REPÚBLICA DE CHILECÁMARA DE DIPUTADOSLEGISLATURA 338ª, ORDINARIASesión 15ª, en jueves 9 de julio de 1998(Especial, de 10.43 a 13.58 horas) Presidencia del señor Martínez Ocamica, don Gutenberg. Secretario, el señor Loyola Opazo, don Carlos. Prosecretario, el señor Zúñiga Opazo, don Alfonso.PUBLICACIÓN OFICIALREDACCIÓN DE SESIONES ÍNDICE I.- ASISTENCIA II.- APERTURA DE LA SESIÓN III.- ACTAS IV.- CUENTA V.- OBJETO DE LA SESIÓN VI.- DOCUMENTOS DE LA CUENTA VII.- OTROS DOCUMENTOS DE LA CUENTAÍNDICE GENERALPág. I. Asistencia 5 II. Apertura de la sesión 8 III. Actas 8 IV. Cuenta 8 - Prórroga de plazo a Comisión 8 - Archivo de proyectos 8 - Autorización a Comisión para citar sin la anticipación reglamentaria 8 V. Objeto de la sesión. Medidas adoptadas por el Gobierno frente a crisis asiática. Proyectos de acuerdo 8 VI. Documentos de la Cuenta. 1. Oficio del Senado, por el cual comunica que ha aprobado, con modificación, el proyecto que prohíbe a los notarios públicos autorizar contratos de promesa de compraventa de viviendas adquiridas de los Servicios de Vivienda y Urbanización, que no estuvieren pagadas (boletín N° 1677-14) 54 2. Oficio del Senado, por el cual comunica que ha rechazado el proyecto, aprobado por la Cámara de Diputados, que modifica el Código Penal estableciendo sanciones penales a los procedimientos ilegales o abusivos en cobranzas de créditos, por lo que, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 67 de la Constitución Política de la República, corresponde la formación de una Comisión mixta que deberá proponer la forma de resolver las divergencias producidas (boletín N° 1700-07) 55 3. Oficio del Senado, por el cual comunica que ha aprobado un proyecto que agrega un inciso al artículo 591, del Código Orgánico de Tribunales, estableciendo obligaciones para los funcionarios judiciales y auxiliares de la Administración de Justicia que intervengan en procesos en que una de las partes goza del privilegio de pobreza (boletín N° 2047-07)(S) 55 4. Informe de la Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento, recaído en el proyecto de acuerdo que modifica el Reglamento de la Cámara de Diputados, en el sentido de crear una Comisión de Cultura y Ciencia (boletín N° 2134-16) 57 5. Moción de los Diputados señores Prokurica, Fossa y Bertolino que dispone la conformación de una segunda Comisión de Constitución, Legislación y Justicia para la Cámara de Diputados (boletín N° 2199-16) 59Pág. 6. Moción de los Diputados señores Tuma, Hales, Núñez, René García, Mesías, Leal, Delmastro, Mora, Velasco y Encina, que regula la publicación de la información comercial de las personas (boletín N° 2198-03) 61 VII. Otros documentos de la Cuenta. 1. Oficios: -De la Comisión de Recursos Naturales, Bienes Nacionales y Medio Ambiente, por el cual solicita el archivo de los proyectos que en anexo se acompañan.-De la Comisión Especial Investigadora sobre los créditos otorgados para retornados bajo el amparo del Convenio de Cooperación Financiera con Alemania, por el cual solicita el asentimiento de la Sala de la Corporación para que se le otorgue una prórroga de sesenta días para continuar la investigación y emitir el informe respectivo. I. ASISTENCIA-Asistieron los siguientes señores Diputados: (99)NOMBRE (Partido* Región Distrito)Alessandri Valdés, Gustavo RN RM 20Alvarado Andrade, Claudio IND X 58Álvarez-Salamanca Büchi, Pedro RN VII 38Álvarez Zenteno, Rodrigo IND XII 60Arratia Valdebenito, Rafael PDC VI 35Ascencio Mansilla, Gabriel PDC X 58Ávila Contreras, Nelson PPD V 11Bartolucci Johnston, Francisco UDI V 13Bertolino Rendic, Mario RN IV 7Bustos Huerta, Manuel PDC RM 17Caminondo Sáez, Carlos RN X 54Caraball Martínez, Eliana PDC RM 27Cardemil Herrera, Alberto RN RM 22Ceroni Fuentes, Guillermo PPD VII 40Coloma Correa, Juan Antonio UDI RM 31Cornejo González, Aldo PDC V 13Cornejo Vidaurrazaga, Patricio PDC V 11Correa De la Cerda, Sergio UDI VII 36Cristi Marfil, María Angélica RN RM 24Delmastro Naso, Roberto IND X 53Díaz Del Río, Eduardo DEL SUR IX 51Dittborn Cordua, Julio UDI RM 23Elgueta Barrientos, Sergio PDC X 57Espina Otero, Alberto RN RM 21Fossa Rojas, Haroldo RN VIII 46Galilea Carrillo, Pablo RN XI 59Galilea Vidaurre, José Antonio RN IX 49García García, René Manuel RN IX 52García Ruminot, José RN IX 50Girardi Lavín, Guido PPD RM 18González Román, Rosa IND I 1Gutiérrez Román, Homero PDC VII 37Guzmán Mena, Pía RN RM 23Hales Dib, Patricio PPD RM 19Hernández Saffirio, Miguel PDC IX 49Ibáñez Santa María, Gonzalo IND V 14Jaramillo Becker, Enrique PPD X 54Jarpa Wevar, Carlos Abel PRSD VIII 41Jeame Barrueto, Víctor PPD VIII 43Jiménez Villavicencio, Jaime PDC RM 31Jocelyn-Holt Letelier, Tomás PDC RM 24Krauss Rusque, Enrique PDC RM 22Kuschel Silva, Carlos Ignacio RN X 57Leal Labrín, Antonio PPD III 5Leay Morán, Cristián UDI RM 19León Ramírez, Roberto PDC VII 36Letelier Morel, Juan Pablo PS VI 33Longton Guerrero, Arturo RN V 12Longueira Montes, Pablo UDI RM 30Lorenzini Basso, Pablo PDC VII 38Martínez Labbé, Rosauro IND VIII 41Martínez Ocamica, Gutenberg PDC RM 21Melero Abaroa, Patricio UDI RM 16Molina Sanhueza, Darío UDI IV 9Monge Sánchez, Luis IND IX 48Montes Cisternas, Carlos PS RM 26Mora Longa, Waldo PDC II 3Moreira Barros, Iván UDI RM 27Mulet Martínez, Jaime PDC III 6Muñoz Aburto, Pedro PS XII 60Naranjo Ortiz, Jaime PS VII 39Núñez Valenzuela, Juan PDC VI 34Ojeda Uribe, Sergio PDC X 55Olivares Zepeda, Carlos PDC RM 18Orpis Bouchón, Jaime UDI RM 25Ortiz Novoa, José Miguel PDC VIII 44Palma Flores, Osvaldo RN VII 39Palma Irarrázaval, Andrés PDC RM 25Palma Irarrázaval, Joaquín PDC IV 7Pareto González, Luis PDC RM 20Paya Mira, Darío UDI RM 28Pérez Arriagada, José PRSD VIII 47Pérez San Martín, Lily RN RM 26Pérez Varela, Víctor UDI VIII 47Pollarolo Villa, Fanny PS II 3Prokurica Prokurica, Baldo RN III 6Recondo Lavanderos, Carlos UDI X 56Reyes Alvarado, Víctor PDC X 56Rincón González, Ricardo PDC VI 33Riveros Marín, Edgardo PDC RM 30Rojas Molina, Manuel UDI II 4Saa Díaz, María Antonieta PPD RM 17Salas De la Fuente, Edmundo PDC VIII 45Sciaraffia Estrada, Antonella PDC I 2Seguel Molina, Rodolfo PDC RM 28Silva Ortiz, Exequiel PDC X 53Soria Macchiavello, Jorge PPD I 2Soto González, Laura PPD V 14Tuma Zedan, Eugenio PPD IX 51Urrutia Cárdenas, Salvador PPD I 1Valenzuela Herrera, Felipe PS II 4Vargas Lyng, Alfonso RN V 10Vega Vera, Osvaldo RN VII 40Velasco De la Cerda, Sergio PDC V 15Venegas Rubio, Samuel IND V 15Vilches Guzmán, Carlos RN III 5Villouta Concha, Edmundo PDC IX 48Walker Prieto, Ignacio PDC V 10Walker Prieto, Patricio PDC IV 8 -Con permiso constitucional estuvieron ausentes las Diputadas señoras Adriana Muñoz y Marina Prochelle. -Asistió, además, el Ministro de Hacienda, señor Eduardo Aninat. II. APERTURA DE LA SESIÓN -Se abrió la sesión a las 10.43 horas. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- En el nombre de Dios y de la Patria, se abre la sesión. III. ACTAS El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- El acta de la sesión 10ª se declara aprobada. El acta de la sesión 11ª queda a disposición de los señores diputados. IV. CUENTA El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- El señor Prosecretario dará lectura a la Cuenta. -El señor ZÚÑIGA (Prosecretario) da lectura a los documentos recibidos en la Secretaría.PRÓRROGA DE PLAZO A COMISIÓN. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Solicito el acuerdo de la Sala para otorgar la prórroga solicitada por la Comisión Especial Investigadora sobre créditos otorgados para retornados. ¿Habría acuerdo? Acordado.ARCHIVO DE PROYECTOS. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Solicito el acuerdo de la Sala para proceder al archivo de proyectos, pedido por la Comisión de Recursos Naturales, Bienes Nacionales y Medio Ambiente. ¿Habría acuerdo? Acordado.AUTORIZACIÓN A COMISIÓN PARA CITAR SIN LA ANTICIPACIÓN REGLAMENTARIA. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- La Comisión Especial Investigadora de Emeres ya está autorizada para sesionar simultáneamente con la Sala los días jueves. Su Presidente solicita el acuerdo de la Sala para citar a sesión sin la anticipación de cuatro horas. ¿Habría acuerdo? Acordado. V. OBJETO DE LA SESIÓNMEDIDAS ADOPTADAS POR EL GOBIERNO FRENTE A CRISIS ASIÁTICA. Proyectos de acuerdo. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- La presente sesión tiene por objeto analizar los alcances de la crisis asiática y las medidas adoptadas a su respecto. Cuando la Mesa convocó a esta sesión, invitó a los Ministros de Hacienda, de Economía y al Presidente del Banco Central. En su oportunidad, se excusó de asistir el Ministro de Economía. El Ministro de Hacienda solicita autorización para que ingrese a la Sala su asesor en estas materias, señor Guillermo Larraín. ¿Habría acuerdo? Acordado. Tiene la palabra el Ministro de Hacienda, quien hará una exposición sobre el tema. El señor ANINAT (Ministro de Hacienda).- Señor Presidente, por su intermedio quiero agradecer a la Cámara de Diputados la posibilidad que nos brinda, junto al Presidente del Banco Central, de explicar, comunicar, dialogar respecto de la situación macroeconómica del país a la luz de los eventos y evolución del sector externo, particularmente en relación con la crisis de siete países del sudeste asiático, que ha afectado nuestra evolución. Quiero hacer un recuento de las políticas que hemos estado desarrollando como Gobierno, coordinados con la autoridad monetaria del Banco Central, a la luz de la evolución del sector externo. En forma específica, deseo referirme también a la perspectiva que surge para el país después de las medidas que en conjunto adoptamos y anunciamos el Fisco y el Banco Central hace aproximadamente dos semanas. Como se sabe, en conjunto, y cada uno en el ámbito de sus respectivas competencias, hemos anunciado una serie de medidas específicas, adicionales, para hacer frente a los impactos que nos provoca esta crisis desde el sudeste asiático, las que se suman a medidas y políticas anteriores y tienen importantes consecuencias para la economía nacional. Hoy podemos decir que las empresas chilenas y los sectores productivos afrontan coyunturalmente elevadas tasas de interés de corto plazo y una desaceleración de los niveles de actividad. Hay signos que empiezan a generar una cierta convergencia en términos del patrón de gasto agregado y producción u oferta agregada en el país. La desaceleración del fenómeno de gasto agregado en que estábamos inmersos da una sensación o expectativa -como quiera llamársele- de que para ciertos sectores del mercado laboral se perciban también algunas amenazas en la evolución de sus empleos. A su vez, la clase media chilena, que ha ido aumentando de manera significativa sus niveles de bienestar y de consumo, ha mostrado en los últimos meses una situación de endeudamiento que, en algunos sectores y casos, genera -nadie puede negarlo- cierta dosis de incertidumbre adicional. He descrito tres fenómenos sólo para ilustrar que durante el primer semestre de este año y a partir de eventos que se desarrollan en períodos anteriores, el exceso de gasto de la economía nacional por sobre nuestra capacidad productiva o el nivel de producto efectivo, ha estado generando respuestas, situaciones y readaptaciones que, sin duda, tienen un costo. En este contexto, debemos preguntarnos de dónde surgen los problemas, qué los ha generado y cuál es la relación específica de ellos con las medidas adoptadas el 25 de junio. En primer lugar, debemos recordar que el problema de fondo es una crisis comercial y financiera internacional radicada en una región del mundo, el sudeste asiático, de dimensiones fuertes y aún insospechadas, y que nadie fue capaz de prever en intensidad y duración en su debida oportunidad. El primer distingo que es necesario hacer consiste en que la crisis es de fuera del país, no de Chile. Está radicada y se origina en una región específica del mundo, por importante que sea, y donde ciertamente Chile tiene muchos intereses. En efecto, si miramos nuestras exportaciones, aproximadamente un tercio va dirigido al Asia, como un todo. A los países propiamente aproblemados, que podríamos llamar en crisis, dirigimos un 9 por ciento de nuestras exportaciones. Si consideramos Japón, que en los últimos meses ha mostrado un comportamiento recesivo y problemas importantes, debemos agregar casi un 16 por ciento de exportaciones. Por otro lado y a pesar de los progresos notables realizados en la última década, Chile continúa siendo un fuerte exportador de minerales, en especial de cobre. El 40 por ciento de nuestras exportaciones totales aún está ligado a ese producto. En este instante, el precio del cobre es levemente superior a los 71 centavos de dólar la libra, reflejo adicional de los impactos que nos llegan por la vía del comercio exterior y de esa exportación a nuestro país. La gran integración comercial del mundo y de los mercados financieros hace que las olas desatadas por los problemas en Asia se propaguen por todo el mundo. Es un fenómeno inevitable e inexorable. Para los inversionistas de países desarrollados, el nivel de riesgo percibido en economías emergentes ha aumentado, lo que también afecta, de modo indirecto, a Chile. Una de las razones deriva del problema comercial antes mencionado, y otra se relaciona con la potencial existencia de algunas situaciones de inestabilidad parcial en otros países que también son de importancia para Chile, dado el comercio que realizamos con ellos. Aquí incluyo a algunos de nuestros vecinos latinoamericanos. Desde el punto de vista de la economía chilena, la consecuencia natural, inevitable e inmediata de todos estos fenómenos es un deterioro en la llamada cuenta corriente de la balanza de pagos, es decir, de la cuenta que mide nuestra relación de endeudamiento o exceso de gasto con el resto del mundo. Y esto se produce, principalmente, a través de una disminución en el valor de nuestras exportaciones. Es decir, para seguir manteniendo sus niveles de crecimiento en el tiempo, este año la economía chilena ha de incurrir en un nivel de endeudamiento con el resto del mundo superior al inicialmente previsto y, por cierto, a los niveles de años pasados. Entre otras materias, debemos recordar que el Presupuesto de la Nación para el año en curso fue elaborado en octubre-noviembre del año pasado, con una proyección del precio del cobre de 92 centavos de dólar la libra y con un crecimiento esperado, compartido por los economistas y analistas de la época, en torno a un 7 por ciento. Hoy, en cambio, tiene un precio FOB de sólo 71 centavos de dólar la libra y se prevé que la economía crecerá en torno al 5,5 por ciento. En esa época, hace nueve meses, las autoridades proyectaban un déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos de poco más del 4 por ciento del producto interno bruto. Estos parámetros, por el impacto que nos llega de afuera y por la evolución adicional que ha tenido el problema del sudeste asiático, han ido quedando obsoletos. Si tomamos el promedio anual vigente hasta esta fecha, después de las bajas, el precio del cobre alcanza a los 77 centavos de dólar la libra. Y, como dije, el crecimiento del producto estará en torno al 5,5 por ciento. También debemos recordar que en febrero del presente año, el Banco Central asumió un cambio en la metodología de cálculo de la cuenta corriente, lo que también significa un tema diferente en las bases de comparación de la misma, aspecto que debe ser tomado en consideración a la luz de las comparaciones. En la metodología antigua, el déficit de la cuenta corriente alcanzaba a 4,1 por ciento del PIB, en 1997. Bajo la nueva metodología, esta cifra ascendió a 5,3 por ciento. Con la nueva metodología adoptada por el Banco Central se ha estimado que en l998 hemos estado bordeando cifras algo superiores al 6 por ciento del producto interno bruto, en términos de la evolución de esta variable clave en la cuenta corriente. El cambio de escenario externo implica, entonces, que Chile está incurriendo o incurrirá en un nivel de mayor endeudamiento externo por un monto equivalente a casi 2 por ciento del PIB, aproximadamente 1.600 millones de dólares. Lo que preocupa al Gobierno y a las autoridades económicas no es la cifra puntual o el valor en sí mismo, sino lo que pudiera significar -si no hubiera correcciones y ajustes- una persistencia de déficit de cuenta corriente de tamaño significativo en la percepción y evaluación que se hace fuera del país, en centros financieros y comerciales muy relevantes para Chile. Nuestro país está inexorablemente ligado e integrado con el resto del mundo. Hoy, muchos sectores productivos y financieros y nuestras empresas participan de los mercados internacionales, sea como demandantes u oferentes de fondos, como proveedores de grandes proyectos de inversión, incluso en nuestro continente. Sin ir más lejos, las AFP ya tienen invertidos casi mil millones de dólares en el exterior y se ve que en los próximos años esta tendencia irá en incremento. Al revisar todo lo existente sobre la conceptualización económica del tema de la balanza de pagos, surge un diagnóstico más matizado sobre estos impactos, en especial si se le compara con la situación actual y algunos sentimientos y expectativas que ha estado generando. En efecto, Chile, como país en desarrollo y miembro de un selecto club de países de muy alto crecimiento, de crecimiento acelerado, 7 u 8 por ciento como promedio anual en el pasado reciente, debe ser y ha sido un importador neto de capital. Es parte ineludible e inevitable de ese fenómeno de Estado-país. Por lo tanto, esto significa que la cuenta corriente de la balanza de pagos de Chile debe estar normalmente con algún déficit. Un financiamiento externo acotado, correctamente incentivado, acompañado de políticas macroeconómicas estables y serias y bien invertido en el país, permite tasas de crecimiento elevadas y, por consiguiente, da acceso a mayores niveles de consumo interno, de inversión y de progreso. Estos objetivos son deseables por sí mismos, y las autoridades han tratado de lograrlos sistemáticamente. Lo que este financiamiento externo exige es que el país se mantenga dentro de parámetros macroeconómicos y de una situación de evolución financiera adecuada, cautelosa y prudente. Si se llegara a generar en el futuro un déficit de cuenta corriente demasiado elevado significaría que estamos acumulando deuda externa o financiera más allá de lo prudente. Eso podría arrastrar al país a pérdidas de confianza respecto de su propia capacidad de pago. Quiero decir, tajantemente, que con las políticas adoptadas y las que están en curso, nada de esto se encuentra en juego en Chile. Nuestra economía está sana, sus fundamentos son claros, existe un necesario y razonable nivel de endeudamiento, los plazos de madurez de nuestra deuda externa son amplios, y, sobre todo, el componente de esa deuda, exigible a corto plazo, es minoritario. ¿Qué requiere el ajuste de la economía chilena? Aquí vienen las medidas recientes y las adoptadas desde diciembre y enero pasados. Precisa principalmente señales claras, de una conducción coordinada, manejar las expectativas y seguir avanzando con persistencia para que ese déficit de la cuenta corriente no llegue a ser un problema apremiante a fin de año. Las autoridades están conscientes de este problema y saben que estamos tratando de reconvertirlo gradualmente a través de las políticas implementadas. Específicamente, las medidas anunciadas el 25 de junio van encaminadas exactamente en esa dirección y significan, en su trasfondo, que Chile no requiere ni necesita sufrir en exceso, o inútilmente, debido a este problema externo que sí hemos importado. Debemos perseverar en un ajuste necesario, que está actuando en el corto plazo, mantenerlo durante el tiempo que sea necesario en el mediano plazo, para superarlo en el largo plazo. Yo diría que aquí ha habido una turbulencia relacionada con expectativas, con incertidumbre externa, con los oleajes que nos llegan de afuera, y como la confianza de la comunidad internacional e interna en Chile es un gran activo-país, ésta no puede ser arriesgada por ningún motivo. En ese sentido, quien pretenda esquivar los severos ajustes fiscales que se han efectuado, como lo reconocemos, tendría que sufrir consecuencias peores el día de mañana. Eso es lo que se quiere evitar, precisamente porque Chile ha conocido casos de crisis financiera y comercial agudas, como ocurrió a principios de los años 80. Queremos recordar en ese escenario, que en el pasado el producto interno bruto cayó en 15 por ciento; el desempleo, en algunos momentos, llegó a estar en el 30 por ciento, aun incluyendo los programas PEM y POJH, y el tipo de cambio se devaluó casi en el ciento por ciento sólo en el plazo de un año. ¿De qué ajuste, por contraste, estamos hablando hoy, para dejar claro el contexto? De uno que impacta al producto interno bruto en una desaceleración del proceso rápido que llevábamos cercano al 1,5 por ciento en el año. Es decir, es un ajuste que baja la aceleración de la economía chilena desde un 7,1 por ciento, logrado el año pasado, a casi el 5,5 por ciento obtenido este año. Ése es el ajuste que estamos viviendo y en el que debemos trabajar para culminar en el cumplimiento de esa meta. También reconocemos y decimos que, lamentablemente, el margen de desempleo subirá algo a nivel nacional, pero esas alzas en el desempleo son puntuales, acotadas y limitadas. Además, ellas se producen en un contexto real de la economía nacional, donde la tasa de desempleo ha estado fluctuando entre el 5,3 y un 5,6 por ciento, tasa baja, no comparable con la de décadas anteriores. Asimismo estamos hablando, en materia de los fenómenos financieros visibles que han absorbido a la opinión pública, de depreciaciones de nuestra moneda o revaluaciones del dólar y de las divisas, que en un año han fluctuado por sobre el 11 por ciento nominal. Es decir, todos estos parámetros nos dicen que hoy, en julio de 1998, vivimos una situación compleja, pero completamente manejable y acotada. Estamos a años luz de las situaciones comparables con las de otros países de la región, o de aquellas vividas en los años 70 y 80. En ese sentido, los analistas que han procurado crear un sentimiento grave de inquietud pública, reavivando temores del pasado, no están “aterrizados” debidamente en el contexto real de la estructura económica nacional. ¿Por qué formulo esta aseveración, señor Presidente y señoras y señores diputados? Para contestar, haré un recuento de las fortalezas actuales de la economía chilena. En primer lugar, me referiré a la composición del endeudamiento externo chileno. Si bien en 1998, como ya se ha reconocido, Chile incurrirá en un déficit de su cuenta corriente algo más elevado que en el pasado, ello ocurre en un contexto de endeudamiento externo total todavía limitado y bajo para lo que es nuestro país. Además, debo subrayar que el 81 por ciento de la deuda externa chilena corresponde al sector privado. El sector público tiene una deuda externa limitada, acotada y, de hecho, lo que se ha estado haciendo, a través de los superávit fiscales parciales, es ir desendeudándose con el exterior, bajando la deuda. Ahora bien, la deuda externa total del país -la privada más la pública- representa hoy día no más del 34 por ciento del producto interno bruto. Es decir, debemos un total que sólo alcanza a un tercio del total del producto interno bruto del país. Recordemos que, en otros años, esta deuda llegó a ser superior al 130 ó 140 por ciento del producto interno bruto. Si se la compara con la de otros países, con nuestras exportaciones o con cualquier índice, la deuda externa chilena es de las más reducidas de la región. En segundo lugar, tiene una muy larga madurez de pago hacia adelante. El 96 por ciento del total de esa deuda es de mediano y largo plazo, de acuerdo con las cifras más recientes. En tercer lugar, en su componente exclusivamente público, del Estado central, excluyendo empresas, la deuda externa que se refiere a organismos multilaterales, como el Banco Mundial, el BID, el Eximbank y el Fondo Monetario Internacional, es muy limitada. Hoy, el Gobierno de Chile no tiene prácticamente compromisos financieros significativos con banco comercial alguno. Todo lo que expreso no es para minimizar el problema o evadirlo, sino a fin de darle su justa importancia con el objeto de que midamos bien la intensidad y duración de la respuesta de políticas. Lejos de estar Chile en un escenario de crisis, lo prudente es mirarlo como un país donde se adoptan medidas, hay un proceso de ajuste en curso y otro de mediano y largo plazo, acorde a una estructura financiera sana del país. Por lo tanto, debemos ir acrecentando entre todos nuestro trabajo para que siga creciendo la credibilidad en las políticas adoptadas y en la efectividad que éstas van teniendo en el tiempo. Los países de otras latitudes que han entrado en problemas financieros por razones de exceso de endeudamiento, han sufrido crisis porque sus deudas han sido exigibles a corto plazo, sus sistemas bancarios eran débiles y las políticas económicas implementadas fueron parciales e inoportunas. Por ejemplo, los países con problemas en el Asia han tenido graves dificultades con el pago de intereses y amortizaciones preestablecidas. Este componente es totalmente irrelevante o muy secundario en el actual contexto de Chile. Para ilustrar esta situación, recordaré las cifras del año pasado al efecto. En 1997, solamente el 13 por ciento del déficit que tuvimos en la cuenta corriente se debió al pago de intereses externos. Por el contrario, el 60 por ciento del déficit reflejó las utilidades o los envíos de pago derivados de excelentes resultados que habían obtenido empresas inversoras en Chile, gracias a la pujanza de la economía nacional. Esto es muy