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- rdf:value = " AUMENTO DE PENSIONES Y MODIFICACIÓN DE NORMAS TRIBUTARIAS. Tercer trámite constitucional.
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).-
En el Orden del Día, corresponde conocer las modificaciones del honorable Senado al proyecto de ley que concede aumentos a las pensiones y establece su financiamiento.
Antecedentes:
-Modificaciones del Senado y certificado de la Comisión de Hacienda, boletín Nº 2160-05. Documentos de la Cuenta Nºs 2 y 3, de esta sesión.
El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg ( Presidente ).-
Solicito la autorización para que pueda ingresar a la Sala don Jorge Kaufmann, asesor tributario del Ministerio de Hacienda.
Acordado.
Los Comités parlamentarios acordaron hoy destinar todo el Orden del Día a la discusión del presente proyecto y votarlo al término de la sesión, esto es, a las 18.15 horas.
Las dos horas se distribuirán en la forma dispuesta para la hora de Incidentes, por lo cual solicito a los señores jefes de Comités que indiquen a la Mesa los nombres de los diputados que intervendrán en esta sesión y el tiempo que se les ha asignado.
Se ha solicitado a la Comisión de Hacienda que haga un análisis de las modificaciones del Senado y que entregue a esta Sala un informe oral sobre la materia. En consecuencia, tiene la palabra el Diputado señor Rodrigo Álvarez, designado por esa Comisión para este efecto.
Dejo constancia de que el tiempo que utilice el señor diputado no será de cargo de ninguna bancada, por lo cual la sesión se extenderá por los minutos que ocupe.
El señor ÁLVAREZ .-
Señor Presidente , como usted ha señalado, la Comisión de Hacienda se reunió ayer para analizar las modificaciones del Senado a este proyecto, cuyo fundamento principal es el reajuste de las pensiones.
Como su Señoría ha dicho, no hay informe escrito, pero trataré de exponer las ideas que se discutieron ayer y dar a conocer la votación que se produjo en la Comisión. Me circunscribiré a las materias consideradas más importantes, ya que, como se sabe, el proyecto fue objeto de numerosas modificaciones pequeñas, muchas de ellas formales.
Dividiré el análisis de las distintas normas según los textos legales modificados.
En primer lugar, explicaré las enmiendas a la Ley sobre Impuesto a la Renta. Reviste extraordinaria importancia la relativa al artículo 14. La propuesta original del Ejecutivo consideraba dos grandes cambios. La primera era una modificación sustancial en la normativa del fondo de utilidades tributables, FUT, en la medida en que se igualaba la situación de las sociedades de personas y de otro tipo de contribuyentes a las sociedades anónimas. Con esto, se llegó a la conclusión de que, en la práctica, la mayor parte de los retiros que hicieran los socios de este tipo de sociedades u otros contribuyentes quedaban gravados con impuestos, como ocurre en las sociedades anónimas.
Esta primera gran modificación sobre el FUT, que alteraba, sobre todo, las normas del artículo 14 de la Ley sobre Impuesto a la Renta, fue aprobada por la Cámara, pero debido al acuerdo a que se llegó en el Senado, se suprimió. Aquí tenemos el primer gran cambio sustancial en relación con lo que aprobamos en nuestra Corporación. Sin embargo, se mantiene la otra gran modificación al artículo 14, que pretende evitar ciertos vacíos en materia tributaria o alteraciones en su buen funcionamiento. Consiste en que una persona retiraba fondos, los reinvertía acogiéndose a una garantía establecida en el artículo 14, pero de inmediato vendía las acciones, con lo cual no sólo producía un perjuicio a la sociedad, sino que también, en alguna medida, evitaba el pago de impuestos.
Esta norma fue limitada por la Cámara, la que dispuso que si una persona retiraba recursos, los reinvertía en acciones y después las vendía, para acogerse a la norma que la eximía de tributar debía mantenerse reinvirtiendo, para lo cual le dio un plazo de veinte días.
La única precisión del Senado fue en el sentido de que la inversión debía ser en acciones de sociedades anónimas abiertas; además, fijó el plazo en que debían desarrollarse estas reinversiones.
Otro de los puntos centrales del proyecto era eliminar la posibilidad de que las empresas descontaran, como crédito tributario, el pago de contribuciones de bienes raíces, contenido en el artículo 20 de la Ley sobre Impuesto a la Renta.
La Cámara eliminó esa posibilidad. En el Senado se buscó una fórmula de acuerdo, por lo que esta norma pasó a ser artículo 3º transitorio. Dispone que, por el plazo transitorio de cuatro años, las empresas no podrán deducir las contribuciones efectivamente pagadas como crédito de su impuesto de primera categoría
Otra norma menor, que altera lo aprobado por la Cámara, es la relacionada con la presunción de renta para los socios que utilizan automóviles, station-wagons, etcétera, contenida en el artículo 21 de dicha ley. A propuesta del Ejecutivo , esta presunción, que hoy es de 10 por ciento, subía a 33 por ciento. La Cámara la aprobó, pero el Senado la redujo a 20 por ciento.
Una norma importante, aprobada por la Cámara, se relaciona con la concesión de determinadas garantías por parte de la sociedad hacia los socios, que debían estimarse rentas para ellos.
Al respecto, el Senado ha modificado en alguna medida nuestro criterio, ya que señala que “cualquier bien de la empresa que sea entregado en garantía de obligaciones, directas o indirectas, de los socios personas naturales o contribuyentes del impuesto adicional, y ésta fuera ejecutada por el pago total o parcial de tales obligaciones, se considerará retiro en favor de dichas personas hasta el monto del pago efectuado...”. En este caso, se trata de una modificación importante en relación con lo que había aprobado la Cámara.
En el proyecto del Ejecutivo había una norma que otorgaba la posibilidad de descontar el 15 por ciento del valor de un activo inmovilizado nuevo en el primer año. Al mismo tiempo, se había aumentado el porcentaje de créditos por inversiones de activos fijos de un 4 a un 8 por ciento.
Dichas normas fueron suprimidas en el Senado, porque, dentro del acuerdo a que se llegó, se consideró que era preferible utilizar esos recursos en otros instrumentos, a los cuales me referiré más adelante.
Luego, una facultad entregada por la Cámara al Servicio de Impuestos Internos para impugnar las inversiones que realizaran distintos contribuyentes en el exterior, fue suprimida en el Senado.
De acuerdo con lo informado ayer en la Comisión de Hacienda por el Director del Servicio de Impuestos Internos, esto se debió a que algunos senadores consideraron que este tipo de facultad ya la tenía el mencionado servicio.
En seguida, otras enmiendas más relevantes en materia del Impuesto a la Renta eran las relativas a los instrumentos establecidos en el artículo 57 bis. Al respecto, se mantuvo el criterio del Senado, ratificado por nuestra Comisión, en cuanto a eliminar la letra A) del artículo 57.
Además, se plantearon ciertas modificaciones a la letra B) del artículo 57 bis.
En primer lugar, se restableció una norma que había sido derogada en la Cámara, la cual señalaba que, en el caso de que el contribuyente tuviera una cifra de ahorro positiva durante cuatro años consecutivos, a contar de dicho período la tasa referida para todos los giros anuales se aplicará sólo sobre la parte que exceda del equivalente de 10 unidades tributarias anuales. Es decir, se reconsideró un crédito para ciertos contribuyentes.
Por otra parte, en una iniciativa muy importante, por lo cual, al menos en lo personal, felicito a la autoridad, se incluyó en el artículo 57 bis una nueva letra B), que significa la posibilidad de incluir en este tipo de incentivos al ahorro, la compra de acciones de sociedades anónimas abiertas que a la fecha de la inversión cumplan con las condiciones necesarias para efectuarlas en fondos mutuos.
Es una norma extraordinariamente interesante, ya que abre una nueva posibilidad de ahorro para todos los chilenos y, en general, para los contribuyentes de este tipo de rentas.
Otra modificación, también relevante, recaída en la letra A del artículo 57 bis, cambia la fecha de entrada en vigencia de la ley. El proyecto del Ejecutivo señalaba que entraría en vigencia el 1° de mayo y, debido a una indicación presentada en el Senado y votada favorablemente ayer, entrará en vigencia desde la fecha de su dictación.
Ésas son las modificaciones más trascendentales respecto de la Ley sobre Impuesto a la Renta.
En cuanto a las modificaciones del Senado a la ley del Iva, diríamos que sólo hay una precisión importante acerca de la obligación de devolver los créditos fiscales que puedan tener los contribuyentes.
Nosotros, como Cámara, ya habíamos señalado que el Servicio de Impuestos Internos debía contestar, en el plazo de 60 días, si había derecho o no a esa devolución. El Senado, además, precisó que si no contestaba se entendía que el contribuyente tenía derecho a la devolución del crédito fiscal. Debido a esa precisión se ha establecido también que, transcurridos esos plazos, la Tesorería dispondrá de cinco días para proceder a dicha devolución.
En cuanto al Código Tributario, el Senado también introdujo una serie de modificaciones en el texto aprobado por la Cámara.
En primer lugar, se hicieron algunos cambios menores en materia de declaración y de presentación por escrito o por carta certificada. Se dio una nueva redacción en el sentido de que las declaraciones de impuestos debían hacerse por escrito y bajo juramento.
En segundo lugar, se suprimió la norma que permitía al Servicio solicitar cualquier tipo de información a aquellas personas que todavía fueran accionistas o socios de sociedades en el extranjero y que tuvieran más del 50 por ciento de participación en ellas.
En tercer lugar, se estableció una norma, mejor redactada, sobre lo que primaba cuando existía un documento guardado: un microfilme o un archivo computacional, y al mismo tiempo se tenía la copia autorizada.
Asimismo, se modificaron dos importantísimas sanciones o figuras que había aprobado la Cámara de Diputados.
En primer término, sobre aquellos casos en que los contribuyentes no entregaban la información necesaria al Servicio de Impuestos Internos. Nosotros habíamos establecido una multa nueva más alta. El Senado modificó el artículo disponiendo que si el contribuyente no entrega la información, se le aplicará la multa normal consignada en el Código Tributario; si no la entrega al instarlo a ello, se le dará un nuevo plazo de 30 días y, en el caso de que no la entregara en esa ocasión, se le aplicará una multa nueva, distinta de la que aprobamos, porque se han rebajado sus topes.
Además, se modificó la nueva figura que habíamos creado para el caso de que se abuse o utilice mal el crédito fiscal en beneficio de personas o sociedades vinculadas. La redacción nueva, en alguna medida, exige una reiteración de estas conductas y, además, precisa mucho mejor quiénes pueden verse beneficiados por esta acción equivocada del uso del crédito fiscal.
En seguida, en los artículos transitorios, se establecen varios aspectos fundamentales.
En primer lugar, se efectúa una modificación que no se consideró en el proyecto analizado por nosotros: un nuevo tratamiento del impuesto a las ganancias de capital como consecuencia del mayor valor resultante de la enajenación de acciones.
En la disposición segunda transitoria se ha establecido -lo que también tiene plazo, al igual que las contribuciones- que el mayor valor originado de la enajenación de estas acciones tendrá una tributación a elección del contribuyente -se hará año a año-, entre el impuesto de 15 por ciento de primera categoría, en carácter de único -como lo establece el artículo 17, Nº 8º, de la Ley sobre Impuesto a la Renta-, y las normas habituales de tributación del impuesto global complementario, que comprende una escala distinta de tasas. Es decir -reitero-, habrá una opción de mayor ganancia, cualquiera que sea la condición, ya sea habitual o no en la enajenación de esas acciones, en el sentido de que el contribuyente podrá optar por utilizar el impuesto de primera categoría en carácter de único o por acogerse a las normas del global complementario.
El artículo tercero transitorio contiene un aspecto central del proyecto, cual es no permitir deducir las contribuciones pagadas como crédito del impuesto de primera categoría. En todo caso, se establece una doble excepción. Por ejemplo, aquellas sociedades cuyo negocio es el arrendamiento de bienes inmuebles podrán deducir sus contribuciones como crédito de dicho impuesto, siempre y cuando no los arrienden o enajenen a personas relacionadas. Aquellas que no puedan acogerse a este régimen podrán, en el plazo de dos años, vender los bienes a algunos de sus socios y, además, a valor libro.
En el artículo cuarto transitorio se preceptúa que un excedente de crédito que se produzca por aplicación de lo dispuesto en el artículo 33 de la ley mencionada, no sólo podrá utilizarse cada año, sino indefinidamente en el tiempo.
El artículo quinto transitorio es una norma, nueva -felicito al señor Ministro por haberla presentado-, que establece la nueva posibilidad de ahorro -de hecho, de alguna manera la recogió también la Comisión Nacional de Ahorros-, de deducir, de la base imponible del impuesto global complementario, un 50 por ciento de las ganancias obtenidas en dividendos de sociedades anónimas abiertas o intereses provenientes de distintos instrumentos de instituciones financieras o bancos chilenos, con un tope de 12,5 unidades tributarias anuales. Ello, más el agregado de las acciones a que se refiere el artículo 57 bis y la norma sobre impuesto a la ganancia de capital, son, sin duda alguna, interesantes opciones de ahorro o de inversión en este momento.
Sobre aspectos generales, no hay modificaciones respecto de cómo se entrega este aumento general y reajuste de pensiones.
En materia de mutualidades, objeto de un acuerdo específico de gran interés para esta Cámara, sólo hay cambios menores que calificaría de mejor redacción o precisión.
Tampoco hay cambios sustanciales acerca del número de funcionarios del Servicio de Impuestos Internos.
Por último, un informe financiero adjunto señala que el proyecto se encuentra financiado, tanto en cuanto al nuevo número de funcionarios del Servicio de Impuestos Internos -que se pagará con cargo al presupuesto de este año-, como a las pensiones, a través de las normas tributarias que aprobó la Cámara y el Senado.
En la Comisión se discutió sobre la procedencia constitucional y reglamentaria del proyecto, pero, en definitiva, se optó por aprobar, por unanimidad, las modificaciones introducidas por el Senado.
