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El señor PÉREZ.-
Señor Presidente , en primer lugar quiero llamar la atención respecto del procedimiento que las Comisiones de Constitución y de Trabajo usaron para despachar este proyecto en su primer informe.
Hemos sesionado paralelamente a la Sala y los miembros de ellas estuvimos ausentes prácticamente por un mes de la discusión de otras iniciativas legales en las cuales, ciertamente, nos interesaba entregar nuestros puntos de vista. Hago notar este hecho con el objeto de que los Comités tengan presente esta situación.
Las palabras del Honorable señor Piñera me ahorran gran parte de las ideas que quería expresar. Sólo deseo poner énfasis en cuanto a que ahora se está dando término a uno de los acuerdos básicos en materia económica y social que, por los conceptos acordados, salvaguarda de buena forma una economía libre y un desarrollo fundado en las personas. Han sido acuerdos muy sustantivos donde hay, obviamente, temas adjetivos todavía pendientes, con votos de mayoría y minoría, que deberán ser dilucidados en la Sala.
Además, quiero hacer presente que las legislaciones cerradas, sobreprotectoras, paralizan las inversiones, se convierten en una incertidumbre y en un obstáculo para los agentes económicos; y, como ocurre hoy día en Perú, con una de las legislaciones laborales más -entre comillas- "protectoras" de los trabajadores, ha llegado a ser un verdadero bumerán para el sector laboral.
Tenemos conciencia de que la mejor herramienta para lograr bienestar, seguridad y desarrollo, es mediante el crecimiento económico. A mayor crecimiento, hay mayor empleo; a mayor empleo, mejores remuneraciones; a mejores remuneraciones, mayor seguridad y bienestar para los trabajadores.
Creemos que se han resuelto de buena forma las principales incógnitas que contenía el proyecto enviado por el Ejecutivo: quién negocia, qué se negocia, cómo se negocia, en qué lugar se hace la negociación colectiva, cómo se resuelven los conflictos, cómo se organiza el mundo laboral.
Lo importante -repito- es que este acuerdo laboral da estabilidad a los agentes económicos y sociales en el país.
Señor Presidente, quiero referirme a algunas críticas que se han hecho a la Oposición en esta Sala.
En primer lugar, el Honorable señor Ruiz señala que algunos empresarios están despidiendo trabajadores en virtud de la ley sobre terminación del contrato de trabajo y estabilidad en el empleo, hoy vigente. Me parece que, si aprobamos una ley, es para que ésta se aplique; y lo que podríamos denunciar es el hecho de que no está sucediendo así.
En segundo término, hay una denuncia subyacente, subliminal permanente al tema de la miseria, de la pobreza, de la injusticia; y se le vincula con una actitud de la Derecha. ¿Por qué no se denuncia también que existen trabajadores que no sufren miseria ni pobreza? ¿Y por qué no se señala que dónde los trabajadores tienen bienestar, seguridad y nuevos horizontes, es en países como Alemania, Estados Unidos, Japón que aplican, precisamente, las ideas nuestras; las ideas de economía social de mercado? Sospecho que me podrán decir que en esas naciones también existe pobreza; pero, ciertamente, es mucho menor que la de otros países donde se aplican distintos sistemas económicos.
Existe y ha existido, en las diferentes leyes relacionadas con el área económica y social, una crítica en el sentido de que nosotros defenderíamos a los ricos, y la Concertación a los pobres.
Señor Presidente , creo que todos los que estamos en política, y quienes integramos este Senado, lo hacemos por ideales, porque en Chile existen pobres, y ellos tienen necesidades. Los caminos para solucionar el problema de la pobreza y desarrollar un país constituyen motivos de discrepancias legítimas que podemos tener los Senadores y los distintos partidos representados en esta Corporación.
Finalmente, también deseo referirme a las críticas hechas permanentemente a los Senadores designados. Los Senadores institucionales son tales, porque existe una Constitución Política y una reforma a la misma, aprobada mayoritariamente por el pueblo, después de un acuerdo que suscribieron, entre otros, el actual Presidente de la República.
