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El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
De acuerdo con lo que quedó establecido al iniciarse la sesión, corresponde tratar el proyecto, en segundo trámite constitucional, que reajusta las asignaciones familiar y maternal, subsidio familiar y pensiones asistenciales que indica, con informe de la Comisión de Trabajo y Previsión Social.
Tal como se señaló en la Cuenta, el informe de la Comisión de Hacienda se rendirá verbalmente.
-Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 5a, en 15 de junio de 1993.
Informe de Comisión:
Trabajo, sesión 6a, en 16 de junio de 1993.
El señor EYZAGUIRRE ( Secretario ).-
La Comisión hace presente que, en conformidad al artículo 19, N° 18°, de la Constitución Política, los artículos 1° y 2° del proyecto requieren quórum calificado para su aprobación, por cuanto la fijación de los montos de las prestaciones que ellos contemplan es parte integrante de la regulación legal del ejercicio del derecho a la seguridad social.
Propone aprobar la iniciativa, que consta de cinco artículos, en los mismos términos en que lo hizo la Cámara de Diputados.
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
Solicito el asentimiento de la Sala para que estén presentes, junto con el señor Ministro del Trabajo y Previsión Social, subrogante, el señor Subsecretario de Previsión Social , subrogante, y la señora Jefa del Departamento Actuarial de la Superintendencia de Seguridad Social .
El señor RÍOS.-
No hay acuerdo.
El señor PALZA.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor URENDA (Vicepresidente).-
Puede usar de la palabra, Su Señoría.
El señor PALZA.-
Señor Presidente , pido al Senador señor Ríos que reconsidere su posición, porque las personas mencionadas han venido a fin de participar en la discusión tanto de este proyecto como del que se tratará en seguida.
El señor RÍOS.-
No hay acuerdo.
El señor OTERO.-
Señor Presidente , queremos dejar constancia, respaldando el pronunciamiento del Honorable señor Ríos, de que el Senado unánimemente resolvió no autorizar el ingreso a la Sala ni de un Subsecretario, ni de ningún asesor, si no se encuentra en ella el Ministro del ramo.
El señor PÁEZ.-
Perdón, señor Senador , pero el señor Ministro está aquí, y solicita que lo acompañen sus asesores.
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
El Subsecretario del Trabajo , señor Eduardo Loyola, ha concurrido en su calidad de Ministro subrogante del Trabajo y Previsión Social. Como no desempeña la Subsecretaría de Previsión Social y no se ocupa habitualmente en esas materias, ha formulado la petición que la Mesa ha dado a conocer. En todo caso, constituiría una manera de facilitar la discusión del proyecto.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
Señor Presidente , ¿puedo efectuar una precisión?
El señor URENDA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el Senador señor Ruiz-Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE.-
Señor Presidente , debe quedar establecido que el acuerdo del Senado, con relación a este punto, es precisamente el de que no se acepta la presencia de un Subsecretario cuando no está el Ministro en la Sala. Si éste se halla presente, aquél puede ingresar, como norma.
Si el acuerdo es bueno o malo, no importa; pero es el que se tomó.
El señor PALZA.-
Señor Presidente, iniciemos la discusión del proyecto.
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
¿Definitivamente se mantiene la objeción, tocante a lo solicitado?
El señor RÍOS.-
Sí, señor Presidente .
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
En discusión general.
Ofrezco la palabra.
El señor PALZA.-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
Puede hacer uso de ella Su Señoría.
El señor PALZA.-
Señor Presidente , el proyecto del Ejecutivo reajusta de mil 550 pesos a mil 800 pesos los valores de las asignaciones familiar y maternal para el primer tramo de ingresos, y de 552 pesos a 640 pesos para el segundo, y, además, aumenta el límite del primer tramo de ingresos mensuales, de 100 mil pesos a 120 mil pesos, para que mayor cantidad de gente de más bajos recursos pueda gozar del incremento señalado en primer término.
En cuanto al subsidio familiar, se reajusta su monto de mil 550 pesos a mil 800 pesos, esto es, manteniéndose la equivalencia con la asignación familiar del primer tramo. En lo relativo a las pensiones asistenciales del decreto ley N° 869, de 1975, se aumenta el valor inicial de las que se concedan a contar del 1º de julio de 1993, de 8 mil 67 pesos a 14 mil 57 pesos, y asimismo se nivela a esta última cifra el monto de aquellas otorgadas con anterioridad a esa fecha.
En el artículo 4°, se faculta al Presidente de la República para conceder 14 mil nuevas pensiones asistenciales, con lo cual se atendería a toda la gente inscrita en lista de espera en las distintas regiones del país, cuyos intendentes materializarán la medida.
La Comisión de Trabajo y Previsión Social, por la unanimidad de sus miembros, propone acoger la iniciativa del Ejecutivo en los mismos términos en que fue despachada por la Cámara -entiendo que la Comisión de Hacienda también la aprobó-, a fin de que pueda ser despachada hoy, pues el reajuste empezará a regir desde julio próximo.
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
La Mesa hace presente que, por tratarse de un proyecto de ley de quórum calificado, se requiere el voto favorable de 24 señores Senadores. Por lo tanto, se procederá a llamarlos por el tiempo reglamentario.
En este momento hay en la Sala 25 señores Senadores.
-Se aprueba en general la iniciativa, y, por no haberse formulado indicaciones, también queda aprobada en particular, dejándose constancia, para los efectos del quórum constitucional requerido, de que 25 señores Senadores votaron afirmativamente.
El señor JARPA.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Jarpa.
El señor JARPA.-
Señor Presidente , el informe dice que la representante de la Superintendencia de Seguridad Social ofreció a la Comisión de Trabajo hacer llegar durante la tramitación del proyecto los antecedentes respecto de la cantidad en que se han otorgado diversas prestaciones de seguridad social y los criterios aplicados al respecto. Quisiera saber si esos datos están disponibles.
El señor RUIZ (don José).-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor RUIZ (don José).-
Lo que ocurre es que en el momento a que se ha hecho referencia no contábamos con todas las disposiciones que establecen y regulan la entrega, especialmente, de las pensiones asistenciales.
Tengo en mis manos los cuerpos legales respectivos, y puedo hacerlos llegar a los señores Senadores interesados. Se trata del decreto ley N° 869, de 1975, y la ley N° 18.611, que norman tanto lo referente a la distribución por Regiones de estos beneficios como a la forma en que se han de determinar en las distintas municipalidades las personas que los recibirán.
