamos en presencia de uno de los sectores más productivos y que se ha desarrollado más rápidamente, sobre la base de recursos monetarios y de la vida de muchas personas, de tripulaciones de barcos industriales y de muchos -tal vez demasiados- pescadores artesanales que jamás han recibido aporte del Estado; por el contrario, siempre los hemos sometido a regulaciones y restricciones, y en algún minuto -dado que está presente el Subsecretario- vale la pena hacer algunas reflexiones y, tal vez, pensar un poco más en el sector artesanal.
La bancada de la Unión Demócrata Independiente aprobará las conclusiones de las Comisiones unidas, relativas a la investigación solicitada, básicamente, por quienes representamos a distritos que están entregando al país un aporte muy grande.
En Talcahuano -en general, ocurre en los puertos de la Octava Región- se ha llegado a desembarcar más de 3 millones de toneladas de pescado. Sin duda, Talcahuano es el puerto con mayor desembarque en todo el mundo. Existen cifras, valores y antecedentes que, lamentablemente, mucha gente desconoce, incluso nuestra Corporación y quienes somos representantes de la soberanía nacional.
En ese sentido, desde mi perspectiva, quiero señalar que la ley de Pesca, elaborada para tratar de resguardar este recurso que pertenece a todos los chilenos, ha sido un instrumento eficiente, sin duda con las fallas y problemas que genera esta actividad. Sin embargo, quiero señalar con mucha fuerza que esa ley no ha fracasado, sino que ha ido cumpliendo con el propósito fundamental: cuidar el recurso. Tanto es así que la aplicación de medidas como la veda nos permite pensar que la pesca, en particular de una especie tan migratoria como el jurel, pueda seguir entregándole al país, a regiones y ciudades tan importantes como Talcahuano, el sustento para muchas personas. Entre empleos directos e indirectos, la Octava Región da trabajo a más de veinte mil personas vinculadas a la pesca de esta especie. Queremos que eso se siga manteniendo.
Por esa razón, hay que hacer diferencias entre la sobreexplotación de este recurso -afirmación que no comparto- y un exceso de pesca, en lo cual sí podemos concordar. La sobreexplotación significa que la especie se termina y no se recupera sino al cabo de 25 ó 30 años. En este caso, la autoridad pesquera ha ido superando problemas tales como el de establecer, en la práctica, un nexo y una mayor comunicación con los actores. Una de las mayores dificultades que le hicimos presente al Subsecretario en cuanto a cómo controlar y hacer menos dañino este problema, fue, precisamente, que a los actores no se les daba mayor participación. Eso se ha ido subsanando. Me parece bien que se vayan corrigiendo los defectos que ponían en grave riesgo los empleos de mucha gente, tanto en la región como en la comuna de Talcahuano.
Es cierto que ya hay una cantidad importante de despedidos; también lo es que hoy tenemos una pesca inferior casi en un 40 ó 50 por ciento a lo que se pescaba hace dos años. A la fecha llevamos sobre un 35 por ciento menos de lo que se pescaba el año pasado a la misma fecha, y el porcentaje del año pasado respecto del anterior, había sido también muy alto.
En consecuencia, el Estado, hoy, debe poner mayor atención respecto de cómo mejorar una situación tan dramática y crítica como la que vive el sector pesquero, en particular la relacionada con la pesca del jurel.
Un último antecedente: en cuanto a darle mayor valor agregado al sector pesquero, el sector industrial pesquero lo ha ido haciendo a pasos agigantados; precisamente hace menos de un mes y medio, se inauguró una nueva planta en Talcahuano para pescado tratado. En la práctica, significa que la posibilidad no sólo de tener mayores mercados, sino un tratamiento que permita entregar mayor valor al producto, será realidad en la medida en que tengamos el desarrollo de un sector normal. Evidentemente, la crisis provocada por el fenómeno de “El Niño”, la más profunda del siglo, nos ha perjudicado enormemente.
Queremos apoyar las propuestas de las Comisiones unidas formulando fundamentalmente una petición al Subsecretario de Pesca : que se creen los incentivos necesarios para que, efectivamente, la pesca se realice más allá de las 200 millas y, con eso, de alguna manera, mejorar o proteger, además, a nuestro sector de pescadores artesanales.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el Diputado señor Mulet.
