. " \nEl se\u00F1or RUIZ (don Jos\u00E9).- \nSe\u00F1or Presidente, estimados colegas: \nCreo que para iniciar la discusi\u00F3n de este proyecto es importante, como lo ha manifestado el se\u00F1or Ministro del Trabajo, tener tambi\u00E9n en cuenta lo que ha pasado con iniciativas anteriores. \nQuiero referirme en particular a una situaci\u00F3n que debe llamarnos a meditar: despachamos un proyecto sobre el t\u00E9rmino del contrato de trabajo con la clara intenci\u00F3n de que tender\u00EDa a solucionar los abusos reiterados que han afectado a numerosos trabajadores. Sin embargo, las cl\u00E1usulas del contrato no son respetadas, y muchos empleadores est\u00E1n utilizando incluso las normas de la iniciativa para poder despedir indiscriminadamente. \nPor lo tanto, estimo que hay que analizar el tema m\u00E1s en profundidad. No se trata s\u00F3lo de examinar una disposici\u00F3n m\u00E1s o una disposici\u00F3n menos. \nEs importante que consideremos la filosof\u00EDa que imprime el cambio en la legislaci\u00F3n laboral que pretendemos concretar. \nEl trabajo humano y el hombre de trabajo \nEl 5 de mayo pr\u00F3ximo se cumplir\u00E1n 100 a\u00F1os desde que Le\u00F3n XIII impactara al mundo con su oportuna y sabia Carta Enc\u00EDclica \"Rerum Novarum\". Desde entonces, la humanidad ha sufrido dos guerras mundiales, se han liberado la casi totalidad de las colonias, surgi\u00F3 y se derrumb\u00F3 el comunismo, y la ciencia avanza a pasos cada vez m\u00E1s veloces, haciendo insignificantes las distancias y descubriendo nuevos secretos, que pueden hacer m\u00E1s humana la convivencia entre los pueblos o llevarnos a la destrucci\u00F3n total.\n \nFue un mensaje oportuno el de Le\u00F3n XIII, porque el desarrollo vertiginoso ocasionado por la m\u00E1quina, junto con producir m\u00E1s y mejores bienes, que mejoraron las condiciones de vida de un sector de los pa\u00EDses industrializados, trajo aparejada la brutal explotaci\u00F3n de hombres, mujeres y ni\u00F1os, que eran tratados como verdaderos esclavos. Lleg\u00F3 a tanto, que tuvieron que dictarse leyes para impedir el acceso de menores de 8 a\u00F1os a las f\u00E1bricas. \nEl af\u00E1n de lucro desmedido y la implacable competencia, hac\u00EDan que \"las riquezas se acumulaban en unos pocos, empobreciendo a las multitudes, generando la corrupci\u00F3n de las costumbres\". En este estado de cosas, \"los obreros se han ido quedando solos e indefensos,\" -dec\u00EDa el Papa- \"entregados por la condici\u00F3n de los tiempos, a la inhumanidad de sus patrones y a la desenfrenada codicia de sus competidores\". \nEl mundo obrero comenz\u00F3 a soportar una creciente influencia de quienes respond\u00EDan a la explotaci\u00F3n con la violencia revolucionaria. La desesperaci\u00F3n y las miserables condiciones de vida a que el capitalismo somet\u00EDa a la masa laboral hac\u00EDa atractiva -y a veces quiz\u00E1s era percibida como la \u00FAnica posibilidad- la lucha de los explotados en contra de los explotadores. \nLa Iglesia comienza por asumir como un deber irrenunciable el de denunciar con claridad y valent\u00EDa la situaci\u00F3n existente y el de llamar la atenci\u00F3n sobre la gravedad de la situaci\u00F3n, demandando la cooperaci\u00F3n de todos: de los gobernantes, de los patronos, de los ricos y hasta de los mismos proletarios de cuya suerte se trata, dec\u00EDa el Papa. \nInsiste la Iglesia en que \"se a\u00FAnen los pensamientos y las fuerzas de todas las clases para poner remedio, lo mejor que sea posible, a las necesidades de los obreros: y para conseguirlo, cree que se deben emplear aunque con la debida ponderaci\u00F3n, las leyes mismas y la autoridad del Estado\". \nLe\u00F3n XIII dec\u00EDa a los poderosos de la \u00E9poca: \"en general deben acordarse los ricos y los patronos que oprimir en provecho propio a los indigentes y menesterosos, y explotar la pobreza ajena para mayores lucros, es contra todo derecho divino y humano\". \nA los gobernantes les dec\u00EDa: \"Por tanto, el Estado debe