importante, porque, por definición, como son utilidades o resultados, ese componente es cíclico, variable; no está “enyesado” ni es rígido, año a año. Un ejemplo de esto lo tenemos hoy en la gran minería del cobre. Así como hemos manifestado que el actual bajo precio del cobre nos preocupa, también debemos señalar que ese precio afecta a las empresas del sector y que, por ende, este año tendrán utilidades algo menores que las del pasado, lo que, a su vez, se traducirá, como consecuencia lógica, en menor presión de envío de pagos por la cuenta corriente de la balanza de pagos del país. El pago al capital, como en toda economía libre, es residual y, por lo tanto, no está sujeto a compromisos rígidos predeterminados. Ésa es la gran diferencia que tenemos con otras economías emergentes del mismo tamaño, las que, por el contrario, tienen una composición de deuda financiera comercial directa elevada, rígida y muy preocupante. Otra manifestación de nuestras fortalezas está en el sistema regulatorio, lo que nos diferencia claramente de los países del sudeste asiático, en los cuales hemos visto, a través de los medios de opinión, las falencias de la situación de los bancos, casas comerciales y organismos financieros. Por el contrario, en Chile -hoy lo reconocen todos los organismos multilaterales, los bancos internacionales, los inversores extranjeros y, más importante que ellos, las agencias que clasifican el riesgo-país en el Estado-país- el sector financiero nacional, como se afirma, está sujeto a una supervisión muy moderna, estricta y ágil. De hecho, ustedes mismos, en años no tan lejanos, contribuyeron a aprobar una nueva ley de bancos, con regulaciones prudenciales que hoy actúa con fuerza. Quiero señalar una reciente nota de la agencia Moody’s, una de las clasificadoras de riesgo más destacada en el mundo internacional. En su último informe, hace mención explícita a lo avanzado, actualizado y moderno del sistema financiero chileno -a causa de la Ley de Bancos aprobada en octubre de 1997-, en cuanto al estado de la regulación financiera. Por ejemplo, se afirma -y eso es así, como ustedes lo saben- que los llamados criterios del Comité de Basilea, de Suiza, que ha establecido normas internacionales de regulación bancaria y financiera muy estrictas, son sobrecumplidos en Chile; es decir, nuestras provisiones son más exigentes que las de otros países. Esto demuestra prudencia y oportunidad. Los actuales índices de cartera vencida en la banca nacional son, a pesar de los problemas, sólo del 1,1 por ciento del total de las colocaciones, cifra que no tiene nada que ver con las equivalentes de los países aproblemados y ni siquiera -agrego- con la de países del mundo desarrollado, como Estados Unidos. Finalmente, con respecto a este tema, quiero citar literalmente el texto que nos dedica la agencia clasificatoria Moody’s. Dice: “El sistema bancario chileno es visto por Moody’s como el más fuerte de América Latina, debido en gran parte a una regulación y supervisión prudencial, comparable al de las mejores economías industrializadas”. Otro tema: liquidez internacional y efecto en la economía chilena. En situaciones de complicaciones o turbulencias internacionales, la existencia de un adecuado nivel de liquidez en Chile es importante. En este caso, actúan las reservas internacionales del país, entre otros. El número de meses de la importación cubierta por nuestras reservas, que es la medida tradicional o el indicador más usado, alcanza todavía a 11 meses, cifra que, de acuerdo con criterios de diversos analistas, es más que confortable. Otro estudio del Banco de Inversiones Goldman Sack hacía una comparación entre 27 países emergentes de alto crecimiento. Chile ocupa hoy el cuarto lugar, en términos de cantidad y disponibilidad de reservas medidas por ese indicador. Podría agregar otros índices que avalan esta fuerte liquidez de Chile en la disponibilidad de divisas y finanzas internacionales. A continuación, haré algunas reflexiones sobre la fortaleza de la economía y los desafíos más permanentes del país. Los esfuerzos por realizar una política económica prudente durante todo el pasado, se ven recompensados en la realidad de 1998. El Gobierno ha ido impulsando varias medidas que atacan de frente el grave problema de las desigualdades sociales de Chile. Por ejemplo, con la aprobación de un proyecto en esta Cámara y en el Senado, en mayo pasado, después de un amplio acuerdo político -puesto que las votaciones fueron prácticamente consensuales-, logrado también con el acuerdo de las organizaciones sindicales, para reajustar el salario mínimo en forma significativa y dejarlo en un camino conocido hasta fines de mayo del año 2000, hemos dado estabilidad al mercado laboral. La verdad, certidumbre, plazo y horizonte en esta materia, nos otorgan tranquilidad y serenidad. Además, con el concurso de esta Cámara y, anoche, del Senado, hemos obtenido avances sobre el tema fundamental del reajuste a los pensionados. Quiero recordar que, a pesar de los problemas derivados de esta crisis de afuera, no de adentro, a los gobiernos de la Concertación les interesa generar más avances en el área social. En los últimos días hemos hecho esfuerzos importantes para consolidar votaciones y asegurar una buena marcha al proyecto de ley que reajustará las pensiones de todos los jubilados del sistema antiguo del país. Precisamente, anoche, con un amplio número de senadores, hemos llegado a un preacuerdo, a un protocolo preliminar, que avala buenas perspectivas para seguir avanzando en el pronto despacho de ese proyecto. He citado esos dos aspectos para ilustrar que, a pesar de los problemas importados de afuera, de la caída del precio del cobre y de otros, el país sigue avanzando en términos de consolidar su acción en el campo de las políticas sociales. El hecho de que el ajuste de la economía en Chile pueda plantearse como un proceso gradual, sostenible, y no en forma abrupta, drástica, sujeta a albures, es, en buena parte -no en todo- gracias a las políticas prudentes del pasado y del presente. Quienes ahora reclaman contra el tema de la oportunidad de las medidas económicas, de alguna manera contradicen o invalidan esos esfuerzos. Quiero preguntar hoy, a la luz del debate que se desarrolló en esta misma Sala en años anteriores, ¿de qué ha servido mantener impecables registros fiscales por más de una década y luchar por consolidar un limitado pero positivo superávit en las cuentas fiscales, un ahorro público en las líneas bruta y neta? ¿Cómo estaríamos ahora en estas materias, considerando el debate del pasado, cuando se decía que el Fisco ahorraba excesivamente, que no había para qué mantener un superávit fiscal y que podíamos manejarnos sólo con cuentas equilibradas? ¡Qué mayor fortaleza nos da hoy, en el presente, cuando hay problemas, contar con esa política, haber seguido defendiéndola y tener esa válvula de seguridad! El Gobierno y el Banco Central, cuando han consolidado sus políticas, actualizado sus planes y tomado medidas al respecto, ciertamente se han alejado de las predicciones de algunos analistas que, por decirlo suave, han usado el “catastrofismo” para proyectar el devenir de la economía nacional de aquí a fin de año. En días pasados, leí algunas proyecciones de personeros -que llamaría políticos empresariales-, quienes afirman que el país crecerá entre 0 y 2 por ciento a fines de año. Con los antecedentes de que dispone el país, las políticas seguidas y el aval de los resultados alcanzados, esos escenarios catastrofistas no ayudan a nadie. Hacen esas suposiciones porque piensan que las altas tasas de interés de los últimos días serán duraderas o permanentes, que el ajuste de la economía no estaría surtiendo efecto porque habría sido parcial o innecesario, que el Fisco se desequilibrará en sus cuentas de ahorro bruta y neta, y que las políticas no se han adoptado o bien no producirán efecto. Me gustaría que los señores diputados observaran la evolución misma de la turbulencia de los mercados financieros hace un mes, dos semanas, versus esta semana, ayer y hoy. Muchos de esos agoreros han visto sus predicciones totalmente frustradas a la luz de los resultados de normalización creciente y de tranquilidad alcanzada. Por lo tanto, el ajuste macroeconómico ha estado dando sus frutos. Lo vemos en la velocidad distinta, mucho más limitada y acotada, que presenta el perfil de importaciones; en la desaceleración -¡por fin!- de los créditos de consumo; en los nuevos índices de venta de sectores productivos que habían crecido en forma demasiado acelerada en trimestres y semestres pasados; en el sector de la construcción y en muchos otros. A todo este bagaje de políticas actualizadas, readaptadas y pertinentes, perseverando en lo hecho en el pasado, debemos agregar la noticia de que la moneda chilena se ha depreciado, en términos nominales, en casi un 11 por ciento, pero en un contexto de inflación baja y limitada, con la meta de la inflación exigente que les interesa conquistar al Banco Central, al Fisco y a todo el país. Esto es un importante logro, porque el hecho de haber ejercido una devaluación gradual, ordenada y parcial, en el contexto de una inflación baja y estable, es un gran aval para el ajuste que se está haciendo. Al Gobierno del Presidente Frei, a la Concertación y a las autoridades del Banco Central no les interesa volver a los patrones inflacionarios del pasado. ¿Por qué? Por una razón práctica y notoria. El gobierno del Presidente Aylwin recibió el país con una tasa inflacionaria de 21 por ciento. A principios de 1994, estábamos con una inflación de alrededor de un 10 por ciento, y de ahí en adelante hemos ido consolidando inflaciones bajas, de un dígito, cada vez más acotadas. Esto es un beneficio directo para el bolsillo de los trabajadores que viven de un sueldo fijo y para todos los consumidores del país. Por eso, es importante perseverar en políticas fiscales conservadoras y prudentes. Ese contexto, a la luz de los problemas que ilustraba al principio, avalan los recortes de gastos que en tres ocasiones ha debido enfrentar el Gobierno del Presidente Frei. Hicimos uno en enero, que afectó a empresas públicas; otro en abril, que comprendió a parte de los ministerios, principalmente los no sociales, y el último, que culminó este martes con la firma del decreto supremo del Presidente, que abarcó a todo el sector fiscal. Esto ya acumula un ajuste de 685 millones de dólares, incluyendo el fondo de infraestructura. Es decir, hemos hecho un ejercicio fiscal que, proporcionalmente, consideramos adecuado y razonable para el tamaño de nuestro país, para los problemas que nos han llegado y para el impacto en las cifras fiscales por efecto de la baja del precio del cobre y de las otras variables que mencioné. Sabemos que esto ha sido duro, que nunca es fácil recortar y que siempre es un ejercicio, por decirlo así, doloroso y solitario a la luz de las decisiones, pero inevitable. A mí me parece que se realiza con un enfoque de Estado. ¿Por qué? Porque en 1990, el primer año de gobierno de la Concertación se vio obligado a hacer un ajuste. Luego, en 1994, efectuó otro menor, parcial, en un año de elecciones, y ahora, en 1998, hemos ejercido tres ajustes. La gente no vota por el populismo o la facilidad de lenguaje de sus gobernantes, sino por la seriedad de sus políticas y por el proyecto país, de gobierno, de sociedad, que se construye dentro de la democracia. En este sentido, quiero ser claro. El Gobierno del Presidente Frei tiene el patrón preciso y directo: evita los cantos de sirena del populismo, vengan de donde vengan; enfoca el tema de las generaciones venideras, del horizonte futuro, y no evade ni descuida los problemas. Por eso, a pesar de lo doloroso y significativo que ha sido en algunas áreas este proceso de ajuste, se ha implementado con claridad y transparencia -más adelante me referiré a este tema-, no sólo con visión de Estado, sino también para enfocar la economía nacional desde un punto de vista de real interés en el mediano y largo plazo. Nos acompaña el presidente del Banco Central, quien, con más propiedad, podrá abordar después algunos de estos temas, como la política monetaria restrictiva que hemos seguido, que incluye todo el marco de las políticas macros y, luego, hacer una reflexión final. Durante este año hemos identificado -co-mo dije-, en el problema de exceso de gastos, fundamentalmente el nivel del gasto privado como el elemento más destacado al respecto. Esto se ha enfrentado no sólo con las políticas que he enunciado, sino también a través de incrementos sucesivos en las tasas de interés financieras, en dos ocasiones: a fines de enero y a comienzos de febrero, en una tasa de instancia monetaria que hoy alcanza a una unidad de fomento más 8 y medio por ciento. En una primera etapa, hacia fines de 1997, el Banco Central permitió un ajuste pasivo de las condiciones del costo del crédito, observando la coherencia del incremento de las tasas a largo plazo con el dinamismo con que comenzaba a perfilarse el ritmo de actividad y de la demanda agregada. En una segunda etapa, los ajustes de política monetaria se hicieron más fuertes y explícitos, como en enero y en febrero pasado, con el cambio en las tasas de la instancia que he mencionado. Este mayor nivel de tasas de interés se ha ido traduciendo en una reducción paulatina, pero fuerte, del ritmo de crecimiento de gastos de consumidores de algunos sectores y de empresas, agentes que, en su mayor parte, eran los responsables del exceso de gasto. En el área cambiaria, las acciones del Banco Central han apuntado a amortiguar los movimientos bruscos del tipo de cambio nominal, pero sin impedir la manifestación de sus tendencias más permanentes. En ese sentido, con la nueva política de banda cambiaria, la introducción de los pagarés reajustables en dólares y las operaciones de swap, entre otros, se ha ido manejando y evitando los movimientos erráticos en esta importante variable. Nosotros, como Estado central, damos la bienvenida a los instrumentos nuevos con que cuenta el Banco Central para actuar combinadamente en el campo monetario de la liquidez, específicamente cambiaria. Creemos que es saludable y poderoso el efecto y la señal que se ha dado con el manejo de la política cambiaria en los últimos meses. Hay aquí una señal de asignación de recursos precisamente hacia el sector transable de la economía; el sector industrial que exporta; la agricultura, que hoy se encuentra en un nuevo estado de superación; el sector minero de la pequeña minería, y, en general, los que también sustituyen importaciones. Termino con dos reflexiones. La primera es sobre la transparencia. Durante este año, a partir de enero, el Ministerio de Hacienda ha mantenido reuniones periódicas, prácticamente mensuales, con todas las organizaciones sindicales y gremiales, a las cuales se les ha informado del problema externo e ilustrado y entregado antecedentes sobre la crisis asiática. Se les ha advertido acerca de su impacto en los sectores productivos, en el gasto, en el endeudamiento y en el empleo. Precisamente el viernes recién pasado, tuvimos una reunión, in extenso, con la CUT, para explicar y socializar nuestras medidas. Además, desde el comienzo, aun soportando los costos e incomprensiones coyunturales, hemos sido partidarios de entregar a la opinión pública, a la honorable Cámara, al Senado y a todos los analistas, los detalles de los recortes y ajustes que se hacen en la política fiscal, ministerio por ministerio. No hemos querido, de ninguna manera, soslayar esa información, a diferencia de algunas épocas del pasado, en que esto se hacía en forma indirecta, ambigua, o simplemente no se hacía. Creemos que la transparencia en materia fiscal es un aval de Chile y una conquista que debe mantenerse. Para terminar, aprovechando la solemnidad que me otorga la Sala y su invitación, quiero hacer la segunda reflexión, sobre un elemento central. Para un país pequeño, esforzado, pujante, muy abierto, como el nuestro, que comienza su trayectoria de desarrollo, en vías de desarrollo, que le queda mucho por recorrer -¡quién puede dudarlo!-, no hay opciones fáciles en el ámbito de la política económica social. El país conoce, por la experiencia de muchos períodos, lo que significó la tentación con el ejercicio de políticas fáciles y populistas del más diverso corte de horizonte. El juicio histórico que tiene la ciudadanía sobre lo que eso significó es claro: un rotundo fracaso. El Gobierno del Presidente Frei apunta a políticas de Estado, con mayúscula; mantiene el foco en el bienestar común y responde a las demandas maduras de los ciudadanos del día de hoy, pero considerando claramente su impacto sobre el mañana y las generaciones venideras. Nada habría sido más fácil, en el corto plazo, para evitar problemas o desgastes -como quiera llamárseles-, que postergar medidas que reconocemos que son dolorosas, o minimizar los problemas y soslayar los desafíos que enfrentamos en una economía que debe seguir abierta. El Gobierno ha optado por el camino difícil, el que, inevitablemente -lo reconocemos-, genera dolores de cabeza en sectores específicos; pero lo hemos hecho con la confianza que dan los magníficos resultados de los ocho años de Concertación y también, si se me permite, con la serenidad que otorga seguir avanzando hacia el futuro, poniendo nuestra perspectiva en un horizonte de país, incluyendo la de bienestar para todos los ciudadanos. Una medición objetiva y desapasionada de los hechos, más allá de las turbulencias y los manejos de expectativas, a veces interesados, señala que hoy, en julio de 1998, el país progresa, trabaja, ahorra e invierte, y va resolviendo por etapas sus problemas y caminando con fundamentos sólidos hacia un mayor bienestar. Muchas gracias. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Tiene la palabra el presidente del Banco Central, don Carlos Massad. El señor MASSAD (Presidente del Banco Central).- Señor Presidente, el Ministro de Hacienda ha hecho una completa exposición de la economía chilena, de las cifras, de las tendencias y de las políticas. Por eso, muy brevemente, sólo quiero hacer una presentación bastante esquemática de la naturaleza del problema que enfrentamos, para destacar aquellos aspectos centrales y esenciales de la situación. A la gran familia chilena le bajó su ingreso, por razones que no le son imputables, ajenas a ella, y aquello ocurrió, precisamente, sin que pudiera predecirlo, en momentos en que su gasto estaba creciendo. ¿Qué opciones enfrenta, entonces, esta familia con menos ingresos y mayores gastos?l. Reducir su gasto hasta igualarlo al ingreso.2. Financiar esta diferencia.3. Combinar reducción de gastos y financiamiento. En este último curso de acción está embarcada nuestra economía. Mientras, por una parte, a comienzos de año el gasto, en su conjunto, crecía del orden del 17 por ciento, las autoridades, por otra, adoptaron medidas de política para reducirlo. En este aumento contribuía principalmente el sector privado, pero también el sector público, cuyo gasto, en los primeros meses del año, superaba las predicciones. La reacción de política frente a esto fue anunciar una primera reducción de gasto, por parte del Ministerio de Hacienda, y una elevación de las tasas de interés en dos etapas sucesivas, por parte del Banco Central. Esperábamos reducir el ritmo de crecimiento del gasto a niveles compatibles con el crecimiento de la economía; pero aceptamos también -y así se dijo en la revisión de nuestras proyecciones- que el déficit de la cuenta corriente de esta familia creciera, desde los límites normales, entre cuatro a cinco por ciento, hacia el seis por ciento del producto nacional. En suma, combinábamos dos cosas: por una parte, un esfuerzo de reducción del gasto de la familia y, por otra, un déficit mayor que tendríamos que financiar. O sea, ajuste, que es la reducción del gasto, con financiamiento, gracias a las reservas que el país había logrado acumular en el pasado. Esta política ha tenido éxito. De hecho, el ritmo de crecimiento del gasto global de la economía se ha reducido a menos de la mitad del que teníamos a comienzos de año, pero todavía sigue alto. El Fisco ha anunciado reducciones de gastos indispensables para contribuir a una acomodación ordenada de nuestra economía a las nuevas circunstancias, pese a lo cual continúa su crecimiento del orden del cinco al cinco y medio por ciento, con tasas de desempleo entre las que se registran las más bajas que hemos tenido históricamente. La inflación sigue bajo control. Algunos nos acusan de testarudos en esta materia. La misión encomendada al Banco Central de Chile es mirar especialmente la inflación, porque es una enfermedad que se introduce por debajo de las puertas a todas las casas de los chilenos, sin excepción, y que afecta, principalmente, a los que tienen menos capacidad de protegerse. Ninguna otra enfermedad nos afecta a todos, y ésta es peor para los que tienen menos capacidad de defenderse. Por eso tomamos muy en serio nuestras metas de inflación. Las políticas aplicadas a partir del 25 de junio van en la misma dirección general de las que venían aplicándose desde comienzos de año. En materia cambiaria, se ha dado al mercado una guía general de un rango razonable de movimiento cambiario, al estrechar las bandas. En materia de manejo de la política cambiaria y monetaria, en general, hemos introducido nuevos instrumentos al mercado para apoyar el proceso de ajuste y financiamiento. Hemos reducido el encaje cambiario, porque el costo de financiamiento externo, que antes era de 70 puntos bases, como se dice en la jerga financiera, por sobre las tasas sin riesgo, ahora alcanza a alrededor de 200 puntos bases por sobre las tasas sin riesgo. Ha crecido para toda América Latina; para nosotros, menos. En otros países latinoamericanos el recargo es de 700, 600 ó 500 puntos bases. En nuestro caso, es del orden de los 200 puntos bases; pero es un incremento respecto de lo que teníamos antes, y no pensamos que, en las condiciones actuales de funcionamiento de nuestra economía, fuera razonable hacer que ese aumento se transmitiera directamente a los usuarios de financiamiento externo. Por esa razón, redujimos el encaje cambiario, del 30 al 10 por ciento. Afortunadamente, la situación de iliquidez que se había originado en la banca, en los últimos días, está desapareciendo, y las tasas están volviendo a acercarse a la tasa de distancia del Banco Central, y los mercados cambiarios se han mantenido tranquilos, sin intervenciones de éste. La última se hizo el martes 30 de junio, y después de esa fecha no ha habido otras. Hemos continuado observando tasas de inflación que están en línea con aquellas que se establecieron como metas a comienzos de año, y esperamos que la situación continúe de esa manera. Tenemos confianza en que el conjunto de las políticas, en la medida en que se materialicen como están previstas, logrará para esta familia una apropiada combinación de ajuste y financiamiento, situación que se genera por razones que le son completamente ajenas. Muchas gracias. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Me permito recordar a la Sala las normas reglamentarias respecto del debate. De acuerdo con los tiempos indicados en la citación, procede otorgar la palabra por Comité y en el orden que en ella figura. Por lo tanto, primeramente, cada Comité debe designar a los diputados que hablarán en su representación, con los minutos que se otorgarán a cada orador; y, en segundo lugar, definir si hará uso de todo su tiempo en la primera ronda o dejará parte de él y oradores para la segunda. Por el Comité Demócrata Cristiano está inscrito, para hacer uso de hasta ocho minutos en la primera ronda, el Diputado señor Enrique Krauss. Tiene la palabra su Señoría. El señor KRAUSS.