Es cuanto puedo informar.
He dicho.
El señor NARANJO (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro de Hacienda.
El señor ANINAT ( Ministro de Hacienda ).-
Señor Presidente , me parece que el informe del Diputado señor Álvarez, en representación de las Comisiones de Hacienda y de Trabajo, sobre el resultado de la reunión efectuada ayer, contiene suficientes detalles como para omitir en mi presentación esos aspectos, lo cual permitirá agilizar más el debate.
En primer lugar, deseo agradecer la labor de las Comisiones de Trabajo y de Hacienda de la Cámara de Diputados, que ha mejorado el proyecto del Ejecutivo y agilizado también su tramitación. Creo que su análisis y evaluación deberían centrarse en lo medular de la iniciativa, más allá de los aspectos de complejidad técnica que contiene, sobre todo de financiamiento.
La denominada agenda social especial que, en marzo de 1996, presentó al país el Presidente Frei, es, a nuestro juicio, la prioridad más urgente y coyunturalmente más importante del Gobierno. Si se la revisa, figura el propósito de seguir avanzado en los beneficios para la tercera edad y, particularmente, corregir la deuda histórica contraída con los pensionados y jubilados de las distintas cajas del antiguo sistema, agrupadas hoy en el Instituto de Normalización Previsional, INP.
Creo que el aspecto central del proyecto es continuar la política de mejoramientos sucesivos para la tercera edad, en particular para los jubilados del antiguo sistema, iniciada en 1990 con una serie de acciones que reseñaré después. En concreto, el proyecto tiene como objetivo reajustar el valor actual de las pensiones asistenciales que hoy, por razones históricas de todos conocidas, alcanzan a valores bajos. Hoy una pensión asistencial asciende a 23.416 pesos y se pretende, a través del proyecto -una vez aprobado por esta Sala- dar un reajuste del 34 por ciento a ese grupo. Luego, para las pensiones mínimas, de entre 55 mil pesos y 60.800 pesos, se propone un reajuste especial real de 14 y medio por ciento.
Pero creo que esta vez se hace una distinción importante: no excluir de este beneficio a ninguno de los jubilados del sistema antiguo, cualquiera que sea su nivel de pensión. Es una adición importante que, como es lógico, añade costos al proyecto. Estamos hablando de más de 500 mil personas adicionales con un beneficio que en promedio será cercano a un 7 por ciento real adicional.
Es en ese sentido que, al beneficiar a 1 millón 380 mil personas, estamos incurriendo, como Estado, en un costo, en régimen, de 280 millones de dólares. Dicho costo, muy significativo, se agrega a la serie de acciones que los gobiernos de la Concertación han realizado en materia de pensiones.
Quisiera, entonces, reseñar algunas brevemente.
El gobierno de don Patricio Aylwin devolvió, por etapas, a los pensionados del antiguo sistema, el 10,6 por ciento que les fue quitado por un ajuste económico en la década de los años 80.
El gobierno del Presidente Aylwin también fue reajustando sucesivamente las pensiones asistenciales, de vejez e invalidez y el subsidio único familiar que favorecen a ese grupo de beneficiarios.
En los gobiernos de la Concertación, particularmente en el actual, del Presidente Frei, hemos hecho tres reajustes especiales en las pensiones del antiguo sistema, fundamentalmente concentrados en las pensiones mínimas; el último de ellos -como recordará la honorable Sala-, a fines del año pasado. Hemos creado el bono de invierno para los pensionados mayores de 65 años y hecho también una serie de ajustes a las pensiones de viudez, a las montepiadas, nivelándolas con las pensiones del causante, etapa que culmina precisamente en 1998.
En suma, aquí ha habido preocupación consistente, activa y permanente, por razones de equidad y de justicia, respecto de los beneficios de los jubilados del sistema antiguo.
Pero, hoy, gracias a la colaboración de las señoras y señores diputados y senadores, hemos logrado acuerdos para abrir espacio o agregar al proyecto de ley no sólo un financiamiento que lo sustenta, que es responsable y sano, sino también, dentro de las adecuaciones tributarias que describió en detalle el diputado informante , una serie de beneficios, de incentivos tributarios, parciales al ahorro y la inversión.
Quisiera solamente concentrarme en dos de ellos.
Se han modificado algunos pretéritos que ya no tenían justificación en cuanto a eficiencia ni a equidad, pero se han agregado y expandido algunos que contribuyen al ahorro nacional. Por ejemplo, se ha simplificado fuertemente la operatoria de la letra B del artículo 57 bis de la Ley sobre Impuesto a la Renta. Ésta es una operatoria existente desde algunos años, pero el Gobierno reconoce que su normativa era compleja y su grado de utilización limitado, precisamente debido a lo engorroso de su administración, aplicación y operación.
Mediante una recomendación que nos fue dada por una misión técnica del Banco Mundial, a fines del año pasado, y con las mejoras introducidas en las comisiones técnicas de la Cámara de Diputados y del Senado, se ha caminado hacia el establecimiento de un valor único, de 15 por ciento, en las tasas de crédito y débito ligadas al ahorro o al desahorro, según el caso, ampliándose su cobertura e incluyéndose en ésta las acciones de sociedades anónimas abiertas, siempre que tengan presencia bursátil.
En esta lista de nuevos incentivos, recogiendo las recomendaciones de la Comisión Nacional del Ahorro, que presidió el señor Andrés Bianchi, y las mejoras y perfeccionamientos que se le han introducido en el Congreso, también se ha creado un nuevo incentivo al ahorro de personas naturales, el cual será importante para el pequeño inversionista, la clase media, los ahorrantes. Consiste, sencillamente, en permitir rebajar un 50 por ciento de la base imponible de aquellos intereses que se obtengan por depósitos y dividendos, con un tope anual de rentas del ahorro afectas a 25 unidades tributarias anuales. Así, se da progresividad a este mecanismo de incentivo del ahorro.
Se ha agregado una serie de modificaciones que mejoran beneficios que establecía la Ley de Impuesto a la Renta. Una decisiva e importante es a parte de la letra A del artículo 57 bis, puesto que su demasiado generosa -llamémosla así; algunos dirían ineficiente y distorsionada- asignación hacia pocos y muy concentrados contribuyentes, ya no tenía justificación. Hacia adelante, eso será considerablemente modificado.
El proyecto también incluye un incentivo a la pequeña y mediana empresa a través del tratamiento especialmente favorable que se da a la compra de activos fijos y a su depreciación. Esto es importante para el pequeño industrial, el pequeño artesano, el pequeño comerciante. Y, además, se ha llegado a un acuerdo sobre algo que se ha discutido durante varios años con la Asociación de Mutualidades. Sabemos que este sector es importante para una serie de segmentos de trabajadores y de empresas de todas las regiones. Es un sistema que ha proliferado, que da elementos de bienestar y de salud. Se trata del concepto de riesgo compartido, por cuanto en los futuros reajustes especiales a las pensiones, siempre en el sistema antiguo, se cautelará que las mutualidades no tengan que absorber el costo especial en perjuicio de su programa de inversiones en favor de los trabajadores.
Este acuerdo ha sido muy positivo y, precisamente, quiero recogerlo en el ámbito de acción de las Comisiones de Trabajo y de Hacienda de la Cámara.
Se ha modificado, producto de la negociación con los sectores de Oposición, la moción original de la iniciativa respecto a parte de los artículos de la Ley sobre Impuesto a la Renta en que se introducían modificaciones. Por ejemplo, en el artículo 14. Sin embargo, se ha cautelado específica y fuertemente lo que corresponde a fiscalización, a campaña de IVA, a nuevas atribuciones para el Servicio de Impuestos Internos, a fin de sustentar una recaudación eficiente por el lado de los impuestos indirectos.
En resumen, como siempre, en política no todo lo que se consigue es lo óptimo, lo deseable, lo viable. Pero la negociación que se ha abierto durante estas semanas ha permitido, en algunos artículos, mejorar su redacción y sentido; en otros, modificarlos y llegar a un pronto y ágil despacho de un proyecto de ley que, en realidad, en lo medular, está orientado a dar un financiamiento sano a los pensionados del antiguo sistema.
Las negociaciones responsables siempre deben ir adaptándose, dentro de los principios y metas que las partes persiguen. Ha habido un proceso razonable de acercamiento y mejoría y, desde nuestro punto de vista, el Ejecutivo se encuentra tranquilo en cuanto a que esta iniciativa va a sustentar una mejora decisiva para las pensiones de 1 millón 380 mil personas afectas al sistema antiguo, con reajustes que van, como he dicho, entre el 34 por ciento real, en un caso, hasta el 7 por ciento real, en otro.
Además, en el ciclo de ajuste económico en que estamos embarcados, el Gobierno está satisfecho de que hayamos podido, en esta instancia, con este proyecto, hacer espacio a modificaciones en pos del ahorro privado, necesario en esta coyuntura, sin menoscabar -por el contrario, sustentándolo- el ahorro fiscal.
He dicho.
El señor NARANJO ( Vicepresidente ).-
Dentro del tiempo del Comité del Partido Demócrata Cristiano, tiene la palabra, por cinco minutos, el Diputado señor Manuel Bustos.
El señor BUSTOS (don Manuel) .-
Señor Presidente , el proyecto, muy interesante, apunta a ayudar a más de un millón de chilenos que han estado marginados por muchos años, a los cuales, incluso, en algún momento, se les quitó un 10,6 por ciento de sus escuálidas pensiones. Ahora, cada uno recibirá ocho mil pesos más al mes, hecho que nos satisface y contenta.
Sin embargo, quiero hacer presente que el Ministro de Hacienda fue bastante rígido en la Comisión de Trabajo de esta Corporación, durante el primer trámite del estudio de la iniciativa. No obstante, después, en el Senado, negoció, más bien, la pérdida de parte del financiamiento del proyecto. Creo que estos cambios no son buenos.
Si aquí se plantearon inquietudes interesantes para el proyecto de pensiones, lo lógico hubiera sido que se tomaran en cuenta. En la discusión de la Cámara sólo hubo un desgaste político y no se avanzó mayormente.
Me gustaría que el señor Ministro dijera cuánto se perdió en el Senado del total del financiamiento que consideró el Ejecutivo cuando envió el proyecto de pensiones al Parlamento y cuánto recuperó la Derecha, pues la verdad de las cosas es que ésta trató de quedarse con el máximo posible y de dejar que el Estado cargara con la totalidad de las pensiones. Sería altamente positivo que dijera lo que al final la Derecha logró descargar en beneficio de los ricos.
Por otra parte, debe tomarse nota de que este proyecto no es terminal, sino un avance para mejorar, sin duda alguna, las características positivas que han tenido los gobiernos de la Concertación, primero el presidido por don Patricio Aylwin , secundado por don Alejandro Foxley, éste como Ministro de Hacienda , y enseguida por don Eduardo Frei y don Eduardo Aninat , respectivamente.
Sin duda, es grande el esfuerzo por ayudar a los más pobres, quienes seguirán siendo pobres; algunos tan pobres como antes de recibir los ocho mil pesos, pues se ha reconocido que la pensión asistencial, con suerte, llegará a 34 ó 36 mil pesos.
El hecho de que nos sintamos felices y orgullosos porque hemos logrado que un pensionado reciba 36 mil pesos al mes, después de un largo debate y de limosnear a los parlamentarios de Derecha que aprobaran el proyecto, francamente, me parece una vergüenza.
Debiéramos tener un poco de moral y ser capaces de reconocer que aún no estamos en condiciones de comprender lo que es vivir con 40 ó 50 mil pesos al mes. Disponemos de un buen discurso cuando estamos en campaña y recorremos las casas de nuestros compatriotas. Incluso, un candidato a la presidencia ha ido a dormir a casas de los pobres. ¡Dios quiera que anote bien lo que falta en ellas, con el fin de que nos facilite el debate en el futuro! Ojalá vea que tienen muchos problemas y que los seguirán teniendo.
Quienes hemos estado por muchos años en la lucha por mejorar cada vez más las pensiones y hemos planteado derechamente la vía de los impuestos a fin de que los que tienen más den más para los que tienen menos, consideramos que en esta oportunidad se da un paso gigantesco. Por eso, felicito al señor Ministro de Hacienda , a pesar de su negociación con la Derecha, por cuanto, al final, los que defienden a los ricos en el Parlamento recuperaron créditos para su bolsillo.
He dicho.
El señor NARANJO ( Vicepresidente ).-
En el tiempo del Comité de Renovación Nacional, tiene la palabra el Diputado señor José García, hasta por 10 minutos.
El señor GARCÍA (don José) .-
Señor Presidente , hace algunos días, con motivo del análisis en esta Corporación de los efectos de la llamada crisis asiática, señalé que el acuerdo que se gestaba en el Senado entre el Gobierno y senadores de la Concertación y del Pacto Unión por Chile, sería extraordinariamente positivo para el país, y que, en momentos de dificultades económicas, actitudes de madurez y responsabilidad política eran las esperadas, principalmente de parte de quienes tenemos responsabilidades públicas.
Esta tarde reafirmo esas palabras, y felicito tanto al Gobierno, representado por el señor Ministro de Hacienda, como a los senadores de la Concertación y de Oposición, por la capacidad y la generosidad demostradas para hacer realidad el incremento de las pensiones.
Luego de escuchar el discurso del Diputado señor Manuel Bustos , pareciera que no existe cabal comprensión de cómo las naciones logran superar la pobreza definitiva y permanentemente. Está más que probado que la forma concreta es con crecimiento económico, para que cada vez haya más producción de bienes y servicios, y que esa mayor riqueza se distribuya con criterios de justicia. Así, con dos grandes pilares: desarrollo económico y desarrollo social, se consolida la democracia.
El sector privado aportará al proyecto, por la vía de mayores impuestos, 241 millones de dólares, y el Fisco contribuirá, con recursos de la caja fiscal, con sólo 39 millones de dólares. ¡Qué mayor claridad en cuanto al aporte del sector privado, es decir, de todos los chilenos, porque todos pagamos impuestos! ¡Ése es el aporte del sector privado para incrementar las pensiones asistenciales, las mínimas y las superiores a las mínimas!
