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El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
En Fácil Despacho, corresponde tratar, en primer trámite constitucional, el proyecto de ley que modifica la ley N° 18.525, sobre importaciones de mercaderías al país.
Diputado informante de la Comisión de Agricultura es el señor Ceroni .
Antecedentes:
Mensaje del Ejecutivo, boletín N° 912-05, sesión 47ª, en 28 de enero de 1993. Documentos de la Cuenta N° 1.
Informe de la Comisión de Agricultura, sesión 2ª en 30 de mayo de 1995. Documentos de la Cuenta N° 25.
El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado informante.
El señor CERONI.-
Señor Presidente, como Diputado informante de la Comisión de Agricultura, Silvicultura y Pesca, paso a exponer a la Sala el primer informe de la Comisión sobre el proyecto que modifica la ley N° 18.525, relativa a las importaciones de mercaderías al país.
Para el estudio del presente proyecto, la Comisión contó con la colaboración de los asesores del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción, señor Oscar Landerretche , Secretario Ejecutivo del Comité Interministerial de Desarrollo Productivo, y don Luis Sánchez , Jefe de la División Jurídica; del asesor jurídico del Ministerio de Agricultura, don Eduardo Carrillo , y de la Secretaria Técnica de la Comisión de Distorsiones de Precios, doña Gloria Peña.
Antes que nada, quiero dejar en claro que la ley N° 18.525, que modifica este proyecto, se refiere a todas las normas sobre importaciones de mercaderías, a los aranceles que se fijan, a cuándo han de fijarse aranceles especiales o sobretasas, a la Comisión de Distorsión y su reglamentación, a las facultades del Presidente de la República para aplicar aranceles sobre el normal. En definitiva, es una ley de suma importancia, en especial para lo que dice relación con diversos sectores productivos, y hoy, particularmente, para el sector agrícola.
Tal como lo expresa el mensaje, su objetivo es ampliar la capacidad de reacción del Estado para evitar el daño que pueden originar a la producción nacional las importaciones masivas de mercaderías con precios anormalmente disminuidos, ya sea como consecuencia de efectos artificiales, en el caso de dumping o subsidios, o por situaciones de efectos circunstanciales en los mercados internacionales.
No puedo dejar de recordar algunos conceptos que es necesario tener claros para la comprensión del tema. Por ejemplo, el dumping, que es la importación de un producto a un precio inferior a su valor normal, esto es, cuando el precio de exportación de un producto hacia Chile es menor que el de uno similar destinado al consumo en el país exportador, en condiciones de competencia.
Por otra parte, estamos ante un subsidio cuando un gobierno concede o ha concedido, directa o indirectamente, una prima o subvención a la fabricación, producción o exportación de un producto en el país de origen o de exportación, con inclusión de cualquier subvención especial otorgada para el transporte de dichos productos y de toda forma de sostén de los precios internos en el país origen.
Actualmente, el artículo 10 de la ley N° 18.525, sobre importaciones de mercaderías al país, que se modifica, faculta al Presidente de la República para establecer sobretasas arancelarias que van desde un 3 a un 24 por ciento de derechos antidumping, y compensatorios, en este último caso, cuando existen subsidios, previo informe de la Comisión Investigadora de Distorsiones, que se establece en el artículo 11 de la misma ley.
A manera de aclaración, no puedo dejar de recordar que el arancel es un impuesto o gravamen que se fija para la importación de un producto. Hay que distinguir dos situaciones específicas dentro de las medidas arancelarias: una normal y, otra con distorsiones.
En cuanto a las distorsiones, hay que distinguir, a su vez, dos situaciones: las que se originan en una manipulación artificial del mercado, los subsidios y el dumping, y las producidas por efectos circunstanciales, que no corresponden necesariamente a un subsidió o dumping, sino que, en muchos casos, a liquidaciones masivas de stocks, que hacen bajar el precio de la mercadería, no constituyendo una manipulación necesariamente deliberada.
En el caso del subsidio, se aplican medidas específicas reglamentarias, como los derechos compensatorios. Estos no deben coincidir necesariamente con el subsidio, sino con el equivalente al efecto que produce en Chile, y se aplica respecto de un país específico. En este caso, discrimina el origen específico de la mercadería.
En el caso de dumping, se aplican los derechos antidumping contra empresas o grupos determinados de ellas; o sea, el origen es mucho más específico que en el derecho compensatorio.
Las sobretasas arancelarias son medidas comunes, en general aplicables cuando ingresan mercaderías con precios artificialmente disminuidos que ocasionan grave daño, actual o inminente, a la producción nacional. Como se ha dicho, no discrimina el origen de las mercaderías, pues grava todos sus orígenes.
Como sobretasa, debe aplicarse alguna de las que establece la ley, que son de 3, 5, 8, 10, 12, 15, 18, 20 y 24 por ciento. Ellas se suman al derecho arancelario general y gravan -como dije- todos los orígenes de la mercadería.
Pero, ¿qué ocurre con las distorsiones de precios que tienen su origen en efectos circunstanciales en los mercados internacionales, como cuando se producen liquidaciones de stocks? Frente a eso, el artículo 9o del cuerpo legal autoriza al Presidente de la República para establecer valores aduaneros mínimos, que conocemos como VAM; esto es, para asignar a la mercadería a importar un precio superior al que ésta tiene en el mercado internacional y sobre el cual se calculan los aranceles aduaneros correspondientes. De esta manera, la mercadería soporta una mayor carga arancelaria, al calcularse el arancel sobre una base superior a la que correspondería según su precio de mercado.
