REP�BLICA DE CHILE DIARIO DE SESIONES DEL SENADO PUBLICACI�N OFICIAL LEGISLATURA 324�, ORDINARIA Sesi�n 6�, en martes 30 de junio de 1992 Ordinaria (De 10:15 a 19:32) PRESIDENCIA DE LOS SE�ORES GABRIEL VALD�S, PRESIDENTE, Y BELTR�N URENDA, VICEPRESIDENTE SECRETARIO, EL TITULAR, SE�OR RAFAEL EYZAGUIRRE ECHEVERR�A, Y EL PROSECRETARIO, SE�OR JOS� LUIS LAGOS L�PEZ ____________________ � N D I C E Versi�n Taquigr�fica . I.ASISTENCIA...................................................................................... II.APERTURA DE LA SESI�N.......................................................... III.TRAMITACI�N DE ACTAS........................................................... IV.CUENTA............................................................................................ V. ORDEN DEL D�A: Proyecto de ley, en segundo tr�mite, que reajusta las asignaciones familiar y maternal y el subsidio �nico familiar (se pide aplazamiento de su discusi�n). Proyecto de ley, en tr�mite de Comisi�n Mixta, que modifica diversos cuerpos legales relativos a la Administraci�n del Estado (se aprueba el informe de la Comisi�n Mixta). Proyecto de ley, en tr�mite de Comisi�n Mixta, que permite a las instituciones de educaci�n superior realizar actividades en beneficio del desarrollo regional y nacional (pasa a Comisi�n de Constituci�n). Proyecto de ley, en segundo tr�mite, que modifica el C�digo Penal en lo relativo al derecho a la leg�tima defensa (se despacha). Proyecto de acuerdo, en segundo tr�mite, que aprueba el Convenio entre Chile y la Organizaci�n Internacional para las Migraciones relativo al funcionamiento, privilegios e inmunidades de esa entidad en nuestro pa�s (se aprueba). Proyecto de acuerdo, en primer tr�mite, que aprueba el Convenio entre Chile y Argentina que autoriza actividades remuneradas en el pa�s receptor a familiares dependientes de personal de misiones diplom�ticas y consulares (en sesi�n secreta, se aprueba). Fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos. Solicitud de sesi�n especial. VI. INCIDENTES: Homenaje al Cuerpo de Bomberos de Chile. Comunicaci�n (se rinde). Chile, potencia oce�nica (observaciones del se�or Vodanovic). Financiamiento de educaci�n municipal (observaciones del se�or Cantuarias). Acuerdos producidos en crisis del carb�n. Oficios (observaciones del se�or Cantuarias). Financiamiento de salud. Oficio (observaciones del se�or Larre). VERSI�N TAQUIGR�FICA I. ASISTENCIA Asistieron los se�ores: -Alessandri Besa, Arturo -Calder�n Ar�nguiz, Rolando -Cantuarias Larrondo, Eugenio -D�az S�nchez, Nicol�s -D�ez Urz�a, Sergio -Feli� Segovia, Olga -Fern�ndez Fern�ndez, Sergio -Frei Bol�var, Arturo -Frei Ruiz-Tagle, Carmen -Gazmuri Mujica, Jaime -Gonz�lez M�rquez, Carlos -Hormaz�bal S�nchez, Ricardo -Huerta Celis, Vicente Enrique -Jarpa Reyes, Sergio Onofre -Lagos Cosgrove, Julio -Larre Asenjo, Enrique -Lavandero Illanes, Jorge -Letelier Bobadilla, Carlos -Martin D�az, Ricardo -Navarrete Betanzo, Ricardo -N��ez Mu�oz, Ricardo -Ortiz De Filippi, Hugo -Otero Lathrop, Miguel -Pacheco G�mez, M�ximo -P�ez Verdugo, Sergio -Palza Corvacho, Humberto -Papi Beyer, Mario -P�rez Walker, Ignacio -Pi�era Echenique, Sebasti�n -Prat Alemparte, Francisco -Romero Pizarro, Sergio -Ruiz De Giorgio, Jos� -Siebert Held, Bruno -Sinclair Oyaneder, Santiago -Soto Gonz�lez, Laura -Sule Candia, Anselmo -Thayer Arteaga, William -Urenda Zegers, Beltr�n -Vald�s Subercaseaux, Gabriel -Vodanovic Schnake, Hern�n -Zald�var Larra�n, Andr�s Concurri�, adem�s, el se�or Ministro de Justicia. -Actu� de Secretario el se�or Rafael Eyzaguirre Echeverr�a, y de Prosecretario, el se�or Jos� Luis Lagos L�pez. II. APERTURA DE LA SESI�N --Se abri� la sesi�n a las 10:15, en presencia de 41 se�ores Senadores. El se�or VALD�S (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesi�n. III. TRAMITACI�N DE ACTAS El se�or VALD�S (Presidente).- Se da por aprobada el acta de la sesi�n 4a, ordinaria, en 10 del actual, que no ha sido observada. El acta de la sesi�n 5a, ordinaria, en 16 del actual, se encuentra en Secretar�a, a disposici�n de los se�ores Senadores, hasta la sesi�n pr�xima, para su aprobaci�n. IV. CUENTA El se�or VALD�S (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretar�a. El se�or LAGOS (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas: Mensajes Nueve de Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica: Con los cinco primeros retira y hace presente nuevamente la urgencia en el car�cter de "Simple", a los siguientes proyectos de ley: 1.- El que dicta normas sobre Gobierno y Administraci�n Regional. 2.- El destinado a sustituir el sistema de calificaciones de los funcionarios p�blicos y municipales. 3.- El que crea los juzgados de letras que indica y modifica el C�digo Org�nico de Tribunales. 4.- El que reajusta las asignaciones familiar y maternal y el subsidio �nico y familiar. 5.- El que modifica la Ley sobre Impuesto a la Renta y otras disposiciones de car�cter tributario. -Queda retirada la urgencia, se tiene presente la nueva calificaci�n y se manda agregar los documentos a sus antecedentes. Con el sexto y el s�ptimo hace presente la urgencia, en el car�cter de "Simple", a los siguientes proyectos de ley: 1.- El que modifica las plantas de personal de la Contralor�a General de la Rep�blica. 2.- El que establece y modifica normas previsionales y sobre procedimiento en juicios que indica. -Se tienen presentes las calificaciones y se manda agregar los documentos a sus antecedentes. Con el octavo y el noveno inicia los siguientes proyectos de acuerdo: 1.- El que aprueba la Convenci�n sobre los Aspectos Civiles del Secuestro Internacional de Menores, adoptada en La Haya el 25 de octubre de 1990. 2.- El que aprueba el Convenio de Cooperaci�n Econ�mica, Cient�fica y T�cnica suscrito con el Gobierno de Malasia. -Pasan a la Comisi�n de Relaciones Exteriores. Oficios De Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica, con el que comunica que se ausentar� del territorio nacional el d�a viernes 26 de junio del presente a�o, con la finalidad de visitar la localidad de Las Le�as, Rep�blica Argentina, invitado por el Presidente de esa naci�n, Excelent�simo se�or don Carlos Menem, a la ceremonia de firma del decreto que legaliza la permanencia en Argentina de los inmigrantes ilegales, permiti�ndoles acogerse a las leyes previsionales de ese pa�s. Durante su ausencia lo subrogar�, con el t�tulo de Vicepresidente de la Rep�blica, el se�or Ministro del Interior, don Enrique Krauss Rusque. -Se toma conocimiento y se manda archivar el documento. Diez de la C�mara de Diputados: Con los siete primeros comunica que ha dado su aprobaci�n a los siguientes proyectos de acuerdo: 1.- El que aprueba el Protocolo del Tratado Ant�rtico sobre Protecci�n del Medio Ambiente, adoptado en Madrid, Espa�a, el 4 de octubre de 1991. 2.- El que aprueba el Convenio Comercial suscrito con la Rep�blica Federativa Checa y Eslovaca, en Santiago, el 7 de noviembre de 1990. 3.- El que aprueba el acuerdo sobre Cooperaci�n en Materia de Turismo, suscrito entre los Gobiernos de Chile y de Francia, el 27 de septiembre de 1991. 4.- El que aprueba el Convenio de Cooperaci�n Comercial y Econ�mica, T�cnica y Cient�fica, suscrito con el Gobierno de la Rep�blica de Turqu�a, en Ankara, el 9 de octubre de 1989 5.- El que aprueba el Convenio B�sico de Integraci�n Cultural suscrito entre las Rep�blicas de Chile y de Venezuela, en Caracas, Venezuela, el 10 de octubre de 1990. 6.- El que aprueba el acuerdo suscrito entre el Gobierno de la Rep�blica de Chile y el de Rumania, por el cual se interpreta el art�culo VI del Convenio de Cooperaci�n Econ�mica. 7.- El que aprueba el Convenio Comercial suscrito con el Gobierno de la Rep�blica de Malasia. -Pasan a la Comisi�n de Relaciones Exteriores. Con los tres �ltimos comunica que ha dado su aprobaci�n, en los mismos t�rminos en que lo hizo el Senado, a los siguientes proyectos de acuerdo: 1.- El que aprueba el Convenio Cultural B�sico suscrito con la Rep�blica �rabe Siria el 15 de febrero de 1990. 2.- El que aprueba el Tratado sobre el Registro de Obras Audiovisuales y su Reglamento, suscrito en Ginebra el 18 de abril de 1989. 3.- El que aprueba el Acuerdo de Coproducci�n Cinematogr�fica suscrito entre los Gobiernos de Chile y Francia. -Se manda comunicarlos a Su Excelencia el Presidente de la Rep�blica. Del se�or Ministro del Interior, con el que da respuesta a un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Arturo Frei, referente a diversos requerimientos de los habitantes de la comuna de Quirihue, provincia de Nuble. Del se�or Ministro de Defensa Nacional, con el que da respuesta al oficio enviado en nombre de los Honorables se�ores P�ez y Siebert, relativo a la concurrencia de electores a los lugares de votaci�n el 28 de junio de 1992. Del se�or Ministro de Justicia, con el que da respuesta al oficio enviado en nombre de la Honorable se�ora Frei relativo a la construcci�n de una c�rcel en la ciudad de Tocopilla. Del se�or Ministro de Agricultura, con el que da respuesta al oficio enviado en nombre del Honorable se�or Ortiz relativo a las p�rdidas sufridas por el sector ganadero en la XI Regi�n, especialmente en la comuna de Chile Chico, como consecuencia de la mortandad de ganado producida a ra�z de la erupci�n del Volc�n Hudson. Dos del se�or Ministro de Vivienda y Urbanismo: Con el primero da respuesta a un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Prat respecto a las condiciones que afectan a los propietarios de las denominadas "viviendas progresivas", principalmente en la comuna de Victoria, IX Regi�n. Con el segundo da respuesta a un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Romero relativo a los antecedentes t�cnicos del proyecto de ley que establece mecanismos para la adquisici�n de viviendas, mediante el sistema de arrendamiento con opci�n de compra. Del se�or Ministro Vicepresidente Ejecutivo de la Corporaci�n de Fomento de la Producci�n, con el que da respuesta a un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Lagos referente a un problema que afecta a un grupo de 28 familias que arriendan casas en los sectores de Las Cabras, Blanco Encalada y Siberia, en la I Regi�n. Dos del se�or Contralor General de la Rep�blica: Con el primero da respuesta a un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Ortiz respecto a las atribuciones de los se�ores Secretarios Regionales Ministeriales de Justicia. Con el segundo da respuesta a un oficio enviado en nombre del Honorable se�or Arturo Frei relativo al proceso de enajenaci�n del inmueble de la Vega Monumental de Concepci�n, realizado por la municipalidad de esa comuna. Del se�or Director General de Aeron�utica Civil, con el que informa acerca de las facilidades dispuestas en aeropuertos y aer�dromos para los se�ores Senadores y Diputados. Del se�or Jefe de la Divisi�n Jur�dico-Legislativa de la Secretar�a General de la Presidencia, con el que da respuesta a un oficio enviado en nombre de la Honorable se�ora Soto en el que solicita el patrocinio del Ejecutivo para un proyecto de ley relativo al desahucio y a la imponibilidad de los trabajadores del sector p�blico. -Quedan a disposici�n de los se�ores Senadores. Informes Uno de la Comisi�n de Obras P�blicas y otro de la Comisi�n de Hacienda, reca�dos en el proyecto de ley, en segundo tr�mite constitucional, que autoriza al Consejo de Defensa del Estado para transigir en juicios seguidos en contra de la Direcci�n de Vialidad. -Quedan para tabla. Mociones Del Honorable se�or Ortiz, con la que inicia un proyecto de ley que interpreta normas sobre atribuciones de los Secretarios Regionales Ministeriales de Justicia en materias de libertad condicional. -Pasa a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento. Del Honorable se�or Pi�era, con la que inicia un proyecto de ley que modifica la ley N� 18.695, Org�nica Constitucional de Municipalidades, para introducir la elecci�n directa del alcalde.). -Pasa a la Comisi�n de Gobierno, Descentralizaci�n y Regionalizaci�n. Solicitud Del se�or Jorge Hern�n Moya Martin, con la que pide la rehabilitaci�n de su ciudadan�a. -Pasa a la Comisi�n de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadan�a. El se�or VALDES (Presidente).- Terminada la Cuenta. V. ORDEN DEL D�A REAJUSTE DE ASIGNACIONES FAMILIAR Y MATERNAL Y DE SUBSIDIO �NICO FAMILIAR. APLAZAMIENTO DE DISCUSI�N El se�or VALDES (Presidente).- Figura en primer lugar de la tabla el proyecto de ley de la Honorable C�mara de Diputados, iniciado en mensaje del Ejecutivo, que reajusta las asignaciones familiar y maternal y el subsidio �nico familiar, con informes de las Comisiones de Trabajo y Previsi�n Social y de Hacienda. El se�or HORMAZABAL.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or VALDES (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Hormaz�bal. El se�or HORMAZABAL.- Se�or Presidente, me permito solicitar a la Sala la postergaci�n del debate en general y en particular de este proyecto hasta la sesi�n del pr�ximo jueves, por cuanto diversos se�ores Senadores de distintos partidos e institucionales hemos sostenido conversaciones con el Ejecutivo, a fin de que acepte las propuestas que hicieron en su oportunidad las Comisiones de Hacienda y de Trabajo y Previsi�n Social. Precisamente en estos momentos estamos afinando con el se�or Ministro del Trabajo la redacci�n que propondr�amos para tales efectos. El se�or VALDES (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Thayer. El se�or THAYER.- Se�or Presidente, apoyo la petici�n del Senador se�or Hormaz�bal, porque, efectivamente, en la Comisi�n se plante� un problema en torno a la idea de que el beneficiario cuyo ingreso mensual supere los 250 mil pesos no tendr� derecho a percibir asignaci�n familiar. El objetivo de la indicaci�n es bastante razonable siempre que el excedente se destine a mejorar otros tramos, pero la iniciativa tiene dificultades t�cnicas. Si el Ejecutivo acepta la idea de modificar el proyecto y darle a la indicaci�n un contenido cuyas proyecciones no perjudiquen otros derechos que se fundan en las cargas familiares, yo esperar�a que fructificara tal iniciativa. Por consiguiente, apoyo el planteamiento del Senador se�or Hormaz�bal. He dicho. El se�or VALDES (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Navarrete. El se�or NAVARRETE.