El señor MULET.-
Señora Presidenta , el tema que hoy discutimos realmente tiene gran importancia y comparto la apreciación del colega Ulloa sobre la materia.
En la actualidad, Chile exporta más de 1.800 millones de dólares por parte del sector pesquero, el cual, después de la minería, constituye la segunda fuente de ingresos por exportación más importante del país.
Es lamentable -y comparto lo que señalaba el Diputado señor Ulloa - la escasa presencia de colegas parlamentarios en la discusión, sobre todo después de haber escuchado el informe serio y muy elaborado de las Comisiones unidas, así como la importante intervención del Subsecretario , que, indudablemente, lo complementan.
Recordemos que la pesca genera al país alrededor de 200 mil empleos directos y, además, 200 mil indirectos. Hablamos de 400 mil personas que viven de ella o de puestos de trabajo que genera este sector; estamos hablando realmente de la segunda actividad económica más importante del país.
El informe y sus conclusiones recogen mis apreciaciones sobre la materia, la que fue estudiada en profundidad. En general, comparto sus conclusiones, ya que represento a la Tercera Región, que, de alguna manera, está en una zona límite en lo que al recurso jurel se refiere, sin perjuicio de lo cual quiero formular algunas observaciones. A mi juicio, la veda no debería extenderse hasta la Tercera Región , porque si analizamos los antecedentes y conclusiones del informe, nos daremos cuenta de que en esa región no ocurre lo mismo que en el resto del país. Por ejemplo, los desembarques del recurso jurel, en 1984, llegaron en ella a 51.969 toneladas, y en 1997, a 51.093 toneladas, es decir, no se produce ese gran crecimiento sostenido que, hasta 1995, hubo en el sector en el nivel nacional. El año en que más recurso jurel se desembarcó en la Tercera Región fue 1989, con 124.028 toneladas, o sea, desde el año base, en el momento “peak”, no se superó más allá del 130 por ciento, y hoy estamos en el mismo nivel de captura o desembarque que en 1984. Indudablemente, eso no es lo que sucede en el país; y por ello digo que, en general, estoy de acuerdo con el informe. Si tomamos como base la Quinta Región, por ejemplo, en 1984 se desembarcaron 6.886 toneladas, y en 1995, 884.806 toneladas -más de cien veces de aumento-, y hoy, 181.500 toneladas. Lo mismo ocurre en la Octava Región, que tiene un crecimiento de casi 600 mil toneladas en 1984, hasta 3.200.000 en 1995, y después viene el descenso, en 1997, hasta llegar a casi 2.500.000 toneladas.
Entonces, es evidente que desde la Tercera Región hacia el sur existe una pesca desmedida o depredación del recurso; pero quiero defender las apreciaciones de las industrias pesqueras y de los pescadores de la Tercera Región, quienes estiman que sus intereses se ven afectados por la veda del recurso -lo que es natural-, y que el problema no existe en esa zona, sino que sólo a partir de la Tercera Región hacia el sur. Como a la luz de estos antecedentes sus argumentaciones aparecen razonables, quiero -lo pediré a través del Subsecretario de Pesca - recabar mayores antecedentes para llegar a una conclusión definitiva sobre la materia.
Estos antecedentes me fueron entregados por personas de mi región, quienes también indican que la talla del actual recurso existente y que pueden pescar en la zona, es la adecuada, y que están dispuestos a someterse a las fiscalizaciones necesarias.
En resumen, redondeando esta parte de mi intervención, nuestro deseo es que la Tercera Región quede fuera de la veda, al igual que hoy lo están las regiones Primera y Segunda.
Por otra parte, me referiré a dos cosas muy importantes, señaladas por el señor Subsecretario . En primer término, reconozco el profesionalismo de la Comisión y de la Subsecretaría. El mismo Subsecretario ha planteado la necesidad de modificar la legislación vigente sobre la materia, porque, a la luz de lo que sucede, la actual es insuficiente; y creo que ello representa un desafío no sólo para la Subsecretaría de Pesca, sino también para los legisladores.
En ese sentido, quiero contestar dos aseveraciones del colega señor Melero , quien manifestó, en primer lugar, que la Subsecretaría o las autoridades del sector, en algunas materias, estarían actuando presionadas por razones políticas. Así, las perforaciones que se autorizan y las zonas de pesca que se cierran, de alguna manera se deberían a la influencia ejercida por el factor político -lo indicó en esos términos-.