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra la Honorable señora Feliú.
La señora FELIÚ.-
Señor Presidente , en la Comisión, aparte de las normas que recuerda el Honorable señor Ruiz , se solicitó una completa información respecto de cómo actualmente se distribuyen los subsidios únicos familiares y las pensiones asistenciales entre las distintas Regiones del país. Ahora bien, los antecedentes llegaron. A mi juicio, sólo falta en ellos un nivel de desagregación, para conocer el detalle al interior de cada Región, entre los municipios.
Por otra parte, se concordó en la conveniencia de que la propia Comisión se reúna con miras a apreciar el comportamiento de estas pensiones, especialmente en lo que dice relación con el cese que se produce cada tres años, y que obliga a reevaluarlas, pues lo deseable es que quienes realmente tengan derecho a seguir percibiéndolas, por continuar con el puntaje necesario para ello, no sufran la interrupción del beneficio. Es ésta una materia respecto de la cual todos los Senadores hemos recibido numerosas peticiones de parte de personas de escasos recursos.
Por consiguiente, los datos que se solicitaron fueron enviados y se encuentran a disposición de los señores Senadores.
El señor PIÑERA.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor PIÑERA.-
La verdad es que los antecedentes son múltiples, porque las estadísticas sobre la materia son sumamente contradictorias. De acuerdo con el informe que conoció la Comisión, el número de subsidios familiares que no están siendo concedidos a personas en lista de espera que reúnen un puntaje inferior a 600 -tal es el límite que permite la calificación- sería de 15 mil 749.
Sin embargo, hay otros elementos de juicio. En primer lugar, el informe de la Superintendencia de Seguridad Social da a conocer que las personas que estaban en esa situación ascendían a 21 mil 596 en abril de 1992, y a 26 mil 727 en septiembre del mismo año, cifras que exceden largamente las expuestas en la Comisión.
En segundo lugar, la información que se solicitó directamente a las municipalidades permitió estimar en alrededor de 30 mil el número de las personas que demandan el subsidio y no lo obtienen por falta de cupo.
Ahora, en el proyecto se propone algo que, por lo demás, fue una iniciativa parlamentaria. Todo el sentido de suprimir la asignación familiar para las rentas superiores a 250 mil pesos radicaba en destinar esos recursos a incrementar el número de las pensiones asistenciales. Ello, porque, de acuerdo con la Superintendencia de Seguridad Social, en 1990 se cancelaron 18 mil 900 de estas pensiones, y, en 1991, 18 mil 931.
Por tanto, por intermedio de esta iniciativa, que faculta al Presidente de la República para autorizar la concesión de 14 mil nuevas pensiones, se están reponiendo parcialmente las que han sido canceladas por el mecanismo de revisarlas cada tres años en virtud de la ficha CASEN.
Luego, quiero dejar constancia de que no hemos logrado, aún, recuperar el nivel de pensiones asistenciales que existía en 1990, en circunstancias de que quienes integran la lista de espera y son calificados a través de la ficha mencionada -se trata de 21 mil ó 30 mil casos- exhiben la condición, indudablemente, de personas de bajísimos ingresos.
Hay otro elemento que creo importante destacar. Al reajustarse de 100 mil pesos a 120 mil el primer tramo de ingresos mensuales, es decir, el límite inferior, que permite acceder al subsidio máximo -dicho aumento supera la inflación durante el período, que sólo alcanzó a 17 por ciento-, se incorporan en esa categoría 30 mil cargas que estaban en el segundo tramo, por las cuales se pasará a percibir mil 800 pesos. Y, simultáneamente, al mantenerse fijo el límite superior, de 250 mil pesos, no reajustándolo, aproximadamente 80 mil cargas dejarán de tener derecho al beneficio, ya que se trasladarán de la segunda a la tercera categoría. En otras palabras, el segmento del medio se está achicando por dos caminos: la incorporación de algunos a aquel que proporciona el monto máximo y el ingreso de otros a aquel que es nulo para estos efectos. Ello, en cierta forma, constituye una manera de focalizar mejor este subsidio.
No obstante, insisto en hacer constar -y aprovecho para ello la presencia del señor Ministro del Trabajo subrogante- que a pesar de los logros, de los mayores recursos en materia previsional, los cuales han permitido aumentar las pensiones y reajustar los montos de las asignaciones familiares, el número de las pensiones asistenciales, incluso luego de la aprobación de esta iniciativa, seguirá siendo inferior al registrado en 1990. Y, obviamente, todas las estadísticas indican que el déficit actual no se agota con este proyecto, como sugeriría el informe que se presentó a la Comisión, porque el incremento en el número de estas pensiones coincide con la lista de espera. Pero ésta, de acuerdo con todas nuestras estimaciones, es, al menos, el doble de lo que se señaló.
En lo personal, pienso que, desde el punto de vista de la focalización y de los valores que este aspecto involucra, el aumento del número de pensiones asistenciales (recordemos que luego de aprobarse el reajuste ellas ascenderían a poco más de 14 mil pesos, y que actualmente algunas están entre los 8 mil y los 14 mil pesos) constituye una de las políticas que apuntan directamente al problema de la pobreza.
Por tal motivo, señor Presidente , sería interesante plantear al Ejecutivo -tal como lo hemos considerado al discutir otras iniciativas legales- la necesidad de revisar esta situación, con el objeto de que se cierre rápidamente la brecha entre la demanda y la oferta en este ámbito.
Finalmente, quiero señalar que estamos aprobando esta facultad de otorgar 14 mil pensiones asistenciales adicionales en el entendido de que su distribución entre las distintas Regiones, entre los diferentes municipios, y, dentro de cada municipio, entre los beneficiarios, se debe sujetar estrictamente al criterio de la necesidad, implícito en la metodología de la ficha CASEN, y no a otros. Sería bueno que el señor Ministro confirmara si es ésa o no la posición del Ejecutivo sobre el particular.
Muchas gracias.
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
Se ha omitido hasta ahora el informe oficial de la Comisión de Hacienda, que, como se señaló en la Cuenta, se iba a dar verbalmente. De manera que solicito a uno de sus integrantes que nos ilustre acerca de los antecedentes estudiados en ella.
Tiene la palabra el Honorable señor Ruiz.
