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- rdf:value = " El señor MOLINA (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Latorre.
El señor LATORRE.-
Señor Presidente, cuando, con motivo de una información que se hizo pública el día miércoles 26 de enero, se señaló la existencia de irregularidades en Codelco, que generaban para dicha empresa una pérdida que en ese momento se evaluaba en alrededor de cien millones de dólares, los parlamentarios democratacristianos, sin juicios previos, estuvimos de inmediato dispuestos a presentar un proyecto de acuerdo para iniciar una investigación a través de la creación de una comisión especial. De hecho, de los 32 Diputados patrocinantes del proyecto, diez pertenecen a la Democracia Cristiana. Además -y lo quiero señalar clara y categóricamente-, fue firmado por colegas de los partidos Socialista, Por la Democracia y Radical.
Dicho proyecto reflejaba la unanimidad existente en la Cámara en cuanto a iniciar los pasos necesarios para que, al más corto plazo posible, la Corporación accediera a una información detallada, para conocer más antecedentes respecto de la crítica situación que se estaba informando a través de la prensa.
En esa fecha, al existir en la Sala oposición a que se alterara el orden de la Tabla con el objeto de proceder de inmediato a votar el proyecto de acuerdo, los miembros de la Comisión de Minería estuvimos dispuestos, por unanimidad, a iniciar un rol fiscalizador frente a la situación generada. De hecho, ese mismo día miércoles los integrantes de la Comisión logramos muy tarde, ya casi de noche, la comparecencia del Presidente Ejecutivo de Codelco, don Alejandro Noemi, a quien le planteamos, en un extenso interrogatorio, todas las dudas que hasta ese momento, al menos para nosotros, surgían de una información muy incompleta.
Destaco estos hechos porque, desde el momento en que esto empieza a generar alarma pública y a inquietar la conciencia de la comunidad nacional, los parlamentarios de la Concertación, especialmente los democratacristianos, no hemos dudado en utilizar los mecanismos que posee la Cámara para fiscalizar y, de ser necesario, investigar a través de una comisión especial.
El interrogatorio al Presidente Ejecutivo de Codelco, don Alejandro Noemi, nos permitió advertir que incluso para él no existía claridad respecto de muchos puntos que en ese momento empezaban a salir a la luz, y si bien unánimemente estuvimos de acuerdo en que él había sido muy valiente al asumir la responsabilidad de la administración de la principal empresa del país, le señalamos expresamente que sus repuestas no resultaban satisfactorias y que, en consecuencia, solicitaríamos un conjunto de informaciones que nos permitieran contar a la brevedad con los antecedentes que le entregaran elementos de juicio adicionales a una comisión especial de la Cámara de Diputados. Los primeros oficios, que en mi opinión constituyen antecedentes que ya deben estar a disposición de la Comisión Especial Investigadora que se formará, corresponden a acuerdos adoptados por unanimidad en la Comisión de Minería relativos a petición de información a la Contrataría General de la República, a la Comisión Chilena del Cobre, al Ministerio de Minería y a la propia Codelco, que en ese momento, según informaciones de su Presidente Ejecutivo, había iniciado algunas auditorias.
Los términos en que en ese instante planteamos nuestra responsabilidad y plena dedicación a la investigación, partían del supuesto de que al momento de constituir la Comisión Especial Investigadora ya dispondríamos de algunos informes no preliminares y muy completos de las auditorías inicialmente encargadas al interior de Codelco. Estos antecedentes están a nuestra disposición y parte importante de ellos ha sido publicada en la prensa.
He querido destacar estos puntos, porque con motivo de una discusión originada en la Comisión de Minería de la Cámara una semana antes de que se produjera esta situación a raíz de que un Diputado de Renovación Nacional planteó sus dificultades para obtener respuesta a los oficios de fiscalización enviados a la Corporación del Cobre, los Diputados de la Concertación acordamos por unanimidad que en tales oficios se incluyera la firma y el asentimiento de todos los miembros de la Comisión de Minería, sin excepción, y señalamos expresamente que ninguno de ellos se prestaría para inhibir la tarea fiscalizadora que la Constitución nos entrega como Diputados de la República. Hemos mantenido en forma permanente ese criterio en todo lo que dice relación con el tema que nos ocupa y también con otros que han preocupado a la Cámara.