En ese sentido, nos parece -y concuerdo con el Honorable señor Piñera - que debemos tener un solo discurso, y no dos. Que si se habla de que los Senadores institucionales no responden a un real proyecto democrático, ¿por qué el Presidente Aylwin -como lo señaló, hace una semana- invita a la transmisión del mando en Guatemala a un Senador institucional, al Honorable señor Huerta?
La democracia no sólo debe garantizar la expresión de las mayorías, sino también la de las minorías. Y, desde ese punto de vista, pienso que para esta etapa de transición los Senadores institucionales han sido un gran aporte al trabajo legislativo.
Al respecto, vemos cómo una mayoría en la Cámara de Diputados arrasa con todas las resoluciones y decisiones de esa Corporación; y cómo la minoría muy pocas veces, o casi nunca, se puede expresar en acuerdos. En cambio, aquí en el Senado, además de reconocer -como lo expresó el Honorable señor González - el valioso aporte de los Senadores institucionales, es necesario advertir que éstos han contribuido a producir un equilibrio y a conseguir acuerdos políticos importantes para el país. No olvidemos que en la Cámara Alta nunca se ha rechazado un proyecto de ley propuesto por el Ejecutivo ; y, tampoco -en esta crítica permanente a los Senadores institucionales-, en no más de tres ocasiones -que yo recuerde- ellos han votado unánimemente, de una forma.
Señor Presidente , dadas las reglas del juego que tenemos hoy, me parece que debemos terminar con este cuestionamiento de los Senadores institucionales. Creo que se ha permitido a esta Corporación desarrollar una política de acuerdos muy valiosa, haciéndole un servicio a la institucionalidad, al país y al futuro.
El señor HORMAZÁBAL.-
Señor Presidente , solicito al Honorable señor Pérez que me permita una breve interrupción.
El señor PÉREZ.-
Con mucho gusto, señor Senador.
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
Tiene la palabra el Honorable señor Hormazábal.
El señor HORMAZÁBAL.-
Señor Presidente , agradezco a mi estimado colega la gentileza que ha tenido. No quise interrumpirlo, porque llevaba la ilación de su pensamiento sobre el tema laboral, que consideré relevante escuchar.
Pero, como el señor Senador hizo un planteamiento de otra índole -y para no dejar ese tema como olvidado-, deseo señalar que, si el Presidente de la República ha estimado pertinente otorgar el honor de que forme parte de su delegación oficial a un colega nuestro, al Honorable señor Huerta, es porque, al margen de las opiniones que tengamos sobre posiciones o representaciones, el Primer Mandatario y todos nosotros estamos obligados a respetar las normas constitucionales vigentes.
Mientras exista en la Carta Fundamental la institución de los Senadores designados -hemos dicho que al margen de las eventuales diferencias que se nos produzcan-, ellos tienen derecho a participar y a opinar. Y les agradecemos sus aportes y actitudes en el desarrollo de los diferentes asuntos.
Por lo tanto, creo -reitero- que lo propuesto por el Gobierno es el cumplimiento de una promesa que hizo el Primer Mandatario al país, en el sentido de ser " Presidente de todos los chilenos", tanto de quienes están de acuerdo con él, como de aquellos que ejercen su legítimo derecho a discrepar.
Y no puedo dejar de alegrarme por ello. Porque no hace mucho que los opositores al Gobierno eran enviados al extranjero, pero no con el honor de acompañar al Presidente, sino como exiliados.
He dicho.
El señor URENDA ( Vicepresidente ).-
Continúa con el uso de la palabra el Honorable señor Pérez.
El señor PÉREZ.-
Señor Presidente , sólo deseo reiterar que me parecieron desafortunadas las expresiones del Presidente de la República , vertidas la semana pasada, sobre todo cuando ellas, también, pueden significar el cuestionamiento de un poder público a otro.
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