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El señor NUNEZ ( Vicepresidente ).-
Proyecto, en primer trámite constitucional, que introduce modificaciones a la ley N° 18.700, Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios, para permitir la existencia de pactos electorales en las elecciones de Presidente de la República , originado en moción del Honorable señor Piñera y con informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento. Está en segunda discusión.
-Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley: (moción del señor Piñera)
En primer trámite, sesión 26ª, en 30 de agosto de 1994.
Informe de Comisión:
Constitución, sesión 4ª, en 6 de junio de 1995.
Discusión:
Sesión 5ª, en 7 de junio de 1995 (queda para segunda discusión).
El señor EYZAGUIRRE ( Secretario ).-
Esta iniciativa consta de un artículo único con dos numerales y tiene quórum de ley orgánica constitucional, o sea, requiere del voto favorable de 26 señores Senadores para su aprobación.
La Comisión aprobó este proyecto en general y particular a la vez por tres votos contra uno. Votaron favorablemente los Senadores señores Fernández, Larraín y Otero, y en contra lo hizo el Senador señor Hamilton.
El señor HAMILTON .-
Señor Presidente , deseo plantear una cuestión de orden.
El señor NUÑEZ ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Senador señor Hamilton .
El señor HAMILTON .-
Este proyecto, al igual que el anterior, ya fue discutido en la Sala -recuerdo que el Honorable señor Bitar fue el último en intervenir-, pero cuando iba a comenzar la votación, se pidió segunda discusión. Por tanto, sugiero, en mérito de la economía legislativa, proceder simplemente a fundamentar el voto, sin debate.
El señor NUÑEZ ( Vicepresidente ).-
Efectivamente, el proyecto ya ha sido discutido, pero sería bueno que su autor recordara el contenido fundamental.
Tiene la palabra el Honorable señor Piñera.
El señor PIÑERA.-
Señor Presidente , es muy simple. Hoy día, de acuerdo a la ley electoral, cada partido político legalmente constituido tiene derecho a solicitar la inscripción de una candidatura presidencial. Por su parte, los candidatos independientes pueden hacerlo, siempre y cuando reúnan las firmas del 0,5 por ciento del universo electoral.
Lo que pasa es que en la práctica, tal como se dan las cosas en la política, muchas veces los candidatos no pertenecen a un partido, ni tampoco son genuinamente independientes, sino que representan a sectores. Por ejemplo, en la última elección presidencial, don Eduardo Frei Ruiz-Tagle no fue candidato del pacto de la Concertación de Partidos por la Democracia. Todo el mundo lo cree así, pero en realidad, legalmente fue candidato del Partido Demócrata Cristiano. Asimismo, don Arturo Alessandri Besa no fue candidato de la coalición de partidos de la Unión por el Progreso de Chile, como era obvio y natural, sino que se inscribió como independiente, ya que no milita en ningún partido político.
Entonces, lo que planteo es simple y lógico: si a un partido político se le permite solicitar la inscripción de un candidato presidencial, también pueden hacerlo dos, tres cuatro. Vale decir, que se confiera a un pacto electoral -el cual, de acuerdo con la ley, está integrado por más de un partido legalmente constituido- la misma facultad que tiene cada uno de éstos.
En otras palabras, me habría gustado que en la última elección presidencial se hubiera expresado: el señor Eduardo Frei es militante democratacristiano, pero es candidato de la Concertación de Partidos por la Democracia. En tanto que el señor Arturo Alessandri es independiente, pero es candidato de la Unión por el Progreso de Chile.
Por consiguiente, la iniciativa apunta simplemente a hacer transparentes las cosas legales. Y espero francamente que sea aprobada por unanimidad.
Para agilizar el despacho de este proyecto, renuncio a seguir usando la palabra.
He dicho.
El señor NUÑEZ ( Vicepresidente ).-
Muy bien, procederemos a votar.
El señor OTERO .-
¿Me permite, señor Presidente?