- Se�or Presidente, s�lo deseo manifestar mi acuerdo con la solicitud formulada por el Senador se�or Hormaz�bal en cuanto a postergar el estudio del proyecto hasta la sesi�n del jueves pr�ximo. El se�or VALDES (Presidente).- Si le parece a la Sala, se aplazar�a la discusi�n de la iniciativa en debate hasta la sesi�n del jueves pr�ximo. Acordado. MODIFICACI�N DE DIVERSOS CUERPOS LEGALES RELATIVOS A LA ADMINISTRACI�N DEL ESTADO. INFORME DE COMISI�N MIXTA El se�or VALDES (Presidente).- En segundo lugar de la tabla figura el informe de la Comisi�n Mixta (v�ase en los Anexos, documento 15) formada en virtud de lo dispuesto en el art�culo 68 de la Constituci�n Pol�tica, reca�do en el proyecto de ley que modifica diversos cuerpos legales relativos a la Administraci�n del Estado. -Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 33a, en 15 de enero de 1991. En tr�mite de Comisi�n Mixta, sesi�n 58a, en 12 de marzo de 1992. Informes de Comisi�n: Gobierno, sesi�n 46a, en 23 de abril de 1991. Hacienda, sesi�n 46a, en 23 de abril de 1991. Gobierno (nuevo), sesi�n 27a, en 17 de diciembre de 1991. Hacienda (nuevo), sesi�n 27a, en 17 de diciembre de 1991. Gobierno (segundo), sesi�n 45a, en 24 de marzo de 1992. Mixta, sesi�n 6a, en 30 de junio de 1992. Discusi�n: Sesiones 38a, en 19 de marzo de 1991 (queda pendiente su discusi�n); 46a, en 23 de abril de 1991 (se suspende su tramitaci�n y discusi�n); 27a, en 17 de diciembre de 1991 (se aprueba en general); 47a, en 31 de marzo de 1992 (se despacha en particular). El se�or VALDES (Presidente).- Debo hacer presente a la Sala -ya lo di a conocer a los Comit�s- que en esta materia existe una situaci�n muy especial, la cual fue provocada por un error en la transcripci�n de un documento. En discusi�n. Ofrezco la palabra. Tiene la palabra la Senadora se�ora Feli�. La se�ora FELIU.- Se�or Presidente, en relaci�n con este proyecto, quiero hacer presente que, en su oportunidad, el Honorable Senado aprob� un texto en el cual se modifica la Ley Org�nica Constitucional de Bases Generales de la Administraci�n del Estado y el Estatuto Administrativo, adecuando y perfeccionando diferentes normas de estos cuerpos legales. La iniciativa aprobada por esta Corporaci�n fue rechazada por la C�mara de Diputados y, en consecuencia, se form� la correspondiente Comisi�n Mixta conforme a la Constituci�n Pol�tica. En dicha Comisi�n, la totalidad de las normas que en su oportunidad hab�an sido aprobadas por el Senado, fueron acogidas por unanimidad. Por lo tanto, el texto propuesto hoy a la Sala corresponde exactamente al que, en su momento, aprob� esta Corporaci�n. Fundamentalmente -reitero-, se trata de modificar la Ley Org�nica Constitucional de Bases Generales de la Administraci�n del Estado, permitiendo que se declaren de exclusiva confianza del Primer Mandatario todos los cargos de la Presidencia de la Rep�blica. Dicha norma fue aprobada al igual que un precepto del mismo tenor en el Estatuto Administrativo. Se modifican diversas disposiciones de este �ltimo cuerpo legal, entre las cuales cabe se�alar como las m�s importantes aquellas que permiten contratar a extranjeros cuando se trate de casos excepcionales y la idoneidad de �stos aconseje la adopci�n de tal medida, en t�rminos iguales a los contenidos en el anterior Estatuto Administrativo, aprobado por el decreto con fuerza de ley n�mero 338, de 1960, que reg�a la Administraci�n P�blica. Del mismo modo, se enmiendan las normas sobre permiso sin goce de remuneraciones y las relativas a comisiones de servicio, en condiciones tambi�n similares a las del anterior Estatuto Administrativo, ampliando la posibilidad del otorgamiento de ambos beneficios. Finalmente, se perfeccionan las disposiciones que dicen relaci�n a los funcionarios que sirven cargos de exclusiva confianza, quienes podr�n, si se les pide la renuncia a sus empleos, optar por continuar en el Servicio a que pertenecen (para lo cual se crea un cargo en una dotaci�n paralela que se suprime en el momento en que dichas personas cesan en sus funciones) o alejarse de la Administraci�n del Estado. En consecuencia, se�or Presidente, creo que el proyecto debe ser aprobado, pues corresponde al mismo texto sobre el cual el Senado, en su oportunidad, se pronunci� favorablemente. He dicho. -Se aprueban las proposiciones de la Comisi�n Mixta, dej�ndose constancia, para los efectos del qu�rum constitucional requerido, de que se pronunciaron favorablemente 29 se�ores Senadores. FACULTAD A INSTITUCIONES DE EDUCACI�N SUPERIOR PARA REALIZAR ACTIVIDADES EN BENEFICIO DEL DESARROLLO REGIONAL Y NACIONAL. INFORME DE COMISI�N MIXTA El se�or VALDES (Presidente).- Corresponde ocuparse en el informe de la Comisi�n Mixta constituida en virtud de lo dispuesto en el art�culo 68 de la Constituci�n Pol�tica, reca�do en el proyecto de ley que permite a las instituciones de educaci�n superior realizar actividades en beneficio del desarrollo regional y nacional. -Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En primer tr�mite, sesi�n 2a, en 5 de junio de 1992. En tercer tr�mite, sesi�n 58a, en 12 de mayo de 1992. En tr�mite de Comisi�n Mixta, sesi�n 59a, en 13 de mayo de 1992. Informes de Comisi�n: Educaci�n, sesi�n 27a, en 17 de diciembre de 1991. Educaci�n (segundo), sesi�n 29a, en 19 de diciembre de 1991. Mixta, sesi�n 4a, en 10 de junio de 1992. Discusi�n: Sesiones 27a, en 17 de diciembre de 1991 (se aprueba a general); 29a, en 19 de diciembre de 1991 (se despacha en particular); 59a, en 13 de mayo de 1992 (se rechaza, y pasa a Comisi�n Mixta). El se�or VALDES (Presidente).- La iniciativa en debate requiere para su aprobaci�n de un qu�rum de 24 se�ores Senadores. En discusi�n. Ofrezco la palabra. Tiene la palabra el Honorable se�or Larre. El se�or LARRE.- Se�or Presidente, el proyecto de ley propone ampliar el �mbito de acci�n de las Universidades de Tarapac�, Arturo Prat, Atacama, Valpara�so, de B�o B�o y Magallanes, y del Instituto Profesional de Osorno, que en la actualidad no tienen facultad para crear instituciones o asociarse con otras entidades para el cumplimiento de sus fines, en beneficio del desarrollo regional y nacional. El proyecto aprobado por el Senado faculta a las casas de estudios superiores que en �l se se�alan a crear organismos y participar con otras personas naturales o jur�dicas en corporaciones, fundaciones o asociaciones, siempre que la entidad que se forme no persiga fines de lucro y sus objetivos correspondan a los referidos en sus respectivos estatutos. Se faculta tambi�n a estas entidades de educaci�n superior para que puedan hacer aportes provenientes de su patrimonio, exigiendo, en todo caso, que la decisi�n de asociarse y proporcionar recursos sea adoptada por la mayor�a de los miembros de la Junta Directiva, a propuesta del Rector. El proyecto aprobado por la C�mara de Diputados, en cambio, otorga una mayor amplitud a la facultad de dichas entidades de educaci�n superior, asimil�ndola a la norma que actualmente rige para la Universidad de Chile, y omitiendo, en consecuencia, las restricciones indicadas por el Senado. La Comisi�n Mixta acord� por mayor�a otorgar la facultad amplia que propone el proyecto de la C�mara de Diputados, agregando un segundo inciso que se�ala que la decisi�n de crear, participar, asociarse, incorporarse, retirarse, definir el monto de los aportes a las respectivas sociedades, se adoptar� por el voto favorable de la mayor�a de los miembros en ejercicio de la respectiva Junta Directiva. Fundamenta su decisi�n en el af�n de remediar la situaci�n discriminatoria y de desigualdad existente entre la Universidad de Chile y sus instituciones derivadas, y el resto de las entidades p�blicas de educaci�n superior. Asimismo, a trav�s del ejercicio de la facultad propuesta, se desea contribuir al financiamiento de las entidades favorecidas con el proyecto. En efecto, en el informe de la Comisi�n Mixta se se�ala: "La Comisi�n, enmarcada en la filosof�a de que las Universidades y el Instituto interesados se manejen en un plano de igualdad con respecto a las restantes Instituciones de Educaci�n Superior; en la necesidad de otorgarles las herramientas necesarias para formar entidades que se constituyan no s�lo en elementos de apoyos a la labor acad�mica y de investigaci�n, sino en un factor determinante en la consecuci�n de fondos que les permitan financiarse,". Con la intenci�n de buscar una f�rmula de consenso durante la discusi�n del proyecto en la Comisi�n Mixta, el Diputado se�or Carlos Valcarce propuso considerar que el qu�rum para adoptar estos acuerdos deber�a ser m�s exigente: los dos tercios de los miembros en ejercicio de las directivas de la entidad de que se trate. Igualmente, el Senador que habla plante� que, si se van a efectuar inversiones con recursos fiscales, ser�a conveniente que las directivas, antes de adoptar la decisi�n, contaran con el acuerdo del Ministerio de Hacienda, que aporta los recursos, y del Ministerio t�cnico, el de Educaci�n, que acreditar�a si los objetivos est�n relacionados con las finalidades que el proyecto exige. Ambas proposiciones, para alcanzar consenso, fueron rechazadas por la mayor�a. El texto propuesto por la Comisi�n Mixta es inconstitucional, por cuanto faculta a las entidades de educaci�n superior para crear sociedades sin cumplir las exigencias establecidas en la Constituci�n Pol�tica. En efecto, el n�mero 21� del art�culo 19 de la Carta Fundamental se�ala que el Estado y sus organismos -y las universidades materia del proyecto lo son-, podr�n desarrollar actividades empresariales o participar en ellas s�lo si una ley de qu�rum calificado los autoriza, quedando esas actividades sujetas a la legislaci�n com�n aplicable a los particulares, sin perjuicio de las excepciones que por motivos justificados establezca la ley, la que deber� ser, asimismo, de qu�rum calificado. Lo aprobado por la Comisi�n Mixta no considera ninguna de esas exigencias, pues no establece que el proyecto debe ser aprobado con los qu�rum indicados ni se�ala por qu� legislaci�n se regir�n las sociedades que puedan crear estas universidades e institutos profesionales. Ello debi� haberse hecho en el inciso segundo del art�culo �nico, se�alando que tales sociedades deber�an regirse por el derecho com�n. Por otra parte, la interpretaci�n de las diversas normas constitucionales nos permiten concluir que, al legislar con qu�rum calificado, s�lo se est� facultando autorizar actividades empresariales a organismos del Estado en cada caso, determinando el tipo de �stas y el monto de los recursos que se puedan aportar. Esta interpretaci�n es concordante con la exigencia del n�mero 3� del art�culo 62 de la Carta Fundamental, que s�lo permite comprometer el cr�dito o la responsabilidad financiera del Estado, de las entidades aut�nomas -las universidades e institutos estatales, entre ellas-, de los gobiernos regionales o de las municipalidades, si una ley de iniciativa exclusiva del Presidente de la Rep�blica as� lo determina. Una autorizaci�n en blanco en este punto infringe abiertamente la Constituci�n Pol�tica, como lo determin� el Tribunal Constitucional en su fallo de 29 de febrero de 1988, en que declar� inconstitucional la participaci�n de las municipalidades en corporaciones, aduciendo como uno de los dos argumentos para su rechazo el que por esa v�a se infring�a el n�mero 3� del art�culo 62 de la Carta Magna. Por �ltimo, se�or Presidente, en atenci�n a que existen diversas inconstitucionalidades, como falta de qu�rum, extensi�n de una autorizaci�n gen�rica, no determinaci�n de las actividades que se facultan y falta de limitaci�n en la capacidad del endeudamiento, considero conveniente, antes de someter el proyecto a votaci�n en la Sala, que �ste sea remitido a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n y Justicia, con el fin de que se pronuncie sobre su constitucionalidad. He dicho. El se�or PALZA.- Pido la palabra. El se�or VALDES (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or PALZA.- Se�or Presidente, tal como se ha se�alado, nos encontramos estudiando el informe de la Comisi�n Mixta, respecto de un proyecto iniciado en una aspiraci�n de las universidades de provincia, entre las cuales est�n involucradas las dos de mi Regi�n, la de Tarapac� y Arturo Prat, de Arica e Iquique, respectivamente, en cuanto a ejercer la facultad de crear alg�n tipo de empresas con personas jur�dicas o naturales, de que actualmente gozan otros institutos de educaci�n superior del pa�s. La iniciativa, que permit�a justamente eliminar esa discriminaci�n existente, fue aprobada tanto en la C�mara de Diputados como en el Senado, subsistiendo un aspecto que dividi� las opiniones de ambas ramas legislativas, pues la C�mara -y no el Senado- aprob� el texto otorgando a dichas universidades regionales la posibilidad de crear entidades con fines de lucro. Sin embargo, en la Comisi�n Mixta se logr� hallar un punto de acuerdo mediante el cual se concede dicha facultad a los planteles de ense�anza superior ya mencionados, si bien con el consentimiento de la mayor�a de los integrantes de la Junta Directiva. Se plante� en esa oportunidad la posibilidad de exigir los dos tercios de los miembros de aqu�lla, a fin de dar m�s fuerza a las decisiones adoptadas por las universidades regionales; pero prim� el criterio de aplicar al respecto un sistema similar al del resto, especialmente al de la Universidad de Chile, que actualmente tiene esa facultad. Y por tratarse de una aspiraci�n de los planteles de provincia, que han estado -yo dir�a- varios meses en espera de una decisi�n parlamentaria, los Senadores democratacristianos pensamos que es importante darles tal atribuci�n, para no dejarlos en una situaci�n de desigualdad. Sin embargo, para no aventurar un acuerdo del Congreso, m�xime cuando lo propuesto por la Comisi�n Mixta ya fue sancionado favorablemente por la unanimidad de la C�mara de Diputados, y para evitar problemas futuros una vez que el proyecto sea tramitado -porque no me cabe la menor duda de que el Senado dar� a esas seis universidades y al instituto profesional de provincias un tratamiento similar al de la Universidad de Chile y de otras casas de estudios superiores-, al igual que con el objeto de proporcionar m�s tranquilidad y dar mayor transparencia al acuerdo del Parlamento, de modo de despachar un proyecto que con posterioridad no sea sometido a la consideraci�n del Tribunal Constitucional a petici�n de alg�n grupo de Senadores, consideramos atendible que la iniciativa sea analizada por la Comisi�n de Constituci�n. Y esperamos que el pronunciamiento de �sta sea acorde con la aspiraci�n de las universidades regionales y con la forma como la materia fue refrendada por la unanimidad de la C�mara. A nuestro juicio, no se debe temer que las instituciones de educaci�n superior -sobre todo las de provincias- puedan competir en alg�n momento con la actividad privada. Estoy cierto de que si la Universidad Arturo Prat, de Iquique, puede crear alg�n tipo de empresa mixta con el sector privado pesquero para llevar a cabo investigaciones orientadas incluso a la explotaci�n de los recursos pel�gicos, por ejemplo, o de otro tipo, no se le deben cerrar las puertas. Por lo dem�s, ese plantel ha realizado estudios en esa �rea por largos a�os. Algo similar ocurre con la Universidad de Tarapac�, la cual tiene gestiones bastante adelantadas con establecimientos de Bolivia -concretamente, de Cochabamba-, para el cultivo de "maracuj�", e inclusive, para formar alguna clase de empresa mixta y desarrollar una agroindustria. Estoy seguro de que, tomando en cuenta esas situaciones de la realidad de Tarapac� y de otras Regiones, los se�ores Senadores -especialmente los miembros de la Comisi�n de Constituci�n- podr�n estudiar el punto con mucha acuciosidad, con el objeto de que en definitiva se evite la discriminaci�n de las universidades de provincia respecto de las que ya gozan de la facultad de crear empresas para determinado prop�sito, la misma que deseamos dar a aqu�llas. Por lo tanto, anuncio los votos favorables de los Senadores de estas bancas en la oportunidad en que se trate la materia. Por ahora, daremos nuestro asentimiento para que sea analizada por la Comisi�n de Constituci�n. El se�or GAZMURI.