Es importante tener presente que el proyecto se financiará con 28 millones de dólares, que se obtienen de la derogación de franquicias tributarias de la Ley sobre Impuesto a la Renta; con 24 millones de dólares provenientes de la reducción de vacíos legales; con 100 millones de dólares por la suspensión del crédito contra el impuesto de primera categoría de las contribuciones de bienes raíces, y con 160 millones de dólares por un plan de mayor fiscalización, especialmente del IVA. A estos valores hay que descontar lo que significarán los incentivos al ahorro, que se estima que representarán una merma fiscal del orden de los 60 millones de dólares. Por lo tanto, las cifras finales indican un aporte de 241 millones de dólares del sector privado y de 39 millones de dólares del Fisco.
A mi juicio, lo importante es que todo el país haga este esfuerzo, a fin de incrementar las pensiones, en especial, las asistenciales. En este sentido, reiteramos nuestro llamado al Gobierno para que a todos los ancianos e inválidos que figuren con 600 puntos o menos en la respectiva encuesta social, se les asegure el derecho a recibir la pensión asistencial de vejez o de invalidez.
También quiero destacar una norma del proyecto que probablemente ha pasado inadvertida para muchos y que hace justicia a un enorme sector de pequeños comerciantes e industriales y artesanos. Me refiero a la disposición que exime del impuesto territorial a todas aquellas propiedades cuyo destino original era la habitación, y que después se cambió parcialmente para transformarse en comercial o industrial. Pues bien, en la medida en que su avalúo fiscal sea igual o inferior a 8 millones 800 mil pesos -valor límite para la exención del pago de contribuciones, en el caso de bienes raíces con fines habitacionales- las propiedades de todos los pequeños comerciantes e industriales y artesanos, que en el país suman no menos de 80 mil personas, también quedarán exentas del pago de contribuciones.
Estoy cierto que aún nos falta mucho por avanzar en materia previsional. Por ejemplo, nos preocupan las personas del antiguo sistema que no reúnen la densidad necesaria para jubilar, que cotizaron durante algunos años, que no tienen derecho al bono de reconocimiento -por lo tanto, no pueden cambiarse al nuevo sistema- y que no reciben ningún beneficio por el ahorro previsional que efectuaron. Es una cuestión pendiente, y estoy seguro de que en algún momento llegaremos a un buen acuerdo con el Gobierno para dar una solución a esas personas.
Sin duda, quedan pendientes las negociaciones sobre rebaja de aranceles. El Ministro de Hacienda ha anunciado que en los próximos días ingresará al Congreso Nacional un proyecto de ley en tal sentido, manifestando que dicha rebaja necesariamente tendrá que ser compensada. Ello significará, probablemente, una nueva discusión tributaria, sobre qué impuestos subir, sobre qué sectores de la economía tendrán que soportar el costo de esa rebaja arancelaria. Espero que por el bien del país, una vez más, Gobierno y Oposición lleguemos a un buen acuerdo.
Cuando el país ha logrado importantes consensos económicos y lleva años de continuo crecimiento económico y social, todo lo que hagamos en materia económica -sin duda, la tributación es parte fundamental de ella- debemos hacerlo con rigurosidad y extremo cuidado, velando por no afectar la inversión, la creación de nuevos empleos, el gasto social y los ingresos fiscales, para que el gasto social no disminuya. Así sucede con este proyecto que reajusta las pensiones.
Por eso, todos debemos sentirnos satisfechos, porque en momentos de dificultades económicas el Gobierno, el Congreso Nacional y el país en su conjunto son capaces de tener un gesto de solidaridad con los pensionados más pobres. Eso es lo más importante del proyecto, y los diputados de Renovación Nacional daremos nuestros votos afirmativos con mucha alegría y complacencia.
He dicho.
El señor NARANJO (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Carlos Montes.
El señor MONTES.-
Señor Presidente , como se ha dicho aquí, lo más importante de este proyecto es el reajuste de pensiones: 280 millones de dólares incrementarán un poco las pensiones de muchos chilenos.
Como dijo el Ministro , ha existido una acción persistente de la Concertación tendiente a ir mejorando la situación de los pensionados, pero todavía estamos lejos de dignificarlos. Sabemos que es necesario otro nivel de pensiones. Para aumentarlas y financiarlas debemos llegar a un gran acuerdo nacional; sin embargo, no hemos podido encontrar la fórmula adecuada. También es necesario que el país entienda que los pensionados no pueden vivir con sus actuales ingresos, y valoramos este paso que se está dando.
El debate del proyecto se ha centrado en su financiamiento. Me resulta difícil comprender al Diputado señor José García cuando dice que el sector privado financiará 240 millones de dólares. Yo le digo que debe tener presente que de esa cifra, 169 millones de dólares corresponden a recursos provenientes de la fiscalización; es decir, de quienes estaban evadiendo impuestos. En esta iniciativa se dan nuevas facultades e instrumentos a Impuestos Internos para evitar que las personas que deben pagar -sobre todo las grandes empresas-, evadan impuestos. Este mecanismo fue diseñado por el Gobierno para financiar el reajuste de pensiones de muchos chilenos.
Valoramos los incentivos al ahorro de los sectores medios incorporados por el Senado; creemos que es un paso importante.
Sin embargo, queremos decir con mucha fuerza -y la opinión pública debe saberlo- que en el Senado se llegó a acuerdo respecto del reajuste de pensiones sobre la base de ciertos puntos que no corresponden a los planteados por la Cámara; pero en función de mejorar las pensiones, dimos nuestro asentimiento.
En primer lugar, el Senado dejó como transitoria la eliminación de un beneficio tributario que existía. La Cámara había establecido que se terminaba con el crédito que permitía descontar las contribuciones del impuesto de primera categoría. El Senado propone que eso rija sólo por cuatro años.
¿Cómo es posible que un jubilado o una jefa de hogar pague contribuciones y una empresa tenga ese crédito sobre el impuesto de primera categoría? No existe relación alguna. Por eso, la Cámara había corregido esa situación inequitativa del sistema tributario nacional; pero ello queda como una medida transitoria, así como también los incentivos a la inversión y al ahorro.
En segundo lugar, el Senado propone eliminar las normas que introducen ciertas modificaciones al artículo 14. ¿Qué significa eso? La Cámara había suprimido el tratamiento tributario especial que tienen las sociedades contractuales de personas, en cuanto a que pueden tener una depreciación acelerada de activos, de gastos de puesta en marcha, para efectos tributarios; pero una depreciación normal para efectos financieros, lo que les permite llevarse fuera del país sus utilidades, sin pagar impuestos por ellas. Tendrían que pagarlas al final, con otro valor, si llegaran a producirse después de terminado el proceso. Se están llevando el capital de inversión, y ello les conviene a las empresas con grandes instalaciones, con muchos activos. Por eso no hay ninguna empresa minera extranjera que no sea sociedad de personas, porque es el mecanismo a través del cual se llevan las utilidades del país sin pagar impuestos. La Cámara consideró muy importante este tema, y por eso decidió cerrar el forado que existía. Lamentablemente, el criterio del Senado fue distinto.
La suma estimada por este concepto es de 10 millones de dólares. Nosotros creemos que es muy superior, y por eso hubo tanta reacción en contra del acuerdo de la Cámara. Quiero decirles a los colegas que en algún momento hay que cerrar este forado, porque está afectando los intereses nacionales. Se están llevando las utilidades, sin pagar los impuestos correspondientes. La situación no es equitativa, hay que corregirla, y lamento que la Oposición haya impedido que el Senado ratificara lo actuado por la Cámara.
Por otra parte, en el Senado se originó un gran debate sobre el pago de contribuciones; se discutió qué ocurría con las sociedades inmobiliarias. Existía el acuerdo de que todas las propiedades no agrícolas debían pagar contribuciones. En el Senado se acordó exceptuar a aquellas que arriendan a partes no relacionadas para los efectos de ayudar al funcionamiento del leasing habitacional.
¿Dónde se centró la discusión? Creo que el país no sabe que una de las objeciones hechas por Jovino Novoa el viernes en la mañana en el Ministerio de Hacienda tenía que ver con este punto. Incluso, puso en riesgo la tramitación del proyecto. ¿Por qué? Porque se dijo que las casas de La Dehesa o las parcelas de agrado, que aparecen como propiedades pertenecientes a una sociedad inmobiliaria -de esa forma no pagan contribuciones-, no podían estar en la misma situación.
En verdad, no creo que esto sea serio. Hasta ahora era una forma de eludir impuestos -no evadir, sino eludir-; pero en la medida en que se busca cerrar este forado, se cuestiona y se presiona para que éste no sea el mecanismo a través del cual se termine con esa elusión de impuestos. Es increíble que ello haya puesto en riesgo los acuerdos.
En el debate en la Cámara manifestamos que el sector inmobiliario de la construcción está en una situación tributaria anómala. No podemos seguir con una situación en que las parcelas de agrado son la mejor forma de ahorro en el país. En Estados Unidos pagan una plusvalía anual, pero aquí no existe un sistema tributario adecuado para este caso. Lo mismo ocurre respecto de los sitios eriazos. Es lógico -se lo digo a los enemigos de los subsidios a la oferta- que la industria de la construcción tenga un subsidio al IVA, a la oferta.
En el Senado se planteó el siguiente acuerdo: que aquellas personas que tienen sus casas en sociedades inmobiliarias puedan comprarlas al valor libro -inferior al comercial-, y que dispongan de dos años para hacerlo, siempre y cuando ocupen el bien raíz como casa-habitación. Ocupar un bien raíz como casa-habitación no es lo mismo que tenerlo como residencia; por lo tanto, lo mismo podría regir para las parcelas de agrado, y para sí o la familia. Familia es un concepto muy amplio, pues son muchas las personas que la componen.
Creemos que este tema puso en riesgo el acuerdo, y es algo que resulta incomprensible. Ojalá el país supiera qué posiciones defiende cada uno en los grandes temas nacionales.
Vamos a votar favorablemente el proyecto, pero nos habría gustado ir a una Comisión mixta para realizar allí un debate más a fondo, para que todo el mundo sepa lo que está en debate, porque eso es parte de la democracia: la transparencia, que se conozcan los diferentes puntos de vista. Y lo hacemos porque los propios jubilados nos han planteado la necesidad de que este reajuste se pague lo antes posible. Sabemos la situación que están viviendo. Creemos que hay que resolver los problemas de las inmobiliarias, de la construcción, de las parcelas de agrado, de los sitios eriazos; todas esas situaciones de los subsidios al IVA de las empresas constructoras, es un tema que no se puede seguir postergando. Asimismo, la salida de utilidades de las sociedades contractuales sin pagar impuestos. Creemos -le diría al Diputado señor José García - mucho en el crecimiento, pero con equidad y solidaridad. Sabemos que aquí estamos reuniendo recursos para hacer posible que los pensionados den un paso en el mejoramiento de sus niveles de vida. También necesitamos una estructura tributaria efectivamente equitativa para cubrir las grandes necesidades de muchos sectores postergados del país.
He dicho.
-Aplausos.
El señor NARANJO ( Vicepresidente ).-
En el tiempo del Comité de la Unión Demócrata Independiente, tiene la palabra el Diputado señor Julio Dittborn , por cinco minutos.
El señor DITTBORN .-
Señor Presidente , el Gobierno y la Oposición hoy deben felicitarse por haber llegado a un acuerdo que permitirá que, a partir del 1º de septiembre próximo, un segmento muy pobre de nuestra población, reciba un aumento en sus pensiones. Me refiero a todos los jubilados del sistema antiguo, tanto a aquellos que reciben pensiones asistenciales como mínimas, y al resto de los pensionados de las antiguas cajas de previsión. Es un motivo para estar contentos, pero como Oposición, lamentamos que el Gobierno haya recurrido al alza de algunos impuestos para financiarlo.
En esta materia, hay que tener presente que el producto nacional bruto, es decir, la cantidad de bienes y servicios que el país genera, ha estado creciendo en un 7 por ciento durante el último tiempo. Por ese solo hecho, la mayor recaudación de impuestos es de más de mil millones de dólares al año. Sin embargo, el Gobierno estimó que no podía echar mano a esos recursos, y decidió aumentar algunos impuestos para financiar este reajuste de las pensiones. Habríamos preferido que se hubiera financiado con los recursos provenientes del mayor crecimiento económico.
Sin embargo, como el tema de las pensiones nos preocupa, concurrimos a discutir el financiamiento que, como se ha dicho, fue el que acaparó la mayor parte de la atención de la opinión pública.
De la discusión de este proyecto, que aumenta las pensiones y modifica algunos impuestos, me surge una reflexión que, para mí, por lo menos, que soy nuevo en la Cámara de Diputados, me ha impactado, ya que su financiamiento nos ilustra, una vez más, sobre la importancia de los equilibrios de poder entre el Gobierno y la Oposición. Concluyo que para que un país tenga una legislación adecuada, debe existir un equilibrio de poderes entre Gobierno y Oposición que permita efectivamente una negociación. Donde existe ese equilibrio, hay una negociación, se moderan las posiciones, lo que finalmente, se refleja en mejores leyes. Donde no lo existe, quienes tienen una cuota preponderante de ese poder, tienden a imponer sus puntos de vista, no escuchan ni moderan sus posiciones. En pocas palabras, donde hay desequilibrio de poderes, finalmente, no priman las mejores ideas.
¿Por qué digo esto respecto de este proyecto? El país sabe que en la Cámara de Diputados, para aprobar iniciativas que requieren simple mayoría, el Gobierno no necesita negociar con la Oposición. Si algunas ideas le parecen bien, las toma y adopta; pero no existe un equilibrio de poder ni una negociación que permita, en definitiva, perfeccionar el proyecto. Por esta razón, el financiamiento que se aprobó en el Senado es radicalmente distinto del que se aprobó en la Cámara. Y no sólo distinto, sino que, a mi juicio, sustancialmente mejor, porque allí sí se produjo -debido al equilibrio de poderes entre Gobierno y Oposición- una negociación de verdad, con un resultado muchísimo más positivo para el país.