dirigir preferentemente sus cuidados y providencias a los asalariados que forman parte de la clase pobre y necesitada, en general\". \nAl referirse el Papa Le\u00F3n XIII al salario, dec\u00EDa: \"aunque concedido que el obrero y su patrono libremente convengan en algo y particularmente en la cantidad del salario, queda, sin embargo, siempre una cosa, que dimana de la justicia natural y que es de m\u00E1s peso y anterior a la libre voluntad de los que hacen el contrato, y es \u00E9sta: que el salario no debe ser insuficiente para la sustentaci\u00F3n de un obrero frugal y de buenas costumbres; y si acaeciese alguna vez que el obrero, obligado por la necesidad o movido por el miedo de un mal mayor, aceptase una condici\u00F3n m\u00E1s dura, que, aunque no quisiera, tuviere que aceptar por impon\u00E9rsela absolutamente el patr\u00F3n o el contratista, ser\u00EDa eso hacerle violencia y, contra esta violencia, reclama la justicia\". \nEn estos cien a\u00F1os que han pasado desde la dictaci\u00F3n de dicha enc\u00EDclica, la Iglesia continu\u00F3 preocupada de la situaci\u00F3n social de los hombres de trabajo. As\u00ED, conocimos la enc\u00EDclica \"Quadragesimo anno\", de P\u00EDo XI, al cumplirse cuarenta a\u00F1os de la Carta de Le\u00F3n XIII; Juan XXIII , el Papa Bueno, nos ilumin\u00F3 con las enc\u00EDclicas \"Mater et Magistra\" y \"Pacem in terris\"; Paulo VI nos entreg\u00F3 \"Populorum progressio\" e \"Igualdad y participaci\u00F3n\".\n \n Juan Pablo II , el Papa Obrero, aparte escribir sobre los m\u00E1s variados temas, puso especial preocupaci\u00F3n en su enc\u00EDclica al mundo del trabajo, denominada \" Laborem Exercens \". El Santo Padre no s\u00F3lo conoci\u00F3 la dureza del trabajo en las canteras, sino que vivi\u00F3 y sufri\u00F3 la ocupaci\u00F3n nazi durante la Segunda Guerra mundial y la dictadura comunista desde la segunda mitad de la d\u00E9cada de los a\u00F1os cuarenta. En su Carta pone como elemento b\u00E1sico de la relaci\u00F3n laboral el respeto y reconocimiento al hombre de trabajo; destaca la necesaria solidaridad para con los trabajadores y entre ellos mismos; resalta el papel de la familia en la sociedad; aborda el conflicto entre el capital y el trabajo, dando clara preeminencia a \u00E9ste sobre aqu\u00E9l y rechazando la lucha de clases como m\u00E9todo para dirimirlo.\n \nJuan Pablo II pone \u00E9nfasis tambi\u00E9n en los derechos del hombre de trabajo. Y dice: \"Estos derechos deben ser examinados en el amplio contexto del conjunto de los derechos del hombre que le son connaturales, muchos de los cuales son proclamados por distintos organismos internacionales y garantizados cada vez m\u00E1s por los Estados para sus propios ciudadanos.\". \nM\u00E1s adelante se\u00F1ala: \"la realizaci\u00F3n de los derechos del hombre del trabajo no puede estar condenada a constituir solamente un derivado de los sistemas econ\u00F3micos, los cuales a escala m\u00E1s amplia o m\u00E1s restringida, se dejen guiar sobre todo por el criterio del m\u00E1ximo beneficio.\". \nPero, al igual que Le\u00F3n XIII, el Papa actual aborda con claridad el tema quiz\u00E1s m\u00E1s pol\u00E9mico de su enc\u00EDclica: el salario y las prestaciones sociales. Y dice: \"El problema clave de la \u00E9tica social es el de la justa remuneraci\u00F3n por el trabajo realizado.\". Para ello, da la siguiente definici\u00F3n de \"justa remuneraci\u00F3n\": \"Una justa remuneraci\u00F3n por el trabajo de la persona adulta que tiene responsabilidades de familia es la que sea suficiente para fundar y mantener dignamente una familia y asegurar su futuro.\". \n Juan Pablo II destaca tambi\u00E9n la importancia de los sindicatos, en los siguientes t\u00E9rminos: \"el derecho a asociarse; esto es, a formar asociaciones o uniones que tengan como finalidad la defensa de los intereses vitales de los hombres empleados en las diversas profesiones.