. . . . . " \nLa se\u00F1ora SAA (Vicepresidenta).- \nTiene la palabra el Diputado se\u00F1or Cardemil. \n \nEl se\u00F1or CARDEMIL.- \nSe\u00F1ora Presidenta , con el \u00E1nimo de hacer un aporte y producir un debate enriquecedor en esta importante discusi\u00F3n que tenemos hoy, me corresponde fijar en l\u00EDneas generales los conceptos e ideas en base a los cuales nuestro partido ha abordado el tema presupuestario para 1998.\n \nComo ha dicho el se\u00F1or Ministro , y en eso tiene toda la raz\u00F3n, la ley de Presupuestos es el principal instrumento a disposici\u00F3n de un gobierno para la consecuci\u00F3n del bien com\u00FAn. Por ende, es tambi\u00E9n el mejor instrumento a trav\u00E9s del cual una Oposici\u00F3n constructiva, seria, con fundamentos, puede hacer una evaluaci\u00F3n de la gesti\u00F3n de determinado gobierno. De manera que la ejecuci\u00F3n presupuestaria de 1997 y la ley de Presupuestos que el Gobierno nos propone para 1998 ser\u00E1n los mejores par\u00E1metros para que la Oposici\u00F3n pueda pronunciarse, con cifras y antecedentes serios y fehacientes, respecto de c\u00F3mo est\u00E1 actuando el Ejecutivo.\n \nLo anterior implica, ni m\u00E1s ni menos, un problema pol\u00EDtico, con letras may\u00FAsculas. La pol\u00EDtica es el arte de gobernar, el sistema de decisiones p\u00FAblicas para buscar el bien com\u00FAn. \nA ra\u00EDz del planteamiento del Gobierno, nuestros foros televisivos y medios de prensa -estamos en \u00E9poca de elecciones- han creado abundantes espacios de debate para el tema presupuestario. Sin embargo, y para ser serios, considero que a esta C\u00E1mara pol\u00EDtica le corresponde efectuar un debate profundo sobre esta materia, aspecto que abordar\u00E9 a continuaci\u00F3n.\n \nA nuestro juicio, los gobiernos de la Concertaci\u00F3n han podido administrar un Estado que cuenta con abundantes recursos, producto del crecimiento econ\u00F3mico y de la recaudaci\u00F3n fiscal, proveniente fundamentalmente de los impuestos. Sin embargo, el punto central es que gasta m\u00E1s recursos, pero no los utiliza bien, debido a la obsolescencia de los programas dirigidos a la soluci\u00F3n de los problemas sociales, a la cantidad de gasto superfluo o, lisa y llanamente, a las p\u00E9rdidas fiscales por defraudaci\u00F3n del tesoro p\u00FAblico, que cada d\u00EDa va en aumento.\n \nMe remitir\u00E9 a la exposici\u00F3n de tres puntos generales, sobre la base de la idea central que desarrollar\u00E9 a continuaci\u00F3n. \nEn primer lugar, siempre insistiremos en que la C\u00E1mara de Diputados y el Congreso Nacional no cuentan con la informaci\u00F3n necesaria, tema recurrente en la discusi\u00F3n del presupuesto. En efecto, la informaci\u00F3n que ha proporcionado en esta oportunidad el Ejecutivo respecto de la ejecuci\u00F3n presupuestaria proporcional correspondiente a 1997 no est\u00E1 ni ha estado disponible en forma oportuna. Obviamente, aqu\u00ED ha habido falta de regulaci\u00F3n constitucional y legal sobre el presupuesto y su ejecuci\u00F3n, lo que hace que el problema se repita cada a\u00F1o. Estamos en presencia de una flexibilidad en el manejo presupuestario por parte del Ejecutivo, lo cual ha conducido, como lo fundamentar\u00E9 con posterioridad, a una carencia de informaci\u00F3n que deja al Congreso inerme a la hora de resolver constitucionalmente sobre la aprobaci\u00F3n o rechazo del proyecto de Presupuestos , impidi\u00E9ndole efectuar un juicio de m\u00E9rito profundo sobre la reasignaci\u00F3n de fondos p\u00FAblicos, en consideraci\u00F3n a las distintas funciones que debe cumplir el Estado.\n \nEn segundo lugar, consideramos inoficiosa una discusi\u00F3n, como algunos han querido plantear, sobre el tama\u00F1o del Estado. No se puede ser partidario a priori de un Estado peque\u00F1o o grande.