El señor RUIZ (don José) .-
Señor Presidente , el detalle financiero del proyecto es el siguiente. El costo de las asignaciones familiar y maternal será de 3 mil 962 millones 400 mil pesos; el del subsidio familiar, de 1 mil 323 millones 400 mil pesos; el de la nivelación del monto de las pensiones asistenciales, de 1 mil 590 millones 100 mil pesos, y el de la concesión de 14 mil nuevas pensiones asistenciales, de 1 mil 180 millones 800 mil pesos, todo lo cual demandará un mayor gasto fiscal ascendente a 8 mil 56 millones 700 mil pesos, el que se financiará con transferencias del ítem 50-01-03-25-33.104 de la partida Tesoro Público del Presupuesto vigente.
Como información adicional, creo oportuno señalar que estos recursos deben ser gastados durante el transcurso del presente año, de modo que se requiere proceder con bastante premura. Por esa razón, no se materializaron indicaciones que hubieran retrasado el despacho de la iniciativa.
He dicho.
El señor GONZÁLEZ .-
¿Me permite, señor Presidente ? Deseo hacer una consulta al señor Senador informante .
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor GONZÁLEZ.-
Por lo que acabo de escuchar, la cifra de aproximadamente 8 mil millones de pesos representa el costo del proyecto entre julio y diciembre, solamente, ¿no es cierto?
El señor RUIZ (don José ).-
Efectivamente, señor Senador.
El señor GONZÁLEZ.-
En consecuencia, el costo anual de la iniciativa supera los 16 mil millones de pesos.
El señor RUIZ (don José ).-
Correcto.
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Otero.
El señor OTERO .-
Señor Presidente , deseo expresar ante el Senado mi protesta formal por la forma en que hemos estado legislando en estos días merced al uso de las urgencias que hace el Presidente de la República . Ninguno de nosotros desconoce la importancia de este proyecto de ley, que vamos a votar favorablemente. Pero sólo hoy en la mañana fue informado por la Comisión de Trabajo, no contamos con el informe escrito de la Comisión de Hacienda y ahora estamos obligados a votarlo. O sea, la función legislativa está limitada a lo que señala el Ejecutivo en su mensaje y a lo que puedan hacer los Senadores en la respectiva Comisión...
El señor PÁEZ .-
¿Me permite una breve interrupción, Honorable colega?
El señor OTERO .-
Deseo terminar mi intervención, pero, tratándose de Su Señoría, se la concedo sin inconveniente alguno.
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Páez .
El señor PÁEZ .-
Señor Presidente , deseo aclarar que la iniciativa ha debido tratarse con premura no únicamente por la urgencia fijada por el Gobierno, sino, también, porque el Senado va a hacer uso, a partir del día 21, de la semana de regiones. En caso contrario, perfectamente podríamos haberla debatido la próxima semana, lo que la urgencia habría permitido.
El señor OTERO .-
Señor Presidente , me alegro de la observación del Honorable señor Páez , porque también deseo referirme a ese punto.
No es ésta la primera vez que se presenta la situación en que reparo. En la sesión ayer se planteó un caso en que llegó a pedirse, incluso, que se permitiera formular indicaciones en la propia Sala. ¿Qué significa esto? Que, lisa y llanamente, respecto de algunos proyectos se incurre en un exceso de consideración durante el trámite en la Cámara de Diputados, pero luego el Senado se ve forzado a legislar a presión. Podría hacer una lista de iniciativas en las que ha sucedido lo mismo. Y ello me parece absolutamente inconveniente y lesivo para la majestad de la Corporación, e inconciliable con la seriedad con que deben actuar los señores Senadores.
En segundo lugar, estimo gravísimo que proyectos de esta naturaleza se envíen con una calificación de "suma urgencia" o de "discusión inmediata", en circunstancias de que todos sabemos que tenían que haber sido remitidos al Congreso con la debida anticipación.
Y excúseme que lo diga, señor Presidente , pero creo que no es motivo para no cumplir con nuestra función legislativa en forma cabal el hecho de que destinemos determinada semana al trabajo en Regiones. Si en el transcurso de ella es necesario volver al Senado, es nuestra obligación hacerlo, a fin de analizar los proyectos con toda la seriedad y responsabilidad que ameritan.
Más aun, señor Presidente . Protesto por la declaración del mensaje en el sentido de que la materia que nos ocupa es fruto de un acuerdo alcanzado entre la Central Unitaria de Trabajadores, la Confederación de la Producción y del Comercio, y el Gobierno, Mi pregunta es: ¿quién legisla en este país? ¿La Central Unitaria de Trabajadores? ¿La Confederación de la Producción y del Comercio? Si no hubiera mediado ese acuerdo, ¿cuándo habría llegado este proyecto? ¿Cuál habría sido su contenido? Ante tales hechos, ¿somos realmente nosotros quienes estamos legislando junto al Gobierno, o hay, más bien, factores externos que resultan determinantes para ello?
En este caso, estamos hablando de pensiones asistenciales. Y, obviamente, el nivel de éstas no puede ser considerado sobre la base de lo que digan ciertos grupos, sino sobre la base de las necesidades de las personas y de la disponibilidad de los recursos fiscales. Somos nosotros, en el Congreso, quienes debemos resolver si aprobamos o no lo que propone el Ejecutivo . Sin embargo, no tenemos ninguna posibilidad de aumentar el monto de las pensiones o de las asignaciones en el proyecto. ¡Ninguna! ¿Cómo va a ser lógico que sobre ese monto -que debiéramos nosotros discutir con el Gobierno, por ser los legisladores, los representantes del pueblo- tengan derecho a intervenir, participar y hacer proposiciones quienes no invisten la calidad de Parlamentarios?
Reconozco y aplaudo a éste y a cualquier Gobierno que consulte a las personas. Considero excelente buscar consensos, pero no me parece lógico ni adecuado que un proyecto de ley se fundamente en un acuerdo respecto del cual los Senadores sólo podemos decir "sí" o "no", en circunstancias de que somos nosotros los encargados de legislar en la República.
Señor Presidente , no quiero aquí hacer cuestión política. Estoy hablando de un problema que atañe a todos los Senadores, pues, cualquiera que sea el Gobierno que pueda venir, el Senado debe jugar su papel preponderante, contar con el tiempo necesario para legislar, y ser tan consultado como puedan serlo la Confederación de la Producción y del Comercio o la Central Unitaria de Trabajadores. Sin embargo, en la práctica y en los hechos, en muchísimas oportunidades el manejo de las urgencias lo hace imposible, en desmedro de nuestra responsabilidad.