- Estamos de acuerdo. El se�or VALDES (Presidente).- Desgraciadamente, la f�rmula de enviar el asunto a Comisi�n no procede, pues, de conformidad al art�culo 31 de la Ley Org�nica Constitucional del Congreso Nacional, las proposiciones que hagan las comisiones mixtas no podr�n ser objeto de indicaciones y se votar�n en conjunto. El se�or DIEZ.- Eso no obsta a que vayan a Comisi�n. El se�or VALDES (Presidente).- Ese tr�mite se originar�a en una indicaci�n, precisamente. El se�or GAZMURI.- Es una sugerencia de procedimiento, se�or Presidente. El se�or DIEZ.- No es una indicaci�n, sino una proposici�n. Hago presente a la Mesa que una indicaci�n se traduce en una enmienda del texto. El se�or GAZMURI.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or VALDES (Presidente).- Tiene la palabra, Su Se�or�a. El se�or GAZMURI.- Entiendo que lo solicitado por el Honorable se�or Larre -con lo que estar�amos de acuerdo- es que esto pase a la Comisi�n de Legislaci�n, no para estudiar alguna indicaci�n, sino para que ella se pronuncie respecto de los problemas de constitucionalidad de que pudiera adolecer el informe, lo que ilustrar�a la decisi�n que la Sala debe adoptar. Reitero: se trata de una cuesti�n de procedimiento -no de que en la Comisi�n se vayan a formular indicaciones- y de que se aclaren las dudas de constitucionalidad. Entendida as� la proposici�n del Senador se�or Larre, nosotros estamos de acuerdo. El se�or VALDES (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Thayer. El se�or THAYER.- Se�or Presidente, conviene que no nos confundamos. Es evidente que el informe de una Comisi�n Mixta no puede ser objeto de indicaciones tendientes a su modificaci�n, pero s� de un tr�mite de Comisi�n para saber si acaso la Sala lo aprobar� o lo rechazar�, como un todo, seg�n le merezca dudas o no en lo atinente a su constitucionalidad. Se trata de una iniciativa bien particular. Tal vez hay unanimidad en los se�ores Senadores en cuanto a no establecer discriminaciones entre una universidad y otra. Y lo que est�n reclamando algunas de ellas es absolutamente justo. Sin embargo, acontece que la normativa dictada en favor de ciertas casas de estudios superiores estatales antes de la vigencia de la actual Carta es distinta de la que rige hoy. Por consiguiente, establecer una asimilaci�n implica un problema muy delicado, y desde todo punto de vista resulta conveniente que la Comisi�n de Legislaci�n dictamine sobre el particular, a fin de que la Sala decida con el mejor conocimiento de causa. Pero ser� un pronunciamiento sobre todo el informe de la Comisi�n Mixta, sin que se vaya a formular indicaci�n alguna acerca de su contenido. Por lo anterior, apoyo la sugerencia del Senador se�or Larre. He dicho. El se�or RUIZ (don Jos�).- Pido la palabra. El se�or VALDES (Presidente).- Puede hacer uso de ella, Su Se�or�a. El se�or RUIZ (don Jos�).- Se�or Presidente, creo que existe acuerdo para que el asunto vaya a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n y Justicia; pero �sta deber�a emitir su informe antes del pr�ximo martes, para que la Sala lo conozca en la sesi�n de ese d�a. El se�or CANTUARIAS.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or VALDES (Presidente).- Tiene la palabra, Su Se�or�a. El se�or CANTUARIAS.- Como se ha recordado, en el fondo el objeto del proyecto consiste en otorgar facultades en el aspecto que nos ocupa a algunas universidades estatales creadas a partir de sedes de otras en el pasado. Tales atribuciones corresponden no s�lo a las que posee la Universidad de Chile, sino tambi�n otras casas de estudios superiores originadas de planteles santiaguinos en la misma �poca. En consecuencia, el problema central radica en el arreglo estatutario que hace la diferencia respecto de la facultad de crear organizaciones o sociedades, o de participar en ellas, que poseen tanto ciertas instituciones de educaci�n superior derivadas de la Universidad de Chile, en circunstancias de que otras no la tienen, incluido el Instituto Profesional de Osorno. Sobre esa base, parece razonable la proposici�n -estoy de acuerdo con ella- de que el asunto pase a la Comisi�n de Constituci�n, pues considero inconveniente que el Senado apruebe materias que puedan suscitar alguna duda de constitucionalidad; como tambi�n de que se fije un t�rmino para contar con el pronunciamiento respectivo. Por lo tanto, si se estima muy apremiante el plazo del pr�ximo martes, sugiero que la Sala adopte el acuerdo de despachar el proyecto en esa semana -ello permitir�a hacerlo el jueves-, con el informe o sin �ste. Ese ha sido, por lo dem�s, el procedimiento utilizado en otras oportunidades, para asegurarse de que las consultas que la Sala formula a algunas Comisiones son evacuadas con la premura que se requiere. El se�or VALDES (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora se�ora Feli�. La se�ora FELIU.- Se�or Presidente, s�lo intervengo para apoyar la petici�n del Honorable se�or Larre, respaldada por otros se�ores Senadores, en el sentido de que la materia en estudio vaya a la Comisi�n de Constituci�n a fin de que ella examine su constitucionalidad. En lo personal, formo parte de la Comisi�n de Educaci�n. Como no estoy de acuerdo con el texto aprobado por la Comisi�n Mixta, vot� en contra, y, adem�s, formul� expresa cuesti�n de constitucionalidad, por estimar que no se ajusta a la Carta Fundamental, al otorgar una facultad de car�cter gen�rico para desarrollar actividades empresariales, esto es, para formar sociedades, cualesquiera que sean su giro, materia o contenido. Estimo, asimismo -y as� lo hice presente en esa oportunidad-, sobre la base de lo dispuesto por la Ley Org�nica Constitucional del Congreso Nacional, que la iniciativa tambi�n debiera ser informada por la Comisi�n de Hacienda, porque en virtud de sus normas las sociedades que se formen representar�n gastos para las universidades y, por ende, para el Estado, los que incluso pueden influir en la econom�a nacional. Por esas razones, considero que sobre la materia debiera pronunciarse, igualmente, la Comisi�n de Constituci�n. He dicho. El se�or NAVARRETE.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or VALDES (Presidente).- Tiene la palabra, Su Se�or�a. El se�or NAVARRETE.- Cuando se discuti� el proyecto en el Senado, hubo oportunidad para se�alar las diferencias existentes entre las universidades tradicionales y diversos planteles que se hab�an constituido a partir de sedes de aqu�llas, pues las primeras gozaban de la facultad para establecer asociaciones con el fin de desarrollar proyectos, lo que de alguna forma las incorporaba a un campo ajeno al que corresponde propiamente a instituciones de ense�anza superior. Lo anterior, sin embargo, les permit�a contribuir al desarrollo del medio en que se hallan insertas y, asimismo, paliar los d�ficit presupuestarios que presentan. A mi juicio, lo que ha diferenciado las posiciones de la C�mara de Diputados y el Senado no configura una materia de suma trascendencia. En ambas Corporaciones qued� de manifiesto la importancia que reviste el despacho de la iniciativa para hacer posible el cumplimiento de sus objetivos. Y el informe evacuado por la Comisi�n Mixta expresa adecuadamente lo que se pretende, de modo que estoy por aprobarlo. Por lo dem�s, soy contrario a que proyectos conocidos por Comisiones Mixtas sean sometidos a organismos t�cnicos cuyo �mbito de funciones es muy definido y que, ciertamente, no se relaciona con la competencia acerca de su constitucionalidad o in-constitucionalidad, raz�n por la cual manifiesto mi oposici�n a que el informe de que se trata pase a la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n y Justicia. El se�or VALDES (Presidente).- �Hay alg�n se�or Senador que participe de la opini�n expresada por el Honorable se�or Navarrete? El se�or GONZ�LEZ.- Yo, se�or Presidente. El se�or VALDES (Presidente).- De ser as�, corresponde votar la proposici�n de enviar el proyecto a la Comisi�n de Legislaci�n para su an�lisis de constitucionalidad. El se�or NAVARRETE.- Se�or Presidente, antes deseo formular una consulta de car�cter t�cnico. �Basta la oposici�n de un se�or Senador para que una propuesta como la que se ha hecho no sea acogida y para que el asunto no pase a Comisi�n, o tal acuerdo puede adoptarse por mayor�a? El se�or EYZAGUIRRE (Secretario).- Se requiere el acuerdo de la mayor�a de la Sala, se�or Senador. El se�or CALDER�N.- �Y qu� ocurre si el Senador que habla solicita la postergaci�n de la discusi�n, por considerar que se necesita m�s tiempo para analizar una materia tan fundamental como �sta? El se�or VALDES (Presidente).- No hay inconveniente para que un punto sujeto a debate sea objeto de esa petici�n. La situaci�n es an�loga a la que se plantea con motivo de cualquier proyecto de ley, pero en este caso el texto no se puede dividir ni ser objeto de indicaciones. El se�or NAVARRETE.- Se�or Presidente, no me opongo a que el informe de la Comisi�n Mixta se trate en la sesi�n del pr�ximo jueves o en la del martes siguiente, pero s� a que pase a la Comisi�n de Constituci�n. Si alguien quiere pedir segunda discusi�n -yo podr�a hacerlo, si el tiempo lo permite- en el instante en que se est� debatiendo, no tengo objeci�n alguna. Mi oposici�n -repito- es a que sea conocido por la Comisi�n de Constituci�n. El se�or GAZMURI.- Votemos, se�or Presidente, si el informe pasa o no a la Comisi�n de Constituci�n, y luego se decide si nos pronunciamos ahora o se pide segunda discusi�n. El se�or VALDES (Presidente).- En votaci�n la proposici�n de enviar el informe a la Comisi�n de Constituci�n. -Se aprueba (31 votos a favor y 8 en contra). El se�or VALDES (Presidente).- Hago presente que, en consecuencia, esta materia ser� tratada por la Sala en la sesi�n ordinaria del jueves de la pr�xima semana. MODIFICACI�N DE C�DIGO PENAL EN LO RELATIVO A DERECHO A LEGITIMA DEFENSA El se�or VALDES (Presidente).- Corresponde tratar el proyecto de la C�mara de Diputados que modifica el n�mero 4� del art�culo 10 del C�digo Penal con el objeto de fortalecer el derecho a la leg�tima defensa, con segundo informe de la Comisi�n de Constituci�n, Legislaci�n, Justicia y Reglamento. -Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de ley: En segundo tr�mite, sesi�n 49a, en 7 de abril de 1992. Informes de Comisi�n: Constituci�n, sesi�n 55a, en 5 de mayo de 1992. Constituci�n (segundo), sesi�n 5a, en 16 de junio de 1992. Discusi�n: Sesi�n 58a, en 12 de mayo de 1992 (se aprueba en general). El se�or EYZAGUIRRE (Secretario).- La Comisi�n en su segundo informe deja constancia de que los dos art�culos del proyecto del primer informe fueron objeto de indicaciones; de las indicaciones aprobadas y de las aprobadas parcialmente o con enmiendas (1, 2, 9, 11, 12 y 15), y de las indicaciones rechazadas (3, 4, 5, 6, 7, 8, 10, 13 y 14). Agrega que la iniciativa tiene por objeto fortalecer la eximente de responsabilidad penal que consiste en obrar en leg�tima defensa, para lo cual se asimilan la leg�tima defensa personal, la de parientes y la de extra�os y se extiende el �mbito de la presunci�n legal denominada "leg�tima defensa privilegiada". En m�rito de las consideraciones que expone, recomienda aprobar el proyecto con las enmiendas que se se�alan a continuaci�n. En el art�culo 1�, sugiere sustituir su encabezamiento por el siguiente: "Modif�case el art�culo 10 del C�digo Penal en la forma que se indica:". El se�or VALDES (Presidente).- En discusi�n particular. Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. Cerrado el debate. Si le parece a la Sala, se aprobar� lo propuesto por la Comisi�n. -Se aprueba. El se�or EYZAGUIRRE (Secretario).- En el n�mero 1) del mismo art�culo, la Comisi�n plantea reemplazar, en el encabezamiento del n�mero 4�, la expresi�n "la persona o derechos, propios o ajenos," por la frase "su persona o derechos o la persona o derechos de otro,". De este modo, el encabezamiento del n�mero 4� quedar�a redactado en estos t�rminos: "El que obra en defensa de su persona o derechos o la persona o derechos de otro, siempre que concurran las circunstancias siguientes:". El se�or VALDES (Presidente).- Si le parece a la Sala, as� se aprobar�a. -Se aprueba. El se�or EYZAGUIRRE (Secretario).- En seguida, la Comisi�n recomienda suprimir, en la circunstancia Tercera del inciso primero del n�mero 4�, el vocablo "se". El texto del primer informe dice: "Tercera: Falta de provocaci�n suficiente por parte del que se defiende.". El se�or VALDES (Presidente).- Si le parece a la Sala, se aprobar� la sugerencia de la Comisi�n. -Se aprueba. El se�or EYZAGUIRRE (Secretario).