En segundo lugar, que la Subsecretaría de Pesca adolecería de falta de profesionalismo.
Esas aseveraciones me parecen absolutamente demagógicas, sobre todo después de escuchar al diputado informante explicitar el estudio realizado sobre el recurso. Si hubiera que afirmar alguna cosa, es, precisamente, que hoy, en la Subsecretaría de Pesca existe profesionalismo. ¿Qué más profesionalismo y audacia que adoptar una medida de por sí odiosa, como es decretar la veda de un determinado recurso? ¿Qué más profesionalismo se demuestra con la actitud que ha tenido la Subsecretaría, la que, de por sí, representa algo contrario a los intereses económicos de sectores importantes del país? Por lo tanto, el profesionalismo de la Subsecretaría está absolutamente reconocido por estas acciones. ¿Qué más profesionalismo hay que el propio Subsecretario plantee que la actual legislación debe modificarse, desafío que también lo es para nosotros? En consecuencia, me parecen demagógicas las palabras expresadas por el Diputado señor Melero en ese sentido.
El trabajo de las Comisiones unidas es serio, absolutamente profesional, con la salvedad que indiqué respecto de la Tercera Región, ya que las conclusiones del informe, a mi juicio, no dan sustento para mantener la veda del jurel en dicha región, sino que, a mi juicio, en ella debería excluirse, al igual que lo están las Regiones Primera y Segunda.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el Diputado señor Bertolino .
El señor BERTOLINO .-
Señora Presidenta , me sumo a las palabras de quienes me han antecedido, respecto de la escasa concurrencia de parlamentarios a esta importante sesión. La verdad es que los culpables somos nosotros mismos, dado que permitimos que las comisiones funcionen simultáneamente con la Sala. Solicito a mis colegas que vayamos tomando nota de esta situación para corregirla y así potenciar nuestra actividad.
Reconozco que el trabajo serio, profesional y responsable desarrollado por las Comisiones unidas nos permitió llegar a un acuerdo que, a mi modo de ver, refleja la realidad. Es cierto que nos encontramos ante una crisis real en la captura del jurel; pero también lo es que el efecto principal radica en su carácter ambiental. Existe la participación de lo ambiental y estructural; pero, en este caso, la mayor participación del primer factor se ve corroborada por la presencia de la corriente de “El Niño” frente a nuestras costas, y esto se confirma, más aún, si consideramos que Perú ha tenido un descenso en su pesca del orden que mencionó el diputado informante , y que nosotros sólo hemos bajado en un 43 por ciento. A lo antes señalado, agreguemos la falta de información y de estudios técnico-científicos serios sobre esta especie, que es migratoria, como bien lo decía el Diputado señor Melero . Por ejemplo, la diferencia de criterio sobre la talla del jurel cuando obtiene su madurez sexual. El hecho de que, en la costa, se aprecie, en el último tiempo, gran cantidad de peces en edad juvenil nos hace concluir que existieron los padres, quienes, obviamente, migraron al sufrir un cambio de su hábitat por influencia de la corriente de “El Niño”, que aumenta las temperaturas de las aguas. Y esto lo corrobora una información que tengo desde hace una semana: en una pesca realizada a la altura de las 380 millas mar afuera, se ha encontrado el jurel adulto en cantidades bastante significativas, lo cual estaría confirmando que, dentro de su etapa migratoria, al retirarse la corriente de “El Niño”, estaría volviendo.
Pensemos también que la corriente de “El Niño”, causante de estos cambios, tiene un proceso: llega a nuestras costas y, luego, se retira, lo cual no se lleva a cabo de inmediato, sino en forma progresiva, manteniendo en el tiempo esta situación, que ha llevado a alterar tanto la rentabilidad como la cantidad de empleo en esta tan importante actividad productiva de nuestro país.
Si había una predicción de biomasa del orden de los 20 a 25 millones de toneladas, tiene que haber sólo un motivo ambiental para que el recurso desaparezca, aunque reconocemos que el esfuerzo pesquero ha aumentado.
Llama la atención que antes de que se dictara la ley de Pesca, como bien dijo el Diputado señor Jeame Barrueto , sólo había 77 mil metros cúbicos de bodega autorizada, y hoy se han duplicado. Por lo tanto, el esfuerzo pesquero ha aumentado, producto de la ley de Pesca.