Este es un sistema aceptable para corregir caídas consideradas normales de los rangos de fluctuaciones cíclicas o periódicas de los precios en los mercados internacionales. Pero frente a caídas que escapan a esos rangos y que llegan incluso a representar precios muy por debajo de los costos de producción de tales mercaderías, cualesquiera que sean las variables que se consideren para determinar dichos costos, el mecanismo del valor aduanero mínimo, o VAM, es absolutamente insuficiente por sí solo para corregir tales distorsiones.
Ante lo anterior, este proyecto -y esa es su importancia- propone agregar un nuevo inciso tercero al artículo 9° de la ley en comento, por el cual se faculta al Presidente de la República para que en las situaciones descritas, pueda, además de fijar valores mínimos aduaneros, establecer las mismas sobretasas arancelarias que se consultan para corregir distorsiones producidas por efectos artificiales en el mercado. Para adoptar esta medida, se requerirá igualmente el informe previo favorable de la Comisión Investigadora de Distorsiones de Precios.
El proyecto propone, además, incorporar un nuevo inciso cuarto al artículo 9°, por el cual se dispone que las medidas provisionales o definitivas que establezcan valores aduaneros mínimos o sobretasas arancelarias, tratándose de distorsiones por efectos circunstanciales, en ningún caso pueden tener una vigencia continua superior a 24 meses desde la fecha en que se adoptaron, incluyendo las prórrogas de las mismas.
Asimismo, mediante un nuevo inciso al artículo 10, se establece la posibilidad de que la solicitud para impetrar la adopción de medidas fundadas en distorsiones generadas por efectos circunstanciales en, el mercado, sea planteada en términos subsidiarios de aquellas que se basan en la denuncia de efectos artificiales en los mismos mercados.
El proyecto pretende ajustar la aplicación de las medidas de resguardo a las regulaciones adoptadas por el Gatt en esta materia, agilizar la aplicación de éstas, y dar seriedad a la denuncia por la vía de exigir como garantía, a quienes solicitan la aplicación de estas medidas, una consignación en arcas fiscales del equivalente a 100 unidades de fomento.
Se pretende también subir el quorum que requiere la Comisión Investigadora de Distorsiones de la mayoría normal de votos a las dos terceras partes de los miembros concurrentes para adoptar resoluciones cuando se trata de distorsiones generadas por efectos circunstanciales en el mercado, que pueden provocar grave daño a la producción nacional. Se quiere asegurar que tales medidas excepcionales se apliquen sólo cuando se encuentre plenamente acreditado el daño real o inminente en la producción nacional.
La segunda modificación tiene por objeto asegurar la efectiva aplicación de las medidas que en esta materia adopte el Presidente de la República, al disponer que el decreto que establezca medidas provisionales o definitivas afectará a las mercaderías que se nacionalicen con posterioridad a la publicación del mismo, aun cuando se hubieren pagado anticipadamente los aranceles correspondientes. Con ello se evita la práctica de eludir la aplicación de cualquier medida de resguardo por la vía de pagar aranceles aduaneros con antelación.
El proyecto reviste gran importancia desde el punto de vista de proveer mecanismos para enfrentar un tipo de fenómenos de los mercados internacionales que pueden provocar la destrucción de núcleos con capacidad competitiva y de desarrollo que, siendo afectados por fluctuaciones abruptas de los precios, terminan por ser eliminados del aparato productivo nacional y, en definitiva, reducen la capacidad de generar una forma de inserción internacional más sólida del país. No se trata, por lo tanto, de medidas que apunten a proteger sectores ineficientes de la economía, sino de medidas para corregir fluctuaciones que pueden romper a núcleos competitivos y con capacidad de desarrollo. Este es el caso de la agricultura en muchos de nuestros rubros.
El presidente de la Comisión, con el asentimiento unánime de sus miembros, determinó que el artículo único del proyecto no requiere ser conocido por la Comisión de Hacienda.
La Comisión, luego de analizar los fundamentos que se expresan en el mensaje de Su Excelencia el Presidente de la República y de conocer las aplicaciones de los asesores técnicos ya mencionados, determinó votar en general el proyecto, resultando aprobada la idea de legislar por la mayoría de los Diputados presentes, con la abstención de sólo uno de ellos.
En relación con la votación en particular, debo decir que la Comisión acordó suprimir el inciso que limitaba hasta, en 24 meses las medidas provisionales o definitivas, por considerar que el plazo era muy restrictivo, sobre todo teniendo en cuenta que el Acuerdo sobre mecanismos de salvaguardia del Gatt permite, para adoptar este tipo de medidas, hasta un plazo de cuatro años prorrogables hasta por ocho.
La Comisión acordó suprimir uno de los incisos del artículo 11, que obligaba a las personas denunciantes de algunas de las situaciones de distorsiones de precios descritas a consignar en arcas fiscales la cantidad de cien unidades tributarias. Se consideró que la medida desincentivaba las denuncias.
Por otra parte, aprobó, por unanimidad, una indicación para que la Comisión de Distorsiones realice, de oficio, las investigaciones cuando disponga de los antecedentes suficientes y no dejar esta materia, como estaba contenida en el proyecto de ley, como una mera facultad.
También se acordó rebajar el quorum de las dos terceras partes de los miembros de dicha Comisión por el de mayoría para adoptar algunas de las medidas nuevas.
Se aprobó una indicación, con el objeto de rebajar el plazo de 90 a 60 días para que la Comisión se pronuncie sobre los hechos investigados.