\n \nEn su oportunidad planteamos, y ahora lo hacemos con especial \u00E9nfasis, que nos interesa tener un Estado en forma, que salga de donde sobra, fundamentalmente por mala gesti\u00F3n, y entre donde falta especialmente en la acci\u00F3n subsidiaria de la educaci\u00F3n, salud y pobreza.\n \nEsa discusi\u00F3n es interesada y no conduce a la claridad que los chilenos deben tener en esta materia. \nSomos partidarios de la econom\u00EDa social de mercado, pero, obviamente, tambi\u00E9n sostenemos con fuerza que debe haber un Estado regulador y fiscalizador en la funci\u00F3n social, que promueva el desarrollo, haciendo lo que le compete en educaci\u00F3n, salud y pobreza.\n \nEn tercer lugar, este a\u00F1o estamos poniendo un \u00E9nfasis especial. Se nos anuncia que el presupuesto prev\u00E9 un gasto total, aumentado en 8 por ciento real para 1998, respecto de 1997. Siempre es importante gastar menos, pero destacamos que m\u00E1s nos preocupa gastar bien. No nos oponemos a la inversi\u00F3n social programada y ejecutada en forma correcta. Queremos -porque creemos que el Estado no lo est\u00E1 haciendo bien- que la inversi\u00F3n social se dirija en los t\u00E9rminos correctos y llegue efectivamente a la gente. Este a\u00F1o, mucho m\u00E1s que interesarnos por cu\u00E1nta plata gasta el Estado, vamos a preocuparnos de demostrar que la invierte mal y de proponer soluciones para que la utilice mejor.\n \nLas cifras sobre c\u00F3mo gasta la plata el Estado son elocuentes. \u00BFC\u00F3mo ha crecido la inversi\u00F3n en educaci\u00F3n? En 1990, fue de 760 millones de d\u00F3lares. En 1997, se nos propuso incrementar esa cifra a 2.700 millones de d\u00F3lares. En los \u00FAltimos siete a\u00F1os, ha subido de 1.200 millones a 2.850 millones de d\u00F3lares, es decir, en m\u00E1s de 110 por ciento. \u00BFY c\u00F3mo se ha reflejado dicho gasto en cuanto a eficacia? Las pruebas Simce muestran un estancamiento m\u00E1s o menos en la misma l\u00EDnea de flotaci\u00F3n de los \u00FAltimos 40 a\u00F1os.\n \nEsas son formas para medir el gasto en educaci\u00F3n de la gente. El monto es mucho mayor, pero la plata no llega a la gente. Recuerdo que en los \u00FAltimos siete a\u00F1os los impuestos recaudados por el Estado han subido de 8 mil millones a 16 mil millones de d\u00F3lares, afectando a todos los chilenos, lo cual no es l\u00EDrica ni academia. Han aumentado los impuestos de bienes ra\u00EDces, los permisos de circulaci\u00F3n, las patentes y el combustible en m\u00E1s o menos mil millones de d\u00F3lares al a\u00F1o.\n \nEn pobreza -el se\u00F1or Ministro no necesitar\u00E1 que lo recuerde-, en 1989 se gastaban 3.500 millones de d\u00F3lares; en 1997, 10 mil millones de d\u00F3lares. En 1990, el Estado dispon\u00EDa de 700 d\u00F3lares por pobre bajo la l\u00EDnea de flotaci\u00F3n; en 1997, de 3.300 d\u00F3lares por cada pobre bajo la l\u00EDnea de pobreza m\u00E1s preocupante, es decir, de cinco veces m\u00E1s. Pero la pobreza ha disminuido en 2 por ciento anual. Seg\u00FAn cifras oficiales del Gobierno, en Chile quedan m\u00E1s de 3 millones 300 mil pobres. El 23 por ciento de los chilenos sigue siendo pobre y, lo que es m\u00E1s dram\u00E1tico, el 33 por ciento menor de 15 a\u00F1os, uno de cada tres ni\u00F1os chilenos, es pobre. Las cifras demuestran lo que con respeto, pero con claridad y firmeza, planteamos. Y han surgido cr\u00EDticas desde las propias l\u00EDneas de Gobierno -recuerdo perfectamente las que se\u00F1al\u00F3 el ex Ministro Maira antes de asumir la embajada en M\u00E9xico-. Este indicador, que calificamos de fracaso en la pol\u00EDtica social, lo demuestra.