También hay que señalar que nuestro país siempre fluctúa entre el tercero y quinto lugar, como uno de los más importantes extractores de pesca. En un futuro no muy lejano, tal vez seamos consumidores, en su integridad, de nuestra producción de harina de pescado.
Chile es el segundo productor de salmón más importante del mundo, cuya dieta en el 65 por ciento se compone de harina de pescado, y en el 25, de aceite de pescado. Ello indica que, por esa vía, el país le está incorporando valor agregado a la harina de pescado, con lo cual se desvirtúa la afirmación hecha en la Sala en sentido inverso.
Más aún, creo que todos coinciden -y esta es una de las conclusiones importantes del análisis hecho por la Comisión- en que es fundamental estudiar e investigar estas situaciones, de manera que, al enfrentar nuevas crisis, adoptemos medidas que no nos lleven jamás a una sobreexplotación del recurso.
Es así como la reducción del esfuerzo, vía cuota individual, es una de las alternativas importantes por considerar, lo cual nos puede llevar a cuotas individuales en que se maneje sólo la cuota total del año. De esta manera, se mejorará una actividad que es bastante cambiante, dando estabilidad en el tiempo, tanto de la actividad laboral como de la oferta del producto al mercado.
También es importante agregar que el manejo no ha sido irracional, porque he observado con mucho interés cómo todos los agentes que han participado en este análisis están conscientes de que el recurso pesquero es algo que si no se cuida, todo el proceso que ellos tienen -su actividad, sus industrias, su trabajo-, no podría seguir. Han sido esos agentes los más interesados en adoptar medidas para proteger el recurso.
La Cámara se ha abocado a este estudio, porque algunos parlamentarios han sabido canalizar las inquietudes, tanto de un sector como de una actividad. Lo hemos hecho con pragmatismo, el mismo que se requerirá en el futuro para realizar estos estudios. Por ejemplo, si vamos a tomar algunas medidas, debemos considerar situaciones particulares y peculiares. Me refiero en este caso a la Primera Región , bastante atípica con relación al resto de las regiones pesqueras, porque su vecino, Perú, también es una potencia pesquera. Por lo tanto, si tomamos ciertas determinaciones pensando en la mayoría de las zonas, a lo mejor vamos a dejar en desventaja a la Primera, porque el sistema de la cuota individual del que estamos hablando o cuotas totales, no será implementado por el país vecino. En consecuencia, al regular esta actividad, le daríamos ventajas en una actividad en la que él también es potencialmente importante.
Creo que, a futuro, toda esta situación nos llevará a reflexionar para enfrentar los problemas y los desafíos en forma científica y técnica. Sólo aunando voluntades y conocimiento, podremos mantener el sitial alcanzado por la pesca de nuestro país, con el objeto de conservarla para las generaciones futuras.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el Diputado señor Sergio Velasco .
El señor VELASCO .-
Señora Presidenta , la Cámara analiza un problema que afecta fundamentalmente a los sectores pesqueros del país.
Quiero referirme a algunos aspectos puntuales del proyecto de acuerdo Nº 17, que en su parte pertinente dice: “No obstante que la ley de Pesca ha buscado regular y proteger nuestros recursos pesqueros, en la actualidad el jurel -que constituye el principal recurso- atraviesa una grave crisis.
“Si bien no existe consenso entre los especialistas respecto de las causas de la crisis -en el sentido de que ella sea producto de sobreexplotación o de los efectos derivados del fenómeno de El Niño-, sí existe acuerdo respecto de su gravedad”.
Y se señala más adelante: “Aun cuando la talla de madurez del jurel es de 35 centímetros, en el año 1981 se autorizó, mediante decreto Nº 458, de Economía, Fomento y Reconstrucción, como tamaño mínimo de extracción, 26 centímetros, lo cual implica que durante 17 años se ha explotado el recurso antes de que sea apto para tales fines, lo que se ha traducido en que paulatinamente desaparezca el recurso de ciertas edades y se capture, cada vez más, el de talla 20 ó 21 centímetros, pescado con huevos o que nunca antes ha desovado, lo que importa el posible exterminio de la especie”.