- Señor Presidente, en primer término, corresponde expresar nuestra satisfacción y complacencia por la realización de esta sesión. De alguna manera, se sitúa el debate en el sitio preciso, en el foro de la democracia, en la Cámara de Diputados, donde está representada la casi totalidad de los segmentos políticos del país, incluidos los sectores independientes. Es aquí donde debe debatirse esta clase de materias. También corresponde gratificarse por el contenido de las exposiciones del señor Ministro de Hacienda y del señor Presidente del Banco Central, porque con claridad, honestidad y valentía han señalado los perfiles de la crisis, motivada por causas exógenas, que se empieza a asomar en las fronteras de nuestra economía, y han dado a conocer las medidas que ha implementado el Estado, como uno de los agentes económicos. Y tales medidas se fundamentan en una economía sana, cuyas bases no están erosionadas por elementos que pudieran perturbar el alcance de las rectificaciones que, frente a estas turbulencias económicas del mundo, nos empiezan a afectar. Al revés de lo sostenido en los inicios de los gobiernos de la Concertación, el buen manejo económico ha sido uno de los rasgos caracterizantes de estos gobiernos. Y ello no ha sido fortuito, porque se ha sustentado sobre la base de definiciones que conducen a la estabilidad macroeconómica, compromiso manifestado de manera sucesiva durante los gobiernos de la Concertación y por los responsables del área financiera y monetaria. Estamos soportando los efectos de una crisis como consecuencia de la política beneficiosa asumida por el país de integrarse y abrirse al mundo. Chile exporta el doble de lo que exportaba a comienzos de esta década; sin embargo, eso, que es una ventaja, hoy se transforma en un factor negativo respecto del cual es necesario actuar. Pues bien, la prudencia en el manejo macroeconómico durante esta década, permite establecer colchones de seguridad para estas coyunturas, expresados en el importante nivel de reservas del Banco Central y en un sistema financiero que, gracias a los estándares aplicados, exhibe condiciones muy saludables. La sola circunstancia del constante prepago de la deuda externa realizada por el Gobierno, ha sido posible gracias a la continua existencia de superávit fiscal, y hoy la deuda fiscal representa un porcentaje relativamente mínimo -el 20 por ciento- de la deuda total del país. Paralelamente, nuestro país -es un elemento que los organismos que analizan las condiciones de riesgo de las distintas economías toman en cuenta- ha fortalecido su institucionalidad económica y también la política, factor que no pasa inadvertido para quienes analizan las conductas macroeconómicas de cada nación. Frente a esta situación de crisis, que podría transformarse en un factor todavía más perturbador, el Gobierno ha tomado medidas oportunas y emitido señales claras en relación con los distintos sujetos de la economía, a fin de que moderen su gasto. Además, ha estado contribuyendo en forma gradual y oportuna, con recortes sucesivos de gastos, al proceso de ajuste que el país requiere. No cabe duda de que estos recortes son duros y dolorosos. Quienes hemos tenido el privilegio y la responsabilidad de ejercer tareas en la Administración del Estado, sabemos lo que ellos significan, en especial cuando, como en este caso, no han sido recubiertos por un maquillaje que permita eludir los efectos de imagen de las medidas aplicadas. Sin embargo, sin perjuicio de reconocer la imperiosa necesidad de que deben adoptarse, la magnitud de tales medidas no permite que sean analizadas sin considerar en forma específica a los sectores que resultan afectados por ellas. De ahí que la Democracia Cristiana -en esta oportunidad hablo respaldado por la apreciación, supongo que unánime, de mis colegas de bancada y por el acuerdo del Consejo Nacional de mi partido-, consciente del impacto de tales medidas sobre los destinatarios, considera imprescindible que operen al máximo las redes de protección social básica, de manera que ellas no afecten a los sectores más postergados y desvalidos. En consecuencia, las reducciones en el gasto presupuestario que se deseen implementar deben recaer en las áreas menos sensibles, a fin de que no afecten las necesidades básicas de las personas. En este sentido, la Democracia Cristiana considera que una rebaja de los gastos de salud implica falta de consideración y sensibilidad respecto de un tema que, si bien puede estar siendo agitado en forma interesada por algunos sectores, responde a la realidad del país, en parte, por la circunstancia de que éste se ha desarrollado; en parte, porque los avances técnicos en materia de protección de la calidad de vida se han incrementado. El país quiere -ésta es expresión del termómetro social; no es una sensibilidad ajena a la realidad- mantener el notable esfuerzo realizado durante los gobiernos de la Concertación -particularmente, durante el actual-, para mejorar las condiciones de prestación de un servicio que se enmarca dentro de un derecho esencial de las personas: el derecho a la salud, que significa vida. Por eso, pedimos y -con el mayor respeto- exigimos que se revisen las medidas de restricción del gasto presupuestario en salud, porque deben existir -entendemos que es una tarea compleja y difícil- otras áreas donde esa reducción se pueda verificar sin afectar este derecho esencial de los chilenos. También nos interesa llamar la atención -estamos ciertos de que el Gobierno está preocupado del tema-, hacia la necesidad de realizar un esfuerzo especial y adicional en cuanto a mejorar la focalización y la eficiencia del gasto no sólo en las diversas áreas, sino también en las regiones. Debemos estar conscientes de que, lamentablemente, el desarrollo armónico de la economía del país exige considerar la realidad de las distintas regiones. Asimismo, nos interesa precaver -en ese sentido ya hay declaraciones positivas entregadas por el Gobierno- que estas medidas incrementen la desocupación. La necesidad de trabajo que, en definitiva, es la consistencia de la dignidad de los chilenos, para nosotros es también una tarea esencial. Por eso, junto con comprender en lo esencial la implementación de estas rebajas que implican un sentido de responsabilidad en la conducción de la economía, manifestamos que respaldaremos cualquiera proposición tendiente a revisar la afectación de recortes presupuestarios, con el fin de salvaguardar la salud de los sectores más postergados, cuyas necesidades básicas y otras constituyen una viva y esencial preocupación para los democratacristianos. He dicho. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- En el tiempo del Comité de Renovación Nacional, tiene la palabra el Diputado señor Carlos Vilches. El señor VILCHES.- Señor Presidente, esta mañana, en que debatimos las medidas implementadas por el Gobierno ante la crisis que está viviendo nuestro país, sólo quiero formular una pregunta, porque diputados de mi bancada expondrán in extenso sobre la posición de Renovación Nacional. Pero antes de consultar, quiero manifestar que me llama profundamente la atención que el Ministro de Hacienda incurra en tantas contradicciones. Lo mismo ocurre con el Presidente del Banco Central. ¿Por qué señalo esto? Porque ellos no le han explicado al país la importancia de la paridad cambiaria. Estudios serios demuestran que el dólar se ha devaluado en más de 50 por ciento en los últimos nueve años. Esto, que tiene asfixiados a todos los exportadores, a todas las empresas que exportan, está generando un enorme bolsón de cesantía y de pobreza. El señor Carlos Massad dice que por debajo de la puerta entra la inflación. Yo le corregiría: en este momento, por debajo de la puerta entran el hambre y la pobreza. Son muchos los temas que se podrían tocar en esta oportunidad. Ambos invitados han señalado que tenemos una economía sana; pero yo les preguntaría a los cesantes y a los jubilados del país si creen realmente lo que se les está diciendo. En el presupuesto de la nación se aprobó el ítem de un millón y medio de dólares para sustentación de tarifas de compra de minerales a uno de los sectores más sensibles del norte del país: la pequeña y mediana minería. Pues bien, hoy se informó que dicho presupuesto se redujo en 500 mil dólares. Mi pregunta es la siguiente: quiero saber si esta información es cierta, o si corresponde a otro de los rumores que circulan en situaciones de esta índole. Finalmente, quiero decir -en estos dos minutos de que dispongo- que respecto de la generación de empleos, el Ministro del Trabajo reconoció, en esta misma Sala, que durante 1997 se crearon 27 mil empleos, en circunstancias de que Chile necesita 100 mil nuevos empleos al año. ¿Qué pasa con el resto? ¿Qué pasa con los jóvenes? ¿Qué pasa con las oportunidades? Creo que el Gobierno ha administrado muy mal la economía, y estas cifras macroeconómicas de crecimiento que se están entregando son para “la exportación”, pero no van en beneficio del bolsillo de los chilenos. He dicho. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Tiene la palabra, por nueve minutos, el Diputado señor José García. El señor GARCÍA (don José).- Señor Presidente, el país lleva varios años, salvo alguna excepción, gastando más de lo que produce. En sí, ello no es malo, particularmente si este mayor gasto está orientado a proyectos de inversión productiva que, junto con crear fuentes de empleo, aseguran recursos para la recuperación del capital y el pago de intereses, cuando dicha inversión se realiza con financiamiento bancario. Tampoco es malo cuando la economía mundial crece y nuestros productos son vendidos en los mercados internacionales. La llamada crisis asiática constituye un llamado de alerta sobre la permanente mesura y ponderación que se debe tener tanto en el gasto público como en el privado. Se hace verdad el dicho popular “no es oro todo lo que brilla”. Eso ha ocurrido con los países asiáticos, que maravillaron al mundo con su alto y sostenido crecimiento económico, y que con frecuencia eran citados como ejemplos de buena conducción económica. Todo ello estuvo bien hasta que llegó la hora de la verdad: el alto endeudamiento de las empresas hacía imposible el cumplimiento de sus obligaciones financieras con la banca, arrastrándolas a una grave situación de insolvencia y reduciendo la actividad económica en general. Como parte significativa de nuestras exportaciones tienen como destino el Asia, principalmente Japón, era evidente que la menor actividad económica en los países asiáticos repercutiría fuertemente en nuestro país. Como lo señaló el Ministro durante su intervención, nadie previó la profundidad de la crisis asiática; la mayoría de los analistas económicos siempre consideró que, dada la importancia de las economías asiáticas y su influencia en el mundo, adoptarían las medidas de recuperación del caso, con resultados positivos más rápidos. Ello no ha ocurrido así y afecta a la economía chilena mucho más de lo que podríamos haber imaginado en el más pesimista de los escenarios. Ahora, el país debe ajustar su gasto total, considerando un menor crecimiento del producto interno bruto para el presente año y, con toda seguridad, también para el próximo. El peso de este ajuste, por su tamaño en la economía, recaerá fuertemente en el sector privado, ya que al participar con el 80 por ciento del gasto total, deberá reducirlo, lo que se traduce en altas tasas de interés, incremento del desempleo, inestabilidad en el precio de la divisa, postergación de proyectos productivos, etcétera. Por su parte, también al sector público le corresponde aportar su cuota de sacrificio a este ajuste del gasto total. El Gobierno se ha comprometido a un ahorro de 685 millones de dólares para el presente año, lo que es equivalente a un 0,86 por ciento de nuestro producto interno bruto, cifra que, en mi opinión, no es en nada despreciable si consideramos que el presupuesto de la Nación tiene componentes de gastos muy elevados que no se pueden rebajar, como es el caso de las pensiones y las subvenciones educacionales, por citar sólo algunos ejemplos. Señor Presidente, cuando se vive en crisis económicas que afectan nuestras expectativas de crecimiento y la calidad de vida de la población, es cuando se requiere de mayor unidad nacional, de mayor responsabilidad de todos los actores, especialmente de quienes tenemos responsabilidades públicas. Por lo tanto, más que entrar en una discusión inconducente acerca de las actuaciones y medidas adoptadas por nuestras autoridades económicas, si éstas fueron o no oportunas, si son o no suficientes, lo más importante es que todos contribuyamos, primero, a no exagerar los efectos de la crisis aumentando el desánimo y disminuyendo el necesario estímulo que el sector privado debe tener para enfrentar el ajuste. Luego, debemos preocuparnos de cómo este ajuste afecta a las regiones más pobres del país y a la mano de obra menos calificada, para determinar las medidas que corresponden al Estado en cumplimiento de su rol subsidiario. El recorte presupuestario anunciado por el Director de Presupuestos y que alcanza a 144 mil millones de pesos, que afecta a áreas tan sensibles como la Salud, Educación, Vivienda, etcétera, es doloroso pero necesario para lograr una baja en las tasas de interés real y un precio del dólar tal, que devuelva toda la energía y potencialidad al sector exportador y a los productores nacionales sustituidores de importaciones. Por lo tanto, no cabe sino comprender este doloroso recorte del gasto público. Como parlamentario de Oposición, podría hacer una arenga en contra de la conducción macroeconómica por parte del Gobierno y del Banco Central. Seguramente, encontraría más de algún motivo para hacerlo, pero, reitero, es en estos momentos de dificultades cuando se pone a prueba el verdadero interés de los servidores públicos. En lo personal, he aprendido desde siempre que el destino de nuestro país se construye con esfuerzo y responsabilidad, y que ésa es la misión de la Derecha política, aun cuando las medidas que haya que adoptar o defender sean impopulares. En esta oportunidad, una vez más, cumpliremos con esa tarea patriótica. Apoyaremos todas las medidas que adopte la autoridad, por duras y dolorosas que sean, y que, en nuestra opinión, apunten en la dirección correcta de ajustar, con criterios de justicia, el exceso de gasto de nuestra economía. Esperamos idéntico comportamiento de todos los sectores políticos y, especialmente, del Gobierno que, mientras llama a todos los chilenos a ajustarse el cinturón, no continúe privilegiando financiar iniciativas que no obedecen a ninguna necesidad de la población, como ocurre, por ejemplo, con el proyecto de primarias. Nos alegra profundamente la existencia de un acuerdo en el Senado para financiar el proyecto de reajuste de pensiones, ya que actitudes como ésta, serias y responsables, son las que el país espera de sus gobernantes y de su Poder Legislativo, particularmente en períodos de dificultades económicas. He dicho. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Tiene la palabra la Diputada señora Cristi, hasta por cinco minutos. La señora CRISTI (doña María Angélica).- Señor Presidente, recientemente se decía que el debate sobre la crisis asiática se ha ubicado en el lugar que corresponde y me atrevería a decir que, quizás, respecto de lo que nos preocupa a numerosos parlamentarios, puede que sea un poco tarde, porque el Gobierno ya ha tomado medidas. De hecho, el Presidente de la República ha firmado el decreto que reduce en un 3 por ciento el presupuesto de todos los ministerios. Al respecto, debo quejarme con mucha fuerza por la reducción pareja que se ha hecho. Creo que era la gran oportunidad de haber revisado el gasto fiscal y hacer los recortes de los gastos inoficiosos de los distintos ministerios. Hemos manifestado terminante y reiteradamente nuestra molestia e indignación por la reducción del gasto social. El Presidente de la República decía que no se iba a disminuir el gasto de la agenda social. En verdad, no puedo entender cuál es la diferencia entre una agenda social y el proyecto social del Gobierno. Estamos hablando de reducir el presupuesto de salud, de vivienda, de educación. Creíamos que el único sector que no se podía tocar era salud, y si dentro de él había gastos innecesarios, como en asesorías y otros, lo lógico era distribuir esos recursos dentro de la misma área. Era necesario hacer algo para paliar la crisis, que ya lleva años, de los consultorios primarios, de lo que hoy sucede en los hospitales, en las postas de urgencia con los niños afectados por la contaminación, donde hay personal que trabaja 24 horas, gente en los pasillos, listas de espera, falta de remedios, etcétera. ¡Cómo el Gobierno puede cortar el hilo por lo más fácil y afectar a todos los sectores por igual! ¡La salud era el último sector que se podía tocar! Me parece que ésta era la gran oportunidad de terminar con el gasto fiscal innecesario. Hay muchas áreas de donde se puede recortar. Por ejemplo, en el Mideplan, que se va a terminar en el año 2000, cuyo funcionamiento cuesta 14 mil millones de pesos; en el Instituto Nacional de la Juventud, que también ha estado cuestionado; en el Servicio Nacional de la Mujer, que destina recursos a programas, de más de un año de duración y de costo indefinido, para capacitar y sensibilizar en el enfoque del género a funcionarios municipales y miembros de los concejos. No me queda más que pedir al señor Ministro de Hacienda, por intermedio del señor Presidente, que sea consecuente con su discurso, como lo ha sido el señor Massad, que ha dicho que la reducción debe ser en gastos determinados. Que por una vez se logre detectar todos aquellos gastos inútiles e innecesarios para el desarrollo del país, de allí hacer los recortes, y olvidar, definitivamente, la disminución de recursos en la salud y, por el contrario, ver la forma de incrementarlos, como también en educación, vivienda y otros programas sociales. Los Ministros del Interior y de Hacienda han hablado aquí de lo doloroso de estos recortes. Si es doloroso para ellos, también lo es para todos los chilenos, especialmente para los que no tienen acceso a la salud y para los niños de la Región Metropolitana que se están muriendo por la contaminación. Seamos, entonces, consecuentes y apuntemos a las necesidades reales del país. No se necesita ser populista para atender lo que es verdaderamente de urgencia. En ese sentido, pido al Gobierno formalmente que nos concentremos en los problemas de los chilenos y no en los problemas políticos y en el afán de seguir siendo gobierno y mantener el poder. El poder se mantiene efectivamente con aquellas personas que se preocupan de los chilenos. He dicho. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- En el tiempo del Comité de la Unión Demócrata Independiente, tiene la palabra el Diputado señor Dittborn, hasta por cinco minutos. El señor DITTBORN.- Señor Presidente, en primer lugar, agradezco al Ministro de Hacienda y al Presidente del Banco Central su presencia e intervenciones muy profundas e ilustradas. No es frecuente que los ministros nos visiten. Por ello, es muy grato tenerlos hoy con nosotros. Sin duda, el tema es largo, y el tiempo, escaso, de manera que en estos cortos cinco minutos voy a decir cuatro cuestiones de las muchas que quiero señalar. La primera es que, sin duda, de las crisis pueden surgir consecuencias positivas y ventajosas para un país. A comienzos de los años 80 se introdujeron cambios estructurales que, con el tiempo, han probado ser muy beneficiosos y, probablemente, se pudieron hacer, en parte, porque el país estaba sumido en una crisis. Ahora, espero que de esta crisis aflore, al menos, un efecto benéfico: el aumento del tipo de cambio real o el aumento real del valor de la divisa. Por mucho tiempo se le ha dicho al Gobierno que es necesario que aumente su gasto fiscal menos que el crecimiento del producto interno bruto. En los dos gobiernos de la Concertación no nos han hecho caso, y prácticamente todos los años el Fisco ha sido un elemento expansivo dentro de la economía, lo que ha obligado al Banco Central a seguir una política monetaria muy restrictiva de altas tasas de interés. En estos últimos ocho años hemos vivido permanentemente en períodos de ajuste. Las altas tasas de interés han significado un incentivo al ingreso de capitales foráneos, lo que ha implicado la necesidad de encajes. Esto ha redundado en una importante caída del tipo de cambio real, que ha azotado al sector productivo nacional y a nuestros trabajadores. En Chile, hoy, los exportadores no pueden competir con este dólar; a los industriales les resulta muy difícil competir con importaciones artificialmente baratas y, finalmente, todo esto incide en un lento crecimiento del empleo, al menos en el sector productivo. De manera que, ojalá, salgamos de esta crisis con un dólar real más alto, que fortalezca la capacidad competitiva de nuestras empresas y su generación de empleos. La segunda cuestión se refiere a la disminución en los gastos de gobierno del presupuesto público, de las que ayer nos informó el Director de Presupuestos en la Comisión de Hacienda de la Corporación. El Ejecutivo ha decidido bajar todos los gastos de los ministerios en un porcentaje parejo. Nos parece una mala decisión, ya que no se ha hecho el esfuerzo -como decía la Diputada señora Cristi- de disminuir los gastos del Gobierno, en forma distinta, dependiendo de donde se perciba que existan las mayores necesidades o ineficiencias. Por ejemplo, creemos contradictorio que el Gobierno haya bajado los gastos en los Ministerios de Salud, en 10.500 millones de pesos; de Vivienda, en 13.000; y de Educación, prácticamente, en 20.000, lo que suma un total de menor gasto en los ministerios sociales de 43.000 millones de pesos, y que en este mismo año, en la Corporación hayamos aprobado proyectos que significan aumento de gastos que, a mi juicio, dejan al Gobierno mal parado en cuanto a sus prioridades. Por ejemplo, indemnizar a los partidos políticos por bienes que perdieron a comienzos de los 70, lo que implica un gasto público de alrededor de 2.500 millones de pesos; otorgar beneficio a los exonerados por motivos políticos, lo que costará al país y a los contribuyentes una cifra cercana a los 20 mil millones de pesos, es decir, más del doble de lo que hoy se ha rebajado al Ministerio de Salud. El señor ÁVILA.- ¡Las víctimas de ustedes! El señor DITTBORN.- También y para solucionar problemas a la Concertación, en la Cámara se va a iniciar la discusión del proyecto sobre las primarias legales, que costarán al país 5 mil millones de pesos, entre gastos directos e indirectos, lo que aproximadamente corresponde a la mitad de la disminución del presupuesto del Ministerio de Salud, decretado por el Gobierno en fecha reciente. Así, suma y sigue. A mi juicio, es lamentable para el país que el Gobierno haya priorizado destinar recursos a iniciativas de claro contenido político partidista y sacrificado a los chilenos más pobres, al disminuir los presupuestos de los ministerios sociales en prácticamente 43 mil millones de pesos. En tercer lugar, estando de acuerdo en que el Fisco debe hacer un proceso de ajuste de gastos, comparto el proyecto de acuerdo presentado por mi colega Jaime Orpis, junto a otros diputados -que estoy cierto será aprobado en esta sesión-, mediante el cual esta Corporación acepta disminuir el gasto variable en un 3 por ciento durante este año, a fin de colaborar con el Ejecutivo en lograr el ajuste que se necesita para enfrentar en buena forma la crisis asiática. No estamos objetando que se baje el gasto público. Al contrario, es necesario ajustarlo. Lo que hemos observado son las prioridades que el Gobierno ha tenido para realizar la baja, anteponiendo la de los ministerios sociales y postergando otras mucho más evidentes. También criticamos que la disminución haya sido pareja, por cuanto pudo haberse hecho el esfuerzo de bajar en algunos ministerios, donde es obvio que hay más ineficiencia. Por ejemplo, los gastos en honorarios, los gastos del avión de su Excelencia el Presidente de la República, y tantos otros menos urgentes, se pudieron disminuir en esta oportunidad y no haber sacrificado el presupuesto de los ministerios sociales. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Ha terminado el tiempo de su Señoría. El señor DITTBORN.- En mi segunda intervención, expondré el cuarto punto. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- En el tiempo del Comité de la UDI, tiene la palabra, hasta por cuatro minutos, el Diputado señor Carlos Recondo. El señor RECONDO.- Señor Presidente, hoy nadie duda de la fortaleza y solidez de nuestra economía ni de las réplicas del terremoto económico que se está produciendo en Asia. El efecto más nítido es el déficit del 7 por ciento de la cuenta corriente, generado por el déficit de la balanza comercial, debido, en parte, a la caída de los precios de nuestros principales productos de exportación, básicamente del cobre, pero también por la política expansiva en materia de gastos del Gobierno. Para no desajustar la estabilidad macroeconómica, la única forma de responder a esta situación es propiciar un ajuste en la economía, a lo cual el Gobierno se resistió en un principio, dejó de utilizar la política fiscal de reducir el gasto público, actuando en esta dirección sólo el Banco Central, al alzar las tasas de interés por la vía de la política monetaria. En otras palabras, el peso del ajuste ha caído en el sector privado. Digamos, entonces, que el Gobierno ha encontrado un buen derrotero para echarle la culpa de los problemas económicos que deberemos enfrentar los chilenos: la crisis asiática. ¿Cuál es la verdad? Primero, que el déficit de la balanza comercial es de fines de 1996, cuando el precio del cobre era alto. La caída de los precios sólo explica mil ochocientos millones de dólares del déficit de la balanza comercial anualizada. El Gobierno no ha tenido la capacidad para hacer frente a una disminución de los gastos a que ha tenido que comprometerse, sistemáticamente, por las presiones políticas que no ha podido resistir. El discurso apunta a que el ahorro deben hacerlo los privados, omitiendo reconocer un concepto económico, elemental a nuestro juicio, cual es el efecto multiplicador que tiene el gasto fiscal: cada peso que gasta el Fisco, en la economía se multiplica por cinco. El Gobierno omite reconocer que, con las altas tasas de interés y la caída del tipo de cambio, que ha sido sistemática en los últimos nueve años, hace rato los privados están pagando el ajuste. En definitiva, el Gobierno primero desconoce la presencia de la crisis y no asume las medidas adecuadas, y cuando dice asumirlas, anunciando austeridad fiscal, las medidas no se cumplen y provocan una crisis de credibilidad. En el primer trimestre del 98, el gasto público creció en el 9,1 por ciento y de ese porcentaje, sólo el 3 por ciento se explica por gastos de inversión. El resto es expansión de gasto corriente. Así es difícil creer en la austeridad. La gran pregunta es si el Gobierno será capaz de resistir las presiones políticas y actuar con responsabilidad, liderando este control del gasto público. Nos parece que hasta aquí ha faltado conducción para llevar adelante estas restricciones del gasto. ¿Qué se debería hacer, a nuestro juicio? En la medida que seamos capaces de mantener la restricción fiscal dispuesta y anunciada, se podrá elevar el tipo de cambio real, lo que favorecerá a los sectores productivos, en especial a la mediana y pequeña empresa, generadoras de empleos en la economía, para que enfrenten la crisis con menor costo social. A esta medida se deben sumar los ajustes estructurales que permitan aumentar la productividad de la economía y asumir sin complejos las privatizaciones pendientes: sanitarias, puertos, Enap, Codelco y Enami, lo único que permitiría retomar el liderazgo perdido. El Gobierno se ha caracterizado por falta de reformas innovadoras y coherentes. Se ha beneficiado con los cambios económicos institucionales y políticos de la década del ochenta. Ahora debe enfrentar riesgos: la crisis asiática y sus propios errores. La falta de liderazgo y de carácter pueden ser fatales en esta coyuntura. Los manejos equivocados, como han sido las políticas de encaje a los capitales extranjeros y el aumento del riesgo-país han hecho arrancar de Chile capitales de inversión. Las últimas medidas anunciadas no tendrán los efectos esperados, porque junto al mayor riesgo-país, hoy está el peligro de la variación en el tipo de cambio, que no atraerá a los inversionistas extranjeros. El riesgo presente en estos desaciertos implica una caída en la rentabilidad de los ahorros de los trabajadores en las AFP. No faltan en esto las voces oportunistas, particularmente de la Izquierda, que, ante esta coyuntura, piden un cambio del sistema previsional. El Gobierno también debe hacer frente, con firmeza y liderazgo, a los cortoplacistas. Las inversiones en carteras variables, como las accionarias, en el largo plazo son siempre más rentables que las de tasas fijas. Nadie pone los fondos en las AFP por un año; es el ahorro depositado por toda la vida útil del trabajador. El Gobierno deberá también enfrentar estas arremetidas para beneficio del futuro de nuestros trabajadores. He dicho. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- En el tiempo del Comité del Partido por la Democracia, tiene la palabra el Diputado señor Tuma. El señor TUMA.- Señor Presidente, respecto del diagnóstico de la crisis y de las exposiciones del Ministro de Hacienda y del presidente del Banco Central hay consenso en la Cámara. Por ello, no voy a destinar parte de mi tiempo a referirme, en particular, a las causas que han provocado esta situación. Pero sí quiero señalar que, de algún modo, debemos desdramatizar la crisis en el escenario de un capitalismo global. La crisis asiática no es comparable a la mexicana ni a la de los años ochenta. Nuestro país enfrenta esta turbulencia sin duda con una mucho mayor fortaleza respecto de la institucionalidad financiera, de los índices macroeconómicos, de los niveles de endeudamiento y del ahorro que en esas épocas hubo. Esta crisis es el primer desafío a la economía globalizada, que pone en cuestión la efectividad de los instrumentos de gestión de los mercados financieros, especialmente sobre la estructura monetaria, en cuanto al movimiento libre de los capitales y a la frecuencia con que las economías emergentes se encontrarán con esta situación. Queda de manifiesto que los indicadores de medición sobre el comportamiento de la economía utilizados por la principal institución financiera internacional, el Fondo Monetario, no son tan confiables. De hecho, pocos meses antes de la crisis, la institución elogiaba el comportamiento de la economía coreana. La crisis permite también evidenciar los riesgos que genera una apertura financiera apresurada, como asimismo las debilidades estructurales de nuestra economía. Es aquí donde quiero centrar mi intervención. Tenemos un déficit de cuenta corriente que no será fácilmente superado sólo con las medidas macroeconómicas que el Gobierno ha enunciado y que el Partido por la Democracia ha respaldado, sino que también debemos dar cuenta de nuestras deficiencias estructurales. Principalmente estamos exportando productos primarios, como el cobre, la celulosa y la pesca; entre los tres, en promedio, hemos bajado un 30 por ciento. Ahí tenemos una causal importante del déficit de nuestra cuenta corriente. Otra causal importante también es el incremento de las importaciones, las que, con la crisis asiática, sin duda se incrementarán, y seremos invadidos por productos cada vez más baratos y competitivos, frente a una débil estructura productiva, especialmente en la pequeña y mediana empresa. La carencia de una estructura productiva que incorpore valor agregado a nuestros productos primarios nos evidencia la debilidad con que nuestro país va a enfrentar esta crisis y otras que podrán venir en el futuro. Debemos reconocer esa debilidad y hacer propuestas que tiendan no sólo a la mantención de cifras macroeconómicas globales, sino también a un cambio de la estructura productiva del país. Los beneficios de nuestra alianza con Asia hoy se transforman en nuestra debilidad. El 34 por ciento de las exportaciones chilenas, sobre todo de productos primarios, se dirigen hacia esa zona. Los beneficios de las fases expansivas de la economía están altamente concentrados y los costos se distribuyen y afectan, precisamente, a los sectores que no participan de los frutos del crecimiento. Tenemos una muy desigual distribución del ingreso y también una muy desigual estructura productiva a nivel nacional. Debemos fomentar políticas, incrementos y programas que permitan aprovechar las potencialidades del país. Hay regiones que no se sustentan con su productividad. El 98,8 por ciento de las empresas del país -microempresas, pequeñas o medianas empresas, que son 518 mil-, captan el 90 por ciento de la fuente de trabajo. Son ésos los sectores que principalmente se verán afectados por esta crisis que, de alguna manera, tendrá efectos perniciosos en el empleo. Debemos apuntar a fortalecer todas aquellas medidas que aseguren, por una parte, el fomento productivo de la pequeña y mediana empresa, que tiene una tasa de empleo en crecimiento. Aunque las más grandes empresas del país tienen una tasa de decrecimiento en el empleo, son las que están más afectadas con el tema de la competitividad, con un dólar extremadamente bajo para los efectos de poder competir, con tasas de interés que encarecen la actividad productiva y que desaceleran el ritmo de inversiones, lo que permite ir bajando el ritmo de crecimiento en el empleo. Es clave que en el presupuesto de 1999 se considere en forma especial cuáles serán los instrumentos, políticas y recursos destinados al fomento productivo, al fortalecimiento de la estructura productiva más débil, que nos impide crecer en las exportaciones o sustituir importaciones. Nuestras debilidades estructurales y económicas respecto de la escasa diversificación también limitan nuestra capacidad de superar el déficit de cuenta corriente. El crecimiento económico presenta altos grados de concentración territorial y sectorial, y evidencia la elevada vulnerabilidad de las medianas, pequeñas y microempresas que dan empleo aproximadamente a 4 millones y medio de chilenos. Ahí están los trabajadores, los que aún perciben ingresos insuficientes para elevar sus niveles de vida. Con el propósito de apuntar a la real distribución del ingreso, debemos hacer posible que tales empresas sean más rentables, más competitivas, y puedan elevar los salarios de sus trabajadores. El 90 por ciento de los más pobres de nuestro país son trabajadores, lo que significa que a pesar de las exitosas cifras macroeconómicas obtenidas, no están recibiendo los beneficios de ese éxito. Una de las características de esta crisis, que afecta a la mayor parte de los países en desarrollo, es que ha evidenciado, al menos en Chile, que el 35 por ciento de los trabajadores no cuenta con cobertura previsional; sólo un 14 por ciento tiene acceso a negociación colectiva y que los salarios son extremadamente bajos. La crisis asiática será una verdadera radiografía a nuestra estructura económica y social, en la cual se evidencian nuestras endémicas debilidades. Creo que ésta es la oportunidad para que el Ejecutivo oriente el modo de llegar a un acuerdo nacional, a un acuerdo político, económico y social respecto de qué significa desarrollo y cuál será la mirada de futuro que debemos tener para nuestro desarrollo. Las expectativas económicas del país deben considerar las aspiraciones, la estabilidad y el desarrollo de todos los segmentos y no sólo la de un sector productivo. A las metas de inflación y crecimiento debemos incorporar otras variables que fortalezcan la paz social, la que se garantiza y fortalece con buenos ingresos, estabilidad laboral y mejoramiento de las condiciones de vida. También debemos establecer medidas que apunten a mejorar la competitividad de aquellos sectores de la economía que dan mayor número de empleos. Frente a un período de restricción, debemos mejorar la competitividad, diversificar las exportaciones incorporando nuevos sectores productivos, desconcentrar las inversiones, mediante un esfuerzo de fomento productivo en las regiones; fomentar el desarrollo productivo de las pequeñas y medianas empresas, Pimes; fortalecer los instrumentos de fomento productivo, sobre todo en las empresas que masifican las fuentes de empleo; establecer resguardos para que estos sectores puedan defenderse frente a las medidas de apertura del mercado. La rebaja arancelaria que ahora se plantea significa una limitación a la competitividad de las empresas. La forma en que está planteado el proyecto anunciado por el Gobierno, destinado a rebajar los aranceles, debería ser revisada. A nuestro juicio, el presupuesto de la Nación de 1999 debe reflejar las nuevas expectativas económicas expresadas en prioridades de asignaciones. El proyecto del segundo fondo de pensiones, que permite a quienes estén cerca de pensionarse elegir los instrumentos de inversión más estables, es muy importante para los efectos de esta crisis, al igual que el que crea el seguro de protección al trabajador cesante. El Partido por la Democracia respalda las medidas del Gobierno, hace sugerencias respecto a cómo enfrentar la crisis y dar una mirada de desarrollo de país a futuro; respalda también los recortes presupuestarios destinados a minimizar los efectos en nuestra economía, en especial en los trabajadores; pero no respalda el recorte presupuestario en salud. Creo que las imágenes televisivas muestran la insatisfacción de la población en la atención de salud, sobre todo de los niños, lo que permite darnos cuenta de la creciente demanda de salud del país. Los recursos son absolutamente insuficientes para satisfacer esas necesidades. Debemos pedir un gesto a las Fuerzas Armadas para que revisen su presupuesto y así compartir, sobre todo con el sector salud, los beneficios que la población demanda. He dicho. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- En el tiempo del Comité Socialista, tiene la palabra el Diputado señor Carlos Montes. El señor MONTES.- Señor Presidente, en primer lugar, me referiré brevemente a las lecciones derivadas de la crisis asiática, porque ella plantea algunas preguntas nuevas. ¿Cómo es posible que hayan resultado tan vulnerables economías que gozaban de estabilidad de precios internos, de un cuantioso superávit fiscal, de elevados coeficientes de ahorro interno e inversión y que habían liberalizado los mercados comerciales y financieros externos? El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional no captaron los procesos que originaron la crisis. En esta ocasión, los grandes conductores se equivocaron. Los países asiáticos no son iguales, pero mantienen ciertos rasgos comunes: alta expansión del crédito, sin una regulación adecuada; financiamiento sobre la base de créditos externos baratos -por los intereses más bajos en el exterior que en el interior-; un tipo de cambio fijo, que dio estabilidad cambiaria pero grandes vaivenes de la moneda nacional y facilitó el endeudamiento; sobreinversión sectorial en algunas pocas ramas exportadoras y en el sector inmobiliario, subinversión en infraestructura física y en ramas orientadas hacia el mercado interno. En definitiva, lo ocurrido en Asia demuestra que si hay total libertad para el movimiento de capitales externos se tiende a producir una excesiva expansión del crédito, que provoca un sobreendeudamiento del sector privado y genera los desequilibrios conocidos. En Asia ya no basta con ajustes, se necesitan cambios estructurales importantes. Y en todo esto se requiere más modestia de algunos analistas. Aquí se debe hacer una revisión conceptual de la forma de interpretar ciertos fenómenos, reflexionar sobre la experiencia asiática y revisar ciertos paradigmas. En segundo lugar, quiero hacer algunas reflexiones sobre la crisis asiática y la experiencia chilena entre 1991 y 1997. La experiencia de la crisis asiática y la propia evolución de la economía chilena deben llevar a evaluar cuidadosamente la consistencia de la política macroeconómica, la solidez de la institucionalidad económica y la capacidad de reacción frente a las turbulencias financieras y comerciales que habitualmente sacuden y sacudirán a la economía chilena en los próximos años. En particular, esto es relevante para una pequeña economía abierta como la chilena, que ya cumple una década de alto crecimiento económico, con gran estabilidad. Aun cuando el crecimiento económico en Chile ha estado basado en sólidos equilibrios macroeconómicos, y ha sabido sortear sucesivas turbulencias financieras originadas en el exterior y frenar con éxito la entrada de capitales especulativos, no puede desconocerse que en los últimos cinco años se fue configurando un escenario de vulnerabilidad preocupante, dada la combinación de tres factores: Primero, la entrada masiva de créditos e inversiones extranjeras orientadas, principalmente, hacia sectores primarios, no transables, que facilitó la expansión del gasto del sector privado, sobre todo de grandes empresas, y alimentó un déficit creciente en la cuenta corriente. Segundo, la persistente caída del tipo de cambio real, que gravó a la pequeña y mediana empresa exportadora y sustituyó a las de importaciones, reduciendo el ingreso en las primeras y agudizando la competencia a la cual se enfrentan las segundas. Tercero, un escenario con dualidad de tasas de interés, de forma que los grandes grupos económicos y las empresas extranjeras tienen acceso a los mercados internacionales de crédito y se benefician de la entrada masiva de capitales, porque ello provoca una revaluación sistemática que abarata el servicio de sus deudas externas. Vale decir, estas grandes empresas modificaron la estructura de sus pasivos hacia moneda extranjera, haciéndolas estructuralmente dependientes de un tipo de cambio real fijo decreciente. En forma adicional, estos sectores financiaron su gasto y mantuvieron sus pasivos a una tasa de interés muy baja, cercanas a cero en moneda nacional. Sin embargo, la contraparte respondió con elevadas tasas de interés para el financiamiento en moneda nacional de empresas medianas y pequeñas -como dijo el Diputado señor Tuma-, las cuales deben soportar la restricción de gasto que generó la política monetaria, forzada por la necesidad de compensar el dinamismo de gasto de las grandes empresas. Parte de este escenario ha cambiado: la entrada de capital ha disminuido, el tipo de cambio real está creciendo; pero las tasas de interés se han elevado afectando en particular al mundo de las pequeñas y medianas empresas tradicionales y modernas. En otras palabras, los equilibrios macroeconómicos y el alto ritmo de crecimiento logrado en la década no permiten asumir un enfoque puramente exitista, a pesar del orgullo que sentimos por los logros. No podemos cegarnos al hecho de que el desarrollo económico en Chile conlleva importantes vulnerabilidades y asimetrías, que podrían complicar la senda de crecimiento hacia el futuro o profundizar las importantes heterogeneidades estructurales y desigualdades sociales que el país arrastra. El diseño de una política e institucionalidad que asuma tal realidad, constituye un desafío. Creemos que la defensa de ortodoxias obsoletas, la servidumbre ideológica, ciega al libre mercado. El adoctrinamiento por debilitar las políticas públicas sólo abre flancos y debilidades estratégicas que afectarán el avance de la economía chilena.Impacto de la crisis asiática: Chile y el paquete de medidas. Como se ha dicho, Chile ha sido el país de la región más fuertemente afectado por la crisis, dada su fuerte exposición comercial a la región asiática. Esto generó contracción del valor y volumen de las exportaciones, agravando el déficit en cuenta corriente, y reducción del financiamiento internacional para las empresas chilenas, debido a la percepción de mayor riesgo cambiario por bancos y acreedores extranjeros. En consecuencia, era imprescindible un paquete económico que fuera más allá del diseñado originalmente a comienzos de 1997. En tal sentido, los socialistas queremos destacar la prontitud y valentía con que el Gobierno emprendió el ajuste fiscal. Estimamos enteramente pertinente el ajuste a la política cambiaria, que permitió elevar el tipo de cambio real, lo que en nuestra opinión no tendrá consecuencias inflacionarias. De esta forma, se evitó que el ajuste se concentrara sólo en la política monetaria, lo que habría tenido serios efectos en el desarrollo del sistema productivo chileno. Con el paquete de medidas adoptadas por el Gobierno, que ha significado importantes recortes en el gasto social y de fomento productivo, se ha demostrado que el populismo no es la tentación del Gobierno, de este gobierno de Centro Izquierda, que ha sabido gobernar la nación a lo largo de una década. Las fuerzas del progreso en Chile no han caído en la tentación populista que exhibe cierta Derecha irresponsable, que, animada por afanes electoralistas, exige más gasto sin compensación en ingresos tributarios o sólo financiados vía privatizaciones, y que exige equilibrios macroeconómicos a favor de los más poderosos, es decir, mediante mayores exenciones tributarias y reducción del gasto fiscal. Debemos destacar, eso sí, nuestra preocupación por el impacto en el empleo. Es inevitable que las tasas de desempleo se eleven en los próximos meses, lo que impactará a los sectores más vulnerables y pobres de nuestra sociedad. Ello se expresará con más fuerza en algunas zonas y regiones sensibles a la crisis asiática, pero también sensibles a la reducción de las tasas de crecimiento. En esas zonas y sectores es necesario desarrollar programas específicos de aumento del gasto para enfrentar el impacto que producirá en ellos la mencionada crisis. También nos preocupa el impacto sobre el desarrollo productivo. Las empresas chilenas, en especial las pequeñas y medianas, venden al mercado interno, exportan e importan. Se requiere que el Estado profundice el desarrollo de políticas activas de fomento productivo. Nos preocupa que el ajuste del gasto público no considere el efecto diferenciado sobre los sectores más vulnerables. Los socialistas no estamos por la rebaja del presupuesto de salud. Hay muchos temas pendientes, como el sida, el cáncer, listas de espera para atención en hospitales, colas en los consultorios. A mi juicio, hoy más que nunca debemos exigir al Ministerio de Salud y a todas sus dependencias mayor eficacia en el servicio a la población. Es incomprensible que el hospital Padre Hurtado, que está listo hace un año, todavía no se ponga en marcha, a pesar de tener los recursos. También resulta inexplicable que el 50 por ciento de los CDT y CRS no estén a plena capacidad. Más que restringir el sector salud, requerimos mayor eficacia en su gestión. Es necesario revisar las rebajas de salud y otras, para hacerlas más coherentes con los problemas sociales de arrastre y con los que está provocando la crisis asiática. Hay que buscar otras fuentes de rebaja. Estimamos que el gasto privado, que alcanza al 75 por ciento, debe hacer una mayor contribución al ajuste. Hay que evaluar el impacto que va teniendo el alza de las tasas de interés. No puede ser que el ajuste recaiga especialmente en los sectores más vulnerables y pobres; no puede ser que mientras se produzca ese ajuste en ese sector, el otro siga con increíbles niveles de consumo. Termino diciendo que, más allá de la crisis, hay una discusión de mediano y largo plazo, respecto de la cual quería adelantar un par de ideas. Es necesario considerar que nuevos obstáculos y desafíos se van insinuando para el mediano y largo plazo, que tienen que ver con la forma tan extensiva de crecimiento de nuestra economía y la necesidad de entrar en un crecimiento mucho más intensivo, para asumir los problemas de mediano y largo plazo. He dicho. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- En el tiempo del Comité Radical, tiene la palabra el Diputado señor Carlos Abel Jarpa. El señor JARPA.- Señor Presidente, en esta oportunidad daré a conocer los apuntes de un informe redactado por el Diputado señor Iván Mesías, nuestro representante de la Comisión de Economía de la Corporación, quien no ha podido acompañarnos en esta oportunidad. En él señala que, hasta hace poco más de un año, veíamos a las economías asiáticas como muy pujantes. Sin embargo, el 2 de julio, el gobierno de Tailandia devaluó su moneda, lo que arrastró con inusitada fuerza al resto de las economías asiáticas e hizo temblar a los mercados bursátiles del mundo entero. Cuando parecía que esta crisis ya estaba superada, hubo una réplica en Japón que hizo más difícil el problema y que, incluso, obligó a Estados Unidos a intervenir, con lo que se logró recuperar el yen y mantener las bolsas bursátiles. Sin embargo, esto no aclaró el horizonte. En esta economía cada día más globalizada, es necesario que Japón y los países asiáticos -hoy día venidos a menos, los cuales probablemente no tendrán crecimiento económico el próximo año- tomen las medidas necesarias para que podamos enfrentar esta crisis económica mundial. En ese sentido, la crisis asiática también ha afectado a nuestro país; pero estamos conscientes de que son adecuadas las medidas que han adoptado las autoridades económicas nacionales. Coincidimos con lo que aquí se ha expresado: que el recorte del gasto público es superior a las posibles pérdidas que habrá en el ingreso público y que el gasto público será similar al crecimiento económico. Esperamos que este mismo equilibrio se produzca en 1999. Todo esto hace confiar en que tendremos una economía estable, aunque pensamos que nuestras reservas podrán disminuir y probablemente habrá una leve baja de la tasa de crecimiento, pero la inflación se mantendrá en los niveles proyectados. Sin embargo, el Partido Radical Social Demócrata, compartiendo lo que aquí ya se ha expresado, estima que este recorte del gasto público no debe incluir al sector salud, que fue postergado por tantos años, cuyos recursos aún son insuficientes. Creo que hay que ser justos con sectores como la educación, la salud y la vivienda. Por otra parte, si bien es cierto que estamos de acuerdo en el control de la inflación, pensamos que esto no debiera ser tan rígido, sino más flexible. En este sentido, debemos permitir que el dólar suba moderadamente, hasta alcanzar su valor real, y moderar las tasas de interés. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Señor Jarpa, ha terminado el tiempo que se le ha asignado. El señor JARPA.- Quiero finalizar mi discurso diciendo que agradezco la presencia del Ministro de Hacienda y del Presidente del Banco Central, que el Partido Radical Social Demócrata comparte la coherencia y pragmatismo de sus políticas, que sólo esperamos que no haya recortes en salud y que la crisis asiática que afecta al país sea aminorada por la política económica que se adopte. He dicho. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- En el tiempo del Comité Demócrata Cristiano, tiene la palabra, por cuatro minutos, el Diputado señor Manuel Bustos. El señor BUSTOS (don Manuel).- Señor Presidente, para quien habla no es fácil entrar al tema económico, porque tengo profundas diferencias con la estructura de la economía chilena. Sigo pensando que es un hecho positivo que nuestra economía sea abierta y competitiva, ya que es bueno para ganar mercados, pero aún estamos atrasados en lograr un nivel adecuado en la distribución del ingreso y respecto del tema social. No creo mucho en esta economía y menos en los tigres asiáticos, de que tanto se habló, los que, de un día para otro, terminaron en ratones. Ha sido muy dramático leer en la prensa internacional que Malasia está expulsando a un millón de trabajadores por la crisis. No son empresarios, sino trabajadores. ¡Un millón de trabajadores quedan sin empleo y deben irse de Malasia; lo mismo ocurre con 150 mil trabajadores de Japón y Corea, y con 100 mil de Hong Kong! Es decir, millones de trabajadores están siendo expulsados de los países denominados “tigres asiáticos”, a los cuales se ha querido copiar como la gran solución económica para Chile. No es tan así. Las primeras víctimas son los trabajadores, los que viven de un salario. En segundo lugar, en Chile se habla de la importancia del desarrollo y del sistema económico chileno, en circunstancias de que hay más de 4,5 millones de pobres y más de 2 millones de trabajadores que ganan menos de 100 mil pesos al mes; ahora, viene el Ministro de Hacienda y nos dice que se deben tomar medidas que, de alguna manera, repercutirán en el mundo social. Entonces, a uno le empieza a doler aún más el estómago; le molesta más esta situación, aunque técnicamente tengamos que compartirla. Debe revisarse la estructura de la economía chilena. No podemos seguir siendo tan dependientes de cuatro o cinco productos de exportación. Chile aún no da el paso gigantesco, que algunos creen que se puede dar, para convertirse en un país prestador de servicios; sigue dependiendo del cobre, de la fruta y de algunos otros productos para exportar al mercado mundial. Eso nos mantendrá en la misma dependencia en que nos encontramos actualmente. Por lo tanto, teniendo a la vista el enorme drama de los millones de trabajadores que están siendo expulsados de los países asiáticos, el Ministro de Hacienda de Chile debería revisar el recorte en salud y en vivienda, y aplicar una mayor disminución de los gastos en los Ministerios de Defensa y de Obras Públicas; pero, por favor, no los realice en salud, vivienda y educación, porque le llega a la vena de la gente más humilde, que no tiene nada, que no tiene donde vivir, ni quien la atienda, pues no tiene dinero para pagar el médico. Por lo tanto, señor Ministro y señor Presidente del Banco Central, lo único que les solicitamos es una pequeña dosis de sensibilidad, aunque sé que el Ministro de Hacienda no conoce mucho al respecto, en el tema de salud pública, para que piense un par de minutos que estamos hablando de seres humanos pobres. He dicho. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Tiene la palabra, por diez minutos, el Diputado señor Andrés Palma. El señor PALMA (don Andrés).- Señor Presidente, el Presidente del Banco Central comenzó su intervención recordando que cayó el ingreso de la gran familia chilena en un momento en que el gasto estaba creciendo. Estas palabras hay que tomarlas en su correcta dimensión y ponerles cifras. El gasto interno en nuestra economía crecía a fines del año pasado a una tasa del 14 por ciento, pero nuestra economía sólo crecía al 7 por ciento. Cuando se habla aquí de un déficit en la balanza comercial, hay una explicación muy simple para cualquier buen entendedor, más si tiene estudios de economía, para explicar por qué hay problemas en nuestra economía: el gasto ha crecido más que nuestros ingresos, particularmente los ingresos del Fisco, el cual, por efectos del menor precio del cobre y por la diminución de la tributación por la venta de dicho producto, dejará de percibir este año entre 500 y 600 millones de dólares. De ahí que había que ahorrar o disminuir el crecimiento del gasto fiscal en una cifra que compensara esos menores ingresos; pero, al mismo tiempo, resultaba imprescindible realizar un ajuste en nuestra economía para que creciéramos este año a una tasa del orden del 5,5 por ciento y pudiéramos, ojalá, repetir ese crecimiento el próximo año. Por esta razón, el Banco Central, en febrero, subió la tasa de interés en un 30 por ciento. Una subida de la tasa de interés de 6,5 por ciento a 8,5 por ciento significa una subida de un 30 por ciento en un precio clave de la economía y obliga a quienes estaban impulsando este mayor gasto a restringir sus presupuestos y detener ese mayor gasto. Con esa medida, la economía ha comenzado a ponerse en orden. El crecimiento del gasto ha disminuido, pero no lo suficiente todavía, porque se estima que en este momento el gasto está creciendo a una tasa del orden del 7 por ciento, pero el producto está aumentando a una tasa todavía inferior, lo que significa que aún falta un elemento de ajuste. En esa perspectiva, creo que es positiva la medida adoptada por el Gobierno en los últimos días, en orden a reducir sus compromisos de gastos para este año y el próximo. En definitiva, aquí hay políticas serias, tomadas a tiempo y que resultarán de un beneficio global para todos los chilenos: para quienes trabajan en el sector público o en el privado, así como para quienes reciben prestaciones de servicios del sector público, porque, si bien éstas aumentarán a un ritmo menor de lo que se había planificado, no disminuirán esas prestaciones, y los ajustes que se están realizando los podremos reponer o reparar en el futuro, porque así como se puede postergar una inversión, también se puede realizar en forma más acelerada cuando retomemos un mayor ritmo en la actividad económica. Creo que en este contexto es muy importante referirse a dos o tres temas que resultan fundamentales para ver qué está pasando con los chilenos más pobres y con los más ricos, para ver dónde está apretando más el zapato y para ver qué políticas adoptar en el futuro. En primer lugar, creo que en este contexto resulta un acierto notable lo que hemos legislado en materia de salario mínimo -respecto de lo cual tengo una discrepancia muy significativa con el Diputado de la UDI, don Julio Dittborn-, ya que lo hemos fijado con una tasa de crecimiento importante para los próximos tres años. En este contexto económico, eso es un acierto y no un desacierto, por cuanto estamos diciendo que los chilenos de menores ingresos no pagarán los costos de las menores tasas de crecimiento de la economía. No ocurrirá eso y, en esa perspectiva, creo que aquí hay un horizonte de estabilidad equitativo y distributivo que no teníamos en otros momentos de la economía. Quiero recordar que, ante situaciones económicas internas y externas similares, en gobiernos que no eran de la Concertación, el efecto directo más inmediato era no reajustar el ingreso mínimo y que el costo de los ajustes lo pagaran los más pobres. Si bien con diferencias relevantes respecto de lo que aprobamos en la Cámara de Diputados, considero notable que ayer haya habido un preacuerdo en el Senado que permitirá reajustar las pensiones. Ello nos obligará a tener una discusión tributaria, puesto que se han fijado transitoriamente tanto impuestos como estímulos al ahorro, por un período de cuatro años. Pero hoy, con la situación económica existente, simultáneamente se subirá en ocho mil pesos las pensiones, partiendo por las asistenciales, cuyo monto, como todos sabemos, representa una miseria. En esa perspectiva, son señales positivas para los sectores más pobres. Muy relevantes han sido algunas insinuaciones del Ministro de Economía, que han trascendido en el último tiempo, las cuales no pueden volver a repetirse porque introdujeron situaciones significativas en la economía y generaron espacios de especulación que no debemos tolerar. Al respecto, respaldo lo que han hecho el Ministerio de Hacienda y el Banco Central, en el sentido de no dejar espacio para la especulación; pero cuando un ministro insinúa que se puede modificar la meta inflacionaria o que es necesario devaluar, entonces, obviamente, los especuladores pretenden hacer un pingüe negocio. Ese intento todavía significa un costo muy alto para la economía, particularmente para los medianos, pequeños y microempresarios, que deben recurrir a cré-ditos, hoy aún muy elevados. Espero que todos entiendan de qué estoy hablando. El Banco Central tuvo que vender un volumen aproximado de 1.300 millones de dólares de sus reservas para defender la política cambiaria contra la especulación. Esos 1.300 millones de dólares todavía están en poder de quienes en el mercado financiero quisieron especular y hacer una gran ganancia en muy pocos días. Hay que hacer un llamado a quienes especularon contra las políticas públicas del país -puesto que, al final, lo hicieron también contra los pobres y los que producen-, para que vendan esos dólares y, de ese modo, devuelvan al mercado financiero, monetario y cambiario la estabilidad que debe tener. Quienes quisieron ganar mucha plata comprando 1.300 millones de dólares, tal vez no quieran perder porque los compraron más caros que el valor del mercado. Bueno, que asuman la pérdida y ayuden a los chilenos a vivir mejor. Hago un llamado a las mesas de dinero de los bancos e instituciones financieras que hicieron esta especulación, a fin de que reconozcan que se equivocaron, y felicito al Banco Central y al Ministerio de Hacienda por haber hecho frente a dicha especulación e impedir que en Chile ganen nuevamente los especuladores. En mi opinión, el Banco Central ha adoptado una política muy adecuada... El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Le queda un minuto, señor diputado. El señor PALMA (don Andrés).- ...al reducir la banda del dólar, por cuanto ha dado una señal de que esa moneda seguirá el rumbo de la tasa acuerdo, lo cual me parece adecuado. Quiero decir también, aprovechando la presencia del presidente del Banco Central, que esa institución debe ayudar a que el dólar se mantenga, aproximadamente, en el valor acuerdo y no en otro inferior. En ese sentido, no debe intervenir para impedir que el dólar siga por esa senda, porque esa política no sólo favorecerá a los sectores exportadores, sino al conjunto, para que termine más rápido este período de ajuste que estamos viviendo. Por último, se ha dicho mucho que el recorte del presupuesto del Ministerio de Salud es muy alto, y quisiera que se llevara a cabo una discusión en serio sobre cómo se gasta ese dinero. En muchos debates presupuestarios, he dicho que dos ministerios brillan por su ineficiencia: el de Defensa y el de Salud. Un recorte de esta magnitud no afecta a los pobres en Chile; lo que sostiene el Colegio Médico es un cuento. No es cierto, porque las ineficiencias en el Ministerio de Salud son demasiado notorias. El Diputado señor Montes dijo que hacía un año que un hospital estaba terminado, pero no entraba en funciones. ¿Me van a decir que eso no es ineficiencia? ¿Cuántos consultorios se demoran meses o años en entrar en funciones? En el Ministerio de Salud se debe dar un apretón para que haya más eficiencia y los beneficios lleguen a la gente. He dicho. -Aplausos. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- En el tiempo del Comité del Partido Demócrata Cristiano, tiene la palabra, hasta por tres minutos y medio, el Diputado señor Edmundo Salas. El señor SALAS.- Señor Presidente, hay un dicho que dice: “Más vale prevenir que curar”. Realmente, estoy sorprendido por los planteamientos de la Derecha. Quisiera haberlos visto a ellos en esta misma postura durante los 17 años del gobierno de Pinochet, sobre todo en los años 80, 81 y 82, cuando sobrevino la gran crisis económica y los bancos y el país tuvieron que entregar más de 8 mil millones de dólares, además de crear el Pem y el Pojh. Muchos profesionales, que hoy tanto hablan de la salud y de la educación, tuvieron que trabajar en el Pojh por cuatro mil pesos. Hubo médicos que lo hicieron como taxistas, porque no encontraron donde ocuparse. ¿Cómo solucionaron el problema? Vendiendo las empresas del Estado, que sumaban más de cuatrocientas, a precio de huevo. Aquí se han dicho muchas cosas. Bueno, don Carlos Cáceres nombró a Yuraszeck para dirigir a la Endesa, y después se quedaron con ella. A lo mejor, en vez de recortar las pensiones de los exonerados, todos mayores de edad, viejos, que perdieron su trabajo en esos años, los 500 millones de dólares que ganó el señor Yuraszeck en el negocio de la Endesa habrían servido para pagar los 200 millones del recorte del presupuesto del país y también las pensiones de los jubilados. Aquí se ha hecho toda una campaña orquestada sólo en negro, ni siquiera en blanco y negro. Anoche dio pena ver en la televisión a señoras de edad, con sus mascarillas puestas para poder respirar. Es una falta de respeto que se hagan esas cosas. Les preguntaría a los que tanto defienden la salud, por qué no lo hicieron en el gobierno de Pinochet. Recuerdo que en algunos hospitales de mi distrito había que llevar hasta la leña para calentar el agua, al igual que las cabeceras y las sábanas. No había remedios, nada. El señor MOREIRA.- Había de todo. El señor SALAS.- ¿Cuánto esfuerzo se ha hecho en la actualidad? También les preguntaría a quienes defienden tanto la salud: ¿por qué no van a los consultorios privados donde hay que pagar? ¿Es llegar y ver un médico? Las consultas se realizan de una semana para otra. Hoy, en una salud complicada, tecnificada, donde todo ha cambiado, en todas partes se espera un día. Además, les pediría a mis queridos colegas de la Derecha que no fueran tan mezquinos. Este es un gobierno exitoso y ha hecho lo que corresponde. Al margen de lo planteado aquí por el presidente de mi Partido, en este foro, esencia de la democracia, quiero pedirle a nuestro Gobierno que no recorte la plata de la salud para no entregar elementos de crítica a los que hoy desprestigian al país. En la situación complicada en que está Chile, el Gobierno del Presidente Frei ha hecho lo correcto, pero aquí quieren cambiar todo y dar consejos. Bueno, cuando ellos estén en el gobierno podrán hacer lo que quieran,... El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Ha terminado su tiempo, señor diputado. El señor SALAS.- ...si es que estamos vivos, porque para eso pasarán no sé cuantos años. Hoy, la opinión pública se da cuenta de que el Ejecutivo, al recortar los presupuestos, economizar y apretarse el cinturón, está defendiendo las fuentes de trabajo. Países de economías firmes, tigres de la economía, están complicados. Nosotros, gracias a los esfuerzos de los dos gobiernos de la Concertación, podremos enfrentar con claridad, como país, como Concertación, problemas económicos generados por otras situaciones, que no son consecuencia de mal manejo del Gobierno del Presidente Frei, sino todo lo contrario. He dicho. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- En el tiempo de Renovación Nacional, tiene la palabra, hasta por tres minutos, el Diputado señor Pablo Galilea. El señor GALILEA (don Pablo).- Señor Presidente, quiero partir valorando los recientes esfuerzos del Gobierno al anunciar un ajuste fiscal que, aunque correctamente orientado, resulta tardío e insuficiente, por cuanto se dimensionaron mal los efectos de la crisis asiática, además de dar señales erráticas que han resentido la confianza de los actores económicos. La falta de credibilidad de esos agentes se viene evidenciando desde principios de año, cuando se anunció un esfuerzo de mayor austeridad fiscal que no se ha cumplido, pues las cifras de la ejecución presupuestaria nos indican que, en el primer trimestre, el gasto del Gobierno creció en 9,1 por ciento, mientras que el producto lo hacía en 7,2 por ciento. O sea, la austeridad anunciada no existió. Hoy las contradicciones siguen, ya que, por un lado, se ajustan los presupuestos de los ministerios y, por otro, se envía al Congreso el proyecto de elecciones primarias que, entre gastos directos e indirectos, significa al Estado, en la práctica, casi el 50 por ciento de los 9 mil millones recortados al Ministerio de Salud. Es decir, para solucionar un problema político de la Concertación, se disminuyen recursos en un tema prioritario para la gente. Si a lo anterior agregamos la falta de coherencia en el discurso del Gobierno respecto del tema tributario, podemos concluir que existen razones más que suficientes para haber alterado la confianza de los inversionistas. Destacados economistas han indicado, desde hace meses, la necesidad de enmendar rumbos ante las sucesivas intervenciones del Banco Central sobre el tipo de cambio, el aumento del gasto público en relación con el PIB, los anuncios no materializados sobre reducción de aranceles y la persistencia en el aumento de la carga tributaria. Por lo tanto, hoy no sólo debemos echarle la culpa a la crisis asiática, ya que también ha habido responsabilidad en el manejo de la política fiscal. Señor Presidente, por su intermedio, quiero formular cuatro preguntas al señor Ministro.1º ¿Por qué no se consideró la eliminación total del encaje, y si no estima tardía su disminución de 30 a 10 por ciento?2º El Ministro ha reconocido que el manejo de las expectativas no ha sido bueno. ¿Cómo justifica el no cumplimiento de los avisos de reforma en materias de rebaja arancelaria y de privatizaciones?3º Si el Ministro considera que, independientemente de la crisis asiática, el país debía enfrentar igualmente un ajuste, en caso de ser afirmativa su respuesta, ¿por qué no se hizo antes? Por último, quiero saber si el señor Ministro está en condiciones de asumir un compromiso respecto de la política del gasto fiscal del próximo año, considerando que éste será un período electoral. He dicho. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Tiene la palabra, por un minuto, el Diputado señor Osvaldo Palma. El señor PALMA (don Osvaldo).- Señor Presidente, todas las cifras que escuchamos son ciertas. Los ajustes económicos también son obligatorios. La crisis es real, pero en salud no se puede ahorrar, menos ante la grave situación en que se encuentran nuestros hospitales. Salud no es un gasto, sino una inversión en la gente, lo más importante que tienen los pueblos. En salud, los médicos, todos, en general, entendemos que ahorrar es un suicidio. No sacrifiquemos más hijos y madres; no sacrifiquemos más a los pobres, porque es a ellos y a la clase media a quienes más les dolerá este ajuste. Pido un gesto de nobleza al señor Presidente de la República, porque es de grandes enmendar el rumbo cuando estamos equivocados. Creo que sabrá entender que, cuando todo un país se une, como ahora, hay que escucharlo y creerle. Señor Presidente, ayude a nuestro pueblo, no obligue a correr más riesgos a los más necesitados de Chile. Ahorremos en otros rubros, menos críticos. La salud es un derecho intocable de los pueblos. He dicho. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Tiene la palabra, por dos minutos, el Diputado señor Fossa. El señor FOSSA.- Señor Presidente, quiero destacar una cosa que no podemos dejar de lado, particularmente en lo que se refiere a la cesantía. En efecto, los índices y el ajuste se orientan a una desocupación del orden del 5,3 al 5,6 por ciento, que podríamos considerar dentro de límites normales. Sin embargo, en la Octava Región esto no es así. Nuestros índices normales son sobre el 7 por ciento, y en comunas como Lota y Arauco, especialmente, llegan al 30 por ciento. Si se agrega el ajuste por la crisis, realmente, el problema será mayor. No es posible que se le haya recortado el presupuesto de la Corfo, una de las sustentadoras de un proyecto incompleto e insuficiente, en más del ochenta por ciento. Además, con el recorte al Ministerio de Obras Públicas para los planes temporales,... El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Tiempo, señor diputado. El señor FOSSA.- ...la cesantía será implacable en la zona. He dicho. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- En el tiempo del Comité del Partido Unión Demócrata Independiente, hasta por tres minutos y medio, tiene la palabra el Diputado señor Alvarado. El señor ALVARADO.- Señor Presidente, hace bastante tiempo, desde los diversos sectores económicos productivos del país, surgieron voces en diferentes tonos que, de alguna manera, advertían señales de cuidado respecto del ritmo de crecimiento del gasto público, de las dificultades que estaban enfrentando algunos mercados internos, del deterioro paulatino y sistemático de nuestros términos de intercambio. No obstante las señales de advertencia antes indicadas, las autoridades económicas y el Poder Ejecutivo, en general, siempre nos hacían presente que no había que ser alarmistas y que prácticamente no existían motivos de preocupación. Constituyó una nítida señal en ese sentido la presentación a trámite legislativo de un presupuesto del sector público para 1998 claramente expansivo, donde el mayor gasto total neto considerado era del 8, 2 por ciento real, respecto de la ley de 1997. Lamentablemente, una posición realista de advertencias serias y responsables no fue atendida en forma oportuna o simplemente fue minimizada. Las consecuencias las analizamos hoy en la Sala: medidas costosas y dolorosas de ajuste en el gasto fiscal, tardías y con un impacto significativo en programas sociales que afectan directamente la calidad de vida de la gente. La falta de reacción oportuna del Gobierno llevó al Banco Central a aumentar en forma apreciable las tasas de interés, medida que contribuye a ahogar a empresas que, enfrentadas ya a una situación decaída en sus mercados externos en términos de intercambio, deben ahora sumar un costo del crédito que dificulta su accionar operativo, reduce las inversiones, disminuye las fuentes de empleo e induce a ajustes laborales, lo que genera nuevos bolsones de cesantía. A quienes representamos a las regiones, nos preocupa el importante deterioro de los mercados asiáticos, destino de nuestras exportaciones. Se suma a ello una constante disminución en las paridades reales de sus monedas, respecto del peso, que afecta significativamente la competitividad y genera avances persistentes en las tasas de desempleo, con los consiguientes problemas sociales que ello conlleva. Todos, de alguna manera u otra, comprendemos que en la economía funcionan tres grandes precios: la tasa de interés, los salarios y el tipo de cambios. Es fundamental, entonces, ampliar el horizonte; no centrarnos sólo en las tasas de interés. Ello nos puede llevar a cumplir metas macroeconómicas interesantes de inflación, pero con una gran masa de cesantes que, obviamente, privilegian un ingreso para el sustento familiar. Termino mis palabras haciendo una simple y sencilla reflexión: espero que el barco exportador exitoso anclado hace más de quince años en la Décima Región, tenga en este temporal un capitán que, ante el alza de la marea, tome la decisión de largar el ancla y no de hundir el barco. He dicho. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- En el tiempo de la UDI, tiene la palabra el Diputado señor Rodrigo Álvarez, por tres minutos. El señor ÁLVAREZ.- Señor Presidente, a veces, parece que escuchamos comentarios bastante irreales: que Chile marchaba perfectamente, y empezaron a producirse ciertos problemas en algunos países asiáticos; que nuestras autoridades respondieron en forma rápida y sabia ante cada uno de los nuevos obstáculos. Se ha dicho que no era posible prever el agravamiento de la crisis. Era perfectamente analizable y previsible. El “Financial Time” -periódico que le gusta citar al señor Ministro-, en diciembre ya aludía al agravimiento de la crisis por efecto de la del Japón. En el propio Congreso, en la Comisión de Hacienda, en enero, el decano de la facultad de Economía de la Universidad Católica, Francisco Rosende, ya analizaba los problemas que íbamos a tener por Japón, por la tasa de interés y, en general, por nuestro presupuesto, cosa que complementaban la entonces Diputada señora Matthei y el Diputado señor Longueira. Incluso, se les calificaba, como dijo el Diputado señor Andrés Palma, de alarmistas. Hoy, varios meses después, podemos colegir que fueron extraordinariamente realistas. Es decir, hay una responsabilidad por parte de las autoridades, que no han adoptado las medidas adecuadas. En este momento, están respondiendo en el sentido correcto, pero, como dijo el Diputado señor Pablo Galilea, en forma tardía e insuficiente. Por eso, el mercado no ha reaccionado adecuadamente. El Ministro de Hacienda reconoció, en la revista “Qué Pasa”, que el Gobierno no ha estado demasiado ordenado en el manejo de las expectativas en los últimos seis o siete meses. Por tal razón, debemos tener justo temor en la conducción futura. El Ministro de Economía, señor García, sostuvo que podemos llegar al 7 por ciento de cesantía a final de año. Esperamos que las medidas sean las adecuadas y no el preludio para otras muchísimo más graves, que deban adoptar en los próximos meses, como han sugerido no pocos analistas. En una jornada como ésta, en que debemos evaluar el ajuste, el nuevo marco presupuestario, hay tres consideraciones especiales que hacer, y aquí hago un llamado a todos los diputados de regiones, cualquiera sea su bancada. Es muy importante entender que no es posible evaluar estos recortes presupuestarios si no sabemos -por eso exijo al Gobierno un detalle mucho más pormenorizado- lo que significarán en cada región. Hay regiones que sufren realidades gravísimas, como la Primera y parte de la Tercera, Octava, Décima y Duodécima. No es justo que ellas sufran exactamente la misma contracción en la inversión, en el esfuerzo ministerial. Lo mismo sucede en las empresas públicas. Necesitamos saber cuáles son los planes que serán reducidos, cuáles serán las inversiones que no se harán, más allá de la discusión sobre el proceso privatizador. Al menos, debemos saber eso para evaluar los recortes presupuestarios. De lo contrario, en la mía, la Duodécima Región, por ejemplo, a la crisis que vive, se sumará la reducción por el esfuerzo ministerial y de los planes de inversión de una de sus principales empresas, la Enap. Por último, es indispensable que se aclare que el gasto en el programa social va a continuar de manera absolutamente estable. Si se reducen 19 mil millones en educación, 10 mil millones en salud y 13 mil millones en vivienda, se está posponiendo la respuesta a los problemas sociales, de salud, de educación y de vivienda, y no se están adoptando las medidas necesarias para el menor gasto en burocracia, en asuntos superfluos de carácter administrativo. Por eso, recapitulo. Todos los diputados, en especial los de regiones, para evaluar adecuadamente estas medidas, debemos exigir un detalle pormenorizado de qué significará, en cada una de las trece regiones, el recorte presupuestario de cada ministerio y la menor inversión de las empresas públicas. He dicho. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Tiene la palabra el Diputado señor Julio Dittborn, por dos minutos. El señor DITTBORN.