-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668571/seccion/akn668571-ds3-ds4-ds18
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1574
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/1
- rdf:type = bcnres:Participacion
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1574
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/491
- rdf:value = "
El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
Tiene la palabra el honorable Diputado señor Claudio Rodríguez.
El señor RODRÍGUEZ.-
Señor Presidente, si tuviéramos que sacar un factor común de lo que aquí se ha dicho, es, por cierto, lo referente al reconocimiento que todos han hecho en relación a la importancia de este sector de la educación.
¿Por qué es importante? Porque, más allá de realizar una labor complementaria a la de los profesores, cumplen una función extremadamente humana. Son precisamente los auxiliares de la educación los que reciben día a día a miles de niños y jóvenes que ingresan a sus respectivos establecimientos. Son los paradocentes los que muchas veces han realizado labores de asistencia social, escuchando los problemas y las inquietudes propios de la juventud, de jóvenes que tal vez no han tenido ni la confianza ni la posibilidad de hacérselas saber a sus padres.
Por eso, es de real importancia la labor que cumplen los funcionarios no docentes en la educación chilena.
Resulta entonces difícil entender cómo no se puede conciliar este reconocimiento que todos hacen a los funcionarios no docentes con la satisfacción de sus reales necesidades.
Sobre este particular, quiero hacer algunos alcances críticos al proyecto. Si pasamos una rápida revista a lo que ha sido su tramitación, llegaremos a la conclusión de que ésta ha sido excesiva e incomprensivamente larga.
Esta situación se inicia en 1990 junto con el Estatuto Docente; sin embargo, algunas gestiones, algunas presiones logran sacar de la cancha a este grupo importante de trabajadores con la promesa de que se enviará al Congreso Nacional un proyecto de ley que los beneficiaría exclusivamente a ellos. Sin embargo, pasan dos años. Queda atrás el señor Lagos como Ministro de Educación, y recién en el período del Ministro Arrate , en 1993, se hace llegar a la Cámara de Diputados un proyecto que establecía un estatuto. En diciembre de ese mismo año, por petición de los propios dirigentes nacionales, esperanzados en la idea de que el cambio de autoridad pudiera beneficiarlos, se congela su tramitación. ¡Pésimo negocio hicieron, naturalmente, los funcionarios no docentes!
En 1994, el actual Ministro envía un conjunto de indicaciones que cambian todo el sentido del proyecto original. En ese caso, la Comisión de Educación plantea al señor Ministro que, reglamentariamente, corresponde retirar el proyecto original con las indicaciones y enviar uno nuevo. El 27 de octubre de 1995 ingresa este proyecto nuevo, y el 9 de noviembre se da cuenta de él en la Sala. Estamos a 23 de enero de 1996, a las puertas de un receso parlamentario, y aún estamos en el primer trámite.
¡Cuánta razón teníamos los Diputados miembros de la Comisión de Educación, cuando le pedimos al señor Ministro que dividiera el artículo que le otorgaba una subvención, por única vez, de 76 mil pesos a los trabajadores. Y esa razón, incluso, nos llevó a los Diputados de Renovación Nacional a abstenernos en la idea de legislar, como una forma de manifestar nuestra protesta ante la incomprensión de esta justa solicitud. En esa oportunidad, el señor Ministro acogió la idea de la Comisión, debiendo cambiar su posición a las pocas horas, al parecer porque el Ministerio de Hacienda no le concedió su respaldo.
¿Qué duda cabe que ha existido una enorme falta de consideración hacia este sector de trabajadores? ¿Quién falló en esto? No quiero caer en la idea de decir que fue el Ministerio de Hacienda o responsabilizar directamente al Ministerio de Educación. ¡Aquí falló el Gobierno!
Respecto de los temas de fondo, hay cuatro aspectos principales que vale la pena tener presente.
