. . . " CONDICIONES DE TRABAJO EN EL CARB\u00D3N\n \nEl se\u00F1or THAYER .- \nSe\u00F1or Presidente , quiero aprovechar la presencia de los Senadores se\u00F1ores D\u00EDaz y R\u00EDos, que han abordado dos asuntos de gran trascendencia, para plantear, quiz\u00E1 como anticipo de la sesi\u00F3n especial que dedicaremos al tema energ\u00E9tico, lo que constituye una consecuencia, un corolario de la situaci\u00F3n que hemos analizado.\n \nDesde hace bastante tiempo me preocupa la vinculaci\u00F3n del aspecto humano-laboral \u00BFo, mejor dicho, inhumano-laboral\u00BF con el agotamiento de los mantos carbon\u00EDferos, sin perjuicio de que, eventualmente, con relaci\u00F3n a ese primer punto pueda acontecer algo parecido en la miner\u00EDa de cobre subterr\u00E1nea. \n\u00BFA qu\u00E9 me refiero? Tomemos el caso del carb\u00F3n, expuesto por el Honorable se\u00F1or R\u00EDos y que mereci\u00F3 el comentario del Senador se\u00F1or D\u00EDaz . A medida que se va haciendo menos comercial, m\u00E1s costosa la explotaci\u00F3n \u00BFporque, entre otros factores, se va requiriendo ahondar m\u00E1s y m\u00E1s los piques, en forma tal que hoy se trabaja a varios kil\u00F3metros de la costa bajo el mar y a una profundidad significativa\u00BF, se va generando un problema doble: se incrementan los costos y se va haciendo m\u00E1s inhumana la actividad del minero, que realiza su pesada labor en lugares cada vez m\u00E1s riesgosos, m\u00E1s lejanos de la costa y a mucha distancia de la superficie.\n \nEn mi vida he tenido tres oportunidades de bajar a piques de carb\u00F3n y \u00BF\u00A1claro!\u00BF las recuerdo como momentos dif\u00EDciles. Pero hay que ver lo que significa para las personas que tienen que hacerlo en forma habitual. \nNo es humano que un trabajador desarrolle regularmente, durante un tiempo \u00BFno sabr\u00EDa precisar cu\u00E1nto\u00BF de tal vez un a\u00F1o, dos, tres o cinco a\u00F1os, esa misma labor, que lo va destruyendo indefectiblemente. Es una cuesti\u00F3n que toca no s\u00F3lo el tema de la jubilaci\u00F3n anticipada, sino, tambi\u00E9n, el de la organizaci\u00F3n para que cierto tipo de actividades no deban realizarse durante un lapso excesivamente largo, por ser da\u00F1inas para la condici\u00F3n humana. \nY vinculado a \u00E9se existe otro problema, que es netamente laboral y previsional. El recorrido del minero desde el momento en que desciende al pique hasta que llega a su lugar de trabajo se incluye, en rigor, en la jornada; pero es una parte in\u00FAtil, costosa y de gran riesgo. Y esto no es algo indefinido. En la actualidad, el tiempo, de ida y regreso, que se emplea desde el fondo de un pique hasta el sitio de trabajo es una parte importante de la jornada y expresiva, adem\u00E1s, de la condici\u00F3n tremendamente inhumana que impera en ese \u00E1mbito. \nEn 1965 estuve en un pique y convers\u00E9 con un minero cuyo nombre era Le\u00F3n (no recuerdo su apellido), quien llevaba alrededor de 25 a\u00F1os en esa clase de faena. Pienso que estos casos de permanencia tan prolongada en ese tipo de labores no debieran repetirse, y que tenemos que aprovechar \u00BFentre comillas\u00BF esta crisis que enfrenta la miner\u00EDa del carb\u00F3n para apuntar hacia lo que dec\u00EDa el Honorable se\u00F1or R\u00EDos y que con toda raz\u00F3n comentaba el Senador se\u00F1or D\u00EDaz : a no mantener esa situaci\u00F3n en una actividad que se torna no s\u00F3lo anticomercial, sino, tambi\u00E9n, profundamente inhumana.\n \nY precisamente en defensa de la condici\u00F3n humana de los trabajadores que se desempe\u00F1an en minas subterr\u00E1neas es preciso buscar alternativas de ocupaci\u00F3n para ellos cuando el proceso de explotaci\u00F3n adquiere las caracter\u00EDsticas se\u00F1aladas. \nHe dicho. \n \n " . . . . . . .