- A continuaci�n, la Comisi�n propone iniciar con may�scula la palabra "respecto" en el comienzo de la letra a) en el n�mero 4�, la cual expresar�a: "Respecto de aquel que rechaza la entrada indebida", etc�tera. El se�or VALDES (Presidente).- Si le parece a la Sala, as� se aprobar�a. -Se aprueba. El se�or EYZAGUIRRE (Secretario).- Luego, la Comisi�n sugiere sustituir, en la misma letra a), correspondiente al inciso segundo del n�mero 4�, la expresi�n "en ambos casos" por la palabra "se" y suprimir las comas que preceden y suceden a aqu�lla. La redacci�n propuesta en el primer informe dice as�: "a) respecto de aquel que rechaza la entrada indebida, o el escalamiento en los t�rminos indicados en el n�mero 1� del art�culo 440 de este C�digo, en una casa, departamento u oficina habitados, o en sus dependencias, o, si es de noche, en un local comercial o industrial, cualquiera que sea el da�o que, en ambos casos, ocasione al agresor.". La frase final expresar�a, entonces: "cualquiera que sea el da�o que se ocasione al agresor.". El se�or VALDES (Presidente).- En discusi�n. El se�or DIEZ.- Las palabras "en ambos casos" se eliminan porque los casos son m�s de dos. El se�or PACHECO.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or VALDES (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or PACHECO.- Gracias, se�or Presidente. No s� si en este momento o posteriormente se va a poner en debate la supresi�n de los vocablos "entrada indebida", en el mismo precepto que nos ocupa. El se�or DIEZ.- La indicaci�n respectiva no ha sido renovada. El se�or EYZAGUIRRE (Secretario).- Ella fue rechazada y no se ha renovado; en consecuencia, no puede ser considerada. El se�or PACHECO.- Entonces, se�or Presidente, dejo constancia de que me abstendr� en este caso, porque estoy en contra de la introducci�n de esos t�rminos. El se�or VALDES (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable se�ora Soto. La se�ora SOTO.- Se�or Presidente, le ruego considerarme en las mismas condiciones que el Senador se�or Pacheco. El se�or LAVANDERO.- Pero se puede pedir la divisi�n de la votaci�n. El se�or EYZAGUIRRE (Secretario).- La indicaci�n a que se hace referencia fue rechazada por la Comisi�n y no ha sido renovada. El se�or LAVANDERO.- Igual se podr�a pedir la divisi�n de la votaci�n, sin necesidad de que la indicaci�n haya sido renovada. El se�or VALDES (Presidente).- Como fue rechazada, no figura en el texto sometido a la Sala. El se�or EYZAGUIRRE (Secretario).- Y queda autom�ticamente aprobado el primer informe en esa parte. De otro modo, habr�a sido necesario que se renovara la indicaci�n, para el efecto de ser votada. En consecuencia, se dejar�a la constancia pedida por los Honorables se�or Pacheco y se�ora Soto con relaci�n a las expresiones "entrada indebida". El se�or LAVANDERO.- Solicito agregar mi nombre, se�or Presidente. El se�or GONZ�LEZ.- Por mi parte, tambi�n quiero sumarme, se�or Presidente, por ser autor de la indicaci�n. El se�or GAZMURI.- Igualmente me incluyo, se�or Presidente. El se�or VALDES (Presidente).- Si le parece a la Sala, se aprobar� la recomendaci�n de la Comisi�n, con la abstenci�n de los se�ores Senadores que as� lo han hecho presente. -Se aprueba la proposici�n de la Comisi�n, con la abstenci�n de los Honorables se�ores Pacheco, Lavandero, Gonz�lez y Gazmuri y se�ora Soto. El se�or EYZAGUIRRE (Secretario).- A continuaci�n, la Comisi�n propone agregar, en la misma letra a), el siguiente p�rrafo segundo, nuevo: "Igual presunci�n amparar� al que en el campo o en el despoblado repela un asalto o coopere a su rechazo.". El se�or VALDES (Presidente).- Si le parece a la Sala, as� se aprobar�a. -Se aprueba. El se�or EYZAGUIRRE (Secretario).- En el art�culo 2�, la Comisi�n sugiere consultar el siguiente encabezamiento nuevo, pasando el actual a la letra a) en la forma que se indicar� m�s adelante: "Introd�cense las siguientes modificaciones al C�digo de Procedimiento Penal;". El se�or VALDES (Presidente).- Si le parece a la Sala, as� se aprobar�a. -Se aprueba. El se�or EYZAGUIRRE (Secretario).- La Comisi�n recomienda reemplazar el inciso que se agrega al art�culo 260 del C�digo de Procedimiento Penal por la letra a) que se indica a continuaci�n: "Agr�gase al art�culo 260 los siguientes incisos finales nuevos: "La detenci�n del que se encuentre en los casos previstos en el inciso segundo del n�mero 4� del art�culo 10 del C�digo Penal se har� efectiva en la casa del afectado. Carabineros o la Polic�a de Investigaciones, seg�n el caso, deber� dar inmediata cuenta de los hechos al juez del crimen, para los efectos de lo previsto en el T�tulo IX de este C�digo. "Si el afectado tuviere su casa fuera de la ciudad donde funciona el tribunal competente la detenci�n se har� efectiva en la casa que el detenido se�ale dentro del territorio jurisdiccional de dicho tribunal.". El se�or OTERO.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or VALDES (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or OTERO.- Ruego al se�or Presidente pedir el asentimiento de la Sala para que, en el segundo inciso, se coloque una coma a continuaci�n de la palabra "competente". Esta puntuaci�n figuraba en el texto primitivo, pero se omiti� en el actual. En consecuencia, el inciso deber�a expresar lo siguiente: "Si el afectado tuviere su casa fuera de la ciudad donde funciona el tribunal competente, la detenci�n se har� efectiva en la casa que el detenido se�ale dentro del territorio jurisdiccional de dicho tribunal.". El se�or VALDES (Presidente).- Si le parece a la Sala, se aprobar�n los dos incisos, con la modificaci�n que ha sugerido el Honorable se�or Otero. El se�or EYZAGUIRRE (Secretario).- Se�or Presidente, en el encabezamiento de la letra a) deber�a reemplazarse la palabra "Agr�gase" por "Agr�ganse", pues son dos los incisos nuevos. El se�or VALDES (Presidente).- Considero muy oportuna la observaci�n del se�or Secretario. Si le parece a la Sala, introduciremos tambi�n esta correcci�n. Acordado. El se�or EYZAGUIRRE (Secretario).- En seguida, la Comisi�n... El se�or VODANOVIC.- �Se dio por aprobado lo anterior, se�or Presidente? El se�or VALDES (Presidente).- S�, se�or Senador. El se�or VODANOVIC.- Es que yo quer�a intervenir. El se�or VALDES (Presidente).- Intervenga, Su Se�or�a. El se�or VODANOVIC.- Se�or Presidente, s�lo deseo expresar mi opini�n contraria al segundo inciso que se agrega, en cuanto establece el derecho de quien haya empleado la leg�tima defensa para elegir un domicilio donde quedar detenido en el evento de que no lo tenga dentro de la jurisdicci�n del tribunal competente. Entiendo las razones que han concurrido para que, en circunstancias normales, se habilite la casa como lugar de detenci�n; ello obedece, obviamente, a que de ordinario se trata de la persona que repele una agresi�n dentro de su domicilio. Pero parece que se extralimitan los prop�sitos tenidos en vista al establecer este derecho cuando se confiere a quien emplea la leg�tima defensa en un lugar distinto del de su domicilio. Estamos en presencia de una suerte de lugar de detenci�n ambulatorio electivo por quien hace uso de la leg�tima defensa, que podr�a ser tambi�n alguien que haya delinquido. Entonces, en mi opini�n, hay que compatibilizar los derechos del ciudadano con algo que podr�a prestarse un poco para festinar la recta y cumplida administraci�n de justicia. Dejo constancia, por tanto, de mi opini�n contraria a la agregaci�n del segundo inciso que dispone que "Si el afectado tuviere su casa fuera de la ciudad donde funciona el tribunal competente la detenci�n se har� efectiva en la casa que el detenido se�ale dentro del territorio jurisdiccional de dicho tribunal.". He dicho. El se�or VALDES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Otero. El se�or OTERO.- Se�or Presidente, el objeto de los nuevos incisos es impedir lo que ocurre hoy d�a. Cuando ciertos hechos dan lugar a una presunci�n, se inicia un proceso. En este caso se trata de que quien presumiblemente actu� en leg�tima defensa no vaya a la C�rcel P�blica ni sufra los vej�menes y los problemas de aquellos que son detenidos all�. Todo esto, sin perjuicio de que a lo largo del proceso correspondiente llegue a establecerse otra cosa, situaci�n en la cual el juez decretar� la detenci�n y aplicar� las reglas generales. El primer inciso contiene esta idea, porque dispone que la detenci�n se har� efectiva en la casa del afectado y que Carabineros o la Polic�a de Investigaciones dar� de inmediato cuenta de los hechos al juez, para los efectos de que conceda la libertad provisional bajo fianza (m�s adelante hay un art�culo que se refiere a este �ltimo beneficio). Pero, �qu� puede ocurrir? Esta eventualidad fue la que motiv� la inclusi�n del segundo inciso. Y conviene aclararla. Por ejemplo, una persona viene de Temuco a Santiago y se hospeda en la vivienda de su hija; pero �sa no es su residencia ni su domicilio. Asaltan la casa, y dicha persona act�a en leg�tima defensa de su hija. A tal situaci�n se refiere el segundo inciso. O sea, procura evitar que esa persona, cuyo domicilio est� fuera del territorio jurisdiccional del tribunal respectivo, vaya a la C�rcel P�blica. De no ser as�, se producir�a una contradicci�n con lo que hemos se�alado anteriormente. Por lo tanto, �cu�l es el objeto del citado inciso? Permitir que el afectado diga: "Me quedo detenido aqu�, en la casa de mi hija.". �Para qu�? Para que Carabineros o la Polic�a de Investigaciones pueda comunicarlo al juez, quien deber� determinar si le otorga o no la libertad provisional, etc�tera. Pero mientras lo decide, la persona no ir� a la C�rcel P�blica. Es todo lo que persiguen ambos incisos. Luego, el segundo inciso est� �ntimamente ligado con el primero, y cubre la eventualidad de que la persona que actu� en leg�tima defensa no tenga domicilio dentro del territorio jurisdiccional del tribunal que va a conocer la causa. Y el ejemplo que se�al� es claro. El se�or LAVANDERO.- �Me permite una interrupci�n, Honorable colega? El se�or OTERO.- Con mucho gusto, se�or Senador. El se�or LAVANDERO.- Si es as�, Honorable colega, �por qu�, en vez de hacer imperativa la norma, no establecemos una posibilidad, reemplazando la expresi�n "se har� efectiva" por "podr� hacerse efectiva"? El se�or VODANOVIC.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or LAVANDERO.- As� se dejar�a al juez la facultad de decidir. El se�or OTERO.- Se dio car�cter imperativo al precepto precisamente para no dejar la situaci�n entregada al criterio del juez. Porque, �qu� pasar� si esto ocurre durante la noche o en s�bado o domingo? Al tratar de dar cuenta de los hechos al juez, �ste puede estar ausente; entonces, el secretario que lo subroga va a decir: "P�selo a la C�rcel P�blica y d�me los antecedentes el lunes.". As�, el detenido, no obstante estar amparado por las disposiciones relativas a la leg�tima defensa, quedar� en condici�n disminuida, en circunstancias de que el primer inciso tiene el mismo fundamento que el segundo. La �nica diferencia radica en que, en el caso del segundo, la persona que act�a en leg�tima defensa no tiene su casa dentro del territorio jurisdiccional del juez que va a conocer del proceso. �No se la mandar� a Temuco para que la dejen detenida all� y la traigan despu�s a Santiago! Por eso se le permite se�alar su domicilio en el mismo lugar donde funciona el tribunal, mientras �ste resuelve definitivamente si la dejar� o no en libertad provisional. Esas fueron las consideraciones que tuvo en cuenta la Comisi�n al discutir los preceptos en estudio, se�or Presidente. El se�or VALDES (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Lavandero. El se�or LAVANDERO.- Se�or Presidente, no deseo obstaculizar el despacho del proyecto. Me parecen aceptables las ideas expuestas. Y, para evitar aprensiones, usar�a la expresi�n "podr� hacerse efectiva", pues con ella se lograr�a el mismo prop�sito. No es mi intenci�n hacer responsable a una persona que ha acudido en defensa de otra cuando todav�a no lo ha determinado el juez. Pero pienso que con la modificaci�n que he sugerido quedar�a mejor cautelado el derecho que se establece. En todo caso, no har� cuesti�n, porque, de una u otra manera, ambas f�rmulas persiguen igual objetivo. He dicho. El se�or VALDES (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable se�ora Soto. La se�ora SOTO.- Se�or Presidente, de acuerdo a la explicaci�n que dio el Senador se�or Otero, no encuentro muy feliz el segundo inciso, porque pareciera que al afectado le fuera posible elegir domicilio; a lo mejor, su casa de campo, que es m�s c�moda. Creo que lo que estamos estableciendo aqu� es una excepci�n. Las disposiciones sobre leg�tima defensa tienen que ser muy bien pensadas y sumamente restrictivas, porque pueden derivar (como ha dicho alguien por ah�) en "licencia para matar". Por esa raz�n, no estoy de acuerdo con el segundo inciso. El se�or VALDES (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Vodanovic. El se�or VODANOVIC.