- Señor Presidente, sólo quiero hacer un comentario que dejé pendiente en mi intervención inicial. Quiero aprovechar la metáfora del presidente del Banco Central, respecto de que la familia chilena está gastando más que su ingreso y que es necesario ajustar la diferencia, para hacer notar que, a mi juicio, la actitud del Gobierno sobre el gasto privado, el más importante de la economía -se dice que es de alrededor del 80 por ciento del total-, ha sido confusa y contradictoria. Por un lado, se han llevado las tasas de interés a niveles francamente absurdos en los últimos días y, junto con ello, se han dado señales contradictorias, y en este sentido quiero rebatir a mi colega Andrés Palma. El aumento de los salarios mínimos, que aprobó el Congreso hace algunos meses, fue duramente criticado por economistas muy serios, pues si se utilizara parcialmente en las negociaciones del ámbito privado o como referencia en la negociación pública, la política salarial sería absolutamente incompatible con la restricción del gasto privado que el Gobierno desea. Ese incremento constituyó, a mi juicio, un tremendo error, y ojalá que en el futuro las negociaciones privadas y públicas no lo apliquen. Discrepo de mi amigo Andrés Palma, en el sentido de que el aumento del salario mínimo beneficiará a los sectores más pobres. Creo, realmente, que puede contribuir al desempleo en un período de mayor restricción, en el futuro, especialmente de los jóvenes, donde la tasa en esta materia casi duplica el promedio nacional. Para concluir, el Gobierno debe ser consistente en su actitud respecto del gasto privado y evitar medidas que inducen a confusión a los mercados. He dicho. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Cerrado el debate. Tiene la palabra el señor Ministro de Hacienda. El señor ANINAT (Ministro de Hacienda).- Señor Presidente, ha habido un conjunto variado, contributivo y oportuno de intervenciones, de las cuales hemos tomado nota. En general, ellas reflejan una comprensión y un apoyo relativo -podríamos llamarlo así- al paquete de medidas que han estado tomando el Gobierno y el Banco Central. No he escuchado voz contraria a la dirección, combinación y tipo de medidas que se han adoptado, lo cual es gratificante, porque demuestra cierta unidad de visión nacional, que quiero destacar, ante los problemas que provienen del exterior y de la crisis asiática. En primer lugar, me haré cargo de una pregunta específica formulada por el Diputado señor Vilches, referente a cortes anunciados para la minería del aparato estatal. De acuerdo con los antecedentes que he recibido, hay presupuestado un pequeño recorte a la Enami, en total, de 231 millones de pesos, es decir, menos de 500 mil dólares al valor de hoy, y no de un millón y medio de dólares, como se mencionó. Una vez complementada la información, la haré llegar por escrito al señor diputado. En segundo lugar, quiero abordar aspectos que se refieren a la salud y al gasto social, mencionados casi sin excepción por diputados de las distintas bancadas. Al respecto, reitero lo que ha explicado al país, en sucesivas intervenciones, a veces no muy publicadas, mi colega el Ministro Alex Figueroa. Claramente, en el proceso de diseño del ajuste del sector salud, se tuvieron en consideración, que calificaría de cuidadosa, más que de especial, las proyecciones y posiciones de los técnicos de la Dirección de Presupuestos. Fue el último recorte, que se ajustó y concordó antes del mediodía del martes. Además, hay programas que no sufrirán variación alguna. Aprovecho este foro para enfatizar, dada la desinformación que cierta prensa ha estado generando, que no tendrá variación la atención primaria de salud ni van a sufrir impacto los servicios de urgencia ni los servicios especiales de adulto mayor. Tampoco se verán afectados los nuevos programas para enfermedades complejas ni los programas de campaña de invierno, especialmente críticos en esta época. Además, el Gobierno ha garantizado en el Presupuesto la provisión de insumos y medicamentos, tal como estaba programado, y la dotación de personal necesaria en los hospitales. ¿Dónde ha habido recortes? En parte del programa de inversiones en infraestructura y en un aspecto específico de los gastos administrativos del ministerio. Quiero adherir a lo manifestado por varios diputados de distintas bancadas: que en el momento oportuno la Cámara debata a fondo el tema de la salud pública y privada. Creemos que el tema amerita un debate más profundo, y el Gobierno está dispuesto a concurrir a él en la oportunidad que se estime necesaria. Precisamente, dentro de los 40 programas de evaluación del sector salud que el Parlamento incluyó como requisitos para la aprobación del Presupuesto de la Nación para 1998, hay varios proyectos relativos al sector salud -salud pública y Ministerio de Salud-, información que estará disponible en los próximos meses. Estamos conscientes del costo que significa para algunos sectores este recorte en salud, que representa menos del uno por ciento de todo el presupuesto del Ministerio de Salud. Sin embargo, con todo lo doloroso que resulta tal recorte, debe ser analizado desde una perspectiva histórica. Si observamos la cifra aprobada por el Congreso Nacional para el gasto público total consolidado en salud, ella era, para el período 1989-1990, en moneda actual, 430.000 millones de pesos; hoy, con el Presupuesto vigente, estamos hablando de 914.000 millones de pesos; casi un billón de pesos. De manera que esto hay que ponerlo en la perspectiva de un sector que, año tras año, ha sido beneficiado con consistentes incrementos de su presupuesto. Pero quiero dar una última información. No desconozco el hecho de que el recorte de 9.000 millones de pesos representa un alto costo para el sector y origina algunas situaciones complejas; soy el primero en dar testimonio de ello, y ya expliqué por qué era necesario y coherente. Sin embargo, de nuevo quiero poner esto en perspectiva. Después de este recorte del sector salud -priori-tario para el país- y de los efectuados en enero y abril a todo el sector público, si comparamos el presupuesto vigente de dicho sector con el ejercicio efectivo de 1997, comprobaremos que está teniendo una expansión neta, en moneda real, de 44.000 millones de pesos. Es decir, podríamos hablar con propiedad de menor crecimiento, pero jamás de un recorte absoluto y efectivo. Asimismo, respecto de los esfuerzos de focalización y complementación y de trabajo conjunto por mejorar la eficacia del sector, al Gobierno le parecen oportunos y relevantes. Por último, quiero dar mi opinión respecto del futuro mediato. En la medida en que las condiciones externas, la situación del precio del cobre y lo que hemos analizado aquí con el presidente del Banco Central experimenten cambios y originen una situación distinta de la coyuntura compleja y problemática que se ha examinado -no hablo de crisis, sino de problemas-, en esa misma medida el Gobierno se comprometerá, en la primera oportunidad, a llevar a cabo una repriorización de los recortes a ese sector. He dicho. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Tiene la palabra el señor Carlos Massad. El señor MASSAD (Presidente del Banco Central).- Señor Presidente, en primer lugar, agradezco a la honorable Cámara de Diputados la oportunidad de participar en este debate. En general, hemos escuchado opiniones favorables a las políticas del Banco Central, y algunos comentarios y sugerencias que hemos tomado muy en serio. Nos interesa enormemente mantener un contacto con la Cámara en materia de políticas económicas -en particular en lo monetario-, que corresponden al Banco Central. Al mismo tiempo, intentaré dar una respuesta a dos preguntas formuladas en el curso del debate. La primera de ellas es por qué no se eliminó totalmente el encaje. El encaje se estableció a comienzos de la década de los 90 como forma de evitar la llegada al país de capitales especulativos. Desde ese punto de vista, tuvo enorme éxito. De hecho, en la actualidad, la deuda de corto plazo del país es del orden de los 1.000 millones de dólares. Comparada con una deuda total de aproximadamente 27.000 millones de dólares, no tiene importancia alguna, al contrario de lo que ocurre en la mayor parte -diría en todos- de los países latinoamericanos. Este instrumento ha sido extremadamente útil para nosotros, y la situación de reservas del Banco Central y de solidez de nuestra economía frente a esta crisis se debe, en parte, a que existió el encaje. Sin embargo, en este momento ya no se justifica el 30 por ciento, porque los costos de pedir prestado al exterior han subido lo suficiente como para permitirnos reducirlo, y lo usamos de modo pragmático: cuando necesita reducción, lo reducimos, cosa que hemos hecho en el último tiempo. La segunda pregunta es si sin crisis asiática necesitábamos ajuste. Es probable que no lo hubiéramos necesitado o, al menos, no en la misma medida. Es muy probable que parte importante del aumento de gastos de la economía se haya debido a la forma anticipada en que actuó mucha gente respecto de las consecuencias de esa crisis en el país. De modo que cuando se actuó, se hizo en función de ese fuerte crecimiento, que iba unido a una caída en los ingresos del país. La suma de las dos cosas hizo que la tasa de interés llegara al 8,5 por ciento y que también fuera necesario recurrir a recortes directos del gasto fiscal para enfrentar la situación. Por último, quiero recoger un tema que se mencionó en varias intervenciones y cuyo planteamiento agradezco especialmente por ser de enorme importancia para el conjunto del país. No sobredimensionemos la gravedad de nuestros problemas porque, en la medida en que lo hacemos, estamos entregando a todos los agentes de la economía una señal que desmoraliza y que puede tender a justificarse y a autorreproducirse en la realidad. En la medida en que, con las legítimas diferencias de opinión que puedan existir sobre el manejo de la política económica, se pueda acotar la gravedad de los problemas que enfrentamos -realmente muy acotada-, le hacemos un enorme servicio al país. Recojo las observaciones de los diversos señores diputados y hago un llamado a que, en conjunto, las hagamos nuestras, a fin de transmitirle al país, con las legítimas diferencias de opinión que existieren, una sensación de confianza hacia el futuro, cualesquiera que sean las circunstancias políticas que enfrentemos en los próximos meses. Muchas gracias, señor Presidente. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Tiene la palabra el Ministro de Hacienda. El señor ANINAT (Ministro de Hacienda).- Señor Presidente, antes de que finalice la sesión, quiero agradecer la oportunidad que se me dio de participar en esta sesión de análisis, y de explicar -como lo afirmó el Presidente del Banco Central-, en forma didáctica, el porqué, la oportunidad y el contenido de las medidas adoptadas y el horizonte que tiene la marcha económica del país. Por su intermedio, agradezco a los señores diputados, y antes de retirarme quiero valorar, como representante del Poder Ejecutivo, el esfuerzo que la Cámara de Diputados está dando como señal en este proceso de ajuste, toda vez que su Comisión de Régimen Interno ha acordado revisar y ajustar una parte de los gastos de operación o variables de la Corporación. Gracias, señor Presidente. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Corresponde votar los proyectos de acuerdo presentados. El señor Prosecretario dará lectura al primero de ellos. El señor ZÚÑIGA (Prosecretario).- Proyecto de acuerdo Nº 87, de los Diputados señores Gutenberg Martínez, Orpis, José Antonio Galilea, Víctor Pérez, Krauss y Hales: “Considerando:1. Que los efectos de la crisis asiática han tenido efectos negativos sobre nuestros términos de intercambio y, por lo tanto, sobre nuestra economía.2. Que tal situación ha llevado al Gobierno a plantear una reducción del gasto fiscal, como una forma de colaborar con el ajuste de nuestra economía.3. Que tal reducción se ha realizado en los distintos Ministerios, incluso en aquellos de enorme repercusión social, como los de Educación, de Salud y de Vivienda.4. Que el Congreso Nacional no puede mantenerse al margen de esta realidad y, por lo tanto, debe colaborar en la reducción del gasto fiscal. La Cámara de Diputados acuerda: Ratificar el acuerdo de la Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento para rebajar el presupuesto de la Cámara de Diputados a lo menos en un 3%”. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- En votación. Si le parece a la Sala, se aprobará por unanimidad. Varios señores DIPUTADOS.- ¡Vota-ción! El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- No hay acuerdo. En votación. -Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 77 votos; por la negativa, 0 voto. Hubo 1 abstención. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Aprobado. -Votaron por la afirmativa los siguientes señores Diputados: Alessandri, Alvarado, Álvarez, Arratia, Ascencio, Ávila, Bertolino, Bustos (don Manuel), Caraball (doña Eliana), Cardemil, Ceroni, Coloma, Cornejo (don Patricio), Cornejo (don Aldo), Correa, Delmastro, Dittborn, Galilea (don Pablo), Galilea (don José Antonio), García (don José), Gutiérrez, Guzmán (doña Pía), Hales, Ibáñez, Jaramillo, Jarpa, Jeame Barrueto, Jiménez, Jocelyn-Holt, Krauss, Kuschel, Leal, Leay, León, Letelier (don Juan Pablo), Martínez (don Rosauro), Martínez (don Gutenberg), Melero, Molina, Monge, Montes, Moreira, Mulet, Muñoz (don Pedro), Naranjo, Núñez, Ojeda, Olivares, Orpis, Ortiz, Palma (don Osvaldo), Palma (don Joaquín), Pareto, Paya, Pérez (don Víctor), Pollarolo (doña Fanny), Prokurica, Recondo, Reyes, Rincón, Riveros, Rojas, Saa (doña María Antonieta), Salas, Sciaraffia (doña Antonella), Seguel, Soto (doña Laura), Urrutia, Valenzuela, Vargas, Vega, Velasco, Venegas, Vilches, Villouta, Walker (don Ignacio) y Walker (don Patricio). -Se abstuvo el Diputado señor Fossa. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- El señor Prosecretario dará lectura al siguiente proyecto de acuerdo. El señor ZÚÑIGA (Prosecretario).- Proyecto de acuerdo Nº 88, de los Diputados señor Naranjo, señora Fanny Pollarolo, señores Ascencio, Arratia, señora María Angélica Cristi, señores Melero, Osvaldo Palma, José Pérez, Ceroni y Patricio Cornejo: “Proyecto de acuerdo:1. Que el Gobierno, debido a la crisis asiática, ha decidido implementar un recorte presupuestario, con el fin de disminuir el gasto fiscal.2. Que dentro de este recorte se decidió la disminución de 9.016 millones de pesos del presupuesto del Ministerio de Salud.3. Que dicha medida, si bien es cierto que se aplicará en proyectos de obras civiles y de inversión, afectará a un número importante de personas que no podrán ver mejoradas sus prestaciones, situación que atenta contra su derecho constitucional a la salud.4. Que la mayoría de los hospitales y centros de salud que se verán afectados por el recorte del presupuesto de salud, se encuentran en pésimas condiciones, haciéndose urgente su reconstrucción o reposición.5. Que ninguna persona puede desconocer que, a pesar de que cada año los gobiernos de la Concertación han aumentando el presupuesto en salud, una grave crisis afecta al sistema de salud público, el cual se encuentra virtualmente colapsado.6. Que si bien es cierto que es necesario realizar un ajuste del gasto fiscal, este recorte no puede realizarse sobre situaciones que directa o indirectamente afectan a la salud de las personas.7. Que es posible postergar la construcción de un puente o un camino, la compra de armas y reducir los gastos en viáticos y horas extras, pero no es posible señalarles a miles de personas que deberán esperar para tener un mejor acceso a la salud. Por lo motivos anteriormente expuestos, la honorable Cámara de Diputados aprueba el siguiente proyecto de acuerdo:1. Que, entendiendo las medidas que el Gobierno ha tomado, manifiesta su preocupación y su más enérgico rechazo a la decisión del Ejecutivo de proceder a recortar el presupuesto de Salud en 9.016 millones de pesos.2. Solicitar a su Excelencia el Presidente de la República, don Eduardo Frei Ruiz-Tagle, que revoque esta medida, e instruya al Ministro de Hacienda, señor Eduardo Aninat, para que busque la forma de recortar de otros ítemes la suma asignada al Ministerio de Salud, dejando de esa forma dicha cartera al margen de los recortes presupuestarios”. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- En votación. -Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 60 votos; por la negativa, 3 votos. Hubo 4 abstenciones. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Aprobado. -Votaron por la afirmativa los siguientes señores Diputados: Alessandri, Alvarado, Álvarez, Arratia, Ascencio, Ávila, Bertolino, Bustos (don Manuel), Caraball (doña Eliana), Cardemil, Ceroni, Coloma, Cornejo (don Patricio), Correa, Cristi (doña María Angélica), Delmastro, Dittborn, Espina, Fossa, Gutiérrez, Guzmán (doña Pía), Hales, Jaramillo, Jarpa, Jeame Barrueto, Krauss, Leal, Leay, León, Letelier (don Juan Pablo), Melero, Molina, Monge, Montes, Moreira, Mulet, Muñoz (don Pedro), Naranjo, Núñez, Ojeda, Olivares, Orpis, Ortiz, Palma (don Osvaldo), Paya, Pérez (don Víctor), Pollarolo (doña Fanny), Prokurica, Recondo, Rojas, Saa (doña María Antonieta), Soto (doña Laura), Tuma, Urrutia, Valenzuela, Vargas, Vega, Velasco, Venegas y Vilches. -Votaron por la negativa los siguientes señores Diputados: Ibáñez, Martínez (don Gutenberg) y Palma (don Joaquín). -Se abstuvieron los Diputados señores: Kuschel, Villouta, Walker (don Ignacio) y Walker (don Patricio). El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- El señor Prosecretario dará lectura al siguiente proyecto de acuerdo. El señor ZÚÑIGA (Prosecretario).- Proyecto de acuerdo Nº 89, de los Diputados señores Gutenberg Martínez, Orpis, Naranjo, Ceroni, Montes, Espina, León, Moreira y Andrés Palma: “Considerando:1º El panorama económico mundial, la denominada crisis asiática y la necesidad de ajustar el gasto fiscal.2º Las medidas adoptadas por el Gobierno y la Cámara de Diputados, que han significado restricciones importantes a sus presupuestos.3º La necesidad de que estos ahorros se efectúen en todos los sectores del Estado. Se acuerda: Proponer a las Municipalidades que efectúan un aporte adicional al Fondo Común Municipal, a saber las I. Municipalidades de Las Condes, Providencia, Santiago y Vitacura, que reduzcan sus presupuestos en la medida de lo posible, a fin de colaborar con el indispensable ajuste del presupuesto fiscal”. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- En votación. -Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 60 votos; por la negativa, 4 votos. Hubo 6 abstenciones. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Aprobado. -Votaron por la afirmativa los siguientes señores Diputados: Arratia, Ascencio, Ávila, Bertolino, Bustos (don Manuel), Caraball (doña Eliana), Ceroni, Cornejo (don Patricio), Cornejo (don Aldo), Delmastro, Espina, Gutiérrez, Guzmán (doña Pía), Hales, Jaramillo, Jarpa, Jeame Barrueto, Jiménez, Jocelyn-Holt, Krauss, Leal, Leay, León, Letelier (don Juan Pablo), Martínez (don Gutenberg), Montes, Mora, Moreira, Mulet, Muñoz (don Pedro), Naranjo, Núñez, Ojeda, Olivares, Orpis, Ortiz, Palma (don Osvaldo), Palma (don Joaquín), Pareto, Pérez (don Víctor), Pollarolo (doña Fanny), Prokurica, Recondo, Reyes, Rincón, Riveros, Saa (doña María Antonieta), Salas, Sciaraffia (doña Antonella), Seguel, Soto (doña Laura), Tuma, Urrutia, Valenzuela, Vargas, Velasco, Vilches, Villouta, Walker (don Ignacio) y Walker (don Patricio). -Votaron por la negativa los siguientes señores Diputados: Correa, Dittborn, Fossa y Vega. -Se abstuvieron los Diputados señores: Alvarado, Álvarez, Ibáñez, Kuschel, Molina y Monge. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- El señor Prosecretario dará lectura al siguiente proyecto de acuerdo. El señor ZÚÑIGA (Prosecretario).- Proyecto de acuerdo Nº 90, de los Diputados señores Arratia, Pareto, Jarpa, Núñez, Olivares, León, Krauss, Villouta, Osvaldo Palma y Patricio Walker: “Considerando que: El problema es impuesto por condiciones externas, secundarias a la crisis asiática y, por lo tanto, no es responsabilidad ni de los productores exportadores chilenos ni menos del Gobierno. En los últimos ocho años se ha multiplicado en un 150% el gasto en salud. Tan sólo en el último año, esta inversión se incrementó en un 6% real. Aun así, es totalmente insuficiente, ya que los países desarrollados, como modelo, gastan valores próximos al 11% del PGB en salud, contra un 5,0% que hacemos en Chile. A pesar de esto, en Estados Unidos existen cuarenta millones de personas sin acceso a la Salud (16%). Por problemas distintos, pero que inciden gravemente en la Salud, como es la contaminación, el período estacional, todo lo cual implica cuadros graves, en especial respiratorios, que afectan especialmente a los niños. Que tenemos fallas graves en la atención primaria de salud, heredadas de un Sistema Municipalizado que no tiene experiencia, recursos ni incentivos para favorecer un sistema eficiente de atención, y que esto afecta gravemente a las comunas pobres, rurales y pequeñas. La falta de compromiso del sector privado de Salud (Isapres) en la atención de los problemas de urgencia y enfermedades catastróficas, los cuales son asumidos en un 100% por el sector público. Por lo anterior, solicitamos modificaciones y proponemos soluciones, tales como:1. Que se agoten todos los esfuerzos para que no se posterguen, como consecuencia de los recortes presupuestarios que se plantean, la atención de urgencia, la atención de consultorios externos, la atención de enfermedades catastróficas ni las atenciones o prestaciones que actualmente los servicios de salud, directa o indirectamente, hacen a la comunidad.2. Redistribuir el recorte fiscal de tal forma que sean otros Ministerios, en cuyos ítemes no se pone en riesgo la salud, los que afronten el mayor sacrificio, con la sola excepción del Ministerio de Salud.3. Reducir el Presupuesto del Congreso Nacional en igual porcentaje que el promedio de todos los ministerios, como un gesto claro de compromiso.4. Solicitar a los gremios de la salud igual decisión, en el sentido de no impulsar nuevas demandas en materia de remuneraciones, para ser coherentes con este espíritu de asumir entre todos el ajuste económico, hasta que se solucione el problema en cuestión.5. Solicitar que el sistema privado de salud (Isapres y otros) asuma su rol en la atención de los Servicios de Urgencia y Enfermedades Catastróficas.6. No discutimos la necesidad del recorte presupuestario, sino su distribución y búsqueda de alternativas”. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- En votación. -Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 36 votos; por la negativa, 11 votos. Hubo 8 abstenciones. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Aprobado. -Votaron por la afirmativa los siguientes señores Diputados: Alessandri, Arratia, Ávila, Bustos (don Manuel), Caraball (doña Eliana), Cornejo (don Patricio), Cornejo (don Aldo), Gutiérrez, Jaramillo, Jarpa, Jiménez, Krauss, León, Letelier (don Juan Pablo), Martínez (don Rosauro), Mora, Naranjo, Núñez, Ojeda, Olivares, Ortiz, Palma (don Osvaldo), Pareto, Prokurica, Reyes, Rincón, Riveros, Salas, Sciaraffia (doña Antonella), Soto (doña Laura), Urrutia, Vega, Velasco, Vilches, Villouta y Walker (don Patricio). -Votaron por la negativa los siguientes señores Diputados: Álvarez, Coloma, Correa, Dittborn, Fossa, Ibáñez, Leal, Leay, Molina, Orpis y Pérez (don Víctor). -Se abstuvieron los Diputados señores: Cristi (doña María Angélica), Delmastro, Galilea (don Pablo), Guzmán (doña Pía), Hales, Melero, Monge y Walker (don Patricio). El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- El señor Prosecretario dará lectura al siguiente proyecto de acuerdo. El señor ZÚÑIGA (Prosecretario).- Proyecto de acuerdo Nº 91, de los señores Dittborn, Alvarado, Pérez Varela, Leay, Álvarez, García Ruminot, Recondo, Ibáñez, Paya y Galilea, don José Antonio. “Introducción: La crisis asiática que hoy afecta al mundo, está afectando de manera importante a Chile, ya que son los países asiáticos los que contribuyen a la demanda por nuestros productos de exportación. En efecto, en nuestro país se están notando los efectos de dicha crisis, afectando a importantes sectores productivos, como es el ámbito forestal y el sector de la minería, entre otros. Recordemos que ambos sectores constituyen importantes fuentes generadoras de empleo y al mismo tiempo son fuente de entrada de divisas a nuestro país por las exportaciones que en ambos campos realiza Chile. Además, otro sector que se ha visto afectado es el sector pesquero, también una importante fuente laboral y de exportaciones, pero este sector, producto del fenómeno de la “Corriente de El Niño”, se ha visto afectado en menor medida que los anteriores, aunque en un futuro cercano también sufrirá el rigor de la crisis. Por otra parte, las variables que reflejan de manera más notoria el menor dinamismo de la economía mundial es la considerable baja que ha experimentado el precio del cobre. Todo lo anterior se ha visto reflejado en un aumento del déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos, a un 6,5% o 7,0% del Producto Interno Bruto. Por éstas y las razones expuestas en la presente sesión, consideramos un deber suscribir un proyecto de acuerdo, con el objeto de llamar la atención a las autoridades políticas y económicas del país, en relación con las medidas adoptadas hasta el momento y las que en el futuro se deban adoptar para disminuir los efectos de la crisis asiática en nuestro país. El proyecto de acuerdo es del siguiente tenor: Considerando:1. Que nuestro país está sufriendo los rigores de la crisis asiática, los que aumentarán a futuro de no adoptarse las medidas adecuadas.2. Que los efectos de la crisis afectarán no sólo a sectores financieros, sino que, por el contrario, quienes sufrirán estos efectos serán los que dependen solamente de su fuente laboral y sus familias, como es el caso de los trabajadores de la construcción, del sector forestal, pesquero y de otras áreas de la economía nacional.3. Que entre las medidas propuestas por el Gobierno, está la de rebajar el gasto público, específicamente a través de una disminución presupuestaria de todos los ministerios, incluidos los que comprenden el área social, en una cifra aproximada a un 0,86% del Producto Interno Bruto. Sin embargo, esta reducción es mucho menor que otros países de la región a los que la crisis asiática, curiosamente, les ha afectado en menor medida que a Chile.4. Que a pesar de disminuir el gasto público afectando la realización de proyectos sociales, se ha privilegiado el gasto fiscal en áreas menos urgentes que en el campo social, como es el caso, entre otros, del proyecto de ley de las primarias legales que significa un gasto fiscal de 5.000 millones de pesos.5. Que además de la disminución del gasto fiscal, se requiere promover una disminución del gasto privado. Sin embargo, las medidas impuestas por el Gobierno no incentivan el ahorro privado, sino que por el contrario muchas de ellas generan un aumento del gasto privado, al mismo tiempo de resultar contradictorias y confusas.6. Que entre las medidas para disminuir el gasto privado se estableció un alza en las tasas de interés; sin embargo, las tasas subieron a niveles altísimos, lo que hace prácticamente imposible el desarrollo de cualquier actividad productiva.7. Por último, la masiva venta de dólares efectuada por el Banco Central para impedir que éste suba, no sólo significa perder reservas internacionales que nuestro país necesita, sino que además constituye una medida que promueve el gasto privado y por consiguiente es contradictoria con el efecto deseado, es decir, la disminución del gasto privado. Por el contrario, un dólar más alto mejoraría la competitividad de nuestros exportadores y de la industria chilena que compite con los productos importados. Por tanto, la honorable Cámara de Diputados ha dado su aprobación al siguiente: Proyecto de acuerdo: Solicitar al Presidente de la República y al Ministro de Hacienda para que en el futuro, las medidas que se adopten para enfrentar la crisis asiática y que impliquen una reducción del gasto fiscal, prioricen una reducción de éste en materia de proyectos políticos y no en los Ministerios sociales. Al mismo tiempo, que aquellas medidas destinadas a rebajar el gasto privado sean claras y vayan efectivamente destinadas a reducir el gasto señalado y no como ha ocurrido recientemente, que muchas medidas del Gobierno han generado efectos confusos y muchas veces distintos a los deseados respecto a su efecto sobre el gasto privado”. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- En votación. -Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 35 votos; por la negativa, 27 votos. Hubo 7 abstenciones. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Aprobado. -Votaron por la afirmativa los siguientes señores Diputados: Alessandri, Alvarado, Álvarez, Bertolino, Cardemil, Coloma, Correa, Cristi (doña María Angélica), Delmastro, Dittborn, Espina, Fossa, Galilea (don Pablo), Galilea (don José Antonio), García (don José), Guzmán (doña Pía), Ibáñez, Jeame Barrueto, Kuschel, Leay, Martínez (don Rosauro), Melero, Molina, Monge, Moreira, Orpis, Palma (don Osvaldo), Paya, Pérez (don Víctor), Prokurica, Recondo, Rojas, Vargas, Vega y Vilches. -Votaron por la negativa los siguientes señores Diputados: Ascencio, Bustos (don Manuel), Caraball (doña Eliana), Cornejo (don Patricio), Cornejo (don Aldo), Gutiérrez, Hales, Jaramillo, Jiménez, Krauss, León, Martínez (don Gutenberg), Núñez, Ojeda, Ortiz, Pareto, Reyes, Rincón, Riveros, Salas, Sciaraffia (doña Antonella), Seguel, Tuma, Velasco, Villouta, Walker (don Ignacio) y Walker (don Patricio). -Se abstuvieron los Diputados señores: Ávila, Ceroni, Mora, Mulet, Olivares, Saa (doña María Antonieta) y Urrutia. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- El señor Prosecretario dará lectura al siguiente proyecto de acuerdo. El señor ZÚÑIGA (Prosecretario).- Proyecto de acuerdo N° 92, de los Diputados señores Urrutia, Jeame Barrueto, Hernández, Jarpa, Ceroni y Venegas. “Considerando lo siguiente:a) Los efectos negativos que se producen en la economía chilena como resultado de la crisis que afecta a las economías asiáticas.b) La necesidad de tomar medidas en Chile para disminuir el gasto nacional dado que nuestros ingresos, vía exportaciones, disminuyen al cerrarse parcialmente los mercados asiáticos, que son uno de los principales compradores de productos chilenos.c) La incertidumbre respecto a la evolución que tendrá la crisis asiática y sus efectos tanto en Asia como Sudamérica, Chile incluido, y en el resto del mundo. Esta Cámara acuerda: Respaldar al supremo Gobierno en su decisión de tomar medidas de adecuación y ajuste del gasto público para evitar que la crisis asiática genere graves daños a la economía de Chile. Solicitar al Gobierno que, a través de todas las autoridades y servicios del Estado, promueva y fomente nuestras exportaciones y la disminución del gasto privado en productos importados prescindibles. Igualmente, solicitar al Supremo Gobierno que el ajuste del gasto público se realice con flexibilidad y equidad social, de manera que sectores especialmente importantes para grupos vulnerables, como Salud y Vivienda, tengan ajustes menores y graduales según la evolución de la crisis”. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- En votación. -Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 27 votos; por la negativa, 1 voto. Hubo 12 abstenciones. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Aprobado. -Votaron por la afirmativa los siguientes señores Diputados: Arratia, Ávila, Bertolino, Caraball (doña Eliana), Cardemil, Ceroni, Cristi (doña María Angélica), Fossa, Gutiérrez, Jeame Barrueto, Jiménez, Martínez (don Gutenberg), Montes, Ojeda, Olivares, Ortiz, Palma (don Osvaldo), Pareto, Reyes, Rincón, Saa (doña María Antonieta), Soto (doña Laura), Tuma, Urrutia, Vargas, Venegas y Vilches.-Votó por la negativa el Diputado señor Vega. -Se abstuvieron los Diputados señores: Alessandri, Alvarado, Álvarez, Delmastro, Dittborn, Hales, Ibáñez, Leay, Melero, Monge, Prokurica y Walker (don Patricio). El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- El señor Prosecretario dará lectura al siguiente proyecto de acuerdo. El señor ZÚÑIGA (Prosecretario).- Proyecto de acuerdo N° 93, de los Diputados señores Vilches y Prokurica. “Proyecto de acuerdo:1) Considerando que el país vive una seria crisis que ha afectado al sector de la pequeña y mediana minería del país.2) Que el Gobierno ha propuesto, con la finalidad de enfrentar los problemas económicos, una rebaja a los recursos destinados a sustentar las tarifas de compras de minerales que la Enami paga a los mineros del país.3) Que por el momento que vive el sector, dicha rebaja terminaría con los pocos productores que aún le entregan a la Enami.4) Que la situación que vive la pequeña y mediana minería ha producido una fuerte cesantía en la 2ª, 3ª y 4ª Regiones. La Cámara acuerda oficiar a su Excelencia el Presidente de la República a fin de que estudie la posibilidad de corregir el recorte acordado por el Ministerio de Hacienda y ratificado por el Directorio de la Empresa Nacional de Minería, manteniendo los recursos originalmente aprobados para sustentar tarifas por 1 y medio millón de dólares para evitar así un colapso total del sector”. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- En votación. -Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 33 votos; por la negativa, 5 votos. Hubo 2 abstenciones. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Aprobado. Se agregarán los votos favorables de los Diputados señores Fossa y Rincón y de la señorita Antonella Sciaraffia, que no registró el sistema electrónico. -Votaron por la afirmativa los siguientes señores Diputados: Alessandri, Alvarado, Álvarez, Ávila, Bertolino, Caraball (doña Eliana), Cardemil, Cristi (doña María Angélica), Espina, Galilea (don Pablo), Gutiérrez, Ibáñez, Jaramillo, Jarpa, Kuschel, Leal, Melero, Molina, Monge, Mora, Ojeda, Orpis, Ortiz, Palma (don Osvaldo), Prokurica, Recondo, Rojas, Tuma, Urrutia, Vargas, Vega, Velasco y Vilches. -Votaron por la negativa los siguientes señores Diputados: Bustos (don Manuel), Martínez (don Gutenberg), Olivares, Saa (doña María Antonieta) y Villouta. -Se abstuvieron los Diputados señores: Ceroni y Walker (don Ignacio). El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- El señor Prosecretario dará lectura al siguiente proyecto de acuerdo. El señor ZÚÑIGA (Prosecretario).- Proyecto de acuerdo Nº 94, de la Diputada señora Cristi, doña María Angélica, y de los Diputados señores Arratia, Melero y Vargas: “Considerando:1. El proceso de ajuste y de recorte presupuestario de un 3% en todos los Ministerios ha afectado por parejo a todos los sectores involucrados, pero muy en especial a los sectores sociales, tales como Salud, Educación, Vivienda y otros.2. El sector Salud requiere importantes y necesarios aportes para resolver la crisis que le afecta y muy en especial la atención de la salud primaria, la atención de las urgencias, la falta de insumos, las listas de espera, la mejoría de las remuneraciones para el recurso humano y el aumento de personal médico en las áreas críticas.3. El hecho de que su Excelencia el Presidente de la República ha manifestado que la agenda social no será afectada por el recorte del presupuesto para el logro del ajuste. Es que solicitamos la aprobación del siguiente proyecto de acuerdo:1. Solicitar a su Excelencia el Presidente de la República rectificar el recorte parejo del 3% a todos los ministerios, de manera tal que los sectores sociales no sean afectados por la medida.2. Que los recursos destinados al sector Salud no sean recortados, pero sí que se concentre la mejor salud en una mayor eficiencia en el uso de los recursos sin que éstos sufran variación.3. Que el Ministerio de Hacienda revise todos los gastos inoficiosos ejecutados por los distintos Ministerios, con el propósito de concentrar en ellos los recortes necesarios y el mejor uso de los recursos y reducción del gasto fiscal”. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- En votación. -Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, no hubo quórum. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- No hay quórum. Se va a repetir la votación. -Repetida la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 29 votos; por la negativa, 7 votos. Hubo 11 abstenciones. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Aprobado. -Votaron por la afirmativa los siguientes señores Diputados: Álvarez, Arratia, Bertolino, Cardemil, Coloma, Cornejo (don Patricio), Cristi (doña María Angélica), Dittborn, Espina, Fossa, Galilea (don Pablo), Gutiérrez, Guzmán (doña Pía), Ibáñez, Jarpa, Melero, Molina, Monge, Moreira, Ojeda, Olivares, Orpis, Prokurica, Riveros, Urrutia, Vargas, Vega, Velasco y Vilches. -Votaron por la negativa los siguientes señores Diputados: Bustos (don Manuel), Martínez (don Gutenberg), Mora, Ortiz, Tuma, Villouta y Walker (don Ignacio). -Se abstuvieron los Diputados señores: Ascencio, Ávila, Ceroni, Leal, León, Letelier (don Juan Pablo), Pareto, Reyes, Rincón, Sciaraffia (doña Antonella) y Seguel. El señor MARTÍNEZ, don Gutenberg (Presidente).- Por haberse cumplido con su objeto, se levanta la sesión. -Se levantó la sesión a las 13.58 horas.JORGE VERDUGO NARANJO,Jefe de la Redacción de Sesiones. VI. DOCUMENTOS DE LA CUENTA1. Oficio del Senado. “Valparaíso, 8 de julio de 1998 Tengo a honra comunicar a vuestra Excelencia, que el Senado ha dado su aprobación al proyecto de ley de esa honorable Cámara que prohíbe a los notarios públicos autorizar contratos de promesa de compraventa de viviendas adquiridas de los Servicios de Vivienda y Urbanización, que no estuvieren pagadas, con la siguiente modificación:Artículo único Lo ha reemplazado por el siguiente: “Artículo único.- Agréganse los siguientes incisos, nuevos, al artículo 29 del decreto ley Nº 1.305, de 1976: “Los notarios públicos no autorizarán las escrituras públicas de compraventa o cesión de derechos relativas a las viviendas sociales a que se refiere el artículo 3º del decreto ley Nº 2552, de 1979, ni las firmas puestas en documentos privados en que se convenga una promesa de compraventa relativa a esas viviendas, y tampoco protocolizarán estos últimos, si el inmueble ha sido asignado o transferido al vendedor, cedente o promitente vendedor por los Servicios Regionales y Metropolitano de Vivienda y Urbanización, y no se inserta en tales instrumentos la autorización del correspondiente Servicio de Vivienda y Urbanización para celebrar dichos contratos. En defecto de esa inserción, se admitirá la declaración jurada de que la vivienda no está afecta a prohibición de enajenar vigente convenida con el respectivo Servicio de Vivienda y Urbanización, que deberá prestar el vendedor, cedente o promitente vendedor ante el mismo notario, luego de que éste le advierta personalmente sobre las penas con que el artículo 210 del Código Penal sanciona el perjurio, hecho del cual quedará constancia al recibirse la misma declaración jurada”.-o- Lo que comunico a vuestra Excelencia en respuesta a su oficio Nº 1.068, de 9 de mayo de 1996. Acompaño la totalidad de los antecedentes. Dios guarde a V.E., (Fdo.): ANDRÉS ZALDÍVAR LARRAÍN, Presidente del Senado; JOSÉ LUIS LAGOS LÓPEZ, Secretario del Senado”.2. Oficio del Senado. “Valparaíso, 8 de julio de 1998. Tengo a honra comunicar a vuestra Excelencia que el Senado ha rechazado el proyecto de ley, aprobado por esa honorable Cámara, que modifica el Código Penal, creando una nueva figura penal que sanciona los procedimientos ilegales o abusivos en cobranza de créditos. Corresponde, en consecuencia, la formación de una Comisión mixta que deberá proponer la forma y el modo de resolver las divergencias suscitadas entre ambas Cámaras, conforme lo establece el artículo 67 de la Constitución Política de la República y, por tanto, la Corporación designó a los honorables Senadores miembros de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, para que concurran a la formación de la aludida Comisión mixta. Lo que comunico a V.E. en respuesta a su oficio Nº 931, de 11 de enero de 1996. Dios guarde a V.E., (Fdo.): ANDRÉS ZALDÍVAR LARRAÍN, Presidente del Senado; JOSÉ LUIS LAGOS LÓPEZ, Secretario del Senado”.3. Oficio del Senado en el cual agrega inciso al artículo 591 del Código Orgánico de Tribunales, estableciendo obligaciones para los funcionarios judiciales y auxiliares de la administración de justicia que intervengan en procesos en que una de las partes goza del privilegio de pobreza. (boletín Nº 2047-07)(S) Con motivo de la moción, informe y antecedentes que tengo a honra pasar a manos de vuestra Excelencia, el Senado ha dado su aprobación al siguientePROYECTO DE LEY: “Artículo único.- Agréganse, en el inciso segundo del artículo 591 del Código Orgánico de Tribunales, las siguientes oraciones: “Estas personas deberán evacuar las diligencias que se les encomienden dentro del plazo legal que exista al efecto, y, de no haberlo, dentro de quince días, contados desde la notificación de la resolución que las ordenó. El atraso injustificado constituirá una falta que será sancionada por el tribunal que conozca de la causa, o en su caso por la Corte de Apelaciones respectiva, de conformidad a lo dispuesto en el párrafo 1 del Título XVI de este Código.”.”.-o- Dios guarde a V.E., (Fdo.): ANDRÉS ZALDÍVAR LARRAÍN, Presidente del Senado; JOSÉ LUIS LAGOS LÓPEZ, Secretario del Senado”.Moción del honorable Senador señor Mc-Intyre, con la que inicia un proyecto de ley que agrega inciso al artículo 591 del Código Orgánico de Tribunales, estableciendo obligaciones para los funcionarios judiciales y auxiliares de la administración de justicia que intervengan en procesos en que una de las partes goza del privilegio de pobreza.Honorable Senado: Nuestra legislación, en estricto apego al mandato contenido en el artículo 19 Nº 3 de nuestra Carta Fundamental, ha establecido la asistencia judicial gratuita para quienes gocen del privilegio de pobreza. En ese contexto, el artículo 591 del Código Orgánico de Tribunales establece que los litigantes pobres tienen derecho a ser “gratuitamente servidos por los funcionarios del orden judicial, y por los abogados, procuradores y oficiales subalternos designados para prestar servicios”. Sin embargo, la ley no les ha señalado a esas personas y funcionarios un plazo dentro del cual deban cumplir con las diligencias que se les encomiendan. Esta última circunstancia ocasiona importantes atrasos en los procesos en que litigan, especialmente como demandantes, personas beneficiadas por el privilegio de pobreza. Por ejemplo, entre las complicaciones que se derivan del retardo injustificado en notificar una demanda, se cuentan, a lo menos, el posible cambio de domicilio del demandado e, incluso, la prescripción extintiva de la acción. La inexistencia de un plazo perentorio para que se evacuen las diligencias encomendadas al amparo del inciso 2º del artículo 591 del Código Orgánico de Tribunales genera un efecto secundario e indeseado. Este efecto consiste en la postergación del cumplimiento de las actuaciones gratuitas, en favor de las que sí reportan un beneficio patrimonial para la persona obligada. Todo lo anterior hace muy recomendable imponer plazos perentorios para que se lleven a efecto las diligencias encargadas por los litigantes pobres, plazo que estimo prudente fijarlo en quince días corridos. Ahora bien, ese plazo debería disminuirse o aumentarse tratándose de diligencias para las cuales la ley ha fijado un plazo menor o mayor para su cumplimiento. Por ejemplo, si la ley establece que la contestación de una demanda debe hacerse dentro del plazo de veinte días, se entiende que el plazo general de quince días se aumenta, como máximo, a veinte días. Por el contrario, si la ley fija un plazo menor para evacuar determinado trámite, el lapso se reduce a lo que falte para completar dicho plazo. Para velar por el expedito cumplimiento de las obligaciones que impone la ley procesal en favor de los litigantes pobres, se propone obligar al juez de la causa a dar cuenta, a la Corte de Apelaciones respectiva, para que ésta ejerza sobre quien corresponda la jurisdicción disciplinaria que le reserva la ley. Cabe señalar que la frase “atraso injustificado” persigue, precisamente, dar cabida a la exculpación del funcionario obligado a realizar las actuaciones gratuitas, cuando ha retardado su cumplimiento por causa justificada. Entre estas causas justificantes podría encontrarse la fuerza mayor o la tardanza con que le es encomendada la diligencia en relación a los plazos que la ley ha fijado para su cumplimiento. En mérito de lo expuesto, someto a consideración de este honorable Senado, el siguientePROYECTO DE LEY: Artículo único.- Agrégase, al artículo 591 del Código Orgánico de Tribunales, los siguientes incisos finales: “Las diligencias que se encomienden a los funcionarios señalados en el inciso 2º precedente, deberán evacuarse dentro del plazo de quince días corridos, contados desde la fecha en que solicitaron. Este plazo se aumentará o disminuirá, según los casos, tratándose de diligencias a las cuales la ley señala un plazo especial para su realización. El atraso injustificado en el cumplimiento de estas obligaciones será sancionado en conformidad a lo dispuesto en el inciso 2º del artículo 539. Es obligación del juez de la causa dar cuenta a la Corte de Apelaciones respectiva sobre el incumplimiento de las obligaciones impuestas a las personas señaladas en el inciso 2º del presente artículo.”.4. Informe de la Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento recaído en el proyecto de acuerdo que modifica el reglamento interior de la Cámara de Diputados, en el sentido de crear una Comisión de Cultura y Ciencia. (boletín Nº 2134-16)“Honorable Cámara: La Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento pasa a informar el proyecto iniciado en moción de las Diputadas señoras Isabel Allende Bussi, María Antonieta Saa Díaz, de la ex Diputada señora Mariana Aylwin Oyarzún, de los Diputados señores Alberto Cardemil Herrera e Ignacio Walker Prieto y de los ex Diputados señores Andrés Chadwick Piñera, José Antonio Viera-Gallo Quesney, que tiene por finalidad crear la Comisión de Cultura y Ciencia.I. CONCEPTOS GENERALES. Con el objeto de poder tomar conocimiento y despachar los asuntos legislativos que son sometidos a consideración de la Cámara de Diputados, ésta cuenta con Comisiones permanentes consultadas en el artículo 213, entre las cuales se encuentra, en el número 4, la de Educación, Cultura, Deportes y Recreación y, en el número 17, la de Ciencias y Tecnología. Estas Comisiones tienen competencia para conocer y discutir los proyectos sobre esas materias que son sometidas mediante mociones o mensajes a la consideración de la Corporación.II. FUNDAMENTOS DEL PROYECTO. Los autores consideran que la cultura debe tener un lugar prioritario en el quehacer de la Cámara de Diputados, dentro del proceso de globalización y la necesidad de afianzar aquellos factores que se relacionan con nuestra identidad como pueblo y nación, implementando políticas públicas que fomenten el desarrollo y preservación de la cultura. Actualmente la carga legislativa que pesa sobre la Comisión de Educación, Cultura, Deportes y Recreación y la importancia que tienen las materias relativas a la educación y que, en el último tiempo, han cobrado una mayor vigencia, ha traído como consecuencia que dentro del ámbito y competencia de la Comisión, los asuntos culturales no alcancen la prioridad que merecen y necesitan, por lo que se hace necesario crear una Comisión en la cual se le dé atención preferente a este tema, sobre todo porque entre la cultura y la ciencia existe un terreno común, como se puede considerar la mirada universal a los desafíos del hombre. Por estas razones los autores vienen en proponer una modificación al Reglamento interior de la Corporación, en el sentido de suprimir en el artículo 212, número 4, la expresión “cultura” dentro del ámbito de la Comisión de Educación, Cultura, Deportes y Recreación e incorporar este término en el número 17, con lo que la actual Comisión de Ciencias y Tecnología, pasaría a llamarse Comisión de Cultura y Ciencias.III. CONTENIDOS DEL PROYECTO APROBADO POR LA COMISIÓN. El señor Presidente, con el objeto de contar con mayores elementos de análisis para la discusión de la moción sometida a la consideración de la Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento, solicitó informe sobre esta iniciativa a la Comisión de Educación, Cultura, Deportes y Recreación y a la Comisión de Ciencias y Tecnología, informes que fueron evacuados con fecha 30 de junio y en el cual la Comisión de Educación, Cultura, Deportes y Recreación solicitó el rechazo de esta moción y la Comisión de Ciencias y Tecnología lo hizo con fecha 17 de junio, en el cual expresaron opiniones divididas, en el sentido de que algunos fueron partidarios de incorporar el término “cultura” a la denominación de la Comisión, quedando esta como Cultura, Ciencias y Tecnología y otro sector de señores diputados se expresó en contra, dado que las materias de cultura tienen más afinidad con educación y se pronunció por la idea de propiciar que en el futuro la Corporación cree una Comisión permanente relativa a la cultura, dada su importancia y características propias de su quehacer. Con los antecedentes antes mencionados, la Comisión se abocó al estudio y análisis de la moción y hubo opiniones, en el sentido de que la moción iba en el sentido correcto y que la argumentación que la sustenta es valedera, especialmente por el hecho de que la Comisión de Educación, Cultura Deportes y Recreación tiene una carga de trabajo que amerita que haya una Comisión que se aboque a este tema. El debate se centró en los aspectos anteriormente reseñados, principalmente sobre la conveniencia de radicar el tema de la cultura en una u otra de las Comisiones señaladas. Finalmente, sometida a votación la iniciativa fue aprobada en general y particular por unanimidad.IV. TEXTO DEL PROYECTO APROBADO POR LA COMISIÓN. En base a los antecedentes proporcionados y a lo que, en su oportunidad, dará a conocer el señor diputado informante, la Comisión de Régimen Interno, Administración y Reglamento propone la aprobación del siguiente proyecto:“PROYECTO DE ACUERDO Artículo único.- Modifícase el artículo 213 del Reglamento Interior de la Cámara de Diputados en los siguientes términos:a) En el número 4, suprímese la palabra “Cultura” y la coma que la antecede (,).b) En su número 17, intercálase antes de la palabra “Ciencias” la expresión “Cultura,”.”