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" \nEl se\u00F1or MART\u00CDNEZ, don Gutenberg (Presidente).- \nEn el tiempo de la Democracia Cristiana, tiene la palabra, por ocho minutos, el Diputado se\u00F1or Juan Carlos Latorre. \n \nEl se\u00F1or LATORRE.- \nSe\u00F1or Presidente , en esta sesi\u00F3n hist\u00F3rica, en que tenemos la oportunidad de entregar una opini\u00F3n sobre el juicio pol\u00EDtico que nos merece el general Augusto Pinochet , tiene sentido dar especial relevancia al testimonio de tantos hechos que nos hablan de intolerancia, de atentados permanentes y sistem\u00E1ticos a la dignidad de las personas, a sus derechos fundamentales, a su libertad e, incluso, a la vida de muchos chilenos.\n \nSin embargo, m\u00E1s all\u00E1 de estos aspectos tremendamente dolorosos para la conciencia democr\u00E1tica de todo ciudadano, con los cuales se justifica el severo juicio \u00E9tico, jur\u00EDdico y pol\u00EDtico presente en muchas alusiones en este foro democr\u00E1tico, quisiera centrar mi exposici\u00F3n en uno que, desde un punto de vista \u00E9tico, cultural, hist\u00F3rico y pol\u00EDtico, estimo m\u00E1s penoso, para muchos, incomprensible, y cuya trascendencia hasta estos d\u00EDas tiene como principal responsable al general Augusto Pinochet Ugarte .\n \nMuchos estudiosos se\u00F1alan en sus textos que el aparente apoliticismo y rechazo a las ideolog\u00EDas que impregnaban a la denominada \u201Cdoctrina de seguridad nacional\u201D, encontr\u00F3, en una \u00E9poca especialmente cr\u00EDtica de nuestra historia, un aliado propicio entre aquellos que, pregonando un enga\u00F1oso apoliticismo, se agrupaban pol\u00EDticamente en lo que en su \u00E9poca se autodenomin\u00F3 el gremialismo. \nQuiero referirme hoy a la responsabilidad pol\u00EDtica del general Augusto Pinochet por haber puesto y expuesto a las Fuerzas Armadas a una concomitancia, a una alianza espuria, a un v\u00EDnculo s\u00F3rdido de inapreciables efectos culturales, \u00E9ticos, pol\u00EDticos y econ\u00F3micos, con aquellos que audazmente, y escud\u00E1ndose en un supuesto apoliticismo, coparon la decisi\u00F3n sobre aspectos conceptuales b\u00E1sicos para el quehacer global y sectorial del r\u00E9gimen militar. El general Pinochet, consciente o inconscientemente, permiti\u00F3 que ese grupo de chilenos, que nunca habr\u00EDa tenido acceso al poder gubernamental a trav\u00E9s de elecciones democr\u00E1ticas, asumiera la capacidad de decisi\u00F3n sobre aspectos que condicionar\u00EDan institucionalmente el futuro del pa\u00EDs y de la sociedad en todas sus expresiones. \u00C9stos, usurpando el poder asumido por los uniformados, dejaron que la responsabilidad de ordenar, de reprimir, de hacer la tarea sucia, apareciera como una responsabilidad estrictamente militar, permiti\u00E9ndose, incluso, la posibilidad de criticar d\u00E9bilmente este quehacer para as\u00ED, en alguna oportunidad, poder lavarse las manos de la responsabilidad que sin duda han tenido en muchos de los hechos que hoy son materia de nuestro an\u00E1lisis.\n \nMe refiero tambi\u00E9n a muchos que se pagaron muy bien de sus servicios gubernamentales, llev\u00E1ndose a su casa, incluso, empresas del Estado privatizadas y enriqueci\u00E9ndose il\u00EDcitamente. El pa\u00EDs, recientemente, conoci\u00F3 en detalle un ejemplo pat\u00E9tico de esa situaci\u00F3n. Otros, incluso, despu\u00E9s de su paso por dicho gobierno, se\u00F1alan hoy, de una forma u otra, su cr\u00EDtica a los desatinos en materia de respeto a los derechos humanos ocurridos en esos a\u00F1os y cuya responsabilidad, obviamente, descargan expl\u00EDcita o impl\u00EDcitamente sobre los uniformados.