Antes de terminar, no puedo dejar de decir que el proyecto aborda uno de los temas más sensibles del sector agrícola, en cuyo caso, al votarlo en forma favorable, estamos cooperando en forma real, efectiva y responsables lograr un camino de solución al problema de nuestra agricultura.
Finalmente, en mérito de las consideraciones anteriores, y de las que como Diputado informante de la Comisión de Agricultura pudiera añadir ante las consultas de la Sala, recomendamos aprobar el proyecto de ley.
He dicho.
El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
Han pedido la palabra los Diputados señores Naranjo , Seguel , Silva; la Diputada señora Rebolledo , y los Diputados señores Orpis y Hernández . La están solicitando, además, otros dos señores Diputados; pero, de acuerdo con el Reglamento, pueden hablar uno a favor y uno en contra.
¿Habría acuerdo para otorgar cinco minutos a cada uno de los cinco Diputados que pidieron la palabra originalmente?
No hay acuerdo.
En ese caso, podrán hacer uso de la palabra los señores Diputados que lo alcancen a hacer dentro del tiempo que resta de Fácil Despacho.
El señor DUPRE Pido la palabra.
El señor ESTÉ VEZ (Presidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor DUPRE.-
Señor Presidente, no me he opuesto a la proposición, pero solicito dos minutos para quienes no estamos inscritos.
El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
Han pedido la palabra, además, los Diputados señores Letelier y Tuma .
Voy a solicitar la adopción de dos acuerdos: primero, para saber si damos cinco minutos a los primeros que pidieron hacer uso de la palabra y, después, otorgar algún tiempo a quienes la, han pedido recién.
¿Habría acuerdo para otorgar cinco minutos a cada uno de los cinco primero señores Diputados inscritos?
Acordado.
¿Habría acuerdo para concederles tres minutos a los Diputados señores Dupré , Letelier y Tuma ?
Acordado.
Tiene la palabra el Diputados señor Naranjo .
El señor NARANJO .-
Señor Presidente hoy estamos frente a un proyecto de enorme trascendencia para el país.El Diputado señor Ceroni, informante de este proyecto, ha ilustrado de manera muy clara y precisa, sobre sus alcances técnicos, dando a conocer los fundamentos necesarios para entender los objetivos que persigue.Por eso, me voy a remitir a entregar la opinión favorable del Partido Socialista a esta, iniciativa, particularmente porque ella responde a una inquietud que tiene un sector productivo de nuestro país, como es la agricultura, que en diversas ocasiones y épocas del año se ve amenazada a raíz de la competencia desleal.El Partido Socialista ha manifestado claramente durante este último tiempo que nuestro país debe definirse frente a una disyuntiva fundamental: que la agricultura se desarrolle y fortalezca, o bien que quede abandonada a su propia suerte.Los socialistas hemos hecho una opción; incluso hemos llamado a los distintos sectores productivos, sociales y políticos de nuestro país, a que el Estado se defina en favor de la agricultura. En ese sentido, la iniciativa legislativa responde y va en dirección correcta, en cuanto a que nuestro país haga esa opción por la agricultura.Todos hoy bien sabemos cómo el sector productivo rural se ve enfrentado permanentemente a una competencia desleal. Estoy seguro de que con esta iniciativa vamos a corregir esa distorsión del mercado, permitiendo, en alguna medida, solucionar la crisis de rentabilidad que enfrenta el sector rural. Por ello, esperamos que en esta Sala los' diferentes partidos políticos, que a través de los diversos medios de comunicación han expresado que están de acuerdo en respaldar la situaci��n delicada por la que atraviesa la agricultura, puedan reflejar con su votación el apoyo hacia ese sector.En realidad nos hubiese gustado que este proyecto hubiera sido aprobado por la unanimidad de la Comisión de Agricultura.
Sin embargo -y es bueno dejar constancia de ese antecedente en la historia de la ley-, cuando se discutió y votó el proyecto, hubo un solo Diputado que se abstuvo, y voy a precisar ese hecho, porque es bueno que el país lo sepa: fue el Diputado señor Patricio Melero , representante de la ÜDI.
Entonces, es aquí donde uno observa un doble discurso con relación a cómo se aborda el problema que enfrenta la agricultura.
En el Parlamento se asume una posición y afuera se dice y se proclama que se está en favor de la agricultura; que se quiere ayudar al sector a salir adelante. Inclusive el propio acto que hoy ha sido convocado por los productores agrícolas de nuestro país tiene dos objetivos: enfrentar la crisis de rentabilidad del sector por la caída del dólar y también la competencia desleal.
Los diputados de la Concertación hemos sido daros no tan sólo en la discusión de este proyecto, sino también ante la opinión pública, al manifestar nuestra voluntad de apoyar significativamente el desarrollo del sector rural. Aún más, el Partido Socialista ha sostenido ante la opinión pública que queremos que la agricultura tenga un trato especial.
Creemos que esta iniciativa legislativa de establecer sobretasas para todos aquellos rubros agrícolas sensibles a la competencia desleal de origen externo, responde a nuestra inquietud.
Por lo tanto, vamos a apoyar entusiastamente el proyecto, porque responde de manera seria y responsable a. esos objetivos, y debemos señalar aquí, en el Parlamento, si realmente estamos por apoyar o fortalecer nuestro sector rural.
He dicho.
El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Exequiel Silva .