Una de las normas transitorias de la ley de Pesca -impulsada fundamentalmente por el ex Diputado señor Akin Soto Morales, Q.E.P.D.-, permitió que en la provincia y sobre todo en la comuna de San Antonio, se instalaran cerca de diez plantas reductoras de pescado, especialmente jurel.
Creo que el Gobierno, responsablemente, impone las vedas no para perjudicar, sino para conservar la especie. Por ello, como diputado del Distrito Nº 15 , en cuya jurisdicción se ubica el puerto de San Antonio, estoy plenamente de acuerdo con las disposiciones que la Subsecretaría, también en forma responsable, está estudiando sobre la materia.
Frente al problema de la sobreexplotación, tenemos dificultades, porque las empresas pesqueras instaladas en San Antonio habían generado empleos, que hoy, lamentablemente, ya no existen.
Debo aclarar que, cuando se instalaron las empresas pesqueras en San Antonio, muchos de sus trabajadores llegaron de la zona norte, porque, dado que el recurso es migratorio, como bien se ha señalado, ellos se trasladan a la zona de producción.
Quiero referirme a un tema siempre recurrente: nuestra principal función es defender a los pescadores artesanales, porque cada vez que el sector sufre las consecuencias climáticas o hay problemas con el tamaño del jurel, las empresas pesqueras penetran las cinco millas reservadas exclusivamente para los pescadores artesanales. Si esto llega a ser permanente, las familias de estos miles de trabajadores se verán afectadas. Existen 140 mil pescadores artesanales en el país y no tienen quién los defienda. Por lo tanto, reitero la petición -y se lo ruego al señor Subsecretario - para que no se autorice ninguna penetración en las cinco millas reservadas para aquéllos en la ley.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el Diputado señor Roberto Delmastro .
El señor DELMASTRO .-
Señora Presidenta , quiero referirme a algunos conceptos que, de alguna forma, están en las conclusiones y proposiciones de las Comisiones unidas y, sobre esa base, dar algunas luces sobre cómo veo el problema de la pesca del jurel en nuestro país.
En realidad, el jurel es un recurso natural renovable, y, a diferencia de otros recursos naturales que hoy explota el país, no es domesticado. Vale decir, es un recurso disponible en nuestra economía, pero que el chileno no domina, como, por ejemplo, el salmón. En la práctica, la industria salmonera está tecnificada, regula el recurso, lo explota y constituye una sólida economía a su alrededor.
Hace años sufrimos la veda del recurso ostra, el cual era un producto tremendamente apetecido que, incluso, se vendía en el mercado negro cuando aún no se explotaba en forma artificial.
En la parte forestal, tenemos hoy recursos forestales artificiales que son renovables domesticados.
¿Qué es un recurso natural renovable? Es aquel que existe en la naturaleza sin intervención del hombre, y es renovable porque sin la intervención del hombre es posible que se reproduzca y se mantenga en el tiempo, a diferencia de un recurso natural como las minas, que no lo son.
¿Qué debe enfocar la acción del hombre en estos recursos renovables? Debe centrarse en un manejo sustentable, que es lo que importa al país para las generaciones futuras. El manejo sustentable debe, en alguna forma, proveer los medios, las medidas y las leyes para que esta riqueza sea inagotable.
Cuando hablamos de manejo, significa que el recurso se puede intervenir para obtener un producto económico que vaya en beneficio del hombre. Y si es sustentable, debe garantizar la satisfacción de las necesidades de las generaciones actuales y futuras. Eso es sustentabilidad de un recurso, y toda medida, legislación o norma que se aplique al manejo sustentable debe cumplir con tres condiciones: primera, que sea tecnológicamente aplicable; segunda, que sea económicamente viable, y tercera -y muy importante- que sea socialmente aceptable. Toda medida que adoptemos -en eso comparto la opinión de las Comisiones unidas- debe ser entonces tecnológicamente aplicable, económicamente viable y socialmente aceptable.
Dicho eso, podemos definir qué hacer con el recurso jurel.
Es opinión unánime de toda persona que se preocupe del manejo de recursos naturales, que cuando se cosecha un recurso natural, éste debe ligarse a su crecimiento. Cuando alguien tiene un capital en dinero, lo deposita en el banco, consume sólo los intereses y mantiene el capital intacto. El manejo sustentable de un recurso natural debe ser enfocado en el mismo sentido: cosechar sólo el interés, vale decir, el crecimiento del capital.