En primer lugar, este proyecto cambió la naturaleza del proyecto original, el cual planteaba, como aquí se ha dicho, la posibilidad de un estatuto, al igual que lo tuvieron los profesores, los trabajadores de la salud, e incluso, los armadores de automóviles en Chile. Sin embargo, este sector hoy tiene que conformarse con obtener algunos beneficios aislados y olvidarse definitivamente de la posibilidad de un estatuto.
En materia de recursos, ¿qué duda cabe de que son insuficientes y su distribución poco equitativa, a pesar de que debo reconocer que cuando se le hizo presente esa observación al señor Ministro trajo a la Comisión un planteamiento que permitía, por lo menos, acortar ese factor de inequidad?
Respecto del tema de la estabilidad y del resguardo laboral, temo que ha quedado expuesto a arbitrariedades. La diferencia entre una municipalidad y una empresa privada radica en que esta última se preocupa de la eficiencia; ese es el factor que marca el rumbo. Las municipalidades, a veces, particularmente sus alcaldes, responden a razones políticas. No quiero que quede abierta la posibilidad de la arbitrariedad.
Asimismo, existe una falta de definición en la jornada de trabajo, principalmente en lo que se refiere a las horas extraordinarias y a la definición de funciones. Respecto de la carrera funcionaria, en la práctica no existe.
Pregunto, ¿por qué es exitosa la administración privada? Por una razón muy simple: porque posibilita mejoramientos de los estatus laboral y remunerativo, de acuerdo con los méritos de cada trabajador.
En estos cuatro aspectos, nuevamente ha vuelto a fallar el Gobierno.
Sin embargo, no deseo quedarme sólo en la crítica. Hay, por cierto, algunos aspectos positivos que vale la pena reseñar. Aunque los recursos son insuficientes, se demuestra voluntad de mejorar económicamente al sector; se garantiza el derecho a perfeccionamiento y se establece, de acuerdo con lo que se aprobó en la Comisión de Educación, un mecanismo para hacer efectivo este derecho; se perfecciona el derecho a petición de los funcionarios, facilitando su asociación, y se consideran criterios de calidad en la promoción de funcionarios, aunque no sólo debieran vincularse a la promoción, sino también a las remuneraciones, con la salvedad que ha hecho mi colega José García , en cuanto a que no se les están traspasando recursos a las municipalidades.
Hay una realidad: el Gobierno no está dispuesto a conceder a este personal un estatuto ni la calidad de funcionarios municipales, como lo propuso en la idea original, que la Comisión de Educación apoyó casi en su totalidad, en general y en particular. Por eso, debemos ajustarnos a las reglas del juego del Código del Trabajo.
En tal sentido, hay tres aspectos que mejorar: el referente a la remuneración y a la carrera funcionaria, respecto de lo cual haré llegar una proposición concreta al señor Ministro, que, en el fondo, iguala un ingreso piso al que aprobamos en la Sala para los funcionarios públicos en diciembre del año pasado, es decir, de 105 mil pesos para los auxiliares, de 119 mil pesos para los paradocentes y de 128 mil pesos para los profesionales no docentes, ya que no pueden existir varios tipos de trabajadores en este país.
El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
Ha terminado el tiempo que se le asignó.
El señor RODRÍGUEZ.-
Si el señor Presidente me da un minuto, termino con mi intervención.
En lo que se refiere a los derechos laborales, es importante establecer una jornada de 44 horas semanales; un reconocimiento a las horas extraordinarias, ya sea que se paguen en efectivo o con reconocimiento en compensación horaria, y, finalmente, la definición de funciones, para evitar el trato que a veces padecen los trabajadores, ya que son contratados para un establecimiento, pero el alcalde de la comuna los ocupa en todo tipo de actividades.
Renovación Nacional respaldará el proyecto, con las reservas del caso, dejando clara constancia de que es insuficiente y de que el Gobierno, no el Congreso Nacional, continúa en deuda con este importante sector de trabajadores. Si se hace efectivo el discurso del Gobierno de considerar prioritaria a la educación, no me cabe ninguna duda de que dicha deuda se deberá pagar en el corto plazo.
He dicho.
Aplausos.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668571
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/668571/seccion/akn668571-ds3-ds4