Tanto miedo le tiene el Gobierno al equilibrio de poderes, que en la votación de estas enmiendas en la Comisión de Hacienda de la Cámara, que iba a ser estrecha, decidió reemplazar a un diputado que estaba de acuerdo con la Oposición en algunos temas, por temor a que votara con nosotros ciertas disposiciones, con el fin de evitar el problema de la negociación e imponer absolutamente lo que llevaba preescrito.
El señor NARANJO ( Vicepresidente ).-
Se ha cumplido el tiempo que le asignó su Comité, señor diputado . Le ruego redondear la idea.
El señor DITTBORN .-
Señor Presidente , no alcanzaré a hacer un análisis mayor de los cambios introducidos por el Senado, a mi juicio, muy positivos, de modo que terminaré señalando que, para mí, al menos, ha quedado en evidencia la importancia de que en nuestro sistema democrático hagamos todos los esfuerzos por mantener equilibrios de poder que permitan una negociación real. En la Cámara de Diputados no se dio eso, pero sí en el Senado y, en mi concepto, es muchísimo mejor para el país lo que obtuvimos de aquella Cámara en que la negociación política efectivamente se da.
He dicho.
El señor NARANJO (Vicepresidente).-
En el tiempo del Comité del Partido por la Democracia, tiene la palabra el Diputado señor Guillermo Ceroni.
El señor CERONI .-
Señor Presidente , hoy comenzamos a discutir, en su último trámite legislativo, un proyecto de suma importancia para los jubilados. Todos sabemos la inmensa deuda social que la nación tiene con su sector pasivo que, en el pasado, siempre fue postergado, cuyas rentas fueron congeladas y el valor adquisitivo de sus pensiones fue disminuyendo en forma constante. Los gobiernos de la Concertación adquirimos un compromiso real con el sector pasivo para ir mejorando cada vez más su situación, aumentando gradual y persistentemente los subsidios asistenciales y las pensiones mínimas, con el objeto de satisfacer de mejor manera las necesidades de los adultos mayores.
Durante nuestros dos gobiernos, las pensiones asistenciales, la asignación familiar y el subsidio único familiar duplicaron no sólo su valor nominal, sino también su poder adquisitivo. Desde 1990, el valor real de las pensiones mínimas se ha incrementado en más del 40 por ciento; a ello debe sumarse la ganancia que significa la reducción gradual y sostenida de la inflación, que de un 27 por ciento anual, en 1990, llegó a apenas un 5,5 por ciento el año recién pasado, con lo cual los ingresos se pueden planificar y administrar de mejor manera.
También se han destinado grandes recursos para la mejor atención y focalización de las pensiones y beneficios asistenciales. Se han establecido nuevas asignaciones, como la de muerte, que permite una sepultura digna para los titulares de pensiones asistenciales. Tampoco se debe dejar de mencionar el bono de invierno, discutido no hace mucho tiempo en el Parlamento, que ha beneficiado a alrededor de 600 mil pensionados, y el otorgamiento de 45 mil nuevas pensiones asistenciales desde 1990, y la reducción de las listas de espera y mejoramiento de los sistemas de postulación a ellas.
El proyecto en discusión es el fruto -hay que recalcarlo, porque a veces las cosas se olvidan- de la iniciativa del Presidente Frei, la cual se genera dentro de la agenda social anunciada en su último mensaje y debe ser visto como uno de los compromisos cumplidos por este Gobierno con el sector pa-sivo.
En dicha oportunidad, el Presidente anunció el mejoramiento de todas las pensiones asistenciales y mínimas, cualquiera sea el régimen previsional en que se encuentren. Con esto, se persigue aliviar la frágil situación en que viven los beneficiarios de estas pensiones.
Todos sabemos que en nuestro país existe un sistema en que la distribución de la riqueza es extremadamente desigual y poco equitativa, constituyendo un indicador de la falta de solidaridad de los que ganan mucho con quienes menos tienen, entre los cuales se cuentan los pobres de la tercera edad. La política de la Concertación ha sido conciliar de mejor manera el crecimiento económico con la equidad social, buscando aliviar y mejorar la calidad de vida de los jubilados. El proyecto en discusión tiene un alto costo para el país, pero, a pesar de ello, estamos seguros, no es suficiente para solucionar el problema de los jubilados, y por ello, debemos seguir haciendo esfuerzos para lograr dignificar sus ingresos.
El financiamiento del proyecto proviene de una serie de ajustes y reformas en materia tributaria, las cuales -y hay que decirlo con claridad- ha costado mucho sacar adelante en el Parlamento por la posición negativa que al inicio tuvo la Oposición. Sin embargo, a pesar de ello, finalmente y para beneficio de los pensionados y jubilados del país, el proyecto será despachado, de tal forma que en septiembre de este año, un número significativo recibirá mensualmente, un aumento de 8 mil pesos por pensión.
Señor Presidente , a estas alturas no puede caber duda de que las políticas implementadas por la Concertación en beneficio de los grupos más vulnerables del país han tenido impactos positivos; pero, por supuesto, son insuficientes. Falta aún mucho camino por recorrer para lograr niveles de asistencialidad más solidarios y satisfactorios. Debemos reconocer que un gran número de jubilados sigue viviendo con pensiones insuficientes para un existir digno a su edad.
Por su significado social, el PPD apoya esta iniciativa y espera que en un plazo no muy lejano veamos con satisfacción que el desarrollo económico en que estamos empeñados ha significado realmente dignificación para la vida de los pensionados, de los pobres y de los sectores más postergados; en definitiva, que hemos construido un sociedad más justa.
He dicho.
El señor NARANJO ( Vicepresidente ).-
En representación del Comité Mixto, tiene la palabra el Diputado señor Jaime Rocha, por cinco minutos.
El señor ROCHA.-
Señor Presidente , para los diputados del Partido Radical Social Demócrata, este proyecto constituye un gran esfuerzo para hacer menos dura la vida de aproximadamente un millón y medio de pensionados chilenos. Este país es, sin duda, exitoso, y en plena crisis, como la que hoy se vive, podemos demostrar superávit fiscal, una deuda externa debidamente controlada, equilibrio en nuestras cuentas nacionales, una inflación controlada y un desempleo aceptable. Pero, qué lejos estamos de sacar a este importante fragmento de compatriotas de la más tremenda de las pobrezas, porque constituye algo inadmisible -de la que es responsable toda la sociedad chilena- que, en medio de la prosperidad de la que nos ufanamos, este sector ciudadano subsista en condiciones tan desmedradas. Y este gran esfuerzo que hoy se hace -que no debemos minimizar-, en la mayoría de los casos, representa un aumento no superior a los 8 mil pesos. Esto significa que, a pesar de los ajustes y más ajustes que hagamos en este mismo sentido, seguiremos teniendo una gran cantidad de pensionados muy pobres.
Deseo decir que nuestro apoyo al proyecto lo asumimos como el comienzo de uno mayor destinado a resolver, en forma definitiva, la situación de los pensionados de Chile.
Del debate que se desarrolló ayer en el Senado, al que tuve acceso hoy en la mañana, deseo destacar la intervención del honorable Senador señor Augusto Parra , quien demostró con cifras inobjetables como, en materia de seguridad, el gran esfuerzo lo sigue haciendo el Estado de Chile. Es así como los ítems relativos a previsión social, de la partida presupuestaria del Ministerio del Trabajo, son los más altos, alcanzando a 2,5 billones de pesos, mucho más que los 1,5 billones destinados a salud y los 1,2 billones a educación.
Esta situación se explica por las importantes transformaciones que ha sufrido nuestro sistema previsional. Al respecto, el Senador señor Parra señaló que “la disociación entre las cotizaciones pagadas por los trabajadores activos y las prestaciones previsionales otorgadas por el sistema ha provocado la necesidad de que el Estado efectúe un esfuerzo de esa envergadura. Sin embargo, no es irrelevante el hecho de que los beneficiarios de prestaciones previsionales otorgadas por el Instituto de Normalización Previsional estén aportando al financiamiento de esas prestaciones una parte no despreciable: más del 25 por ciento del costo que ellas representan, en tanto que la Caja de Previsión de la Defensa Nacional y la de Carabineros de Chile, que se mantienen bajo el criterio tradicional de sistema de repartos, recogen por concepto de cotizaciones apenas un sexto del monto en que deben incurrir para otorgar las prestaciones que año tras año les obliga la ley”.
Y continúa diciendo que el gasto estatal seguirá creciendo hasta el 2005, en que el Estado comenzará a ahorrar. Y ahí pensamos que se encuentra una importante fuente de financiamiento del sistema, que podría lograrse mediante una emisión de bonos, que el Senador Parra los llamó “de la solidaridad”.
Nuestra propuesta, debidamente afinada, será planteada al Supremo Gobierno, esperando que sea acogida. Entonces, los pobres de hoy, que siguen siendo pobres con este proyecto, podrán acceder a un nivel de vida respetable y, sobre todo, más digno.
He dicho.
El señor NARANJO ( Vicepresidente ).-
En el tiempo del Comité de la Democracia Cristiana, tiene la palabra el Diputado señor José Miguel Ortiz .
El señor ORTIZ .-
Señor Presidente , cuando en marzo de este año su Excelencia el Presidente de la República dio a conocer la agenda social para el resto del tiempo de su mandato, planteó como algo esencial el reajuste de pensiones, que ha sido la norma desde 1990 hasta hoy.
Por esa razón, el 20 de abril pasado ingresó a la Cámara el proyecto de ley que concede aumento a las pensiones y establece su financiamiento por medio de modificaciones a normas tributarias.
Respecto de esta última materia hay que ser muy claro. Hay una gran diferencia entre lo aprobado por la Cámara de Diputados y lo que se establece en las modificaciones del Senado. Pero eso no es obra y gracia del Espíritu Santo, sino la consecuencia de una negociación que exigieron los senadores de Oposición.
Las modificaciones del Senado, a lo menos en siete puntos, cambian sustancialmente lo aprobado en el primer trámite constitucional.
En el tema de la distribución de utilidades en exceso del Fondo de Unidades Tributables, FUT, las disposiciones propuestas por el Ejecutivo, aprobadas en votación dividida tanto en la Comisión de Hacienda como en la Sala, fueron retiradas del Senado, por lo cual rige la normativa vigente sobre la materia.
El tema del crédito en el impuesto territorial queda absolutamente igual.
En lo de los préstamos a socios contribuyentes de impuesto adicional se han introducido modificaciones.
En el tema de los automóviles station-wagons y vehículos similares, la Cámara agregó una norma en la que se planteaba una presunción de derecho que establecía que el valor mínimo del beneficio sería del 33 por ciento. El porcentaje fue rebajado por el Senado al 20 por ciento que, en todo caso, siendo objetivo y transparente, es superior a lo vigente.
También se encuentran en esta situación los temas relacionados con la garantía en favor de los propietarios socios, la depreciación especial, el crédito por inversión en activos inmovilizados y el de inversiones en el exterior.
Tal como lo expresó el honorable Diputado señor Carlos Montes , una de las materias debatidas más importante dice relación con las contribuciones, razón por la cual debe ser estudiada en profundidad. No puede ser que, por el hecho de conformar una inmobiliaria, sectores de altos ingresos en el país prácticamente no paguen nada.
¿Cuál es la realidad? Tenemos un Senado que tiene mayoría en los discursos, pero no en las votaciones, motivo por el cual no se ha podido lograr una mejor redistribución de ingresos en el país que permita beneficiar a los sectores de más bajos ingresos.
Los parlamentarios de la Concertación miembros de la Comisión de Hacienda estuvimos al tanto de los planteamientos que se hacían y, al final, consideramos que teníamos que aceptar las sugerencias formuladas, porque no se podía dejar sin estos beneficios al casi millón 400 mil chilenos que tendrán un pequeño aumento en sus pensiones.
Los beneficios que se otorgan se financiarán por medio de la transferencia de recursos desde los dueños de empresas y evasores a los jubilados y personas de la clase media.
Hay una gran modificación en este tercer trámite constitucional. Se establecen incentivos al ahorro por 76 millones de dólares. Estoy de acuerdo con eso, pues creo que beneficia, especialmente, a la clase media chilena.
En el fondo, las tres etapas están significando un avance.
Aquí no se ha tocado el tema de las mutuales.
Se acordó un mecanismo permanente de financiamiento de beneficios previsionales extraordinarios, debido a leyes especiales en un esquema de riesgo compartido. En esto tomamos en cuenta que esta ley es la que realmente está siendo beneficiosa para los trabajadores chilenos, pero no para un sector que está prácticamente a cargo de todo lo que significan las mutualidades.
Con el plan de fiscalización tributario, que representará un rendimiento de 169 millones de dólares que se destinarán al gasto social, se pondrá término a la evasión, que atenta contra la equidad y la legitimidad del sistema tributario, porque genera una competencia desleal y distorsiones económicas indeseadas.
La dotación del Servicio de Impuestos Internos se incrementa en 180 funcionarios.
Hay adecuaciones tributarias que significan no innovar en el régimen de retiro del artículo 14.
Además se otorga una vigencia transitoria por cuatro años a la norma que establece el crédito contra el impuesto de primera categoría de las contribuciones de bienes raíces no agrícolas, y se establece un impuesto a las ganancias de capital por acciones de sociedades anónimas abiertas, con presencia bursátil, con tasa única de 15 por ciento para todo contribuyente y en toda circunstancia.
Los incentivos tributarios al ahorro e inversión están dirigidos a ahorrantes menos sofisticados, sean personas o empresas.