\n \nLos conocemos. Hoy tienen su expresi\u00F3n pol\u00EDtica. Son los mismos que en la actualidad, a trav\u00E9s de la expresi\u00F3n p\u00FAblica de su m\u00E1ximo l\u00EDder, el alcalde Joaqu\u00EDn Lav\u00EDn , y con una especial frivolidad, desconociendo los efectos tan dolorosos que para nuestra patria traen consigo las desavenencias c\u00EDvico-militares, se\u00F1alan sin ning\u00FAn pudor que Pinochet es cosa del pasado. El general Pinochet, de acuerdo con disposiciones constitucionales vigentes, deber\u00E1 dejar la Comandancia en Jefe del Ej\u00E9rcito antes del 11 de marzo y, de acuerdo con esas mismas disposiciones -que compartimos- tendr\u00E1, eventualmente, la oportunidad en el Senado de reiterar o no su afinidad pol\u00EDtica con esos sectores y nos dejar\u00E1 a los dem\u00F3cratas de este pa\u00EDs la enorme y dif\u00EDcil tarea de restituir esa relaci\u00F3n de plena identidad entre los ciudadanos y quienes, sin dejar de serlo, visten dignamente el uniforme de nuestras Fuerzas Armadas.\n \nEs en el juicio pol\u00EDtico que tiene lugar en este foro donde corresponde destacar el enorme desaf\u00EDo que nos deja la lamentable debilidad de aquellos que, consciente o inconscientemente, afectaron esa tradici\u00F3n hist\u00F3rica que es necesario restituir y que permitir\u00E1 en el futuro volver a identificar en torno a una idea de pa\u00EDs, a nuestras tradiciones, a nuevas expresiones culturales, la necesaria identidad que debe existir en la relaci\u00F3n entre civiles y uniformados. \nEl Ej\u00E9rcito no puede estar a disposici\u00F3n de los humores, devenires o actuaciones de una sola persona, cualquiera que sea el rol que \u00E9sta haya cumplido. No se puede confundir a la persona de Pinochet con nuestras Fuerzas Armadas. Ellas est\u00E1n por sobre las personas y responden a una tradici\u00F3n, a una cultura hist\u00F3rica que se ha desarrollado desde los tiempos de la Rep\u00FAblica.\n \nEn consecuencia, hoy no tiene lugar un juicio a nuestras Fuerzas Armadas, sino a Augusto Pinochet. Hoy es la oportunidad para dejar un testimonio de uno de los hechos que incluso ha estado presente en muchas opiniones de aquella derecha republicana, liberal o conservadora, cuya expresi\u00F3n pol\u00EDtica ha sido avasallada en las \u00FAltimas elecciones por los que cultivan un enga\u00F1oso apoliticismo y que no dudan en dejar a un lado -cuando as\u00ED les conviene-, diciendo que son cosas del pasado, a aquellos que les permitieron el uso y abuso del poder por tanto tiempo.\n \nEl retiro de esta sesi\u00F3n, en forma expl\u00EDcita y penosa, del debilitado presidente de Renovaci\u00F3n Nacional , Diputado Alberto Espina , quien habl\u00F3 tambi\u00E9n en nombre de la UDI, nos demuestra la evidente decisi\u00F3n, de hoy y tambi\u00E9n de ma\u00F1ana, de dejar solo a Pinochet en el Parlamento, eludiendo la Derecha chilena su responsabilidad en el an\u00E1lisis necesario de los desaf\u00EDos democr\u00E1ticos de nuestro pa\u00EDs en el futuro.\n \nTermino mis palabras haciendo un llamado para que nuestras convicciones democr\u00E1ticas tambi\u00E9n sean asumidas plenamente en el futuro por aquellos que conduzcan a nuestras Fuerzas Armadas, de manera que en conjunto, con todas las instituciones democr\u00E1ticas del pa\u00EDs, podamos superar esta etapa de nuestra historia que -repito- a\u00FAn nos presenta muchos desaf\u00EDos. \nHe dicho. \n \n-Aplausos. \n " .