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- rdf:value = " ACUERDO ENTRE GOBIERNO Y RENOVACIÓN NACIONAL SOBRE PROGRAMA DE ACCIÓN SOCIAL Y REFORMA TRIBUTARIA
El señor PIÑERA.-
Señor Presidente, durante las últimas semanas, Renovación Nacional ha sostenido conversaciones con el Gobierno, a través del señor Ministro de Hacienda, acerca de un programa de acción social y de una reforma tributaria que permita su adecuado financiamiento.
En el día de ayer, como es de conocimiento público, hemos logrado llegar a acuerdos básicos con ese Secretario de Estado tanto en lo que se refiere al alcance y contenido del mencionado programa cuanto respecto de su financiamiento equilibrado y sólido. Y creo de interés fundamentar las razones de nuestro acuerdo y entendimiento.
Durante los últimos seis años, la economía chilena ha conseguido avances y progresos reconocidos, no sólo en el plano interno, sino también por los organismos especializados, por Presidentes de otras naciones que nos han visitado recientemente y, en general, por la comunidad internacional.
Este notable progreso, que ha significado un crecimiento de la economía en los últimos seis años cercano al 40%, ha permitido que ella tenga hoy día una solidez y una potencialidad que posibilitan dar un salto adelante en materias sociales, las que fueron ampliamente debatidas durante la última campaña presidencial y parlamentaria.
Por estas razones, hemos concordado en un programa social cuyos principales componentes son los siguientes. Primero, un incremento de las pensiones, particularmente de las mínimas y de las asistenciales, sin excluir al resto de 1 millón 200 mil pensionados que actualmente hay en nuestro país; un aumento de la asignación familiar destinada a los grupos de ingresos medios y bajos, y un reajuste del subsidio único familiar para quienes requieren de este aporte o ayuda del Estado con el fin de alcanzar niveles mínimos de subsistencia compatibles con su dignidad.
En segundo término, un mayor presupuesto para el sector salud, con el objeto de complementar el equipamiento y suministro de los hospitales y policlínicas.
En tercer lugar, un incremento en el presupuesto de educación, para solventar mayores subvenciones a las escuelas municipalizadas y, también, para complementar, en caso necesario, el presupuesto de la educación superior.
En cuarto término, una ampliación del programa de alimentación escolar y de los programas de educación prebásica, de forma tal que la igualdad de oportunidades se produzca desde los primeros momentos de la vida de los chilenos, evitándose llegar a etapas en las que muchas veces la falta de aquéllas en la primera edad hace que las diferencias sean irreductibles.
En quinto lugar, un programa de viviendas de emergencia para los allegados que permita avanzar más rápidamente en los esfuerzos por cerrar el déficit habitacional, que en la actualidad alcanza aproximadamente a 300 mil casas.
Finalmente, un plan nacional de capacitación, con especial énfasis en los jóvenes y mujeres que se incorporan a la fuerza de trabajo, en forma tal que lo hagan con alguna calificación, oficio o técnica y tengan una productividad que les permita valerse por sí mismos.
Todo ello, sin descuidar un plan nacional de descontaminación que permita enfrentar en forma resuelta los problemas de polución y congestión que afectan a las principales ciudades de Chile y que también alcanzan a los recursos naturales y a nuestros ríos, lagos y mares.
Creemos que este programa de acción social significará un gran salto adelante en la lucha contra la pobreza y en la creación de igualdad de oportunidades.
Pensamos que dicho plan es compartido por una inmensa mayoría de chilenos y que el sacrificio, el esfuerzo y los éxitos económicos conseguidos hacen posible hoy día pensar en este tipo de acciones en forma muy seria, responsable y permanente.
Para financiar el programa, se ha pensado en distintas fuentes de recursos. Existe, naturalmente, una principal, que es ineludible e indispensable: el crecimiento económico sostenido. En nuestra opinión, dicho crecimiento es el principal -aunque no único- instrumento para lograr éxitos definitivos en la lucha contra la pobreza, en la creación de igualdad de oportunidades y en el desarrollo político, cultural y social del país.