El señor SILVA.-
Señor Presidente, tal como lo han manifestado quienes me precedieron en el uso de la palabra, el proyecto tiene tremenda importancia, pues proporcionará un nuevo instrumento para corregir las distorsiones provocadas en el mercado internacional, con el consecuente daño para los productores nacionales.
La iniciativa faculta a Su Excelencia el Presidente de la República para establecer algunas sobretasas y agilizar el procedimiento en la Comisión Antidistorsiones. Espero que esta instancia sea utilizada por los productores nacionales, porque, muchas veces, las denuncias no llegan debido al cruzamiento de los intereses de los distintos agentes económicos del país.
De la misma manera que lo expresara el Diputado señor Naranjo , quiero manifestar el compromiso de la Democracia Cristiana con la agricultura. La inasistencia de hoy por parte de los Diputados de la Oposición, cuando se discute un proyecto que los propios agricultores han reconocido como un gran avance en la solución de las distorsiones que existen en el mercado internacional, a raíz de las políticas proteccionistas de los países industrializados, no hace más que demostrar que su interés en asistir al acto de San Carlos y las declaraciones públicas formuladas en los últimos días, sólo persiguen aprovechar políticamente la situación que hoy afecta a la agricultura.
Somos los parlamentarios de la Concertación, en su gran mayoría, los que estamos presentes para legislar en pos de la solución de los problemas de la agricultura, pues, en diciembre de 1994, fuimos elegidos para legislar en favor de aquellos a quienes decimos defender a través de los medios de comunicación.
He dicho.
El señor ARANCIBIA.-
Un punto de Reglamento, señor Presidente.
El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor ARANCIBIA.-
Señor Presidente, hay un acuerdo para tratar el proyecto y, en vista de que todos han hablado a su favor, quiero hacerlo en contra.
El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
La lista dé oradores fue acordada por la Sala; pero si todos hablan a favor del proyecto, existe el derecho reglamentario de pronunciarse en su contra.
Señor Diputado, una vez que terminen los oradores previstos, resolveremos el punto de acuerdo con la Sala.
Tiene la palabra la Diputada señora Rebolledo .
La señora REBOLLEDO.-
Señor Presidente, como Concertación hemos contraído el compromiso de llevar adelante un proceso de desarrollo con equidad y con igualdad de oportunidades para todos los sectores productivos, y también de respetar el rol del mercado en la asignación de los recursos mediante un sistema eficiente. Sin embargo, debemos reconocer que hay problemas no sólo en la agricultura, sino también en el sector textil y en otros debido a importantes distorsiones en los mercados internacionales, que si no las aceptamos nos llevarán a cometer profundos errores en nuestra política económica.
El proyecto, que también para el Partido por la Democracia es de fundamental importancia, faculta al Presidente de la República, previa opinión de la Comisión Antidistorsiones del Banco Central, para establecer temporalmente sobretasas arancelarias en aquellos casos en que haya caídas abruptas en los mercados internacionales que dañen fuertemente nuestra producción.
Es una de las herramientas contempladas en los acuerdos internacionales de comercio, como el Gatt, y me parece absolutamente necesario y criterioso que no renunciemos a utilizarlas cuando se afecta a una parte importante de los productores y, en particular, los empleos del país.
La política económica y la economía social de mercado hay que aplicarlas con criterio y sin ortodoxia. Ese es el fundamento principal del proyecto: facultar al Presidente de la República para emplear herramientas de defensa para enfrentar las distorsiones en los mercados internacionales, a fin de proteger fundamentalmente determinados sectores de la producción y no sólo a la agricultura.
Sin embargo, el proyecto tiene importancia fundamental para el sector agrícola, porque obviamente en él no funcionan los mercados a nivel internacional.
Como se sabe, la agricultura en el mundo funciona como mercado excedentario, es decir, se transa internacionalmente lo que sobra, luego de que han intervenido en cada economía los gobiernos en la forma en que lo han estimado conveniente.
Por esta razón, los precios internacionales son extremadamente volátiles y es necesario que los países cuenten con políticas apropiadas para otorgar una mínima estabilidad de los precios donde no funcionan los mercados en forma apropiada.
El proyecto contempla la posibilidad de establecer sobretasas más allá de la situación actual, que sólo las permite cuando se comprueba el dumping. Además, es extremadamente difícil comprobarlo en los mercados internacionales. He aquí una facilidad para utilizar, incluso en ocasiones en que haya dumping, no se pueda probar o sea muy difícil hacerlo, las sobretasas o herramientas de protección respectivas.
Como partido, consideramos que este avance es importante. Tenemos plena confianza en nuestras autoridades: Comisión Antidistorsiones del Banco Central y Presidente de la República, que sabrán utilizarlos en forma justa y criterios a.
Es un avance, puesto que la Cámara ya aprobó la integración de un representante del sector de la agricultura en la Comisión Antidistorsiones del Banco Central.
Como país, cuando las condiciones lo ameritan, no podemos renunciar a herramientas de salvaguardia contempladas en los acuerdos internacionales que nosotros hemos apoyado y promovido.
Nos parece importante que estas medidas se apoyen con otras complementarias. A la Sociedad Nacional de Agricultura le ha faltado fuerza para pedirlas junto a las que ha estado promoviendo en favor del sector, muchas de las cuales, que compartimos, dicen relación con la defensa de los poderes monopsónicos que existen en los mercados internos.
Si herramientas de protección como las sobretasas para defendemos de las caídas abruptas de los precios internacionales, por la estructura de los mercados internos, se utilizan más bien en los intermediarios que en los productores y consumidores; es obvio que su objetivo no se cumple.
