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El señor CALDERÓN .-
Señor Presidente , voy a cambiar totalmente la forma como iba a intervenir en esta sesión. Deseaba exponer latamente algunos temas específicos; sin embargo, lo haré en la hora de Incidentes, dado el tiempo limitado que tenemos en esta ocasión para usar de la palabra. Por lo tanto, sólo haré algunas observaciones.
En primer término, me felicito de haber solicitado la celebración de esta sesión especial y de que tal petición fuese apoyada por varios señores Senadores. En realidad, pensé en una reunión en la cual no se hicieran discursos sobre la pobreza, sino que se formularan nuevas medidas concretas destinadas a enfrentar la lucha en la cual la sociedad chilena se encuentra comprometida.
Coincido con el planteamiento del señor Ministro de MIDEPLAN en el sentido de que debemos reconocer que ha habido un avance en la lucha contra la pobreza. Pero, al mismo tiempo, existe un problema relacionado con el ritmo de reducción de ella: en la medida en que nos acercamos al núcleo más rebelde, ese ritmo decrece. Si continuamos así, no podremos cumplir la meta del Gobierno de llegar al próximo siglo sin pobres. En el año 2000, sólo habríamos disminuido la cifras actuales a dos millones y medio de pobres y a 500 mil indigentes. Por lo tanto, considero interesante reflexionar sobre este preocupante aspecto y considerarlo en el momento de adoptar posteriormente las medidas pertinentes.
Los informes dados por parte del señor Ministro como de los representantes del PNUD y del Consejo Nacional de la Pobreza, plantean las bases tendientes a lograr un nuevo empuje en esta lucha contra la pobreza. Sin lugar a dudas, de aquéllos se desprenden tareas para el Gobierno, para la sociedad civil y para el Parlamento. Y respecto de estas últimas habría querido centrar mi intervención.
Es interesante lo que los informes expresan sobre repensar lo relativo al tema tributario. También lo es el replanteamiento del gasto social, en la forma como se señala. Es destacable asimismo lo insinuado en cuanto a reforma laborales y previsionales, más aún cuando hay una discusión pendiente al respecto. Es importante de igual manera lo consignado en el respectivo informe -en la Sala se recurrió a diapositivas-sobre la localización de la pobreza, como también el punto al cual doy suma relevancia: el acuerdo nación-regiones. Habría que ver qué significa y cómo se implementaría para llevarlo a la práctica. Parece una gran idea, pero debemos reflexionar más detenidamente al respecto.
Por otra parte, se ha analizado una materia muy significativa --creo que se acaba de realizar un seminario sobre el tema--, relacionada con el fomento de la organización para luchar contra la pobreza. Porque ésta no es sólo personal, pues se trata de una acción integradora, que compromete a toda la sociedad. Y en esto han sido muy claros los expositores.
En consecuencia, son varias las materias que deben ser tratadas. La lucha contra la pobreza incumbe a los pobres e indigentes, pero también a toda la sociedad. Repito que dejaré pendiente la intervención que pensaba efectuar sobre esos temas y que se relacionan con nuestras tareas legislativas, conforme a la reflexión más profunda que puede llevar a cabo el Parlamento.
Para terminar, deseo referirme a un aspecto que, en mi opinión, también debe estar presente en la conciencia del Congreso Nacional: ojalá nunca caigamos en la autocomplacencia. En el tema que debatiremos esta noche, en cierto modo, hemos incurrido en ella, por lo cual estamos sufriendo las consecuencias. En lo que atañe a la pobreza sucede lo mismo. Creo que ha habido autocomplacencia en materias económicas. Debemos reconocer, al analizar el punto, que hay cifras extraordinarias en nuestra macroeconomía. También es cierto lo señalado por el Ministro señor Aninat , quien ha llamado a este período el "trienio de oro". Confío en que existe un "trienio de oro" en el desarrollo de nuestra economía.
Sin embargo, hay que estar claros en que los frutos de ese crecimiento se concentran sólo en el 10 por ciento de los chilenos. Y el resto, los pobres y los sectores medios, se empobrecen o se endeudan, como lo indican los numerosos datos existentes en cada una de nuestras regiones.
Señor Presidente , finalizo mi exposición felicitándome una vez más por la presente sesión. Creo que incita al estudio, a la reflexión y a impulsar múltiples medidas de diferente orden. Y, en este sentido, creo que el sólo hecho de haberla realizado y de que hayan intervenido los señores Parlamentarios y las autoridades de Gobierno invitadas, significa un aporte a la acción del país en contra de la pobreza.
He dicho.
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