Por eso, dejo constancia de mi protesta por la forma como se nos está obligando a legislar, reconociendo, sí, lo manifestado por el Honorable señor Páez . Pero no es la primera vez que nos sucede, y en otras oportunidades ya lo hemos dicho. Deseo que quede muy en claro que la bancada de Renovación Nacional tiene el firme propósito de seguir exigiendo el cumplimiento irrestricto del Reglamento en cuanto a contar oportunamente con los informes, a fin de estudiarlos y, en consecuencia, votar con la responsabilidad que nos exigen la Constitución y la ley.
He dicho.
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR.-
Señor Presidente , creo que el Senador que me precedió en el uso de la palabra tiene razón en cuanto a que, como norma general, debemos atenernos a las normas reglamentarias y conocer los informes con la anticipación correspondiente. Pero durante el período que llevamos en el Senado hemos podido comprobar que la norma general tiene excepciones. Y ésta no es la primera vez que estamos haciendo una excepción justa, necesaria y conveniente.
El señor OTERO .-
¿Me permite una interrupción, señor Senador, si fuera tan amable?
El señor ZALDÍVAR.-
¡Se la voy a conceder, a pesar de que su Señoría dijo que sólo se la otorgaría al Honorable señor Páez ...!
El señor OTERO .-
Yo no excluí a Su Señoría, pues dije "tratándose del Senador señor Páez" .
El señor ZALDÍVAR.-
No tengo inconveniente.
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
Puede hacer uso de la interrupción.
El señor OTERO.-
Simplemente quiero recordar al señor Senador que he partido reconociendo la justicia del proyecto.
El señor ZALDÍVAR.-
Nadie la está desconociendo, Su Señoría. Yo voy a hablar en términos reglamentarios.
El señor OTERO .-
Por lo demás, lo estamos votando favorablemente, y de modo alguno quisiera que se interpretara que mi intervención dice relación con esta iniciativa, con cuya urgencia estoy plenamente de acuerdo. Lo que reclamo es que, por su importancia, el Gobierno debió haberla enviado con la debida antelación, a fin de no sentirnos presionados por el poco tiempo de que disponemos para su estudio.
Gracias, señor Senador.
El señor ZALDÍVAR.-
No estoy formulando ninguna apreciación sobre sensibilidad o insensibilidad social frente al tratamiento de las materias que estamos despachando, sino más bien reclamando la posibilidad de que el Senado pueda recurrir a procedimientos de excepción ante situaciones de urgencia y de necesidad.
Creo que normas tan rígidas muchas veces conducen a infringirlas, por nuestra propia disposición, y lo vamos a hacer siempre, como en este caso, con bastante responsabilidad. Y así estamos legislando sobre esta materia: con mucha responsabilidad. He escuchado aquí el informe rendido por la Comisión de Trabajo. No pude asistir en la mañana a la Comisión de Hacienda, pero el Honorable señor Piñera me expresó que ella estudió el proyecto. Y el mismo señor Senador ha realizado una exposición documentada sobre el proyecto, dando a conocer su costo, la focalización del gasto, con algunas apreciaciones con las cuales no concuerdo, como la de hacernos figurar como renuentes a otorgar una cobertura total del beneficio porque a lo mejor serían más las pensiones asistenciales. Puede que sea cierto, pero sucede que estamos aprobando 14 mil pensiones asistenciales más.
A mi juicio, ha habido un debate. Se sabe que el costo del proyecto es de aproximadamente 8 mil millones de pesos, el cual deberá imputarse al Tesoro Público; que su financiamiento está contemplado por parte del Estado, etcétera. Leer la iniciativa es muy fácil. En el Parlamento hemos despachado proyectos con extrema urgencia en 24 horas. A veces, mucho más difíciles -por ejemplo, el relativo al salario mínimo lo tratamos sobre tabla-, esperando a menudo que lleguen de la Cámara de Diputados para despacharlos, por entender que estas materias deben ser resueltas con premura.
Hay sí un tema al cual quiero referirme en forma más específica, relacionado con un planteamiento formulado por el señor Senador que me precedió en el uso de la palabra.
Considero absolutamente improcedente su afirmación de que el proyecto fue elaborado sobre la base de un entendimiento entre los trabajadores, la Confederación de la Producción y del Comercio, y el Gobierno, y respecto del cual no nos cabría intervención alguna. Por desgracia, en parte es cierto, y no empleo esta expresión con relación al acuerdo, sino en cuanto a que el Parlamento no tiene otras facultades que las que le entrega la propia Constitución de 1980,...
El señor DÍEZ.-
Igual que la anterior Carta Fundamental.
El señor ZALDÍVAR.-
Es un tema reiterativo el de que viene de otras Constituciones. En ello estamos de acuerdo. Hice referencia al año porque la actual Carta Fundamental es de 1980; la de 1925 también consideraba que en materias de gastos y remuneraciones el Presidente de la República tenía iniciativa exclusiva.
Ojalá que siempre estos proyectos del Ejecutivo vengan con el consenso de las partes involucradas -no vamos a pretender buscarlo aquí si ya se obtuvo-, y cuando ello no ocurra, podemos lograrlo acá. ¿Qué tenemos que hacer en el Parlamento? Aprobar o rechazar el gasto que se nos propone y los beneficios que se otorgan.
El señor RUIZ (don José ).-
O reducirlos.
El señor ZALDÍVAR.-
Claro, y creo que nadie tiene tal intención. Lo que debemos hacer es aprobar el proyecto.
El señor PALZA.-
Está aprobado.
El señor ZALDÍVAR.-
Y está aprobado, según me dicen.
Estoy reclamando contra las observaciones del señor Senador que me precedió en el uso de la palabra, por estimar que carecen de fundamento. No cabe protestar porque, fruto de un acuerdo entre la Central Unitaria de Trabajadores, la Confederación de la Producción y del Comercio y el Gobierno, se nos haya enviado un proyecto de ley, el que viene al Parlamento para ser discutido y recibir el tratamiento que le corresponde.
En cuanto al tema reglamentario, no es la primera vez que el Senado hace una excepción a una regla que a menudo tendremos que dejar de lado para tratar las materias que, por su urgencia, requieren un despacho rápido.
He dicho.
El señor PALZA.-
¿Me permite, señor Presidente ? Una moción de orden.
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor PALZA.-
Señor Presidente , sólo quiero hacer presente, como lo acaba de reiterar el Honorable señor Zaldívar , que el proyecto ya fue aprobado. En consecuencia, o abrimos el debate o tratamos otra materia, porque hay una iniciativa que interesa a los trabajadores de la Dirección del Trabajo, que me parece conveniente debatir.