En el fondo, hemos dado nuestra aprobación a las modificaciones que se le han introducido al proyecto, porque desde el 1° de septiembre de este año se aumentarán las pensiones asistenciales en 8 mil pesos, que significan el 34 por ciento de aumento; desde el 1° de enero del próximo año las pensiones mínimas, y el resto de las pensiones, a contar del 1° de octubre del próximo año.
He dicho.
El señor NARANJO ( Vicepresidente ).-
En el tiempo del Comité de Renovación Nacional, tiene la palabra el Diputado señor Pablo Galilea.
El señor GALILEA (don Pablo).-
Señor Presidente , Renovación Nacional es abierta y entusiasta partidaria de fortalecer y perfeccionar la acción social del Estado, con el propósito de avanzar con mayor eficacia y rapidez en la lucha contra la pobreza y en la búsqueda de una mayor igualdad de oportunidades, siempre dentro de un marco de estabilidad y de crecimiento económico.
Renovación Nacional, una vez más, concurre a apoyar el proyecto de aumento de pensiones, porque estamos convencidos de que para que la acción social sea realmente eficaz y oportuna se requiere de una política de Estado absolutamente al margen de la pugna tradicional entre Gobierno y Oposición.
Renovación Nacional apoya y respalda la mejoría de las pensiones asistenciales que hoy alcanzan apenas a 23.400 pesos, y de las pensiones mínimas, que superan levemente los 55.000 pesos, pues este mejoramiento beneficiará a más de un millón de chilenos que hoy sobreviven su tercera edad en condiciones de suma pobreza.
Esta medida permite avanzar en la superación de la deuda social que la sociedad tiene con los pensionados. Sin embargo, lamentamos que en este proyecto no se haya aumentado el número de pensiones asistenciales que, según nuestros cálculos, alcanzan a más de cincuenta mil personas. Éstas, desde el punto de vista de su pobreza y edad, califican para acceder a este beneficio, con lo cual no sólo se podría terminar con las actuales listas de espera, sino también permitir que decenas de miles de chilenos y chilenas, que merecen y reúnen los requisitos para una pensión asistencial, la puedan recibir y no queden excluidos por falta de cupo, como de hecho hoy ocurre.
El proyecto de aumento de pensiones era absolutamente financiable, como de hecho ocurrió, sin necesidad de haber incorporado en el mismo una verdadera reforma a la Ley de la Renta que pretendía mucho más allá que la búsqueda de su financiamiento.
Resulta criticable haber presionado a la Oposición para financiar un tema social, como el aumento de pensiones en que todos estamos de acuerdo, presentando conjuntamente esta casi reforma tributaria.
Con las indicaciones formuladas en la Cámara de Diputados y los acuerdos materializados en el Senado se ha demostrado que la Oposición ha contribuido a dar un sano financiamiento al proyecto de aumento de pensiones.
El recorte presupuestario acordado hace pocos días -y estando absolutamente de acuerdo con él- demuestra que el presupuesto de la Nación tenía holguras que habrían permitido acceder al beneficio otorgado a los pensionados, sin necesidad de aumentar impuestos. La buena focalización de los recursos y el tener de verdad dentro de las prioridades a los más necesitados permitirá avanzar en el desarrollo social a través del crecimiento económico.
En marzo de este año, Renovación Nacional entregó su propuesta al Presidente Frei , que contemplaba el mejoramiento de las pensiones. Sin embargo, hay un sinnúmero de otros beneficios que buscan la solidaridad con las familias más pobres, que esperamos que el Gobierno las haga suyas sin necesidad de aumentar los impuestos, sino más bien buscando las holguras que estamos seguros existen en el presupuesto de la Nación.
He dicho.
El señor NARANJO (Vicepresidente).-
En el tiempo del Comité de la UDI, tiene la palabra el Diputado señor Bartolucci.
El señor BARTOLUCCI .-
Señor Presidente , sin perjuicio de valorar el esfuerzo compartido que se hace para aprobar el proyecto, quiero señalar otros caminos pendientes a futuro y que son de la mayor importancia para solucionar el gravísimo problema que enfrentan los jubilados y las montepiadas de Chile.
En primer lugar, está pendiente el tema de la revalorización de las pensiones, que es capital para hacer justicia de verdad a los jubilados. Aparte de las pensiones asistenciales y de las pensiones mínimas, a las cuales se les han dado algunos reajustes especiales a lo largo del tiempo, hay un grupo de aproximadamente 500 mil jubilados que desde hace casi veinte años sólo vienen recibiendo el incremento del IPC, con la desvalorización que ello significa en sus pensiones. Todos sabemos que dicho índice no representa lo que en verdad sucede con el alza de los precios en el país.
Ése es el primer camino que debemos explorar: revalorizar las pensiones y montepíos.
El segundo, de toda justicia, es la eliminación de descuentos absurdos que se sigue haciendo a los jubilados. ¿Sabían ustedes que hay 370 mil jubilados a quienes se les sigue descontando todos los meses para pagarle su propia jubilación? A los afiliados a la ex Caja Nacional de Empleados Públicos, a la ex Caja de Capremer, a la ex Caja de Triomar y a otras, se les sigue descontando todos los meses un 4 por ciento por concepto previsional, y a los que están en la Dipreca y en la Capredena, un 6 por ciento.
También es indispensable avanzar en forma definitiva en el tema de igualar los montepíos al ciento por ciento de la pensión del causante. No nos engañemos, lo que se hizo el año pasado fue una cosa muy distinta: nivelar los montepíos a la pensión mínima de viudez, que no es lo mismo que nivelarlos al ciento por ciento de la pensión que tenía el causante.
He aquí tres caminos pendientes, sin perjuicio de una política general para la tercera edad que aborde los otros puntos que corresponden en la dignidad, en la salud, en el deporte, en la recreación, etcétera. ¿Cómo financiar estos aspectos? Desde luego, se requiere un acuerdo. La cifra que entregaba el Diputado señor José García no es ociosa.
Lo que se debe hacer es tomar los dineros que existen en la caja fiscal. El Fisco aportará sólo 40 millones de dólares para financiar este reajuste y los 240 millones restantes saldrán del sector privado, de una u otra forma, pero el esfuerzo fiscal es de sólo 40 millones de dólares. Para 1999 se requiere un esfuerzo del Fisco no superior al 0,74 por ciento del presupuesto total de la Nación, y para el año 2000 el aporte baja al 0,57 por ciento. Ésos son los esfuerzos que está haciendo el Fisco.
Este año el reajuste cuesta al Fisco 25 millones de dólares, porque se otorga sólo a las pensiones asistenciales y desde septiembre en adelante, y para los años siguientes, exiguas sumas que no alcanzan al 1 por ciento del presupuesto de la Nación.
Como se ha dicho, hay dinero en la caja fiscal para hacer justicia de una vez por todas y en forma definitiva a los jubilados y a las montepiadas de Chile.
He dicho.
El señor NARANJO (Vicepresidente).-
En el tiempo del Comité del Partido por la Democracia, tiene la palabra el Diputado señor Jaramillo.
El señor JARAMILLO .-
Señor Presidente , nuevamente la Cámara se pronuncia sobre el proyecto que aprobamos hace algunas semanas en su primer trámite constitucional y que con tanto anhelo esperan cientos de miles de pensionados de nuestro país.
Me parece importante resaltar dos aspectos que se han manifestado en el debate político. En primer lugar, hemos iniciado un camino que, espero, se amplíe a futuro en materia de reajustes de pensiones, pues constituye una ayuda a las precarias condiciones en que viven los jubilados.
Si bien es cierto los gobiernos democráticos han mostrado una constante preocupación por la tercera edad, destinando mayores recursos al financiamiento de una serie de programas dirigidos hacia ese sector, el aumento de pensiones viene a ser un avance, más allá de la necesidad de que a futuro se puedan realizar reformas mayores, que permitan dar una vida digna a uno de los estamentos más postergados de nuestra patria.
Además, es importante resaltar la capacidad del Ministerio de Hacienda en momentos en que nuestra economía enfrenta las dificultades derivadas de la crisis por la que atraviesan los países asiáticos. Por lo tanto, la aprobación del proyecto reviste un valor especial: apoyar a los sectores más sensibles de la población.
En segundo lugar, aun cuando todos los sectores siempre manifestaron el ánimo de apoyar el aumento de pensiones, existían distintos criterios para abordar su financiamiento. A pesar de las dificultades que se vivieron en torno a este punto, el consenso alcanzado entre el Gobierno y la Oposición entrega una importante señal: que en este tipo de materias se puede y se debe llegar a acuerdos. De otro modo, el país no habría comprendido que una vez más se postergara una medida tan urgente, la que no hace más que establecer un mínimo de equidad y justicia para los miles de pensionados.
Creo que la Comisión en la cual participo logró una negociación de verdad, por lo que adhiero en forma entusiasta al proyecto.
He dicho.
El señor NARANJO ( Vicepresidente ).-
En el tiempo del Comité Demócrata Cristiano, tiene la palabra el Diputado señor Andrés Palma.
El señor PALMA (don Andrés) .-
Señor Presidente , en verdad, en esta oportunidad no legislaremos sobre el incremento de pensiones, porque ya está aprobado. No es una materia en la cual el Senado haya modificado las disposiciones aprobadas por la Cámara de Diputados. La discusión radica en cómo financiaremos dicho incremento y si estableceremos algunos estímulos al ahorro, que son los cambios introducidos por el Senado.
Pero antes de hablar de esa materia, quiero referirme brevemente al incremento de las pensiones, porque todo el mundo coincide -yo también- en que un aumento de 8 mil pesos en las pensiones asistenciales, en las mínimas y en casi todas las pensiones, es bastante insuficiente, casi miserable. Eso significa un 30 por ciento en las pensiones asistenciales, un 16 ó 18 por ciento en las mínimas y, aún así, es un incremento casi miserable.
Si hay tanta voluntad, deberíamos buscar un acuerdo nacional para incrementarlas a un nivel medianamente digno. Si hemos logrado un acuerdo -si mal no recuerdo fue unánime en la Sala- para llegar en forma paulatina a que el ingreso mínimo sea de 100 mil pesos mensuales, deberíamos buscar también un acuerdo similar para que la pensión mínima sea, por decir una cifra con la que no me quiero amarrar, de unos 75 mil pesos mensuales, y ver de qué manera llegamos a ese monto, que significaría un incremento bastante sustantivo respecto de los valores que estamos legislando.
Si es cierto que hay voluntad de resolver el problema de los pensionados, entonces busquemos la fórmula. Si nos fijamos una meta, como fue en su momento los 100 mil pesos para el ingreso mínimo, veamos de dónde obtener los recursos para llegar, por lo menos, a una pensión de 75 mil pesos para todos los pensionados de aquí a un plazo de dos o tres años, al igual como lo estamos haciendo con el salario mínimo.
Eso exige voluntad política y ponerse de acuerdo en determinada meta y ver cómo se obtienen los fondos para financiarla.
Durante muchos meses se discutió la posibilidad de incrementar las pensiones y se decía que no había recursos. Sin embargo, el Gobierno presentó un proyecto en el cual no sólo ha quedado en evidencia que se puede apretar por algún lado. Como el Senado cambió casi en su totalidad el financiamiento, quiere decir que hay otros lados por los cuales se puede apretar, resolver injusticias, tapar forados tributarios y obtener recursos para continuar mejorando las pensiones.
En el primer trámite, la Oposición se opuso terminantemente a modificar el artículo 14 de la Ley de Rentas, a pesar de que proponíamos una corrección para que las distintas personas tributaran igual. No aumentábamos el impuesto, sino que queríamos impedir que la gente que no paga sus impuestos haga lo que hace hoy. Por ejemplo, las empresas mineras se constituyen como sociedades anónimas en otros países y aquí no lo hacen sólo para pagar menos impuestos y se llevan una parte muy importante de los activos permanentes de Chile, de la minería, a través de dicha disposición.
Pero no hubo voluntad de parte de la Derecha para corregir esa norma ni otros aspectos de las finanzas y de los sistemas de pago de impuestos. Sí hubo voluntad para incrementar, en forma transitoria, las contribuciones de bienes raíces que afectan a las empresas.
Si esto es posible hacerlo hoy, en medio de una crisis internacional que afecta los mercados chilenos y de un proceso de ajuste, con cuánta mayor razón deberíamos hacerlo en cuatro años más, en forma permanente, porque no se afectará ninguna actividad industrial.
Desafío desde hoy a la Derecha a que admita, una vez que veamos los resultados, que esto no tiene impacto en la actividad industrial y que los actuales cambios transitorios deben quedar permanentes.
Durante la discusión del proyecto ha quedado demostrado que hay muchos aspectos tributarios que debemos corregir para que exista equidad entre los distintos actores y todos paguen lo que corresponde.
Se ha estimado que se recaudarán 160 millones de dólares, a través de unas pocas atribuciones adicionales y de un importante incremento de la dotación del Servicio de Impuestos Internos; sin subir las tasas tributarias, sino que haciendo que la gente que no paga sus impuestos, lo haga.
En esa misma perspectiva, para mí es un escándalo lo que tendremos que aprobar, porque permitirá reajustar las pensiones, pero que deberíamos haber rechazado en la Cámara.
Aquí se ha chantajeado con el incremento de las pensiones para que un grupo de personas pueda continuar realizando un fraude tributario construyéndose sus casas a través de sociedades inmobiliarias, pues se les ha permitido no pagar impuestos por contribuciones de bienes raíces. Se ha debido negociar este punto, y ha quedado una disposición muy particular, que no me gusta, pero que estoy dispuesto a acoger para dar el incremento de pensiones. Se trata de que durante dos años ellos puedan traspasar, sin pagar impuestos de empresa a personas, los bienes raíces que construyeron como sociedades inmobiliarias. Eso significa no pagar impuesto por las ganancias de capital. ¿Favorece esto a alguien de pocos ingresos? No. Favorece a personas naturales que han constituido una sociedad que es como las nulidades matrimoniales, por decirlo de alguna manera; o sea, un fraude legal para no pagar impuestos. Ahora les hacemos una condonación de impuestos que no tiene efectos en el corto plazo, pero ignoramos su magnitud en el largo plazo.