Antes de votar, quiero hacer una consideración contenida en el informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento -que debo recordar a los señores Senadores-, respecto del proyecto anterior, en el cual también debería abordarse, la idea de cómo reemplazar al candidato presidencial cuando se inhabilita, fallece o no puede seguir siéndolo. Esta materia es tan importante que el texto del informe dice: "Haciendo uso de la palabra el señor Director del Servicio Electoral , reiteró los conceptos vertidos en el informe de ese Servicio, poniendo énfasis en la importancia de legislar sobre la materia por los problemas que pueden producirse, a vía de ejemplo, en el caso del artículo 20 de la ley 18.700, que considera el reemplazo de los candidatos a Presidente de la República o a parlamentarios que fallezcan antes del octavo día que precede a la elección, pero no entrega una solución si el fallecimiento se produce entre el octavo día anterior y el mismo día de la elección".
Después, el informe consigna que, don Gonzalo Terrazas , Secretario Relator del Tribunal Calificador de Elecciones , se explayó sobre la opinión del Tribunal al respecto, coincidiendo con el señor Director del citado Servicio en la importancia de legislar sobre la materia.
Lo importante era aprobar en general la iniciativa, para solucionar problemas actuales, representados nada menos que por el Director del Servicio Electoral y por el Secretario Relator del Tribunal Calificador de Elecciones.
Lo anterior, junto con lo expresado por el Senador señor Piñera , me hace innecesario analizar el proyecto.
He dicho.
El señor NUÑEZ ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Senador señor Bitar.
El señor BITAR.-
Señor Presidente , en la sesión anterior ya analizamos este tema y quedó para votación. Sin embargo, quiero reiterar lo siguiente.
En primer lugar, hasta ahora no he apreciado ningún obstáculo a los acuerdos de partidos para la designación de candidatos presidenciales. Las colectividades políticas actúan de manera madura, llegan a entendimientos respecto de quién será su candidato presidencial, convienen las fórmulas pertinentes y proceden a presentarlo. Es decir, los partidos pueden llevar el candidato que ellos acuerden. No veo impedimento alguno, en la actual legislación, para que así ocurra.
En segundo término, los partidos tienen la posibilidad de utilizar un sistema como el que aplicamos en la Concertación en las primarias -espero que podamos usarlo de nuevo, en forma más completa, y que avancemos en esa dirección-, y que la Oposición también puede emplear.
En consecuencia, son los partidos, en conjunto, los que designan a su candidato, y luego cada uno lo ratifica por separado.
Al argumento que he dado deseo agregar un hecho, que el Honorable colega autor de la moción expuso en favor de ésta, en la sesión pasada, en el sentido de que en la última elección presidencial, a la hora de sufragar, el candidato aparecía en los votos con el símbolo de su partido, y que ello limitaba la expresión del conglomerado que la apoyaba. He solicitado copia de la cédula electoral y puedo afirmar que no existe tal identificación del partido al que cada candidato pertenecía. De manera que ese raciocinio tampoco es válido, dado que en la práctica no se aplica y, por consiguiente, no constituye una traba.
Por las razones anotadas, soy partidario de mantener la legislación existente, de no innovar en la materia y, por ende, de rechazar el proyecto.
El señor NUÑEZ ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Senador señor Andrés Zaldívar.
El señor ZALDIVAR (don Andrés) .-
Señor Presidente , son muchas las iniciativas modificatorias de la ley electoral que podríamos traer a la discusión del Senado, todas con muy buenos fundamentos. Sin perjuicio de ello, coincido con lo manifestado por el Senador señor Bitar , en orden a que la ahora en debate no es sustancial.
Estoy consciente de que debe revisarse en profundidad la ley electoral. Y en estos días hemos escuchado señalar, a Parlamentarios de un partido de Oposición, la necesidad de examinar el mecanismo eleccionario, que es lo vital. De ahí podemos derivar diversas otras casas como, por ejemplo, el reemplazo del sistema binominal por otro diferente, que dé real representación en el Congreso a los distintos sectores de opinión del país.
Por lo tanto, anuncio que votaré en contra del proyecto. Y no lo haré por disentir de la idea matriz original del proyecto, ni tampoco de la nueva idea agregada por la Comisión -no visualizo el motivo por el cual este órgano técnico juntó ambas materias, que son diferentes en cuanto a su finalidad-, sino como una forma de obligar a los actores políticos a sentarse a la mesa de conversaciones, a fin de que abordemos en su totalidad, transcurrido ya un período de transición de cinco años, la reforma que precisa la normativa electoral. Y creo que en forma similar ha de procederse en lo atinente a las reformas constitucionales.
El señor PIÑERA .-
¿Me concede una interrupción, señor Senador ?