Daremos nuestra aprobación al proyecto, pero exigimos mayor fortaleza y eficiencia de la legislación antimonopolios del país.
He dicho.
El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Orpis .
El señor ORPIS.-
Señor Presidente, al iniciar mi intervención, quiero hacer una observación de carácter formal. Desde mi punto de vista, fue erróneo mandar el proyecto a la Comisión de Agricultura, porque no se refiere en forma específica al rubro agrícola, sino que es una facultad de carácter genérico que se otorga al Presidente de la República y a la Comisión Antidistorsiones del Banco Central para todas aquellas actividades en las cuales se producen distorsiones en los precios internacionales. De manera que no estamos hablando de un proyecto que se refiere de manera específica al sector agrícola, sino, en términos genéricos, a todas las actividades económicas del país en que se producen distorsiones en los precios O en los mercados internacionales. En estricto rigor, la iniciativa debió radicarse en la Comisión de Economía y no en la de Agricultura.
En segundo lugar, desde mi punto de vista, la democracia se fortalece cuando tiene eficacia, y el Parlamentó en esta materia se ha mostrado claramente ineficaz. Dijo esto porque el proyecto ingresó a tramitación en la Cámara el 22 de enero de 1993; es decir, hace dos años y medio y me imagino que hoy lo estamos debatiendo a raíz del acto que se desarrollará en San Carlos.
Esta no es la primera situación de dumping o distorsión de los precios internacionales. En la Honorable Cámara hay una Comisión Investigadora para el caso de los textiles, sector que están sufriendo igual ó más por su situación, y existe el problema de los calzados, por la misma razón. Entonces, me cuesta imaginar que llevamos dos años y seis meses estudiando el tema en la Comisión de Agricultura y sólo hoy, con motivo del gran acto de San Carlos o de una gran presión, se vea el proyecto en la Sala.
Muchos sectores de la economía están sufriendo. Tal como lo señalé, una Comisión investiga otras áreas -no sólo la agricultura- que están viviendo situaciones tremendamente difíciles por distorsiones en los precios internacionales.
Desgraciadamente, el proyecto está muy retrasado; llevamos años estudiándolo en la Comisión, sin que el Parlamento lo haya abordado con anterioridad. Espero que esto sirva de lección para que logremos prevenir estas situaciones, seamos más ágiles y eficaces y sepamos determinar las verdaderas prioridades del país en la materia. En consecuencia, hay una clara falta de eficacia y el proyecto está tratado en términos absolutamente extemporáneos.
Por último, es legítimo que el país -ése es el mérito, más allá de los aspectos que acabo de señalar- reaccione a través de mecanismos eficaces, para prevenir a nuestra industria nacional respecto de las distorsiones artificiales en los mercados internacionales, porque este tipo de medidas no son incompatibles con una economía de mercado, la que se basa en términos de igualdad. Cuando un país como el nuestro se abre a la economía internacional, espera reciprocidad y la misma, apertura respecto del resto de los países en una economía de libre mercado.
Por lo tanto, sin perjuicio de las correcciones que requiere el proyecto para hacerlo más compatible con los mecanismos que establece el Gatt, está orientado de manera correcta, por lo cual vamos a concurrir a su aprobación.
He dicho.
El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Hernández .
El señor HERNÁNDEZ.-
Señor Presidente, acabamos de escuchar, una vez más -reitero, una vez más-, la crítica permanente de que, al parecer, la responsabilidad de la eficiencia, tanto del Estado como de los organismos públicos, sólo recae en quienes en la actualidad somos Gobierno. Sin embargo, estoy convencido de que es absolutamente compartida.
Pero hay un hecho concreto: se está discutiendo un proyecto que, sin lugar a dudas, además de resolver problemas de distorsiones de mercado por competencia desleal de productos subvencionados del exterior, que afectan a diferentes rubros de nuestro país, favorecerá a los productos agrícolas, a quienes, al parecer, con más dureza están golpeando.
La discusión del proyecto se hace precisamente en el día en que los agricultores, convocados por la Sociedad Nacional de Agricultura, se reúnen en San. Carlos de Ñuble para expresar al país su difícil situación.
Con esta iniciativa se busca solucionar uno de los problemas más graves de la agricultura: la competencia desleal con los productos subvencionados provenientes del exterior. El proyecto demuestra el interés del Gobierno en resolver los problemas reales de la agricultura. Es sólo una muestra de este interés, ya que se están implementando otras medidas con el mismo objetivo.
La discusión de esta iniciativa, precisamente hoy, muestra con claridad quiénes estamos trabajando con seriedad por resolver los problemas de la agricultura y también quiénes han querido transformar la legítima convocatoria gremial de los agricultores en un acto político de crítica y denuncia al Gobierno. La ausencia de la mayoría de los parlamentarios de la Derecha en esta sesión es una clara demostración de ello.
Como Diputado de un distrito rural, de agricultura tradicional, de minifundio, de campesinos y de mapuches, quiero expresar que, sin lugar a dudas, el proyecto, que se engloba en un contexto más general, soluciona un serio problema: el de la competencia desleal y la falta de rentabilidad de la producción agrícola.
Por último, lamento la ausencia de los parlamentarios de Derecha, fundamentalmente porque soy un convencido de que la permanencia de la vida rural y la creación de condiciones para su progreso y desarrollo es una tarea del país y una responsabilidad de todos.
He dicho.
El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Tuma .