- Se�or Presidente, lo que pasa es que estamos frente a situaciones distintas, y hay que tratarlas tambi�n con fundamentaciones diversas. Insistiendo en lo que se�ala la Honorable se�ora Soto, opino que esto constituye una excepci�n a la norma general, basada en razones muy loables, fundamentalmente la de lograr que la persona que usa la leg�tima defensa no experimente molestias adicionales. Pero, tratando de configurar las situaciones a que podr�a dar lugar la aplicaci�n del precepto, es del caso se�alar lo siguiente. Mediante el inciso propuesto se estar�a dando el derecho en cuesti�n al que rechaza, no s�lo la entrada indebida en una casa habitaci�n, sino tambi�n, si es de noche, la perpetrada en un local comercial o industrial. Imaginemos que se produce de noche un incidente dudoso en un local comercial y que no sea tan evidente que quien pretende ampararse en la leg�tima defensa est� ejerciendo debidamente ese derecho, o que no est� meridianamente claro qui�n es el agresor y qui�n el defensor. A lo mejor, ese ciudadano de Temuco no est� haciendo uso de la leg�tima defensa, sino cooperando en el asalto; o tal vez tiene un pleito de car�cter personal con alguien que est� comprometido en un incidente delictuoso en ese local comercial, de noche, y se premune de esta facilidad para preconstituir pruebas o para no colaborar con la acci�n de la justicia. Todo eso es perfectamente posible. Y recuerdo un suceso criminal famoso en que se vieron comprometidos, hace un par de a�os, personajes bastante conocidos. No estaba claro qui�n hab�a entrado a la casa de qui�n; cu�l hab�a disparado primero, etc�tera. Era una situaci�n que afectaba -creo- a un pariente del General Contreras. Los casos posibles son m�ltiples. Por consiguiente, hay que compatibilizar el derecho de aquel respecto del cual naturalmente es dable presumir que est� obrando en leg�tima defensa con las necesidades propias de la administraci�n de justicia. Yo dir�a que, sin necesidad de disposici�n legal alguna, si un individuo se encuentra en su casa habitaci�n, o en su oficina, o en su local comercial, de d�a o de noche, y act�a en forma violenta ante un hecho que veros�milmente constituye una agresi�n, est� obrando en leg�tima defensa. Cualquiera lo entiende as�. Pero no es tan evidente que, si el hecho se produce e interviene un tercero (y por eso puse la situaci�n en su extremo: local comercial, de noche), esta presunci�n natural -como yo la llamo- est� operando. A lo menos, es dudoso. En consecuencia, yo no conceder�a tantas facultades a alguien que tal vez est� obrando en leg�tima defensa, pero que a lo mejor, no. Y la certeza no emana del mismo car�cter de los hechos. Por eso, me parece que se trata de situaciones distintas; que el derecho que se concede en el primer inciso a quien presumiblemente act�a en leg�tima defensa dentro de su domicilio es del todo justificado, y que el contenido en el segundo inciso, que ampara a una tercera persona, no se halla respaldado por la misma raz�n. He dicho. El se�or ORTIZ.- Se�or Presidente, �me permite? El se�or DIEZ.- Pido la palabra. El se�or VALDES (Presidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Ortiz. El se�or ORTIZ.- Se�or Presidente, me parece que existe una lamentable equivocaci�n en el enfoque que se ha pretendido dar al segundo inciso. Cuando propuse el primer inciso, tuve en consideraci�n especialmente una situaci�n que se vive a diario en el pa�s: la de gente que es asaltada en su casa; que es v�ctima de un hecho delictual, y que despu�s se encuentra en una posici�n del todo injusta desde el punto de vista procesal, porque, en vez de recibir de inmediato ayuda y reparaci�n, adem�s de enfrentar un juicio criminal, es vejada en lo personal al ser llevada primero a un cuartel de polic�a, en calidad de detenida, y posteriormente, a la C�rcel P�blica. Por ello, en esa oportunidad se�alamos la conveniencia de que, mientras se analizaba la situaci�n, esa gente quedara detenida en su domicilio. La Comisi�n ampli� ese derecho a la persona que, en un caso id�ntico al anterior, por cualquier circunstancia, se encuentre en un lugar distinto de su domicilio, sin entrar a discernir si se trata de la casa de sus hijos, de sus padres, de sus dem�s parientes o de sus amigos. Todos hemos le�do en distintos medios de prensa que a menudo personas que se hallan de visita en alguna vivienda han sido objeto, no s�lo de asaltos o atracos, sino incluso de homicidios. En Derecho existe el siguiente aforismo -lamento que no haya sido tomado en cuenta por los dos Honorables colegas que intervinieron reci�n-: "In dubio pro reo". O sea, habiendo alg�n grado de duda acerca de si se est� o no ante un acto de leg�tima defensa, no se puede pretender que quien lo cometi� pase por el verdadero agravio que implica hallarse detenido en la C�rcel P�blica. Por eso, creo que el segundo de estos incisos es complementario del primero y debe aprobarse tal como fue propuesto por la Comisi�n. El se�or VALDES (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Jarpa. El se�or JARPA.- Se�or Presidente, entiendo que ya est� aprobado el primer inciso. �O estoy equivocado? El se�or VALDES (Presidente).- De hecho, se solicit� el asentimiento de la Sala respecto de su aprobaci�n y no hubo objeciones. De manera que los dos incisos est�n aprobados. El se�or VODANOVIC.- El segundo, no. El se�or VALDES (Presidente).- Ambos, se�or Senador, con dos correcciones de forma: las adiciones de una "n" en el encabezamiento y de una coma en el segundo inciso. El se�or ORTIZ.- En efecto. El se�or VODANOVIC.- Si se hubiera aprobado el segundo inciso, yo no podr�a haber intervenido. El se�or VALDES (Presidente).- Conced� la palabra a Su Se�or�a porque pens� que iba a hacer una aclaraci�n respecto de su voto. El se�or VODANOVIC.- Entonces, fue muy r�pida la forma en que se procedi�. A mi juicio, una norma que est� siendo objeto de observaciones no se encuentra aprobada. Y yo no acostumbro a dejar constancias a posteriori. El se�or VALDES (Presidente).- La Mesa entendi� que el se�or Senador estaba dejando testimonio de su voto en contra. El se�or DIEZ.- As� parti�. El se�or VALDES (Presidente).- Reconozco que fue r�pida la aprobaci�n. El se�or VODANOVIC.- Yo pedir�a votar el segundo inciso. El se�or VALDES (Presidente).- Para reabrir debate acerca de ese precepto se requiere acuerdo un�nime. �Habr�a consenso en tal sentido? El se�or ORTIZ.- Se�or Presidente, cabe precisar que la Sala dio por aprobados los dos incisos propuestos por la Comisi�n en la letra a) del art�culo 2�, incorporando la letra "n" -quedar�a "Agr�ganse"- sugerida por el se�or Secretario y la coma se�alada por el Senador se�or Otero. El se�or VALDES (Presidente).- As� es. El se�or ORTIZ.- El debate suscitado a continuaci�n fue un mero alcance sobre el porqu� de esos preceptos. El se�or VALDES (Presidente).- En esa forma lo interpret� la Mesa, que, al proponerse esas correcciones, consult� el parecer de la Sala, la cual las aprob�, junto con ambos incisos. El se�or ORTIZ.- No hay �nimo de revocar el acuerdo. El se�or LAVANDERO.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or VALDES (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or LAVANDERO.- Se�or Presidente, a fin de resolver la impasse, insisto en que esto se haga condicional. Porque el caso del primer inciso es distinto del contemplado en el segundo. La se�ora SOTO.- Eso es muy claro. El se�or LAVANDERO.- En esta �ltima disposici�n podr�a facultarse al juez para que, atendido alg�n antecedente del hecho, disponga la detenci�n en el domicilio que se�ale el inculpado, con el objeto de que no pierda esta posibilidad la persona que act�a en leg�tima defensa en un lugar diferente de su casa. El se�or DIEZ.- Pido la palabra. El se�or VALDES (Presidente).- Puede hacer uso de ella Su Se�or�a. El se�or DIEZ.- Se�or Presidente, no es mi prop�sito defender al amigo que viene de Temuco, sino examinar el fondo del asunto. Aqu� se est� magnificando el problema de la detenci�n domiciliaria. Lo que persigue la ley en proyecto es que la persona que ejerce el derecho a la leg�tima defensa no se vea perjudicada con la detenci�n en un recinto p�blico destinado a tal efecto y que ella se lleve a cabo en su domicilio. Pero al mismo tiempo se la someter� al proceso judicial correspondiente, donde se determinar� si queda amparada o no por la presunci�n legal respectiva. Quedar� detenida en su domicilio. Y cuando no tenga domicilio en el �rea jurisdiccional del juez competente, la detenci�n se har� efectiva en la casa que esa persona indique, previa estimaci�n del magistrado de que las circunstancias del delito son absolutamente excepcionales. No debemos olvidar que estamos legislando para la inmensa mayor�a de los casos y que en Chile lo normal -desgraciadamente, por su repetici�n- es que quien obra en leg�tima defensa lo haga verdaderamente para repeler una agresi�n. Porque los asaltantes son realmente asaltantes. Esto es de Perogrullo, y lo vemos todos los d�as en los peri�dicos. Ahora bien, si el juez encuentra algo confuso en el hecho, puede aplicar muchas otras medidas. Por ejemplo, disponer la detenci�n del inculpado en el domicilio que �ste indique, pero ordenando que Carabineros custodie la puerta. El magistrado determinar� si solicita o no a la fuerza p�blica que lo vigile, en �se o en cualquier otro lugar. Empero, de lo expuesto aqu� pareciera deducirse que, por el hecho de concretar la detenci�n en un sitio distinto del domicilio del inculpado, �ste va a eludir la acci�n de la justicia y que el proceso estar� terminado. �No es as�! Lo �nico que esto significa es que esa persona no quedar� detenida en un recinto p�blico y que, en caso de no tener domicilio en el territorio jurisdiccional del juez de la causa, la reclusi�n se efectuar� en el lugar que ella indique. Insisto en que el magistrado puede adoptar otras medidas para asegurar que el afectado cumpla con la detenci�n domiciliaria, como la de, incluso, ordenar su vigilancia por la fuerza p�blica. Se�or Presidente, los dos incisos que el Senado acaba de aprobar est�n en absoluta relaci�n con el art�culo 356 bis que la Comisi�n propone agregar mediante la letra b) y que se refiere a la libertad provisional, la que tambi�n ser� resuelta inmediatamente por el juez de la causa, aun verbalmente, y con fianza o sin ella, cualquiera que sea el da�o causado al agresor. �Por qu�? Como en el caso anterior, esto no quiere decir que esa persona no est� sometida a proceso: significa que el juez, mientras realiza la investigaci�n, le concede la libertad, con fianza o no. Por consiguiente, ni siquiera hace efectiva la detenci�n, por carecer de elementos para determinar la iniciaci�n de un proceso y por considerar, basado en el informe de Carabineros, que el afectado actu� en leg�tima defensa. En tal caso -repito- puede otorgar la libertad provisional, incluso verbalmente. Aqu� tampoco se trata de un pronunciamiento de fondo en cuanto a si existen o no las presunciones consignadas en la ley. Es, m�s bien, una forma de que la instituci�n de la leg�tima defensa funcione de modo m�s operable y con menos molestias. Porque, lamentablemente, las circunstancias que el pa�s est� viviendo hacen aconsejable que las personas tomen las medidas conducentes a defender sus vidas y sus bienes. He dicho. El se�or D�AZ.- Pido la palabra, se�or Presidente. El se�or VALDES (Presidente).- La Mesa estima que esta discusi�n excede las materias ya aprobadas por la Sala. El se�or DIEZ.- As� me parece. El se�or VALDES (Presidente).- Los se�ores Senadores pueden dejar constancia de su opini�n acerca de algunos puntos. Pero la letra a) del art�culo 2�, con sus dos incisos, ya fue aprobada. El se�or VODANOVIC.- Con mi voto en contra. El se�or VALDES (Presidente).- Se dejar� testimonio del voto contrario de Su Se�or�a,... La se�ora SOTO.- Y m�o. El se�or GAZMURI.- Yo tambi�n voto negativamente. El se�or VALDES (Presidente).- ... de la Honorable se�ora Soto y del Senador se�or Gazmuri. El se�or D�AZ.- �Me permite, se�or Presidente? El se�or VALDES (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or D�AZ.- Se�or Presidente, quiero expresar que apruebo la indicaci�n del Senador se�or Lavandero. Y agradecer�a a la Mesa permitirme hacer algunas consideraciones. El se�or ORTIZ.- No hay indicaci�n. El se�or VALDES (Presidente).- No corresponde formular indicaciones, porque... El se�or D�AZ.- �Pero puedo formular algunas reflexiones respecto del tema? El se�or VALDES (Presidente).- No hay inconveniente. Sin embargo, debo precisar que ambos incisos fueron acogidos por la Comisi�n y que la Sala tambi�n los aprob�. Establecidos esos hechos, tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or D�AZ.- Hab�a pedido la palabra hace un rato, se�or Presidente, s�lo para hacer una reflexi�n. Aqu� presumimos que la situaci�n es muy inocente: viene un se�or de Temuco y va a la casa de su hija. Pero a lo mejor el caballero viene de Pitrufqu�n y no acude a la vivienda de su hija, sino a la de otra persona, y despu�s llega el leg�timo due�o de casa y el asunto se complica. El se�or ORTIZ.- Ah� ya no es leg�tima defensa. El se�or D�AZ.- No es tan simple, pues ah� estamos ante un caso de honra herida. El se�or DIEZ.- Estamos analizando la detenci�n en el domicilio. El se�or D�AZ.- No. Perd�neme, Su Se�or�a. �Es m�s complicada la cosa! Estoy exponiendo la situaci�n de un se�or que viene de Pitrufqu�n, llega a una vivienda de Santiago, que no es la de su hija, sino la de otra persona. El se�or ORTIZ.- �La de una amiga...! El se�or D�AZ.- Su Se�or�a lo dijo. Yo no lo explicit�. Entonces, en raz�n de un error de horario o por otro motivo, llega el leg�timo due�o de casa. �Esto ocurre en la realidad! �Los cr�menes pasionales son frecuentes en el pa�s! No pretendo festinar el asunto, se�or Presidente. La verdad es que gran porcentaje de cr�menes deriva, no de simples asaltos, sino de situaciones de car�cter pasional, donde hay una mezcla de defensa leg�tima y de defensa de la honra personal. No quiero (insisto) complicar las cosas. Pero pong�monos en un caso espectacular: que el tipo que lleg� al domicilio de esa persona enfrenta al leg�timo due�o de casa, lo hiere y despu�s dice: "Yo me quedo aqu�". �Es como mucho...! El se�or OTERO.- �Me concede una interrupci�n, se�or Senador? El se�or D�AZ.- Y ello, porque puede elegir el lugar de su detenci�n. El se�or OTERO.- �Me permite, Honorable colega? El se�or D�AZ.- Esto no es para la risa: el autor del delito, �puede elegir ese lugar para su detenci�n? �S� o no? Yo me opongo terminantemente a algo como esto. Porque la cosa da para mucho, se�or Presidente. El se�or ORTIZ.- Hago presente al Honorable colega y doctor que puede tener raz�n en su an�lisis. Sin embargo, es como si un abogado se pusiera a extender recetas m�dicas. La receta de Su Se�or�a es un ejemplo que en Derecho no se da. El se�or VALDES (Presidente).- Ya est�n aprobados los dos incisos propuestos mediante la letra a) del art�culo 2�, con los votos en contra de los Honorables se�ores Vodanovic, Soto y Gazmuri. El se�or EYZAGUIRRE (Secretario).- Finalmente, la Comisi�n propone incorporar la siguiente letra b), nueva: "b) Agr�gase el siguiente art�culo 356 bis: "Art�culo 356 bis.- La libertad provisional al que se le aplique lo establecido en los dos incisos finales del art�culo 260 de este C�digo, ser� resuelta inmediatamente por el juez de la causa, aun verbalmente, y la podr� otorgar con o sin fianza o cauci�n alguna, cualquiera que sea el da�o causado al agresor. Esta resoluci�n no ser� consultable y la apelaci�n, en su caso, se conceder� en el solo efecto devolutivo.". El se�or VALDES (Presidente).- En discusi�n. Ofrezco la palabra. El se�or PACHECO.- Pido la palabra, se�or Presidente. El se�or VALDES (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or PACHECO.