El señor ZALDIVAR (don Andrés).-
No tengo inconveniente, con la venia de la Mesa.
El señor NUÑEZ ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Senador señor Piñera .
El señor PIÑERA .-
Señor Presidente , me gustaría que los Honorables colegas se preguntaran qué pasaría si, frente a cualquier proyecto de modernización del Estado -asunto sobre el que, obviamente, tenemos una visión muy global- que presentara el Gobierno, le dijéramos: "Mire, nosotros vataremos en contra de la iniciativa, mientras no estudiemos la modernización general del Estado".
El argumento expuesto por el Senador señor Andrés Zaldívar parece encerrar una buena intención; pero, en la práctica, obstruye una enmienda que él mismo insinúa que es positiva. Me parece que éste es un método muy perverso, que significa esterilizar la forma de avanzar. Porque, o se hace todo lo que se pretende, o no se hace nada.
No comparto ese juicio del Honorable colega.
El señor ZALDIVAR (don Andrés ).-
Pensé que el Senador señor Piñera , por la vía de la interrupción, podría aclarar algún punto; pero nuevamente ha hecho una exposición de los motivos que justifican su postura. Comprendo que desee aprovechar su tiempo, porque -según ha anunciado-, le queda un corto lapso en esta Corporación. Empero, debo expresar a Su Señoría que la cuestión no es tan así como señala, ni mi razonamiento puede simplificarse del modo en que lo ha hecho.
La ley electoral no se trató en un Parlamento elegido de manera democrática, que es donde normalmente deben estudiarse estos cuerpos legales. Y, como no fue elaborada por un Congreso, sino en otra época y bajo diferentes condiciones, adolece de un sinnúmero de errores y de dificultades. Por ello, lo lógico es que sea modificada por completo, con la participación de este Paramento, que ha sido elegido democráticamente.
Por esa razón, estimo que las enmiendas de esta índole, como, asimismo, las de orden constitucional, debieran someterse a un análisis más razonable. De lo contrario, permanentemente tendremos una tabla tan abultada como la de hoy, donde figuran 40 proyectos, de los cuales el 80 por ciento corresponde a reformas a la ley electoral y a la Constitución Política de la República.
Por lo expuesto, votaré que no.
El señor NUÑEZ ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Senador señor Thayer.
Luego procederemos a votar, y entonces los señores Senadores podrán fundamentar su posición.
El señor THAYER .-
Señor Presidente , voy a fundar mi voto en esta intervención.
Me pronunciaré a favor del proyecto, porque considero que la situación existente es absolutamente ilógica. Hoy en día, en conformidad a la ley ¿como la interpreta el Servicio de Registro Electoral, pues este asunto lo he examinado latamente con su Director , don Ignacio García -, ningún partido puede declarar la candidatura presidencial de una persona que no pertenezca a la misma colectividad. A mi juicio, esto es totalmente contrario a los principios democráticos.
El señor PIÑERA .-
Y de libertad...
El señor THAYER .-
En atención a esa circunstancia, el texto en debate es muy sensato y, además, resuelve una cuestión como la mencionada hace algunos momentos.
Debo manifestar que no comparto la idea de que, o se arregla todo o no se arregla nada. Es natural que existan intereses políticos o de grupos para efectuar las cosas de otro modo. Pero este proyecto, en sí mismo, corrige una anomalía que tal vez sea única en el mundo. No se me ocurre que pueda existir un sistema más absurdo que el nuestro, que impide a una colectividad política presentar un candidato presidencial que no sea miembro de ella.
Por eso, respaldaré la iniciativa.
El señor NUÑEZ ( Vicepresidente ).-
En votación general el proyecto.
-(Durante la votación).
El señor ALESSANDRI.-
Señor Presidente , el sistema en vigor -del cual fui víctima- consagra el monopolio de los partidos políticos. Mediante esta enmienda se abre un campo a los independientes. Y tienen razón quienes han manifestado que no se trata de cambiar el sistema de generación del Parlamento (que es objeto de muchas críticas), sino de modificar un aspecto de la elección de Presidente de la República , que es el mecanismo, sin mayores complicaciones, que se ha empleado siempre. Lo único que se pretende es determinar quién puede ser candidato a la Primera Magistratura y qué requisitos debe cumplir.