En todo caso, el testimonio del Presidente Ejecutivo de Codelco dejó planteadas muchas interrogantes, al margen de las expresadas por los Diputados señores Vilches, Masferrer y por otros colegas que intervinieron. Muchas de esas interrogantes las formulamos en conjunto, incluso públicamente, parlamentarios de la Concertación, entre los que me incluyo. De común acuerdo con quienes en los días posteriores a las sesiones de la Comisión de Minería habíamos acordado actuar categóricamente frente a un inevitable proceso de investigación, señalamos que más allá de la actividad habitual de Codelco y de todo lo que pudiéramos tener información, también se nos permitiera analizar responsabilidades de otro tipo.
Pero no sólo están planteadas estas interrogantes: hay muchas otras que no me parece oportuno reiterar en este momento en la Sala, porque respecto de ellas tendremos oportunidad de extendernos en la Comisión Especial Investigadora. Desde luego, hemos sido tajantes al plantear muchas de las formuladas por el Diputado señor Vilches, y también hemos manifestado nuestras dudas acerca de los antecedentes surgidos de las auditorías ya realizadas.
En cuanto a la investigación, estamos por no eludir las exigencias que la opinión pública y la conciencia nacional le imponen a la Cámara de Diputados. Debemos actuar dentro del marco de nuestras atribuciones y exigir que exista la más absoluta transparencia sobre lo que ha ocurrido en una Corporación tan importante para el país y cuyo desempeño habitual tiene trascendental relevancia en la conformación de la capacidad de inversión y del presupuesto público de nuestro país.
Las mismas exigencias que planteamos muchas veces, incluso antes de ser parlamentarios, cuando requeríamos transparencia en la administración de las empresas del Estado, sobre todo en el proceso de transferencia al sector privado, hoy se las hacemos a aquellas personas que, con la confianza de nuestro Gobierno, han tenido la responsabilidad de administrar una empresa tan importante como Codelco.
En esos términos creemos que se debe abordar el proceso de investigación, con prudencia respecto de lo que signifique emitir juicios que puedan inhabilitar una o varias de las conclusiones de la investigación que realice la Comisión, porque de los propios informes de la auditoría interna de Codelco se desprende que quedan aún muchas interrogantes que es legítimo plantear.
Tenemos un informe preliminar, de auditoría, que señala explícitamente hechos que para nuestra Comisión ya constituyen elementos de juicios que deberemos evaluar, analizar y proyectar en la responsabilidad que conlleven. Tal informe dice, por ejemplo, "El operador ignoró total, premeditada y sistemáticamente las limitantes y restricciones con que debía actuar." Agrega que existió "falta de control operativo y de supervisión de las acciones diarias del Departamento de Mercado de Futuro por parte de las instancias superiores, concretamente la Subgerencia y Gerencia de Ventas y, en última instancia, de la Vicepresidencia de Comercialización.
"No se usó el canal de la contabilidad para conciliar el estado de la posición de operaciones de futuro directamente con los brokers."
El sistema computacional, tanto en lo que es el equipamiento como el software que se encargó a firmas asesoras externas, no funcionó. Se señala, incluso, que ni los auditores internos ni los externos advirtieron sobre las fallas en los sistemas de control.
Al respecto, podemos solicitar mayor información para conocer pormenorizadamente la operación administrativa de la corporación, porque los parlamentarios democratacristianos, al igual que cualquier chileno de este país, nos preguntamos cómo es posible que en una empresa de la magnitud de Codelco se hayan consumado estas situaciones, sin que existiera algún mecanismo de control que entregara la alarma oportunamente.
Termino señalando que vamos a actuar sin ningún tipo de limitación en esta investigación. Así lo hemos hecho hasta el día de hoy y así entendemos el espíritu presente en nuestro apoyo a la formación de esta Comisión Especial Investigadora. Estaríamos negando el rol que la opinión pública, que millones de chilenos esperan de la Cámara de Diputados si dudáramos en abordar esta investigación en los términos en que, por unanimidad, ha sido elaborado el proyecto de acuerdo que se leyera al comienzo de la sesión. Concordamos con el proyecto de acuerdo, redactado por la unanimidad de los Comités, y comprometemos nuestra responsabilidad, nuestro trabajo y nuestra dedicación para que en el más corto plazo, de ellos, esta comisión especial investigadora pueda efectivamente inferir aquellas conclusiones que el país necesita.
He dicho.
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