Hoy, y de hecho la Comisión así lo estimó, hay dos factores que están influyendo en el recurso jurel: el efecto de la corriente de El Niño y la sobreexplotación del recurso. ¿Cuál de ellos está influyendo hoy en su escasez? ¿Uno o ambos a la vez?
Lamentablemente, tenemos un efecto confundido. No podemos aseverar con certeza que hubo o ha habido una sobreexplotación, como tampoco que no la ha habido, porque está presente un efecto que genera confusión: la corriente de El Niño.
En el primer acápite de las conclusiones de la Comisión se menciona expresamente el efecto probable de la corriente de El Niño en el recurso jurel. En el segundo, que es un hecho reconocido por la Subsecretaría, que el esfuerzo pesquero ha crecido y se ha sobredimensionado. Están las cifras: un 90 por ciento de aumento en el número de naves y un 500 por ciento en la capacidad de bodega total instalada.
Las vedas es el tercer punto que la Comisión ha considerado importante consignar. Es la forma y el método mundialmente aceptado para otorgar al recurso la posibilidad de crecer, ojalá, manteniendo el volumen original.
Las cinco millas marítimas reservadas a la pesca artesanal es una norma innegociable, no transable. De hecho, la Confederación de Pescadores Artesanales de Chile y la Federación de Pescadores Artesanales de la Segunda Región solicitaron a la Contraloría General de la República un pronunciamiento acerca de las probables penetraciones en las cinco millas reservadas a la pesca artesanal.
En el oficio de respuesta de la Contraloría, en que los pescadores artesanales solicitan un pronunciamiento acerca de la legalidad de las resoluciones de la Subsecretaría de Pesca que autoricen actividades pesqueras industriales en áreas de reserva artesanal, se señala, en síntesis, que si bien la ley permite esta posibilidad, para ello es menester, entre otras condiciones, que el desarrollo de actividades extractivas por naves industriales no interfiera en la artesanal, circunstancia que no concurriría en la especie, por cuanto los implementos de pesca autorizados en las mencionadas resoluciones afectarían el fondo marino y, consecuencialmente, la disponibilidad de recursos para la actividad artesanal.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el Diputado señor José Pérez.
El señor PÉREZ ( don José ).-
Señora Presidenta , quiero dar lectura a una inserción de don Guillermo Salfate Valenzuela , publicada en el diario “La Tercera”, en junio de 1997. Dice: “Me autodenuncio públicamente por la matanza que yo hago en el mar de Chile día a día, mes tras mes, con las embarcaciones industriales pesqueras sobre el recurso jurel en el área que abarca desde la Quinta a la Undécima Región. Me confieso abiertamente, y a viva voz, ser un criminal, porque las circunstancias actuales me obligan a hacerlo y las leyes de mi propio país me permiten seguir asesinando sin compasión alguna”.
Pienso que no sólo este valiente chileno, don Guillermo Salfate , ha cometido el crimen en los mares chilenos, sino que hay muchas otras personas involucradas que deberían dar una explicación al país.
La importancia que Chile tuvo en el pasado en el concierto de las naciones como país pesquero hoy está cada vez más lejos. El abuso a que fueron sometidos nuestros recursos marinos nos depara sorpresas desagradables y muy negativas. Basta acercarnos a las cifras. En 1994, la pesca del jurel alcanzaba a 230 mil toneladas anuales. Las embarcaciones aumentaron y en 1995 llegamos a 4.400.000 toneladas. La capacidad de bodega creció de 80 mil a más de 140 mil metros cúbicos y aumentó también la eficiencia de las embarcaciones.
En los últimos meses, se ha registrado en las capturas de jurel la presencia de ejemplares juveniles y de baja talla en más de 75 por ciento, con lo que, una vez más, se comprueba este crimen con un recurso natural.
Algunos industriales, so pretexto de estudios sofisticados, plantean la conveniencia de rebajar la talla mínima de 26 centímetros.
La riqueza marina hoy se encuentra agotada y sobreexplotada. No sigamos culpando a la corriente de El Niño, que ya se alejó de nuestras costas. Los jureles adultos no han vuelto y jamás volverán, porque hace tiempo que se transformaron en harina de pescado.