Es comprensible que los partidos políticos tengan interés en cerrar el paso a los independientes. En mi carácter de independiente, reclamo contra ese propósito. Nunca me ha agradado la "partidocracia". Por eso, sigo siendo independiente, aunque de partido, no de ideas.
Pienso que este proyecto va en la dirección correcta y no veo cuál es el inconveniente para aprobarlo, ya que sólo se intenta dar la alternativa de proponer en forma distinta a los candidatos a la Presidencia de la República . No tiene nada que ver con el sistema binominal, destinado a elegir a Senadores y Diputados, esto es, a los integrantes del Congreso. Esta reforma se refiere únicamente a la elección de Jefe del Estado. Así, un conglomerado de partidos podrá decir: "Vamos a declarar como candidato a Fulano de Tal". La contraparte tendrá la posibilidad de hacer lo propio. 0 bien, les será factible presentar a dos independientes, sin necesidad de reunir cierta cantidad de firmas, exigencia que -como pude comprobar- representa un entorpecimiento bastante grande.
Ha de tenerse muy en cuenta que esta enmienda no altera en absoluto el sistema de elección parlamentaria, acerca del cual hay tanta discusión y que puede tratarse en otra oportunidad. Aquí sólo se legisla en lo relativo a la elección de Presidente de la República .
Por lo anterior, estoy enteramente de acuerdo con el texto propuesto, y voto que sí.
El señor DIAZ .-
Señor Presidente , allá por el año 1956, llegó muerto al Servicio de Urgencia del Hospital de Rancagua un candidato a Senador por la Sexta Región. Desde entonces vivimos este drama. El nombre de ese candidato era Juan Antonio Coloma , y falleció mientras pronunciaba un discurso en la ciudad de Machalí, de lo cual me acuerdo perfectamente bien. De manera que al llegar a este centro asistencial -repito- ya había muerto, por lo que no se pudo hacer nada por él.
Ahora, en principio, creo que la materia en discusión es absolutamente justa. Pero debo señalar que al vacío que presenta nuestro sistema electoral se añaden muchísimas otras deficiencias.
Y, entonces, considerando que la idea es buena, pero que habría que completarla para hacer efectiva una reforma total que beneficie realmente el sistema electoral chileno, voy a rechazar esta iniciativa.
Voto que no, señor Presidente.
La señora FREI (doña Carmen) .-
Señor Presidente , según lo expresado por los Senadores señores Andrés Zaldívar y Díaz, nosotros tenemos la voluntad para realizar muchas reformas a este sistema, pues hay bastantes cosas que deben cambiarse.
Pero también creemos -y se lo hemos oído a gente de la Oposición- que no es bueno "picotear" ni la Constitución Política ni las leyes electorales.
Entonces, cuando Sus Señorías se encuentren dispuestos a efectuar muchos cambios en esta materia, nosotros también estaremos disponibles para ello.
En este momento, no estamos dispuestos a eso, porque no queremos "picotear" (término en boca de Sus Señorías) la Carta Fundamental ni leyes que se hallan vigentes. Además, no tenemos ninguna urgencia, pues falta bastante para elegir a un nuevo Presidente de la República . Entonces, esta materia la podemos ver en una próxima oportunidad, cuando Sus Señorías estén en disposición de efectuar estos cambios, necesarios, que, por lo demás, quiere la mayoría del país, y que por razones que conocen de más no los hemos podido concretar en el Senado.
Voto que no, señor Presidente.
El señor HAMILTON .-
Señor Presidente , me sorprende escuchar a mi Honorable colega señor Alessandri decir que fue víctima de la ley electoral.
Quiero refrescar la memoria de Su Señoría y señalarle que él perdió la elección porque su contendor, el candidato de la Concertación don Eduardo Frei Ruiz-Tagle , obtuvo poco más del 58 por ciento de los votos, esto es, la más alta mayoría jamás alcanzada en una elección presidencial en Chile.
En seguida, creo que ésta es una mala iniciativa, a pesar de la inteligencia, capacidad y experiencia de su autor, porque no resuelve ningún problema.
La mejor demostración de lo que señalo la dio el Senador señor Bitar en la sesión anterior -y la corroboró ahora-, cuando se refirió a que el voto no tenía el signo del partido. Y, entonces, el candidato don Eduardo Frei , miembro de la Democracia Cristiana, fue para el país el candidato de la Concertación, y gobierna con respaldo de este conglomerado político; y el candidato independiente señor Alessandri fue el candidato del pacto Unión por Chile, y obtuvo, de acuerdo con la ley actual, la posibilidad de inscribirse y participó en esa elección sin ningún problema.