- Se�or Presidente, a pesar de no haberse renovado la indicaci�n respectiva, quiero hacer presente que en la Comisi�n propuse suprimir la frase "cualquiera que sea el da�o que, en ambos casos, ocasione al agresor", basado en que este concepto dif�cilmente es conciliable con la circunstancia Segunda del art�culo 10, n�mero 4�, del C�digo Penal, que expresa: "Necesidad racional del medio empleado para impedirla o repelerla.". En efecto, si en la llamada leg�tima defensa privilegiada -ampliada considerablemente en este proyecto de ley- se mantiene el principio de que no debe atenderse "al da�o que se ocasione al agresor", en la pr�ctica se nos est� diciendo que en este tipo de leg�tima defensa no debe tenerse en cuenta la proporcionalidad o racionalidad del medio empleado o de la defensa misma. Por lo tanto, dicha frase provoca una clara contradicci�n entre ambas disposiciones. Por eso, repito, oportunamente propuse eliminarla. Y por ese motivo, tambi�n me abstendr� en la votaci�n pertinente. El se�or THAYER.- Pido la palabra, se�or Presidente. El se�or VALDES (Presidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or THAYER.- Se�or Presidente, asist� a varias sesiones de la Comisi�n de Constituci�n, especialmente cuando se trat� este art�culo. Ahora que lo estamos discutiendo, me interesa mucho que quede claro, para la historia de la ley, por lo que ha planteado el Honorable se�or Pacheco. Aqu� no existe ninguna contradicci�n. Las normas que establece el C�digo Penal para que rija la leg�tima defensa y, por consiguiente, lo relativo a la proporcionalidad entre la agresi�n y el medio usado para impedirla o repelerla siguen vigentes. Pero si, como consecuencia de la forma en que ocurrieron los hechos, en un acto de leg�tima defensa result� muerto el agresor, esto no significa que no se van a aplicar las normas de la libertad provisional. �Qu� se pretende con esta disposici�n, se�or Presidente? Es preciso aclararlo. En este tipo de materias no es posible legislar sin alg�n riesgo. Hay que inclinarse por la medida que parezca m�s prudente. El pa�s enfrenta una situaci�n de recrudecimiento de la delincuencia y, sobre todo, de la violencia delictual. Ya no se asalta s�lo para robar. Por cualquier motivo se dispara contra un inocente. Y se hace tan agudo el riesgo que hay que ser muy heroico, valiente y decidido para salir en defensa de un inocente que est� siendo agredido. Frente a esto, hay ciertos riesgos que correr: en determinadas situaciones podr�a acontecer el hecho de que alguien pretenda hacer uso abusivo de alguna facultad legal por un tiempo tan limitado como es el envuelto en la normativa que estamos discutiendo. Aqu� el caso es el siguiente. Supongamos un asalto a una vivienda, que sus moradores piden auxilio, que un vecino se arriesga -�Dios m�o!- a intervenir, y que en la acci�n -en la cual hay, por ejemplo, agresi�n, sangre o balazos-, arma en mano, dispare resultando muerto el agresor. No porque en este caso el da�o sea mayor dejar� de regir la causal de otorgamiento de libertad en determinadas condiciones. Otra cosa es que, si los hechos demuestran que no hubo proporci�n entre la acci�n del que obr� en defensa de un tercero y el da�o causado, no haya leg�tima defensa y se apliquen las penas correspondientes. Pero no porque exista un da�o m�s grave no podr� aducirse la causal de leg�tima defensa. Es perfectamente posible que quien act�e en defensa propia o de un tercero cause la muerte o un da�o grave al agresor. Y esto es algo que sigue amparando la leg�tima defensa. Por esas razones, y como no se produce contradicci�n, en la Comisi�n -aunque como simple asistente a ella- fui partidario de esta disposici�n, que ahora apoyo con entusiasmo. He dicho, se�or Presidente. El se�or URENDA (Vicepresidente).- Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. Cerrado el debate. Si le parece a la Sala, se dar�a por aprobada la enmienda propuesta por la Comisi�n. El se�or PACHECO.- En todo caso, pido que se deje constancia de mi abstenci�n en esta parte. La se�ora SOTO.- Y tambi�n de la m�a, se�or Presidente. El se�or GAZMURI.- Solicito lo mismo. El se�or URENDA (Vicepresidente).- Se aprueba, entonces, la modificaci�n, con las abstenciones se�aladas, y queda terminada, en este tr�mite, la discusi�n de la iniciativa. ACUERDO ENTRE CHILE Y ORGANIZACI�N INTERNACIONAL PARA LAS MIGRACIONES El se�or EYZAGUIRRE (Secretario).- Proyecto de acuerdo de la C�mara de Diputados que aprueba el Convenio entre la Rep�blica de Chile y la Organizaci�n Internacional para las Migraciones (OIM), relativo al funcionamiento, privilegios e inmunidades de esa entidad en nuestro pa�s, con nuevo informe de la Comisi�n de Relaciones Exteriores. -Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de acuerdo: En segundo tr�mite, sesi�n 39a, en 12 de septiembre de 1991. Informes de Comisi�n: Relaciones Exteriores, sesi�n 49a, en 7 de abril de 1992. Relaciones Exteriores (nuevo), sesi�n 4a, en 10 de junio de 1992. Discusi�n: Sesi�n 50a, en 8 de abril de 1992 (pasa a las Comisiones de Relaciones Exteriores y de Hacienda). El se�or EYZAGUIRRE (Secretario).- Dicha Comisi�n propone aprobar el proyecto en los mismos t�rminos en que lo hizo la C�mara Baja. El se�or URENDA (Vicepresidente).- En discusi�n general y particular. Ofrezco la palabra. Tiene la palabra el Honorable se�or Alessandri. El se�or ALESSANDRI.- Se�or Presidente, Chile es miembro de la OIM desde 1955. Antes se llamaba Comit� Intergubernamental para las Migraciones y ahora Organizaci�n Internacional para las Migraciones. Se�or Presidente, se trata solamente de dar al personal y a los bienes de la OIM las mismas inmunidades y privilegios que se otorgan a otras entidades de las Naciones Unidas. El Acuerdo se�ala cu�l es su capacidad jur�dica; le reconoce la misma libertad de acci�n de que gozan otros organismos internacionales, de acuerdo con la costumbre internacional; sus bienes, dondequiera que se encuentren, tienen inmunidad; los locales utilizados por ella para el ejercicio de sus funciones son inviolables, lo mismo que sus archivos; se la faculta para disponer de fondos o divisas de toda clase, para llevar cuentas en cualquier moneda y para transferir recursos; sus bienes, haberes e ingresos est�n exentos de impuestos, de derechos de aduana, prohibiciones y restricciones. En general, el Convenio establece todas las inmunidades y privilegios de que gozan las representaciones diplom�ticas en Chile y las otras organizaciones que dependen de las Naciones Unidas. Se�or Presidente, �se es el fondo de este Acuerdo que la Comisi�n de Relaciones Exteriores aprob� por unanimidad. Y creemos que el Senado tambi�n debe pronunciarse en el mismo sentido. He dicho. El se�or URENDA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or P�ez. El se�or PAEZ.- Se�or Presidente, el presente Acuerdo tiene como objetivo esencial conceder a la Organizaci�n Internacional para las Migraciones y a su personal acreditado privilegios e inmunidades similares a los de los �rganos que conforman el sistema de las Naciones Unidas. Esta organizaci�n tiene su g�nesis en 1951 con el nombre de Comit� Intergubernamental para las Migraciones, en una �poca en que los pa�ses del Viejo Continente se esforzaban por superar los problemas que originaba el gran n�mero de personas desplazadas y refugiadas. En aquel entonces se reconoci� la necesidad de contar con un sistema operativo internacional para encauzar esas corrientes migratorias. En la actualidad, la OIM cumple funciones de alcance mundial; est� integrada por 39 Estados miembros, 16 de los cuales son pa�ses de Am�rica Latina, mientras otros 25 Estados tienen el status de observadores, todos ellos adheridos al principio de la libre circulaci�n de personas. Esta es la �nica Organizaci�n que se ocupa de manera operacional de las migraciones en el �mbito internacional, habiendo facilitado el traslado a otros pa�ses de 4 millones y medio de personas entre 1952 y 1990. El mandato conferido a la OIM por sus Estados miembros no se agota, sin embargo, en las labores de asistencia al reasentamiento en el exterior y al retorno voluntario, sino que ha ampliado su acci�n a la cooperaci�n para el desarrollo mediante la transferencia de recursos humanos calificados, as� como diversos programas de cooperaci�n t�cnica en materia migratoria. La tarea de esta Organizaci�n en Chile ha sido fecunda. Adem�s de contar con una misi�n en el pa�s y una suboficina en Valpara�so, ha establecido en Santiago la sede del Coordinador Regional para Am�rica Latina y el Caribe. A ra�z de los acontecimientos de 1973, m�s de 30 mil personas fueron asistidas en su reasentamiento en el exterior a trav�s de diferentes programas de la instituci�n, contando para ello con la colaboraci�n activa de numerosos pa�ses que manifestaron su disposici�n de acogerlas. Desde la segunda mitad de la d�cada de los 80, por otra parte, la Organizaci�n ha apoyado el retorno voluntario de casi 8 mil chilenos provenientes de alrededor de 50 pa�ses. Conjuntamente, se han impulsado programas tendientes a favorecer la reinserci�n laboral de quienes regresaron al pa�s. Por �ltimo, en noviembre de 1990, la OIM suscribi� con el Gobierno de Chile y con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) un convenio tripartito de cooperaci�n, orientado a canalizar la colaboraci�n de ambos organismos internacionales para el cumplimiento de los objetivos de la pol�tica de retorno de exiliados de la Administraci�n chilena, el que ha operado con �xito a la fecha. El instrumento que hoy discutimos est� compuesto por un pre�mbulo y ocho cap�tulos, a su vez subdivididos en veintitr�s art�culos, en los que se establecen los siguientes aspectos en materia de capacidad jur�dica: 1) Se reconoce que la OIM posee personalidad jur�dica, con amplia capacidad para contratar, adquirir bienes y disponer de �stos, recibir fondos p�blicos y privados e iniciar procedimientos judiciales y administrativos. 2) Se le reconoce la misma libertad de los dem�s organismos internacionales, de acuerdo con la costumbre y convenios vigentes. 3) Se le reconoce la inmunidad de jurisdicci�n respecto a procedimientos judiciales y administrativos, inmunidad que se extiende a sus locales, bienes y haberes. 4) Se le reconoce amplia libertad para el manejo de fondos o monedas extranjeras. 5) Se establece que sus bienes, haberes e ingresos est�n exentos de impuestos directos y derechos de aduana. 6) Se determina que, en relaci�n a las comunicaciones oficiales de la OIM, �sta tendr� la facultad de utilizar claves o valijas selladas en similares t�rminos que los Estados con los cuales el pa�s tiene relaciones diplom�ticas. 7) En lo referente a las reuniones que celebre la OIM en Chile, los representantes de los Estados miembros gozar�n de un r�gimen semejante al que se concede a los agentes diplom�ticos, seg�n los usos y costumbres del Derecho Internacional. 8) En relaci�n al personal de la Organizaci�n, el "staff" directivo tendr� similar tratamiento al que se otorga a los enviados diplom�ticos, en tanto que todo su personal, sin distinci�n de nacionalidad, gozar� de privilegios e inmunidades judiciales y administrativas en el desempe�o de sus funciones. Al mismo tiempo, tendr�n exenciones tributarias sobre los ingresos que les pague la Organizaci�n, adem�s de facilidades monetarias y cambiarias. Para todos estos efectos, el Acuerdo establece que la OIM comunicar� al Gobierno los nombres de su personal, los que recibir�n la documentaci�n oficial que les acredite sus respectivas calidades. Del mismo modo, se deja establecido que la Organizaci�n y su personal se obligan a cooperar con las autoridades chilenas competentes para facilitar la administraci�n de justicia y evitar que se produzcan abusos en relaci�n a las inmunidades y privilegios que se otorgan en virtud del presente Acuerdo. En consideraci�n a que es pol�tica del Estado de Chile el acentuar la cooperaci�n con todos aquellos organismos que desarrollen labores de tipo social y humanitario, solicitamos la aprobaci�n de este proyecto de acuerdo, que ha sido aprobado por unanimidad en la Comisi�n de Relaciones Exteriores. He dicho, se�or Presidente. El se�or URENDA (Vicepresidente).- Ofrezco la palabra. Ofrezco la palabra. Cerrado el debate. Si le parece a la Sala, se aprobar� el proyecto. Aprobado. )-------------( El se�or URENDA (Vicepresidente).- A continuaci�n, corresponde tratar el punto n�mero 6 de la tabla. A este respecto, el Senador se�or Jarpa ha pedido sesi�n secreta. Por tratarse de una materia de relaciones internacionales, no parece del caso dar a conocer las razones que fundamentan esa solicitud, por cuanto ello significar�a perder el car�cter reservado. Recabo el asentimiento de la Corporaci�n para acceder a la petici�n formulada. Acordado. Se constituye la Sala en sesi�n secreta. SESI�N SECRETA -Se constituy� la Sala en sesi�n secreta a las 18:3, y prest� su aprobaci�n, en general y particular, al proyecto de acuerdo relativo al Convenio entre Chile y Argentina que autoriza actividades remuneradas en el pa�s receptor a familiares dependientes de personal de misiones diplom�ticas y consulares. -Los antecedentes sobre el proyecto figuran en los Diarios de Sesiones que se indican: Proyecto de acuerdo: En primer tr�mite, sesi�n 29a, en 8 de enero de 1991. Informes de Comisi�n: Relaciones Exteriores, sesi�n 49a, en 7 de abril de 1992. Relaciones Exteriores (nuevo), sesi�n 5a, en 16 de junio de 1992. Discusi�n: Sesi�n 49a, en 7 de abril de 1992 (queda pendiente su env�o a Comisi�n de Relaciones Exteriores); 50a, en 8 de abril de 1992 (vuelve a Comisi�n de Relaciones Exteriores). -Se reanud� la sesi�n p�blica a las 18:57. FALLO DE CORTE SUPREMA DE ESTADOS UNIDOS. SOLICITUD DE SESI�N ESPECIAL El se�or URENDA (Vicepresidente).- Contin�a la sesi�n p�blica. Tiene la palabra el Honorable se�or Ortiz. El se�or ORTIZ.- Se�or Presidente, normalmente, al inicio de la hora de Incidentes se retiran varios se�ores Senadores. Por eso deseo solicitar ahora a la Sala su acuerdo para celebrar una sesi�n especial destinada a tratar el fallo de la Corte Suprema de los Estados Unidos y la resoluci�n que el Gobierno de ese pa�s ha tomado en orden a extender su capacidad jurisdiccional a otras naciones del mundo. Conforme al Reglamento del Senado, mi petici�n puede hacerse por escrito o verbalmente cuando concurren a ella m�s de 16 Senadores. He conversado con representantes de todas las bancadas, y me parece que habr�a acuerdo al respecto. El se�or NAVARRETE.