. Se designó como Diputado informante al señor Alfonso Vargas Lyng. Sala de la Comisión, a 1 de julio de 1998. Acordado en sesión de igual fecha, con asistencia de los señores Martínez (Presidente), Ceroni, Pareto, Paya, señora Prochelle, doña Marina; señora Saa, doña María Antonieta; Salas y Vargas. (Fdo.): ALFONSO ZÚÑIGA OPAZO, Prosecretario de la Cámara de Diputados”.5. Moción de los Diputados señores Prokurica, Fossa y Bertolino. Conformación de una segunda comisión de Constitución, Legislación y Justicia para la Cámara de Diputados. (boletín Nº 2199-16)“Antecedentes: La Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de esta Corporación, tiene actualmente 80 proyectos de ley pendientes, en diversas etapas de tramitación legislativa. Entre estos proyectos, se encuentran varios que se refieren a materias de real interés ciudadano y que, por ende, requieren de un tratamiento prioritario. A vía de ejemplo, y sin que la enumeración sea taxativa, señalaremos algunos: el que establece sanciones para colaboradores de grupos terroristas; el que modifica las disposiciones sobre la indemnización por error judicial que contempla el artículo 19 Nº 7 de la Constitución Política; el que regula la libertad de opinión e información y ejercicio del periodismo; el que regula el procedimiento arbitral; el que contempla normas para fortalecer la facultad de fiscalización de la Cámara; el que modifica el Código Penal en materia de infanticidio y abandono de menores; el que modifica las normas del Código Civil relativas a la administración de bienes de la sociedad conyugal; el que modifica el Código Penal, estableciendo los delitos de chantaje y extorsión; el que exime de obligatoriedad tributaria a los mayores de 70 años; el que modifica el artículo 363 del Código de Procedimiento Penal, en relación con la libertad provisional de los reincidentes; el que establece incompatibilidad de funciones y cargos públicos con el consumo de drogas; el que establece el derecho a vivir en un ambiente libre de contaminación; el que establece normas sobre la prostitución de menores; el que regula la tramitación y fallo del recurso o acción de protección, el que se refiere a la partición de bienes hereditarios; el que establece la Ley Orgánica del Ministerio Público y muchos otros más. Como se puede apreciar, es una excesiva carga de trabajo, máxime si se considera que a los proyectos de tramitación ordinaria, debe agregarse los que ingresan con distintos grados de urgencia. De este modo, no es posible avanzar en el despacho de estos proyectos legislativos, con la rapidez que la ciudadanía demanda, sin afectar los legítimos intereses de diversos sectores de la comunidad, que esperan una labor parlamentaria ágil y expedita de nuestra parte, que otorgue soluciones concretas, prontas y eficaces y a sus distintos problemas. Se ha dado el caso, en no pocas ocasiones, que cuando se ha aprobado y despachado un determinado proyecto para su promulgación, los beneficiarios de sus disposiciones ya han sufrido serias dificultades durante la prolongada etapa de tramitación legislativa, de manera que la tardía solución que el cuerpo legal pueda brindarles, aparece inoportuna, no siendo idónea para remediar su mal.PROPOSICIÓN: En tal virtud, se hace necesario, en nuestro concepto, que se adopte una solución, que puede ser similar a la que se contempla para el Poder Judicial, específicamente para las Cortes de Apelaciones, cuando se produce un retardo de causas. El artículo 62 del Código Orgánico de Tribunales establece que se entiende por retardo, cuando dividido el total de causas en estado de tabla y de las apelaciones que deban verse en cuenta, civiles y penales, por el número de salas, su cuociente sea superior a ciento. Como en nuestro sistema parlamentario no existe un régimen de salas cuya función sea la de debatir y tramitar en forma previa los distintos proyectos legislativos, se considera, como ya se ha expuesto, que es factible establecer una modalidad, en virtud de la cual, cuando en la Comisión ya referida, se alcance un número determinado de proyectos en tramitación, se pueda conformar una segunda Comisión, abocada a estas mismas funciones, lo cual permitiría descongestionar el retardo existente. Consideramos que el número ideal de proyectos en trámite, en la actual Comisión, no debiera superar los 40. De esta forma, todos aquellos proyectos que superen esta cifra, y respecto de los cuales aún no se haya dado cuenta en la Comisión, debieran ser tratados en la Segunda Comisión que se conformaría al efecto. A medida que la primera Comisión vaya despachando los proyectos que se le han asignado con anterioridad, estará en condiciones de recibir los nuevos que le corresponda tratar, sin que, en total, supere la cifra de 40. Los proyectos que excedan de esta cantidad, deberán ser asignados a la Segunda Comisión, la que permanecerá en funciones hasta el término legal de su cometido, esto es, el íntegro despacho de los proyectos que le ha correspondido tratar. De no ser ello posible, debiera evaluarse la eventual permanencia en el tiempo de esta Segunda Comisión. En mérito a lo expuesto, y de conformidad a lo establecido en el artículo 24 del Reglamento de esta Corporación, me permito someter a la consideración de la honorable Cámara de Diputados, el siguiente proyecto de modificación a su Reglamento: Agrégase, a continuación del artículo 217 del Reglamento de la Cámara de Diputados, el siguiente: “Artículo 217 bis. Cuando el número de proyectos de ley que deba conocer la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, exceda de cuarenta, el Presidente de la Comisión dará cuenta al Presidente de la Cámara de haberse verificado este hecho. Con el solo mérito de la cuenta dada, el Presidente de la Cámara dispondrá la conformación de una segunda Comisión dedicada a estos proyectos. Esta segunda Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, deberá conocer los proyectos que hayan sido entregados al conocimiento de la primera, y respecto de los cuales aún no se haya dado cuenta. Los nuevos proyectos que ingresen a la Oficina de Partes de la Corporación, y que deban ser de conocimiento de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, se asignarán a la primera de estas comisiones, en la medida en que ésta despache similares proyectos y asuntos que se encuentren pendientes, de manera tal que no supere la cantidad de cuarenta. Si se excediere esta cifra, tales proyectos y asuntos serán entregados al conocimiento de la segunda comisión. La segunda comisión que se conforme se mantendrá en funciones hasta que cumpla íntegramente su cometido, sin perjuicio de que, por razones de agilización del trabajo legislativo, la mayoría de los diputados en ejercicio, acuerde prorrogar su vigencia”.6. Moción de los Diputados señores Tuma, Hales, Núñez, René García, Mesías, Leal, Delmastro, Mora, Velasco y Encina. Regula la publicación de la información comercial de las personas. (boletín Nº 2198-03)“I. Endeudamiento de las personas e información comercial:1. El crecimiento económico del país ha permitido una mayor disposición de bienes, lo que unido a las facilidades de crédito ha dado lugar al incremento en los niveles de consumo de la población. “La participación privada en bienes y servicios, según nos señala el informe de desarrollo humano 1998 del PNUD, condiciona de modo decisivo tanto las formas objetivas como subjetivas de integración”. Las oportunidades de consumo, agrega este informe, están íntimamente vinculadas para las clases medias a las oportunidades de crédito.2. El citado documento alerta sobre los efectos que puede tener en las condiciones de seguridad de las familias el sobreendeudamiento, entendiendo como tal “una contratación de créditos por encima de los ingresos del hogar destinables al pago de la deuda”.3. Las familias chilenas han copado en un 43% su capacidad de contraer préstamos en el mercado. El ritmo de incremento de la deuda de los hogares en el sistema financiero ha alcanzado un promedio real anual del 10%.4. Según la Cámara de Comercio de Santiago, en diciembre de 1995 1,4 millones de familias habían adquirido créditos de consumo en instituciones financieras, -lo que representa el 79% del total de las deudas de consumo- y 1,2 millones lo habían hecho en casas comerciales. En este proceso de sostenido endeudamiento, un sector importante de las familias ha sobrepasado su capacidad de respuesta sobre las deudas contraídas, incrementando los niveles de morosidad e incumplimiento de los compromisos financieros. El 72% de las familias con acceso al crédito, es decir, 1.270.000, mantienen deudas de consumo con el sector bancario y otro 32% tiene deudas en casas comerciales. En Chile circulan 4.5 millones de tarjetas de créditos y 3.8 millones de éstas presentan deudas en casas comerciales. En 1995, los grupos medios tenían deudas que superaban 3 veces sus ingresos, por lo cual el pago se sus compromisos financieros ocuparía los próximos 16 a 28 meses. Las familias de clase media destinan en promedio, aproximadamente el 39% de sus ingresos al pago de créditos de consumo. 5. Esta situación implica que un importante número de consumidores, producto de los protestos o morosidad en que incurren, ingresan al boletín comercial y los distintos sistemas computacionales que informan sobre los incumplimientos de los deudores. Sólo la Cámara de Comercio de Santiago semanalmente recibe 40.000 trámites relacionados con esta situación, lo que significa que en un año son publicadas alrededor de 2.700.000 situaciones pendientes.II. La Información Comercial y los Derechos de los Ciudadanos: Marco Jurídico:1. En nuestra legislación la información comercial sólo se encuentra regulada a través del DS Nº 950, de 28 de marzo de 1928, emanado de la Superintendencia de Bancos. Este cuerpo legal, establece la obligación de diversas entidades públicas, entre ellas “los notarios, juzgados de letras civil, los conservadores de bienes raíces y las instituciones, empresas y organismos fiscales, semifiscales o de administración autónoma que realicen actividades destinadas a promover el desarrollo económico del país”, de remitir a la Cámara de Comercio de Chile la información comercial que estas entidades disponen. Por otra parte, señala que las instituciones privadas como bancos, financieras, cooperativas, entre otras, podrán remitir la nómina de los deudores morosos.2. A través del artículo 2º se mandata a la Cámara de Comercio de Chile para que una vez en posesión de los antecedentes comerciales, proceda a agruparlos por materias y por orden alfabético. De este modo, este cuerpo legal busca otorgar transparencia en las operaciones y contratos comerciales. Para ello, la autoridad otorgó y reglamentó el ejercicio de la fe pública en materia de la información comercial de las personas, otorgando las atribuciones señaladas a la Cámara de Comercio de Chile. Cabe señalar que dichas prerrogativas fueron otorgadas de manera exclusiva a la Cámara de Comercio, de otro modo no se podría interpretar el alcance del artículo 7º del Decreto Supremo 950, que expresamente “prohíbe a toda imprenta o empresa periodística que no sea la encargada por la Cámara de Comercio de Chile, la publicación de los datos a que se refiere el presente decreto”. Es comprensible, en consideración al año de publicación de la norma, que la citada prohibición no mencionara otros medios de registro o difusión, como los son las bases de datos computacionales que actualmente utilizan las empresas de información comercial. Pero también es claro que legislación no faculta a la Cámara de Comercio para delegar sus atribuciones a otras entidades. Los actuales sistemas de información, distintos al boletín comercial, que operan sobre la base de la información entregada por la Cámara, y que recopilan otros antecedentes comerciales, actúan sin regulación alguna, más bien amparados en el vacío legal existente y en la obsolescencia de la normativa vigente.3. No obstante lo anterior, cabe resaltar que en la regulación del boletín se contemplaron un conjunto de normas destinadas a garantizar el respeto de los derechos de los ciudadanos. Es así como la actual norma contempla en su artículo 4º un sistema de aclaraciones, “en la que, sin costo alguno para los interesados, se insertarán en extracto las explicaciones que puedan dar las personas afectadas por la publicación de datos en el boletín anterior”. En esta sección se estipula la publicación de aclaraciones originadas por el alcance de nombre con deudores, aplicando para estos efectos las normas del Libro Cuarto, Título Primero, del Código de Procedimiento Civil. Por otra parte, a través del artículo 5º se establece omitir “la publicación de una letra protestada, si tres días antes de la fecha de publicación del Boletín, se comprueba en forma fehaciente que se ha cancelado la letra o que se ha llegado a algún acuerdo con el tomador de ella”. De este modo, se otorga la oportunidad a quienes tengan el ánimo y la voluntad de regularizar su compromiso comercial impago, de hacerlo efectivo antes de la publicación y así evitar un mayor daño a su situación comercial, laboral o patrimonial. En relación a la vigencia de los antecedentes, en el artículo 10º se señala que las publicaciones aparecidas en el Boletín Comercial dejarán de tener vigencia cuando se ha publicado la respectiva aclaración y cuando han transcurrido más de cinco años de la publicación en el boletín. Ello, si bien es respetado por la Cámara, que omite esta información según lo indica la norma, no inhibe a los sistemas de información privados a difundir este tipo de antecedentes o incluso a omitirlos, “aclararlos”, sin consultar el procedimiento establecido en la ley, que otorga esta atribución exclusivamente a la Cámara de Comercio. En la práctica las empresas de sistemas de información privados son quienes administran y controlan la difusión y distribución de la información. El boletín Comercial se ha transformado en una mera fuente sistematizada de información pública y privada. Por último, respecto a las sanciones, el D.S. N° 950 en comento contempla por la infracción a la norma multas de $ 1.000 a $ 5.000, que en la práctica no producen ningún efecto y que reflejan el anacronismo de la norma en relación al perjuicio que puede ocasionar en la actualidad el uso indebido, negligente o abusivo de la información comercial de las personas.8. Nuestra legislación no protege adecuadamente la vida privada de las personas, específicamente en lo referente al procesamiento y uso de la información privada a través de soportes informáticos. Particularmente, en el ámbito de la información comercial, el actual sistema no reguarda debidamente los derechos de los deudores. Por una parte, queda de manifiesto la obsolescencia de la actual norma, y por otra, el boletín comercial, único instrumento autorizado para difundir información de los deudores, en la práctica ha sido superado por la acción incontrarrestable en el mercado de las empresas privadas de información comercial. Dichas entidades actúan amparadas en el vacío legal que se desprende de la interpretación del actual D.S. Nº 950. Éstas fundamentan su acción legítima en el mercado, dada la inexistencia de prohibición legal para que empresas del giro computacional puedan transmitir en línea los antecedentes difundidos a través del boletín comercial. Amparan también su actividad en la garantía constitucional consagrada en el Artículo 19 Nº 21 que establece el derecho a desarrollar cualquier actividad económica que no sea contraria a la moral, al orden público o a la seguridad nacional, respetando las normas legales que la regulen. 9. La inexistencia de normas específicas que regulen el funcionamiento de las empresas de información comercial, agrava las condiciones de desprotección en que se encuentran los ciudadanos en relación a la publicación de sus antecedentes comerciales. Como ya se ha expresado, la actual normativa es absolutamente insuficiente. Uno de los aspectos más delicados dice relación con la inoperancia del sistema de multas que dispone sanciones simbólicas si se comparan con los perjuicios que pueden ocasionar los errores, uso negligente o malicioso de la información comercial. Los antecedentes comerciales, en la actualidad, inciden más allá del ámbito financiero, pues un error en la información o en el uso de antecedentes no vigentes, puede ocasionar la pérdida de una vacante laboral, el acceso a fuentes de financiamiento y el daño al prestigio y honra personal. Desde esta perspectiva, en el proceso de recolección, sistematización, publicación o difusión de los antecedentes comerciales de las personas no se protege debidamente la garantía constitucional de protección a la vida privada y pública y a la honra de la persona y de su familia, amparada en el artículo 19 Nº 4 de la Constitución de la República. Pero aún más, una consecuencia directa en el caso de error o negligencia en el uso de información comercial afecta el ejercicio de la garantía constitucional que consagra el derecho a la libertad de emprender actividades económicas que no contravengan la moral, el orden público o la seguridad nacional.III. Propuesta legislativa:1. Los autores de la iniciativa estiman que una actividad empresarial que tiene tanta incidencia en la vida de las personas, puesto que afecta su situación económica, laboral, familiar y moral, no se puede desarrollar sin regulación alguna, más aún, cuando están comprometidos derechos fundamentales como el respeto a la privacidad, la honorabilidad y la libertad de emprender actividades económicas o desarrollar un empleo.2. Los diputados patrocinantes, asumen esta iniciativa de manera complementaria a las normas generales contenidas en el Proyecto de Ley Sobre Protección de la Vida Privada, signado con el Boletín Nº 896-07, originado en moción parlamentaria en el honorable Senado. No obstante compartir de manera integral la citada iniciativa, los parlamentarios firmantes de la presente moción, tienen la convicción de que el ámbito de aplicación e incidencia de la información comercial de las personas, amerita establecer una legislación específica que regule los diversos aspectos relacionados con la recolección, sistematización y difusión de la información comercial.3. La iniciativa tiene como propósito regular la recolección, sistematización, almacenamiento, publicación y difusión de la información comercial de las personas; para ello define el carácter de la información comercial, comprendiendo como tal, a cualquier antecedente que permita establecer que una persona no es cumplidora de sus obligaciones comerciales o contractuales. Debido al carácter de la información comercial y su incidencia en la sociedad tanto en el orden económico, financiero, laboral y moral de las personas, se define que la actividad relacionada con estos antecedentes comerciales es de servicio público. En la práctica, las empresas dedicadas a este giro, se constituyen en verdaderos ministros de la fe pública sobre las condiciones, antecedentes e historial de la personas en lo relativo a su vida comercial. Tan clara es esta función de las empresas privadas de información comercial, que los propios organismos del Estado requieren de los antecedentes comerciales de las personas naturales o jurídicas, legitimando incluso, sólo a una de estas entidades. 4. Luego establece condiciones mínimas para el funcionamiento de las empresas que puedan operar en el giro de información comercial. También se limita la publicación de información comercial a los antecedentes a que refiere el D.S. N° 950, de 1928, emanado del Ministerio de Hacienda, como aquellos que han sido declarados en mora. Para garantizar los derechos de los deudores, se establece la obligatoriedad de la notificación como requisito previo a la publicación de los antecedentes, se determina la caducidad de pleno derecho de aquellos antecedentes que han sido aclarados, cuando han transcurrido más de 5 años de sus publicación o son erróneos. Para agilizar y garantizar el procedimiento de aclaración, se establece la obligación de los acreedores, que informaron a las empresas sobre los antecedentes del deudor, de remitir en el mismo plazo y bajo el mismo procedimiento la información relativa a la aclaración de la deuda o del compromiso comercial o contractual. Por último se establece la prohibición de utilizar o considerar para cualquier efecto los antecedentes que han caducado. La contravención de las disposiciones contenidas en el proyecto son sancionadas con pena de cárcel y con multa a beneficio fiscal. Por lo anterior, los diputados firmantes venimos en presentar, el siguienteProyecto de ley que regula la publicación de la información comercial de las personas.Título IDe la naturaleza de la información comercial y de los requisitos de las empresas que participan en el giro de información comercialArtículo primero La recolección, sistematización, almacenamiento, publicación y difusión de la información comercial de las personas es una actividad de servicio público, que se regirá por las normas contenidas en la presente ley y por lo dispuesto en los Decretos Supremos Nºs 950 y 1971, de fechas 28 de marzo de 1928 y 13 de abril de 1945, respectivamente, ambos del Ministerio de Hacienda, y sus modificaciones posteriores.Artículo Segundo Se entenderá por información comercial cualquier antecedente que permita establecer que una persona no es cumplidora de sus obligaciones comerciales o contractuales.Artículo Tercero Quienes realicen actividades relacionadas con la recolección, almacenamiento, sistematización, publicación o difusión, bajo cualquier medio, de la información comercial deberán cumplir con los siguientes requisitos:a) Estar constituidas como sociedades anónimas.b) Tener por objeto único el almacenamiento, sistematización, publicación o difusión de información comercial.c) Su capital social pagado no podrá ser inferior a 4.000 UTM al momento de iniciar sus actividades comerciales.d) No se aplicarán estas disposiciones a las entidades que al momento de la publicación de la presente ley estén expresamente autorizadas por ley para desarrollar actividades vinculadas a la recolección, sistematización, registro o publicación de la información comercial.Título IIDe la vigencia y uso de la información comercialArtículo Cuarto Sólo podrá ser publicada la información comercial de los compromisos comerciales o contractuales a que refiere el D.S. N° 950 de fecha 28 de marzo de 1928 del Ministerio de Hacienda y aquellos que hayan sido declarados en mora a través del procedimiento correspondiente.Artículo Quinto Los acreedores que remitan a las empresas de información comercial los antecedentes de los deudores, previamente deberán notificar a estos últimos, a través de carta certificada, a su respectivo domicilio, sobre su situación y la decisión de publicar dicha información. En todo caso, la información comercial, no podrá ser remitida para su publicación antes de 10 días a contar de la fecha de notificación.Artículo Sexto Para el ingreso de los antecedentes comerciales a los registros y su posterior difusión, las empresas de información comercial deberán exigir la constancia de la notificación a que refiere el artículo 5º de esta ley.Artículo Séptimo Caducarán de pleno derecho y no tendrán valor alguno las informaciones y publicaciones que contengan los antecedentes comerciales a que se refiere la presente ley en los siguientes casos:a) Si se ha publicado la respectiva aclaración en conformidad a lo dispuesto en el artículo cuarto del DS Nº 950 del Ministerio de Hacienda del 28 de marzo de 1928. b) Si han transcurrido más de 5 años de la respectiva publicación en el Boletín Comercial.c) Cuando el afectado ha demostrado, judicial o extrajudicialmente, que los antecedentes referidos a su persona no son fidedignos o son erróneos. En estos casos, la aclaración o eliminación de la información objetada será de exclusiva responsabilidad y costo de la empresa o entidad que la haya publicado.Artículo Octavo Las instituciones financieras, las casas comerciales y en general toda persona natural o jurídica que proporcione antecedentes comerciales de deudores, serán responsables de informar a las empresas o entidades que han publicado la información, las aclaraciones de los deudores, una vez que éstos cancelen, hayan pactado el pago de la deuda o ésta se haya extinguido. Dicho trámite se efectuará en un plazo no mayor a tres días, a contar desde la normalización de la deuda. Realizada la aclaración en la empresa que dio origen a la publicación del antecedente comercial, todas las entidades o empresas que registren dicho antecedente, procederán a eliminar de sus registros de manera automática, a través de los sistemas computacionales o de cualquier otro medio la referida anotación comercial. En estos casos, los costos que irrogue este procedimiento serán de cargo del deudor.Artículo Noveno Ninguna persona natural o jurídica podrá hacer uso o considerar para cualquier efecto las informaciones comerciales que se encuentren en los casos mencionados en el artículo 7º de esta ley.Artículo Décimo Las entidades comerciales proveedoras de crédito sólo podrán solicitar información comercial de una persona natural o jurídica cuando ésta haya efectuado la solicitud del respectivo crédito u otorgue expresamente su consentimiento.Artículo Décimo Primero La información a que refiere la presente ley, sólo podrá ser utilizada por las empresas dedicadas a la adquisición, distribución y difusión de la información comercial, los agentes de crédito, por los propios interesados, respecto de sus datos personales, y por quienes expresamente hayan sido autorizados por los titulares.Título IIIDe las sanciones y accionesArtículo Décimo Segundo Los representantes legales de las empresas que vulneren las disposiciones comprendidas en el artículo noveno de la presente ley, serán sancionados con la pena de presidio menor en su grado máximo y con multa a beneficio fiscal de 100 a 10.000 UTM.Artículo Décimo Tercero Será sancionado con presidio menor en su grado mínimo a medio, quien haga uso indebido o administre de manera negligente la información a que refiere el artículo 2º de la presente ley. Lo anterior, sin perjuicio de las acciones civiles que corresponda por los daños causados.Artículo Décimo Cuarto Será competente para conocer de las causas que se promuevan por infracción de la presente ley, el juez del crimen del lugar correspondiente al domicilio del afectado. El conocimiento de estas causas se ajustará a las reglas del procedimiento sumario criminal ordinario para crímenes o simples delitos con las siguientes modificaciones:1. Recibida la denuncia, el juez del crimen deberá solicitar de inmediato informe al recurrido, quien deberá evacuarlo dentro del plazo que el tribunal fije, el que en todo caso, no podrá exceder de diez días.2. El tribunal una vez evacuado el informe, procederá, si los antecedentes lo ameritan a ordenar la inmediata eliminación de las informaciones comerciales motivo del proceso. Esta medida, el Tribunal la podrá disponer aun sin el informe de que trata el Nº 1 precedente en aquellos casos en que el magistrado los califique como graves y urgentes”.