Debemos ser capaces de mantener las fuentes laborales de muchos trabajadores que viven de la pesca, de disponer las vedas a través del tiempo para conservar el recurso, de fiscalizar en forma eficiente y no como se hace hoy, de manera inadecuada; de proteger la pesca artesanal, porque es allí donde se genera más trabajo.
Hay que reformular la ley de Pesca y adecuarla a las actuales circunstancias, por el interés de Chile, de su pueblo y de aquellos que soñaron en el pasado que éste era un trabajo y un recurso inagotable.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el Diputado señor Miguel Hernández.
El señor HERNÁNDEZ .-
Señora Presidenta , quiero expresar el reconocimiento a la forma en que las Comisiones unidas se abocaron al tratamiento de este tema, lo que nos permitió cumplir con nuestro mandato dentro de los plazos que la propia Cámara nos impuso.
En ese sentido, es importante valorar el esfuerzo que hicimos los miembros de las Comisiones unidas y la gente que nos acompañó en el análisis de este tema.
Es evidente que saltó a la luz un hecho concreto: el efecto de la corriente de El Niño nadie lo puede discutir; pero también quedó claramente establecido que hay una sobreexplotación de nuestros recursos pesqueros, aspecto que vale la pena ubicar en el contexto real de la situación que hoy se vive.
La corriente de El Niño no es un elemento que podamos controlar, y se ha demostrado históricamente que se repite en forma cíclica. Aunque siempre estaremos afectados por fenómenos climáticos de esta naturaleza, tenemos posibilidades de regular la explotación sustentable de este importantísimo recurso. Hablamos de la segunda actividad económica del país que más recursos genera en exportaciones. Por ello, valoro lo expresado por el Subsecretario de Pesca , en el sentido de que se están estudiando modificaciones legales que serán pronto enviadas al Parlamento para ser analizadas, discutidas y ojalá promulgadas dentro del más corto plazo.
También valoro lo dicho por los pescadores artesanales, que reclaman el derecho que la propia ley les establece: la protección de las cinco millas. Quiero repetir lo que expresan los pescadores artesanales a través de su presidente , Humberto Mella , y que está consignado en el informe: “Lo más grave, aun para la pesca artesanal y para los recursos pesqueros en general, es que al recurso objetivo jurel se le adosan, como fauna acompañante, 33 especies finas, que antes eran capturadas por los pescadores artesanales, para que hoy sean convertidas en harina de pescado. Daré como ejemplo algunas especies: cabrillas, cojinovas, congrios, corvinas, lenguados, merluza, reineta, robalo, tollo, etcétera. Ésta es, quizás, una de las razones de la insana competencia del sector pesquero industrial con la pesca artesanal por las cinco millas, porque estamos peleando por los mismos espacios y por los mismos recursos”.
Aquí queda en evidencia que existe una competencia brutal entre sectores que defienden intereses diferentes. En la discusión en la Comisión quedó de manifiesto la responsabilidad con que el sector pesquero artesanal habla de la sustentación del recurso. Eso es entendible, aceptable y requiere de nuestra parte un tratamiento muy especial por lo que ellos plantean.
La sustentabilidad del recurso, muchas veces, se opone a los intereses de las grandes empresas, a las que sólo les preocupan las ganancias y una explotación económica de un recurso respecto del cual debemos hacer todos los esfuerzos por mantenerlo y desarrollarlo de manera sustentable.
Creo que en lo dicho por el Subsecretario de Pesca está la clave del asunto: se enviará el proyecto -que nos ha anunciado- para definir, a través de una cuota global autorizada, cómo asignar de mejor manera los recursos entre los actores que hoy operan en el sistema.
En esta discusión ha quedado en evidencia la relevancia de un sector y los problemas que enfrenta, como también el espíritu y el ánimo de las intervenciones, en el sentido de concederle la importancia que tiene.
Como dije, estamos hablando de la segunda actividad exportadora de Chile, la que genera más de 200 mil empleos directos. De manera que, sin lugar a dudas, la situación que enfrenta requiere de nuestra mayor atención. Pienso que la forma como se ha tratado hoy el tema está a la altura que el país nos demanda.
He dicho.
La señora MUÑOZ , doña Adriana (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el Diputado señor Ortiz .
El señor ORTIZ.-
Señora Presidenta, quiero hacer un reconocimiento a la labor de esta Corporación.