- Pido la palabra, se�or Presidente. El se�or URENDA (Vicepresidente).- Tiene la palabra Su Se�or�a. El se�or NAVARRETE.- Sugiero que la proposici�n que acaba de hacer el Honorable colega se�or Ortiz sea tratada, sin m�s tr�mite, en la primera reuni�n de Comit�s que se celebre. El se�or URENDA (Vicepresidente).- Eso parece lo m�s adecuado. Entonces, tendr�amos que ponernos de acuerdo sobre la oportunidad en que se llevar�a a cabo. VI. INCIDENTES El se�or URENDA (Vicepresidente).- Corresponde el tiempo al Comit� Mixto, que lo ha cedido al Honorable se�or Sule. Tiene la palabra Su Se�or�a. HOMENAJE AL CUERPO DE BOMBEROS DE CHILE. COMUNICACI�N El se�or SULE.- Se�or Presidente, se cumplen hoy 141 a�os desde la fundaci�n del primer Cuerpo de Bomberos de Chile, el cual fue creado precisamente el 30 de junio de 1851 aqu�, en Valpara�so, como consecuencia de un incendio que destruy� la mitad de la ciudad. La magnitud del siniestro determin� el surgimiento de una organizaci�n de voluntarios que, mediante la convocatoria en los medios de comunicaci�n, fue dando forma a esa instituci�n que, con el apoyo del Almirante don Manuel Blanco Encalada -entonces Intendente- se constituy� oficialmente en la fecha que hoy conmemoramos. Otra tragedia, el incendio de la Iglesia de la Compa��a de Jes�s, ocurrido en 1863 y que cost� la vida de centenares de personas, provoc� un fen�meno social parecido y una movilizaci�n que signific� la creaci�n de varias compa��as de bomberos en Santiago. De esos dos lamentables hechos nace una entidad que nos enorgullece por muchas razones, en particular por el car�cter voluntario con el que cumplen su misi�n quienes la integran. Pero quiero destacar otro aspecto: los bomberos chilenos, a lo largo de su extensa trayectoria, forman parte de uno de los organismos m�s plurales y representativos de todos los estratos y actividades sociales del pa�s. Para referirse a los militantes de mi Partido, dicen que somos radicales, masones y bomberos. Si bien no soy bombero, la afirmaci�n tiene mucho de cierto, ya que dos de las m�s preclaras figuras del radicalismo, don Manuel Antonio Matta y don �ngel Custodio Gallo, que fueron sus fundadores, concurrieron tambi�n a la fundaci�n del Cuerpo de Bomberos de Santiago, d�ndose, adem�s, la coincidencia de que tanto la instituci�n bomberil como el Partido Radical nacieron a la vida p�blica el a�o 1863. No estoy "radicalizando" -entre comillas- a los bomberos, aunque otro eminente radical como don Enrique Mac-Iver formara en sus filas, porque a lo que quiero apuntar es a su pluralidad. La n�mina de figuras de relieve nacional que fueron tambi�n bomberos incluye a personalidades de distintos signos, entre quienes cabe mencionar a don Pedro Montt, abogado, Parlamentario, Presidente de la C�mara de Diputados y Presidente de la Rep�blica hasta su fallecimiento; a don An�bal Pinto, Presidente de la Rep�blica, Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Santiago; a don Ismael Vald�s Vergara, que escribi� la historia del Cuerpo de Bomberos del pa�s en 1900 e inaugur�, en su calidad de Alcalde de Santiago, el Monumento al Bombero, siendo destacado Parlamentario que presidi� la C�mara de Diputados y el Senado de la Rep�blica; don Guillermo P�rez de Arce, Director del diario "El Mercurio", Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Santiago; don Hern�n Figueroa Anguita, diplom�tico, Vicepresidente del Senado, autor de la ley que otorga recursos econ�micos para el equipamiento de los voluntarios y tambi�n Superintendente del Cuerpo de Bomberos de Santiago, y don Enrique Philips, Decano de la Escuela de Odontolog�a y Vicerrector de la Universidad de Chile, quien ocup� igualmente altos cargos en la instituci�n bomberil. Todos ellos -junto a miles de empleados, obreros, empresarios, campesinos, profesionales, mineros, pescadores y estudiantes- dieron origen a esta entidad �nica en el mundo, en la que todos sus componentes son voluntarios que no perciben remuneraci�n por su labor y que, al sonar la alarma, dejan al un�sono sus tareas habituales para concurrir como un solo hombre a ponerse al servicio de la comunidad. Y, en ese momento, cuando se enfrentan al peligro o cuando el destino determina que ofrenden sus vidas, no hay distingos de ninguna especie: todos son iguales en el cumplimiento del deber que ellos mismos se han impuesto. Al expresarles en �ste, su d�a, no s�lo nuestro homenaje, sino tambi�n nuestro agradecimiento, quisiera hacerlo con el verbo de un ilustre hombre p�blico, Parlamentario y bombero, don Enrique Mc-Iver: "Un Cuerpo de Bomberos es una escuela. En este peque�o Estado, donde todos son iguales y donde se respeta el derecho, como el ni�o aprende la geograf�a de la tierra en un diminuto globo, aprende el Bombero a obedecer y a mandar, a deliberar y a juzgar; disciplina su esp�ritu en el derecho y en el deber; aprende, en una palabra, a ser ciudadano de un pueblo libre.". Se�or Presidente, ruego transcribir nuestras palabras de homenaje al Cuerpo de Bomberos de Chile y, en especial, a su Junta Nacional, presidida por don Octavio Hinzpeter. He dicho. El se�or D�AZ.- El Comit� Dem�crata Cristiano adhiere al homenaje, se�or Presidente. El se�or UREND� (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Alessandri. El se�or ALESSANDRI.- Se�or Presidente, como descendiente de don Jos� Besa, uno de los fundadores de la Primera Compa��a de Bomberos de Santiago, me sumo con mucho entusiasmo al justificado homenaje rendido hoy a esa instituci�n. El se�or URENDA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Prat. El se�or PRAT.- Se�or Presidente, soy representante de una Regi�n integrada por numerosas localidades menores, donde el Cuerpo de Bomberos ejerce una muy ben�fica funci�n, no s�lo desde el punto de vista de la protecci�n de la propiedad, sino tambi�n en cuanto a integrar a la sociedad. Por ello adhiero cabalmente a este homenaje, tanto en mi nombre como en el del Comit� Renovaci�n Nacional. El se�or URENDA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Thayer. El se�or THAYER.- Se�or Presidente, ced� con mucho agrado mi tiempo al Senador se�or Sule, y no pretendo descontarlo, pues comparto encarecidamente sus expresiones. He dedicado mucho tiempo de mi vida al tema laboral y, realmente, el Cuerpo de Bomberos siempre despert� en m� una admiraci�n muy especial, quiz�s porque me ha correspondido por varios a�os defender el problema de las remuneraciones de los trabajadores. En este caso, se trata precisamente de "trabajadores" que juegan su vida por definici�n, sin otro horizonte que su vocaci�n de servicio, producto de una solidaridad humana que constituye ciertamente un orgullo para el pa�s. Si -como recordaba el Honorable se�or Sule- muchos han identificado a los bomberos con el Partido Radical -orgullo para �ste-, indudablemente aqu�llos constituyen para Chile y su tradici�n una honra que a todos nos satisface y enaltece. El se�or VODANOVIC.- Pese a no ser radical, bombero... El se�or ORTIZ.- �Ni mas�n! El se�or VODANOVIC.- ... ni tampoco mas�n, adhiero, en nombre de mi Comit�, al justo homenaje que con brillantez ha rendido el Senador se�or Sule. El se�or URENDA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable se�or Letelier. El se�or LETELIER.- Se�or Presidente, como ex voluntario del Cuerpo de Bomberos de San Bernardo, con gran entusiasmo, me sumo al homenaje rendido por el Senador se�or Sule. El se�or SULE.- Se�or Presidente, deseo agradecer en forma muy fraternal la cesi�n de tiempo hecha por el Comit� Independiente de 3 Senadores. El se�or URENDA (Vicepresidente).- Se enviar� la comunicaci�n solicitada, en nombre del Honorable se�or Sule y en el de los se�ores Senadores y Comit�s que adhirieron al homenaje. El Comit� Independiente no har� uso del resto de su tiempo. El turno siguiente corresponde al Comit� Partidos por la Democracia y Socialista. Tiene la palabra el Honorable se�or Vodanovic. CHILE, POTENCIA OCE�NICA El se�or VODANOVIC.- Se�or Presidente, Chile es una potencia oce�nica. El �rea del Pac�fico forma parte de la realidad geogr�fica de nuestro pa�s y como tal est� destinada a tener una influencia permanente en los m�s diversos �mbitos de la realidad nacional. Los desaf�os que nos presenta el Pac�fico son enormes y las oportunidades de transformarlo en un punto de decisiva importancia para nuestras relaciones exteriores son crecientes. Hemos arribado a un momento en que la ocupaci�n efectiva de nuestro mar se ha tornado ineludible. El se�or Comandante en Jefe de la Armada, Almirante Jorge Mart�nez Busch, se encuentra desde hace por lo menos dos a�os abocado a la tarea de poner este tema como punto de debate nacional. Ha buscado permanentemente promover su discusi�n, fundamentalmente, en c�rculos pol�ticos y acad�micos. Me parece que lleg� la hora de recoger su invitaci�n. Por ello, creo oportuno expresar algunos puntos de vista que no necesariamente coinciden con los manifestados por el se�or Almirante, pero s� pueden contribuir a la generaci�n del debate a que hacemos alusi�n. Mirado desde una perspectiva hist�rica es claro que Chile ha tenido una vinculaci�n importante con la Regi�n del Pac�fico, la que se remonta a tiempos de la Independencia. Esto significa que el grado de conciencia colectiva sobre la importancia del Pac�fico sea en Chile relativamente mayor que en otros pa�ses de Am�rica Latina. Tambi�n las interacciones de orden comercial y econ�mico se han intensificado notoriamente estos �ltimos a�os, lo que ha permitido ir incrementando en el pa�s la percepci�n del Oc�ano Pac�fico en toda su globalidad. Todo ello es, desde luego, insuficiente para las aspiraciones a desarrollar una pol�tica oce�nica integral. Para tal efecto, se requiere de un esfuerzo muy grande en los m�s diversos campos, especialmente en el educacional. Los fen�menos estrat�gicos de la Cuenca del Pac�fico son relevantes para el pa�s; pero ellos no tienen a�n, por desgracia, grandes repercusiones en la conciencia del chileno medio. Otro tanto ocurre en el plano cultural, donde el intercambio con los dem�s pa�ses ribere�os es muy limitado. En consecuencia, no ha habido un aprovechamiento de las potencialidades que ofrece el oc�ano y, lo que es peor, la pol�tica general de nuestro pa�s hacia el Pac�fico ha sido poco sistem�tica, con limitaciones y altibajos, incapaz de definir plenamente sus prioridades. Para superar esta situaci�n se hace urgente identificar los intereses del Estado en esta materia y escoger los instrumentos adecuados para desarrollar, como hemos se�alado, una pol�tica oce�nica integral. En este contexto, las reflexiones llevadas a cabo por el Comandante en Jefe de la Armada son, sin duda, interesantes. Exhiben el claro sello de una investigaci�n seria y una elaboraci�n cuidadosa. Particularmente llamativo resulta su desarrollo del concepto de geopol�tica asociado a una visi�n propia del hemisferio norte, con la consecuente necesidad de adoptar la noci�n oceanopol�tica de parte de quienes vivimos en el hemisferio sur del planeta. M�s all� de las sutilezas acad�micas a las que, me parece, estar�a sujeta la definido de ambos conceptos, estimo m�s apropiado -en mi calidad de legislador y dirigente pol�tico- hablar de "pol�tica oce�nica integral". Esta expresi�n, quiz�s carente de rigor cient�fico, nos permite conjugar de manera flexible la amplia gama de materias interrelacionadas que se deben abordar y que van desde la jurisdicci�n del Estado hasta el fomento de actividades comerciales. En este contexto, considero que un aporte novedoso en las reflexiones del Almirante Mart�nez Busch est� constituido por la idea de que Chile no es �nicamente una larga y angosta faja, sino m�s bien se trata de un tri�ngulo oce�nico cuya base se apoya en la Cordillera de los Andes y cuyos v�rtices son la Ant�rtica por el sur, la l�nea de la Concordia por el norte y la Isla de Pascua por el occidente. Curiosamente, el grado de soberan�a de esta gran extensi�n mar�tima va decreciendo en la medida en que nos alejamos de la costa. En primer lugar, tenemos soberan�a plena sobre nuestras aguas interiores. Luego, siguen las 12 millas de mar territorial, donde est� permitido el paso de buques mercantes. M�s all�, se halla la Zona Contigua, hasta 24 millas de la costa, en que existen atribuciones de tipo sanitario y aduanero. Despu�s est� la Zona Econ�mica Exclusiva, hasta las 200 millas, donde s�lo podemos ejercer control de los recursos. A esto se agrega la figura nueva, original, no contrapuesta con el Derecho Internacional e introducida por el se�or Almirante, denominada Mar Presencial, definido como un �rea de alta mar donde se realizan actividades generales de observaci�n y de apoyo a otras espec�ficas, similares a las que efect�an las grandes potencias en aguas internacionales. La idea gr�fica propuesta, en el sentido de que Chile es en realidad un tri�ngulo, apunta evidentemente a la conciencia de cada uno de nosotros, educados en un contexto, claramente obsoleto, focalizado linealmente en el valle central del pa�s, de espalda o de lado al mar, pero nunca de frente y en el que el Oc�ano Pac�fico es un mero dato geogr�fico m�s. Resulta curiosa esta apreciaci�n generalizada que se ha desarrollado en la conciencia del chileno respecto al oc�ano, absolutamente contrastada con algunos hitos reveladores que sobre el tema fueron producidos por algunos de nuestros estadistas. Veamos: 1. La fundaci�n del Fuerte Bulnes en el Estrecho de Magallanes en 1843. 2. La creaci�n del concepto de Zona Contigua, en el C�digo Civil chileno del a�o 1855, entre las tres y las doce millas marinas. 3. La incorporaci�n de Isla de Pascua a la Rep�blica, el 9 de septiembre de 1888. 4. El decreto supremo N� 1.747, de 1940, que fija los l�mites de la Ant�rtica chilena e incorpora los mares adyacentes. 5. La declaraci�n oficial del Presidente Gonz�lez Videla, de 23 de junio de 1947, sobre jurisdicci�n mar�tima, que proclam� la soberan�a nacional sobre el z�calo continental e insular y sobre los mares adyacentes a la costa de Chile, hasta una distancia de 200 millas marinas. Esta declaraci�n dio origen al concepto jur�dico de plataforma continental, recogido en la Convenci�n sobre el Derecho del Mar de las Naciones Unidas, de 1982. 