Ahora, ¡cómo no va a ser mala la iniciativa, si ya en esta sesión llevamos dos propuestas para modificarla!
Por consiguiente, el llamado que hago es para que nos aboquemos a revisar la ley electoral, no sólo en estos dos puntos, sino en todo lo demás, y, fundamentalmente -lo que no hace atingencia a este caso concreto-, el sistema electoral, para transformarlo en uno proporcional que realmente haga justicia, de modo que todos los sectores relevantes de la comunidad nacional puedan estar representados en el Parlamento.
En consecuencia, confirmo mi pronunciamiento anterior: voto que no, señor Presidente.
El señor HORMAZABAL .-
Señor Presidente , primero, quiero señalar que todos tenemos la más alta consideración por nuestro Honorable colega señor Alessandri . Pienso que Su Señoría realizó una campaña digna, y todos los Senadores nos sentimos orgullosos de que una competencia de esa naturaleza con nuestro Honorable colega, en ese tiempo, y camarada don Eduardo Frei se hiciera con altura.
Por lo tanto, no comparto con Su Señoría el que sea una víctima; que se le impidió algo. ¡No! El Senador señor Alessandri pudo representar al sector de la Derecha, que lo eligió como su abanderado. Ahora, víctima en el sentido del sacrificio político que ello implica, ¡por supuesto!
Pero si estamos discutiendo determinada iniciativa, ésta debe tener un sentido: resolver un problema. A ver, ¿es posible en el actual sistema que un independiente sea candidato a la presidencia de la República ? Sí, lo es. La prueba de ello está en que el señor Manfred Mc-Neef , independiente, fue candidato; en que el señor Arturo Alessandri , también, e igualmente el señor Pizarro, don Eugenio . 0 sea, el actual sistema permite que los independientes compitan. De manera que presentar una iniciativa para reparar una injusticia para con los independientes carece de fundamento, porque los hechos son más relevantes que las opiniones al respecto.
Una segunda cuestión se refiere a si los partidos disfrutan de un privilegio irritante con relación a los independientes.
La verdad es que los partidos tienen obligaciones legales que cumplir, que no poseen los independientes. Porque previamente, para constituirse, deben reunir las firmas indispensables en cada una de las Regiones, tal como lo establece la ley. Entonces, no se les puede exigir dos veces a los partidos que cumplan con un requisito que ya acataron para nacer a la vida del derecho, como se dispone en la actual legislación. De modo que también rechazo que sea un privilegio la existencia de partidos que por haber cumplido antes el trámite se hallan eximidos de él, porque sería ya una exigencia inconducente y no fundada.
En consecuencia, un independiente que quiera ser candidato y posea los méritos que exhibieron nuestro Honorable colega el señor Alessandri , o las otras personas, como el destacado intelectual don Manfred Mc-Neef , puede hacerlo. Y en cuanto a los partidos, más que darles privilegios, la actual legislación todavía consagra dificultades. Por estas razones, me parece que el presente proyecto no tiene razón de ser, y lo rechazo.
Voto que no, señor Presidente.
El señor HORVATH.-
Señor Presidente , por lo menos, quiero manifestar algunas aprensiones con respecto a la moción presentada.
Considero conveniente que una persona que se presenta como candidato independiente reúna los requisitos para esos efectos. Y uno de ellos es la firma del medio por ciento del universo electoral. Me parece que eso lo reafirma en su condición de tal. Y esto se encuentra ligado también con el segundo punto, esto es, el riesgo de que un independiente quede amarrado a uno o más partidos. Eso igualmente constituye una práctica que puede transformarse en elemento perverso.
Pero ésas son mínimas contingencias en cuanto a los positivos objetivos que persigue la moción, en el sentido de que permite ampliar el abanico de posibilidades de candidaturas, a fin de que el elector tenga mayor número de alternativas por las cuales pronunciarse, lo cual, en definitiva, siempre resulta positivo.
En consecuencia, voto a favor.
El señor HUERTA.-
Señor Presidente , no tengo la experiencia política suficiente coma para medir los alcances a favor o en contra en esta materia.
