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- rdf:value = " PROBLEMAS DE POBLADORES DE CONJUNTO HABITACIONAL HUANTAJAYA DE IQUIQUE. OFICIOS
El señor LAGOS.-
Señor Presidente , Honorables colegas, debo referirme a la grave situación que aqueja a los pobladores del conjunto habitacional Huantajaya 1, 2, 3 y 4, de Iquique, qienes, debido a la crisis que desde hace años afecta al sector pesquero de la Región, se encuentran privados de sus ingresos y corren el riesgo de perder sus viviendas, a las que accedieron mediante el Programa Especial de Trabajadores (PET).
Por la falta de viviendas en la Primera Región , esta gente tuvo que vender lo que no tenía a fin de reunir dinero para el pie, lo que le permitiría mejorar su condición de ahorrante y obtener la vivienda propia.
El decreto supremo Nº 235, de 1986, del Ministerio de Vivienda y Urbanismo, estableció un sistema de Programas Especiales de Construcción de Viviendas Sociales destinado a beneficiarios del subsidio habitacional, exceptuándolos del requisito de inscripción en el registro establecido en el Decreto Nº 62, de 1984. Una de las variantes de dichos programas la constituye el Programa Especial de Trabajadores (PET), mediante el cual se hizo posible la construcción de viviendas para grupos de trabajadores organizados, especialmente del sector pesquero.
La normativa que rige estos programas especiales de vivienda contempla una ayuda estatal limitada únicamente a un subsidio habitacional de 90 UF, exigiendo de los beneficiarios el ahorro previo y estableciendo que el saldo del valor de la vivienda se debe financiar a través de entidades bancarias o financieras, mediante crédito hipotecario complementario o mutuo hipotecario endosable. Tales créditos se otorgan expresados en unidades de fomento, en condiciones similares a las de aplicación general para sectores de más altos ingresos.
La aplicación de estos programas especiales ha permitido acceder a la vivienda propia a importantes grupos de trabajadores organizados, los que, sin embargo, por ser considerados un sector de ingresos medios, han quedado marginados de toda otra ayuda o subsidio estatal, lo que los deja en una situación desmejorada y vulnerable ante cualquier disminución de sus ingresos.
Eso es lo que ha ocurrido a los pobladores de Huantajaya, en la ciudad de Iquique -un sector de puros trabajadores de clase media-, que enfrentan una difícil situación, sin encontrar respuesta de algunas autoridades.
Hace algunos años, grupos de trabajadores pesqueros de Iquique se organizaron para buscar una forma de lograr la aspiración natural de contar con casa propia. Se trataba de trabajadores esforzados que habían logrado reunir el ahorro previo para la vivienda, pero no por ello pasaban a integrar el sector de ingresos medios. Acogidos al Programa Especial de Trabajadores (PET), construyeron el conjunto habitacional Huantajaya 1, 2, 3 y 4, para lo que recibieron el subsidio habitacional, debiendo recurrir, para el saldo, a créditos hipotecarios del Banco del Estado. Se trata de mil 200 viviendas correspondientes a igual número de familias de trabajadores pesqueros.
Al inicio no se presentaron mayores inconvenientes. En el año 1990, el dividendo ascendía a poco más de 10 mil pesos mensuales, y los trabajadores mantenían sus ingresos provenientes de la actividad pesquera. Sin embargo, al acentuarse la crisis -de todos conocida- por la que pasa el sector pesquero, dichos trabajadores quedaron sin empleo -el último año se ha despedido a 700 trabajadores más- o con sus ingresos fuertemente reducidos, lo que ha significado que en la actualidad se encuentren morosos en el pago de los dividendos al Banco del Estado , y en muchos casos el monto de la deuda por concepto de intereses se ha triplicado, debiendo agregársele todavía los gastos de los abogados del Banco del Estado, los cuales deben pagar los pobladores. Aquí hay un manejo del Banco del Estado que no sabemos realmente quién lo controla, porque se ha recurrido muchas veces a la autoridad y no lo ha resuelto.