Por esta razón, nos parece que toda reforma tributaria que apunte a financiar el plan de acción social debe tener en consideración, en forma muy prioritaria, el hecho de no atentar contra las bases y pilares del crecimiento económico, que son, a nuestro juicio, la capacidad de los chilenos para crear y emprender, para ahorrar e invertir, y para organizarse de acuerdo con distintas fórmulas de empresas privadas, como principal motor de nuestro desarrollo.
Por lo expuesto, la reforma tributaria que se ha estado analizando, y acerca de la cual se ha producido acuerdo, reúne tres características fundamentales.
En primer lugar, es moderada: no se pretende volver a las altas tasas de impuestos que existieron en el pasado y que contribuyeron a condenar a nuestro país a una situación de estancamiento o de bajo crecimiento económico.
Por otra parte tiene que ser equilibrada: deberán gravarse tanto los ingresos destinados al ahorro como los dirigidos al consumo, de forma tal que el esfuerzo para financiar este programa social sea compartido entre ambos sectores.
Y en tercer lugar, debe ser una reforma estable. A nuestro juicio, la estabilidad en las reglas tributarias es elemento fundamental para aspirar a un crecimiento económico sólido y sostenido.
Por lo dicho, la reforma tributaria acerca de la cual hemos alcanzado un consenso reúne las características que he enumerado y afecta fundamentalmente a cuatro impuestos. El primero de ellos es el de primera categoría, que grava a las empresas sobre renta devengada y que será, conforme a este acuerdo, de 10% en 1990; de 15% durante un período de emergencia de tres años, para volver en 1994 a 10%.
En seguida, afecta al impuesto global complementario, que grava a las personas. En esta materia, el acuerdo contempla mantener los mínimos exentos tal como están hoy en día; no afectar a familias cuyo ingreso sea inferior a 300 mil pesos; gravar de manera muy marginal a los grupos familiares con entradas inferiores a 500 mil pesos, y establecer un esfuerzo razonable para las que perciben ingresos que están por encima de la última cifra mencionada.
Además, se intenta dar un paso adelante en lograr una mayor equidad horizontal en nuestro sistema de tributación avanzando desde regímenes de renta presunta hacia sistemas de renta efectiva en algunos sectores, como la minería, el transporte y la agricultura, teniendo siempre en cuenta que, por razones propias de cada uno de ellos, los pequeños y medianos productores deben seguir afectos al régimen de renta presunta.
En último término, se considera también un incremento en el impuesto al valor agregado, con el fin de establecer una carga tributaria equilibrada. Este impuesto será compensado. En otras palabras, se ha tenido especial preocupación por que las familias de bajos ingresos no se vean afectadas en forma negativa por la reforma tributaria; muy por el contrario, el objetivo del programa conjunto de acción social y reforma tributaria apunta precisamente a mejorar las condiciones de vida de los sectores menos favorecidos.
Finalmente, quisiera aclarar que, cuando hablamos de "gasto social", empleamos una expresión que obedece a la clasificación de las cuentas nacionales; pues creemos que todo lo que se refiere a salud, educación, alimentación escolar, vivienda y capacitación constituye una inversión de enorme importancia: es inversión social, es inversión en capital humano y es inversión que permite mejorar la productividad de los sectores menos favorecidos, en forma de conseguir que tengan en el futuro mayores oportunidades y más capacidad para atender sus necesidades por sí mismos.
Estamos seguros, señor Presidente , de que con esta reforma, que se ha dado en un clima de mucho respeto, de armonía y de consenso, estamos sentando bases estables y sólidas para que todos los sectores de nuestra economía -incluidos el empresarial, el laboral, el pasivo y las generaciones nuevas que se incorporan a nuestra sociedad- tengan una mejor oportunidad.
Por lo tanto, creemos que este programa social, con su consiguiente reforma tributaria, significa un aporte muy importante para consolidar la fortaleza de nuestra democracia y la fortaleza y potencialidad de nuestra economía.
Esas son las razones básicas que han fundamentado y justificado la concurrencia de Renovación Nacional al acuerdo.
También apreciamos y valoramos en todo lo que significa la actitud de apertura, de diálogo y de entendimiento que mostró el Gobierno, a través del señor Ministro de Hacienda , durante las conversaciones.
Muchas gracias, señor Presidente.
-(Aplausos en las tribunas).
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