. . . . . . . . " \nEl se\u00F1or PRAT.- \nSe\u00F1or Presidente, el proyecto que estamos llamados a votar responde a un acuerdo a que llegaron el Gobierno y Renovaci\u00F3n Nacional. Nuestro Partido concurri\u00F3 a suscribirlo hall\u00E1ndose en una posici\u00F3n de mucha cr\u00EDtica respecto de la forma como se han gastado los recursos en este per\u00EDodo, pero lo hizo en el \u00E1nimo de buscar beneficios para el pa\u00EDs, fundamentalmente con el objetivo de asegurar un equilibrio macroecon\u00F3mico que de otro modo se habr\u00EDa visto gravemente afectado. Lo hizo, tambi\u00E9n, para conseguir una estabilidad tributaria por un plazo prudente (se determin\u00F3 en 4 a\u00F1os); para obtener de la autoridad -tanto presente como futura, cualquiera que \u00E9sta sea- una orientaci\u00F3n clara acerca del uso de los recursos p\u00FAblicos y de las prioridades de su gasto, y, por \u00FAltimo, para introducir el concepto de democracia tributaria, en orden a que el contribuyente pueda ir progresivamente definiendo las prioridades sociales a las que deben destinarse sus aportes al Estado.\n \nSin embargo, como he dicho, nuestra aproximaci\u00F3n al acuerdo ha partido desde una posici\u00F3n especialmente cr\u00EDtica respecto de la administraci\u00F3n de los recursos p\u00FAblicos. Quiz\u00E1 el tiempo que ha debido esperarse en el d\u00EDa de hoy para comenzar el debate del proyecto sea un reflejo de ello. A esta demora nos referiremos m\u00E1s adelante. \nNos ha merecido reparos, en primer lugar, la forma en que se dio cumplimiento al acuerdo de 1990. En nuestra opini\u00F3n, no habr\u00EDa sido necesario venir al Congreso a solicitar m\u00E1s recursos para cubrir el d\u00E9ficit incubado, si la ley que dispuso un alza temporal de tributos, dictada ese a\u00F1o, hubiera sido seguida de un adecuado manejo de las finanzas p\u00FAblicas.\n \nHemos identificado cuatro maneras equivocadas de administrar los recursos durante la gesti\u00F3n del actual Gobierno.\n \nLa primera consiste en inyectar ciegamente m\u00E1s y m\u00E1s fondos en sistemas estructuralmente agotados. Tal es el caso de la salud p\u00FAblica, donde el gasto anual por persona atendida ha crecido en 66 por ciento, sin que la poblaci\u00F3n perciba mejoramiento alguno. Los Ministros que se han desempe\u00F1ado en la Cartera del ramo han visualizado la falta de racionalidad y carencia de incentivos para un buen funcionamiento, pero en el momento de proponer soluciones la Concertaci\u00F3n gobernante se ha tensionado en exceso.\n \nLa segunda deriva del hecho de gastarlos centralizadamente a trav\u00E9s de mecanismos que desincentivan la eficiencia, la que s\u00F3lo se logra cuando las decisiones pertinentes se toman cerca de las personas llamadas a ser beneficiadas por la acci\u00F3n p\u00FAblica. El problema que planteo se observa en el manejo del presupuesto para el sector Educaci\u00F3n, aspecto que se ha traducido en que las municipalidades se encuentren hoy ahogadas en d\u00E9ficit que hacen imposible la gesti\u00F3n que les compete. Si bien se hab\u00EDa logrado materializar una preferencia hacia la subvenci\u00F3n por alumno, lo cual favorece la libertad en que se sustentan la competencia y la creatividad, estos tres a\u00F1os, no obstante el crecimiento global de dicho presupuesto en 33 por ciento, la subvenci\u00F3n cae en 7 por ciento real, perdiendo relevancia entre programas fuertemente centralizados y burocratizados.\n \nLa tercera -y la m\u00E1s gruesa- radica en el gasto en burocracia, en veh\u00EDculos, en honorarios, en oficinas (s\u00F3lo en los denominados \"gastos de oficina\" se invierten hoy 130 millones de d\u00F3lares m\u00E1s que el equivalente en 1990), en nuevas reparticiones, en comisiones.