A lo anterior se suma el fuerte incremento en las tarifas de agua potable, que han elevado las cuentas mensuales entre un 70 y un 80 por ciento -hay que tener en cuenta que en las Regiones de Tarapacá y Antofagasta se pagan las cuentas de agua más altas de Latinoamérica-, y no pueden acogerse al subsidio especial vigente para el pago del agua potable, porque se les excluye de dicho beneficio sólo por haberse favorecido con el Programa Especial de Vivienda para Trabajadores (PET), que fue la alternativa ofrecida por las autoridades. O sea, en este país hay un castigo, en vez de favorecer a la gente de bien que trata de construir su casa y de hacer cosas por su familia.
Por otra parte, no obstante el tiempo transcurrido, aún no se resuelve el problema de los muros de contención que es preciso construir para la seguridad del conjunto habitacional. El señor Ministro del ramo me envió una carta respuesta a través del Senado donde hace presente que no hay ningún problema relativo a muros de contención, y la verdad es que el informe que han hecho llegar a dicho personero -del cual recibimos copia- se contrapone con lo que está ocurriendo en la zona. Hace pocos días el señor Ministro fue a Iquique, y no lo llevaron adonde están los problemas; sólo le mostraron la parte linda de la ciudad.
Para construir estos muros de contención se ofreció una solución participativa, en la que concurrían la Intendencia Regional, el SERVIU y los pobladores. En 1993 se solicitó a los pobladores para dichos efectos un aporte de 200 mil pesos. Con gran esfuerzo reunieron esa cantidad en efectivo, y la entregaron mediante un vale vista. Después de dos años sin que se hubiese hecho nada para resolver el problema, se les devolvió dicha suma sin reajuste ni interés alguno, no obstante que se sabe que la obra de construcción de tales muros ascendería sólo a un millón 200 mil pesos.
Pero ello no es todo. El conjunto habitacional Huantajaya se ve afectado también desde hace tiempo por un grave problema ambiental provocado por malos olores que emanan de las lagunas de aguas servidas de Alto Hospicio, sin que las autoridades regionales hayan adoptado medida alguna tendiente a resolver tal dificultad.
Generalmente, dado el centralismo existente en nuestro país, cuando existe smog y contaminación -todos deseamos una solución al respecto- se habla de la gran preocupación por las calles sin pavimentar. Sin embargo, en Iquique hay gente viviendo sobre el cementerio Nº 2, donde están sepultados los restos de quienes murieron a raíz de la peste negra y bubónica; los niños no cuentan con un lugar donde jugar; las calles carecen de pavimento, y las pocas canchas de deportes existentes también son de tierra.
Asimismo, el SERVIU construyó gran cantidad de casas en Alto Hospicio. A este poblado han llegado compatriotas de diferentes puntos del país, y nosotros, la Primera Región , hemos debido hacernos cargo de los cesantes provenientes de la Segunda, Tercera, Cuarta, Quinta y demás Regiones. Sin embargo, los pozos sépticos y el sistema de alcantarillado que se llevaron a cabo en dicha localidad son insuficientes, convirtiéndose en una laguna de aguas servidas y en todo cuanto los señores Senadores pueden imaginarse. Ello constituye un foco de infecciones, especialmente en los días de calor, lo cual se hace insostenible.
No obstante la situación descrita, y pese a que las autoridades regionales conocen perfectamente la crisis que afecta al sector pesquero, que ha significado la disminución o pérdida de los ingresos de los trabajadores pesqueros -debe partirse de la base de que actualmente las empresas del rubro dan cinco mil pesos semanales a cada uno para su subsistencia, por cuanto no hay pesca- que conformaron el conjunto habitacional Huantajaya, hasta ahora los pobladores no han encontrado forma alguna de solución a sus problemas.
Más aún, ante sus reiteradas solicitudes, el SERVIU de Tarapacá se ha desentendido totalmente de la situación que los afecta, señalando que, por tratarse del Programa Especial de Trabajadores, es un asunto entre ellos y el Banco del Estado y que, por tal motivo, sería una materia entre particulares, en la que SERVIU no tiene nada que ver, como si dicha entidad bancaria fuese un banco privado y no formara parte del mismo Estado del que depende dicho Servicio.
El SERVIU expresa que para obtener el crédito los trabajadores comprobaron que contaban con los ingresos suficientes para pagarlo y que lo hicieron voluntariamente (se mintió al respecto, por cuanto todos deseaban tener una casa, o de lo contrario debían seguir viviendo a la intemperie). Ciertamente, así ocurrió, pero no es aceptable desconocer que la situación que los llevó a estar en mora no fue responsabilidad de ellos, sino de la crisis que afecta al sector pesquero, que los condujo a una condición de pobreza que no se les quiere reconocer.