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
El problema se suscitó porque la Mesa reparó que no existía informe escrito de la Comisión de Hacienda y era necesario hacerlo verbalmente. Eso motivó esta reapertura. Fue sólo para dejar constancia de que se llevó a efecto dicho trámite, porque si no corríamos el riesgo de la nulidad del pronunciamiento de la Sala. El informe ya se efectuó. Incluso preguntaría al Senador informante -para los efectos de cumplir con la ley-, si efectivamente existen los recursos consultados en el Presupuesto para ese mayor gasto que se carga a la Partida Tesoro Público.
El debate ha surgido un poco a posteriori por la razón mencionada. En realidad, debió haberse efectuado antes, pero existió, curiosamente, acuerdo pleno de la Sala.
Tiene la palabra el Honorable señor Cantuarias.
El señor CANTUARIAS.-
Señor Presidente , seré muy breve.
Quiero señalar, en primer lugar -para evitar cualquier duda-, que estoy de acuerdo con la iniciativa y concurriré a su aprobación...
El señor PALZA .-
Está aprobada.
El señor RUIZ (don José ).-
Ya se aprobó.
El señor CANTUARIAS.-
Ocurre que si nos apoyamos en la tinterillada de que se dijo que estaba aprobada, en circunstancias de que no tenía informe de la Comisión de Hacienda, vamos a caer en otro absurdo.
Pido a Sus Señorías que tengan la gentileza de aceptar que dé a conocer brevemente mi opinión, porque entiendo que el debate quedó automáticamente reabierto en la misma medida en que procedimos a aprobar algo incompleto, atendidas las disposiciones que nos rigen.
El proyecto, como aquí se recordó, tiende a focalizar de manera muy eficiente el gasto social, que es una materia que en forma creciente ha venido preocupando no sólo al Gobierno, sino a muchas personas, entre las cuales me incluyo. El gasto social, por su definición, tiene lo que se ha denominado "fugas", las que ocurren cuando ese gasto se orienta hacia personas ubicadas en quintiles superiores de ingreso y no en los inferiores.
Desde ese punto de vista, ésta es una iniciativa positiva que concurriremos a aprobar.
Sin embargo, quiero dejar constancia también de ciertos hechos que, a mi juicio, son inconvenientes. No porque hayamos procedido excepcionalmente en otras oportunidades vamos a hacer de la excepción la regla y aceptar que eso ocurra en forma permanente, pues es inapropiado. Además, coincido con quienes han sostenido que ello menoscaba las atribuciones y los derechos que, en definitiva, tiene esta Corporación o que, por lo menos, están reglamentariamente contemplados para cada uno de sus miembros. Y, en ese sentido, vale la pena tener presente que el mensaje del Ejecutivo se envió el 10 de mayo de este año a la Cámara de Diputados, y ésta, a través del oficio N° 1.255, nos lo remitió con fecha 9 de junio, y nosotros, en esta Sala, lo aprobamos en 24 horas.
El señor DÍAZ .- ¡Eficiencia, Su Señoría!
El señor CANTUARIAS.- No quiero ser odioso, pero debemos recordar que, de repente, las disposiciones reglamentarias se hacen inabordables, o simplemente infranqueables, y aquí -como ha sucedido muchas veces- las hemos omitido tal vez presionados -digámoslo también como un elemento de autocrítica- por estar en vísperas de una semana regional. Si ése es el motivo, me parece que ello no habla bien ni de la seriedad con que legislamos ni de nosotros como Senadores. Porque el hecho de haber resuelto, legítima y soberanamente, trabajar en la Sala los martes y miércoles y dedicar una semana a las regiones, no impide que podamos citarnos para mañana u otro día y así tener el tiempo necesario para disponer de los informes, a fin de estudiarlos y analizar las materias sometidas a nuestro conocimiento.
Concordamos con el espíritu de la iniciativa. Estamos absolutamente de acuerdo en ese sentido. Sin embargo, aquí estamos emitiendo una señal que, al llegar a la opinión pública, forma parte de los elementos por los cuales es mal juzgado o mal visto el trabajo parlamentario.
Quiero señalar, además, que me parece preocupante -para no usar otro calificativo- que se nos haya suministrado información controvertible. Por una parte se nos dice que el proyecto prácticamente cubriría los 15 mil beneficiarios que estarían demandando la asignación y el subsidio único familiar, y, por otra, que el número de éstos podría llegar a 30 mil. No habla bien del Senado. Excúsenme Sus Señorías que lo exprese de esa forma; pero no habla bien -y así va a constar en las Actas- que este punto quede sin ser aclarado.
Por último, dejo expresa constancia de que no me opongo a todas las instancias y formas mediante las cuales es posible integrar y hacer participar a la comunidad en las decisiones que le interesan. Pero, a mi juicio, no es conveniente que los frutos de ese trabajo -en lo que se refiere al Parlamento y, en particular, al Senado- los hayamos conocido por la prensa con motivo del Día del Trabajo y que después, en menos de 24 horas, y con las omisiones que he señalado, aprobemos el proyecto.
He dicho
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Piñera.
El señor PIÑERA.-
Señor Presidente , en forma muy breve quiero hacer tres observaciones.
En primer lugar, es indudable que el hecho de que el informe de la Comisión se haya dado en forma oral, con posterioridad al cierre del debate, de facto lo abre nuevamente.
En segundo término, pienso que el planteamiento del Honorable señor Otero sobre esta materia tiene absoluto fundamento, y quisiera complementarlo. No es la primera vez que durante largas semanas y meses temas relacionados con salarios o con beneficios previsionales se discuten en la prensa entre instituciones como la Central Unitaria de Trabajadores -y no la Central Única de Trabajadores, como aquí se dijo, porque la ley no permitiría ese nombre- y la Confederación de la Producción y del Comercio, para que finalmente debamos pronunciarnos sobre proyectos enviados con "Suma Urgencia" y tengamos que aprobarlos en plazos absolutamente insuficientes.
Señor Presidente , ésta es la tercera vez que ello sucede. Y ya se está transformando en una práctica que es, a mi juicio, inconveniente e inadmisible. Así es que respaldo y adhiero al reclamo formal hecho por el Honorable señor Otero .