\n \nLa cuarta modalidad es la que ha demorado el tratamiento del proyecto en esta sesi\u00F3n: el gasto de recursos p\u00FAblicos en \u00E1reas y actividades que no son propias de la acci\u00F3n del Estado. El presupuesto de este a\u00F1o considera alrededor de 700 millones de d\u00F3lares para ese efecto, en circunstancias de que se trata de \u00E1mbitos en que el sector privado tiene inter\u00E9s en invertir. Si a \u00E9ste se le hubieran dejado espacios para ello, la liberaci\u00F3n de esos fondos no s\u00F3lo habr\u00EDa hecho innecesaria la reforma en debate, sino que, adem\u00E1s, habr\u00EDa permitido que fueran destinados a las actividades sociales, y, en particular, a las correspondientes a los municipios, que hoy se ahogan en los d\u00E9ficit se\u00F1alados.\n \nEstas son, pues, las cuatro formas equivocadas de utilizar los recursos evidenciadas por este Gobierno, ya pr\u00F3ximo a su t\u00E9rmino. En conjunto, ellas han impedido aprovechar bien aquellos con que se ha contado, muy superiores a los disponibles en 1990. En el trienio 1991-1993, el gasto p\u00FAblico habr\u00E1 crecido en 2 mil 877 millones de d\u00F3lares, con relaci\u00F3n al trienio precedente. Es cierto que el presupuesto est\u00E1 equilibrado, pero hoy lo est\u00E1 en 8 mil 200 millones de d\u00F3lares, en tanto que antes lo estaba en 6 mil 500 millones de d\u00F3lares. Sin embargo, merced a las cuatro v\u00EDas equivocadas descritas, ese mayor gasto no ha permitido llevar a la poblaci\u00F3n los beneficios a que aspira, de modo que hoy nos vemos forzados a legislar para mantener la reforma tributaria, parcialmente de una manera feliz.\n \nAl acercarnos a este acuerdo, habr\u00EDamos querido que los impuestos bajaran a los niveles de 1990. Pero, como dije anteriormente, la acci\u00F3n de legislar sin medir el efecto de largo plazo de la normativa dise\u00F1ada fue incubando un d\u00E9ficit que el pr\u00F3ximo a\u00F1o habr\u00EDa sido altamente inconveniente para el equilibrio macroecon\u00F3mico, con perjuicios para todas las actividades del pa\u00EDs. Y por eso nos acercamos a este acuerdo.\n \nEl se\u00F1or Ministro rese\u00F1\u00F3 los elementos sustanciales del acuerdo tributario. Por mi parte, quiero destacar los aspectos a nuestro juicio m\u00E1s relevantes, los susceptibles de mejoramiento y los dignos de celebrar.\n \nEn primer lugar, en cuanto a los impuestos a las personas, se retrotraen a la situaci\u00F3n que prevalec\u00EDa en junio de 1990, reduci\u00E9ndose a 45% la tasa m\u00E1xima. Sin embargo, se introducen dos elementos que consideramos positivos, uno de los cuales, como se\u00F1al\u00F3 el se\u00F1or Ministro , puede perfeccionarse. El primero es el incentivo al ahorro personal a trav\u00E9s de postergar el pago de los impuestos por los ingresos depositados en ciertos instrumentos, mecanismo que, seg\u00FAn indic\u00F3 el se\u00F1or Ministro , podr\u00EDa perfeccionarse por la v\u00EDa de una exenci\u00F3n tributaria respecto de parte de los mismos.\n \nEl otro elemento consiste en establecer un mecanismo de retribuci\u00F3n del Estado por el aporte que padres y apoderados hacen a la educaci\u00F3n de sus hijos en el caso de las ense\u00F1anzas b\u00E1sica y media impartidas en establecimientos que reciben subvenci\u00F3n fiscal.\n \nPor razones pr\u00E1cticas, de buena operaci\u00F3n, en el acuerdo se resolvi\u00F3 que este beneficio debe traducirse en un mejoramiento del actual sistema de financiamiento compartido de la educaci\u00F3n, modalidad a la que hoy accede s\u00F3lo 3 por ciento de los alumnos de las ense\u00F1anzas b\u00E1sica y media. El mecanismo en vigor es excesivamente mezquino. El acuerdo lo extiende ampliamente, de manera que se extingue el aporte estatal cuando el del apoderado supera las cuatro unidades de subvenci\u00F3n educacional, en circunstancias de que ahora ello s\u00F3lo ocurre cuando el aporte citado en \u00FAltimo t\u00E9rmino llega a las 2,5 unidades. La gradualidad, entonces, es mucho mayor. Y eso significa mantener el aporte fiscal pese a la colaboraci\u00F3n de los apoderados al establecimiento educacional. \nNos hab\u00EDa satisfecho especialmente la extensi\u00F3n del sistema a la ense\u00F1anza municipal, por cuanto habr\u00EDa permitido recoger aportes de apoderados que hoy no se reciben y que en algunos casos pueden efectuarse. Desgraciadamente, el se\u00F1or Ministro nos informa que en el Senado ser\u00E1 retirada esa modalidad, que la C\u00E1mara de Diputados ya aprob\u00F3. Y es preciso aclarar que, de nuestra parte, la acogimos por creer que constituye un avance racional en el sentido de que si las personas pueden hacer aportes a la educaci\u00F3n particular subvencionada los hagan tambi\u00E9n en el \u00E1mbito municipal.