La dificultad más insólita por la cual atraviesan los pobladores de Huantajaya es que, por haberse acogido al Programa Especial de Trabajadores, son considerados como gente que percibe ingresos medios y se les margina de todo subsidio estatal, aduciendo que no encuadran en el nivel de la ficha CAS correspondiente y que la normativa que los rige los excluye de otros beneficios, aun cuando hoy sean tan pobres como cualquier otro chileno que sí tiene acceso a esos subsidios.
Las autoridades no pueden desentenderse de su problema so pretexto de que supuestamente pertenecen a un estrato social excluido de los demás subsidios estatales, lo cual -como se expresó- no es cierto, conforme a la situación en que se hallan.
Tampoco es aceptable señalar que la normativa aplicable al PET impide atender la solución de sus problemas, porque, de ser efectivo, corresponde modificar dicha normativa, y no condenar a ese importante grupo de iquiqueños a la miseria y al despojo de sus viviendas obtenidas con mucho esfuerzo, por efecto de la cobranza judicial del Banco del Estado.
El Gobierno está obligado a buscar una solución a la dificultad por la que atraviesan esos compatriotas, que hoy han perdido sus posibilidades de trabajo y sus ingresos por causas que les son completamente ajenas. Se trata de trabajadores pesqueros honestos que siempre han estado dispuestos a cumplir sus compromisos, pero ocurre que actualmente no pueden hacerlo, ya que se encuentran en una situación obligada de pobreza derivada de la crisis del sector.
Señor Presidente, ante la situación que afecta a los pobladores del conjunto habitacional Huantajaya 1, 2, 3 y 4, especialmente en cuanto a los ingresos con que contaban al adquirir sus viviendas (que se han visto fuertemente disminuidos por efecto de la crisis por la que atraviesa el sector pesquero, y no por causas imputables a ellos, lo que ha significado que se hallen en mora en sus dividendos con el Banco del Estado), y al hecho de encontrarse marginados de toda ayuda social del Gobierno, solicito enviar los siguientes oficios, en mi nombre, transcribiendo lo precedentemente expuesto.
En primer lugar, al señor Presidente del Banco del Estado , para que disponga de inmediato las medidas conducentes a que los pobladores del conjunto habitacional Huantajaya 1, 2, 3 y 4 puedan reprogramar sus deudas hipotecarias en consideración a la situación que los afecta, especialmente con el objeto de que se ponga término a las cobranzas judiciales -dicha entidad bancaria cuenta con un sistema diferente en este tipo de materias-, condonando los intereses penales y los cobros -son los más altos- por concepto de abogados, a fin de que puedan ponerse al día en el pago de sus dividendos, como, asimismo, que se sirva informar de las medidas adoptadas.
En segundo término, al señor Intendente Regional de Tarapacá , con el fin de que ordene una evaluación de la situación socioeconómica de los pobladores del conjunto habitacional Huantajaya, para comprobar que deben ser incluidos en los programas de subsidios sociales del Gobierno, particularmente en lo relativo al subsidio por agua potable, que no pueden obtenerlo por las razones antes señaladas. Asimismo, para que instruya al SERVIU de Tarapacá en el sentido de que adopte las medidas tendientes a construir a la brevedad los muros de contención y a evitar los efectos ambientales de las lagunas de aguas servidas de Alto Hospicio que perjudican al referido conjunto habitacional, informando de lo obrado en esta materia.
En tercer lugar, al señor Ministro de Vivienda y Urbanismo, para que se sirva disponer la modificación de la normativa aplicable al Programa Especial de Trabajadores (PET), con el propósito de que los beneficiarios de éste puedan acogerse a los subsidios sociales del Estado en razón de su situación real, suprimiendo las restricciones que se les imponen en tal sentido, y, al mismo tiempo, informe de lo resuelto al respecto.
Por último, al señor Ministro Salud , solicitándole que ordene una investigación en cuanto al problema sanitario que afecta al poblado de Alto Hospicio por las aguas servidas y otro tipo de materias orgánicas, que son altamente peligrosas para la salud de la población.
He dicho.
--Se anuncia el envío de los oficios solicitados, en nombre del señor Senador, en conformidad al Reglamento.
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