Lamentablemente, hemos debido aceptar la situación para poder financiar el incremento de las pensiones de los jubilados. Pero es algo que debe ser denunciado, porque constituye un verdadero escándalo.
En definitiva, apoyaremos las modificaciones del Senado, porque no tenemos otra opción. Eran mejores las disposiciones que aprobamos en la Cámara de Diputados; pero el acuerdo alcanzado permitirá subir las pensiones en 8 mil pesos.
Esperamos poder aumentarlas mucho más en el futuro, para que la pensión mínima y la asistencial lleguen a 75 mil pesos en corto plazo. Para ello, es necesario que tengamos la capacidad de ceder y de alcanzar acuerdos para alzar los impuestos y obtener los recursos a fin de financiar esta deuda social que tenemos con los jubilados.
He dicho.
El señor NARANJO ( Vicepresidente ).-
Dentro del Comité de Renovación Nacional, tiene la palabra el Diputado señor Carlos Vilches, por cinco minutos.
El señor VILCHES.-
Señor Presidente, lamentablemente, está ausente el Ministro de Hacienda, don Eduardo Aninat.
El señor SEGUEL .-
Estaba aquí.
El señor VILCHES .-
No sé si tengo mala suerte, pero cada vez que hablo, se encuentra afuera.
Aquí se repiten situaciones que nos ha tocado vivir, porque en este proyecto de ley se establecen algunas medidas y acuerdos transitorios. El país recuerda que hubo un gran acuerdo respecto de la reforma tributaria de 1992, en el que el Gobierno de ese entonces se comprometió a rebajar el IVA en dos puntos, en un programa de cuatro años. Ese acuerdo, que el Ministro de Hacienda conoce perfectamente bien, nunca se cumplió, porque el Presidente de la República dictó las normas necesarias para no rebajar ese impuesto indirecto, el que más afecta a la gente modesta del país. No obstante lo anterior, hoy debemos firmar nuevamente un compromiso para aprobar este proyecto de ley, que contiene normas transitorias que deben cumplirse en un plazo de cuatro años.
¡Qué contradicción más grande se produce aquí, ya que todos estamos de acuerdo en reajustar las pensiones asistenciales y las mínimas, pero el debate se ha centrado en cómo financiar el proyecto! Por lo tanto, no puedo entender que se imponga un nuevo mecanismo y se modifiquen normas tributarias para allegar mayores recursos al Fisco, a fin de financiar el proyecto de pensiones, en circunstancias de que un partido de la Concertación, el Socialista, se opone, a través de los medios de comunicación, a que las indemnizaciones que se pagarán a los partidos políticos por los bienes expropiados se posterguen por un año, ¡sólo por un año!, cuando hay conciencia de que el país está siendo afectado por una crisis interna y por otra externa.
Estamos de acuerdo en reajustar las pensiones a los jubilados; pero se da mal la información, ya que hay tres grupos muy diferenciados respecto de la manera en que recibirán este miserable reajuste de 8 mil pesos. No se ha dicho con claridad, porque los medios de comunicación que cubren la Cámara de Diputados y el Congreso señalan que se favorecerá a 1 millón 380 mil personas, en circunstancias de que sólo 570 mil recibirán este beneficio, no a partir del 1º de diciembre, sino el 1º de enero de 1999; otros 350 mil pensionados mínimos, que perciben 23.415 pesos, obtendrán el reajuste de 8 mil pesos mensuales el 1º de septiembre de este año, y el resto de los pensionados sólo lo recibirá desde el 1º de octubre de 1999.
Como la Oposición –la que cuenta con una minoría transitoria en la Cámara-, le pedimos al Ministro de Hacienda que abriera la mano, porque existen los recursos, para que este beneficio se pagara a partir del 1º de septiembre a todas las montepiadas y a quienes perciben pensiones mínimas. Eso no ha sido posible. Sólo, como señalé, se otorgará el aumento en forma gradual.
Ésa es la verdad y hay que decirla, porque existen falsas expectativas en el mundo de los pensionados, entre la gente más modesta del país. Se pagará una parte en septiembre de este año y el resto en 1999.
Espero que podamos seguir trabajando para llegar a acuerdos que permitan ir mejorando la situación de los adultos mayores que reciben estas pensiones mínimas, realmente miserables, y confío en que el Gobierno cumplirá sus compromisos.
También hay que reconocerlo que es casi una vergüenza: gracias a una mayor fiscalización del IVA se espera recaudar 160 millones de dólares de aquí para adelante. La obligación de las autoridades es hacer cumplir las leyes. No se ha modificado el impuesto, pero, reitero, se piensa recaudar 160 millones de dólares sólo con una mayor fiscalización. También hay que informarle al país sobre eso, con claridad y transparencia.
Los jubilados tendrán un reajuste gradual y pequeño, pero, repito, estamos dispuestos a seguir buscando soluciones para ese sector.
He dicho.
El señor NARANJO ( Vicepresidente ).-
Dentro del tiempo del Comité del Partido por la Democracia, tiene la palabra el Diputado señor Nelson Ávila, por cuatro minutos.
El señor ÁVILA .-
Señor Presidente , la Derecha, en su típico lenguaje eufemista, nos dice hoy que es signo de madurez y de responsabilidad haber llegado a este tipo de acuerdo con el Gobierno. Califica de este modo los consensos que obtiene en defensa eficaz de los intereses concretos que representa en esta Cámara.
En estos momentos se siente feliz. Naturalmente, aún pagamos lo que significa esa especie de anestesia que han constituido las políticas de los consensos, en donde la Derecha logra conseguir los propósitos que señalo, sin que la opinión pública se dé cuenta ni perciba exactamente cuáles han sido sus posturas en el seno de la Corporación y en las Comisiones donde se discuten los proyectos, para luego presentarse a recibir los aplausos, como si fueran filántropos que entregan recursos en forma generosa a los sectores más modestos del país.
Vamos a decirlo claro para que la opinión pública sepa con exactitud de qué estamos hablando cuando ponemos el bisturí a esta clase de acuerdos que aquí se adoptan. En Chile existen 15 mil sociedades de inversión -escuchen bien los jubilados y la ciudadanía en general: 15 mil sociedades de inversión-, que son propietarias de la gran mayoría de las mansiones que se han construido en La Dehesa y que también han ido, como una especie de colonizadoras de nuevo cuño, invadiendo la zona central del país, al adquirir parcelas de agrado donde han construido casas que en cualquier parte serían calificadas como viviendas de lujo.
Pues bien, ¿cuál es la martingala? En la mayoría de los casos en que un matrimonio tiene este tipo de viviendas -porque así lo permiten estas curiosas sociedades de inversión-, el esposo se la arrienda a la esposa o a otro familiar. La Derecha se apertrecha a su modo, burlando impunemente las legislaciones tan precarias que tenemos, las que, en definitiva, no son un buen resguardo para quienes sufren los rigores de la pobreza.
¡Nada menos que el señor Vilches viene aquí y habla de “reajuste miserable”! ¡Pero si esta criatura no nació en 1989; fue autoridad en el gobierno de Pinochet!
El señor VILCHES .-
¡A mucha honra!
El señor ÁVILA .-
Y no reclamó ni levantó la voz cuando ese gobierno impuso los costos de la recesión de 1982 sobre los hombros de la clase más modesta, al descontarles el 10,6 por ciento a los jubilados, que nunca más les devolvieron.
Entonces, ¿qué clase de honradez intelectual está demostrando la Derecha en este tipo de debate? ¡Basta de hipocresías, basta de rasgar vestiduras! Digamos las cosas por su nombre: en cada uno de estos proyectos, ustedes defienden la clase de intereses que he señalado. Son incapaces, como el señor Jovino Novoa , de asumir frente a la opinión pública las actitudes coherentes que debieran tener si nos atenemos a la retórica. Él se ha dedicado a hacer antesala ante el Ministro de Hacienda para defender los intereses de estas sociedades de inversión, que poseen mansiones en La Dehesa. El señor Novoa ha sido coherente en relación con el tipo de interés que defiende, pero no venga a presentarse con rasgos populares, porque eso es un engaño. La Derecha está en su sitio al defender con rigor los intereses de siempre. No ha cambiado nada. Lo que sí espera la ciudadanía entera es que, de una vez por todas, se logre remover ese tapón de los designados, para que la soberanía popular pueda expresarse legítimamente.
He dicho.
El señor ULLOA .-
¡Echa a tu suegro!
El señor MASFERRER .-
¡Dile a tu suegro que renuncie como senador designado!
El señor NARANJO ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra, por cinco minutos, el Diputado señor Álvarez .
El señor ÁLVAREZ .-
Señor Presidente , deberíamos recordar lo que era el proyecto inicial del Gobierno.
Cuando se dice a la Derecha que ha cometido errores, equivocaciones y está defendiendo intereses, debemos recordar que ustedes, como Gobierno, presentaron uno de los proyectos más aberrantes desde el punto de vista tributario, donde incluso consideraban utilidades lo que en ninguna parte del mundo se puede estimar como tal; donde volvieron a utilizar un impuesto, como el de las contribuciones, que es del tipo que a ustedes les encanta porque afecta al derecho de tener una casa, ni siquiera producir una renta o ganancia. Sencillamente les gusta actuar así, y por el hecho de que alguien tenga una propiedad o un capital, ustedes le aplican impuesto.
Si queremos hablar respecto de qué se está protegiendo, podríamos decir que ustedes defienden las políticas económicas de los años 60 y principios de los 70, absolutamente equivocadas desde el punto de vista tributario.
En relación con el proyecto mismo, eran tan graves estas verdaderas aberraciones tributarias que incluso la Cámara fue cambiando algunas; lo que ahora ha hecho el Senado es confirmarlas, pues se trataba de facultades absolutamente ilegales. Imagínense que el Servicio de Impuestos Internos le pidiera a una persona que tiene una acción en el extranjero mucho más información de la que puede solicitarle por una que posee en Chile, o que le solicitara a una persona que tiene una acción en el extranjero más información de la que esa empresa puede entregarle por ley. Se estaban poniendo obligaciones absolutamente imposibles de cumplir por los contribuyentes, y estableciendo que por el solo hecho de que una sociedad entregara una garantía o un bien en depósito para poder crecer o hacer un nuevo negocio, ustedes lo consideraban renta. Es decir, normas tributarias totalmente aberrantes que sólo servían para paralizar el país y ser cada día más -como lamentablemente lo estamos siendo- no un ejemplo de una economía en desarrollo, en crecimiento, de una posible capital financiera en Sudamérica, sino, al contrario, el único lugar donde no hay que invertir porque las normativas tributaria y cambiaria están amarrando absolutamente las posibilidades de crecimiento y de inversión.
Lo único rescatable del proyecto es, precisamente, que el Senado nos ha hecho caso y ha estado dispuesto a acordar normas importantísimas, como incluir las acciones en el artículo 57, lo que veníamos solicitando desde hacía muchos años; establecer un nuevo sistema de impuesto a la ganancia de capital, para efectos de la enajenación de acciones, o, por ejemplo, crear este nuevo instrumento para ahorro.
Seamos serios. Este proyecto era aberrante cuando ingresó a la Cámara. Logramos cambiar algunas cosas, pero fueron los partidos de Gobierno quienes nos pasaron acá por la aplanadora política. Y sólo con el voto unánime de los senadores -porque no fue sólo con los de la Derecha, sino con contadas excepciones-, se aprobaron estas enmiendas porque las consideraron positivas para el país.
Acá no se están defendiendo intereses mezquinos, egoístas, sino la posibilidad de que nuestro país siga creciendo, desarrollándose, y de que en el futuro, con un Gobierno nuestro, sí daremos a los pensionados las verdaderas jubilaciones que se merecen y que la Concertación sigue escatimando.
He dicho.
-Aplausos.
El señor NARANJO ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra, por un minuto y medio, la Diputada señora Isabel Allende.
La señora ALLENDE (doña Isabel).-
Señor Presidente , sin lugar a dudas, éste es un país singular. Al golpe de Estado le decimos pronunciamiento; a los asesinatos, excesos, y ahora resulta que nos encontramos con que este proyecto, que eleva las pensiones, que trata de reparar, por lo menos, esa enorme injusticia y deuda social que este país tiene con el sector pasivo, prácticamente se debe a la generosidad de la Oposición.
Extraño país, señor Presidente , pero, por lo menos, pido que tengamos una actitud consecuente, porque aquí estamos elevando mínimamente las pensiones del sector pasivo, que tiene menos elementos de presión y que hoy constituye, en la práctica, lamentablemente, una carga familiar para sus propias familias.
Deseo destacar lo expresado por el Diputado señor Montes. Los socialistas vamos a aprobar el proyecto, porque, desde luego, queremos elevar las pensiones de ese sector tan postergado; pero nos duele que aquí haya inequidad y transitoriedad respecto de medidas tan justas como las que se señalaban. Pregunto, ¿cómo entiende un simple ciudadano o ciudadana, que sí paga sus contribuciones, que haya empresas y “malls” que no pagarán el impuesto de primera categoría? ¿Acaso eso es una política equitativa? Por eso queremos coherencia y, simplemente -reitero-, vamos a apoyar la iniciativa porque no deseamos postergar más a ese sector.
He dicho.
El señor NARANJO ( Vicepresidente ).-
A continuación, dentro del tiempo del Comité de la UDI, tiene la palabra, por tres minutos, el Diputado señor Gonzalo Ibáñez.
El señor IBÁÑEZ .-
Señor Presidente , nuestra Corporación ha sido convocada para pronunciarse definitivamente acerca del proyecto que, por una parte, reajusta pensiones del antiguo sistema previsional del país y, por otra, establece nuevos tributos para financiar ese reajuste.
Ciertamente, ¿quién se puede negar a lo primero? El país mantiene una deuda histórica con su sector pasivo, que urge remediar, aunque no sea más en la mínima proporción a que apunta este proyecto.