\n \nEn segundo t\u00E9rmino, tocante al impuesto a las empresas, se mantiene la tasa del 15 por ciento, pero con la facultad de destinar hasta 2 por ciento de la base imponible a proyectos sociales en el \u00E1rea de la educaci\u00F3n. Para los efectos del acuerdo, propusimos que ello fuese posible, no s\u00F3lo en el \u00E1mbito educacional, sino adem\u00E1s en el de la salud, que hoy adolece de falta de recursos, y en el de la propia infraestructura comunal. Identificamos siete \u00E1reas de la actividad social comunal que podr\u00EDan ser elegibles para esos aportes, los cuales en s\u00ED configuran una suerte de democracia tributaria. Desafortunadamente, s\u00F3lo hemos logrado el consentimiento del Gobierno para destinar esos recursos a la educaci\u00F3n. Estamos en un proceso com\u00FAn de perfeccionamiento de la modalidad para flexibilizarla y hacer posible que con ese aporte se mejore el proyecto educativo que incluye pago de remuneraciones de profesores, perfeccionamiento, edificaci\u00F3n y equipamiento en general.\n \nSe han logrado otros avances importantes, como la eliminaci\u00F3n de la doble tributaci\u00F3n de las empresas chilenas que invierten en el exterior; la rebaja de los impuestos correspondientes para reducir los pagos por royalties; la elevaci\u00F3n del est\u00EDmulo tributario a la inversi\u00F3n de la peque\u00F1a y mediana industrias; y la restricci\u00F3n del l\u00EDmite superior del valor anual de las patentes industriales y comerciales (contempladas en un proyecto de la C\u00E1mara de Diputados que modifica la Ley sobre Rentas Municipales) a 4 mil UTM.\n \nEn tercer lugar, respecto del Impuesto al Valor Agregado -como el se\u00F1or Ministro explic\u00F3-, se establece una tasa permanente de 17 por ciento, pero se faculta al Presidente de la Rep\u00FAblica para rebajarla o aumentarla en un punto, transform\u00E1ndose tal flexibilidad en un elemento de manejo monetario antic\u00EDclico. Y desde ya se ha dispuesto, por necesidad de recursos tributarios, que en los dos primeros a\u00F1os -1994 y 1995- se mantenga en el 18 por ciento actual.\n \nEn cuarto t\u00E9rmino, hemos logrado el compromiso de que durante toda la vigencia del acuerdo tributario se mantendr\u00E1 una pol\u00EDtica de austeridad fiscal, de l\u00EDmite y selectividad del gasto. Y quiero hacer una precisi\u00F3n respecto de lo se\u00F1alado por el se\u00F1or Ministro en la materia: el compromiso a que se refiere la letra D del acuerdo es v\u00E1lido respecto de los recursos p\u00FAblicos en general y no s\u00F3lo de los provenientes de la reforma en an\u00E1lisis. Eso es algo que debe quedar claro y expl\u00EDcito en esta discusi\u00F3n.\n \nEn cuanto a los 2 mil 800 millones adicionales que recibe el Estado como consecuencia de la reforma tributaria pasada, de los cuales 800 millones obedecen al alza temporal de tributos que se acord\u00F3 en 1990 y el resto es propio del crecimiento de la econom\u00EDa, se ha sostenido que el Gobierno cumpli\u00F3 el acuerdo, pues dedic\u00F3 los 800 millones al \u00E1rea social. Eso querr\u00EDa decir que quedar\u00EDa eximido de la responsabilidad de haber gastado demasiado sueltamente el resto de esos recursos, para aplicarlos en la forma equ\u00EDvoca que se\u00F1al\u00E9 anteriormente. Eso no puede ser entendido as\u00ED, y menos aun en el actual acuerdo, que dispone expl\u00EDcitamente que los recursos p\u00FAblicos -cualesquiera que sean: producto de los tributos, del crecimiento de la econom\u00EDa o de otra fuente de ingresos fiscales- deben ser objeto de austeridad fiscal y quedar sujetos al l\u00EDmite