El señor TUMA.-
Señor Presidente, coincido con las expresiones del Diputado señor Orpis en cuanto a que el proyecto no es un tema exclusivo de agricultura. La iniciativa, originada en un mensaje del Presidente de la República, no sé por qué razón fue enviada a la Comisión de Agricultura, cuando debió tratarla -por ser de su competencia- la Comisión de Economía, porque, entregamos una herramienta para dar una oportunidad a sectores impedidos de competir en una economía transparente, no sólo al área agrícola, sino también a otros, como el del cuero y calzado, textil, en fin, a muchos productores. El proyecto constituye un gran avance en lograr la transparencia del mercado.
Aunque no se pudo tratar en la Comisión de Economía, felicito a los miembros de la Comisión de Agricultura por haberlo tramitado, aun cuando estimamos que habría sido mejor haberlo despachado hace más de un año.
Los sectores agrícola, textil y del cuero y calzado han solicitado esa herramienta por más de dos años. Esta iniciativa, al hacerla eficaz, resuelve en parte el problema de la competencia.
El proyecto demuestra que los procedimientos de que hoy dispone la Comisión de Distorsiones de la Fiscalía Nacional Económica son absolutamente ineficaces para el cumplimiento de sus funciones, y debemos reconocer la responsabilidad compartida del Ejecutivo y del Congreso en no haberlo aprobado hace dos años.
Me alegro de que, por fin, lo vamos a despachar y saludo el esfuerzo de los miembros de la Comisión de Agricultura y también a los agricultores que hoy están planteando sus necesidades, pero muy especialmente a los Diputados de la Oposición que hoy están presentes en la Sala para aprobar un proyecto que entrega una herramienta tan importante para la agricultura chilena.
He dicho.
El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Felipe Letelier .
El señor LETELIER (don Felipe).-
Señor Presidente, si bien es cierto que el proyecto no sólo apunta a la agricultura, como han señalado los colegas que me antecedieron en el uso de la palabra, sino a varios sectores de la economía nacional, yo, como agricultor y sancarlino, que vivo en San Carlos, me alegro por su despacho. Hoy debiera haber estado en esa ciudad. Sin embargo, por la gran relevancia de esta iniciativa no sólo para el sector agrícola, aunque debiéramos reconocer que éste es el más sensible al dumping y al tema de las mercancías subvencionadas desde el extranjero, estoy aquí, porque, como señalaba el colega Silva, hemos sido elegidos para legislar. Si bien la gestión parlamentaria también implica estar hoy en San Carlos -porque no puedo dejar de reconocer que ese acto es importante no sólo para la agricultura, sino para Chile, en la medida en que sea un acto gremial que apunta a elevar propuestas alternativas o a entregar visiones positivas respecto de cómo enfrentar los grandes problemas del país-, debemos despachar un proyecto que es bueno. Allí tal vez tengo algunas discrepancias leves con mi colega Orpis , quien entiende más de economía, porque vamos a entrar en una fase difícil para la economía del país y no sólo para el sector agrícola sino que también para otros, porque los convenios y los tratados internacionales no tienen únicamente aspectos positivos. Así lo demuestran los casos de Francia y de otros países donde ya se dieron estos procesos. Espero que el nuestro, por el bien de Chile, sea más liviano.
Por ello, este proyecto reviste gran importancia. Promueve mecanismos para enfrentar un tipo de fenómenos de los mercados internacionales, que pueden provocar la destrucción de núcleos con capacidades competitivas y de desarrollo, los cuales, al ser afectados por fluctuaciones abruptas de los precios, terminan por ser eliminados del aparato productivo nacional y por reducir la capacidad de generar una forma de inserción internacional más sólida del país* Por lo tanto, no se trata de medidas que apunten a proteger a este sector ineficiente de la economía, sino a corregir fluctuaciones que pueden romper a núcleos competitivos con gran capacidad de desarrollo. Es el caso de la agricultura, como lo señalamos y coincidimos todos, que en algunos rubros se ha visto más afectado que otros.
Este proyecto de ley apunta a uno de los temas más sensibles del sector agrícola. Si bien es cierto se ha reclamado por la reunión de San Carlos -vuelvo a lo mismo-, uno de los temas que se tratará es el de las mercancías importadas subvencionadas.
Por ello, termino reiterando la relevancia de esta iniciativa para el país en cuanto a los difíciles escenarios que tendrá que enfrentar, sobre todo porque Chile, históricamente, nunca ha tenido capacidad para prever el futuro.
He dicho.
El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Carlos Dupré .
El señor DUPRE.-
Señor Presidente, me gustaría que tuviéramos algún día una discusión más amplía en relación con este tema y los convenios y acuerdos internacionales, en función no sólo de la situación agrícola, sino de otras actividades del quehacer nacional.
La Comisión de Relaciones Exteriores ha insistido en la importancia de la discusión a fondo en la Sala de los convenios y acuerdos que se aprueban, a veces sin la participación de quienes hoy están interesados en el tema agrícola.
Antes de referirme al tema de fondo, reitero nuevamente que la Mesa no debe enviar proyectos de ley a Comisiones que no corresponden, como lo ha hecho en varias oportunidades. La iniciativa en estudio debió remitirse a la Comisión de Economía, no a la de Agricultura, porque técnicamente no tiene que ver sólo con el rubro agrícola.
Este proyecto, sin duda, es interesante. Me parece que hay que incorporar algunos mecanismos más ágiles para evitar las distorsiones. Por ejemplo, hay denuncias relacionadas con dumpings, con uso de mano de obra en términos abusivos, que impiden una sana competencia.