En tercer lugar, deseo formular una observación respecto a las prioridades sociales de este Gobierno. El proyecto de ley en debate favorece a casi 2,3 millones de personas que perciben asignaciones familiares de los dos primeros tramos; mejora, significativamente, en términos reales, a casi 900 mil que reciben subsidios familiares; nivela a 14 mil pesos, a cerca de 900 mil pensiones asistenciales, y crea 14 mil nuevas pensiones asistenciales.
Estamos hablando de un universo de gente favorecida cercano a los cuatro millones de personas. Sin embargo, la iniciativa tiene un costo de 20 millones de dólares, en circunstancias de que en el Senado hemos aprobado otros proyectos de ley -que podrán tener mucha justificación, pero que beneficiaban a personas cuyo mérito o necesidad no me parece superior al de las que estamos viendo acá- con costos que excedían con largueza el de la iniciativa que hoy estamos debatiendo.
Por lo tanto, detrás de esto hay una prioridad de la política social del Gobierno. Si a una iniciativa que favorece a cerca de cuatro millones de personas se destina una cifra máxima de 20 millones de dólares, y simultáneamente se contemplan para otros proyectos de ley montos muy superiores, indudablemente ello refleja el criterio prioritario del Ejecutivo en esta materia.
Señor Presidente , los Parlamentarios carecemos de facultades para incrementar el número de pensiones asistenciales que se están creando. Y al respecto quiero dejar constancia en la Sala de que la cifra de aproximadamente 15 mil personas que estarían en listas de espera para obtener una pensión asistencial, fue sólo un dato referencial. Era la mejor cifra de que disponía en ese instante quien nos proporcionó estos antecedentes. En todo caso, basado en informaciones oficiales, hago constar que, según los boletines de la Superintendencia de Seguridad Social y los informes emanados de las respectivas municipalidades, esta cifra en mi opinión es sustancialmente mayor. Digo lo anterior para que no creamos que hemos cerrado el déficit de pensiones solicitadas y no otorgadas por falta de cupos.
No obstante, quiero expresar que las prioridades sociales no se reflejan en palabras, sino en hechos. Y si uno analiza la forma como se han canalizado los recursos públicos durante los últimos tiempos, la prioridad social del Gobierno, en mi concepto, está equivocada, porque, indudablemente, la nivelación de las pensiones de 8 a 14 mil pesos es, obviamente, una vergüenza.
Por lo tanto, en esta área la prioridad no debiera traducirse en palabras, sino en hechos. Y éstos deben ir asociados a proyectos de ley y a asignaciones de fondos que, a mi juicio, debieran tener mucha mayor importancia de la que hasta ahora han tenido en la política social del Gobierno. Por eso, planteo estas inquietudes al señor Ministro del Trabajo subrogante presente en la Sala.
Finalmente, tal como lo hicimos al discutir iniciativas legales anteriores, porque consideramos que aquí existe una prioridad que ha sido postergada con relación a otras, solicito al señor Ministro que nos confirme los criterios con que se van a asignar las 14 mil pensiones asistenciales, y si éstos se basarán en un sistema de puntaje determinado por la encuesta CASEN.
El señor PALZA.-
No ha cambiado.
El señor PIÑERA.-
No ha cambiado, pero esta facultad permitirá al Presidente de la República asignar las pensiones asistenciales entre las distintas regiones.
El señor ZALDÍVAR.-
Para crearlas, señor Senador.
La señora FELIÚ.-
Es por regiones.
El señor PIÑERA.-
Por regiones. Por eso, deseo que el señor Ministro lo confirme.
Aunque sea reiterativo, deseo terminar mis palabras formulando un llamado al Gobierno, a través del Ministro del Trabajo , para que reconsidere la prioridad que en materia de política social se asigna al tema de las pensiones asistenciales -tanto en el aspecto monetario como en el número de cupos- y a las asignaciones y subsidios únicos familiares, que son los que reciben las familias indigentes.
He dicho.
El señor URENDA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro del Trabajo subrogante, don Eduardo Loyola.
El señor LOYOLA ( Ministro del Trabajo y Previsión Social subrogante).-
Señor Presidente , muy brevemente me referiré al tema planteado por el Honorable señor Piñera .
Debo advertir, sin embargo, que no puedo ser categórico en la respuesta que el Gobierno, en conjunto, debe entregar sobre las materias planteadas por Su Señoría, porque -debo señalarlo claramente- me encuentro en el Senado en calidad de Ministro subrogante . Por lo tanto, no puedo atribuirme más facultades de las que razonablemente dispongo. De tal manera que canalizaré al interior del Ejecutivo las opiniones vertidas por el señor Senador, a fin de que en su oportunidad tenga la respuesta que corresponde.
En segundo lugar, y respecto de otro tema mencionado aquí, debo manifestar que el acuerdo alcanzado con la Central Unitaria de Trabajadores y la Confederación de la Producción y del Comercio no se produjo alrededor del día 1° de mayo, sino con alguna posterioridad a él, con lo cual queda en claro que nada tuvo que ver con algún acto o celebración sobre el particular. El acuerdo alcanzado con estos actores sociales ocurrió el 5 de mayo del año en curso.
En tercer término -y creo que es un elemento de consenso al interior del país-, quiero señalar que uno de los temas que concitó mayor preocupación al inicio del actual período del Gobierno del Presidente Aylwin fue el de la forma como tratar el tema laboral. Y nadie podrá negar que la búsqueda de consensos entre los actores sociales ha sido un elemento central de la paz laboral que estamos viviendo, lo que no significa que no existan conflictos muy focalizados. Pero éste ha sido un esfuerzo muy grande respecto del cual los chilenos debemos felicitarnos. En mi opinión, ha habido una notable contribución de la Confederación de la Producción y del Comercio y de la Central Unitaria de Trabajadores para limar diferencias y asperezas y tratar de llevar al país por una senda de progreso, desarrollo, paz, justicia y equidad. Por ello, debemos congratularnos del rol que esos actores sociales tan relevantes han cumplido en el país durante este período.
¿Significa la búsqueda de acuerdos sociales una renuncia del Ejecutivo a sus facultades o un menoscabo de las del Honorable Senado? Muy por el contrario, señor Presidente . Creo que nunca ha estado en el espíritu del Ejecutivo dicha política, y ello queda de manifiesto en cada proyecto de ley. Pero, sin duda, contribuye a la discusión que se da en esta Corporación el hecho de que exista un acuerdo, un consenso, que no obliga, pero que constituye indudablemente un elemento central de la madurez con se están enfrentando los problemas sociales del país.