6. La declaraci�n de Santiago de 1952, mediante la cual Chile, Per� y Ecuador proclamaron, como norma de su pol�tica internacional mar�tima, la soberan�a y jurisdicci�n exclusiva que a cada uno de ellos les corresponde sobre el mar que ba�a las costas de sus respectivos pa�ses, hasta una distancia m�nima de 200 millas marinas. Esta hist�rica declaraci�n dio origen a un nuevo espacio mar�timo, que hoy conocemos como Zona Econ�mica Exclusiva. 7. La declaraci�n presidencial del 10 de septiembre de 1985, que proclam� la soberan�a sobre la plataforma continental de la Isla de Pascua y de la Isla de Sala y G�mez hasta una distancia de 300 millas marinas. 8. La ley N� 18.565, de 1986, que modific� en el C�digo Civil la extensi�n de mar territorial chileno de tres a doce millas marinas y que incorpor� a nuestra legislaci�n com�n los conceptos de Zona Econ�mica Exclusiva y de Plataforma Continental. Estos hitos revelan una actitud visionaria en algunas de nuestras autoridades a lo largo de la historia republicana de Chile respecto a la importancia del Pac�fico para el pa�s. Aquellos pasos, como hemos se�alado, fueron insuficientes para promover una mentalidad efectivamente oce�nica entre los chilenos. En la actualidad, el poder adquirido en la econom�a mundial por la Cuenca del Pac�fico, la necesidad imperiosa de buscar nuevos mercados para nuestras exportaciones y el creciente peso que tienen para nuestra econom�a algunos rubros �ntimamente vinculados al mar, convierten al Pac�fico en un desaf�o para nuestro desarrollo institucional, para la creatividad empresarial y para el rol que cabe a quienes son los responsables de nuestras relaciones internacionales. El Pac�fico, fuera de toda duda, ha entrado en un proceso irreversible de valorizaci�n estrat�gica no s�lo de parte de unos cuantos sectores vanguardistas del pa�s, sino en general de toda la comunidad internacional. La naci�n chilena se ha caracterizado, entre otras muchas cosas, por estar permanentemente atenta a los cambios y corrientes mundiales; siempre ha buscado adaptarse a ellos, aunque sea intuitivamente, y no pocas veces lo ha hecho con �xito. Uno de sus �ltimos logros est� relacionado con la capacidad de insertarse con vigor en la econom�a mundial y mantener un desarrollo din�mico y sostenido sobre las bases de la libre competencia. Diversos estudios se�alan que, en unos a�os m�s, el Pac�fico se convertir� en el oc�ano m�s gravitante del planeta, desplazando al Atl�ntico de manera definitiva despu�s de cinco siglos, y que se transformar� en un s�lido puente entre Asia y Am�rica. Ante esta realidad, Chile no debiera desaprovechar las enormes potencialidades que le ofrecen sus miles de kil�metros de costa en el Pac�fico. Por lo tanto, se hace urgente identificar intereses y definir objetivos en estas importantes aguas, que constituyen el 32 por ciento del �rea-superficie de todo el planeta. Este oc�ano -llamado en el siglo XVI "Mar del Zud de Vasco N��ez de Balboa"- es hoy un espacio natural donde confluyen 12 Estados americanos, 14 australasi�ticos y 15 insulares, aparte de un sinn�mero de peque�as islas, dependencias o fideicomisos de Estados m�s grandes, que albergan en total a m�s de mil 600 millones de personas. Hacia este espacio -tan clave dentro de la realidad emergente del siglo XXI- nuestro pa�s debe desarrollar, desde ya, una proyecci�n oce�nica multifac�tica. Ser�a imposible imaginar una pol�tica exterior, una diplomacia nacional, para los pr�ximos a�os, en la que est� ausente el Oc�ano Pac�fico. Ser�a un error no instalarlo en un lugar prioritario de la agenda externa del pa�s en el corto y en el largo plazos. S� ser�a altamente deseable un pronto proceso de discusi�n, encaminado a que el Estado chileno elabore una visi�n integrada, donde se definan marcos de desarrollo para la exploraci�n y explotaci�n de los recursos mar�timos, que elabore pautas de exigencias destinadas a preservar el medio ambiente marino y de las zonas costeras, y que impulse con energ�a el mejoramiento de puertos y modernizaci�n de su infraestructura. En definitiva, el Pac�fico debiera convertirse, en un lapso relativamente corto, en un marco de referencia cotidiana para todos los chilenos, plenamente asimilado en la mentalidad nacional, as� como en centro de preocupaci�n pol�tica, econ�mica y acad�mica de las diversas instituciones del Estado. El se�or URENDA (Vicepresidente).- Corresponde el turno al Comit� Radical-Social Dem�crata. No hay Senadores presentes... El se�or CANTUARIAS.- Exc�seme, se�or Presidente, acordamos un cambio con el Senador se�or Vodanovic en el turno del Comit� Mixto, raz�n por la cual ahora deseo hacer uso de la palabra dentro del tiempo de �ste. El se�or URENDA (Vicepresidente).- Si as� fue acordado... El se�or CANTUARIAS.- Se�or Presidente, el Honorable se�or Vodanovic explic� que quer�a anticipar su intervenci�n, pues ten�a compromisos; y convinimos en permutar los tiempos de los respectivos Comit�s. El se�or VODANOVIC.- Se�or Presidente, en realidad, por gentileza del Senador se�or Cantuarias cambiamos los tiempos. Efectivamente a Su Se�or�a le correspond�a intervenir primero. Olvid� hacerlo presente. �Muchas gracias, Honorable colega! El se�or URENDA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador se�or Cantuarias. FINANCIAMIENTO DE EDUCACI�N MUNICIPAL. OFICIO El se�or CANTUARIAS.- Se�or Presidente, deseo referirme a dos materias y solicitar el env�o de algunos oficios. En el mes de marzo �ltimo, con las firmas reglamentarias, un grupo de Senadores pedimos celebrar una sesi�n especial, con invitaci�n al se�or Ministro de Relaciones Exteriores, para tratar el entonces escabroso asunto de la estad�a del se�or Honecker en la embajada chilena en Mosc�. Todos somos testigos de que en el entretanto el asunto ha empeorado y todav�a no se lleva a cabo esa sesi�n. Lo anterior me lleva al tema relacionado con el Ministerio de Educaci�n, el que paso a abordar en seguida. Tengo el temor de que se establezca el h�bito de ignorar o no responder ciertas solicitudes que, con las formalidades reglamentarias, el Senado formula respecto de materias de inter�s y que, de acuerdo con el ordenamiento jur�dico vigente, es deber de las autoridades responder. Cit� el ejemplo del caso Honecker; pero debo decir que en la sesi�n de 6 de mayo solicit� el env�o de un oficio al Ministerio de Educaci�n pidi�ndole informar acerca del d�ficit que afectaba a la educaci�n municipal subvencionada, con expresa referencia al que enfrentaban los municipios en la administraci�n de la educaci�n a lo largo del pa�s. De acuerdo con las cifras entregadas en la Comisi�n de Educaci�n del Senado, ese d�ficit ascend�a a diciembre de 1991 a una cifra cercana a los 15 mil millones de pesos. Por los montos involucrados y el origen de dicho d�ficit, ya no se lo puede atribuir a problemas de administraci�n o de gesti�n, por estar generalizado en todos los municipios, raz�n por la cual era de la mayor importancia saber cu�l era a la fecha la magnitud de aqu�l estimada por la Cartera del ramo y, sobre todo, las iniciativas que hab�a tomado para subsanar la situaci�n. Con mucho pesar, debo se�alar en el Senado que estamos a 30 de junio y todav�a no se da respuesta a ese pedido de antecedentes, lo que estimo de la mayor gravedad. Dos d�as atr�s, todos los chilenos concurrimos a elegir a las futuras autoridades edilicias, las que asumir�n sus responsabilidades en municipios, en muchos casos, t�cnicamente quebrados, producto del d�ficit producido en la administraci�n educacional en los establecimientos de su jurisdicci�n, el que, de mantenerse, significar� que no estaremos haciendo ning�n servicio a la democracia ni a las aspiraciones y anhelos que, sin ninguna duda, los candidatos -hoy, concejales electos- se comprometieron a llevar a la pr�ctica. Se trata de un problema de la mayor importancia. Las municipalidades m�s grandes, en un principio, y todas las dem�s, despu�s, a lo largo de todo Chile, tienen dificultades financieras virtualmente insalvables respecto de la administraci�n de la educaci�n, las que -repito- no pueden atribuirse a errores o equivocaciones de administraci�n, como suele decirse cada vez que se habla sobre el tema al tenderse a ejemplificar con alg�n caso en el que se estima que el problema est� radicado ah�. Creo que entre los distintos sectores representados en el Senado existe amplia opini�n formada y acuerdo en cuanto a que el problema ya es estructural y de origen, y que resulta inadmisible que el Ministerio de Educaci�n, despu�s de dos meses, todav�a no responda acerca de cu�l es la magnitud de ese d�ficit y sobre qu� piensa hacer al respecto. En consecuencia, solicito oficiar al se�or Ministro del ramo para que, si lo tiene a bien, por lo menos informe al Senador que habla respecto del d�ficit de la administraci�n municipal de la educaci�n. Pero no deseo que se lo confunda con situaciones vividas en establecimientos subvencionados, sino referirlo exclusivamente a los planteles municipales a lo largo del pa�s. Y deseo, principalmente, que se se�alen las iniciativas seguidas para resolver tan complicada situaci�n. Asimismo, quiero que en el oficio se encarezca una respuesta r�pida a mi solicitud, puesto que pr�cticamente han transcurrido 60 d�as desde que enviara la anterior en el mismo sentido, y porque tengo el temor de que se est� asentando el h�bito de no responder las consultas que los Senadores formulamos sobre materias tan importantes como �stas. -Se anuncia el env�o del oficio solicitado, en nombre del se�or Senador, en conformidad al Reglamento. ACUERDOS PRODUCIDOS EN CRISIS DEL CARB�N. OFICIOS El se�or CANTUARIAS.- El segundo aspecto que abordar� dice relaci�n a un problema muy grave que se vive en la Regi�n que represento, que tiene que ver con la denominada "crisis del carb�n", y que ha motivado algunas intervenciones en el Senado, e inclusive, un debate. En lo concreto, se ha llegado a un punto cr�tico, y por la prensa nos hemos enterado de algunos acuerdos que se han producido entre dirigentes sindicales y algunas autoridades de Gobierno relacionadas con el tema, respecto de materias de tanta trascendencia como jubilaciones anticipadas, indemnizaciones y subsidios para la actividad productiva del carb�n. Como esto toca de manera muy directa a parte importante de la Regi�n que represento en el Senado, y en atenci�n a que tales acuerdos -no quiero ser suspicaz- aparecieron profusamente publicados a fines de la semana anterior, me temo que estemos en presencia de una suerte de compromisos suscritos al margen del Parlamento. Considero muy grave el precedente que se est� estableciendo, porque, en buenas cuentas, parece ser que temas de car�cter previsional, de inversi�n y de gasto de fondos p�blicos cuya gravitaci�n es enorme respecto de cualquier otra actividad que atraviese por dificultades en el pa�s se resolver�n entre dos sectores muy importantes de la vida social y pol�tica de Chile, pero al margen de otros que necesariamente tienen la obligaci�n de suscribir los mandatos legales que permitan poner en pr�ctica ese tipo de medidas que hemos conocido por informaciones de prensa. Por lo anterior, como el asunto es muy delicado, y por tener la mayor preocupaci�n por la situaci�n del carb�n y la gente que labora en el sector -porque es necesario confesar las cosas por el lado que a uno le preocupan-, solicito que se remitan en mi nombre sendos oficios a los se�ores Ministros Presidente de la Comisi�n Nacional de Energ�a y de Econom�a, a fin de que nos informen acerca de esos acuerdos y de las modificaciones al proyecto de ley aprobado en su oportunidad sobre subsidio compensatorio a la industria del carb�n. De ese modo, por lo menos el Senador que habla y, seguramente, otros que tienen inter�s en el tema, podremos tomar conocimiento de las materias que ser�n objeto de iniciativas legales en el futuro, haciendo presente mi preocupaci�n por la suerte de los mineros del carb�n y de todos los trabajadores de Chile y, sobre todo, por el cuidado y el respeto de las prerrogativas que en el ejercicio de sus leg�timas responsabilidades ejerce cada uno de los chilenos imbuidos de representaci�n, obligaciones, deberes y derechos. He dicho. -Se anuncia el env�o de los oficios solicitados, en nombre del se�or Senador, en conformidad al Reglamento. El se�or URENDA (Vicepresidente).- El siguiente turno corresponde al Comit� Dem�crata Cristiano. El se�or D�AZ.- No haremos uso de �l, se�or Presidente. El se�or URENDA (Vicepresidente).- En el tiempo del Comit� Renovaci�n Nacional, ofrezco la palabra. Tiene la palabra el Senador se�or Larre. FINANCIAMIENTO DE SALUD. OFICIO El se�or LARRE.- Se�or Presidente, Aprovechando el planteamiento general hecho por el se�or Senador que me antecedi� en el uso de la palabra en materia de subvenciones educacionales, deseo solicitar el env�o de un oficio al se�or Ministro de Salud, en t�rminos similares, en lo atinente a su Cartera. Pr�ximamente asumir�n sus funciones las nuevas autoridades comunales. Estamos en antecedentes de que la atenci�n de salud primaria recibe un subsidio del Estado y, al mismo tiempo, en muchas comunas, uno de origen local. Por ello, con el fin de tener cabal conocimiento de la situaci�n en el momento en que se est� discutiendo el financiamiento de las municipalidades, creo que ser�a altamente conveniente conocer con antecedentes fidedignos lo que est� ocurriendo en el sector salud. En consecuencia, deseo sumarme al planteamiento hecho por el Senador se�or Cantuarias y agregar esta otra materia que, creo, es tan trascendente como la educaci�n, por cuanto est� relacionada con elementos fundamentales de subsidio social a la poblaci�n. En nombre del Comit� Renovaci�n Nacional y en el m�o propio, solicito que se oficie al se�or Ministro de Salud, para que tenga a bien informar al Senado de la Rep�blica respecto de las subvenciones y de los aportes directos que los municipios est�n haciendo al programa de atenci�n de salud primaria y, a la vez, acerca del monto de la deuda comprometida en cada una de las 334 municipalidades en que est� dividido el pa�s. Gracias, se�or Presidente. -Se anuncia el env�o del oficio solicitado, en nombre del se�or Senador, en conformidad al Reglamento. El se�or URENDA (Vicepresidente).- Restan algunos minutos al Comit� Renovaci�n Nacional. Si no har� uso de ellos, corresponde su tiempo al Comit� Independiente, que no intervendr�. Se levanta la sesi�n. -Se levant� a las 19:32. Manuel Oca�a Vergara, Jefe de la Redacci�n.