. . . . . . " El se\u00F1or SILVA.- \nSe\u00F1or Presidente , en verdad yo tambi\u00E9n puedo opinar sobre la proposici\u00F3n del Senador se\u00F1or Prat.\n \nPero solicit\u00E9 la palabra para referirme al fondo del proyecto. Confieso que me ha causado una honda reflexi\u00F3n, por su relevancia y trascendencia as\u00ED como por los conceptos que se han vertido, que respetuosamente no comparto. \nDiscrepo del juicio de que las empleadas del hogar desempe\u00F1an un trabajo \"servil\", expresi\u00F3n textual que se utiliz\u00F3 para referirse a ellas. Se ha dicho que 400 mil mujeres realizan labores de esta naturaleza en el pa\u00EDs. Y no quiero creer que a estas alturas del desarrollo social de nuestra patria todav\u00EDa podamos concebir 400 mil casos de trabajos serviles. Me resulta profundamente criticable una expresi\u00F3n de esa \u00EDndole. \nSi se trata de mejorar en el Senado el sentido social de este tipo de trabajo, es obvio que esta disposici\u00F3n conduce claramente a pensar en su aprobaci\u00F3n, y mucho m\u00E1s cuando estamos en presencia de una realidad tremenda. \nPerm\u00EDtame, se\u00F1or Presidente , relatar un caso que estamos conociendo en la Comisi\u00F3n de Derechos Humanos -sin dar nombres, por cierto-, que tal vez la Sala considere en pocos d\u00EDas m\u00E1s. Se trata de una empleada del hogar que intent\u00F3 provocarse un aborto en el \"water\" de su casa, por temor de que su \"patrona\" supiera que ten\u00EDa un embarazo de siete meses. Y result\u00F3 que la guagua naci\u00F3 viva. Ante ese miedo, \u00BFqu\u00E9 hace en seguida? La vaci\u00F3 en el tacho de la basura. No obstante ello, ha cuidado de su guagua, una vez cumplida la condena a pena aflictiva.\n \nCuando veo que se suscitan estos casos en nuestra realidad como consecuencia del temor a que se refer\u00EDa el Honorable se\u00F1or Ruiz-Esquide , en el sentido de que de alguna manera por esta v\u00EDa se las est\u00E1 instando a abortar, no cabe sino concordar con la Senadora se\u00F1ora Matthei en cuanto a que el anuncio del Ejecutivo nos provoca alg\u00FAn problema. La verdad es que si realmente se est\u00E1 estudiando un proyecto de ley que aborde en la generalidad, integridad y plenitud las circunstancias que viven estas trabajadoras con el objeto de dignificar m\u00E1s su labor, podr\u00EDamos perfectamente esperar y buscar una f\u00F3rmula -como la que suger\u00EDa el se\u00F1or Presidente - que permita el retorno de la iniciativa a Comisi\u00F3n. Pero aqu\u00ED estamos ante una decisi\u00F3n tremenda, porque entra\u00F1a postergar un pronunciamiento sobre una indicaci\u00F3n de tanta relevancia como es aquella que, por la v\u00EDa de suprimir el inciso final del art\u00EDculo 201, permite asignar un grado mayor de dignidad a la mujer que trabaja en casa particular.\n \nQuiero reiterar que es muy inexacto decir que este trabajo reviste una suerte de servilismo. Creo que esa afirmaci\u00F3n corresponde m\u00E1s bien a una concepci\u00F3n del pasado, pero no a la actual de nuestra sociedad. Se\u00F1ores Senadores, en mi casa hay una asesora del hogar puertas adentro que es estudiante universitaria. Es una persona de clase modesta que por esa v\u00EDa se est\u00E1 costeando sus estudios para titularse de profesional. \u00BFC\u00F3mo podemos pensar en asignar esa catalogaci\u00F3n a un servicio que necesariamente amerita estar rodeado de dignidad? \nPor eso, ansiando que el Ejecutivo pueda enviar un proyecto que resuelva en plenitud el problema de la dignidad de las trabajadoras del hogar, voy a votar en favor de la iniciativa. Y lo hago porque creo que con ella a lo menos contribuimos -en la medida en que estamos abocados a pronunciarnos sobre una situaci\u00F3n de esta \u00EDndole- a entregar tambi\u00E9n un ingrediente, si bien relativo, respecto a lo que significa esa dignificaci\u00F3n.\n \n " . . .