Por lo tanto, me abstengo.
El señor LARRAIN.-
Señor Presidente , éste es un proyecto muy simple, cuyos objetivos se entienden claramente.
Y, por eso, no puedo entender lo que yo llamaría falta de generosidad al referirse a la fundamentación hecha por un señor Senador que tuvo experiencia práctica en la materia, quien, si se declaró víctima del sistema, lo hizo respecto a la incomprensión que éste presenta para determinadas candidaturas independientes bajo ciertas hipótesis, y no en cuanto al resultado electoral.
Creo que siempre ha sido de prudencia -y la historia así lo enseña- que los vencedores sean humildes y sobrios en su victoria, y no arrogantes ni soberbios cuando ganan elecciones.
Por otra parte, lo que pretende resolver la iniciativa no es la posibilidad de que los independientes se presenten -no es eso lo que está en discusión-, sino si acaso los partidos, precisamente porque han cumplido con muchos requisitos -como recién se recordó-, necesitan, otra vez, cuando llevan un candidato independiente, llenar los mismos que se exigen para quienes no son respaldados por conglomerados políticos.
Tan simple y claro como eso. De manera que cualquiera otra interpretación es equívoca.
Por eso, el proyecto está bien fundado, es preciso, y subsana un vacío que es de toda conveniencia resolver para el buen funcionamiento de los partidos y de los independientes.
Por ello, voto a favor.
El señor LAVANDERO.-
Señor Presidente , no hace mucho que un proyecto de reforma constitucional fue rechazado, porque no obtuvo el quórum necesario. Tenía por finalidad modificar el régimen actual, de modo que cuando la urgencia de algunas iniciativas no fuera calificada de "Discusión Inmediata" o de "Suma", quedara con "Simple". Pese a que todos estaban de acuerdo en aquella reforma, también se habló de "picoteo" y el proyecto -del que yo era autor- fue rechazado, no obstante la necesidad urgente de clarificar una situación que se arrastra desde hace mucho tiempo.
¿Por qué hago tal referencia al fundamentar mi voto? Con el objeto de que las urgentes y necesarias modificaciones legales y constitucionales que el país exige -como la que nos ocupa-, sean tratadas de una vez por todas.
Por las mismas razones aducidas por varios señores Senadores, rechazo el proyecto, con el objeto de buscar en conjunto las reformas que el país reclama.
El señor PIÑERA.-
Señor Presidente , seré muy breve.
En primer lugar, hago saber a mis Honorables colegas que no es necesario que recuerden -ya lo han hecho en varias ocasiones- la decisión personal que he adoptado, porque ella es muy clara y firme.
En segundo término, hoy he aprendido dos nuevas fórmulas para votar que no, las cuales junto con ser interesantes, son de validez universal. Una de ellas es "Como esto es bueno y podemos hacerlo mañana, apliquemos la vieja norma; es decir, ¿para qué hacer hoy lo que podemos mañana?". La otra es: "Como esta idea es buena y hay otras de la misma calidad, votémosla negativamente". Con esta última, se produce el efecto "espejo" que acaba de mencionar el Senador señor Lavandero : pese a que todo el mundo reconoció que su idea era buena -inclusive yo, porque fui coautor de la iniciativa-, y que por haber sido rechazada, ahora votaba en contra de esta otra, pese a que también es buena. Con ese procedimiento, irán muriendo paulatinamente iniciativas consideradas mayoritariamente positivas.
Se trata de dos argumentos interesantes, de aplicación universal, que si se expandieran por todo el mundo y se transformaran en epidemia, permitirían rechazar muchos buenos proyectos.
Finalmente, pienso que el Senador señor Alessandri -quien al fundamentar su voto señaló que había sido víctima del sistema electoral- no quiso hacer referencia al hecho de no haber ganado la elección presidencial -de la cual fue digno y meritorio candidato-, sino al proceso que tuvo que cumplir para poder postular.
Por todas estas razones, y dejando constancia de que discrepo de aquellas fórmulas, voto a favor.
El señor SIEBERT .-
Señor Presidente , estimo que podemos avanzar paso a paso en las modificaciones para perfeccionar la Constitución que sean buenas y que hayan sido reconocidas como tales, sin necesidad de esperar la presentación de un proyecto global, que contenga todo lo que en ella deba ser modificado.