\". Y agrega: \"Los justos esfuerzos por asegurar los derechos de los trabajadores, unidos por la misma profesi\u00F3n, deben tener siempre en cuenta las limitaciones que impone la situaci\u00F3n econ\u00F3mica general del pa\u00EDs.\".\n \nAl referirse a la huelga, se\u00F1ala: \"Actuando en favor de sus miembros, los sindicatos se sirven tambi\u00E9n del m\u00E9todo de la huelga, es decir, del bloqueo del trabajo, como una especie de ultim\u00E1tum dirigido a los \u00F3rganos competentes y sobre todo, a los empresarios. Este es un m\u00E9todo reconocido por la doctrina social cat\u00F3lica como leg\u00EDtimo en las debidas condiciones y en los justos l\u00EDmites.\". \nA la luz de los documentos citados y de las intervenciones papales, en distintas oportunidades, sobre los derechos de los trabajadores, parece conveniente recordar a los \"constructores de la sociedad\" los riesgos de olvidarse de las ense\u00F1anzas de la Iglesia; de caer en la tentaci\u00F3n de anteponer a los valores de la persona humana el dogma del libre mercado o la esclavitud de las nuevas tecnolog\u00EDas como valores absolutos; y, con soberbia, pretender construir un mundo sin Dios. \nDebemos utilizar el mercado como un eficiente asignador de recursos, teniendo en claro que no es el \u00FAnico y que el Estado puede y debe cumplir un papel, como garante del bien com\u00FAn, especialmente protegiendo a los m\u00E1s d\u00E9biles de la sociedad.\n \nNo es menos importante la adecuada utilizaci\u00F3n de los adelantos de la ciencia, que pueden mejorar sustancialmente las condiciones de vida de los pueblos. Pero, utilizados al margen de los intereses de los sectores sociales m\u00E1s postergados o solamente desde el punto de vista de los resultados econ\u00F3micos, sin analizar ni evaluar debidamente el impacto social que produzcan, pueden volverse en contra del progreso y terminar esclavizando al hombre de trabajo. No es el hombre quien debe estar al servicio de la econom\u00EDa, sino \u00E9sta al servicio del hombre. Y los adelantos de la ciencia deben ser elementos que ayuden a la liberaci\u00F3n del ser humano y no a su esclavitud. \n\u00C9stas son, a mi juicio, algunas reflexiones necesarias para iniciarnos en el debate de una ley laboral acorde con la sociedad que deseamos construir. Si ponemos al mercado como el \u00FAnico elemento ordenador de la econom\u00EDa y al trabajo humano como una mercanc\u00EDa m\u00E1s que se transa en \u00E9l, se estar\u00E1 promoviendo la lucha de clases y la confrontaci\u00F3n que destruye y limita las posibilidades de desarrollo. \nM\u00E1s bien, proponemos intensificar el esfuerzo ya iniciado por el Gobierno de la Concertaci\u00F3n en el sentido de promover el di\u00E1logo entre trabajadores y empresarios y desarrollar una creciente acci\u00F3n de acuerdos pol\u00EDticos, asumiendo que la fuerza de las leyes provendr\u00E1 fundamentalmente de su aceptaci\u00F3n en la comunidad nacional.\n \nNecesitamos que las leyes sean justas, a fin de que tengan legitimidad ante la sociedad y, b\u00E1sicamente, protejan al sector m\u00E1s d\u00E9bil, que son los trabajadores. Porque, como dec\u00EDa Lacordaire, \"entre el d\u00E9bil y el fuerte, es la libertad la que oprime y la ley la que protege\".\n \nContenido de la reforma laboral\n \nEl se\u00F1or Ministro del Trabajo ha hecho un excelente resumen del contenido y sentido de la reforma laboral, por lo que s\u00F3lo insistir\u00E9 en algunos puntos. \nEn esta iniciativa se eliminan algunas prohibiciones que dificultan la organizaci\u00F3n sindical, en busca de mayor libertad; se ampl\u00EDan las atribuciones de las organizaciones sindicales, dando mayor libertad a trav\u00E9s de los estatutos de la propia organizaci\u00F3n; se mejora la situaci\u00F3n de los fueros laborales, entregando una mayor y mejor protecci\u00F3n a los dirigentes y mujeres embarazadas; se hace m\u00E1s expedita la recaudaci\u00F3n de la cuota sindical, en funci\u00F3n de dotar al sindicalismo de los recursos que le garanticen su independencia y autonom\u00EDa; se posibilita la negociaci\u00F3n colectiva m\u00E1s all\u00E1 del \u00E1mbito