Sólo cabe consignar que esa deuda existe no porque los actuales jubilados no hayan hecho en su momento suficientes ahorros, sino porque éstos fueron escandalosamente mal administrados, hasta el punto de que se perdieron del todo. No es ésta una cuenta que debamos pagar por una imprevisión de los mayores de nuestra Patria, sino por la ineficiencia socialista que durante cuarenta años asoló al país.
Por lo mismo, no podemos dejar de manifestar nuestras reservas en cuanto a lo segundo. Es de todos conocido el sostenido aumento de la recaudación fiscal en estos años, como consecuencia del crecimiento económico que hemos experimentado. También es de todos conocido en cuán pocos beneficios para el país y para sus habitantes se ha traducido esa mayor recaudación. Como botón de muestra está la cada vez más dramática situación de los servicios de salud, financiados con estos dineros.
Afirmamos categóricamente que si el Gobierno se concentrara en sus funciones propias y entregara a las personas particulares la ejecución de otras, como dar salud y educación, éstas tendrían mucho mejor calidad y menor costo, tanto para el Gobierno como para los usuarios, lo que abriría un espacio no pequeño para saldar en debida forma cuentas como éstas, que se mantienen con el cuerpo de jubilados.
Al aprobar este proyecto, movido por un profundo compromiso con los jubilados de nuestra patria, no puedo dejar de subrayar, una vez más, que ellos son las víctimas de la aplicación en el campo previsional de las nefastas ideas que aún presiden la acción del Gobierno y de los partidos de la Concertación en campos tan importantes como educación y salud.
Esto me motiva a proponer una pronta reflexión acerca de la legitimidad de los impuestos destinados a financiar actividades como estas últimas que, por lo visto, más que a prestar servicios a las personas, apuntan a establecer respecto de ellas vínculos de dominio y de amaestramiento.
He dicho.
El señor NARANJO (Vicepresidente).-
En seguida, dentro del tiempo del Comité de la Democracia Cristiana, tiene la palabra, por seis minutos, el Diputado señor Francisco Huenchumilla.
El señor HUENCHUMILLA .-
Señor Presidente , hemos presenciado un debate en el que cada diputado ha puesto su estilo para enfrentar la realidad y discurrir sobre este tema tan importante que afecta en general al país y, específicamente, a más de un millón de chilenos que tienen una situación económica muy desmedrada.
Quiero, más que todo, hacer un par de reflexiones políticas en torno al presente proyecto y al debate que ha habido esta tarde.
En primer lugar, es positivo el hecho de que en el Senado se haya tenido que hacer una negociación respecto de esta iniciativa. ¿Por qué digo esto? Porque el Gobierno y el Ministro de Hacienda tenían un objetivo central, cual era obtener un proyecto que financie y mejore las pensiones de los sectores más pobres del país. Ese objetivo político se ha cumplido. Eso es lo importante y lo que la gente, en definitiva, percibirá.
En el Parlamento confluyen distintos intereses y sectores sociales. Aquí está representada la sociedad. En esta Cámara faltan algunos; en el Senado, a lo mejor, sobran otros, pero, en general, el Parlamento es reflejo de los distintos sectores y actores de nuestra sociedad.
Cuando el Ministro de Hacienda y el Gobierno han tenido que hacer una negociación con la Oposición, lo han hecho, en verdad, como lo dijo el Diputado señor Dittborn , por un problema de equilibrio de poderes. Pero, para ser justos, digamos también que lo que hay aquí es un cúmulo de intereses distintos que confluyen en la sociedad y en el Parlamento, porque la Derecha representa intereses diferentes de los de otros sectores. Acá se ha hecho esta negociación en forma democrática, cada cual defendiendo los intereses que representa, y hemos logrado este proyecto definitivo, que no es totalmente de nuestro agrado si uno examina el contenido de cada uno de sus artículos; pero la señal fundamental que damos a los pensionados y a los jubilados del país es que, en virtud de él, se les está otorgando un mejoramiento extraordinario, fuera de los ordinarios que ya se han dado, fuera de los avances que hemos hecho en el Parlamento como gobierno, fuera de las medidas que vienen regularmente con el bono de invierno, en septiembre y a fines de año. Ésa es una cuestión positiva que llegará a la gente más modesta y, por eso, sumando y restando, en definitiva es positivo el acuerdo que hemos logrado.
Ahora, esta negociación ¿pudo haber sido mejor o peor? Evidentemente que depende del punto de vista con que se la mire; pero lo peor que puede haber en política son las conductas voluntaristas, en el sentido de pensar que siempre uno puede lograr lo que se propone, sin saber que tiene un escenario de realidad en que hay una sociedad compuesta por variado número de intereses, a veces contrapuestos.
Naturalmente, me habría gustado haber avanzado en el artículo 14 respecto de las normas para igualar, por ejemplo, todo el problema del fondo de utilidades tributables o el tema de equiparar a los contribuyentes entre sociedades anónimas y sociedades de personas; que la norma sobre contribuciones para las empresas más grandes hubiera sido permanente y no sólo transitoria por cuatro años; pero avanzamos derogando la norma del artículo 57 bis que establecía un beneficio exclusivo para un grupo pequeño de contribuyentes de ingresos más altos.
Es evidente que está pendiente el tema de las sociedades inmobiliarias, pero digamos las cosas como son: no hemos avanzado en esa norma, pero tampoco hemos retrocedido porque está y, por lo tanto, no hemos cedido estableciendo una peor que la que efectivamente contempla la Ley sobre Impuesto a la Renta respectiva.
En consecuencia, sumando y restando, creo que hemos sacado un proyecto de ley que no es de nuestro agrado en cuanto a financiamiento, porque teníamos otros parámetros, pero, necesariamente, ellos tienen que compararse con los intereses que existen en el Parlamento, que son -como he dicho- distintos. Reitero que lo fundamental es que hoy les estamos diciendo a los jubilados que ese mejoramiento extraordinario que está dando el Gobierno del Presidente Frei será ley de la República, que en su momento se pagará y se juntará con los otros mejoramientos ordinarios que establecen otros cuerpos legales que aquí mismo hemos dictado.
Pero, ¿cuál es el tema de fondo? Creo que tras la discusión puntual del proyecto quedan un par de temas pendientes. Lo lógico y serio sería que este Parlamento los pudiera debatir en algún momento.
¿Cuánto, como país, estamos dispuestos a gastar en nuestros adultos mayores, en las personas de la tercera edad, en los pensionados y jubilados más modestos? ¿Estamos dispuestos a gastar algo más que la recaudación tributaria que hoy tenemos? Es verdad, entre ganar una pensión asistencial de 23 mil pesos y otra de 31 mil pesos, para esa gente hay un avance. Todos sabemos que esa cantidad, en un contexto de país, de mundo, es absolutamente precaria, y que el dinero no nace de algún ente imaginario o de alguna máquina que hace billetes, sino del desarrollo económico y de un sistema tributario justo y equitativo, los cuales determinan que deben pagar más impuestos aquellos sectores que tienen más recursos. Por lo tanto, si nosotros, como país -éste es un debate pendiente para los tiempos que vienen, para 1999, en que vamos a tener una elección presidencial-, estamos dispuestos a gastar más en nuestros pensionados y jubilados y debemos estudiar una reforma tributaria a fondo, para resolver todos los problemas pendientes, como la tasa que pagan las empresas y las tasas marginales del impuesto global complementario.
El sector pasivo, que lo dio todo por el país, espera del Parlamento, de los actores políticos, de la sociedad en general, una respuesta seria, más allá de los beneficios puntuales que reporta el proyecto de ley en discusión.
Ese debate está pendiente y tendremos oportunidad, Dios mediante, de realizarlo próximamente.
He dicho.
El señor NARANJO ( Vicepresidente ).-
Para concluir el tiempo del Comité de Renovación Nacional, tiene la palabra la Diputada señora Lily Pérez, hasta por siete minutos.
La señora PÉREZ ( doña Lily) .-
Señor Presidente , después de escuchar el debate, es fácil concluir que se ha desviado el fondo del problema, que es, precisamente, el aumento de las pensiones.
Se ha hecho referencia a cosas bastante accesorias: ¿Quiénes provocaron los problemas? ¿Quiénes propusieron sus soluciones? ¿Cuáles son los mecanismos y sus modificaciones?
La negociación efectuada en el Senado significa, sin duda, un mejoramiento del proyecto, tal como lo afirmó el Diputado señor Rodrigo Álvarez .
En una reunión en el Ministerio de Hacienda, los parlamentarios de la Oposición formulamos varias propuestas, incluidas algunas de orden social, para mejorar el proyecto del oficialismo, que entregamos al señor Ministro y a su equipo.
Pero me preocupa que el oficialismo, en lugar de reconocer el aporte del Parlamento -no importa el sector de donde venga-, haya criticado y enrostrado cosas que no tienen nada que ver con la materia en discusión, en circunstancias de que “nobleza obliga”.
Debe reconocerse el esfuerzo de los parlamentarios, más allá de su color político, para perfeccionar el proyecto. No se trata de echarse flores, pero nosotros pedimos que se fiscalice rigurosamente a las empresas que han evadido impuestos durante muchos años, para así recaudar recursos y financiar esta iniciativa.
Se han recordado situaciones de la década de los 70; pero debería precisarse el período y el gobierno durante el cual se esfumaron los ahorros de miles de trabajadores.
Chile tiene una deuda histórica con los jubilados, que va más allá de sus pensiones e incluye, por ejemplo, la eliminación de las listas de espera para cupos de las pensiones asistenciales de ancianidad e invalidez, Pasin . Hay una serie de asuntos de orden social que sería importante considerar, en lugar de seguir metiendo el dedo en la herida respecto del pasado.
Por eso, de una vez por todas, corresponde que la Cámara, al margen de la división entre Oposición y oficialismo, apruebe el proyecto que mejora las pensiones.
He dicho.
El señor NARANJO (Vicepresidente).-
En el tiempo del Comité del Partido por la Democracia, tiene la palabra el Diputado señor Leal, hasta por dos minutos.
El señor LEAL .-
Señor Presidente , valoro el acuerdo gestado en el Senado, pues permitirá que los jubilados reciban aumento, aun cuando sea reducido, menguado -creo que existe consenso en esto-, que se sumará al reajuste de fin de año.
En el debate, se han dado argumentos demagógicos. Se ha propuesto que no se devuelvan los bienes raíces arrebatados a los partidos políticos durante el régimen militar o que se espere un tiempo para hacerlo, sin considerar que se han esperado veinticinco años; que no se paguen a los exonerados los beneficios establecidos en el proyecto que en este momento se tramita en el Senado. Pero la Derecha no ha mencionado el cambio de status jurídico que requieren las empresas mineras, que seguirán constituyéndose como empresas de personas o contractuales y sin pagar impuestos. Es decir, por las grandes inversiones en recursos no renovables en el norte, no se paga impuestos, porque se elude esta obligación mediante una forma societaria que no es la sociedad anónima, la sociedad transparente, la sociedad abierta, que permite transar las acciones en la bolsa.
Es necesario consensuar una reforma tributaria que permita que los pensionados reciban una pensión mínima semejante al salario mínimo, dentro del próximo período.
He dicho.
El señor NARANJO (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, hasta por seis minutos y medio, el Diputado señor Longueira.
El señor LONGUEIRA .-
Señor Presidente , cuando pedí la palabra, tenía una exposición totalmente distinta de la que desarrollaré, porque es difícil dejar de contestar las intervenciones de algunos parlamentarios.
En primer lugar, el Gobierno contaba con los votos suficientes -le sobraban- en el Senado para aprobar el proyecto en los mismos t��rminos en que lo hizo la Cámara. Si el Ejecutivo accedió, en forma voluntaria, a un acuerdo, es porque era un pésimo proyecto.
El señor MONTES.-
¡Eso es falso!
El señor LONGUEIRA .-
Después me referiré a los que viven en La Florida de arriba, porque ustedes han hablado de los que viven en La Dehesa. Ya diré lo que hacen los ricos que viven en La Florida.
-Hablan varios señores diputados a la vez.
El señor LONGUEIRA .-
Señor Presidente , sucede que se cree que hay ricos sólo en La Dehesa. Pero también existen en La Florida alta, donde viven muchos ricos de Izquierda, a los que me referiré después, pues no es del caso hacerlo en esta ocasión, porque la demagogia con que se ha actuado en esta sesión tiene un límite.
Creo que se ha llegado a un gran acuerdo. Se han incorporado normas de ahorro para la clase media, y se las debemos al Senador señor Jovino Novoa.
-Hablan varios señores diputados a la vez.
El señor LONGUEIRA .-
Perdónenme, pero ¿alguno de ustedes vio estas normas sobre ahorro en el proyecto aprobado por la Cámara?
Gracias a esa negociación, la clase media tendrá tres instrumentos, muy relevantes, para incentivar el ahorro, cuya ausencia dio origen a nuestra gran crítica.
Algunos han hecho uso de la palabra sin saber lo que han dicho, como el Diputado señor Ávila ,...
-Hablan varios señores diputados a la vez.
El señor LONGUEIRA .-
...que no sabe de qué habló, porque el Diputado Montes le dio todos los datos. Su característica es hablar de cosas que no conoce. En el gobierno de la Unidad Popular -en el cual el Diputado señor Ávila fue interventor-, no sólo les robaron los fondos a los jubilados.
Cuando se menciona la deuda histórica, es bueno preguntarse de cuándo data. Digámoslo: de los gobiernos de ustedes, señores. Ustedes son los responsables de las pensiones miserables, por un sistema que colapsó en el gobierno democratacristiano, cuando el señor Andrés Zaldívar , candidato presidencial de la Democracia Cristiana, reconoció, en el Congreso Pleno, que el sistema previsional chileno estaba quebrado.
Después, en 1971, vino la Unidad Popular, que no sólo le robó a la empresa de la cual el señor diputado fue interventor, porque el país no nació el 73. El 73 es fruto de la Unidad Popular, de la destrucción que ustedes causaron desde el gobierno.