Finalmente, quiero expresar que los criterios enunciados por el Honorable señor Piñera corresponden efectivamente a los que servirán de base para la entrega de las pensiones asistenciales, las que, como se ha dicho, aumentan en 14 mil.
He dicho.
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
En consecuencia, se entiende que el Senado aprobó en general y particular el proyecto por 25 votos afirmativos, con lo cual reunió el quórum constitucional requerido.
El señor, URENDA (Vicepresidente).-
Debo hacer presente que ha terminado la hora del Orden del Día.
El señor PALZA.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor URENDA (Vicepresidente).-
Puede usar de la palabra Su Señoría.
El señor PALZA.-
Sólo para manifestar que figura en tabla un proyecto que fija la nueva planta del personal de la Dirección del Trabajo. Dado que los informes de las respectivas Comisiones son breves, pienso que podríamos despacharlo en alrededor de 10 minutos y fijar plazo para presentar indicaciones.
El señor URENDA (Vicepresidente).-
En este momento no hay quórum para adoptar acuerdos.
El señor ALESSANDRI.-
¿Hay interés en suprimir la hora de Incidentes?
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
Ésa es una materia distinta.
El señor PÁEZ.-
Antes debemos finiquitar lo relativo a este proyecto.
El señor OTERO .-
Perdón, señor Presidente .
En una intervención fui directamente aludido y, como a raíz de ella yo aparecería dando una interpretación que no corresponde, solicito hacer uso de mi derecho. Si vamos a prorrogar la hora para tratar otro tema, debo advertir que también el Honorable señor Alessandri desea intervenir sobre esta materia.
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
No hay quórum para acordar prorrogar la hora. De todas maneras, me parece que no habría inconveniente en la Sala para que el Honorable señor Otero haga uso de la palabra, si se siente aludido.
El señor OTERO .-
Señor Presidente , no deseo molestar a los señores Senadores, porque estamos en el último minuto, y podría formular mis observaciones en la hora de Incidentes, para dejar constancia de lo que deseo expresar. De ninguna manera deseo que Sus Señorías permanezcan en la Sala cuando el tiempo ya ha terminado.
El señor PÁEZ .-
Señor Presidente , si el señor Senador Otero se siente aludido en algo, puede hacer uso de su derecho.
El señor OTERO .-
Agradezco al Comité Demócrata Cristiano esta gentileza, y, con la venia del señor Presidente , intervendré muy brevemente.
Aquí se ha dicho algo con lo cual coincido: es muy importante en un país buscar el consenso de los actores sociales. Y al señor Ministro del Trabajo subrogante , presente en la Sala, le consta personalmente la actuación del Senador que habla en la búsqueda de acuerdos en el despacho de una mejor legislación. Sin embargo, mi observación apunta a un hecho muy importante. En la página 4 del informe de la Comisión de Trabajo, se dice: "El 5 de mayo de 1993 se suscribió en Santiago el documento denominado "Acuerdo Nacional - CUT-CPC" al que concurrieron los representantes de la Central Unitaria de Trabajadores, de la Confederación de la Producción y del Comercio, y los señores Ministros de Economía , Fomento y Reconstrucción; de Hacienda, y del Trabajo y Previsión Social.
"En ese acuerdo se contemplan los consensos alcanzados entre el Gobierno y la Central Unitaria de Trabajadores en relación con el reajuste de las asignaciones familiares, del subsidio único familiar, la nivelación de las pensiones asistenciales y la creación de cupos adicionales para las mismas, y el incremento del subsidio para la vivienda del Programa Especial de Trabajadores.".
Este acuerdo fue adoptado el 5 de mayo de 1993, y es la base de este proyecto. Hoy estamos a 16 de junio y nos encontramos obligados a despachar una materia en menos de 24 horas.
En segundo lugar, he reclamado considerando los intereses del Senado.
El señor ZALDÍVAR .-
¿En qué fecha se mandó a la Cámara de Diputados el proyecto, señor Senador ? Sería bueno conocer esa información.
El señor OTERO .-
No tengo ningún inconveniente en que Su Señoría lo señale, porque ello probará algo que dije denantes.
El señor ZALDÍVAR.-
El 10 de mayo, señor Senador.
El señor OTERO .-
Si el proyecto llegó a la Cámara el 10 de mayo, ¿por qué esa rama del Parlamento dispuso de 30 días para resolver una materia, y el Senado debe hacerlo en 24 horas?
Agradezco al señor Senador que me haya formulado la pregunta, porque permite demostrar, una vez más, la enorme diferencia que existe entre el tratamiento que se brinda a la Cámara para el despacho de los proyectos de ley y la situación en que se nos coloca a los Senadores.
El señor ALESSANDRI .-
¿Me permite una interrupción, Honorable colega?
El señor OTERO.-
Sí, con la venia de la Mesa.
El señor URENDA (Vicepresidente).-
Puede usar de la palabra Su Señoría.
El señor ALESSANDRI .-
Por ejemplo, el mensaje del proyecto relativo a la Dirección del Trabajo tiene fecha 24 de septiembre de 1992 y la Cámara lo despachó el 13 de abril de 1993. Es decir, esa rama del Parlamento tuvo 7 meses para despacharlo y al Senado se le exigen dos. Creo que esta Corporación debería tomar un acuerdo, diciendo: "Señor, cuando un proyecto provenga de la Cámara de Diputados, nos tomaremos el mismo tiempo que ocupó esa rama del Congreso en despacharlo, aunque sea violando las urgencias, porque respecto de éstas no existe sanción alguna. O si no se vota en contra del proyecto".
El señor ZALDÍVAR.-
¡Esa es la ley del "picado"!
El señor OTERO.-
Perdón, estoy con el uso de la palabra.
El señor ZALDÍVAR .-
Creo que no es una buena medida.
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
Se le concedió la palabra al Honorable señor Otero para que dé una explicación personal.
El señor OTERO .-
Aparte esta situación, deseo señalar que el Gobierno, con la Confederación de la Producción y del Comercio y la Central Unitaria de Trabajadores, se tomó su tiempo y dispuso de los plazos. Y hay algo muy importante. Los respectivos representantes pudieron influir respecto del porcentaje de reajuste y determinar el aumento. Y resulta que los Parlamentarios -y a eso me estoy refiriendo- no tenemos ningún derecho, y debemos limitarnos a decir "sí" o "no". Y estoy seguro de que la inmensa mayoría, si no la totalidad del Senado, habría sido partidaria de un reajuste mayor, de una distinta asignación de recursos, y, como lo expresó el Honorable señor Piñera , probablemente habría aumentado el cupo de las pensiones asistenciales.