Pero, más allá de estos hechos, a raíz del informe de la Comisión de Agricultura, debemos tener presente que los convenios internacionales -contrariamente a lo señalado por un señor Diputado en la Sala- tienen aspectos extraordinariamente positivos para el país. Chile se ha modernizado; hoy tiene una dinámica de exportación basada, fundamentalmente, en la apertura de nuevos mercados, en el establecimiento de relaciones comerciales muy dinámicas con determinados países, en especial con naciones desarrolladas. El hecho de poder efectuar una mejor distribución de nuestros productos de exportación, de hacer una verdadera equivalencia en los diferentes mercados que compiten hoy en el mundo, de impedir que seamos un país monoexportador y monodependiente de algunos mercados, nos ha dado una ventaja importante
La exageración de haber protegido todo en Chile como en otras naciones, hace posible evaluar positivamente los acuerdos internacionales.
Un solo ejemplo. Querer volver a una sociedad agrícola tipo Albania, que se descubre ante el mundo cuando cae el comunismo en ese país, no sólo permite visualizar que allí no hay modernidad, desarrollo ni mejoramiento de situaciones, sino empobrecimiento de la población.
Sería contrario al proyecto si se usara, por ejemplo, para proteger el área textil cuando se trata de impedir, mediante sobretasas, las importaciones de ropa usada, lo cual desvirtuaría su espíritu.
Espero que no se abuse de las facultades que se confieren.
He dicho.
El señor ESTÉVEZ (Presidente),
Señor Diputado, respecto de su planteamiento sobre la actuación de la Mesa, quiero informar que el 28 de enero de 1993 se envió este proyecto a la Comisión de Hacienda; luego, por petición de la Comisión de Agricultura, la Sala acortó redestinarlo a esta Comisión, contraviniendo lo planteado por la Mesa, porqué, en su opinión, debía tratarlo la Comisión de Hacienda; posteriormente, la Comisión de Economía solicitó que se le remitiera, petición que fue rechazada por la Sala, o quizás no hubo la unanimidad requerida para proceder de esa manera.
El Diputado señor Arancibia ha hecho observación reglamentaria de que no ha habido oposición al proyecto, situación que a la Mesa le parece atendible.
Por lo tanto, de acuerdo con las disposiciones que establecen que un señor Diputado haga uso de la palabra a favor del proyecto durante cinco minutos -lo cual no se ha cumplido-, porque han intervenido bastantes más, me parece atendible que el Diputado señor Arancibia hable en contra por cinco minutos.
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor ARANCIBIA.-
Señor Presidente, con el mayor respeto de deferencia hacia los colegas que piensan distinto, expreso que no comparto -aunque lo entiendo- el entusiasmo de mi colega, camarada, amigo y vecino, Diputado señor Jaime Naranjo .
Estamos ante un tema de alta significación. Ello explica su larga tramitación. Aquí no hay un problema de lenidad, de falta de interés o despreocupación del Congreso ni del Ejecutivo. Este es un proyecto que incide en una materia de extraordinaria importancia: la estrategia de desarrollo del país y de su futuro.
Para mí es una primera etapa de un proceso que ya a ahondar sus diferencias cuando vengan el Mercosur y el Nafta.
Al respecto, quiero decir lo siguiente:
Comparto plenamente que cualquier estrategia de desarrollo requiere proteger el sector agrícola frente a distorsiones, así como a otros sectores frente al dumping del comercio internacional. Para eso, la legislación chilena tiene contemplados mecanismos conocidos por todos los parlamentarios.
El problema es que el proyecto va más. allá al señalar que frente a fluctuaciones de precios en el mercado internacional -no de dumping ni de distorsiones, que, además, tiene un mecanismo y plazo para su vigencia, que están inscritos en el programa del Gatt, mediante ciertos compromisos que el país contrajo-, se podrán adoptar estas medidas. Es decir -y respondo a la inquietud del Diputado señor Dupré de cómo se va a usar esto-, va a servir para cualquier cosa, por eso tengo que manifestar mis serias reservas.
Con todo respeto a los colegas que representan a zonas agrícolas, expreso que el país tiene además otras preocupaciones, por ejemplo, la minería, concentraciones urbanas muy grandes. Si estamos en una economía de mercado y hemos llegado a ella después de todo un proceso de evolución, también sería importante discutir muy seriamente por qué ha ocurrido y por qué hemos llegado a esa. Si más adelante corremos el riesgo de aprobar una norma al respecto, confío en que Su Excelencia el Presidente de la República la ejercerá con discreción, aun cuando reconozco que sobre él recaerá todo tipo de presiones.
Entonces, si el trigo baja en el mercado internacional, ¿por qué el trabajador ó el obrero que vive en los grandes centros urbanos, en Concepción, en Santiago o en Valparaíso, o el minero del norte, deberán pagar más por el pan, por la harina o por el trigo que consuman?
Señor Presidente, aquí se nos plantea un tema muy de fondo que desgraciadamente, por la brevedad del tiempo, no podremos debatir en profundidad; pero, al menos, quiero señalar mi reserva sobre la necesidad de analizarlo seriamente. Por lo demás, no tengo la culpa de que se haya politizado él debate; hay personas que lo han hecho, porque la agricultura no es la misma. Incluso Su Señoría ha expresado opiniones muy felices para describir la situación, las cuales yo comparto en un ciento por ciento. No es lo mismo el gran agricultor tradicional, que no cabe duda que tiene problemas con el precio del trigo, que el exportador frutícola que ha experimentado incrementos considerables, como a diario la propia prensa lo informa. Puede que no ganen lo mismo que antes, pero no puede decirse que toda la agricultura está en crisis. Hay sectores que incluso se encuentran en una situación muy boyante.