de la empresa; se elimina la prohibici\u00F3n de las federaciones, confederaciones y sindicatos interempresas para negociar colectivamente; se permite la ampliaci\u00F3n de este derecho a los trabajadores ingresados despu\u00E9s de desarrollado el proceso de negociaci\u00F3n colectiva; se autoriza para extender los beneficios de la negociaci\u00F3n colectiva a los trabajadores que no formaron parte del proceso, siempre que efect\u00FAen el aporte respectivo a la organizaci\u00F3n que negoci\u00F3; se ampl\u00EDan las materias susceptibles de negociaci\u00F3n colectiva, y se reducen las limitaciones al ejercicio de la huelga. \nEn resumen, se ampl\u00EDan la libertad sindical y el derecho a la negociaci\u00F3n colectiva, elimin\u00E1ndose trabas y restricciones innecesarias. \nEl proyecto presentado por el Ejecutivo recoge s\u00F3lo en parte las aspiraciones de los trabajadores; demuestra gran moderaci\u00F3n, e intenta una aproximaci\u00F3n a un punto equidistante entre la posici\u00F3n de los sectores empresariales que no desean modificaciones y las organizaciones sindicales que, en justicia, buscan cambios m\u00E1s profundos.\n \nTal como el se\u00F1or Ministro del Trabajo lo ha dicho en el Senado en numerosas oportunidades, el Gobierno plante\u00F3 las enmiendas que estimaba convenientes y oportunas para regular las relaciones laborales durante la transici\u00F3n. Es cierto que abrigaba la esperanza de concretar el m\u00E1ximo de sus proyectos, porque ello habr\u00EDa permitido, probablemente, una mayor estabilidad de las nuevas leyes laborales. Lamentablemente, la actitud de la Derecha ha disminuido en buena medida la posibilidad de entregar a los trabajadores m\u00E1s garant\u00EDas de justicia, reduciendo la reforma laboral a un avance modesto respecto de la legislaci\u00F3n vigente.\n \nNo habr\u00E1 paz verdadera mientras no se eliminen las causas de la injusticia que afecta especialmente a los trabajadores activos, a los pasivos y a los cesantes. \nTramitaci\u00F3n del proyecto \nEn una h\u00E1bil maniobra destinada a impedir que se llegara a la Sala con un informe desfavorable, la Derecha logr\u00F3 que los proyectos laborales ingresaran a las Comisiones unidas de Constituci\u00F3n, Legislaci\u00F3n, Justicia y Reglamento y de Trabajo y Previsi\u00F3n Social.\n \nDefend\u00ED sin \u00E9xito la separaci\u00F3n de dichas Comisiones. Entonces, se inici\u00F3 primero el estudio del proyecto sobre terminaci\u00F3n del contrato de trabajo y estabilidad en el empleo, calificado por el Gobierno de \"Simple Urgencia\".\n \nTerminada la tramitaci\u00F3n de esa iniciativa, cada vez que quise citar a reuni\u00F3n, el Presidente de la Comisi\u00F3n de Constituci\u00F3n me dec\u00EDa que \u00E9sta ya hab\u00EDa sido citada para tratar numerosas materias pendientes que, en vez de disminuir, aumentaban por los proyectos de ley enviados por el Ejecutivo y las exigencias propias del Senado.\n \nEn esas circunstancias, solicit\u00E9 al Presidente de la Corporaci\u00F3n y a los Comit\u00E9s de la Concertaci\u00F3n revisar el acuerdo adoptado al respecto. Al no obtener resultados positivos, se convino con el Gobierno el retiro de los proyectos sobre organizaci\u00F3n sindical y negociaci\u00F3n colectiva -que estaban separados-, los cuales se refundieron en uno solo que fue ingresado en octubre con \"Simple Urgencia\".\n \nNuevamente debimos soportar las dificultades del trabajo unido de las Comisiones, postergando una y otra vez las reuniones, con el atraso y malestar que provocaba esta situaci\u00F3n. \nFinalmente, cuando todos reconoc\u00EDan la inconveniencia del procedimiento, ante la negativa de modificar una actitud a mi juicio intransigente, propuse que la Comisi\u00F3n de Trabajo y Previsi\u00F3n Social funcionara como Subcomisi\u00F3n de las Comisiones unidas, absteni\u00E9ndome de votar, para mantener la correlaci\u00F3n de las fuerzas pol\u00EDticas en \u00E9stas. Aun as\u00ED, tuvimos serias dificultades, ya que la C\u00E1mara Alta no recupera todav\u00EDa una pr\u00E1ctica antigua y de alta eficiencia: la especializaci\u00F3n de los Senadores en determinadas materias.