establecido en la Ley de Presupuestos que se discute anualmente en el Congreso Nacional, aparte que los de inversi\u00F3n deber\u00E1n dedicarse a financiar los programas de car\u00E1cter social y los de infraestructura que no pueden ser adecuadamente abordados por inversionistas privados. Cuando decimos \"adecuadamente\" estamos refiri\u00E9ndonos a impedimentos de \u00EDndole pr\u00E1ctica y no de car\u00E1cter legal. Respecto de estos \u00FAltimos, podemos legislar para salvarlos. Y, desde ya, el Gobierno cuenta con el sistema constitucional de la urgencia para lograr que los proyectos respectivos se tramiten r\u00E1pidamente.\n \nDentro del acuerdo, es important\u00EDsima una agenda de temas pendientes, los cuales ahora no fueron incluidos, no por ser de menor importancia, sino para facilitar la discusi\u00F3n presupuestaria en las fechas que la Constituci\u00F3n establece. Para ello, se resolvi\u00F3 constituir una comisi\u00F3n que deber\u00E1 emitir pronunciamiento a m\u00E1s tardar el 1\u00B0 de noviembre pr\u00F3ximo. \nDe entre tales materias, cabe destacar: an\u00E1lisis general de la tributaci\u00F3n agr\u00EDcola y minera, y particularmente, de las dificultades pr\u00E1cticas que evidencia el inicio de la contabilidad; an\u00E1lisis de las retenciones del Impuesto al Valor Agregado en la agricultura, sector que hoy, atendido el sistema a que se lo somete, aparece como sujeto de segundo orden en cuanto a la apreciaci\u00F3n de honorabilidad; an\u00E1lisis del impuesto a las ganancias de capital en acciones -sea de primera categor\u00EDa y/o adicional- que afecta a inversionistas extranjeros y que tiene a las bolsas de comercio chilenas en una situaci\u00F3n altamente desmejorada con relaci\u00F3n a las del extranjero; an\u00E1lisis para una soluci\u00F3n de la situaci\u00F3n tributaria existente en las zonas extremas; an\u00E1lisis de la forma de determinar los aval\u00FAos urbanos y rurales y la fecha de su aplicaci\u00F3n; an\u00E1lisis de la tributaci\u00F3n que afecta a las pensiones de jubilaci\u00F3n; an\u00E1lisis de la tributaci\u00F3n que afecta a las cotizaciones previsionales y de salud de los trabajadores independientes, las cuales tienen hoy un tratamiento inequitativo respecto de lo que sucede con los dependientes; y an\u00E1lisis para una simplificaci\u00F3n de numerosos impuestos que, generando una escasa recaudaci\u00F3n, entraban diversas actividades econ\u00F3micas y productivas.\n \nA consecuencia del mismo acuerdo, se consider\u00F3 mantener abierta la referida comisi\u00F3n especial para incorporar temas de relevancia p\u00FAblica que, por la rapidez con que aqu\u00E9l se gener\u00F3, pueden haber quedado al margen. Desde ya, ingres\u00F3 para su estudio una materia muy fundamental que afecta a la generalidad de las exportaciones del pa\u00EDs, las cuales enfrentan una situaci\u00F3n muy cr\u00EDtica que pone en riesgo su supervivencia. Al respecto, se considera ampliar la devoluci\u00F3n de impuestos de distinta \u00EDndole que se aplican a lo largo del proceso exportador. \nEsos temas -como se\u00F1al\u00E9- est\u00E1n siendo analizados por una comisi\u00F3n en la cual participan Parlamentarios de Renovaci\u00F3n Nacional, quienes seguramente querr\u00E1n hacer mayores precisiones sobre el particular.\n \nEn resumen, se\u00F1or Presidente , participamos en el acuerdo tributario en la b\u00FAsqueda de los valores que nos parecen fundamentales para el bien nacional en cuanto a asegurar el equilibrio macroecon\u00F3mico y la es-tabilidad tributaria -para ello hemos logrado un per\u00EDodo de cuatro a\u00F1os-; obtener la reorientaci\u00F3n en el uso de los recursos p\u00FAblicos y sus prioridades, y finalmente, avanzar hacia una democracia tributaria.\n \nHabr\u00EDamos quedado satisfechos si se hubiese logrado una rebaja absoluta de impuestos. Empero, creemos que el acuerdo es conveniente. Y en esa virtud concurrimos a \u00E9l y aprobaremos el proyecto, pues entendemos que fue lo mejor que pudo obtenerse. \nHe dicho. \n " .