Quiero recordar las palabras de Su Excelencia el Presidente de la República, en el
Congreso Pleno, que no lanzó chirigotas cuando dijo que los que eran partidarios del libre mercado en la mañana, en la tarde pedían protección.
Por último, quiero hacer alusión a un artículo de «El Mercurio», respecto del Mercosur, el cual dice que el sector agrícola tradicional es más vulnerable; de allí que sus dirigentes soliciten marginar definitivamente estas producciones de las rebajas arancelarias del Mercosur.
Estos planteamientos merecen ser tomados en cuenta; pero, ¡cuidado! no hay que retroceder, porque adoptar de manera permanente medidas que causarán distorsiones en la asignación de recursos del país, puede provocar muy severas restricciones en el futuro crecimiento de la economía chilena.
He dicho.
El señor ESTÉVEZ (Presidente),
En votación general el proyecto.
Como no ha sido objeto de indicaciones, salvo que llegue alguna en este instante, de aprobarse en general, quedaría también aprobado en particular.
Durante la votación.
El señor LETELIER (don Felipe).-
Señor Presidente debo reconocer la claridad con que el relator de la Comisión de Agricultura ha expuesto el proyecto en estudio.
El señor CERONI.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
¿Sobre un asunto de Reglamento, señor Diputado?
El señor CERONI.-
No, señor Presidente. Sólo para aclarar un punto en relación con lo dicho por el Diputado señor Arancibia . No sé si será procedente.
El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
Estamos en votación, señor Diputado.
Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 43 votos; por la negativa, 1 voto. Hugo 3 abstenciones.
El señor VIERA-GALLO.-
Señor Presidente, ¿podría agregar mi voto, porque no funcionó el sistema?
El señor DUPRE.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
¿Por una cuestión de Reglamento, señor Diputado?
El señor DUPRE.-
Por el mismo motivo, señor Presidente, pues en el tablero aparezco absteniéndome...
El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
Se va a repetir la votación, por fallas en el sistema electrónico.
Repetida la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio él siguiente resultado: por la afirmativa, 44 votos; por la negativa, 0 votos. Hubo 5 abstenciones.
El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
Aprobado en general el proyecto.
Por no haber sido objeto de indicaciones, también queda aprobado en particular.
Votaron por la afirmativa los siguientes señores Diputados:
Acuña , Aguiló, Allende (doña Isabel) , Ávila , Ceroni , Cornejo , De la Maza , Elgueta , Encina , Errázuriz , Fantuzzi , Fuentealba , Girardi , González , Gutiérrez , Hernández , Jara , Karelovic , Latorre, Letelier (don Felipe) , Luksic , Montes, Morales , Naranjo , Navarro , Orpis , Palma ( don Andrés) , Palma ( don Joaquín) , Pérez (don Aníbal) , Pérez (don Ramón) , Pollarolo ( doña Fanny) , Rebolledo ( doña Romy ), Reyes, Salas, Silva, Tuma , Ulloa , Urrutia (don Raúl) , Valenzuela , Viera-Gallo , Villegas , Villouta , Walker y Zambrano .
Se abstuvieron los siguientes señores Diputados:
Arancibia , Dupré , Elizalde , Estévez y Gajardo .
El señor ORPIS.-
Pido la palabra para referirme a un asunto reglamentario.
El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor ORPIS.-
Señor Presidente, pido que se ponga en votación la letra e) del número 3 del artículo único.
El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
Señor Diputado, de acuerdo con el Reglamento, no tengo posibilidad de hacer eso. Por ello, antes de la votación hice expresa alusión de que, al no haber indicaciones ni observaciones distintas, el proyecto sería aprobado en general y en particular.
Advertí el punto para precaver que por desconocimiento de que no había indicaciones, se pudiera crear una situación de esta naturaleza. Pero ahora no tengo posibilidades de rectificar.
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor ORPIS.-
Señor Presidente, la Mesa puso en votación la idea de legislar; pero en la discusión particular se puede pedir división de la votación. En uso de esa facultad, pido que se vote aparte la letra e) del número 3 del artículo único.
El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
Señor Diputado, tendría mucho gusto en acceder a su petición, pero la división de la votación debe pedirse antes del término del debate. Señalé que no había indicaciones al proyecto, porque tuve la sensación de que no todos podían estar en conocimiento de esa circunstancia y de que se podría producir esta situación.
Hice la observación reglamentaria de que al aprobarse la idea de legislar y no haber indicaciones u otra petición, el proyecto quedaba despachado en general y en particular. No podemos proceder de otra manera.
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor ORPIS.-
Señor Presidente, entonces pido que, de acuerdo con el Reglamento, pida la unanimidad de la Sala para votar la referida letra e) en forma separada.
El señor ULLOA Pido la palabra.
El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor ULLOA.-
Señor Presidente, solicito que se vea la posibilidad de pedir la unanimidad de la Sala, con el objeto de rever esa parte y permitir al Diputado señor Orpis que explique las razones que motivan su petición. De existir consenso; supongo qué no habría inconvenientes.
El señor ESTÉVEZ (Presidente).-
Solicito el asentimiento de la Sala para separar de la votación la letra e) del número 3 del artículo único.
Varios señores DIPUTADOS.-
No.
El señor ESTÉVEZ (Presidente).
No hay acuerdo.
Despachado el proyecto.
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