\n \nPareciera que el protagonismo excesivo de algunos los lleva a participar en todas las actividades importantes de la Corporaci\u00F3n, desperfilando a los miembros titulares de las Comisiones, quienes muchas veces s\u00F3lo juegan papeles decorativos en sus sesiones. \nSin embargo, hay algo m\u00E1s grave, y quisiera manifestarlo en esta oportunidad: la pretensi\u00F3n de la Derecha de convertirse en protagonista del proceso de transici\u00F3n, asumiendo en el Senado una mayor\u00EDa pol\u00EDtica que no tiene, al menos formalmente.\n \nLos argumentos que se esgrimen para solicitar m\u00E1s tiempo en la tramitaci\u00F3n de algunos proyectos de gran complejidad y envergadura son absolutamente v\u00E1lidos. Habr\u00EDa resultado impensable conocer y despachar en solamente un mes, en primer tr\u00E1mite, una iniciativa como la que hoy nos ocupa. Pero si la Comisi\u00F3n especializada lo hubiere recibido y tramitado en forma eficiente y con dedicaci\u00F3n, podr\u00EDa haberlo despachado en un mes; y la Comisi\u00F3n de Constituci\u00F3n habr\u00EDa demorado otros treinta d\u00EDas -considerando su carga de trabajo- en tratar las materias del texto que le competen.\n \nEn definitiva, en dos meses se podr\u00EDa haber estudiado y despachado la iniciativa en forma seria y con responsabilidad ante el pa\u00EDs. Lo anterior, sin perjuicio de las negociaciones y los acuerdos pol\u00EDticos necesarios para lograr el mayor respaldo a las materias en estudio. \nAl respecto, considero \u00FAtil recuperar el papel del Senado como punto de encuentro y debate, donde con madurez se busquen las soluciones pol\u00EDticas a los conflictos que siempre existir\u00E1n en nuestra sociedad. \nLo que s\u00ED reviste importancia es asumir cabalmente la voluntad popular libremente expresada en las urnas y manifestada a trav\u00E9s de los m\u00E1s variados mecanismos que tiene el pueblo para llamar la atenci\u00F3n sobre sus problemas y necesidades. \nMe parece que aqu\u00ED se ha producido una lamentable confusi\u00F3n. La Derecha piensa que tiene mayor\u00EDa en el Senado y que, por lo tanto, el Gobierno de la Concertaci\u00F3n debe obligatoriamente pactar con ella o no tendr\u00E1 ley.\n \nLa Derecha no gan\u00F3 la \u00FAltima elecci\u00F3n. Y los Senadores designados deben suponerse independientes, por lo que, en teor\u00EDa, podr\u00EDan votar al margen de la voluntad de aqu\u00E9lla. Si es as\u00ED, \u00BFa t\u00EDtulo de qu\u00E9 debemos negociar bajo las presiones a que nos somete la Derecha? \nEs posible que estas expresiones causen sonrisas en algunos Honorables colegas. Pero lo que estoy se\u00F1alando llevar\u00EDa a otro an\u00E1lisis, quiz\u00E1s m\u00E1s profundo: si los Senadores designados no integran formalmente el bloque de la Derecha, a lo menos sus puntos de vista y sus principios se identifican con ella; pero en la pr\u00E1ctica, constitucionalmente, son independientes. \nA mi juicio, se ha cometido un error al descalificarlos personalmente. Sin embargo, lo claro es que tenemos una institucionalidad no plenamente democr\u00E1tica. El pueblo no ejerce efectivamente su soberan\u00EDa, y esta situaci\u00F3n favorece a los intereses que representa y defiende la Derecha. \nPara el establecimiento de la paz en el pa\u00EDs, no creo prudente mantener y prolongar indefinidamente ese estado de cosas. Los trabajadores y el pueblo merecen una oportunidad despu\u00E9s del largo sufrimiento impuesto. \nPor otra parte, tampoco se puede jugar con la responsabilidad y madurez demostrada durante estos meses por el movimiento sindical. \nDesde esta Alta Tribuna, reclamo a los representantes de la Derecha que acepten su papel de minor\u00EDa, porque perdieron la elecci\u00F3n. Y si ma\u00F1ana llegan al Poder -cosa que no creo- por la v\u00EDa democr\u00E1tica, respetaremos su mandato, como lo hemos hecho siempre. \nHe dicho. \n " . . . . . . .