He escuchado al menos a dos colegas que han expresado su preocupación por la baja asistencia en la Sala cuando se trata un tema tan importante para muchas regiones, pero se olvidan de algo que también señaló otro colega: al comienzo de la sesión autorizamos a dos Comisiones para sesionar simultáneamente con la Sala. Lo hago notar con mucha fuerza, pues parece que se está haciendo una tradición en algunos colegas hacer una autocrítica que no corresponde a la realidad.
Aquí cada uno asume sus responsabilidades y, sobre todo, tiene que estar tranquilo con su conciencia y con sus electores para cumplir el rol de diputado de la República.
En abril de este año, parlamentarios de todos los partidos políticos, tanto de Gobierno como de Oposición, fuimos coautores de un proyecto de acuerdo cuya finalidad era que estas Comisiones unidas hicieran un estudio serio de un tema que no es responsabilidad de la autoridad administrativa, sino de un hecho climático: la corriente de El Niño.
Se actuó en forma seria. Es cosa de leer y analizar en profundidad el informe que se nos hizo llegar y de haber escuchado la exposición del diputado informante . Al leerlo, uno se da cuenta de que se hizo un trabajo, como siempre sucede en la Cámara de Diputados, serio, responsable y pensando en el país.
Creí mi deber y obligación expresar esto, porque situaciones como éstas no ayudan, efectiva y realmente, a hacer entender al país nuestra labor, más aún cuando hay un canal de televisión que lo está observando una cantidad importante de chilenos, quienes reciben una información absolutamente equivocada al respecto.
En la Octava Región no es un tema menor. Tanto la pesca como la actividad forestal son lejos los dos grandes rubros que dan empleo y riqueza. La industria pesquera de la Octava Región da empleo directo a casi 14 mil trabajadores, e indirecto, a no menos de 10 mil personas. Por eso preocupa que se lleve por el camino que corresponde.
Me parece que las conclusiones de las Comisiones tratan de solucionar una situación de crisis, pero no concuerdo totalmente con el número 8), que expresa: “Respecto de las modificaciones de la legislación pesquera, las Comisiones consideran no oportuno efectuarlas mientras persistan los efectos ocasionados por el fenómeno de “El Niño”;”. Considero que debe ser al revés: deberíamos legislar, perfeccionar y mejorar los cuerpos legales en los tiempos difíciles, complicados y de crisis, porque, de esa forma, estamos avanzando.
Quiero terminar expresando mi apoyo total y absoluto a este informe, con excepción del mencionado número 8), porque, como dije, no concuerdo con lo que señala, pues, a mi juicio, debería ser al revés, por lo que solicito, aunque sea a título personal, que el Gobierno envíe modificaciones que apoyen el desarrollo de esta gran actividad, que genera riqueza, poder económico y, especialmente, empleo.
He dicho.
La señora MUÑOZ, doña Adriana (Vicepresidenta).-
Cerrado el debate. En votación. Si le parece a la Sala, se aprobará por unanimidad el informe de las Comisiones unidas.
No hay acuerdo.
En votación.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 51 votos; por la negativa, 0 voto. Hubo 1 abstención.
La señora MUÑOZ, doña Adriana (Vicepresidenta).-
Aprobado.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores Diputados:
Alessandri, Alvarado, Allende (doña Isabel), Ascencio, Bertolino, Bustos (don Manuel), Caraball (doña Eliana), Ceroni, Correa, Cristi (doña María Angélica), Delmastro, Dittborn, Fossa, Galilea (don José Antonio), González (doña Rosa), Gutiérrez, Hernández, Ibáñez, Jaramillo, Jeame Barrueto, Jiménez, Kuschel, Leay, Lorenzini, Masferrer, Melero, Montes, Mulet, Muñoz (don Pedro), Muñoz (doña Adriana), Naranjo, Núñez, Orpis, Ortiz, Palma (don Osvaldo), Palma (don Joaquín), Pérez (don José), Pérez (don Aníbal), Pérez (doña Lily), Reyes, Rincón, Riveros, Rojas, Saa (doña María Antonieta), Seguel, Soto (doña Laura), Ulloa, Velasco, Villouta, Walker (don Ignacio) y Walker (don Patricio).
-Se abstuvo el Diputado señor Prokurica.
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