Los Senadores de todas las corrientes políticas que están aquí van a sus Regiones y se imponen de la situación real que se está viviendo en esta materia. Y quienes hemos sido elegidos para representarlas ante el Senado de la República, estamos limitados -repito- a decir "sí" o "no". Sin embargo, organizaciones como la Central Unitaria de Trabajadores y la Confederación de la Producción y del Comercio -que me merecen el mayor respeto- tienen, en una materia como ésta, mayor participación e injerencia.
Esto no es hacer política ni estar atacando al Gobierno. Es simplemente defender el patrimonio, la obligación y la responsabilidad del Senado de la República.
Por eso, no protesto porque el Gobierno consulte o porque obtenga el respaldo ciudadano a lo que propone. Simplemente señalo la diferencia de trato fundamental que recibe el Senado cuando le corresponde tratar estos proyectos de ley y su carencia de facultades cuando precisamente debe legislar sobre los problemas más apremiantes de la gente con menos recursos.
He dicho.
El señor GONZÁLEZ .-
Pido la palabra.
El señor URENDA (Vicepresidente).-
Ha terminado el Orden del Día, señor Senador.
Dejo constancia, para los fines pertinentes, de que al inicio del proyecto, cuando el Honorable señor Ruiz De Giorgio lo informó, la Mesa estimó que lo hacía exclusivamente por la Comisión de Trabajo, en circunstancias de que también lo daba a conocer por la de Hacienda. Entonces, desde el punto de vista reglamentario, se cumplió con ese trámite, sin perjuicio de que el debate posterior permitió ilustrar el criterio del Honorable Senado sobre el particular.
El señor RUIZ (don José) .-
Señor Presidente, en la Comisión de Hacienda estuve reemplazando al Senador señor Lavandero.
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
Ese hecho era ignorado por la Mesa; y de ahí derivó todo el problema. De manera que la Mesa entiende que el proyecto se votó conforme a todos los requisitos reglamentarios y con el quórum respectivo.
No ha habido acuerdo para prorrogar el Orden del Día; y, en consecuencia, no queda sino darlo por terminado y pasar a la hora de Incidentes.
El señor GONZÁLEZ .-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra Su Señoría.
El señor GONZÁLEZ .-
Señor Presidente , escuché con mucha atención a los Senadores señores Otero y Piñera , quienes intervinieron después que se votó la iniciativa. Al Honorable señor Otero lo oí cuatro o cinco veces, porque Su Señoría estuvo muy activo en el debate. Entonces, ¿por qué no puedo hablar dos o tres minutos? ¿Cuál es la razón?
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
La Mesa no tiene ningún inconveniente, señor Senador ; pero hubo oposición para prorrogar el Orden del Día. No obstante, si existe acuerdo de la Sala, la Mesa no tiene objeción a que Su Señoría exponga sus ideas.
El-señor GONZÁLEZ .-
¡Señor Presidente , solicité la palabra en el debido tiempo y quiero hacer uso de ella!
El señor PÁEZ .-
¿Me permite, señor Presidente?
Lo que sucede es que no se le ha explicado al Honorable señor González que terminó el Orden del Día y que, por eso, no puede intervenir. Pero con el señor Senador podemos tener la misma gentileza que con el Honorable señor Otero , para otorgarle los minutos necesarios.
El señor OTERO.-
No hay ningún inconveniente de parte nuestra, señor Presidente.
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor González .
Él señor GONZÁLEZ .-
Señor Presidente , estimo necesario hacer un par de reflexiones en esta discusión.
En primer lugar, aquí se ha hablado mucho de los acuerdos sociales. Y hace cincuenta años que ellos se practican en Europa, en países mucho más avanzados que el nuestro, y se consideran un tremendo avance en las relaciones entre los trabajadores, los patrones y el Gobierno. En Austria están incorporados en la Constitución Política, o sea, es obligatoria la reunión con los patrones. Igual cosa sucede en Holanda, en Suecia, etcétera. Los acuerdos sociales constituyen un verdadero avance en la organización de la comunidad y, en mi concepto, son muy buenos. De tal manera que no entiendo por qué aquí, en el Senado, se tienen que plantear y mostrar los acuerdos entre la Central Unitaria de Trabajadores, la Confederación de la Producción y del Comercio y el Gobierno como algo que menoscaba las facultades del Senado. Pienso que no hay tal menoscabo, sino todo lo contrario: se trata de una verdadera colaboración en el sentido indicado por el señor Ministro ; es decir, son acuerdos que preservan la paz social, uno de los aspectos más relevantes para un país.
Y, en segundo término, deseo manifestar algo tocante a la intervención del Senador señor Piñera , quien hizo presente que el proyecto tiene un costo de 20 millones de dólares y que existen otras iniciativas mucho más caras que ésta. No obstante que mencionó un juego de prioridades, no dijo cuáles eran los proyectos que costaban más caro y que eran menos importantes que éste. Eso no lo señaló.
Ahora bien, la iniciativa no cuesta 20 millones de dólares. Y eso lo sabe el Senador señor Piñera . El costo en un año -lapso por el que se mide el costo de los proyectos- asciende a 40 millones de dólares, y no a 20 millones de dólares, como indicó Su Señoría. Y quiero dejar constancia en la Versión Taquigráfica de que es así, porque me parece que la argumentación del Honorable señor Piñera no es correcta en este punto.
He dicho.
El señor OTERO .-
Señor Presidente , en vista de que el Senador señor Piñera no se encuentra en la Sala -como Comité voy a informarlo sobre la materia-, quiero que quede constancia en la Versión Taquigráfica y en la de Prensa de que el Honorable señor Piñera no ha contestado porque la intervención -repito- se produjo cuando Su Señoría no se hallaba en la Sala.
El señor URENDA (Vicepresidente).-
Como ha terminado el Orden del Día, corresponde pasar a la hora de Incidentes, pero se me ha expresado que existiría asentimiento para dejarla sin efecto.
-Así se acuerda.
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
Además, el homenaje a la Policía de Investigaciones de Chile, con motivo de cumplirse el sábado 19 en curso su 60° aniversario, se postergó para la próxima sesión, ya que el Honorable señor Arturo Frei, quien lo iba a rendir, se encuentra enfermo.
"
- bcnres:tieneProyectoDeLey = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/proyecto-de-ley/991-13