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- rdf:value = " PROPUESTA DE INCORPORACIÓN DE PROVINCIA DE CHACABUCO A REGIÓN METROPOLITANA.
El señor CHADWICK (Vicepresidente).-
En el turno correspondiente al Comité de la Unión Demócrata Independiente, tiene la palabra el Diputado señor Patricio Melero.
El señor MELERO.-
Señor Presidente, sean mis primeras palabras para darle la bienvenida en su nueva responsabilidad y desearle el mejor de los éxitos en tan merecido cargo.
Hoy quiero referirme a la propuesta del Ministerio de la Vivienda en el sentido de modificar el plano regulador metropolitano de Santiago, a fin de incorporar la provincia de Chacabuco. La medida permitirá legislar sobre el uso del suelo de toda esa provincia, que comprende las comunas de Colina, Lampa y Tiltil , y por ello los tres municipios correspondientes han hecho presente observaciones al respecto, sobre las cuales he hecho también algunos comentarios que hoy deseo reiterar.
La primera observación que surge sobre la propuesta del Ministerio de la Vivienda en relación con el plano intercomunal de la provincia de Chacabuco constituye la siguiente pregunta: ¿Por qué se incluye a la provincia de Chacabuco en el plano regulador metropolitano de Santiago?
No entiendo este cambio de enfoque, en circunstancias de que el objeto original de los municipios de la provincia es desarrollar un plano regulador intercomunal. ¿Qué razón hay, entonces, para quitarle esa potestad en virtud de los planos intercomunales sobre los cuales trabajan los municipios, no considerarla, anexarla al gran plano intercomunal de Santiago y generar un centralismo en las decisiones, otorgándoles a las autoridades ministeriales el casi total manejo político del crecimiento de la provincia y sus respectivas comunas, al menos por un plazo de tres años, como establece la proposición?
En segundo lugar, como en el plan propuesto por el Ministerio de la Vivienda las decisiones de todo tipo las toma la autoridad o, al menos, interviene en ella en diversos grados, no se deja su habitual poder de decisión al libre mercado. Por ejemplo, hoy mucha gente quiere irse a vivir a Colina. De hecho, como es de conocimiento público, el valle de Chicureo ha tenido una fuerte expansión en ese sentido; pero a esa comuna se le limitan fuertemente sus posibilidades de expansión y poblamiento, a fin de que se cope y rebase pronto, desplazándose la gente hacia la llamada “terraza norte”, básicamente, a sectores de la comuna de Tiltil, aunque la voluntad original de la gente no sea irse a vivir a ese sector más al norte, sino más bien a la zona de Colina. Creo, sinceramente, que el mercado no funciona así y ese plan probablemente estará destinado al fracaso. ¿Cómo la gente no se va a ir a vivir a Polpaico o a huertos familiares por el solo hecho de que allá se venden tierras que se urbanizarán? Simplemente, ocurrirá que la presión natural del mercado terminará por poblar los terrenos de Colina, que en buena parte de este plano intercomunal se pretenden dejar como agrícolas o rurales, pero sin una planificación urbana y pre-pensada, y, por lo tanto, a mi juicio, algo caótica e ineficiente, con los defectos típicos de las grandes ciudades de hoy.
Desgraciadamente, hay numerosos ejemplos como éste en las políticas urbanas de la Región Metropolitana. Casos como las comunas de La Florida, de Maipú, de Santa Rosa de Las Condes, son ejemplos de cómo se coparon rápidamente esas zonas, no obstante la pretensión original de mantenerlas como de utilización agrícola.
En mi concepto, si se le diera cabida a la demanda del mercado o si sólo se planificaran etapas, pero pensando en un futuro real, se podría crear en Colina una comuna completa, productiva y autosuficiente, sin utilizar los terrenos planos y sin la con urbanización con Santiago -que representa el temor del ministerio- en que sus varios posibles futuros centros de concentración urbana sean casi ciudades perfectas.
En tercer lugar, además de no considerarse al mercado, no se ha valorado suficientemente un hecho único en nuestra historia, cual es que existan simultáneamente tanto territorio disponible y bien ubicado me refiero sólo a las laderas y a los pies de monte; no al plano, tanta población con problemas de espacio y de calidad de vida que resolver como lo expresa hoy el Gran Santiago, municipalidades con mucho ímpetu para grandes realizaciones, grandes capitales privados dispuestos a ser invertidos en el área, con profesionales formando sólidos equipos que las autoridades públicas probablemente no podrían contratar y, por último, todos de acuerdo en desarrollar las áreas mencionadas con enorme energía y buena disposición. Todo ello no se toma en cuenta y se propone un plan que sólo se prepara para un crecimiento vegetativo normal.
En cuarto lugar, a mi juicio, es un hecho histórico que los asentamientos humanos de escasos recursos viviendas de interés social, como se podrían llamar, no pueden implantarse artificialmente y con éxito en lugares que no han sido debidamente desarrollados, ya que se les obliga a largos y onerosos recorridos en locomoción colectiva que, a su vez tema de moda, agudizan el atochamiento y el smog y no tienen la infraestructura necesaria para atender los requerimientos de salud y educación. Por lo tanto, es necesario poblar primeramente un territorio, creando suficientes y crecientes áreas productivas y fuentes de trabajo, a la vez que equipamiento comercial, educacional, de salud, de esparcimiento y de todo tipo, para luego, una vez consolidado eso, trasladar a esos lugares sectores de bajos ingresos. De lo contrario, sólo se generará un problema más.
El plan intercomunal de Chacabuco propuesto condiciona la autorización de cada etapa de los desarrollos urbanos que se propongan a la existencia de, al menos, un quince por ciento de la población, destinándolos a viviendas de interés social, lo que traerá un problema adicional.
Por último, el plan también define discrecionalmente las áreas urbanizables de restricción y límites de expansión urbana de la provincia, pero toma una decisión arbitraria: limita este crecimiento a la cota 700 metros sobre el nivel del mar. ¿Por qué 700 metros y no 800 ó 900? Toda la zona colindante con los cerros hace que haya muchos lugares donde podrían permitirse penetraciones más allá de ese territorio, a cota 800, donde hay hermosas laderas que no tienen problemas de pendientes ni de ningún otro tipo. A mi juicio, es una decisión demasiado inflexible, y creo importante flexibilizarla, manteniéndolas en algunos lugares en 700 metros, y abriéndolas en otros.
Tampoco conocemos la política del Ministerio de Obras Públicas en cuanto a cuál será la infraestructura de carreteras en la zona, cómo se atravesará. Tenemos el mapa y las proposiciones, pero ¿habrá una radial, una orbital que unirá? ¿Por dónde empalmará la cuesta La Dormida? ¿Qué se hará con la ruta 5 al norte? ¿Qué irá a concesión? ¿Qué se mantendrá? En fin, todas esas son condicionantes para una zona con gran destino y gran presión, pero muy inadecuadamente plasmadas.
En esta primera intervención sólo quiero dejar sentadas estas inquietudes, para más adelante, en una segunda, hacer una serie de planteamientos a la autoridad respecto de esta situación que ha generado tanta inquietud en los habitantes de la provincia, especialmente de Colina, cuyas autoridades obviamente no están conformes con lo que se está proponiendo.
He dicho.
"