Quiero recordarles a los diputados de la Izquierda que durante la Unidad Popular, además de no reajustarse las pensiones, no se concedieron. Hubo meses en que los jubilados debieron hacer colas para que les pagaran las insolutas.
Fue el gobierno militar el que introdujo, por primera vez, la modalidad del IPC en el reajuste de los jubilados. ¿O ustedes creen que esto no lo saben los jubilados?
Nosotros estamos arreglando lo que ustedes se farrearon en el pasado. ¿Dónde están los fondos de los jubilados? Las pensiones miserables son fruto de lo que ustedes hicieron, señores. Se decía que el sistema era solidario, ¡solidario de qué! Un millón y medio de chilenos reciben pensiones miserables por culpa de los gobiernos de ustedes.
Ahora, piden subir los impuestos. ¡Con qué cara! Si aquí estamos los que percibimos los más altos ingresos en el país, y somos los que pagamos menos impuestos. ¿Por qué no decimos las cosas, alguna vez, por su nombre?
No vamos a aceptar ningún otro cambio tributario mientras no paguemos todos impuestos por el ciento por ciento de nuestros ingresos. No cuesta nada pedir que se suban los impuestos a los chilenos, no cuesta nada decir que paguen aquellos que tienen sociedades.
-Hablan varios señores diputados a la vez.
El señor NARANJO (Vicepresidente).-
Le ruego al señor diputado que se dirija a la Mesa.
El señor LONGUEIRA .-
Señor Presidente , es muy fácil proponer que paguen los ricos, como lo ha hecho el Diputado señor Manuel Bustos . ¡Si él es uno de los más ricos del país! ¡Si nosotros somos de los más ricos! Pero, ¿cuánto pagamos de impuesto?
Apoyaremos los cambios tributarios, como lo hemos hecho ahora, con los que hemos contribuido seriamente a tapar todos los forados; porque debo decir que la Oposición apoyó todas las modificaciones destinadas a evitar evasiones, en cuya comisión nunca hemos participado.
Es muy fácil decir: subamos los impuestos, que se pague más, evitemos la evasión. Perfecto; discutamos todas las reformas tributarias, pero tengamos claro que la primera que patrocinaremos será la que nos imponga tributar igual que todos los chilenos, por el ciento por ciento de nuestras asignaciones y dieta.
El acuerdo es relevante, importante. Permite financiar todas las modificaciones, en un ciento por ciento...
El señor MONTES.-
¡Falso!
El señor NARANJO ( Vicepresidente ).-
Ha terminado su tiempo, señor diputado .
El señor LONGUEIRA .-
Pediría que los ricos que viven en La Florida paguen contribuciones, porque después, en otra sesión, voy a explicar lo que hacen.
Como no podemos aprobar proyectos que no estén financiados, si éste no lo está, pido que sea declarado inconstitucional.
Como hemos contribuido a su financiamiento, en un ciento por ciento, se podrá pagar lo que los jubilados quieren y, además, a partir del lº de septiembre.
En verdad, la Concertación no tuvo argumentos para justificar un proyecto aberrante por la forma en que fue despachado por la Cámara.
He dicho.
-Aplausos.
El señor NARANJO (Vicepresidente).-
En el tiempo de la Democracia Cristiana, tiene la palabra el Diputado señor Krauss, por seis minutos.
El señor KRAUSS.-
Señor Presidente , en verdad, existían dudas en el país acerca de las razones de la baja temperatura que afectaba a la zona central. Ahora, nos lo explicamos: la frescura de los parlamentarios de la Oposición se ha trasladado al clima del país.
Ciertamente, constituye una “frescura” manifestar, en primer lugar, preocupación por la deuda histórica contraída con los pensionados. ¿Dónde está el origen de esa deuda histórica? ¿Quién la generó? ¿Los gobiernos de la Concertación? ¿Los gobiernos de los Presidentes Aylwin y Frei , que formularon y han formulado constantes proposiciones de reajustes y beneficios para el sector de los adultos mayores, y que hoy plantean esta iniciativa, que concede el más alto beneficio que haya recibido el sector pasivo en los últimos años, tal vez en la historia económica del país? Se nos dice que debemos preocuparnos de la deuda histórica, de la situación de los pensionados. ¿Quién provocó la situación que afecta al sector pasivo del país?
-Hablan varios señores diputados a la vez.
El señor KRAUSS.-
¿Quién le quitó el reajuste del 10,6 por ciento, que los gobiernos de la Concertación han debido restituirle? Un señor Ministro de Hacienda , que luego fue el candidato a la Presidencia de la República de quienes hoy se sientan en el Congreso Nacional:...
-Hablan varios señores diputados a la vez.
El señor KRAUSS.-
¡El señor Hernán Büchi!
-Hablan varios señores diputados a la vez.
El señor KRAUSS.-
¡El señor Hernán Büchi ! ¡El país lo sabe y lo saben dolorosamente los pensionados! ¡A ellos no se les puede hacer artilugios de palabras ni decir que la Concertación y el Gobierno tenían los votos suficientes para aprobar este proyecto de ley! ¡Si el proyecto lo empantanaron en las Comisiones Unidas de Trabajo y de Hacienda del Senado, donde, lamentablemente, tenían mayoría! ¡Allí presionaron, como ha sido la constante de estos ocho años, porque tenían mayoría para obstruir el despacho del proyecto!
-Hablan varios señores diputados a la vez.
El señor KRAUSS.-
¡No mientan, porque el país y, sobre todo, los trabajadores y el sector pasivo lo saben! ¡Y saben también dónde está la preocupación de la Concertación, en especial de la Democracia Cristiana!
-Hablan varios señores diputados a la vez.
El señor KRAUSS.-
Nuestra opción -porque la vida es una secuencia de opciones- no está en proteger, como valor inamovible y elemento tabú, el sistema tributario; nuestra preocupación es por los pobres, y si es necesario modificar el sistema tributario para configurar, por fin, una economía que auténticamente recoja la solidaridad propia de una comunidad que trata de luchar en conjunto, evidentemente que vamos a hacerlo. No estamos comprometidos, como otros, con el sistema tributario como valor inamovible; estamos comprometidos con los valores esenciales de los sectores más postergados del país.
Por eso, a pesar de que hubiéramos querido que el proyecto se despachara en los términos en que lo hizo la Cámara, entendiendo la actitud del Gobierno para avanzar en la iniciativa, a contrapelo, vamos a votar favorablemente las modificaciones del Senado, porque lo que nos interesa es que, definitivamente, los pensionados tengan esta mejoría.
He dicho.
-Aplausos.
El señor NARANJO (Vicepresidente).-
Cerrado el debate.
En votación las modificaciones del Senado en conjunto.
-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 107 votos. No hubo votos negativos ni abstenciones.
El señor NARANJO (Vicepresidente).-
Aprobadas las modificaciones del Senado.
Despachado el proyecto en su tercer trámite constitucional.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores Diputados:
Aguiló,Alessandri, Alvarado, Álvarez, Álvarez-Salamanca, Allende (doña Isabel), Arratia, Ascencio, Ávila, Bartolucci, Bertolino, Bustos (don Manuel), Bustos (don Juan), Caraball (doña Eliana), Ceroni, Coloma, Cornejo (don Patricio), Cornejo (don Aldo), Cristi (doña María Angélica), Delmastro, Díaz, Dittborn, Elgueta, Encina, Errázuriz, Espina, Fossa, Galilea (don Pablo), Galilea (don José Antonio), García (don René Manuel), García (don José), García-Huidobro, Girardi, Gutiérrez, Guzmán (doña Pía), Hales, Huenchumilla, Ibáñez, Jaramillo, Jarpa, Jeame Barrueto, Jiménez, Jocelyn-Holt, Krauss, Leal, Leay, León, Letelier (don Juan Pablo), Letelier (don Felipe), Longton, Longueira, Martínez (don Rosauro), Masferrer, Melero, Mesías, Molina, Monge, Montes, Mora, Moreira, Mulet, Muñoz (don Pedro), Muñoz (doña Adriana), Navarro, Núñez, Ojeda, Olivares, Orpis, Ortiz, Ovalle (doña María Victoria), Palma (don Osvaldo), Palma (don Andrés), Palma (don Joaquín), Pareto, Paya, Pérez (don Aníbal), Pérez (don José), Pérez (doña Lily), Pérez (don Víctor), Pollarolo (doña Fanny), Prochelle (doña Marina), Prokurica, Recondo, Reyes, Rincón, Riveros, Rocha, Rojas, Saa (doña María Antonieta), Salas, Sánchez, Sciaraffia (doña Antonella), Seguel, Silva, Soria, Soto (doña Laura), Ulloa, Urrutia, Valenzuela, Van Rysselberghe, Vargas, Velasco, Venegas, Vilches, Villouta, Walker (don Ignacio) y Walker (don Patricio).
El señor NARANJO (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro de Hacienda.
El señor ANINAT ( Ministro de Hacienda ).-
Señor Presidente , después de este desenlace muy favorable y positivo para el sector de pensionados del país, me gustaría resumir nuevamente lo esencial del proyecto en cuanto a sus beneficiarios y, luego, hacer algunas puntualizaciones.
En primer lugar, con esta votación maciza, contundente y clara, estamos culminando un proceso que se inició hace dos meses y medio y que permite, a partir de septiembre -eso es lo sustantivo- empezar a pagar este reajuste especial a un primer grupo de 400.000 personas -quiero hacer resaltar la cifra-, beneficiarias de pensiones asistenciales. Más allá de lo que aquí se ha dicho, esas personas recibirán un bono especial de 96 mil pesos al año, cifra que representa el 34 por ciento de reajuste. En este sentido, quiero destacar las observaciones, llamados y cartas que hemos recibido, precisamente, de los beneficiarios.
Junto con asumir la deuda histórica que el Gobierno siempre ha reconocido con el sector de pensionados que vienen del antiguo sistema -no hemos soslayado el tema-, quiero volver a hacer resaltar que, más allá de lo que han dicho algunos diputados, éste es un reajuste importante y valorado por quienes lo van a recibir. En eso tenemos que ser muy claros.
En segundo lugar, la política social del Gobierno del Presidente Frei no se ha agotado ni se agota con la aprobación de este proyecto, por importante que sea. El país sabe lo que hoy se hace con la inversión social y con la reforma educacional; lo que se ha hecho con las pensiones durante el período 1990-1997; lo que se ha hecho en el ámbito de acceso a la justicia, y lo que está en curso con la agenda social especial anunciada del 26 de marzo recién pasado.
Por lo tanto, me gustaría que, más allá de la pasión entendible en esta Sala, valoremos el conjunto de las políticas sociales, y no nos concentremos en uno o dos artículos del proyecto, por importante y significativo que ello sea.
Junto con agradecer el voto macizo de la Sala, me veo, lamentablemente, en la obligación de hacer algunas puntualizaciones, y procuraré que la pasión no domine mi lenguaje.
En primer lugar, debo decirle al Diputado señor Dittborn que el Gobierno no teme a ningún proyecto. No tuvo temor de éste, al cual el señor diputado también concurrió con su voto favorable. Resulta triste que deba recordárselo al señor diputado -se lo digo con respeto-, pero el Gobierno no cambia parlamentarios en las comisiones; él representa al Poder Ejecutivo . Durante dos meses y medio hemos representado nuestros puntos de vista; en todas las ocasiones posibles hemos mantenido abiertas las puertas del Ministerio y negociado con todos los sectores, lo que nos enorgullece en vez de entristecernos.
En segundo lugar, respecto de las observaciones del Diputado señor Bartolucci, en otra sesión, si se nos invita, podríamos aclarar exactamente las diferencias entre el concepto de caja fiscal y ahorro fiscal. Resulta incomprensible para el Ministro que habla que, por un lado, técnicos del propio partido de su Señoría soliciten ajuste económico y reducciones presupuestarias y, por otro, digan que se tiene fácil acceso al concepto de ahorro fiscal para financiar cualquier iniciativa. Es un tema recurrente, como quiera que siempre se trae a colación en la discusión del Presupuesto de la Nación, y estamos dispuestos a abordarlo nuevamente, por quinto año consecutivo, con todos los antecedentes, en la discusión del próximo Presupuesto para 1999.
Creo que el proyecto del Ejecutivo no era aberrante ni ineficaz. Si se le examina de nuevo sin pasión y con objetividad -invito a todos los sectores a recabar la opinión, incluso, de técnicos de otros países, de gente que no está apasionada ni encastillada en una u otra posición-, se puede comprobar que hemos recogido buena parte de la legislación moderna para una economía abierta que quiere inscribirse dentro de las de los países desarrollados. Así, por ejemplo, el cambio parcial efectuado por cuatro años a las contribuciones de bienes raíces no agrícolas -se excluye al sector agrícola-, no hace más que ponernos al día con el tratamiento moderno que hoy existe -los desafío a comprobarlo- en las legislaciones de Norteamérica, en el resto de países de América Latina y en toda Europa. Eso es lo que estamos haciendo: avanzando en equidad e intentando modernizar nuestro sistema tributario donde existan vacíos.
El Gobierno no ha obtenido todo lo que quería; pero eso no significa abdicar de nuestra visión y de nuestras precisiones. Hemos debido negociar. Quiero decirle con respeto al Diputado y camarada Manuel Bustos que hoy no estoy en condiciones de hacer un balance sobre lo que se ganó o se perdió en las negociaciones realizadas en el Senado; pero quiero recordarle que fueron los Senadores Foxley, Boeninger y Ominami quienes, con plena información -por lo menos les consta a los diputados de la Comisión de Hacienda-, llevaron a cabo dichas negociaciones.
En lo personal me siento tranquilo. Creo que el país ha ganado, porque lo medular es que hoy día 1 millón 380 mil pensionados tienen financiado su reajuste y accederán a una calidad de vida superior. Éste no es el punto final, sino un punto seguido, puesto que la Concertación seguirá avanzando en favor de la tercera edad.
Gracias, señor Presidente.
-Aplausos.
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