Por lo anterior, y considerando que el proyecto efectivamente contribuye a mejorar algo negativo, voto a favor.
El señor THAYER.-
Señor Presidente , por las razones que ya expresé, voto favorablemente.
El señor URENDA.-
Señor Presidente , es lamentable el procedimiento que est�� adoptando el Senado en sucesivas votaciones, en el sentido de rechazar proyectos que se estiman buenos, por razones absolutamente secundarias o como una forma de presionar la aprobación de otros que podrían no serlo tanto.
En verdad deberíamos distinguir entre los proyectos que tienden a facilitar y hacer más expedita la labor del Parlamento -y para lo cual hay gran consenso- y aquellos que, por ser más complejos y de mayor trascendencia, pueden contener puntos encontrados.
En la medida en que perfeccionemos la legislación y, eventualmente, la Constitución, en los aspectos que, aunque no sean de fondo, hagan más eficaz el trabajo parlamentario y mejoren la democracia, estaremos cumpliendo con nuestro deber. Pero, obviamente, no nos prestigia votar en contra de un proyecto en el cual estamos de acuerdo, como se ha señalado, porque específicamente es muy simple.
Como se ha explicado, la iniciativa pretende que los partidos políticos que han cumplido con todos los requisitos de inscripción de candidatos para cargos de representación popular, puedan escoger al mejor postulante, aunque no sea necesariamente de sus filas. Es natural que facilitemos tal proceso, porque para que la democracia funcione plenamente se requiere, entre otras cosas, que se opongan a una elección siempre las mejores personas, a fin de que, cuando el pueblo vote, tenga la oportunidad de preferir a los más capaces. El proyecto tiende específicamente a eso: evitar el riesgo de que un candidato que los partidos han considerado bueno -y que no pertenece a sus filas-, en definitiva, no pudiera postular por problemas meramente procesales o por impedirlo la complejidad del sistema electoral. Por ello, pienso que deberíamos aprobarlo.
Por último, en cuanto a una observación hecha tal vez con ánimo festivo, en el sentido de que el proyecto es tan malo que debiera hacérsele más de una modificación, quiero decir que, con ese criterio, el Senado no habría aprobado numerosas modificaciones a la ley de "leasing" habitacional despachada por el Parlamento hace algún tiempo, porque tenía tantos problemas que no habría podido aplicarse. Ésa es una mala razón. Debemos tratar de legislar lo mejor posible y no sobre la base de consideraciones mezquinas.
Por estas razones, voto que sí.
El señor ZALDIVAR (don Adolfo) .-
Señor Presidente , nadie puede dudar de que el interés de los Senadores de mi bancada es perfeccionar la institucionalidad vigente y dejar vinculante todo nuestro ordenamiento político con el consenso nacional, el cual, sin duda, no inspiró las leyes políticas, una de las cuales se intenta hoy modificar en forma separada. Pero se perdería esa visión de conjunto si accediéramos a mejorar parcialmente algunos cuerpos legales con dificultades ciertas en su aplicación.
En realidad, deben modificarse las leyes políticas y, en especial, la Constitución, en forma global y por consenso. Y ello no se logra por esta vía, la cual deja al descubierto que aquéllas, por una parte, no obedecieron a un consenso originario realmente vinculante; y, por la otra, que fueron aprobadas en forma apresurada, lo cual explica la gran cantidad de proyectos para enmendar unas y otras.
Por todo lo anterior, voto en contra.
El señor DIEZ.-
Por las razones expuestas por los Senadores señores Larraín y Piñera voto afirmativamente.
-Se rechaza el proyecto por no alcanzar el quórum constitucional pertinente (22 votos por la afirmativa, 10 por la negativa y 1 abstención).
Votaron por la afirmativa los señores Alessandri, Cantuarias, Cooper, Diez, Fernández, Horvath, Lagos, Larraín, Larre, Letelier, Martin, Mc-Intyre, Núñez, Ominami, Otero, Piñera, Prat, Romero, Siebert, Sinclair, Thayer y Urenda.
Votaron por la negativa los señores Bitar, Díaz, Frei (don Arturo), Frei (doña Carmen), Hamilton, Hormazábal, Lavandero, Ruiz (don José), Zaldívar (don Adolfo) y Zaldívar (don Andrés).
Se abstuvo de votar el señor Huerta.
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