\n \nLos subsidios a los m\u00E1s pobres han mejorado mucho menos que el aumento de los impuestos a que alud\u00EDa y mucho menos que el crecimiento del gasto social. Ya dije c\u00F3mo se hab\u00EDan elevado los ingresos tributarios. \n\u00BFCu\u00E1nto significa el mayor gasto social? Seg\u00FAn las cifras que tengo en mi poder, los ingresos tributarios, 89 por ciento; el producto interno bruto, 50 por ciento; el gasto social, 66 por ciento; la pensi\u00F3n asistencial, s\u00F3lo 55 por ciento; la asignaci\u00F3n familiar, \u00FAnicamente 48 por ciento; el subsidio \u00FAnico familiar, 23 por ciento; la subvenci\u00F3n educacional, 24 por ciento, y el subsidio de vivienda, s\u00F3lo 20 por ciento. \nEn materia de salud, el gasto, de 595 millones de d\u00F3lares en 1990, se ha elevado a 1.739 millones de d\u00F3lares en 1997; es decir, en 132 por ciento en siete a\u00F1os. \n\u00BFCu\u00E1nta de esta plata llega al usuario? La alcaldesa Girardi lo planteaba el otro d\u00EDa por televisi\u00F3n: 600 pesos por persona al mes para su atenci\u00F3n primaria, de los cuales el Gobierno aporta 350 y las municipalidades, 210 pesos. \u00BFC\u00F3mo est\u00E1 llegando, entonces, este mayor gasto a la gente: en forma nula o, por decirlo de manera m\u00E1s generosa, de modo extraordinariamente escaso.\n \nPodr\u00EDamos seguir demostrando c\u00F3mo el gasto sube, pero no llega a la gente; y queda acumulado y depositado en ineficacia. \nA ra\u00EDz de la discusi\u00F3n presupuestaria del a\u00F1o pasado, la Oposici\u00F3n obtuvo que se hiciera una evaluaci\u00F3n de los veinte programas sociales que el Gobierno llev\u00F3 a cabo este a\u00F1o. Se hizo efectivamente; lleg\u00F3 tarde, a tirones, pero se recibi\u00F3. En todos esos estudios se destaca con extraordinaria nitidez, el \u00E9nfasis puesto en la gesti\u00F3n de los mismos y la carencia de datos respecto del an\u00E1lisis del impacto socioecon\u00F3mico de los proyectos, porque, a la hora de entrar en esta materia, en todos esos estudios falta informaci\u00F3n relevante o, simplemente, no existen objetivos a partir de los cuales comparar los logros.\n \nLo que pasa respecto del gasto p\u00FAblico es exactamente eso: que todo el an\u00E1lisis del Gobierno est\u00E1 centrado en la gesti\u00F3n de programas obsoletos hace mucho tiempo y no en la eficiencia con que realiza su acci\u00F3n el Estado.\n \nEn ese eje principal queremos plantear esta discusi\u00F3n. Sostenemos que los gobiernos de la Concertaci\u00F3n han administrado un Estado que cuenta cada vez con m\u00E1s recursos, como consecuencia del crecimiento econ\u00F3mico y de la mayor recaudaci\u00F3n fiscal, pero la evidencia de que gasta mucho m\u00E1s, pero mal, es palmaria a la hora de revisar las cifras m\u00E1s elementales.\n \nEsta es la cuesti\u00F3n central que nos lleva al punto de partida. Nuestro ordenamiento constitucional y legal establece una excesiva flexibilidad presupuestaria para el Ejecutivo , con la cual -tambi\u00E9n soy partidario de un sistema presidencial de gobierno- se pueden hacer cosas extraordinariamente positivas, pero tambi\u00E9n neutras, negativas o ineficaces.\n \nEl debate sobre el presupuesto debiera considerar los grandes temas pol\u00EDticos, sobre c\u00F3mo se est\u00E1 usando la plata del Estado, que siempre es poca, para reasignar recursos entre funciones de gobierno, usando la clasificaci\u00F3n que nos da. Esta discusi\u00F3n presupuestaria est\u00E1 siendo llevada cada vez en peor forma y sencillamente se ha convertido en un tr\u00E1mite m\u00E1s, por cuanto es imposible hacer una evaluaci\u00F3n de la reasignaci\u00F3n de recursos entre funciones de gobierno.\n \nLos datos de que disponemos -repito hasta la saciedad el tema que hemos planteado en todos los foros p\u00FAblicos y medios de comunicaci\u00F3n, y que reiteramos aqu\u00ED una vez m\u00E1s- indican que el Estado ha dispuesto de m\u00E1s plata, gasta mucho m\u00E1s, pero lo est\u00E1 haciendo peor. En eso queremos enfocar la discusi\u00F3n en esta c\u00E1mara pol\u00EDtica.\n \nHe dicho. \n " . . .